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UNIVERSIDAD CATOLICA DE SANTA MARIA

FACULTAD DE CIENCIAS E INGENIERIAS BIOLOGICAS Y QUIMICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA

CURSO:

Histología veterinaria

DOCENTE:

Dra. Cecilia Mogrovejo

ALUMNOS:

-Andy Jossue Fores Yañez

Santiago de Rivero Girón

Nayeli Hilda Garnica Juárez

DESCRIPCION HISTOLOGICA DEL HIGADO DE BOVINO


INTRODUCCION

El hígado es la glándula, órgano, o víscera más grande del cuerpo. Está situado bajo el
diafragma y protegido por las costillas, y lo recubre una cápsula de tejido conectivo
fibroso (cápsula de Glisson) que penetra en el órgano para formar tabiques que lo dividen
en lóbulos y lobulillos. La formación del hígado es a partir de una invaginación del tubo
digestivo que se produce durante el desarrollo embrionario, por tanto tiene un origen
epitelial. Los hepatocitos son las células que forman la mayor parte del hígado y son los
principales responsables de su función. Una gran parte de la sangre que llega al hígado
proviene de la vena porta que recoge los productos de la digestión que han sido
absorbidos. Esta fuerte irrigación sanguínea es lo que hace que el hígado tenga un color
rojizo. Las funciones del hígado están estrechamente relacionadas con las del tubo
digestivo, pero no sólo con ellas.

Las vacas lecheras presentan un desequilibrio energético entre la primera y la cuarta


semana después del parto. Cuando su dieta no cumple con los requerimientos para la
producción de leche, la insuficiencia nutricional obliga al animal a activar la movilización
de ácidos grasos desde la reserva de tejido graso hacia el hígado, para su metabolismo
como fuente de energía.

La lipidosis hepática (LH), o hígado graso, es la acumulación de triacilglicéridos (TAG) en el


tejido hepático debido al flujo excesivo de ácidos grasos (FA) y su oxidación y retención
excesivas en el hígado como TAG. Esta enfermedad provoca problemas en el estado
general del animal: pérdida de producción y fertilidad, aumento de los trastornos
periparto y sacrificio precoz del animal. 

La evaluación clínica del hígado en el ganado lechero es compleja porque otros órganos
pueden alterarse en el proceso, mostrando una variedad de síntomas de naturaleza
multifactorial. En condiciones de explotación, el diagnóstico se basa principalmente en la
anamnesis, los signos y la respuesta al tratamiento. Al mismo tiempo, es posible
determinar los niveles de FA (dos a siete días antes del parto) y ß-hidroxibutirato (BHB)
en las primeras dos a tres semanas después del parto. Además, es posible evaluar la
integridad hepatocelular a través de elementos como la glutamato deshidrogenasa (GDH)
y la ornitina carbamoil transferasa (OCP). La bilirrubina, la albúmina, el colesterol y el TAG
son indicadores de la función hepática. Establecer estos parámetros es de gran utilidad a
la hora de identificar el proceso o enfermedad presente en el hígado; sin embargo, son
insuficientes para dar un diagnóstico definitivo y grado de la enfermedad, y es necesario
utilizar otros medios complementarios como una biopsia hepática.

CITOLOGÍA HEPATICA BOVINOS

REVISION BIBLIOGRAFICA

El hígado de los rumiantes asienta casi totalmente en el lado derecho del plano medio, después
de rotar 90º desde su posición en el embrión en la mayoría de los mamíferos, de modo que el
lóbulo derecho es dorsal y el izquierdo es ventral.
Este desplazamiento está causado por el gran desarrollo del estómago en el lado izquierdo de la
cavidad abdominal.

Se distingue una superficie diafragmática y una superficie visceral, un borde dorsal y un borde
ventral, una extremidad derecha (dorsal) y una extremidad izquierda (ventral). El hígado se sitúa
entre el diafragma, al que queda fuertemente unido por su cara parietal o diafragmática, y el
estómago, con el que contacta por su cara visceral pero no estableciendo ningún nexo de unión.

SUPERFICIE DIAFRAGMÁTICA

El ligamento falciforme está unido a esta superficie a lo largo de una línea, desde la impresión
esofágica a la escotadura del ligamento redondo.

Una zona triangular grande (área nuda), sobre la parte dorsal de la superficie, se encuentra
provista de una capa serosa de recubrimiento dada su íntima unión con el diafragma. Esta zona
está incluida por dos capas separadas de la rama derecha del ligamento coronario

Lobulacion hepática.

SUPERFICIE VISCERAL

Es cóncava, su característica más importante es la porta hepatis, una depresión limitada por la
proyección papilar, la prolongación caudal y la zona de unión del páncreas y por la que entran la
vena porta y la arteria hepática y el conducto hepático común abandona el hígado. También
están presentes aquí varios nódulos linfáticos hepáticos.

Borde derecho: Es caudal, corto y grueso. Presenta una impresión profunda formada por el
lóbulo derecho y el proceso caudal del riñón derecho y de la glándula adrenal.

Los bordes ventral e izquierdo son delgados.

El Borde Izquierdo: Es una curva suave continua con los bordes dorsal y ventral.

El Borde ventral: Presenta la fosa de la vesícula biliar y una escotadura para el ligamento
redondo.

El Borde dorsal: Está prácticamente en posición media. Aloja la vena cava caudal en el sulcus
venae cavae. El extremo craneal del surco se encuentra la impresión esofágica y, por detrás de
éste, el hígado se extiende a unos

2,5 a 5cm a la izquierda del plano medio

Lóbulo caudado

El lóbulo caudado está ubicado entre la vena cava y la rama izquierda de la vena porta y el lóbulo
cuadrado está situado entre la rama izquierda y el borde ventral del hígado. Tiene dos
prolongaciones; las más pequeña, proceso papilar, se proyecta dentro del vestíbulo de la bolsa
omental y se solapa con la rama izquierda de la vena porta, la mayor, proceso caudal elongado,
que se extiende a la derecha, cubre gran parte de la superficie visceral del lóbulo derecho y parte
de la impresión renal.

El lóbulo derecho

Está limitado por una línea desde la fosa de la vesícula biliar, a través de la porta, hasta el surco
de la vena cava. Este es más corto y grueso

PARENQUIMA HEPÁTICO

El parénquima hepático en la mayoría de las especies es de un color rojo amarronado profundo;


esto es debido a la presencia en el hepatocito de grandes concentraciones de enzimas oxidativas
como la citocromo-oxidasa. Estas enzimas también son responsables del color de la corteza renal.

La concentración normal de citocromo-oxidasa se mantiene solamente si los hepatocitos son


saludables y reciben un aporte sanguíneo normal, por lo que la palidez del hígado es una
observación muy común en hígados dañados.

La palidez generalizada puede ser causada también por la dilución de las enzimas en grandes
cantidades de grasa dentro de la célula, por severa infiltración inflamatoria del hígado o por
invasión de células malignas que contienen pocas enzimas oxidativas

El parénquima está dividido en lobulillos hepáticos, los cuales tienen forma hexagonal, y están
marcadamente delimitados por tejido conjuntivo en algunas especies como los suidos.

HIGADO

Membrana serosa: cubre la glándula excepto en la inserción del páncreas y en la cisura portal;
se refleja en diferentes puntos para formar los ligamentos y el omento menor

Envoltura fibrosa :(cápsula de Glisson). Es en general delgada y está en estrecho contacto con
el parénquima hepático. Estas conducen a los vasos sanguíneos y dividen al órgano en unidades
más pequeñas llamadas lóbulos hepáticos. En la cisura portal es más densa y rodea los vasos y
conductos a los que acompaña hacia el interior de la glándula

Tejido propio (lobulillos hepáticos): Es la unidad microscópica básica del hígado. En una sección
transversal aparece como un hexágono, con las tríadas portales (ramas de la a. hepática, v. porta
y conductos biliares) en los ángulos y la vena centrolobulillar en el centro. Trabéculas de
hepatocitos irradian desde la vena central hacia la periferia. Están separadas por los sinusoides
hepáticos.
Vasos y nervios

Arteria hepática (vaso nutricio)

Vena porta (vaso funcional) (Gélvez, 2004)

Arteria hepática común: Recibe este nombre hasta dar lugar a una de sus dos ramas, la arteria
hepática propia y la arteria gastroduodenal, encargada de la irrigación de parte del duodeno,
páncreas y esófago.

Arteria hepática propia: Tiene como ramas la arteria gástrica derecha o pilórica, dirigida a la
parte inferior de la curvatura menor del estómago y en algunos casos a la arteria cística,
(normalmente rama de la arteria hepática derecha), encargada de irrigar a la vesícula biliar,
además de dar las ramas hepáticas derecha e izquierda como ramas terminales.

CÉLULAS HEPÁTICAS O HEPATOCITOS

Los hepatocitos son las células principales del hígado. Son células epiteliales grandes, de forma
poligonal, con abundante citoplasma eosinófilo y núcleo central. Un elevado porcentaje de
hepatocitos son binucleados. Los hepatocitos están organizados en cordones o filas que irradian
desde la vena centrolobulillar. Entre los cordones hay sinusoides (s) o espacios vasculares,
delineados por endotelio. Entre las células endoteliales hay células fagocíticas de núcleo ovoide,
las células de Kupffer.

Las células hepáticas o hepatocitos son las células del hígado y forman aproximadamente el 80 %
de este órgano. Se disponen formando láminas de una célula de espesor que se unen unas con
otras formando estructuras tridimensionales a modo de esponja

Tienen una vida relativamente larga, puesto que son renovadas aproximadamente cada 5
meses, aunque depende de si hay procesos de regeneración o no. Cuando hay daños en el
hígado los hepatocitos tienen una gran capacidad de proliferación y regeneración de la parte
dañada.
MORFOLOGÍA DEL HEPATOCITO

La organización celular del hígado es relativamente sencilla puesto que es la repetición de una
estructura básica denominada lobulillo hepático. Tienen forma de prisma poligonal que mide de 1
a 2 mm de diámetro.

Los conductos biliares, que forman parte de la tríada, recogerán el contenido exocrino de los
hepatocitos que se denomina bilis. Esta excreción irá en sentido contrario a la corriente que
discurre por los capilares sinusoidales, es decir, se dirige desde los hepatocitos hasta los
conductos biliares de la periferia del lobulillo hepático. Esto es posible porque las membranas
plasmáticas de hepatocitos continuos crean unos espacios interconectados que forman los
denominados canalículos biliares, los cuales se organizan en una red anastomosada que termina
por fusionarse con los conductos biliares.

Los hepatocitos suponen más del 75 % del hígado y se organizan en láminas o trabéculas con
perforaciones, frecuentemente de una célula de espesor, que se fusionan entre sí para formar un
entramado complejo de forma parecida a una esponja.

FUNCIÓN

Son los responsables de la secreción endocrina de una gran cantidad de proteínas


plasmáticas como albúminas, lipoproteínas (transportan colesterol), glicoproteínas como la
transferrina, protrombina y fibrinógenos (responsables de la coagulación sanguínea). También
almacenan y modifican vitaminas tales como la A, la D o la K, y hormonas tales como hormona
del crecimiento. La insulina y el glucagón son hormonas degradadas principalmente en el hígado.

Son centros de detoxificación de primer orden, participando en el catabolismo de toxinas y


moléculas externas al organismo (como la mayoría de los fármacos). Son importantes en el
metabolismo de carbohidratos (gluconeogénesis, glucogenolisis y glucogenogénesis) y lípidos
(síntesis de triglicéridos y colesterol). Además, sintetizan, a partir de amonio, la mayor cantidad
de la urea que se produce en el organismo, y que posteriormente será excretada en los riñones.
En el hígado también se elimina por fagocitosis un 20 % de los glóbulos rojos envejecidos (el 80
% restante se elimina en el bazo) por medio de macrófagos denominados células de Kupffer.

ACINOS HEPATICOS

La estructura microscópica puede conceptualizarse de varias maneras, pero las más comunes son
el acino y el lóbulo. El acino es una unidad que contiene un pequeño espacio porta en el centro y
vénulas hepáticas terminales en la periferia. Se trata de la unidad funcional más pequeña y se
divide en tres zonas; la zona

1 rodea el espacio porta y la zona 3 rodea a la vénula hepática.

La sangre del espacio porta fluye por estas zonas hasta llegar a la vénula, con un gradiente
decreciente de oxígeno y nutrientes. Como alternativa, también puede utilizarse el concepto
tradicional de lóbulo, en el que la estructura central es la vénula hepática terminal (“vena
central”) y la periferia está definida por los espacios porta. Las zonas acinares 1, 2 y 3
corresponden, respectivamente, a las zonas periportal, media y pericentral del lóbulo

LOBULILLO HEPÁTICO
Unidad microscópica básica del hígado. En una sección transversal aparece como un hexágono,
con las tríadas portales (ramas de la a. hepática, v. porta y conductos biliares) en los ángulos y la
v. centrolobulillar en el centro.

Trabéculas de hepatocitos irradian desde la v. central hacia la periferia. Están separadas por los
sinusoides hepáticos. El acino es la unidad estructural y funcional del hígado, está centrado por
un espacio porta, con las venas centrolobulillares en la periferia

FUNCIONES VASCULARES

El hígado recibe el 30-40% del gasto cardíaco desempeñando una función hemodinámica al
actuar de reservorio; así cuando se produce una disminución de la volemia las reservas de sangre
pasan a la circulación general mientras que al aumentar la volemia, aumenta también la reserva
vascular en los sinusoides hepáticos.

También desarrolla una función inmunitaria al filtrar y depurar la sangre procedente del territorio
portal con la colaboración de las células de Kupffer con actividad fagocítica localizadas entre los
sinusoides hepáticos y no menos importante es el alto flujo linfático que soporta el hígado
(50% del organismo)

FUNCIÓN METABÓLICA DEL HÍGADO

Metabolismo de carbohidratos: El hígado regula la concentración de glucosa que hay


presente en la sangre circulante. Para realizar esta función los hepatocitos llevan a cabo los
siguientes procesos. Almacenamiento de glucosa (glucogenolisis/génesis): después del
proceso digestivo llegan grandes cantidades de glucosa al hígado que rápidamente es
metabolizada por los hepatocitos para formar glucógeno. Este proceso es mediado por la
insulina y permite almacenar una cantidad limitada de glucógeno (10% del peso del hígado).
Gluconeogénesis. Cuando las reservas hepáticas de glucógeno se han terminado, el
hepatocito forma nueva glucosa a partir de los intermediarios del ciclo de Krebs y el
glucolisis (de galactosa, fructosa, aminoácidos y glicerol); Formación de productos diversos a
partir de intermediarios metabólicos.
Metabolismo De Lípidos: Depósito y producción de energía por betaoxidación de ácidos grasos
obteniendo ATP de Acetil-CoA. Conversión de glúcidos y proteínas en ácidos grasos. Formación de
lipoproteínas para transportar los ácidos grasos. Formación de colesterol y fosfolípidos. El
colesterol va a tener diferentes destinos como componente de membranas y de estructuras
celulares (20% del total) y su participación en la síntesis de ácidos biliares o en la eliminación de la
secreción biliar (80%)

Metabolismo Proteico: El hígado es el órgano regulador de los aminoácidos disponibles en la


circulación general. La mayoría de los aminoácidos son sometidos a procesos de
desaminación y transaminación de aminoácidos, y una posterior conversión de la parte
no nitrogenada en moléculas de carbohidratos o lípidos, que serán almacenados en forma de
glucógeno o grasas. Formación de urea a partir de NH3. De esta manera se elimina una
sustancia que es tóxica, especialmente para el tejido nervioso .

Función Secretora Y Excretora

El hígado juega un papel trascendental en la metabolización y/o excreción de fármacos y otras


sustancias exógenas, de hormonas (T4, esteroides, aldosterona), es una vía de excreción de
calcio, de parte del colesterol de la circulación enterohepática. En especial contemplamos la
secreción biliar con las siguientes funciones: emulsión y solubilización lipídica, excreción de
metabolitos como los pigmentos biliares y neutralización del pH ácido duodenal

La bilis se produce en los hepatocitos liberada a los canalículos y conductos biliares, compuesta
por: agua y electrolitos; ácidos biliares (cólico y quenodesoxicólico) producidos a partir del
colesterol al conjugarse con glicina y taurina; pigmentos biliares (sobretodo bilirrubina que
procede del metabolismo del grupo hemo de la hemoglobina); colesterol y fosfolípidos

VASOS Y NERVIOS.

La vena porta se divide, inmediatamente, al entrar en el hígado, en una rama muy corta derecha y
una mayor izquierda. Las ramas secundarias asientan, en su mayor parte, unidas a la superficie
visceral, aunque forman un arco a través del hígado y cursan cerca de la superficie diafragmática.

La rama derecha se divide, inmediatamente, en cuatro o cinco ramas secundarias; estas ramas
van a la prolongación caudada, rama dorsal derecha, una o más ramas intermedias derechas y la
rama ventral derecha

En la ternera recién nacida, el hígado es relativamente mucho mayor que en el adulto. La


superficie visceral presenta, a la izquierda de la porta, una eminencia redondeada producida por
un gran seno venoso, dentro del cual se vacían las venas umbilical y porta, que es la parte
transversa en el adulto. El conducto venoso (ductus venosus) es un gran vaso que va
directamente desde el seno a la vena cava caudal.

CONDUCTO BILIAR.

Los conductos biliares pequeños (ductuli biliferi) acompañan a las ramas de la vena porta. Se
unen de manera muy variable para formar los conductos hepáticos derecho e izquierdo (ductus
hepaticus dexter, sinister) y asientan sobre la superficie diafragmática de las ramas
correspondientes de la vena porta y ligeramente ventral a ella
No existe ampolla hepato pancreática en el vacuno, a causa de que el conducto pancreático está
ausente y el conducto pancreático accesorio no se une al conducto biliar. En los rumiantes
menores, el conducto pancreático se une al de la bilis antes de que éste alcance el duodeno y no
existe tampoco dilatación en la pared duodenal. Varios conductos hepáticos pequeños se abren
directamente en la vesícula (ductus hepato cystici).

VESÍCULA BILIAR: Es un órgano del aparato que forma parte del aparato digestivo que está
situada debajo del hígado, tiene por función el almacén y concentración de la bilis secretada por
el hígado y que alcanza la vesícula a través de los conductos hepáticos y císticos

CONDUCTOS HEPÁTICOS: El conducto hepático común es el conducto formado por la confluencia


del conducto hepático derecho (que drena la bilis del lóbulo derecho del hígado) y el conducto
hepático izquierdo (que drena la bilis del lóbulo izquierdo del hígado).

CONDUCTO CÍSTICO: Es una porción de la via biliar que se une al conducto hepático común que
viene del hígado para formar el conducto colédoco por el que la bilis pasa al duodeno tras
atravesar el esfínter de Oddi.

BILIS: Su principal función consiste en la facilitación de la digestión y absorción de grasas.


Además, atreves de la bilis se excretan el exceso de colesterol y productos de desecho del
metabolismo de la hemoglobina, como la bilirrubina.

BILIRRUBINA EN Bovino: Los hepatocitos absorben bilirrubina (pigmento biliar) de la sangre, la


conjugan y la secretan como un componente de la bilis. Las sales biliares, las proteínas, el
colesterol son los otros componentes.

Al contrario de lo que ocurre en los humanos, las concentraciones de bilirrubina total en los
bovinos son tan extraordinariamente bajas (humano 2 mg % vs bovino 0.2 mg %), por lo que solo
en casos muy raros podría diagnosticarse una ictericia por la sola inspección.

El hígado normal tiene un componente epitelial (hepatocitos), un revestimiento endotelial


(células endoteliales), macrófagos tisulares (células de Kupffer), células natural killer (NK) y
células mesenquimatosas perivasculares, las CEH, que constituyen las células fibrogénicas
fundamentales

CÉLULA DE ITO: Las células de Ito, también llamadas células estrelladas hepáticas, o adipocitos
hepáticos, se encuentran en el espacio perisinusoidal de Disse. Tienen en su citoplasma gotas de
vitamina A, por lo cual se le ha añadido la función de células de almacenamiento de retinoides
(vitamina A); otra función que poseen estas células es la de producción de matriz extracelular y
colágeno de tipo III tras lesiones hepáticas.

BIBLIOGRAFIA

1. Ing. Gelvez L. El hígado en los cerdos (atlas virtual de anatomía de cerdo)

2. University of salamanca- imaginarium, biblioteca de biología

3. https://www.academia.edu/14888594/CARTEL_HISTOLOGIA_HIGADO_1

4. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2448-67602018000100008
Megías M, Molist P, Pombal MÁ. Órganos animales. Sistema digestivo. Hígado. Atlas
de Histología Vegetal y Animal [Internet]. Uvigo.es. [citado el 12 de diciembre de

2020]. Disponible en: https://mmegias.webs.uvigo.es/2-organos-a/imagenes-

grandes/digestivo-higado.php

El hígado [Internet]. Asscat-hepatitis.org. [citado el 12 de diciembre de 2020].


Disponible en: https://asscat-hepatitis.org/consecuencias-hepaticas/el-higado/

Facultad de Veterinaria [Internet]. Ucm.es. [citado el 12 de diciembre de 2020].


Disponible en: https://veterinaria.ucm.es/higado-y-pancreas

Sisson, S. Grossman. J.D (2005) Anatomía de los animales domésticos (Tomo I

– II). Barcelona, España, Masson, S.A.


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