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La turbina de gas es una máquina diseñada para utilizar la energía aportada por los gases
que salen de una cámara de combustión a alta presión y muy altas temperaturas, por lo que
llevan mucha energía, dichos gases al chocar contra los alabes de la turbina de expansión
provocan su giro, este giro lo podemos aprovechar para mover un generador y producir
electricidad o provocar un impulso utilizado para mover por ejemplo un avión.
Aeroderivadas: Son aquellas que tiene su origen en turbinas diseñadas para propulsar
aviones, son compactas, robustas, tienen una alta relación potencia/peso, son versátiles
de operar, ya que al derivar de aviones estos nos van siempre a un ritmo constante y
pueden necesitar subidas o bajadas rápidas de potencia, su arranque es más sencillo que
las diseñadas para uso industrial puro. Sus potencias rondan los 50 MW. Todas estas
características las hacen fáciles de mantener y sustituir en caso necesario.
Las aeroderivadas proceden de la industria aeronáutica, son más ligeras, pero requieren
más mantenimiento. Su techo de potencia es de unos 50 MW en la actualidad y
requieren combustibles de mejor calidad. Recientemente se han introducido turbinas
con características de aeroderivada, pero para aplicaciones estacionarias de hasta 100
MW.
Industriales: Son turbinas diseñadas desde su origen para uso industrial por lo que su
peso y tamaño es mayor al no estar limitadas por su lugar de utilización, por lo que al
ser de gran tamaño en general las revisiones se llevan acabo en la misma planta. Se ha
buscado siempre grandes potencias para producción eléctrica estas pueden llegar hasta
unos 500 MW, también se ha buscado que estén operando el mayor tiempo posible de
forma constante, ya que sus paradas son más largas que la de las aeroderivadas por lo
que se pierde más dinero al no tenerla funcionando. Su rendimiento eléctrico es algo
menos importante que en las aeroderivadas, ya que puede aprovechar el calor de sus
gases de escape para cogeneración. Su velocidad de rotación es importante ya que al ser
usadas para la producción de electricidad deben rondar los 50-60 Hz.
Las turbinas concebidas como industriales llegan a potencias mucho más elevadas
(hasta 300 MW). Han sido concebidas para trabajo continuo y requieren menos
mantenimiento. Sin embargo, su rendimiento eléctrico es menor.
Figura 2. Turbina de uso industrial para producir electricidad.
Dependiendo de su tipo de cámara de combustión las podemos clasificar en tres
categorías:
1) Cámaras de combustión tipo Silo: Este tipo de turbinas tienen la cámara de
combustión fuera del eje que une la turbina y el compresor, puesto en la parte superior, los
inyectores se instalan atravesando el techo superior de la cámara, y los gases de escape
llegan a la turbina de expansión por una abertura inferior conectada a ésta, son turbinas que
por ahora se utilizan para combustibles experimentales como el hidrogeno.
DEPENDIENDO DEL NÚMERO DE EJES LAS PODEMOS CLASIFICAR COMO:
1) Monoeje: En este tipo de turbinas el compresor, turbina y generador, están todo unidos
en el mismo rotor girando de forma solidaria, son las más comunes para uso de generación
eléctrica. Su velocidad de giro suele estar en 3000 rpm para ajustarse a los 50 Hz de la red
eléctrica.
Figura 6. Turbina Monoeje.
2) Multieje: Este tipo de turbinas esta dividido el eje en dos, un eje en el que esta el
compresor y la turbina de alta, que es la encargada de impulsar al compresor. En el otro eje
se encuentran la turbina de potencia que es la que mueve el generador. Este tipo de
configuración se usa en turbinas aeroderivadas y de pequeña potencia ya que tiene buen
comportamiento frente a variaciones de carga.
Desde un punto de vista constructivo, se distinguen dos tipos de turbinas: las de un solo eje,
y las de dos o más ejes.
En las de dos o más ejes: en este caso, la turbina propiamente dicha se divide en dos
secciones. Estas secciones son:
Las pérdidas de energía se desprenden en forma de calor que hay que evacuar del sistema.
Normalmente no son superiores al 3% de la energía aportada.
Los principales elementos de la turbina de gas son cinco: la admisión de aire, el compresor,
la cámara de combustión, la turbina de expansión y el rotor. A continuación se detallan las
principales características de cada uno de estos elementos.
Figura 9: Turbina de gas. Partes principales.
El sistema de admisión de aire consta de todos los elementos necesarios para que el aire
entre en la turbina en las condiciones más adecuadas de presión, temperatura y limpieza.
Para ello cuenta con filtros de varios tipos, que se encargarán de eliminar la suciedad que
pueda arrastrar el aire; y de una serie de sistemas que acondicionarán la temperatura para
facilitar que entre a la turbina la mayor cantidad posible de masa de aire.
La función del compresor es elevar la presión del aire de combustión (una vez filtrado)
antes que entre en la cámara de combustión, en una relación que varía según la turbina pero
que normalmente está comprendida entre 10:1 y 40:1. Esta compresión se realiza en varias
etapas y consume aproximadamente las 2/3 partes del trabajo producido por la turbina.
Una parte del aire del compresor se utiliza para refrigeración de álabes y de la cámara de
combustión, de forma que aproximadamente un 50% de la masa de aire es usado para este
fin.
4.3 Cámara de combustión
En ella tiene lugar la combustión a presión constante del gas combustible junto con el aire.
Esta combustión a presión obliga a que el combustible sea introducido a un nivel de presión
adecuado, que oscila entre 16 y 50 bar.
Debido a las altas temperaturas que pueden alcanzarse en la combustión y para no reducir
demasiado la vida útil de los elementos componentes de la cámara, se trabaja con un exceso
de aire alto, utilizando del 300 al 400% del aire teórico necesario, con lo que se consigue
por un lado reducir la temperatura de llama y por otro refrigerar las partes más calientes de
la cámara. Parte del aire que procede del compresor, se dirige directamente hacia las
paredes de la cámara de combustión para mantener su temperatura en valores
convenientemente bajos. Otra parte se hace circular por el interior de los álabes de la
turbina, saliendo por orificios en los bordes que crean una película sobre la superficie de los
álabes
Los gases, que entran a la turbina a una temperatura de 1200-1400ºC y una presión de 10 a
30 bar., salen a unos 450-600ºC. Esa alta temperatura hace que la energía que contienen
pueda ser aprovechada bien para mejorar el rendimiento de la turbina (con un sistema
conocido como REGENERACIÓN, que consiste en utilizar estos gases para calentar
adicionalmente la mezcla en la cámara de combustión) o bien, como es más habitual, para
generar vapor en una caldera de recuperación. Ese vapor posteriormente se introduce en
una turbina de vapor consiguiéndose un aumento del rendimiento global igual o incluso
superior al 55% (el rendimiento de la turbina de gas es de 30-35%).