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Joy: el nombre del éxito es una película que recrea la vida de una mujer, Joy Mangan.
Madre de dos hijos, ama de casa, divorciada, que se cansa de un trabajo que no la
hace realmente feliz, tiene que mantener a su familia que es bastante disfuncional, pero
dentro de todo ese caos y contra todo pronóstico encuentra la forma y se permite crear
el invento que revolucionaría la limpieza en los hogares.
Sus padres se separaron cuando Joy era pequeña, su madre se quedó con ella y su
padre se llevó a Peggy (su media hermana). Al crecer separadas se creó una rivalidad
entre ellas que nota cuando son adultas.
Es aquí donde empieza la aventura de Joy, quien lidia con su inexperiencia en materia
de negocios, con las trabas que inconscientemente le pone su familia, y con todas las
dificultades que implican el comenzar a materializar una idea desde cero.
Pero, aunque todo se torne contra ella, Joy tiene cualidades que la hacen única, al
menos para los negocios: es emprendedora, perseverante, obstinada, ambiciosa y muy
creativa, estas su gran arma para poder lograr su sueño.
No hay algo que estorbe más en la vida que “el deber ser”, y gracias a esto puedes
perder de vista tus sueños y éstos se alejarán cada vez más; este es uno de los
mensajes principales de la película, si tú crees en algo a pesar de que no sea lo que se
espera de ti, debes de escuchar tu voz interna y no escuchar a los demás.
Los mensajes de esta película funcionan en varias direcciones del desarrollo del ser
humano.
"Llegamos hasta aquí gracias al trabajo duro, la paciencia y la humildad. Por lo tanto,
quiero decirte que nunca creas que el mundo te debe algo. Porque no te debe
absolutamente nada". -- Joy