La importancia de la planificación se manifiesta en la reducción de la incertidumbre de los resultados esperados con el cambio, ya que la planificación de la educación tiene que ajustarse a las condiciones complejas y a sacrificar cierto rigor programático que se ha caracterizado por no ser una planificación destinada a establecer un sistema educativo estático, lo cual la vuelve incongruente con las rápidas transformaciones de la realidad y la capacidad de transformación de un proceso de planificación verticalista y centralizado a una planificación de base participativa como lo requiere las sociedades actualmente a todos los niveles. Todo ello implica que en la actualidad se exija una capacidad de generar una relación adecuada entre la estructura, la estrategia, los sistemas, el estilo de liderazgo y la preparación de los jefes y subordinados para trabajar todos juntos mediante la dirección por objetivos hacia el cumplimiento cada vez superiores dentro de la organización considerada. No obstante, y con independencia de los avances experimentados en la apertura de nuevos escenarios docentes a lo largo y ancho del país, aún no se alcanza la coherencia y el enfoque sistémico requerido en el desarrollo de las acciones, como consecuencia de lo cual no siempre se formulan las estrategias de desarrollo de la manera más precisa y abarcadora, ni se logra un adecuado balance de las diferentes dimensiones de esta labor. La globalización exige un desempeño cultural y educativo competitivo, ella implica un mayor nivel educativo para la fuerza laboral y el dominio de una o dos lenguas extranjeras, así como el desarrollo de habilidades que les permitan no sólo la adaptación a los cambios constantes, sino la recreación de conocimientos ante la cambiantes situaciones, ello sumando al manejo de tecnología consideradas como indispensables: la computación. Una clara consecuencia de la globalización, es que ante los cambios producidos por los continuos intercambios internacionales se han hecho necesario tratar de unificar criterios de acreditación y certificación de estudios así como la intensificación de intercambios académicos internacionales. Si se recuerda, la acreditación en el ámbito de la educación formal es el reconocimiento público de su cálida, eso es, la constancia que se cumple con una determinada calidad académica. A escala mundial, la acreditación se lleva a cavo mediante diferentes instancias. Ejemplo: actualmente el mundo industrializado sigue impactando en el desarrollo económico de los países menos avanzados. La necesidad de nuevas tecnologías y las exigencias de la sociedad para una mayor productividad, para satisfacer las necesidades inmediatas, este acelerado crecimiento económico, ha impactado negativa o positivamente a los países no industrializados sin embargo, los países con menos posibilidades de lograr a mediano plazo un crecimiento armónico han desarrollado planes estratégicos acorde a sus necesidades existentes. Este crecimiento acelerado tanto de países desarrollados como en vías de desarrollo ha causado un gran impacto en las instituciones educativas a nivel superior. Esto hace pensar en la necesidad de preparar un profesional con un nuevo perfil a las exigencias mismas del mercado. Por otra parte; “La razón de ser de las instituciones de educación superior tienen que ver con la gestión de conocimiento: aprendizaje del conocimiento (construcción de competencia en la formación de sus egresados) medidos en forma tradicional a través del numero de egresados y titulados generación de conocimientos nuevos, traducidos en números de investigaciones y publicaciones; y aplicaciones de conocimientos en los procesos de cooperaron técnica, asesoramiento, elaboración de propuestas de intervención y de mejoramiento de los servicios u organizaciones donde se produce la practica organizacional o investigativa, o con aquellas con que mantiene relaciones de cooperación”
La consideración de la planificación estratégica en el sector educativo a nivel superior, es
primordial para el logro de las metas trazadas por la institución, la formulación de planes permitirá la visión prospectiva, el mejor funcionamiento en la conducción de programas académicos, necesariamente el sistema de educación superior se insertará dentro del paradigma de planificación estratégica. Por otra parte la crisis económica energética también han incidido en que se desarrollen estrategias que se adapten a nuevos cambios dando respuesta a corto, mediano y largo plazo; necesariamente la planificación estratégica es un camino viable, para el logro de los objetivos de la institución universitaria.
A demás la crisis que ha vivido el país se ha derivado de la posibilidad interna de promover
suficientes empleo, debido a la poca reactivación del aparato productivo y muchas veces a políticas equivocadas, por la misma falta de capacidad gerencial o carencia de coordinación en los niveles de planificación a una inadecuada relación entre los organismos que toman decisiones. En este sentido debería existir un plan estratégico donde todos los entes que tienen que ver con el desarrollo económico de un país o de una región puedan participar ampliamente.