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Cerebro
El diencéfalo
El diencéfalo consta del tercer ventrículo y las estructuras que forman sus límites.
Se extiende en dirección posterior hasta el punto en que el tercer ventrículo se
continúa con el acueducto cerebral, y en dirección anterior llega hasta los agujeros
interventriculares. En consecuencia, el diencéfalo es una estructura de la línea
media con dos mitades simétricas, derecha e izquierda. Evidentemente, estas
subdivisiones del encéfalo se establecen por conveniencia y, desde un punto de
vista funcional, las fibras nerviosas atraviesan libremente esos límites.
Características macroscópicas
La superficie inferior del diencéfalo es la única zona expuesta a la superficie en el
encéfalo intacto. Está formada por estructuras hipotalámicas y por otras estructuras
que incluyen desde la zona anterior a la posterior, el quiasma óptico, con el tracto
óptico a cada lado, el infundíbulo, con el túber cinereum y los cuerpos mamilares.
La superficie superior del diencéfalo está oculta por el fórnix, que es un haz
grueso de fibras que se origina en el hipocampo del lóbulo temporal y se arquea
hacia atrás sobre el tálamo para unirse con el cuerpo mamilar. La verdadera pared
superior del diencéfalo está formada por el techo del tercer ventrículo. Éste consiste
en una capa de epéndimo, que se continúa con el resto del recubrimiento
ependimario del tercer ventrículo. Está cubierto en su cara superior por un pliegue
vascular de piamadre, que se conoce como tela coroidea del tercer ventrículo.
Desde el techo del tercer ventrículo, un par de prolongaciones vasculares
denominadas plexos coroideos del tercer ventrículo se proyectan hacia abajo desde
la línea media hasta la cavidad del tercer ventrículo.
La superficie lateral del diencéfalo está limitada por la cápsula interna de sustancia
blanca, y está formada por las fibras nerviosas que conectan la corteza cerebral con
otras partes del tallo cerebral y de la médula espinal.
Como el diencéfalo está dividido en mitades simétricas por el tercer ventrículo a
modo de hendidura, también tiene una superficie medial. La superficie medial del
diencéfalo (es decir, la pared lateral del tercer ventrículo) está formada en su parte
superior por la superficie medial del tálamo, y en su parte inferior, por el
hipotálamo. Esas dos áreas están separadas entre sí por un surco superficial, el
surco hipotalámico. Un haz de fibras nerviosas, que son fibras aferentes hacia el
núcleo habenular, forma un reborde a lo largo del margen superior de la superficie
medial del diencéfalo y se conoce como la estría medular talámica.
El diencéfalo puede dividirse en cuatro porciones mayores:
a) tálamo
b) subtálamo
c) epitálamo
d) hipotálamo.
El tálamo es una gran masa ovoide de sustancia gris que forma la mayor parte del
diencéfalo. Se trata de una región de gran importancia funcional, y sirve como
estación de intercambio para la mayoría de los sistemas sensitivos principales
(excepto para la vía olfatoria). Las actividades del tálamo se hallan estrechamente
relacionadas con las de la corteza cerebral, y las lesiones en el tálamo causan una
gran pérdida de la función cerebral.
El tálamo está situado a cada lado del tercer ventrículo. El extremo anterior del
tálamo es estrecho y redondeado, y forma el límite posterior del agujero
interventricular. El extremo posterior se expande para formar el pulvinar, que
cuelga por encima del colículo superior y el brazo del colículo superior. El cuerpo
geniculado lateral forma una pequeña elevación sobre la cara inferior de la porción
lateral del pulvinar.
La superficie superior del tálamo está cubierta medialmente por la tela coroidea y
el fórnix, y lateralmente por el epéndimo, y forma parte del piso del ventrículo
lateral. La parte lateral se halla parcialmente oculta por el plexo coroideo del
ventrículo lateral. La superficie inferior es la continuación del tegmento del
mesencéfalo.
La superficie medial del tálamo forma la parte superior de la pared lateral del tercer
ventrículo y se conecta habitualmente con el tálamo opuesto mediante una banda
de sustancia gris, la conexión intertalámica.
La superficie lateral del tálamo está separada del núcleo lenticular por una banda
muy importante de sustancia blanca denominada cápsula interna.
El tálamo es una estación de intercambio celular muy importante que recibe los
principales tractos sensitivos (excepto la vía olfatoria). Debe considerarse una
estación en la que gran parte de la información se integra y se transmite hacia la
corteza cerebral y muchas otras regiones subcorticales. También desempeña un
papel fundamental en la integración de las funciones viscerales y somáticas.
El subtálamo se encuentra por debajo del tálamo y, por lo tanto, está situado entre
el tálamo y el tegmento del mesencéfalo; en su zona medial se relaciona con el
hipotálamo. La estructura del subtálamo es muy compleja, y a continuación se
expone sólo una breve descripción. Entre las colecciones de células nerviosas que
se encuentra en el subtálamo se hallan los extremos craneales de los núcleos rojos
y la sustancia negra. El núcleo subtalámico tiene forma de lente biconvexa. El
núcleo tiene importantes conexiones con el cuerpo estriado. En consecuencia,
participa en el control de la actividad muscular.
El subtálamo también contiene muchos tractos importantes que se dirigen hacia
arriba desde el tegmento hacia los núcleos del tálamo, por ejemplo, los extremos
craneales de los lemniscos medial, espinal y trigeminal.
El epitálamo está formado por los núcleos habenulares y sus conexiones, y por la
glándula pineal.
El núcleo habenular
El núcleo habenular está formado por un pequeño grupo de neuronas situado
inmediatamente medial a la superficie posterior del tálamo. Recibe fibras aferentes
desde el cuerpo amigdalino en el lóbulo temporal a través de la estría medular del
tálamo. Otras fibras tienen un trayecto desde la formación del hipocampo a través
del fórnix. Algunas de las fibras de la estría medular del tálamo cruzan la línea
media y alcanzan el núcleo habenular del lado contrario. Estas últimas fibras
forman la comisura habenular. Los axones procedentes del núcleo habenular pasan
hacia el núcleo interpeduncular en el techo de la fosa interpeduncular, el techo del
mesencéfalo, el tálamo y la formación reticular del mesencéfalo. Se cree que el
núcleo habenular es un centro de integración de las vías aferentes olfatorias,
viscerales y somáticas.
El hipotálamo forma parte del diencéfalo, y se extiende desde la región del quiasma
óptico hasta el borde caudal de los cuerpos mamilares. Se encuentra por debajo del
surco del hipotálamo en la pared lateral del tercer ventrículo. En consecuencia,
desde el punto de vista anatómico, el hipotálamo es una superficie relativamente
pequeña del encéfalo, estratégicamente bien situada, cerca del sistema límbico, el
tálamo, los tractos ascendentes y descendentes, y la hipófisis. Microscópicamente,
el hipotálamo está compuesto por pequeñas células nerviosas que se organizan en
grupos o núcleos.
Fisiológicamente, apenas hay una actividad en el cuerpo que no esté bajo la
influencia del hipotálamo. El hipotálamo controla e integra las funciones del
sistema nervioso autónomo y el sistema endocrino, y desempeña un papel
fundamental en el mantenimiento de la homeostasia del organismo. Participa en
actividades como la regulación de la temperatura corporal, el control de líquidos
corporales, el deseo de comer y beber, la conducta sexual y las emociones.
Relaciones del hipotálamo
Por delante del hipotálamo hay una zona que se extiende hacia delante desde el
quiasma óptico hasta la lámina terminal y la comisura anterior, que se conoce como
área preóptica. Caudalmente, el hipotálamo se fusiona en el tegmento del
mesencéfalo. El tálamo se encuentra por encima del hipotálamo, y la región
subtalámica se encuentra en posición inferior y lateral al hipotálamo.
Cuando se observa desde abajo, se ven las relaciones del hipotálamo con las
siguientes estructuras, desde la zona anterior a la posterior: a) el quiasma óptico,
b) el túber cinereum y el infundíbulo y c) los cuerpos mamilares.
Quiasma óptico
El quiasma óptico es un haz aplanado de fibras nerviosas situado en la unión de la
pared anterior y el piso del tercer ventrículo. La superficie superior se halla unida a
la lámina terminal, y por debajo está relacionado con la hipófisis del cerebro, de la
que está separado por el diafragma de la silla. Los ángulos anterolaterales del
quiasma continúan con los nervios ópticos, y los ángulos posterolaterales continúan
en los tractos ópticos. Un pequeño receso, el receso óptico del tercer ventrículo, se
encuentra en su superficie superior.
Es importante recordar que las fibras que se originan en la mitad nasal de cada
retina cruzan el plano medio en el quiasma para penetrar en el tracto óptico del lado
contrario.
Túber cinereum
El túber cinereum es una masa convexa de sustancia gris, según se ve desde la
superficie inferior. Se continúa hacia abajo con el infundíbulo. El infundíbulo es
una estructura hueca que continúa con el lóbulo posterior de la hipófisis. La
eminencia media es una parte elevada del túber cinereum a la que se une el
infundíbulo. La eminencia media, el infundíbulo y el lóbulo posterior (porción
nerviosa) de la hipófisis forman en conjunto la neurohipófisis.
Cuerpos mamilares
Los cuerpos mamilares son dos pequeños cuerpos hemisféricos situados a cada
lado y por detrás del túber cinereum. Poseen un núcleo central de sustancia gris
revestido por una cápsula de fibras nerviosas mielínicas. Por detrás de los cuerpos
mamilares se encuentra una zona del encéfalo que está perforada por varios
orificios pequeños que se conoce como la sustancia perforada posterior. Esas
aperturas transmiten las ramas centrales de las arterias cerebrales posteriores.
Tercer ventrículo
El tercer ventrículo, que deriva de la vesícula del prosencéfalo, es una apertura a
modo de hendidura situada entre los dos tálamos. Se comunica por delante con los
ventrículos laterales a través de los agujeros interventriculares (agujeros de
Monro), y por detrás con el cuarto ventrículo a través del acueducto cerebral. El
tercer ventrículo tiene unas paredes anterior, posterior, lateral, superior e inferior y
está revestido por epéndimo.
La pared anterior está formada por una lámina fina de sustancia gris, la lámina
terminal, a través de la cual pasa la comisura anterior. Esta comisura es un haz
redondo de fibras nerviosas situadas por delante de los pilares anteriores del fórnix,
y conectan los lóbulos temporales derecho e izquierdo.
La pared posterior está formada por el orificio del acueducto cerebral. Por encima
de este orificio está la pequeña comisura posterior. Por encima de la comisura se
encuentra el receso pineal, que se proyecta en el tallo del cuerpo pineal. Por encima
del receso pineal se encuentra la pequeña comisura habenular.
La pared lateral está formada por la superficie medial del tálamo en su cara
superior y el hipotálamo en la inferior. Estas dos estructuras se hallan separadas por
el surco del hipotálamo. La pared lateral está limitada por arriba por la estría
medular talámica. Las paredes laterales están unidas por la conexión intertalámica.
La pared superior o techo está formada por una capa de epéndimo que continúa
con el recubrimiento del ventrículo. Por encima de esta capa se encuentra un
pliegue de dos capas de piamadre denominado tela coroidea del tercer ventrículo.
La tela coroidea vascular se proyecta hacia abajo a cada lado de la línea media,
creando una invaginación del techo del epéndimo para formar los plexos coroideos
del tercer ventrículo. Dentro de la tela coroidea se encuentran las venas cerebrales
internas. Por arriba, el techo del ventrículo se relaciona con el fórnix y el cuerpo
calloso.
La pared inferior o suelo está formada por el quiasma óptico, el túber cinereum,
el infundíbulo, con su receso en forma de túnel y los cuerpos mamilares. La
hipófisis está unida al infundíbulo. Por detrás de estas estructuras se encuentra el
tegmento de los pedúnculos cerebrales.
Los hemisferios cerebrales ocupan la mayor parte del encéfalo. Están separados
por un surco sagital profundo en la línea media, el surco longitudinal cerebral. El
surco contiene el pliegue de la duramadre con forma de hoz, la hoz del cerebro y
las arterias cerebrales anteriores. En la zona profunda del surco, una gran
comisura, el cuerpo calloso, conecta los hemisferios a través de la línea media. Un
segundo pliegue horizontal de duramadre separa los hemisferios cerebrales del
cerebelo y forma el tentorio (tienda) del cerebelo.
Configuración externa de los hemisferios cerebrales
A los hemisferios cerebrales se les describen 3 caras en su superficie: cara latera,
medial e inferior.
Cara lateral
El hemisferio izquierdo en una vista lateral, tiene un borde superior y uno inferior.
Su superficie es convexa y presenta un surco muy profundo que es el Surco lateral
que tiende a ser horizontal, aunque se levanta ligeramente hacia arriba y hacia atrás.
Este surco es el primero en aparecer en el desarrollo embrionario y también es
conocido como la Cisura de Silvio. Otro surco que nace en el desarrollo embrionario
es el surco parietoocipital (estos son los dos primeros del prosencéfalo).
La cisura central es, en sentido vertical, ligeramente inclinada y hacia atrás (también
se le conoce como Cisura de Rolando).
Estos dos surcos y la cisura dividen en la cara lateral del hemisferio en el lóbulo
frontal, que se encuentra delante de la cisura central o de Rolando y por arriba del
surco central o de Silvio. Por detrás de la cisura central tenemos el lóbulo parietal,
que está entre la cisura central y el surco parietooccipital, por arriba del surco lateral o
de Silvio.
El lóbulo temporal, limitado por abajo del surco lateral y el borde inferior. En el
surco parietooccipital se marca una línea que va a la muesca pre occipital, en el
borde inferior del hemisferio, formado por el borde superior del peñasco del
temporal.
Donde termina la cisura lateral se traza una línea que caiga perpendicular al surco
parietooccipital a la muesca.
Lóbulo parietal
El surco postcentral es paralelo a la cisura de rolando (por detrás de esta)
El surco intraparietal se va a originar en la sección media del surco postcentral, que
se dirige hacia atrás y en forma horizontal.
Estos dos surcos dividen el lóbulo en 3 zonas:
1. Giro postcentral: posterior a la cisura central o de Rolando
El surco intraparietal divide el lóbulo en:
2. Lobulillo parietal superior (por encima del surco)
3. Lobulillo parietal inferior (por debajo)
Lóbulo temporal
Presenta 2 surcos que están paralelos al surco lateral, que serían el surco temporal
superior y el surco temporal inferior.
Estos surcos dividen 3 giros:
1. Giro temporal superior
2. Giro temporal medio
3. Giro temporal inferior
El giro temporal inferior se va a continuar en la cara inferior del hemisferio cerebral
como el giro temporoccipital lateral.
El giro temporal superior se continua con el lobulillo parietal inferior, por la
terminación o la rama posterior de la cisura lateral o surco lateral, que estará
rodeada por el giro o pliegue de paso temporoparietal y forma el Giro supramarginal
(que es anterior). Por detrás de este tenemos el giro temporal medio, que también
se continua con el lobulillo inferior, se localiza el denominado Giro angular (que es
posterior).
Lóbulo occipital
Aquí hay una pequeña cisura, se observa mejor en la cara medial del hemisferior
cerebral, se llama Cisura calcarina y está rodeada por el giro semilunar, el cual es muy
inconstante en su morfología.
Cara medial
Para ver esta cara se hace un corte en la Cisura interhemisférica.
La gran comisura que tiene el cerebro del humano es el cuerpo calloso. La porción
anterior e inferior del cuerpo calloso se denomina Pico o rostrum del cuerpo
calloso, y está formado por células comisurales, es decir, fibras que unen los
hemisferior. Por arriba del pico o rostrum se encuentra la rodilla, posteriormente
el tronco del cuerpo calloso y hacia atrás un pequeño abultamiento que va a estar
comunicando las porciones posteriores de los hemisferios que sería el esplenio del
cuerpo calloso, más conocido como rodete.
Por arriba del cuerpo calloso se encuentra un giro muy importante que es el giro del
cíngulo, que se forma parte del sistema límbico, limitado hacia arriba por el surco
del cíngulo o circunvolución pericallosa.
Más o menos un centímetro hacia atrás de la mitad de la distancia entre el polo
frontal y el polo occipital del hemisferio cerebral, en un punto intermedio
tendríamos parte de una cisura que está en la cara lateral que es la cisura central o
de Rolando.
El surco del cíngulo tiene la característica que por delante del surco central presenta
una pequeña rama o surco que será el surco paracentral (que es una rama del surco
del cíngulo, que está delante de la cisura de surco central). Por detrás del surco
central va a mandar una rama que recibe el nombre de surco marginal. Entre estos
dos surcos se localiza el lobulillo paracentral y este une el giro precentral con el giro
post central en la cara medial.
Más hacia atrás el surco del cíngulo continua como el surco subparietal y aquí atrás
vamos a tener un surco que en esta cara es muy profunda, que es el surco
parietooccipital.
En esta cara también vamos a encontrar la cisura calcarina, que es profunda en esta
cara. Esta fisura tiene una rama ascendente y una descendente (posterior y anterior)
y esta se relaciona con el surco parietooccipital.
E la cara inferior del lóbulo temporooccipital vamos a ver el surco colateral que está
media y este limita el giro del parahipocampo (que se encuentra en la cara inferomedial
del lóbulo temporal) que hacia atrás de la fisura calcarina se continua como el
lingual (lóbulo occipital), continuación posterior del giro del parahipocampo. Por
otro lado, el giro del parahipocampo también se continua hacia arriba, por abajo del
esplenio del cuerpo calloso, para continuarse con el giro del cíngulo y recibe el
nombre de istmo o corteza retroesplenica del parahipocampo, este se continua
con el giro del cíngulo y dicho giro no continua con el parahipocampo debido a la
cisura lateral o de Silvio, la cual separa el giro del cíngulo del parahipocampo y de
esta forma de constituye el lóbulo límbico que sería: el giro del cíngulo, el istmo
o corteza retroesplenica y el giro del parahipocampo (este lóbulo límbico no es
un anillo completo porque la separa la porción profunda del surco lateral o de
Silvio).
Cara inferior
Esta es muy irregular y se relaciona con la base del cráneo.
Los hemisferios cerebrales en su cara inferior están unidos por porción posterior
del cuerpo calloso, o sea, el esplenio, y la porción anterior del cuerpo calloso, la
rodilla. Como referencia se pone la porción rostral del tallo cerebral, lo que sería el
mesencéfalo con su acueducto y adelante la porción del hipotálamo, los cuerpos
mamilares y tendríamos el tallito de la hipófisis.
Lóbulo temporooccipital
En este encontramos 2 surcos que van en sentido antero-posterior, uno lateral que
sería el surco temporooccipital y uno medial que sería el surco colateral.
Estos dos surcos nos dividen en 3 giros, uno lateral, giro temporooccipital lateral, uno
medial, giro temporooccipital medial (y por su forma también se le conoce como surco
fusiforme) y medial al surco colateral tenemos hacia adelante, en el lóbulo
temporal, el giro del parahipocampo, que hacia atrás en el lóbulo occipital se continua
con el giro lingual. En forma convencional se acepta que cuando el parahipocampo
pasa con relación con el esplenio se continua como giro lingual.
El surco colateral, hacia adelante, se surva medialmente y forma el surco rinal
(prolongación anterior del surco colateral) y estos nos van a delimitar estas
estructuras que están en la porción anterior del giro del parahipocampo, tenemos
primero la corteza inmediatamente por atrás del surco rinal que se denomina como
corteza entorrinal que tiene importancia en el sistema límbico y para los
mecanismos de memoria y hechos reciente. Medialmente, curveando hacia atrás,
se encuentra un ganchito que recibe el nombre de Uncus y tiene una relación
importante con el borde libre del tentorio o tienda del mésenselo, que cuando se
hernia, comprime el tercer nervio craneal y nos da una silatacion de la pupila del
lado de la lesión. Dentro del uncus se relaciona con el núcleo amigdalino o cuerpo
amigdalino.
En la cara medial, por arriba del giro del cíngulo se encuentra el giro frontal interno,
que en la cara lateral se va a encontrar con el giro frontal superior.
Por abajo del pico o rostrum del cuerpo calloso y de la rodilla, se encuentra el giro
subcalloso que se va a relacionar con el área sectal, que forma parte del sistema
límbico, que está inmediatamente por debajo de la prolongación frontal de los
ventrículos laterales que se encuentran separados por una membrana muy delgada
de células ependimarias ciliares que es el septum pelucido y separando la
prolongación frontal de los ventrículos laterales.
Entre el surco paracentral y el surco marginal, arriba del círculo del cíngulo se encuentra
el lobulillo paracentral.
Más hacia atrás, entre el surco marginal, el surco subparietal y el surco
parietooccipital se encuentra el lóbulo precuñeo o lobulillo cuadrilátero y hacia atrás,
entre el surco parietooccipital y la calcarina hacia abajo, se encuentra el lóbulo de la
cuña, de forma triangular, que está limitado hacia abajo por la fisura calcarina y
hacia arriba por el surco parietooccipital.
Funciones
En la cara lateral del hemisferio izquierdo podemos describir áreas que descubrió
el neurofisiólogo, Brodmann. Sus estudios de completan con los descubrimientos
del Dr. Peinfield.
Áreas primarias
Donde llegan las vías ascendentes y algunas vías descendentes que nacen de la
corteza.
Giro pos central (Área somestesica primaria) se hacen conscientes todos los
estímulos sensitivos generales; dolor, temperatura, vibración y presión, que son
las áreas 3, 1 y 2 en donde se descubrió el homúnculo sensitivo.
El área 17 está rodeada por las áreas de asociación visual, área 18 y 19, extensas
en la cara medial del hemisferio cerebral.
En el área 17 está la representación cortical de los campos visuales contralaterales,
nasal y temporal, se relacionan con el área de asociación visual.
Cara inferior
Uncus y corteza entorrinal, se encuentran las áreas olfatorias primarias (área 28 y
34, respectivamente). El núcleo amigdalino también forma parte, son áreas
determinadas para la percepción de los aromas.
Configuración interna de los hemisferios cerebrales
Los hemisferios cerebrales están cubiertos por una capa de sustancia gris, la
corteza cerebral. Situados en el interior de los hemisferios cerebrales se
encuentran los ventrículos laterales, unas masas de sustancia gris, los núcleos
basales, y varias fibras nerviosas. Estas fibras nerviosas se hallan inmersas en
neuroglía y constituyen la sustancia blanca.
Ventrículos laterales
Hay dos ventrículos laterales, cada uno presente en cada hemisferio cerebral. Cada
ventrículo consiste en una cavidad en forma de C, recubierta con epéndimo y llena
de líquido cefalorraquídeo. El ventrículo lateral puede dividirse en un cuerpo, que
ocupa el lóbulo parietal y desde el cual se extienden las astas anterior, posterior e
inferior en los lóbulos frontal, occipital y temporal, respectivamente. El ventrículo
lateral se comunica con la cavidad del tercer ventrículo a través del agujero
interventricular. Esta apertura, que se encuentra en la parte anterior de la pared
medial del ventrículo lateral, está limitada anteriormente por el pilar anterior del
fórnix, y posteriormente por el extremo anterior del tálamo.
Núcleos basales
El término núcleos basales (ganglios basales) se aplica a una colección de masas
de sustancia gris situada en cada hemisferio cerebral. Son el cuerpo estriado, el
cuerpo amigdalino y el claustro.
Cuerpo estriado
El cuerpo estriado está situado por fuera del tálamo. Está dividido casi por completo
por una banda de fibras nerviosas, la cápsula interna, en el núcleo caudado y el
núcleo lenticular.
Cuerpo amigdalino
El cuerpo amigdalino está situado en el lóbulo temporal, cerca del uncus o gancho.
Se considera parte del sistema límbico
Claustro
El claustro es una fina lámina de sustancia gris que está separada de la superficie
lateral del núcleo lenticular por la cápsula externa. Lateral al claustro se encuentra
la sustancia blanca subcortical de la ínsula. Se desconoce la función del claustro.
Sustancia blanca de los hemisferios cerebrales
La sustancia blanca está compuesta por fibras nerviosas mielínicas de diferentes
diámetros sostenidas por la neuroglía. Las fibras nerviosas pueden clasificarse en
tres grupos, según sus conexiones: a) fibras comisurales, b) fibras de asociación
y c) fibras de proyección.
Fibras comisurales
Las fibras comisurales conectan esencialmente las regiones correspondientes de los
dos hemisferios. Son las siguientes: el cuerpo calloso, la comisura anterior, la
comisura posterior, el fórnix y la comisura habenular.
Fibras de asociación
Las fibras de asociación son fibras nerviosas que, esencialmente, conectan varias
regiones corticales dentro del mismo hemisferio, y pueden clasificarse en grupos
cortos y largos.
Fibras de proyección
Las fibras nerviosas aferentes y eferentes que vienen y van desde el tallo cerebral
hacia toda la corteza cerebral deben circular entre grandes masas nucleares de
sustancia gris dentro del hemisferio cerebral.
Bibliografía