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EL SUEÑO DE EUTICO

Hechos 20:7
El primer día de la semana reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de
salir al día siguiente y alargo el discurso hasta la medianoche. Y había muchas lámparas en el aposento
alto donde estaban reunidos, y un joven llamado Eutico que estaba sentado en la ventana rendido de un
sueño profundo por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayo del tercer piso abajo y
fue levantado muerto. Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole dijo: No os alarméis
pues está vivo.
Muchas veces leemos la palabra de Dios muy rápido sin detenernos a ver los pormenores que nos relata,
aquí estamos viendo una escena que ocurre en un culto de un día domingo, podemos ver que están allí
todos reunidos para participar de la santa cena, Pablo es el predicador, pero no quería perder el tiempo
porque tenía que viajar al otro día y también podemos ver que Pablo cuando tenía el propósito de
enseñar se extendía para que todos pudieran entender, sabemos que la predica se extendió hasta la
medianoche, no nos dice por cuanto tiempo, no nos dice a qué hora había comenzado el culto, pero sí
que duro mucho.
Hay puntos específicos que quiero mostrarte en este pasaje que estamos compartiendo.
Nos dice que en el aposento había muchas lámparas, nosotros somos lámparas, estamos puestos por Dios
para ser luz en este mundo en el que vivimos, no se está refiriendo a la iluminación del cuarto sino que
se refiere a los hijos de Dios, muchos de los hijos de Dios están disfrutando de la reunión, están siendo
llenos del aceite del cielo, están unidos y Pablo está llenándolos del poder del cielo, hay fuego de Dios
en la reunión. Pero allí
Hay un joven que está en otra cosa, y está sentado en un lugar muy peligroso, no está atento al mensaje
que Pablo está desarrollando, esta aburrido, me imagino a Eutico bostezando, no le interesa para nada lo
que está pasando en el culto.
Las palabras que aparecen en este relato nos hablan de una batalla. Rendido, vencido, cayo, abajo,
muerto, son cinco palabras de las que quiero hablarte en este día.
Rendido de sueño, para ser rendido tiene que haber primeramente una batalla, la batalla se produce en la
mente y un espíritu de sueño ataca a la mente de este joven. ¿No te paso nunca, el que te agarre sueño en
medio de la predica del pastor? Te estas durmiendo y hay una batalla allí, los ojos se te cierran. Ore,
reprenda ese espíritu que quiere que usted no oiga la palabra de Dios, ese espíritu viene con un propósito
definido, el matar.
El joven Eutico está en otra cosa, coqueteaba con el propósito de caerse, los jóvenes son propensos a
sentarse en los límites y no ven el riesgo de la caída. Alguien en la iglesia le habrá dicho a Eutico ¡no te
sientes ahí ¡¡es peligroso ¡ No.
La segunda palabra que se menciona es vencido, se rindió y ahora es vencido, vencido es aquel que ya
no pone resistencia, está atado, ya está en una situación que no puede cambiar, está dormido y vencido,
dormido al borde de una ventana, el ya no ve nada, no oye nada y cayo.
Cuando una persona está dormida no tiene conciencia de lo que pasa allí. Ejemplo: el marido está
dormido y su esposa le revisa los bolsillos, la cartera, todo, y el ni siquiera se da cuenta de eso, no tiene
reacción. Eutico estaba sentado al borde de la ventana, dormido, la gloria a Dios de los hermanos, los
aleluyas, los aplausos no lo despiertan y el diablo intenta distraer de cualquier manera a los que están
recibiendo alimento espiritual. Eutico cae desde la ventana, gritando cae del tercer piso, cae a la calle.
La culpa no la tiene Pablo, no la tienen los hermanos, no la tiene la iglesia, él estaba dormido.
Las caídas que tenemos en el área espiritual es porque no estamos atentos, nos encanta sentarnos en la
ventana coqueteando con el peligro, cuando creas que no pasa nada, que no hagas caso a las
advertencias, estas en peligro de caer, al borde de la ventana, quiero decirte que tu enemigo intentara
siempre dormirte para matarte.
(Jueces 16:19) Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas, y llamo a un hombre, quien le rapo las
siete guedejas de su cabeza y ella comenzó a afligirlo, pues su fuerza se apartó de él.
Lo durmió, sí, estoy hablando de Sansón, es un juez de Israel, un juez que vivía coqueteando con el
pecado, vivía pecando, Sansón de la misma manera que Eutico estaba en peligro de caer, muchos le
deben haber advertido acerca de Dalila, la mujer filistea, el no hacía caso a nadie, pero entienda que no
fue Dalila la que lo duerme en su regazo, fue el mismo Satanás, profundamente dormido no se dio
cuenta que alguien lo estaba pelando. La caída se produce cuando estas dormido a las cosas espirituales.
Eutico cayó de un tercer piso, Sansón cayó desde mucho más arriba.
El diablo se reiría, y diría les arruine el culto, uno de ellos cayo y está muerto. Pablo desciende desde
arriba y se echa sobre el que estaba muerto. Oiga, aquí dice que fue levantado muerto, aquí estamos en
presencia de un milagro.
Hay muchos que han caído y están muertos espiritualmente por el mundo, personas que se congregaban,
alababan al Señor, eran usados por el Señor, hoy usted los ve y no quieren saber nada con la iglesia, nada
de Dios, están muertos, el diablo los durmió y produjo la caída que los termina matando. Óigame. Pablo
descendió de las alturas de donde estaba y se puso a la misma altura del que había caído, no se asomó
desde la ventana gritando ¡eso te pasa por tonto Eutico¡ ¿Quién te mando a sentarte en la ventana?
Descendió donde estaba el muerto y se echó sobre el ¿Qué es esto apóstol? Es Pablo dando cobertura, no
lo juzgo, no lo critico, se echó sobre él, le da su cobertura.
Muchos son los que prefieren quedarse en las alturas y desde allí juzgar al que ha caído, Dios necesita de
siervos que brinden cobertura a aquellos que han caído. Pablo se echó sobre él, le dio su calor, le dio
vida nuevamente. Lo abrazo y miro a los demás, les dijo no teman, vamos arriba. Nada puede detener la
bendición, nada puede detener la obra de Dios.
Me imagino que cuando subió el joven Eutico ya no volvió a sentarse en la ventana, imagino que sus
ojos ahora estarían bien abiertos y escuchando al predicador, mas no habrá faltado el que lo miraba de
reojo, murmurando ¡este es el que cayo¡
Dios nos muestra a través de este pasaje la verdad de un Dios amoroso que restaura, cuando el justo cae
tenemos un Dios tremendo que lo levanta y lo restaura. Hoy lamentablemente son muchos los que no les
dan oportunidad a los caídos, lo sientan en un rincón de la iglesia hasta que el Señor venga, no pastor,
dele la cobertura como Pablo lo hizo, restáurelos con amor.
De Eutico ya no se habla más en la palabra de Dios, pero creo que escarmentó, de esa caída que sufrió
creo que aprendió a no sentarse más en la ventana. El que se quema con leche cuando ve la vaca llora. El
muerto resucito. Sabe cuántos muertos espirituales están esperando un abrazo con amor. Pablo cubrió a
Eutico con amor y todos juntos continuaron la fiesta, el diablo que pensó arruinar el culto no pudo, no
pudo hacer nada allí. Joven hermano y hermana que estás leyendo esto, no te sientes en la ventana, podes
caerte de allí, el diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar, el busca. Busca a los que
están distraídos espiritualmente y a ellos los quiere dormir, para que resplandezca la luz de Cristo en
nosotros debemos despertar, tenemos la tendencia a quedarnos dormidos y conformes con lo que hemos
logrado. Hay muchos Euticos caídos que nadie corre a levantar en estos tiempos. Dios prometió que
estos tiempos serian de multiplicación, ayudemos a los que cayeron, corramos a brindarles cobertura, a
abrazarlos e invitarlos a la fiesta, ellos también son parte de la familia que Jesús viene pronto a buscar.
Que el Señor no nos encuentre indiferentes a esta palabra, esto es clave. Pablo corrió hacia abajo porque
tenía amor por el que se había caído. No sirve de nada tu cargo eclesiástico mi hermano si no tienes
amor. Algunos se quedaron en el tercer piso mirando desde la ventana y lamentando, no descendieron a
la misma altura del que había caído desde tan alto, no saben el dolor que le produjo esa caída, solamente
lo miran y lo juzgan.
Dios está esperando por un pueblo que sienta el dolor del caído y esto es ahora, no hay que esperar más,
vistamos, preparemos a los caídos para la fiesta, que Dios encuentre en nosotros un pueblo de
restauración al caído. El que esté libre de pecado que tire la primera piedra, no juzguemos más. Muchos
Euticos todavía están esperando una mano que los levante hoy.

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