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1. EL INFERENCIALISMO SEMÁNTICO
y EL EXPRESMSMO LÓGICO
, ,
I. INTRODUCCIÓN·
n. EL REPRESENTACIONISMO y EL INFERENCIALISMO
no está dentro demj al(?ance argumentar.a favor de esta tesis cionan de forma Jiable·es la conciencia. En ese uso el término
en este momento. se encuentra ligado a la:noción de comprensión: el termostato
y el loro' no comprenden sus respuestas; esas respuestas no sig
nifican nada paraellosjaunque puedan hacerlo para nosotros.
Podemos añadir queJa, distinción que se persigue es la que
III. EL INFERENCIALISMO y LOS INFORMES NO INFERENCIALES . existe entre una clasificación.: meramente reactiva· y una dasifi
caciónespecíficam~nte conceptual: El infovniante, a diferencia
Los conceptos para los que lasnoci0t~es inferenciales del con ddloro y.del termostato, ha de poseer el concepto de tempera"
tenido son claramente menos apropiados son los asociados con tura o frío ; Lo que constituye la diferencia relevante es -la clasi
las propiedades observables, tales como los colores. Porque la ficación bajo un concepto, algo cuyo significado entiende o
forma característica. de usar esos c.onceptos .es precisamente capta el informante.
la de formular informes no inferenciales, como «Esta pelota es En este punto es donde Sellars introduce su idea principal:
roja». Una de lasJecdones más importantes. que podemos el hecho de que una respuesta tenga un contenido conceptu.al
extraer de la obra maestra de Sellars, Bmpiricism and the Philo consiste precisamente en desempeñar una función en el juego
sophy ofMind (como de la sección «Certidumbre sensorial» de inferencial de hacer afirmaciones y dar y pedir razones. Captar
la Fenomenología de Hegel), es la lección inferencialista de que o comprender un concepto así es tener un conocimiento prác
incluso esos informes no inferendales han de articularse infe tico de las inferencias en que está inserto -conocer, en el senti
rendalmente . .sin este requisito, no podemos dedr cuá1.es la.di do práctico de «ser capaz de distinguir» (una clase de saber
ferencia entre los informantes no inferenciales y la maquinaria cómo), qué se sigue de la aplicabilidad de un concepto, y qué se
automática, como los termostatos y las células sensibles a la luz, sigue de él. El loro no trata «Eso es rojo» como incompatible
que también tienen disposiciones fiables a responder de forma con «Eso es verde», ni como si se siguiera de «Eso es .escarla
diferenciada a los estímulos. ¿Cuál es la importante diferencia ta», e implicara «Eso es de color». En la medida en que, en el
que existe entre un termostato que dispara la calefacción cuan caso del loro, la respuesta repetida no se encuentra inserta en
do la temperatura baja a quince grados, o un loro entrenado las propiedades prácticas de la inferencia y de la justificación, y
para decir «Eso es rojo» ante la presencia de cosas .rojas, por un por tanto en la realización de juicios posteriores, no se trata en
lado, y un auténtico informante no inferencial en esas circuns absoluto de una cuestión conceptual o cognz/iva.
tancias, por otro? Todos clasifican estímulos particulares en De esa demarcación inferencial de lo conceptual se sigue de
una clase general, a saber, la clase que provoca una respuesta . forma inmediata que, para dominar cualquier concepto, uno ha
de un cierto tipo que se repite. Por supuesto, en el mismo sen de dominar muchos. Porque la captación de un concepto con
tido, una barra de acero clasifica su entorno en dos clases, de siste en el dominio de algunas de sus relaciones inferenciales
pendiendo de si responde oxidándose o no. .Es fácil decir, pero con otros conceptos por lo menos. Desde un punto de vista
vacuo, que lo que distingue a los informantes de los que reac- cognitivo, el dominio .de un único concepto es como el sonido
62 Robert B. Brandom El inferencialismo semántico y el expresivismo lógico 63
de la palmada de una sola mano. Otra consecuencia es que, condiciones de verdad de las oraciones que representan me
para ser capaz de aplicar de forma no inferencial un concepto, diante expresiones suboracionales y que; luego, determina una
se ha de ser capaz de utilizar otros inferencialmente. Porque, a noción de correccióninferencial concebida en términos de in
menos que su aplicación sirva como premisa para extraer con clusiones conjuntistas entre los conjuntos correspondientes de
secuencias inferenciales, no funci0na en .absoluto como un condiciones de verdad. Pero, en la medida en que se puede re
concepto. Por eso, es un error radical la idea de que podría ha mitir esta historia contemporánea hasta Frege,yno estoy segu
ber un juego autónomo de lengllaje, uno que se pudiera jugar ro de que se pueda, sólo sería posible si se comenzara con el
sin jugar a ningún otro, que consistiera nada más que en infor Frege de 1890. Él comiehza sus investigaciones semánticas con
mes no inferenciales (incluso los contenidos normales de la la idea de inferencia, no con la de referencia. Su primera obra
~-
propia mente, que es el caso del que sobre todo se ocupa Se influyente, la Begrzffsschrzft de 1879, tiene como objetivo la ex
llars en Empiricism and the Philosophy ofMine!). (Por supuesto, plicación del «contenido conceptual» (begriffliche InhalO . La
esto es compatible con que haya lenguajes sin conceptos teóri calificación/de «c onceptual» se íñierpret~ ~xplícit;¡;'~nte en
cos, es decir, conceptos cuyo único uso sea inferencial. El re términ~s inferenciales:
quisito es que, para que cualquier concepto tenga usos infor
mativos, algunos conceptos han de tener usos n.o llformativos). Existen dos formas en que puede diferir el contenido de dbs juicios;
puede darse el caso, o puede que no, de que todas las inferencias que
se puedan sacar del primer juicio, en combinación con otras, puedan
extraerse también del segundo cuando se combinan con los mismos
juicios auxiliares. Las dos proposiciones «Los griegos derrotaron a los
IV. FREGE SOBRE BEGRlFFLICHE INHALT persas en Platea» y «Los persas fueron derrotados por los griegos en
Platea» se distinguen de la primera forma; incluso si se puede advertir
Sin embargo, mi propósito, por el momento, no es el de ir tras una ligera diferencia de sentido, predomina la concordancia de senti
las consecuencias de la comprensión inferencial de los conteni do. Ahora bien, denomino «contenido conceptual» a esa parle del
dos conceptuales que Sellars recomienda, sino de sus antece contenido que es la misma eI1 1qs-dQs proposicion~. Sólo ese contenido
dentes. El predecesor más interesante es el joven Frege. Frege tiene significación para nuestro lenguaje simbólico (Begriffsschrzft) .
L.,) En mi lenguaje formalizado (BGS) L..] sólo se considera esa par
puede parecer un improbable heredero de la tr·adición inferen
te de los juicios que afecta a las posibles inferencias. Cualquier ele
cialista. Después de todo, se le concibe como el padre de la for mento que sea preciso para una illferencia correcta [richtig, que a ve
ma contemporánea de establecer el orden representacionista de ces se traduce incorrectamente como «válida»] se ha de expresar de
la explicación, que comienza con una noción independiente de forma completa; 10 que no se precisa, [. ..] no l .
las relaciones de referencia o denotación, que surgen entre los
elementos mentales o lingüísticos y los objetos o conjuntos de Dos afirmaciones tienen el mismo contenido <;:onceptual si,
objetos de un entorno que, en buena medida, ni es mental hi y sólo si, ti~n~..n la mislll.a función inferencial: una buena infe
lingüístico y que, a partir de ahí, determina en primer lugar las rencia nunc~ se convierte ~; mala cuando se sustituye una por
64 Robert B. Brandom El inferencialismosemántico y el expn:sivismo lógico 65
otra. Esta forma de especificar .el0bjetivo explicativo al que.se puestas clases de verdad abiertamerite diferentes, la verdad analítica y
dirigen las teorías semánticas,.incluyendo las· referenciales, es la verdad contirigente; :loqudlabda parecido absurdodrrelevante
reuogidapor Carnap,alumno de Frege, que,. en TheLogical si, desde el c011lienzo, eLcar~,cter ~e la relación de consecuencia,de
Syntax 01 Language, .define el contenido de ·unaoración como ductiva se hubiera considerado el problema central).
• . \ . , . , l . .
. . ' . ' . :
considérese la inferencia de «Pittsburg está al oeste de Prince tarán mojadas». Con esta premisa «suprimida», la inferencia es
ton» a «Princeton está al este de Pittsburg», yde «Ahora se ha un caso particular del esquema formalmente válido de elimina
visto el rayo» a «Pronto sonará el trueno». Son los contenidos ción del condicional. El «dogma» expresa un compromiso con
de los conceptos oeste y este lbs que hacen del primer ejemplo un orden en la explicacion que trata todas las inferencias como
una buena inferencia, y los contenidos de los conceptos rayo y buenas o m~las únicamente en virtud de su forma, y los conte
trueno, así como los conceptos temporales, los que hacen co nidos de las afirmaciones que incluyen son importantes única
rrecta la segunda. El respaldo a esas inferencias constituye par mente para. la verdad de. las premisas (implícitas). De acuerdo
te de la captación o el dominio de esos conceptos, indepen con este orden de cosas, no existe algo así como la inferencia
dientemente de cu~lquier característica competencia lógica. material. Esta concepción, que concibe la «buena inferencia»
No obstante, a menudo se identifica la articulación inferen como si significara «la inferencia formalmente válida», postu
cial con la articulación lógica. En consecuencia, se trata a las in lando premisas implícitas, cuando son precisas, puede denomi
ferencias materiales como una categoría derivada. La idea es narse «concepción formalista de la inferencia». Hace equivaler
que ser racional-estar sujeto a la fuerza normativa de la mejor la bondad de la inferencia a la verdad de los condicionales. y
razón, que tanto dio que hacer y fascinó a los griegos- se pue hacerlo es dar el paso atrás del que Dummett se queja. (Tam
de comprender como una capacidad puramente lógica. En bién es el que introduce el problema que Lewis Carroll expone
parte, esta tendencia fue alentada por formulaciones vagas, en Aquiles y la tortuga). La captación de la lógica que se atribu
meramente verbales, de la diferencia crucial entre la fuerza in ye ha de ser implícita, puesto que únicamente precisa manifes
ferencial de las razones y la fuerza físicamente eficaz de las cau tarse distinguiendo las inferencias materiales en buenas y ma
. sas, que convierte esa diferencia en la compulsión «lógica» y las, no mediante ninguna capacidad adicional para manipular
«natural». Sin embargo, se produce un error si se emplea el el vocabulario lógico o respaldar las tautologías que lo inclu
concepto lógico en esas circunstancias de aplicación, junto con yen. Pero, entonces, ¿cuál es el beneficio explicativo que resul
las consecuencias de la aplicación que restringen la noción de ta de atribuir esa habilidad lógica implícita, en vez de la capaci
fuerza lógica de las razones a las inferencias formalmente váli dad de valorar precisamente la corrección de la inferencia
das. El compromiso esencial que es fundamental para esta cla material?
se de concepción es lo que Sellars denomina «el dogma hereda La concepción que suscribe Sellars se puede entender me
do [ ... ]de que la inferencia que encuentra su expresión en "está jor haciendo referencia a la lista completa de alternativas que
lloviendo, luego las calles estarán mojadas" se trata de un enti considera:
mema»4.
De acuerdo con esta manera de pensar, cuando se suscribe Hemos llegado a distinguir las siguientes seis concepciones acerca del
estatuto de las reglas materiales de la inferencia:
una inferencia, es porque se cree en un condicional. Así, la in
ferencia instanciada se concibe como si entrañara implícita 1) Las reglas materiales son tan necesarias para el significado (y por
mente el condicional «Si está lloviendo, entonces las calles es- tan~ para el lenguaje y el pensamiento) como lo son las formales,
r
68 . Robert B. Brandom El inferencialismosem6.ntico y el expresivismo lógico 69
porque eontribuyen a los .detallesarquitectónicos de su estructu contenido, I2roposicional? Una consideración imp.ortante es Ja
ra <;kntrod.e los so.portes.de la fonna lógi~a. de~cíue la ~oción de inferencias formalmente válid,as es defini~
2) Auñqüe no sone~epcif!les pa.ra eL ~ignifica.d,o, las ,regl.a smateria ole de una forma natural a partir de las materialmente correc
les de la inferencia tienen una autoridad .~special que no se deriva tas, mientras que no existe camino a la inversa. Porque, dado
de l~s, reglas formales, y de~einp~fian u~~ funciÓ~. indispensable
un subconjunto del vocabulario que, de alguna forma, se privi
en lo qúe pensamos sobre c¿e~tíone~ fácttcás. ' " " " .
3) Lo mismo que en (2); excepto que se sostiene que d 'rétonocirTIien
legie o distinga, una infereneia se puede tratar como buena en
to de las reglas materiales de inferencia es ub- aspecto prescindible virtud de su forma, con respecto a ese vocabulario, en el caso
dd conocirTIiento; en todo caso es una cuestión conveniente~ en que
4) Las reglas materiales de inferencia tienen una autoridad estricta
mente derivada, aunque son auténtica~ reglas de inferencia. sea una inferencia materialmente buena, y
5) Lasoracior¡.es qU~ .provpcan estos problemas sqbre l¡i.~ regla!, ma no pueda convertirse en una materialmente mala susti
teriales de .~ferencia ~C?~on 'sinoforinulacione¿ aQfeviadas de in tuyeNdo el vocabulario no privilegiado por vocabulario
güística mediante la cual el: vocabulario se puede calificar de dan enfrentar a objeciones y alternativas; una forma en la que se
lógico. puedan mostrar como conclusiones de inferencias que tratan de
justificarlas sobre la base de premisas que se aportan como ra
zones, y como preITÚsas de inferencias adicionales que exploran
las consecuencias de aceptarlas.
VI. LA RACIONALIDAD ELUCIDATORIA En el pasaje mencionado, Sellars afirma que el proyecto en
el que deberíamos entender la función característica de los per
Hasta ahora he apuntado brevemente dos tesis relacionadas: la misos para la inferencia es una forma de racionalidad que se
de que los contenidos conceptuales son funciones inferenciales, centra en la noción de expresión: hacer explícito, en una forma
y la de que las inferencias que importan para esos contenidos en que pueda ser pensada o dicha, lo que se encuentra implícito en
general se han de concebir como si incluyeran las que, en un lo que se hace. Ésta es una oscura y atrayente tesis, pero creo
cierto sentido, son materialmente correctas, no sólo las que son que represeBta perfectamente un acierto especial y radical. En
formalmente válidas. Seguidamente argumentaré que se puede lo que sigue, espero arrojar cierta luz sobre ella y su función en
encontrar ya en los primeros escritos de Frege un comproITÚso una visión inferencialista de las cosas. La idea general es que el
con las.segundas, no menos que con las primeras, aunque no en proceso paradigmáticamente racional al que apela Sellars con
la forma d~sarrollada a que lo condujo Sellars. Pero en ambos el rótulo de «método socrático» depende de la posibilidad de
pensadores se combinan esas ideas con una· tercera, que creo explicitar comnromisos implícitos mediante afirm.aciones. En
que hace esta línea de pensamiento particularmente atractiva. este sentido, e;,..presar afirmaciones es conducirlas al juego de
En uno de sus primeros trabajos, Sellars introduce la idea del dar y pedir razones como la clase especial de función en virtud
modo siguiente: «El método socrático sigue el propósito de ha de la cual algo tiene un contenido conceptual, a saber, una fun
cer explícitas las reglas que hemos adoptado para el pensaITÚen ción inferencial como premisa y conclusión de inferencias.
to y la acción,.e interpretaré nuestros juicios de queA hace cau Esta clase de racionalidad es diferente de, pero está claramente
salmente necesario B como la expresión de una regla que rige relacionada con, la clase de racionalidad que surge luego, al ha
nuestro uso de los términos" A" y "B"» 7. Sellars entiende esos cer lbS movimientos inferenciales correctos. Incluso las versio
enunciados modales como permisos para ]a inferencia, que f.or nes totalitarias de éstos -por ejemplo, las que asimilarían cual
mulan, respecto al contenido de una afirmación, la corrección quier corrección de la inferencia a la validez lógica, o a la
de las transiciones inferenciales. Es más, concibe que la función prudencia instrumental (es decir, a la eficacia para conseguir lo
de esos enunciados es la de explicitar, bajo la forma de reglas que uno quiere)-, dependen de la posibilidad de expresar
afirmables; los comproITÚsos que hasta entonces estaban implí consideraciones de tal modo que se puedan aportar como razo
citos en las prácticas inferenciales. El método socrático es una nes, y como razones pedidas. La reflexión socrática sobre nues
.'.
forma de colocar nuestras prácticas bajo un control racional, ,_o
" tras prácticas -particularmente las prácticas inferenciales ma
expresándolas de una forma explícita, de tal modo que se pue- teriales que determinan el contenido conceptual de los
Robert B. Brandom
El inferencialismo' semántico y el expresivismo lógico 73
su concepción. Como los contenidos están determinados por mente de las relaciones entre extensiones. Frege está diciendo
las inferencias, la expresión explícita de las inferencias hará po que su idea característica --en lo que, al fin y a la postre, es el
sible la expresión de cualquier clase de contenido: «Me parece escrito fundador de la lógica formal moderna- es la de hacer
que es aun más fácil ampliar el dominiQ de este lenguaje de fór las cosas de otro modo.
mulas de manera que abarque a,la geometría. Sólo tendríamos ¿Por qué el condicional? Antes de introducir la expresión
que añadir unos cuantos signos para 'las relaciones intuitivas condicional, se podría hacer algo, se podría tratar un juicio
que en ella se dan L.]. La Uansición a la teoría pura del mo como si tuviera un cierto contenido (atribuirle implícitamente
vimiento y luego a la mecáiüca y a la física podrían ir aconti un contenido) respaldando diversas inferencias que lo impli
nuación» 11. quen y rechazando otras. Después de que se hayan introducido
La primera concepción de Frege s()bre la lógica ofrece un las expresiones condicionales, se puede decir, como parte del
contenido específico a la noción de expresar explícitamente lo contenido de una afirmación (algo que puede servir como pre
que está implícito en un contenido conceptual, que es lo que se misa y como conclusión en una inferencia), que una cierta infe
precisa para cubrir una noción de racionalidad expresiva o elu~ rencia es aceptable. Se es capaz de explicitar las relacionesinfe
cidatoria que podría situarse jooto a (y quizás incluso se podría renciales materiales entre un antecedente o premisa y un
descubrir que constitllye su supuesto) nociones de la racionali consecuente o conclusión. Ya que, de acuerdo con la concep
dad como representación ajustada, como inferenCia lógi ción inferencialista de los contenidos conceptuales, esos conte
camente válida y como razonamiento práctico instrumef,ltal. nidos conceptuales consisten en esas relaciones inferenciales
Antes de dar el fatal paso, de ver la lógica corno un intento de materiales, implícitamente reconocidas; el condicional permite
codificar las inferencias a considerarla .como si buscara un cier que esos contenidos se puedan expresar explícitamente. Si
to tipo de verdad especial, paso que lamenta Dummett, el pro existe un desacuerdo acerca de la bondad de una inferencia, es
pósito de Frege es el de introducir un vocabulario que le per posible decir sobre qué es la disputa y ofrecer razones a favor o
mita a uno decir (explícitamente) lo que, de otro modo, uno en contra. El condicional es el paradigma de una expresión que
sólo puede hacer (implícitamente). Considérese el condicional, posibilita hacer explícita la realización de compromisos infe"
con el que comienza Begriffsschrift. De él dice Frege: «La rela renciales como contenidos de los juicios. De forma similar, la
ción hipotética, precisamente definida, entre contenidos de introducción de la negación hace posible expresar de una for- .
posibles juicios [el condicional de Frege] tiene una significa ma explícita las incompatibilidades materiales entre las ora
ción similar para los fundamentos de mi escritura conceptual a ciones, que también contribuyen a su contenido. De forma
la de la identidad de las extensiones para la lógica de Boole» 12. concordante, la imagen general es que, en primer lugar, la vali"
Creo que resulta difícil sobrestimar la importancia de este pá dez forinal de las inferencias se define en función de las infe
rrafo para comprender lo que es característico del proyecto de rencias materialmente correctas y un cierto vocabulario al que
Frege en Begriffsschrift. Al fin yal cabo, la semántica contem se da preponderancia; en segundo lugar, ese vocabulario pre
poránea, tarskiana, de la teoría de modelos, depende precisa- ponderante se identifica con el vocabulario lógico y, en tercer
76 Robert B. Brandom El inferencialismo semántíco y el expresivismo lógico 77
lugar, se explica laque significa que algo sea una pieza de ese
vocabulario lógico en términos de su ftlllción semántica ex VITl. EL MODELO DE DUMMETTY GENTZEN
presiva.
Frege no es tan explícito sobre la función de'las inferencias Hasta ahora se han introducido tres temas:
materialmente correctas como lo es Sellars, pero su compromi
sacan la noción es claro por la relación que tienen dos de las que hay que entender el contenido conceptual en térmi-.
concepcidnes que se han extraído del Begriffsschrift: el expresi nos de la función en el razonamiento, y no.exclusiva
vismo acerca de la lógica yel inferencialismo sobre el Conteni mente en función de representación;
do~ El expresivismo acerca de la lógica significa que Frege trata que no hay que identificar excliIsivamente la capacidad
el vocabulario lógicd como poseedor de'una función expresiva de ese razonamiento con el dominio de un cálculo ló
Aquí no se presenta la comprensión o la captación de un dón y diferentes .consecuencias de su aplicación, <;omo por
contenido proposicional como si se encendiera una luz carte~ ejemplo «Preveo que escribiré un libro sobre Hegel» y «Escri
siana, sino como el dominio práctico de una cierta clase de ac biré Un libro sobre Hegel», Al menos podemos regimentar un
ción, inferencialmente articulada: como una respuesta diferen uso de «prever» que hace que' la primera oración tenga exac;:ta
ciada y acorde a las circunstancias' de una utilización correcta mente las mismas condiciones deafirmabllidadqueli segunda:
de un concepto, que además distingue las consecuencias infe Pero~ al sustituir una por la otra, convertimos el inocuo condic
renciales correctas de esas aplicaciones. No es una cuestión de cional «Si escribiré un libro sobre Hegel, entonces escribiré un
todo o nada: el metalúrgico entiende el concepto telurio mejor libro sobre Hegel» en el más arriesgado «Si preveo escribir un
que yo, porque el adiestramiento le ha hecho dominar los veri libro sobre Hegel, entonces escribiré un libro sobre Hegel». La
cuetos inferenciales de su empleo de una forma que sólo puedo posibilidad de que pudiera atropellarme un autobús no afecta
imitar muy toscamente. En esta explicación inferencialista, a la evaluación de la inferencia que codifica el primer condicio
pensar de forma clara es una cuestión de saber a qué se está nal, pero es muy relevante para la valoración de la segunda.
comprometiendo uno con una afirmación, y qué habilita a uno
para ese compromiso. Escribir claramente es proporcionar su . Al comienzo de este capítulo, la discusión de la aplicación
ficientes pistas a uri lector para que pueda inferir con qué pre que Sellars hace de las ideas inferencialistas a la comprensión de
tende uno comprometerse con cada afirmación, y qué es lo que los informes no inferenciales versab ll sobre que los loros y las fo
uno considera que le habilitaría para ese compromiso. Si no se tocélulas y demáspoclrían discriminar de forrpa fiable las cir
captan estos componentes, no se capta tampoco el compromi cunstancias en que se debería aplicar el concepto de rojo, sin por
so inferencial que entraña el uso del concepto, y se deja de cap ello dominar el concepto, precisamente porque no adquirirían
tar su contenido conceptual. dominio sobre las consecuencias de esa aplicación -porque no
Si no se piensa tanto en las circunstancias como en las con pueden decir que, de que algo sea rojo, se sigue que tiene color,
secuencias de la aplicación, se ve uno abocado a teorías semán que no es un número primo, etc-o No me explicas el contenido
ticas que son literalmente unidimensionales. Los verificacionis del concepto globa dándome un aparato infalible de globidad,
tas, los afirmabilistas y los fiabilistas cometen el error de tratar que se enciende sólo cuando se ve expuesto a cosas globas. En
el primer aspecto como si agotara el contenido. Se considera ese caso sabría qué cosas serían globas sin saber qué es lo que
que la comprensión o la captación de un concepto reside en el estoy diciendo sobre ellas cuando las llamo así, qué es lo que he
dominio práctico de las circunstancias en las que uno se en descubierto de ellas o con qué me he comprometido; Dummett
cuentra habilitado o comprometido con el respaldo de una ofrece dos ejemplos de conceptos, filosóficamente importan
afirmación, independientemente de cualquier captación de tes, que resulta provechoso recordar en este momento:
aquello en lo que uno se encuentra habilitado o comprometido
mediante ese respaldo. y esto no puede ser cierto. Porque pue Por muy precisa que sea una explicación de las condiciones en las
de haber afirmaciones con las mismas circunstancias de aplica- que un predicado se aplica correctamente, se pueden perder impor
· 82 Robert B. Brandom El inferencialismo·semántico yel expresivismo lógico 83
tantes propiedades intuitivas <de su significado; en concreto, se puede ello se pueda decir que se-comprenden las afirmaciones impli
dejllr fuera lo que pode~Qs , considerar¡;entral en el uso del predica cadas', si no se tiene ni idea de cuándo es apropiado hacer esas
do. Ona expli<;ación.fil9~ófica cle. lanoqón 'de vercl~d no necesaria obse~aciones o aplica!" .e sos conceptos.' Si uno ,está clasificado
m<r nte es recogida mediante un~ cI~finición d~l predi,cado «verdacb>, como AWOL (Absent,Without Leave,desertor) tiene la' conse.
i~éluso aunque sea posible una, porque esa definición puede ser cuencia de que es probable que le arresten, pero las circunstan
correcta únicamente en dsentido de qu~ especifica apro'piadamente
cias'específicas en que uno cae ,bajo esa posibilidad son igual.
la aplicaciÓn del prediCado, mientras que deja en la oscuridad las co
mente esenciales para el'(¡oncepto.
nexionesentre eSe predicado y otras nociones 14 .
de que la tarea de una teoría delsigníficado es explicar -el uso monía· entre ambas se puede expresar entonces como el requi
de las expresiones aJas que se atribuyen significados no impo sito de que la adición de, una constante al lenguaje produzca
ne el hecho de que se identifique el significado con un aspecto una ampliación conservadora ·de ese lenguaje»,17. 'El reconoci
del uso. Quizás haya que utilizar lossígnifieados como se usan miento de la 'adecuación de ese requisito surge de considerar
las entidades teóricas respe.c toa las observables, cuyas travesu las conectivas con contenidos «inconsistentes». Como observó
ras se supone que explican. Nonecesitamqs seguir a Dummett Prior 18, si definimos una conectiva que, siguiendo a Belnap,
en su instrumentalismo semáQtico. En segundo lugar, se podría podemos denominar «tonlo> 19 como si poseyera la regla de in
negar que existen significados en ese senúdo, esto es, negar que troducción propia de la disyunción y la regla de la eliminación
todas las propiedades del uso de una expresión se puedan deri propia de la conjunción, entonces la primera regla permite la
var de una forma uniforme de cualquier cosa que sepamos de transición de pa p tonk q, para un arbitrario"q, y la segunda
él. Dummett sugiere que ésa es la concepción del ·segundo permite la transición de p tonk q a q, y tenemos lo que denomi
Wittgenstein. Alguien que considere que el lenguaje es un ca nó «bono inferencial», que permite cualquier inferencia arbi
leidoscopio de esa clase negará que exista algo así como los sig~ traria. Prior pensaba que esta posibilidad era una muestra del
nificados que sean los objetos de una teoría (por supuestb,sin desastre de las definiciones de las funciones inferenciales al
negar que las expresiones sean significativas). Teniendo en estilo de Gentzen. Pero Belnap muestra que, cuando se,intro
cuenta estas precauciones, nos encontramos con que ir tras duce vocabulario lógico, se han de restringir s.us. definiciones
esta noción de derivación nos proporciona una perspectiva con la cpndición de que la regla no pennita ninguna inferencia,
provechosa sobre la idea de que los contenidos conceptuales que entrañe sólo el viejo vocabulario, que no esté permitida an
están articulados de acuerdo con las inferencias materiales, y tes de que se introduzca el vocabulario lógico, es decÍ1:, que las
sobre la función de los permisos inferenciales explícitos, como nuevas reglas proporcionen una extensión inferenc.i almente
los enunciados condicionales, a la hora de expresar y de eluci preservadora del ámbito original de inferencias. Esa restricción
dar esas inferencias y, por tanto, esos contenidos. es necesaria y suficiente para evitar los problemas con las defi
Para el caso especial de la definición de las funciones infe niciones al estilo .de Gentzen. Pero la explicación expresiva de
renciales de las conectivas lógicas mediante pares de conjuntos lo que distingue el vocabulario lógico hace patente una razón
de reglas de introducción y de eliminación, lo que motiva el más profunda para esta exigencia; no sólo se precisa para evitar
modelo más general de Dummett, existe una condición espe con:secuencias horrorosas, sÍlio también pO'rque, de otrorriodo,
cial que resulta apropiada imponer a la relación entre dos cla el vocabulario lógico no puede desempeñar su función expresi
ses de reglas: «En el caso de una constante lógica, podemos va. A menos que las reglas de introducción y de eliminación
considerar que las reglas de introducción que la rigen especifi sean ir:J.ferencialmente preservadoras, la introducción del nue
can.las condiciones para la aserción de un enunciado, en el cual vo vocabulario permite nuevas inferencias materiales, y altera
es el operador principal, y que las reglas de eliminación deter los contenidos asociados con el viejo vocabulario. Así que, si el
minan las consecuencias de ese enunciado: la exigencia de ar- vocabulario ha de desempeñar su función expresiva caracterís
86 Robert B. Brandom . El inferencialismosernánticci y'el expresivismo lógico 87
ticade explicitar las inferencias materiales originales y, por tan que previamente no lo tuviera :produciría una·extensión no preserva
to, los contenidos conceptuales expresados por el viejo,-voca dora,e.s decir,en)a .que ciertos enunciados que no contuvieranc,::Ltér,
bulario, hade haber un criterio de adecuación para Í.tltroducir min;o se ppdría,.n seg\lir.de otros enunciados que no lo con~~vieran,
el vocabulario lógico de .tal modo que,: con ello, ho' resulten enUIlc¡a~os que~~tel¡.n~ er:an inferij;,les 20. .