Trabajo de Historia de la Educación.

Control de lectura número 2

Pablo Adrover

3º C (Vespertino)

Historia de la Educación

IPA- Instituto de Profesores Artigas

26 de junio de 2020
1)

Teniendo en cuenta la lectura “Paideia:Los ideales de la cultura griega”

de Werner Jaeger, podemos extraer del pensamiento del autor antes
mencionado diversas características vinculadas con el concepto de educación
que este nos proporciona.
Aquí, es preciso comenzar con uno de los primeros postulados que hace
Jaeger en el capítulo denominado como “Posición de los griegos en la Historia
de la Educación Humana”; allí menciona que “La educación es el principio
mediante el cual la comunidad humana conserva y trasmite su peculiaridad
física y espiritual.” (Jaeger, 1993. Pág 10), agregando, a su vez, el hecho de
que, producto de eventuales transformaciones de las cosas, los individuos
tienden a presentar un cambio.
También, Jaeger considera que la educación es participe necesario y constante
en la vida y el crecimiento de las sociedades, como también en su destino
exterior o en la reestructuración interna y, a su vez, en su desarrollo espiritual.
Otro punto interesante de resaltar, teniendo en cuenta el pensamiento del
autor, se relaciona con la idea de que el hombre sólo puede conservar y
propagar sus distintas formas de existencia, tanto la de carácter social como
también aquella relacionada con lo estrictamente espiritual, mediante lo que
Jaeger reconoce como la voluntad consciente y la razón, fuerzas que a su vez
son las creadoras de las antes mencionadas formas espirituales y sociales. Y
que, también, permiten la adquisición dentro de su desarrollo de un
determinado “juego libre”, cualidad, por así denominarlo, de la cual los demás
seres vivos carecen.
Seguido de dicho planteamiento, agrega que “Incluso la naturaleza corporal del
hombre y sus cualidades pueden cambiar mediante una educación consciente
y elevar sus capacidades a un rango superior.” (Jaeger, 1993. Pág 10)

Finalmente, Werner Jaeger (1993) en su obra afirma que “La naturaleza del
hombre, en su doble estructura corporal y espiritual, crea condiciones
especiales para el mantenimiento y la trasmisión de su forma peculiar y exige
organizaciones físicas y espirituales.” Fenómeno el cual, desde su perspectiva,
se conoce y, más bien, se denomina educación. Agregando que “(…) Toda
educación es el producto de la conciencia viva de una norma que rige una
comunidad humana, lo mismo si se trata de la familia, de una clase social o de
una profesión, que de una asociación más amplia, como una estirpe o un
estado.” (Jaeger, 1993.pág 10).

2)

Para el autor, la importancia de los griegos dentro de lo que refiere a la

educación radica en el hecho de que “(…) la importancia universal de los
griegos, como educadores, deriva de su nueva concepción de la posición del
individuo en la sociedad. Si consideramos el pueblo griego sobre el fondo
histórico del antiguo Oriente, la diferencia es tan profunda que los griegos
parecen fundirse en una unidad con el mundo europeo de los tiempos
modernos.” (Jaeger, 1993. Pág 14)” A esta afirmación se suma la idea de que
los griegos comenzarán a poner los principios naturales de la vida humana y
las leyes inmanentes que rigen sus fuerzas corporales y espirituales como las
fuerzas formadoras, al servicio estas de la educación.
A su vez, Los griegos vieron por primera vez que la educación debe ser
también un proceso de construcción consciente. Algo que, desde la perspectiva
de Jaeger, solamente a ese tipo de educación puede aplicarse propiamente la
palabra formación.

3) Si bien en rasgos generales la obra de Jaeger intenta abordar de

diferentes perspectivas la idea o, más bien, el concepto de paideia, en algunos
pasajes de la antes mencionada obra podemos definir, de forma general, a qué
refiere el autor cuando menciona el mencionado concepto de paideia.
Frente a ello, podemos destacar las palabras del autor cuando menciona que la
paideia “No se trata de un conjunto de ideas abstractas, sino de la historia
misma de Grecia en la realidad concreta de su destino vital.” (Jaeger, 1993.
Pág 12.) Agregando, a su vez, que el propio hombre griego “La creó como
expresión de una voluntad altísima mediante la cual esculpió su destino. En los
primitivos estadios de su desarrollo no tuvo idea clara de esa voluntad. Pero, a
medida que avanzó en su camino, se inscribió con claridad creciente en su
conciencia el fin, siempre presente, en que descansaba su vida: la formación
de un alto tipo de hombre” (Jaeger, 1993. Pág 12.)