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Presentación

Nombres Matricula
Carolyn Berson García DN-18-30008
Elsa Encarnación DN-19-10067
Yovanny Bautista DN-18-30055

Materia
Sexualidad Y Reproducción Humana

Profesora
Arelis Valenzuela Z.

Tema
Las Desviaciones Sexuales

Fecha
08/08/2020

1
índice
Presentación .………………………………………………01
Introducción…………………………………………………03
Marco teórico ……………………………………………..04
Las desviaciones sexuales…………………………….05
La clasificación del DSM y criterio
diagnóstico………………………………………………….06
La epidemiología………………………………………….09
Descripción clínica……………………………………….10
Exhibicionismo ....………………………………………..11
Voyeurismo………………………………………………….13
Frotteurismo………………………………………………..15
Paidofilia o pedofilia…………………………………….18
Paidofilia heterosexual…………………………………20
Etiología……………………………………………………….26
Conclusión …………………………………………………..29
Anexos…………………………………………………………30
Bibliografía…………………………………………………..31

2
Introducción

A continuación, le vamos a hablar de las deviaciones


sexuales. Son una serie de comportamiento sexuales que
se caracterizan por una excitación del sujeto ante objetos
y situaciones que no forman parte los patrones sexuales
normales. Pero la discusión en torno a lo que pueda ser
considera ‘normal’ o ‘anormal’ en relación con el
comportamiento sexual que es muy complejo. Esta
dificultad se hace a un mas evidente cuando se
comprueba que muchas de las imágenes y fantasías que
estimulan sexualmente a los sujetos con parafilias son
frecuentes también en las personas sin parafilias. Incluso
incorporan nuevos elementos para enriquecer la vida
sexual es positivo y recomendable.

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Marco teórico

 Las desviaciones sexuales.

 La desviación sexual antes y en la actualidad.

 Parafilias o desviaciones sexuales.

 La clasificación del DSM y criterio diagnóstico.

 La epidemiología.

 Descripción clínica.

-Exhibicionismo.
-Voyeurismo.
- Frotteurismo.

 paidofilia o pedofilia.

 Paidofilia heterosexual.

 Etiología.

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Desarrollo
Parafilias o desviaciones sexuales
sexualidad trastorno diagnóstico DSM
Concepto y caracterización general
Los términos de parafilias, desviaciones sexuales o trastornos
de la inclinación sexual hacen referencia a una serie de
comportamientos sexuales caracterizados por la excitación del
sujeto ante objetos y situaciones que no forman parte de los
patrones sexuales normativos. Existe dificultad para
discriminar entre conductas sexuales normales y anormales.
Un criterio clínico a considerar a la hora de establecer la
normalidad o no de estas conductas, es el grado en que éstas
interfieren el ajuste sexual de la persona dificultando el
establecimiento de relaciones sexuales satisfactorias.

Otro criterio es si estas conductas representan una agresión o


un peligro para el que lo practica, para la persona que es
objeto de la práctica o para ambos. Esto es lo que pasa con las
ofensas sexuales: exhibicionismo, voyeurismo, frotteurismo, la
paidofilia, la violación, etc, que además son considerados
delitos. En definitiva, siempre que ocurran de común acuerdo
entre adultos y en privado, y siempre que no constituyan una
violación de los derechos y libertades del otro.

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Clasificación del DSM y criterios
diagnósticos
El DSM-IV adopta el término parafilias (no desviaciones
sexuales) y las define como un grupo de trastornos cuya
sintomatología esencial es la presencia de necesidades y
fantasías sexuales intensas y recurrentes, de impulsos o
comportamientos sexuales que generalmente suponen: 1)
objetos no humanos, 2) sufrimiento o humillación propia o del
compañero o 3) niños o personas que no consienten y que se
presentan durante un período de al menos 6 meses. El
diagnóstico debe hacerse sólo si el individuo ha actuado de
acuerdo a estas necesidades o si le causan molestias
marcadas.

Existen diversos grados de afectación. Para algunos, los


estímulos parafílicos son necesarios siempre para la activación
erótica. Para otros, estas preferencias parafílicas se presentan
sólo en determinados momentos, siendo el individuo capaz de
funcionar sexualmente sin este tipo de estímulos.

El DSM-III-R y el DSM-IV no distingue entre parafilias y ofensas


sexuales, agrupándolas bajo un mismo epígrafe. Además,
algunas ofensas sexuales como la violación o las agresiones
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sexuales no son clasificadas como parafilias, lo que pone de
relieve más su carácter agresivo que su carácter sexual. Los
trastornos incluidos bajo la categoría diagnóstica de parafilias
en el DSM-IV son exhibicionismo, fetichismo, frotteurismo,
paidofilia, masoquismo, sadismo, fetichismo transvestista y
voyeurismo. Finalmente se incluye una categoría residual de
parafilias no especificadas que debe usarse en aquellos
comportamientos que constituyendo una parafilia no hayan
podido ser clasificados en ninguna de las categorías
anteriores. Ej: zoofilia, necrofilia…

Para que una persona sea diagnostica de algunos de estos


trastornos, según el DSM-IV ha de cumplir los siguientes
criterios diagnósticos: 1) durante un periodo por lo menos de
6 meses, intensas necesidades recurrentes y fantasías
sexualmente excitantes ligadas a la parafilia, y 2) el individuo
ha actuado de acuerdo a estas necesidades o se encuentra
marcadamente perturbado por ellas. El DSM-III-R ha incluido
también criterios de gravedad: leve; el individuo se encuentra
marcadamente afectado por las necesidades parafílicas
recurrentes pero nunca ha actuado de acuerdo con ellas,
moderada; en algunas ocasiones el individuo ha actuado de
acuerdo con sus necesidades parafílicas, y grave; el individuo
ha actuado repetidamente de acuerdo con sus necesidades
parafílicas.

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Con frecuencia estos sujetos presentan parafilias múltiples y
en ocasiones pueden ser síntomas de otros trastornos
mentales. En la mayor parte de los casos son
comportamientos que no provocan malestar subjetivo (rara
vez solicitan tratamiento). En una minoría pueden generar
sentimientos de culpa, vergüenza y depresión.

Epidemiología
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Las personas que lo padecen tienden a ocultarlo. Las parafilias
se dan con mucha mayor frecuencia en los hombres que en
las mujeres. Sólo el masoquismo se da en un elevado número
de mujeres, pero incluso en este caso la relación es de 20 a 1.
Hay varias hipótesis para explicar la preponderancia
masculina.

En primer lugar se alude a que el hombre tiene un mayor


impulso sexual, lo que facilita que fije la atención en una gama
más amplia de objetos sexuales. Una segunda explicación gira
en torno al mayor componente agresivo de los varones que
puede explicar la adopción de conductas violentas ligadas al
sexo, p. ej la violación. Estudios han tratado de establecer
correlaciones entre los niveles de testosterona y conductas
sexuales agresivas con resultados poco concluyentes. Por
último, se habla de una mayor indefinición de la identidad
sexual masculina y de menor capacidad de discriminación
sexual en el hombre, que puede llevar a la exploración de
estímulos sexuales diversos. En relación con la edad de inicio,
las desviaciones sexuales suele aparecer en la adolescencia.
En un 50% aparece antes de los 18 años.

Descripción clínica

Exhibicionismo

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El exhibicionismo es una conducta caracterizada por la
obtención de un alto nivel de excitación sexual a través de la
exposición de los genitales a una persona normalmente
desconocida, en un lugar público y sin que exista intento de
una actividad sexual posterior. Ocurre casi exclusivamente en
hombres. La conducta más típica es mostrar el pene en
erección a una o más mujeres, con frecuencia adolescentes.
Algunos autores han informado de exhibicionismo femenino.

El exhibicionismo debe distinguirse de la paidofilia: en ésta la


exposición de los genitales es un preludio de una actividad
sexual posterior con el niño. El exhibicionismo es la más
común de las desviaciones sexuales. De un 30-50% de mujeres
informan de haber sido alguna vez víctimas de un
exhibicionista. Es además la desviación que más problemas
tiene con la justicia: el 34% son detenidos alguna vez.
Comienza normalmente en la adolescencia, con una
prevalencia máxima entre los 20-30 años de edad.
Ocasionalmente puede aparecer en hombres mayores de
edad; en estos casos son personas sin pareja o que han sido
abandonadas por éstas por problemas de impotencia. Es
frecuente que se asocie a alguna otra desviación sexual. Las
más comunes son el voyeurismo y la paidofilia.

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Con frecuencia se asocia el inicio de estas conductas, con
alguna experiencia de excitación sexual que se sigue a un
episodio de exposición accidental (alguien le ve mientras se
está vistiendo y tiene una erección). Otros autores lo asocian a
las exposiciones ocasionales que pueden producirse durante
los juegos infantiles del tipo “médicos y enfermeras”. El
mantenimiento de esta conducta durante la edad adulta se
podría explicar por la asociación entre dichos
comportamientos o fantasías de exhibición con actividades de
masturbación.

Algunos autores señalan que aunque la adquisición de estas


conductas se establece bajo la influencia de un impulso
sexual, en la edad adulta pierden su carácter sexual y
adquieren un matiz compulsivo. McConaghy recurre a la
teoría del mecanismo de terminación conductual para explicar
estos hechos. Según esta teoría, cuando una conducta es muy
habitual, se establece en el SNC un mecanismo denominado
de terminación conductual. Éste se activa ante la presencia de
estímulos asociados con la realización de dicho
comportamiento, y si la conducta no es completada se
produce un importante incremento de tensión subjetiva. Lo
aversivo de esta sensación impulsa al sujeto a completar su
conducta para que desaparezca la tensión.

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Esto es consistente con estudios que señalan que un
porcentaje elevado de sujetos informa de no obtener
gratificación sexual durante sus exposiciones, no encontrando
un motivo consistente para su conducta aparte de un
sentimiento de compulsión. El exhibicionista es normalmente
heterosexual, no existiendo diferencias entre el tipo de
contactos heterosexuales que establecen los exhibicionistas y
los sujetos heterosexuales normales.

Otros autores aluden a la alteración del cortejo: un


experimento en el que se mostraba en películas a mujeres
realizando conductas y movimientos no eróticos. En los
exhibicionistas, la visión de estas mujeres producía una
excitación sexual que no aparecía en el grupo de sujetos
normales (en éstos, la ausencia de conductas eróticas o
cortejo les previene de excitarse sexualmente). Respecto a las
características de personalidad, se trata de personas retraídas,
tímidas y dependientes, con déficit en habilidades sociales y
heterosexuales.

Voyeurismo
La principal fuente de excitación del sujeto es la
contemplación de personas desnudas o realizando algún tipo
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de actividad sexual. El voyeurista lleva a cabo dichas
conductas de forma oculta y sin el consentimiento de las
víctimas. La masturbación está con frecuencia asociada a este
acto. Algunas de estas prácticas implican un importante riesgo
de ser sorprendidos, que aumenta más su excitación y que los
pone en peligro de ser arrestados. Esta conducta tiene un
marcado componente compulsivo, y los sujetos informan de
una intensa activación autonómica (aceleración de la tasa
cardíaca, aumento de la sudoración) ante la aparición de
estímulos relacionados con esta conducta.

Aparece predominantemente en hombres, normalmente


heterosexuales. Existe alta morbilidad entre voyeurismo y
exhibicionismo. Los voyeuristas solicitan tratamiento con
mucha menos frecuencia que los exhibicionistas (son
sorprendidos con mayor dificultad). Es importante distinguir
entre voyeurismo y actividad sexual normal, la diferencia está
en que la persona observada lo sabe. Algunos autores
incluyen entre las práctica voyeuristas la contemplación del
striptease, la utilización de pornografía, etc, siempre que ésta
constituye una conducta recurrente o la principal fuente de
excitación para el sujeto. Freund considera una variante del
voyeurismo en modalidad auditiva, la escucha de cintas en las

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que una mujer describe sus sensaciones al masturbarse o
conversaciones telefónicas.

Normalmente comienza en la adolescencia, y aunque en


ocasiones tiene un carácter pasajero, con frecuencia tiene un
curso crónico. Su inicio se asocia a la excitación obtenida
después de haber observado a una mujer desnuda, una pareja
haciendo el amor... Posteriormente el sujeto asocia estas
fantasías a la masturbación y de esta forma se condiciona la
excitación sexual a este tipo de estímulos. En cuanto a las
características de la personalidad, suelen ser sujetos tímidos y
con ciertas dificultades para el establecimiento de relaciones
heterosexuales.

Frotteurismo
Consiste en la obtención de placer a través del frotamiento de
los genitales contra el cuerpo de una persona desconocida y
sin el consentimiento de ésta. El DSM-III-R incluye el
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tocamiento de otras partes de cuerpo. No es el preludio de
una actividad sexual posterior. Los frotteurs realizan estas
actividades en lugares públicos y concurridos (autobús,
metro…). Normalmente va acompañado de una masturbación
ante el recuerdo de este tipo de situaciones. Suele tener un
carácter pasajero y se da con mayor frecuencia entre los 15-20
años. La aparición de esta conducta se asocia a la observación
en otras personas y su posterior imitación. Respecto a las
tasas de prevalencia existen muy pocos datos sobre este
trastorno.

Fetichismo y transvestismo fetichista

El fetichista se excita sexualmente observando y/o


manipulando objetos inanimados, normalmente ropa interior
femenina, calzado, prendas de vestir diversas, pañales…
Frecuentemente se masturban mientras sostienen, tocan o
huelen el fetiche. Cuando la conducta del sujeto se limita a
ponerse ropa del sexo contrario, no debe ser diagnosticada
según el DSM-III-R del fetichismo, sino de fetichismo
transvestista. Estos sujetos suelen tener ropa interior
femenina para transvestirse cuando están solos,
acompañando a la masturbación o cuando realizan el acto
sexual con su pareja. Cuando el objeto que estimula
sexualmente al sujeto es una parte o una deformidad del

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cuerpo humano, esta parafilia recibe el nombre de parcialismo
y debe ser diagnosticada como parafilia no especificada.

Los fetichistas y fetichistas transvestistas son


mayoritariamente hombres y heterosexuales. Algunos
investigadores señalan la existencia de correlación entre
fetichismo y sadomasoquismo. Con frecuencia, las prácticas
sexuales con fetiches implican comportamientos
sadomasoquistas (vestirse con ropas de caucho o goma
altamente constrictoras). Apenas existen datos de la
prevalencia de este trastorno no implica violación de las
libertades y derechos del otro y que suele darse en privado,
por lo que muchos fetichistas no acuden a tratamiento, y los
que acuden lo hacen presionados por la pareja.

Respecto a su etiología, se alude a procesos de


condicionamiento en el aprendizaje de esta conducta. Quizás
el procedimiento más común es la incorporación del objeto
fetiche a través de la imaginación a una situación de
masturbación, por lo que la aparición de un orgasmo posterior
fortalecerá la asociación de ese objeto con la sensación de
placer. Para algunos autores esta explicación no es
consistente con que la mayoría de los fetichistas informen de
un fuerte interés desde su infancia hacia el objeto fetiche, a
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pesar de que los sujetos no suelan tener consciencia de dicho
interés. Desde el punto de vista del libro estos datos son
complementarios, ya que por ser el fetiche un objeto que
desde siempre ha llamado la atención del sujeto es más fácil
incorporarlo a la masturbación.

Se ha hablado de una asociación entre fetichismo y epilepsia


temporal, aunque existe gran controversia. El transvestismo
fetichista suele tener también su inicio en la adolescencia.

Paidofilia o pedofilia
Se refiere a la presencia de fantasías y conductas que implican
la actividad sexual entre un adulto y un niño. El DSM-IV
incluye otro criterio diagnóstico que hace referencia a la edad
del niño y del adulto, indicando que es necesario que el sujeto
tenga al menos 16 años y que sea al menos 5 años mayor que
el niño. Además se debe especificar si la relación es
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heterosexual u homosexual, si se limita al incesto, si es de tipo
exclusivo (sólo se da atracción sexual por niños) o de tipo no
exclusivo (existe también atracción sexual por adultos).

Las conductas sexuales van desde el mero exhibicionismo o


masturbación delante del niño hasta los besos, caricias,
contactos oro-genitales y en algunos casos la penetración anal
o vaginal. Normalmente no implica violencia física. El adulto
suele ganarse el afecto y la simpatía del niño a través de
premios, juegos… Suele ser una persona cercana o conocida.

Se estima que una tercera parte de los abusos sexuales en la


infancia son de carácter incestuoso.

Respecto a la orientación sexual de la paidofilia, algunos


autores señalan que esta diferenciación es determinante,
dado que los rasgos de personalidad y las conductas exhibidas
por unos y otros son diferentes. En general podría decirse que
la pedofilia homosexual suele tener un carácter más crónico y
menos reactivo que la heterosexual.

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Paidofilia heterosexual
 Pocas víctimas

 El sujeto es alguien conocido para las víctimas.

 Se realizan repetidos abusos con una misma víctima

durante períodos prolongados de tiempo.

 La edad media de las víctimas es de 8 años.


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 Se sienten atraídos también por las mujeres adultas.

 Suelen ser sujetos casados.

 La conducta comienza en la edad adulta de forma

ocasional y en momentos de cierto estrés psicosocial.

 Suelen ser de clase social baja, estar en paro, problemas

con el alcohol…

Paidofilia homosexual
 Muchas víctimas.

 El sujeto suele ser un desconocido para las víctimas.

 No suelen tener más de una relación con cada una de las

víctimas.

 La edad media de las víctimas es de 10 años.

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 No se sienten atraídos por adultos del sexo opuesto.

 Suelen ser solteros.

 La conducta comienza en la adolescencia.

 Suelen ser personas acomodadas con un empleo

estable, sin especiales problemas con el alcohol, pero

rehúyen las relaciones sociales.

La presencia de actos sexuales con niños no es criterio


suficiente para el diagnóstico de paidofilia. Se distingue este
trastorno de casos en los que la relación sexual con el niño se
da en un contexto de estrés psicosocial o como consecuencia
de una situación de soledad o aislamiento, constituyendo un
episodio aislado en la vida de un individuo que pre prefiere
establecer relaciones con adultos, pero que utiliza al niño
porque el adulto no está disponible.

Hay casos de relaciones con niños aisladas que no constituyen


paidofilia en sujetos con retraso mental, trastorno orgánico de
la personalidad, esquizofrenia o problemas de intoxicación

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alcohólica. Aquí la conducta está ligada a una disminución de
la capacidad de juicio y del control de los impulsos.

Se sabe poco acerca de la prevalencia: aproximadamente en


el 0,5% de las mujeres y en 5% de los hombres. El perfil típico
es el de un hombre de mediana o avanzada edad, solitario,
con dificultades para establecer relaciones heterosexuales.
Normalmente no presentan ningún trastorno psicopatológico
significativo, aunque suele tener baja autoestima y/o
problemas de abuso de alcohol o de sustancias.

Se sabe poco acerca de la etiología, aunque hay varias


hipótesis. Unas hacen referencia al aprendizaje de actitudes
negativas hacia el sexo, a las experiencias de abuso sexual
durante la infancia, a la presencia de sentimientos de
inferioridad y de baja autoestima. La asociación posterior con
la masturbación facilita el mantenimiento de la conducta. Así
mismo, las situaciones de elevado estrés psicosocial pueden
funcionar también como desencadenantes y mantenedores
de la conducta. Otros hablan de un proceso de
condicionamiento que no se extinguió con experiencias
posteriores más gratificantes.

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Sadismo y masoquismo

El sadismo se refiere a la necesidad de infligir daño a otra


persona para excitarse sexualmente. El masoquismo implica la
necesidad de ser humillado, atacado, maltratado, etc, para
obtener placer sexual. Son trastornos con frecuencia aparecen
juntos: muchos masoquistas se infligen daño a sí mismos, son
los sadomasoquistas.

Para muchas personas normales de ambos sexos (25%) es


sexualmente excitante proporcionar o recibir pequeñas
agresiones cariñosas o someterse voluntariamente a ciertas
fantasías de dominación-sumisión, por lo que existe un cierto
componente sádico en la sexualidad normal. El DSM-III-R
señalaba la necesidad de establecer el diagnóstico diferencial
respecto a la violación u otro ataque sexual. Sólo un 10% de
los violadores encuentra satisfacción en el sufrimiento de la
víctima. En ocasiones, el sadismo está asociado a trastornos
de la personalidad antisocial: estos individuos pueden
cometer actos muy violentos y producir daños severos a sus
víctimas.

Existe gran variedad de conductas sádicas y masoquistas:


sujeción con ligaduras, golpes o latigazos, pisoteo del cuerpo...
Hay una conducta a la que el DSM-III-R otorga atención
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especial por el peligro físico que conlleva: la hipoxifilia, que es
la excitación sexual a través de la deprivación de oxígeno por
medio de un nudo o una bolsa de plástico. La asfixia produce
vértigo y mareos debido a la interrupción de la oxigenación
arterial del cerebro y al aumento del dióxido de carbono. En
ocasiones produce muerte. La prevalencia del masoquismo es
más frecuente en mujeres, de hecho es la parafilia de mayor
prevalencia en el sexo femenino.

Estas conductas suelen comenzar en la adolescencia y tienen


un curso crónico. Es frecuente la asociación del sadismo y
masoquismo con el fetichismo y el fetichismo transvestista. Es
difícil encontrar una explicación etiológica. Se ha recurrido a
procesos de condicionamiento. El primer modelo
experimental de masoquismo es de Eroféieva: condicionó la
respuesta alimenticia clásica a un estímulo eléctrico. En
circunstancias especiales la estimulación aversiva puede
convertirse en señal discriminativa de hechos agradables.

Pedersen indica que las etnias más proclives a estas


actividades son los anglosajones y judíos, lo cual puede
suponer que este tipo de conductas son más frecuentes en
aquellas culturas en las que se reprimen las manifestaciones

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de agresividad, lo que explicaría su menor prevalencia en los
latinos.

Otras parafilias y ofensas sexuales

Otras parafilia son la zoofilia, que se refiere a las relaciones


con animales. Es frecuente en zonas rurales y aisladas, la
coprofilia (heces), la necrofilia, que es con muertos pero es
poco frecuente, o las llamadas telefónicas obscenas. Son
pocos los sujetos que acuden a tratamiento por este tipo de
problemas.

Etiología
Respecto a las causas biológicas, no hay evidencia empírica
que avale la presencia de una causa de tipo biológico. Una de
las hipótesis hace referencia a la presencia de niveles
anormales de andrógenos, dado que pueden contribuir a una
excitación sexual inapropiada. Los trabajos realizados aportan
resultados contradictorios. Otra hipótesis sugiere la presencia
de una alteración en el lóbulo temporal. Sin embargo,
tampoco permiten confirmar estos hallazgos.

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En cuanto a las causas psicológicas hacen referencia a la
importancia de los procesos de aprendizaje. La hipótesis de
condicionamiento clásico es defendida por la mayor parte de
los investigadores. El aprendizaje se puede producir por la
asociación accidental de un estímulo atípico con una
sensación de excitación sexual. Esta asociación se refuerza por
la repetición buscada de dichas situaciones por parte de
sujeto y la inclusión de fantasías relacionadas con dicho
estímulo durante la masturbación. Pero que un porcentaje
significativo de sujetos normales informe de activación ante
fantasías de actividades sexuales desviadas pero que no las
realicen entra en contradicción con este modelo.

Otra hipótesis es la teoría de la terminación conducta. Esta


teoría parte de dos hechos: 1) el carácter compulsivo que
tienen muchos de éstos comportamientos (los propios sujetos
informan de no poder contenerse de realizar éstas conductas)
y 2) se quejan más de una respuesta de activación general que
de una respuesta de activación sexual. Una hipótesis
alternativa a este modelo es la de que dichos
comportamientos tienen un carácter adictivo. Sin embargo,
datos clínicos y la evidencia empírica no avalan esta hipótesis.

26
Otros autores conceptualizan desde una perspectiva
etiológica las desviaciones sexuales como trastornos del
cortejo. Freund cree que las conductas sexuales están
biológicamente determinadas e identifica 4 fases en las
interacciones sexuales humanas: 1) localización y evaluación
de la pareja, 2) fase de interacción pretáctil, 3) fase de
interacción táctil y 4) fase de unión genital. Pueden producirse
anomalías en el patrón de activación de cada una de estas
fases, produciéndose una exagerada intensificación del
mismo. En el voyeurismo una alteración de la fase de
localización y evaluación, en el exhibicionismo una alteración
de la fase de interacción pretáctil, en el frotteurismo una
alteración de la fase de interacción táctil y en la violación de la
fase de unión genital.

También se ha enfatizado el papel que juega la imitación de


modelos. Existe relación entre el ambiente familiar en el que
se ha desarrollado el sujeto durante la infancia y la aparición
sobre todo de ofensas sexuales y conductas de violencia. Gran
parte de los ofensores sexuales han tenido una pobre
socialización en la infancia y han presenciado repetidamente
escenas de violencia en el hogar. Esto facilita el uso de la
agresión como forma de interacción e impide el acceso
durante la adolescencia a unas apropiadas relaciones sociales.

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Desde otras perspectivas se ha subrayado la importancia de
las actitudes y cogniciones acerca del sexo, que se van
aprendiendo e internalizando a lo largo de todo el proceso de
desarrollo. Finalmente, se ha aludido a que las desviaciones
reflejan un déficit de habilidades de comunicación social y
heterosexual.

conclusión
Ya para concluir este trabajo de gran enseñanza y
amplios conocimientos nos damos cuentas que
las desviaciones sexuales puede ser interesante
cuando se habla de temas regulares como la
intimidad en pareja, el comportamiento y
reacción a estímulos, enfermedades de
trasmisiones sexuales, embarazo precoz o no
deseados.

28
En nuestra actual cultura el desvió sexual típico es
una persona emocional, cuyo desarrollo sexual se
ha visto detenido o distorsionado en las primeras
etapas de su vida.

Anexos.

29
Bibliografía
https://psikipedia.com/

https://www.ecured.cu/Desviaci
%C3%B3n_sexual#:~:text=Desviaci%C3%B3n
%20sexual%20son%20una%20serie,de%20los
%20patrones%20sexuales
%20normales.&text=En%20cuestiones
%20sexuales%20el%20t%C3%A9rmino,que
%20es%20considerado%20como%20normal.

https://www.lavozdelsandinismo.com/salud/20
14-07-17/desviaciones-sexuales/

30

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