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Epidemiologia-EL MIEDO A MORIR-Influenza
Epidemiologia-EL MIEDO A MORIR-Influenza
Resumen
Consideraciones finales
El 23 de abril de 2009 México entró en un estado de emergencia sanitaria debido al brote del
virus de la influenza tipo A (H1N1). El trabajo dio cuenta de las medidas aplicadas por el
sector salud durante la contingencia, considerando que el periodo más crítico de la
epipandemia se dio del 23 de abril al 23 de mayo. Decidimos tomar este periodo para observar
las acciones que se implementaron en los estados de Tlaxcala, Hidalgo y el Distrito Federal
con el objetivo de hacer patente el mal manejo de la emergencia.
27/Noviembre/2020
Gustavo Oropeza Salinas
302 Epidemiologia Sociocultural
De las pandemias que en el pasado afectaron a millones de habitantes en el mundo, la
influenza es la enfermedad que motivó que la Organización Mundial de la Salud emitiera una
alerta para que todos los países mantuvieran una vigilancia constante para enfrentarla con
acciones tendientes a evitar su propagación. Al igual que otros países, México debía contar
con un plan que el sector salud debía implementar en el momento en que se diera la alerta de
la presencia de casos de influenza aviar. Una de las acciones que regularmente debía realizar
el sector consistía en reportar lo casos sospechosos, los confirmados y los subtipos de virus
identificados en el país. A pesar de que desde 2006 se contaba con un Plan Nacional y que
se había realizado un simulacro, México no lo implementó cuando fue necesario. Es decir,
cuando en el mes de marzo se reportaban casos de “influenza estacional prolongada”, no se
contaba con los reportes y tuvieron que pasar varios días y enviar las muestras de pacientes
infectados a laboratorios extranjeros para saber que estábamos ante un nuevo brote de
influenza aviar o porcina, como después se le denominó y que provocó la infección y muerte
de ciudadanos mexicanos antes de tomar las primeras medidas. A pesar de las advertencias
de la OMS para que todos los gobiernos estuvieran preparados para atender de manera rápida
y eficaz el inicio de una pandemia de influenza aviar, el sector salud mexicano se encontró
desprevenido cuando empezaron a aparecer los primeros casos que se denominaron
“neumonías atípicas”.
La población de todo el país quedó vulnerable ante el riesgo de contagiarse del nuevo virus
de influenza que, como dijimos antes, en los primeros días se conoció como influenza
“porcina”. La declaración de las autoridades de que la aparición de una nueva cepa de la
influenza fue un caso extraordinario, resulta desconcertante, ya que se esperaba que se pre-
sentara un nuevo brote de influenza aviar y no era desconocido que el nuevo brote mostrara
que la cepa había mutado.
La epidemia de influenza pasó a ser pandemia en unos cuantos días y tuvo varios nombres
hasta que se le dio el de influenza A (H1N1). La epidemia mostró las debilidades del sector
de salud, ya que a pesar de que el gobierno mexicano está obligado a mantener una constante
vigilancia y reportar los casos sospechosos, se dejó de realizar esta práctica. Por ejemplo,
tenemos los primeros casos de las “neumonías atípicas” en Veracruz, registrados en el mes
de febrero, y en abril en Oaxaca, que no fueron considerados como el posible inicio de una
epidemia de influenza.
Otro problema que se hizo evidente fue la falta de inversión en los laboratorios, cuyos
instrumentos sólo fueron capaces de detectar que había un virus desconocido, sin que se
pudiera determinar de qué tipo era.
Las lecciones que deja esta epipandemia, en la que el secretario de Salud pudo levantar la
alerta hasta el mes de junio de 2010, pone a las autoridades sanitarias en la dirección de
retomar la vigilancia epidemiológica, revisar y actualizar el Plan Nacional de Preparación y
Respuesta ante una Epidemia de Influenza, organizar los comités estatales para que sesionen
periódicamente y elaborar informes para mantener actualizada la información.
27/Noviembre/2020
Gustavo Oropeza Salinas
302 Epidemiologia Sociocultural
La grave situación por la que pasó el país ante la presencia de la influenza A (H1N1) hace
necesario reflexionar sobre la necesidad de que los futuros gobiernos estén preparados para
organizar a los elementos humanos, materiales y financieros que se requieren para evitar que
vuelva a presentarse una situación de riesgo para la población mexicana ante enfermedades
infecciosas.
Por tanto, proponemos que se tomen en cuenta las siguientes acciones: mantener la vigilancia
epidemiológica y sanitaria; restablecer los lineamientos del Plan Nacional de Preparación y
Respuesta ante una pandemia de Influenza en cuanto a la notificación de enfermedades
contagiosas; revisar y actualizar el Plan Nacional, los planes estatales y municipales; realizar
una mayor inversión para recuperar los laboratorios que requiere el país, con tecnología de
punta, además de capacitar al personal de salud para realizar los exámenes de muestras de
casos sospechosos de contagio para evitar depender de otros países y que las contingencias
sanitarias se puedan atender oportunamente y con calidad; deben hacerse estudios con el fin
de establecer un sistema de alerta temprana; deben mantenerse las campañas de higiene
personal para que se practiquen en los hogares de manera cotidiana y se refuercen en los
centros educativos; además de brindar un acceso real a los servicios básicos de salud,
alimentación y educación a todos los habitantes de México y especialmente de las
comunidades marginadas, darles seguimiento para que haya una respuesta positiva ante
similares contingencias en un futuro.