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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD RAFAEL MARIA BARALT
CATEDRA: ORIENTACIÓN

ANALISIS DEL LIBRO LAS FUERZAS MORALES


Informe # 01

Ricardo Andrés Zapata Caldato


C.I. 31.444.553

Ciudad Ojeda, 15 de Diciembre de 2020


INDICE

Introducción
1.- Análisis del libro ¨Las Fuerzas Morales¨, de José Ingenieros.
1.1.- Análisis: Paginas desde la 2 hasta la 11 (Capítulo 1: Juventud, Entusiasmo,
Energía)
INTRODUCCION

Del libro ¨Las Fuerzas Morales¨, de José Ingenieros, podemos señalar que es un
libro que se trata de las fuerzas de la moral enfocada y tomando como ejemplo a
los jóvenes o en concepto de ser joven. Es un libro que está escrito como si fuera
un poema, con muchos sinónimos y comparaciones. Un libro sistemático que esta
ordenado cada capítulo por tres palabras, en su mayoría valores, luego
cualidades. Es una invitación a cada una de estas palabras, explicando cada una
de estas palabras y motivando a ponerlas en práctica. Y como enfocar la fuerza
moral desde cada una de ellas. Habla del deber hacer en algunos casos, de que
es lo ideal y lo que debería ser. Mostrando que todas están relacionadas y son
necesarias para un buen vivir, para llevar una vida amena y correcta. Es un libro
que busca motivar a un cambio en la sociedad a través del pensamiento y de
poner en práctica cada una de las palabras que propone.
En el siguiente trabajo correspondiente al análisis de todo el libro podríamos
referirnos a su composición por capítulos, tal y como a continuación enumero:
 Capítulo 1: Juventud, Entusiasmo, Energía
 Capítulo 2: Trabajo, Simpatía, Justicia, Solidaridad, Inquietud, Rebeldía,
Perfección
 Capítulo 3: Firmeza, Dignidad, Deber, Mérito, Tiempo, Estilo, Bondad, Moral
 Capítulo 4: Religión, Verdad, Ciencia, Ideal, Educación, Escuela
 Capítulo5: Maestro, Historia, Progreso, Porvenir, Terruño, Nación,
Humanidad
1.1.- Análisis del libro ¨Las Fuerzas Morales¨, de José Ingenieros. Paginas desde
la 2 hasta la 11 (Capítulo 1: Juventud, Entusiasmo, Energía)

Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el


libro de José Ingenieros son: aprender de los fracasos, aprovechar cada momento,
disciplina, energía, entusiasmo, esfuerzo, hacerse cargo de uno mismo,
imaginación, mejora continua, metas claras, motivación para actuar,
perfeccionismo, toma de decisiones.

Capítulo 1
Se transmutan sin cesar en la humanidad. Las fuerzas morales no son algo
visibles ni mensurables, pero la humanidad puede sentir su empuje. Las fuerzas
morales llenan los corazones y fecundan los ingenios. El hombre que piensa como
debe, dice como siente, obra como quiere es el ideal, hacia donde las fuerzas
morales deben llegar. Las fuerzas morales son moralidad viva, son la meditación
de grandes pensadores. Es esencial despertar en la juventud las fuerzas morales,
virtudes para la vida social.
Las fuerzas morales no son plásticas, dan elocuencia al apóstol cuando predica su
credo, aunque pocos le escuchen y ninguno le siga.
Su imperio es superior a la coacción y la violencia, vence tarde o temprano, a la
injusticia y la hidra generadora de la inmoralidad social.
El hombre que atesora las fuerzas morales adquiere valor moral, piensa como se
debe, dice cómo se siente y obra como quiere. No persigue recompensa ni le
arrendan desventuras, recibe con serenidad el contraste y con prudencia la
victoria, acepta las responsabilidades de sus propios yerros y rehúsa su
complicidad a los errores ajenos.
Para una joven generación es esencial conocer las fuerzas morales, pero más que
enseñarlas conviene despertarlas en quien virtualmente lo posee.
Juventud, entusiasmo, energía
I. De la juventud

Es la misión de los jóvenes renovar el mundo moral y en ellos ponen sus


esperanzas los pueblos que anhelan ensanchar los cimientos de la justicia. La
juventud es la encargada de promover una reforma ética, ideología e institucional.
Todo se espera de una juventud entusiasta y viril, que produzca cambios y que
lleve al mundo por caminos nuevos. La juventud es levadura moral de los pueblos,
es una fuerza creadora. Los jóvenes necesitan ideales que señalen el camino.
Saber hacia dónde van, no el lugar exacto a donde quieren llegar. Es misión de los
jóvenes guiar a los débiles hacia el destino.

• Los jóvenes son los que no tienen complicidad en el pasado.


Cada vez que una generación envejece la vida social se abisma en la inmoralidad
y en la violencia. En esa hora deben los jóvenes empuñar la antorcha y
comprender que su misión es renovar el moral. Las grandes crisis ofrecen
oportunidades a la generación incontaminada, pues inician en la humanidad una
fervorosa reforma ética, ideológica e institucional, sembrando fuerzas morales
generadoras del porvenir, desafiando las resistencias inmorales que apuntalan el
pasado.

• La juventud es levadura moral de los pueblos.


Cada generación anuncia una aurora nueva, arrancándosela a la sombra y la
enciende en su anhelar inquieto.
El joven que piensa y trabaja es optimista, No conoce el odio ni le atormenta la
envidia, cosecha las flores se su jardín y admira las del ajeno, ríe, canta, juega y
ama sabiendo que el hado es siempre propicio a quien confía en sus virtudes
generadoras
“un brazo vale cien brazos cuando lo mueve un cerebro ilustrado; un cerebro vale
cien cerebros cuando lo sostiene un brazo firme”.
• Los jóvenes tocan a rebato en toda generación
“quien pone bien la proa no necesita saber hasta dónde va, sino hacia dónde”.
Una ilustrada minoría de la nueva generación cree que los pueblos de américa
latina están predestinados a confederarse en una misma nacionalidad continental,
creyendo que si no llega a cumplirse tal destino sería inevitable su colonización
por el imperialismo que desde hace tiempo acecha. Los jóvenes pierden su tiempo
cuando esperan impulso de los viejos.

II. Del entusiasmo

Los jóvenes deben de estar llenos de entusiasmos que los lleven a cumplir sus
ideales. Un entusiasta, expuesto a equivocarse, es preferible a un indeciso que no
se equivoca nunca. La juventud termina cuando se apaga el entusiasmo, el
enamoramiento. Es propio de la juventud ser escéptico, sin amarres intelectuales,
dogmáticos, etc. Los ideales dan confianza en las propias fuerzas.

• Entusiasta y osada ha de ser la juventud.


El entusiasmo es salud moral, embellece al cuerpo más que todo ejercicio;
prepara una madurez optimista y feliz.
El joven entusiasta hace converger su mente hacia un ideal; sus energías son
opuestas en tensión por la voluntad y aprende a perseguir la quimera soñada,
olvida las tentaciones egoístas que empiezan en la prudencia y terminan en la
cobardía; adquiere fuerzas desconocidas por lo tibios y los timoratos.
Un joven escéptico está muerto en vida, para sí mismo y para la sociedad. Un
entusiasta, expuesto a equivocarse, es preferible a un indeciso que no se
equivoca nunca. El primero puede acertar el segundo jamás.

• La juventud termina cuando se apaga el entusiasmo.


La Juventud escéptica es flor sin perfume. De jóvenes sin credo se forman los
cortesanos, mismo que ponen piedras en todos los caminos para evitar que
anden otros, donde ellos no pueden andar. La belleza de la vida hay que
descubrirla pronto, o no se descubre jamás.

• Los ideales dan confianza en las propias fuerzas. Para ser entusiasta no basta
ser joven, hay que formarse un ideal.
El que se apasiona ciegamente es un fanático al servicio de las pasiones ajenas.
Sin estudio no se tienen ideales, sino fanatismos.
El entusiasmo es fuego creador que enciende el porvenir, la superstición es
miedo paralizante que se refugia en el pasado.
Los entusiastas saltan cada amanecer el cerco de un jardín para aspirar el
perfume de nuevas flores; los supersticiosos entran cada crepúsculo al mismo
cementerio.

III. De la energía

La indiferencia frente a la vida es cobardía. Cada ser humano es cómplice de su


destino, autor de su vida y de su energía. La energía entendida como pensamiento
convertido en fuerza inteligente. Que mueven a nuestros ideales a cumplirlos. La
acción carece de validez o de resultados positivos cuando escasea la energía. Los
jóvenes deben ser actores en la escena del mundo, midiendo sus fuerzas para
realizar acciones posibles y evitando la incertidumbre. Hay que llevar acabo lo que
se piensa. La energía juvenil crea la grandeza moral de los pueblos.

• La inercia frente a la vida es cobardía.


Un hombre incapaz de acción es una sombra que se escurre en el anónimo de su
pueblo. Para ser chispa que enciende, debe llevarse el gesto hasta donde vuele la
intención. No basta en la vida pensar en un ideal; hay que aplicar todo el esfuerzo
a su realización. Cada ser humano es cómplice de su propio destino :miserable es
el que malbarata su dignidad, esclavo el que se forja la cadena ,ignorante el que
desprecia la cultura, suicida el que vierte la cicuta en su propia copa.
La energía no es fuerza bruta: es pensamiento convertido en fuerza inteligente.es
que se agitan sin pensar lo que hace, no es un energente ; ni lo es el que
reflexiona sin ejecutar lo que concibe .deben ir juntos de la mano el pensamiento y
la acción, como brújula que guie y hélice que empuja, para ser eficaces. La acción
carece de eficiencia cuando escasea la energía.

• El pensamiento vale por la acción que permite desarrollar.


Aprendiendo a pensar se evita el desperdicio de la propia energía; el fracaso es
debido a simple ignorancia de las causas que lo determinan. La confianza en sí
mismo es una elevación de la propia temperatura moral; llegando al rojo vivo se
convierte en fe, que hace desbordar la voluntad con pujanza de avalancha.

• La energía juvenil crea la grandeza de los pueblos.


Juventud que no embiste vigorosa a romper la mole del pasado, es peso muerto
para el progreso de su pueblo.
La energía es virtud juvenil; quien no la adquiere precozmente, muere sin ella.
Hombre sin energía no cooperan en cosa alguna de provecho: dudan y temen a
equivocarse, porque no han sabido pensar. Y nunca adquieres la confianza en di
mismos para acometer empresas grandes. Los jóvenes que no saben mirar hacia
el porvenir y trabajar para el son lacayos del pasado y viven asfixiándose entre
sus escombros.
Educando la energía, enseñando a admírala se plasmarán nuevos destinos de los
pueblos.

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