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CURSO DE PREPARACIÓN PARA EL MATRIMONIO

EXPECTATIVAS

Escribe tus respuestas de manera muy sincera


Habla de cada una de ellas con quien te vas a casar

1.- ¿QUE CONDUCTAS O ACTITUDES ESPERO DE TI CUANDO SEAS MI


ESPOSO/A?
(Escribir las tres que para ti son las más importantes).

2.- ¿QUE ESPERO DE NUESTRA VIVENCIA RELIGIOSA?


(Participación en la misa, frecuencia de los sacramentos, formación de los hijos, oración.
etc...).

3.- ¿QUE ESPERO DE TI EN LA CONVIVENCIA SOCIAL?


(Forma de pasar los fines de semana, posibilidad de seguir frecuentando tus amigos o
los míos, tardes o noches "libres", frecuencia del trato con la familia política, comidas de
domingos, navidad, etc.)

4.- ¿QUE ESPERO DEL MANEJO DE NUESTRO DINERO?


(Dinero tuyo o dinero mío, herencias, sueldos, ayuda económica de las familias,
matrimonio civil por separación de bienes o bienes mancomunados, atenernos a
presupuesto y hacerlo, cuentas bancarias, tarjetas, información abierta o cerrada, etc...)
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5.- ¿QUE ESPERO DE TI EN MI DESARROLLO PROFESIONAL?
(Autorrealización, libertad, horarios y compromisos de trabajo, viajes, ambición,
aspiraciones, límites…, y esto ante los hijos?

6.- ¿QUE ESPERO DE LA REPARTICION DEL TRABAJO EN LA CASA?


(Quién va hacer qué, cuándo y cómo, etc...)

7.- ¿QUE EXPECTATIVAS TENGO DE TI CON NUESTROS HIJOS?


(Educación, diversión, colegios, colaboración en el trabajo que implica la educación de
los hijos, cuántos queremos tener, tiempo, etc.).

8.- ¿CON QUE ACTITUDES CONCRETAS ESPERO QUE ME MANIFIESTES


TU CARIÑO Y TU AMOR?

9.- EXPECTATIVAS DE MI VIDA SEXUAL CONTIGO.


¿QUE MIEDOS? ¿QUE DESEOS?

10.- SI TE PUDIERA PEDIR SOLAMENTE UNA COSA EN LA QUE


CAMBIARAS ESTA SERIA:
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Transcripción: Normalmente, las parejas van hablando de las aspiraciones de cada una de las partes de
forma espontánea a medida que comparten momentos y surgen las oportunidades de hablar de ellas. Sin
embargo, es poco habitual que una pareja se siente a hablar de sus aspiraciones… ¡y esto es muy
importante! ¿Qué pasaría si un día, después de mucho tiempo con tu pareja, te enteraras de que aspira a
mudarse a una gran ciudad en cuanto su trabajo se lo permita? ¡Pero si tú aspiras a una vida tranquila en el
campo! ¿Ves lo importante que es hablar de estas cosas? A continuación te voy a plantear un montón de
preguntas para que te sientes con tu pareja y, ambos, respondáis a cada una de las preguntas… y a todas
las que se os ocurran aunque yo no las mencione. Algunas son de carácter personal y otras implican a tu
pareja. Algunas son superficiales y otras son más profundas pero, sea como sea, viene bien que tu pareja
conozca tus aspiraciones. Vais a necesitar pausar este vídeo muchísimas veces. ¡Pero hacedlo! Y contestad
a cada pregunta. ¿Vamos?
[Preguntas para compartir]
¿Cuál sería tu esperanza de vida ideal?
¿Cuántos años te gustaría vivir?
¿Qué aspectos de tu salud te gustaría mejorar?
¿Tienes alguna dolencia habitual de la que querrías desprenderte?
¿Qué hábitos no saludables quieres abandonar?
¿Qué nuevos hábitos saludables te gustaría asumir?
¿Cómo es el cuerpo que te gustaría llegar a tener dentro de unas mejoras realistas?
¿Cómo te gustaría que fuese tu forma física? ¿Cuál sería tu peso ideal?
¿Hay alguna parte de tu cuerpo que te gustaría tonificar o fortalecer?
¿Según qué estilo te gustaría vestir?
¿Qué quieres que tu aspecto físico transmita a otras personas?
¿Cuál sería tu profesión ideal?
¿Qué ocupación profesional conseguiría que cada día fueras motivada o motivado y con energía a trabajar?
¿Cuál sería tu horario laboral idílico?
¿Cómo es el espacio físico en el que te gustaría trabajar?
¿Preferirías trabajar en una oficina, al aire libre, en un aula, en un laboratorio, desde tu casa…?
¿Te gustaría trabajar en algún tipo particular de empresa?
¿Es tu sueño ser tu propia jefa o jefe?
¿Quieres trabajar en solitario o en equipo?
¿Con qué clase de personas te gustaría trabajar?
¿Cómo sería para ti un buen entorno de trabajo?
¿Deseas trabajar en tu contexto próximo o prefieres viajar y pasar tiempo trabajando en otros países?
¿Prefieres que tu trabajo sea relajado o que te haga estar en constante actividad?
¿Cuánto dinero te gustaría ganar?
¿Qué cosas te gustaría permitirte que no te puedes permitir?
¿En qué te gustaría poder invertir tu dinero?
¿Cómo sería tu vivienda ideal? ¿Prefieres vivir en un piso o en una casa?
¿Te gusta más el campo o la ciudad?
¿Qué espacios tendría tu hogar perfecto?
¿En qué estilo estaría decorada tu vivienda si pudieses elegir?
¿En qué pueblo o ciudad querrías vivir? ¿Con quién te gustaría vivir?
¿Cómo es tu pareja ideal?
¿Quieres tener hijos o hijas? ¿Cuántos? ¿Cuándo?
¿Qué tipo de relación te gustaría tener con tu pareja?
¿Qué te gustaría cambiar de tu relación actual con tu pareja?
¿Qué te gustaría cambiar de tu relación con tus amistades?
¿Cómo mejorarías tu relación con tu familia?
¿Qué necesitas para ser feliz?
Una vez respondáis a todas estas preguntas (y a todas las que surjan a mayores), estaréis en condiciones
de negociar qué aspiraciones de las que no son compatibles perseguiréis y cómo lo haréis.
Y por supuesto, será un excelente momento para empezar proyectos de vida juntos a partir de todas
vuestras aspiraciones compatibles.
¡Tened un buen momento con este ejercicio!
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LOS CINCO LENGUAJES DEL AMOR

La existencia de diferentes lenguajes del amor es un hecho que no mucha gente conoce. Sin
embargo, se trata de un aspecto decisivo a la hora expresar y recibir amor en la pareja. Seguro
que recuerdas el caso que te comentaba no hace mucho de Bárbara y Carlos. Él le hacía un
regalo extravagante y ella se sentía decepcionada porque lo que quería era pasar tiempo con
él. Con lo que veremos en esta clase, lograrás comprender mejor cuál era el problema entre
ellos: él expresaba su amor en un lenguaje y ella esperaba recibirlo en otro.
En la expresión del amor se han descubierto 5 grandes lenguajes. Por lo general, los 5 nos
gustan mucho, pero cada persona tiene unas tendencias y unas preferencias. Lo más
importante de esta clase es que logres comprender bien los 5 lenguajes para que sepas
identificar cuándo tu pareja te está expresando su amor… incluso aunque esté utilizando un
lenguaje diferente al que a ti te gustaría. ¡Toma nota de los 5 lenguajes del amor!

[El contacto físico]


El primer lenguaje del amor es el contacto físico. Las personas que expresan su amor a través
de este lenguaje, suelen preferir hacerlo mediante caricias, abrazos, tomando de la mano a su
pareja o incluso con las relaciones sexuales.
[La palabra]
El segundo lenguaje del amor es la palabra. Quienes suelen recurrir a ella para expresar su
amor, articulan preciosas declaraciones románticas, escriben poemas y cartas, dicen una y
otra vez cuánto quieren a sus parejas y lo especiales que son para ellas.
[Los regalos]
El tercer lenguaje del amor son los regalos. Las personas que expresan su amor mediante
regalos invertirán dinero en sus parejas para demostrarles que son queridas. O puede que en
lugar de dinero, inviertan tiempo en crear sus propios regalos, pero el resultado siempre será
un obsequio.
[El servicio]
El cuarto lenguaje del amor es el servicio. Si este es el modo en que expresas tu amor, harás
cosas por tu pareja constantemente con el objetivo de que sepa que la quieres. Ya puede ser
cocinar, llevarle el desayuno a la cama, hacerle un masaje relajante antes de dormir, arreglar
las averías al momento, entre muchas otras posibilidades.
[El tiempo de calidad]
Finalmente, el quinto lenguaje del amor es el tiempo de calidad. Quienes expresan su amor en
este lenguaje regalan a su pareja su presencia plena a menudo. No se trata simplemente de
compartir espacio durante mucho tiempo, sino más bien de aprovechar bien el tiempo juntos,
hacer cosas en común, disfrutar de los momentos conscientemente y prestando a la otra
persona toda la atención. No tiene por qué ser mucho tiempo, pero sí de mucha calidad
emocional.
[EJERCICIO]
Ahora que sabes cuáles son los 5 lenguajes del amor y cómo se expresan, te cuento el
ejercicio que te quiero proponer.
Primero. Identifica en qué lenguaje sueles expresar tu amor a tu pareja con mayor frecuencia.
Segundo. Identifica en qué lenguaje sueles esperar recibir amor por parte de tu pareja.
Tercero. Pregunta a tu pareja en qué lenguaje suele expresarte su amor.
Cuarto. Pregunta a tu pareja en qué lenguaje espera recibir tu amor.
Y quinto. El paso que realmente tendrá más impacto: Comprometeos a explorar los 5
lenguajes del amor en común y, sobre todo, a expresar vuestro amor con mayor frecuencia en
el lenguaje en que vuestra pareja espera recibirlo. Esta es una práctica de empatía y
solidaridad con la persona a la que amáis. ¿Estás preparada o preparado para este ejercicio?
Te aseguro que os va a gustar mucho hacerlo, y esto aumentará vuestro nivel de comprensión
mutua de un modo en que aún no imagináis
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PRESTA ATENCION A LOS PEQUEÑOS DETALLES

Cuando hablamos de relación de pareja, las pequeñas cosas son siempre las grandes cosas.
Me explico… Si tu pareja normalmente no es muy expresiva contigo pero hoy contrata una
avioneta que sobrevuele tu ciudad con una pancarta romántica para ti, probablemente te
impresione muchísimo.
Sin embargo, esa impresión tendrá un impacto mínimo en vuestra relación si vuestro día a día
carece de riqueza de experiencias entre los dos.
Por otro lado, si tu pareja nunca jamás en vuestra relación toma una gran decisión tan
extravagante y llamativa como la de la avioneta pero sí presta atención a tus necesidades y a
tus sentimientos cada día que compartís, el impacto en la relación será extremadamente alto.
Las relaciones de pareja, aunque agradecen las sorpresas de vez en cuando, no se
alimentan de otra cosa que del día a día, y en eso es en lo que debemos poner la mayor
parte de nuestro empeño.
Cada día tenemos infinidad de ocasiones de mostrar amor hacia la otra persona, en cosas
que pueden parecernos insignificantes, pero son las que importan, porque son las que
realmente construyen la calidad de una relación.
Déjame qué te cuente una experiencia personal… [Cómo supe que mi pareja era la persona
que yo querría a mi lado cada día de mi vida] Mi pareja y yo llevamos más de 10 años de
relación, y aunque al principio éramos muy jóvenes y no sabíamos cómo evolucionaría nuestra
historia, hubo algo insignificante que ocurrió un día como cualquier otro que me dejó claro que
él era la persona que yo querría a mi lado cada día de mi vida. Todavía no vivíamos juntos y
habíamos quedado para cenar en una tapería. En cuanto nos sentamos, el camarero nos
colocó delante, a cada uno, un plato, unos cubiertos, una servilleta y un vaso y nos entregó
dos cartas. Mientras yo estaba inmersa en mi carta noté cómo mi pareja tomaba mi vaso para
fijarse en una pequeña mancha que había en el cristal y, al ver que la mancha estaba seca,
cambió su vaso limpio por el mío quedándose él con el vaso sucio. Yo seguía mirando la carta
y, aunque me di cuenta de lo que acaba de pasar, fingí no haberlo visto para comprobar el
detalle definitivo: él creyó que yo no había percibido el detalle y ni siquiera se le ocurrió
hacérmelo saber. Es decir, no lo había hecho para exhibir su bondad; lo había hecho
sincera y genuinamente por mí. ¿Puede haber algo más bonito que saber que tu pareja te
cuida incluso cuando no estás mirando? Pues de eso de trata, de las pequeñas cosas que no
siempre son percibidas ni exhibidas, de los detalles que demuestran realmente el amor que
hay en la pareja.
El ejercicio que me gustaría proponeros a este respecto es una tarea de atención. A partir de
hoy, y cada día a lo largo de una semana, prestad plena atención a todas las pequeñas cosas
que la otra persona hace en vuestro beneficio. Cada noche, antes de dormir, compartid con
vuestra pareja 2 ó 3 pequeñas cosas que él o ella haya hecho que os hayan agradado o
conmovido especialmente.
Este ejercicio no sólo os permitirá prestar atención a todo lo que vuestra pareja hace sino
también os recordará constantemente la posibilidad de tener algún pequeño gesto vosotros
mismos o vosotras mismas.
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CUMPLE TUS PROMESAS
Los compromisos… las promesas… son un elemento fundamental de la confianza en una relación de
pareja. Cada vez que rompemos una promesa, hacemos más y más ancho el abismo que hay entre las dos
personas.
Si la persona con quien compartes tu vida te demuestra reiteradamente que no puedes contar con ella, que
diga lo que diga, su palabra no significa gran cosa, dejas de depositar tu confianza en ella, porque sabes
que te volverá a fallar. Cuando rompes una promesa estás faltando al respeto a la otra persona, le estás
diciendo que para ti, ella, no es tan importante como la excusa que traes contigo para justificarte. ¿Te
imaginas el enorme daño que pueden generar las promesas incumplidas a una relación? [Cómo proteger la
confianza en tu relación de pareja] Lo primero que debes tener claro para proteger la confianza en tu
relación de pareja es que las promesas no son un recurso gratuito.
Cuando cumples una promesa, estás aportando calidad a tu relación, pero cuando la incumples, el impacto
que esta decepción tiene sobre vuestra confianza en infinitamente más fuerte, y en ocasiones, una sola
promesa incumplida puede minar la confianza para siempre.
Por este motivo, si tienes el hábito de hacer promesas a la ligera, deshazte de ese hábito cuanto antes. No
abuses de ellas. Comprométete solamente cuando tengas la certeza de que podrás responder al
compromiso. Antes de hacer una promesa a tu pareja, contempla todas las variables y asegúrate de que,
pase lo que pase, la podrás cumplir. Cuando tengas intención de hacer algo por tu pareja y sientas la
tentación de prometerlo aun sabiendo que podrías acabar no cumpliendo esa promesa, en lugar de
prometer, habla honestamente con tu pareja y dile que, sinceramente, te gustaría poder comprometerte con
ese cometido pero que no quieres fallarle y sabes que existe la posibilidad de que no puedas mantener la
promesa. Si tomas la costumbre de prometer únicamente cuando sabes que podrás responder
satisfactoriamente a esa intención, tu pareja confiará muchísimo más en tus promesas, porque sabrá que no
las utilizas de forma gratuita. ¿Y qué pasa si has hecho una promesa pero a la hora de cumplirla te
encuentras obstáculos? Recuerda que tu respeto por la promesa que has hecho a tu pareja refleja
exactamente tu respecto por tu pareja. Si en el camino encuentras obstáculos, haz lo que tengas que hacer
para salvarlos. Si en el proceso surgen oportunidades no compatibles con tu promesa, detente un momento
y prioriza: ¿Qué es más importante para mi? ¿La confianza de mi pareja o esta oportunidad? ¿Pero qué
ocurre cuando, aun creyendo firmemente que podrías cumplir tu promesa, al final algo obstaculiza casi
irremediablemente el proceso? ¿O cuando las oportunidades que surgen son realmente importantes? Se
pueden dar situaciones extremas en las que, realmente, podrías cumplir tu promesa, pero sería una locura
obviar las circunstancias que te están tentando a no cumplirla o, tal vez, las consecuencias de seguir
adelante ignorando todo lo demás son considerables. En esos casos, antes de echar por la borda la
promesa que has hecho a tu pareja, habla con ella. Exponle la situación, explícale todos lo detalles y pídele
que te libere de la promesa. Hazle saber que él o ella es más importante para ti que esa situación, y que no
quieres perder su confianza, por lo tanto, la decisión de liberarte de la promesa está en sus manos. Muy
probablemente tu pareja te liberará de la promesa y tú habrás actuado correctamente con ella, habrás
salvaguardado su confianza en ti y te habrás ganado un poco más su respeto por tu honestidad y tu
compromiso. Pero es importante que no abuses de esta solución. Trata de contemplar previamente los
posibles imprevistos u obstáculos y comprométete sólo cuando de verdad creas que podrás responder.
Ahora te propongo que reflexiones acerca de las últimas promesas que has incumplido, y que tu pareja haga
lo mismo. Este no es un momento que recriminar. Todo lo contrario. Sería estupendo que hoy, tu pareja y tú,
os comprometierais a proteger la confianza de vuestra relación. Hablad al respecto, comunicaos
abiertamente sobre este tema y asumid el hábito de ser muy selectivos o selectivas con vuestras promesas
y, una vez hechas, priorizarlas como muestra de respecto por la persona que tenéis a vuestro lado.
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Aclara tus expectativas
¿Con qué frecuencia te sientes decepcionada o decepcionado con tu pareja?
¿Y con qué frecuencia experimenta tu pareja decepción hacia ti?
Hay una cosa que debes tener muy clara para empezar con esta nueva clase: Nadie tiene el poder de
decepcionar a nadie. La decepción es la emoción que experimentamos cuando nuestras expectativas no
son cumplidas. De este modo, cuando tu pareja no cumple tus expectativas, lo que tú sientes es decepción,
y viceversa. ¿Verdad que una persona desconocida difícilmente puede decepcionarte? Pues eso es porque
no esperas nada de ella. [La solución de las decepciones] La solución más eficaz para dejar de sentir
decepción es, directamente, eliminar tus expectativas. Si no esperas nada de tu pareja, es imposible que
pueda decepcionarte. Al contrario. Te sorprenderá constantemente con cada cosa buena que haga, porque
serán cosas que no esperabas. Si puedes llegar a amar a alguien de un modo tan incondicional como para
eliminar tus expectativas, te doy mi enhorabuena, pues no podrás sino ser feliz en tu relación de pareja. Sin
embargo, la mayoría de los seres humanos nos creamos expectativas constantemente con las personas con
quienes nos relacionamos, y cuanto más cercana es la relación, mayor es el número de expectativas… así
que imagina la magnitud de esas expectativas en un relación tan íntima con la pareja romántica. En este
ejercicio no se me ocurriría sugerirte que elimines tus expectativas porque, seamos realistas: es muy poco
probable que lo consigas simplemente con decidirlo. Necesitarías transformar radicalmente tu estilo de vida,
tus creencias y tu forma de relacionarte. Lo que te propongo en este ejercicio es la solución alternativa más
fácil, eficaz y accesible: la comunicación. Cuantas más expectativas no aclaradas haya en tu relación de
pareja, más constantes serán las decepciones. Por lo tanto, la solución no es otra que aclarar mutuamente
las expectativas. A menudo creemos que nuestras expectativas son implícitas a nuestra relación y que la
otra persona las conoce y las comprende… incluso aunque nunca las hayamos mencionado. Tendemos a
caer en el error fatal de creer que nuestras expectativas son de sentido común. Pero eso no es así. Cada
persona posee unas expectativas particulares, y so sabremos cuáles son las expectativas de nuestra pareja
ni nuestra pareja sabrá cuáles son las nuestra a menos que: hablemos explícitamente de ello. De este
modo, he aquí mi propuesta: Siéntate con tu pareja y hablad largo y tendido acerca de cuáles son vuestras
respectivas expectativas en cuanto a cada mínimo detalle de vuestra relación: desde el tiempo que invertís
juntos, hasta quién saca la basura, pasando por los hijos e hijas, el matrimonio, las relaciones sexuales, los
hábitos en el hogar y todo lo que se os ocurra. Cuanto mejor aclaradas estén vuestras expectativas, mayor
calidad estaréis aportando a vuestra relación. Una vez aclaradas vuestras expectativas, lo que os queda es
negociar. Puede que en algún aspecto vuestras expectativas se confronten. Decidid quién cederá en cada
uno de esos aspectos y llegar a acuerdos para evitar futuros enfados y decepciones. Y cada vez que surja
una situación nueva en vuestra vida de pareja, volved a hablar de vuestras expectativas al respecto. Te
puedo asegurar que, aunque este ejercicio requiere una gran inversión de tiempo y esfuerzo ahora, os
compensará muchísimo a lo largo de todo vuestro futuro como pareja. Sentaos… y ¡charlad!
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Trascripción de la Clase: Discúlpate sinceramente


Cuando digo “discúlpate sinceramente” no sé si sabes exactamente a qué me refiero.
Una disculpa sincera es lo que es.
Vamos a ver si la estás confundiendo con lo que no es.
A veces, las personas nos disculpamos genuinamente, de corazón, pero esas disculpas requieren de ti que
seas una persona emocionalmente sana, pues las personas inseguras no saben disculparse de verdad, ya
que tiene miedo a la vulnerabilidad que conlleva una disculpa.
Las personas inseguras no se disculpan, fingen hacerlo para luego poder decir “ya me disculpé”, pero lo
que realmente hacen es, o bien justificarse, o bien decir cualquier cosa para salir del paso cuando en
realidad no creen que hayan cometido un error.

[Las disculpas para salir del paso]


Seguro que alguna vez has recibido una disculpa para salir del paso. Se trata de una bonita frase del tipo “lo
siento mucho, sé que te hice daño” que es únicamente eso: una bonita frase. Las reconoces porque, si
vuelve a surgir la situación en que la otra persona cometió un error, esa persona vuelve a cometer el mismo
error. Por ejemplo, ¿qué valor tiene el hecho de que le digas a tu pareja que sientes muchísimo haberla
hecho esperar media hora cuando habíais quedado a las 7 en punto si la mayor parte de las veces que
quedes con tu pareja la harás esperar media hora? Esa disculpa no vale absolutamente nada, al contrario, le
estás transmitiendo, día tras día, un mensaje que dice: no te respeto, pero digo lo que quieres oír para no
tener que aguantar tu enfado.
[Las justificaciones]
El otro tipo súper habitual de falsas disculpas son las justificaciones. Imagina que, en un momento de
tensión, le das una mala contestación a tu pareja, llegando a ser ofensiva u ofensivo. ¿Qué harías si, en
lugar de disculparte, decidieras autojustificarte? Pues dirías cosas como… Lo siento, pero perdí el control.
Perdóname, pero ya estaba harta o harto de tus recriminaciones. Lo siento, pero me encontraba mal, sabes
que yo no soy así. Perdona, no quería insultarte. En todos esos casos estás diciendo que cometiste un error
del que no eres responsable, por lo tanto, una vez más, si se dieran las mismas circunstancias, volverías a
actuar igual, ya que había un detonante irremediable de tu comportamiento.
[Las disculpas sinceras]
Lo primero que tienes que tener clarísimo es que tú decides sobre tu comportamiento, de modo que
absolutamente todo lo que dices y todo lo que haces es tu responsabilidad. Una disculpa sincera no está
formulada en ningún tipo específico de frase… puede ser un “lo siento”, puede ser un “perdóname” o un “sé
que me equivoqué”, pero lo que debe quedar muy claro en una disculpa sincera es: Que eres perfectamente
consciente de que cometiste un error que tuvo unas consecuencias en tu pareja. Que asumes totalmente la
responsabilidad sobre lo que hiciste, sin excusas y sin justificaciones. Que, si se vuelven a dar las mismas
circunstancias, te comprometes a no volver a cometer ese error.

Lo que quiero proponerte en esta ocasión es que hagas un ejercicio de análisis con tu pareja.
Prestad atención a las pequeñas disculpas del día a día (si tú llegas tarde, si él incumple algo que había
prometido, si tú levantas la voz…), las más cotidianas, y las grandes, si surgen, y analizad en qué modo os
disculpáis. ¿Son disculpas para salir del paso? ¿Son justificaciones? ¿O son disculpas sinceras? Disfrutad
del ejercicio.
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MUESTRA TU AGRADECIMIENTO
Transcripción del vídeo: Sara B. Algoe es una reconocida investigadora de la Universidad de Carolina del
Norte cuyos estudios se centran, precisamente, en los efectos de la gratitud en las relaciones de pareja.

¿Sabes qué ha descubierto? La gratitud (tanto la que tú sientes hacia tu pareja como la que percibes que él
o ella siente hacia ti) mejora sustancialmente la satisfacción respecto de la relación que mantienes con esa
persona.
¿Con qué frecuencia das las gracias a tu pareja por lo que hace por ti? ¿Y tú pareja? ¿Con qué frecuencia
te muestra su agradecimiento?
En las relaciones de pareja, sobre todo en las de larga duración, es fácil olvidarse de la gratitud. Poco a
poco nos vamos adaptando a lo que tenemos, nos habituamos a tenerlo y hacemos algo fatal para nuestra
relación: empezar a darlo todo por hecho.
Damos por hecho que esa persona va a estar ahí, damos por hecho que cocinará y hará la compra, damos
por hecho el beso al llegar a casa, damos por hecho que arreglará lo que se estropee… lo damos todo por
hecho y dejamos de sentir agradecimiento por todo ello. Y te diré algo: este es uno de los peores males que
puede sufrir una pareja: el darlo todo por sentado, el no acordarnos de la fortuna que tenemos de que esa
persona forme parte de nuestra vida.
El beneficio de sentir agradecimiento, conscientemente, para ti, es que te recordarás todo lo bueno que hay
en vuestra relación y, por lo tanto, serás más feliz. Y el beneficio para tu pareja es que se sentirá valorada
cuando muestres tu gratitud y, por lo tanto, será más feliz. [Propuesta] La propuesta que os plantearé a tu
pareja y a ti en esta ocasión se compone de dos tareas: Presta atención a todo lo que hace tu pareja cuando
está contigo. Fíjate en cada pequeña cosa que hace y aprecia todo lo que hace por ti, para ti o teniéndote en
cuenta. Muestra tu gratitud explícitamente.
Dí GRACIAS, dile lo afortunada o afortunado que te sientes de que él o ella forme parte de tu vida. Haced
esto de forma consciente y atenta. Puede que al principio os resulte un poco complicado enfocar la atención
en la otra persona durante un tiempo prolongado, pero poco a poco aprenderéis a hacerlo sin esfuerzo, y la
gratitud pasará a ser un elemento constante en vuestra relación. Verás cómo, haciendo este ejercicio de
forma constante, la conexión entre tu pareja y tú se fortalece y vuestro nivel de bienestar y satisfacción en
esa relación aumenta de forma notable. ¡Disfrutad la práctica!

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