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Las conductas pedófilas son muy heterogéneas, desde casos inofensivos, hasta aquellos
en que alcanzarían niveles que rozan lo criminal. Se puede decir que la pedofilia es una
condición de salud mental mientras no existe abuso físico de un(a) menor. A la actividad
sexual de una persona adulta con un menor prepubescente, de 14 años o menos se la
conoce con el nombre de pederastia o abuso sexual infantil (palabra que,
etimológicamente, significa lo mismo que pedofilia).
En el uso popular, la palabra pedofilia se suele aplicar a cualquier interés sexual en los
niños o el acto de abuso sexual infantil. Este uso confunde la atracción sexual hacia los
niños prepúberes con el acto de abuso sexual infantil, y no distingue entre la atracción a
prepúberes y púberes o post-púberes menores de edad. Los investigadores recomiendan
que se eviten estos usos imprecisos ya que si bien las personas que cometen abuso
sexual infantil a veces presentan el trastorno, los abusadores sexuales de niños no son
pedófilos a menos que tengan un interés sexual primario o exclusivo en los niños
prepúberes, y la literatura indica la existencia de pedófilos que no abusan de los niños.
El trastorno pedófilo se caracteriza por la presencia de fantasías, impulsos o
comportamientos sexualmente excitantes recurrentes e intensos relacionados con los
niños (por lo general hasta los 13 años de edad).
La pedofilia es una forma de parafilia. Como causa daño a terceros se considera un
trastorno.
El hecho de que el interés sexual o las relaciones entre dos personas se considere un
trastorno pedófilo depende de la edad de las personas involucradas. En las sociedades
occidentales, un diagnóstico de trastorno pedófilo requiere que la persona que lo padece
sea mayor de 16 años y al menos 5 años mayor que el niño que es objeto de las fantasías
o actividades sexuales. Sin embargo, la implicación sexual entre un adolescente de más
edad (17 a 18 años) y un niño de 12 o 13 años no se puede considerar un trastorno. Los
criterios de edad que se utilizan para identificar cuándo tal actividad se considera un
delito pueden ser variables.
Aunque las leyes varían de un país a otro, en líneas generales la ley considera que una
persona mayor de 18 años comete estupro cuando mantiene relaciones sexuales con una
persona de 16 años de edad o menos. Los casos de estupro a menudo no cumplen los
criterios de pedofilia, lo que hace destacar la naturaleza un tanto arbitraria de establecer
un punto límite de edad en una definición médica o legal. En muchos lugares (incluidos
algunos Estados de Estados Unidos), los niños de tan solo 12 a 14 años de edad pueden
casarse legalmente, lo que hace aún más compleja la definición de pedofilia y de estupro.
La pedofilia es mucho más frecuente en varones que en mujeres.
Los pedófilos pueden sentirse atraídos por niños, niñas o por ambos sexos. No está claro si
las niñas o los niños son más propensos a ser víctimas de pedófilos, aunque las niñas
parecen ser mucho más propensas a ser víctimas de abusos sexuales en general.
Por lo general, el adulto suele ser una persona que el niño conoce, como un familiar, un
padrastro o una persona con autoridad (como un profesor o entrenador). Algunos se
sienten atraídos sólo por niños que pertenecen a su propia familia (incesto), Algunos
pedófilos se sienten atraídos solo por niños, a menudo de un grupo de edad o en una
etapa de desarrollo determinado, mientras que otros se sienten atraídos tanto por niños
como por adultos.
Las actividades consistentes en observar o tocar a los niños parecen ser más frecuentes
que los tocamientos genitales o las relaciones sexuales.
No obstante, agrega el especialista, "uno puede advertir que esta definición en sí misma
tiene algunas dificultades, porque no permite separar lo que puede estar en el mundo
interno y las conductas que pueden dañar a otros. Además, para configurar trastorno o
desorden, tiene que generar dificultades o distrés significativo en la persona o en otros".
Recabar números respecto a este trastorno es complejo, dado el castigo social que
enfrentan quienes lo padecen y la criminalidad a la que se asocia. "Algunos estudios
reportan una prevalencia de 3 a 5 por ciento de población general. La mayoría son
estudios en hombres", advierte el doctor Quevedo.
Siguiendo la literatura vinculada al tema: en los casos de abuso infantil los perpetradores
son mayoritariamente hombres, no obstante, el especialista señala que hay estudios que
refieren que sólo un 50 por ciento de los abusadores de niños se declaran pedófilos.
Para hacer el diagnóstico tienes que tener más de 16 años. Ahora cuando se han hecho
estudios, algunas personas refieren que siempre han sentido un deseo sexual con niños
prepúberes de uno o de ambos sexos.
LA INFANTOFILIA
La infantofilia es la condición en la cual personas adultas experimentan atracción sexual
hacia niños de entre 0 y 5 años.
REGULACIÓN JURÍDICA
La mayor parte de los países conservan un derecho penal de acto por lo que se castiga
la violación y por ende, la pederastia, es decir, el acto de abusar sexualmente de un niño,
y no la mera tendencia sexual pedófila. Por ello, un acto de abuso sexual infantil no es
calificado como tal por las leyes. Sin embargo, en algunos códigos penales sí se
contemplan delitos que castigan dicha conducta.
ACTIVISMO
Alrededor de la década de 1960, surgieron organizaciones diversas de activismo pedófilo.
Algunas de ellas sostienen, entre otras cosas, que es necesario una disminución (o
abolición) de la edad de consentimiento sexual,[47] o la legalización de la posesión
de pornografía infantil.[48]
Otras organizaciones pedófilas, en cambio, rechazan estos reclamos[49] y proponen el
reconocimiento de la diferencia existente entre pedofilia (atracción involuntaria hacia
niños) y abuso sexual infantil, la existencia de pedófilos que no abusan ni desean abusar
de niños, y la carencia de ayuda social para aquellos que no busca relaciones sexuales con
niños.
LA EFEBOFILIA
La efebofilia es la condición en la cual personas adultas experimentan atracción sexual
hacia adolescentes. Por lo general ubicándose entre los 14 años para las niñas y los 15
para los niños hasta los 19 años en general
Por definición, este término no es sinónimo de pedofilia y muchas personas suelen
confundirlo a pesar de su diferente significado. No obstante, en los países occidentales se
ha usado con frecuencia la palabra pedofilia para referirse a la efebofilia cuando ésta es
ilegal, o sea, para referirse a la atracción sexual hacia cualquier persona cuya edad sea
menor a la edad de consentimiento sexual.
Debido a que cada cultura y estado define una edad de consentimiento sexual mínima
diferente, la ilegalidad del término varía. Por ejemplo, en diferentes
naciones musulmanas es aceptado a veces el matrimonio entre adolescentes o entre
adultos y adolescentes, e incluso entre adultos y niños
Debido a que de país en país varían las normas para establecer la edad mínima legal en
que un adolescente puede sostener relaciones sexuales voluntariamente con un adulto,
la efebofilia no es un concepto estandarizado, así por ejemplo, en Argentina los 14 años
es la edad mínima para la mayoría sexual y en España son los 16, mientras en Costa
Rica los 15 años. Además, algunos países establecen edades de consentimiento
diferentes para las relaciones heterosexuales y para las homosexuales.
En México y Estados Unidos la edad de consentimiento varía, dependiendo de los
Estados, entre los 16 y los 18 años.
Aún en las jurisdicciones donde es ilegal sostener relaciones sexuales con menores de 19
años bajo el concepto de adolescencia de Erikson, abarcando la adolescencia entre los 12
y los 21 años, aún en estos lugares sería legal sostener relaciones sexuales con
adolescentes en su etapa más tardía (20 a 21 años) o post-tardía (21 a 24 años).
Arturo Dodero Tello, alias "Maxi", peruano de 29 años, está acusado de atraer
y engañar a cerca de 500 menores procedentes de España, Chile, Argentina,
Perú y Ucrania para que le enviaran fotografías pornográficas.
Las autoridades dicen que el hombre se hacía pasar por menor de edad con el
fin de engañar a las víctimas y posteriormente chantajearlas para que le
mandaran las imágenes.
"Maxi" fue detenido tras una investigación conjunta entre la policía peruana y la
española.