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Misterio de la Iniquidad.

INTRODUCCIÓN

El Reino de Dios desde un principio no poseía fisuras, era un Reino sin fracturas y sin ningún tipo de
división. Sin embargo, no sabemos cuánto tiempo permaneció de esa manera.

Algo que debemos entender es que, dentro de este Reino, Dios es el único poseedor de la Autoridad
como uno de sus atributos divinos y quien decidió compartir este atributo con su creación.

El Reino de Dios tenía una estructura, sin embargo, el mal uso de esta autoridad que Dios transfirió
provocó una división, la cual arrastró a otras jerarquías tras de sí.

Isaías 14:13-15 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios,
levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de
las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del
abismo.

Así que, tal y como existe un Reino de Dios, el Reino de la Luz, surgió un reino de tinieblas, en el que
probablemente gobierne una entidad espiritual llamada Iniquidad.

En el momento en que surge la iniquidad y este reino de las tinieblas en las esferas celestiales, Dios
diseña un Plan de Salvación, con el objetivo de restaurar y redimir a las creaciones que cedieron y
cayeron ante esta entidad espiritual, a las que en la soberanía del Padre se les diera la oportunidad de
redención. Este Plan de Salvación, Dios decide encerrarlo dentro de un misterio llamado El Misterio de
La Piedad.

En contraste a este plan, el reino de las tinieblas, también diseña un plan que se le opondrá, el cual el
Apóstol Pablo lo reverla como el misterio de la Iniquidad.

DESARROLLO

Porque el misterio de la iniquidad ya está en acción, solo que aquel que por ahora lo detiene, lo hará
hasta que él mismo sea quitado de en medio.

2 Tesalonicenses 2:7

I. Definición

Para iniciar el desarrollo de este tema debemos comenzar conociendo qué es la Iniquidad, pues su
concepto se relaciona con diferentes significados:

1. Desviación del Camino.


2. Ofensa, intencional o no, en contra de la ley de Dios.
3. Carencia de ley.
4. Irrectitud, condición de no ser derecho.
5. Inclinación hacia lo malo.
Tras interpretar le objetivo del reino de las tinieblas y conocer los significados de la iniquidad, podríamos
definir al misterio de la iniquidad como “El plan y la personificación de una estrategia gestada en las
tinieblas, en abierta oposición al Plan de Salvación de Dios y que aún no se ha manifestado en toda su
dimensión”.

II. Origen

Debemos considerar a la iniquidad como una entidad o creación (un ser) espiritual, tras esta
consideración debemos ser prudentes en generar nuestras propias conjeturas, ya que si partimos del
hecho que Dios es el creador de todas cosas, podría llegarse a concluir que El creó a la iniquidad, sin
embargo, bajo la luz de las escrituras, podemos llegar a entender que no fue así, ya que 1 Juan 1:5 nos
dice: “Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas
en él”.

Lo cual nos lleva hacia otra interrogante, ¿en qué momento surgió la iniquidad?

Definitivamente será imposible precisar cuál fue el momento en que un ser espiritual de una jerarquía
alta, decidió (por el libre albedrío que tenía) revelarse en contra de Dios. Al desarrollarse estos
acontecimientos en esferas celestiales, ese ser caído concibe maldad e inicia a desarrollar un sistema
que iba en contra de los mandamientos y la propia voluntad de Dios, en estas esferas este ser caído
recibe el nombre de iniquidad e inicia a contaminar a otros seres celestiales.

Luzbel fue contaminado por la iniquidad y en esa condición se convierte en enemigo de Dios y en
instrumento para desarrollar el plan de maldad, tanto en regiones celestes como en la tierra. Aquel
querubín destinado a proteger, se convierte en Satanás.

Ezequiel 28:13-15 En el Edén estabas, en el huerto de Dios; toda piedra preciosa era tu vestidura: el
rubí, el topacio y el diamante, el berilo, el ónice y el jaspe, el zafiro, la turquesa y la esmeralda; y el oro,
la hechura de tus engastes y de tus encajes, estaba en ti. El día que fuiste creado fueron preparados. Tú,
querubín protector de alas desplegadas, yo te puse allí. Estabas en el santo monte de Dios, andabas en
medio de las piedras de fuego. Perfecto eras en tus caminos desde el día que fuiste creado hasta que la
iniquidad se halló en ti.

III. Consecuencias

Desde el primer capítulo de Génesis podemos ver la injerencia de la iniquidad en la tierra. A todo
espacio o ser de luz, la iniquidad va a procurar llenarlo de tinieblas.

En el versículo 2 vemos que la tierra estaba desordenada, vacía y con tinieblas y sabemos que Dios no
crea algo así. Seguidamente en el versículo 27 vemos a otra creación que también fue contaminada por
la iniquidad.

Más adelante, en el capítulo 3 aparece un ser en forma de serpiente, que se constituyó en instrumento
de la iniquidad para hacer caer al hombre en el huerto. Su propósito era contaminar de iniquidad al
hombre creado para que la luz de Dios no se extendiera en toda la tierra, como era el plan de Dios.
Como producto de esa contaminación todos los descendientes de Adán y Eva, fuera del huerto, nacerían
contaminados de iniquidad.

Romanos 5:19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos
pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.

La iniquidad hace que el ser humano se incline hacia lo malo y de esa manera transgreda los
mandamientos del Señor, dando como fruto, el pecado.

Lejos de Dios y sin haber tenido un encuentro personal con Jesucristo, toda persona es inclinada al mal,
al ofrecer los miembros de su cuerpo al servicio de la iniquidad.

Romanos 6:19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que, así como para iniquidad
presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación
presentad vuestros miembros para servir a la justicia.

IV. Operación

La operación del misterio de la iniquidad es contraria al misterio de la piedad.

1 Timoteo 3:16 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne,
Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido
arriba en gloria.

El misterio de la piedad es la manifestación de Dios (Cristo) en la carne, es decir como humano, para
anunciar el evangelio eterno, ministrar el Espíritu de Dios y mostrar el camino (Jesús), para llegar al
Padre. Cristo se convierte en la personificación del misterio de la Piedad, lamentablemente el misterio
de la piedad no le ha sido revelado a todos los hombres. Esto, por soberanía y designio de Dios.

El misterio de la iniquidad, entonces, es la manifestación de la iniquidad (Satanás) en la carne, es decir,


satanás se va a encarnar en un hombre (anticristo).
Entendiendo lo que revelan las Sagradas Escrituras, en 2 Corintios 11:4 Porque si viene alguno
predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis
recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis.
Este misterio ya estaba en acción en la época del apóstol Pablo. Es decir, en ese tiempo ya se anunciaba
otro evangelio, se ministraba a otro espíritu y se predicaba a otro Jesús.

CONCLUSIÓN

La proyección de este misterio es contaminar al cuerpo de Cristo. Contaminarlo de iniquidad, para que
los miembros del cuerpo que no tengan revelación de ese misterio, sean seducidos, movidos de su
manera de pensar y engañados, conduciéndolos consecuentemente a aceptar otro evangelio, recibir
otro espíritu y seguir a otro Jesús.

La manera de evitar ser afectados por el misterio de la iniquidad es permanecer en la Luz, es decir, en la
bondad, la justicia y la verdad, evitando caer en apostasía, apartándonos de la verdad.

Efesios 5:9 porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad.

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