REPÚBICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA

VICEREECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIA JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO
PRACTICA FORENSE II
SAN JOAQUÍN DE TURMERO – ESTADO ARAGUA

ANALISIS CRITICO JURIDICO SOBRE LA GACETA

OFICIAL N° 41.452 CON FECHA 02 DE AGOSTO DE 2018

FACILITADOR:
GISELLE CHEDIAK

INTEGRANTE:
ANA MARIA ROBLES
V.-26.363.723

SAN JOAQUIN DE TURMERO, MAYO 2020.

 El decreto constituyente derogatorio del régimen cambiario y sus ilícitos es una
forma de los mandatarios gobernantes darles la razón implícita a los ciudadanos
del pueblo venezolano, ya que las familias, trabajadores, comerciantes y demás
emprendedores llevan varios años peleando y sobreviviendo a la crisis económica
vivida en Venezuela.

El artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,

establece que “Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente
que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades
básicas materiales, sociales e intelectuales… el salario se pagará en moneda de
curso legal”. Según este artículo 91 constitucional, el salario mensual del
trabajador venezolano le debe alcanzar para satisfacer sus necesidades como
buen padre de familia, pero que pasa, hace mucho tiempo que esto no ocurre,
pues Venezuela sufre desde mi punto de vista una de las peores crisis en cuanto a
economía y abastecimiento se habla.

Desde que Hugo Chávez Frías impuso estrictos controles de cambio en el año
2003, en un intento de implementar su sistema económico de nacionalización y
expropiaciones y evitar la fuga de capitales, se han producido una serie de
devaluaciones de la moneda. En 2007 Venezuela venía presentando una inflación
de 22.5% una de las más altas de la región. Para 2015, Venezuela tiene la tasa de
inflación más alta del mundo, superando el 100 % interanual, convirtiéndose en la
tasa más alta en la historia del país. En noviembre de 2017 Venezuela entra por
primera vez en hiperinflación con una inflación del 50,6 % solo en el mes de
octubre. El 2018 es un año pésimo para la economía, perdida del volumen de sus
exportaciones de petróleo , perdida de la producción nacional de aluminio,
cemento, hierro, al final de 2018 la inflación llega a 1.304.494% (más de un
millón %).

Los trabajadores en vista de que la inflación los dejaba con un salario que no
les alcanzaba para mucho y que los mandatarios no tomaban las medidas
necesarias para frenar los altos precios de los productos o las medidas que estos
realizaban no arrojaban resultados, haciendo cada día que los precios se elevaran
de una manera exorbitante.
Cabe destacar el artículo 318 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela se establece que “el objetivo fundamental del Banco Central de
Venezuela es lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo
de la unidad monetaria”. Articulo al que no se le ha estado dando cumplimiento.

Toda esta esta crisis económica llevó a los trabajadores en general a que ellos
mismos trataran de buscar la solución a todo este problema, y la encontraron,
comercializando en divisas extranjeras (dólares, euros o cualquier otra moneda de
origen extranjero) ya que estas tenían un valor muy por encima al del bolívar
(moneda venezolana) y además les alcanzaba para la vivir y satisfacer sus
necesidades materiales más importantes.

Todas estas negociaciones con divisas ocurrían mientras que todavía estaba
vigente el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Régimen Cambiario y
sus Ilícitos; así como el artículo 138 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley
del Banco Central de Venezuela donde se señalaba que era totalmente ilícito el
comercio con moneda extranjera en el territorio nacional y la persona que tratara
con divisas extrajeras podría presentar sanciones ya que el bolívar llevaba
muchos años siendo la moneda de curso forzoso, donde no se podían pagar
obligaciones en moneda extranjera salvo las derivadas del tráfico internacional, es
decir, el único medio de pago de las obligaciones internas era el bolívar.

El 02 de agosto de 2018 cuando se deroga el Decreto con Rango, Valor y

Fuerza de Ley del Régimen Cambiario y sus Ilícitos; así como el artículo 138 del
Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Banco Central de Venezuela se le
proporciona a los venezolanos el uso de una cantidad determinada de divisas
dentro del territorio nacional de manera licita.
 Cabe destacar que la referida gaceta no ayudo mucho, porque aun así los
ciudadanos del pueblo venezolano siguen estando limitados en cuanto a
negociaciones con divisas se trate, ya que cuando le suprimen los cinco ceros al
bolívar actual en ese momento la inflación se elevó de una manera incontrolable
haciendo que el poder adquisitivo de los venezolanos sea cada día más costoso y
complicado.
Esto llevó a que automáticamente el pago de bienes y servicios se empezara a
realizar solo en divisas extranjeras porque el bolívar se devaluaba cada día más
no alcanzando para cubrir los gastos que una familia promedio necesita para vivir.
Poco todas las operaciones o transacciones más básicas como el adquirir
productos de primera necesidad se comenzaron a realizar en divisas en su
mayoría dólares.

Esta referida gaceta derogatoria de régimen cambiario y sus ilícitos en cierto

punto empeoró la crisis económica sufrida en Venezuela e incitó al incumplimiento
de algunas de las leyes venezolanas, un ejemplo simple seria la Ley de impuestos
sobre la renta.

Cuando la gaceta derogatoria en su artículo 4 señala que se impondrán

sanciones a quien opere con más de diez mil dólares (10.000,00$) el problema
económico sigue estando latente porque el poder adquisitivo en Venezuela esta
tan elevado que con diez mil dólares es poco lo que se hace, en la actualidad una
propiedad mueble o inmueble que una persona quiera adquirir tendrá un costo
muy por encima de diez mil dólares, se necesitarían más de cincuenta mil dólares
(50.000,00$) mínimos para obtener por ejemplo un apartamento y poderlo equipar,
entonces como ya mencione el problema se empeoró porque las personas en
general que deseen comprar una propiedad que obviamente que estará con un
precio superior al permitido por la ley, recurren al engaño para librarse se las
sanciones, tasas, impuestos o contribuciones que su mayoría son de costo
elevado.
El pago de impuestos se estableció desde que fue aprobada la  Ley de Impuesto
Sobre la Renta: Gaceta Oficial Nro. Extra. 6.152 del 18 de Noviembre de 2014,
donde señala que el patrono está obligado a retener y el trabajador a declarar todo
lo referente a Salario y demás operaciones que se realicen como la compra –
venta por ejemplo.
Si el patrono no retiene está expuesto a una posible sanción y si el trabajador no
declara igualmente se le podrían aplicar sanciones

Los ciudadanos para evitarse todas estas complicaciones al realizar sus

transacciones llevan a cabo el uso de la “simulación de ventas” la cual es
procedimiento muy utilizado, y es legal mientras no cause daños ni viole los
derechos de tercero. Se basa en un negocio jurídico bilateral estipulado en el
código civil venezolano en el cual hay una divergencia intencional entre la voluntad
real y la voluntad declarada, es decir, consiste en un disfrazar, disimular, la
verdadera intención de las partes, que quieren ciertos efectos jurídicos, por
razones fraudulentas o por querer darle una apariencia distinta, la simulación
puede afectar el objeto (venta por un precio mayor o menor al convenido), es
decir, las personas que llevan a cabo este tipo de transacciones, le declaran al
Estado por ejemplo un precio de cinco mil dólares (5.000$) por la compra de una
casa y en realidad el precio cierto de la casa es de treinta mil dólares (30.000$),
procediendo a realizar dos tipos de documentación, una falsa (la que se le declara
al Estado) y una verdadera con el precio real del inmueble.
En cierto punto este procedimiento no es ilegal y no le está causando daños a
terceros, pero indudablemente existe cierto grado de fraude que el Estado ignora.

Claro, si se pueden contraer obligaciones de contratos de naturaleza civil en

moneda extranjera, pero cuando el precio de la obligación supera el límite
permitido por la ley como ya se ha explicado, en su mayoría las personas recurren
a la simulación para evitar las sanciones impuestas por el Estado.
Esto hace que se lleven a cabo un sin número de transacciones ocultas que hace
los entes gubernamentales ni se percaten de lo que sucede.
 Es innegable que en gran parte ellos son los responsables de que esto ocurra,
ya que si en Venezuela se viviera otro tipo de economía ya sea deflación en vez
de inflación o simplemente una economía estable donde sea posible adquirir todas
la cosas que se deseen sin necesidad de estar sufriendo por los altos precios, la
referida gaceta derogatoria, si fuera una buena propuesta donde con diez mil
dólares sea mucho lo que se adquiera y que el bolívar tenga un buen precio donde
alcance para vivir con un salario mínimo, pero estas son puras suposiciones
porque esto no ocurre y los ciudadanos buscan otras alternativas para realizar sus
transacciones sin ser juzgados por el Estado.

Siguiendo este mismo orden se ideas, es coherente señalar que en muchas

ocasiones los entes gubernamentales han establecido o intentado establecer
programas de recuperación económica, que en su totalidad han fracasado unas
tras otras, empeorando la situación del pueblo, todos estos mecanismos de
recuperación nos han llevado al punto donde trabajar en un empresa, por ejemplo,
no alcanza para vivir satisfaciendo todas las necesidades de una familia, a menos
que sea el dueño o presidente de la empresa pero no se trata de estos, se trata
del trabajador promedio que tiene una familia que sustentar y que con solo un
salario mínimo no podría.

Tomando como referencia el precio de la Canasta Alimentaria Familiar –CAF-

de enero de 2020 esta se ubicó en 24.139.128,44 bolívares, aumentando Bs.
8.886.542,36, 58,3%, con respecto al mes de diciembre de 2019 y 2.560,6% entre
enero de 2019 y enero de 2020. Señalando que se requieren 96.5 salarios
mínimos (Bs. 250.000,00) para poder adquirir la canasta alimentaria, referida a
una familia de cinco miembros, es decir, se necesitan Bs. 804.637,61 diarios, más
de tres salarios mínimos cada día, que corresponde a 10,58 dólares diarios,
mientras el salario mínimo es de 3,28 dólares mensuales.

Según estos cálculos, es literalmente imposible vivir de un sueldo mínimo en

Venezuela, ya que este solo alcanzaría para adquirir un máximo de dos productos
de la canasta básica. Cabe destacar que los entes gubernamentales de alguna
manera quisieron cubrir esta grave falla a través del beneficio de la caja “CLAP”
creado para que llegara a todas las familias venezolanas por un precio
sumamente bajo, dicha caja contenía de “10 a 12” artículos, pero de igual forma el
problema sigue presente y se hace imposible ocultarlo ya que los entes
gubernamentales no pueden pretender que las familias que constituyen todo un
país dependan de un beneficio que ellos otorgan el cual es impredecible.

La obligación de los mandatarios no está en crear ciudadanos dependientes de

ellos, sino todo lo contrario, es decir, proporcionarles a través de una economía
estable la independencia de poder cubrir sus necesidades bajo sus propios
medios, con un salario muy por encima al precio de la cesta básica ya que la
alimentación es una de las muchas necesidades que requiere una familia
promedio.

La creación de este marco normativo de la gaceta derogatoria del régimen

cambiario y sus ilícitos tuvo consecuencias totalmente negativas porque la
inflación que vivía Venezuela en ese momento se convirtió en una hiperinflación
empeorando la crisis y guerra económica que ya venía sufriendo el país desde
hace varios años.
Siendo los perjudicados los jefes de familias, los cuales tienen que trabajar cinco
veces más de lo normal para poder obtener un poco más de dinero y poder medio
abastecer sus hogares.

Increíblemente Venezuela es un uno de los países a nivel mundial con más

riquezas naturales, que explotados de una manera organizada y bien administrada
nos darían el beneficio de ser uno de los países más ricos, pero la mala
organización y el abuso de poder que por décadas ha sufrido Venezuela nos ha
llevado a ser uno de los más pobres económicamente, la desorganizada
administración de los mandatarios ha vuelto al país un caos, al límite que ni ellos
mismos saben cómo darle una solución al fenómeno económico creado por sus
malas acciones.
 El país desde hace varios años que vive en un círculo vicioso donde los
mandatarios tratan de cubrir los problemas graves que se presentan con
supuestas soluciones que terminan creando un problema más grande, entonces
buscan otras medidas para ocultar el mismo problema y nunca llegan a una
solución con resultados verdaderos y positivos. La gaceta derogatoria del régimen
cambiario y sus ilícitos no es la excepción, con ella trataron de frenar la crisis y el
descontrol económico, cuando se dejó a un lado el bolívar y se empezó a operar
con monedas extranjeras. Claro está que no hubo ninguna solución ya que la
hiperinflación nos arropo.

Cabe destacar que Venezuela experimenta el mayor colapso económico

sucedido en un país sin guerra en al menos 45 años, según los economistas.
La hiperinflación de Venezuela, que se espera que alcance los diez millones por
ciento este año, está en camino de convertirse en el más largo periodo de
aumentos incontrolados de precios desde el que se vivió en el Congo en la década
de 1990. Para encontrar niveles similares de devastación económica, los
economistas del FMI mencionan a países devastados por la guerra, como Libia a
principios de esta década o Líbano en los setenta.

Es sorprendente que tenemos un país con muchas potencias naturales que nos
harían ricos e independientes del mundo, pero tristemente cayeron en manos de
quienes los han regalado, maltratado y desperdiciado de una manera muy
arbitraria y descarada. Convirtiéndonos en uno de los más pobres e indefensos.

Toda esta problemática nos llevó de ser unos de los países más deseados por
los turistas y los extranjeros al momento de emigrar, a ser el país de
Latinoamérica con más población migratoria en otros países. Cientos de
venezolanos se vieron obligados a salir de nuestras fronteras para buscar una
mejor economía en otro país que si le suministrara estabilidad de precios y
abastecimiento, aunque tuvieran que sufrir las consecuencias de dejar su patria y
de llegar a un país desconocido y tener que trabajar hasta 20 horas diarias, 7 días
a la semana. Y aunque el esfuerzo es bastante, tienen la satisfacción de que el
dinero que ganan trabajando si les alcanza para vivir con un poco más de
comodidad de la que le proporciona la economía venezolana.

En fin, hace falta más que una gaceta para organizar un país, no se trata de
establecer más alineamientos, o más presión que en realidad lo que hacen es
agravar el desastre económico. Se trata de accionar una manera inteligente sin
causarle más daño al pueblo.
Se pueden realizar muchas más recuperaciones económicas, promulgar o derogar
muchas más gacetas pero eso no garantiza la solución, Venezuela necesita más
que eso.
Cabe destacar que es muy necesario que para iniciar un cambio en dirección a la
mejoría, deben estar en el poder entes gubernamentales que si les duela
desangrar su país y ocasionar sufrimiento a millones de familias venezolanas,
mandatarios entregados a la patria que les interese el bienestar de su nación.
Pero mientras estén en el poder personas ignorantes y desinteresadas que solo
les importa el bienestar de ellos sin importarles el sufrimiento causado, nunca
vamos a cambiar y seguiremos en el camino de lo malo, lo peor y lo que nadie
quiere, siendo el centro del mundo en cuanto a corrupción, delincuencia, violencia
y pobreza se trata.
 REFERENCIAS
Código Civil. (1982). Gaceta Oficial Extraordinaria Nro. 2.990. De fecha 26 de
julio de 1892.

Curso De Obligaciones. Derecho Civil III. Tomo II. / Eloy Maduro Luyando, Emilio
Pittier Sucre, - 11 ed. Caracas: universidad Católica Andrés Bello, 2001

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial N° 5453

Extraordinario. 24 de Marzo de 2000.

Ley de Impuesto Sobre la Renta. Gaceta Oficial Nro. Extra. 6.152 del 18 de
Noviembre de 2014.

Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Banco Central de Venezuela