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Estudiante.

Paula Johanna Muñoz

Resumen del prólogo de Antología de grandes reportajes colombianos

En el prólogo de Antología de grandes reportajes colombianos, Daniel Samper expone cómo


el reportaje, a pesar de ser una tendencia muy reciente en nuestro país, ha logrado
revolucionar la manera en la que se presenta la información a la audiencia.

Antes de este, la tendencia se inclinaba más hacia el periodismo de opinión y el periodismo


político. Sin embargo, con la incidencia del reportaje sumado a la relevancia que adquirió la
crónica, los balances cambiaron. Varios periodistas de la época que habían sido influenciados
por el cine y la literatura, decidieron incorporar estos tintes narrativos al periodismo.

Tanto el reportaje como la crónica son géneros muy similares, por ejemplo, Samper afirma
que un reportaje puede tener tintes de crónica o inclusive, una crónica muy precisa podría
acercarse más a un reportaje. Todo esto obedece al estilo y la intención del periodista.

No obstante, a sus similitudes, cada género maneja su propio tono. Por ejemplo, en el campo
del reportaje los detalles lo son todo, el relato se nutre de diferentes técnicas en las que la
precisión toma fuerza. Al contrario, la crónica no requiere tantas especificidades, es más un
flujo narrativo

Ahora bien, para realizar reportajes es necesario esforzarse en las tres fases necesarias.

En la fase de investigación ‘pura y dura’ es importante incorporar una ‘observación


inteligente’. Es decir, además de los puntos fundamentales es valioso captar los detalles que
giran en torno a la persona y la escena.

La segunda fase es la más olvidada por los entusiastas. Samper expone una lista de preguntas
que orientarán al periodista en esta decisión, todas ellas buscan garantizar que la información
sea transmitida de la manera más cercana a los objetivos del periodista.

Por último, se encuentra la etapa de la redacción. En esta, es sumamente importante tener en


cuenta el título, el lead, la jerarquización de la información y su respectivo balance, para que
de esta forma el final esté a la altura del texto y poder cerrar con broche de oro.
Estudiante. Paula Johanna Muñoz

La crónica, el rostro humano de la noticia

En este capítulo, el periodista Alberto Salcedo Ramos resalta la importancia de la crónica en


el terreno periodístico. Para ello reúne las percepciones que algunos periodistas destacados
tienen sobre uno de los géneros ‘más difíciles de dominar’.

Para algunos, las noticias no sobreviven las 24 horas si no fuera por la crónica. Este género
permite acercarse a los hechos noticiosos desde otro ángulo. A lo netamente informativo ‘le
inyecta’ contenido humano y muchos más detalles para que el lector entusiasta pueda ‘vivir’
la historia.

Aquel que desea ser buen cronista, debe desarrollar sus dotes de investigador y de escritor.
Además de estas habilidades, Salcedo Ramos elabora una serie de consejos útiles en la
elaboración de una crónica. Para él hay tres etapas esenciales.

La primera es la elección del tema. En esta etapa es importante que el tema sea de interés
humano, que avive emociones en los lectores. En lo posible debe ser un tema de actualidad,
pues de esta manera captará la atención de más personas.

En la segunda etapa, se encuentra el trabajo de campo. Para esta etapa es importante


documentarse previamente, de esta manera tendremos una mayor inmersión en el tema y los
personajes. Es importante que el cronista desarrolle su capacidad de observar, leer entre
líneas, saber escuchar y sobre todo tener destrezas a la hora de entrevistar. Sobre este último,
Salcedo aconseja escuchar las historias que tienen por contar los cercanos a nuestro
personaje.

Finalmente, en la redacción del texto, Salcedo aconseja tener claro el enfoque que
utilizaremos. Determinar qué elementos vamos a seleccionar y que otros vamos a descartar
resulta muy útil. Una vez resueltas estas dudas, procederemos a contar una historia que
enganche al lector desde el título hasta el final.

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