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al Dr. Alfonso Masi Elizalde

lo conocí en Roma

Durante un congreso en Roma en 1982, un argentino poco

conocido dio una conferencia extramuros por la
noche. Pensé, ¿por qué no asistir? La sala estaba medio
llena y un hombre alto y orgulloso nos hablaba moviéndose
lentamente a un ritmo militar.

De manera mesurada y decidida explicó que la homeopatía

se estaba estancando; cada homeópata crea su propia
escuela. Uno dice que la enfermedad es exógena, el otro
dice que es endógena. Hahnemann nos dice que se debe a
una erupción suprimida (Psora debido a un ácaro
suprimido) y que no deberíamos tener ninguna otra teoría
(si no hay recuerdo de una erupción suprimida, decide que
debe haber habido una). Sino no hay enfermedad.
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Hahnemann se contradice en el mismo libro: el tratamiento

de Scarlatina mediante el uso de Belladonna, Thuya o
Medorrhinum para las verrugas, y luego escribe al mismo
tiempo que no podemos tratar una entidad patológica en sí
misma, sino sólo lo que es único, original, singular en el
paciente. Pero seguramente esto es lo específico de la
homeopatía: abordar en un paciente lo que se expresa de
manera única y personal por la fuerza vital defectuosa.
Y todos los homeópatas se llaman a sí mismos
hahnemanniano. La tragedia es que Hahnemann, tomado
literalmente, dijo todo esto en las enfermedades Órganon y
Crónicas. Para alejarse de la interpretación literal de
Hahnemann, Masi emprendió una exploración crítica de los
Escritos Menores, de la visión de Hahnemann sobre el
hombre y el lugar y propósito del hombre en la
creación. Nos ha invitado a estudiar lo sano para poder
diagnosticar “lo que no es lógico” en patología.

Dice Messi ¿Las patogénesis y los pacientes evocan un

problema metafísico humano típico o solo cuestiones
biológicas? No
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Pero las cuestiones biológicas solo se refieren a la

reproducción de una especie.

Masi explica los 5 núcleos del sufrimiento:

1-la pérdida,
2- la culpabilidad,
3-el miedo al castigo,
4-la nostalgia,
5-la justificación,

las cinco rúbricas bajo las cuales podemos clasificar los

síntomas de una patogenia y por tanto también los
síntomas del paciente.

La visión desde la distancia de los escritos de Hahnemann

ayudó a Masi a comprender la lógica de la contradicción en
el Órganon y las enfermedades crónicas: se deben a los
límites del conocimiento en su época (materia / energía,
nosología / enfermedad dinámica). También se deben al
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hecho de que Hahnemann encerró en sus escritos su

comprensión a lo largo de su evolución, sin explicar esta
evolución al lector.

Su investigación antropológica lleva a Masi a una visión

dinámica del profundo sufrimiento humano (como anteojos
mal adaptados que nos presentan una visión borrosa de la
realidad) contra el que todos nos protegemos o defendemos
mediante la retirada, la destrucción o el enfrentamiento.

Los miasmas, originalmente de origen nosológico, psora

(hiel), sífilis (chancro) y sicosis (condilomas) se convierten
en actitudes de reacción (lógica) al sufrimiento
(patológico). Esto conduce a la dinámica miasmática en
términos que no causan confusión: sufrimiento, lisis
(hetero, ego) y egotrofia con los diversos matices.

Cuando Masi introduce una visión antroposofista de

acuerdo con Hahnemann, surge la necesidad de aceptar la
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noción de una composición dual (unidad inseparable de dos

componentes: cuerpo y espíritu) del hombre, una dualidad
difícil de comprender debido a una biología limitada que
debe tener una mente con infinitas posibilidades.
Estas son las principales cosas que aprendí en la
conferencia de Roma:
- Las disputas entre escuelas no tienen fundamento si
estamos dispuestos a tener una visión más amplia de los
escritos de Hahnemann, sin necesidad de negar ningún
contenido.
- El concepto de enfermedades crónicas y su dinámica es
completamente comprensivo y lógico si uno está preparado
para alejarse de las visiones nosológicas del comienzo de la
homeopatía

- El estudio del paciente con sus sensaciones, reacciones y

luego lesiones, es el mismo que el estudio de la Materia
Médica (pero no del repertorio y cuadros de fármacos).

- Al final de un día de consultas, ahora estoy mucho más

feliz y menos cansado de mi trabajo que antes, porque he
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renunciado a la necesidad de salvar a todos con una

medicina mucho mejor que la medicina ortodoxa.

Ahora sé que la homeopatía está solo en su etapa infantil,

tiene tanto progreso que hacer, tantas sustancias que
probar, pacientes que comprender, y acepto que cada terapia
tiene su propio lugar y tiempo.

Para resumir, una velada con el argentino ha arrojado una

luz positiva sobre mi descontento con el kenismo
demasiado mecánico y la homeopatía literal.

Le di Licopodio y funcionó y no sabía por qué. Le di

Licopodio nuevamente y no funcionó y ahora sabía por qué
tampoco funciono.

El practicante busca el terreno común detrás de los

problemas de la vida, para tocar algo particular en el
paciente, para descubrirlo en el remedio. Como
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consecuencia, la consulta es más viva y vibrante y se vuelve

más terapéutica en sí misma, incluso sin receta.
Otra cosa que me llamó la atención de Masi fue su
paciencia. Ni una sola vez lo vi molestarse por una pregunta
tonta, a la que pensé que ya había respondido tres veces.

Cada vez que el regreso a un tema anterior me abrió algo

nuevo que me había perdido la vez anterior.
También estaba siempre dispuesto a enfrentarse a
cualquiera que pretendiera ser hahnemanniano basándose
en parte de sus escritos, sin comprender el dinamismo
miasmático.
Su propósito era enseñar su método y no mostrar la
veracidad de tal o cual, de sus conclusiones sobre los
remedios, y darnos pistas y atajos. Se nos dio un
instrumento de investigación y progreso para la
homeopatía y para nuestra práctica. Este enfoque explica la
falta de estudiantes. También hubo quienes fueron
engañados al pensar que el enfoque antropológico era
demasiado inverosímil, inútil o esotérico antes de
comprender que era indispensable.
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Nos enseñó a hacer una caña de pescar para

independizarnos de él, y también de otras escuelas y
teorías, que muchas veces quedan atrapadas en uno u otro
de los aforismos del Órganon. Nos dio el manual de
instrucciones del explorador perfecto, un explorador del
lenguaje del paciente, de las sustancias de los remedios, de
los botánicos, la mineralogía y los símbolos.
Siendo un creyente como Hahnemann, nos enseñó a
trabajar desde una visión teleológica del paciente y sus
síntomas. No podemos luchar contra las finalidades del
hombre; tenemos que ayudarlos a tener éxito.
Ahora que Masi les ha dado a sus hijos una herramienta
para la investigación y la comprensión dinámicas,
¡debemos asegurarnos de que muchos de nosotros estamos
lo suficientemente motivados para seguir este camino!
——————————————
Dr. Guy Loutan
MD-homeópata en Geneve-Thoneux, Suiza

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