Ética a Nicómaco Aristóteles

SEMILLERO DE INVESTIGACION

Integrantes:

Carol Julieth Quinche Cajamarca.

Bairon Felipe Gamba Nocobe.

Juan Sebastian Arenas Rodriguéz.

Curso:

1102

Jornada:

Mañana
PARTE 1.

En la ética nicomaquea, Aristóteles expone su deliberación a cerca del interrogante

¿qué es la virtud? En este texto la primera afirmación clara es que toda acción

humana se realiza en consideración a un fin. Es por esto que a través de este escrito

intentaremos dar respuesta a las siguientes preguntas ¿se puede enseñar la virtud?

¿a qué podemos llamar virtud hoy? ¿Qué se enseña cuando se enseña la virtud?

¿Enseñar la virtud es solo una tarea de la clase de ética?

Este desemboca muchos puntos de vista, primero afirmando que la virtud está en

la naturaleza de nosotros, tomando en cuenta el azar en el que una persona se

puede encontrar viéndose afecto por su existencialismo, por el cómo solo desea

alcanzar el bien, o tener un medio para llegar al fin.

La virtud como tal no es un conocimiento que se adquiere en conjunto, sino la

perspectiva que tomamos de otra perspectiva y del como la ejecutamos, adquiriendo

por sí mismos, es por otro lado una práctica constante, que va solidificando ese SER

VIRTUOSO con ayuda de la experiencia que será formando a medida que el tiempo

exalta la cualidad de cada uno, ayudado también de una inspiración proveniente de

un momento o de un individuo que obra de manera objetiva para tener un contacto

compacto con el ser virtuoso, es decir, este no solo debe tener el principio y

realizarlo, sino que a su vez debe sentir la satisfacción de hacerlo, no basta solo

con tener la virtud de (cualquier forma), también es necesario expresarla de manera

recíproca, los externos con los internos.

Este afirma a su vez que podemos vernos sometidos al azar, el no aprender o

recordar una virtud, sino tener la suerte de nacer con un entorno que te provea la

facilidad para llevar a cabo el hecho de “obrar el bien”, además podemos intervenir

con la palabra FELICIDAD, puesto que se cree aquí, es el final de todo, es el bien

vivir, podemos hablar de la política, el tener riquezas, el tener salud, entre muchos

otros, cree también que la virtud se condensa en una definición simple como lo es

el sentido de sí mismo, porque claro, es inspirable o demostrable por un externo,

pero realmente se obra a partir de la pureza que se emana al ejecutar, añadiendo

que no podemos ser seres virtuosos, sin tener el sentido del bien, o de la verdad,

por lo que buscamos no es llenarnos de virtudes camuflando un hipotético buen ser

humano, sino como una forma que en este caso solo es transferible si los

entendimientos, las razones, y las intenciones son las mismas, llegando a la

conclusión de que no es posible enseñar algo que en si no es un conocimiento,

simplemente es un acto o placer que se denota en nuestra alma, apoyándonos del

mundo inteligible de platón y Aristóteles el practicar el bien, para ser felices y

conseguir la virtuosidad más alta.

PARTE 2.

Consideramos también que este placer o acción de “hacer el bien” no es enseñable,

cada uno tiene la elección y su decisión para obrar con la forma correcta esta es

inspirable, y que como en cada uno de nosotros está en la naturaleza humana, solo

se necesita de un interruptor que liberé la práctica, que generé un obrar-bien.

En cuanto a la experiencia personal entendemos que la virtud es adquirible a

medida que sea comprendida la experiencia racional frente a la solución de

problemas, o frente al llegar a la felicidad, como tal no es una abundancia tenaz de

ideas claras acerca del en que aspecto soy más virtuoso, sino que debo someter a

comparación, y tentación de obrar de este modo que no solo esté ejecutando lo que

realmente está bien, sino que su vez sea consciente de que está bien, es decir, no

aceptar lo que está bien porque sea algo racional al entorno, sino que entienda que

la racionalidad de sí misma basta para obrar de esta bella manera, percibir esto en

mis compañeros es sencillo, puesto que es visible el cómo actúan dependiendo el

entorno en el que se encuentre posicionado, es decir, adquieren la virtud de sí

mismos, percibiendo el entorno como “correcto” de lo que lo rodean, y por ultimo

opino que los argumentos propuesto por Aristóteles son muy evidentes, apoyo a la

idea de un azar, pues muchas veces la forma humana, sabe que es humana, por lo

que es capaz de seducirlo en el entorno en el que se encuentra, así mismo pasa

con la virtud, obra a partir de la experiencia provocada por otra experiencia externa

a él, es decir, teniendo como guía una idea o un ser virtuoso que le inspire a la

práctica de está misma.

No se enseña, pero si llega a denotar o inspirar lo que está bien, lo que

consideramos correcto, ya que la virtud concierne a los placeres, y es que a causa

del placer realizamos acciones malas, y no realizamos lo que es correcto por causa

del dolor, pero que hay que inclinarse unas veces al exceso y otras al defecto. De

esta manera alcanzaremos más fácilmente el término medio y el “bien”. y es que

estar en el punto medio es lo correcto, el cual es propio de la virtud, ya que no está

bien llegar a un exceso, pero tampoco quedase corto.

Tener en cuenta que Ética es solo el comportamiento humano, lo correcto e

incorrecto, pero la virtud, el (“enseñar” recordando que no es enseñable) los deseos

o los placeres del hombre no bastan con una clase o asignatura, esto es de un

proceso comunal, pues nunca es objetiva la ética con lo que sucede en un ambiente

diferente, con esto quiero decir que, se contradicen provocando confusión en este,

y por último que practicar la virtud solo es posible cuando se llega a un estado donde

sabes que el tener estás cualidades u oportunidades están para brindarlas al resto,

y para inspirar.

Y cabe resaltar que la opinión del grupo respecto al concepto de virtud es la de “ser

un medio de supervivencia para el ser humano cuando debe tomar decisiones,

dilemas o posturas” esto pues, porque es definitivamente una perspectiva positiva

al obrar bien de cada personaje el cual tiene la posibilidad de obrar para bien y a su

vez ser feliz, sin tener arrepentimiento como (decepciones, sentir que no sirve y/o

no sentir que el “ayudar” sea algo que nace de su propio deseo, sino de que las

perspectivas de la sociedad hacia él, sean beneficiosas).