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Liliana Marcela Rodríguez Cruz

Seminario I
Maestría en Estudios Artísticos
Facultad de Artes ASAB
Universidad Distrital Francisco José de Caldas

CARA A CARA, PIXEL A PIXEL…

La situación actual de pandemia nos ha llevado a hacer uso urgente y obligado de las
herramientas tecnológicas. Como mencionó Sofía Monsalve (actriz y directora) en una
charla dada en la clase de Seminario I de la Maestría en Estudios Artísticos de la Facultad
de Artes de Universidad Distrital; en esta nueva realidad el contacto humano ha sido
reemplazado por una comunicación digital que redefine nuestras formas de relacionarnos
incluso con nosotros mismos. Al estar frente a una cámara y un micrófono tenemos una
percepción desconocida de nuestra voz, nuestra cara y nuestro cuerpo.

Como cantante fue un proceso largo y tortuoso aceptar el sonido de mi voz grabada.
Enfrentarse al registro hace que uno tenga que entrar en un camino de auto-aceptación y
auto-reconocimiento, y ese camino es el que hemos tenido que asumir todos, de una
manera u otra, en esta nueva etapa de comunicación digital.

Con este panorama, me es de gran interés personal la forma en la que puedo incorporar a
mi proyecto de la búsqueda de la solidaridad femenina, todas estas nuevas herramientas
de registro, comunicación y difusión tecnológica (es fundamental en esta etapa en la que
estoy dedicada a re-pensar el proyecto). Es innegable que este despertar digital abre las
puertas a nuevas dinámicas de comunicación, de generación de conocimiento y
producción de vínculos de toda índole. Es imperioso utilizar estas herramientas en favor
de nuestras búsquedas. En mi caso, varias personas me han aconsejado plantear mi
proyecto con relación a las plataformas virtuales aprovechando mis conocimientos previos
en locución y voz en off.

Los espacios digitales pueden facilitar la socialización de experiencias y conocimientos de


las mujeres y ser decisivos en la creación de la solidaridad femenina o sororidad. Incluso
las plataformas tecnológicas pueden ser la opción para construir nuevas alternativas de
negocios y emprendimientos que surjan como espacios de igualdad y reivindicación social
y económica para las mujeres.

Usando la tecnología podríamos construir un significado más holístico a la palabra red,


donde no se circunscriba solo a Facebook, Twitter o WhatsApp, sino que sean conexiones
entre mujeres, diálogos y cuerpos.

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