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PEDOFILIA

Los términos paidofilia y pedofilia se usan en las ciencias de la salud para referirse a


una parafilia que consiste en la excitación o el placer sexual que obtiene una persona
adulta al llevar a cabo actividades o al tener fantasías sexuales con niños
(infancia y preadolescentes). Aunque las niñas suelen comenzar el proceso de
la pubertad a los 10 u 11 años, y los niños a los 11 o 12 años, los criterios para la pedofilia
se amplían al punto de corte para la prepubescencia que vendría rodeando las edades de
12 años para las niñas y 14 años para los niños, aunque a veces se combina con
la hebefilia (sobre todo en el ámbito social primero, donde ni siquiera conocen este
término) extendiéndola así hasta los 15 años de edad.
A partir de los 13 años para las niñas y 15 para los niños, hay casos extremadamente
aislados de chicos que no han llegado a la pubertad aún, y no se tiene en cuenta en
estudios sobre pedofilia, donde el rango de edad suele ir entre los 6 como edad mínima a
los 14 como edad máxima.
Los adultos atraídos por menores de 15 a 17 años son considerados efebófilos, un
trastorno distinto a la pedofilia, aunque este suele ser algo más común sobre todo en
hombres y mujeres jóvenes no mayores de 25 años.
La pedofilia es un rasgo multifactorial de la personalidad, y se compone de aspectos
mentales, institucionales, de actividad, de educación sexual, de violencia, de control de
las pulsiones, etc. En este sentido, se suelen distinguir dos tipos de pedofilia: una
primaria o esencial, muy arraigada en el sujeto, y otra secundaria (u otras), que
aparecería motivada por factores circunstanciales.

Las conductas pedófilas son muy heterogéneas, desde casos inofensivos, hasta aquellos
en que alcanzarían niveles que rozan lo criminal. Se puede decir que la pedofilia es una
condición de salud mental mientras no existe abuso físico de un(a) menor. A la actividad
sexual de una persona adulta con un menor prepubescente, de 14 años o menos se la
conoce con el nombre de pederastia o abuso sexual infantil (palabra que,
etimológicamente, significa lo mismo que pedofilia).
En el uso popular, la palabra pedofilia se suele aplicar a cualquier interés sexual en los
niños o el acto de abuso sexual infantil. Este uso confunde la atracción sexual hacia los
niños prepúberes con el acto de abuso sexual infantil, y no distingue entre la atracción a
prepúberes y púberes o post-púberes menores de edad. Los investigadores recomiendan
que se eviten estos usos imprecisos ya que si bien las personas que cometen abuso
sexual infantil a veces presentan el trastorno, los abusadores sexuales de niños no son
pedófilos a menos que tengan un interés sexual primario o exclusivo en los niños
prepúberes, y la literatura indica la existencia de pedófilos que no abusan de los niños.
El trastorno pedófilo se caracteriza por la presencia de fantasías, impulsos o
comportamientos sexualmente excitantes recurrentes e intensos relacionados con los
niños (por lo general hasta los 13 años de edad).
La pedofilia es una forma de parafilia. Como causa daño a terceros se considera un
trastorno.

El hecho de que el interés sexual o las relaciones entre dos personas se considere un
trastorno pedófilo depende de la edad de las personas involucradas. En las sociedades
occidentales, un diagnóstico de trastorno pedófilo requiere que la persona que lo padece
sea mayor de 16 años y al menos 5 años mayor que el niño que es objeto de las fantasías
o actividades sexuales. Sin embargo, la implicación sexual entre un adolescente de más
edad (17 a 18 años) y un niño de 12 o 13 años no se puede considerar un trastorno. Los
criterios de edad que se utilizan para identificar cuándo tal actividad se considera un
delito pueden ser variables.

Aunque las leyes varían de un país a otro, en líneas generales la ley considera que una
persona mayor de 18 años comete estupro cuando mantiene relaciones sexuales con una
persona de 16 años de edad o menos. Los casos de estupro a menudo no cumplen los
criterios de pedofilia, lo que hace destacar la naturaleza un tanto arbitraria de establecer
un punto límite de edad en una definición médica o legal. En muchos lugares (incluidos
algunos Estados de Estados Unidos), los niños de tan solo 12 a 14 años de edad pueden
casarse legalmente, lo que hace aún más compleja la definición de pedofilia y de estupro.
La pedofilia es mucho más frecuente en varones que en mujeres.

Los pedófilos pueden sentirse atraídos por niños, niñas o por ambos sexos. No está claro si
las niñas o los niños son más propensos a ser víctimas de pedófilos, aunque las niñas
parecen ser mucho más propensas a ser víctimas de abusos sexuales en general.

Por lo general, el adulto suele ser una persona que el niño conoce, como un familiar, un
padrastro o una persona con autoridad (como un profesor o entrenador). Algunos se
sienten atraídos sólo por niños que pertenecen a su propia familia (incesto), Algunos
pedófilos se sienten atraídos solo por niños, a menudo de un grupo de edad o en una
etapa de desarrollo determinado, mientras que otros se sienten atraídos tanto por niños
como por adultos.

Las actividades consistentes en observar o tocar a los niños parecen ser más frecuentes
que los tocamientos genitales o las relaciones sexuales.

Los depredadores pedófilos pueden utilizar la fuerza o la coacción para someter


sexualmente a los niños, así como amenazarles con hacerles daño a ellos o a sus mascotas
si se lo cuentan a alguien. Muchos de estos pedófilos tienen trastorno de personalidad
antisocial.
Muchos pedófilos tienen o desarrollan abuso o dependencia de sustancias y depresión. A
menudo proceden de familias disfuncionales, y es muy frecuente que tengan conflictos
matrimoniales. Muchos han sido víctimas de abusos sexuales cuando eran niños.
ORIGEN
Se considera que paidofilia es un término etimológicamente más correcto que pedofilia,
si bien esta segunda forma se usa más. En relación con la atracción hacia los
adolescentes, también suele emplearse el término «hebefilia» o «efebofilia».
Siglos XIX y XX
La pedofilia fue reconocida formalmente por primera vez y nombrada en el siglo XIX. Una
cantidad significativa de investigación en el área ha tenido lugar desde la década de 1980.
Aunque en su mayoría documentado en hombres, también hay mujeres que presentan el
trastorno,171819 y los investigadores suponen que las estimaciones disponibles no
representan el verdadero número de pedófilas femeninas. No hay cura para la pedofilia
desarrollada, pero hay tratamientos que pueden reducir la incidencia de una persona que
comete el abuso sexual infantil. Las causas exactas de la pedofilia no se han establecido
de forma concluyente. Algunos estudios de pedofilia en los delincuentes sexuales de
niños lo han correlacionado con diversas anomalías neurológicas y patologías
psicológicas. En los Estados Unidos, después de Kansas v. Hendricks, los delincuentes
sexuales que son diagnosticados con ciertos trastornos mentales, especialmente la
pedofilia, pueden estar sujetos a un compromiso civil indefinido.
El origen de esta tendencia anómala puede estar relacionado con el aprendizaje de
actitudes extremas negativas hacia la sexualidad o con el abuso sexual sufrido en la
infancia, así como con sentimientos de inferioridad o con la incapacidad para establecer
relaciones sociales y sexuales normales.
CAUSAS
En el marco de los numerosos casos de abuso sexual que se han reportado en los medios
de comunicación en los últimos meses, incluidos los nuevos testimonios contra el
fallecido cantante Michael Jackson en el documental "Leaving Neverland", la pedofilia es
un concepto que se usa una y otra vez, no siempre con total acierto. De qué hablamos
cuando nos referimos a este trastorno, qué lo origina, qué lo diferencia de la pederastia y
cuáles son sus posibilidades de tratamiento. Yamil Quevedo, académico del
Departamento de Psiquiatría y Salud Mental Oriente de la Facultad de Medicina, ofrece
en la siguiente entrevista una mirada a este trastorno, desde la salud mental.

"Actualmente la psiquiatría entiende a la pedofilia como un trastorno de la conducta, y


los manuales estadísticos la definen como un patrón más o menos estable en el tiempo.
Es decir, se considera un trastorno cuando personas adultas o mayores de 16 años
tienen conductas, fantasías, pensamientos recurrentes o deseos intensos en la esfera
sexual, con niños prepúberes por más de seis meses. Esa es la definición", dice doctor
Yamil Quevedo, psiquiatra de adultos y académico de nuestro plantel.

No obstante, agrega el especialista, "uno puede advertir que esta definición en sí misma
tiene algunas dificultades, porque no permite separar lo que puede estar en el mundo
interno y las conductas que pueden dañar a otros. Además, para configurar trastorno o
desorden, tiene que generar dificultades o distrés significativo en la persona o en otros".

Recabar números respecto a este trastorno es complejo, dado el castigo social que
enfrentan quienes lo padecen y la criminalidad a la que se asocia. "Algunos estudios
reportan una prevalencia de 3 a 5 por ciento de población general. La mayoría son
estudios en hombres", advierte el doctor Quevedo.

Siguiendo la literatura vinculada al tema: en los casos de abuso infantil los perpetradores
son mayoritariamente hombres, no obstante, el especialista señala que hay estudios que
refieren que sólo un 50 por ciento de los abusadores de niños se declaran pedófilos.
Para hacer el diagnóstico tienes que tener más de 16 años. Ahora cuando se han hecho
estudios, algunas personas refieren que siempre han sentido un deseo sexual con niños
prepúberes de uno o de ambos sexos.

La pedofilia puede ser un desarrollo de una conducta, de una tendencia de un aspecto de


la personalidad, o puede existir lo que se llama una pedofilia adquirida. La pedofilia
adquirida, se refiere a personas que previamente no habían experimentado esa
conducta, y después de sufrir alguna lesión cerebral, que puede ser traumática, tumoral o
degenerativa, empiezan a presentar este tipo de conductas.

Muchos psicólogos y psiquiatras, los pedófilos tendrían una personalidad inmadura,


problemas de relación o sentimientos de inferioridad que no les permitirían mantener
una relación amorosa adulta e "igualitaria": individuos con trastornos narcisistas y frágil
autoestima se concentran en los niños porque pueden controlarlos y dominarlos y, con
ellos, no tienen sentimientos de inadecuación.
Otros autores consideran que la pedofilia deviene de una experimentación permanente
del propio periodo infantil por parte del individuo, idealizando el cuerpo y la belleza de
esa etapa y tratando además de evocar el tratamiento que en relación con estos aspectos
recibieron de pequeños. En consecuencia, el erotismo con los niños puede comportar la
fantasía inconsciente de fusión con un objeto ideal, la reestructuración con un ego joven
e idealizado.
A todo esto se añade que los pedófilos encuentran también placer en la intrínseca
transgresión que supone su tendencia y actos, y en las actividades que realizan para
llevar a cabo sus contactos con niños: localización, planificación, seguimiento,
aproximaciones, etc.
Igualmente, se aduce la posibilidad de la existencia de trastornos de personalidad como
factores importantes: deficiencias en el control de los impulsos y en la imagen personal,
tanto por una educación sexual negativa y culpabilizadora como por unos modelos
familiares no adecuados.
FACTORES QUE INTERVIENEN
LA HEBEFILIA
La hebefilia es la atracción hacia menores cuyo físico corresponde más bien al de una o
un preadolescente (niña, niño pubertad) se le conoce como la atracción hacia individuos
o pubescentes jóvenes usualmente entre los 10 y 13 años de edad, también es conocido
como complejo de Lolita.

LA INFANTOFILIA
La infantofilia es la condición en la cual personas adultas experimentan atracción sexual
hacia niños de entre 0 y 5 años.
REGULACIÓN JURÍDICA
La mayor parte de los países conservan un derecho penal de acto por lo que se castiga
la violación y por ende, la pederastia, es decir, el acto de abusar sexualmente de un niño,
y no la mera tendencia sexual pedófila. Por ello, un acto de abuso sexual infantil no es
calificado como tal por las leyes. Sin embargo, en algunos códigos penales sí se
contemplan delitos que castigan dicha conducta.

ACTIVISMO
Alrededor de la década de 1960, surgieron organizaciones diversas de activismo pedófilo.
Algunas de ellas sostienen, entre otras cosas, que es necesario una disminución (o
abolición) de la edad de consentimiento sexual,[47] o la legalización de la posesión
de pornografía infantil.[48]
Otras organizaciones pedófilas, en cambio, rechazan estos reclamos[49] y proponen el
reconocimiento de la diferencia existente entre pedofilia (atracción involuntaria hacia
niños) y abuso sexual infantil, la existencia de pedófilos que no abusan ni desean abusar
de niños, y la carencia de ayuda social para aquellos que no busca relaciones sexuales con
niños.
LA EFEBOFILIA
La efebofilia es la condición en la cual personas adultas experimentan atracción sexual
hacia adolescentes. Por lo general ubicándose entre los 14 años para las niñas y los 15
para los niños hasta los 19 años en general
Por definición, este término no es sinónimo de pedofilia y muchas personas suelen
confundirlo a pesar de su diferente significado. No obstante, en los países occidentales se
ha usado con frecuencia la palabra pedofilia para referirse a la efebofilia cuando ésta es
ilegal, o sea, para referirse a la atracción sexual hacia cualquier persona cuya edad sea
menor a la edad de consentimiento sexual.
Debido a que cada cultura y estado define una edad de consentimiento sexual mínima
diferente, la ilegalidad del término varía. Por ejemplo, en diferentes
naciones musulmanas es aceptado a veces el matrimonio entre adolescentes o entre
adultos y adolescentes, e incluso entre adultos y niños
Debido a que de país en país varían las normas para establecer la edad mínima legal en
que un adolescente puede sostener relaciones sexuales voluntariamente con un adulto,
la efebofilia no es un concepto estandarizado, así por ejemplo, en Argentina los 14 años
es la edad mínima para la mayoría sexual y en España son los 16, mientras en Costa
Rica los 15 años. Además, algunos países establecen edades de consentimiento
diferentes para las relaciones heterosexuales y para las homosexuales.
En México y Estados Unidos la edad de consentimiento varía, dependiendo de los
Estados, entre los 16 y los 18 años.
Aún en las jurisdicciones donde es ilegal sostener relaciones sexuales con menores de 19
años bajo el concepto de adolescencia de Erikson, abarcando la adolescencia entre los 12
y los 21 años, aún en estos lugares sería legal sostener relaciones sexuales con
adolescentes en su etapa más tardía (20 a 21 años) o post-tardía (21 a 24 años).
Arturo Dodero Tello, alias "Maxi", peruano de 29 años, está acusado de atraer
y engañar a cerca de 500 menores procedentes de España, Chile, Argentina,
Perú y Ucrania para que le enviaran fotografías pornográficas.
Las autoridades dicen que el hombre se hacía pasar por menor de edad con el
fin de engañar a las víctimas y posteriormente chantajearlas para que le
mandaran las imágenes.
"Maxi" fue detenido tras una investigación conjunta entre la policía peruana y la
española.

En una rueda de prensa llevada a cabo en Lima, funcionarios tanto de España


como de Perú ofrecieron algunos detalles del caso.
"Los policías ha colaborado de forma mutua para conseguir el objetivo que nos
hizo desplazarnos aquí: detener al mayor depredador sexual de niños y
productor de 'videos grooming' (extorsionadores) de habla hispana", dijo José
Martins, subinspector de la sección de protección al menor de la Brigada de
Investigación Tecnológica de la policía española.
Meses de investigación
De acuerdo con Martins los videos incautados son principalmente de
producción propia. "(Dodero) se especializó en el chantaje y en la extorsión de
niñas para conseguir este tipo de videos".
Durante la presentación a los medios de comunicación, las autoridades
informaron que se trató de "muchos meses de investigación" para lograr "retirar
de circulación al mayor depredador sexual conocido de niños de habla
hispana".
"Se ha podido identificar a por lo menos 500 menores de edad que han sido
víctimas de este sujeto", indicó el jefe de investigación criminal de la policía
peruana, general César Cortijo.
Entre las víctimas, se han logrado identificar a 14 menores españolas.
El funcionario peruano señaló, según reporta la agencia de noticias AP, que
Dodero creó un correo electrónico argentino con el objetivo de hacerse pasar
"como un menor de edad para sorprender y entablar amistad con sus víctimas,
niños, niñas y adolescentes".

De acuerdo con el comunicado publicado por el Cuerpo Nacional de la Policía


de España, en el registro de la vivienda de "Arturo D.T" se encontraron más de
200 vídeos pornográficos, unos 500 gigabites, con niñas menores de 10 años,
los cuales están siendo analizados con el objetivo de identificar a otras víctimas
y "otros pederastas a los que el detenido vendía las imágenes".
Funcionarios de la Unidad de Investigación Tecnológica de la policía española
hallaron lo que consideran fue la pieza clave para identificar al sujeto: en la
camiseta de una de las víctimas se podía ver el escudo de un colegio de la isla
Gran Canaria.
"La menor colaboró con los agentes para poder identificar al autor de los
hechos y, tras el análisis de los equipos informáticos, los policías obtuvieron la
cuenta de correo desde la que actuaba el agresor. Gracias a la información
facilitada por la empresa proveedora de los servicios de correo electrónico, los
ciberagentes obtuvieron los datos que les conducían a una persona ubicada en
Lima".
De acuerdo con las autoridades, el "medio de vida (de Arturo D.T) era la
distribución y venta del material pornográfico obtenido".
"Los ciberagentes detectaron a principios de año, en las denominadas redes
anónimas existentes en Internet, un sujeto que, bajo el alias de 'Maxi', estaba
contactando con niños haciéndose pasar por otro menor para obtener
imágenes en actitud sexual que luego distribuía en foros privados de pedófilos",
indicó el Cuerpo Nacional de la Policía de España.
Detención
La policía española informó que en el momento de ser detenido, el acusado
intentó fugarse y destruir las evidencias de sus actividades. Sin embargo, los
agentes pudieron recuperar un disco duro en el que almacenaba todo el
material.
"El arrestado tenía numerosas medidas de seguridad en su domicilio para
evitar ser detectado por la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Contaba con una
cámara de seguridad que grababa constantemente la puerta de su domicilio,
del que casi no salía, y además tenía programas de seguridad en su ordenador
que permitían el borrado automático de la actividad del mismo cuando se
apagara", señala el comunicado.
El imputado guardaba el material en discos duros externos con contenedores
virtuales encriptados con contraseñas robustas. Por eso, explican las
autoridades españolas, fue necesario un dispositivo hardware especializado
para su análisis.
"En su posterior declaración, el detenido ha reconocido los delitos que se le
imputan, aportando los detalles técnicos que utilizaba para captar y acosar a
las menores y producir, distribuir y vender el material pedófilo", informó el
Cuerpo Nacional de la Policía de España.

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