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Texto de Hoy: Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha

delante
de él, (Efesios 1:4)

El mensaje a Tiatira - Apocalipsis 2:18-29

A través de cada una de las cartas que el Señor envió a las siete iglesias en Asia
podemos ver que todas ellas eran diferentes. Hasta ahora hemos visto que la
iglesia de Éfeso mantenía la pureza doctrinal pero habían dejado su primer
amor; por su parte, la iglesia en Esmirna se tenía que preparar para la
tribulación y el sufrimiento; y la iglesia en Pérgamo había aceptado en su seno
diferentes prácticas pecaminosas que ofendían al Señor. Ahora vamos a
estudiar el mensaje a la iglesia en Tiatira, y vamos a ver que aunque también
tenía algunas cosas que el Señor alababa, sin embargo, estaban haciendo
componendas con el mundo que desagradaban a Dios.

La ciudad de Tiatira

De las siete ciudades a las que se dirige una carta, Tiatira era la más pequeña
de todas (aunque se le dirige la carta más larga). Estaba construida en una
zona llana, por lo que no había fortificaciones importantes ni tampoco una
acrópolis. Su importancia fundamental radicaba en su posición estratégica que
unía las rutas comerciales entre varias ciudades. Por lo tanto, Tiatira se
distinguía por ser un gran centro comercial. De hecho, en ella se han
encontrado inscripciones que mencionan numerosas corporaciones: de la lana,
del lino, de fabricantes de ropa, tintoreros, talabarteros, curtidores, alfareros,
panaderos, traficantes de esclavos, forjadores de bronce. Recordamos que
Lidia, la vendedora de púrpura, había llegado a Filipos procedente de
Tiatira (Hch 16:14).

El remitente de la carta

(Ap 2:18) "Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que
tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto"

El remitente es en todos los casos el mismo Señor Jesucristo, pero como ya


hemos visto en las cartas anteriores, en cada una se presenta señalando alguna
característica especial de su persona, apropiada para el caso particular de la
iglesia a la que se dirige. En esta ocasión nos sorprenden los términos
especialmente severos que usa.

1. "El Hijo de Dios"


Esta expresión constituye una clara afirmación de la deidad de Cristo. Es
verdad que muchas personas no creen en esta importante doctrina del
cristianismo y algunos llegan a afirmar que Jesús nunca dijo que él fuera el
Hijo de Dios, sino que fue un título inventado por sus seguidores, pero aquí
tenemos un claro ejemplo de que no fue así, y en los evangelios podemos
encontrar numerosas ocasiones en las que repitió lo mismo, de hecho, la razón
por la que el Sanedrín lo condenó a muerte fue precisamente por afirmar que
él era el Hijo de Dios (Mt 26:63-66) (Jn 19:7).

Pudiera ser que la razón por la que el Señor escogió este título al dirigirse a la
iglesia en Tiatira fuera porque allí había algunos que negaban su divinidad,
bien en su enseñanza o porque con su comportamiento estaban
comprometiendo esta importante verdad.

2. "El que tiene ojos como llama de fuego"

La siguiente descripción nos lleva a pensar en la capacidad que el Señor tiene


para penetrar en los secretos más escondidos del corazón humano. Sus ojos
pueden leer los motivos y los pensamientos más íntimos del hombre. Delante
de él estamos completamente desnudos, no sirve de nada aparentar, porque
él nos ve tal como realmente somos.

Además notamos que sus ojos son "como llama de fuego", lo que nos recuerda
su ira ardiente contra el pecado.

Nos preguntamos si tal vez la iglesia en Tiatira sólo estaba preocupada por lo
que aparentaba ser frente al mundo y de ahí esta seria advertencia del Señor
para recordarles que él veía lo que realmente eran.

3. "Y pies semejantes al bronce bruñido"

Y por último se refiere a sus pies, una imagen ligada también con el juicio de
Dios. Recordemos que sus enemigos serán puestos por estrado de sus pies (Sal
110:1).

Además, sus pies son "semejantes al bronce bruñido", es decir, tenían un brillo
deslumbrante y parecen describirle como viniendo victorioso en juicio,
dispuesto a someter bajo su autoridad a todos sus enemigos.

Finalmente, lo que la iglesia en Tiatira debía entender es que el Señor no da


por buenas todas las cosas, tal como algunos parecen creer, y que su juicio
sobre ellos se avecinaba.

Cristo alaba a su iglesia


(Ap 2:19) "Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que
tus obras postreras son más que las primeras."

A pesar de que había cosas en la iglesia en Tiatira que desagradaban al Señor,


aun así, también tenían algunas cualidades encomiables que el Señor reconoce
en ellos.
"Amor". Se trata del "ágape", el amor divino implantado en el corazón humano,
que se manifiesta en el servicio abnegado y listo para sacrificarse por otros.
"Servicio". La evidencia de que amamos queda manifestada en nuestra
disposición a servir al Señor y a nuestro prójimo. Por supuesto, este tipo de
servicio cristiano no se refiere a hacer lo que nos gusta, sino a aquello que nos
supone cierto sacrificio.
"Fe". Tiene que ver con la confianza en Cristo, no sólo como medio para nuestra
salvación, sino también como nuestra fidelidad constante al Señor.
"Paciencia". La evidencia de la verdadera fe se manifiesta en la perseverancia al
afrontar las pruebas y dificultades de la vida sin abandonar al Señor.

Y por último el Señor reconoce que sus "obras postreras son más que las
primeras". Es decir, observaba un progreso en la vida espiritual de esa iglesia.
Esto es interesante porque hay muchas iglesias y creyentes que comienzan con
mucho ánimo pero que poco a poco se van desinflando. La misma iglesia en
Éfeso era un ejemplo de cómo el primer amor había ido disminuyendo hasta
desaparecer (Ap 2:4).

Cristo reprende a su iglesia

(Ap 2:20-21) "Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer
Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a
comer cosas sacrificadas a los ídolos. Y le he dado tiempo para que se
arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación."

Jezabel En Tiatira.- No es la misma mujer la que aparece en el libro de Reyes


que en el de Apocalipsis, pues las separan cientos de años. Pero ciertamente
es la manifestación del mismo espíritu y la misma doctrina. “Jezabel”
representa un espíritu controlador y manipulador que incita al pecado.

Lo que vamos a ver es que la iglesia en Tiatira había permitido que personas
malvadas dañaran la iglesia desde dentro.

1. "Toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe"


En la carta a Pérgamo vimos que Balaam seducía al pueblo desde fuera, pero
en Tiatira vemos que esta seducción se estaba llevando a cabo desde el mismo
liderazgo de la iglesia. Esto hacía que fuera especialmente grave.

Una de las principales dirigentes de la iglesia es llamada aquí Jezabel por el


Señor Jesucristo.

En segundo lugar, notamos que era ella misma quien se decía profetisa,
aunque el Señor dice claramente que no lo era de verdad. Estas cartas nos
revelan que el mundo espiritual está lleno de falsedad y mentira. Ya hemos
visto que en Éfeso algunos pretendían ser apóstoles y no lo eran (Ap 2:2); en
Esmirna y Filadelfia otros pretendían ser judíos sin serlo (Ap 2:9) (Ap 3:9); los
cristianos en Laodicea pretendían ser ricos pero eran pobres (Ap 3:17); y ahora,
esta Jezabel pretendía ser profetisa pero era una mentirosa.

En tercer lugar, aunque es llamada "Jezabel", lo más probable es que ese no


fuera su nombre real, sino que nuevamente la intención del Señor es comparar
a esta falsa profetisa con un conocido personaje del Antiguo Testamento.

Aquella Jezabel de la antigüedad era hija de un rey pagano de Sidón que se


casó con Acab, el rey de Israel. Así que ella llegó a ser la reina, y por lo tanto,
tenía la oportunidad y el derecho para influir en el gobierno según sus antojos.
Y la historia del Antiguo Testamento nos confirma que efectivamente ejerció
una notable influencia sobre su marido.

Por supuesto, el hecho de que Acab se casara con una mujer pagana era algo
que Dios había prohibido. Y el mismo principio encontramos en el Nuevo
Testamento (2 Co 6:14). Y parece que este era el problema en la iglesia en
Tiatira; ellos también se habían unido en un yugo desigual con el mundo.

Jezabel representa la unión de iglesia y estado. Esto nos recuerda


inevitablemente el momento cuando en el siglo IV la iglesia se unió al Imperio
Romano. Aunque eso puede parecer que supuso un importante avance para
el evangelio, lo cierto es que a partir de ese momento la iglesia introdujo
enseñanzas que provenían de los cultos paganos que finalmente destruyeron
su identidad como iglesia de Cristo.

No lo olvidemos, aunque pudiera parecer inocente o moderno tener una mujer


como Jezabel en la iglesia, esto terminaría siendo totalmente destructivo. Hay
varias cosas que debemos aprender de esta mujer en el Antiguo Testamento
que nos deben poner sobre aviso:
Ella destruía a los profetas del Señor e intentó eliminar el culto a Jehová en Israel
(1 Reyes 18:4,13).
También se propuso matar a Elías (1 Reyes 19:1-2).
Introdujo el culto a Baal en Israel y mantenía a sus profetas (1 Reyes 18:19).
Ella misma era dada a las fornicaciones y las hechicerías (2 Reyes 9:22).
Tramó el asesinato de Nabot con mentiras para quitarle su herencia (1 Reyes
21:1-15).

Por supuesto, teniendo en cuenta todos estos hechos, es claro que la Jezabel de
la iglesia en Tiatira no era una auténtica creyente un poco despistada. Era una
mujer incrédula y altamente peligrosa. Pero lo peor del caso es que en la iglesia
le permitían enseñar.

2. "Enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los


ídolos"

A continuación nos explica cuáles eran sus métodos. Se nos dice que enseñaba
y seducía a los siervos de Dios a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los
ídolos. Lo más probable es que no se trate aquí de una seducción sexual, sino
que les estaba engañando en cuanto a su fidelidad a Dios para que cometieran
fornicación espiritual.

Podemos imaginar que los cristianos en Tiatira tendrían grandes dificultades


para formar parte de las poderosas corporaciones comerciales de artesanos de
la ciudad. Recordemos que ser miembro de esas organizaciones requería
asistir a los banquetes organizados por las mismas, lo que implicaba participar
de ciertos cultos paganos en honor a la deidad protectora del mismo y a comer
después la carne que antes le había sido ofrecida. Además, esas comidas
degeneraban frecuentemente en libertinaje sexual, lo que aún agravaba más el
problema. ¿Qué harían los cristianos en esa situación? Si no transigían, lo más
seguro es que quedaran privados de trabajo.

Y parece que Jezabel estaba persuadiendo a los miembros de la iglesia a


participar en ese tipo de celebraciones. Si fuera así, la iglesia en Tiatira habría
sacrificado ciertos principios espirituales a cambio de obtener beneficios
económicos y sociales, lo que finalmente habría llevado a la iglesia a la
relajación moral.

Finalmente, cada nueva generación de cristianos tiene que enfrentarse con esta
complicada cuestión: ¿Hasta dónde puedo aceptar y adoptar las prácticas del
mundo en los negocios, el trabajo, la familia, los estudios...? Algunos cristianos
en nuestros días se comportan como si pensaran: Los negocios, la vida social,
la política, las diversiones... no tienen nada que ver con mi fe cristiana. Pero
cada creyente tendrá que preguntarse hasta qué punto su participación en la
sociedad compromete alguno de los principios cristianos. Ese debe ser el
límite del que no debemos pasar. Y no olvidemos la advertencia de Dios:

(Stg 4:4) "¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es
enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se
constituye enemigo de Dios."

Pero no sólo la participación de la iglesia en el mundo era un problema, de


hecho, lo que el Señor reprende es que esto se estaba enseñando desde el
mismo púlpito. La iglesia había permitido que personas no creyentes tuvieran
posiciones de responsabilidad y que además enseñasen a la congregación. La
iglesia era responsable por ese hecho.

3. "Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de


su fornicación"

La Jezabel del Antiguo Testamento tuvo la oportunidad de arrepentirse


cuando Dios envió al profeta Elías a encontrarse con Acab y los profetas de
Baal. Allí se demostró que Jehová era el único Dios verdadero. Después de
esto Elías hizo un llamamiento a todo el pueblo para que se arrepintiera, pero
Jezabel no quiso hacerle caso, de hecho, en aquel momento mandó cortar la
cabeza de Elías.

Y al parecer, también la Jezabel de la iglesia en Tiatira había recibido las


mismas advertencias para que se arrepintiera, pero no había querido hacerlo.
Por lo tanto, el Señor se disponía a tratarla con severidad.

Un llamamiento al arrepentimiento

(Ap 2:22-23) "He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con
ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a sus hijos heriré de
muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el
corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras."

1. Todavía había posibilidades de arrepentimiento para algunos

El juicio contra Jezabel estaba ya determinado de parte del Señor, pero todavía
había posibilidades de arrepentimiento para los creyentes.
"He aquí, yo la arrojo en cama". Debemos interpretar la "cama" como el lecho de
la enfermedad y el dolor. Por lo tanto, la cama que había sido el lugar de su
pecado, ahora lo sería de su castigo.
"Y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las
obras de ella". Los que "con ella adulteran" debe referirse al adulterio espiritual
con aquellos que aceptaron su enseñanza y permitían ese pecado dentro de la
iglesia. Quizá se trate de los mismos líderes. Pero todavía tenían la posibilidad
de arrepentirse y de ese modo detener el juicio sobre ellos.
"Y a sus hijos heriré de muerte". La falsa doctrina enseñada por Jezabel había
producido una prole de individuos contaminados que se habían convertido en
sus "hijos espirituales". Ellos seguían los caminos de su madre y terminarían del
mismo modo que ella a no ser que se arrepintieran. Notemos las graves
consecuencias que tiene una falsa enseñanza en la iglesia y también la
responsabilidad que cada miembro tiene si la acepta.

Hoy en día nos asombra este lenguaje de condenación y castigo tan severo
dentro de la iglesia. Desgraciadamente nos hemos vuelto demasiado
tolerantes.

2. Sería un castigo ejemplar

Después de juzgar a la iglesia de Tiatira, todas las demás iglesias serían


advertidas del mal de tolerar el pecado: "Y todas las iglesias sabrán que yo soy
el que escudriña la mente y el corazón".

Además, cuando el juicio y la disciplina se aplica a la iglesia, ésta se purifica,


fortalece y recibe ayuda. Las personas comienzan a tomar conciencia del
pecado y tienen más cuidado en dejarse arrastrar por las malas costumbres de
la sociedad que las rodea.

Por otro lado, debían entender también que no puede haber nada que quede
oculto ante la penetrante mirada del Señor de las iglesias.

3. Sería un castigo justo

Finalmente el Señor les dice: "Y os daré a cada uno según vuestras obras".
Encontramos aquí un eco de las palabras del profeta Jeremías:

(Jer 17:10) "Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para
dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras."

En las palabras del Señor vemos que sería un juicio personal: "a cada uno".
Aunque los líderes pudieran estar enseñando malas prácticas en la iglesia en
Tiatira, cada miembro sería juzgado por su implicación en el asunto. Los
líderes no son los únicos responsables de lo que ocurre en la iglesia.

Una exhortación

(Ap 2:24-25) "Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no
tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades
de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; pero lo que tenéis,
retenedlo hasta que yo venga."

1. La exhortación se dirige al resto fiel

Hay ahora un mensaje para los creyentes fieles, aquellos que no se habían
descarriado como consecuencia de la mala enseñanza: "Pero a vosotros y a los
demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina".

Estos creyentes se encontraban en medio de una iglesia claramente mundana


que aceptaba el pecado. Esta situación era triste, ya que creaba una división
en la iglesia.

Notamos también que Tiatira, como en todas las iglesias, siempre hay una
mezcla de verdaderos creyentes y de falsos creyentes, de creyentes espirituales
y creyentes carnales.

2. Se advierte que es una doctrina diabólica

En cuanto a la doctrina que enseñaba "Jezabel" está claro que provenía del
mismo Satanás: "Y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de
Satanás". Detrás de la fachada atractiva de la mujer, se escondía toda la
maldad diabólica de Satanás. Y aunque pudiera parecer que participar de esos
actos paganos era algo intranscendente, para el Señor implicaba adentrarse en
el oscuro mundo de Satanás.

Parece que para dar cierto aire de misterio y superioridad a esas doctrinas, las
presentaban como un conocimiento superior, reservado exclusivamente para
algunos elegidos o iniciados. Pero entrar en "las profundidades de Satanás"
siempre es muy peligroso y es ingenuo pensar que se puede salir de ahí ileso
espiritualmente.

Muchas personas sienten cierta fascinación por las cosas secretas, los poderes
espirituales superiores, o incluso por el mundo de las tinieblas, pero no nos
cansamos de repetir que es un terreno prohibido por Dios y altamente
peligroso.

3. Una exhortación a retener lo que tenían

Como decimos, debían huir de aquella enseñanza y permanecer fieles a las


prácticas cristianas que el Señor había alabado en un comienzo: el amor, el
servicio y la paciencia. Veamos lo que les dice: "Yo os digo: No os impondré
otra carga; pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga". Esto lo tenían
que guardar en vista del glorioso día cuando el Señor vuelva.
Una promesa a los vencedores

(Ap 2:26-29) "Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré
autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas
como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; y le daré
la estrella de la mañana. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
iglesias."

1. "Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin"

Una vez que se ha señalado con claridad que "las obras de ella" (Ap 2:22) son
diabólicas, se exhorta a los verdaderos creyentes para que se aparten de ellas.
Entendemos, por lo tanto, que los vencedores serán aquellos creyentes a los
que Dios exhorta a guardar "mis obras hasta el fin".

Un verdadero creyente no es el que hace concesiones al mundo y se adapta a


él, sino aquel que se aparta y sigue fiel al Señor conforme a su voluntad
revelada en su Palabra.

2. "Yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y
serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi
Padre"

A estos vencedores, el Cristo glorificado les hace una promesa muy grande;
compartiría con ellos su autoridad en su gobierno terrenal. Es interesante
notar que esto era algo que Dios Padre había dado a su Hijo, pero que ahora
comparte con los suyos:

(Salmo 2:8-9) "Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión
tuya los confines de la tierra. Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija
de alfarero los desmenuzarás."

En cuanto a la "vara de hierro" con la que regirá las naciones, nos transmite la
idea de firmeza frente al mal, algo que ellos debían empezar a aprender en la
situación actual en la que se encontraban, si más adelante querían compartir
este privilegio con el Señor.

Y por último, también se describe la suerte de las naciones impías: "Serán


quebradas como vaso de alfarero". Aquí son comparados con un frágil vaso
de barro que es hecho pedazos con facilidad. Así será cuando el Señor se
presente de nuevo en este mundo para juzgarlo.

3. "Y le daré la estrella de la mañana"

Esta estrella de la mañana se refiere al mismo Señor Jesucristo:


(Ap 22:16) "Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas
en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de
la mañana."

Y la recompensa final para el cristiano será la plena comunión con él:

(2 Pedro 1:19) "Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual


hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro,
hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros
corazones"

En ese día, los creyentes reflejarán también la gloria de Cristo:

(Daniel 12:3) "Los entendidos resplandecerán como el resplandor del


firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a
perpetua eternidad."

(Mateo 13:43) "Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su


Padre."

Y la carta termina con un nuevo llamamiento a oír la voz del Señor: "El que
tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias".

Reflexión final

Mientras que el mensaje a la iglesia en Éfeso nos advierte sobre los peligros de
la ortodoxia carente de amor, la carta a Tiatira nos avisa de los riesgos de un
amor "blando" que lo tolera todo y no juzga nada.

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