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Cartas a Tánatos

Cartas a Tánatos
Crónica de un sobreviviente
de COVID-19

Alfredo Alvarez
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Alfredo Alvarez

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HENRYFB
Sunrise, Florida

© 2021 autor
Todos los derechos reservados

Este libro no puede ser reproducido


total o parcialmente
sin el permiso expreso
y por escrito del autor

1era Edición

ISBN: 9798711926085

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Cartas a Tánatos

A Milagros, solidaria presencia en mi vida.


A los amigos que me quieren bien.
A todos los míos, incluyendo a los que no lo saben
A la Infanta Coral, a la princesa Aquarela Luna,
y a los príncipes Alessandro Matías y Aarón David.
A Chunga, con afecto solidario.

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Alfredo Alvarez

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Cartas a Tánatos

Cartas a Tánatos
Crónica de un sobreviviente
de COVID-19

Alfredo Alvarez
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Alfredo Alvarez

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Cartas a Tánatos

Prólogo

xisten situaciones muy particulares y significativas que

E hacen pensar al ser humano; al menos a la mayoría. No se


trata de esas que podríamos llamar “de la vida cotidiana”
y que vienen acompañadas de una miríada de ideas e imágenes
generadas por la incesante actividad del cerebro incluso cuán-
do dormimos. No; en este caso me estoy refiriendo a ese pensar
que va más allá y más a fondo producto de una circunstancia, un
evento, un accidente de la vida que nos pone de cara a posibili-
dades radicales de nuestra existencia. Tal es el caso, por ejemplo,
de una enfermedad en la que exista el riesgo y, sobre todo, el te-
mor de morir.

Son acontecimientos que hacen que el sufriente se interrogue,


se esculque los bolsillos del alma, se sumerja en el mar que so-
mos, pero, sobre todo, se escuche, es decir que le abra un espacio
a su postergado corazón, a su ser profundo, a su alma deseosa de
que brote el germen de la semilla interior y comiencen a emerger
palabras como manantiales que hablan, inevitablemente, de todo
lo divino y de todo lo profano despegando verdades, enigmas,
sabiduría infusa…. Así la enfermedad se transforma en uno de
los varios “mensajeros divinos” a través del cual el cielo nos ha-
bla, y, luego, nos hace hablar.

Esto justamente es lo que creo le sucedió a Alfredo. El haber


vivido en carne propia la experiencia del Coronavirus lo colocó,
de súbito, en uno de esos puntos del camino donde pareciera que
se cruzan como espadas de luz todos los vectores del universo,
de la palabra real, del amor, de la vida y de la muerte.
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Alfredo Alvarez

Allí se dan cita y nos traspasan de manera inevitable, hacen


erupción, sacuden placas tectónicas profundas de nuestro más
humano ser, que nos llevan incluso a vislumbrar lo que está más
allá de nuestro habitual existir.

Si, un día Alfredo irrumpió en el espacio de una comunicación


cotidiana, nuestro grupo de WhatsApp, y comenzó a enviarnos
sus “cartas”; una cada dia, en las que iba desgranando sus sen-
timientos, sus pensamientos, sus reflexiones y en las que nada
iba dejando por fuera. Al tercer día yo me dije ¡Alfredo entró en
erupción¡ al cuarto día su colega periodista Yayet Peralta le dijo
“estoy esperando tu carta de hoy” y así cada uno de sus amigos.

En ellas Alfredo nos hace pensar sobre muchas cosas: Sobre la


pandemia en el planeta y en el país, la prevención, los síntomas
de paciente que lo vivió, la alimentación; también sobre su con-
tacto con Dios, el haber podido ver su rostro amoroso en la soli-
daridad de sus vecinos, amigos y compañeros de tantas activida-
des en las que se desenvuelve este inquieto hombre; pero sobre
todo, en el mutuo acompañamiento y auxilio que él y su esposa
Milagros se daban: Milagros también enfermo de COVID al mis-
mo tiempo y requería los mismos cuidados….

Son muchos los temas que Alfredo desarrolla en el libro (ahí


queda en manos de los lectores) terminándolo con una carta que
nuestro común amigo y “a la vez su incitador a escribir, Jesús
Saavedra, calificó justificadamente de “cierre con broche de oro”.

Queda así escrito el testimonio de un hombre de este tiempo


que no olvidaremos: el de la pandemia del Coronavirus.

Amigo Edgar Benítez M.

Barquisimeto, 26 de enero del año 2021.

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Cartas a Tánatos

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Alfredo Alvarez

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Cartas a Tánatos

El virus que vino de Wuhan

Carta Número 0

n la navidad de 2020 no me sentí muy bien de salud. A

E la mitad de diciembre, justo antes de salir de las breves


vacaciones de fin de año, el obligante examen médico
pre-vacacional disparó las alarmas. Sus resultados revelaron al-
gunas anomalías que obligaron a realizar nuevos estudios. Los
valores en glóbulos blancos advertían la presencia de una leuco-
citosis, una clara señal de la presencia de alguna infección bacte-
riana. Allí aparecía como una denuncia, un repunte anormal de
la glicemia y en los indicadores de otros valores habitualmente
estables en mí, surgían unos brincos rabiosos y desconcertantes.
Señores, Canuto está mal.

La primera campanada de advertencia provino del departa-


mento de Seguridad e Higiene de mi trabajo. Nuestro médico
laboral estaba suspendido, pues había dado positivo para CO-
VID-19 y la segunda al mando, sin ser médico, me sugirió que
debía buscar ayuda profesional de inmediato. Esos resultados de
laboratorio no eran para nada alentadores. Algo de frustración y
rabia corrió por mis espacios interiores y decreté mis vacaciones
dos días antes de la fecha oficialmente convenida. El 17 de di-
ciembre, opté por decir, hasta aquí, y dejé colgado un nos vemos
el 04 de enero de 2021.

Pensé en lo mucho que nos había costado llegar hasta allí. Ha-
bíamos trabajado muy duro durante todo el año, enfrentando

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Alfredo Alvarez

tantas dificultades. Logramos completar prácticamente una vuel-


ta al sol, bajo un opaco régimen de cuarentena, para mantener
los márgenes de operatividad de la empresa; en los niveles míni-
mos de supervivencia. Supuse que los exigentes reclamos de la
realidad circundante, habían hecho mella en mi salud, y supuse
también de la mejor forma, que un descanso de dos semanas, ali-
viaría todos esos males que reflejan los exámenes de laboratorio.
Estaba muy equivocado.

Busqué el auxilio de la siempre amable Elena Tirado de Saave-


dra quien replicó con mayor celo una hematología completa, así
como el descarte de ese indeseable huésped llamado coronavi-
rus. En esa primera indagación no hubo señales de su presencia,
y algunas de las alteraciones en valores ya revelaron otros signos.
Consulté a médicos amigos especialistas en la materia. Por la es-
pecífica presencia de una tos muy incómoda, me coloqué en ma-
nos de un neumonólogo que descartó igualmente mi contagio de
COVID-19, ordenó unos antibióticos y las vitaminas (D-C-Zinc)
las cuales desayuno a diario desde ese momento.

Así que nos quedamos con el diagnóstico de mucho estrés, va-


lores descuidados sujetos a mayor control, y la urgente necesi-
dad de bajarle dos a nuestras obligaciones laborales. Descansar
un poco y olvidarse de la rutina, esa enferma ritualidad que te
engulle sin mayores contemplaciones.

Ya cercana la navidad sentí algunos malestares parecido a la


gripe y en mi auxilio llegaron los antigripales por todos conoci-
dos. La noche de navidad no me sentí muy convocado a la cele-
bración, y tanto Milagros como yo, optamos por recluirnos tem-
prano y dormir un malestar que ya encubaba mayores sorpresas
para nosotros.

Lo realmente serio apareció con un malestar estomacal en Mi-


lagros ya transcurrida la noche de navidad. A primera hora, acu-
só algunos desórdenes digestivos, un brusco descenso en su ten-
sión arterial y un desvanecimiento que me dio el gran susto de
mi vida.

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Cartas a Tánatos

Por insistencia de Ariana la Bella, optaron por solicitar opinio-


nes más calificadas que la mía. Tocaron las puertas de la clínica
IDB y estrenaron un seguro médico que cancelo con religiosidad
desde hace años, y el cual procuro, mantener en los niveles más
bajos posibles de su siniestralidad.
Antes del mediodía, una llamada telefónica cambió de mane-
ra radical la tranquilidad de los días que le quedaban al 2020, de
manera singular la vida de cada uno de nosotros, así como del
resto de la familia. Milagros me decía con esa calma de centurias
que la caracteriza, que había dado positivo para su prueba de la
COVID-19.
También se refería a las opciones que teníamos por delante, las
cuales eran pocas, mezquinas, crueles, pero era lo que había. La
otra certeza me mordía con saña y sugería, que si Milagros dio
positivo en su examen, yo también estaba contagiado por el co-
ronabicho.
La primera opción era internarse en la misma clínica, la cual
descartamos por el detalle que representa la fragilidad de la co-
bertura de la póliza y los costos reales de una hospitalización
para este tipo de contingencia. La segunda opción, era recurrir a
una de las instituciones del estado, un centro centinela y someter-
nos a la frágil y precaria atención que allí podrían suministrarle
a mi mujer.
Desde la hidalguía de su garbo, me dijo certera y ecuánime,
que si mis planes eran convertirme en un nuevo viudo, optara
por esta vía. Ingresarla a un centro centinela, su muerte sería in-
mediata, me aseguraba. La tercera opción, un poco más cercana a
nuestra capacidad de respuesta, era internarnos en nuestra pro-
pia casa y cumplir a rajatabla las indicaciones del médico. Así lo
hicimos.
Y esa fue nuestra decisión. Ariana La Bella (la Mamá de la In-
fanta Coral) tomó el control de la situación. En cuestión de horas
la mesa del comedor de nuestro apartamento parecía un exhibi-
dor de alguna tienda Locatel.
Inyectadoras, vías, yelcos, soluciones, medicinas, equipos de
protección de bioseguridad, mascarillas, guantes y cuanta cosa
inventó la ciencia para que un médico y una enfermera trabajen
seguros y protegidos.

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Alfredo Alvarez

Contratamos una enfermera y migramos el resto de la fami-


lia a casa de mi suegra en Cabudare. La enfermera resultó ser un
ser maravilloso que aparecía sobre las 7:00 a.m., para la dosifica-
ción de un tratamiento de retrovirales, antibióticos, medicamen-
tos para el control de las plaquetas, vigilancia de los valores, cui-
dado amoroso, y la trasmisión de una vibra muy especial. Con
la dotación de todo ese bastimento de medicinas e instrumentos,
apareció otro Ángel de 120 kilos, portando como si fuera una lon-
chera, una bombona de oxígeno de por lo menos 100 kilos del
preciado elemento.
La intimidante pieza de acero nos acompañó por más de 10
días, y su partida, fue un verdadero alivio. Lismarbia Romero, así
se llama la enfermera, regresaba por las tardes para continuar con
la fatigante rutina de más inyecciones, la medida de la tensión
arterial, la estricta revisión de la saturación de oxígeno en cada
uno de nosotros, realizar ejercicios de respiración y darnos alivio.
Todo el medicamento necesario se logró adquirir en farmacias
de la ciudad. Algunos retrovirales fueron ubicados a través de un
amigo que me llamó en el momento preciso que comenzaron a
escasear para Milagros.

Otro hermano que me regaló la vida -él sabe quién es- me per-
mitió ubicar en Acarigua el resto de los retrovirales y otras cosas
faltantes; en una operación de posta, en plena crisis de abasteci-
miento de gasolina. El apoyo de la empresa para la cual trabajo
fue concluyente y determinante. Con todos esos apoyos, geren-
ciados como mis recursos más tangibles, enfrenté mi circunstan-
cia, logrando, gracias a Dios y la Pastora, salir airoso.
Además de las rutinas médicas, monitoreadas por vía telefó-
nica, asumí algunos cuidados de Milagros por no sentirse muy
bien en esos primeros días. Lismarbia me enseñó cómo podía ad-
ministrar a la hora precisa, el medicamento por la vía que le había
puesto sobre su mano izquierda. Esa misma rutina se repetiría,
pero a la inversa. Milagros también lo haría conmigo.
Mis vecinos organizaron un cordial cordón sanitario que per-
mitió cumplir a cabalidad el aislamiento decretado por el Doctor
Isaac Chirinos.
Los siempre atentos vigilantes de nuestra residencia, asumie-

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Cartas a Tánatos

ron el control de la logística de los envíos de medicinas, dinero y


lo que fuera destinado a nuestro apartamento. Lo tomaban y lo
colocaban en un pequeño mueble que vigila el acceso a mi hogar.
Al llegar tocaban el timbre, y con la discreción de un monje tra-
pense se retiraban. Mi eterna gratitud para ellos.
Antes del mediodía, el timbre anunciaba que un suculento al-
muerzo había llegado listo para ser disfrutado. En esos días comí
elaboraciones realmente maravillosas y agradeceré toda mi vida,
la generosidad de esos puntuales envíos. Con la red de amigos
establecí una estructura que nos proveyó de medicinas, recursos,
y cuanta cosa nos ha sido necesaria. En las ocasiones que debi-
mos salir a realizarnos los exámenes de control, Pedro León de
Allen estaba listo y dispuesto para trasladarnos.
Realmente valoro su valentía, porque no todo el mundo per-
mite a dos infectados de Covid-19 entrar a su carro, y quedarse
como si nada.

Crear esa red de apoyo entre los más cercanos es fundamental


para que el proceso de reclusión en casa sea más amable, lleva-
dero y eficiente. Además de las medicinas, el apoyo del binomio
médico-enfermera, los familiares y amigos son el elemento más
necesario para alcanzar el éxito de un proceso como el que hemos
vivido mi mujer y yo. Su afecto y su compañía son un elemento
invaluable para la recuperación del paciente. Gracias.
La Covid-19 te cambia la vida. Te obliga a realizar una revisión
en 360 grados de toda tu circunstancia. En este momento, libera-
do de su acecho, puedo decir que tanto Milagros como yo, somos
otras personas. La lección de solidaridad que nos brindaron los
amigos es el más bello y notable regalo que yo he recibido en toda
mi vida. Quiero decirles que su gesto constituye la lección de
vida más trascedente que yo haya enfrentado en todos mis años.
Así lo valoramos, desde ahora en adelante.
Llegado el día 1 de este año me enfrenté a mis reflexiones y ca-
vilaciones. Habíamos matriculado, como se dice en el argot más
llano y popular del castellano que hablamos en Venezuela, y esa
segunda oportunidad no podía quedarse en un mero acto de con-
templación. Creo que Dios me dio la facultad de decir y escribir
las cosas que pienso y hago con la debida propiedad. Entonces

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Alfredo Alvarez

decidí escribir una carta al año 2021 para decirle al recién llegado
lo que me pasaba por mi cabeza.
Adopté unas cuantas decisiones y deseché un equipaje pesado
e innecesario. Lo escribí con desenfado, lo formulé y lo compartí
con algunos de mis cercanos amigos. La primera carta gustó, y
no faltó quién preguntara por la segunda. Llegó la tercera hasta
completar 20, un número que estimo es el requerido para decir-
les por ahora, lo que pasa dentro de mí, después de mi encuentro
con ese aborrecible bicho llamado coronavirus.
Con ese despreciable caballero pueden ocurrirte tres cosas.
Una, que te infectes y no te des cuenta y todo queda completa-
mente desapercibido. Dos, que te infectes y lo sientas como una
gripe rompe huesos, de esas de la que te libras con los remedios
habituales, y posiblemente te queden algunas secuelas. Tres y la
más grave, te infectas y toda la tecnología médica y la mayor far-
macopea del mundo moderno no pueden hacer nada por ti.
Una súbita neumonía te convierte en parte de la estadística
ante el asombro de tus familiares y amigos. La COVID-19 es una
lotería, aleatoria, oscura, cruel e injusta, con la que tenemos que
convivir hasta convertirla en un mal menor, y creo que eso será
posible. Pero también puede matarte sin fórmula de juicio.
Los invito a ver y compartir estas reflexiones epistolares, por-
que creo que podrían ser de utilidad para entender la magnitud
de esa tragedia.

Solo me resta decirles gracias.

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Cartas a Tánatos

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Alfredo Alvarez

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Cartas a Tánatos

Carta del primer día de 2021, Enero 01

emprano, en este primer día de enero intento escribir. En-

T frento una leve molestia que me causa el yelco impuesto


para una vía parenteral sobre la muñeca de mi mano iz-
quierda. A través de él me administran antibióticos, esteroides y
retrovirales para combatir los mortales efectos del coronavirus.
Cada movimiento me recuerda su punzante presencia y la ad-
vertencia del devastador efecto del virus entre los mortales. Mi-
lagros mi mujer y yo, sobrevivimos al 2020 y al terrible corona-
virus. Estoy vivo gracias a Dios y al apoyo de la gente que me
quiere bien.

El Ángel Guardián que cuida de mi mujer y de mi salud, du-


rante nuestro impuesto retiro sanitario, acaba de irse, luego de
administrarnos los medicamentos de este día. Nos faltan dos, y
con algo de suerte los obtendremos antes de que finalice la jorna-
da. Son vitales para dar continuidad a la prescripción de los mé-
dicos que velan por la salud de ambos. Hay atentos, miles de co-
razones para socorrernos en su procura y agradezco a Dios toda
su gentileza y solidaridad. Sonará el timbre de mi puerta y una
bolsita estará depositada sobre un mueble de madera, con mucho
amor. Es una pequeña banqueta que Delicia dispuso para que lle-
garan allí todas nuestras encomiendas. Si alguien me preguntara
en este momento si Dios existe, yo tengo todos los argumentos

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Alfredo Alvarez

para señalarle que en efecto es así. Se nos mostró de diversas ma-


neras.
Lo peor del virus es su capacidad para generar un alto grado
de incertidumbre. A unos los ataca con menos ferocidad hacién-
doles creer que se trata de una gripe pasajera, y a otros, menos
afortunados los reduce en fracción de cuatro días. Algunos, les
hace creer que son inmunes, mientras otros deben rendir su últi-
mo aliento en medio de la sorpresa de los suyos; mientras buscan
auxilio médico. La palabra neumonía pasó a ser la voz de aler-
ta que desata todos los demonios. Los males precedentes, hacen
una cerrada fila para ver quien actúa primero en el trabajo de
despacharte al otro barrio.

Sospecho que los muertos se contarán por cientos en la medi-


da que enero avance. El incumplimiento a las normas de cuida-
do y protección durante navidad nos pasará factura con la saña
y crueldad de un cobrador de impuestos del medioevo. La irres-
ponsabilidad de los gobernantes con su subregistro de casos rea-
les, serán la gran mentira de este año pasado y la causante de un
estado de inconsciencia que retó la gravedad del hecho epide-
miológico. Se ayudó con la recurrencia a nuestra mitología na-
videña. Un decreto oficial emitido en cadena televisiva produjo
un armisticio virtual que desestimó toda medida de precaución.
Mediante una orden oficial, el populismo autoritario decretaba
un alto al fuego de la infección, y, en consecuencia, el virus no nos
atacaría. El anuncio de un pernil inmunizador atenuaba las cuen-
tas por saldar en la orgía populista.

El bicho es feo, muerde con saña, no discrimina, te reduce y te


anula lentamente si no actúas rápidamente. En esta circunstancia
de país, eso no es algo posible. El sistema de salud pública está
postrado y reducido a la inanición absoluta. Es muy poco lo que
los profesionales de la salud pueden hacer por sus pacientes. La
Covid-19 le importa un bledo todo tu talento y tu filiación ideo-
lógica, tu vida pasada, tus méritos profesionales o tus historias
de amor. Ignora deliberadamente si eres buenas gente, creyente,
buen cristiano o mala gente. Te atropellará para que pases a ser
parte de esa oscura estadística, que mediante un twitter despa-

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Cartas a Tánatos

chan los voceros oficiales cada día. En 147 caracteres describen


todos los casos de esa fecha, discriminados por región, un total
acumulado desde marzo del 2020, así como un impreciso número
de fallecidos. Allí concluye su responsabilidad.

Exorcizar los demonios


Los ritos constituyen una defensa instintiva del ser humano
frente al desarrollo unilateral de la inteligencia y su influjo anti-
social. Son una respuesta a la angustia que produce en el ser hu-
mano la realidad amenazadora que se le impone y no siempre
puede controlar. Representan a su vez, un buen antídoto frente
a la rutina de la vida, al romper la uniformidad y monotonía en
que se desarrolla la existencia humana. A esta ruptura del tedio,
que nos impone la pesada cotidianidad, se refieren sus estudio-
sos e impulsores, cuando dicen que el rito, es lo que hace que no
todos los días y todas las horas, sean iguales. Así nos defendemos
de lo incierto.

A lo largo de la historia los brotes pandémicos han diezmado


a las sociedades, determinando resultados muy similares a las
guerras. Borrando poblaciones enteras. Pero paradójicamente las
pandemias han despejado el camino para grandes innovaciones
y avances en la ciencia, la medicina, la salud pública, la economía
e inclusive en la política. Hay en este caso una paradójica rela-
ción de causa-efecto que nos reclama mirar más allá de nuestra
circunstancia inmediata. Por ejemplo, las anteriores pandemias
mataron millones de personas y casi nunca se supo la causa real
que las generó hasta mucho tiempo después.
En el caso de la COVID-19 (y en nuestro caso específico) a me-
nos de un año de su aparición los laboratorios científicos en todo
el mundo libre (liberal y civilizado) dieron parcialmente con su
origen, y pudieron elaborar una vacuna que garantiza hasta 95%
de inmunidad contra el efecto de la enfermedad. Habrá segura-
mente problemas para su distribución y acceso, pero existe una
clara y objetiva respuesta. Las economías más solventes del pla-
neta harán los suyo para favorecer a sus ciudadanos y la OMS
tendrá que imponer criterios más humanitarios para que su acce-
so sea posible a las regiones del mundo menos favorecidas. Eso
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Alfredo Alvarez

nos incluye a nosotros, claro, si la torpeza primitiva que alimenta


la ideología de los mandantes, no lo consideran una intrusión a
su mitológica idea de la soberanía.
Hay una contraparte que la pandemia no revela, pero que tam-
bién debe ser vista con un criterio menos superficial. Toda epide-
mia supone afectación de la salud en general de la gran población
y es la causante directa de una cantidad considerable de enfer-
mos y muertes, lo cual genera una lesión económica a la socie-
dad. Las cifras más conservadoras nos hablan antes de navidad
de unos 75 millones de contagiados y 1,8 millones de decesos a
nivel mundial. Una valoración de esta circunstancia lleva im-
plícita tres dimensiones que debemos considerar: La dimensión
económica que ha sido las más atendida por los especialistas, la
dimensión de lo social y la dimensión psicológica. El número de
contagiados puede ser homologado respectivamente a las pobla-
ciones de Turquía, Irán y Alemania. Algo muy serio, pero no es
todavía un caso apocalíptico.
Además de la pandemia debemos luchar contra el miedo. El
miedo enlaza con otras emociones problemáticas como la ira, el
asco, la envidia y nos intoxica. Ahora y en lo sucesivo, debemos
cuidarnos del miedo conforme me lo sugieren mis solidarios her-
manos Edgar Benítez, Pedro Torellas y la bella Cinthya Maza. La
respuesta sana es pensar en positivo, y pensar es algo que cuesta
trabajo. Es mucho más fácil temer y culpar, que aventurarnos en
la odisea del afecto creativo. La mejor medicina es pensar, y pen-
sar bonito desde la sinergia que produce el sentimiento mágico
de la amistad de los amigos y familiares cercanos. El miedo tien-
de con demasiada frecuencia a bloquear la deliberación racional,
envenena la esperanza e impide la cooperación constructiva en
pos de un futuro mejor.
El miedo al castigo del monarca garantiza la obediencia. Y el
miedo a las amenazas exteriores garantiza la servidumbre vo-
luntaria: cuando las personas tienen miedo, quieren protección y
cuidado. Y, en busca de esa protección, recurren a un gobernante
absoluto y fuerte. Por allí vienen los tiros a la hora de ponderar
esa cuarentena radical; que no es más que la torpe excusa para
cubrir el desastre que la demagogia populista está creando entre
todos nosotros. Tan grave como la COVID-19 resulta la grosera

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Cartas a Tánatos

demagogia de los mandones de turno. Su insumo básico, es in-


suflarnos de mucho miedo. La materia prima de su operación es
miedo y mucho miedo. Debemos combatirlo con más racionali-
dad.
En 1969 el químico James Lovelock planteó la conocida Hipó-
tesis de Gaia -nombre de la diosa primigenia que personifica a la
Tierra-, para explicar lo que sucedía en nuestro planeta. La teoría
se popularizaría una década después gracias a la acción de la bió-
loga Lynn Margulis. En síntesis, esta hipótesis sugiere que nues-
tro planeta se comporta a todos los efectos como un único ser
vivo, en el que se incluye la biosfera, la atmósfera, los océanos,
la tierra, para lo cual dispone de su propia autorregulación. El
planeta reaccionó a tanta agresión, calentamiento global, defo-
restación, contaminación de sus fuentes hídricas, polución. Así,
confrontamos brotes de múltiples virus y enfermedades que se
encuentran fuera de control. En otras condiciones el sistema in-
mune del planeta los hubiese mantenido a raya, pero esta vez no
fue así. El planeta también está enfermo y agotado. Requiere de
todos nuestros cuidados.
Enfermamos al mundo y el mundo nos enfermó a nosotros.
Debemos restituir ese frágil equilibrio que representa restituir la
capa de ozono, corregir el exagerado consumo de combustibles
fósiles, la protección de la cuenca amazónica, detener la agresión
en el arco minero venezolano, y una ingente cantidad de tareas
pendientes que nos conectan con la salud del planeta. La adver-
tencia es clara y precisa, hay que detenerse. No más.

Hay cosas que ya están cambiando


Las industrias se están transformando en tiempo real y no hay
vuelta atrás. El impacto es profundo y los cambios que se ha-
bían previsto para los próximos años, ocurrieron en un espacio
de unas pocas semanas. Las compañías debieron adaptarse rápi-
damente al nuevo modo de vida, mientras las demandas de pro-
ductos y servicios, superan la capacidad de suministro. Los datos
disponibles indican que por lo menos 75% de los consumidores
dicen que, por efecto de la pandemia, aumentará el foco de sus
compras en la salud y el bienestar personal.
Un sector de la industria considera que 65% de la demanda
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Alfredo Alvarez

pondrá su foco en el medio ambiente. Las personas tendrán ma-


yor cuidado respecto de lo que compran y están poniendo espe-
cial foco en reducir el desperdicio de alimentos, comprar de for-
ma más consciente y optar por opciones más sustentables. Esta
crisis está reforzando el sentido de pertenencia a sus comunida-
des. Yo se los puedo asegurar, mi comunidad explota en motiva-
ciones de solidaridad, apoyo, cuidado, y una gestión más enfoca-
da en el recurso humano que le sirve y apoya. Somos una isla de
excelencia. Adoro mi Valle.
En lo más estrictamente social hay cambios igualmente favora-
bles. Las tendencias globales nos sugieren una mayor compren-
sión de las brechas de equidad. Existirá a partir de ahora una ma-
yor preocupación por los problemas de medio ambiente. Habrá
brotes espontáneos de solidaridad entre todos nosotros (puedo
dar fe de ello) y tratamos de superar el mito del abastecimien-
to inmediato. Hemos comprendido que no hay cama para tanta
gente y debemos labrar soluciones al respecto.
Se impone el teletrabajo. La educación digital cobra espacio y
debemos actuar en consecuencia para dotarnos de una red con-
fiable de internet que nos asista con mucho mayor solvencia. Ve-
nezuela es el último país de América Latina en calidad de cone-
xión. Nos superan desde el primer lugar Uruguay y Cuba, por
mucha más amplitud en el ancho de banda disponible en ambos
países. Para la merecida fortuna de María Magda Colmenares -
quien nos trajo el concepto de lo Glocal al seno del Consejo Con-
sultivo de la Ciudad- este modo de gestión se impondrá con toda
celeridad entre las organizaciones de integración y acción social
que funcionan entre nosotros.
Entérense que se feminiza en forma acelerada la vida social,
hay una cantidad ingente de pruebas para abundar en eso. Le
cito el caso de los gobiernos presididos por mujeres, quienes li-
braron su mejor gestión contra la Covid-19 durante la primera
ola de contagios. Se reivindica el derecho al disfrute de servicios
públicos eficientes y habrá entre todos nosotros una mayor preo-
cupación por lo saludable.

En esa lista de notables aportes de las pandemias, nos recuer-


dan que Giovanni Bocaccio, fue el autor quien facilitó se acuñara

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Cartas a Tánatos

el término cuarentena. Es una frase de origen italiano que se re-


fería al período de cuarenta días que debían esperar las personas
en aislamiento, como una medida de prevención para evitar los
contagios de la peste antes de ingresar a las ciudades amuralla-
das del medioevo. En Londres, durante 1665, Isaac Newton era
tan solo un estudiante de la Universidad de Cambridge cuando
la peste bubónica azotaba la sociedad británica de la época. El
prefirió y optó por pasar los 18 meses encerrado en su biblioteca,
redactando los textos que luego darían pie a la fundación de la
teoría de la gravedad. Vamos a cumplir un año bajo este régimen,
y son muchos los elementos de nuestra vida que se han visto to-
talmente trastocados.
Enfermedades como el cólera y la viruela, son algunas de las
pandemias más mortales de la historia del mundo. Especialmen-
te la segunda, pues mató entre 300 y 500 millones de personas
a nivel global durante los años que perduró el virus sin saberse
exactamente de qué era, y de lo que se trataba. La COVID-19 to-
davía luce numerosa e inquietante, asistida con una estadística
de plaga amateur. Pero no hay que bajar la guardia. Ciencia y
racionalidad son los recursos más eficientes de los cuales dispo-
nemos y hay que apoyarnos en ellos con mucho más acierto. Así
deben verlo los responsables de nuestras vidas, la ideología no
tiene espacio en este esta ecuación, y la historia de la humanidad
está llena de esos exámenes con lamentables resultados.

La deuda con la democracia


Sin una democracia fuerte y compartida nos será muy difícil
enfrentar los retos de la pandemia del coronavirus. Así como a
nuestra salud personal la pone en peligro el temible coronavirus,
a la democracia liberal la acecha con oscura crueldad el ánimo
totalitario populista que corre libre y peligroso entre nosotros.
Confieso desde mi angustia, a las puertas del 2021, que el gran
relato nuestro sobre la democracia, ha perdido muy buena parte
de su necesaria credibilidad. Es lamentable, doloroso, algo de-
cepcionante pero muy cierto.
Como un relato especulativo, o un relato de emancipación,
la verdad es que nuestra idea de la democracia ideal ha muerto
de senilidad. Estamos marcados por el surgimiento de prácticas
[ 25 \
Alfredo Alvarez

antiliberales, incluso autoritarias, dentro de regímenes nominal-


mente democráticos, que se erigen como un recordatorio de por
qué debemos valorar con mayor entusiasmo algunos de los com-
ponentes básicos de la democracia. Los autócratas electos, man-
tienen una apariencia de democracia, a la que van destripando
hasta despojarla de contenido. Proteger la democracia exige algo
más que temor o indignación. Debemos ser a un tiempo más hu-
mildes y también más osados.
La democracia es mucho más que elecciones, pero no hay de-
mocracia auténtica sin voto libre, secreto e informado. Recorde-
mos que una sociedad democrática es aquella en la que todas las
personas tienen derecho a tener derechos, y que la democracia no
se agota en el ejercicio del voto. Pero es impensable si se carece de
él. Reinsisto en la idea de que la democracia es un concepto que
congrega múltiples significados y expectativas, lo que a su vez
presenta ventajas y desventajas.
La libertad de expresión y la rendición de cuentas son ele-
mentos necesarios para que el empoderamiento ciudadano y la
transparencia en el ejercicio de los recursos públicos, logren que
la activa participación ciudadana o la división de poderes ten-
ga sentido. Si bien es probable que no haya forma de gobierno
más favorable al desarrollo humano incluyente que la democra-
cia, tampoco hay ninguna que sea tan frágil y vulnerable, desde
dentro y fuera a su propia continuidad. La redefinición de los
partidos políticos como instrumento de agregación de preferen-
cias e identidad ideológica, es una tarea pendiente, que nos exige
serias conclusiones.
La política como el deporte de impugnar los resultados elec-
torales, asumida ya como una “práctica sistemática” (la judiciali-
zación de la política) o no reconocer el triunfo bien obtenido del
contendiente, son evidencia de esta forma de entender la polí-
tica como un frívolo deporte. Deberíamos preocuparnos de in-
mediato y muy en serio cuando un político rechaza, ya sea de
palabra o mediante acciones, las reglas del juego democrático.
Ajustar nuestro grado de alarma cuando niega la legitimidad de
sus oponentes, tolera o alienta la violencia. En esa tarea el ciuda-
dano debe ser muy vigilante.
No es nada sano un gesto en cualquier gobernante que indica

[ 26 \
Cartas a Tánatos

su voluntad de restringir las libertades civiles de sus opositores,


incluidos los medios de comunicación social y los periodistas. La
percepción de incertidumbre sobre el futuro, personal y familiar
constituye un serio factor de perturbación frente a la convicción
de estar viviendo en un país extremadamente vulnerable como
ahora a lo es Venezuela. Hay que reconocer que enfrentamos un
déficit democrático y un desencanto por los modos políticos de
la democracia.
Venezuela requiere de un inmenso esfuerzo para su recons-
trucción en todos los órdenes de la vida en sociedad, la economía,
lo jurídico institucional, la educación como eje prioritario, sus ba-
ses éticas frente a la corrupción, el narcotráfico, la criminalidad
y la impunidad. Se avecinan nuevos tiempos, que requerirán la
mayor dedicación y sindéresis para lograr tener una sociedad
moderna, de progreso, de justicia y paz para todos.
Yo abogo por que inventemos nuevamente la verdad. La histo-
ria de la reflexión filosófica sobre la comunicación humana, dicho
por René Schérer, es ante todo una trabajosa aproximación a la
verdad y al ser a través justamente de una profundización vivida
en el ser y en la verdad de la comunicación humana. La comuni-
cación, por tanto, es en primer lugar relación de la conciencia con
el mundo, del hombre con las cosas; y en segundo lugar, la acción
conjunta de los hombres sobre las cosas del mundo.
En resumen, necesitamos conocernos y responsabilizarnos de
nosotros mismos.
Ahora me entero que mi nieta Coral llegó hasta la planta baja
del edificio y no pudo subir a ver a sus abuelos. Ella protestó
con toda la fuerza de su inocencia no poder vernos y abrazarnos
como es habitual. Su video me ordenó que era hora de parar mis
reflexiones por hoy. Contra esa realidad no tengo argumento. Me
declaro inhábil y confieso que he llorado a las puertas de 2021.

[ 27 \
Alfredo Alvarez

[ 28 \
Cartas a Tánatos

Ramona lópez se fue rodando

Segunda carta

iene ya tantos días en nuestra habitación que había deci-

T dido ponerle un nombre. La bauticé Ramona López en un


arbitrario ejercicio de cómplice silencio. Durante la no-
che, su imagen se corta contra la ventana de nuestra habitación
y se dibuja como una estatua de acero que nos observa con una
grave severidad. Es un imponente cilindro de acero verde oliva,
que pesa 100 kilogramos y contiene en su interior un infinito nú-
mero de litros de oxígeno, que aguardan pacientes por nuestra
inminente hipoxia. Humanizar ese recurso nos ayudó a enfrentar
la realidad que convertía nuestros pulmones en nuestro más vul-
nerable talón de Aquiles.
Si tú decides liberar su llave de paso, un ruido fino y sinco-
pado rebela su libertad a través de una manguerita transparente
que va directo a tus fosas nasales. Se respira un airecito frío y gra-
to. Ahora, con más calma, le acredito el buen aspecto de nuestro
semblante en los despachos visuales del pasado 26 de diciembre
pasado. Su impacto en nosotros fue algo maravilloso y al mismo
tiempo aterrador. Ramona López vigiló durante estos días el sue-
ño de mi amada Milagros y el de este escribidor de fábulas.
Fue el primer instrumento médico que me alertó, el serio ca-
mino que emprendía en la recuperación de Milagros y posterior-
mente la mía. A su amparo realizamos disciplinados ejercicios
de respiración para incrementar nuestra capacidad pulmonar. El
“average” de este día 02 de enero de 2021 nos colocó por encima
de 97% y sigue en aumento. Una nota de voz del doctor Isaac

[ 29 \
Alfredo Alvarez

Chirinos, nuestro galeno tratante nos advertía que ya no es nece-


sario el oxígeno. Así las cosas, Ramona López se fue rodando en
auxilio de alguien más necesitado que nosotros. Ahora estamos
liberados de los riesgos y acechanzas sobre nuestra capacidad
respiratoria y la concentración de oxígeno en nuestros pulmones

Ella vino de la mano de Oswaldo Oropeza. Un ángel gigante


(ciertamente existen carajo) de 1,90 metros de altura y unos 120
kilogramos de esa exquisita bondad Caroreña. Apenas cabe por
el pasillo que conduce a nuestra habitación y camina con un paso
rítmico, que me recuerda la conga de Ricardo Montaner. Apare-
ció por el sótano tres del edificio, con una sonrisa que deja por
mucho a la “face imagen” del agraciado actor John Candy. Con la
maestría de un avanzado Sensei de Aikido, la cargó como si fue-
ra una bolsa de pan bajo sus brazos. La trajo hasta nuestra habi-
tación y mientras subíamos por el ascensor me contó parte de la
historia de su vida en los últimos días. Una tímida y diminuta en-
fermera (joven y muy bella) le acompañaba en silencio. Son una
corte excelsa y sus modos apacibles les delatan. Son los ángeles
del cielo que cuidan de nosotros y Delicia es quien los comanda.

Justo al concluir el desayuno sonó el timbre de nuestro aparta-


mento. Oswaldo Oropeza entró como una tromba al apartamen-
to, despachando una manzana verde como una esmeralda, que
sucumbía a cada bocado que le imponía con gusto nuestro sal-
vador. Con la misma facilidad que armó la bombona de oxígeno
--trocada en Ramona López- la desarmó y se la llevó consigo. Me
aseguró que ya no hacía falta y la cargó sobre su cuerpo, más va-
cía que antes. Con ella se fueron los demonios y paradójicamente,
respiramos con mayor tranquilidad.

La partida de Ramona López es la confirmación que camina-


mos hacia la certeza de nuestra recuperación. Quedan los fárma-
cos y a mí, unas contadas sesiones de retrovirales, antibióticos,
más control médico y una sobredosis de mucha más fe. Por la
puerta del apartamento se marchó la más cruel de todas las ace-
chanzas de estos días. Ahora Milagros y yo respiramos más tran-
quilos. Adiós Ramona López, gracias por tu auxilio.

[ 30 \
Cartas a Tánatos

Respira que algo queda


Tan temprano como le fue posible Milagritos Rossel – otra de
las integrantes del ejército de ángeles junto a María Magda, Elena
y Jesús - me hizo llegar una oportuna guía de recuperación para
pacientes post-Covid 19. Esta guía fue creada por los Departa-
mentos de Medicina de Rehabilitación en Columbia University
Irving Medical Center y Weill Cornell Medicine, como parte del
Sistema hospitalario de New York-Presbyterian.

Dentro de este paquete de información, ubico información que


comparto sobre la recuperación de la COVID-19. La temible en-
fermedad causada por el nuevo virus SARS-CoV-19, también co-
nocido como coronavirus. La intención de esta guía es proporcio-
nar información sobre cómo maximizar su recuperación a través
de la mejora de los músculos respiratorios y los músculos de los
brazos y las piernas. El sueño y la nutrición también son activida-
des muy importantes.

Vamos con el sueño, es importante durante al menos 7 horas


por noche. De ser posible haga ejercicio durante el día, lo que le
ayudará a sentirse más cansado por la noche. En nuestro caso an-
damos todavía muy agotados, pero es una asignatura pendiente.
En el pasado cultivé algunos deportes de impacto y últimamente,
esporádicas caminatas las cuales me prometo serán retomadas.
Tendré que evitar la cafeína después del mediodía, tanto que me
gusta, soy su incondicional adicto, pero tendré que readaptarme
al nuevo patrón de consumo. La cafeína dura en el cuerpo duran-
te muchas horas y afecta tu sueño mucho después del último uso.

Evite el alcohol, ya que reduce el sueño REM y también hace


que se despierte por la noche para orinar. Pues por nosotros que
lo den por prescrito por mucho tiempo. Evite la exposición a la
luz azul durante al menos 1 hora antes de acostarse, en las maña-
nas se debe tomar solo un poco, pues me han dicho siempre, que
facilita la asimilación de la vitamina D. Uno de los complemen-
tos que ingiero junto con el desayuno. Además, con este encierro
quien puede llevar algo de sol, aun así, en las mañanas, justo en
mi estudio, puedo tomar algunos minutos de sol. Milagros me
[ 31 \
Alfredo Alvarez

pide a gritos un viajecito para la playa. Lo prometo, Cayo Som-


brero wait for me.
Muy poca TV activando el modo de turno de noche en su telé-
fono o portátil. Nos sugieren apagar el televisor y reducir las ho-
ras de exposición. Una vez el sueño nos rinda, también aplicamos
la medida. Medito a primera hora de la mañana. Escucho música
reiki para la sanación del alma desde hace mucho, y ahora doy
una importancia capital a ese hábito. Mis compañeros de oficina
celebraban ese extraño ruido de la musiquita de centro comer-
cial – así lo dicen - un hábito que no entendían del todo. Ezvel se
preguntaba como un ser tan alborotado, podía recrearse con esa
maravilla de melodía.
Evite pasar mucho tiempo despierto e intente ir a la cama a la
misma hora cada noche y levantarte a la misma hora cada maña-
na. Mantener rutinas durante el reposo. Todo eso lo hago y conti-
nuaré haciendo el resto de mi vida. Lo prometo.

Sin república no hay democracia


Mi artículo de ayer despertó algunas reacciones favorables y
eso me alegra. Jesús se alegró por mi reconexión con la justicia so-
cial, el olfato editorial de David Morán lo colocó en el sitio de la
Patilla. El Fuga hizo una versión gráficamente más educada que
mi texto corrido, y la puso a circular. Freddy Pérez un condiscí-
pulo de los tiempos del Liceo Rafael Villavicencio me apunta un
detalle noble y preciso. Sin la República no hay Democracia.
Platón nos premió con la genialidad de imaginar un modo de
gobierno supremo que permitiese la mejor forma de vida a una
sociedad como la de su tiempo. Él hizo posible el primer modelo
de utopía que sirvió de punta de lanza para todas las reflexiones
posteriores. Pensadores de actualidad le han encontrado fisuras
y carencias, pero su aporte sigue siendo fundamental en la apro-
ximación a la felicidad mayor en sociedad. También descubrí que
no es privilegio de los griegos la marca autoral de la democracia.
Antes que ellos, algunas comunidades del oriente ya habían en-
sayado el gobierno asambleario en sus comunidades.
Nos decía Platón que el estado justo debe estar dirigido por
hombres sabios, defendido por valientes guerreros y compuesto

[ 32 \
Cartas a Tánatos

por una mayoría de ciudadanos –agricultores y artesanos preferi-


blemente- seres de costumbres moderadas. Solo si los individuos
guardan este equilibrio entre las potencias, el estado será justo, y
únicamente si este es equilibrado, el estado en consecuencia será
justo. Una aparente sencillez que no hemos podido desentrañar a
lo largo de los últimos 40 siglos de historia humana.
Todo el país, todo el mundo, sólo mejorará en la medida en
que todos mejoremos y actuemos frente a los retos de la pande-
mia. También necesitamos adaptarnos. Muchas personas cuyos
trabajos quizás están desapareciendo deben pensar en qué otras
cosas pueden y les gustaría hacer. Uno de los aspectos cruciales
en momentos como los que vivimos es que realmente nos tene-
mos que ayudar entre nosotros. Muchas personas perderán sus
trabajos o están por perderlos. Las cifras del Banco Mundial esti-
man que después de superar la pandemia, el tercer mundo que-
dará con 100 millones de desempleados que no lo eran antes del
año 2020.
Este no es el momento para ser egoístas ni egocéntricos. Esta-
mos obligados a pensar en que si todos estamos siendo afectados
por la pandemia, cómo nos podemos ayudar para enfrentarla. La
paradoja es que entre más distantes estamos entre nosotros, más
nos necesitamos. Nos necesitamos para no perder la esperanza,
para darnos inspiración e ideas y para mantenernos motivados.
Las dificultades de las personas que trabajan desde casa es que
estarán conectadas con las personas que precisan por razones la-
borales, pero con frecuencia se olvidarán de mantener la cone-
xión con la que gente que necesitan, les gusta o que les importa.
Las relaciones laborales son muy motivadoras y le dan al trabajo
mucha relevancia. Pero también creo que sacar tiempo para hacer
lo innecesario se ha vuelto más importante que nunca.
El determinismo tecnológico nos afecta. La tecnología no pre-
dijo esta pandemia y no puede, porque las pandemias son in-
trínsecamente impredecibles. La tecnología realmente no puede
ayudarte con tus sentimientos, sólo acercándote a otros seres hu-
manos te ayudará. Nos puede ayudar a buscar trabajo, pero no
nos va a dar el optimismo y la energía que necesitamos para per-
seguirlo y conseguirlo. Cuanto más dependemos de ella para sa-
ber todo y conocer todo, menos creativos y habilidosos nos vol-

[ 33 \
Alfredo Alvarez

vemos. Creo que mucha de la tecnología que nos organiza nos


dice qué hacer, cuándo, cuánto tiempo nos llevará. Todo eso nos
ha hecho menos imaginativos, menos creativos. siendo hora de
que la humanidad sea adulta y empiece a decidir qué cosas no
puede hacer
Depender de la tecnología para hacer muchas cosas nos pue-
de ayudar logísticamente pero realmente no alimenta nuestras
almas, nuestra creatividad, no le da sentido a las cosas que hace-
mos, sólo nos da información. Para algunas personas les da una
sensación de seguridad porque nos hemos vuelto muy adictos a
la certeza. Nos gusta pensar que sabemos todo lo que pasará y
entre más nos acostumbramos a eso, nos volvemos menos flexi-
bles y menos adaptables cuando aparece lo inesperado.

[ 34 \
Cartas a Tánatos

La certeza

Tercera carta

ilagros tomó con firmeza la inyectadora contentiva de

M la medicina que me correspondía a esa hora de la tar-


de. Buscó con precisión quirúrgica la ruta de la vía en mi
mano izquierda y desplazó su contenido al interior de mi cuerpo
con una calma de centurias, y una inobjetable destreza. En 20 cc
de solución fisiológica y dexametasona viajaban raudos los ele-
mentos reparadores para mi salud. Como su pasaporte expreso,
todo ese envío lo guiaba la mano certera de la mujer que ama to-
dos mis días. Su rostro severo y amoroso revelaba la importancia
que ella le acredita a esta tarea. La enfermera no regresaría por
la tarde (es lo justo) y ella, como una campeona de la solidaridad
tomó su sitio. Completó el resto de las rutinas médicas y conclui-
mos con toda la ingesta de vitaminas, fármacos, ejercicios de res-
piración. Así fue el fin de la jornada.
Para este momento las tareas de supervivencia estaban com-
pletadas y optamos por el sueño reparador que deben ser por lo
menos unas siete horas cada noche. Por pura curiosidad conser-
vo sobre mi mesa de trabajo una cajita del medicamento estrella
de esta jornada. El caballero baila pegado con la dexametasona
y otras joyas del jet set de la farándula farmacéutica.  Elegante-
mente vestido de verde rojo y blanco se hace llamar Remdisivir
for injection. Sus datos filiatorios lo describen como (Lyophilized
for use IV only single vial), hay que proteger que la temperatura
de su entorno no supere los 30 grados centígrados. Advierten que
no puede ser administrado sin la supervisión de un médico tra-

[ 35 \
Alfredo Alvarez

tante. No hay un ser humano en todo el planeta que no sueñe con


él. Disponemos de él, soy un hombre afortunado en grado sumo,
y debo dar gracias a Dios y a mis amigos.
Esos datos fueron mi dosis de certeza de ayer. Pero por más
que le pienso, aprecio que no fue lo suficiente. Aunque la elabo-
ran con todo el rigor científico posible en un distante sitio de la
India, llamado Nag Kalam, Amristar, y me aseguran acerca de
sus virtudes curativas, no termina por ser la experiencia conclu-
yente para abandonar los riesgos de la crisis que nos afectó du-
rante los últimos 15 días. Hace falta más, y estoy convencido que
la mano firme de Milagros administrando la medicina era la otra
parte de la ración médica espiritual que hace falta para que todo
sea más efectivo.  Para seguir adelante es vital concebir desde
nuestro interior que lo que estamos haciendo es lo necesario y el
único recurso. Algo divino, holístico, mágico, científico, cuántico,
o como mejor te resulte.
Poseer las certezas como si fueran ahorros para un futuro in-
cierto en este momento, además de inútil, no es suficiente. Es un
acto de ceguera convenida. El covid-19 nos demostró la utilidad
de ese argumento y nos sugiere que son otras las rutas por inda-
gar. Desde hace algunos años participo en un saludable ejercicio
de trabajo en mi organización laboral que nos permitió sortear la
ola de esta crisis económica. Hemos fundamentado toda iniciati-
va en nuestra política de gestión operacional, desde la óptica de
la psicología positiva. Partimos de nuestra experiencia más exi-
tosa y gratificante para prescindir de aquellas que no lo fueron
tanto.
Eso nos permitió a lo largo de más de 15 años construir una na-
rrativa propia que identifica todas nuestras vivencias y nos per-
mite significarlas con nombre propio. Decidimos estar más cerca
del éxito que del fracaso, y replicar solo aquellas cosas que nos
llevan al logro de nuestras metas y altos propósitos. Un lengua-
je más académico y respetuoso nombra ese ambicioso ejercicio
como La Intervención Apreciativa y es todo un modo de estudio
organizacional que comporta muy buenos resultados. Puedo dar
fe de ello.
La señora COVID-19 nos puso en posición de cuestionar todo
lo que hemos hecho hasta este momento sin los resultados espe-

[ 36 \
Cartas a Tánatos

rados. Ya sabemos de sobra lo que significa la dolorosa experien-


cia política de nuestros ciudadanos a lo largo de estos 20 años.
No es que no tuvieron forma y valor, todo lo contrario, fueron un
espectacular sacrificio de civilidad, de entrega y arrojo en la exhi-
bición de la dignidad integrado a nuestro ADN democrático. De
eso no hay duda. Pero sucede que el adversario es muy poderoso
y perverso. Se aprovechó todo este tiempo de nuestras parálisis
de pensamiento y conducirnos a este degredo civil en que actual-
mente nos encontramos.
Entre las cosas por construir con urgencia (a mi convaleciente
criterio) está el de elaborar una narrativa que emocione y conven-
za. No podemos seguir ocupando la tribuna de los llantos plañi-
deros, ni los coros salpicados de una épica guerrera, ruidosa y
hueca. De todo eso habrá que rescatar la fuerza que nos da para
ir hacia adelante. Para ello debemos convencer a nuestros ciuda-
danos de que la hora de organizar nuestros esfuerzos de una ma-
nera más eficiente nos llegó. Empecemos por vestir una saya de
humildad y prescindamos de las certezas heredadas. Aquí nadie
sobra, pero tampoco, hay presencias imprescindibles.
Margaret Heffernan es una autora británica de múltiples libros
sobre este tema y en uno de ellos nos indica que esa es la princi-
pal lección de la pandemia de la covid-19. Ella nos recuerda que
la vida es incierta, y que, si esperamos por el auxilio de la certi-
dumbre, siempre llegaremos demasiado tarde. Todo el país, todo
el mundo, solo mejorará en la medida en que todos mejoremos
nos sugiere Heffernan frente a la pandemia. Lo más importante
es que todos necesitamos adaptarnos. La paradoja es que entre
más distantes estamos entre nosotros, más nos necesitamos. Nos
necesitamos para no perder la esperanza, para darnos inspira-
ción e ideas y para mantenernos motivados.

La mala hora
La hora de este domingo es ensombrecida por los primeros
anuncios de la incompatibilidad de la vacuna rusa en los pacien-
tes que han recibido las primeras dosis. México, Cuba, Nicara-
gua, Argentina y Venezuela nos suenan muy cercanos. Sobre el
rigor científico se impuso la conveniencia política y se acelera-
ron algunas normas para dar prestigio político al esfuerzo de
[ 37 \
Alfredo Alvarez

cada quien. Carajo, no aprenden. Putin utiliza la vacuna como un


arma geopolítica en América Latina, qué duda cabe
Más letal que la COVID-19, a la humanidad entera nos resulta
el virus del populismo. Esta amoral forma de gobernar mata más
gente en el mundo con sus irracionales e imprecisas decisiones,
que todo el efecto del coronavirus. No es una ideología, es una es-
trategia de gobierno caracterizada por la irresponsabilidad más
absoluta y demencial.  Aspira el control total sobre tus certezas,
cierra laboratorios, persigue científicos y periodistas, ignora ries-
gos, favorece negocios, y decreta que no hay peligro mediante un
edicto por tv. El populismo mata la verdad y se inventa toda una
oscura liturgia
Al término del ciclo vacacional Maduro ordenó cerrar los ter-
minales de pasajeros en todo el país, y seguramente será muy di-
fícil regresar para todo aquel que viajó fuera de su ciudad en esta
pasada navidad. Los aeropuertos están cerrados al exterior y so-
mos una isla de pura calamidad. No hay gasolina, la comida es-
caseará y la estructura de dominación aspira seguir intacta. Estos
señores realmente nos desprecian, esa es su certeza.
Nosotros somos más y somos la esperanza.
 

[ 38 \
Cartas a Tánatos

[ 39 \
Alfredo Alvarez

[ 40 \
Cartas a Tánatos

Los fake news y el covid-19

Cuarta carta

obre las siete de la mañana de este lunes 04 de enero es-

S tábamos correctamente ubicados a las puertas del labo-


ratorio clínico Tirado Castrillo, Milagros y yo. Habíamos
madrugado y nuestro hermano Pedro León de Allen nos buscó
minutos antes en un carrito francés, igualito a un zapato gordo y
aplastado. Tú lo miras de frente y recuerdas esos apreciados cal-
zados de mucho uso y agradables recuerdos. Esos zapatos mili-
métricamente elongados que, gracias a sus muchas horas de uso,
alcanzaron la máxima comodidad posible. Tú definitivamente
terminas por amarlos con gratitud. Pedro conduce despacio por
una ciudad que apenas despierta y que nos besa con una brisa de
19 grados centígrados. Largas colas de vehículos a la espera de
ser surtidos de gasolina, inmensas como la esperanza, son parte
del paisaje urbano de este inicio de año. Somos un país petrolero
sometido y reducido por la planificada escasez de combustible.

No hay gasolina, no hay transporte público, y no son pocos los


transeúntes que exhiben con ciega inocencia, su rostro desprovis-
to de la bendición de un tapabocas protector. El detalle me arru-
ga el corazón, mientras aprecio como todos ellos caminan con
calculada prisa hacia sus sitios de trabajo. Hoy es el inicio oficial
de una jornada laboral muy incierta. Los anuncios de una cuaren-
tena radical 7 x 7 se pierden en las imprecisiones de comunica-
dos rituales, esos textos inertes que son engullidos en el infinito
espacio de las redes sociales. La ausencia de medios formales, la

[ 41 \
Alfredo Alvarez

carencia de una verdadera comunicación abierta, nos sumerge en


una anomia informativa letal y destructiva. Ese detalle nos hace
muy vulnerables.
El trámite clínico fue rápido, limpio y preciso. La joven que
extrae la sangre a Milagros logró su objetivo con palabras dul-
ces y una destreza que conquista corazones. La tarde traería las
buenas noticias por el contenido de sus resultados. Mejoramos y
seguimos avanzando hacia nuestra recuperación. No obstante, al
correr el día yo tropecé con una porción sustantiva de la realidad.
Para nuestro bien, debo estar alejando de las ruidosas polémicas
que describen un mundo apocalíptico, consecuencia de la apli-
cación de las vacunas más eficientes creadas por la ciencia para
combatir esta lamentable plaga. Los anti-vacuna atacan y recuer-
do una serie de tv de los 60 llamada el Retorno de los Brujos.
De la nada surgen expertos anónimos que cuestionan la efec-
tividad del trabajo de miles de los mejores científicos en todo el
mundo, y en una puesta escena violenta y agresiva intentan de-
meritar todo lo alcanzado en menos de un año. Aseguran que una
sombra oscura, especie de una entidad maligna, quiere gobernar
al mundo y destruirnos alterando nuestro edificio genético. La
vacuna es mala dicen, por obra de la suma de todos los prejuicios
científicos que seas capaz de imaginarte, y los fake news dan ini-
cio a su trabajo demoledor. De la misma manera que es saludable
creer en Dios, lo es también mantener distancia con las noticias
alteradas que nos tratan de seducir con sus cantos de sirena.
Las noticias falsas, conocidas también con el anglicismo fake
news, son un tipo de bulo (una gran mentira) que consiste en di-
fundir un contenido pseudoperiodístico a través de portales de
noticias, prensa escrita, radio, televisión, redes sociales y cuyo
objetivo es la de elevar los niveles de desinformación. Se diseñan
y emiten con la intención deliberada de engañar, inducir a error,
manipular decisiones personales, desprestigiar o enaltecer a una
institución, entidad o persona u obtener ganancias económicas.
Difundir de manera tan irresponsable una cosa que nos luce
seductoramente interesante, no tan solo es una acción peligrosa,
es un completo suicidio. Una necia debilidad, una omisión incali-
ficable, un acto de soberana estupidez. Lo dicho no es cierto, pero
repetirlo en nuestras redes es un acto criminal. Es probable que

[ 42 \
Cartas a Tánatos

no te asesine el virus, pero lo hará tu propia ignorancia. Así que,


además de curarnos del bicho, debemos alejarnos de los fake.
Según el científico colombiano Manuel Elkin Patarrollo, por
todas las imprevisiones e inconsecuencias de esta crisis sanita-
ria el virus deberá llegar a contaminar al 100% de la población.
Después ocurrido todo eso, entre la vacuna y la generación au-
toinmune se terminará de concluir la tarea. Mientras esa lucha
titánica se desarrolla algo debemos hacer los mortales, insignes
amateurs que jugamos por fuera de las grandes ligas. No pode-
mos influir en las decisiones sobre el manejo de la vacuna. Imagí-
nense nada más que hacen falta 70 grados de refrigeración para
la manipulación de una de ellas y a Maduro se le pudrieron unos
cuantos kilos de pernil que no pudo preservar a tiempo en di-
ciembre pasado. Así que pase la página.
El mayor talento científico, la estructura de investigación más
sofisticada en todo el planeta, los laboratorios mejor equipados,
los estudios más actualizados en materia de investigación mole-
cular, el dinero de todas las economías del mundo puesto al ser-
vicio de esta tarea, debe ser algo más ambicioso que completar
un capítulo de la serie infantil Pinky y Cerebro. Antes de darle
difundir a un brollo como ese de las anti-vacunas, recuerde dos
cosas: el daño que causa y nos causa, así como el significado de
una palabra llamada modestia y ocúpese más de usted.
Primero que todo hay que cambiar el régimen alimenticio.
Crear una nueva cultura saludable y consumir abundantes pro-
ductos alcalinos como limón, naranja, mandarina, guayaba, to-
ronja, ajo, jengibre, té, manzanas y todo tipo de frutos cítricos que
contengan antioxidantes. Habrá que evitará a toda costa alimen-
tos procesados, harinas, perros calientes, refrescos, dulces, piz-
zas, embutidos, empaquetados altos en sodio, dulces en su tota-
lidad y en general carbohidratos simples o frituras de todo tipo.
Haya que ayudar al cuerpo a estar más ligero para su combate
inmunitario.
Estar el ánimo siempre arriba y ser muy fuertes psicológica-
mente, sin miedos ni temores; pero actuando siempre con res-
ponsabilidad siendo conscientes de la realidad. Por eso, andar
coqueteando con los fake news de las redes no es una buena tera-
pia. El país y el mundo no se pueden cruzar de brazos y paralizar

[ 43 \
Alfredo Alvarez

o hacerse sedentarios, hay que movilizarse para lo necesario y ur-


gente, pero guardando todas las medidas de seguridad.
Hagan ejercicio todas las mañanas, cosa que ponga en funcio-
namiento el torrente sanguíneo. Consuma frutas, verduras y pro-
teínas, tome el sol en las mañanas, mínimo diez minutos, tome 10
vasos de agua al día. Existe – según nos dice- un gran peligro con
los miembros de la tercera edad, que no quieren consumir agua.
La agente muere porque tiene las defensas muy bajas, tienen una
mala y desbalanceada alimentación, que los deja débiles, y otros
igualmente vulnerables porque presentan determinadas afecta-
ciones en su salud, principalmente los niños y adultos mayores.
El cuerpo humano está tan bien hecho que podríamos afirmar
que es tan perfecto, que tiene la capacidad de auto regenerarse.
En su interior existen microorganismos que combaten a la CO-
VID-19 o cualquier otra bacteria, y protegen el funcionamien-
to normal del organismo. Convivir con la realidad, cuidarnos y
mantener buenas prácticas de alimentación e higiene y salir del
sedentarismo. No olvidar usar cubre bocas, lavado de manos, uso
de antibacteriales y mantener una sana distancia con nuestros se-
mejantes. Además, no tengan miedo, y no le paren a los fake.

[ 44 \
Cartas a Tánatos

No somos tan inmunes

Quinta carta

on una destreza propia en cirujano plástico las manos de

C mi mujer me liberaron de la rígida mordida del yelco.


Este caballero vestido de amarillo me acompañaba desde
hace ocho días y era un recordatorio permanente de la gravedad
del juego que estábamos librando. Inmovilizó mi mano izquier-
da durante el tiempo que duró su visita. Me intimidó, yo respeté
su espacio, pero no le comí el pastel de su guerra psicológica. En
respuesta a cualquier desplazamiento impropio, mordió con cier-
ta rigidez mis carnes, y nos advertía por lo bajo, que estábamos
en la cuenta baja del cuarto inning. Ese rito -un gesto largamen-
te deseado- representaba una liberación angustiosamente solici-
tada, seriamente concertada con la ciencia y la voluntad divina.
Milagros liberó mis temores y se fueron volando por la ventana
del apartamento que saluda a los Valles del Turbio, vestidos esta
mañana con un sol espectacular y una luz mágica.
La noche anterior Milagros me había solicitado que retirara
temprano de la nevera las dos últimas inyectadoras repletas de
dexametasona y posiblemente algún otro fármaco mágico. A par-
tir de este momento, ya no recibiré más medicamentos por esta
vía, y sin son requeridos, los consumiré disciplinadamente como
si fueran caramelos, con un horario y dosis establecida. Este día
marca un hito notable en nuestra recuperación, ambos camina-
mos confiados en que la salud vuelve a morar en nuestros cuer-
pos. Los resultados de los exámenes clínicos de laboratorio dan el
reporte de dos cuerpos que luchan contra un foco infeccioso que
ve reducido su campo de acción. El conteo de glóbulos blancos,
[ 45 \
Alfredo Alvarez

neutrinos, leucocitos y otros elementos, dice que estamos ganan-


do espacio para la salud. Ganamos nuestro lugar dentro la vida.
Estamos luchando.

Realizamos los ejercicios respiratorios y la concentración de


oxígeno en Milagros es un reto al discreto aparatico que se encar-
ga de examinar esa tarea. Es un sensor electrónico donde intro-
duces tu dedo anular, respiras y te entregas. La Agreda le pega
un jab directo al mentón del perolito con un 98% de saturación
total del oxígeno que corre presuroso por sus recuperados pul-
mones. Imagino que debe haber un registro para esos méritos
en algún lugar de los record Guinness; y ella con toda seguridad
debería estar allí. Yo prosigo con un discreto 97% y prometo em-
peñarme en hacer más, para emularla.

Sigue asumiendo sus tareas de cuidado como una nueva Flo-


rencia Nightingale digital del 2021. La Florencia fue una enfer-
mera, escritora y estadística británica, considerada precursora de
la enfermería profesional moderna y creadora del primer modelo
conceptual de enfermería. Mucha gente debe ignorar que desde
muy joven se destacó en el estudio de las matemáticas, para lue-
go aplicar sus conocimientos de estadística a la epidemiología y
sanitaria. Fue la primera mujer admitida en la Royal Statistical
Society británica y miembro honorario de la American Statisti-
cal Association. Las mujeres son una maravilla, imbatibles ante
la adversidad y poderosas ante los retos. Yo tengo conmigo una
excepcional.

Respeto
Afuera las noticias no son muy alentadoras. El notable creci-
miento de las cifras de contagio para coronavirus en toda Europa
y el mundo son una constante progresiva, que es apenas opaca-
da por noticias de peor talante como la extradición de Alex Saab
y los rifirrafes de los demócratas y los republicanos. La polémica
por la seguridad en la aplicación de la vacuna anti-covid le con-
fiere un manto de inútil opacidad a la gestión de los médicos de
todo el mundo, muy en especial a los desasistidos médicos vene-
zolanos Convengo acatar como dogma de fe la urgente necesidad
[ 46 \
Cartas a Tánatos

de ser respetuosos con nuestros médicos e investigadores. Mere-


cen nuestro respeto y gratitud.
Es urgente la tarea de confinar a esa legión de expertos súbitos
en temas de salud pública, microbiología, biología celular, aten-
ción médica de emergencia, y otras disciplinas médicas que se
dedican a sembrar negros augurios sobre el trabajo de recuperar
la vida. Hay que ejercer una severa cuarentena contra la estupi-
dez de esos enterados de última hora, esos apéndices de brujos
que se metieron a vivir en Birongo y no conocen la hierba conve-
nida. Hay que desestimarlos, y de ser posible convencerlos del
terrible daño que nos hacen.
No existe derecho alguno que nos faculte a sembrar dudas en
las ejecutorias de nuestros médicos y científicos. No tenemos nin-
guna garantía para fastidiarles su sacrificio, pues hay muchos de
ellos que ofrendan su vida para salvar la nuestra. Pueden equivo-
carse, pero no concibo que alguno de ellos actúe de mala fe. Para
decirlo en criollo, a mis panas anti-vacuna…. les pido que dejen
la vaina.
Reconozco que los volúmenes de dinero que movilizarán las
operaciones de compra venta de las vacunas son cósmicos. Es
cierto que habrá lucro, los laboratorios también ganarán dinero
y creo que es un acto legítimo. Aquí alguien está quedando fuera
de la ecuación y despliega toda su capacidad de ataque y maldad
para empantanar la cosa. No los ayudes.
En todo caso a ese ser egoísta y cruel, oscuro mensajero de la
muerte no creo que le sirva de mucho su dinero en un mundo
post covid, con una economía diezmada, una población reducida
a la nada, un ejército laboral muy lesionado, una capacidad de
producción de bienes y servicios limitada, una pobreza extrema
y una población mundial enferma. Tanto duele ver ese cuadro,
como el de los ciegos inconscientes que les hacen el juego. Ur-
gentemente hay que salvar a la humanidad, y las ideologías son
los instrumentos menos útiles para esa tarea.
Los hombres de nuestra política están obligados a mirar este
detalle con la amplitud necesaria. Desde las parcelas fosilizadas
del poder hegemónico (saben a quien me refiero) hasta las atomi-
zadas intenciones de los promotores democráticos, deben mirar
el asunto con más seriedad, preocupación, solicitud de acuerdos,

[ 47 \
Alfredo Alvarez

y soluciones. La ayuda humanitaria debe entrar sin restricciones,


sin condiciones parcelarias, con el apoyo de los organismos in-
ternacionales que son los que saben gestionar este tipo de ayuda
para favorecer a toda la población. Después que nos curemos,
vamos entonces a ver cómo nos matamos. Pero primero está la
gente.
Nos corresponde difundir buenas noticias, las malas no re-
quieren de mucha ayuda, pues ellas lo hacen por sí mismas. In-
sistamos en lo bueno que tenemos cerca, porque lo malo está cla-
ramente identificado desde hace tiempo. Hay que espantar el
miedo y comunicacionalmente eso se obtiene difundiendo luz y
claridad, no suposiciones y retazos de ego mal intencionado. La
próxima vez que tengas un fews news cerca de ti, reza un padre
nuestro.

Cuidemos de nosotros
El sistema inmunológico es nuestra mayor y mejor defensa. Es
nuestra respuesta inmune a determinados agentes externos que
pueden entrar en cada uno de nosotros y provocarnos un daño
biológico como sucede ahora con el coronabicho. Compuesto por
una red de células, tejidos y órganos, son ellos los encargados de
trabajar en conjunto para proteger nuestro cuerpo, y nuestro pen-
samiento positivo obra con clara incidencia sobre él.
Yo aproveché al máximo mis clases de biología durante el ba-
chillerato en el LRV. Clases que cursé bien, gracias al didáctico y
exigente apoyo de la profesora Carmen Castro De Ziggankoff, en
ellas me enseñaron que estas células protectoras son los llamados
leucocitos o glóbulos blancos encargados de atacar precisamente
esos organismos que originan determinados tipos de enfermeda-
des. Estas células se encuentran situadas en el timo, el bazo y la
médula ósea y son los llamados órganos linfáticos. Los glóbulos
blancos comen bacterias extrañas y otros organismos que inva-
den el cuerpo; por lo tanto, son los responsables de mantener el
organismo inmune, una habilidad del cuerpo humano para com-
batir las infecciones.
Es posible que algunas personas tengan sistemas inmunológi-
cos más débiles debido a su genética y otras debido a las infec-
ciones virales o bacterianas. La pobreza que nos abruma es una
[ 48 \
Cartas a Tánatos

condición que nos limita mucho en la tarea de gestarnos un sis-


tema autoinmune, pero debemos priorizar tareas sobre ese tema.
Creo que antes de andar en el coro de las teorías conspirativas,
estamos obligados a enseñar a nuestros hermanos a gestionarse
un sistema inmunológico más eficiente. El conocimiento popular
tiene mucho que aportar en torno al tema.
Conviene saber cómo puede llegar a dañarse nuestro sistema
inmune. Antes que el sistema inmunológico nos falle y aparezcan
los problemas concretos de salud en nuestro organismo, han ve-
nido ocurriendo otros procesos previos que los han provocado.
En general, antes de que se produzca una caída de las defensas,
ha ocurrido una descompensación del sistema nervioso y des-
pués del sistema endocrino. Resulta que si no se tratan a tiempo
derivan finalmente en el desequilibrio del sistema inmunitario.
Esas cosas están pasando dentro de nosotros y no sabemos, o
no queremos saberlo. Deliberadamente nos olvidamos de la visi-
ta periódica al médico, y a ese caballero hay que visitarlo, así pen-
semos que estamos bien. Por ejemplo, las cosas que tienen que
ver con un proceso de tipo nervioso se definen como de corto pla-
zo, porque la reacción de nuestro organismo ante una agresión
o desequilibrio de este tipo, se produce de un modo inmediato.
Si no se puede controlar este proceso, a medio plazo entrará en
juego el sistema endocrino desencadenando una respuesta hor-
monal.
Y si la situación que ha generado el problema se mantiene a
largo plazo, será el sistema inmunitario el que comience a dar
problemas. Nuestras defensas bajarán, pero antes los otros dos
sistemas ya nos habrán avisado con procesos más o menos con-
trolables. Por lo tanto, lo lógico es que cuidemos en primer lugar
nuestro sistema nervioso, ya que el sistema inmunitario basa en
él su equilibrio. En resumen, en un organismo sano, es difícil que
se produzca una caída de nuestras defensas por sí mismas de for-
ma espontánea.

Prevengamos
Si bien existen formas de ayudarte a superar una enfermedad
más rápidamente, uno de los mejores métodos de combatirla es
prevenirla. Utilizar estrategias para desarrollar tu sistema inmu-
[ 49 \
Alfredo Alvarez

nológico y reducir los hábitos que lo disminuyan podrá ayudarte


a vivir una vida más sana y feliz.
Intentar mantener la tranquilidad en el día a día. Sé que no
es fácil, pero inténtalo. Especialmente en situaciones estresantes,
exámenes, exceso de trabajo, para que la cosa no vaya a más y el
cuerpo reaccione de un modo completo y sin problemas.
Mantener un control emocional sin disgustos. Conozco gente
que considera que armar dos o tres zafarranchos diarios a los su-
yos es una buena muestra de control y poder. Es un acto inútil. Si
evitamos el descontrol emocional las hormonas harán un trabajo
eficaz.
Debemos ocuparnos de manera seria y consciente de la gestión
del estrés y la ansiedad. El estrés y la ansiedad descompensan el
sistema nervioso, después el endocrino y finalmente el inmunita-
rio, lo que provoca la caída de defensas correspondiente, hacien-
do que nuestro organismo esté más predispuesto a contraer una
enfermedad infecciosa. Para reducir el estrés y encontrar la calma
es muy efectivo practicar ejercicios de respiración y técnicas de
relajación como: meditación y yoga. Una sesión de yoga de veinte
minutos te dejará totalmente relajado, revitalizado y disfrutarás
de un fuerte sentido de bienestar.
Cultivemos los pensamientos positivos acompañados de la
risa, ambos actos juegan un papel importante para combatir el
estrés, ya que liberamos endorfinas que son las responsables del
bienestar y felicidad.

Evita los excesos y haz elecciones saludables. Evita fumar y


consumir alcohol de forma habitual, son dos enemigos para tu
salud en general. Beber alcohol en exceso suprime el sistema in-
mune y el tabaco envejece la piel, perjudica las vías respirato-
rias, reduce el flujo sanguíneo y aumenta el riesgo de infecciones,
siendo los fumadores más propensos a padecer resfriados y gri-
pes, ya que se debilita el sistema inmunológico de forma notable.
Evitar los cambios de temperatura extremos. Cambios que
obligarán al organismo a hacer adaptaciones rápidas para poder
estabilizar el cuerpo. Evitar las mojaduras o viento frío ... que
puedan descompensarnos.
Evitar eliminar por completo la fiebre. Cuando hay un proce-

[ 50 \
Cartas a Tánatos

so catarral o similar en marcha, la fiebre debe controlarse, man-


teniéndola alrededor de 38º en las personas cuya temperatura
“normal” oscila entre 36, 5º o 37º. La fiebre es una herramienta
de nuestro organismo para mantener a raya a los agentes nocivos
externos, y forma parte de la respuesta inmunitaria normal.
Cuida tu alimentación. Una dieta variada y equilibrada rica
en zinc y vitaminas A, B, C, E y D, son esenciales para fortalecer
el sistema inmunitario. Reduce o evita al máximo, consumir ali-
mentos refinados y frituras. Aumenta el consumo de frutas cítri-
cas y verduras, ya que actúan como antioxidantes para proteger
y fortalecer tu sistema inmune.
Procura incorporar a tu dieta diaria estos alimentos para au-
mentar las defensas y fortalecer el sistema inmunológico. Los ali-
mentos con vitamina A, protegen las células respiratorias y ayu-
dan a mejorar la inmunidad de la piel: tomate, remolacha, fresas,
cerezas, espinacas, lechuga, zanahoria y calabaza.
Alimentos con vitamina B, fundamental para aumentar las de-
fensas y mantener el buen funcionamiento del organismo: pesca-
do, huevo y legumbres. Alimentos con vitamina C, esencial para
el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Una excelente
fuente son los cítricos como la naranja, el limón, el kiwi, manza-
na y vegetales de hoja verde como el brócoli, los pimientos y las
patatas.
Alimentos con vitamina E, refuerza el sistema inmunológico
por sus propiedades antioxidantes naturales: frutos secos, espá-
rragos y aceite de oliva. Alimentos ricos en Zinc, como cereales
integrales, marisco, legumbres, huevos, productos lácteos, pesca-
do, carnes y semillas de calabaza. Una deficiencia en zinc puede
debilitar el sistema inmunológico, permitiendo la entrada de vi-
rus y agentes externos.
Además, en tus hábitos alimenticios evita los alimentos en ma-
las condiciones, o aquellos de los que no estemos seguros de su
higiene y no consumas alimentos que puedan dañarte, específi-
camente los que te produzcan intolerancias o alergias, o simple-
mente los que no te hagan bien.
Evitar la falta de higiene, sobre todo en manos, pies y orificios
del cuerpo. Tampoco es conveniente “pasarnos de limpios”; un
uso excesivo de productos de higiene, sobre todo si no respetan el

[ 51 \
Alfredo Alvarez

PH de la piel, puede alterar la flora bacteriana natural de nuestro


organismo dejándonos desprotegidos.
Hacer ejercicio, pero evitando los esfuerzos excesivos, que nos
dejarán agotados y caerán las defensas. Ni tan cerca que lo que-
me, ni tan lejos que no lo alumbre.
Dormir bien. Fundamental, y saque la tv del cuarto. La falta de
sueño provoca efectos negativos sobre la salud y especialmente
sobre el sistema inmune. Hay una estrecha relación entre dormir
y el sistema inmunológico, ya que la calidad del sueño es un fac-
tor importante para equilibrar el sistema inmune y para la pro-
ducción de glóbulos blancos, encargados de proteger el organis-
mo de gérmenes. Dormir poco debilita el sistema inmunológico y
nos estresa. Por la noche cuando dormimos es cuando se produce
el proceso de reparación de nuestras células y la regeneración del
cuerpo, así como las reservas de energía. Se recomienda dormir
un mínimo de 7 a 8 horas diarias, sin embargo, cada individuo es
diferente y puede variar de una persona a otra.
Consumir Probióticos. Los probióticos son bacterias buenas
que forman parte de nuestra flora bacteriana y juegan un papel
importante para la salud del tracto gastrointestinal y para forta-
lecer el sistema inmunológico. Los probióticos se encuentran en
alimentos lácteos fermentados, yogurt y cápsulas. El consumo de
estos alimentos probióticos, junto a una dieta equilibrada rica en
fibra y libre de grasas saturadas, ayudan a fortalecer el sistema
inmunológico. El suero Don Manuel es el mejor de los probióti-
cos del mundo. Se los aseguro.

[ 52 \
Cartas a Tánatos

Penélope

Sexta carta

ilagros teje en silencio y sin fatiga durante varias horas al

M día. En su ejercicio ritual le gana espacio a la vida y hace


maravillas con sus manos. En su sabio ardid, sus dedos
certeros enhebran los hilos en una red de amor que se ofrece ge-
nerosa, amplia e infinita. Para que ello sea posible, nos ofrece las
formas correctas de hilos estructurados como el ADN de un án-
gel nacido en tiempo de pascua. Cadenetas infinitas, doble tor-
chado, bucle irlandés y otros recursos van apareciendo a medida
que el tiempo marca nuestra recuperación. Todo lo que hace es
bellísimo, pero sin reservas, yo creo que lo mejor que obtuvo en
este tiempo, fueron los títeres que ofrecimos de regalo de navi-
dad a la Infanta Coral.
Entre los afables animales destaca un Unicornio (es sin duda
su animal favorito) que se presenta con una hirsuta melena de
dreadlocks de colores como si fuera un rastafari cabudareño que
se peina con un triquitraque. Es el mejor y más bello, para su glo-
ria Coral lo ama con su afable locura de niña buena. Está igual-
mente integrado en la tropa de la Infanta un Burrito Sabanero
que la invita a recorrer el camino de Belén. Su ritornelo del agui-
naldo es memorable, algún día lo subo a las redes para compar-
tirlo con ustedes. Habita en la pandilla, la Jirafa Teresa que come
zanahorias con una gula impropia, así como también un émulo
del Lagarto Juancho, un bello saurio que exhibe una dentadura
cero caries. Los títeres conforman un estrecho guante que la niña
dispone sobre sus manos y a partir de su convite, se inicia una

[ 53 \
Alfredo Alvarez

puesta en escena que contemplamos a la distancia, gracias a una


comunicación en video favorecida por la red de WhatsApp. Ser
feliz básicamente es un acto de sencillez y determinación.
Así como yo escribo, para Milagros tejer es un acto simbóli-
co muy poderoso y sanador. La ayuda a superar el trágico do-
lor causado por la pérdida reciente de su madre. El rito silente e
íntimo, sana sus heridas, restablece los afectos extraviados con
Carmen Teresa y propone líneas de continuidad con la nieta que
roba con toda justicia nuestro corazón de abuelos reducidos. Esto
que observo y trato de dibujar con torpe emoción, “es una cosa
de mujeres” donde la fortaleza es una constante. No hay un vín-
culo entre los hombres sobre el cual se pueda soportar el peso de
una realidad, como la que actualmente enfrentamos con la ayuda
de mi mujer. Las mujeres pueden hacerlo en silencio, sin ruido,
de continuo, sin quejarse, y ofrecer resultados de un alto nivel
de eficiencia. El próximo idiota que hable del sexo débil le voy a
ajustar las cuentas.

Ella replica la paciencia de Penélope, que más que paciente


fue un ser audaz y muy valiente. Homero resolvió radicar en Pe-
nélope el modelo opuesto a la mujer idealizada, débil, frágil, vul-
nerable, ayuna de talento. Le confirió el sitio de la mayor fortale-
za y coherencia posible. La leyenda y la literatura clásica le han
dado celebridad universal por la fidelidad guardada a su mari-
do, a quien esperó durante veinte años, mientras él se hallaba en
la guerra de Troya. En efecto, entre las mujeres de los héroes que
participaron en la toma de esta ciudad, es casi la única que no su-
cumbió a los demonios de la ausencia.
Su leyenda es narrada sobre todo en la Odisea, aunque existe
cierto número de tradiciones locales, o posteriores, que difieren
notablemente de la vulgata homérica. Pronto Penélope fue obje-
to de solicitaciones cada vez más apremiantes: todos los jóvenes
de las cercanías pedían su mano, y como ella rehusaba, se instala-
ron en el palacio de Ulises. Inspirados en el populismo socialista
pre-socrático, se dieron una vida espléndida y trataron de vencer
la resistencia de la mujer arruinándola ante sus ojos. Penélope les
dirigió violentas censuras, pero de nada sirvieron. Entonces acu-
dió a una estratagema; les dijo que elegiría uno entre ellos cuan-

[ 54 \
Cartas a Tánatos

do hubiera terminado de tejer la mortaja de Laertes. Y el trabajo


que efectuaba durante el día lo deshacía durante la noche. Final-
mente, al cabo de tres años, fue traicionada por una de sus cria-
das, y los aplazamientos que hasta entonces había conseguido no
se continuaron.
Cuando Ulises regresa, no se da a conocer por el momento a su
esposa. Durante el combate con los necios pretendientes, a quie-
nes despacha como bien les corresponde, Penélope permanece en
su aposento profundamente dormida. Sólo después de ordenar
el caos reinante Ulises revela su identidad. Ella vacila, pero final-
mente lo reconoce. La diosa Atenea cuidó de prolongar la noche
siguiente, para que ambos esposos tuvieran tiempo de relatarse
mutuamente sus aventuras. Desde el silencio y la fortaleza que le
trasmitió su refugio para tejer la mortaja de Laertes.
Por lo general en nuestras crisis de extravío buscamos fuera de
nosotros, el sitio donde apoyarnos o solicitar auxilio. Desestima-
mos sin saberlo que los mejores recursos están allí, disponibles y
a la mano. Sin costo, abundantes, en nuestro entorno. Pueden ser
nuestra fe en Dios, el amor de los familiares, tus convicciones bu-
distas, el Ánima de Pariaguán, tu feligresía con la Divina Pastora,
tu amor por el Cardenales de Lara e inclusive tu militancia polí-
tica. Todo suma, todo incluye, nada resta.
Lo más conveniente es realizar un inventario de todos esos re-
cursos y optimizar nuestra capacidad de respuesta ante la adver-
sidad. Son todos elementos muy valiosos para la construcción de
nuestra resiliencia. Haya gente mucho mejor formada que yo (un
rato largo) en este tema que nos sugiere que partir de un pensa-
miento positivo es el paso más conveniente en este proceso de
blindarnos ante las adversidades. Suena como una frase cómoda,
fácil, ligera, de esas que puedes soltar como un pañuelo hasta la
próxima visita, pero no es así. La cosa es seria y funciona.
Rescato dos ideas a mi juicio fundamentales: La psicología po-
sitiva es el estudio científico del funcionamiento óptimo de las
personas, y eso quiere decir que yo no estoy inventando el agua
tibia cuando decido meterme por estos meandros. Mis convale-
cientes percepciones coinciden con un esfuerzo científico y docu-
mentado sobre el tema, al cual deberíamos dedicar un poco más
de tiempo, respeto y curiosidad. La segunda idea, es que la psi-

[ 55 \
Alfredo Alvarez

cología positiva persigue descubrir y promover los factores que


permiten a los individuos y las comunidades vivir plenamen-
te. Les hablo de una psicología que incluya tanto los problemas,
como lo que función bien y lo que hace que la vida valga la pena.
En todo ese cuento la salud física es fundamental, ella también
nos ayuda a concebir mejores ideas sobre el tema.
Uno de los promotores de estas maravillosas ideas Martin Se-
ligman, reconocido pionero de la psicología positiva, nos explica
que la felicidad no siempre depende de nuestro estatus social,
nuestra religión o nuestra belleza física. La felicidad en realidad
es una combinación única de lo que él llamó “fortalezas distinti-
vas”, como el sentido de humanidad, la templanza, la persisten-
cia y la capacidad de llevar una vida significativa. Mientras los
científicos combaten al bicho, nosotros debemos mirar hacia den-
tro de nosotros y construir ese sólido andamiaje de razones para
soportar ésta y cualquier otra adversidad. Hacer de nuestra vida,
un acto significativo.

Milagros teje en silencio.

[ 56 \
Cartas a Tánatos

[ 57 \
Alfredo Alvarez

Elena Tirado de Saavedra

[ 58 \
Cartas a Tánatos

Los resultados

Séptima carta

A Elena Tirado, dedico con mi mayor y mejor afecto.

a fecha de ayer fue un día donde las expectativas en torno

L a nuestra mejoría marcaron la ruta y el norte de este pe-


riplo vital que recorremos desde hace unas tres semanas
Milagros, mi mujer y yo. Recuerdo que cuando nos casamos le
solicité como única condición para el acuerdo matrimonial, que
yo tan solo quería envejecer a su lado. No quería hacer nada dis-
tinto a ese propósito y espero no aportarme de esa política fami-
liar. Antes le había prometido convocar una fiesta de cumpleaños
ruidosa y memorable, justo cuando ella se encontraba coquetean-
do con el medio cupón. Fue todo un éxito y allí estuvieron para
acompañarnos buena parte de nuestros mejores amigos. Se les
llama eventos icónicos.
En esa ocasión bailamos al compás de un grupo de rock sesen-
toso y divino que se hace llamar People. Luego vendría la salsa,
el vallenato, raspacanillas, y hasta una espontánea hora loca. Co-
mimos buenos manjares y libamos licores con la holgura que la
circunstancia nos lo permitió. En el desayuno del día siguiente
hubo cierto escándalo gastronómico provisto por los dos hijos va-
rones Alejandro y Carlos Alfredo, quienes como buenos acuaria-
nos embutieron sus criollas arepas, con pastrami, jamón serrano
y un queso emmental que todavía recuerdo.
Concluyo: Tener una saludable y razonable expectativa, te per-
mite alcanzar altos y razonables objetivos. Estimo, auxiliado por
[ 59 \
Alfredo Alvarez

la certeza de los hechos, que estamos cumpliendo con la promesa


de amor en los mejores términos posibles. Así también lo estamos
haciendo con nuestra recuperación. Una alta expectativa.
La jornada de este viernes fue una jornada intensa, exigente,
movida y determinante que consumió buena parte de nuestras
mermadas fuerzas, y por ejemplo a mí, me impidió escribir como
es debido. Temprano, con el auxilio de Pedro León de Allen, con-
currimos al laboratorio clínico para realizarnos las pruebas he-
matológicas que determinarían en que estatus sanitario nos en-
contramos para este momento. Se les llama pruebas llamadas
IGM e IGC, unos trámites serios, contundentes y concluyentes.
Milagros aprobó y yo salí raspado.

Elenita con la destreza de un crupier, te toma una muestra de


sangre que luego encapsulan en un tubito marcado con un códi-
go de barras. A partir de allí se inicia un trámite donde un equi-
po de unos muy bien entrenados algoritmos, una buena reacción
de reactivos químicos y sensores de alta tecnología determinan
como es que se bate el cobre entre tu sistema inmunológico y el
coronabicho. Los equipos – lucen como una sala de computación
de la NASA- están alineados en un amplio y pulcro espacio don-
de los ronroneos de sus megabytes alcanzan sin fatiga su afanosa
y delicada tarea. Todo ocurre en pleno corazón de Barquisimeto,
a un tiro de piedra de la plaza Bolívar y el edificio Nacional.
En esos espacios manda, dirige, coordina y lidera Elena Tira-
do. Se mueve como un medio campo que organiza y reparte jue-
go. Ordena con la mirada penetrante de las metras negras que
marcan su cara. Calma con la sonrisa generosa de su alma noble,
y hace saber que las cosas hay que hacerlas bien y rápido. Como
un buen medio campista de un equipo de futbol también sabe
cuándo dar leña, y de que elegante manera lo logra.

Nos tropezamos con la espectacular Yuyita de Chiossonne y


su hija Juana Inés de la Divina Pastora. Mejor vibra imposible,
mejor manera de iniciar un día no se puede concebir, pues es un
verdadero lujo contar con dos personalidades como estas. Dios
mío que sería de Barquisimeto sin sus dos potentes personalida-
des. Para mí, y no exagero, las Kardashian – si pudieran hacerlo-

[ 60 \
Cartas a Tánatos

deberían agarrar un cursito de buenas formas y mejores artes con


las dos damas Chiossonne. Ojo, aclaro que no hay punto de com-
paración, pero en todo caso las socialités saldrían ganando en ese
convite. Mucha clase.

A las pruebas me remito


Con el coronavirus, han sido muchas las diferentes pruebas
que se han utilizado para saber si una persona está contagiada o
no. Entre ellas, las pruebas PCR (a juicio de los entendidos muy
poco fiables) porque solo nos informan de si un individuo está en
contacto con la COVID-19 en el momento de su realización. Lue-
go se ubican los test serológicos, mediante los cuales se permiten
detectar los anticuerpos generados y la respuesta del sistema in-
munológico al virus. Son instrumentos más confiables, y actúan
de forma parecida a los duros de la partida de póker.
Consultando a los más entendidos que yo, me explican que,
entre los tipos de anticuerpos, encontramos un total de cinco:
IgA, IgE, IgD, IgM e IgG. En este caso, los más importantes son
el IgM y el IgG, ya que, si se analizan juntos, la información obte-
nida demuestra en qué fase de infección se encuentra la persona
que es evaluada. Esa es la razón por lo que estos test serológicos
nos hablan de la presencia de IgM e IgG en la sangre. No son sim-
páticos, pero sí muy eficientes. Tampoco se pueden impugnar sus
resultados, ni convocar a los Patriotas que apoyan a Trump para
demeritar su trabajo. Bioquímica y hematología pura y dura.

Con la venia de mi amigo Jonás Mendoza agrego otro deta-


lle que estimo es de importancia comprender. El llamado factor
IgM es la primera inmunoglobulina que se genera en la sangre
después de la infección. Su desventaja es que no suelen ser muy
efectivos. El máximo nivel en sangre se alcanza a las 2-3 semanas
y estos anticuerpos van desapareciendo a los 20 días de la supe-
ración del virus. Yo debo andar por allí.
El otro factor por evaluar es el caballero IgG. Este se produce
cuando la infección está bastante avanzada y puede permanecer
hasta meses después de haber pasado la enfermedad. En su caso,
se trata de anticuerpos más precisos y efectivos que los IgM, pero
suelen tardar más en aparecer. Los registros indican que entre los
[ 61 \
Alfredo Alvarez

10 y los 14 días una vez se ha acabado con la infección. En su caso,


empieza a desaparecer de la sangre a los 50 días de haber pasado
la enfermedad.
¿Qué significa un positivo o negativo en los test serológicos??
Teniendo en cuenta lo que significan los anticuerpos IgM e
IgG, y con la información recogida de IES MEDICAL, sabemos
lo siguiente:
Negativo: Si el resultado del test serológico da negativo en IgM
e IgG, quiere decir que el paciente no ha contraído el virus, debi-
do a que su sistema inmunológico no presenta rastro de él, pero
estos resultados no excluyen la infección, por lo que, si la persona
sigue teniendo síntomas, deberá repetir el test a los 3-5 días.
Positivo: Si el resultado da positivo en IgM e IgG, quiere decir
que el paciente está en la fase aguda tardía de la infección.
-IgM positivo: Si el resultado da positivo en IgM y negativo en
IgG, indica que el paciente está en la etapa aguda de la infección.
-IgG positivo: Si el resultado da positivo en IgG y negativo en
IgM, indica que el enfermo está en la etapa de recuperación del
virus.
Conclusión: Debemos continuar bajo los cuidados médicos,
cumplir el tratamiento sugerido por el médico tratante. Mantener
el reposo y el aislamiento, y esperar por ese lapso de dos semanas
para volver a medir los valores Igm IgG. Como diría mi amigo el
Chipo, dale guaya Cabezón.

Conviene saberlo
Un estudio realizado entre personas mayores, ubicadas en ins-
talaciones de vida en Ámsterdam, encontró que aquellos que se
sentían solos tenían un riesgo 64 por ciento mayor de desarro-
llar demencia clínica. En general, si se siente solo o aislado so-
cialmente, tiene casi un 30 por ciento más de probabilidades de
morir prematuramente que si tiene compañía. Estadísticamente,
la soledad es tan perjudicial para nuestra salud como fumar 15
cigarrillos al día. Incluso hay evidencia de que la soledad de du-
ración limitada puede conducir a una muerte prematura, lo que
puede ser una mala noticia para aquellos de nosotros que esta-
mos viviendo la pandemia. Busquemos a nuestro prójimo más
cercano y protejamos nuestra vida de la soledad.
[ 62 \
Cartas a Tánatos

Una publicación de 2019 sobre la soledad en el sitio web bri-


tánico Mind menciona la influencia de la soledad en el bienestar
mental. La soledad está asociada con un mayor riesgo de cier-
tos problemas de salud mental, como depresión, ansiedad, baja
autoestima, problemas para dormir y mayor estrés. En 2015, un
columnista de Psychology Today limitó de manera similar la dis-
cusión sobre los efectos de la soledad en los trastornos mentales;
vinculándola con la depresión, la ansiedad social, la adicción y el
acaparamiento.
Respiro aliviado por poder entender lo que traduce el signi-
ficado de los exámenes que comanda Elena Tirado. Milagros ya
puede actuar con más libertad, pues ella inició las terapias médi-
cas con antelación a mi persona y ganó en buena lid su espacio.
Mi rezago, lo expresa el resultado, y seguiré paciente la ruta de
mi recuperación. Mi expectativa es alta, porque yo aspiro un re-
sultado en esa misma condición. Estoy salivando por una arepa
rellena de pastrami, otra de jamón serrano y una tercera de queso
emmental. No faltará seguramente quien juzgue con severidad
esos desvaríos postcovid, pero los acuarianos somos así. Amigos
de las fiestas ruidosas y memorables. También de las altas expec-
tativas.

[ 63 \
Alfredo Alvarez

[ 64 \
Cartas a Tánatos

Resiliencia

Octava carta

A Erlinda Álvarez de Suárez, dedico. Mi hermana resiliente

on las 6.45 de la mañana y así viene la historia. Nada

S más al despertar estás obligado a ordenar tus priorida-


des y adoptar las decisiones que van saltando delante de
ti como si fueran las cotufas de un aquelarre de aceite y candela.
Machucado por la COVID-19 eres acompañado por un malestar
que te arrastra hacia una zona de molestia y cansancio perenne.
Quisieras tener la fuerza para salir y caminar una hora por las
calles aledañas a mi edificio y al retorno prescindir del ascensor.
Vivo en un cuarto piso y por ahora esa proeza atlética no es posi-
ble. Tú decides, te sientes bien, o la suerte no te sonríe por ahora.
Cada día te sientes mejor, pero esa inefable sensación te recuer-
da que tus leucocitos andan en una batalla que no cesa todavía.
Tú decides, te sientes mal, o mucho mejor que ayer. La covid-19
afecta las vías respiratorias y los pulmones de una persona, pero
esos órganos trabajan juntos para proporcionarle oxígeno al cuer-
po. Cuando los pulmones están sobrecargados con una infección
de este tipo, el corazón debe trabajar más duro, lo que exacerba
los riesgos para las personas que ya viven con enfermedades car-
díacas. Debemos revisar y cuidar esos detalles, me digo mientras
cepillo mis dientes.
La ducha matutina además de no ser un problema mayor, de-
bería ir acompañada por abundante agua tibia, jabón y tranqui-
lidad. Más en esta ocasión, no fue posible. En ello influye pro-
bablemente la necesaria presión del agua en toda la tubería del
edificio, su conexión con el calentador y la opción de recibir su-
[ 65 \
Alfredo Alvarez

ficiente agua caliente. También es probable que en el transcurso


del baño las cosas cambien y pueda recibir la ansiada caricia de
un chorro de agua, por encima de los 38 o 40 grados centígrados.
Ese detalle no depende del todo de ti, pero no puede detenerte.
Esa tubería tiene más de 20 años de uso continuo y reclama
una intervención quirúrgica que desaloje tanto sedimento acu-
mulado. Le urge un tratamiento para tratar y resolver esa espe-
cie de estenosis carotidea severa que padece. La técnica, me dijo
Eleazar García consiste en eliminar la oclusión de la arteria y la
manera más común de hacerlo es mediante una cirugía, conocida
como endarterectomía carotidea. Se realiza a través de una inci-
sión en toda la parte frontal del cuello; a fin de destapar la arteria
carótida y extraer la placa. Yo conozco un súper plomero que se
va a encargar del detalle.
Él se llama Andrés Soler, justo como el actor mexicano y es
como el doctor José Gregorio Hernández de las tuberías obstrui-
das. Yo decido que el detalle de la tubería no me altera el día. Lo
de la ducha ideal sigue siendo un asunto dominado por la exter-
nalidad y en consecuencia, mido hasta donde yo puedo influir
en su marcha, evitar que se repita, o siga sucediendo. Bañarse al
despertar es un hábito muy sano, y decido cumplir con toda su ri-
tualidad. Tengo agua, tengo, baño, tengo jabón y una toalla seca.
Dios es grande y generoso.
Hay momentos en que no hay objeciones y el agua caliente flu-
ye sin problemas y a paso de vencedores. En otras circunstancias,
la presión es poca, no se activan los mecanismos establecidos y
debes optar por una ducha de agua fría. Es bueno darse un baño
con agua fría por la mañana. Ese golpe de mínimas agujitas sobre
la piel te despierta de un solo envión. Activa la circulación de la
sangre, pone tu cerebro en órbita, tonifica tu machacadito cuerpo
y aleja los malos pensamientos. Yo elijo.
También me dicen que ayudan a quemar grasa gracias a la es-
timulación de la quema de calorías. Te ayuda a activarte por las
mañanas, al igual que beberte una taza de café, así como una me-
jora el sistema inmunológico, e incluso beneficios sobre la circu-
lación sanguínea. Ducharse con agua fría después de hacer ejerci-
cio puede realmente impulsar la recuperación física luego de una
jornada extenuante. Milagros asegura que ayuda a la mantener la

[ 66 \
Cartas a Tánatos

tonicidad muscular y evita andar mostrando las miserias de esas


carnes caídas.
Tú decides, cuál de las dos opciones que te pone por delante
este día es la mejor. Por cual optas para proseguir y de qué mane-
ra conviene a tus intereses más inmediatos. Si tú quieres le echas
la culpa al que te conté, al constructor del edificio (yo jamás lo
haría, lo conozco, es tremendo tipo y lo construyó muy bien) a
Mercurio retrógrado, a las malas vibras de un cuñado chavista, a
una ex novia pavosa que te tropezaste en Facebook, o a la mala
racha de Los Leones del Caracas. Lo otro es echarme a morir y no
avanzar en mi recuperación.
Yo estoy del otro lado. Despacho el baño con rapidez porque
hay otras cosas muy importantes por hacer en este día. Sin saber-
lo, durante mucho tiempo cultivé el hábito resiliente, instruido
por mi madre, quien siempre le veía el lado bueno a las cosas.
Ana Brígida construyó una familia de 12 hijos y una cantidad ini-
maginable de nietos, biznietos, choznos, sobrinos, ahijados, hijos
de la vida y pare usted de contar. Avanzó sin detenerse en los 98
años de su existencia hasta que decidió morir con una dignidad
a prueba de terremotos. Ella era la mamá de la resiliencia pura y
dura.
Las ciencias sociales tomaron prestado el término de la inge-
niería mecánica, al observar con curiosidad como algunos mate-
riales que eran sometidos a un estrés severo, podían luego de un
tiempo, recuperar sus características fundamentales. A esa condi-
ción tan singular en la conducta de los seres humanos se le llamó
resiliencia y pasó a formar parte de un concepto que la psicología
moderna incorporó a su lenguaje, a su campo de investigación, y
a su narrativa para explicarnos los más extraños eventos de nues-
tras vidas.

Aunque tiene un origen similar a la palabra estrés, ya que am-


bos proceden del ámbito de la mecánica, su uso está extendiéndo-
se cada vez más al campo de la psicología. Si el estrés, en origen,
define el esfuerzo al que está sometido un material (por ejemplo,
un pilar de un edificio), la resiliencia se usa en la física para ex-
presar la capacidad de recuperación que tiene ese material a cau-
sa del esfuerzo al que ha sido sometido. Hoy, el concepto tiene

[ 67 \
Alfredo Alvarez

mucho que ver con la persona y con esta realidad tan aparente-
mente nociva que nos está tocando vivir.

Mi hermana resiliente
Erlinda Álvarez de Suarez, es una de mis hermanas mayores.
Al morir Virginia la mayor de todos nosotros, otra resiliente in-
signe, ahora ella es la más mayor de todas las hijas de mi madre.
Insisto, es lo más resiliente que conozco después de mi madre. A
sus 80 años coquetea con una solvencia audaz muy por encima
de cualquier previsión impuesta por una aseguradora de riesgo.
Posee un humor contagioso, vital y energizante. Ella es la respon-
sable de haber enseñado a bailar salsa y lo que fuera necesario a
más de un sobrino con tres piernas y un oído sordo. Resolvía con
un ingenio supremo el tema de los disfraces de carnaval de to-
dos, elaboraba las mejores tortas de cumpleaños, su casa servía
de refugio cuando te metías en problemas. Gracias a su indul-
gente gesto, si estabas en aprieto podrías obtener inmunidad di-
plomática ante los requerimientos de la autoridad materna. Ella,
además de ser una mujer muy bella, es lo que con gran acierto el
Gran Lalo Colmenares Álvarez, uno de sus sobrinos más cerca-
nos y consecuentes, denominaba, un bonche responsable.
Logró parir ocho muchachos que la premiaron con una tribu
de nietos que ahora coloniza desde la helada España al Cono Sur
del continente. Acompañó a bien morir a su esposo afectado de
problemas hepáticos hace algunos años. Sepultó a tres de sus hi-
jos, los cuales decidieron partir antes de tiempo. Ella fue el auxi-
lio más cercano en la corta agonía de mi madre antes de su viaje,
y no conozco persona alguna a la que haya negado auxilio en un
momento de gravedad. Todas esas duras tareas las cumple sin
inmutarse y de ser posible, con un gesto reparador que trasmite
calma y esconde una leve sonrisa.
Cumplió con esos dolorosos compromisos sin perder la carga
de alegría que los crueles eventos le demandaron. En un momen-
to crítico de mi recuperación, hace algunos días, demandó a su
hija que realizara una video-llamada a mi número telefónico. Du-
rante la larga conversación cantó, bailó, me dio ánimos y abun-
dó en los detalles de algunas historias graciosas de su reclusión,
durante la obligada cuarentena. Últimamente mezcla viejos rela-
[ 68 \
Cartas a Tánatos

tos de la familia, algunos chistes de las redes sociales y construye


unas historias graciosas y muy didácticas. Ese contacto telefóni-
co, fue mucho más determinante en la recuperación de mi opti-
mismo, que todos los esteroides y retrovirales juntos. Ella a pesar
de las adversidades, no se queja y siempre elige ser feliz.
En la mitad de la cuarentena del 2020 Erlinda se sintió mal de
salud. Corrimos en su auxilio con los medicamentos requeridos y
con la necesaria atención médica, recuperó su vitalidad a los po-
cos días. Ya restablecida, exigió a unas de sus nietas le arreglará
su cabello, maquillará su rostro y colgará algunas fotos en el Fa-
cebook para que se supiera de su buena salud. Unos sobrinos que
andaban conociendo la nieve por Carolina del Norte, otros al Sur
de Chile, sus nietos en Sevilla, y la diáspora completa; celebraron
jubilosos su brillante arrojo. No conozco a alguien que reúna ma-
yores condiciones de resiliencia que mi hermana, y supongo que
es algo que está inscrito en nuestro ADN.
La resiliencia (psicológica) consiste en la capacidad de hacer
frente a las adversidades, superarlas e, incluso, ser transforma-
dos por el propio proceso. Al igual que un objeto abollado reco-
bra su forma primitiva si tiene la suficiente elasticidad, los seres
humanos dotados de resiliencia serán capaces de salir de una di-
ficultad si consiguen desarrollar cierta plasticidad en forma de
habilidades resiliente. Tenemos historias suficientes para cons-
truir el manual del resiliente venezolano.
La resiliencia va más allá del concepto de flexibilidad: No alu-
de solamente a la capacidad de adaptarnos al entorno, sino de
la capacidad de adelantarnos a él. No se trata únicamente de ser
versátiles para cuando haya momentos complicados. La cosa es
estar bien situados para cuando la adversidad te mire a la cara,
tener la capacidad de enfrentarse a ella con los mejores recursos
posibles y, además, salir reforzado de la lucha que tendremos con
ella.
Es momento de darlo todo. Levantarse más temprano, leer
más, relacionarse mejor. Las oportunidades no llegan caídas del
cielo. La perseverancia y el estar en contacto de forma perma-
nente con los contenidos asociados a las posibles oportunidades
es una obligación que nos debemos tomar muy en serio. Debe-
mos luchar de forma consciente contra la procrastinación, porque

[ 69 \
Alfredo Alvarez

cada día que pasa sin estar encima de lo verdaderamente impor-


tante (profesionalmente hablando) nos aleja de cualquier objeti-
vo a la vista.
Debemos permitirnos salir del guion establecido y actuar re-
programándonos a nosotros mismos. Acudiendo a sitios diferen-
tes, o que no teníamos previstos, leyendo contenidos que apa-
rentemente no tienen que ver con nuestra experticia profesional,
relacionándonos con personas que no conocemos. Me compro
esta frase feliz que nos dice que el verdadero descubrimiento no
consiste en encontrar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos
ojos. Nos abandonamos en exceso a la planificación y, sin embar-
go, actuar de modo programado hace que olvidemos que en lo
desconocido probablemente también podemos encontrar opor-
tunidades.
¿Nosotros cuando tenemos una dificultad alcanzamos a inter-
pretarla como un problema… o la interpretamos como un reto?
Es un proceso prácticamente inconsciente, pero si encontramos
retos y desafíos en lugar de problemas en nuestra vida, estare-
mos facilitando que la pasión sea el instrumento con el que nos
enfrentemos a la adversidad, en lugar de la desidia y cierta sensa-
ción amarga que aparecen cuando enfocamos de forma pesimista
el escollo.
La frase es buena, no sé a quién pertenece, pero la comparto
con ustedes al precio de su costo. Un resiliente optimista satura-
do de buena vibra aseguraba que él no había fracasado en su ta-
rea de vivir conforme a sus principios. Simplemente el reconocía
que había descubierto diez mil alternativas que no funcionan y
seguiría intentándolo.

[ 70 \
Cartas a Tánatos

Salud y democracia

Novena carta

ristinita Agreda – lo que se llama en el lenguaje Carore-

C ño más ortodoxo una prima de bragueta- celebra cuan-


do escribo la carta del día y no hablo de política. Ella es
una prima hermana de Milagros, también abogado, valenciana,
bella y solidaria hasta más allá de la Gran Sabana. Aprecio que
como muchos de nuestros compatriotas se siente terriblemente
abrumada por la baja efectividad política de nuestra dirigencia
política. Entiendo su júbilo tanto como su decepción. El catálogo
de metidas de pata que hemos acumulado a lo largo de estos 20
años los demócratas venezolanos, debieran constituir el primer
referente para saber cuáles son las acciones que no deben repetir-
se, y cuáles son las rutas que se deben allanar en busca de la re-
cuperación de nuestro estatus como una sociedad democrática y
liberal. Luce fácil describirlo, pero muy complejo llevarlo a cabo
en forma correcta.
Cuando más extraviado me siento, más auxilio solicito a mis
amigos los libros. Me apoyo en ellos, porque resumen reflexio-
nes y experiencias que van mucho más allá de mis muy limitadas
capacidades. Por ejemplo, me gusta volver sobre las notas mar-
ginales que hice al texto en Defensa de La Política de Bernardo
Crick y en particular leo y releo con pasión sus observaciones
sobre la necesidad de convivir y desarrollar la política como una
obligación y una necesidad ciudadana. Crick es un habitante de
London School of Ecomics y de la Universidad de Harvard que
produjo un libro maravilloso y espectacular titulado en Defensa
de la Política.

[ 71 \
Alfredo Alvarez

Me dice Crick que la política no puede albergarlo todo, pero


nada puede estar completamente al margen de la política. La po-
lítica lejos de ser un mal necesario, es un bien práctico, y aunque
sus métodos suelen ser borrascosos e imperfectos, el resultado
siempre es preferible al de los gobiernos autocráticos-autorita-
rios. La condición para la preservación de ese equilibrio, es que
los ciudadanos actuando dentro de los márgenes de la política,
estén conscientes que, respirando en el espacio público de la po-
lítica, están garantizando la sobrevivencia del Estado liberal.
Al igual que el cuerpo humano la sociedad posee particulares
mecanismos reguladores que le permiten garantizar su existen-
cia. La sociedad democrática tiene un singular sistema inmunoló-
gico, donde la sociedad civil actúa como un ejército de anticuer-
pos para garantizar el suficiente equilibrio entre los ciudadanos
y el estado. Posee la figura del estado de derecho y la libertad de
expresión como los condicionantes básicos de su equilibrio ba-
sal, un concepto médico que nos habla del nivel de energía más
eficiente y eficaz de un sistema físico. En el caso de la sociedad,
esa energía requerida para un asertivo equilibrio basal es preci-
samente la política. Concluimos entonces que la ausencia de po-
lítica, es un estado parecido a la enfermedad. Debemos curarnos
cuanto antes.
La reflexión viene a cuento por la estrecha relación que existe
entre la política, la democracia y la salud de la gente. Buscando
datos sobre el coronabicho me cuelo en el sitio web de la Revis-
ta Lancet, una de las publicaciones científicas más prestigiosas
sobre temas de salud del Reino Unido. La publicación es un re-
ferente serio, certero, que no demanda mayores presentaciones.
The Lancet (en inglés: la lanceta, ‘el escalpelo o bisturí’) es una re-
vista médica británica, publicada semanalmente por The Lancet
Publishing Group. Toma su nombre del instrumento quirúrgico
llamado lanceta. El actual editor (2016) es Richard Horton de El-
sevier Properties, S.A.
Según el estudio, la esperanza de vida creció más rápido en
aquellos países que cambiaron a un gobierno democrático desde
1970. Los investigadores descubrieron que la esperanza de vida
mejoró más rápidamente en los países que cambiaron a la demo-
cracia en los últimos 50 años, y aseguran, que hubo menos muer-

[ 72 \
Cartas a Tánatos

tes por enfermedades cardiovasculares, enfermedades como el


cáncer y la cirrosis e incluso, un menor número de accidentes
de tráfico. La democracia es buena para el corazón, la salud y la
longevidad, nos aseguran sin ocultar su conocida flema inglesa.
Según han concluido, el estudio reconoce a 170 países que, en un
impulso a esta forma de gobierno, han enfrentado importantes
contratiempos en todo el mundo en los últimos años. ¿Nos olvi-
damos de la política?
El estudio es el más grande de su tipo para establecer una co-
rrelación tan amplia entre la democracia y la salud de los adultos.
El trabajo fue realizado por el Consejo de Relaciones Exteriores
de los EE. UU. y el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud.
Fue financiado por Bloomberg Philanthropies y la Fundación Bill
y Melinda Gates.
Más aún, el estudio, publicado en la revista The Lancet, ex-
puso que no se trataba solo de que las democracias tendían a ser
más ricas, sino que el denominado efecto democracia era mucho
más fuerte que cualquier efecto del PIB. Las elecciones libres y
justas parecen importantes para mejorar la salud de los adultos;
lo más probable es que aumente la responsabilidad y la capaci-
dad de respuesta del gobierno, nos comentan los autores del tra-
bajo. También concluyen en que las democracias son más pro-
pensas que las autocracias a lograr beneficios para la salud.
Los investigadores utilizaron las medidas existentes de la ex-
periencia democrática compilada en la base de datos V-Dem y
las representaron en función de una serie de métricas, como el
gasto público en salud y los resultados de enfermedades. Luego,
compararon las tendencias en los países que habían pasado de la
autocracia a la democracia desde 1970, con 55 estados que no lo
habían hecho. Entre otras cosas, se tuvo en cuenta el impacto del
VIH, ya que la enorme cantidad de ayuda extranjera dedicada al
virus habría alterado los hallazgos.
El informe llega en un momento en que la democracia está
siendo desafiada, probablemente como nunca antes. La mayoría
de la población mundial vive en democracias, pero más de dos
mil millones de personas viven en países en los que la democra-
cia ha retrocedido en los últimos años, como Venezuela, India,
Turquía, Brasil y el propio Estados Unidos. El aumento del popu-

[ 73 \
Alfredo Alvarez

lismo atestigua la desilusión en gran parte del mundo democráti-


co, y el éxito relativo de las autocracias de China a Ruanda, y de
Vietnam a Singapur, ha planteado dudas sobre si la libertad po-
lítica es el mejor sistema de gobierno para todos. El estudio con-
cluye que, en lo que respecta a la salud, sí que lo es.

Las conclusiones fueron aplastantes


 En los países evaluados, la esperanza de vida a los 15 años era
un 3% más alta en los países 10 años después de su transición a la
democracia, en comparación con los países que no habían cam-
biado el tipo de gobierno. Las enfermedades cardiovasculares, la
tuberculosis, las lesiones causadas por el transporte y las enfer-
medades no transmisibles también cayeron a medida que la de-
mocracia se asentaba.
 Los gobiernos democráticos son más eficientes reduciendo la
mortalidad por causas prevenibles o que requieren tratamientos
largos . Estos cuatro peligros para la salud causan un cuarto del
total de muertes y discapacidades en personas menores de 70
años en países de ingresos bajos y medios. La implicación de una
mayor democratización en el mundo autocrático es clara. Estima-
ron que entre 1994 y 2014, el aumento de la experiencia democrá-
tica resultó en 16 millones menos de muertes por enfermedades
cardiovasculares en todo el mundo”, dijeron los investigadores.
Un dato feliz. Un ranking simulado por los datos obtenidos
sitúa a España como el país más saludable del mundo, y si Chi-
na hubiera experimentado la misma transición que logró Polo-
nia durante ese mismo período, habría salvado 10 millones de
vidas de personas que murieron de enfermedades prevenibles.
Los investigadores creen que las sociedades libres logran mejo-
res resultados no por la prosperidad, sino por su sistema de go-
bierno democrático. La democracia es buena para la salud. Según
advierte el estudio, la esperanza de vida creció más rápido en los
países que cambiaron a un gobierno democrático desde 1970.

El populismo es la COVID de la democracia.


No podemos, ni debemos perder de vista que el populismo
es un modo de gobernar muy irresponsable y peligroso. Se com-

[ 74 \
Cartas a Tánatos

porta de igual forma que un virus que infecta un cuerpo alteran-


do todo su sistema inmunológico. La demagogia populista es un
síndrome posiblemente tan letal como el coronavirus, ante el cual
los ciudadanos debemos actuar para su completa erradicación.
Mario Vargas Llosa nos advierte que el populismo no se trata de
una ideología, sino más bien de una epidemia viral en el sentido
más toxico de la palabra, que ataca por igual a países desarrolla-
dos y atrasados. Nos previene de que se trata de una degenera-
ción de la democracia que puede acabar con ella desde dentro.
Democracias sólidas y solventes como la existente en los Es-
tados Unidos, Francia y el mismo Reino Unido no están exentas
de su letal agresividad, y lo prueba el patético espectáculo de las
hordas al servicio de Donald Trump. El renacer de una derecha
xenófoba nacionalista en tierras galas, así como el incierto proce-
so del Brexit en el reino Unido. Vargas Llosa define al populismo
como una política irresponsable que sacrifica el futuro de varias
generaciones por la obtención de un presente efímero.
En estos días corre un serio debate sobre el tema de la libertad
de expresión, luego de que Twitter cerrara la cuenta del señor
Donald Trump. Sobre este detalle agrego dos consideraciones. El
más grave problema de las redes sociales, es que en ellas nadie es
responsable de nada, y en consecuencia impera una anomia ética
que resulta demoledora para cualquier sociedad demócrata. El
hasta ahora presidente de los Estados Unidos ha demostrado una
irresponsabilidad infinita en el manejo de su discurso, y su de-
magogia resulta tan repulsiva como el más abyecto de los virus.
Una segunda consideración. Las redes sociales no son medios
formales de comunicación. Son negocios particulares que ofrecen
la opción de la intercomunicación en tiempo real, una circuns-
tancia que favorecen para obtener sus cuantiosos beneficios. No
podemos aplicar el mismo rasero que se ajusta a un medio de co-
municación formal (radio-tv-diario-) que a un modo de difundir
información como la aplicación Twitter. Son dos cosas estructu-
ralmente distintas. El actual presidente de Twitter, Jack Dorsey,
tiene una participación de 4.7% en todo el negocio y operación de
la red, pero no es el Editor de un Medio que responda éticamen-
te por su gestión. Twitter es un negocio que difunde información
sin control ni criterio editorial, no es un medio de comunicación.

[ 75 \
Alfredo Alvarez

Tanto Trump como Dorsey, son agentes no democráticos, que ac-


túan al margen de la política.
Hay un tipo bien interesante llamado Jason Stanley. Escribió
un libro sobre los modos modernos en que se manifiesta el fas-
cismo en los días que se cuentan. Desde el 2013, es profesor de
filosofía en la Universidad de Yale, después de haberlo sido en la
de Rutgers, pero son las dos últimas etapas de una larga y brillan-
te carrera académica. Está doctorado en Oxford, en Inglaterra y
cuenta con una acreditación en filosofía del lenguaje. O sea, él y
Pedro Carreño para lo que salga.
Me dice Stanley que “la política fascista quiere debilitar el de-
bate público atacando y desvirtuando la educación, los conoci-
mientos especializados y el lenguaje. El debate inteligente es im-
posible sin una educación que abarque distintas perspectivas, sin
el respeto a un conocimiento experto cuando la propia falla, y sin
un lenguaje lo bastante rico como para describir la realidad con
precisión. Cuando la educación, los conocimientos especializa-
dos o las distinciones lingüísticas se menosprecian, lo único que
queda es el poder y la identidad tribal.
Vuelvo sobre la prima Cristinita. La política como una forma
de vida inteligente, no tan solo es buena, sino que es necesaria.
Deben hacerla todos los ciudadanos y no una élite. Es la mejor y
más inteligente manera de resolver nuestras diferencias sin te-
ner que recurrir a un garrote o una pistola. Debemos valorarla
como un mercado de regulación de todas las demandas sociales,
que, aunque no garantice la obtención de un precio justo, ni ten-
ga nada de espontánea, depende de la actividad individual, con-
tinua y deliberada.
Para que exista política debe haber muchos ciudadanos com-
prometidos con su ejercicio y ejecución. Para que exista democra-
cia, debe existir la república. Las acechanzas sobre la salud de la
democracia son serias y tan letales como el mismísimo coronavi-
rus. En conclusión, hay que cuidar la salud de la democracia.
Cristinita, los males de la democracia, se curan con más demo-
cracia.

[ 76 \
Cartas a Tánatos

Qué haremos después del COVID

Décima carta

ste mañana muy temprano, mientras disfrutaba mi ración

E de sol matutino me llamó Gladysvel Márquez la reina mi-


grada del Cantón de Agua de Obispos. Ella proviene de
un poblado ubicado en las cercanías de Carache, un sitio del cual
la historia nos refiere, que allí el 18 de junio de 1813, se escenificó
la gloriosa Batalla de Carache, conocida también como la Batalla
de Agua de Obispos. Desde allí Bolívar avanzó junto a los coro-
neles Atanasio Girardot y el Coronel José Félix Ribas al centro del
país en el marco de la denominada Campaña Admirable. Ella es
el médico ocupacional de la empresa para la cual laboro, y quería
enterarse de mi estado de salud.

La afable Gladysvel al igual que yo, se sobrepone a ese inde-


seado encuentro con la COVID-19, y como buena discípula de
Hipócrates, además de alegrarse por mi mejoría, me sugiere al-
gunas normas y cuidados para mi pronta y efectiva recuperación.
Debo proceder –junto a Milagros- a una evaluación cardiovascu-
lar en el mediano plazo, porque el coronabicho deja secuelas en
el sistema cardiovascular de quienes nos las tenían antes del trá-
gico abrazo. No es lo que fuñe, sino lo seguido. Con el Permiso
de Pablo Milanés, al primer atisbo de libertad, yo pisaré las calles
nuevamente de mi querido Ascardio liberado. Y en una hermosa
plaza me detendré a llorar por los ausentes…
En lo inmediato, debo cuidar con mucho celo los detalles de
mi recuperación. Tengo pendiente mi examen de reparación con
los valores IGG e IGM y estudio a conciencia para no ser aplaza-
[ 77 \
Alfredo Alvarez

do nuevamente. Salir del efecto letal de la covid-19 no es suficien-


te, hay que estar listo para superar su efecto, revisar nuestras zo-
nas vulnerables y fortalecer todo nuestro sistema inmunológico.
Por ejemplo, en mi caso, un jarabe para la tos, la dexametasona y
la solución fisiológica en la cual fue diluida buena cantidad de los
esteroides y retrovirales que me fueron administrados, contenían
mucha azúcar, y eso fue un detalle que afectó notablemente mis
valores de glicemia. A Milagros se le volvió loca la tensión arte-
rial, pero ya se corrigió el asunto. Llegué a pensar que eran mis
encantos, pero el asunto lo resolvió a la brevedad un maracucho
mal encarado llamado Losartán Potásico.

Ahora lucho por liberarme de esa cantidad de azúcar que de-


jaron dentro de mí los medicamentos que salvaron mi vida -vaya
que contradicción- pero hacia allá me dirijo disciplinadamente.
Estoy llegando al límite de los valores ideales, y en eso debo com-
prometer mi apego a una dieta que me ayude, a controlar la in-
gesta de azúcar y carbohidratos, así como retomar alguna acti-
vidad deportiva saludable como caminar, dar largos paseos, o
treparme cuando pueda hacerlo, en una bicicleta por más de 30
minutos diarios. Nada imposible de alcanzar.
Diciembre del 2020 nos trajo sus sorpresitas y vaya que lo fue-
ron. No basta superar la crisis que supone el coronavirus, sino
que debemos estar alerta a sus consecuencias, efectos y las alte-
raciones que produce sobre nuestros valores y los signos indica-
dores de nuestra salud. No basta superar los efectos del corona-
virus, sino que hay que revisar con mucho cuidado las posibles
consecuencias de su terrible abrazo. Algo así como no bajar la
guardia en un combate de boxeo, porque estando recuperados,
esta pelea no concluye aún. Tener una buena esquina ayuda mu-
cho.
A medida que más personas se recuperan de la COVID-19,
muchas de ellas enfrentan otro difícil reto. Recobrar la fuerza fí-
sica y la resistencia cardiorrespiratoria que perdieron durante los
largos períodos de hospitalización o su reclusión de varias sema-
nas en la cama. Dependiendo de la gravedad de la enfermedad,
esto puede llevar semanas o meses, dice la Dra. Anne Felicia, pro-
fesora adjunta de Medicina Física y Rehabilitación, y directora de

[ 78 \
Cartas a Tánatos

investigación del Departamento de Medicina Física y Rehabilita-


ción del Montefiore Medical Center en el Bronx, Nueva York.
En muchos casos, -dice- es probable que el plazo de recupera-
ción de las personas mayores de 65 años se estime en varios me-
ses. Los adultos mayores se diferencian en muchos aspectos de
los adultos más jóvenes, y eso afecta en forma notable su recupe-
ración. No nos olvidemos de un detalle importante. Por un lado,
la salud y el funcionamiento de los distintos sistemas de órganos,
incluidos el sistema cardiovascular y el sistema respiratorio de
todos nosotros, los jóvenes mayores de 50 ruedas, empiezan a de-
teriorarse a partir de los 35 años. Además de ello, la tasa de dete-
rioro aumenta a un mayor ritmo al cumplir los 60 y los 70, mien-
tras que con los más jóvenes la cosa va de otra manera. Antes del
abrazo del coronabicho más de uno de nosotros andaba medio
mascaíto e´ perro con los valores y signos de su salud, y por eso
debieron partir antes de su fecha prevista.

La vida sedentaria, fumar, padecer de asma, alergias respira-


torias, cultivar malos hábitos que comprometa los pulmones son
altos factores de riesgo. Ser asmático en estas condiciones te hace
muy vulnerable y deberías corregir todos los factores que desen-
cadenen una crisis regular de asma. Padecer gripe y otras enfer-
medades bacterianas del tracto respiratorio no es un evento acon-
sejable. Bajo ninguna circunstancia puede ser subestimada con
la cura por guarapitos, infusiones mágicas, consomé de pata e´
pollo, y oraciones a la Santa Virgen de La Paclana. Ni a una gripe
hay que darle oportunidad para que te fastidie.
Mil miligramos de Vitamina C, Vitamina D3 en dosis de mil
UI y Zinc en proporción de 50mg me fueron asignadas por los
próximos 15 meses en forma diaria. Creo que es un buen hábito
que comparto con cada uno de ustedes. Esas vitaminas ayudan
a fortalecer mi sistema inmunológico y forman parte de mí desa-
yuno cada día.
Vuelvo sobre la historia para mis socios y contertulios de la
tercera edad. Los adultos mayores tienen ya una desventaja des-
de el principio con respecto a la COVID-19. Además, de que la
prevalencia de hipertensión y diabetes crece a medida que las
personas envejecen, estas enfermedades pueden empeorar du-

[ 79 \
Alfredo Alvarez

rante el abrazo de la COVID-19 y dificultar notablemente nuestra


recuperación. La inactividad prolongada que puede acompañar
a una enfermedad tan grave como la que genera el coronavirus
también puede acelerar la pérdida natural de fuerza muscular en
los adultos mayores.
El prolongado reposo en cama puede limitar el rango de mo-
vimiento y afectar el sentido del equilibrio. Así que procede la
conseja que sugiere tanta cama como sea posible y tanto reposo
como sea necesario.

Lo primero, ejercicios de respiración


El oxígeno es un elemento imprescindible para que nuestro
organismo funcione correctamente ya que interviene en la gran
mayoría de sus procesos, entre ellos en la transformación de los
alimentos en energía. Por ello, hay una relación directa entre la
respiración y nuestra condición física. Si la primera se hace de
manera adecuada, la segunda se beneficiará sin duda.
Muchos pacientes de la COVID-19 deberán empezar con ejer-
cicios de respiración al menos dos veces al día antes de pasar a
otros tipos de ejercicio. El objetivo es fortalecer los músculos que
participan en la respiración y que han sido debilitados por la en-
fermedad. Cada sesión debe incluir dos minutos de ejercicios de
respiración profunda, que consisten en aspirar despacio por la
nariz, dejando que el vientre se llene de aire y luego exhalar len-
tamente también por la nariz. Yo los hago justo al despertarme
observando los maravillosos Valles del Turbio iluminados por el
sol de la mañana. De paso aprovecho y le doy gracia a Dios por
el segundo chance.
Una segunda fase de esos ejercicios consta de dos minutos de
respiración con los labios fruncidos (inhalar a través de la nariz
durante dos segundos con la boca cerrada y luego exhalar por la
boca con los labios fruncidos durante cuatro segundos, como si
estuvieras soplando una vela. Ayuda también a tonificar los mús-
culos de la cara, la sonrisa y los cachetes caídos.
El oxígeno en nuestro cuerpo incrementa el número de glóbu-
los rojos. Una buena oxigenación brinda adecuadas condiciones
para producir mayor cantidad de sangre; y con esto, así poder
eliminar más fácilmente las toxinas en nuestro cuerpo. Mejora
[ 80 \
Cartas a Tánatos

la capacidad del cuerpo para asimilar los alimentos. El oxígeno


participa del metabolismo de nuestros organismos, un proceso
esencial para transformar alimentos en energía. Favorece el fun-
cionamiento del sistema nervioso. El oxígeno que reciben nuestro
cerebro, columna y nervios permite una buena relajación de los
mismos, comunicando este estado de calma a la mente y cuerpo.
Si hacemos una rutina de respiración pausada y profunda pode-
mos también calmar un corazón acelerado, un músculo agotado
o atravesar satisfactoriamente estados de ansiedad.
Una vez que no tengas esa odiosa sensación de cansancio, la
falta de aire o hinchazón en las piernas durante por lo menos sie-
te días, puedes empezar a caminar o usar una bicicleta fija para
fortalecer tu sistema cardiorrespiratorio. Empieza con 10 minu-
tos a un ritmo cómodo -para no quedarte sin aliento nos acon-
sejan los expertos- y luego aumenta gradualmente a 20 minutos.
Más tarde sube hasta los 30 minutos y cuando empieces a sentirte
más fuerte, puedes intercalar períodos de caminata más rápida
en tu rutina.

Para recuperar la fuerza y la movilidad física es especialmente


importante prestar atención a las caderas y las piernas Para lo-
grar este objetivo, empieza con los siguientes ejercicios. Flexio-
nes de tobillo, sentarse y levantarse, sujetarse a una pieza fija y
descolgar el peso de tu cuerpo. Puente, contrae los abdominales,
levanta las caderas del suelo hasta que estén alineadas con tus
rodillas y tus hombros. Haz una pausa al llegar arriba y luego
vuelve a bajar las caderas. Empieza con dos o tres repeticiones,
aumentando de manera gradual hasta llegar a cinco. Sentadillas
parciales y luego elévate de nuevo lentamente. Empieza con dos
o tres repeticiones y aumenta gradualmente a ocho. Una vez que
puedas realizar estos movimientos con facilidad, ha llegado el
momento de añadir más ejercicios de fortalecimiento para apo-
yarte en las actividades de tu vida diaria.

Respirar adecuadamente es importante incluso en momentos


de descanso o cuando dormimos, porque un sueño reparador de-
pende también de ello. Es esencial mantener atención y cuidado a
nuestra respiración para estar seguros de realizarla correctamen-

[ 81 \
Alfredo Alvarez

te y así garantizar el rendimiento de nuestro organismo en to-


dos los momentos de nuestro día. Si percibes alguna deficiencia o
molestia al inhalar o exhalar, acude a un médico especialista para
evitar cualquier complicación posterior.

Conviene saberlo
Los pulmones son la zona cero para el virus de la COVID-19,
sin embargo los médicos están empezando a comprender mu-
cho más acerca de cómo esta enfermedad afecta al resto de los
órganos de todo el cuerpo. Muchas afecciones derivadas de la
COVID-19 causan daño al corazón tan a menudo -y lo suficien-
temente rápido y serio- para causar insuficiencia cardíaca o ata-
ques cardíacos. Se entiende cada vez más que las complicaciones
potencialmente mortales no solo afectan el corazón, sino también
los riñones y el cerebro, mediante infecciones agudas o derrames
cerebrales.
A medida que los médicos aprenden sobre el camino que el vi-
rus toma a través del cuerpo, conocen las respuestas de cómo es
el caso de la inflamación de los pulmones, o un sistema inmuni-
tario que colapsa; que además pueden llevar a desafíos en todo
el sistema que se empeora por factores subyacentes, como la dia-
betes y la presión arterial alta. La señora COVID-19 lanza su ata-
que desde los pulmones y los trastornos como la EPOC amplían
los efectos del virus; el asma parece presentar un menor riesgo
de lo que se pensaba. El riesgo de quienes tienen enfermedades
preexistentes quizás sea mayor, pero los médicos están viendo
muchos tipos de daños al corazón causados por el virus o por la
respuesta inmunitaria del cuerpo al virus. Los médicos alrededor
del mundo están observando el impacto de la COVID-19 en el
cerebro, con síntomas desde mareos hasta la pérdida del sentido
del olfato y derrames cerebrales. 
Quienes tienen el mayor riesgo de una lesión renal aguda por
la COVID-19 son los individuos que tienen diabetes, presión ar-
terial alta o enfermedad renal crónica. Las personas diabéticas no
son más propensas a enfermarse de la COVID-19 que las no dia-
béticas, pero sí enfrentan complicaciones más severas del virus. 

[ 82 \
Cartas a Tánatos

Cuando calienta el sol


La doctora Osiris Pérez Agüero es una brillante anestesióloga
local y miembro de la tribu de ínclitos egresados del Liceo Ra-
fael Villavicencio en la promoción de 1973. Compartimos pupi-
tres desde esa época y alimentamos – como todos los miembros
de la tribu- un solidario afecto que ya supera los 53 años. En plá-
cida conversación con la doctora Pérez Agüero, ella deslizó como
quién no quiere la cosa, el oportuno comentario acerca de la im-
portancia de llevar sol en las mañanas durante mi recuperación.
Confieso que soy un hombre obediente y lo hago.
Por aquí van los tiros. Tomar sol es algo serio, además de ser
un hábito muy saludable que de paso es gratis. Un baño solar
matutino nos garantiza la generación de vitamina D para nues-
tros huesos y dientes. Por lo demás los niveles adecuados de vita-
mina D dentro del organismo no solo te harán bajar de peso, sino
que pueden mejorar la salud cardiovascular, fortalecer el sistema
inmunológico y acelerar la absorción del calcio.
Cada vez que te bronceas tus huesos se van fortaleciendo, a
pesar de que el sol nunca llegará hasta tus huesos. La vitamina D
reduce la presión en sangre, incrementa el metabolismo y la de-
puración de los tejidos. Además, los rayos UV ayudan a producir
vitamina D en la piel. Aunque la mayoría de las vitaminas y mi-
nerales hay que tomarlas en los alimentos, en el caso de la vita-
mina D el metabolismo cuenta con un as bajo la manga. El cuerpo
humano es capaz de fabricarla en la piel cuando dispone de un
precursor conocido como 7-dehidrocolesterol (que proviene del
“temido” colesterol) gracias a la radiación UV del sol. Bastan 5 o
10 minutos de sol, dos o tres veces por semana para recargar los
depósitos de vitamina D.
La luz del sol favorece nuestro estado de ánimo. No sentimos
mucho mejor después de un baño de sol. Parece que bajo la luz
del sol es más fácil ver el lado positivo de la vida y se aleja el
cansancio, la depresión y el estrés. La explicación está en que los
rayos UV aumentan la producción de un neurotransmisor rela-
cionado con la sensación de bienestar: la serotonina, que también
interviene en la regulación del sueño, la temperatura del cuerpo
y la conducta sexual.
Gracias Osiris por los favores recibidos.
[ 83 \
Alfredo Alvarez

[ 84 \
Cartas a Tánatos

Adendum
es el anexo que se hace a cualquier documento o escrito.
Significa agregado y se utiliza para completar un documento
que por lo general contiene información que, por cuestiones
de olvido voluntario, distracción o la obtención de nuevos
datos, no se encuentra en el documento principal. Vale la
aclaratoria.

Enero 21 de 2020
A mis manos llega un voluminoso documento generado por
El Foro de Davos, titulado

los Riesgos Globales Informe 2021

Es amplio y detallado en lo relativo al impacto de la COV-


ID-19 en la vida de todo el planeta. No hay un sector en la
vida de los seres humanos, habitantes de este planeta, que
no haya sido particularmente afectado por el desarrollo de
la pandemia de coronavirus en sus más diversas formas. Es
de suponer que los 7,000 millones de humanos que habitan
el planeta seguirán siendo afectados bajo diversos grados e
intensidad por la pandemia; seguramente esa interrelación
no se detendrá.

[ 85 \
Alfredo Alvarez

[ 86 \
Cartas a Tánatos

Una enfermedad que transformó al mundo

Decima Primera Carta


 

na vez que decidí cerrar este ciclo de modestas cartas

U -mutado a pequeño libro digital por la exigencia de unos


cuantos buenos amigos- me tropiezo con el informe del
Foro Económico, denominado “Riesgos Globales. Informe 2021”,
edición número 16. Me lo remite Luis Vezga Godoy, y en el se
puntualizan con inobjetables argumentos, así como de mucha
mejor forma, algunas de las ideas que intenté pergeñar en las car-
tas que integran esta publicación. De forma tal que, recurriendo
a un recurso de los periódicos y noticieros, produzco un avan-
ce para no perder el impacto de su contenido, o como se dice en
criollo, yo no voy a pelar ese boche.
 Tal es la magnitud de la onda expansiva del virus y de la pan-
demia, que por su efecto, habrá a escala mundial una mayor des-
igualdad y fragmentación social. Estos serán los riesgos más vi-
sibles de todos los que ha provocado la pandemia de la Covid-19
en el planeta. Los responsables del informe estiman que desde
ahora, al 2026 el impacto de la crisis será mucho mayor en la eco-
nomía, y en el lapso de los próximos  10 años, su influencia se
hará notar, en un claro debilitamiento de la estabilidad geopolíti-
ca. En un mundo conectado, un brote infeccioso en cualquier lu-
gar del mundo, es un riesgo en todas partes. En promedio, cada
cuatro meses, surge una nueva enfermedad infecciosa en huma-
nos, observándose que 75% de estas nuevas enfermedades son
infecciones provenientes del contacto con animales.
La insurgente presencia de la COVID-19 aceleró y amplió la

[ 87 \
Alfredo Alvarez

cuarta revolución industrial, gracias a la rápida expansión del


comercio electrónico, la educación en línea, la salud digital y el
trabajo remoto. Este cambio continuará transformando dramáti-
camente la vida de los seres humanos, con un mayor número de
interacciones y medios de vida de mucha mejor calidad, hasta
después de que la pandemia haya quedado atrás. 
En las seis economías más relevantes del mundo desarrollado
se identificaron disminuciones en los indicadores de sus respecti-
vos PIB. El Reino Unido, además de enfrentar su particular crisis
con el Brexit, deberá ajustar los números de su salud económica,
pues espera reducciones de hasta -21% en su PIB. En orden de-
creciente, se aprecia la misma tendencia en economías de la India
(-23.5%), Francia (-18.9%) Alemania (-11.2%) Japón (10.3%) y Es-
tados Unidos con un riesgo de 9.0%.

La pandemia de la Covid-19 no tan sólo se cobró millones de


vidas, sino que generó un mayor incremento en las desigualda-
des sanitarias, económicas y digitales existentes desde hace tiem-
po atrás. A juicio de los autores, miles de millones de cuidadores,
trabajadores y estudiantes - especialmente entre las minorías que
se encontraban en situación de desventaja antes de la pandemia -
corren el riesgo de abandonar la senda que podría llevarles hacia
sociedades más justas.
La brecha entre ricos y pobres corre el riesgo de ampliarse y
poner en peligro la cohesión social en aquellos lugares donde
existe. Es una situación, avisan, que afectará particularmente a
los jóvenes, que se enfrentan por segunda vez en una generación
a una crisis de escala mundial. La advertencia estima que podría
hacer perder por completo, cualquier oportunidad para los más
jóvenes en la próxima década.
La amenaza del impacto de la Covid-19 también se cebó en
muchas empresas y sus empleados. Según el informe, las frac-
turas sociales, la incertidumbre y la ansiedad harán más difícil
lograr la coordinación necesaria para hacer frente a la continua
degradación del planeta. A dos años vista, predomina la preocu-
pación por la vida y los medios de subsistencia, entre ellos, las
enfermedades infecciones, las crisis laborales, la desigualdad di-
gital y el desencanto de los más jóvenes.

[ 88 \
Cartas a Tánatos

En el mediano plazo, las amenazas más destacadas son los


riesgos económicos y tecnológicos inducidos. Entre estos sobre-
salen el estallido de las burbujas de activos, el colapso de las in-
fraestructuras informáticas, la inestabilidad de los precios y las
crisis de la deuda. Así que en un plazo de cinco a 10 años vista,
destacan que las armas de destrucción masiva, el colapso del es-
tado, la pérdida de la biodiversidad y los avances tecnológicos
adversos, serán los riesgos más evidentes.
Saadia Zahidi, directora general del Foro refiere que el evento
de este año movilizará a los más destacados dirigentes de todo el
mundo para definir los principios, las políticas y las asociaciones
necesarias en este nuevo contexto surgido como respuesta a la
pandemia. Es necesario, una vez que se supere la crisis, configu-
rar urgentemente nuevos sistemas económicos y sociales que me-
joren nuestra capacidad de resistencia colectiva, y den respuesta
a las perturbaciones; al tiempo que ayudan a reducir la desigual-
dad, mejoría en la sanidad y en la protección del planeta.
El informe destaca en cuanto a la digitalización, grandes ven-
tajas, pero también una buena colección de riesgos. La acelera-
ción de la transformación digital promete grandes beneficios,
como por ejemplo la creación de cerca de 100 millones de nue-
vos puestos de trabajo en 2025. No obstante, al mismo tiempo
ese mismo proceso puede desplazar alrededor de 85 millones de
puestos de trabajo, dado que 60% de los adultos todavía care-
cen de los conocimientos digitales básicos. El riesgo consiste en la
acentuación de las desigualdades existentes, según revela Peter
Giger, director de riesgos del Grupo Zurich, quien asegura que
con todo, el mayor peligro a largo plazo sigue siendo la inacción
ante el cambio climático.

Las tendencias puntuales de un mundo


post-COVID 19:
 
1.     Los mayores riesgos en los próximos 10 años están repre-
sentados por las condiciones climáticas extremas, por el
fracaso de la acción climática, así como daños ambientales
provocados por el hombre.
2.     Las respuestas a la pandemia han provocado nuevas ten-
[ 89 \
Alfredo Alvarez

siones geopolíticas que amenazan la estabilidad global y


amenazan el equilibrio de los estados. La división digital
y probablemente una futura generación perdida, pondrán
a prueba la cohesión social desde dentro de las fronteras,
exacerbando la fragmentación geopolítica y aumentando
la fragilidad de la economía global.
3.     La onda de choque de la pandemia generó la pérdida en
horas de trabajo, el equivalente a 495 millones de puestos
de trabajo a nivel mundial. Todos se  perdieron durante el
segundo trimestre de 2020.
4.      La economía mundial se ha hundido ahora en su crisis
más profunda en tiempos de paz. La economía mundial se
contraerá un 0,1%, y algunos datos para el tercer trimestre
de 2020, advertían que la recuperación estaba en marcha.
No obstante, el impacto causado por el incremento de las
infecciones registradas durante el cuarto trimestre en mu-
chos países, donde se evidenciaron más casos diarios de
los que identificaron en el segundo trimestre del mismo
año, opacaron abiertamente ese pronóstico.
5.     El repunte económico desigual, puede exacerbar las inequi-
dades, como consecuencia de eventos como lo ocurrido en
los mercados de capitales. En vertiginosas operaciones los
indicadores de la bolsa se dispararon por encima de los
niveles habituales, produciendo generosas ganancias que
benefician principalmente a los accionistas más adinera-
dos.
6.     El impacto de la pandemia en los medios de vida ha sido
catastrófico, especialmente en aquellos que no tienen aho-
rros, han perdido su trabajo o enfrentaron recortes salaria-
les.  Aceleró la muerte de la clase media.
7.      El impacto económico varía según las regiones. La zona
del euro y América Latina se espera sea la que más se haya
contraído durante el 2020. Solo se registra que 28 econo-
mías puedan haber crecido durante el año pasado, siendo
China el único país del G-20 entre ellos.
8.     La mitad de la población mundial carece de acceso a los
servicios de salud esenciales.
9.  Es probable que las decisiones de ajuste económico agra-

[ 90 \
Cartas a Tánatos

ven aún más el impacto sobre los 2.000 millones de traba-


jadores informales del mundo.
10. Los sistemas educativos en todo el mundo se someterán a
una desafiante transformación estructural, respaldado por
una adopción generalizada del aprendizaje en línea. 
11. Este cambio puede potencialmente reducir costos y expan-
dir acceso, pero los estudiantes y trabajadores que carecen
de herramientas digitales, acceso en línea y conocimien-
to para participar de estas ventajas, están en riesgo de ser
excluidos.
12.  La creciente brecha entre los poseedores y no poseedores
tecnológicos en medio de presiones sobre el sector público
y las finanzas privadas, podrían limitar las inversiones en
educación digital, y de esta manera impedir la movilidad
económica individual.
13.  El salto digital hacia adelante puede permitir que las em-
presas reduzcan costos al reubicar trabajadores lejos del
centro de las ciudades, pero los trabajadores en industrias
prácticas, sin los medios o la flexibilidad para moverse a
nuevos centros de producción, se verán muy afectados
por estas disposiciones.
14. Internacionalmente, la restricción sobre la movilidad, in-
troducida durante la pandemia puede ser un lento meca-
nismo para aliviar la situación geopolítica de mucha ten-
sión, al poner en peligro las escasas oportunidades para
250 millones de trabajadores migrantes en todo el mundo,
así como sus dependientes. 
15.  Se espera que las remesas globales disminuyan en más del
14% para el 2021.
16.  Ahora, se estima que la recesión global obligue a 150 mi-
llones de personas a ingresar en los niveles de pobreza ex-
trema, aumentando en 9,4% el total de los pobres a escala
mundial. Se esperaba, en ausencia de la pandemia que ese
índice decreciera a 8% a finales de 2020.
17.   Pronostican que, en el año 2025, cerca de 97 millones de
nuevos empleos pueden surgir de la división del trabajo
entre humanos y máquinas. La exclusión digital de miles
de millones de trabajadores en todo el mundo aumenta el

[ 91 \
Alfredo Alvarez

riesgo de una mayor crisis de los medios de vida y es pro-


bable que la exacerbe. Aumentan el riesgo de una mayor
erosión de la cohesión social, siendo dos de los riesgos de
mayor probabilidad y mayor impacto en los próximos 10
años.
18.  El poder se está volviendo más concentrado en mercados
como el comercio minorista online, servicios de pagos y
comunicaciones. La privación de derechos del usuario y
desafíos de gobernanza surge en un momento en que un
número creciente de humanos y muchas de sus activida-
des se están volviendo digitales e individuales. A ese pro-
ceso se exponen las instituciones que enfrentan un mayor
riesgo de perder su autonomía digital.
 Los efectos y consecuencias con la pandemia lucen mucho
más serios y complejos de lo que inicialmente pudimos
imaginarnos. En este mismo día- 22 de enero- un noticie-
ro difunde la trágica noticia sobre el número de muertes
que la COVID-19 causó en Ciudad de México. En una de
las capitales más pobladas del mundo, cada siete minutos
una persona fallece a consecuencia de las complicaciones
derivadas de la infección por coronavirus.
 En esta misma ocasión, la Alcaldía de Río de Janeiro anun-
ció de manera oficial la suspensión del célebre carnaval al
cual se consagran de alma y vida sus habitantes, así como
miles de visitantes de todas partes del mundo. Eventos to-
dos que representan un cambio de paradigma súbito así
como de profundo calado. En su primer acto de gobierno
Joe Biden, nuevo presidente de los Estados Unidos, anun-
ció la distribución de 100 millones de vacunas anti-covid,
para ser administradas durante los primeros cien días de
su  administración. Para hoy, a escala mundial, el número
de infectados se acerca a los 100 millones y las muertes to-
tales superan los 2,1 millones de personas.  
A pesar de la rudeza con la cual nos trata la pandemia el
mundo no se detiene. Ese mismo día, Booking, una plata-
forma digital para ubicar alojamiento rápido, económico y
disponible promovía la disponibilidad de 210 hoteles en la
pequeña ciudad de Davos, para los días que corren. Aun

[ 92 \
Cartas a Tánatos

conociendo que la conferencia será virtual, la oferta de ne-


gocios en sus diversas formas no se detiene. Hay habita-
ciones cuyo precio arranca desde 65 euros hasta el cielo.

Este sin duda será el siglo de las grandes transformacio-


nes, solo que aun ignoramos que tan beneficiosas puedan
llegar a ser.
 

 
 
 
 

 
 
 

[ 93 \
Alfredo Alvarez

[ 94 \
Cartas a Tánatos

La Pastora de Sevilla

Decima segunda carta

La extensa tradición que anima el culto por la Divina


Pastora me faculta rescatar un texto escrito hace algún
tiempo; acerca de la singular devoción que profesan
miles de compatriotas por la divina Madre. Una corta
historia que intenta ser un capítulo más de los muchos
que se escriben en honor a su gloria, y que en mi caso
forma parte de un libro inconcluso, diferido y perezoso.
Rescato su texto, lo limpio con amoroso cariño y lo
ordeno como la carta de este día; gracias, en virtud
de que la Santa Madre escuchó todas mis plegarias de
auxilio. A su maravillosa intersección dedico. Gracias
Madre por permitir sanar a Milagros y a mi reducida
persona, en los términos más benignos.

as primeras noticias en detalle las obtuve de Manuel Ca-

L ballero, periodista, historiador, analista político, cardena-


lero y barquisimetano impenitente. Muy a pesar de vivir
desde hace muchos años en Caracas no ha perdido ese especial
dejo al hablar que caracteriza a los nacidos en esta ciudad, así es-
tén hablando en otro idioma. Manuel debe ser el único individuo
que hablando inglés denuncia sin mayores problemas su lugar
de origen.
No recuerdo con exactitud el sitio donde se desarrolló el inte-
resante diálogo. Seguramente fue en algún restaurante de Cara-
cas, posiblemente en Los Palos Grandes, uno de nuestros sitios
más favorecidos. Debió ser en uno de esos esos agradables luga-
res, donde Manuel dormía una corta siesta luego de deleitarse
[ 95 \
Alfredo Alvarez

con las más exquisitas viandas, sujetando firmemente la cuenta


para que nadie se atreviera a cancelarla. En los espacios de su
siesta, Manuel roncaba tan fuerte como un oso grizzly, mientras
que en su hipnótico reposo se relamía con vigor sus bigotes de
cosaco extraviado. Durante el acto magistral de roncar sobre una
silla, los otros contertulios miraban asombrado la siesta del his-
toriador.
De vuelta a la realidad y el desarrollo de un diálogo por lo de-
más interesante Manuel me refería su agnosticismo, así como su
militancia atea. Lo original de ese discurso, es que no excluía de
sus creencias a la Divina Pastora y a los Cardenales de Lara. Ma-
nuel es un guaro ciento por ciento original. Por más lejos que esté
de su ciudad natal, no pierde de vista aquellos detalles y hábitos
que hacen de los nacidos en este lar, unos seres únicos e inclona-
bles. Él me decía muy serio, que era ateo, Gracias a Dios y a la
Divina Pastora.
Sorbió su bebida con calma y mientras se relamía sus inmen-
sos bigotes de felino domesticado, me dijo que, él era poseedor
de un secreto que seguramente muchos seguidores de la Divina
Pastora no podían ni siquiera imaginarse. “Yo conozco la original
y sé dónde se encuentra” aseguraba con aire doctoral y misterio-
so. También sabía por otras voces que Manuel era poseedor de la
colección más numerosa de imágenes de la Divina Pastora que yo
hubiese visto en mis años de feligrés incondicional.
A su confesión yo sumé la mía. Mi devoción por la Divina Pas-
tora es íntima y silente. Alejada se esas demostraciones efusivas y
altisonantes de sacrificio y martirio que se observan en la proce-
sión cada 14 de enero. Las respeto, pero no las comparto. Lo mío
con la Pastorita - única demostración de igualitarismo que me
permito con ella- es una cosa de suprema intimidad entre ambos.
Por lo general me ubico en algún lugar cómodo, libre de apretu-
jones, empujones, chucos, así como de carteristas durante la pro-
cesión de este día. La saludo con mi mayor respeto al verla pasar,
y ya está. Luego le visito con más calma en algún templo donde
pernocte y nuestro diálogo se hace rico y fecundo. Es probable
que nos tropecemos, caminando por los amplios espacios de la
ciudad, le saludo nuevamente y le cedo el paso deseándole mis
mejores deseos. Ella es única y vital.

[ 96 \
Cartas a Tánatos

Lo mío con la Pastorita -le dije a Manuel- es calladito y en se-


creto. Ella pasa y yo la admiro en silencio, y mientras eso sucede,
un tornado de emociones retumba en mi interior de cristiano in-
completo. En ese instante vuelvo a percatarme de lo inacabado
que somos. Que le hacemos trampa a la vida religiosa que nos
debemos obligar a llevar, y terminamos dándole una nueva pró-
rroga a nuestros deberes espirituales. Me sacudo entonces y todo
“no sigue igual”, la Divina, como siempre obró con su nuevo mi-
lagro”. Milagros puede contarlo mucho mejor que yo.
Por supuesto, que el ánimo de estas líneas además de descri-
bir mi especial relación con la Divina Pastora, es enterarlos de
cómo siguiendo yo el consejo de Manuel Caballero visité el sitio
donde él, como historiador, me señalaba se encuentra la Divina
Pastora original. En septiembre de 2001 en una visita a España,
recalé como es obligante en la bella ciudad de Sevilla. Recordé las
recomendaciones de Caballero y de sobremanera, su juicio sobre
que en esta ciudad, se encuentra el génesis de la devoción por la
Divina Pastora.
La suave brisa que arroja el rio Guadalquivir y que besa con
ternura la ciudad, guió mis pasos desde la calle Muñoz León. No
fue difícil dar con el sitio. Se encuentra en pleno corazón de Se-
villa, en un área de amplios hoteles y singulares bulevares; muy
cerca de unas antiguas murallas romanas, cuyos restos aún que-
dan en pie. Seguramente, si las ve algún alcalde venezolano, las
termina de derruir, o en su defecto las frisa para luego decorarlas
con algún mensaje alusivo a su portentosa obra de gobierno. Lle-
gamos a pie desde el Barrio de Santa Cruz, y por ser día domin-
go, el Convento de los Capuchinos, su sede de siempre, perma-
necía cerrado por el resto de la tarde. Si vine aquí desde tan lejos,
una puerta cerrada no será obstáculo para poder verla le dije,
como es habitual en nuestros diálogos.
En nuestro quinto intento por acceder al convento en esa dor-
mida tarde de domingo, una puerta se entreabrió y permitió ob-
servar el amable rostro del padre capuchino que entre sorpren-
dido y aburrido escuchaba nuestra loca historia de intentos y
extravíos por ver a la virgen divina. Para nuestra ventura el pa-
dre había sido misionero en el estado Amazonas, así como en
Guanare. Con nosotros hizo la gran excepción, es domingo por la

[ 97 \
Alfredo Alvarez

tarde, el Convento está cerrado por reparaciones y no está abierto


al público. Accedimos sin dificultad a su interior. Después, segu-
ramente vendrá alguien a decirme que los milagros no existen.
Lo mío con Pastora es una cosa seria y rotunda.
El diálogo con el padre capuchino fue largo y fecundo. No fue
fácil dejar fuera del cuento a la Virgen de Coromoto y explicarle
que Lupita Ferrer y José Bardina ya no hacían más novelas juntos.
También se sorprendió cuando le dije que Joselo se había casado
con Mary Soliani, y me solicitó saber sobre la vida de María Te-
resa Chacín y de los noticieros de Radio Rumbos. Gracias a ellos
conocía de las calamidades de buena parte de los venezolanos,
pues los escuchaba con frecuencia en un radio Zenit Trasn-Ocea-
nic G-500 de onda corta. La tarde estaba hecha para vencer retos
y nuestra elocuencia lo acercó hasta Santa Rosa en una operación
de restar kilómetros de recorridos, y describir nuestras intensas
procesiones del 14 de enero.
El sacerdote capuchino, además, pasó su buen tiempo entre
nosotros sirviendo en la iglesia ubicada frente a la Plaza de Al-
tagracia acá en Barquisimeto, un sitio mágico donde justamente
el entonces joven Manuel Caballero junto a Rafael Cadenas, Sal-
vador Garmendia y otros audaces barquisimetanos más, soñaron
temprano con las glorias que más tarde habrían de sonreírles. To-
dos ellos unos ateos muy singulares, que seguramente tienen un
espacio interior muy especial para mirar las andanzas de la Ma-
dre de Dios entre nosotros.
El resto, es la parte de la historia más especial. El flash de nues-
tra cámara falló por falta de carga en las baterías, pero apare-
cieron unas de repuesto. Creo que fue por arte de magia, o de
milagro. Sencillamente abrí una gaveta de un gran mueble de
madera y allí estaban dispuestas unas pilas triple AAA full carga,
esperando por mí. No había en el templo mucha luz disponible,
pero las fotografías resultaron de una calidad aceptable. La visita
guiada por el amable capuchino fue de un rápido total, pero lo-
gramos ver todo cuanto era necesario. La virgen lucía bellísima y
creo que agradeció nuestra insistencia.
Pero lo mejor de todo fue que experimenté la misma emoción
que cuando visito el Santuario de Santa Rosa. Un tornado de sen-
timientos y emociones se agitaron en mi interior, dándome pe-

[ 98 \
Cartas a Tánatos

queños golpes y empujones a lo largo y ancho de mí intima geo-


grafía. La tenía ante mí, esta Pastora era más joven y bella, pero
era la misma Pastora de mis amores. Manuel Caballero nueva-
mente tenía razón.
La explicación del capuchino daba cuenta que el convento ha-
bía sido reconstruido, y a estas alturas no era ni la sombra de lo
que fue en la época de la conquista, cuando partían desde Sevilla
“las naos” en pos de la América. Nos mostró el altar donde se en-
cuentra una bellísima imagen de La Divina Pastora, mucho más
joven que la nuestra. Obviamente el viaje hasta Santa Rosa la hizo
más adusta y más madura.
Observamos también una inmensa colección de pinturas ale-
góricas a su aparición ante los padres capuchinos. El resto de pin-
turas de la virgen estaban para ese entonces en otros sitios de
resguardo, aguardando por la culminación de las obras de res-
tauración del convento. Por ser domingo, y “tarde en la tarde” el
reverendo padre dio por concluida la visita guiada. Yo tenía mis
fotos y grabada en lo más profundo de mí ser, la bella imagen
de la Divina Pastora. Para mí, insisto, vi una virgen joven, bella
y gitana, como seguramente tiene que ser la madre de todos los
mortales.
La virgen, reza una leyenda inserta en un muro a las puertas
del convento, se apareció un día cualquiera de 1703 y se mostró
vestida de Pastora a V. P. Fray Isidoro de Sevilla, mandándole a
predicar al mundo esta devoción, como seguro remedio para la
conversión de los pecadores. En eso anda todavía La Pastora, se
los puedo asegurar, haciendo también uno que otro milagro. Que
se los digo yo.

[ 99 \
Alfredo Alvarez

[ 100 \
Cartas a Tánatos

La vacuna anti covid-19,


To be or not to be

Décima tercera carta

principios de enero, mientras me encontraba en plena

A convalecencia de la Covid-19, observé con curiosidad


como las redes sociales eran sacudidas por un video de
unos 12 minutos de duración, en el cual se pronosticaba el fin de
la humanidad. La historia del video viene a cuento porque en él
se condenaba a rajatabla, la decisión-opción de vacunar a me-
dio mundo, para salvarlos de los efectos de la pandemia de la
COVID-19. Nos advertían en un tono apocalíptico, que si esto se
llevaba a cabo como estaba previsto, y la acción prosperaba tal
como se estimó por sus promotores, el fin del Homo Sapiens es-
taba a la vuelta de la esquina.

Vacúnate y morirás, nos decía una señora que era entrevistada


por dos caballeros de dudoso origen e inacabada presentación,
María José Martínez Albarracín, una de las componentes del gru-
po negacionista de la pandemia y del coronavirus del grupo Mé-
dicos por la Verdad de España. Hablaba de las vacunas contra
la COVID-19 y formulaba una serie de afirmaciones -falsas y sin
evidencias científicas- sobre cómo las vacunas contra el corona-
virus modificarán la genética y desencadenarían unos supuestos
efectos secundarios. El incordiante video corrió como pólvora en
esos días, y las redes sociales vivieron su mayor goce orgásmico.
No se salvó nadie, y hasta los más seriecitos y mejor informados
sucumbieron a la seductora tentación de divulgarlo entre los su-
yos.
Gente amiga, actuando de la mejor buena fe me remitía el vi-
deo de la entrevista radial en un extraño formato de video, en
[ 101 \
Alfredo Alvarez

donde la señora Martínez Albarracín describía el ocaso de la hu-


manidad después de la aplicación masiva de las vacunas que,
en este momento, comienzan a desplegarse en los diferentes paí-
ses de Europa y los Estados Unidos. Recuerdo que en el texto de
remisión del video –mil veces replicado en nuestras redes, uno
de los remitentes me decía “saca tus propias conclusiones” y eso
precisamente fue lo que hice.
La entrevista era demasiado facilona y los entrevistadores
muy sumisos para mi gusto. No había realmente un diálogo inte-
ligente entre la vocera del apocalipsis y los tímidos “periodistas”,
quienes, embobados, no dejaban de replicar un catálogo de luga-
res comunes para promover sin éxito, su fingido y desangelado
asombro. Carlos Bustillos Pettit, un primo integrante de la exten-
sa tribu familiar, médico con estudios en biología celular y CEO
para Suramérica del Laboratorio Israelí Tevo (el mayor fabricante
de genéricos a nivel mundial) soltó a boca de jarro que esa dama
era una loca de carretera. Luego ordenó sus juicios y me dijo que
las cosas que decía no eran para nada de fiar. Un poco, por aque-
llo que entre bomberos no es prudente pisarse la manguera. Pero
la señora no es trigo limpio, es una académica, no una investiga-
dora, pero anda en malos pasos.
Según le entiendo al primo, en un diálogo acelerado por What-
sApp, Teva le presta servicios de investigadores a Pfizer y a Jo-
hnson & Johnson bajo la figura de un Join Venture con ambas
firmas. Además, le arrienda alguna de sus plantas. Aparte – me
dice- tenemos una vacuna contra la COVID-19 en desarrollo fase
2, una gestión propia de todos los grandes laboratorios. General-
mente, los laboratorios tienen una vacuna en pipeline, o lo que
es igual a decir, en una lista de productos por lanzar al mercado
en el mediano plazo. Ésta será la década de las pandemias y de-
bemos acostumbrarnos a vivir con esta realidad, me dice Carlos
Bustillos Pettit mucho más reconvenido en su rol de declarante.
Yo estimo luego de escucharle que también habrá vacunas para
todos, hasta en presentación genérica.
El doctor Vladimir Labeikovsky Martínez, es un joven Barqui-
simetano con ascendiente San Carleño, y sus ancestros de prime-
ra generación son de origen ruso e italiano. Es egresado del Cole-
gio Las Colinas y formó parte de los primeros seleccionados para

[ 102 \
Cartas a Tánatos

integrar el proyecto Galileo de Fundayacucho, a mediados de los


años 90. Vive actualmente en los Estados Unidos formando par-
te del personal docente de la Universidad de Colorado, y cuen-
ta, además, con un post doctorado en biotecnología. Su juicio
fue algo más académico, y en su habitual parquedad, me señaló
que no todo lo que decía la señora de marras era cierto. Que ha-
bía muchas imprecisiones, y otras cosas que no eran obviamente
ciertas. En toda su narrativa –dice Vladimir- colisionaba el con-
cepto tradicional de lo que era una vacuna, y lo que actualmente
representa una vacuna para la ciencia moderna.
El sitio de verificación de noticias falsas MalditoBulo.com fue
menos generoso con la señora Martínez. Dice que lo dicho por
Albarracín es falso o no tiene ninguna evidencia científica que
lo apoye. Ya desmintieron con anterioridad un vídeo suyo sobre
la vacuna contra la gripe y la COVID-19. Los verificadores de
fake news españoles, advierten que algunos de sus planteamien-
tos sobre la pandemia pueden considerarse más propios de teo-
rías conspirativas, que del rigor de un científico serio y acredita-
do. Por ejemplo, la señora Martínez Albarracín y sus acólitos se
oponen a las medidas de confinamiento y al uso de la mascarilla,
ponen en duda la efectividad de las pruebas PCR, o relacionan
la propagación del virus con la implantación del 5G. Todas ellas,
son ideas que han sido ampliamente rechazadas por la comuni-
dad científica.
Por lo visto, la ciencia seria y cierta tiene unos peligrosos de-
tractores que viven dentro de sus propios límites. Muchos vagos
sin oficio, aprovechándose de los disparates elaborados por indi-
viduos que no son científicos sino cienciólogos, han recurrido a
las redes sociales para llenar de pánico a la población haciéndole
creer que si se ponen la vacuna es a riesgo de dañar genéticamen-
te a sus descendientes. Según ellos la vacuna atacará el código
genético compuesto por la llamada molécula de la vida, la cual
constituye el material hereditario que pasa de padres a hijos de
modo indefinido; y que técnicamente llamamos Ácido desoxirri-
bonucleico, o ADN por sus siglas en español.
Vivimos en una época digitalizada en la que no cesamos de re-
cibir información diversa a través de los más variados canales. El
internet, la televisión, la radio, y periódicos -donde todavía exis-

[ 103 \
Alfredo Alvarez

ten- y la muy famosa radio bemba. Actualmente, las noticias que


llegan, en su generalidad están referidas a las diferentes vacunas,
de las que podemos conocer; en qué fase se encuentra cada una,
o los efectos secundarios que genera. Probablemente, con otras
vacunas, como la de la gripe, también hubo reacciones adversas,
pero no se hicieron públicas y la gente no les teme. Hoy día la
vida se expresa en tiempo real, y muchas veces es un espectáculo
estreaming de muy mucha frivolidad.

Lo estudiosos de la comunicación llaman a esa sobreabundan-


cia de datos y hechos de aparente relevancia infodemia. También
le podemos llamar sobreexposición informativa, una rara enfer-
medad que termina por intoxicarnos al recibir tanta y profusa in-
formación. Es algo muy nuevo, que contribuye a las vacilaciones
y a las dudas de la gente, que en buena parte responde, con unas
reacciones que terminan por ser unos actos de legítima defensa.
En la falsa realidad de las redes sociales todo está híper-dramati-
zado, y todo se ha magnificado. Cuando se empezó a administrar
la vacuna de Pfizer, muchos medios publicaron que no había que
vacunar a los alérgicos, y esto tenía matices. Lo cierto es que no
se recomendaba vacunar a los grandes alérgicos, porque normal-
mente tampoco completan el ciclo de las vacunas.
Los expertos recomiendan que durante la campaña de vacu-
nación no debemos dejarnos arrastrar por las alarmantes infor-
maciones que nos llegan. Obvio que van a ocurrir cosas, y habrá
efectos secundarios, pero hay que tener en cuenta que tampoco
se retransmiten día a día todos los sangrados estomacales que se
producen en el país, por el consumo de ibuprofeno. Hay juicios
muy respetuosos que nos aseguran incluso que estos efectos se-
cundarios son inclusive eventos normales. Hay vacunas que tie-
nen efectos secundarios leves, sobre todo fiebre al día siguiente,
y hay que comunicar que, en el caso de esta vacuna, la probabili-
dad de aparición de estos efectos es alta. Mi primo, el médico que
trabaja para el laboratorio Tevo, me asegura “…que ninguna si-
tuación médica está exenta de posibles efectos secundarios, pero
lo importante es saber que los beneficios superan a los riesgos. En
esta vacuna, el balance beneficio-riesgo es muy favorable”.
El cerebro humano está diseñado para que a la conciencia solo

[ 104 \
Cartas a Tánatos

le llegue una determinada cantidad de información. Si nos lle-


gara información de la velocidad a la que late el corazón, la fre-
cuencia respiratoria, el grado de presión que hace el intestino
delgado para avanzar los nutrientes, de seguro que colapsamos
inmediatamente. Si recibiéramos información a nivel consciente
de nuestra presión arterial o de los niveles de oxígeno en sangre,
nos volveríamos locos. No podríamos manejar semejante canti-
dad de información. El propio cerebro sirve de filtro para que
llegue a la consciencia solamente aquello que me es útil a la hora
de tomar decisiones. Pero cuando estamos expuestos a una ma-
yor cantidad de información, tomar una decisión se convierte en
tarea prácticamente imposible.

Una persona se bloquea en presencia de tanta información, lo


que tiene efectos muy negativos, tanto a nivel mental como a ni-
vel de salud física. Uno se siente impotente frente al reto y, por
tanto, se genera ansiedad y, por supuesto, frustración. Necesita-
mos tener suficiente información para tomar decisiones, pero no
tanta como para que nos bloquee la capacidad de decidir.
Yo le pregunto al primo médico radicado en Chile, si debo va-
cunarme luego de superar mi actual cuadro de recuperación.
Claro, una vez que te recuperes, puedes hacerlo. Eso sobre
protegerá tu sistema inmunológico.
¿Cuál me recomiendas?
Pfizer.

La anti-ciencia
Steven Pinker, uno de mis solidarios aliados durante el obliga-
do encierro de cuarentena, me pone en contacto con sus valiosas
reflexiones acerca de su particular defensa a la era de la ilustra-
ción y los alcances de la ciencia durante los siglos XIX y XX, así
como lo que ya corre del 2021. Él refiere que, en toda la historia de
la humanidad, la mayor causa de muertes fueron precisamente
las enfermedades infecciosas y la ciencia siempre estuvo allí para
dar las respuestas más adecuadas. Pinker defiende la razón, la
ciencia y el humanismo como los ideales que necesitamos todos
los hombres para enfrentarnos a nuestros problemas y continuar
nuestro progreso.
[ 105 \
Alfredo Alvarez

La gente tiene la idea que la conquista de América por los es-


pañoles fue una proeza alcanzada gracias a la tecnología en poder
de los conquistadores, y resulta ser que los microbios y las pestes
hicieron la mayor parte del trabajo sucio, diezmando poblaciones
enteras de unos indígenas que jamás habían tenido contacto con
aves de corral, cochinos, caballos y vacas. Un virus, es algo 30 ve-
ces más pequeño que una bacteria, algo muy difícil de ver. Du-
rante mucho tiempo los virus asesinaron a millones de personas,
sin que nos percatáramos de los modos y manera de cómo se con-
ducían. Un conquistador español con gripe, sin saberlo, era mu-
cho más letal que diez ejércitos armados hasta los dientes. Solo el
conocimiento científico bien normado, nos ayudó a entender esa
circunstancia, y las vacunas a poner orden en la pea.
La OMS estima que cada año las vacunas evitan la muerte de
cerca de tres millones de personas en todo el mundo, de las cua-
les 2.5 millones son personitas del mundo infantil. Las referen-
cias históricas más antiguas nos sugieren que un emperador chi-
no, llamado Káng Hsi, obligó a sus hijos a absorber por vía nasal
los restos pulverizados de las costras; que en él había causado
una extraña dolencia. Era la primera vez que se aplicaba la técni-
ca de introducir virus atenuados de una enfermedad para com-
batirla desde dentro del cuerpo humano.
Estábamos en presencia, del principio básico de la vacunación,
un evento que posteriormente habría de adoptar la humanidad
en pleno. De paso, recordemos que la palabra virus en sus oríge-
nes traducía veneno, y el nombre vacuna proviene precisamente
de ganado vacuno. Un animalito que vivía con los humanos y le
trasmitió su resistencia a ciertos virus que pululaban por allí.
La técnica desarrollada y aplicada posteriormente en 1721 se
le llama variolización. La primera ocasión en tiempos modernos
y bajo el rigor del científico detrás del ensayo, se llevó a cabo en
Boston en un niño de dos años afectado de viruela. Los polvos de
las costras causadas por la enfermedad de la viruela, fueron lle-
vados a su mejor presentación en un polvo solvente, diluido se-
guramente en una solución inocua; le permitió alcanzar un efecto
medianamente favorable en el pequeño paciente. En esta ocasión
la iniciativa no contó con resultados notables para ser resaltados
por la historia de la medicina.

[ 106 \
Cartas a Tánatos

La viruela fue uno de los más grandes flagelos de la humani-


dad. Se estima que en el siglo XX murieron por su causa 300 mi-
llones de personas en todo el planeta. La virulenta enfermedad,
que mata a un tercio de los que infecta, ha coexistido con seres
humanos durante miles de años. Quienes se salvaban quedaban
con profundas marcas en la tez y también causaba ceguera. A me-
dida que la población mundial crecía y los viajes aumentaban el
virus aprovechaba cada oportunidad para colonizar el mundo.
Una vacuna pudo detenerla.
Eduardo Jenner es considerado el padre de la inmunología.
Precisamente la Universidad de Oxford, la misma que hoy es
noticia en el mundo por estar desarrollando con éxito la vacuna
contra la Covid-19, fue la casa de estudios que le otorgó en 1813
el título honorario de Doctor en Medicina. Su gran mérito fue dar
origen, en 1796, a lo que hoy conocemos como vacuna, al inocu-
lar un poco del virus de la viruela en una persona sana logrando
inmunizarla. Sin embargo, no fue sino hasta 1980 –solo 40 años
atrás- que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró
erradicada esta enfermedad.
Una vez comprobada la efectividad de las vacunas se ensayó
exitosamente en la población, produciendo vacunas para comba-
tir el tifus y la cólera. La invención de la vacuna y la aceptación
de la teoría microbiana de la enfermedad aceleró notablemente el
ritmo de la batalla por la salud en favor de la humanidad. Lavar-
se las manos, el desarrollo de la partería como una actividad mé-
dica organizada, la construcción del alcantarillado en las grandes
ciudades, el control de los mosquitos, la extensión del agua pota-
ble y la dotación de agua clorada fueron decisiones que salvaron
millones de vidas. Aun así, las medidas arriba enunciadas consi-
guieron sus detractores y difamadores al estilo de la señora Mar-
tínez Albarracín. Nada es perfecto.
Un cuidadoso recuento de la cita Steve Pinker en su libro En
Defensa de la Ilustración, nos asegura que medidas como la clo-
ración del agua, la vacuna contra la viruela, sarampión, la penici-
lina, tétanos, difteria, la terapia de la rehidratación oral, la vacuna
para prevenir la tosferina, y el diseño racional de los fármacos,
salvaron la vida de 5 mil millones de personas. Estamos hablan-
do aproximadamente el 80% de la población actual del planeta

[ 107 \
Alfredo Alvarez

que fue beneficiada por los alcances de la ilustración y la ciencia.


Gracias a esas fabulosas vacunas hay otros registros sobre los
cuales vale la pena fijar nuestra atención. Hay enfermedades, que
no han sido erradicadas por completo, pero vale decir que entre
los años 2.000 y el 2.015, el número de muertes por malaria se re-
dujo en 60 por ciento. La OMS estima reducirla en 90% al térmi-
no del año 2030; en por lo menos treinta y cinco de los noventa
países donde actualmente es una condición endémica. Gracias a
las vacunas, entre 2000 y 2013, se redujo el número de niños que
cada año fallecían a consecuencia de las cinco enfermedades más
letales, la neumonía, diarrea, malaria, sarampión y VIH. Una va-
cuna.

Un mundo más rico y con menos pobreza será sin duda un


mundo con mayor salubridad. Hay una previsión de los econo-
mistas Dean Jamison y Lawrence Summers quienes estiman que
en el 2035 la humanidad podrá disfrutar de una gran convergen-
cia en la salud mundial, cuando la mortalidad infecciosa, mater-
na e infantil en todo el orbe, pueda reducirse a los niveles ac-
tuales de aquellos países saludables y poseedores de una renta
media. El reto luce más interesante que esas teorías maltusianas
de la vuelta de los brujos y la oscuridad.
En todo este mundo que se nos permite disfrutar gracias a la
ciencia, vale reponer un detalle que en ocasiones queda al mar-
gen. La ciencia nos aporta un fabuloso conocimiento que se ex-
presa en toda la tecnología que se concentra en una vacuna, que
salva a millones de personas e incrementa el horizonte de vida a
toda la humanidad. Pero también es importante que nos detenga-
mos a valorar todo el mal que pueden hacernos teorías de cons-
piración como las promovidas por Martínez Albarracín, o grupos
fundamentalistas como Boko Haram, según las cuales las vacu-
nas esterilizan a las niñas.

También está el esfuerzo de grupos muy activos en la sociedad


norteamericana que aseguran que las vacunas causan autismo en
los niños que lo padecen. La teoría conspiranoica (conspiración y
paranoia) nos asegura como un hecho cierto que la vacunación,
especialmente en contra del sarampión, rubéola y la gripe, gene-

[ 108 \
Cartas a Tánatos

ra o puede generar en los niños que se someten a ella un cuadro


deliberado de autismo severo. Se trata de una creencia que ha
sido refutada en numerosas ocasiones pero que en muchos casos
sigue vigente, siendo motivo de que algunos padres no quieran
vacunar a sus hijos.

Los anti vacunas al Poder


Casualmente un periodista llamado Brian Deer del Sunday Ti-
mes fue quien descubrió en 2004 las andanzas nada ingenuas de
un médico llamado Andrew Wakefield y su patética carencia de
ética profesional. Tras un sonado escándalo, el médico se tras-
mutó en el impulsor del movimiento contra las vacunas a nivel
mundial. El caballero, alteró los resultados de una investigación
que relacionaba el autismo y la inoculación en menores de edad
de la vacuna triple vírica, investigación que incluso, había sido
publicada en la prestigiosa revista The Lancet. Al destaparse el
escándalo fue retirada al comprobarse las inconsistencias de su
hipótesis, así como de sus propósitos.
En ese entonces, el Doctor Andrew Wakefield (1957) era un
joven y prometedor gastroenterólogo que trabajaba en el Royal
Free Hospital de Londres. Sus teorías innovadoras sobre las cau-
sas de las enfermedades inflamatorias en niños se habían hecho
un lugar en las revistas especializadas de mayor prestigio.
Pero también se comprobó –y era algo que la opinión publica
ignoraba- que en 1997 el propio Wakefield había solicitado una
patente para una vacuna contra el sarampión de un solo antíge-
no. Su interés económico en desacreditar la triple vírica era evi-
dente y durante todo ese tiempo había ocultado su conflicto de
intereses, promoviendo una ruda campaña contra la vacuna tri-
ple, estableciendo una relación causal, entre su aplicación y la
aparición de casos de autismo entre un grupo de11 pacientes eva-
luados por el médico.

Wakefield había estudiado a once niños y una niña tratados en


una Unidad de Digestivo, con edades comprendidas entre los 3 y
10 años. Los niños previamente habían alcanzado todos los hitos
de desarrollo intelectual de manera normal. Pero coincidiendo
con la aparición de los síntomas intestinales, comenzaron a pade-
[ 109 \
Alfredo Alvarez

cer una involución del lenguaje y otras habilidades adquiridas,


así como cambios en el comportamiento. Poco después, muchos
de los 12 coautores de aquel paper, desengañados, retiraron su
apoyo a las conclusiones del artículo.
Tras publicar su artículo revolucionario en 1998, Wakefield se
embarcó en una campaña contra la vacuna triple vírica en aras de
potenciar las que sólo presentaban un antígeno como la vacuna
simple del sarampión. A pesar de que este doctor británico per-
dió su licencia para ejercer la medicina por relacionar de forma
engañosa la vacuna triple viral con el autismo, hoy vive como un
héroe en Estados Unidos. El periodista que descubrió todo el en-
gaño acaba de publicar un libro contando cómo lo hizo.

La saga de Wakefield da para la producción de una película


taquillera, bobalicona y rosa, como las que gustan producir en
Hollywood; donde el chico malo triunfa por sus encantos per-
sonales, así como por sus habilidades de hábil seductor. Él logró
convertirse en el líder del movimiento anti-vacunas a nivel mun-
dial, impulsado en Estados Unidos con apoyo Jenny McCarthy,
una conejita egresada de la Mansión Playboy, y el que era su no-
vio para ese momento; el actor canadiense Jim Carrey.
Al convertirse en una superproducción de los medios más in-
fluyentes de la gran metrópolis, un selecto grupo de celebridades
encabezaron la lucha contra las vacunas en este país. La señorita
Jenny McCarthy empezó a decir en 2007 que su hijo Evan, nacido
cinco años antes, era autista a causa de la vacuna triple vírica. El
eco televisivo de las insensateces de McCarthy y Carrey, recibió
un apoyo entusiasta por parte la moderadora de TV Oprah Win-
frey. Así las cosas, el mandado estaba hecho.
El despliegue de publicidad e irresponsable difusión minó la
confianza de mucha gente en las vacunas y ha supuesto, desde
entonces, un incremento en los casos de rubeola, sarampión y
paperas registrados en Estados Unidos. En junio de 2007, cinco
mil quinientos padres de niños autistas exigieron al gobierno es-
tadounidense indemnizaciones por entender que el síndrome lo
causa la vacuna SPR. Todos ellos se consideraban víctimas de una
vasta conspiración urdida por el Ejecutivo y las empresas farma-
céuticas. Un año después, McCarthy anunció que su hijo se había

[ 110 \
Cartas a Tánatos

curado del autismo. Los médicos que examinaron al niño dijeron,


sin embargo, que había sido diagnosticado erróneamente y nun-
ca había sufrido ese trastorno. Todos sabemos que el autismo es
una afección incurable.
Aunque la relación entre vacunas y autismo está totalmente
desacreditada en la actualidad, esa publicación supo encontrar
una explicación sencilla, directa al todavía no bien explicado dis-
paro de las tasas de autismo detectado en las últimas décadas en
los países desarrollados. Este aumento de incidencia podría con-
tener sesgos: el concepto de autismo ha cambiado con el tiempo y
si bien en el pasado era una enfermedad asociada a un deterioro
conductual muy marcado, hoy en día, con un mayor conocimien-
to científico, se diagnostica mucho antes y con síntomas más le-
ves. Aun así, muchos padres empezaron a tener miedo de que la
triple vírica o vacuna SPR convirtiera a sus hijos en autistas y, en
los diez años siguientes, el índice de vacunación del país cayó del
92% al 85%, y los casos de sarampión se dispararon.
La relación que se insinuaba entre la acción de estos virus vi-
vos atenuados, administrados en edad temprana y el desarrollo
del sistema nervioso central ha llevado a muchos padres a no
vacunar a sus hijos, pese a contar con la oposición de todos los
organismos sanitarios y de expertos en epidemiología. Tratando
de prevenir un potencial autismo de sus hijos, estos progenitores
han conseguido hacer revivir enfermedades como el sarampión
que se creían extintas en países desarrollados como Reino Unido
o Grecia. Por eso, Alemania baraja obligar a vacunarse contra el
sarampión a todos los trabajadores y niños de las escuelas prima-
rias, aún con la oposición de los padres.
La vacunación en casos como la COVID-19, no puede ser una
opción individual promovida por creencias particulares, ideas
religiosas, prejuicios raciales; la gestión de oscuros movimientos
sociales inspirado en las teorías de conspirativas. Los movimien-
tos anti-vacunas no son fenómenos nada nuevos. En 1866 en In-
glaterra fueron alentados en los primeros ensayos contra la virue-
la por los pioneros de estas iniciativas.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
ha alertado acerca del resurgimiento dramático del sarampión en
Europa, impulsado precisamente por la actitud de los padres an-

[ 111 \
Alfredo Alvarez

ti-vacunas. La información errónea sobre las vacunas es tan con-


tagiosa y peligrosa como las enfermedades que ayudan a propa-
gar, asegura Tedros Ghebreyesus, director general del organismo,
quien ha comparado el poder infectivo de los microbios con el de
los bulos.

Ahora le toca a la COVID-19


Una serie de dudas y mitos rondan la llegada de la vacuna
contra la COVID-19 a nuestro país. La desconfianza de ciertos
grupos se ha hecho sentir. Los especialistas nos dicen que para
que la población tenga una real protección contra la pandemia,
debe vacunarse al menos el 60% de la población. El llamado es
a confiar en una vacuna que, según los expertos, sí es segura.
Actualmente hay más de 150 vacunas candidatas en desarrollo
en todo el mundo, por lo que es posible que en algún momento
aparezca una lo bastante efectiva como para frenar el número de
contagios, aunque sea de manera parcial.
Algunos suponen que la tecnología empleada para la obten-
ción de la vacuna contra la COVID-19 va a causar problemas de
salud más graves que el mismo virus, puesto que, según los es-
cépticos, el asunto de la pandemia es una farsa para justificar una
reducción drástica de la población mundial, mediante la admi-
nistración de una vacuna que se hizo para atacar el modo natu-
ral de la reproducción humana, a través de una lesión directa de
nuestro código genético.
Ignoran en forma deliberada que los científicos de Pfizer y As-
tra-Zéneca se dieron cuenta que el ARN del coronavirus es muy
parecido al ARNm de una célula humana normal. Debido a que
la pandemia se extendió tan rápido, que ha paralizado casi total-
mente la economía mundial, y que la cifra de muertos amenaza
con superar ya los 5 millones de contagiados, en vez de buscar
una metodología que se llevara mucho más tiempo para desa-
rrollar una vacuna optaron por otra ruta. Elemental mi querido
Watson.
En un acto de extrema lucidez recurrieron probar que si inocu-
lando un material ARN molecularmente idéntico al ARN del vi-
rus que, -ya les comenté es muy parecido al ARN mensajero hu-
mano-, en animales de laboratorio, éste era capaz de provocar en
[ 112 \
Cartas a Tánatos

ellos la formación de anticuerpos que atacaran a dicha molécula.


Y la cosa ocurrió tal como ellos lo esperaban. El ARNm sintético
inoculado a los animales desencadenó la liberación de anticuer-
pos. Luego se probó en humanos y el resultado fue idéntico. Eso
es innovación.
Sin embargo, aunque esta tecnología para la obtención de una
vacuna tuvo la ventaja de su rapidez, conlleva la desventaja de
que requiere para mantenerse activa una temperatura bajísima.
Para que la vacuna no pierda actividad necesita una temperatura
de menos 60 grados centígrados, lo que significa que el costo de
llevarla a cada hospital de Nueva York o de Florida, tiene un pre-
cio altísimo porque camiones refrigerados con nitrógeno líquido
cuestan todos los dólares del mundo. Si Maduro y su combo de
seguidores no pudieron mantener refrigerados como es debido,
los perniles que ofreció en diciembre a sus fieles seguidores, ob-
viamente optará por una solución más barata como la vacuna
rusa y no recibiremos ese beneficio, así tengamos los 20 dólares
para pagarla.
Los detractores - como Martínez Albarracín – insisten en ase-
gurar que la opción promovida por Pfizer por ejemplo es una
vacuna experimental, que los anticuerpos de la proteína Spike
derivada del SARS-COV2 contiene la altísima posibilidad de ge-
nerar infertilidad en las mujeres que la reciban, y eso será el fin
de la raza humana. Algo así como el regreso de todas las teorías
Maltusianas, todas juntas envueltas en papel de las redes sociales
personificadas en el espíritu del santo de moda: San Fake News.
Hay opinión muy calificada de especialistas en el tema de la
inmunología que nos indica que en el proceso de vacunación
contra la covid-19 es totalmente cierto que nos vamos enfrentar
a hechos muy concretos como algunos efectos secundarios leves.
Situaciones que van a ocurrir de forma frecuente hasta en un 70%
u 80% de toda la gente que se vacune. También habrá algún even-
to grave relacionado o no con la vacuna, como un infarto o un
fallecimiento que probablemente no tengan nada que ver con la
dosis recibida. Eso vendrá, pero no es un castigo del cielo, ni mu-
cho menos de los dioses, o de los promotores de las teorías cons-
piracionistas.
Por eso, nos advierten que es muy importante cuidar cómo se
van a manejar esos mensajes, y no abusar del clickbait, ya que
[ 113 \
Alfredo Alvarez

esto puede facilitar o minar la confianza en las vacunas. El click-


bait se puede traducir literalmente como cebo de clicks, o la faci-
lona conducta de darle like y enviar a cuanta cosa nos parece que
vale la pena difundir hasta la fatiga por las redes sociales. Preten-
de, a través de un titular con gancho, que el usuario haga click en
el post para generar una nueva visita.
A simple vista puede parecer lógico, pero muchas veces esta
técnica se lleva al extremo generando contenido de mala calidad
o falso. Después, solo quedará esperar porque, conforme la va-
cuna se administre en otros países, las dudas se disiparán. No es
que la gente no quiera vacunarse, es que no quieren ser conejillos
de indias, o al menos ese es su mensaje.

Lo cierto es que el virus no desaparecerá porque siempre po-


drá encontrar refugio en algunas personas o en animales. Es algo
similar a lo que ya sucede con la gripe, cuyo gran reservorio son
las aves salvajes acuáticas y que cada invierno vuelve lo suficien-
temente cambiado como para que haga falta una vacuna nueva.
En ocasiones la gripe es estacional y poco grave y en otras puede
ser una variante pandémica como la que mató a 50 millones de
personas en 1918 y 1919 y la mal llamaron la Gripe Española.
Algunas empresas no quieren que se vea que se están benefi-
ciando de la crisis mundial, muy especialmente después de reci-
bir tanta financiación externa. La gran farmacéutica estadouni-
dense Johnson & Johnson y la británica AstraZeneca, que trabaja
con una empresa de biotecnología con sede en la Universidad de
Oxford, se han comprometido a vender la vacuna a un precio que
solo cubre sus costos de producción. Actualmente, AstraZeneca
parece ser la más barata, con un precio de unos cuatro dólares
por dosis.
Moderna, una pequeña empresa de biotecnología que ha esta-
do trabajando en la tecnología detrás de su revolucionaria vacu-
na de ARN durante años, está fijando un precio mucho más alto
de 37 dólares por dosis, y es que, si bien el desarrollo de una va-
cuna puede alargarse de cuatro a siete años, el fármaco contra el
coronavirus se ha creado en apenas unos pocos meses. Esto crea
inquietud porque, aunque se haya cumplido con los estándares
de calidad y seguridad, hay miedo a que se esté haciendo una

[ 114 \
Cartas a Tánatos

vacuna demasiado rápido y sin los controles adecuados solo por-


que estamos en emergencia.
En parte, esta reticencia es bastante racional, basada en que la
gente sabe que los procesos se han acelerado con la pandemia, y
eso genera cierta desconfianza. Tampoco ayuda mucho a crear
un clima de confianza todas las ruedas de prensa y los anuncios
de las empresas farmacéuticas en los que parecían estar en una
competición de porcentajes de eficacia. En apenas unos días, Pfi-
zer, Moderna, AstraZeneca y Rusia, con su Sputnik V, anuncia-
ron la elevada eficacia de sus vacunas. De hecho, Pfizer primero
informó de un 90% de efectividad y poco después, la aumentó al
95%. Todo ello junto, forma y estimula el morbo que nos incita a
tirarnos por el tobogán de la irresponsabilidad al divulgar hasta
la fatiga, un video tan miserable como el de la señora Martínez
Albarracín, y que me excusen mis irresponsables amigos.
También vale recurrir al viejo adagio que sugiere que alguien
aquí, pudo haber quedado fuera del negocio y de las grandes ga-
nancias que generarán la venta de las vacunas en todo el mundo,
y respira por la herida. En casos similares, mi madre que era una
mujer muy asertiva decía piensa mal y acertarás.
En todo caso, en cuanto al margen de ganancias de los labo-
ratorios hay un detalle muy significativo que revela que éstas a
la final, no serán tantas como aseguran los especuladores y los
enemigos declarados de la vacuna. Los fondos para el desarrollo
de las vacunas, provienen de entes y fundaciones privadas, que
decidieron apostar al éxito de ésta, a condición de que fuera un
producto accesible al mayor número de personas. Tan solo las or-
ganizaciones gubernamentales aportaron 8.600 millones de dó-
lares según AirFinity, una plataforma de consulta de gobiernos
e investigadores sobre el tema farmacéutico. De forma tal que la
usura, por allí no podía portar según la empresa de análisis de
datos científicos.
Debido a la urgente necesidad de la vacuna, los gobiernos y los
donantes han invertido miles de millones de dólares en proyec-
tos para crearlas y probarlas. Organizaciones filantrópicas como
la Fundación Gates respaldaron la búsqueda, así como personas,
como el fundador de Alibaba, Jack Ma, y la estrella de la música
country Dolly Parton. En total, los gobiernos han proporcionado

[ 115 \
Alfredo Alvarez

los 8.600 millones de dólares que ya las les dije, las organizacio-
nes sin fines de lucro han otorgado casi 1.900 millones más y tan
solo 3.400 millones de dólares provienen de la propia inversión
de las empresas del ramo farmacéutico. Un total de 13.900 millo-
nes de dólares con el compromiso de que la vacuna debe llegar al
mayor número de personas.
De forma tal que yo estimo que debemos ser coherentes y soli-
darios con nuestros científicos y por quienes les apoyan. Obtener
esa vacuna, en tiempo tan reducido, por lo menos merece respe-
to.

[ 116 \
Cartas a Tánatos

Dormir bien

Décima cuarta carta

noche pude dormir completo. Este aparente y trivial

A evento lo identifico como el primer síntoma de la mejo-


ría que he logrado experimentar luego del intensivo tra-
tamiento médico en procura de nuestra larga recuperación. Vol-
ver a disfrutar de las horas de sueño reparador sin duda alguna
fue la señal esperada. Sentir que podías dormir corrido más de 6
horas continuas, fue la confirmación de que estábamos saliendo
de la zona oscura. Milagros también logró completar para este
momento su saludable ración de descanso y lo celebramos con la
ritualidad de una pareja cómplice y bien avenida.
Puede parecer una perogrullada, pero totalizar un ciclo de sue-
ño completo, sin interrupciones, desvelos o sobresaltos, se erigía
como la certificación de que nuestros cuerpos no solo estaban re-
accionando al tratamiento médico, sino que nuestro sistema in-
munológico estaba tomando el control de la situación. Ahora es
cuando Rondón va a pelear, me dije para mis espacios íntimos,
porque desde allí precisamente provenían las señales de nuestra
vuelta a la normalidad.

Más que obvio que existe una estrecha relación entre tu estado
de salud y la calidad del sueño de que disfrutas cada noche. Des-
pertar sobre la hora conveniente con vitalidad, reposado, dueño
de la agenda para ese día y con ganas de abandonar la cama para
ordenar con propiedad la rutina de esta fecha, es una bendición
del cielo. También es cierto, que la calidad de ese sueño guarda

[ 117 \
Alfredo Alvarez

una muy estrecha relación con tu sistema inmunológico y su ca-


pacidad para defenderte de las acechanzas de bichos y microbios.
Dormir bien es vivir bien, y al enfermarnos con toda seguridad
vamos a experimentar un sueño muy precario y lábil.
Por oposición a lo anterior, uno de los factores que más contri-
buyen a alcanzar este estado de bienestar físico y psicológico es
el sueño bien ejercido. Dormir como Dios manda es una función
biológica fundamental, y basta tan sólo con recordar que pasamos
precisamente durmiendo aproximadamente un tercio de nuestra
existencia. El sueño es esencial en nuestras vidas y no sólo por la
cantidad de tiempo que dedicamos a dormir, sino también por la
significación que atribuimos a una noche de descanso, así como
el efecto que el sueño tiene en nuestra salud. Lo conveniente es
dormir, pero lo ideal es disfrutar de un sueño reparador y de ca-
lidad. La investigación de los expertos en la materia nos advierte,
que cada vez con mayor fuerza, se revela una estrecha interrela-
ción entre los procesos de sueño y el estado general de salud físi-
ca y psicológica de una persona. Se los certifico.
El Sueño es necesario para mantener la salud como compo-
nente básico de nuestro bienestar. Sin percatarnos, por la vida de
horror que nos tocó en los últimos tiempos, un sueño desordena-
do influye negativamente en múltiples actividades y funciones
de nuestro organismo. De esta manera se va produciendo un des-
orden en forma progresiva en funciones vitales hasta alcanzar un
grado cada vez mayor de dificultad de acción. Entonces allí, es
cuando nos enfermamos y no sabemos el por qué.
Para la recuperación del orden alterado, el organismo pone en
marcha una actividad de sentido aparentemente contrario. Dor-
mir, se trata de una actividad paradójica que tiene como función
reordenar los elementos utilizados y esa función se realiza me-
diante el sueño. Se podría comparar con la actividad de la respi-
ración que tiene la función de llevar el oxígeno a los tejidos
Algunos estudios consultados han encontrado que un sueño
de corta duración y medio maloso, se asocia con las siguientes
alteraciones del sistema inmune: Un incremento de proteínas in-
flamatorias (en particular IL-6 y CRP), así como un incremento
del número de glóbulos blancos. La reducción de la actividad de
las células NK y la aparición de telómeros de leucocitos de menor

[ 118 \
Cartas a Tánatos

longitud. Estos últimos son los marcadores de la edad biológica


en una población determinada. La salud y el sueño mantienen
una relación funcional bilateral, imprescindible y necesaria. Si no
dormimos lo suficiente, nuestro cuerpo produce menos citoqui-
nas, un tipo de proteínas que atacan a los microorganismos en
especial a los virus, las bacterias y a los hongos. Entonces las ami-
gas citoquinas –que para nada son maracuchas- cuando dormi-
mos a pierna suelta nos ayudan a producir una respuesta inmune
más certera y eficaz.
Los manuales nos dicen que las citoquinas se producen y li-
beran durante el sueño. Ellas se encargan de estimular la moti-
lidad de las células del sistema inmune, como los neutrófilos, y
las dirigen hacia el lugar de alguna inflamación, mediante un fe-
nómeno denominado quimiotaxis. Por eso cuando nos ponemos
malitos lo único que nos pide el cuerpo es dormir, y más aún, al
ponerse el sol gracias a nuestro reloj circadiano, dormimos rico,
para acelerar los cuadros de equilibrio del sistema inmune. Los
ritmos circadianos regulan los cambios en las características físi-
cas y mentales que ocurren en el transcurso de un día. La palabra
circadiano significa alrededor de un día y proviene de las pala-
bras latinas circa (alrededor) y “diem” (día). El reloj biológico de
su organismo controla la mayoría de los ritmos circadianos y este
reloj se encuentra en una región del cerebro llamada hipotálamo.
La pérdida crónica de horas de sueño, como el trabajo a tur-
nos, aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular y de in-
fección de todo tipo, entre otras muchas causalidades. Hay que
plantearse seriamente una higiene de sueño adecuada como nor-
ma de protección contra todos los bichos que nos acechan.
Otro dato importante: Las personas que duermen menos de 7
horas cada noche son aproximadamente 3 veces más propensas
a desarrollar síntomas de resfriado que los que duermen ocho o
más. Si no dormimos lo suficiente, es más probable que nuestro
cuerpo no sea capaz de defenderse bien de las infecciones, y tam-
bién que necesite más tiempo para recuperarse de la enfermedad.
Recuerden, cuando dormimos como se debe, nuestro sistema in-
munológico produce a granel las nombradas citoquinas protec-
toras, los anticuerpos y células especializadas que combaten las
infecciones, un aspecto crucial para nuestra salud.

[ 119 \
Alfredo Alvarez

Hay un par de laboratorios, uno en España y otro en Estados


Unidos que ya están experimentando con fármacos basados en
melatonina para luchar contra el coronavirus. La función de la
melatonina básicamente es la de inducir el sueño y regular el rit-
mo circadiano correspondiente al ciclo sueño-vigilia. Es decir, re-
gula los ritmos circadianos, pero también los ritmos infradianos
o estacionales. Al ser un potente antioxidante ayuda a disminuir
la oxidación, la cual puede causar ataques al corazón e intervenir
en la presencia de hipertensión arterial.
La llamada citoquina contribuye a estimular el sistema inmu-
nológico y ayuda por mucho a aliviar el insomnio asociado con la
menopausia. Son parte importante del proceso que nos conduce
a un sueño reparador. Su función principal es regular los ciclos
circadianos de luz y oscuridad, vigilia y sueño, y para producir-
la en nuestro organismo, solamente debemos tener noches de un
buen sueño grato y reparador. La liberación de la melatonina se
genera en función del ritmo circadiano y como respuesta a la cir-
culación diurna-nocturna. Es más, las enzimas que sintetiza la
melatonina en tu cuerpo se activan o se suprimen en función de
la luz o de la oscuridad. Entonces, debemos dormir.

Para mantenerse saludable en los tiempos que corren y para


incidir en la mejoría de tu sistema inmune, debemos tratar de
dormir entre 7 a 9 horas cada noche. La cosa varía dependiendo
de la persona, la edad y hasta creo que el sexo influye en la canti-
dad y calidad de horas que dedican las damas a consultarse y ha-
cer terapia con el amigo Morfeo. Los investigadores calculan que
ellas requieren unos 20 minutos más de sueño por noche para
recuperarse. Para las mujeres dormir poco o mal, tiene un mayor
impacto emocional y puede traer sensación de enojo, depresión
y hostilidad.

Sabemos que el cerebro de las mujeres es diferente al de los


hombres. Las mujeres tienden a ser multitasking. Hacen más co-
sas al mismo tiempo, son más flexibles, y por eso usan una mayor
parte de su cerebro que los hombres, asegura al New York Post, el
señor Jim Horne, quien era director del Centro de Investigación
del Sueño de la Universidad de Loughborough, Inglaterra. Allí se

[ 120 \
Cartas a Tánatos

llevó a cabo un estudio sobre 210 hombres y mujeres de mediana


edad y a su término se concluyó en que las damas necesitan más
tiempo para descansar.
Dormir bien y a pierna suelta te ayudará a mantener tu siste-
ma inmune en forma, y también protegerá al cuerpo en general
de otros problemas de salud, como una enfermedad cardíaca, la
terrible diabetes y la incómoda obesidad. Si tu horario de sueño
se ve interrumpido por una semana laboral a tope u otros facto-
res emocionales, intenta compensar el descanso perdido con una
sesión de convenientes siestas.
El sueño es una necesidad biológica básica, como el comer.
Prueba estas ideas para poder dormir mejor cada noche. Estable-
ce un horario fijo para ir a dormir, esta práctica refuerza el ciclo
sueño-vigilia y ayuda a promover un mejor sueño cada noche.
Vigila tu alimentación, evita ir a la cama ni muy saciado ni ham-
briento. Evita también la nicotina, la cafeína y el alcohol, resultan
unos hábitos muy poco convenientes a nuestro propósito de ga-
rantizarnos noches de sueño reparador. Te sugiero crear un ritual
para antes de acostarte, que puede ser el de tomar un baño o una
ducha de agua tibia. Leer un libro, escuchar música agradable,
pero que no sea reguetón por favor. Es una manera de decirle a tu
cuerpo que ha llegado la hora de relajarse y dormir.
Repito, nosotros pasamos una tercera parte de nuestra vida
durmiendo. Sin embargo, solo soñamos en fases de pocos minu-
tos. Según las investigaciones sobre la fisiología del sueño, se cal-
cula que, a lo largo de nuestra vida, soñamos cerca de 6 años
enteros. Durante este proceso, el cerebro se activa necesitando
para ello que el flujo de sangre en el mismo sea el doble que el
necesario durante el estado de vigilia. Solo una parte del cerebro
deja de funcionar mientras dormimos: el centro lógico. Por eso en
ocasiones nos reímos de las locuras que se producen en cada uno
de esos sueños que alcanzamos a recordar. Por esta razón es que
algunos sueños adquieren muchas veces matices de irrealidad.
La historia de la humanidad y muy especial la mitología, re-
coge una relación muy especial del hombre y su capacidad de
soñar durante el tiempo que permanece dormido. Los sueños es-
tán ligados desde la antigüedad al mito de Caos, que es la perso-
nificación del Vacío primordial, anterior a la Creación, cuando el

[ 121 \
Alfredo Alvarez

Orden no había sido impuesto aún a los elementos del mundo. El


Erebo, era aquel lugar de las tinieblas infernales que, en la Teogo-
nía de Hesíodo, aparece como el Tártaro, la región más profunda
del mundo.
Conservo en un lugar de mi biblioteca los cuatro tomos rosa-
dos del diccionario de filosofía de Ferrater Mora, un clásico al
cual adoro consultar. La mitología que allí está descrita es una
fuente inagotable de referentes para entender los aspectos más
complejos de nuestra cotidianidad. En solicitud de un aporte a
esta carta, me sugiere que de la misma manera en su quehacer
cotidiano el hombre desciende al mundo de los sueños como una
forma de reencontrarse con experiencias del pasado, pensar so-
bre todo ello, y organizar la vida psíquica para el día siguiente.
La experiencia onírica además de satisfacer deseos pulsiona-
les, da cuenta de la particular manera de resolver situaciones
conflictivas del pasado y poder aplicarlas a las experiencias del
presente. Les confieso que el primer síntoma de mejoría apareció
cuando pude dormir más de 6 horas continuas. La constatación
de que las cosas irían para mejor, arribó con los primeros sueños
gratificantes y medio locos. Soñé con mi trabajo, con mis com-
pañeros de oficina. En uno de esos sueños, el compañero más
reticente de la oficina se había realizado una operación de reasig-
nación de sexo. Allí supe con certeza que la recuperación post co-
vid-19 venía en serio. Lo del cambio de sexo en mi compañero de
trabajo, espero que no sea precisamente por falta de sueño.

[ 122 \
Cartas a Tánatos

Tres buenos amigos


que se nos anticiparon,
victimas del coronavirus,
y otro al que no pude despedir.

[ 123 \
Alfredo Alvarez

Juan José Peralta, el Gran Popeye


[ 124 \
Cartas a Tánatos

Réquiem por popeye

Carta décimo quinta

rgullosamente pertenezco a una raza de hombres que sin

O extravíos ni mayores dilaciones descubrió su razón de ser


en el periodismo. Somos una tribu insólita que supera
cualquier tipo de obstáculo y contrariedad. Tenemos una pésima
relación con el poder establecido y estamos muy orgullosos de
ese estatus.

Estamos hermanados por la misma causa, nos arrojamos a la


vida con la determinación que nos alerta la hora de cierre, la se-
ducción de un tubazo, o la sensual caricia de una entrevista ex-
clusiva. Como una solvente definición existencial, nos basta con
saber que somos unos seres destinados a ser los escrutadores de
lo cotidiano, terriblemente complejos y volátiles. Somos perio-
distas.

Los reporteros de calle, como también nos gusta llamarnos, so-


mos estructuralmente trasgresores, terriblemente sensibles y po-
tencialmente desesperados. Actuamos acicateados por el impul-
so de nuestro talento y por la angustia irrefrenable que deriva de
esa pulsión infinita por el saber, así como por el indeclinable de-
ber que implica compartir con nuestros congéneres, todo lo que
descubrimos y todo lo que sabemos. Somos como unos extraños
albañiles ilustrados que, sin enfado alguno, y una insólita prisa,
construimos los espacios de lo público y lo ciudadano. Somos por
naturaleza seres libertarios, una extraña avis, en los tiempos que
corren.

[ 125 \
Alfredo Alvarez

Nos han llamado los perros guardianes de la democracia, y


qué duda cabe, somos honrosamente los cancerberos de este
perfectible modo de vida, hoy terriblemente erosionado por los
afanes totalitarios de un populismo tóxico y pueril, que es con-
ducido por los torvos enemigos de la libertad. Los periodistas
convivimos extasiados en los límites de este alucinante oficio. Un
extraño híbrido entre la literatura, la historia, las ciencias, la mú-
sica, el arte, el deporte, la premonición, la buena mesa y la mejor
bebida. Esa mística militancia también genera unos explosivos la-
zos de afecto entre sus correligionarios, caracterizados por su in-
tensidad y por su profusión. Esa desigual batalla contra el poder
nos exige ser solidarios hasta más allá del suicidio. Y lo somos.

Alguien sentenció con oportuna propiedad que los cínicos no


sirven para este oficio. No es fácil ni sencillo ser un buen perio-
dista, pero cuando te entregas al vértigo de su liturgia, no podrás
nunca más, escapar al poder de toda su seducción. Creo hones-
tamente que Juan José Peralta, alias El Popeye era todas esas co-
sas, y muchas más, que no logro enumerar en estas líneas, las que
ahora escribo, muy exigido por el doloroso acoso que nos infli-
ge su súbita partida. Popeye, como afectuosamente le llamamos
desde siempre, era un singular hombre que resultó seducido por
las maravillas ocultas de este oficio. Y créanme por favor, que
cuando digo singular, abuso deliberadamente de toda la conno-
tación posible de esta palabra.

Popeye era singular. Lo era hasta para pelearse con él, y luego
convenir una tregua más adelante, eso sí, en una tregua afectuosa
y cálida. Un receso regado de buen licor y de ser posible de una
buena mesa para burlarnos de la tragedia que supone la enemis-
tad. Fue un hombre afable, generoso en la gratitud de su respeto
profesional por los otros periodistas, y muy especialmente por
los integrantes de la tribu, junto a Oscar, El Fuga, La Musiú, El
Gordo Ramírez, El Pucho Antillano, y otros que ahora se me es-
capan y sabrán dispensar mi involuntario olvido. Popeye no te-
nía amigos, con el bullían sindicatos enteros de incondicionales
hermanados por la poesía, la literatura, el buen cocuy, el mejor
periodismo, el Tamunangue, la historia, y esa pícara manera de

[ 126 \
Cartas a Tánatos

hacer un humor corrosivo y hasta cruel. Los malos cultores del


oficio encontraban en él su más feroz detractor, con ellos no tenía
piedad, ni daba cuartel. Los piratas o se enmendaban o buscaban
otras rutas porque el Popeye les ajustaba las cuentas, y ese trago
no era fácil.

Nuestra tribu de amigos-hermanos-periodistas se constituyó


a finales de los años 70, una vez egresados de la universidad.
Algunos de nosotros, un poco más afortunados, teníamos algún
tiempo rondando las redacciones de los periódicos y eso nos im-
primía una improvisada solvencia profesional. Para ese momen-
to, Popeye era un duro del oficio y un veterano de las mil guerras.
Le conocí en la redacción de El Nacional de Occidente y en ese
momento ya lo suyo era una historia llena de afortunados episo-
dios. Ser paisanos ayudó un poco, pero su corazón generoso no
se ahorraba espacios para albergar amigos en igual cantidad que
sus glóbulos rojos.

En esos años lucía su particular atuendo con un desenfado


único e insuperable. Calzaba alpargatas de suela (una vaina muy
larense) bluyines intencionalmente descoloridos y un terno azul
de elegante casimir, que contrastaba con un elegante sombrero de
Pumpá. Sus artículos personales estaban todos contenidos en un
carriel de fique, que orgullosamente contrastaba contra los bolsos
de piel muy de uso entre los caballeros de la época. Nada lo dete-
nía y nada le impedía lucir con orgullo las raíces muy regionales
de su origen. En una fiesta del periódico –en Caracas- se apareció
con una Burriquita la cual bailó a placer, para el deleite de todos
los presentes. Cada 13 de junio Popeye era el más entusiasta con-
vocante para ver los Sones de Negros de nuestro Tamunangue, y
el más decidido bailador frente a la iglesia de la Concepción. Allí
coincidíamos, él exultante danzante, y yo un animoso observa-
dor. Siempre había espacio para una charla muy ilustrativa sobre
la efeméride y una ocasión muy oportuna para burlarnos de los
impostores. El 27 de junio era imposible no verlo en los actos del
CNP.
En el mundo profesional nada le fue ajeno ni extraño. En los
diarios El Universal y El Nacional, El Impulso y en El Informador

[ 127 \
Alfredo Alvarez

brilló con luz propia como redactor de notas impecables. Como


secretario de redacción ganó su espacio en el diseño limpio y
atractivo de páginas memorables tanto en El Nacional, El Diario
de Caracas y posteriormente en el diario El Zuliano de Maracai-
bo. Fueron igualmente curiosas sus incursiones en la TV. Popeye
fue integrante del staff de redactores y productores del Noticiero
de VTV (en su mejor momento) y mientras la toma del estudio
era amplia y generosa, El Popeye cruzaba el estudio, como si del
patio de su casa se tratara. La aparente incorrección la daba un
aire de frescura al trabajo de todo el equipo de periodistas y pro-
ductores que celebraban las ocurrencias del audaz barquisimeta-
no.

Otra de las virtudes del JJ era el culto por la amistad. Por su


intermedio conocí a Gustavo García Márquez, hermano del Gabo
y posteriormente Cónsul de Colombia en Barquisimeto. Las te-
nidas en su casa alrededor del periodismo y la literatura fueron
eventos memorables, así como las bromas que Popeye gustaba
endosarle al señor Cónsul. Gustavo escribía unas maravillosas
crónicas de largo aliento, que fueron publicadas en el Diario de
Caracas y algunas otras en El Impulso. El Gran Popeye le decía
que, a pesar de ser unos buenos textos, Gustavo estaba jodido
por ser hermano del Gabo, una figura del periodismo y la litera-
tura que no admitía coros ni sombras en su entorno literario. Las
ocurrencias de Popeye eran motivo de estruendosas celebracio-
nes por los concurrentes al ágape. En la época en que estábamos
todos concentrados en los maravillosos espacios del diario El Zu-
liano, por intermedio de Gustavo, le llegamos al Gabo; y gracias
a los oficiosos servicios de este datero excepcional, pudimos dar
el tubazo del premio Nobel para el hijo de Aracataca.

Estando en Maracaibo Popeye se hizo amigo de un titiritero


audaz y muy habilidoso. El muñeco se llama Caraciolo y bailaba
con absoluta pericia vallenatos y cuanta raspa canilla se le pusie-
ra por el medio. Lo acontecido fue, que Caraciolo y el Popeye se
convirtieron en una dupla que se aparecía en cuanto arrocito se
celebrara en la comarca. La súbita aparición les garantizaba di-
versión, caña y comida. Ellos con el muñeco de marras estaban

[ 128 \
Cartas a Tánatos

facultados para poder libar, comer y enamorar cuanta chica se los


permitiera. Los méritos de Caraciolo se fundamentaban en unos
furibundos ataques de lujuria, que le permitiría meterle mano y
rascabuchar a cuanta pierna femenina estuviera disponible y a su
alcance. Los viernes, ya sobre la hora de cierre, eran una fija en la
redacción de El Zuliano, Popeye y el Viejo Caraciolo. La joda era
delirante.

No conforme con la exitosa travesía por distintos medios de


Caracas y el interior del país Popeye incursionó con éxito en el
periodismo Corporativo. Fue Director de Comunicaciones del
IMAU de Caracas, donde desarrolló un interesante modelo de
comunicación con énfasis en lo educativo y en la conservación
del ambiente. Hizo escuela desde la División de Tecnología Edu-
cativa del Ministerio de Educación, y la radio tampoco le fue es-
quiva. Su Cronicario nos nutrió con abundancia y generosidad.
Un espacio matutino de entrevistas lo mantuvo ocupado por mu-
cho tiempo en los estudios de Telecentro, un canal local, hoy muy
venido a menos a consecuencia del cerco de censura que el régi-
men impone en contra de los medios independientes. De ese sitio
Popeye salió peleado, mas no disminuido.

Nos dio la muy grata sorpresa de regalarnos una novela con


un título premonitorio. Esos muertos míos, ambientada en el ve-
lorio de un poeta amigo y en detalle precioso en torno a las con-
versaciones que suelen servir de escenografía a esa despedida.
Yo lamento –igual que el resto de integrantes de la tribu- que las
exigencias de la cuarentena nos hayan impedido hacer de su se-
pelio un monumental homenaje a la amistad y al cariño. Estoy
seguro que no hubiese faltado la música, la alegría y el encanto
por nuestras tradiciones. La funeraria Metropolitana y las calles
adyacentes hubiesen reventado con tu despedida caro amigo. No
tengo la menor duda. Estamos en deuda contigo
Los tuyos dan fe que fuiste mejor padre y un gran amigo. Un
irreverente jodedor, un consecuente militante de las luchas gre-
miales de todos los periodistas, y a riesgo de no equivocarme, yo
agrego que fuiste un hombre que debió morir satisfecho de to-
dos sus logros personales y profesionales. Entre nosotros queda

[ 129 \
Alfredo Alvarez

la certeza absoluta que nadie te quitará lo bailado. Tu partida nos


conmovió hasta más allá del dolor, y yo en lo personal decliné el
derecho a dar ese tubazo tempranero. Mi Resumen de Noticias se
negó a recoger la primicia de tu partida hasta un día después, es-
perando el desmentido que nunca llegó, y eso lo puede confirmar
Yayet Peralta de Chirinos tu amada sobrina. Los integrantes de
la tribu, guardaremos nuestro silencio ritual. Lo lamentan mucho
porque “la cosa” esta vez nos salpicó muy de cerca y confieso que
estamos prevenidos.
Chao Pope, saluda de nuestra parte al Poeta Medina, al Negro
Machado y a Pablito Antillano. Te debemos una ruidosa despe-
dida.

P.D.: Yayet está comprometida en la edición de Tu Cronicario en forma de libro post mor-
ten. El Fuguita deberá producirlo, pero anda medio rebotón y tú sabes muy bien cómo se pone
cuando se engorila. Una noche de éstas, les halas los pies para que sea serio y se organice.

[ 130 \
Cartas a Tánatos

[ 131 \
Alfredo Alvarez

[ 132 \
Cartas a Tánatos

Alexei Guerra
Que no haya más espacio para la tristeza

Carta décimo sexta

on la triste noticia de la partida de Alexei Guerra no pue-

C do albergar una tristeza más en mi corazón. Será enton-


ces el amable recuerdo que nos deja, así como nuestro
respeto a su memoria, lo que sugiera debe ser nuestro compromi-
so con él. Reconocer su infinita bonhomía, será entonces la pala-
bra que vista nuestra amarga despedida. Que no haya más espa-
cio para la tristeza en nuestros corazones. Vuela alto, sé libre. AA

Cuando las incontrolables circunstancias y la indeseable Co-


vid-19 decidieron adelantar tu partida, decreté que en mi corazón
no cabía una tristeza más. De esa manera –ingenuo mortal- que-
ría protegerme del dolor y la sorpresa que nos causan las súbitas
muertes de nuestros amigos. Me refiero en especial a todas las
numerosas partidas que fueron generadas a partir de la infección
del detestable coronabicho. Hasta bien entrado diciembre la lista
de panitas fallecidos por la COVID-19, crecía de manera vertigi-
nosa, y nuestro inventario de buenos amigos mermaba de igual
forma que el poder adquisitivo del mal llamado Bolívar Sobera-
no.
Créeme, según fuentes acreditables y dignas de todo crédito,
entre ellos el médico neumólogo Franklin Camacaro, tú no esta-
bas en la lista oficial de aquellos candidatos con los méritos acu-
mulados para cambiar de barrio. Tenías muchos compromisos
pendientes con la vida para irte así de súbito, sin aviso ni pro-
testo. Sin adiós ni despedida, como la letra de un bolero dulzón
y cursi, de esos mismos que te amarran al pie de una rocola. El

[ 133 \
Alfredo Alvarez

doctor Camacaro te seguiría algunos días después; dejándonos


también una estela de estupor, sorpresa y mucho dolor.

Te recuerdas la broma institucional que te causaba, cada vez


que coincidíamos en los arrocitos que convoca el Andrés Cañi-
zales con motivo de sus fechas patrias. La indetenible belleza de
tu hija nos daba tela para cortar, e imaginarnos tus cuitas con ese
sindicato de novios aspirantes que se formaría a su paso. Te pre-
guntaba en cada ocasión si ya te habías comprado la escopeta con
la cual alejarlos, y al hacerlo registraba como María Eugenia, tu
bella mujer sonreía exultante, reconociéndose en los méritos de
esa belleza impune que afloraba en Luisana.

Mientras luchabas por tu vida y Andrés promovía una justa


campaña en tu auxilio, para garantizar los apoyos a tu pronta re-
cuperación, yo recurría a Mi Amiga Eterna (MG de B) para saber
de tu evolución diaria. Ella tenía línea directa con el propietario
de la clínica, y suponía que esa conexión nos garantizaba cierta
inmunidad. Para mi tranquilidad me agencié una fuente direc-
ta y confiable. Me dirás con tu sorna bien administrada que son
vainas de reportero, y es cierto. Manías de quien supone, que, si
tiene los pelos en la mano, está facultado para decir de qué color
es el burro. Tampoco me favoreció el truco.

En esos días de octubre del siniestro 2020, luego de tu viaje,


circuló por las redes un video donde cantabas la canción Todo
tiene su final, conocida entre los salseros del mundo por la magis-
tral interpretación de Héctor Lavoe (Juan Pérez Martínez), como
si se tratara del oportuno cierre de uno de tus programas de ra-
dio. Acababa de publicar una crónica por la partida de Popeye,
otro grande que se nos marchó, y todavía intentaba recobrar fuer-
zas por ese asunto. No es tarea fácil despedir a los amigos, sobre
todo cuando su viaje lo anima la prisa, el desconcierto y esa in-
sondable dosis de crueldad que aplica la señora parca.
Quise hacer lo mismo, escribirte una nota de despedida digna
de ti y de nuestra amistad, y confieso que no pude. Supongo que
era el decreto contra la tristeza –ese mismo que fue promulgado
al conocer la noticia de tu viaje- lo que me impedía reunir algu-

[ 134 \
Cartas a Tánatos

nas buenas ideas, unos mejores recuerdos, sazonarlos con la pi-


cardía de las bromas que acostumbraba a gastarte cada vez que
te veía, y listo. Pero en esta ocasión la fórmula no dio el resultado
habitual. En mi libreta de notas, donde garabateo el curso de mis
crónicas, todavía guardo algunas precisiones, datos, algo que me
llamó la atención sobre los ritos funerarios urbanos, esperando
por esa crónica, con la cual debía despedirte. Discúlpame herma-
no, no lo pude hacer, la tristeza me lo impidió.

Jorge Luis Borges nos dice en una de sus tantas frases felices,
que la muerte es una vida que fue vivida. En esta ocasión trataré
de estar en cordial desacuerdo con el maestro; pues creo que, en
tu caso, apenas se iniciaba lo mejor de tu proceso vital, y se nos
atravesó el coronabicho para agriarnos la fiesta. Faltaba mucha
joda y mucho talento por desplegar todavía. Desde Medianálisis,
desde la radio, desde la UCLA, desde la vida, desde nuestro sin-
dicato de complicidades. Con María Eugenia y viendo crecer a
Luisana. Coleccionando triunfos y cultivando ese oficio de buena
gente que ejercías con tanta propiedad.

Por ejemplo, era mucha la joda que le debíamos a Monseñor


Piero Trepiccione, la víctima ideal de nuestras hilarantes bromas
y travesuras y a quien atribuíamos la responsabilidad de cual-
quier desaguisado nuestro. Por cierto, olvidaba decirte que a
Monseñor Trepiccione y a mí nos picó el coronabicho, pero he-
mos sobrevivido a sus acechanzas. Piero perdió el gusto, no oye,
y además de las vitaminas que debemos consumir a diario, él está
obligado a consumir de por vida altas dosis de sildenafil.
Yo me ayudo pensando que por allí viene febrero, ojalá que
las circunstancias lo permitan para que el Cañizales convoque un
arrocito en los espacios del Club Madeira. Así podamos echar un
pie como bien los hacemos en cada aquelarre que se propicia en
ocasión de su cumpleaños. El cumpleaños del Andrés, va muy
seguido con el mío, y no habría mejor ocasión para rendirte tribu-
to. Que no falten los platos de Richard Varillas, la amable conver-
sa del Negro Fréitez, la oportuna cesión de ideas y proyectos con
Yonaide Sánchez, el encanto de Milagros Gómez, más ese univer-
so de panas comprometidos con la regeneración del país, otra de

[ 135 \
Alfredo Alvarez

tus angustias vitales. Estoy segurísimo que la atenta mirada de


Elsa curará los detalles del arrocito.
Fíjate tú, que antes de escribirte, para exorcizar mis demonios
y la tristeza “Guglié” tu nombre en el célebre buscador de inter-
net. Te comunico que la búsqueda me dio 221.000 resultados en lo
que pestañea un cura loco y no creo que esté mal ese average. Las
primeras cinco páginas están colonizadas por ti, por tu historia y
por tu lucha por permanecer con nosotros. Ya después de la pági-
na siete, empiezan a aparecer tus homónimos, y luego aparecen
escalonados todos tus parientes rusos. Nada mal.

Te entero, los amigos de El Impulso publicaron una nota gentil


y generosa que rescato para tu conocimiento y fines subsiguien-
tes. Es ligera, informativa, está bien estructurada, pero funda-
mentalmente es algo lleno de mucha generosidad. Confieso que
la nota publicada en redes por Gisela Carmona –muy poca amiga
de los halagos gratis- te reconoce como un tipo fuera de serie, y
eso mi hermano es mucho. Yo te confieso, que en mi encuentro
con el coronabicho vi la pelona muy de cerca, no quiero imagi-
narme lo que dirá la Carmona de mí, cuando me corresponda el
turno al bate.

Aquí, parte de lo publicado:


Alexei Guerra pasó 12 días internado en la Unidad de Cuida-
dos Intensivos de una clínica al este de la ciudad de Barquisimeto.
El día 03 de octubre de 2020 entró caminando, pero a regañadien-
tes. Su esposa María Eugenia lo sacó obligado de la casa luego de
que notara que se quedaba dormido mientras hacía cualquier ta-
rea en casa y el malestar seguía. Aunque aseguraba sentirse bien,
por dentro el escenario era otro.
Pero Alexei, un hombre activo, alegre, emprendedor y relati-
vamente saludable, hoy no puede contar su historia. Con 44 años
de edad, comenzó síntomas de fiebre de 39 grados y tos que em-
peoraba al hablar. Era coordinador general de la Asociación Civil
Medianálisis. Igualmente era docente del Decanato de Ciencias
Económicas y Empresariales de la Universidad Centro occidental
Lisandro Alvarado (UCLA), así como asesor y facilitador de talle-
res de oratoria y comunicación. Otro de los proyectos que asumió
[ 136 \
Cartas a Tánatos

este año fue compartir la conducción del programa En Este País


de la Red de Nacional de Radio Fe y Alegría.
Fin de la cita.

Como lo de la escopeta quedó pendiente y Luisana seguirá es-


tando más bella cada día, por aquello de lo que se hereda no se
hurta, me ofrezco a buscarla y a ocuparme de espantar a los inde-
seables aspirantes a novio, hasta que aparezca algo que valga la
pena. En su momento le hablaré a María Eugenia para ponerla al
tanto de esta tarea, así como a los contertulios Cañizales y Trepic-
cione. Este último me ofreció una Lupara (escopeta para matar
lobos muy usada en Sicilia) pero estaba muy oxidada. La histo-
ria de esta arma se remonta al siglo XIX, nació en Sicilia y fue re-
parada como “LUPARA”, porque se usaba para conducir lobos.
Entonces se usó para resolver las cuentas de la mafia. Trepiccione
sabe de eso mucho más que yo.

Me han recomendado la escopeta Saigá-12, que no es más que


la versión soviética muy mejorada de la similar estadounidense
AA-12. Ambas armas proyectan un intenso fuego en los campos
de batalla y permiten a los militares mandar al infierno a los ti-
pos malos. Aunque la rusa es dos veces más rápida, porque tiene
una frecuencia de tiro de 600 disparos por minuto en compara-
ción con los 360 tiros de la AA-12, obviamente que me inclino por
la primera. Fíjate en un hecho por lo demás interesante, la velo-
cidad de disparo de la Saigá-12 es igual al de otra obra maestra
rusa, el AK-47. Más nylon.

Creo que por ahora es suficiente, te dejo, seguramente ya con-


seguiste chamba en alguna FM del cielo y debes estar preparando
el programa. Me imagino que estarás ocupándote de divulgar la
Salsa Cabilla entre todos los radios escucha de esa urbe. No te ol-
vides que mucho de los buenos soneros ya están viviendo en ese
barrio, creo que tenerlos en vivo para comentar lo propio, será
una verdadero tubazo.

Alguien me dijo que mientras estabas en la Canabal, le habías


prometido a María Eugenia que, al salir de allí, lo ibas a contar

[ 137 \
Alfredo Alvarez

todo en la radio. Imagino que harías una sección para informar


acerca de lo serio y grave que es este asunto de la COVID-19.
Tranquilo, yo me estoy ocupando del asunto. Escribí 20 cartas,
una cada día contando mi experiencia y la de Milagros. No te ha-
bía dicho, nos dio juntos a los dos. Te repito que no tienes deuda
alguna, yo me ocupé de ese asunto.
Mi pana, que la suerte siempre te sonría y que el éxito te sor-
prenda trabajando.
Muchos Saludos .

P.D.: Nancy Machado igualmente te envía saludos, y me dijo que está haciendo su luto
como es.

[ 138 \
Cartas a Tánatos

[ 139 \
Alfredo Alvarez

[ 140 \
Cartas a Tánatos

Jairo Hernández
Un Médico amigo que era igualito a Clark Gable

Carta décimo séptima

a verdad te digo Jairo Hernández, yo creo que los médi-

L cos no deberían morirse. Mucho menos en este triste mo-


mento en el cual nos encontramos todos los venezolanos.
Supongo que alguna vez te dije que desde niño imaginé que los
médicos -y también las enfermeras- ni se enfermaban y mucho
menos se morían de esos padecimientos vulgares, comunes y sil-
vestres que andan por allí matando a los mortales. Suponía en mi
universo infantil, que la condición de médicos les confería una
inmunidad especial ante las adversidades sanitarias. La creencia
aplicaba únicamente para los médicos muy cercanos, como mi
pediatra, y los amigos de la familia que también eran médicos.
Por extensión la descabellada idea también englobaba al resto de
galenos que por casualidad se enteraban profesionalmente de los
problemas de salud del resto de los mortales.
En esa misma circunstancia, Superman, El Llanero Solitario, El
Zorro y los médicos, eran los ídolos salvadores que construían mi
visión del mundo. Ignoro el origen de esa desestructurada teoría,
pero la acuné entre mis mitos recurrentes y la dejé encubar hasta
los días que corren. Edith Calzadilla –mi maestra y formadora en
las labores de coaching- me enseñó que hay una estrecha relación
entre el guion de vida que hemos elaborado y las posiciones exis-
tenciales que desde pequeño nos vamos construyendo.
La doctora Calzadilla, mi apreciada tutora, me decía en mis
clases iniciales, que el niño con esas primeras decisiones al esco-
ger sus salvadores está escribiendo su guion de vida. De forma
tal, que, gracias a todas las experiencias vividas de pequeño, to-

[ 141 \
Alfredo Alvarez

dos los mensajes que le dan sus padres y otros adultos para él son
muy importantes, y pasan consecuencialmente a formar parte de
este estructurado guion. Esa lista incluye las prohibiciones, los
permisos, las expectativas que se tengan sobre sí mismo. Serán
interiorizados y le llevarán a tener un concepto tanto de sí mis-
mo, como de los demás y del mundo. Así decidirá si es una per-
sona digna o no de amor, de si puede o no confiar en los demás o
de si el mundo es o no, un lugar seguro. Los salvadores ayudan
mucho.

Ya crecidito y adulto me imagino que por allí vienen los tiros.


La cosa tiene que ver con la manera cómo vemos la vida, y en mi
vida los salvadores (ustedes los médicos, los bomberos (según el
Análisis Transaccional) tienen esa gran virtud. La de salvarnos
material y simbólicamente. Por eso creo que te coloqué en ese si-
tio tan especial, para mí y para Milagros. Por supuesto, que, con
el tiempo, no tan sólo te asumí como mi médico y por añadidura
el de mi mujer, sino que concurrir con regularidad a tu consulto-
rio se trasformó en una extensión de nuestro agradecido afecto
por tu grata amistad. Un gesto que con el tiempo se fue convir-
tiendo en un hábito muy saludable.

Si comparecía para una consulta solito y ayuno de compañía,


tu secretaria me dejaba al final porque sabía que además de la
consulta convenida, se produciría un intenso diálogo sobre los
temas más disimiles, y eso tomaba tiempo y podía molestar a
las otros pacientes. Complacido me preparaba para esos encuen-
tros y aspiro con esta carta sostener el diálogo que nos habíamos
prometido, y que el coronabicho interrumpió de manera artera y
cruel.
Tu desaparición física, nos dejó a Milagros y a mí en una espe-
cie de orfandad médica, que estamos tratando de ver la manera
de como la resolvemos. Nos movemos en absoluto conocimien-
to, de que no será una tarea fácil de resolver. Y yo que creía que
los médicos no se morían. Qué eran algo así como unos seres es-
peciales, que, en conocimiento de casi todas las certezas sobre la
salud, obraban para no dejarse enfermar. Pero con este bicho, el
guion de vida ahora es otra cosa Jairo.

[ 142 \
Cartas a Tánatos

Ocho de cada diez casos sintomáticos de la COVID-19 tienen


una enfermedad leve a moderada que no suele progresar a fases
más avanzadas. El 14 % de los casos pueden progresar en unos
7 a 10 días a un cuadro severo pulmonar, mientras que un 6 %
siguen deteriorándose en el tiempo ante una respuesta hiperin-
flamatoria o de tormenta de citoquinas, que conllevan a shock y
falla de múltiples órganos.

En general, tienen mayor riesgo de progresión los individuos


con factores de riesgo como edad mayor de 60 años, género mas-
culino, obesidad, diabetes, hipertensión, inmunosupresión, tras-
plante de órganos sólidos, enfermedad renal y tabaquismo. Pero
eso no descarta la posibilidad aislada que individuos aparente-
mente sanos puedan presentar una evolución severa o diversas
complicaciones pulmonares, renales, cardiovasculares, neuroló-
gicas, endocrinológicas, entre otras. Creo que a ti te sorprendió
esta última variable, la estadística esta vez fue muy severa con-
tigo.
Sabías que la película favorita de mi mujer es Lo que El Viento
se Llevó, una cinta que con seguridad debe haberla visto varios
cientos de veces, así como yo la película 300, ambientada en la
Batalla de las Termópilas. Pues bien, yo le completaba la broma
diciéndole que nuestro médico era igualito a Clark Gable el ga-
lán que le movía el piso a su heroína, la joven Escarlata O ‘Hara
(Vivian Leigh), quien en esa cinta representa a una hermosa jo-
vencita que procede de una familia adinerada del sur de Estados
Unidos, que está a favor de la esclavitud. Creo que te lo dije una
vez y te cargaste de la risa.

También recuerdo la vez que me dijiste que cultivar un hobby


o una afición era algo sanador y muy útil si de verdad queríamos
una vida sana. Yo andaba enfrascado en una crisis particular con
el estrés y tú con esa sonrisa de jugador de póker me dijiste que
para eso no había medicina posible, y que lo más sensato era ba-
jarle dos. Me pusiste tu ejemplo, jugabas golf los días martes, y
por nada del mundo faltabas a tu cita semanal con la tranquili-
dad y el ocio creador. También pude ver en una ocasión, como al
llegar al vestidor del club, los otros jugadores corrían en tu auxi-

[ 143 \
Alfredo Alvarez

lio, y de manera espontánea, se generaba una consulta muy sin-


gular en ese inapropiado sitio.
No tienes idea cómo me hubiese gustado tanto a mí, como a
mi mujer, que hubieses sido tú el médico que nos asistiera en esta
oportunidad. No tan sólo era la asertiva gestión de tus recursos
profesionales, era además la confianza que nos generabas, y con-
secuencialmente la tranquilidad que trasmitían tus modales de
gato bien educado. Los profesionales que nos atendieron a noso-
tros dos, lo han hecho muy bien, pero la confianza, y la bonhomía
que te caracterizó siempre nos hubiese hecho mucho bien. Sé que
ellos sabrán entender este detalle.

Más muertos que en España


Sabías que, en Venezuela a las cifras de enero de este año, el
número de médicos fallecidos víctimas de la COVID-19 se dis-
paró a niveles de asombro. Tú te detienes ante un incordiante ti-
tular de prensa que suma las muertes de 300 trabajadores de la
salud. Lo desagregas para darte cuenta que 218 son médicos de
diversas especialidades que dan cuerpo y solidez a esa infame
estadística. Se complementa con 52 enfermeras y 26 trabajadores
como auxiliares, camilleros o porteros de cualquier hospital en
el interior del país. Son tantos médicos, que con ese número se
podrían completar dos promociones consecutivas. Tienes ideas
de cuantos años de formación se han atomizado con esta calami-
dad. Un cálculo superficial me dice que la muerte de esos buenos
hombres desestimó no menos de 230 años de formación, casi dos
siglos y medio.

España con una crisis sanitaria muy seria por el rebote del co-
ronabicho reporta 76 casos de médicos caídos durante la pande-
mia, Reino Unido (82), Italia (33), Perú (125), por solo citar países
donde el bicho hace estragos. Estados Unidos sigue siendo el país
más afectado: con una media de tres muertos por minuto, y este
país registró el martes 12 de enero un nuevo récord de fallecidos
diarios con 4.470. En lo tocante a los Estados Unidos, el número
trabajadores de la salud que han fallecido víctimas del corona-
virus es de 900 personas, según un reporte de la agencia EFE de
finales del año pasado. A nivel mundial, el número global nos
[ 144 \
Cartas a Tánatos

habla de 7.000 trabajadores del sector salud caídos durante esta


pandemia. Una calamidad total.
Los números nos dicen que hay una desproporción abismal
entre el número de médicos muertos por coronavirus, y la esta-
dística general de los casos reconocidos por los funcionarios del
régimen. Obvio que hay un subregistro que ofrecen como data
oficial, y no hay manera de explicar como el Zulia es la zona del
país con mayor número de médicos fallecidos (65), seguido por
Carabobo (21) y el Distrito Federal (17). La verdad es que estaba
por verte para que le metiéramos cabeza a esos números, porque
a mí no me convencen.

Para la semana 11 de la epidemia (mayo) se realizaron más de


231 mil pruebas entre rápidas y moleculares (PCR, reacción en
cadena de la polimerasa), según recopila el Centro de Estudios
del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela (Cendes,
UCV) a partir de información oficial. Sin embargo, en las últimas
cinco semanas el país pasó de hacer 70 mil pruebas a realizar 24
mil pruebas. Menos pruebas, menos casos.
Otra opinión calificada y documentada es la de Félix Oletta
quien aseguro al portal de noticias Proyecto Cocuyo que la data
estadística del régimen estaba sesgada. Oletta quien integra la
Red Defendamos la Epidemiología Nacional, advierte que las ci-
fras oficiales de la COVID-19 no son un reflejo fiel de la realidad.
Incurren en un sesgo de registro pues reporta el cúmulo de casos
en un momento dado, sin distinguir entre la fecha de inicio de
síntomas y la fecha de obtención del resultado de la prueba. No
son casos de ese día, sino reportados como positivos en esa fecha.
Ni tampoco se sabe cuál es su rezago.

Pero lo que te para los pelos de punta es la opinión y el silencio


oficial ante los señalamientos de la Academia de las Ciencias Fí-
sicas, Matemáticas y Naturales del país, una institución con sufi-
ciente prestigio y entidad para emitir opinión sobre este tema. En
comunicaciones y remitidos a la opinión pública, han dicho que
ellos estiman un subregistro que en el mejor de los casos podría
ser del 63 % y en el peor de 95 % de los casos sintomáticos hasta
el 23 de abril 2020. Esto proyectaría un total de casos acumulados

[ 145 \
Alfredo Alvarez

sintomáticos entre 289 y 883, y no los 135 reportados oficialmente


para esa fecha. Es fundamental considerar este subregistro para
tomar decisiones acertadas para el manejo de la epidemia, reco-
miendan.
Advierten que las pruebas realizadas hasta ahora en Venezue-
la son insuficientes para estimar adecuadamente el tamaño real
de la epidemia de la COVID-19 en Venezuela. Es necesario am-
pliar la capacidad diagnóstica de SARS-CoV-2 en Venezuela, a fin
de aumentar la cobertura de pruebas de PCR-RT por habitante.
Como varía la tasa de positivos detectados. Ello sugiere que el
país debe prepararse para el impacto que representa un número
entre 1.000-4.000 casos nuevos diariamente durante el pico de la
epidemia, que podría producirse entre junio y septiembre del año
pasado. Después de una navidad libre de restricciones y control
sanitario, esos números deben ser mucho más impactantes.
La otra tragedia es que no solo se nos mueren los médicos víc-
timas de contagio por la COVID-19, sino que censuran, persiguen
y criminalizan a los periodistas que informan sobre esos eventos.
El sistema de monitoreo y alertas del Instituto Prensa y Sociedad
de Venezuela (IPYSVenezuela), denunció que lograron totalizar
141 casos de violaciones a los derechos de libertad expresión e in-
formación tanto de los periodistas como de los ciudadanos, du-
rante los últimos seis meses de 2020. Si no te atraca el chingo, te
extorsiona el sin nariz.

Mira este dato que tenía preparado para cuando nos viéramos.
Iván Hung, director de la división de enfermedades infecciosas
de la Universidad de Hong Kong, señaló a CNN que no son los
trabajadores de la salud quienes están en contacto directo con los
pacientes de coronavirus los que están en mayor riesgo. Peligran
los médicos generales y los médicos en las salas de emergencia
que enfrentan pacientes que no saben si tienen o no el virus.
De la misma fuente obtengo este otro dato. De 1.716 trabaja-
dores de salud infectados, 1.102 son de Wuhan (el epicentro del
virus) y la razón por la que se han infectado, según reportes de la
prensa china, es la escasez de guantes, máscaras y protección. De
hecho, los casos de los trabajadores médicos infectados en Wu-
han representan el 64% de los pacientes en todo China. Aquí la

[ 146 \
Cartas a Tánatos

situación no tiene por qué ser distinta, en conocimiento del grado


de deterioro que presenta el sistema público de salud.
Cuando un virus es tan peligroso y contagioso como el corona-
virus, algo que no se sabía al principio de la pandemia hace casi
un año, las precauciones estándar no son suficientes. Ahora que
se sabe algo más sobre la enfermedad y se avanzó con la gene-
ración de vacunas contra la COVID-19, con lo cual seguramente
se espera reducir los números de médicos contagiados. Creo que
los empleadores del personal de salud deben escoger el equipo
de bioseguridad más apropiado y capacitar a los profesionales
médicos para que sepan cuándo usarlo, qué tipo de equipo es
necesario, cómo ponerlo, utilizarlo y desecharlo adecuadamente
para evitar la auto contaminación, así como las limitaciones del
mismo.
Fíjate en esta otra perlita. Si a una persona que no trabaja con
pacientes se le recomienda lavarse las manos con frecuencia para
evitar contagios (de cualquier tipo, no solo del coronavirus), en
el caso de los profesionales de la salud esto cobra mucha más re-
levancia. La Organización Mundial de la Salud asegura que el
personal médico debe limpiarse las manos siempre en cinco mo-
mentos:

• Antes de tocar a un paciente.


• Antes de realizar cualquier procedimiento limpio o aséptico.
• Después de exposición a fluidos corporales.
• Después de tocar a un paciente.
• Después de tocar el entorno del paciente.
Esto vale para los que quedan entre nosotros.

Lo que dice Maduro


No te olvides que Nicolás Maduro dibujó un cuadro idílico
cuando habló de la salud pública ante la Asamblea que se ordenó
confeccionar a su medida mediante las elecciones del pasado 06
de diciembre. Aseguraba en una desmemoria con malas cuentas,
“que el modelo venezolano, soportado en la salud pública, gra-
tuita y de calidad que prioriza la vida, le ha permitido en 300 días
de la peor pandemia que ha vivido la humanidad, registrar solo
120 mil casos, lo que equivale a un porcentaje inferior a 15 casos
[ 147 \
Alfredo Alvarez

por cada 100 mil habitantes. Eso es debatible, y estoy esperando


que los expertos en salud pública le metan lupa a esos números.
Yo le recuerdo a ese desmemoriado que el año de 2017 el gas-
to público en sanidad en Venezuela disminuyó 1.713,3 millones
y cito esos números porque no hay disponibles cifras más actua-
lizadas. Eso quiere decir que se redujo en 87,47%, hasta llegar a
unos 290 millones de dólares, un monto que representó el 1,37%
del gasto público total. Esta cifra nos refiere además que el gasto
público en sanidad durante 2017 alcanzó el 0,19% del PIB, una
caída de 0,58 puntos respecto al año precedente, cuando el gasto
fue el 0,77% del PIB. No tienen memoria.
Lamentablemente Venezuela descendió en la tabla que com-
para los países por la cuantía que dedican a sanidad, y pasó del
puesto 68 al 125. Más importante es su posición en el ranking de
gasto público en sanidad respecto al PIB, en el que Venezuela
descendió, y se ha convertido en el país que menos porcentaje del
PIB invierte en sanidad entre 192 países que fueron analizados.
En 2017, el gasto público per cápita en sanidad en Venezuela
fue de 16 dólares por habitante. Se trata del gasto total en salud
dividido entre todos sus habitantes, independientemente de la
edad o situación de éstos. En la actualidad, según su gasto públi-
co en sanidad per cápita, Venezuela se encuentra en el puesto 158
de los 192 publicados. Está como difícil la cosa, pues ahora con
toda seguridad debemos andar por los 13 dólares por habitante
con algo de suerte. Hay menos ingresos, menos sector privado,
menos producción y más impuestos. Esas circunstancias no son
de mucha ayuda a la hora de gestionar un gasto público eficiente.

Mi madre decía que las comparaciones eran odiosas, pero creo


que hay ocasiones en que proceden, porque nos permiten com-
prender de mejor forma las magnitudes. En 2019, el gasto públi-
co per cápita en sanidad en Estados Unidos fue de 10,128 dólares
por habitante. En 2018, fue de 9.214 dólares, y luego se produ-
jo un incremento del gasto público en sanidad por habitante del
9,92%. Cantidad que se tradujo en unos 915 dólares por persona.
En la actualidad, según su gasto público en sanidad per cápita,
Estados Unidos se encuentra en el primer lugar de la lista, lo que
significa que es el país que más invierte en sanidad por habitante.

[ 148 \
Cartas a Tánatos

Programa de salud de la UE reforzado


El brote de coronavirus ha demostrado la necesidad de que los
países de la UE cooperen y se coordinen mejor en tiempos de cri-
sis. En una resolución sobre el plan de recuperación económica,
los eurodiputados insistieron en la creación de un nuevo progra-
ma de salud europeo independiente. En respuesta a las llama-
das del Parlamento, la Comisión ha propuesto invertir 11.350 mi-
llones de dólares del presupuesto a largo plazo 2021-2027 en un
nuevo programa de salud de la UE llamado “EU4Health”.
Su objetivo es llenar los vacíos revelados por la pandemia y
mejorar la capacidad de gestión de crisis de la UE, así como pro-
mover la innovación y la inversión en el sector sanitario. El nue-
vo programa “EU4Health” se centra en tres prioridades principa-
les: Protección de las personas contra amenazas graves a la salud
transfronterizas. Hacer que los medicamentos y suministros mé-
dicos estén disponibles y sean asequibles, así como el fortaleci-
miento de los sistemas de salud y la fuerza laboral sanitaria.

Detente a ponderar que los riesgos económicos de las epide-


mias no son una cosa trivial. Recientemente los economistas Vic-
toria Fan, Dean Jamison y Lawrence Summers estimaron el costo
anual esperado de la influenza pandémica en unos 500.000 mi-
llones de dólares. Esa es una cifra equivalente a 0,6% del ingreso
mundial, incluidos la pérdida de ingresos y el costo intrínseco del
aumento de la mortalidad. Aunque el efecto sanitario de un brote
es relativamente limitado, sus consecuencias económicas se pue-
den multiplicar con rapidez. Por ejemplo, ellos citan el caso de
Liberia, una nación que sufrió una reducción del crecimiento del
PIB de 8 puntos porcentuales entre 2013 y 2014 durante el brote
de Ébola en África occidental, a pesar de la baja tasa general de
mortalidad en el país durante ese mismo período.

De un informe del Banco Mundial, el cual creo te envié por co-


rreo hay unas consideraciones a mi juicio muy valiosas. Introdu-
ce el tema del liderazgo científico como un valor determinante en
la lucha contra la COVID-19. Nos dicen que una respuesta eficaz
a la COVID-19 requiere liderazgo científico, tanto para informar
y justificar las decisiones del gobierno como para comunicarse
[ 149 \
Alfredo Alvarez

claramente con el público para mantener el apoyo y la adherencia


durante períodos de tiempo prolongados.
Dicen además que tener una voz científica consistente, identi-
ficable y confiable puede ayudar a garantizar que las medidas de
salud pública y sus fundamentos se comuniquen con precisión
y eficacia. Esto puede volverse cada vez más importante con la
continua necesidad de testeo y seguimiento adicionales, así como
intervenciones mesuradas de cierre, reapertura y vacunación es-
tratégica en los próximos meses. Nosotros andamos muy lejos de
esa posibilidad.
No te aburro con más datos, ni con más números, Te debo el
libro de Koichi Tohei, el maestro de Aikido que enseña a los ju-
gadores de golf a mejorar su hándicap en una semana. En el cielo
seguramente hay muy buenos campos, y la ausencia de gravedad
debe haber ayudado tu técnica. Te vamos a recordar bonito.

Recibe un fuerte abrazo.

P.D.: El Negro Eleazar García te manda saludos, y agradece todavía, la segunda que le hi-
ciste el día de su matrimonio, cuando le prestaste unos zapatos Lucas nuevecitos que tú no te
habías estrenado.

[ 150 \
Cartas a Tánatos

[ 151 \
Alfredo Alvarez

[ 152 \
Cartas a Tánatos

Con el alma transida

Décima octava carta

n estos días de encierro cruel y alucinante, han fallecido

E y se han marchado lejos de nosotros afectos muy queri-


dos para mí. Eran corazones llenos de amor y esperanza
que se cansaron de latir bajo el oprobio de la precariedad que hoy
marca nuestras horas. De ellos, en su mejor momento, solo recibí
infinitos torrentes de afecto, unos océanos de abundante sabidu-
ría, serenos ríos de nobles enseñanzas, así como las dosis justas
de prudencia, las cuales fueron sugeridas al trasiego de diálogos
notables y memorables.
Puedo asegurar inclusive, que sus modos particulares de ser y
sentir dibujaron en la piel de mí alma, esos inagotables meandros
que ahora recorro sereno y seguro. Actuaban como si se tratara
de volver a dibujar un indeleble aguafuerte, con esos amables pa-
trones, que surgían voluntariosos para ayudarnos a comprender
la vida, superar sus retos y reír con vitalidad necesaria ante cada
uno de sus sorprendentes desplantes. Eran realmente hombres
notables y yo fui bendecido con esos encuentros. Sus vidas eran y
serán como una mándala abierta que te daba a escoger el tributo
y mérito que querías descubrir y construir para ti. Solo era nece-
sario verlos a ellos.
Luis Ignacio Pérez es un tío que me regalo Milagros mi mu-
jer, como todas las cosas buenas que vienen junto con ella. El tío
Luis como fue obligante llamarlo, fue un caballero genial, irrepe-
tible, adorablemente pícaro y furtivo, que hizo de la discreción su
más riguroso hábito. Su adusta figura, elegante hasta en pijamas,
ocultaba un humor fino, demoledor y demencialmente inteligen-
te. Médico insigne, docente universitario, hijo de prócer -su pa-

[ 153 \
Alfredo Alvarez

dre fue José Bernardo Pérez, un notable hombre del béisbol- pero
él fue algo más que eso; y por eso toda Valencia enmudeció con
su elegante despedida. No pudo ser de otra manera. Hasta para
marcharse, sin ruidos, ni adornos decadentes, Luis Ignacio fue
genio y figura.
Esperar por un viernes y compartir con todos los suyos –ahora
los irrenunciables míos- es un indeclinable deleite. La suprema
competencia, el reto universal, el noble certamen para que todos
esos atributos expresados por vía del humor y el talento, fueran
exhibidos sin límites, ni inhibiciones en el seno de tu amable fa-
milia. Genialidades exhibidas como los linos, las copas, las finas
porcelanas y los bronces egregios de una mesa generosa y opu-
lenta.
Gracias Luis Ignacio por enseñarme realmente que cosa es un
viernes en compañía de todos los tuyos. Será difícil superarte, y
quiero tío Luis, que te lleves en tu viaje todo mi afecto y todo mi
respeto. Qué bueno que tenemos para nuestro consuelo a tía Lili-
ta, merecedora de otras líneas y otras voces.
De mi querido y arraigado Maracaibo, me asalta con saña la
infausta noticia del fallecimiento de mi amigo Calixto Rocca Bra-
vo. Otro prócer de la vida buena, hombre repleto de gratitud y
generosidad. Nativo del estado Bolívar, abogado y empresario de
los medios de comunicación, fue editor del diario Critica, funda-
dor de Televisa un canal de tv zuliano, así como una red de emi-
soras de radio en esa entidad. Su esfuerzo lo posicionó como un
referente en el occidente y todo el país. De origen humilde repre-
sentó con propiedad a esa generación de hijos de la democracia;
que ejemplarizo la movilidad social como una condición deveni-
da del esfuerzo personal y no como una inmerecida canonjía

Calixto fue un activo parlamentario del viejo Congreso Nacio-


nal, un comprometido militante del partido Acción Democrática,
pero fundamentalmente un exitoso empresario de los medios de
comunicación. Entendió y defendió la naturaleza del oficio de los
periodistas, estimulo sin reservas la creación de espacios de opi-
nión donde no los había y permitió que generaciones de jóvenes
profesionales accedieran al espacio mediático sin más limitación
que su talento. Además, era un tipo ocurrente y divertido.

[ 154 \
Cartas a Tánatos

De un humor exquisito, corrosivo, irreverente, jocoso y ge-


nial. Calixto era por mucho el ocurrente propietario del mejor
comentario político del día. Elaborar manchetas, se le daba con
la naturalidad de los miembros del condominio de ese olimpo
de jodedores, con ranking y muchas horas de vuelo. Un meló-
mano excepcional, poseedor de una excelente colección de obras
de arte, así como de cualquier cantidad de discos de acetato. En
una noche de tragos generosos, me presentó al gran Beni Moré y
su completa colección de LP, adquirida en un oscuro lupanar de
Hialeah.
Amante del buen tabaco y el mejor ron de oriente. Caballero
andante, elegante hasta el paroxismo, pero por encima de todas
las cosas, un buen amigo. Hubiese disfrutado mucho sus últimas
versiones de los chistes zulianos sobre el coronavirus, el libro de
sus memorias y la diferida tarea de volver a fundar un periódico.
En cada ocasión que hablamos o nos veíamos lo volvía a prome-
ter. A pocos hombres los he visto vibrar con el ronco y sincopado
ruido de una rotativa escupiendo periódicos como a vi a Calixto.
Te aseguro y prometo que lo volveremos hacer me dijo la última
vez que coincidimos. Jean Carlos su hijo esta prevenido al bate.
A nuestros viejos amigos, a esos seres únicos, esos ángeles que
vinieron a ilustrarnos en el cultivo de la amistad como norma y
habito, la crueldad de esta tragedia que nos borró el país, los ha
golpeado con más fuerza y sevicia que a los otros. Envejecieron
esperando mejores días para cantar y libar entre todos los suyos,
y sus últimos días transcurren en una cuenta regresiva absurda e
incierta. Un libro terrible como El Hombre en Busca del sentido,
de Víctor Frankl ilustra nuestros ejercicios de supervivencia, y no
es precisamente un evento halagador.
La vida se nos puso dura. Se transformó en una aventura cruel
y mezquina a manos de unos irresponsables, a quienes les falta-
rá historia para pagar y justificar este estropicio cósmico en que
nos han metido. Esos nobles seres, que decidieron irse, murieron
de fatiga afectiva. El desencanto fue minando su soberbia resis-
tencia, y optaron por marcharse en silencio, prometiéndonos un
remake de antología, una vez superada esta larga y oscura noche.
Los que quedamos aún en pie, lo haremos por los nuestros.
Por los suyos, y por la inagotable memoria de todo aquel que les

[ 155 \
Alfredo Alvarez

conoció y hoy como lo hice yo, les recuerdo con el mejor de sus
afectos. Solo espero que Dios sea tan generoso con ustedes, como
lo fueron en vida con cada uno de nosotros.
Esta mañana Milagros, mi mujer me dijo que Carmen Teresa,
su madre y mi suegra, también miraba con esa misma calma su
hoja de vida, la notable ruta transitada. Decía orgullosa, lo bien
que había vivido, lo alegre y generosos que le salieron los hijos, y
los satisfecha que se encontraba a sus 90 y dele. El inventario no
dejó por fuera esa chorrera de nietos, bisnietos ruidosos, artísti-
cos y musicales. Le dijo lo bien que lo estaba pasando, y que ya
no esperaba más. Enumeró las incontables fatigas que venció en
estos años con su optimismo made en Maturín y con ese humor
a prueba de terremotos que cultivo desde jovencita, justo cuando
la enamoraba Napoleón, allá por los años 40, en Los Magallanes
de Catia. Sospecho con dolor que esa terrible cansera, hace su tra-
bajo de zapa.
No estoy autorizado para decirlo en público, pero solicito cle-
mencia para las fatigas de mi alma. No soporto y no tolero una
pérdida más, mientras aguardo por la resolución de esta pesadi-
lla absurda e incompasiva que nos robó el país. Como acostum-
bramos a decir internamente en la familia…. ¡Carmen Teresa¡!
¡Cuidado con vainas! Mira que Tío Luis y ahora Calixto me han
dejado seco. Dame una taima, por Dios. Una solita.

Post Scriptum. Carmen Teresa desoyó mi solicitud de taima

[ 156 \
Cartas a Tánatos

Al principio fue el verbo

En las redes sociales la opinión


es más importante que la razón

Carta décimo octava

resenciamos como se libra la batalla por un nuevo rela-

P to. Nuestro problema es que además de las posibilidades


de manipulación evidentes, la verdad oficial sobre la CO-
VID-19 deja mucho que desear. Pese a la controlada información
disponible, las coreográficas ruedas de prensa que se gestionan
para “facilitar la información” sobre un número irreal de con-
tagios, la cantidad de pacientes ingresados en unos hospitales
-muy precarios y mal dotados-, así como los relativamente pocos
fallecidos por coronavirus en Venezuela, los datos suministrados
a diario son manifiestamente mejorables. Caminan sin prisa, pero
sin pausa hacia la constitución de un nuevo relato sobre la ver-
dad que el régimen quiere que tú aceptes.
Yo estimo, que la realidad no puede quedar sujeta a los 140
caracteres que permite un twitter en la cuenta personal de algún
alto funcionario del régimen. Un iluminado que poseído por la
razón totalitaria se ocupa de darnos escuetos detalles de lo que
hoy sucedió con la pandemia. Ellos, con su muy orwelliana ma-
nera de conducirse, construyen aceleradamente una versión úni-
ca del caos, que cuando estalle, hará palidecer a la mitológica ver-
sión de la Caja de Pandora. No es una exageración decir entonces
que presenciamos la manera como se libra la batalla por un nue-
vo relato.
Han invisibilizado la magnitud de la peste que nos asola y re-
duce prácticamente a un NO-país. En un acto suicida, torpe y mi-
serable, disminuyen deliberadamente los datos reales que exhi-

[ 157 \
Alfredo Alvarez

be una pandemia, cuyo efecto es algo colosal entre todos, y para


todos nosotros. Ellos seguramente imaginan que, de esa manera,
también se reducirán los efectos del virus sobre la población más
vulnerable. Reducen esta circunstancia a una ecuación que sugie-
re que, si no hablo del asunto, ese problema no existe. Lo mejor
posible que se les ocurre es decretar semanas de cuarentena radi-
cal, y otras de omisivas conductas, donde nos contagiamos a gus-
to entre todos nosotros.
Pueden reglamentar al virus y su capacidad de acción. Con un
decreto simulan inhibir su capacidad de contagio, y con una re-
solución, pueden reducir el número de muertes que puede la CO-
VID-19 causar entre todos los habitantes del país. La definición
más usada, hoy día acerca del totalitarismo se usa para designar
una desmedida ansia de poder, el deseo de dominar, el terror, y
lo que se denomina una estructura monolítica del Estado. Eso
intento describir, un totalitarismo sanitario que le de ordenes al
SARS-COV-2, fabula con su extinción, y concluye ignorando una
montaña de cadáveres que jamás serán parte de la estadística.
Obvio que la política de información del régimen es no tener
política de información. El régimen actúa pretendiendo que la
crisis sanitaria como tal, no existe y que somos una isla de exce-
lencia. Que nuestros vecinos son los verdaderos responsables de
las cuentas particulares que deben honrarse dentro del país en
materia de salud pública.

La utilización interesada de los medios de comunicación y el


control sobre éstos para su implementación como herramientas
de control social, se ha dado tradicionalmente durante situacio-
nes de conflictos armados, especialmente en aquellos lugares
donde el componente etnocultural ha sido un elemento clave, o
durante situaciones de alarma social o crisis sanitaria donde la
información ha sido empleada como una herramienta de control
social.
La desinformación y la manipulación de la información se eri-
gen como efectivas herramientas de control social que a menudo
son utilizadas de un modo organizado en aras de lograr una se-
rie de objetivos de tipo económico, social, cultural o político. En
consecuencia, es importante advertir, que la desinformación es

[ 158 \
Cartas a Tánatos

un modo de manipulación organizado, estructurado y planifica-


do minuciosamente, que responde a una estrategia concreta y a
unos objetivos políticos muy definidos. Han ensayado durante
20 años, y ahora exhiben un uso muy educado de sus malas artes.
Los sistemas de terror totalitario, sólo pueden cuajar en una
sociedad en donde el hombre viva ya de hecho aislado y haya
desaparecido el valor de la política en la esfera de lo público,
y esto es lo que sucede en la sociedad moderna que pretenden
construir. Comparto con ustedes, un criterio esclarecedor como
el de Hannah Arendt, quien escribió y teorizó en extenso sobre el
tema. Nos dice en su texto Comprensión y política:
“El adoctrinamiento sólo puede favorecer la lucha totalita-
ria contra la comprensión y, en cualquier caso, introduce el ele-
mento de la violencia en toda la esfera de la política. Un país
libre hará un uso muy pobre de ésta en comparación con la edu-
cación y la propaganda totalitarias; al emplear y entrenar a sus
propios “expertos”, que “comprenden” la información de los he-
chos añadiendo una “evaluación” no científica a los resultados
de las investigaciones, lo que hacen es anticipar esos elementos
del pensamiento totalitario que existen en la actualidad en todas
las sociedades libres”.

En criterio contrario, la sensatez y los expertos en el manejo de


una crisis nos aconsejan que la comunicación en una circunstan-
cia como la nuestra, debe ser abierta, fluida, disponible, transpa-
rente y muy creíble. Comunicar lo que sucede en forma asertiva
es vital para evitar el caos social. Frente a esta crisis se debe decir
solamente lo necesario, no inyectarle esteroides a la narrativa y
hablar siempre con la verdad, por muy dura que ésta sea. El si-
lencio no nos ayuda y tampoco nos salvará.
También recomiendan que la vocería en una circunstancia tan
compleja y delicada, no esté en manos de un político profesional.
Lo ideal es que sea una persona del mundo científico, un médico
de prestigio, un experto epidemiólogo, o un investigador sanita-
rio quien sea el portavoz de las noticias referidas en torno al deli-
cado tema. Alguien que exponga los planes, hable de los recursos
existentes, de las tareas que nos convocan a todos, los lapsos en
que debe resolverse la crisis, la magnitud de los problemas que

[ 159 \
Alfredo Alvarez

debemos enfrentar, así como de la conducta más conveniente en-


tre todos nosotros.
Ese es el rol que debe desempeñar un vocero para una crisis
derivada de una pandemia como la que nos trajo el detestable
coronabicho. Ese rol sería muy conveniente para integrar al ciu-
dadano a la comprensión y solución del problema. Allí confluyen
varios factores que tienen una relación directa con la credibili-
dad, la pertinencia y la conveniencia que sea un hombre del mun-
do de la ciencia o la salud, quien les hable a todos los interesados.
Los voceros oficiales del régimen o del partido del régimen;
despiertan dudas, confunden, mienten más que un marido infiel,
y solo son escuchados por los seguidores de lo estrictamente ofi-
cial. Dicen la mitad, o mucho menos de la verdad necesaria. El
régimen comete desde el principio, el terrible error de designar
a un político sobre expuesto como es el caso de Jorge Rodríguez,
para comunicar los escuetos detalles de la pandemia oficial. Más
adelante sustituyeron a Rodríguez, por su hermana, y luego por
un desconocido bateador designado que, para el momento de su
incursión pública, actuaba como comisario político con funciones
de control en el Canal 8. Qué torta, pero qué éxito.
Esos voceros hablaban solo para los suyos, mientras que el
80% del país no les importa para nada, porque son estructural-
mente disfuncionales desde el punto de vista comunicacional. En
su enferma vacuidad, terminan mimetizándose con el paisaje del
ecosistema informativo, negando de hecho, toda posibilidad para
desarrollar una comunicación dentro de los parámetros que con-
voca una sociedad democrática. Agregue, además, como la con-
fusión, la sospecha y la incertidumbre se convierten en las herra-
mientas que animan los debates y las discusiones desde las redes
sociales, los foros políticos y periodísticos. Describo un escenario
sobre el cual no hay control, es muy difícil influir, y a su vez pro-
picia un tóxico estado de infodemia generalizado. Con toda se-
guridad alguien está obteniendo provecho de esta circunstancia.
Al político oficialista sobre expuesto le van a creer en mayor
grado sus muy contados partidarios. En una menor proporción
el resto de ciudadanos conforme sea la credibilidad y confianza
que el sujeto sea capaz de generar entre nosotros. De manera tal,
que una anti política como la descrita, generará muy poco efecto,

[ 160 \
Cartas a Tánatos

o un nulo efecto en la ciudadanía que espera desarrollarse en un


espacio de libertad democrática.

COVID y Censura
El brote de la pandemia de la COVID-19 ha dado lugar a un
debilitamiento de los derechos fundamentales como la libertad
de expresión, el derecho que garantiza el acceso a la información,
así como el derecho a la privacidad en muchos lugares del mun-
do. Varios gobiernos han declarado estados de emergencia, lo
que ha dado lugar a graves restricciones de los derechos funda-
mentales, incluida la libertad de expresión. Nosotros no somos la
excepción y en nombre de la seguridad del Estado se criminaliza
la labor de periodistas y la de aquellos médicos que informen so-
bre la marcha de la pandemia criolla.
Al mismo tiempo, en algunos países han aprobado leyes para
luchar contra la desinformación, esfuerzos que no siempre están
en consonancia con las normas internacionales de los derechos
humanos. Es posible prever que los tribunales tendrán que pro-
nunciarse sobre casos relacionados con la libertad de prensa y la
seguridad de los periodistas en relación con el brote de la pande-
mia, una situación de hecho que vulnera el resto de los derechos
ciudadanos en el seno de una sociedad democrática. Un ciudada-
no mal informado, ejercerá parcialmente el resto de sus derechos
fundamentales.
El conocimiento implica poder, y la transparencia, es el reme-
dio a la oscuridad bajo la cual la corrupción y el abuso prosperan.
Una verdadera democracia, depende de una ciudadanía muy
bien informada, cuyo acceso a una amplia gama de información
le permita participar de forma plena en la vida pública, poder
colaborar con la determinación de prioridades para el gasto pú-
blico, gozar de acceso equitativo a la justicia y exigir responsabi-
lidad de los funcionarios públicos ante los ciudadanos.
Si se limita la acción política de los ciudadanos a lo que signifi-
ca únicamente la llamada política oficial, y como colofón, se limi-
tan todos los espacios para la discusión y la pluralidad, incluyen-
do en forma prioritaria a los medios de comunicación, estamos
condenados a una novedosa forma de esclavitud. Nos dice Aris-
tóteles, que una tiranía para mantenerse en el poder, procede de
[ 161 \
Alfredo Alvarez

tres maneras secuenciales. Envilece a sus súbditos, siembra entre


cada uno de ellos la mayor desconfianza posible, y si esto no es
suficiente, los empobrece. Yo le sumo que los desinforma para
convertirlos en ciudadanos inhábiles y anulados.
Este régimen restringe el libre acceso a las fuentes de informa-
ción para envilecernos, hacernos más desconfiados y más pobres.
Como una contra oferta ante esos esfuerzos tan limitantes existe
el periodismo libre y autónomo. En una sociedad marcada por la
libertad, su propósito fundamental es proporcionar a los ciuda-
danos la información que necesitan para ser precisamente seres
libres y capaces de gobernarse a sí mismos. Los historiadores aun
coinciden en señalar que los elementos estructurales que hacen
de un evento novedoso un hecho noticiable, no ha variado a lo
largo del tiempo. Una saludable circunstancia que nos sugiere,
que aun en los tiempos de la realidad virtual, la inteligencia arti-
ficial, las redes sociales, la transformación de los medios, los pe-
riodistas seguimos siendo útiles y necesarios.
Las noticias satisfacen un instinto básico en el hombre. Las
personas tienen una necesidad intrínseca de saber y conocer lo
que se circunscribe más allá a su experiencia directa. Conocer lo
que no podemos ver con nuestros propios ojos nos proporciona
seguridad, poder y confianza. Los medios y los periodistas man-
tienen ese precario equilibrio en procura de satisfacer ese instinto
básico de saber y conocer, mientras los gobiernos de corte auto-
ritario se empeñan en hacer desaparecer del mapa, esa saludable
condición.
En respuesta a estos crecientes desafíos representados por la
pandemia de la desinformación, la UNESCO ha publicado direc-
trices para los jueces y tribunales, tanto a nivel nacional como
regional, para que pueden servir de referencia en la aplicación
de los marcos teóricos del derecho internacional, así como de las
normas de derechos humanos en la protección y la promoción de
la libertad de expresión. Cuando veas las barbas de tu vecino ar-
der…
Por ejemplo, en los Estados Unidos, el FBI inicialmente infor-
mó que no aceptaría -ni respondería- solicitudes electrónicas de
acceso a la información debido a la emergencia de la Covid-19.
No obstante, más recientemente la agencia publicó en su página

[ 162 \
Cartas a Tánatos

web que recibirá solicitudes de información y las responderá con


demoras. Otras agencias del gobierno anunciaron la extensión de
plazos en la entrega de información. Este país, tiene una enmien-
da en su constitución que prohíbe las restricciones a la libertada
de expresión.
En México el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la
Información y Protección de Datos (INAI) suspendió los plazos
para atender las solicitudes de información y protección de datos
personales hasta el 17 de abril de 2020, para luego ampliarlo has-
ta el 30 de ese mismo mes. Aunque el órgano garante mantiene
la vigilancia de sobre la situación, estableció esquemas de trans-
parencia proactiva. A posteriori, el gobierno federal de México
informó que actualmente cumple las obligaciones de proveer in-
formación sobre la pandemia y generó una base de datos abier-
tos sobre Covid-19. La presión ejercida por ciudadanos, medios y
periodistas ayudo de manera notable.
En Cuba, varios periodistas han sido multados mediante la
aplicación del Decreto-Ley 370, que regula la informatización de
la sociedad en Cuba, luego de que los profesionales de la prensa
se manifestaran en redes sociales y medios de comunicación res-
pecto de la pandemia y lo que fue la respuesta del Estado en este
contexto. En algunos casos también habrían decomisado sus telé-
fonos celulares. El decreto prevé que será sancionada la difusión
de información en Internet contraria al interés social, la moral,
las buenas costumbres y la integridad de las personas, elementos
que además de subjetivos, son muy difíciles de determinar.
Son todos ejemplos que nos advierten el grave peligro que re-
viste para una sociedad la discrecionalidad con la cual los go-
biernos actúan para contener y limitar el libre acceso a la infor-
mación, un derecho universal por el cual todo ciudadano debe
ocuparse. Guilherme Canela, Jefe de la Sección de Libertad de
Expresión y Seguridad de los Periodistas de la UNESCO ha dicho
que la pandemia es también una desinfodemia, a la que debe en-
frentar con una prensa libre, independiente y plural.
Es necesario advertir que durante la crisis generada por la
pandemia de la COVID-19 se ha producido una sobreabundan-
cia de contenidos falsos y compartidos en las redes con motivos
maliciosos e injustificables. En nombre de un bien superior, mu-

[ 163 \
Alfredo Alvarez

chos gobiernos durante la pandemia, han restringido la libertad


de expresión y el derecho que garantiza el libre acceso a la infor-
mación, como respuestas a los graves problemas de desinforma-
ción existentes. Algo así como vender el catre ante una intoxica-
ción de cuernos.

Dónde pretendo llegar


En Venezuela podemos asegurar que la información dispo-
nible sobre la situación real de la pandemia de coronavirus, así
como su impacto sobre la población en general nos remite a la
más absoluta orfandad informativa. No sabemos dónde estamos
parados y tampoco tenemos una idea aproximada de lo que real-
mente sucede con la contagiosa enfermedad. Tampoco se conoce
con exactitud la dimensión de la población que es afectada por
la COVID-19, los planes que serán implementados por el estado
para enfrentar la situación y el número exacto de fallecidos du-
rante esta pandemia. No sabemos con exactitud la calidad del au-
xilio que se le brindará a cada ciudadano que se vea en situación
de peligro, al estar contaminado. En una sola frase, no existe in-
formación disponible que le permita a los ciudadanos organizar
el gobierno de sus vidas.
Especialmente ante el coronavirus y sus implicaciones hay una
especie de limbo, impreciso, opaco y cruel que diluye la condi-
ción ciudadana en un océano de insondable incertidumbre. Es
común ver en las redes sociales, las solicitudes particulares de
cientos de personas en demanda de auxilio al verse tocado por
el virus. La voz de muchas personas que procuran obtener un
costoso medicamento, apoyo financiero para salir adelante, o el
auxilio médico para enfrentarse a los efectos devastadores de la
terrible enfermedad. De la noche a la mañana desapareció la co-
rresponsabilidad del Estado en garantizar el derecho a una me-
jor calidad de vida del ciudadano, la prevalencia de sus derechos
económicos, dejando tal obligación a lo que dictamine la caridad
cristiana.
Las obligaciones de los Estados respecto de los derechos eco-
nómicos, sociales y culturales se expresan de manera diferente se-
gún los diversos tratados. Por ejemplo, en el Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales se dispone que
[ 164 \
Cartas a Tánatos

los Estados han de “adoptar medidas” hasta el máximo de los


recursos de que dispongan para lograr progresivamente la ple-
na efectividad de los derechos económicos, sociales y culturales.
Además, en el Pacto se dispone que los Estados han de garan-
tizar el ejercicio de los derechos económicos, sociales y culturales
sin discriminación y asegurar a los hombres y a las mujeres igual
título a gozar de tales derechos. En otros tratados o constitucio-
nes se especifican las obligaciones de manera diferente e incluso
se incluyen medidas concretas que los Estados han de adoptar,
como la aprobación de legislación o la promoción de esos dere-
chos en las políticas públicas.
El concepto de “realización progresiva” describe un aspecto
esencial de las obligaciones de los Estados en relación con los de-
rechos económicos, sociales y culturales en el marco de los trata-
dos internacionales de derechos humanos. La obligación básica
es la de adoptar medidas apropiadas con miras a lograr la plena
efectividad de los derechos económicos, sociales y culturales has-
ta el máximo de los recursos de que se disponga.
A diferencia de esos buenos propósitos, entre nosotros coexiste
una especie de erosiva desolación, que invade el ánimo de cada
afectado cuando es diagnosticado de la COVID-19. Mucho más,
si no tiene los recursos para socorrerse en la medicina privada.
Un pobre con la COVID-19, es un muerto seguro, y nosotros tene-
mos pobres para exportar a granel. Un estado responsable debe
responder por todos sus ciudadanos, debe proveer los recursos y
modos que le garanticen su sobrevivencia y su calidad de vida.
Según la OMS, la calidad de vida es la percepción que un indi-
viduo tiene de su lugar en la existencia, en el contexto de la cul-
tura y del sistema de valores en los que vive y en relación con sus
objetivos, sus expectativas, sus normas, sus inquietudes. Se trata
de un concepto que está influido por la salud física del sujeto, su
estado psicológico, su nivel de independencia, sus relaciones so-
ciales, así como su relación con el entorno.

La cura para un mal como éste, que asesina a millones de per-


sonas en todo el mundo está determinada por sólidas políticas de
salud pública, hoy ausentes en nuestro país. Enfrentamos la pan-
demia asistido por un voluntarismo suicida y una precaria condi-

[ 165 \
Alfredo Alvarez

ción sanitaria, que no se anda por las ramas a la hora de permitir


que el coronavirus se encargue de diezmar una población entera.
Es obvio que resulta necesario una unidad de acción en todas las
iniciativas destinadas al combate de la pandemia, a la convocato-
ria de la población a respetar las normas y rutinas de bio seguri-
dad que nos involucran a todos, y ese gesto no aparece reflejado
en las actitudes de quienes tienen el poder.
Sus campañas de educación sanitaria son efímeras, incon-
gruentes, episódicas, carentes de todo detalle creativo. Ayunas de
esa voluntad que precisamente es alimentada por la información
oportuna, disponible, accesible, y generadora de ciudadanía. No
hay punch en lo que ellos hacen para convencernos de que inten-
tan hacer algo. Usted podría preguntarme, que tienen en común
estas tareas con el tema de la libre circulación y acceso a la infor-
mación. Yo le respondo que casualmente en aquellas sociedades
que respetan y valoran estos derechos individuales, se han regis-
trado los éxitos más notables en el combate de la pandemia.
La prensa libre, crítica, plural, autónoma e independiente, es
de una gran utilidad a la hora de defender los valores subyacen-
tes en una sociedad democrática. Esa conjunción de tareas ayuda
mucho en la generación de la suficiente voluntad colectiva que
permite defenderse de cualquier tipo de acechanza. En los países
con más éxito en el combate de los efectos de la pandemia coin-
cidieron dos elementos fundamentales, información y acciones
muy específicas. Las estrategias fueron variadas, desde la masifi-
cación de las pruebas del virus al aislamiento social extremo, las
cuarentenas localizadas e incluso el monitoreo de la población
más vulnerable.
Todo ello apoyado por el ejercicio de un periodismo responsa-
ble y muy motivado en sus tareas, lo cual permitió mantener ali-
neada a toda la población. Los medios y canales disponibles no
solo facilitan una actualización de la situación local e internacio-
nal de la epidemia. Gracias a ellos, es posible insistir en la nece-
sidad del autocuidado y la autorresponsabilidad de cada ciuda-
dano, de manera muy especial en los escenarios de mayor riesgo,
como en los aeropuertos, centros asistenciales, educacionales y
en el transporte público.
Desde dentro de los medios se han producido reacciones éti-

[ 166 \
Cartas a Tánatos

cas muy favorables a este equilibrio entre los medios, la informa-


ción libre y disponible al Estado. Favoreciendo la capacidad de
auto regulación que poseen los medios de comunicación forma-
les, han determinado formas y conductas para ejercer de la me-
jor manera, su responsabilidad dentro del mar de caos e incerti-
dumbre que genera la pandemia entre la ciudadanía. Uno de los
ejemplos de ese buen periodismo, que les brinda a sus lectores
información relevante y de utilidad para protegerse del brote in-
feccioso, es el maravilloso ejercicio de periodismo de datos que
hizo The Washington Post para ayudar a entender por qué es ne-
cesario auto aislarnos, evitando así el contagio.
La Fundación Gabo, una ONG dedicada a promover el mejor
periodismo posible, hizo circular entre sus seguidores un decá-
logo de acción para conducirse durante la cobertura de la pan-
demia. Recomiendan a los periodistas entrevistar expertos en la
materia y de ser posible más de uno a la hora de ilustrar con crite-
rios bien fundamentados una noticia sobre el tema. Les sugieren
a los reporteros no ser indiferentes ante los estragos que produ-
ce la desinformación y que deben pensar muy seriamente en los
efectos que produce en el ánimo de los ciudadanos, la difusión de
una noticia en particular.
En igual forma les exhortan a ser cuidadosos con las imáge-
nes que utilizan para ilustrar sus notas y reportajes. Es obligante
vigilar las cifras y detalles estadísticos, en razón que de que son
referentes que cambian de manera constante. Como una medida
de protección, les solicitan a los periodistas ser más proactivos en
la promoción del teletrabajo. Como podrán valorar, es mucho lo
que un periodismo responsable aporta en una situación como la
generada por la pandemia del coronavirus.

Un saludable caso venezolano


Decía líneas arriba que somos un erial para la difusión de in-
formación oportuna y pertinente sobre el coronavirus. Este re-
medo de gobierno -el de los rojos, porque el otra manda y nadie
le obedece- perdió la oportunidad de hacer las cosas como Dios
manda. La Academia de las Ciencias Matemáticas, Físicas y Na-
turales produjo sendos documentos, que muy bien podrían ser
la base sobre la cual estructurar una política de acción dirigida
[ 167 \
Alfredo Alvarez

a corregir buena parte de las distorsiones que nos causó la CO-


VID-19.
Los ignoró, e incluso los amenazó públicamente con sanciones
judiciales por su atrevimiento. En la declaración de su visión, los
académicos expresan que ellos aspiran ser una institución reco-
nocida por su influencia en la orientación de la Ciencia y la Tec-
nología, así como de su enseñanza e inserción en la sociedad; en
concordancia con las políticas que en esas materias, se proponen
en el país para contribuir al bienestar social y al desarrollo sus-
tentable.
En sus papeles de trabajo la Academia evaluaba la evolución
de la pandemia y se definían gracias a un modelo matemático,
los límites reales de nuestra tragedia. Mejor intento no se podía
llevar a cabo, y mayor silencio no se les pudo dispensar. Salvo
el simpático de Diosdado Cabello, que me imagino debe saber
lo que es un modelo matemático y la utilidad de un aporte esta-
dístico, como el elaborado por los prestigiosos profesionales que
integran la Academia. Cabello, la expresión genuina del totalita-
rismo criollo, les ofreció a los académicos la visita de los mejores
funcionarios policiales, responsables de la muy famosa Opera-
ción Tum-Tum.

Como quien no quiere la cosa, el régimen demeritó el apor-


te de los mejores científicos del país. Me apoyo en otro Grande
Liga del pensamiento anti poder como lo es el periodista y escri-
tor George Orwell (Erick Blair) quien advertía la terrible tenden-
cia del pensamiento totalitario contra la verdad. La aborrecen y
la niegan como la más completa expresión de su política. Dice
Orwell que para la sociedad dominada por el pensamiento tota-
litario no hay verdad, sino diferentes perspectivas. Pero que se
preparen quienes disienten de esta nueva verdad oficial que sos-
tiene que, bajo ningún concepto, existe la verdad. Y como todo
son perspectivas, muy respetables todas ellas, todo es posible. Al
final, en esta competición entre perspectivas se acaba imponien-
do una, la del poder. Y lo hace con toda su fuerza.
Para eso habló Diosdado y el anuncio de la visita de los cancer-
beros de la operación Tum-Tum.
La Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales fue

[ 168 \
Cartas a Tánatos

creada por Ley del Congreso de los Estados Unidos de Venezuela


del 19 de junio de 1917, no obstante, los primeros individuos de
número fueron nombrados el 19 de junio de 1933. Su declaración
de principios asegura que tiene como función principal promo-
ver, integrar y difundir el avance del conocimiento científico y
tecnológico del país, en el marco de la universalidad del saber.
Para ello contribuirá a la creación de conocimiento científico y
tecnológico y velará por su uso en función del bienestar social y
el desarrollo sustentable. Mejor imposible.
Agregan a su declaración de principios que la Academia de
Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales estimulará la forma-
ción de recursos humanos para la ciencia y la tecnología promo-
viendo las mejores prácticas de enseñanza de las ciencias. Reali-
zará estudios e informará sobre el avance científico y tecnológico
mundial y dentro de este contexto analizará la situación del país.
Asesorará en los asuntos de su competencia a entes públicos y
privados, y para conseguir estos objetivos, la Academia, selec-
ciona a sus integrantes en razón de su experiencia y reconocidos
logros académicos.

Allí convive la inteligencia de este país


En mayo de 2020 presentaron al Ministerio del Poder Popular
para la Salud, al Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tec-
nología, a la Comisión Presidencial para la Prevención, Atención
y Control del Coronavirus, a diferentes comisiones con compe-
tencia de la Asamblea Nacional y al país en general, un informe
técnico sobre el estado de la epidemia de la COVID-19 en Vene-
zuela y sus posibles trayectorias.

Es criterio de la academia:
- “Se ha demostrado que los países que han logrado reducir
el impacto de la epidemia con mayor éxito, lo han hecho maxi-
mizando la cobertura de las pruebas PCR-RT. Estas pruebas per-
miten estimar a tiempo real, el curso de la epidemia y, por tanto,
tomar decisiones informadas sobre cómo manejarla para reducir
su impacto en la población. Si cada individuo de la población
pudiese ser diagnosticado y los infectados aislados, podría inte-

[ 169 \
Alfredo Alvarez

rrumpirse la transmisión del virus y la epidemia desvanecería.


La negrita es de nuestra autoría e intención”.
En ese segundo documento –disponible en su página web-
ofrecen una actualización de ese primer informe, con el objeto de
ilustrar cómo ha evolucionado la epidemia en el país durante los
últimos tres meses, y qué se puede esperar en los próximos me-
ses en términos de su trayectoria. Allí precisan algunos detalles
de significación como el relativo al número de pruebas PCR que
se practican a diario, a su juicio muy insuficientes para tener una
idea clara de la situación de impacto y contagio entre la pobla-
ción.
De acuerdo con los reportes de la Oficina de las Naciones Uni-
das para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por
sus siglas en inglés) entre el 13 de marzo y el 31 de julio en Vene-
zuela se realizaron aproximadamente 90.686 pruebas diagnósti-
cas RT-PCR. Aunque en esos informes se evidencia un aumento
en el esfuerzo diagnóstico durante ese periodo—que pudiéramos
resumir como 179 pruebas/día durante marzo-abril, 541 prue-
bas/día en mayo, 1.017 pruebas/día en junio y 1.309 pruebas/
día en julio—, aun las cifras más recientes siguen siendo insufi-
cientes para el rastreo efectivo de la epidemia y la estimación de
su tamaño real.”
Fin de la cita.

El régimen nos miente de la manera más descarada acerca de


un tema que es de vital importancia para nosotros y de nuestra
supervivencia.
Para nuestro bien y tranquilidad, la Academia de las Ciencias,
en el informe ya citado, nos ilustra indicándonos los dos crite-
rios que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda
para una adecuada cobertura diagnóstica. Un mínimo de 10–30
pruebas de RT-PCR por cada caso de infección confirmado o un
porcentaje de positividad menor a 10 %. Estos indicadores miden
la cobertura con relación al tamaño de la epidemia. Si la cober-
tura es insuficiente, se genera un diagnóstico diferencial sesgado
hacia las personas que presentan síntomas. En este caso, el por-
centaje de positividad es alto como consecuencia de este sesgo,
pero el número de pruebas positivas no refleja el número real de

[ 170 \
Cartas a Tánatos

personas infectadas porque los casos asintomáticos tienden a no


ser diagnosticados.
-Solamente cuando la positividad es baja podemos asegurar
que el número de casos positivos incluye la mayor parte de los
casos; es decir, tanto los sintomáticos como los asintomáticos. In-
dican que para la COVID-19, el tiempo serial hasta ahora estima-
do, a partir de estudios epidemiológicos y usando una función
de distribución gamma, es de un valor medio de 5,12 días con un
grado de incertidumbre de 4,7 días.

Demora del diagnóstico


-La detección oportuna de personas infectadas es clave para
minimizar la transmisión y controlar el tamaño de la epidemia.
Para la COVID-19 existe un desfase temporal de 5–6 días entre el
momento del contagio y la fecha de inicio de los síntomas en pa-
cientes sintomáticos, que es el período de incubación del virus. Si
a este desfase natural se le añade una demora adicional entre la
toma de la muestra del paciente y la entrega de resultados de las
pruebas diagnósticas, el retardo entre el momento de la infección
y la aparición de los primeros síntomas es un dato fundmental.
La demora promedio en la entrega de resultados de la CO-
VID-19 en Venezuela ha sido estimada en 8 ± 5 días. Si le agrega-
mos los 5–6 días del periodo de incubación, los reportes diarios
reflejan el curso de la epidemia en los 8–18 días anteriores. En el
Distrito Capital y en el estado Miranda los retardos promedios
son de 8 y 10 días, respectivamente. Estos retardos tienden a ser
mayores en los estados más distantes—por ejemplo, 17 días (Zu-
lia), 15 días (Mérida) y 14 días (Guárico, Portuguesa, Anzoátegui,
Falcón y Carabobo)—, en donde no existen laboratorios para el
diagnóstico de la infección por RT-PCR.

De acuerdo con la trayectoria generada por el modelo desarro-


llado por los miembros de la Academia, más de 7.000 personas
se estarían infectando diariamente en el país durante la última
semana de agosto de 2020. Esta cifra sextuplica el número de ca-
sos nuevos que se reportan en Venezuela cada día. La mayor par-
te de estos casos son de transmisión local, con una contribución
[ 171 \
Alfredo Alvarez

poco significativa de las personas que ingresan desde Colombia


continuamente. Si bien el ingreso de infectados desde Colom-
bia y Brasil puede haber determinado el inicio de la epidemia en
los estados fronterizos, actualmente las pruebas de RT-PCR que
se realizan en Venezuela continúan siendo insuficientes para es-
timar adecuadamente el tamaño real de la epidemia de la CO-
VID-19 en el país.
Un resumen diario de noticias que elaboro como parte de mi
trabajo en la empresa para la cual laboro, en el día 25 de agosto
de 2020, esa última semana del año pasado, advertía lo siguientes
eventos noticiosos:
Los indicadores de la pandemia de coronavirus en Venezuela,
conforme a la vocería oficial, reporta en las últimas 24 horas 820
nuevos casos de contagio para un total general de 41.158 infecta-
dos y 343 decesos. Los nuevos casos se reportan desde el estado
Miranda (173), Caracas (154), Aragua (117), Vargas (68), Táchira
(64), Amazonas (60), Carabobo (59), Anzoátegui y Carabobo (16),
Sucre y Mérida (15), Yaracuy (10), Nueva Esparta (8), Falcón y (6)
Apure (1). El médico internista venezolano Julio Castro dio posi-
tivo para la Covid-19, por lo cual actualmente se encuentra aisla-
do en su domicilio siguiendo las indicaciones de sus colegas tra-
tantes. El gobernador de Amazonas anuncia los primeros 6 casos
sospechosos de contagio entre indígenas Yanomami. Reportan el
fallecimiento del médico Miguel Rangel, director del hospital Pe-
riférico de Coche.
Un empleado del Hospital Universitario de Maracaibo reve-
ló que en ese centro se registran entre seis y ocho muertes al día,
víctimas de la Covid-19. En el centro de salud, la crisis es tan gra-
ve que muchos pacientes de coronavirus prefieren quedarse su-
friendo en sus casas. Fallece por complicaciones del coronavirus
el Jefe de anestesia de la Clínica La Floresta en Caracas, el doctor
Aquiles Iturbe. Así como el neumonólogo Dirmero Paz en Mara-
caibo; el especialista número 26 que muere a causa del virus en
Zulia. En Vargas se registró la muerte del Dr. Ángel Rodríguez,
segundo médico que muere por coronavirus en la entidad. Este
24 de agosto falleció Juan Osuna, Gastroenterólogo de Maturín,
Monagas. Este lunes murió la enfermera Carmen Flores, miem-
bro del Colegio de Profesionales de la Enfermería del Distrito Ca-

[ 172 \
Cartas a Tánatos

pital y quien formaba parte del personal del Hospital de Clínicas


Caracas. Estiman que por lo menos 24 trabajadores del hospital
de San Cristóbal tienen la COVID-19. El Director de hospital en
Sur del Lago suspende a médica por exigir el uso del tapaboca.

Denuncian 75 casos positivos para la Covid-19 en calabozos


policiales y tres cárceles del país. Lara es una de las entidades ci-
tadas por el reporte del Observatorio venezolano de prisiones en
donde se asegura que tres funcionarios del centro de reclusión de
Uribana dieron positivo para la prueba de descarte. El penal de
Yare es otro de los centros de reclusión con casos reportados.

CEDICE advierte que el régimen utiliza laCovid-19 como una


excusa ideal para estatizar los servicios de salud en el país.

En 11 municipios de Miranda acondicionan espacios para


1.100 pacientes asintomáticos. Contagiarse por culpa del gobier-
no, es una posibilidad en los centros de aislamiento. La ONG Jus-
ticia Venezolana advierte que 260 militares presos políticos están
en riesgo por la COVID-19.
Por lo visto, si era posible llegar a los 7.000 casos diarios de
contagio por la COVID-19, solo que no se publicitaron todos.

Prosigue la Academia
Los altos porcentajes de resultados positivos sugieren que la
capacidad diagnóstica está saturada. Es necesario una amplia-
ción sustancial de esta capacidad para monitorear y controlar
efectivamente la dispersión del virus en Venezuela. En una de-
claración reciente sobre los “Lineamientos Generales para el Ma-
nejo de la Pandemia COVID-19 en Venezuela”, los académicos
subrayan la necesidad de establecer una capacidad diagnóstica
de 8.000–10.000 pruebas RT-PCR diarias, que sea descentralizada
y pueda dar respuesta en no más de tres días para la ubicación
temprana de los focos de contagios.
Nos advierten por igual que sin una cobertura amplia y masi-
va que incluya no solo a personas con síntomas de la enfermedad,
sino también a infectados asintomáticos, no será posible diseñar
estrategias para una flexibilización de las medidas de distancia-
[ 173 \
Alfredo Alvarez

miento. Sin aumentar sustancialmente el impacto de la enferme-


dad sobre la población que retorna, tiene un efecto despreciable
en el tamaño actual de la epidemia. Estimamos que hoy hemos
sobrepasado los 4.000 nuevos casos diarios, sin evidencia alguna
de cambio en la trayectoria ascendente de la epidemia.
¿Una revelación tan grave, certera, útil, digna de ser tomada
en cuenta fue acaso leída en algún diario?. ¿La comentó acaso
algún noticiero?. Fue posible que el inefable twittero de las siete
de la noche, ese mismo que nos da cuenta y detalle de la versión
oficial sobre la pandemia se hizo eco de este cuerpo de sugeren-
cias y recomendaciones. ¿Pudo el ciudadano común acceder a la
información de estos dos informes?. ¿Los promocionó la prensa
que sigue en pie?. Puedo decir que hubo algunas honrosas excep-
ciones, pero no fue suficiente. Esto debió saberlo todo el mundo,
hasta el gato, porque se descubrió que también se contaminan.

Conclusión
1.- Las pruebas de RT-PCR que se realizan en Venezuela conti-
núan siendo insuficientes para estimar adecuadamente el ta-
maño real de la epidemia de la COVID-19 en el país. Sin una
cobertura amplia y masiva que incluya no solo a personas con
síntomas de la enfermedad, sino también a infectados asinto-
máticos, no será posible diseñar estrategias para una flexibi-
lización de las medidas de distanciamiento sin aumentar sus-
tancialmente el impacto de la enfermedad sobre la población.
2.- Los casos que reportan diariamente las autoridades conti-
núan sin reflejar el tamaño real de la epidemia en Venezuela.
Estimamos que el subregistro indicado en nuestro primer in-
forme, lejos de haberse reducido, se ha incrementado debido
a que la propagación del virus es más rápida que la tasa de
aumento de la capacidad diagnóstica. Los casos proyectados
para la última semana de agosto sextuplican los números re-
portados oficialmente. Calculamos que el número de nuevas
infecciones sintomáticas por día ha sobrepasado los 7.000 ca-
sos.
3.- De acuerdo con las cifras estimadas de nuevas infecciones
diarias y los porcentajes de fatalidad reportados en otros paí-
ses de la región, inferimos un subregistro importante en los
[ 174 \
Cartas a Tánatos

reportes oficiales de decesos a causa de la COVID-19.


4.- En Venezuela, la epidemia de la COVID-19 aún se encuentra
en su fase expansiva con un potencial de crecimiento expo-
nencial alto y no existen las condiciones mínimas sugeridas
por la Organización Mundial de la Salud para una flexibiliza-
ción total. Para la implementación de estrategias de flexibili-
zación parcial se requiere de un sistema de rastreo y vigilan-
cia sustentado en diagnósticos amplios y regulares para evitar
un aumento de las tasas de contagio y, con ello, la intensifica-
ción de la epidemia. En tal sentido, reiteramos la necesidad de
ampliar sustancialmente y descentralizar la capacidad diag-
nóstica.

El enemigo externo
Por lo general, con una insistencia machacona y odiosa, el vo-
cero oficial de turno responsabiliza a los países vecinos de nues-
tra calamidad con los efectos de la pandemia. No es la falta de po-
líticas sanitarias sino el retorno de connacionales lo que mantiene
esas cifras tan altas de incidencia por la COVID-19. Venezolanos
a quienes las autoridades sin ninguna contemplación llamaron
bombas biológicas, parte de un arsenal de un eficiente y demen-
cial terrorismo.

En Colombia, para el día jueves 17 de enero se reportaron


93.302 pruebas en total, según el Ministerio de Salud. En esa mis-
ma fecha en el vecino país el coronavirus aportaba 17.121 nue-
vos casos y 367 fallecidos. En tanto para Brasil el conteo indicaba
8.256.536 personas confirmadas de coronavirus, unas 60.899 per-
sonas confirmadas más que el día anterior.
Mientras tanto en nuestro país el Ministro de Sanidad Carlos
Alvarado, aseguraba que Venezuela registró en las últimas 24 ho-
ras 497 casos positivos de la Covid-19 y cinco fallecidos. De esos
497 casos, 488 son de transmisión comunitaria, 9 casos impor-
tados; estamos llegando a 119.803 casos confirmados en el país.
“Lamentablemente tenemos que informar hoy el fallecimiento de
5 personas, para llegar a 1.106 casos fallecidos», indicó el minis-
tro durante una actividad oficial. La región con más casos en las
últimas 24 horas fue el Distrito Capital con 110 casos y el estado
[ 175 \
Alfredo Alvarez

Miranda (Norte) con 100, seguido de Zulia con 95 y Carabobo


con 84.
La respuesta sanitaria de Colombia y Brasil es superior a las
contadas tareas que puede ejercer ese ministro gris y prescindi-
ble. Cómo podemos exhibir números oficiales tan disímiles frente
a los publicados por los medios de ambos países. Esa indagación,
por ejemplo, debería ser la obligante tarea de un periodismo li-
bre, crítico e independiente. Esclarecer las circunstancias en que
actúan y permiten sobrevivir a nuestros vecinos, y si realmente
ese coronavirus que denuncian por twitter y que nos infecta, real-
mente proviene totalmente desde Colombia y en otra proporción,
desde el Brasil. Esa es la labor de un periodismo que no es perse-
guido ni criminalizado por hacer bien su trabajo.
Así son las cosas.

[ 176 \
Cartas a Tánatos

Este necio, que siempre anda fuera de lugar

Carta décimo novena

i madre era un ser excepcional. Talentosa y fuera de se-

M rie. Estructurada y precisa como un reloj suizo. Previsiva


y dueña de un talento a prueba de tahúres, razón por lo
cual era un ser muy difícil de engañar. Más que difícil, era vir-
tualmente imposible lograrlo. Tras haber creado 12 hijos y una
cantidad imprecisa de nietos y sobrinos, estaba protegida contra
cualquier forma de engaño y distracción. Aseguraba saber tus in-
tenciones, solo con mirarte directo al alma, y te congelaba in situ;
con una frase que paralizaba cualquier intento de alterar el orden
establecido: Cuándo tú vas, yo vengo de regreso. Haga lo que tie-
ne que hacer.
Recuerdo la manera y la forma en que me reconvenía cuando
yo decidía hacer las cosas a mi manera, con un ese estilo total-
mente divergente y bastante alejado de lo que dicta el sentido
común. Ana Brígida, consideraba como muy impropio ese hábi-
to que comenzaba a forjarse en mi personalidad. Una conducta
que luego tomaría forma y me haría un hombre de decisiones di-
vergentes, sorpresivas, extravagantes, bastante inconvenientes y
otras no tanto. Todo duró hasta que la misma edad y las más du-
ras circunstancias, me exigieron probidad y algo de sensatez. Ella
también, me lo había vaticinado.
Mi madre, me lo había dicho con insistencia. Usted no hace lo
que quiere, sino lo que debe. Era la manera pedagógica en que
cerraba esas virulentas discusiones, donde yo demandaba mi li-
bertad de elección y ella me imponía el compromiso, como la ac-
[ 177 \
Alfredo Alvarez

ción debida. Entonces la vida se tornó en esa colección de “actos


debidos”, inspirados por una ética del deber. Mientras acontecía
esa transformación, el proyecto de hombrecito se tomaba en serio
sus responsabilidades individuales, así como las tareas conteni-
das en el catálogo de actos convenidos por el deber ser que te de-
manda la realidad.
La aclaratoria viene a cuento por todas las circunstancias que
caracterizaron al día lunes 18 de enero de los corrientes. Para esta
fecha debía realizarme el anunciado examen que midiera mis va-
lores y confirmara la certeza de que estaba libre del nefando in-
flujo de la COVID-19. Una semana antes había concurrido con el
mismo propósito y los resultados seguían dando positivo, para
las pruebas de IGM Anti SARS-Cov-2 e IGG Anti SARS-Cov-2.
Yo asumía que esta vez sería diferente, y con esa actitud concu-
rrí a mi cita tempranera con Elena Tirado. En la tarde un correo
electrónico me advertía que los resultados volvieron a replicar la
misma tendencia irreversible: positivo para ambos valores.
La nota de pie de página en los resultados, me pareció como
la sentencia de un juicio oral. Escuchas en primer plano como
te advierten que lo tuyo con la COVID-19 no tiene vuelta atrás.
“La confirmación del diagnóstico y tratamiento debe ser realiza-
da bajo evaluación médica. Un resultado negativo no excluye la
posibilidad de una infección por SARS-CoV-2 (COVID-19) y no
debe ser utilizado como único criterio de actuación para el mane-
jo del paciente con sospecha de enfermedad.
Sentí, como si descendiera en un ascensor de muy alta veloci-
dad hasta un ignoto sótano en las entrañas de la tierra. Yo expe-
rimentaba un cuadro de salud de una notable mejoría y esa sen-
sación de cansancio adhesivo, me había abandonado hacía cierto
tiempo. El optimismo era el titular bandera a ocho columnas, con
el cual abría mi periódico vital y la sección de malas noticias ha-
bía reducido su paginación. Todo iba en góndola trujillana hasta
que el lacónico resultado en dos líneas gruesas de texto, en Arial
12 daba su serio dictamen. Alfredo: Tú sigues bailando pegado
con el señor SARS-Cov-2.
Tenía planes para suspender este largo período de reclusión.
Aspiraba con un resultado en contrario, poder reconvocar a mi
familia para que retornaran al apartamento. En especial, Ariana

[ 178 \
Cartas a Tánatos

La Bella, la Infanta Coral y David mi cuñado. Planificaba mi re-


greso al trabajo de donde me extrañé el día 17 de diciembre, y
alentaba a los trámites de un viaje a la playa, compromiso asu-
mido con Milagros, como premio a su constancia e irreductible
valor. La señora July, un milagro de mujer que ayuda y apoya a
Milagros en las labores domésticas, también estaba en la lista de
invitados.
Yo quería alcanzar esos logros individuales, y la realidad me
imponía la certeza de una cuenta alta de leucocitos y los rastros
del coronabicho jugando ajedrez con las citoquinas de mi ejército
inmune. Me pregunté: hago lo que quiero (derrumbarme) o hago
lo que debo (insistir hasta vencer). El pragmático acto de filosofía
que me legó mi madre, redujo el escenario a una sola opción, per-
sistir en mi búsqueda de salidas a un evento que me demandaba
coherencia y mucho pensamiento positivo.
Mi médico tratante Isaac Chirinos dejó una nota de voz en mi
buzón de WhatsApp que me dio luces para entender que la pe-
lea apenas comenzaba. Compartía mi sorpresa por el resultado
del examen y señalaba que el lapso establecido de 21 días para la
prescripción de la mala influencia del virus había prescrito. Ad-
vertía, que mi sistema inmunológico debió haber creado el sufi-
ciente número de anticuerpos, para así negativisar el virus, y que
los antivirales, también debían haber alcanzado su mayor grado
de efectividad. Eso sugería el librito.
Se ordenó una prueba 14 días después de concluir el trata-
miento para verificar su resultado, que debió dar negativo. El
médico Chirinos confesaba que su sorpresa era tanto o mayor
que la mía y, además, era la primera vez que enfrentaba una cir-
cunstancia como esa. Allí mismo escuche la voz de Ana Brígida
cuestionando esa particular manera de ir por la vida nadando a
contra corriente y haciendo las cosas de forma distinta. Me dije,
esta vez no será de esa manera y jugaré béisbol como lo dice el li-
brito. Pero además insistiré para sobrevivir, porque el deber ético
de hacerlo me lo sugiere.
-Lo bueno es que tú te sientes bien y estas asintomático, será
muy raro también que retrocedas, un evento que además de im-
probable, cancelo. Lo más conveniente es que sigas usando tu ta-
pabocas, mantengas el reposo, toma tus vitaminas. Desestima esa

[ 179 \
Alfredo Alvarez

prueba, yo trato pacientes, no pruebas. Ellas nos ayudan mucho,


trasmiten confianza y certeza al médico que lo dispuesto como
tratamiento se hizo bien. Quédate tranquilo, dijo Chirinos.

El médico me asegura que enfrentamos un problema de ajuste


de mi sistema inmunológico. Lo más conveniente –dice- es que
debemos darle tiempo a que se ajuste, cree el número suficiente
de anticuerpos y negativice el virus como sucedió con Milagros,
que si superó la prueba al primer intento. Recordamos entonces
que yo había iniciado mi tratamiento con los retrovirales y anti-
bióticos algunos días después que mi esposa. Eso también po-
día ser de un efecto notable, en la respuesta tardía de mi siste-
ma inmunológico, si lo comparamos con el resultado del examen
de Milagros. Convenimos en que él investigaría más acerca del
tema, y me daría una respuesta soportada en los criterios de la
ciencia y no en el catálogo de buenas intenciones que todos lleva-
mos por dentro.

Otra opinión, la de un médico venezolano residente en Argen-


tina, le cargó la caña a las pruebas serológicas advirtiendo que a
su criterio no eran para confiar en ellas de manera incondicional.
Me refiere que ese país ante un resultado de esta naturaleza un
paciente es aislado por espacio de 10 días por considerarlo con-
tagiante. Con seguridad están usando las pruebas chinas, y és-
tas no son tan eficientes como las elaboradas con otra tecnología.
China 0, Occidente 1.

Ahora bien, en mi caso que me encontraba asintomático desde


hace más de 10 días y daba positivo en esa prueba, representaba
un evento que me confería el estatus de no ser un paciente conta-
giante. También sumaba a su valoración –el médico en Argenti-
na- el hecho cierto que, en la serología, era altamente probable la
generación de falsos positivos. Que mi resultado para la prueba
IGG era normal, y que la condición que arrojaba positivo, era pre-
cisamente porque la enfermedad ya había pasado.
La prueba para los valores IGM demuestra que, al dar positi-
vo, puede traducir que hablamos de una condición activa de la
enfermedad. Ese detalle lo que refiere, es que hay un pico en la

[ 180 \
Cartas a Tánatos

evolución y cualificación del contagio para el momento en que se


realiza la prueba, y así lo arroja su resultado. Es obvio que se trata
de un registro que progresivamente irá en descenso, hasta que se
negativice totalmente. Ahora bien, si el paciente está asintomáti-
co (ojo, así me siento yo) no se puede considerar que la enferme-
dad esté activa. El paciente no contagia a nadie, así de positivo en
ese examen. Bingo.

La Reina en el exilio del cantón de Agua de Obispos y a su vez


el médico laboral de mi trabajo, me asegura que un paciente pue-
de estar asintomático hasta por 100 días consecutivos y sentirse
como una uva. Ella me indica que una hematología completa es
única prueba que en verdad define la verdadera condición del
paciente. No te abrumes –dijo Gladysvel Márquez- por el resul-
tado, vamos a intentar con una prueba de hematología completa
y después hablamos.

En mi auxilio vino entonces mi Ángel de la Guarda Elena Ti-


rado de Saavedra, una elegante campeona del optimismo, que al
igual que este cristiano, no se queda en el aparato de salida. Es-
cuchó con sepulcral respeto todas las opiniones emitidas por los
tres médicos consultados, más un cuadro que extraje de un infor-
me reciente de la OMS sobre la COVID-19, en donde se evaluaba
el tenor de todos los resultados posibles de esa prueba.
En ese cuadro, se decía al final, que un resultado como el que
arrojaba mis pruebas corría el riesgo probable de ser un falso po-
sitivo. En una letra pequeña y menuda, como en los contratos de
compraventa de terrenos en la luna, una leyenda advertía que,
en caso de ese resultado positivo para los dos valores, el paciente
puede estar en la fase de recuperación de la infección, o el resul-
tado puede ser un falso positivo. Recordé las acusaciones que se
han formulado contra el ex presidente colombiano Álvaro Uribe
Vélez, y me dije para lo más íntimo de mi ser: Parse, Queijoputa
y verraco el conflicto de la COVID-19 con su merced. Falso posi-
tivo, NMJ.

Elena sin inmutarse me dijo vuelve mañana –martes 19 de ene-


ro- que te voy a hacer una hematología VSG y Proteína C y ve-

[ 181 \
Alfredo Alvarez

mos que pasa. Más animado por su certeza y convicción, culmi-


né una de las cartas de este de libro, dormí como un bendito y a
las 8.00 am estaba las puertas de ese templo de la salud que es el
laboratorio Tirado Castrillo, en la carrera 17 antes de la avenida
Vargas. La toma fue rápida e indolora. Usaron una mariposa, la
misma que usan para los niños pequeños y las venas huidizas en
los mayores. No es mi caso, pero tengo tantos puyazos en mis ve-
nas, que últimamente podía competir con un asiduo y frecuente
adicto a la heroína. Nuevamente Elena se apiadó de mí, como ya
es su costumbre.

La tarde de este martes 19 fue pródiga, tranquila y generosa.


Pude concluir un extenso capítulo sobre las amenazas que se cier-
nen a la libertad de expresión en tiempos de coronavirus y resolví
algunas lecturas pendientes. Gladysvel inició la puja cercana las
5.00 de la tarde para conocer los detalles del examen de este día.
La discreta alegría de Elena Tirado marcó la apertura de lo que se
me venía encima. Tu examen es perfecto –dijo- y tus valores de-
terminan que allí no hay más nada. Puedes estar tranquilo y dile
a Milagros que se traiga a la Infanta, que eso te va a terminar de
curar.

El diagnóstico de la Reina de Agua de Obispos llegó justo al


colgar la llamada con mi Ángel de la Guarda. En un corto mensa-
je por el denostado WhatsApp, Gladysvel me graduaba de hom-
bre sano. Decía en su diagnóstico “Alfredo 20 puntos. Disfruta
y descansa estos 10 días que le restan a enero y te incorporas a
trabajar el 1 de febrero. Ya no contagias. Disfruta y toñequea a tu
nieta, tus linfocitos están perfectos, prepara tu viaje a la playa y
sigue escribiendo.

Informé de la buena nueva a Milagros. Durante este mes am-


bos tenemos la misma edad, una condición que se rompe el 11 de
febrero, y a partir de esa fecha vuelvo a ser el mayor de la parti-
da. Le comuniqué, no con poca dificultad que ahora también éra-
mos una pareja saludable, al unísono, liberada de las acechanzas
del coronabicho. Con los detalles de mi evaluación publiqué en
mis redes una corta nota dirigida a todos los que se ocuparon de

[ 182 \
Cartas a Tánatos

mi estado de salud, donde les indicaba mi condición de hombre


sano y liberado de la COVID-19.

Escribo la carta que cierra este ciclo. Con toda seguridad se


iniciará otro más exigente, y con aplastante certeza me veré exi-
gido en hacer las cosas que debo hacer. Nuevamente, se cumplió
la sentencia de mi madre, pero yo seguiré vistiendo mis camisas
escandalosas, gritaré mil gracias a la vida, comeré cotufas mez-
cladas con gomitas acidas, hablaré con los locos de la calle, y se-
guiré nadando a contra corriente, aunque en verdad literal, yo no
sé nadar. Nadar a contra corriente además de ser un buen hábito,
en mi caso ya es una costumbre, y resulta ser algo que me hace
mucho bien. Tanto, como el cariño que me manifiesta toda la gen-
te que me quiere bien.

Gracias.

[ 183 \
Alfredo Alvarez

[ 184 \
Cartas a Tánatos

Nota bene

Laura Spinney es una periodista y escritora


británica que actualmente vive en París,
es licenciada en Ciencias Naturales por
la Universidad de Durham, ha escrito
cinco novelas y representa un referente
como periodista del tema científico en
toda Europa. Además de haber colaborado
en prestigiosas revistas como Nature o
National Geographic, sus artículos sobre la
COVID-19 se pueden leer en tres valorados
medios británicos: The Economist, The New
Statesman y The Guardian. Con El jinete
Pálido, la epidemia que cambió el mundo
ha demostrado su certero trabajo como
divulgadora científica. El libro está dedicado
a Richard Frackwoiak un importante
neurocientífico, pionero en las técnicas
más avanzadas para la visualización de la
fisiología y actividad cerebral y nerviosa.
Es su marido, y según confiesa es el hombre
más maravilloso del mundo.

[ 185 \
Alfredo Alvarez

[ 186 \
Cartas a Tánatos

Carta a Laura Spinney

 
Vigesima primera carta

aura Spinney ha escrito un libro sólidamente documen-

L tado, en el que considera que la gripe española modificó


incluso la convivencia social y la cultura. Los arquitectos
–escribe– se deshicieron de las ornamentaciones artificiales y di-
señaron edificios funcionales. La moda hizo algo similar, descar-
tando los colores y las curvas, mientras que la música experimen-
tó una serie de revoluciones paralelas. El compositor austríaco
Arnold Schönberg creó un sistema musical totalmente nuevo, el
dodecafónico, y el compositor ruso Ígor Stravinski, influido por
el jazz, se propuso sustituir el sentimiento por el ritmo. El jinete
pálido, en fin, hace reflexionar sobre lo que está ocurriendo hoy
en el mundo y se lee de un tirón por su enorme interés y su en-
cendida actualidad.

The New Yorker.


Carta a Laura Spinney.
 
Respect lady. 
Le saludo cordialmente.
 
Estoy obligado a decirle, animado por la mayor admiración
posible, que su libro me fascinó al más exigente nivel que puede
gestar en un ser humano la patología de una contagiante demen-

[ 187 \
Alfredo Alvarez

cia literaria. Entiendo a la perfección la distancia que impone la


flema inglesa. También tengo en registro el cómo debería com-
portarse un caballero frente a una dama que no conoce perso-
nalmente, con la cual no existe una relación de amistad, y menos
aún, no somos ni conocidos. I am very pleased to hear from you,
although I wait by letter.
 
Superada esta convención, creo necesario comentarle que hay
amigos muy cercanos que aún no logran comprender como un
sobreviviente de la COVID-19, se enganchó al término de su con-
valecencia, a la muy extensa -y mejor documentada- biografía de
la Gripe Española que usted desarrolla en El Jinete Pálido. En mi
opinión, una sorprendente zaga acerca del desarrollo y expan-
sión por todo el planeta de la mal llamada Gripe Española luego
de 1918.
 
Su texto es demoledor y a su vez la mejor vacuna contra los
prejuicios que impiden a los médicos e investigadores hacer de-
bidamente su trabajo. Creo que la mayor cantidad posible de per-
sonas debería leerlo como una actividad convenida, para prote-
gernos de las pandemias, los virus, y los prejuicios.
I want to let you know how impressed your book was. I am
very grateful and to his eye very pleasantly impressed.
 
Posiblemente, la Gripe Española sea la pandemia más letal en
toda la historia de la humanidad, habiendo logrado liquidar más
personas que las dos guerras mundiales en conjunto, pero tam-
bién debo decirle que su relato genera una adictiva relación con
el dato, la correlación y la contextualización de su información,
gestando al mismo tiempo una extraña adicción, que para nues-
tra fortuna concluye en benignas consecuencias. Cada día que
pasa trato de sumar nuevos adeptos (adictos) al río de datos, fe-
chas, eventos que están organizados de manera tan correcta a lo
largo de su relato. Thanks, again.

Los más sorprendidos me han endilgado una nueva modali-


dad de masoquismo extremo. Una especie de patología aún no
clasificada por la psiquiatría moderna, mientras que los más ge-

[ 188 \
Cartas a Tánatos

nerosos, han sugerido que debe existir dentro de mi mucha for-


taleza resiliente para emprender una lectura como la que ofrece
su texto. Pues le informo y detallo que ni lo uno ni lo otro, sino
todo lo contario.
 
A mí, me anima una tercera opinión, la cual suscribo con áni-
mo militante. Su libro es alucinante, esclarecedor, convocante del
mejor talento y convenientemente útil a todo aquel que alcance
a leerlo. Entre sus múltiples bondades, nos plantea la urgente re-
flexión que debe operar en cada ser humano en torno a lo que
significa el reto que comporta para una sociedad, experimentar
como espectador de primera línea, los terribles efectos de una
pandemia sobre sí mismo y el resto de la humanidad. Al mismo
tiempo, poder observar-asimilar los profundos cambios que la
COVID-19 generó en cada uno de los 7.000 millones de habitan-
tes domiciliados en el globo terráqueo. Una vez hayamos supe-
rado las contingencias de esta colosal tragedia llamada coronavi-
rus, nuestra vida no será la misma.
 
La presencia de la COVID-19 cambió el tejido social y econó-
mico del mundo desde que China identificó el virus por prime-
ra vez, posiblemente en enero de 2.020. Con su súbita aparición,
se produjo una inédita situación representada por un número
importante de países completamente paralizados. Obligados a
cerrar sus fronteras, escuelas y negocios, restringiendo los via-
jes por todo el orbe, cancelando eventos de entretenimiento, así
como las grandes concentraciones deportivas, y la vida en comu-
nidad. Las nuevas normas que fue necesario imponer, alentaron a
las personas a mantenerse alejadas entre sí, en algunos casos con
un aislamiento social preventivo y obligatorio. Un modo muy
poco social de la vida en comunidad.
 
Obvio que no se puede hacer una comparación que homolo-
gue los dos episodios sanitarios que representan indistintamente
la Gripe Española y la pandemia de coronavirus. Tan solo mi-
diendo su impacto letal, la Covid-19 aparece ante la Gripe Espa-
ñola como un intento amateur. Nada más ver el número de muer-
tes causadas respectivamente, pero, aun así, la lectura de su libro

[ 189 \
Alfredo Alvarez

me permitió conocer la anatomía y conducta de una pandemia.


Los modos de su propagación, así como la magnitud del inmenso
esfuerzo de los médicos e investigadores para contenerlas. Tareas
todas, que me sugieren una hoja de ruta en paralelo, que replica
muchas de las contingencias que en ambos casos debió superar
la humanidad. Nosotros con la COVID-19 no vamos tan mal, y
podíamos ir peor.

La diferencia del coronavirus con otras pandemias, lo repre-


senta la conveniente velocidad con que se están llevando a cabo
las investigaciones para determinar una cura concluyente. Aquí
coincidimos.
 
Considerando fundamentalmente, que el desarrollo de una
vacuna puede tomar años, o incluso décadas. Un ejemplo claro
es la vacuna contra el Ébola que se aprobó recientemente y tardó
más de 16 años hasta ser aprobada. La vacuna contra la viruela
(1796), fue la primera en registrarse como una efectiva respues-
ta a una enfermedad viral, la cual posee una data de 10.000 años
AC. En tanto que la respuesta a la COVID-19 no tardó más allá
de los nueve meses, un detalle que puede inhabilitar los intentos
por desestimarlo.
La Gripe Española infectó entre 1918 y 1920 a más de 500 mi-
llones de personas, lo cual quiere decir, que uno de cada tres ha-
bitantes del planeta para ese momento se vio infectado.
 
Por su letal efecto, murieron entre 50 y 100 millones de seres
humanos. Si consideramos que la población mundial estimada
entonces era de 1.600 millones de personas, la proporcionalidad
nos exige multiplicar por cinco las cifras de la Gripe Española,
para equipararlas a la actualidad de la COVID-19. Solo cuando
los contagiados por coronavirus se aproximen a los 3.000 millo-
nes y los muertos sean unos 300 millones podremos hablar hoy,
de un desastre similar. Eso lo sé.
 
Pero insisto, el patrón de contagio y difusión de ambos virus
guardan similitudes sorprendentes. La diferencia radica, en que
los científicos del Siglo XX no sabían cómo iba el asunto, mientras

[ 190 \
Cartas a Tánatos

los actuales tienen un registro mucho más detallado de lo que es


un virus; cómo se comporta, cómo se propaga, cómo se duplica,
así como la manera cómo muta al cruzarse con otros virus y de
esta manera, generar sepas más agresivas y resistentes a los anti-
bióticos y vacunas. La primera vacuna que conoció la humanidad
(1796/Viruela) tardó mucho más tiempo en generarse, que las 11
opciones contra la COVID-19 que actualmente están a nuestra
disposición. 
 
El virólogo español Juan Ayllón, un experto en gripe, viene en
mi auxilio para ayudarme a exponer mejor el argumento de mi
audacia, al también comparar en paralelo ambas pandemias. En
torno al tema de la homologación entre la Gripe Española y la
COVID-19 dijo durante el desarrollo de un foro convocado por la
Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), lleva-
do a cabo recientemente, que la comparación del coronavirus y la
gripe es procedente, y se realiza para dar la relevancia que tiene
la actual pandemia.

Él insiste en que los grupos de riesgo son similares y los sín-


tomas también, una razón que hace útil el ejercicio, por lo tanto,
el símil es útil para dimensionar el problema como realmente es,
y no para quitarle importancia. Si como sociedad sabemos lidiar
con gripe, también debemos saber lidiar con este coronavirus, sin
caer en el pánico, simplemente estando alerta. Es importante no
banalizar ni sembrar el pánico, sino equilibrar. En este sentido, el
experto ha explicado que, clínicamente, la Covid-19 presenta si-
militudes con la gripe de 2009 y que, además, se puede expandir
más que otros coronavirus como el SARS y el MERS. Hay mu-
chos escenarios posibles.
 
También dice que no se pueden hacer predicciones en cuanto a
si el coronavirus ha venido para quedarse. Con la gripe de 2009,
en un principio, no se sabía su posterior evolución y, finalmen-
te, desplazó a un tipo de gripe. Por ello, lo primero es contenerlo
para que no se acumule el número de casos, asegura el experto
español.
 

[ 191 \
Alfredo Alvarez

Me dan el siguiente dato y lo comparto. El coronavirus se ex-


tiende más. Mientras la gripe común tiene un 1,3 de número re-
productivo, lo que significa que cada infectado pasa la enferme-
dad a 1,3 personas en promedio. Ese número es el que se usa para
medir el potencial de la epidemia. Cuando es superior a uno, la
enfermedad tiende a extenderse. Es lo que pasó en 2009 con la
pandemia de gripe H1N1, que tenía un número reproductivo de
1,5 y no pudo ser contenida. Ahora ese virus es uno de los cuatro
que causan la gripe común. Los estudios disponibles apuntan a
que el número reproductivo del coronavirus está entre 2 y 3. Es
decir, que, si no se toman medidas especiales, la Covid-19 infec-
taría a más gente que la gripe.
 
Es muy probable que se haya enterado, pero la audacia tropi-
cal corrompe los buenos modales.  You will know how to excuse
me. Paso a comentarle que América Latina y el Caribe, la región
donde habito, cuenta con más de una cuarta parte del total de ca-
sos de la COVID-19, y un tercio del total de muertes en el mun-
do por la pandemia causada por el coronavirus En ausencia de
una vacuna disponible para prevenir la transmisión del virus en
nuestros países, los gobiernos del área han introducido varias po-
líticas de salud pública, con el ánimo de reducir la propagación y
los impactos de la enfermedad. A la luz de los resultados, no han
sido del todo eficientes.
 
Los factores contextuales como los sistemas de salud fragmen-
tados, las redes de protección social limitadas, los altos niveles
de empleo informal y la excluyente desigualdad han complica-
do aún más la respuesta a la pandemia en muchos de estos paí-
ses. Estas condiciones subyacentes intensifican el impacto de esta
pandemia, particularmente en las poblaciones más desfavoreci-
das, donde se incluyen las personas sin empleo, trabajadores in-
formales y la población de ingresos bajos, muchos de los cuales
viven en hogares hacinados. En mi país, el salario básico de un
empleado es de 80 centavos de dólar, mientras la vacuna más ba-
rata cuesta 10 dólares. Una brecha considerable.
 
Usted describe un riesgo similar en las poblaciones de inmi-

[ 192 \
Cartas a Tánatos

grantes que fueron desplazadas a los Estados Unidos entre las


dos guerras mundiales. Por razones de otro orden, mi país exhi-
be actualmente una población de desplazados de por lo menos
6 millones de personas, posiblemente la más alta reconocida por
los organismos internacionales. La precariedad de sus condicio-
nes de vida, el hambre crónica, la erosión de sus sistemas inmu-
nitarios harán posible la segura disminución de esos contingen-
tes de pobres, que deambulan desconcertados por toda américa
latina. Un verdadero problema de salud pública y una bomba de
tiempo, para los países receptores que ya tenían sus problemas
particulares antes del arribo de los desplazados, como sucede en
Colombia y Brasil.
La pobreza y todas las limitantes que impone la COVID-19,
son elementos del entorno que influyen de manera notable en
la expansión de enfermedades contagiosas hasta convertirlas en
riesgos de pandemia. Usted lo indica con acierto magistral en su
libro, y yo de audaz apuntador, insisto en advertirle tanto a us-
ted, como a los míos, que esos mismos riesgos están replican-
do los modos y maneras de cómo la Gripe Española diezmó las
precarias concentraciones de inmigrantes en nueva York, Brasil,
Odessa y París. Si bien la magnitud es distinta, la letalidad es
muy similar.
 
Además, la comparación corre en paralelo para ambas pan-
demias, la crítica situación de indefensión haciendo muy simila-
res las condiciones en que se encontraba la humanidad tanto en
1918, como a finales del 2019. La sorpresiva aparición del virus,
y la rapidez mediante la cual se esparció por todo el planeta en
menos de 90 días.

Le indico otra opinión


La experta alemana en memoria, Astrid Erll sugirió reciente-
mente esa posibilidad al destacar que la covid-19 tiene un rasgo
importante del que careció la gripe de 1918. Se trata de un ar-
chivo que está creándose de manera consciente, mientras la en-
fermedad continúa moldeando nuestro presente. En este mundo
hiperconectado, es posible, si se desea, examinar los datos so-
bre infecciones y muertes en todo el planeta casi al momento. El
[ 193 \
Alfredo Alvarez

constante aluvión de noticias digitales y comentarios en las redes


sociales mantiene la enfermedad en el primer plano de nuestra
conciencia y nos proporciona la sensación del carácter planetario
de nuestro estado. Es la primera pandemia que estamos viendo a
través de Internet, una auténtica prueba para la construcción de
la memoria mundial en el nuevo entorno mediático.
 
Coincido con usted cuando advierte las malas artes de la CO-
VID-19 y nos dice que este virus tiene algunas características que
le hacen muy peligroso. Es bastante letal en una porción relativa-
mente grande de la población, y además es muy contagioso, mu-
cho más que una gripe estacional. Hasta hace dos meses nadie en
la tierra tenía inmunidad frente a él. También parece ser capaz de
extenderse sin producir síntomas, lo que hace que sea muy difícil
detectarlo, salvo que hagas tests de PCR a gran escala.
 
Por todo esto está claro que es un enemigo muy difícil de com-
batir, pero también que muchos países reaccionaron de manera
retardada y lenta. Vimos lo que estaba ocurriendo en China, y de
cómo la OMS declaró la emergencia global a finales de enero y,
es a finales de marzo, cuando se percató que los gobiernos no es-
taban reaccionando tan rápido como muchos hubieran querido.
También coincidimos en que globalmente ha habido una actitud
bastante malsana al pensar que el último país afectado por la CO-
VID-19 había cometido algún tipo de error, en vez de pensar, que
lo que ellos tienen viene hacia nosotros.
 
Lo más terrible de las pandemias es que aparecen sin ser invi-
tadas. Justo en los momentos en que la mayoría de la población
disfruta del confort que les permite vivir en zonas especiales. En
uno de los tantos informes que he leído en estos días sobre el
tema, rescato el dato de que en 2.016 se advertía y se había suge-
rido con antelación, la creación de un fondo compartido a nivel
global de 4.000 millones de dólares anuales para la prevención
de las pandemias. En Venezuela le llamamos hacer una vaca, una
manera colectiva de juntar presupuestos para actividades de alto
interés colectivo. La recomendación fue desestimada.
 

[ 194 \
Cartas a Tánatos

Convencidos que vamos a experimentar más de una pande-


mia en lo que resta de centuria, con ese presupuesto anual se de-
bieron atender áreas prioritarias como la adecuada formación y
motivación de los profesionales de la salud. Se potenciarían los
sistemas de vigilancia para las enfermedades infecto-contagiosas.
Además, se dedicaría ese eficiente apoyo a la creación de labora-
torios más eficaces, y se estimularían las relaciones colaborativas
entre las comunidades para hacer frente de manera mancomuna-
da a los efectos de una pandemia. Esa tarea tampoco se asumió y
ahora estamos pagando las consecuencias de la imprevisión.
 
Los diversos gobiernos y organismos de control al tema de la
salud (ONU, OMS, OPS) le prestaron poca atención a la necesi-
dad de impulsar en nuestros países el desarrollo de un eficiente
sistema de salud. Solo los países con economías más solventes,
integrantes del G20 exhiben un avance sustantivo en la materia.
Las economías menos favorecidas del tercer mundo, presentan
con este aspecto un cuadro muy desolador, constituyendo esa
condición, su aspecto más vulnerable. En el peor momento de
la primera ola pandémica, en algunos de los países vecinos, los
particulares debieron depositar los cadáveres de sus familiares
directamente en la calle, a la espera que funcionarios públicos
dispusieran de ellos para sepultarlos, o en su defecto, cremarlos
a la vista de todos.
 
Aquí hay otro detalle que estimo de muy alta significación. La
peste de esta oportunidad -la desagradable COVID-19- además
de sus habilidades para multiplicarse y mutar en nuevas cepas,
para aumentar la velocidad de contagio, recibe mucha ayuda de
los humanos. Mis congéneres lo favorecen al desestimar las más
elementales medidas de contención sanitaria. Tenemos la urgente
necesidad de convencer a nuestros ciudadanos de los beneficios
de aislarse y respetar el llamado distanciamiento social, así como
lavarse las manos, que hasta ahora son las medidas más efectivas
para evitar el contagio. Lo de la vacuna vendrá después.
 
Es de capital importancia que la población asimile los benefi-
cios y ventajas de vacunarse contra la COVID-19, así como desa-

[ 195 \
Alfredo Alvarez

rrollar intensas campañas de información que los ilustren, y los


inmunicen contra la cháchara ideológica, las oscuras tesis de los
negacionistas de la enfermedad, así como de los enemigos decla-
rados de las vacunas disponibles. Los expertos en salud pública
coinciden en que la confianza de la población en sus autorida-
des es esencial para afrontar adecuadamente una epidemia. Sa-
ben por experiencia que las medidas sanitarias obligatorias sue-
len ser contraproducentes, salvo en situaciones graves, con lo que
la medida más eficaz que puede aplicar un Gobierno contra el
contagio radica en la colaboración voluntaria de la población. Sin
embargo, la gente no confiará ni colaborará a menos que se le in-
forme adecuadamente.

Más pobreza, mayor contagio


Los técnicos del Banco Mundial han corregido sus cifras de
pronóstico para determinar el número de pobres que nos dejará
la desagradable visita de la COVID-19. Con un cálculo conserva-
dor nos habían dicho en 2020 que los pobres del Tercer Mundo
aumentarían en un número probable a los 100 millones. Otro in-
forme similar, producido por el Foro de Davos ofrecía un cálculo
más conservador, pero al término de enero las noticias todavía
mucho eran más preocupantes.
 
Dicen en su reporte de esta fecha (23 de enero) que prevén que
la cantidad de nuevos pobres surgidos como consecuencia de la
pandemia de COVID-19 en 2020 aumentará entre 119 y 124 mi-
llones. Este rango de estimaciones está en línea con otros cálcu-
los basados en previsiones alternativas de crecimiento elabora-
das más recientemente.  Nos explican en su boletín regular que al
igual que en sus anteriores, el número de nuevos pobres surgidos
a raíz de la COVID-19 se calcula como la diferencia entre la po-
breza proyectada con pandemia y sin ella.
 
Leo en The Ecomics que usted no coincide ni acepta la compa-
ración COVID-19 y Gripe Española. Es más, lo advierte en firmes
y cordiales términos.
-Creo que deberíamos recordar este hecho ocurrido en 1918
por su propia importancia: murieron 50 millones de personas y
[ 196 \
Cartas a Tánatos

fue de lejos la peor catástrofe del siglo XX. Creo que tiene lec-
ciones válidas para hoy, pero no debemos comparar ambas pan-
demias. La de 1918 fue una pandemia realmente grande: si hoy
muriera la misma proporción de personas que por entonces, fa-
llecerían de 220 a 440 millones de personas. La pandemia de la
COVID-19 todavía no ha acabado, pero parece que no será ni de
cerca tan mala. Quizás se parezca más a la gripe asiática de 1957,
que causó no menos de dos millones de muertos, o la gripe de
Hong Kong de 1968, la cual produjo cerca de cuatro millones de
muertos.
 
Mosca con esto
  Creo que las pandemias dejan una marca en nosotros, nos
cambian. Ahora, la COVID-19 está mostrando las debilidades del
sistema sanitario de Europa y de cómo se necesitan más fondos
para instrumentar cierta reorganización. Todavía está por verse,
pero es probable que por efecto de la pandemia se llegue a cam-
bios más profundos. Después de leerla creo que las pandemias
dejan una marca en nosotros, nos cambian. Y de qué manera.
Por ejemplo, las fronteras son una herramienta útil a la hora de
controlar las epidemias. Esta enfermedad, que tiene la tendencia
de crecer en una especie de clúster, puede ser contenida si se limi-
ta el crecimiento de estos grupos. Eso implica hacer test, aislar los
casos y poner en marcha restricciones de viaje enseguida. Tene-
mos que aprender a hacer estas cosas que hasta ahora no hemos
logrado hacer muy bien.
Creo que no podemos pasar por alto que mucha gente se está
centrando en el comercio ilegal de animales salvajes, obviando
que esto representa un altísimo riesgo para las zoonosis, y la hu-
manidad en general. Debo agregar que ésta es solo una parte de
la historia. Las causas son más amplias y profundas y nos respon-
sabilizan a todos nosotros. El problema tiene que ver con la forma
como todo tipo de industrias, ganaderas, agrícolas, madereras, se
organizan globalmente. Dependen de las multinacionales cuya
actividad se desempeña muy lejos del lugar donde están los res-
ponsables, que son quienes obtienen los beneficios.
La globalización ha traído muchas cosas buenas al mundo y ha
sacado a mucha gente de la pobreza. Pero parte de nuestra capa-
[ 197 \
Alfredo Alvarez

cidad de progresar y de avanzar como especie depende de com-


prender qué es lo bueno y cuáles son los costos de conseguirlo.
Creo que esta pandemia nos hará pensar en ello, y buscar formas
de sacar a la gente de la pobreza sin pagar el precio en términos
de enfermedades emergentes. La pandemia es una advertencia
sobre los peligros reales que afronta la humanidad, y es algo que
no puede separarse del cambio climático.

Creo que necesitamos pensar de una forma más holística acer-


ca de cómo estamos en el mundo. Somos una gran cantidad de
personas, nunca ha habido tantos humanos en la Tierra, y nece-
sitamos muchísimos recursos para mantenernos. Así que, ¿cómo
los conseguimos sin dañar al planeta y sin cambiar los ecosiste-
mas de una forma que es perjudicial para nosotros mismos y para
las otras especies que comparten este planeta con nosotros?.

Los investigadores de la memoria hablan de un fenómeno de-


nominado bulto de reminiscencia. Consiste en que las personas
están más marcadas por los acontecimientos ocurridos en la ado-
lescencia o en la primera edad adulta. En una encuesta de 2016,
el Pew Research Center de Washington descubrió que, para los
estadounidenses de la generación del Baby boom, los momen-
tos históricos que definían sus vidas eran el asesinato de John F.
Kennedy y la Guerra de Vietnam. Mientras que, para los nacidos
después de 1965, los momentos más relevantes desde una pers-
pectiva histórica, eran los atentados terroristas del 11 de septiem-
bre de 2001 y la elección del presidente Barack Obama. Es posi-
ble que, para quienes nacieron después de 1980, esta pandemia
eclipse esos acontecimientos. Y modifique esa a memoria, y esos
recuerdos.

Voy a intentar hacer masivo su juicio acerca de las teorías cons-


pirativas. Me encantó saber lo que piensa al respecto. Es un tema
en el cual coincidimos plenamente, sobre todo cuando dice lo si-
guiente.

“Creo que este problema está en la naturaleza humana. Bus-


camos explicaciones sencillas porque las respuestas no son sen-

[ 198 \
Cartas a Tánatos

cillas y porque todavía no necesariamente comprendemos todas


las causas. Pero hasta donde yo puedo ver, la ciencia ha sido muy
clara: no es un virus creado en un laboratorio, fabricado malicio-
samente por el humano. ¡Excepto en el sentido de que todos lo
hemos hecho posible, colectivamente!”.
Yo supongo que ahí el periodismo tiene un importante papel.

“Creo que esta pandemia nos deja extraer varias lecciones. En


primer lugar, necesitamos instruir mejor a la gente sobre cómo
distinguir a una fuente fiable. A veces no es posible y quizás ne-
cesitamos la complicidad de plataformas como Facebook, Google
o Amazon para identificarlas. Pero me gustaría señalar algo. Des-
de que comenzó esta pandemia, mucha gente joven se ha quejado
de que una buena parte de la buena información está bloqueada
detrás de muros de pago”.
Le advierto que enfrentamos el clásico problema de pagar por
la información para que los medios puedan seguir funcionando.
 
“Yo estoy lo suficientemente convencida como para creer que
debemos pagar por las noticias, pero asumo que no es lo que se
espera. La pandemia ha hecho muy apremiante afrontar el deba-
te sobre el  modelo de negocio del periodismo: la gente no quiere
pagar por buena información en esta pandemia, sencillamente
cogen lo que es gratis y por supuesto eso implica que la calidad
sufre. Pero tenemos que encontrar una solución porque la gen-
te necesita recibir buena información, especialmente en tiempos
de crisis. Muchas vidas dependen de ello. Creo que la pandemia
ha hecho   muy apremiante afrontar el debate sobre el modelo
de  negocio del periodismo.
Celebro cuando asiente que hay necesidad de profesar mayor
respeto por los científicos, así como por la autoridad que emana
de su trabajo, su dedicación y su esfuerzo.
   
“Es cierto, tenemos científicos y médicos excepcionales, como
Anthony Fauci, tratando desesperadamente de transmitir un
buen mensaje. Pero muchas veces sus palabras son contrarresta-
das por gente que tiene poco respeto por los expertos, lo que no
ayuda, en lo más mínimo. Ahora es fácil escuchar a cualquiera

[ 199 \
Alfredo Alvarez

diciendo cómo se solucionará esto, pero creo y espero que apren-


deremos que necesitamos a los expertos, especialmente en una
epidemia como ésta. Estamos ante un problema profundamente
complejo, que no puede ser resuelto de forma intuitiva, y que re-
quiere usar herramientas adecuadas y asesoramiento científico”.
Señora Spinney, le reitero mis sentimientos de alta estima y
respeto. Valoro altamente sus aportes a la comprensión del fe-
nómeno de todo lo que significa una pandemia, y me siento un
hombre muy afortunado al haber logrado leer su maravilloso li-
bro en un momento de mi vida muy singular.
 
I really liked being able to read it fully.
I am very grateful.
I hope that one day you can visit my country and we can talk
about his books an about journalism.
 
Best regards
 

P.D.: Las citas textuales fueron extraídas de una entrevista publicada por el Diario Español
ABC. El resto es pura demencia literaria, data dura de la COVID-19 y full hope.

[ 200 \
Cartas a Tánatos

Carta a Tánatos

Ven, muerte, tan escondida que no te sienta venir,


porque el placer de morir no me vuelva a dar la vida.
Anónimo
 
Somos muertos en suspenso.
Anónimo
 
El hombre es mortal por sus temores, e inmortal por
sus deseos.
Pitágoras
 
*Tánatos era el hijo de Erebo y Nicte, hermano gemelo de Hip-
nos, y personificación de la muerte. Era el genio alado que acu-
día a buscar los cuerpos de los que habían fallecido. Cortaba
un mechón de sus cabellos para ofrecer como tributo a Hades y
se llevaba sus cuerpos al mundo de los muertos.
 

[ 201 \
Alfredo Alvarez

[ 202 \
Cartas a Tánatos

Carta a Tánatos*

Muy respetado señor.


Presente.
 
En esos inefables espacios que precedieron a su muerte, mi
madre observó con atención como yo luchaba afanoso con el peso
de una bombona de oxígeno, que trataba de introducir en su ha-
bitación. El propósito no era otro que el de paliar su inminente
agonía por deficiencias en su capacidad respiratoria. Ana Brígi-
da era una mujer de 96 años, que paciente y convenida, ordena-
ba sus cosas con Dios y con la parca. Yo me había empeñado en
duplicar la cantidad de oxígeno disponible, mejorar en lo posi-
ble la atención que mis hermanas le brindaban, ubicar medicinas,
atender sus deseos y acompañarla dos veces al día a bien morir.
Como muchos, yo le temo a la muerte, y de esta manera, suponía
que podía ralentizar su llegada.
 
Durante toda mi vida luché y desestimé la idea de que mi ma-
dre pudiese morirse y la diferí tal cual, como una acreencia a la
cual insistía, en no reconocer. Entiendo que no soy el único, pues
la idea de la muerte es una cuestión de la cual no se habla mucho,
se difiere, y en el mejor de los casos se ignora. A pesar de que so-
mos seres finitos, nos empeñamos en transformar ese dilema en
rotundos mitos, opciones preteridas, o sencillamente nos hace-
mos los desentendidos. Se mueren los otros, nosotros no.
 
Para Freud, la muerte propia no se puede concebir. Cuando
intentamos hacerlo, en verdad sobrevivimos como observadores.
La experiencia psicoanalítica nos enseña que nuestro inconscien-
te no cree en la muerte propia, se conduce como si fuera inmortal.

[ 203 \
Alfredo Alvarez

Admite la muerte y al mismo tiempo la desmiente como irreal.


No hay inscripción de la muerte propia, no hay simbolización de
ella, no se sabe qué es.
 
Otro de mis autores favoritos, Jorge Luis Borges, logra lo suyo
con sus reflexiones ante la muerte. Para mí la muerte es un escán-
dalo, dice el maestro. Es el gran escándalo, el verdadero escánda-
lo. Yo creo que no deberíamos morir y que la única ventaja que
los animales tienen sobre nosotros es que ellos ignoran la muerte.
El animal no sabe qué va a morir. El hombre lo sabe, lo sabe y re-
acciona de distintas maneras, histórica o personalmente.
 
Mi madre esperó que concluyera ese particular combate de
sumo con la pesada bombona de oxígeno, y sin inmutarse reco-
noció mis méritos de buen hijo. Me aseguró que se marchaba sin
dejar de desear nada, y expresó su complacencia por la abnegada
dedicación de mis hermanas, sus cuidadoras y atentas enferme-
ras.
 
-Me voy complacida dijo, pero quisiera que me permitieras
morir tranquila. Ya está bueno ya. Tú has hecho todo lo que has
podido, estoy cansada, y ellos vinieron por mí. Ayer estuvo por
aquí Lala, César, el Mocho y mi compadre José Colmenares. La
semana pasada también vino mi Mama Ángela y mi Tía Pastora.
Se refería en orden de desaparición a tres de sus hijos que ha-
bían fallecido antes que ella, así como al yerno casado con su hija
mayor también fallecido.  Las visitantes pioneras, eran mi abuela
y su hermana, una querida tía abuela de muy grata recordación.
Guardé silencio e intenté con mi mejor esfuerzo en comprender
la decisión donde anunciaba, que dejaba de luchar por mantener-
se entre nosotros, y someterse así, al gran dictamen de la vida. Se
quería ir. No dejé de admirar la entereza y valentía que estaban
contenidas en sus palabras, y con el tiempo las he valorado en
su justa dimensión. Mi madre se marchó de este mundo con una
gran dignidad, y nosotros pudimos despedirla.
 
No trascurrió más de una semana, y una mañana sobre las 6:00
am, sonó el teléfono de mi habitación. Era la voz de la Nena, mi

[ 204 \
Cartas a Tánatos

amada hermana cómplice incondicional de todas mis travesuras,


quien me advertía, con una gélida calma que la hora había llega-
do.
 
Si quieres ver viva a mamá por última vez, vente rápido. Está
agonizando. Apenas pude llegar. Parecía que dormía una siesta
breve, al mismo tiempo que su respiración disminuía en intensi-
dad y frecuencia. Pensé en un cirio que de manera progresiva ex-
tinguía su luz. El instante que eludí durante toda mi vida, el que
me negué a asumir como cierto, probable e inevitable, había lle-
gado. Sentí una calma fría y anestesiante, que fue interrumpida
por el recuerdo de su voz advirtiéndome que era mi obligación
encargarme de los trámites de su sepelio. No hubo tiempo para
el llanto. La ocasión vendría después.

-Tú eres el menor, pero el que tiene más brío. Te formé para
esto y es tú obligación conmigo. Tus hermanas están viejas y no
saben nada de eso. No te vayas a poner de fachoso a escoger un
entierro muy caro, ya has gastado demasiado dinero en todo este
tiempo. Apúrese que no hay tiempo que perder.
 
Apenas estrenada la mañana de ese día, me acerqué a la fune-
raria y el velorio más espectacular que yo haya visto en mi vida
dio su inicio. Los hijos, sobrinos, nietos, bisnietos, amigos, co-
nocidos, y no tan conocidos nos acompañaron en su concurrida
despedida. Fue algo memorable, como ella lo fue en vida. Yo, no
atendí su sugerencia acerca de comprar un entierro barato. Era
cierto que se iba enterrar con todo y urna, pero yo escogí una de
madera muy bella que me pareció apropiada para la ocasión, y
por ser mi madre. Me encantó desde siempre contradecirla en
cualquier detalle.
 
Otra sana demostración de bien morir, me la regaló Carmen
Teresa Fuchs de Agreda, mi suegra. Mujer encantadora y jovial,
provista de una vitalidad a prueba de extorsiones y dueña de
un humor que conquistaba corazones. En las fiestas familiares
recitaba con desenfado los poemas de Luis Carbonell y los del
repertorio de Luis Edgardo Ramírez y al término de sus actua-

[ 205 \
Alfredo Alvarez

ciones reía con toda su humanidad. Escuchaba atenta los juegos


del béisbol profesional y seguía con una atención de admirar, los
eventos de la política nacional e internacional. Carmen era jovial,
no se andaba por las ramas a la hora de calificar las ruindades del
régimen y sentenciaba que ella, por nada del mundo, se perdía el
final de esa trágica historia llamada Chavismo. Eso sí, se quejaba
constantemente de que esto fuera para extra -inning.
 
-Mira mijo. ¿Y para cuándo es que se acaba esta vaina?.
 
Y se desprendía una catarata de imprecaciones, que por lo ge-
neral concluía con una sonora carcajada.
 
Una rara afección hematológica la sentenció. La sobrevivió al-
gunos años, gracias a los buenos oficios de Jonás Mendoza y Nel-
son Ruiz, quienes hicieron su mejor esfuerzo. Mientras los mé-
dicos hacían su trabajo, ella advertía que todavía no, que ella no
quería por nada del mundo perderse el final de esta “vaina”, his-
toria oscura y tóxica que protagonizan los malos hijos de la pa-
tria. Mientras tanto tejía maravillas para hijas y nietas. Cercana la
navidad, me requería con una taimada habilidad, cultivada du-
rante sus muchos años de madre, por la manera como solventa-
ríamos los ritos de la pascua.
 
- ¿Será que este año podemos hacer unas hallaquitas?.

Y de inmediato soltaba esa risa delirante que movía todo su


cuerpo y te reclutaba para una empresa que convocaba a media
familia. Con su gesto, alargaba el inning y postergaba por tiem-
po indefinido el desenlace de su enfermedad. En la jornada, era
la más decidida hacedora de sus emblemáticas hallacas maturi-
neses. Carmen era quien más hacía y quien más trabajaba. No ol-
vidaba tampoco solicitar el auxilio de un pernil, así como de su
ensalada de gallina muy rica y memorable.
Carmen Teresa era la más hermosa de la pradera.
 
-Mira mi amor querido. ¿Y esta partía es seca.?
 

[ 206 \
Cartas a Tánatos

Y de nuevo su contagiosa risa inundaba el espacio circundante


como si fuera el ambiente musical propicio para esa ocasión. La
navidad se iniciaba varios días antes de que llegara el Niño Jesús,
y Carme T. era quien la proclamaba.
 
Esta vez fue diferente. Al inicio de la gran cuarentena, Carmen
nos dijo que se quería ir. Milagros se mudó a su casa para estar
con ella en la despedida, tránsito ineludible entre nosotros y el
más allá. La artista que bullía en cada gesto de la noble matrona,
afloró y grabó unos videos de despedida para cada uno de sus
afectos más queridos. Fueron videos cortos, precisos, bien argu-
mentados, en los cuales Carmen se despedía de todos nosotros.
Sus biznietos respondieron de igual forma con una demostración
de nobleza inobjetable, en la cual no solo la despedían, sino que
le deseaban un buen viaje. No podía ser de otra manera. Carmen
Teresa murió tal como había vivido, desenfadada y feliz.
 
La cuarentena mordió con saña nuestro rito funerario impri-
miéndole un modo impropio y muy poco respetuoso. Apenas 12
personas pudieron acompañarla en la cremación. Un día antes
conseguí gasolina y eso dio garantía a los más cercanos, para po-
der estar presentes en el acto final. Un soldado –idiota y descere-
brado- intentó impedir nuestro acceso al cementerio y sorbió lo
mejor de nuestras iras. El episodio, con toda seguridad, hubiese
sido de su agrado, y hasta hubiese intervenido con su lengua afi-
lada y educada para el apropiado insulto. Aun así, hicimos nues-
tro esfuerzo y pudimos despedirla con algo de dignidad.
 
Obvio que esas muertes me marcaron. Mi madre insistió en
vida que quien se pusiera cómico y llorón en su velorio, ella se
levantaría del ataúd y lo metería en cintura. Ana Brígida no que-
ría espectáculos plañideros en su despedida, y así nos compor-
tamos. La tropa Agreda Fuchs hizo del momento la ocasión pro-
picia para reír y gastarse las bromas habituales. En ambos sitios
hubo pocas lágrimas y mucho cariño por las viajeras.
 
Epicuro, uno de mis griegos favoritos combatió el miedo a la
muerte con un argumento famoso y básicamente correcto, decía,

[ 207 \
Alfredo Alvarez

que la muerte no es nada para nosotros, pues, mientras nosotros


existimos, la muerte no existe. Tan pronto como la muerte existe,
nosotros ya no existimos. La muerte no concierne a los vivos ni a
los muertos, pues para los primeros ella no existe y los segundos,
son ellos los que ya no existen.
 
Leonardo Da Vinci dijo, que así como un día bien empleado
trae consigo un sueño feliz, también una vida bien empleada des-
emboca en una muerte feliz. Quizá no existe algo así como una
muerte feliz, pero al menos podemos minimizar la pérdida que
sentimos al morir si podemos contemplar detrás de nosotros una
vida razonablemente plena. En cualquier caso, un humano feliz
no se angustia por la muerte ni piensa mucho en ella. Ya Spinoza
había escrito, “el hombre libre en ninguna cosa piensa menos que
en la muerte, y su sabiduría no es meditación de la muerte, sino
de la vida”.

Jesús Saavedra, un hermano que me regalo la vida, me apor-


ta otra historia que me ayuda a cimentar un aspecto de lo que yo
denomino la dignidad del buen morir. Le he comentado a Jesús
Enrique que las historias de su familia corren en paralelo y simili-
tud, con los mismos relatos de la mía. Hay pequeñas diferencias,
pero en propósito y contenido son como una continuidad la una
de la otra. La suya en Carache, y la mía en Barquisimeto, con sus
raíces en Curarigua y en Carorita.
En conocimiento de ese detalle tan significativo, en una de
nuestras tertulias domingueras, Jesús me comentó que su abuela,
una noble matrona Carachera llamada Victoria Fuentes de Ro-
mán, caminó con el mismo acierto y solvencia frente a los terre-
nos del ilustre Tánatos. Según nos refiere su orgulloso descen-
diente, la señora Victoria se las traía, pues entre otras cosas, era la
única mujer en Carache que jugaba ajedrez con el sacerdote del
pueblo, un español de muy malas pulgas acostumbrado a no per-
der. Levantó una extensa familia cimentada por los valores y nor-
mas de una inextinguible moral, y el vigor de un infatigable ape-
go por el deber ser. Según Jesús, una adelantada para su tiempo.
Resultó entonces que su hijo José Rafael Román Fuentes, ya un
hombre de más de 35 años, casado y con descendencia enfermó

[ 208 \
Cartas a Tánatos

de gravedad. Su partida al otro mundo se hizo un evento más


que probable. Su imprecisa enfermedad no le dio más oportuni-
dades, mientras él se negaba a partir al más allá. Abrigaba como
era justo, la esperanza de ver crecer a sus hijos y compartir por
más tiempo la vida de pareja con su joven esposa. La dilemática
lucha entre el ser y el deber ser, lo sujetó al intraficable trato con
la cacalona.
Su agonía se prolongó por varios días, y se tradujo en un lento
proceso hacia lo inevitable. Los días transcurrían como un inútil
esfuerzo para prolongar más allá de lo probable, ese frágil aliento
de vida que lo mantenía atado a los suyos. Los rosarios y misas
de acción de gracias, afloraban como manantiales de resignación
en demanda de la mejor solución posible. Los predicamentos en
la misa demandan del Dios supremo la ayuda necesaria para el
buen morir de José Rafael.
Transcurrido un tiempo más que prudencial Victoria, su ma-
dre, se acercó a su lecho de muerte, y con la autoridad de su ca-
rácter, pero con la bondad que aporta su conmiseración de mujer
cristiana, le habló con el tono que acompaña una orden de inde-
clinable cumplimiento.
-José Rafael …
-Si mamá.
-Hágame un favor, muérase con dignidad.
Bastó entonces el imperativo ruego, para que el hombre en-
tregara sus días al creador, motivado por la sugerente suplica de
su madre. Morir con la debida dignidad era el imperativo para
una vida bien vivida. Nos decía François Fenelón al respecto que
“La muerte solo será triste para los que no han pensado en ella”.
Victoria Román Fuentes lo sabía y así lo enseñó a su amado hijo.

La otra historia
 Todo viene a cuento por la acelerada despersonalización que
aprecio en la muerte de miles de seres humanos en todo el mun-
do durante el desarrollo de esta demoledora pandemia. Entien-
do, que buena parte de los dos millones de fallecidos fueron im-
pedidos de tener un entierro adecuado, una despedida acorde al
afecto de los suyos, así como al mérito del occiso. La condición
contagiosa del virus obligó entonces a extremar las medidas de
[ 209 \
Alfredo Alvarez

contención, y todo cadáver, era conducido con una penosa cele-


ridad al terminal de embarque hacia la eternidad. Ese gesto ma-
sivo, esa súbita colectivización de la muerte, le resta encanto y
seriedad a su trabajo.
 
Se cometieron abusos, como es costumbre en un mundo con-
ducido por militares y médicos de muy poco criterio. Los muer-
tos por la COVID-19, fallecieron solos y abandonados. No hubo
un familiar que contara sus últimos alientos, rezara una plegaria,
y cerrara sus ojos. En este día leo en la prensa española que el ser-
vicio de emergencias advierte que cada vez más gente muere sola
en casa. No sumo a este registro los que también solitarios han fa-
llecidos en las gélidas Unidades de Cuidados Intensivos, lejos del
cálido apoyo familiar.
 
Cada vez muere más gente sola en casa como posibles vícti-
mas de coronavirus. En el último mes han muerto así 100 perso-
nas. También nos aseguran que se trata de personas jóvenes que
sufren ictus o trombos pulmonares. En las primeras horas del co-
ronavirus nos horrorizamos por los ancianos que morían solos en
casa, por coronavirus o por el aislamiento social que sufrimos du-
rante el confinamiento domiciliario. Ahora los servicios de emer-
gencias vuelven a llamar la atención sobre este problema. Cada
vez encuentran a más gente que ha muerto sola en casa, previsi-
blemente por el virus y cada vez son más jóvenes. Mueren solos.
 
En China, durante la primera ola de contagios, el número de
muertos colapsó los crematorios de ese país. Una orden expresa
indicaba que todo cadáver debería ser cremado a más tardar en
los 90 minutos posteriores de su ingreso a la morgue. Muchos de
ellos fueron convertidos en irreversibles cenizas sin haber sido
debidamente identificados a consecuencia del colapso que se ge-
neró en los hospitales y clínicas.
 
Algo similar ocurrió en Italia donde el número de víctimas fa-
tales hizo posible un colapso generalizado en morgues y cemen-
terios, impidiendo la ritualidad de la despedida. Más grave aún
fue la queja de miles de iraníes, quienes fieles a la tradición que

[ 210 \
Cartas a Tánatos

impone el islam, están obligados lavar el cadáver con agua y ja-


bón antes de sepultarlo. La prisa que impone la COVID-19 vulne-
ró este precepto religioso.
 
La cremación elimina la putrefacción del cadáver, calentándo-
lo a 900 grados durante casi una hora, y reduciéndolo así a humo
y cenizas. Los materiales orgánicos pasan al reino mineral. Como
ha comentado Jacques Ruffié, cuando incineramos un cadáver
hacemos trampa con la naturaleza, que normalmente debe recu-
perar nuestros restos para reciclarlos. Un mundo donde todas las
especies estuvieran destinadas a la cremación pronto se converti-
ría en un desierto inhabitable y totalmente deshabitado.
 
Sabemos que estas circunstancias son extremas, que no hay un
modo de ignorar que presenciamos una gran tragedia, y que la
vida nos cambió por completo el libreto que veníamos interpre-
tando. Una pandemia es algo serio, y una de sus consecuencias es
que nos hace banalizar nuestras concepciones acerca de la vida y
la muerte. Una antigua tradición de la India, compara el acto de
morir con el de verter un poco de sal en el mar. No lo harás más
salado, pero tampoco podrás revertir el evento. Esa sal jamás será
retornada y con la pandemia la muerte perdió la sal de la vida.
 
La profunda crisis que generó a nivel mundial el brote de esta
pandemia, nos hizo perder afectos muy importantes. El afecto
por nuestros muertos, pues muchos se han ido y ni tan siquiera
pudimos despedirlos. La súbita cremación, le restó magnanimi-
dad a la obligante visita al cementerio, así como a la atávica ve-
neración que profesamos por las tumbas de nuestros seres que-
ridos. En estos días, no existe una ritualidad convenida que nos
permita asimilar la muerte de los nuestros, que más que doler-
nos, nos paraliza de impotencia. Esa muerte anónima, masiva,
colectivizada nos altera el ADN de nuestras creencias, mitos y
cultura, algo grave y serio.
 
En el medioevo la muerte de un gentil hombre constituía una
fiesta pública en la cual participaban y convenían todos los ciu-
dadanos de una comarca. El mayor número posible de curiosos

[ 211 \
Alfredo Alvarez

le acompañan en su lecho de muerte y luego en animada proce-


sión hasta el cementerio, en lo que constituía un acto más de la
naciente esfera pública. La absolución de los pecados no era un
beneficio democráticamente extendido entre todos, pues era un
privilegio reservado solo para los clérigos. Se confiaba en que, si
la despedida era generosamente solidaria, Dios tomaría en cuen-
ta ese detalle y recibiría al viajante con los brazos abiertos.
 
La muerte se convirtió así, en la circunstancia donde el hombre
adquirió mayor conciencia de sí mismo. Se legisló acerca de ella,
para hacerla parte de la vida y la cotidianidad de los mortales.
Por razones de orden sanitario La ley de las 12 Tablas impedía
sepultar a los cadáveres dentro de la ciudad, una norma que rige
la expansión urbana de todas las metrópolis hasta nuestros días.
Los cementerios son por lo general los límites urbanos de cada
ciudad.
 
Solo los mártires tenían el privilegio de ser sepultados en el
interior de las iglesias, cuyos espacios exteriores se convirtieron
en los terrenos propicios para la ubicación y consolidación de los
cementerios. El campo santo era una extensión de los espacios de
la Iglesia, y mientras más cerca del altar eran sepultados los res-
tos de una persona, mayor garantía de su ascenso al cielo estaba
convenido.

El Concilio de Ruan en 1231 estableció la expresa prohibición


de bailar en los cementerios o en la iglesia, que para el momen-
to era la misma cosa. Bajo pena de excomunión se castigaban los
juegos de envite y azar en los espacios del cementerio, y no se
permitían músicos ni juglares. La arquitectura rescató el carác-
ter monumental de las construcciones funerarias y se condenó la
profanación como un delito despreciable. Por cierto, la palabra
profanar y funesto están emparentadas en su origen.
 
Somos seres para la muerte. Sabemos que la vida es finita y
que es el desenlace que nos espera a todos. Pero la partida sin un
adiós, sin el consuelo y la compañía de los más cercanos, es un
gesto que niega nuestra condición de humanos. Es algo que va

[ 212 \
Cartas a Tánatos

en contra de lo que somos y hemos convenido como proyecto de


comunidad cívica. Estimo en consecuencia que debe revisarse y
modificarse la terrible realidad de la muerte sin despedida a la
que están siendo sometidas cientos de personas.
 
La presencia de personas buscando a sus familiares fallecidos,
abrumados por el desconcierto, revela la insuficiencia de los pro-
tocolos hospitalarios para garantizar el derecho a saber de sus
deudos y de las personas enfermas. Es cierto que el personal de
salud está abrumado y rebasado en su capacidad de respuesta,
pero es indispensable que se desarrollen estrategias de tanatolo-
gía para acompañar a las familias de las personas fallecidas por
la COVID-19, así como de los otros padecimientos que todos los
días cobran la vida de miles de personas.
 
La pandemia debe enseñarnos que un componente sustanti-
vo de la atención de la salud es el acompañamiento emocional
y afectivo. Todos los días mueren seres humanos, si algo buscan
sus familiares y seres queridos es consuelo. La bioética tiene mu-
cho que aportar en esta materia, pero también la sicología y el
trabajo social. La magnitud de la tragedia demanda como una ac-
ción urgente, contar en todo el sector salud con las políticas y las
acciones necesarias para que en el momento de la muerte, sea lo
humano lo que esté presente.
 
Me entero además que en sus registros de los caídos por la
COVID-19, es mayor el número de hombres que de mujeres. Una
explicación volandera me indica que se trata de una notable di-
ferencia entre los sistemas inmunológicos de ambos sexos. Yo es-
pero no sea ésta una de las odiosas diferencias que ahora nos im-
pone aceptar la ideología de género. No faltará una feminazi que
nos grite a todo pulmón, que nivelen por arriba, que la muerte
tiene que ser igual para todos, o no habrá muerte para nadie. Me
costaría mucho trabajo estar de acuerdo con ella.
 
Estimado señor Tánatos lamento decirle que mientras más mi-
llones sume usted a su récord de bajas, bien sea por pandemias,
guerras, enfermedades contagiosas, y otras argucias, su ya men-

[ 213 \
Alfredo Alvarez

guado prestigio se extingue. Es cierto que no puedo exigirle que


no cumpla con su trabajo, pero permita por favor que los huma-
nos mueran con la dignidad que nos confiere una vida bien vivi-
da.
 
Con mi respeto.

Alfredo Álvarez

[ 214 \
Cartas a Tánatos

Anexos

[ 215 \
Alfredo Alvarez

[ 216 \
Cartas a Tánatos

Los detalles de una enfermedad muy peligrosa.

El coronavirus SARS-CoV-2: se detectó por primera vez en di-


ciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan (China) y es el séptimo
coronavirus conocido por infectar a los humanos después de la
identificación del virus del SARS y del síndrome respiratorio del
Oriente Medio este siglo. La carencia de inmunidad previa al vi-
rus ha provocado un rápido aumento de pacientes infectados en
todo el mundo, originando una pandemia que supone uno de los
mayores retos de salud que ha tenido que afrontar la humanidad
en los últimos cien años.

La difusión rápida e imprevisible a nivel mundial del SARS-


CoV-2, con una mayoría de personas infectadas que presentan
síntomas leves o no presentan síntomas, parece estar relaciona-
da en sus inicios con casos importados de los países afectados
inicialmente por la infección 3. El estado actual de esta infección
pandémica (9 de noviembre de 2020) incluye más de 50 millones
de casos confirmados en todo el mundo y más de 1 millón de
muertos (https://covid19.who.int/).

La presentación clínica más frecuente de la COVID-19 es una


infección respiratoria leve y, con menor frecuencia, una neumo-
nía con fiebre, tos y disnea. Aproximadamente el 20-30% de los
pacientes que han sido hospitalizados con neumonía asociada a
la COVID-19 han requerido cuidados intensivos para el apoyo
respiratorio debido a una neumonía bilateral que progresa hasta
insuficiencia respiratoria y, en algunos casos, hasta quiebra mul-
tiorgánica y muerte.

En estos casos, la inflamación pulmonar extensa puede pro-


vocar un síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA) 5, con
una linfopenia profunda, alteración de las pruebas hepáticas y de
coagulación, incremento de las proteínas reactantes de fase agu-
da y una supresión de interferón que puede activar una respues-
ta inflamatoria aberrante que incluye la producción exagerada
de citocinas. Esta respuesta hiperinflamatoria causada por una

[ 217 \
Alfredo Alvarez

reacción excesiva al virus, quizá influida genéticamente, no solo


contribuye a empeorar en vez de acelerar la resolución de la neu-
monía, sino que también puede favorecer el desarrollo de mani-
festaciones extrapulmonares.

Tiempo de recuperación de la infección: Un primer aspecto ob-


jetivo que se debe valorar es el análisis de los estudios que ha-
yan ofrecido datos respecto al tiempo de recuperación medio de
la COVID-19, analizados principalmente en población hospitali-
zada. Nuevamente es obligado destacar la gran heterogeneidad
en el diseño de los estudios, la población evaluada y la falta de
estandarización en la definición del término «tiempo de recupe-
ración» (recovery time), puesto que se pueden incluir síntomas
previos agravados o síntomas derivados de las secuelas típicas
de haber sufrido una neumonía bilateral grave. El porcentaje de
personas recuperadas a las 2 semanas del diagnóstico oscila entre
el 30 y el 52%, mientras que a las 4 semanas suele ser de casi el
80% en pacientes hospitalizados que no requieren oxígeno y del
40% o menos en los pacientes que necesitan el flujo de oxígeno
o UCI. No hemos localizado todavía estudios publicados con la
tasa de recuperación en pacientes ambulatorios, pero teniendo en
cuenta la duración media de los síntomas y el IQR, es muy proba-
ble que sea superior al 80-90%. Por lo tanto, la mayoría de datos
disponibles hasta ahora sugieren que un 10-20% de pacientes con
la COVID-19 podrían presentar todavía síntomas de la infección
4 semanas después del diagnóstico. El estudio más amplio hecho
hasta ahora en población general con COVID-19 y que median-
te una app evaluó los síntomas en más de 4.000 personas aporta
una cifra del 13,3% a las 4 semanas, 4,5% a las 8 semanas y 2,3%
a las 12 semanas.

Etiología: No se sabe por qué la recuperación global o de un


síntoma concreto en algunas personas se alarga. Se han plantea-
do como posibles hipótesis la viremia persistente a causa de una
respuesta de anticuerpos débil o ausente, recaídas o reinfeccio-
nes, reacciones inflamatorias y otras reacciones inmunes, pérdida
de forma física o estrés postraumático. Las principales secuelas
observadas en otros coronavirus (SARS, MERS) con un claro pa-

[ 218 \
Cartas a Tánatos

ralelismo fisiopatológico con el SARS-CoV-2 son de tipo respira-


torio, osteomusculares y neuropsiquiátricas. También, el ingreso
en UCI a causa de un síndrome de distrés respiratorio se asocia
a discapacidad funcional a largo plazo, tanto a nivel pulmonar
como extra pulmonar.

Estudios de laboratorio: En la primera visita a AP recomenda-


mos realizar los siguientes estudios: • Hemograma. • Proteína C
reactiva, velocidad de sedimentación globular (VSG) y ferritina.
• Péptidos natriuréticos y dímero-D (en caso de disponibilidad).
• Funciones hepática y renal, ácido úrico, proteinograma. • Enzi-
mas musculares. • Perfil nutricional: proteínas totales, albumina,
ferritina, vitamina B12, vitamina D. • Hormonas tiroideas.

Exploraciones complementarias: La evaluación del parénqui-


ma pulmonar en cualquier paciente con la COVID-19 es obliga-
da. En todo paciente con la COVID-19 persistente se ha de hacer
una radiografía de tórax en al menos las dos proyecciones con-
vencionales. La radiografía permite una valoración ágil general
y es habitualmente accesible de forma urgente. Habrá que des-
cartar la presencia de infiltrados intersticiales, condensaciones y
opacidades, ocupación de senos costofrénicos, signos de redis-
tribución y cardiomegalia radiológica. Para los pacientes que no
fueron ingresados en cuidados intensivos, las directrices de la
British Thoracic Society sobre el seguimiento de pacientes CO-
VID-19 que han tenido enfermedad respiratoria significativa pro-
ponen un seguimiento comunitario con una radiografía de tórax
a las 12 semanas y derivación a neumología de las personas con
síntomas progresivos, persistentes o de nueva aparición.

La principal exploración complementaria que recomendamos


en el ámbito de la AP es una ecografía torácica, siempre que sea
posible. Es una prueba muy útil para evaluar neumonías y com-
plicaciones derivadas, lo cual resulta ser también de gran utili-
dad en el diagnóstico diferencial. Puede realizarse en la consulta
ambulatoria, a domicilio o en residencias geriátricas, de forma
que es útil no tan solo en el diagnóstico, sino también en el pos-
terior seguimiento y monitorización. La ecografía torácica estará

[ 219 \
Alfredo Alvarez

alterada en los casos en que haya afectación pulmonar periférica,


así como una enfermedad intersticial pulmonar.

Fatiga persistente: La fatiga es uno de los síntomas extra respi-


ratorios más frecuentes de la infección por SARS-CoV-2, descrita
en el 41,4% de los pacientes incluidos en las cohortes publicadas
más numerosas. Respecto a la fatiga persistente, los datos publi-
cados en dos estudios sugieren una frecuencia del 35-53% a las
4-8 semanas postinfección, y del 16% a las 12 semanas postinfec-
ción. La naturaleza profunda y prolongada de la fatiga en algu-
nos pacientes con la COVID-19 comparte características con el
síndrome de fatiga crónica (SFC) descrito después de otras infec-
ciones, incluidas el SARS, MERS y neumonía adquirida en la co-
munida. Hasta el momento actual no se han descrito caracterís-
ticas específicas de la fatiga persistente asociada a la COVID-19
respecto a otros cuadros de fatiga persistente.

Tos persistente – frecuencia: La tos crónica se define como


aquella que persiste más de 4 semanas (según la Sociedad Es-
pañola de Neumología y Cirugía Torácica y las sociedades nor-
teamericana y australiana de neumología) u 8 semanas (según la
British Thoracic Society). La tos es uno de los síntomas más fre-
cuentes en la infección por SARS-CoV-2 en cerca del 90% de ca-
sos. Respecto a la tos persistente, los datos publicados reportan
que la tos se mantuvo en un 40% de pacientes entrevistados entre
2-3 semanas después de la confirmación de la infección, en un
15% de los casos después de un seguimiento medio de 2 meses y
en un 2% a las 12 semanas. No hay estudios científicos específi-
cos sobre las características de la tos persistente en la COVID-19.
No obstante, parece razonable clasificarla inicialmente como tos
crónica pos infecciosa. Numerosas publicaciones sugieren que la
mayoría de casos que se relacionan con infecciones de las vías
respiratorias superiores se resuelven en un período no mayor de
3 semanas, especialmente en jóvenes sin patologías previas. No
se ha demostrado que la persistencia de la tos se asocie con epi-
sodios de broncoespasmo leve o de hiperreactividad bronquial.
Anosmia/disgeusia: La pérdida de olfato puede ser parcial
(hiposmia) o completa (anosmia), y puede ser temporal o per-
[ 220 \
Cartas a Tánatos

manente dependiendo de la causa. Casi todos los pacientes con


anosmia tienen una percepción normal de las sustancias saladas,
dulces, ácidas y amargas, pero no discriminan sabores, hecho que
también depende en gran medida del olfato. Por lo tanto, estos
pacientes refieren pérdida del sentido del gusto (ageusia) y no
disfrutan de la comida. La infección viral de las vías respiratorias
superiores es una causa frecuente de disfunción olfativa, en par-
te porque el epitelio olfativo se encuentra adyacente al epitelio
respiratorio, el lugar de replicación de múltiples virus que cau-
san la infección de las vías respiratorias superiores y porque las
neuronas olfativas acceden directamente al ambiente. Estos virus
podrían causar disfunción olfativa no solo a través de la obstruc-
ción nasal, sino también a través de daños directos al epitelio sen-
sorial, de forma transitoria o persistente. El concepto de anosmia
después de una infección vírica se conoce con el nombre de pér-
dida olfativa pos infecciosa/pos viral (POL). Anosmia y disgeu-
sia están presentes en un 8-9% de los pacientes con infección por
SARS-CoV-2. Respecto a su persistencia, los datos publicados son
bastante variables: 17-56% a las 4 semanas, 10-23% a las 8 sema-
nas, y 4-46% a las 12 semanas.

Cefalea persistente: El dolor de cabeza crónico (cefalea que se


produce durante más de 4 horas al día, más de 15 días al mes y
durante más de 3 meses) es una de las principales causas de do-
lor y discapacidad. Es uno de los síntomas neurológicos más fre-
cuentes en la infección por SARS-CoV-2 reportado por un 14% de
pacientes. Respecto a la cefalea persistente post-COVID-19, los
datos publicados muestran una frecuencia del 9-18% entre las 4 y
12 semanas pos diagnóstico de la infección. No hay estudios cien-
tíficos específicos sobre las características de la cefalea persistente
en la COVID-19. Pero en principio quedaría englobada dentro de
las cefaleas primarias, que se diagnostican según los síntomas en
ausencia de alguna anomalía orgánica o estructural.

Síntomas digestivos: La tasa global de pacientes con infección


aguda por SARS-CoV-2 con síntomas gastrointestinales es del
34%51, incluyendo anorexia (21%), diarrea (13%), náuseas y/o
vómitos (12%) y dolor abdominal (11%). La diarrea aparece como
[ 221 \
Alfredo Alvarez

el signo clínico gastrointestinal más constante, y consiste gene-


ralmente en una forma no deshidratante y no grave de episodios
de excrementos semilíquidos. No queda claro el porcentaje de es-
tos pacientes que hayan podido recibir determinados tratamien-
tos que se administraron durante la primera ola de la pandemia
y que produjeron efectos secundarios gastrointestinales. Respec-
to a su persistencia, los estudios de seguimiento a 4-8 semanas
muestran cifras del 16-17% por anorexia/ pérdida de peso, 15%
por dolor abdominal, 10% por náuseas, 4% por vómitos y 3% por
diarrea.

Secuelas post-covid-19: Puede producir afectaciones órga-
no-específicas derivadas de una infección por la COVID-19 grave
que requirió ingreso hospitalario y que puede provocar secue-
las que origina la persistencia de síntomas y alteraciones en las
pruebas diagnósticas que persisten una vez curada la infección
aguda. • Secuelas pulmonares (afectación intersticial residual
pos neumonía). Varios estudios han informado que un porcen-
taje significativo de pacientes tienen resultados anormales en el
funcionalismo respiratorio (54%) y en los estudios de imagen de
TC (40-94%), un mes después de la confirmación de la infección.

La afectación pleural también se ha relacionado con la infec-


ción aguda por la COVID-19, con una frecuencia estimada del
27% para el engrosamiento pleural y del 5-6% para el derrame
pleural. No hay datos respecto a su cronicidad. Afectación car-
díaca: una revisión de los casos reportados de miocarditis en pa-
cientes con la COVID-19 muestra una amplia gama de edades
implicadas (de 17 a 79 años), que afectan con más frecuencia a los
hombres que a las mujeres, con los síntomas clave (dolor torácico,
disnea) que se presentan principalmente durante las primeras 2
semanas de infección por COVID-19, a pesar de que se han des-
crito varios casos algunas semanas después de la resolución de la
infección. Respecto a datos de seguimientos, los estudios mues-
tran que alrededor de 2 meses posdiagnóstico un 40-80% de los
pacientes pueden tener niveles de troponina-I aumentados y un
78% afectación cardíaca en imagen de RM cardíaca. La importan-
cia clínica de estos hallazgos en pacientes generalmente asinto-

[ 222 \
Cartas a Tánatos

máticos todavía no está clara. Se ha notificado derrame pericár-


dico en un 5% de los pacientes con la COVID-19, y parece que
los pacientes con sospecha de miocarditis podrían tener una tasa
más elevada de efusión pericárdica (22-75%). Se ha informado de
taponamiento cardíaco en un 1% de pacientes ingresados princi-
palmente en los primeros 7-10 días de infección por la COVID-19.

Bienestar emocional y salud mental: Aunque desde un punto


de vista pragmático el impacto sobre la salud mental del paciente
que ha sufrido la COVID-19 se podría incluir en el apartado an-
terior como secuela de la infección, su importancia creemos que
merece un apartado por separado. La mayoría de publicaciones
sobre la COVID-19 y la repercusión en la salud mental han pues-
to énfasis en las reacciones individuales hacia la pandemia, como
por ejemplo ansiedad, estrés y afecciones relacionadas con ruti-
nas rotas, soledad, luto y aislamiento social en individuos no in-
fectados. De hecho, muchas personas han aumentado el consu-
mo de alcohol y drogas. Una función fundamental de la AP es no
medicar estas situaciones. La enfermedad mental está fuertemen-
te asociada a determinantes sociales como la pobreza, la discrimi-
nación y la exclusión social; la salud mental y el bienestar se ven
reforzados por el aumento de la solidaridad social, el apoyo so-
cial informal, la ayuda mutua y otras medidas colectivas y basa-
das en la comunidad. Las directrices de salud pública de muchos
países sugieren que la gente se quede en casa para evitar la trans-
misión del virus de persona a persona, cosa que puede provocar
una reducción de la actividad física y una mayor sensación de
aislamiento. Estos efectos pueden ser particularmente problemá-
ticos en adultos mayores a causa de su capacidad física reducida
y de su potencial para aumentar los problemas de salud mental,
como la ansiedad y la depresión. Una fórmula para minimizar
muchos de estos efectos colaterales de mantenerse en casa puede
ser el entrenamiento progresivo de resistencia en casa, que ha de-
mostrado ventajas similares a los entrenamientos de resistencia
que normalmente se encuentran en los gimnasios. El aislamien-
to durante el ingreso hospitalario puede comportar también una
peor vivencia del proceso de enfermedad en situación de pande-
mia, no solo por la COVID-19, sino por todas aquellas otras pa-

[ 223 \
Alfredo Alvarez

tologías que han precisado ingreso hospitalario o intervención


quirúrgica durante la pandemia. Los pacientes han vivido nue-
vas normas preventivas anticontagio con aislamiento en las habi-
taciones, distanciamiento en momentos vitales estresantes (como
la vivencia de una enfermedad grave o con mal pronóstico) y en
ocasiones también con impacto en la relación humana con el mé-
dico. Algunas visitas de patología crónica se han demorado o rea-
lizado de forma telemática, las visitas presenciales en ocasiones
se han hecho desde la distancia física que marca una mascarilla o
un equipo de protección individual.

Patología mental previa: Otro grupo de población vulnerable


es aquel con patología mental previa, que ha podido sufrir em-
peoramiento o descompensación tanto en la enfermedad por la
COVID-19 (por el aislamiento y la distancia física) como en los
períodos de confinamiento. Las personas que han sobrevivido a
la enfermedad después de un ingreso en la UCI tienen un mayor
riesgo de limitaciones funcionales graves de larga duración, an-
gustia psicológica, trastorno de estrés postraumático y depresión.

Patologías posvirales: En este caso, el síntoma/síntomas no


forma parte de la presentación clínica de la infección aguda por
SARS-CoV-2, pero aparece en la fase pos viral una vez resuelta la
infección aguda. La mayoría de estas manifestaciones son muy
poco frecuentes y tienen una base auto inmunitaria. 

Trombosis: El riesgo de trombo embolismo venoso puede apa-


recer más allá de la duración de la hospitalización, y se ha es-
timado en un 3% de pacientes tras el alta. Hasta un 80% de los
acontecimientos se producen en el período de baja post hospita-
laria (30-45 días) después de la hospitalización índice. El riesgo
de trombosis y hemorragia es probablemente modulado por fac-
tores como la edad, alteraciones previas de la coagulación, las co-
morbilidades y situaciones de riesgo (como la gestación), la gra-
vedad de la enfermedad índice y el grado de inmovilidad. La
infección por la COVID-19 se ha relacionado con coagulopatía
y trombosis, especialmente en pacientes graves ingresados en la
UCI. Aun así, el SARS-CoV-2 no parece tener efectos intrínsecos

[ 224 \
Cartas a Tánatos

protrombóticos, y las anomalías de las pruebas de coagulación


detectadas frecuentemente en pacientes con COVID-19 parecen
estar relacionadas principalmente con la respuesta sistémica in-
flamatoria, con frecuente detección de anticuerpos antifosfolipí-
dicos (especialmente, anticoagulante lúpico) en los pacientes más
graves ingresados en la UCI, a pesar de que no hay una clara co-
rrelación de la positividad con la trombosis. Se cree que el fenó-
meno inmunotrombótico puede estar relacionado con la lesión
endotelial y la posterior activación de la cascada de coagulación
y generación de trombina. Los estudios que han analizado la fre-
cuencia de trombosis tras el alta en los pacientes con la COVID-19
reportan una cifra del 0,5-2,5%62,63, similar o incluso inferior a
lo descrito en poblaciones no-COVID-19. En el caso de falta de
disponibilidad de ecografía vascular, en el ámbito de la AP con-
tinúa teniendo utilidad la aplicación de los criterios de Wells. El
desarrollo tardío de nuevos síntomas y opacidades respiratorias
(> 2 semanas después de los primeros síntomas de COVID-19),
especialmente si no se han detectado en estudios anteriores de
TC, puede sugerir un desarrollo posviral de una neumonía or-
ganizativa (ya descrito en pacientes con infección por influenza).

Perniosis (chillblains): Afección inflamatoria poco frecuente
caracterizada por lesiones papulares o nodulares acrales eritema-
tosas o violáceas inducidas por el frío. La asociación entre pernio-
sis y COVID-19 se estableció inicialmente porque se produjeron
la mayoría de los casos en el sur de Europa durante el primer
pico de pandemia, y porque en una de las series más grandes,
en dos tercios de los pacientes aparecieron lesiones cutáneas des-
pués de empezar la infección por la COVID-19. Una revisión de
más de 1.300 casos muestra un predominio claro en jóvenes: mu-
chos de ellos menores de 18 años y casi todos por debajo de los 32
años. Aun así, solo el 6% de estos casos reportados han confirma-
do la infección por COVID-19, de forma que el vínculo con la in-
fección por la COVID-19 es débil. Se ha sugerido que los cambios
en el estilo de vida relacionados con el confinamiento, con mayor
inactividad, han podido desencadenar lesiones cutáneas en po-
blación, especialmente predispuesta (antecedentes de perniosis,
síndrome de Raynaud o tratamientos con beta-bloqueadores). Un

[ 225 \
Alfredo Alvarez

estudio reciente sobre la detección del virus en biopsias cutáneas


de niños con resultados de PCR negativos podría apoyar la ne-
cesidad de estudios histopatológicos para confirmar una relación
causal entre el SARS-CoV-2 y las lesiones cutáneas. 

Encefalitis: La encefalitis es la inflamación del parénquima ce-


rebral apoyada en pruebas neurológicas anormales que incluyen
la pleocitosis del líquido cefalorraquídeo (LCR), cambios en las
pruebas de imagen o anomalías focales en la electroencefalogra-
fía (EEG). Una revisión de los casos reportados en pacientes con
infección por COVID-19 muestra una SARS-CoV-2 distribución
similar de mujeres y hombres, con una media de edad al diagnós-
tico de 55 años (en un rango que va de los 11 a los 84 años). En un
tercio de los casos, los síntomas neurológicos empezaron después
de al menos 2 semanas de inicio de la infección por la COVID-19.
A pesar de que se clasificaron varios casos como encefalitis viral
no específica o meningoencefalitis, se identificaron algunas enti-
dades clínicas específicas en otros pacientes, incluidas encefalitis
autoinmunes. 

Síndrome de Guillain-Barré: Es un trastorno postinfeccioso


secundario a inmunidad cruzada, que se caracteriza en su for-
ma más clásica por parálisis flácida ascendente simétrico. Más de
dos tercios de los pacientes con síndrome de Guillain-Barré (SGB)
refieren síntomas de infecciones respiratorias o digestivas den-
tro de las 6 semanas anteriores a su aparición. Hasta ahora, casi
todos los casos relacionados con el SARS-CoV-2 son casos aisla-
dos, que afectan principalmente a hombres mayores de 50 años
(el 90% de los casos) y que se diagnostican al menos 2 semanas
después de la aparición de los síntomas respiratorios de la CO-
VID-19 en dos tercios de los casos revisados. La variante más co-
mún del SGB es el síndrome de Miller Fisher, caracterizado por la
tríada de oftalmoplejía, ataxia y arreflexia. Glomerulonefritis Va-
rios estudios han informado de pacientes con glomerulonefritis
(GN) comprobada por biopsia que presentan insuficiencia renal
aguda (en algunos casos acompañada de hematuria y/o síndro-
me nefrótico). También se han descrito GM pauci-inmunes, GM
membranosas e IgA. En algunos casos, la enfermedad renal agu-

[ 226 \
Cartas a Tánatos

da apareció 2 semanas después de la aparición de los síntomas de


la COVID-19, y mostró resultados de PCR negativos y pruebas
serológicas positivas.

Citopenias autoinmunes: La púrpura trombopénica idiopática


(PTI) relacionada con la COVID-19 afecta principalmente a per-
sonas mayores de 50 años (75%) que presentan un recuento de
plaquetas por debajo de 10.000/mm3 (80%). Los síntomas suelen
ser púrpura cutánea y hemorragias de la mucosa al menos 2 se-
manas después de los síntomas de COVID-1952.

La anemia hemolítica autoinmune: (AHAI) también se diag-


nostica predominantemente en personas mayores de 50 años
(70%) que presentan una hemoglobina < a 8 g/L (74% de los ca-
sos), y otros síntomas como astenia e ictericia que aparecen du-
rante la primera o segunda semana de la infección por la CO-
VID-19.

Tiroiditis. Estudios recientes han informado de una disfunción


tiroidea potencialmente relacionada con el virus SARS-CoV2.
Hasta ahora, todos los casos reportados coinciden en una mayo-
ría muy notable de hipertiroidismo que se manifiesta en forma de
síntomas clínicos de tirotoxicosis. En cuanto al hipertiroidismo
en estos pacientes, será necesaria la determinación de TSH, T4
libre y T3 para establecer el diagnóstico. Una vez confirmada, la
ecografía tiroidea permite el estudio morfológico de la glándula
y es útil en el diagnóstico diferencial a la hora de descartar otras
causas (especialmente, bocio y adenoma tóxico).

Enfermedades autoinmunes sistémicas Los pacientes con CO-


VID-19 pueden presentar varias características relacionadas con
el lupus eritematoso sistémico (LES), incluyendo citopenias (lin-
fopenia, trombocitopenia, anemia hemolítica), artralgias, serositis
y presencia de anticuerpos antifosfolipídicos. Hasta ahora, solo
se ha informado de un caso de LES probable desencadenado por
SARS-CoV-2 en una mujer joven de 18 años que antes estaba sana
y que cumplía los criterios de clasificación propuestos reciente-
mente para LES. Los síntomas relacionados con el síndrome de

[ 227 \
Alfredo Alvarez

Sjögren no suelen registrarse en estudios clínicos de COVID-19, y


solo un pequeño estudio ha informado de que alrededor del 25%
de los pacientes refieren síndrome seco. Otra característica clave
relacionada con el síndrome de Sjögren, la hipertrofia parotídea,
se ha informado en 20 pacientes, la mayoría de ellos jóvenes (<
30 años), afectando más a mujeres que a hombres. Se han descrito
casos de vasculitis con afectación específica de la piel, del sistema
nervioso central, de los pulmones y del tracto gastrointestinal,
que aparecen principalmente 2 semanas después de los primeros
síntomas de la infección.

Fuente. Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria.


•Autores del Informe: Pilar Brito-Zerón. Medicina Interna; Laura Conangla
Ferrín. GdT CAMFiC Ecografía; Belchin Kostov. Metodología Científica,
IDIBAPS i UPC; Anna Moragas Moreno. GdT CAMFiC Infecciones; Manel
Ramos-Casals. Enfermedades Autoinmunes; Ethel Sequeira Aymar. GdT
CAMFiC COCOOPSI; Antoni Sisó Almirall. CAMFiC.

[ 228 \
Cartas a Tánatos

Una guía de sobrevivencia


En nuestra propia casa
 
De las tres opciones que se me presentaron a la hora de iniciar
mi periplo para enfrentar y sanarme de la COVID-19, la de que-
darme en mi casa y someterme al tratamiento en nuestro lugar
de habitación, a mi modo de ver, terminó por ser una experiencia
muy conveniente y estimulante. El estar en tu propio espacio te
permite ganar confianza, así como un grado de mayor seguridad,
constituyendo además una modalidad más económica frente a lo
que significa el impreciso costo de estar internado en una clínica
privada. Por lo demás, al estar en tu casa, estás liberando el espa-
cio existente en una institución pública para un tercero, que se-
guramente presenta mucha más necesidad material que tú, para
someterse a los cuidados médicos que le brinda el sistema de sa-
lud pública.
 
En nuestro caso, contratamos los servicios de un médico es-
pecializado y una enfermera graduada para llevar a cabo el tra-
tamiento específico que se nos indicó tanto a mi mujer y como a
mí. La contratación del suministro de oxigeno es una operación
sencilla y el servicio es de óptima calidad. Los pocos desplaza-
mientos que debimos llevar a cabo, los coordiné con un cuñado
quién nos llevó al laboratorio a realizarnos los exámenes respec-
tivos. Trate de aislarse y asumir su cuarentena como lo indica el
protocolo sanitario, pero no pierda el contacto con sus familiares,
vecinos y con sus amigos más cercanos. Ello son la mejor medici-
na para esta traicionera enfermedad
 
Los vecinos de mi edificio, así como los responsables del con-
dominio -unos maravillosos seres humanos- desarrollaron un
plan de apoyo logístico excepcional y fuera de serie. Todo lo que
necesité lo adquirí por delivery y los vigilantes lo hacían llegar
hasta mi puerta en una segurísima operación de apoyo. Durante
los días de mayor rigor en nuestra convalecencia, comimos pla-
tos de una excepcional calidad. Realmente maravillosos. Muchas
gracias de nuevo. Yo dificulto exista en la ciudad un restaurant

[ 229 \
Alfredo Alvarez

que pueda ofrecer una cocina tan variada, generosa, sorprenden-


te, honesta y tan gratificante. Ese detalle usted lo puede coordi-
nar con sus amigos, familiares, vecinos, y ojalá, los tenga tan bue-
nos como los míos. 
 
Comunique a los vecinos su estatus sanitario y siga al pie de
la letra las restricciones sobre el aislamiento. Bajo ninguna cir-
cunstancia viole esta norma de convivencia, tanto por respeto sus
vecinos, como por su pronta recuperación. Hay infinidad de ma-
nuales sobre el tema que indican los pasos a seguir en caso que
usted decida llevar de esta forma su reclusión hogareña al ser
contagiado por COVID-19. Hay uno que recibí en esos días y lo
comparto con cada uno de ustedes con el ánimo de que sea de la
mayor utilidad posible.
 
Planifique
Hable con las personas que deben ser incluidas en el plan de
contingencia. Reúnase con miembros del hogar, familiares y ami-
gos para hablar sobre qué hacer si ocurre un brote de COVID-19
en su comunidad y cuáles son las necesidades de cada persona.
Hable abiertamente con sus vecinos.

Conozca a sus vecinos, tenga sus números de contacto, esta-


blezca un chat de intercambio por cualquiera de las redes so-
ciales. Hable con ellos sobre cómo planificar y prepararse para
enfrentar las emergencias. Considere crear una página web o uti-
lizar medios sociales para tener acceso a sus vecinos, información
y recursos.
 
Organice como cuidar de las personas que podrían tener más
riesgo de enfrentar complicaciones más graves en caso de conta-
gio, como lo son los adultos mayores, personas con sobrepeso, o
aquellas con condiciones preexistentes de gravedad como asma
y diabetes. La literatura sobre el tema nos advierte que es muy
posible que los adultos mayores y las personas con afecciones
crónicas subyacentes puedan tener riesgo de presentar complica-
ciones graves. Es más posible que las personas mayores se enfer-
men gravemente.
[ 230 \
Cartas a Tánatos

Identifique cuales son las organizaciones de ayuda en su co-


munidad. Hay grupos voluntarios que proveen en forma gratuita
algunos de los medicamentos que para nuestra desgracia cuando
no son muy caros, también se vuelven escasos. Haga una lista de
esas organizaciones locales que puedan contactar en caso de que
se necesite tener acceso a información, atención médica, apoyo y
recursos. Considere organizaciones que proporcionen servicios
de salud mental, consejería, alimentos y otros suministros.

 
Es necesario crear un plan de acción para su
propio hogar
Elabore una lista de los contactos de emergencia. Asegúrese de
que los miembros de su hogar tengan una lista de contactos de
emergencia actualizada de familiares, amigos, vecinos, provee-
dores de atención médica, maestros, empleadores y otros recur-
sos de su comunidad.

No desestime las labores de prevención.


Si las superficies están sucias, deberían limpiarse usando de-
tergente y agua antes de desinfectarlas.  Insista en mantener los
hábitos de protección en la convivencia.
Evite el excesivo contacto cercano con las personas de su en-
torno. Hay mayor riesgo de contagio en una conversación sobre
la inmortalidad del cangrejo que el que representa una visita a un
centro comercial.
Quédese en su casa si está enfermo, solo salga si es por necesi-
dad de solicitar auxilio médico.
Cubarse la nariz y la boca con jun pañuelo desechable al toser
o estornudar. Las gotitas de saliva son el vehículo preferido en el
cual se desplaza el coronabicho.
Debes limpiar diariamente las superficies y los objetos que se
utilizan con mayor frecuencia como las mesas, interruptores de la
luz, computadoras, la manija de las puertas. La operación debes
llevarla cabo con jabón detergente del que usas habitualmente y
mucha agua. Hay soluciones desinfectantes, de venta en farma-
cias y expendios, que igualmente cumplen con ese cometido.
Lávese con frecuencia las manos, con agua y jabón por espa-
[ 231 \
Alfredo Alvarez

cio de por lo menos 20 segundos.  Muy en especial luego de ir al


baño, antes de comer, después de sonarse la nariz, toser o estor-
nudar. Si no hay agua y jabón fácilmente disponibles, use des-
infectante de manos que contenga al menos un 60% de alcohol. 
Siempre lávese las manos con agua y jabón si las tiene visible-
mente sucias.
Elija una habitación en su casa que pueda utilizar para sepa-
rar a los miembros de su hogar que estén sanos de aquellos que
presenten un cuadro de contagio para la enfermedad. Identifique
un baño separado para que lo use la persona enferma, si es posi-
ble. Planifique limpiar el baño y la habitación según sea necesario
cuando alguien esté enfermo.

Limpieza y desinfección
Tenga claro que remover los gérmenes, suciedad e impurezas
de las superficies no elimina los gérmenes, pero al removerlos se
disminuye su número, así como el riesgo de propagar una infec-
ción.

Desinfección
La limpieza y la desinfección NO son sinónimos. El CDC reco-
mienda limpiar primero y desinfectar después.

Algunas otras recomendaciones:


En  los cuartos y baños dedicados a personas enfermas, con-
sidere reducir la limpieza a cuando sea estrictamente necesaria
para evitar contacto innecesario con la persona enferma.
En la medida de lo posible, para persona enferma debería que-
darse en un cuarto específico y lejos de otras personas en su ho-
gar.

 La persona enferma debería tener su propia reserva de pañue-


los desechables, papel toalla, limpiadores y desinfectantes.
Si su hogar no tiene un baño separado, el baño debería ser lim-
piado y desinfectado después de cada vez que la persona infec-
tada lo use.

[ 232 \
Cartas a Tánatos

Limpieza y desinfección del hogar


Limpie y desinfecte las superficies que sean tocadas con fre-
cuencia como las manijas de las puertas, mesas, interruptores de
luz, controles remotos, equipos electrónicos, escritorios, lavamos
e inodoros
Use guantes desechables cuando limpia y desinfecte. Bote los
guantes después de cada limpieza. Si utiliza guantes reusables,
esos guantes deberán ser dedicados exclusivamente para lim-
piar superficies de COVID-19 y así evitamos una contaminación
cruzada.

Lávese las manos inmediatamente después de quitarse los


guantes. Si las superficies están sucias, límpielas con detergente
o jabón y agua antes de desinfectar.
Para desinfectar puede utilizar una mezcla de cloro diluido,
soluciones con un mínimo de 70% de alcohol, y la mayoría de
desinfectantes.
El cloro diluido se puede utilizar si es apropiado para la super-
ficie. Tome en cuenta las instrucciones del fabricante y asegúre-
se que hay suficiente ventilación. Asegúrese que el cloro no está
vencido.

No mezcle el cloro con amoniaco ni otro limpiador. El cloro no


expirado es efectivo si se diluye de manera apropiada. Esta so-
lución de cloro debe contener las siguientes proporciones: 5 cu-
charadas (1/3 taza) de cloro por galón (4.54 litros) de agua o 4
cucharaditas por cuarto de galón (1.13 litros) de agua Para las su-
perficies porosas como alfombras y cortinas, remueva cualquier
contaminación visible con los limpiadores apropiados para estas
superficies.

Luego de limpiar, lave estos artículos. Si es posible, hágalo en


una lavadora con agua tibia o caliente y séquelos completamente.

Limpiar y desinfectar nuestra ropa, toallas y ropa de cama


Use guantes desechables cuando vaya a manipular cualquier
ropa de una persona enferma. Luego bote los guantes. Si utiliza
guantes reusables, esos guantes deberán ser dedicados exclusiva-
[ 233 \
Alfredo Alvarez

mente para limpiar superficies de COVID-19 y evitar contamina-


ción cruzada.
Lávese las manos inmediatamente después de quitarse los
guantes.
Si no hay guantes disponibles al manipular ropa sucia, lávese
las manos después de tocarla. Si es posible, no sacuda la ropa su-
cia. Esto minimiza la posibilidad de dispersar el virus por medio
del aire.

Lave la ropa de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Si


es posible, lave la ropa con agua caliente y seque completamente.
La ropa de una persona enferma puede ser lavada con la ropa
del resto del hogar. Limpie y desinfecte las canastas de ropa su-
cia de acuerdo a la guía de superficies. Si es posible, coloque una
bolsa antes de meter más ropa sucia en la canasta.

Higiene Personal
Lavado de manos y otras medidas preventivas.
Todos los miembros del hogar deberán lavarse las manos fre-
cuentemente, incluyendo después de remover guantes y después
de estar en contacto con una persona enferma.

Deben lavarse las manos con agua y jabón por 20 segundos:


Mójese las manos con agua limpia (fría o caliente), cierre la llave
y aplique jabón. Frótese las manos con jabón hasta que haga es-
puma. Frote la espuma por el dorso de las manos, entre los dedos
y debajo de las uñas. Restriéguese las manos durante mínimo 20
segundos. Puede cantar dos veces Feliz cumpleaños de principio
a fin.

Enjuáguese las manos con agua corriente limpia. Séqueselas


con una toalla limpia o al aire. Si no puede usar agua y jabón, use
un desinfectante de manos que contenga mínimo 60% de alcohol
por lo general lo indica la etiqueta del producto.

Los desinfectantes NO equivalen a lavarse las manos.


Evite tocarse los ojos, nariz, o boca con manos sucias.
Se recomienda que se lave las manos especialmente después
[ 234 \
Cartas a Tánatos

de: Sonarse la nariz, toser o estornudar Después de ir al baño


Antes de comer o preparar comida Después de contacto con ani-
males o mascotas antes y después de asistir a una persona que
requiera de su cuidado.

Fuentes consultadas:
 
La información sugerida proviene de las guías CDC contentivas de las
medidas preventivas de la COVID-19. Si desea ampliar mayores detalles
puede consultarlas en los siguientes enlaces.
https://www.cdc.gov/coronavirus/2019ncov/community/home/get-your-
household-ready-forCOVID-19-sp.html
https://www.cdc.gov/handwashing/esp/when-howhandwashing.html
https://www.cdc.gov/coronavirus/2019ncov/community/home/cleaning-
disinfection.html

[ 235 \
Alfredo Alvarez

[ 236 \
Cartas a Tánatos

Contenido

Prólogo............................................................................................ 7
El virus que vino de Wuhan
Carta Número 0........................................................................11
Carta del primer día de 2021, Enero 01.................................19
Ramona lópez se fue rodando
Segunda carta............................................................................29
La certeza
Tercera carta ..............................................................................35
Los fake news y el covid-19
Cuarta carta...............................................................................41
No somos tan inmunes
Quinta carta...............................................................................45
Penélope
Sexta carta..................................................................................53
Elena Tirado de Saavedra
Los resultados
Séptima carta.............................................................................59
Resiliencia
Octava carta...............................................................................65
Salud y democracia
Novena carta.............................................................................71
Qué haremos después del COVID
Décima carta..............................................................................77
Adendum
Una enfermedad que transformó al mundo
Decima Primera Carta..............................................................87
La Pastora de Sevilla
Decima segunda carta..............................................................95
La vacuna anti covid-19,
To be or not to be
Décima tercera carta ...............................................................101
Dormir bien
Décima cuarta carta ................................................................117

[ 237 \
Alfredo Alvarez

Tres buenos amigos que se nos anticiparon, victimas del coro-


navirus, y otro al que no pude despedir.................................. 123
Réquiem por popeye
Carta décimo quinta ...............................................................125
Alexei Guerra
Que no haya más espacio para la tristeza
Carta décimo sexta..................................................................133
Jairo Hernández
Un Médico amigo que era igualito a Clark Gable
Carta décimo séptima.............................................................141
Con el alma transida
Décima octava carta................................................................153
Al principio fue el verbo
En las redes sociales la opinión
es más importante que la razón
Carta décimo octava................................................................157
Este necio, que siempre anda fuera de lugar
Carta décimo novena..............................................................177
Nota bene.......................................................................................185
Carta a Laura Spinney
Vigesima primera carta...........................................................187
Carta a Tánatos.............................................................................201
Carta a Tánatos*............................................................................203
Anexos............................................................................................215
Los detalles de una enfermedad muy peligrosa....................217
Una guía de sobrevivencia ........................................................229
En nuestra propia casa ................................................................229
Contenido......................................................................................237

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Cartas a Tánatos

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