Octubre – 2014 Simón Bolívar la figura del principal catalizador de la emancipación de los pueblos sudamericanos respecto del poder colonial español, se engrandece a medida que se profundiza en la colosal empresa llevada a cabo con la ayuda de su empeño, la cual le llevó a recibir el sobrenombre del Libertador. Ahora bien la vigencia de los pensamientos, obra y acción del Libertador Simón Bolívar, lo cual sirvió y servirá para aprender que todo debemos luchar por lo que queremos, el gran legado donde se enfocó cinco elementos fundamentales que son: la Libertad, la Igualdad, la Justicia, la Moral, la Educación y la Integración Latinoamericana, la cual es constante en el pensamiento de Bolívar, Él era un hombre de su tiempo pero muchas de sus ideas y valores trascienden su vida y siguen vigentes hoy. El, es el símbolo de nuestra nacionalidad, el venezolano imprescindible, sin él no se puede entender nuestra historia, pero al mismo tiempo es el venezolano más latinoamericano, pues él no pensó en su patria, en los estrechos límites de la Venezuela actual. La ideología bolivariana que argumenta y soporta cada una de las acciones del Libertador Simón Bolívar aún mantienen vigencia con la realidad cotidiana y es una obligación de todos mantenerlo vigente mediante las acciones diarias. La Libertad como el primer lugar la Independencia, la absoluta determinación de que los pueblos americanos deben ser libres de toda dominación extranjera, para el hombre que luchó contra un imperio la libertad de la patria, es decir, la capacidad de decidir sobre su propio destino era innegociable. La Independencia es más que el acto de separación de España, es el rescate del respeto propio, de la dignidad del pueblo al ejercer su libertad. La libertad fue el primer móvil de la acción revolucionaría de este genio americano, pero sabía sin duda alguna, que ésta no es completa si no viene acompañada de la educación, la justicia social y una acrisolada moral que convierta en integral la obra del estadista. Conducir masas es tarea fácil o relativamente fácil, pero hacerlo con acierto es obra de titanes, y es precisamente allí en donde radica la grandeza del político. De la Igualdad y Justicia Social Simón Bolívar pensaba que la libertad debía envolver a todos los hombres, sin discriminación de razas o creencias; esto no era una concepción derivadas de sus lecturas, ni de la preocupación de su maestro Simón Rodríguez quien lo llevó a jurarla sobre el Monte Sacro, sino que su propia experiencia, adquirida frente a las injusticias observadas en el viejo y nuevo mundo, lo hacen tomar providencia para considerarla en el área geográfica americana, la cual servirá de escenario a su lucha revolucionaria. Bolívar provenía de una clase social aristocrática, que gracias a su riqueza podía adquirir a través del impuesto "lanzas de castilla", pero su decisión de luchar por el bien común, lo llevó a dejar de lado posiciones privilegiadas. Para él, la República no podía ser mobiliaria, ni selectiva, sino amplia y popular en la cual el individuo, sea cual fuere, atenderá a la denominación de ciudadano. En cuanto a la Moral para Bolívar, la salud de la república dependía de la moral que por educación adquieren los ciudadanos, y ésta debía acompañarse de “leyes inexorables” y tribunales imparciales capaces de imponer justicia. Sin virtud decía, perecería la República, siempre se opuso a la corrupción de los ejércitos; o sea, al abuso de los jefes militares basado en el poder de las armas; se opuso a las tiranías de caudillos militares. Para Bolívar, “un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del gobierno, es el defensor de la libertad”. Sí propuso la unidad cívico militar tan efectivo en la guerra como en la paz. Unidad que debía aceptar como única autoridad legítima la del pueblo soberano expresada en sus leyes e instituciones. La importancia que le dio a la Educación y que imaginaba era para una época y una realidad, para una situación social, política y económica concreta, era el caso de Venezuela. No tenía como propósito el mantener una situación existente, sino que pretendía una transformación en forma radical. Se educaría con el objetivo de construir la noción de patria americana y no para mantener la idea de España como patria; no se buscaría el conservar una estructura político administrativa caduca, sino justamente, para destruirla y construir una adecuada; no para la idea de una ficticia paz y armonía. El Libertador tuvo claras las ideas de lo que debería hacerse con la educación. Para Bolívar la Integración Latinoamericana fue su prédica como estratega político y militar. Esa prédica hoy es política viva de la República Bolivariana de Venezuela: la integración latinoamericana y la multipolaridad para forjar lo que él denominó “el equilibrio del universo” frente a las potencias.” Es por eso que su proyección después de su muerte, poco a poco la figura de Bolívar comenzó a emerger desde las cenizas y el olvido hasta la cima de la admiración. Todos los ciudadanos y pueblos de Venezuela le dedican la plaza mayor. Angostura para a ser Ciudad Bolívar. También Bolívar, Colombia, Perú, Ecuador y Panamá se honran de haber sido libertados por él. Sin embargo, la herencia política y social que nos dejó permaneció durante mucho más tiempo olvidado y muerto. Desde 1.516 Bolívar propuso al Congreso la libertad de los esclavos. Mucho rogó, insistió y batalló. Para la historiadora Ivanely Espinoza de Naguanagua, en Julio 2010 resalto de Bolívar que la "La naturaleza, la justicia y la política piden la emancipación de los esclavos: de aquí en adelante, sólo habrá en Venezuela una clase de hombre, todos serán ciudadanos" (Ocumare de la Costa, 16 de Julio de 1.816). Bolívar murió sin haber visto realizado su deseo. Hasta 1.854 durante la presidencia de José Gregorio Monagas, no se promulgó la ley que abolía la esclavitud en Venezuela. Lo mismo sucedió con los campesinos. Bolívar quiso recortar los grandes latifundios, herencia de los conquistadores y encomendar de la colonia y se propuso que todos los venezolanos que trabajasen el campo fueran propietarios. Con cuyos medios tuvo que esperar hasta que en 1.960, el Congreso promulgaría la primera ley de Reforma Agraria que todavía resulta corta, tímida e insuficiente. Nuestro Libertador Simón Bolívar realizó una obra histórica que todavía se proyecta en nuestros días. Su pensamiento está presente en el campo de la política, la educación, la cuestión social, los problemas económicos, los asuntos militares, la conservación de nuestros recursos naturales y en muchos otros aspectos de nuestra vida como nación. Las investigaciones generadas en torno a este personaje y sobre todo los documentos escritos por el propio Bolívar, nos indican que de quien llamamos el padre de la patria y Libertador de Venezuela, fue realmente una persona excepcional digna de admiración y respeto.