Actualmente estamos inmersos en una sociedad altamente consumista, debido a que ya no
adquirimos productos o servicios que realmente necesitamos, sino porque nos hemos vuelto obsesionados por comprar cosas innecesarias, esto nos muestra un claro indicador de que estamos consumiendo demasiado; a esto se le llama la economía de los materiales que comprende cinco fases: la extracción, la producción, la distribución, el consumo y la disposición. La extracción en sí, es la explotación de los recursos naturales, debido a la gran destrucción del ser humano causado al medio ambiente estamos agotando la existencia de estos, debido a que pensamos que los recursos naturales son recuperables; en cuanto a la producción se procede a la fabricación masiva de productos contaminados e innesarios; para luego pasar a la siguiente fase que es la distribución, es decir vender basura contaminada, la sociedad adquiere productos o servicios y es que es aquí donde el e-commerce juega un papel muy importante por el exceso de anuncios publicitarios; el consumo por su parte mide el valor de las personas por el flujo de materiales que adquieren, generan demasiados bienes de consumo y finalmente la disposición hace que la sociedad incurra en desechar en corto plazo lo que adquiere, generando graves daños ambientales. Debido al mal manejo del consumo se ha llegado al límite del consumismo alcanzando tal punto de que se vuelva una forma de vida de las personas, y a la vez se está incurriendo en problemas ambientales y sociales que con el pasar del tiempo pueden ser irreparables; se priorizan otros tipos de necesidades de carácter privado como gubernamentales y a la vez empresariales, dejando a un lado prioridades de objetivos desarrollo sostenible, de igual manera el sector salud, ambiental, cultural, educación, sustentabilidad, entre otros. Es tanto el impacto que ha generado el consumismo, que se han adelantado puntos de intervención en cuanto a derechos laborales; existen organizaciones que se dedican a la defensa del medio ambiente, producción limpia, energías limpias, campañas de reciclaje; actividades que de una u otra manera mitigan los daños que ha causado este sistema lineal de consumo. Teniendo en cuenta lo anterior, es necesario implementar proyectos encaminados a la preservación del medio ambiente; así mismo diseñar estrategias de un consumo responsable, ya que de la economía de una región depende su progreso en los distintos sectores que lo componen, formular proyectos sociales definiendo participativamente las necesidades y prioridades de grupos sociales donde se quiera realizar el proyecto o producto, cumpliendo a cabalidad todos los requerimientos establecidos. Del buen manejo y control del consumo ya sea de bienes o servicios de un país, también depende el avance de la economía del mismo, por otra parte las empresas, además de cumplir con su objetivo social, no deben dejar atrás la implementación de la responsabilidad empresarial, en lo que tiene que ver lo económico, social, ambiental; de esta manera impulsar un mejor sistema económico mundial.