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¿Quién es Jesús?

Juan 1:14
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”

1. El Verbo. El Verbo de Dios. Dios mismo. Dios revelado en todos sus atributos (15): Auto-Existente, Espíritu, Santo, Soberano, Omnipotente, Omnisciente y Omnipresente, Bueno,
Amor, Sabiduría, Fidelidad, Gracia, Amor, Presciencia, Ira

2. Se hizo carne. Adoptó la fragilidad humana para darla, para morir y que por su sufrimiento nosotros seamos consolados. Aquel que no tuvo pecado, se hizo pecado y sufrió por sus
hijos

3. Habitó entre nosotros. Tabernaculizó. Por un tiempo, Jesús en la carne caminó y realizó su ministerio terrenal. Es el tabernáculo en el que la Shekina se manifestaba y acompañaba a
su pueblo. Habitó = Montó su tienda, el tabernáculo. Entre nosotros. Muchos vieron a Jesús. Muchos. Muchos le escucharon. Muchos vieron sus milagros. Muchos le siguieron… por
un tiempo.

4. (Y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre). Un paréntesis. Una pausa por favor. ¿Estamos entendiendo lo que está diciendo el apóstol Juan? Probablemente hasta el
mismo apóstol tuvo que poner este paréntesis, esta pequeña pausa, para poder asimilar lo que está diciendo. ¡El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros! Y vimos su gloria, no la
gloria de la Reina Isabel, gloria como del único HIJO de Dios. No un hijo de Dios… EL HIJO DE DIOS. y más precisamente. DIOS, EL HIJO. El apóstol Juan probablemente nunca
superaría, que estuvo en el regazo mismo del Señor Jesucristo. Dejaré este punto para desarrollarlo al final, con un sentido en especial.

5. Lleno de gracia. Gracia, porque Dios nos su misericordia la cual no merecemos. Dios hace y guarda sus pactos por su pura gracia y para su gloria. Todo lo que Dios dijo y prometió
desde Génesis, se cumplió en Cristo. Todo. La salvación es por la gracia de Dios. Dios la diseñó, Dios la planeó no por nosotros sino A PESAR de nosotros. Si fuera por nosotros, pues
no habría salvación porque nosotros ni merecemos la salvación ni somos capaces de cumplir o mantener un pacto por nuestra naturaleza caída. Si a veces ni nosotros mismos
cumplimos con lo que nos proponemos. ¿Acaso podríamos estar a la altura de hacer un pacto y cumplir todo lo que la ley de Dios estipula? ¡NO! Por eso la salvación es DE Dios a
pesar de nosotros. La salvación proviene de su Soberana voluntad, por su Gracia y su Justicia, y para Su gloria. Por eso, si Dios cumple sus promesas es por Su Gracia. No por
nosotros, ni por lo que podríamos hacer o merecer. Sino a pesar de nuestra injusticia, a pesar de nuestra inmundicia, a pesar de ser criaturas muertas rebeldes que niegan la gloria
de Dios y buscan su propia gloria, su propio beneficio, su propio éxito, ser admirados, ser exaltados, que buscan el reconocimiento de los demás, que buscan aceptarse a sí mismas,
que buscan amarse a sí mismas… A pesar de ser así. A pesar de lo que somos. Dios cumple su pacto porque Él se glorifica en su fidelidad, en el cumplimiento de Su Palabra, en la
exaltación y manifestación de Su Soberanía. Dios nos dio la salvación por su gracia, a pesar de nosotros. Dios nos dio a Su hijo, a pesar de lo que éramos. Jesús dio su sangre para
cumplir el juicio y la sentencia que nos tocaba a nosotros. Jesús aplacó toda la ira de Dios y la maldición y la furia que nos tocaba a nosotros. Por gracia. A pesar de nosotros. A pesar
de que vino a los suyos y los suyos no le recibieron
A. Su gracia es gratuita (Romanos 11:6, Efesios 2:9).
B. Su gracia es eterna (2 Timoteo 1:9)
C. Su gracia es soberana (Éxodo 33:19)
D. Su gracia se extiende a todo tipo de persona, sin distinción: judíos, griegos, ricos, pobres, educados, no educados, de toda lengua, de cualquier cultura. (Tito 2:11)
E. Su gracia requiere un mediador y ese es Jesús: 1 Timoteo 2:5. No hay niguna salvación fuera de Jesucristo (Romanos 5:15). Solo Cristo puede representar al hombre
porque Él es Dios Hombre, 100% Dios 100% Hombre. El Verbo se hizo carne.
F. Su gracia es salvadora. Su gracia nos salva de Dios mismo, de la ira de Dios, de su juicio justo contra nosotros pecadores, rebeldes, impíos y con la ridícula osadía de
declararle la guerra con Dios, a Jehová de los Ejércitos. Su gracia es sobreabundante, no hay cantidad de pecado que no pueda ser sobrepasada o superada por la
sobreabundante gracia de Dios. La gracia salvadora es transformadora. El creyente, regenerado, haciendo recibido un nuevo corazón, y habiendo recibido la gracia a única
y exclusivamente través de Jesucristo, es transformadora. “Ahora soy lo que soy por la gracia de Dios”. El cristiano verdadero, el que es hijo de Dios verdaderamente, no se
“aprovecha” de la gracia de Dios para seguir pecando, sino que es transformado por la gracia salvadora y ahora desea ser como Cristo y es transformado a la imagen de
Cristo (2 Corintios 3:18)

6. Lleno de verdad. Thomas Watson dice " La verdad de Dios es el gran pilar de nuestra fe. Si no fuera un Dios de verdad, cómo podríamos creer en ÉL. Sería nuestra fe una fantasía.
Pero Él es la verdad en sí mismo, no hay una palabra que halla hablado que caiga a la tierra. Vivimos en una era en que la verdad es subjetiva, la perspectiva cristiana es totalmente
contracultural
A. Verdad divina: Toda la verdad tiene su origen en Dios. La verdad está definida en la misma naturaleza de Dios. Nosotros solo podemos tener acceso a esa verdad solo por la
revelación de Dios. Dios no solo habla verdad, sino que ES LA VERDAD (Juan 14:6)
B. Verdad absoluta: La vedad de Dios es la medida infalible, verdad capaz de hacer afirmaciones exclusivas acerca de la realidad. Nos indica el marco de referencia para
diferenciar entre correcto e incorrecto, real o artificial.
C. Verdad objetiva: La verdad de Dios no es subjetiva. Es específica. Hace afirmaciones específicas, detalladas. La Palabra de Dios, hasta su más mínimo detalle, contiene
verdad sin importar la materia en referencia. No depende del entendimiento ni sentimientos humanos. No porque al humano le parezca que tiene derecho a elegir su
orientación sexual porque siente y considera que es correcto, significa que lo sea. La verdad de Dios es objetiva, está detallada en Su Palabra y no depende de lo que diga
nadie más.
D. Verdad singular: Es única, no se contradice, no compite con nada más porque es una sola. Las Escrituras nos expresan una sistema de realidad único. La revelación que Dios
ha dado es única y consistente independientemente de a quién haya sido dirigida o quién haya recibido la revelación. La palabra de Dios comunica un mensaje unificado
aplicable a toda persona, todo lugar, en todo tiempo.
E. Verdad inmutable: Dios no cambia, tampoco la Verdad cambia. Cielos y tierra pasarán pero su Palabra no pasará.
F. Verdad universal: Trasciende sociedades, culturas, épocas, periodos históricos, continentes. No se acomoda a la cosmovisión particular de alguna región o grupo humano
ni a las normas sociales. Se aplica a todos y todos necesitan escuchar y obedecer la verdad divina.
G. Verdad iluminadora: La verdad nos permite entender el mundo alrededor nuestro, entender quiénes somos y percibir las cosas como realmente son (Salmos 119:105). Sin
la Verdad, la humanidad solo está en oscuridad y ceguera espiritual.
H. Verdad fiel o confiable: No falla. Jamás te va a enviar por un camino equivocado. Los que creemos en Jesús, que ÉL es la Verdad, y que vivimos conforme a la verdad divina,
tenemos una base firme, inamovible, inmutable, no caminamos dudando o inseguros. Sino con una certeza fundada en la Verdad.
I. Verdad autoritativa: Dios es la fuente de la verdad, pero no es solamente información sino es una verdad que demanda obediencia. Sed hacedores y no solo oidores
(Santiago 1:22). Es la verdad esencial para vivir como hijos de Dios. La salvación implica escuchar y responder a la verdad de las Escrituras (Romanos 10:13-17)
A propósito del pasaje que hemos leído quiero hacer hincapié en que Jesús afirma que Él es LA Verdad: Jesús es la verdad divina, absoluta, objtiva, singular, inmutable,
universal, iluminadora, fiel y autoritativa.

Si Jesús es La Verdad y no hay otra, entonces para conocer la verdad tengo que conocer primero a Jesús. ¿Quién es Jesús?

Antes de responderlo, quizás debemos entender un poco qué nos queremos preguntar cuando decimos ¿Quién es Jesús?, y decimos que queremos conocer la verdad. ¿Es
importante conocer la verdad? ¿Sirve e algo? ¿o puedo vivir normal sin saber la verdad? Si me preguntas, y para qué sirve saber la verdad, quieres saber un enfoque
pragmático, práctico. Si me preguntas, ¿y es importante? Implícitamente dejas a entender que hay un punto de referencia para considerar algo importante o no. En ese caso,
tendría que contra preguntar ¿qué hace a algo importante? Alguien me podría responder: pues aquello que tiene algún impacto sobre mi vida y bienestar, y sobre la de los
demás. En ese caso, mi respuesta tendría que ser definitivamente conocer la verdad ES importante. Porque si no conoces la verdad sobre ti mismo, no vas a saber cómo
funcionar en la sociedad y cómo beneficiar a los demás (que asumo que, en el humanitarismo predominante, sería un propósito honroso). Si tu preparas una torta de chocolate
y le das vida. Y le dices a tu creación: eres una torta, y la torta te dice “no, no soy una torta, soy un pie de manzana”. Quién dirías que dice la verdad. Pues tú, ¿o no?, la torta se
le cruzó algo o no se qué, pero ciertamente esa torta es una torta de chocolate y tú lo sabes porque eres el creador. Por eso Juan empieza diciendo En el principio era el Verbo.
Porque Jesús fue antes de la creación porque Él, con Dios Padre y Espíritu Santo, Dios Trino, es el creador. Y solo Él tiene la potestad de decirnos quiénes somos. Y no solo de
decirnos quiénes somos, sino de revelarnos quién es el Creador. Volviendo al ejemplo de la torta. Si esta te dice, “no, yo soy un pie de manzana”, esto sería una mentira y tú
tendrías que decirle. No es verdad, tú eres una torta de chocolate, no eres un pie de manzana, porque yo te hice y te hice una torta de chocolate. Si la torta entiende que tú
eres quien la hizo, entonces creerá que es quien tú dices que es realmente: una torta de chocolate. Pero si se niega a creer que tú la hiciste, pues tampoco se convencerá que lo
que dices es cierto. Pero sabes… en medio de toda esa discusión que estamos observando, nosotros sabemos cuál es la verdad, ¿no? porque estamos en la posición del que hizo
la torta. Y solo el que hizo la torta puede saber la verdad en esta discusión. El problema en nuestro caso que que nosotros no nos creamos. ¿Entonces cómo podemos saber que
realmente sabemos quiénes somos si no conocemos a nuestro creador? Juan 1:1-3 dejan claro que Jesús es el Creador.
Por lo tanto, primero tenemos que conocer al Creador. ¿Quién es Dios? ¿Quién es Jesús?

Si conocemos a nuestro Creador, entonces Él nos podrá decir quiénes somos en realidad. No sabemos quiénes somos hasta que somos iluminados por LA verdad de Dios en
Cristo. Yo sé que me llamo Martha Guevara, hija de Alfredo y Martha. Yo sé que soy una mujer, estudiante de medicina actualmente. Pero si nos damos cuenta no he
respondido a la pregunta. He dicho mi nombre, he dicho mi sexo, he dicho a qué me dedico y quiénes son mis padres. Pero no he dicho quién SOY en esencia. Yo no soy igual
que ustedes. Hay algo que me hace única y diferente a los demás. ¿Mi personalidad? Interesante idea. ¿Y cómo es que llego a tener esta personalidad? ¿Genética? ¿Es posible,
pero y de dónde obtuvieron esa disposición genética mis padres y mis antepasados? Quieras o no llegamos a un punto en el que buscamos rastrear nuestro origen. Porque la
pregunta ¿Quién soy? está íntimamente relacionada con la pregunta ¿Cuál es mi origen? Y si seguimos en la reflexión, ¿Cuál es mi propósito? Probablemente nadie diría que
hace algo sin un propósito. Por el más absurdo que parezca. Cómo panqueques porque tengo hambre y me gustan los dulces. Me peino para estar aliñada en una presentación.
Duermo porque estoy cansada y quiero recobrar fuerzas. Siempre hay una intención y un propósito, lo digamos o no, lo pensemos conscientemente o no, siempre lo hay. Por
eso, cuando nos preguntamos quiénes somos en cierto sentido, tratamos de también respondernos ¿cuál es nuestro propósito? En estas tres preguntas la respuesta no la
tenemos nosotros. Porque nosotros no nos creamos a nosotros mismos. Las respuestas las tiene JESUS que LA verdad, es el Verbo de Dios lleno de verdad.

La única forma de conocer la verdad sobre Dios, primero, y luego sobre nosotros mismos, es conociendo a Jesús. Primero tenemos que saber quién es Jesús, él es quien ha
dado a conocer al Padre, y quién nos dirá quiénes somos.

Entonces, ahora sí, tenemos que hacernos la pregunta… ¿Quién es Jesús? Y tenemos la respuesta en este primer capítulo de Juan.
A. En su tiempo, muchos estuvieron cerca, escucharon y siguieron a Jesús, pero pocos fueron los que vieron a Jesús como quien era en realidad... Juan fue uno de los pocos que
vio a Jesús como quien era realmente. El Verbo hecho carne que habitó entre nosotros y vimos su GLORIA.
B. La pregunta para nosotros es: ¿Ves a Cristo como quien Él es realmente? Ves su gloria. Ves que Él es el Verbo de Dios, Dios hecho carne, la Gloria de Dios, que habitó entre
nosotros y fue como el tabernáculo donde se reveló la Shekinah, la gloria radiante de Dios. ¿O no lo ves? No ves la grandeza de Cristo. No ves que Él ES EL CREADOR SOBERANO,
que conoce todo sobre ti, que está aquí. Que solo Jesús es quien puede ser la luz y la vida. Que está lleno de gracia y verdad.
C. ¿Qué nos dice este primer capítulo de Juan acerca de quién es Jesús?
Títulos o nombres de Cristo
 El Verbo de Dios (v.1) Revelación. Mis palabras revelan mi pensamiento. Cristo no es la Palabra escrita sino la Palabra viva de Dios. La manifestación de Dios.
 La luz de los hombres (v.9): Iluminación. Él nos hace entender la Palabra de Dios.
 El Cordero de Dios (v. 29): Redención. Él fue el sacrificio y la paga por cumplir la justicia de Dios. Con su sangre nos compró para liberarnos de la esclavitud del pecado y de
la muerte y de la condenación. Es el cordero expiatorio que nos limpió de todo pecado pues se lo llevó.
 El Hijo de Dios (v.34): Divinidad. Su relación con el Padre. Testifica la completa deidad de Cristo. No es solo el hijo de Dios (en minúscula), Él es DIOS, el HIJO.
 Rabí (v. 38): Maestro. Él es el dador de las enseñanzas apostólicas. Jesús dio la verdadera interpretación y exposición de la Ley de Dios en el Sermón del monte. Jesús es el
gran Maestro.
 Mesías (v. 41): El Ungido. El Rey que sería ungido no para un reino limitado o finito, sino el reino eterno de Dios.
 Jesús: El Salvador del mundo. No que salva al todo el mundo. Sino que no hay salvación bajo otro nombre.
 Rey de Israel (v. 49): Coronación. Profético, se refiere a cuando Israel reconozca a Jesús como su Mesías prometido y el verdadero Rey de Israel. Este título profetiza la era
en que los israelitas vean la gloria de Cristo cuando caigan las vendas de sus ojos.
 Hijo del Hombre (v. 51): Consumación. Vas a ver los cielos abiertos y verás al Hijo del Hombre. Título referido por el profeta Daniel, para el juez de toda la Tierra al final de
los tiempos. Este título representa la consumación de la justicia de Dios, el establecimiento pleno de su reino en la Tierra al final de los tiempos. Daniel 7:13-14 “Miraba yo
en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le
fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será
destruido.” El Rey de Reyes reinará por siempre.

– ESTE ES JESÚS. ¿Lo ves?


– No, no estuve allí, no lo he visto…
– Bueno tampoco Juan lo vio en su momento. Estos escritos, los escribe Juan aproximadamente 50 años después que Cristo ascendió. Fue cuando el Espíritu Santo vino, que les dio
ojos para ver, oídos para oír y un corazón para recibir a Jesús. Muchos vieron y caminaron cerca de Jesús, pero más tarde le escupieron o aclamaron su crucifixión. No vemos a
Jesús como es realmente por vista física.
– Pero tampoco entiendo cómo Dios supuestamente infinito puede encarnarse como un bebé, crecer y morir, y encima resucitar. No entiendo.
– Tampoco por entendimiento racional o intelectual. Los fariseos era personas sumamente inteligentes, eran personas destacadas y seleccionadas en su sociedad, con la mejor
preparación y educación de su época. Conocían la ley y conocían las profecías. Pero no vieron a Jesús como lo que era: el cumplimiento de las promesas, el Verbo encarnado, la
Palabra viva de Dios cumplida.
– Entonces… ¿cómo puedo ver a Jesús?
– Vemos a Jesús por fe, una fe que es un regalo de Dios mismo. Si quieres esforzarte por tener esa fe no la vas a conseguir. Solo Dios da la fe. Es cuando entendemos que ninguna
capacidad tenemos frente a Dios y al conocimiento de Dios y quién es Jesús, es que podemos entender que solo por la fe que Dios da, es que podemos conocerle. ¿Ves a Jesús
como realmente es, lo ves entronado, en su gloria? Cuando Jesús nació no dejó de ser Dios. Cuando desnudo en el pesebre, sin saber hablar, necesitando el calor de su madre,
necesitando la leche materna, seguía siendo Dios. Por eso Simeón vio al bebé y dijo “puedo morir en paz, he visto al Salvador”.

ESE PARÉNTESIS… Lo dejamos un momento en el aire, es ahora el momento de retomarlo. Versículo 14. ¡Juan tuvo que hacer una pausa para explayar lo que no podía contener más!
¡El Verbo se hizo carne! ¡Y “tabernaculizó” entre nosotros! Vimos su gloria. Vimos su gloria. La mismísima gloria de Dios porque Jesús es el único que da a conocer al Padre.
⁃ Solo Jesús, por su persona y su obra, es el Verbo y revelación de Dios.
⁃ Solo Jesús es la luz que nos hace entender aquella revelación de Dios y su Palabra
⁃ Solo Jesús es el Cordero de Dios que es el sacrificio por nuestros pecados, que pagó la condena del pecado en lugar de nosotros, que nos limpió de todos nuestros pecados, que
aplacó la ira de Dios, que pagó el precio por nuestra redención y quien nos reconcilió con Dios
⁃ Solo Jesús es el Hijo de Dios, Dios el Hijo, el único en capacidad de mostrarnos verdaderamente al Padre.
⁃ Solo Jesús es el Mesías, el Ungido de Dios para ser Rey del reino eterno
⁃ Solo Jesús es el Rey coronado
⁃ Solo Jesús es el Hijo del hombre y juez de toda la tierra.

Gloria a Jesucristo, Dios el Hijo, el Verbo de Dios, la luz y la vida, el Cordero de Dios, El Mesías, El Rey, El Hijo del hombre que juzgará con poder y con la autoridad que hoy tiene.
Autoridad para presentarnos como justificados delante de Dios y para santificarnos con Su Verdad. O Potestad para abandonarnos en nuestras pasiones carnales y dejar que vayamos a
donde siempre hemos querido ir, lejos de Dios, a la maldición.
Solo Jesús, lleno de gracia y verdad, nos muestra al Padre. Padre, este es Alfredo, yo morí en lugar de él, ahora está limpio, hazle tu hijo. Padre, esta es Martha, yo morí en lugar de ella,
ahora está limpia, ya no la domina el pecado porque yo la libré y ahora cree en mí y ha visto mi gloria, hazle tu hija, coheredera en mi reino.

¿Quién es Jesús? ¿Lo ves? Solo lo verás por fe. Y viéndole a Él verás quién eres en realidad.
Si hemos visto a Jesús, no podremos evitar buscar exaltarle y adorarle y agradecerle y darle gloria por los siglos de los siglos. Si vemos a Jesús, no podremos evitar querer ser como Él.
Humillarnos como siervos, tomar nuestra cruz, seguir sus pasos y trabajar para el reino de nuestro Padre celestial. Quien es ahora nuestro Padre solo gracias a Jesús. Quien se
compadeció y nos dio de su gracia, la fe para ver quién Él es en realidad.

Oración
Oremos adorando a nuestro Señor Jesucristo. Quien es el protagonista de la Navidad. Quien debe ser el protagonista de nuestra vida y quien es Señor sobre todo.

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