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CORPORACION UNIVERSITARIA IBEROAMERICANA

ACTIVIDAD 8 ESTUDIO DE CASO SOBRE SISTEMA NERVIOSO AUTONOMO

PRESENTADO POR

ADRIANA PATRICIA OSORIO BUITRAGO

CATEDRA

MORFOSIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

TUTOR

NICOLAS GUEVARA

PROGRAMA

PSICOLOGIA SEGUNDO SEMESTRE

2020
Introducción

La enfermedad de Alzheimer constituye en la actualidad la demencia más frecuente a nivel


mundial, contendencia a seguir incrementándose, por una parte por el aumento de la
población anciana y por otro lado porque no existe un tratamiento que prevea, detenga o

cure esta compleja enfermedad tanto en su génesis como en sus manifestaciones, y en la


que no solo se han de presentar afectaciones cognitivas sino también en otras esferas del
psiquismo, conducta, afectividad, pensamiento, además de presentar síntomas somáticos.

Esta demencia causa severa afectación, no solo en el orden individual y familiar, sino

también en el orden social, debido al alto costo que representa, por lo que constituye un
problema social. Si bien en el presente existen diferentes fármacos que tratan de mejorar las
alteraciones de la memoria y con ello las diferentes funciones cognitivas, el éxito hasta el
presente es muy pobre y solo quedan como una luz que ilumina un largo camino a transitar
por la neuropsicofarmacologia para llegar a obtener fármacos lo suficientemente eficaces.
Esta situación ha motivado la búsqueda de formas de tratamiento que, sin el uso de
fármacos, mejoren las funciones instrumentales de la vida diaria para influir positivamente
en la calidad de vida del enfermo y su familia.
Sistema Nervioso Autónomo

El sistema nervioso vegetativo o autónomo, también llamado neurovegetativo o


involuntario, regula y coordina las funciones que son involuntarias, inconscientes y
automáticas.

Los centros superiores del Sistema Nervioso Autónomo se localizan en la zona lateral gris
de la médula espinal, en el bulbo raquídeo y en el hipotálamo, y de ellos surgen nervios que
llegan hasta los distintos órganos.

Se divide en dos sistemas nervioso autónomo: el simpático y el parasimpático. Las


funciones de uno y otro son antagónicas, logrando así un balance funcional que tiende a
mantener la homeostasis corporal.

Sistema Nervioso Simpático: se encarga de activar la mayor parte de los órganos del
cuerpo para que trabajen de forma más intensa, salvo los relacionados con la digestión.

Sistema Nervioso Parasimpático: relaja la actividad de la mayoría de los órganos, menos


los relacionados con la digestión.
Papel del Sistema Nervioso en el Alzheimer

Para la mejor comprensión de la definición de demencia y Alzheimer es preciso iniciar


conociendo ciertas características del Sistema Nervioso del cuerpo humano, ya que a partir
de él, es que se desencadenan las deficiencias y trastornos que presenta la enfermedad en
mención.

El Sistema Nervioso es considerado una torre de control y la red de comunicaciones del


cuerpo. Este sistema desempeña además de funciones sensoriales, de integración y motora;
otras como lo son:

Estimular los movimientos básicos para la vida, así como los movimientos que
simplemente hacen la vida más fácil y agradable.

Proporcionar los placeres típicamente humanos de pensar, sentir y actuar de acuerdo a los
pensamientos y sentimientos del individuo.

Para conveniencia del estudio, el sistema nervioso completo se divide en dos partes
principales:

Sistema Nervioso Central: es el centro de control para el sistema completo y consta del
encéfalo y la médula espinal.

Figura I. Partes que conforman al Sistema Nervioso Central


Sistema Nervioso Periférico: consta de todo el tejido nervioso restante, es decir de los
nervios que conectan el sistema nervioso central a todas las demás partes del cuerpo.

Figura II. Partes que conforman al Sistema Nervioso Periférico.

Esta subdivisión a su vez se divide en:

El sistema nervioso somático: consta de todas las fibras nerviosas que corren entre el
sistema nervioso central y los músculos esqueléticos y la piel.

El sistema nervioso vegetativo: formado por todas las fibras nerviosas que corren entre el
sistema nervioso central y el músculo liso, el músculo cardíaco y las glándulas. (3)

A pesar de la complejidad de organización del sistema nervioso, éste consta únicamente de


dos clases principales de células. La primera de estas son las neuronas o células nerviosas;
las cuales son las responsables de la conducción de impulsos de una parte a otra del
cerebro, además de todos los atributos esenciales del sistema nervioso, como el
pensamiento, el control de las actividades musculares y la regulación de las glándulas.
Estas células nerviosas constan de tres porciones estructurales y funcionalmente diferentes;
como lo son el cuerpo celular, las dendritas y un axón. El cuerpo celular contiene un
núcleo bien definido y nucléolos rodeados por el citoplasma granuloso.

Figura III. Partes que conforman la neurona.

La segunda de las células presentes en el Sistema Nervioso son las neuroglias; las cuales
desempeñan las actividades menos especializadas de unión del tejido nervioso y no
transmite impulsos.

La comunicación entre las neuronas se logra gracias a mediadores químicos, conocidos


como neurotransmisores, elaborados dentro de las células que activan una neurona
transmitiendo los mensajes y la información de una célula nerviosa a otra. (2)

El adecuado funcionamiento cerebral necesita de las neuronas y de los neurotransmisores


trabajando de manera adecuada. A parte de lo anteriormente mencionado también es
necesario que el cerebro este irrigado por sangre, utilice bien el oxígeno y la glucosa;
además que tenga las enzimas necesarias para las reacciones bioquímicas, las cuales
permiten la transmisión de la información interneuronal. (2)

Se sabe que los cerebros de los enfermos de Alzheimer se caracterizan por la pérdida de
neuronas y la deficiencia en la provisión de los neurotransmisores. Esta pérdida demuestra
una atrofia en las regiones afectadas que causan la degeneración de algunas funciones
cerebrales importantes tanto en el lóbulo temporal y pariental, como en la corteza frontal.
Concluyendo con este análisis del Sistema Nervioso, se reconoce que el cerebro aparte de
regir los movimientos del cuerpo, controla la memoria y el lenguaje; permite reconocer
objetos familiares y coordina las actividades de vida diaria; pero al presentar este órgano un
daño cerebral irregular, el paciente realiza actividades que no tener sentido alguno.

Esto se debe a que las terminaciones de las células dañadas, no siempre hacen contacto
unas con otras, provocando el olvido de cómo hacer algo de un día al otro.

Al avanzar la enfermedad las células van perdiendo sus ramificaciones y la comunicación


con otras regiones del cerebro hasta que al final las células mueran, por lo que se puede
presentar el problema mental como la enfermedad del Alzheimer.

Alzheimer

La enfermedad de alzhéimer consiste en un deterioro irreversible de las funciones


cognitivas como consecuencia del fallo en una serie de sistemas de limpieza del cerebro
que provoca que se acumulen dos tipos de proteínas, las beta-amiloides fuera de las
neuronas y las tau, dentro de estas. Sin embargo, este deterioro no afecta al sistema
nervioso autónomo, que es el que se encarga de las funciones automáticas y vitales de
nuestro organismo como puede ser mantener el corazón en marcha y los pulmones
funcionando.

Su forma de comienzo más habitual es un trastorno amnésico con curso progresivo al que
se irán añadiendo otros déficits cognitivos. Los enfermos afectados no tienen conciencia de
su déficit, algo conocido como anosognosia.

Se produce una atrofia de los lóbulos temporales y también la consiguiente pérdida de


neuronas en las capas profundas de la corteza, con progresivo alargamiento de los
ventrículos, Hay un deterioro dopaminérgico en los ganglios basales que altera el patrón
neuroquímico.

El tiempo de vida de una persona con Alzheimer varía de una a otra, como media suelen
vivir entre 8-10 años tras el diagnóstico, aunque hay ocasiones donde los pacientes pueden
sobrevivir hasta 20 años. Aún siguen sin conocerse los motivos de por qué existen esas
diferencias en la esperanza de vida de los enfermos de Alzheimer.

Antes de que aparezcan síntomas evidentes que nos hagan sospechar, veremos en los
pacientes de la enfermedad de alzhéimer dificultad para centrarse en el tema de
conversación o en el recuerdo de nombres que usan habitualmente.

La enfermedad de Alzhéimer se ha venido diferenciando en tres etapas diferenciadas por


sus consecutivas y crecientes dificultades asociadas, estas etapas son:
Fase 1: duración aproximada 1-3 años

Esta primera etapa se caracteriza por tener algunas pérdidas de memoria: ocasionalmente se
le olvidan algunas cosas, pueden perderse, olvidar sus citas o nombres de personas. Estas
pérdidas de memoria pueden pasar inadvertidas por ser bastante leves pero con el tiempo
pueden interferir en el día a día de la persona. La expresión de los conceptos es a veces
confusa, sin un plan general en la oración. En la escritura suelen aparecer perseveraciones u
omisiones de grafemas simples. En cuanto al comportamiento destacamos cambios de
humor e incluso enfados del enfermo cuando se dan cuenta que pierden el control de lo que
les rodea. En esta fase realizan frases más cortas, mezclan ideas sin relación directa, tienen
problemas para encontrar palabras, aunque continúan razonando adecuadamente. Presentan
dificultad para consolidar nuevos aprendizajes.

Fase 2: duración aproximada 2-10 años

En esta fase se agrava la situación y ya no hay duda de su diagnóstico. Disminuye la


memoria reciente y empiezan a producirse cambios de comportamiento más acusados:
agresividad, miedos, alucinaciones, … El paciente pasa a ser más dependiente, necesitando
ayuda para el autocuidado, es incapaz de trabajar y se muestra confuso con facilidad,
necesitando una supervisión diaria de todo lo que hace. Es cierto, que en esta etapa las
rutinas o conversaciones superficiales pueden verse conservadas pero cuando se profundiza
empiezan a aparecer dificultades. El lenguaje empieza a verse más afectado: repite frases,
no las acaba, le cuesta relacionar y diferenciar conceptos, incluso el lenguaje tiende a
tornarse egocéntrico y les cuesta mantener los turnos de la conversación. Sus movimientos
al contrario que en la etapa uno donde siguen estando bien, en esta fase empiezan a perder
el equilibrio, tienen caídas espontáneas y necesitan ayuda para deambular. Pueden
desorientarse temporal y espacialmente. Aparece el síndrome afaso-apráxico-agnósico. Las
funciones ejecutivas se ven muy afectadas, con dificultad para formular conceptos o
resolver problemas.

Fase 3: duración aproximada 8-12 años

En la última fase, el paciente depende por completo de terceras personas para su


subsistencia. Necesita ayuda incluso para las tareas más básicas: comer, limpiarse,
moverse. La memoria empieza a perderse tanto la reciente como la remota. No reconocen a
sus hijos, cónyuges, etc… Su comportamiento es como el de un niño pequeño: llora, grita,
se agita, no comprende una explicación y pueden tener periodos y comportamientos
desinhibidos y agresivos. En cuanto al lenguaje balbucean y tienen severas dificultades en
cuanto a comprensión. Muchos pacientes permanecen rígidos y mudos. Les cuesta controlar
sus esfínteres, se atragantan, le cuesta tragar y no controlan sus gestos. Aumentan las
complicaciones y riesgos derivados de infecciones, deshidratación, desnutrición, heridas
por inmovilización, etc… En ocasiones, la causa final de la muerte suele estar relacionada
con alguna de estas complicaciones. Presentan síndrome de gatismo, caracterizado por
incontinencia urinaria y fecal.

Como podemos ver la enfermedad del Alzheimer pasa por una evolución lenta y progresiva
con ligeros problemas en la primera etapa y acabando con graves daños cerebrales en las
últimas fases llegando a la muerte causada por las complicaciones asociadas al propio
deterioro.

Tratamientos de la Enfermedad de Alzheimer

En la actualidad, no existe una cura para la enfermedad de Alzheimer. No obstante, existen


medicamentos que pueden ayudar a controlar o retrasar sus síntomas durante algún tiempo,
especialmente en las primeras etapas de la enfermedad. Algunos tratamientos ayudan a
controlar la agitación, la depresión o los síntomas psicóticos (alucinaciones o delirios) que
pueden ocurrir cuando la enfermedad progresa. Consulte a un médico antes de tomar
cualquier medicamento. Los tratamientos comúnmente prescritos incluyen inhibidores de la
colinesterasa, inhibidores de glutamato, la combinación de medicamentos y la intervención
no médica.

Inhibidores de la Colinesterasa

Existen cuatro medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y


Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), se los conoce como
inhibidores de colinesterasa, y están diseñados para regular y controlar los síntomas de la
enfermedad de Alzheimer. Las personas que sufren esta enfermedad tienen niveles bajos de
acetilcolina, un químico importante del cerebro involucrado en la comunicación entre las
neuronas. Los inhibidores de la colinesterasa retardan la degradación metabólica de la
acetilcolina y proporciona una fuente adicional de este componente químico para la
comunicación entre las células. Esto ayuda a retrasar la progresión del deterioro cognitivo y
puede ser efectivo para algunos pacientes entre la primera fase e intermedia de la
enfermedad de Alzheimer.

Razadyne

Nombre genérico: Galantamina

Año aprobado por la FDA: 2001

Eficaz para: Etapa temprana y moderada de la enfermedad de Alzheimer


Cómo funciona: Razadyne evita la descomposición de la acetilcolina y estimula los
receptores nicotínicos para liberar más acetilcolina en el cerebro.

Los efectos secundarios más comunes: Náusea, vómito, diarrea, pérdida de peso, mareo,
dolor de cabeza, cansancio.

Nota: Este medicamento se lo conocía anteriormente como Reminyl®.

Exelon

Nombre genérico: Rivastigmina

Año aprobado por la FDA: 2000

Eficaz para: Etapa temprana y moderada de la enfermedad de Alzheimer.

Cómo funciona: Exelon previene la descomposición de la acetilcolina y butyrylcholine (una


sustancia química similar a la acetilcolina) en el cerebro.

Los efectos secundarios más comunes: Náusea, diarrea, aumento en la frecuencia de las
deposiciones, vómito, debilidad muscular, pérdida de apetito, pérdida de peso, mareo,
somnolencia y malestar estomacal.

Nota: En el 2007, la FDA aprobó el Exelon® Patch (sistema transdérmico de rivastigmina)


para absorber este medicamento a través de un parche para la piel como una opción para la
cápsula oral.

Aricept

Nombre genérico: Donepezil

Año aprobado por la FDA: 1996

Eficaz para: Etapa temprana, moderada y grave de la enfermedad de Alzheimer.

Cómo funciona: Aricept evita la descomposición de la acetilcolina en el cerebro.

Los efectos secundarios más comunes: Diarrea, mareo, pérdida de apetito, calambres
musculares, náusea, cansancio, dificultad para dormir, vómito, pérdida de peso.

Nota: Aricept, también puede tener un efecto limitado en la desaceleración del avance del
deterioro cognitivo leve (DCL por sus siglas) a la enfermedad de Alzheimer.
En el 2006,Aricept también fue aprobado por la FDA para el tratamiento de los síntomas
graves del Alzheimer.

Cognex

Nombre genérico: Tacrina

Año aprobado por la FDA: 1993

Eficaz para: Etapa temprana y moderada de la enfermedad de Alzheimer.

Cómo funciona: Cognex evita la descomposición de la acetilcolina en el cerebro.

Los efectos secundarios más comunes: Estreñimiento, diarrea, gases, pérdida de apetito,
dolores musculares o dolor, náusea, malestar estomacal, congestión nasal, vómito, pérdida
de peso, con posible daño hepático.

Nota: Cognex aún está disponible, pero ya no es comercializado activamente por el


fabricante, debido a los graves efectos secundarios.

Inhibidores de glutamato

Algunos medicamentos, conocidos como inhibidores de glutamato, protegen las células del
cerebro mediante la regulación de un químico vinculado con la comunicación neuronal,
llamado glutamato, que se libera en grandes cantidades por las células dañadas con el
Alzheimer. El glutamato esta normalmente involucrado con el aprendizaje y la memoria,
pero cuando se libera en exceso por las células dañadas, se adhiere a “puntos de enganche”
llamados receptores N-methyl-D-aspartato (NMDA) que a su vez aceleran el daño celular.
En la actualidad existe un inhibidor de glutamato aprobado por la FDA.

Namenda

Nombre Genérico: Memantina

Año aprobado por la FDA: 2003

Eficaz para: Etapa moderada a grave de la enfermedad de Alzheimer

Cómo funciona: Namenda aparentemente protege las células nerviosas del cerebro de las
cantidades excesivas de glutamato, un mensajero químico liberado en grandes cantidades
por las células dañadas por la enfermedad de Alzheimer (y algunos otros trastornos
neurológicos). Cuando el glutamato se adhiere la superficie receptora celular por medio de
“puntos de enganche” llamada N-metil-D-aspartato (NMDA), el calcio puede fluir
libremente en la célula, lo que puede conducir a la degeneración celular. Namenda puede
impedir esta secuencia destructiva mediante el ajuste de la actividad de glutamato.

Los efectos secundarios más comunes: Dolor de espalda, estreñimiento, diarrea, mareos,
somnolencia, dolor de cabeza, dolor y aumento de peso.

Nota: En julio de 2010, Namenda XR (una dosis de 28 miligramos, una vez al día,
medicada vía liberación-prolongada) fue aprobada por la FDA. Los efectos secundarios
más comunes de Namenda XR son dolores de cabeza, diarrea, mareos, presión arterial alta
(hipertensión), y la gripe.

Combinación de medicamentos

Hay un medicamento aprobado por la FDA que combina inhibidores de la colinesterasa y


los inhibidores del glutamato. Esto previene tanto la descomposición de la acetilcolina en el
cerebro, y protege las células nerviosas del cerebro frente a cantidades excesivas de
glutamato.

Namzaric

Nombre genérico: Una combinación de fármacos que contiene tanto el donepezilo y


memantina

Año aprobado por la FDA: 2014

Eficaz para: Etapa moderada a grave de la enfermedad de Alzheimer

Cómo funciona: Namzaric es una combinación de dos medicamentos que ya han estado en
el mercado: memantina (Namenda) y donepezil (Aricept). Aricept previene la
descomposición de acetilcolina en el cerebro, y Namenda aparentemente protege las células
nerviosas del cerebro de las cantidades excesivas de glutamato, un mensajero químico
liberado en grandes cantidades por las células dañadas por la enfermedad de Alzheimer (y
algunos otros trastornos neurológicos).

Los efectos secundarios más comunes: Diarrea, náusea, vómito, pérdida del apetito,
aumento de peso, pérdida de control de la vejiga, dolor de espalda, dolor de cabeza,
hematomas, somnolencia y mareos

Nota: Las cápsulas de Namzaric se pueden abrir para permitir que el contenido sea rociado
sobre los alimentos para facilitar la dosificación a los pacientes que pueden tener dificultad
para tragar.
Terapia psicológica para el Alzheimer

Las terapias no farmacológicas sirven de apoyo a los tratamientos farmacológicos


convencionales y cada vez son más recomendadas por los especialistas, como medidas de
mejora en la calidad de vida tanto del enfermo como de los familiares. Con ellas también se
busca reforzar las relaciones sociales, fortalecer el estado afectivo, incrementar la
autonomía del enfermo en la medida de lo posible, prevenir su aislamiento y mejorar o
controlar los trastornos de conducta. Estas son algunas de las terapias más efectivas.

1. Estimulación cognitiva

Es un conjunto de varias técnicas que se centra en mantener y optimizar el funcionamiento


de las capacidades cognitivas, así como de enlentecer su deterioro, trabajando áreas como
la memoria, el cálculo, la percepción, la atención o el lenguaje.

Aunque también están pensadas para recuperar capacidades originales, cuando se aplican
para tratar el Alzheimer se encaminan más al desarrollo de estrategias compensatorias, que
sirvan como vía alternativa de las funciones perdidas. Varias investigaciones demuestran
que a pesar de la demencia, los enfermos conservan algo de capacidad de aprendizaje
(plasticidad cerebral) que mejora o se deteriora menos gracias a la estimulación cognitiva.

Los recursos en esta terapia son muchos y variados, desde puzles, juegos, crucigramas y
hojas de cálculo, hasta la utilización de los recuerdos para trabajar la memoria, o de la
logopedia para mejorar el lenguaje.

2. Orientación a la realidad

Esta terapia tiene un carácter muy práctico y está dirigida principalmente a conseguir que el
paciente mantenga el conocimiento sobre sí mismo y sobre el medio que le rodea durante el
mayor periodo de tiempo posible, reduciendo así el malestar derivado de la confusión sobre
quién es, dónde se encuentra y en qué momento.

También incluye técnicas diversas y con ellas se trabaja la orientación temporal, la espacial
y la personal. En la primera se sitúa en las horas, días, meses o estaciones del año, mediante
calendarios, relojes, deduciendo a través del clima, etc. En la segunda la prioridad es
distinguir dónde se encuentra, especialmente cuando se pasa la mayor parte del tiempo
fuera de casa, en un centro de día o en una residencia de mayores. La orientación personal
se centra en que el enfermo refresque la información sobre su identidad, su experiencia
vital y las personas de su entorno.
Alzheimer ejercicio

3. Fisioterapia y ejercicio terapéutico

El ejercicio físico nos beneficia a todos, y particularmente a las personas que padecen
Alzheimer, ayudándolas a dormir mejor, mejorar el estado de ánimo, mantener la
movilidad, los reflejos, el equilibrio y la coordinación, mientras socializan con diferentes
grupos. A esto se unen ventajas comunes del ejercicio terapéutico como pueden ser mejorar
la salud cardiovascular, evitar dolores de espalda, etc.

A medida que avanza el deterioro cognitivo las actividades se van simplificando, pero la
fisioterapia resulta útil incluso en las fases más severas, a través de masajes, fomentando el
movimiento pasivo o facilitando los cambios posturales.

4. Terapia ocupacional

Nos pasamos la mayor parte de nuestra vida realizando todo tipo de actividades que
requieren habilidades manuales y cognitivas, no solo para percibir un sueldo, también como
entretenimiento, aprendizaje, relajación, etc. Continuar con alguna de estas labores como
tratamiento de las personas con demencia es una forma de fomentar su relación con el
entorno, y proporcionarles motivación e ilusión por el día a día.

A través de tareas sencillas, se promueve que el paciente utilice las capacidades que todavía
no han desaparecido del todo, y aunque es preferible elegir aquellas actividades afines o
para las que siempre ha tenido una cierta facilidad (jardinería, costura, cocina,
carpintería…), se busca una forma alternativa para ponerlas en práctica, acorde a su
momento actual.

5. Terapia con perros

Como ya habíamos comentado, el tratamiento con perros produce en los enfermos de


Alzheimer mejoras en el plano físico, social, emocional y cognitivo, repercutiendo de
forma positiva en su estado de ánimo, motivación y movilidad general.
Recordar el nombre de la mascota, darle de comer, pasearla, cepillarle el pelo, disfrutar de
su compañía y de su afecto, son actos que benefician al paciente, tanto en su motricidad
como en su memoria, especialmente si siempre ha sido una persona amante de los animales,
ya que el afecto que desarrollan por ellos también contribuye a suplir pérdidas o carencias
sociales.

6. Musicoterapia

Alzheimer musicoterapia

Cuando las capacidades cognitivas se ven afectadas la música muchas veces sigue siendo
un excelente medio para comunicarse y dejar salir la creatividad y las emociones, incluso
cuando existen dificultades severas en el lenguaje. Actualmente se utiliza con éxito para
tratar personas con Alzheimer, demencia, Parkinson, autismo o enfermedades psiquiátricas.

Se ha demostrado que la musicoterapia estimula diferentes áreas de la memoria, contribuye


a incrementar la autoestima, sirve como método de contacto con la realidad y es una base
sólida para formar nuevas relaciones sociales. También se utiliza para evocar recuerdos o
sensaciones agradables y en definitiva generar un profundo bienestar en los pacientes.

7. Estimulación multisensorial

La estimulación multisensorial se realiza en una sala preparada para ello, denominada sala
o espacio snoezelen, en la que encontramos material técnicamente preparado para estimular
de forma controlada nuestros órganos sensoriales: ojos, nariz, boca, piel y oídos.

Este modelo importado de Holanda (de ahí su nombre) permite a los pacientes de
Alzheimer disfrutar de la estimulación de los sentidos, a la vez que se relajan en un
ambiente seguro y muy agradable. En la sala podemos encontrar pintura fluorescente, luces,
música, sonidos de la naturaleza, peluches, texturas, piscinas de bolas o columpios y
tumbonas, entre otros elementos.

La Universidad Ramon Llull y Sanitas Mayores investigan actualmente sobre los beneficios
principales que producen este tipo de espacios, apostando por los avances en atención
gerontológica, un elemento clave para seguir progresando en la atención de los mayores
con demencia.
Todas estas terapias se presentan como complementarias a los tratamientos convencionales
y deben aplicarse de forma personalizada en función del avance de la enfermedad y las
características y circunstancias personales de cada paciente. También hay otras muchas
formas de fomentar el cuidado activo de los mayores con Alzheimer, y proporcionarles
apoyo y bienestar a través de los tratamientos no farmacológicos. Con la ayuda de
especialistas y cuidadores, podremos encontrar las más adecuadas.
.

Conclusión
La demencia senil es un síndrome de carácter crónico y progresivo, asociado a trastornos en
múltiples funciones corticales superiores, incluyendo memoria, pensamiento, orientación,
comprensión, cálculo, capacidad de aprendizaje, lenguaje y juicio, y con un nivel de
conciencia claro. Estos trastornos de la función cognitiva están comúnmente acompañados
(y ocasionalmente precedidos) por deterioro del control emocional y social, o de la
motivación.

El hecho de que las personas que padecen la Enfermedad de Alzheimer se enfrenten


diariamente a la pérdida progresiva de la capacidad para llevar a cabo las actividades
habituales de la vida cotidiana, tiene un efecto importante sobre la calidad de vida de los
pacientes y de sus familiares. Si bien muchos pacientes con enfermedad de Alzheimer
viven en geriátricos la mayoría son cuidados por sus familias en el seno de la comunidad. A
medida que los pacientes se hacen menos independientes, recae una mayor responsabilidad
sobre el cuidador, quien a su vez está expuesto a un alto riesgo de enfermedades físicas y
psicológicas. Estos efectos adversos sobre los cuidadores pueden acelerar la internación de
los pacientes en instituciones geriátricas.
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