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La novela cuenta las peripecias y desventuras de un muchacho llamado

Oliver Twist. Su nacimiento en un hospicio, donde queda huérfano y pasa


su infancia sometido al hambre, el frío y los continuos maltratos. Su
posterior huida a Londres donde su suerte no mejora y de pronto se
encuentra en compañía de ladrones y otras gentes de mala calaña.
Después de varias aventuras tendrá la suerte de caer en manos de unas
personas honradas que lo ayudarán a encontrar noticias de sus orígenes,
de sus padres e incluso a descubrir las infames tretas que su hermanastro
estaba tramando en su contra. Finalmente arreglado todo el entuerto y
ajusticiados los culpables Oliver pasará a gozar de su herencia y a vivir en
compañía de aquellos que le ayudaron a enderezar su destino.

Capítulos 1-7
Oliver Twist nace en el hospicio atendido por un cirujano y una enfermera
alcohólica. Su madre muere en el parto y él es enviado a una sucursal del
hospicio donde vive con otros niños al «cuidado» de una anciana. A la
edad de nueve años el alguacil Sr. Bumble lo regresa al hospicio donde la
Junta se propone educarlo y que aprenda un oficio.

En el comedor los niños reciben «cada día tres raciones de gachas muy
aguadas, más una cebolla dos veces por semana y medio panecillo los
domingos». Un día Oliver muestra su rebeldía pidiendo doble ración y es
llevado ante la Junta donde se profetiza que terminará en la horca.

Un cartel es puesto a las puertas del hospicio donde se ofrecen cinco libras
a quien emplee a Oliver como aprendiz. El Sr. Sowerberry, empleado de
pompas fúnebres, lo toma a su cargo. Esa noche recibe las sobras del
perro y duerme entre los ataúdes. Recibe los malos tratos de Noé Claypole
el ayudante, conoce las desdichas de los barrios más populosos y pobres y
es testigo de varios enterramientos. Un día Noé decide insultarlo y
molestarlo preguntándole por la condición de su madre. Al oír esto Oliver
se enfurece y lo golpea hasta hacerlo caer al suelo. La Sra. Sowerberry y
Carlota la sirvienta al oír el alboroto entran en acción y consiguen reducir
y encerrar a Oliver en el sótano. Al no estar el Sr. Sowerberry en casa Noé
va corriendo a avisar al Sr. Bumble que se sorprende cuando ve que Oliver
no parece tenerle miedo. Finalmente llega Sowerberry y propina una
paliza a Oliver que pasa el resto del día encerrado. A la mañana siguiente
decide escapar de la casa y del pueblo.
Capítulos 8-15
Oliver pone rumbo a Londres. Después de siete días de camino conoce a
un niño de su edad, Juan Dawkins, que le propone ir juntos a Londres,
donde un anciano respetable le dará alojamiento y trabajo. Atraviesan la
ciudad de noche por calles enfangadas y míseras y llegan a una casa donde
Oliver conoce al anciano judío Fagin y a otros muchachos que beben y
fuman como adultos. Después de beber un vaso con ginebra se duerme.

Oliver se asombra de la cantidad de pañuelos que cuelgan en la recámara


y ve como «El Trampista» Dawkins y Carlos Bates traen de su jornada de
trabajo dos carteras y más pañuelos. Luego presencia un extraño juego
donde los muchachos tratan de quitarle al judío la tabaquera o el reloj sin
que este se dé cuenta.

Después de llevar mucho tiempo encerrado Oliver es mandado a la calle a


trabajar con los chicos. Cuando ve como roban a un anciano lo comprende
todo. Los muchachos salen corriendo, también Oliver, pero el anciano
solo alcanza a ver a este último. Lo persiguen y es atrapado por la
multitud. Un policía lo lleva a la comisaría donde es puesto a disposición
del juez. El Sr. Brownlow, el hombre atracado, no está muy seguro de que
haya sido el niño. Al final aparece un testigo y Oliver es declarado
inocente. Bronwlow decide llevarlo a su casa donde recibe los cuidados de
una dama y todos se percatan del gran parecido que tiene con uno de los
retratos de una muchacha que hay en el cuarto.

Los dos muchachos regresan a contarle a Fagin todo lo sucedido. Aparece


Guillermo Sikes, otro cómplice del judío. Discuten que hay que tener
cuidado por si los delatan y mandan a una de las muchachas que los
acompañan, Anita, a la cárcel a por noticias. Ésta descubre que el
caballero se lo llevó a su casa. El judío dice que hay que encontrar a Oliver
como sea.

Mientras tanto ha llegado a casa de Brownlow su amigo el Sr. Grimwing


que no confía en Oliver y como Brownlow tiene que pagarle unos libros al
librero y devolverle otros propone mandar al muchacho. Grimwing
apuesta que no volverá. Oliver en su camino a la librería toma una calle
equivocada y de pronto se encuentra con Anita y Sikes que lo secuestran.
En la casa los caballeros siguen esperando que regrese.
Capítulos 16-22
En casa del judío le quitan el dinero, los libros y el traje nuevo que llevaba.
Intenta escapar, los ladrones lo atrapan de nuevo y Anita se pone de su
parte.

El alguacil Bumble va a Londres y lee un cartel donde se piden noticias del


paradero de Oliver a cambio de una recompensa. Va a ver a Brownlow y
habla del muchacho sin decir nada bueno de él, así que el caballero decide
que ya no quiere saber nada del niño.

Éste pasa los días en soledad o acompañado de los ladrones que siguen
intentando debilitar su voluntad para que se una a ellos. Fagin va a casa
de Sikes y Anita a hablar de negocios. Sikes planea un robo a una casa
pero necesita un niño para que pase por un agujero y abra la puerta. El
judío propone a Oliver y aunque Sikes no está muy convencido acaba
aceptando. Al otro día manda a Anita por el niño ya que se puso una vez
de su parte y piensa le tendrá más confianza. Ana lo lleva a la casa y le
dice que no puede hacer nada por él, que haga lo que le ordenen sin
rechistar. Sikes lo acaba de convencer amenazándolo con una pistola y a
la mañana siguiente emprenden el viaje.

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