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Leo... y aprendo
Por contra, en algunas ciudades costeras, la numeración parte del mar hacia la montaña (es el
caso de Barcelona).
En todos los casos, se sitúan los números pares en la acera de la derecha y los impares en la
izquierda, en el sentido creciente de la numeración.
CALLE MORELOS
9 10
AVENIDA JUÁREZ
7 8
5 6
3 4
1 2
AVENIDA CENTRAL
Leo... y aprendo
EJERCICIO 1
¿CÓMO SE NUMERAN LAS CALLES?
Localidad / Estado
6. En la gran mayoría de las ciudades, ¿De dónde parte la numeración de las calles?
7. Aquí tienes el plano de una calle. Debes completar los números que faltan.
AVENIDA CENTRAL
AVENIDA JUÁREZ
"Dos burros estaban atados entre sí. A uno y otro lado, a cinco metros aproximadamente, su
dueño había puesto dos montones de verde y rica alfalfa.
Torpes, como burros que eran, acuciados por el hambre, se empeñaron en comer cada uno
del montón que tenían más cerca. Tantas eran las ansias por comer, tanto el esfuerzo al tirar
cada uno por su lado, tanta la obcecación y la cabezonería y tanto su egoísmo, que se
agotaron sin probar bocado.
A punto estuvieron, cada uno por su lado, de tocar con su hocico la hierba de enfrente pero
no lo lograron. Eso aumentó más su sufrimiento, su angustia y su esfuerzo inútil. Pasaron así
una hora, hasta que, extenuados por el hambre, el trabajo y la rabia, cayeron al suelo a dos
dedos (¡a dos dedos tan sólo!) de la alfalfa.
Dos vacas que pasaban por allí, en maravillosa camaradería, se pararon y, con parsimonia
inteligente, liquidaron uno de los montones y, después, con idéntico entendimiento, acabaron
con el segundo."
Alfonso Francia.
EJERCICIO 2
BURROS, MÁS QUE BURROS
a) 5 metros b) 55 metros
c) 0 metros d) 10 metros
a) Obcecación
b) Egoísmo
c) Hocico
d) Extenuados
e) Parsimonia
f) Acuciados
"Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un
palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que
la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie desde el arroyo
hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota solo tenía la mitad del agua.
Durante dos años completos esto fue así diariamente. Desde luego la vasija perfecta estaba
muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada.
Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía
miserable porque solo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.
-Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas solo puedes
entregar la mitad de mi carga y solo obtienes la mitad del valor que deberías recibir. El
aguador, le dijo compasivamente -Cuando regresemos a la casa quiero que notes las
bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.
Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchísimas flores hermosas a lo largo, pero de todos
modos se sentía apenada porque al final, solo quedaba dentro de sí la mitad del agua que
debía llevar. El aguador le dijo entonces: -¿Te diste cuenta de que las flores solo crecen en tu
lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello.
Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has
regado y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Maestro.
Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear
esta belleza.
Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero
debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener
buenos resultados. Uno no deja de reír por hacerse viejo, se hace uno viejo por dejar de reír.
EJERCICIO 3
LAS VASIJAS DE AGUA
1 ¿Qué diferencia había entre una vasija y la otra?
2. El aguador ¿En qué país vivía? ¿En qué continente está ese país?
a) País
b) Continente
3. ¿El aguador llevaba su carga hasta su casa? Razona tu respuesta
5. Elige una opción para cambiar cada una de estas palabras que hay en el texto: a
los extremos ( ) miserable ( )
a) Desgraciado
b) En medio
c) Apenado
d) En las puntas
e) Alegre
f) De Extremadura
g) Tonto
6. ¿Sobre qué parte de su cuerpo el aguador cargaba el peso de las vasijas?
7. Una vasija “se sabía perfecta para los fines para los que fue creada” ¿Qué fines eran esos?
A una estación de trenes llega una tarde una señora muy elegante. En la ventanilla le
informan que el tren está retrasado y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la
estación.
Un poco fastidiada, la señora va al puesto de diarios y compra una revista, luego pasa al
kiosco y compra un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.
Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del andén. Mientras
hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un diario.
Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra,
estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y después de sacar una comienza a
comérsela despreocupadamente. La mujer está indignada.
No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer de cuenta que nada ha pasado; así que,
Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo la última galletita. “No
podrá ser tan caradura”, piensa, y se queda como congelada mirando alternativamente al
joven y a las galletitas. Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con
mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le ofrece
media a la señora.
- Gracias - dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.
- De nada – contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.
El tren llega. Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar desde el
vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: “Insolente”. Siente
la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se sorprende al
encontrar, cerrado, su paquete de galletitas… ¡intacto!
EJERCICIO 4
GALLETITAS
1. Teniendo en cuenta que el tren tenía previsto llegar a las 16 horas y 10 minutos ¿A qué
hora llegó con el retraso?
5. ¿Cómo se puso la señora cuando el joven abrió el paquete de galletas sin su permiso?
Un día, un campesino fue a la ciudad a vender sus productos. De regreso a casa entró en una
posada a descansar un rato. Como era día de mercado, la posada se encontraba llena de
gente.
- ¿Qué quieres comer? - le preguntó el posadero.
- Una hogaza de pan y un jarrillo de vino – respondió el campesino. Mientras el posadero
se alejaba, el campesino fijó sus ojos en una pieza que estaba asándose en la chimenea y
que desprendía un olor delicioso ¡Cuánto le gustaría tomar un poco de aquella carne!
Pero… ¡A saber cuánto costaba!
Al cabo de un rato, el posadero regresó con el pan y con el jarrillo de vino. El campesino
empezó a comer sin poder apartar los ojos del asado… ¡olía tan bien!
De pronto, tuvo una idea. Se levantó con el pan en la mano y se acercó al fuego. Colocó el
pan sobre el humo que despedía el asado y esperó unos minutos. Cuando el pan se impregnó
bien de aquel olor tan suculento, lo retiró del fuego y se dispuso a comer. Pero al ir a
morderlo oyó una voz que gritaba:
- Te crees muy listo, ¿verdad? Intentabas engañarme, pero tendrás que pagar lo que me
has robado.
Los gritos del posadero despertaron la curiosidad de la gente. Las conversaciones se
interrumpieron y todo el mundo miró hacia los dos hombres.
- Yo…yo no te he quitado nada. Te pagaré el pan y el vino. - Sí, claro… ¿y el humo, qué?
¿Acaso no piensas pagarlo?
El campesino, sin salir de su asombro, intentaba defenderse: - El humo no vale nada, pensé
que no te importaría… - ¿Cómo que el humo no vale nada? Todo lo que hay en esta posada es
mío. Y quien lo quiera, debe pagar por ello.
En ese momento, un noble que se encontraba comiendo en la posada con otros ilustres
caballeros intervino en la discusión: - ¡Cálmate, posadero! ¿Cuánto pides por el humo? - Me
conformo con cuatro monedas- respondió satisfecho el posadero.
El pobre campesino exclamó preocupado: - ¡Cuatro monedas! Es todo lo que he ganado hoy.
Entonces el noble se acercó al campesino y le dijo algo en voz baja. El campesino abrió su
bolsa y le dio sus cuatro monedas al caballero. - Escucha, posadero- dijo el noble haciendo
sonar en su mano las monedas- Ya estás pagado. - ¿Cómo que ya estoy pagado? ¡Dadme las
monedas! “¡Clin, clin!”, sonaban las monedas en la mano del noble. -¿Las monedas?-
preguntó el posadero-. -
¿Acaso se comió la carne el campesino?
Él sólo cogió el humo. Pues para pagar el humo del asado bastará con el
ruido de las monedas.
Y ante las risas de todos, el posadero no tuvo más remedio que volver a
su trabajo y dejar marchar tranquilamente al campesino.
EJERCICIO 5 EL PRECIO DEL HUMO
1. ¿Para qué fue el campesino a la ciudad?
Por último, los irregulares, se forman gracias a la deformación de los lados de un polígono
regular.
Leo... y aprendo
Después de leer el texto ¿Qué son los teselados? Contesta las siguientes preguntas:
a)
b)
c)
EJERCICIO 7
FAMILIA DE TRIÁNGULOS
Después de leer el texto sobre el Barril, una unidad de medida, contesta las siguientes preguntas:
1. De acuerdo a la lectura, ¿qué razones se tuvieron para emplear el barril como unidad de
medida?
De los muchos oficios que ejerció Manuel en su juventud, quizás sea el de arriero del que
guarda un mejor recuerdo. Se levantaba muy tempranito, a las cinco de la madrugada, y antes
de despuntar el día ya estaba con sus tres mulas en el remate 2 de monte o de carbón,
dispuesto a cargarlas y regresar al pueblo.
Hace algún tiempo, me contó que Andrés y Donato eran por aquel
entonces en el pueblo los intermediarios del carbón y de las varas para
los tomateros, y siempre le estaban reprochando que si primero
atendía a uno que al otro, cuando la verdad era que él se rompía la
cabeza tratando de satisfacerlos de la mejor manera que podía y sabía.
Por esta razón, muchas veces hacía viajes en los que unas mulas traían
varas y otras carbón, o viceversa, con el fin de contentar a ambos.
Una vez se encontró en la situación de tener que acarrear 60 sacos de carbón y 80 fejes3 de
varas, y se planteó llevar en cada viaje carbón y varas, de modo que en todos los viajes fuera
siempre el mismo número de sacos de carbón y también fuera fijo el número de fejes de
varas.
Luego de darle muchas vueltas llegó a la conclusión de que esto era posible, y así podía
satisfacer tanto a Donato como Andrés al comenzar y terminar el mismo día el transporte de
ambos productos y, además, cada día les traería una cantidad fija del respectivo material.
Fue feliz durante los días que duró el trabajo y pudo dedicar mucho de su tiempo a observar
la naturaleza, de la que siempre estuvo enamorado, al no tener que pensar en cada viaje qué
cantidad de cada elemento debía cargar en sus mulas. Me hizo observar que él nunca cargaba
a ninguna con más de 2 fejes de varas o 3 sacos de carbón, pues éstas constituían su principal
medio de trabajo y no quería arriesgarse a que alguna, por exceso de carga, se le mancase.
EJERCICIO 9
MANUEL EL
ARRIERO
1. ¿Podrían ustedes animarse e intentar hallar el número de viajes que tuvo que hacer y los
sacos de carbón y fejes de varas que transportaba en cada viaje?
2. ¿Podría Manuel, respetando las condiciones de carga de sus mulas, haber finalizado en un
mismo viaje el transporte si las cantidades hubieran sido 83 fejes de varas y 60 de carbón?
Explica tu respuesta.
3. ¿Y cuántos viajes hubiera tenido que hacer para finalizar conjuntamente el transporte si el
carbón hubiera sido 60 sacos y 20 los fejes de varas?
a) Arriero
b) Remate
c) Intermediarios
d) Feje
e) Mancar
10. ¿QUIÉN INVENTÓ LA GEOMETRÍA?
“Muchos autores informan que los egipcios fueron los inventores de la geometría,
y que nació de la necesidad de medir la tierra cuando las frecuentes crecidas del Nilo
borraban el límite entre las propiedades”.
Esto sucedía 3.000 años antes de nuestra era. El Nilo inundaba todos los años las tierras de
sus orillas, tapando con su limo* las separaciones entre las distintas parcelas. Después de la
inundación, bajo la geométrica vigilancia de las pirámides, un grupo de hombres (los
agrimensores) acudían a aquellas tierras, donde aún coleteaban los peces, y, tras mediciones
con cuerdas, y cálculos cuidadosos, devolvían a cada labrador su campo. Con estas labores los
egipcios inventaban la geometría.
Quizá te preguntes: entonces, si la geometría la inventaron los egipcios, ¿por qué tiene un
nombre griego?
La razón es muy sencilla: los egipcios conocían ciertas técnicas para trazar un ángulo recto,
para medir el área de triángulos, rectángulos y trapecios, el volumen de prismas y pirámides,
pero eran reglas aisladas, nacidas para resolver problemas reales muy concretos, y no
constituían un saber ordenado, general y lógico, es decir, una ciencia. Fueron los griegos, a
partir del siglo VI a.C., quienes se despegaron de lo utilitario* y práctico, de lo concreto y
aislado, para edificar un bello edificio de conocimientos generales, justificados todos ellos por
la razón, al que llamaron, y llamamos, Geometría.
Cuando la física, la química, la biología y la geología aún no habían nacido, la geometría era ya
una verdadera ciencia. Sólo la astronomía, tan necesaria en la navegación, estaba
suficientemente desarrollada, y eso porque, en esencia, era pura geometría.
Un autor actual, Lucio Lombardo Radice, ha escrito lo siguiente en su libro Las matemáticas de
Pitágoras a Newton (ed. Laia):
Leo... y aprendo
“Los griegos consideraron la geometría como una ciencia formativa, es decir, como una
ciencia que acostumbra al hombre a razonar, que afina la inteligencia.
Incluso decían que no había que estudiarla con fines prácticos, sino para el honor de la mente
humana. Platón, el gran filósofo discípulo de Sócrates, en su escuela (La Academia) donde se
discutían los más difíciles problemas de la lógica, de la política, del arte, de la vida y de la
muerte, había mandado escribir encima de la puerta: No entre aquí el que no sepa geometría.
Este culto a la geometría como ciencia soberana, que es la clave para la comprensión de todo
el universo, estaba aún muy vivo en el gran Galileo Galilei (1564-1642). He aquí lo que escribía
Galilei: Este grandísimo libro que continuamente tenemos abierto ante los ojos (hablo del
universo) no se puede entender si antes no se aprende a entender la lengua y a conocer los
caracteres en que está escrito. Está escrito en lengua matemática y los caracteres son
triángulos, círculos y otras figuras geométricas.
1. A partir de la lectura del texto, ¿Cuál de las siguientes afirmaciones te parece correcta?
a) La geometría fue una idea que tuvieron los egipcios para construir las pirámides .............
b) En sus inicios, la geometría consistía en reglas prácticas que usaban los griegos
para trazar ángulos y medir áreas de figuras.....................................................................
c)Aunque la geometría la usaron los egipcios para medir tierras, ya la habían inventado
antes los griegos..............................................................................................................
d) Si bien la palabra geometría proviene del griego, fueron los egipcios quienes
emplearon técnicas geométricas por primera vez en la
Historia.........................................................
_
4. Explica el significado etimológico (*) (*Etimológico: relativo al origen de una palabra) de la
palabra geometría.
5. Según dice el texto, la geometría griega era verdaderamente una ciencia. ¿Cuáles de las
siguientes características no corresponden al saber científico?:
a) Es un saber ordenado.
b) Con ella sólo se resuelven problemas prácticos muy concretos y aislados
c) Sirve para establecer conocimientos generales.
d) Sus resultados se justifican mediante el razonamiento lógico.
7. Expresa en un par de líneas por qué la geometría era importante para los griegos (por
ejemplo, para el filósofo griego Platón).
8. El texto contiene una cita de Galileo. Resume en dos líneas la opinión que tiene este
científico acerca de la geometría.
9. ¿Qué tipo de texto es éste que acabas de leer? Señala la opción correcta:
Artículo instructivo.
10. Enumera por lo menos cuatro figuras o formas geométricas que se mencionen en el texto.
Al lado de cada una de ellas, traza un dibujo esquemático que la represente, e indica un
objeto de la naturaleza o inventado por el hombre que tenga esa forma. Puedes organizar tu
respuesta en un cuadro como el siguiente:
N o m b re d e la fo rm a D ib u jo E je m p lo d e o b je to c o n e s
a fo rm a
Leo... y aprendo
“¡Hola! Cuando te diga quién soy, sé que vas a decir que me conoces de casi toda la vida, que
me has tratado en muchas ocasiones. Pero yo no estoy tan seguro de que realmente sepas
mucho sobre mí, aunque te pueda dar esa impresión. Soy el triángulo; sí, en efecto, esa figura
plana de tres lados que entró en tu vida hace muchos años... Primero me conociste “de vista”
pues jugabas conmigo cuando eras pequeño, pero no supiste mi nombre hasta que fuiste a la
escuela y allí te lo dijeron.
¿O quizá fueron tus padres? ¿Te has preguntado alguna vez por qué me dedican tanto espacio
en los libros? Haz un poco de memoria y recuerda que de las demás figuras casi no se decía
nada y sin embargo de mí había páginas y páginas. Eso quiere decir, sencillamente, que soy
importante, pero ¿tú sabes por qué?
Por si acaso no lo sabes, trataré de explicártelo dándote algunos datos de mi vida. No te los
daré todos porque no deseo cansarte con mis cosas, aunque quiero que sepas que mi vida es
larga en el tiempo y que está llena de muchos episodios, tantos que si algún día me decido a
escribir mis memorias tendré para una larga obra. Quiero que compruebes si lo que te voy a
contar ya lo sabías o sólo tenías alguna vaga idea.
Mi partida de nacimiento no existe porque cuando nací no se hacía este tipo de registros, y
además la época es tan remota que dudo mucho que el dato se haya conservado hasta hoy.
De mi infancia más tierna conservo algunos recuerdos. Así, por ejemplo, en el Egipto de los
faraones conocí a un escriba que se llamaba Ahmes (o Ahmosis, no recuerdo bien). Era un tipo
realmente curioso. Le gustaba hablar con los mayores a los que escuchaba con respeto.
Precisamente de uno de ellos recibió unas enseñanzas que a su vez había oído a sus
antecesores. Ahmes, en los ratos libres que le dejaba su trabajo como agrimensor del faraón,
fue pasando aquellas ideas a un papiro.
Como sabes, éste era un material sobre el que se escribía en Egipto. No era malo y además
éste del que te hablo ha llegado hasta hoy y se le conoce como el papiro Omnipresente:
En todos lados. Rhind, y se conserva en el Museo Británico. En él verás que Ahmes me hizo
varios retratos, muy buenos, por cierto, lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta lo
curioso que era. Como bien conoces, dispongo de una gama infinita de trajes. A mí me gustan
todos por igual pero reconozco que hay modelos que algunos prefieren por encima de otros.
En una ocasión me vi sorprendido porque nada menos que Dios me escogió vestido de
equilátero, puso su ojo dentro y me utilizó a partir de entonces como uno de sus símbolos.
Desde luego es un traje que me queda muy bien.
Resulta equilibrado con los tres ángulos y los tres lados iguales.
Con este traje me puedes ver en la bandera de Nicaragua.
También debes saber que soy de los pocos polígonos regulares que
teselamos el suelo, es decir, que utilizándome de forma reiterada
soy capaz de recubrir cualquier superficie porque, como mi ángulo
vale 60º, si nos reunimos seis conseguimos los 360º y no dejamos
huecos libres. Esto lo pueden hacer también el cuadrado y el
hexágono regular. Pero ningún polígono más de los llamados
regulares.
Conocido traje mío es el rectángulo. No creo que haya estudiante, por flojo
que sea, que no me conozca con este modelo. Y es que estoy relacionado
con el, posiblemente, más popular de los teoremas; el teorema de
Pitágoras que dice aquello de: “En todo triángulo rectángulo, el cuadrado
de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos”. Ten
cuidado, porque algunos dicen “es igual a la suma de los catetos al
cuadrado”, y esto es otra cosa, ¿No?
Uno de los mayores éxitos de mi vida lo obtuve cuando alguien –nunca he podido saber quién
fue- se dio cuenta de que soy el polígono más estable. Me explico. Si con algún tipo de varilla
construyes un polígono cualquiera que no sea como yo, podrás comprobar con facilidad que
es una forma endeble. Si empujas un poco por algún vértice se deforma.
Sin embargo, conmigo eso no ocurre porque mi estructura es firme como un roble. Tengo
tanta personalidad que para cambiarme tienen que destruirme. Por esta razón, cuando a un
cuadrado o a cualquier otra estructura se le quiere hacer fuerte y segura, acuden a mí para
conseguirlo. Fíjate por ejemplo en los torreones de la luz. Son una auténtica sinfonía de
triángulos.
Si a partir de ahora de fijas un poco, me verás en casi todas
partes. 9
Pero, donde realmente se nota mi valía, es en la medida de la superficie de las áreas
poligonales. Todo empezó cuando en la antigua Grecia un hombre, que recuerdo bien y al que
nunca podré agradecer suficientemente su descubrimiento, obtuvo una fórmula que permite
conocer el valor de mi área sabiendo cuánto miden mis lados. La fórmula lleva el nombre de
ese ilustre griego: Herón. Es muy sencilla, sobre todo hoy, con la ayuda de las calculadoras. Te
la voy a explicar:
Si mis lados miden a, b y c, y unidades, sabes que entonces mi
b perímetro es
c P = a+b+c. Pues bien, la mitad de P es mi semiperímetro, p =
(a+b+c)/2 y la fórmula de Herón establece que mi área es:
a
Fíjate ahora qué aplicaciones más interesantes e importantes se logran con eso. Considerando
un polígono cualquiera, te puedes colocar en un vértice M y desde allí divides el polígono en
triángulos (es lo que se llama proceso de triangulación)
y basta con ir midiendo las longitudes de los distintos lados de los triángulos que resulten y
aplicar la fórmula de Herón para calcular su área en cada caso.
Cuando las sumes todas tendrás el valor más o menos exacto (depende de lo que te hayas
esmerado) del área del polígono.
Ten en cuenta que prácticamente todos los terrenos, solares, fincas, parcelas... tienen formas
poligonales con lo que ya puedes percatarte de mi importancia para estos negocios
inmobiliarios...
Claro que tal vez tú conozcas otra fórmula para calcular mi área: aquella de base por altura
partido por dos.
ba
2
De todos modos, conviene que sepas que la de Herón es más útil y no entiendo bien por qué ya
casi ni aparece en los libros de matemáticas.
En fin, si quieres saber algo más de mi vida puedes preguntar a tu profesor o profesora de
matemáticas. Seguro que gustosamente te contará muchas más cosas sobre mí.
Un fuerte abrazo,
El TriΔngulo
Texto e ilustraciones de
BALBUENA, L. (2008). Cuentos del cero. Madrid: Nivola. págs. 53–
59.
EJERCICIO 11
EL TRIÁNGULO SOY YO
1. En relación con el tipo de texto que acabas de leer, ¿Cuál de estas afirmaciones es
verdadera y cuál es falsa?:
El autor pretende poner de relieve las razones por las que considera importante el
estudio del triángulo.
2. Escribe al menos tres razones por las que el triángulo tiene mucha importancia, según el
autor de este texto. Añade alguna otra razón por la que tú lo consideres importante.
1)
2)
3)
4)
5. Completa el siguiente cuadro sobre propiedades y conceptos matemáticos que debes tener
claros para una buena comprensión del texto:
Triángulo
Triángulo equilátero
Triángulo rectángulo
Hipotenusa
Catetos
Paralelogramo
6. Completa este otro cuadro sobre procedimientos geométricos que aparecen en el texto:
8. De paso, podrías ayudar a Felipe a hacer sus deberes de geometría. Explica qué clase de
triángulo sostiene en la mano.
Recoge los resultados de tus investigaciones, junto con tus comentarios al chiste, en una cartulina
mural. Es importante que cites tus fuentes.
12. LAS AVENTURAS DE BEREMIZ
Este texto forma parte de un cuento, ambientado en el Islam, que narra las aventuras de un
viajero persa llamado Beremiz que asombra a príncipes y consejeros con sus habilidades
matemáticas. En el capítulo XVIII, el protagonista dialoga con el príncipe y un poeta sobre los
descubrimientos geométricos de los sabios de la India.
Beremiz miró hacia donde estaba el jeque* Iezid, que escuchaba con mucha atención, y habló así:
- Sería más práctico explicar por medio de figuras esta proposición famosa que todos deben
conocer.
El jeque Iezid llamó a sus auxiliares. Al cabo de un momento dos esclavos trajeron al salón una
gran caja de arena. Sobre la superficie lisa podría Beremiz trazar figuras y esbozar cálculos y
problemas a fin de aclarar sus problemas al príncipe de Lahore. - Aquí tenemos –explicó
Beremiz trazando en la arena las figuras con ayuda de una vara de bambú-, un triángulo
rectángulo. Su lado mayor se llama hipotenusa y los otros dos catetos.
Dibujemos ahora, sobre cada uno de los lados de este triángulo, un cuadrado; uno sobre la
hipotenusa, otro sobre el primer cateto y el tercero sobre el segundo cateto. Será fácil probar
que el cuadrado mayor, construido sobre la hipotenusa, tiene un área exactamente igual a la
suma de las áreas de los otros dos cuadrados construidos sobre los catetos.
Así queda demostrada la veracidad del principio enunciado por Pitágoras.
Entonces preguntó el príncipe si aquella relación era válida para todos los triángulos.
Beremiz respondió: - Es válida y constante para todos los triángulos rectángulos. Afirmo, sin
miedo a equivocarme, que la ley de Pitágoras expresa una verdad eterna. Incluso antes de
brillar el sol que nos ilumina, antes de existir el aire que respiramos, ya el cuadrado construido
sobre la hipotenusa era igual a la suma de los cuadrados construidos sobre los catetos.
El príncipe estaba muy interesado en las explicaciones que escuchaba a
Beremiz. Dijo con simpatía al poeta Iezid: - ¡Cuestión maravillosa es, oh amigo mío, la Geometría!
¡Qué ciencia tan notable! Percibimos en sus enseñanzas dos aspectos que encantan al hombre
más rudo o más despreocupado de las cosas del pensamiento: claridad y sencillez.
Colocó su mano izquierda en el hombro de Beremiz, y preguntó al calculador con
naturalidad: MATEMÁTICAS
Demostración gráfica del Teorema de Pitágoras. Los lados del triángulo miden
respectivamente tres, cuatro y cinco centímetros. La relación pitagórica se verifica con la
igualdad:
Tahan, H. (2003). El hombre que calculaba. Buenos Aires: Pluma y Papel, pág. 133
¡Así es, oh príncipe! El llamado Teorema de
Pitágoras puede leerse en las hojas del “Suba-
sutra” en forma apenas diferente(...).”
Demostración gráfica del Teorema de Pitágoras. Los lados del tríangulo miden respectivamente tres,
cuatro y cinco centímetros. la relación pitagórica se verifica con la igualdad.
52 = 42 + 32
25 =16 + 9
EJERCICIO 12
LAS AVENTURAS DE BEREMIZ
1. Señala cuál de las siguientes aseveraciones te parece correcta como resumen de las
enseñanzas del texto:
Un sabio hindú seguía el método del griego Pitágoras para construir templos.
El griego Pitágoras y el hindú Apastamba llegaron a las mismos conocimientos
geométricos por caminos distintos.
En sus escritos, el hindú Apastamba copió un teorema inventado por un griego.
2. Con el término teorema nos referimos a las afirmaciones que en matemáticas se consideran
verdaderas, como el enunciado de Pitágoras del que versa el diálogo. Hay otros términos, que
también aparecen en el texto, referidos a las verdades matemáticas. Señala, al menos dos de
esos términos. Busca en el diccionario su significado preciso
A)
B)
3. ¿Cuáles eran las medidas del triángulo rectángulo que Apastamba construía en su libro?
Ilustra tu respuesta dibujando un modelo de dicho triángulo.
5. Recuerda las características que, según el texto 1 de este cuaderno, debía tener un saber
científico. Señala una característica que venga remarcada en este nuevo texto ¿Qué
cualidades aprecian Beremiz y el jeque en la ciencia geométrica. Pon título a este texto.
6. Te proponemos un juego, para el que deberás consultar información de los demás textos de
este cuaderno. Consiste en emparejar cada cuadro de la izquierda con una de las frases de la
derecha, trazando una línea. Debajo de cada personaje, indica el siglo en que vivió.
2. Une por medio de líneas el nombre del libro con el año de su publicaicón
4. The New York Times debió abrir una lista de best-sellers infantiles debido a:
a. Que la palabra filosofal podría resultar extraña para los niños norteamericanos
b. Que ha sido santificado en el undécimo mandamiento escolar
c. Que los editores estadounidenses protestaron contra el periódico
d. Que ha sido el libro que más atención ha recibido de los medios de comunicación
a. Los Pokemón
b. Las Tortugas Ninja
c. The Philosopher”s Stone
d. “Men in Black”
6. Señala cuál de las siguientes opciones no corresponden a las afirmaciones que se hacen
sobre Harry Potter.
c. Las obras llevaban más de cien semanas en la lista de los más vendidos.
d. Empezó a existir para los adultos cuando un niño resolvió meterse en un hueco.
14. EL PLANETA EN EL QUE VIAJAMOS
Aunque no parezca, la Tierra viaja por el Universo con todos nosotros. Cuando creemos que
estamos quietos, en realidad estamos viajando. Nuestra casa, pegada a la tierra, viaja a una
velocidad como de 1 600 km /h más rápido que los aviones más grandes y que los más
veloces. Viaja tan rápido la Tierra, dando vueltas y vueltas que no sentimos un viento muy
fuerte como cuando viajamos a toda velocidad.
Los hombres han estudiado mucho esto y han dicho que todas las estrellas parecen dar una
vuelta a la tierra cada día, cuando se levantan en la noche por el oriente y se acuestan por el
occidente al amanecer. Han encontrado razones para decir que es la tierra la que se mueve y
no el cielo y han concluido que la tierra viaja como un trompo en el Universo. Da vueltas
sobre un eje y en cada vuelta se demora un día y una noche, al tiempo que va dando una
vuelta alrededor del sol y en esa vuelta grande se desarrolla un año.
Además de todo, viajamos con el Sol, con todos sus planetas, viaja por el espacio a través de la
galaxia. Esta Galaxia, que desde la antigüedad se llama la Vía Láctea, tiene millones y millones
de estrellas como nuestro Sol. En las noches y estrelladas en el campo las vemos como un
camino blanco de leche.
La Vía Láctea tiene más estrellas que el resto del cielo. ¿Sabes, cuántas estrellas calculan los
científicos que tiene la Vía Láctea? ¡Pues ni más ni menos que cien mil millones 100 000 000
000 de estrellas!
Y si seguimos viajando con nuestra imaginación, buscando el final, la orilla del Universo, ¿qué
pasaría?. Bueno, pues no sabemos si tiene final o no. Lo cierto es que es muy grande y está
muy lleno de estrellas con nombres raros y hasta chistosos: enanas, blancas, gigantes rojas,
novas y supernovas. Y después de mirar el cielo y observar tantas estrellas y saber que allá
arriba están Júpiter, Marte, Venus y millones de soles como el nuestro……
Es increíble saber que en ninguno de estos planetas ni de esas estrellas es probable que haya
vida como en la tierra. Al menos hasta donde han podido confirmar los científicos. ¿No crees
entonces, que vale la pena cuidar y disfrutar el planeta en que viajamos?
“Cuclí Cuclí” El Planeta en que viajamos No. 1 Colciencias- MEN, Bogotá, abril de 1990.
EJERCICIO 14
EL PLANETA EN EL QUE VIAJAMOS
d. un día y una noche. ( ) Número aproximado de estrellas que tiene la Vía Láctea.
¿Qué sería de la vida del hombre y del niño sin el árbol? Desde
siempre buscamos refugio en su sombra cuando nos agobia el calor
del verano. En los juegos es fiel compañero, y de nuestras escondites,
cómplice silencioso. Cuando queremos escapar de algún peligro,
siempre hay un árbol al que podemos trepar.
¡Como la corteza no basta para las necesidades del árbol, están las hojas. Las hojas son
superficies especializadas que captan la luz gracias a la clorofila, un pigmento que les da su
color verde. Ahora bien, estas hojas necesitan repartirse alrededor del tronco de manera que
todas reciban luz solar. Si todas las hojas estuvieran pegadas al tronco es muy probable que
las de arriba cubrirían a las de abajo, impidiéndoles recibir la luz del sol. Para evitar eso, los
árboles tienen ramas. Las ramas se organizan de manera que las más largas quedan debajo y
las más cortas arriba así las hojas de arriba nunca tapan a las de abajo. Esto se logra de
manera natural, ya que las primeras ramas que nacen en el tronco son las que quedan abajo.
Por esta razón, el árbol tienen una estructura piramidal. A la vez que va subiendo, las ramas
nuevas giran alrededor del tronco; siguen una espiral ascendente que ayuda también a que
las hojas de arriba no tapen a las de abajo. Esta colocación de las ramas en espiral se llama
filo taxia y la encontramos en todas las plantas. Si observamos una planta desde arriba y en
particular, una de sus ramas, vemos que la que sigue ha girado un poco alrededor del tronco,
y la siguiente otro poco, hasta que encontramos una ramita en la misma posición que la
primera. Se ha cerrado el círculo, pero como pasó mucho tiempo hasta que naciera la última,
la primera creció y es tan grande que la última no le tapa el sol. Si tú cuentas el número de
vueltas alrededor del tronco y el número de ramas dela segunda a la última obtendrás un
quebrado que es la filo taxia de esa planta y que se expresa así: número de vueltas entre el
número de ramas. Debes saber que todo árbol, como toda planta tiene su filo taxia propia.
Por ejemplo, el manzano y el roble tienen una filo taxia de 2/5. Esto quiere decir, que
partiendo de una rama y girando alrededor del tronco hacia arriba se hacen dos vueltas hasta
encontrar otra rama en la misma posición y se cuentan 5 ramas.
Leo... y aprendo
EJERCICIO 15
LAS MATEMÁTICAS DEL ÁRBOL
4. Se puede sacar como conclusión que las formas de los árboles se deben fundamentalmente a:
5. Investiga, ¿Qué otros descubrimientos hizo Gauss que son muy útiles para las Matemáticas.
Leo... y aprendo
Eratóstenes fue un sabio griego que vivió en el siglo III a.C. Ideó el
primer procedimiento que se conoce para medir el radio de la
tierra con gran exactitud.
Se destacó como orador, filósofo y poeta.
Se le atribuye la invención de la esfera armilar que todavía en el
siglo XVII se utilizaba. Probablemente usara este instrumento
para sus observaciones astronómicas, pero sólo se tiene
constancia de que gracias a esta esfera determinó la oblicuidad de
la eclíptica.
Calculó que el intervalo entre los trópicos era de 11/83 de la circunferencia terrestre, por lo
que el resultado era de 23º 51' 19'', cifra que más tarde adoptó Claudio Ptolomeo. Según
algunos, Eratóstenes en realidad obtuvo una cifra de 24º, y fue Ptolomeo el que afinó hasta
los 23º 51' 19''. Observando los eclipses, calculó que la distancia al Sol era de 804.000.000 de
estadios. Si el estadio medía 185 metros, esto daba 148.752.000 kilómetros, cifra muy
cercana a la unidad astronómica.
Calculó también que la distancia a la Luna era de 780.000 estadios, aunque en realidad es casi
tres veces mayor. También calculó que el diámetro del Sol era 27 veces mayor que el de la
Tierra, aunque en realidad es 109 veces mayor.
La criba de Eratóstenes, permite determinar los números primos menores de 100. Para
construirla, se comienza eliminando de dos en dos todos los números a partir del 4, ya que
son múltiplos de dos y, por tanto, no pueden ser primos.
A continuación se elimina a partir del seis y de tres en tres todos los números no tachados
anteriormente, ya que son múltiplos de tres. Después se hace lo mismo de cinco en cinco y así
sucesivamente. Al final de este proceso, solo quedan los números primos.
Leo... y aprendo
EJERCICIO 17
LA CRIBA DE ERATÓSTENES
Te presento aquí la criba de Eratóstenes para que tú descubras cuales son los números
primos menores que 100. Anímate, vamos a descubrirlos, utiliza este cuadro y comienza a
descubrir los números primos, siguiendo las indicaciones que se te dan en la lectura.
Anota aquí los números primos menores que 100 que obtuviste:
18. EL EPITAFIO DE DIOFANTO
2. Sin hacer la ecuación, puedes identificar ¿Qué momento de la vida de Diofanto fue la más
larga?
a. de la de Jafra
b. de la de Menkaura
c. de la de Jufu o Keops
d. de la de Micerino
Debido a la precaria salud que padecía desde niño, René Descartes tenía que pasar
innumerables horas en cama. Aprovechaba para pensar en filosofía, matemáticas, divagar e
incluso se permitía perder el tiempo mirando las musarañas.
Teniendo su vista perdida en el techo de la estancia fue una mosca a cruzarse en su mirada,
cosa que hizo que la siguiera con la vista durante un buen rato, mientras pensaba y se
preguntaba si se podría determinar a cada instante la posición que tendría el insecto, por lo
que pensó que si se conociese la distancia a dos superficies perpendiculares, en este caso la
pared y el techo, se podría saber.
Mientras le daba vueltas a esto se levantó de la cama y agarrando un trozo de papel dibujó
sobre él dos rectas perpendiculares: cualquier punto de la hoja quedaba determinado por su
distancia a los dos ejes. A estas distancias las llamó coordenadas del punto: acababan de
nacer las Coordenadas Cartesianas, y con ellas, la Geometría Analítica.
Un plano cartesiano, llamado así en honor del matemático Francés René Descartes (1596-
1650), quien formalizó su uso en las matemáticas, está definido por dos rectas numéricas
perpendiculares: el eje x, que es horizontal, y el eje y, que es vertical. Usando estos ejes,
podemos describir cualquier punto en el plano usando una pareja ordenada de números.
El plano cartesiano se extiende infinitamente en todas direcciones. Para mostrar esto, los
libros de matemáticas colocan flechas en los extremos de los ejes en sus dibujos.
La ubicación de un punto en el plano está dado por sus coordenadas, una pareja de números
encerrada entre paréntesis: (x, y). El primer número x nos da la posición del punto horizontal y
el segundo número y nos da su posición vertical. Todas las posiciones son medidas relativas al
punto "central" llamado el origen, cuyas coordenadas son (0, 0).
Fue un filósofo, matemático y físico francés, considerado como el padre de la geometría
analítica y de la filosofía moderna, que hizo famoso el célebre principio : “Pienso, luego
existo”.
EJERCICIO 20
DESCARTES, LA MOSCA Y LAS COORDENADAS CARTESIANAS
De acuerdo a la lectura, dadas dos coordenadas (x,y), se pueden ubicar puntos en el plano.
1. Anota las coordenadas que corresponden a las letras marcadas en el plano.
3. Explica con tus propias palabras qué significa para ti la frase: “Pienso, luego existo”