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El silbo apacible 1 Reyes 19:1-13 dice:

Elías fue un profeta en un tiempo decisivo en donde la incertidumbre reinaba en Israel y se


encontraba en una situación en donde el pueblo de Israel no sabía si seguir a Dios, o a Baal”.
El nombre de Elías significa: “Dios es Jehová” o “Mi Dios es Jehová”. El llamado de Elías era
reestablecer de manera definitiva el culto a Dios antes que el culto a Baal.
La Biblia dice que Elías era tisbita, es decir, de una ciudad llamada Tisbet. ¿Saben que significa?
Tisbita significa “recurso”. Elías era el recurso del Señor en ese tiempo para establecer la voluntad
de Dios y ustedes y yo somos el recurso de Dios en este tiempo para establecer el reino de Dios a
nuestro alrededor.
Elías confronta a los profetas de Baal, matándolos a todos; pero cuando la reina Jezabel se entera
de esto, amenaza a Elías con matarlo, y Elías huye. Muchas personas dicen que Elías se acobardó,
porque huyó de una mujer. Permíteme decirte que Elías no huyó de la mujer… sino del espíritu que
operaba detrás de ella. ¿Cuántas veces huimos, o permitimos que Satanás haga su voluntad a
nuestro alrededor?
Yo no sé qué Elías estaba pensando en ese momento, pero te puedo decir que Elías tenía un
pasado que quería ser marcado por la derrota. ¿Por qué lo digo? Elías era tisbita, de los moradores
de Galaad. ¿Sabes que significa Galaad? El pacto destruido o el montón de ruinas del pacto. Es
fuerte tratar de avanzar cuando hay un pasado que te persigue. Es duro querer seguir adelante
cuando hay voces que te dicen: “Galaad”; es decir, que tu pacto fue destruido, que eres indigno, que
no mereces estar al lado de Dios.
Elías era el recurso de Dios, pero este recurso de Dios venia de un sitio en donde no había pacto
con Dios. Elías huyó atemorizado. Por eso yo digo que después de una gran victoria, el diablo tratará
de traerte una gran derrota, para opacar la obra de Dios en tu vida.

3 EL CAMINO HACIA BEERSEBA 1 Reyes 19:3 Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para

salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado”.
Dice que Elías huyó a Beerseba de Judá para salvar su vida, y dejó allí a su criado.
¿Por qué Elías huye hacia Beerseba? Beerseba significa pozo del juramento (pacto), porque allí
Abraham hizo un pacto con un filisteo en esa tierra. Abraham le dio 7 corderas a Abimelec
(Génesis 21:27-33) en señal de pacto, invocó el nombre de Dios, y plantó un árbol tamarisco. Este
árbol es símbolo de la provisión de Dios y las 7 corderas es símbolo de redención de pecados. Así
que Beerseba es símbolo de pacto con Dios, de perdón de pecados, y de provisión física.
Sin embargo, Elías parte de Beerseba, dejando allí a su criado. Un criado es un sirviente
adolescente. Dejar a su criado atrás era símbolo de dejar la actitud infantil detrás. Muchas veces
queremos avanzar en lo de Dios, pero somos ñoños muchas veces. Tenemos actitudes
infantiles que no nos dejan avanzar hacia el propósito de Dios. Los que se van de la iglesia
por un saludo ¿Recuerdan cuando Elías iba a ser arrebatado? Eliseo nunca se le quiso despegar a
Elías; porque Eliseo era el sucesor de parte de Dios para Elías.Y ELIAS LE DECIA QUE NO LO
SIGUIERA
Elías no se pudo deshacer de Eliseo, porque por más que trates huir de lo de Dios, esto se pegará
de ti y no te soltará. Dios no te dejará hasta que haga contigo lo que Él dijo desde los cielos que
haría en tu vida. No importa lo grande o pequeño que sea, Dios jamás faltará en cumplir una buena
palabra suya en tu vida. Sin embargo, debemos dejar atrás lo que no produzca bendición en
nuestras vidas, aquellas actitudes inmaduras que solo nos llevan al distanciamiento de Dios.
Elías sigue su camino, y llegando al desierto, se tira de bajo de un arbusto deseando morirse.
¿Y cuántas veces no hemos sentido que nuestros sueños se están muriendo; que nuestras
esperanzas van a morir? Sentimos que ya no hay razón para luchar, porque como quiera vamos a
fracasar; cuando vienen esos deseos de tirarnos en el suelo y no hacer nada, solo esperando lo que
creemos que es inevitable.

EL CAMINO HACIA HOREB VERSO 8

Dios envía un ángel que alimenta a Elías, y le insta a seguir. Elías caminó 40 días y 40 noches, y
llegó a Horeb, el monte de Dios, en donde Dios le tenía una sorpresita preparada a Elías. ¿Ustedes
nunca se han preguntado por qué Horeb es el monte de Dios? LA PALABRA HOREB SIGNIFICA
desolado, solitario, destruido. Con razón es el monte de Dios, porque El destruye tu vieja
naturaleza, la borra de tu memoria, para que Él pueda levantar Su gloria en tu vida.
Horeb es símbolo del trato de Dios en nuestras vidas, en donde Dios se encarga de quitar lo que
somos, de destruir el ego y las fortalezas mentales, para levantar a un Cristo de gloria en nosotros.
Elías debía ir a Horeb a recibir el trato de Dios, no a Beerseba para salvar su vida. Beerseba era un
lugar de invocación y pacto, en donde fluía el perdón de Dios y la provisión. Pero Elías no necesitaba
el perdón de pecados ni provisión física. Elías necesitaba la guía de Dios que estaba en Horeb.
Y muchas veces la solución a nuestras circunstancias no está en decirle a Dios que nos cumpla las
promesas (Beerseba), sino en ir a su monte para recibir la dirección correcta que nuestras vidas
necesitan (Horeb).
Aclaro algo: ir a Beerseba no es malo. Lo que sí es malo es cuando sustentas tu condición en una
promesa, y no en el Dios que te da la promesa; o sea, cuando caminas detrás de la bendición, y no
detrás de Aquel que es quien nos bendice.
Elías llega a Horeb, y lo que hace es que entra en una cueva.
1 Reyes 19:9-10 “Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová,
el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los
ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a
espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida”.
Señores, seamos justos: Elías expone su argumento de por qué huyó. No quería morir. Nadie quiere
morir; pero Dios le responde en 1 Reyes 19:11, diciéndole: “Él le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte
delante de Jehová…”.
Aquí entramos en materia. Dios le dice a Elías que salga, pero antes de Elías salir, pasan 4
fenómenos interesantes.
1 Reyes 19:11-13
“Él le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un
grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero
Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.
Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y
delicado. Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la
cueva…”

Aquí vemos 4 operaciones diferentes de Dios:

1 – Viento grande y poderoso, 2 – Terremoto, 3 – Fuego, 4 – Silbo apacible y delicado

Ahora bien, repito la pregunta del principio: ¿qué es el silbo apacible? Antes de responder que es el
silbo apacible, debemos saber qué es el mover del viento grande y poderoso, el terremoto y el fuego.

1 – VIENTO GRANDE Y PODEROSO 1 Reyes 19:11

Él le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un

grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas…
Había una manifestación tan poderosa del mover de Dios que los montes eran destruidos.
El mover del viento poderoso tiene que ver con el proceso en el cual Dios nos introduce para quitar
la dureza de nuestros corazones. Ezequiel 36:26 dice: “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu
nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de
carne”.
Es necesario que el viento del Espíritu de Dios destruya las rocas de tu corazón; que quite la dureza
de tu corazón. Muchas veces Dios se ve en la necesidad de quitar la dureza que brota en nuestros
corazones por la incredulidad, por el pecado, por la rebeldía y la desobediencia.
El viento violento del Espíritu viene a transformar tu corazón, derrumbando y quitando las piedras
que en ti se forman. Por eso muchas veces Dios nos habla o trata con nosotros de una manera tan
violenta, y es para destruir la dureza de nuestro interior y para cambiar tu interior.
Este viento grande y poderoso es el mismo que se describe en Hechos 2:2 en el original griego;
cuando el Espíritu Santo llega en pentecostés con un estruendo y viento recio. Ese día el Espíritu
Santo llegó arrebatando violentamente a los presentes aquel día, para destruir sus viejas
naturalezas, y para reedificar una vida nueva en ellos.
Sin embargo, Elías no sale de la cueva. A mí no me gusta especular, pero yo pienso que Elías no
salió porque identificó en su espíritu el mover de Dios, y dijo: “No, yo no tengo dureza en mi corazón.
Aún no debo salir, ese no es mi proceso”. Y Elías permanece en la cueva aún.

2 – TERREMOTO 1 Reyes 19:11 “Y tras el viento un terremoto…”

Luego que el viento poderoso pasara, vino un terremoto. El mover del terremoto de Dios tiene 3
aplicaciones.
Hechos 16:26 “Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos
de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se
soltaron”.
Pablo y Silas estaban encarcelados, y de repente, Dios envia un terremoto que abre las puertas de la
cárcel, y soltando sus cadenas. El mover del terremoto tiene que ver con sacudir los cimientos y con
traer libertad. Tiene que ver con producir liberación en una vida que se encuentra cautiva almática
o espiritualmente.
La segunda aplicación del terremoto se encuentra en Mateo 27:54, en donde dice: “El centurión, y
los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas,
temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios”.
Luego de que el centurión viera el terremoto y las otras señales, entendió que Cristo era el Hijo de
Dios; ya que el mover del terremoto también tiene que ver con quitar las fortalezas y las lagunas
mentales. El terremoto de Dios te quita las vendas de los ojos, para que tu visión se amplifique.
Hay personas que no ven mas allá por los prejuicios y fortalezas que tienen en sus mentes, y Dios
tiene que traer un terremoto a sus vidas para darles a entender que las cosas no son como ellos la
ven. Hasta que el centurión no experimentó el terremoto de Dios en su vida, no entendió que Jesús
era el Cristo. Hasta que no experimentemos el terremoto de Dios en nosotros, muchas fortalezas y
errores no serán quitadas de nuestras mentes.
Y la tercera aplicación se encuentra descrita en Amós 1:1 y Zacarías 14:5
Amós 1:1 “Las palabras de Amós, que fue uno de los pastores de Tecoa, que profetizó acerca de
Israel en días de Uzías rey de Judá y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel, dos años
antes del terremoto”.

Zacarías 14:5 “Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal;
huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá…”
La Biblia no ofrece más datos sobre este terremoto, pero la historia dice que ocurrió entre los años
763-760 antes de Cristo. Este terremoto marcó un “antes” y un “después” en la Biblia. El mover de
Dios viene para marcar tu vida. Viene para hacer una diferencia clara, de modo que en tu vida haya
un “antes” del mover de Dios y un “después” del mover de Dios en tu vida.
Pero Elías no sale de la cueva aún. Imagino a Elías diciendo: “Señor, es que yo no necesito que me
liberes de una cárcel de mi alma o de mi espíritu. No necesito que quites ningún prejuicio de mi
mente o venda de mis ojos; y mucho menos necesito una marca, porque ya la tengo. Ese no es mi
mover aún…”.

3 – FUEGO 1 Reyes 19:12 “Y tras el terremoto un fuego…”

El mover del fuego tiene diferente dimensiones y maneras de operar. La primera la encontramos en
Salmos 78:14, donde dice: “Les guio de día con nube, y toda la noche con resplandor de fuego”. El
fuego tiene que ver con la guía de Dios en tu vida. Tiene que ver con un trato íntimo de Dios que
produzca dirección en tus caminos.
Un ejemplo de esto es cuando Dios se le manifestó a Moisés en el fuego de la zarza ardiente. A
través de esa señal, Dios le ministró guía y dirección a Moisés. Muchas veces nos encontramos en
procesos en donde es necesario que venga la mano de Dios para dirigirnos y terminemos con bien el
camino por donde transitamos.
La segunda operación del mover del fuego está en 1 Pedro 4:12, donde dice: “Amados, no os
sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido”. La prueba sirve para purificarnos, así como
el fuego purifica al oro. Sirve para llevarnos a parecernos más a Cristo, y menos a nosotros.
La tercera operación la encontramos en Jeremías 23:29, y dice así: “¿No es mi palabra como fuego,
dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?”. El fuego de Dios moldear nuestro carácter,
sirve para quitar las asperezas de nuestro corazón, y confronta lo que somos y lo que hacemos.
Otra operación de este mover está en Marcos 9:49, en la Nueva Versión Internacional: “La sal con
que todos serán sazonados es el fuego”. La sal se usa para preservar. El mover del fuego sirve para
preservar la identidad de Dios en nosotros. Muchas veces el Señor nos procesa, y queremos volver
atrás. Entonces Dios deja caer fuego del cielo para que actúe como sal en nosotros, y preserve su
carácter en nosotros.
Por último, el fuego de Dios sirve para corregirnos y reprendernos (Isaías 66:15). Muchas veces
Dios no aprueba nuestras conductas y se ve en la necesidad, como Padre nuestro que es, de
corregirnos y hasta castigarnos. Esta es una parte difícil de entender del corazón de Dios, pero no
debemos olvidar que como todo padre que ama a su hijo y lo corrige por amor, Dios hace lo mismo
con nosotros.
Y la corrección de Dios duele muchas veces, de la misma manera que el fuego quema y duele. Pero
debemos comprender que Dios lo hace por amor de nosotros.
Aun así, Elías no sale de la cueva. Elías no necesitaba que se le corrigiese nada malo. Tampoco
necesitaba purificación porque no estaba en pecado. Ya él era un profeta fino, y no necesitaba ser
afinado más.

4 – SILBO APACIBLE Y DELICADO 1 REYES 19:12-13

“Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y

salió, y se puso a la puerta de la cueva…”

Cuando Elías escucha este silbo apacible, cubre su rostro y sale de la cueva. Este era el mover de
Dios que Elías estaba esperando. La operación del silbo apacible y sus características se encuentran
en los siguientes versículos.
1 Reyes 19:13,15-18
“Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he
aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías? Y le dio Jehová: Ve, vuélvete por tu
camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria. A Jehú hijo de
Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea
profeta en tu lugar. Y el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de
la espada de Jehú, Eliseo lo matará. Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se
doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron”.
El silbo apacible contiene las siguientes características:
1 – Guía: “Ve, vuélvete por tu camino…”
El silbo apacible se caracteriza por la guía de Dios sobre tu vida en esas circunstancias en donde no
sabes que decir o que hacer. Esta guía es el rescate de Dios en aquellos momentos en donde la
confusión reina en nuestras vidas.
2 – Dirección con ciencia: “…por el desierto de Damasco…”
La guía de Dios es lo que debes hacer. La dirección de Dios es cómo debes hacer aquello a lo que
Dios te manda. En el silbo apacible Dios te revela estrategias de guerra, estrategias para vencer las
situaciones por las que estás atravesando, y lo hace de una manera detallada, precisa y concisa.
3 – ACCIÓN: “…y ungirás…”
En el silbo apacible es donde Dios te ministra cuales métodos o acciones utilizar para vencer, para
salir de alguna situación, o para orientar a otra persona más.
4 – PROPÓSITO: “…y el que escapare de la espada… lo matará…”
Dios no solamente te dice que ejecutes alguna acción, sino que también te revela el propósito de
dicha acción. Lo mismo pasó con Elías, ya que el propósito de todo esto era destronar a Jezabel y
continuar la línea profética en Israel.
5 – DESCANSO: “Yo haré que queden…”
La carga de Elías era que solo él había quedado fiel en Israel. Dios le ministró que Él se había
reservado un remanente fiel a Dios, que no se habían inclinado ante Baal. Muchas veces cuando
Dios lleva ese mover de quietud en una iglesia, lo llamamos silbo apacible. Y si bien eso forma parte
del silbo apacible, no se queda solamente ahí. Hay muchas características más de un verdadero
mover de silbo apacible, a parte del descanso.
6 – NUEVAS FUERZAS: “Partiendo él de allí…”
Luego de que Dios se moviera ante Elías de manera apacible, trayéndole guía, dirección, acción y
propósito, y luego descanso, Elías obtuvo nuevas fuerzas para seguir hacia adelante y hacer todo lo
que Dios le había mandado.
Y por eso es que Dios nos hace una invitación hoy, diciéndonos: “Yo entiendo por lo que estás
pasando, aunque tú no entiendas. Por eso ven a mi monte, ven a mí. Yo te haré entender y te haré
conocer como yo conozco, y verás que siempre Yo tuve el control”.
¿En qué parte del proceso te encuentras? ¿Necesitas el viento de Dios en tu corazón, el terremoto,
el fuego, o el silbo apacible? ¿Cuáles áreas en tu vida necesitan de la mano de Dios? Saber esto
puede llevarte a conocer la dimensión del trato del Padre con tu vida.
Dios nos está invitando a Horeb, a un encuentro con El, para recibir el trato directo del Señor en
nuestras vidas. Hoy es un día en donde se producirán cambios en nosotros.

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