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República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación.

Universidad Nororiental Privada: “Gran Mariscal de Ayacucho”.

Maturín, Edo. Monagas.

F.A.C.E.S.

La
dolarización.
Profe (a):
Realizado por:
Díaz, José.
Baladí, Jorge.

Octubre, 2019.
Los países pueden realizar un proceso económico tratado de renunciar a su
moneda local o de circulación legal y adoptar una moneda extranjera para que
cumpla con las funciones del dinero, dependiendo de qué moneda el país
decida adoptar se dará su nombre. Si es el euro, se le llama eurización. En este
caso, por el dólar ser la mejor opción para Venezuela, hablaremos de
dolarización.

Existe la dolarización oficial, el sistema bimonetario y la dolarización no


oficial. La dolarización oficial trata de la sustitución total de la moneda local y
el dólar pasaría a ser la nueva moneda oficial de curso legal, podemos citar a
Sierra (2010, pág 13): “El tipo de dolarización oficial se da cuando se
sustituye la totalidad de la moneda doméstica por la extranjera, y todas las
transacciones se realizan por medio de esta nueva divisa. Cuyo objetivo es
eliminar el problema inflacionario y de inestabilidad, ya que se reemplaza
totalmente la moneda nacional”.

Ahora bien, el sistema bimonetario, la palabra “bimonetario” nos da a


entender que habla de dos monedas y sí, es así. Trata de la circulación de dos
monedas, sin embargo cada moneda tiene sus funciones del dinero. En este
caso, el Banco Central de Venezuela mantiene su autonomía y monopolio de
impresión de dinero. Levy Carciente (2003, pág 51) lo expone como un
proceso de sustitución financiera donde: “No exige la eliminación de la
moneda nacional de curso legal, sino que por el contrario permite su
coexistencia con la divisa, siendo la divisa la que asumirá la función de
reserva de valor y la moneda nacional las funciones de medio de cambio y
unidad de cuenta”. Es decir, en el caso venezolano en resumidas palabras
podemos decir que se trata de que la circulación del bolívar soberano
coexistirá con la divisa, es decir, con el dólar.

Y la dolarización no oficial es aquel que se da espontáneamente por parte de


los ciudadanos, es decir de la sociedad, la moneda de curso legal sigue
vigente, pero la preferencia de las personas es la obtención de divisas. Es
importante saber que para que se de una dolarización no oficial, que exista una
economía informalmente dolarizada es necesario que circulen una gran
cantidad de divisas, en otras palabras, que la mayor parte de las transacciones
que se realicen sean en esa moneda.
Sierra et al (2010, pág 123) nos dice: “Bajo el tipo no oficial, típicamente la
moneda doméstica domina pequeñas transacciones; por el contrario, las
grandes transacciones se realizan en moneda extranjera; adicionalmente, el
dólar es utilizado como medida de valor o instrumento de ahorro. Sin
embargo, este tipo de ahorro no aparece en las estadísticas de los países, ya
que recae fuera del sistema financiero y en algunos casos viola leyes
nacionales sobre la tenencia de cuentas extranjeras”.

Particularmente esto nos dice mucho de la situación actual en Venezuela,


debido que en estos momentos podemos observar que grandes compras como
las de casas, autos, entre otros bienes muebles o inmuebles se realizan bajo el
uso del dólar, sin embargo estas mismas son registradas como si fuesen
pagadas en la moneda circulante, el bolívar soberano. También gracias a la
enorme devaluación, las personas realizan sus ahorros en dólares.

Un proceso de dolarización puede tener efectos contraproducentes en el país.


León Rojas (2000), Levy-Carciente (2003) y Sierra et al. (2010) exponen estos
beneficios:

La eliminación del riesgo de devaluación y la erradicación de crisis


cambiarias, la reducción de las tasas de interés al eliminarse el riesgo
cambiario, la incentivación de la inversión extranjera y profundiza los
mercados extranjeros, la mejoría de la credibilidad al mantenerse una política
estable en materia fiscal y monetaria, la reducción de los costos
transaccionales derivados del antiguo intercambio entre monedas, la reducción
de los niveles inflacionarios y la no exigencia del diseño de un marco
institucional a gran escala.

La devaluación es un punto devastador para la economía de nuestro país, al


eliminarse la misma tendríamos seguramente una pronta inversión extranjera,
salvando la propiedad privada.

A pesar de todos los beneficios, esto también tiene unos costos: el cambio de
billetes y monedas, la programación de máquinas registradoras, la necesaria
educación de a la población acerca del nuevo cono monetario, identificación
de los billetes falsos, entre otros.
El banco central de Venezuela perdería la capacidad de aplicar la política
monetaria y cambiaria. La economía dependería de la Reserva Federal, los
productos locales serían más costosos para los extranjeros y probablemente
reduciría la exportación y aumentaría la importación.

Sin embargo, el arreglo cambiario es sumamente necesario en Venezuela,


respetando la propiedad privada como un pilar fundamental, cosa que no
ocurre en este país. Es necesario evaluar al gobierno como agente económico
y trabajar en materia institucional para poder limitar su poder y garantizar un
Estado de Derecho.

La dolarización sería una gran ayuda para el problema de inflación y el mal


manejo de las políticas monetarias, el circulo vicioso de nuestra economía se
vería acabado al tomar esta medida extrema. Si, extrema, porque a pesar de
que se lee un poco sencillo o sin saber del tema lo podemos decir a la ligera,
este proceso acarrea un gran cambio para toda la nación.

Destacando siempre que cualquier salida va a requerir gigantes sacrificios,


porque los problemas económicos también son gigantescos. Hay medidas que
no se toman por temor a las consecuencias, como resultados electorales, entre
otros. Sin embargo, mientras más se retarde, más complejo será.

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