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EXPECTATIVAS
La existencia de diferentes lenguajes del amor es un hecho que no mucha gente conoce. Sin
embargo, se trata de un aspecto decisivo a la hora expresar y recibir amor en la pareja. Seguro
que recuerdas el caso que te comentaba no hace mucho de Bárbara y Carlos. Él le hacía un
regalo extravagante y ella se sentía decepcionada porque lo que quería era pasar tiempo con
él. Con lo que veremos en esta clase, lograrás comprender mejor cuál era el problema entre
ellos: él expresaba su amor en un lenguaje y ella esperaba recibirlo en otro.
En la expresión del amor se han descubierto 5 grandes lenguajes. Por lo general, los 5 nos
gustan mucho, pero cada persona tiene unas tendencias y unas preferencias. Lo más
importante de esta clase es que logres comprender bien los 5 lenguajes para que sepas
identificar cuándo tu pareja te está expresando su amor… incluso aunque esté utilizando un
lenguaje diferente al que a ti te gustaría. ¡Toma nota de los 5 lenguajes del amor!
Cuando hablamos de relación de pareja, las pequeñas cosas son siempre las grandes cosas.
Me explico… Si tu pareja normalmente no es muy expresiva contigo pero hoy contrata una
avioneta que sobrevuele tu ciudad con una pancarta romántica para ti, probablemente te
impresione muchísimo.
Sin embargo, esa impresión tendrá un impacto mínimo en vuestra relación si vuestro día a día
carece de riqueza de experiencias entre los dos.
Por otro lado, si tu pareja nunca jamás en vuestra relación toma una gran decisión tan
extravagante y llamativa como la de la avioneta pero sí presta atención a tus necesidades y a
tus sentimientos cada día que compartís, el impacto en la relación será extremadamente alto.
Las relaciones de pareja, aunque agradecen las sorpresas de vez en cuando, no se
alimentan de otra cosa que del día a día, y en eso es en lo que debemos poner la mayor
parte de nuestro empeño.
Cada día tenemos infinidad de ocasiones de mostrar amor hacia la otra persona, en cosas
que pueden parecernos insignificantes, pero son las que importan, porque son las que
realmente construyen la calidad de una relación.
Déjame qué te cuente una experiencia personal… [Cómo supe que mi pareja era la persona
que yo querría a mi lado cada día de mi vida] Mi pareja y yo llevamos más de 10 años de
relación, y aunque al principio éramos muy jóvenes y no sabíamos cómo evolucionaría nuestra
historia, hubo algo insignificante que ocurrió un día como cualquier otro que me dejó claro que
él era la persona que yo querría a mi lado cada día de mi vida. Todavía no vivíamos juntos y
habíamos quedado para cenar en una tapería. En cuanto nos sentamos, el camarero nos
colocó delante, a cada uno, un plato, unos cubiertos, una servilleta y un vaso y nos entregó
dos cartas. Mientras yo estaba inmersa en mi carta noté cómo mi pareja tomaba mi vaso para
fijarse en una pequeña mancha que había en el cristal y, al ver que la mancha estaba seca,
cambió su vaso limpio por el mío quedándose él con el vaso sucio. Yo seguía mirando la carta
y, aunque me di cuenta de lo que acaba de pasar, fingí no haberlo visto para comprobar el
detalle definitivo: él creyó que yo no había percibido el detalle y ni siquiera se le ocurrió
hacérmelo saber. Es decir, no lo había hecho para exhibir su bondad; lo había hecho
sincera y genuinamente por mí. ¿Puede haber algo más bonito que saber que tu pareja te
cuida incluso cuando no estás mirando? Pues de eso de trata, de las pequeñas cosas que no
siempre son percibidas ni exhibidas, de los detalles que demuestran realmente el amor que
hay en la pareja.
El ejercicio que me gustaría proponeros a este respecto es una tarea de atención. A partir de
hoy, y cada día a lo largo de una semana, prestad plena atención a todas las pequeñas cosas
que la otra persona hace en vuestro beneficio. Cada noche, antes de dormir, compartid con
vuestra pareja 2 ó 3 pequeñas cosas que él o ella haya hecho que os hayan agradado o
conmovido especialmente.
Este ejercicio no sólo os permitirá prestar atención a todo lo que vuestra pareja hace sino
también os recordará constantemente la posibilidad de tener algún pequeño gesto vosotros
mismos o vosotras mismas.
CURSO DE PREPARACIÓN PARA EL MATRIMONIO
CUMPLE TUS PROMESAS
Los compromisos… las promesas… son un elemento fundamental de la confianza en una relación de
pareja. Cada vez que rompemos una promesa, hacemos más y más ancho el abismo que hay entre las dos
personas.
Si la persona con quien compartes tu vida te demuestra reiteradamente que no puedes contar con ella, que
diga lo que diga, su palabra no significa gran cosa, dejas de depositar tu confianza en ella, porque sabes
que te volverá a fallar. Cuando rompes una promesa estás faltando al respeto a la otra persona, le estás
diciendo que para ti, ella, no es tan importante como la excusa que traes contigo para justificarte. ¿Te
imaginas el enorme daño que pueden generar las promesas incumplidas a una relación? [Cómo proteger la
confianza en tu relación de pareja] Lo primero que debes tener claro para proteger la confianza en tu
relación de pareja es que las promesas no son un recurso gratuito.
Cuando cumples una promesa, estás aportando calidad a tu relación, pero cuando la incumples, el impacto
que esta decepción tiene sobre vuestra confianza en infinitamente más fuerte, y en ocasiones, una sola
promesa incumplida puede minar la confianza para siempre.
Por este motivo, si tienes el hábito de hacer promesas a la ligera, deshazte de ese hábito cuanto antes. No
abuses de ellas. Comprométete solamente cuando tengas la certeza de que podrás responder al
compromiso. Antes de hacer una promesa a tu pareja, contempla todas las variables y asegúrate de que,
pase lo que pase, la podrás cumplir. Cuando tengas intención de hacer algo por tu pareja y sientas la
tentación de prometerlo aun sabiendo que podrías acabar no cumpliendo esa promesa, en lugar de
prometer, habla honestamente con tu pareja y dile que, sinceramente, te gustaría poder comprometerte con
ese cometido pero que no quieres fallarle y sabes que existe la posibilidad de que no puedas mantener la
promesa. Si tomas la costumbre de prometer únicamente cuando sabes que podrás responder
satisfactoriamente a esa intención, tu pareja confiará muchísimo más en tus promesas, porque sabrá que no
las utilizas de forma gratuita. ¿Y qué pasa si has hecho una promesa pero a la hora de cumplirla te
encuentras obstáculos? Recuerda que tu respeto por la promesa que has hecho a tu pareja refleja
exactamente tu respecto por tu pareja. Si en el camino encuentras obstáculos, haz lo que tengas que hacer
para salvarlos. Si en el proceso surgen oportunidades no compatibles con tu promesa, detente un momento
y prioriza: ¿Qué es más importante para mi? ¿La confianza de mi pareja o esta oportunidad? ¿Pero qué
ocurre cuando, aun creyendo firmemente que podrías cumplir tu promesa, al final algo obstaculiza casi
irremediablemente el proceso? ¿O cuando las oportunidades que surgen son realmente importantes? Se
pueden dar situaciones extremas en las que, realmente, podrías cumplir tu promesa, pero sería una locura
obviar las circunstancias que te están tentando a no cumplirla o, tal vez, las consecuencias de seguir
adelante ignorando todo lo demás son considerables. En esos casos, antes de echar por la borda la
promesa que has hecho a tu pareja, habla con ella. Exponle la situación, explícale todos lo detalles y pídele
que te libere de la promesa. Hazle saber que él o ella es más importante para ti que esa situación, y que no
quieres perder su confianza, por lo tanto, la decisión de liberarte de la promesa está en sus manos. Muy
probablemente tu pareja te liberará de la promesa y tú habrás actuado correctamente con ella, habrás
salvaguardado su confianza en ti y te habrás ganado un poco más su respeto por tu honestidad y tu
compromiso. Pero es importante que no abuses de esta solución. Trata de contemplar previamente los
posibles imprevistos u obstáculos y comprométete sólo cuando de verdad creas que podrás responder.
Ahora te propongo que reflexiones acerca de las últimas promesas que has incumplido, y que tu pareja haga
lo mismo. Este no es un momento que recriminar. Todo lo contrario. Sería estupendo que hoy, tu pareja y tú,
os comprometierais a proteger la confianza de vuestra relación. Hablad al respecto, comunicaos
abiertamente sobre este tema y asumid el hábito de ser muy selectivos o selectivas con vuestras promesas
y, una vez hechas, priorizarlas como muestra de respecto por la persona que tenéis a vuestro lado.
CURSO DE PREPARACIÓN PARA EL MATRIMONIO
Aclara tus expectativas
¿Con qué frecuencia te sientes decepcionada o decepcionado con tu pareja?
¿Y con qué frecuencia experimenta tu pareja decepción hacia ti?
Hay una cosa que debes tener muy clara para empezar con esta nueva clase: Nadie tiene el poder de
decepcionar a nadie. La decepción es la emoción que experimentamos cuando nuestras expectativas no
son cumplidas. De este modo, cuando tu pareja no cumple tus expectativas, lo que tú sientes es decepción,
y viceversa. ¿Verdad que una persona desconocida difícilmente puede decepcionarte? Pues eso es porque
no esperas nada de ella. [La solución de las decepciones] La solución más eficaz para dejar de sentir
decepción es, directamente, eliminar tus expectativas. Si no esperas nada de tu pareja, es imposible que
pueda decepcionarte. Al contrario. Te sorprenderá constantemente con cada cosa buena que haga, porque
serán cosas que no esperabas. Si puedes llegar a amar a alguien de un modo tan incondicional como para
eliminar tus expectativas, te doy mi enhorabuena, pues no podrás sino ser feliz en tu relación de pareja. Sin
embargo, la mayoría de los seres humanos nos creamos expectativas constantemente con las personas con
quienes nos relacionamos, y cuanto más cercana es la relación, mayor es el número de expectativas… así
que imagina la magnitud de esas expectativas en un relación tan íntima con la pareja romántica. En este
ejercicio no se me ocurriría sugerirte que elimines tus expectativas porque, seamos realistas: es muy poco
probable que lo consigas simplemente con decidirlo. Necesitarías transformar radicalmente tu estilo de vida,
tus creencias y tu forma de relacionarte. Lo que te propongo en este ejercicio es la solución alternativa más
fácil, eficaz y accesible: la comunicación. Cuantas más expectativas no aclaradas haya en tu relación de
pareja, más constantes serán las decepciones. Por lo tanto, la solución no es otra que aclarar mutuamente
las expectativas. A menudo creemos que nuestras expectativas son implícitas a nuestra relación y que la
otra persona las conoce y las comprende… incluso aunque nunca las hayamos mencionado. Tendemos a
caer en el error fatal de creer que nuestras expectativas son de sentido común. Pero eso no es así. Cada
persona posee unas expectativas particulares, y so sabremos cuáles son las expectativas de nuestra pareja
ni nuestra pareja sabrá cuáles son las nuestra a menos que: hablemos explícitamente de ello. De este
modo, he aquí mi propuesta: Siéntate con tu pareja y hablad largo y tendido acerca de cuáles son vuestras
respectivas expectativas en cuanto a cada mínimo detalle de vuestra relación: desde el tiempo que invertís
juntos, hasta quién saca la basura, pasando por los hijos e hijas, el matrimonio, las relaciones sexuales, los
hábitos en el hogar y todo lo que se os ocurra. Cuanto mejor aclaradas estén vuestras expectativas, mayor
calidad estaréis aportando a vuestra relación. Una vez aclaradas vuestras expectativas, lo que os queda es
negociar. Puede que en algún aspecto vuestras expectativas se confronten. Decidid quién cederá en cada
uno de esos aspectos y llegar a acuerdos para evitar futuros enfados y decepciones. Y cada vez que surja
una situación nueva en vuestra vida de pareja, volved a hablar de vuestras expectativas al respecto. Te
puedo asegurar que, aunque este ejercicio requiere una gran inversión de tiempo y esfuerzo ahora, os
compensará muchísimo a lo largo de todo vuestro futuro como pareja. Sentaos… y ¡charlad!
CURSO DE PREPARACIÓN PARA EL MATRIMONIO
Lo que quiero proponerte en esta ocasión es que hagas un ejercicio de análisis con tu pareja.
Prestad atención a las pequeñas disculpas del día a día (si tú llegas tarde, si él incumple algo que había
prometido, si tú levantas la voz…), las más cotidianas, y las grandes, si surgen, y analizad en qué modo os
disculpáis. ¿Son disculpas para salir del paso? ¿Son justificaciones? ¿O son disculpas sinceras? Disfrutad
del ejercicio.
CURSO DE PREPARACIÓN PARA EL MATRIMONIO
MUESTRA TU AGRADECIMIENTO
Transcripción del vídeo: Sara B. Algoe es una reconocida investigadora de la Universidad de Carolina del
Norte cuyos estudios se centran, precisamente, en los efectos de la gratitud en las relaciones de pareja.
¿Sabes qué ha descubierto? La gratitud (tanto la que tú sientes hacia tu pareja como la que percibes que él
o ella siente hacia ti) mejora sustancialmente la satisfacción respecto de la relación que mantienes con esa
persona.
¿Con qué frecuencia das las gracias a tu pareja por lo que hace por ti? ¿Y tú pareja? ¿Con qué frecuencia
te muestra su agradecimiento?
En las relaciones de pareja, sobre todo en las de larga duración, es fácil olvidarse de la gratitud. Poco a
poco nos vamos adaptando a lo que tenemos, nos habituamos a tenerlo y hacemos algo fatal para nuestra
relación: empezar a darlo todo por hecho.
Damos por hecho que esa persona va a estar ahí, damos por hecho que cocinará y hará la compra, damos
por hecho el beso al llegar a casa, damos por hecho que arreglará lo que se estropee… lo damos todo por
hecho y dejamos de sentir agradecimiento por todo ello. Y te diré algo: este es uno de los peores males que
puede sufrir una pareja: el darlo todo por sentado, el no acordarnos de la fortuna que tenemos de que esa
persona forme parte de nuestra vida.
El beneficio de sentir agradecimiento, conscientemente, para ti, es que te recordarás todo lo bueno que hay
en vuestra relación y, por lo tanto, serás más feliz. Y el beneficio para tu pareja es que se sentirá valorada
cuando muestres tu gratitud y, por lo tanto, será más feliz. [Propuesta] La propuesta que os plantearé a tu
pareja y a ti en esta ocasión se compone de dos tareas: Presta atención a todo lo que hace tu pareja cuando
está contigo. Fíjate en cada pequeña cosa que hace y aprecia todo lo que hace por ti, para ti o teniéndote en
cuenta. Muestra tu gratitud explícitamente.
Dí GRACIAS, dile lo afortunada o afortunado que te sientes de que él o ella forme parte de tu vida. Haced
esto de forma consciente y atenta. Puede que al principio os resulte un poco complicado enfocar la atención
en la otra persona durante un tiempo prolongado, pero poco a poco aprenderéis a hacerlo sin esfuerzo, y la
gratitud pasará a ser un elemento constante en vuestra relación. Verás cómo, haciendo este ejercicio de
forma constante, la conexión entre tu pareja y tú se fortalece y vuestro nivel de bienestar y satisfacción en
esa relación aumenta de forma notable. ¡Disfrutad la práctica!