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2010 - Contreras - Autoconcepto y Rendimiento Matemático en Estudiantes de 4° y 5° Grado de Secundaria de Una Institución Educativa de Ventanilla
2010 - Contreras - Autoconcepto y Rendimiento Matemático en Estudiantes de 4° y 5° Grado de Secundaria de Una Institución Educativa de Ventanilla
MATEMÁTICO EN ESTUDIANTES DE 4º Y 5º
GRADO DE SECUNDARIA DE UNA INSTITUCIÓN
EDUCATIVA DE VENTANILLA”
Lima – Perú
2010
Dra. Irma Susana Altez Rodríguez
ASESORA
ÍNDICE DE CONTENIDO
Página
INTRODUCCIÓN ----------------------------------------------------------------------------------------- 1
MÉTODO
Página
RESULTADOS
Discusión ----------------------------------------------------------------------------------------------- 80
Conclusiones ----------------------------------------------------------------------------------------- 86
Sugerencias-------------------------------------------------------------------------------------------- 88
REFERENCIAS ----------------------------------------------------------------------------------------- 90
ANEXOS
ÍNDICE DE TABLAS
Página
Página
ABSTRACT
The present investigation was to determine the relationship between self-concept and
academic achievement in the curriculum area of mathematics on 4th and 5th grade in
Pedro Planas Silva High School, placed in Ventanilla, during 2009. Were taken as
units of analysis to the 150 students who constituted the whole population attending
classes at the 4th and 5th grade in high school. Were used as tools for collecting
information, the questionnaire about Student Self-Concept as Learner of Mathematics,
after a process of validity and reliability, and the records of student assessment in
mathematic area. Analyzable data didn’t show normal distribution, using the statistical
correlation “rho” of Spearman. The results confirm there is a positive, highly significant
mean and self-concept as a learner of mathematics and academic performance in
mathematic area.
Las matemáticas muchas veces resultan difíciles para un grupo importante de alumnos
y es sabido que es una de las áreas que arroja los resultados más negativos en las
evaluaciones escolares.
Así, la labor del docente de matemática debiera incluir una constante preocupación por
conocer y desarrollar en los alumnos actitudes que los lleven a superar indiferencias y
muchas veces rechazo a los contenidos del área, las mismas que podrían ser
modificadas o mejoradas a través de la innovación curricular o de enfoques
alternativos en la enseñanza de las matemáticas, que se orienten a producir en los
alumnos una actitud de creer en su propia capacidad al enfrentar problemas
relacionados al área y alcanzar una meta de aprendizaje en esta área.
AUTOCONCEPTO
Asimismo, otros autores con frecuencia, tienden a manejar como sinónimos los
constructos de autoconcepto y autoestima (en inglés “self-esteem”), cuando en
realidad no lo son tanto. En este caso, sí existe una sutil diferencia que es
necesario establecer: la autoestima es un aspecto, nada más, del autoconcepto.
Se refiere al juicio personal, evaluativo, que se hace el ser humano respecto a sus
propios valores, sean éstos intrínsecos o extrínsecos. (Reyes Tejada, 2003)
Así, actualmente se distinguirían dos puntos de vista distintos sobre este tema:
Aldasoro (1991) encuentra que los sentimientos de satisfacción personal -esto es,
la autoestima- se ven incrementados cuando la persona expresa su autoconcepto
en conductas y acciones congruentes, cuando la persona tiene un concepto de si
validado por los otros, o por el comportamiento de los otros hacia ella y cuando la
persona eleva sus estándares personales asociados a su autoconcepto.
Cooley y Mead (en McDavid y Harari, 1985) fueron los primeros en sugerir que el
concepto de sí mismo nace de las identificaciones y de la interacción con otras
personas. Uno adquiere el concepto de sí mismo al asumir el papel de otras
personas, poniéndose en su lugar para poder mirarse a sí mismo. Mead describía
este proceso como el de asumir el papel del "otro significante". En un inicio el niño
se ve como cree que lo ven las otras personas que son especialmente
importantes para él, como padres y maestros. Más tarde el individuo desarrolla un
concepto mixto sintetizado a partir de sus interacciones con mucha gente, durante
un tiempo largo, y desarrolla un concepto altamente generalizado de otros. Esta
concepción colectiva representa otro tipo de papel en el que uno puede
incorporarse para voltear y mirarse a sí mismo, este recibe el nombre de "otro
generalizado".
Deutsch y Krauss (1992) destacan el concepto del sí mismo como una estructura
cognitiva que consiste en un conjunto de elementos organizados en una relación
sistemática, que surge de la interacción entre el organismo humano y su ambiente
social. Afirman que el concepto del sí mismo viene a ser la capacidad emergente
para asumir el punto de vista de los otros y para considerarse a sí mismo como un
objeto, capacidad que da origen a opiniones y actitudes sobre uno mismo.
Colin Rogers (1994) sostiene que Purkey en 1970, lanzó una definición del
autoconcepto como sistema complejo y dinámico de creencias que un individuo
considera verdaderas con respecto a sí mismo, teniendo cada creencia un valor
correspondiente.
Por su parte, Deutsch & Krauss (1992) destacan el concepto del sí mismo como
una estructura cognitiva que consiste en un conjunto de elementos organizadores
en una relación sistemática que surge de la interacción entre el organismo
humano y su ambiente social. Afirman que “el concepto de si mismo viene a hacer
la capacidad que da origen a opiniones y actitudes sobre uno mismo”.
Del mismo modo, el autoconcepto se puede considerar como una organización del
conocimiento respecto a uno mismo, que con el propósito de mantener cierta
coherencia, utiliza sesgos cognitivos (autorrealzamiento, sesgos atribucionales,...)
y que funciona siguiendo los principios de asimilación y acomodación cognitivas.
Las autopercepciones que lo forman están basadas en la experiencia derivada de
los roles que el individuo desempeña a lo largo de la vida, las características y
atributos personales y las creencias y valores que tenga. La información
proveniente de los otros significativos constituye una de las fuentes principales
para la formación y desarrollo de las autopercepciones que formarán el
autoconcepto. (Núñez y González, 1994).
Por su parte, Hurlock, E. (1989) refiere que el autoconcepto son las imágenes que
tienen los sujetos sobre sí mismos, se componen de creencias que poseen sobre
ellos, características físicas, psicológicas, sociales, emocionales, sus aspiraciones
y realizaciones y se constituye a lo largo de la vida a partir de realidades y de
actitudes educativas vivenciadas.
Para Beane y Lipka (1986), algunas de las funciones o procesos más importantes
que el yo puede llevar a cabo son:
1) Organizar la nueva información y/o experiencia, añadiéndola a la ya existente
enriqueciendo la estructura y funcionalidad del autoconcepto, tanto
cuantitativa como cualitativamente.
2) Escudriñar o examinar su estructura para determinar si la nueva información
es semejante a la contenida actualmente en las dimensiones del
autoconcepto.
3) Investigar la nueva información para determinar si realzaría o amenazaría el
presente autoconcepto actual.
4) Alterar la nueva información con el propósito de no tener que modificar la
presente estructura del autoconcepto y contribuir así a su estabilidad.
5) Elegir implicarse en, o evitar, las nuevas experiencias dependiendo de si son
interpretadas como beneficiosas o dañinas para la estructura actual de su
autoconcepto.
6) Reflexionar sobre la nueva información para examinar cómo ésta puede
enriquecer el concepto de sí mismo. Esta reflexión puede incluso llevar a
considerar las consecuencias derivadas de una posible asunción de nuevas
dimensiones o identidades.
7) Actuar como una fuerza motivadora en la búsqueda de nuevas experiencias
que reafirmarían la estructura actual del autoconcepto o definirían cual sería
el camino adecuado para el crecimiento personal.
8) Juzgar, incluso, el propio concepto que tiene de sí mismo en base a las
experiencias y valores personales en un intento por determinar la autoestima.
El autoconcepto del niño es básicamente un reflejo de las actitudes que éste nota
que los demás mantienen respecto a él, y tendrá un efecto determinante sobre su
conducta. Resulta evidente que la manera en que un niño se describe a sí mismo
cambia con la edad. Franco Besteiro (1993) menciona que Livesley y Bromley en
1973, investigaron sobre la naturaleza de las descripciones que los niños de
diversas edades hacían de los demás, y sobre las descripciones que hacían de sí
mismos. A medida que aumenta la edad, las autodescripciones se hacen más
complejas y sofisticadas. Desde los siete hasta los quince años, las
autodescripciones de los niños se van refiriendo cada vez menos a aspectos tales
como su apariencia física, las posesiones y los miembros de la familia.
Simultáneamente, las descripciones se dirigen cada vez más a aspectos
relacionados con los atributos generales de personalidad, los intereses y
aficiones, y las ideas, actitudes y valores. También se puede observar un cambio
en general de los rasgos físicos a los psicológicos en las descripciones que los
niños se formulan con respecto a los demás.
Para estos autores, el autoconcepto está integrado por cuatro componentes que
bajo el autoconcepto general conforman el nivel secundario: emocional, social,
físico y académico. Los autores distingue en el autoconcepto dos vertientes: una
académica (autoconcepto académico) y otra no académica (autoconcepto social,
emocional y físico). Este modelo caracteriza al autoconcepto mediante siete
rasgos fundamentales (Mestre y Pérez Delgado, 1994):
AUTOCONCEPTO GENERAL
§ Por las expectativas de logro relacionadas con el placer y gusto por aprender
matemáticas y por seguir cursándolas, con el deseo de dominar la materia, con
la valoración y reconocimiento de los demás: Expectativas de logro del
estudiante en el área de matemática
Enríquez, V. (1998), señala que el niño escolar, desde que ingresa a la educación
primaria, entrara con un autoconcepto todavía bastante rudimentario, aunque con
una autoestima en cierta forma desarrollada (Allport, 1961; Kash y Borich, 1978).
Durante esta etapa, se puede afirmar que el autoconcepto actúa al mismo tiempo
como causa y efecto del logro académico. El papel causal lo está determinando el
nivel de autoestima que el niño haya alcanzado; de esta manera, tendrá actitudes
favorables respecto a su competencia y habilidad general, y será capaz de confiar
en sus éxitos, sin tener que estar ansioso con la posibilidad de fracasar. El niño
menos favorecido en su autoestima tendera a manifestar actitudes contrarias. Es
en esta etapa donde los profesores deben establecer cuales conductas de los
niños significa quizás una ayuda o un entorpecimiento para el desarrollo de
actitudes favorables hacia las experiencias de aprendizaje (Bridgeman y Shipman,
1975, 1978).
1º Autoconcepto En El Preescolar:
Pese a que a nivel mundial, uno de los puntos débiles y mas polémicos de los
sistemas educativos es el referido a la evaluación, en casi todos los países el
criterio a partir del cual se valora el estado del sistema educativo y el nivel
alcanzado por los alumnos son las calificaciones escolares.
Sin embargo, es posible que terceras variables sean la causa tanto del
autoconcepto como del rendimiento. Entre ellas, el conocimiento de estrategias
que orientan las acciones en función de las características de las tareas que tiene
que resolver, como de los recursos personales que debe poner en práctica para
conseguir los objetivos propuestos.
RENDIMIENTO ACADÉMICO
Beck (1985, cit. por Guerra, 1993) define al rendimiento académico, como el nivel
de eficiencia alcanzada por el estudiante en las diferentes materias, como
producto de la exposición del educando a un programa de aprendizaje de acuerdo
con el año académico correspondiente.
El indicador más aparente del rendimiento son las notas, Rodríguez (1982 véase
Chávarri, 2007) las considera como la referencia de los resultados académicos y
como una realidad que se nos impone sobre cualquiera otra, pues las
calificaciones constituyen en sí mismas- según este autor – el criterio social y legal
del rendimiento del alumnado. Las notas cumplen, además de una finalidad
informativa a padres y autoridades académicas, la función de pronóstico puesto
que ayudan a saber no sólo dónde está el alumno en cada momento, sino cuáles
son sus posibilidades en el futuro.
Los factores de índole psicológico han sido los más aceptados en relación
con el rendimiento académico, y entre ellos el factor motivacional.
a) Razonamiento y demostración.
b) Comunicación matemática.
Matemática
c) Resolución de problemas.
Cuarto grado
§ Identifica triángulos
§ Calcula áreas de regiones
semejantes y sus
poligonales y de regiones
propiedades.
circulares.
§ Reconoce las líneas notables
§ Grafica funciones reales de § Resuelve problemas de regiones
de un triángulo.
variable real. poligonales y circulares.
§ Identifica poliedros regulares.
§ Interpreta gráficas de § Determina rectas y planos en el
§ Utiliza el teorema de las tres funciones. espacio.
perpendiculares.
§ Interpreta la expresión del § Resuelve problemas que
§ Identifica prismas y pirámides. Binomio de Newton. involucran rectas paralelas y
perpendiculares.
§ Identifica cilindros y conos.
§ Calcula áreas de superficies
§ Reconoce superficies
cilíndricas y esféricas.
esféricas.
Quinto grado
Las actitudes ante el área están vinculadas con las predisposiciones del
estudiante para actuar positiva o negativamente en relación con los aprendizajes
propios de cada área curricular.
Actitudes
a) Razonamiento y Demostración:
b) Resolución de problemas:
El estudio PISA consta de tres etapas. La primera de ellas fue realizada en el año
2000 con los países miembros de la OCDE y complementada con la prueba “PISA
+” aplicada en el año 2001 a los países no miembros de la OCDE, entre los cuales
participó el Perú. En esta primera etapa, se puso énfasis en la compresión lectora,
pero también se evaluaron las otras dos áreas de conocimiento (matemática y
ciencias), aunque con un menor número de tareas. Debido a este pequeño
número de tareas propuestas, en esta primera etapa, el desempeño en la
alfabetización matemática solo puede ser reportado a partir de una escala simple
y no una escala total que contenga subescalas y subniveles de desempeño, como
sí se pudo construir para el caso de la alfabetización lectora (Miranda L.,
Schleicher , A. 2009).
Entre todos los estudiantes de los países que participaron en el estudio PISA, los
estudiantes peruanos fueron los que, en promedio, obtuvieron el menor puntaje en
la escala de alfabetización matemática (292 puntos). El desempeño promedio de
los estudiantes peruanos está por debajo de aquellos obtenidos por los
estudiantes de la OCDE con menor desempeño. Este resultado de los estudiantes
peruanos es traducido en términos de un bajo nivel de habilidades y
conocimientos matemáticos que permiten la identificación de elementos, la
realización de tareas en las que la formulación matemática es evidente o la
solución de un problema rutinario de paso único de solución. Estas actividades
consisten en reproducir hechos o procesos matemáticos básicos, o utilizar
habilidades operativas básicas. Este nivel de desempeño es el más bajo de la
escala de alfabetización matemática, lo cual evidencia la gran brecha que existe
entre las habilidades de los estudiantes peruanos en relación con los de los
países desarrollados. Inclusive, los 470 puntos obtenidos por el 5% superior de los
estudiantes peruanos (percentil 95) no son suficientes para alcanzar el puntaje
promedio obtenido por los estudiantes de los países de la OCDE. Este puntaje, a
su vez, es significativamente menor que el puntaje obtenido por los estudiantes en
el 5% superior (percentil 95) de Argentina, Chile y México, los cuales sí llegan a
superar el promedio de los países de la OCDE. Esto indicaría que inclusive
nuestros alumnos con mejores puntajes muestran un desempeño menor que el
mostrado por los mejores estudiantes (percentil 95) argentinos, chilenos y
mejicanos. (Asmat U.; et al. 2004).
El autoconcepto debe ser visto como mucho más que un simple reflejo del
rendimiento del alumno. Es más, puede tener una influencia decisiva en el
proceso de aprendizaje. Si los estudiantes se fijan un objetivo de aprendizaje, lo
hacen en función de la estima que tienen de su propia competencia y su potencial
en una materia, y de su confianza en ser capaces de conseguir ese objetivo aun
teniendo que enfrentarse a dificultades. Las opiniones de los alumnos sobre su
capacidad para afrontar desafíos en matemáticas con eficacia no deberían
considerarse sólo como un medio para predecir el rendimiento del alumno. Estas
opiniones también deberían considerarse un resultado importante por sí mismo,
teniendo como tienen un impacto fundamental en la motivación de los alumnos y
en el uso de estrategias de control. (OCDE, 2004)
ANTECEDENTES
• Garzarelli, Everhart y Lester (1993), del Grand Prairie Independent School District,
USA, investigaron las correlaciones potenciales del rendimiento académico con el
autoconcepto, actividades extracurriculares, ambiente familiar y genero en un
grupo de 33 estudiantes académicamente talentosos y 33 estudiantes
académicamente deficientes de 7º y 8º grados, a quienes se les fue administrado
la Escala de Autoconcepto de Tennessee y se les plantearon preguntas para
completarlas en un cuestionario que medía las variables. Los hallazgos indican
que el autoconcepto y el rendimiento académico estaban asociados a los
estudiantes talentosos de 7º y 8º grados, pero no a los académicamente
deficientes. Para este último grupo, la convivencia con un padre adoptivo
(padrastro) fue asociada con un desempeño más pobre.
Son muchos los alumnos que generan en el transcurso de su vida actitudes negativas
hacia las matemáticas, manifestando, en ocasiones, una autentica aversión y/o
rechazo hacia esta disciplina. Para una mayoría de los estudiantes, esta materia no es
una fuente de satisfacción, sino de frustración, desanimo y angustia. A muchos de
ellos, incluyendo a algunos de los más capacitados, les desagradan y agobian las
matemáticas.
De acuerdo con esto, la necesidad de emprender una simple y fácil tarea matemática
podría provocar sentimientos de ansiedad, impotencia, miedo e incluso culpabilidad.
Por ello resulta necesario comprender y analizar cómo el estudiante, al aprender
matemáticas y al interactuar con su entorno, interioriza determinadas creencias y
valoraciones negativas o positivas hacia ellas y hacia el mismo como aprendiz, lo cual
le va a generar éxitos o fracasos ante la consecución de los logros matematices. Ante
esta situación, muchos estudiantes, pensando que “no están hechos para las
matemáticas” acaban rechazándolas, pues las consideran un “lastre” del que tienen
que librarse en cuanto puedan.
En este sentido, se entiende que los altos índices de fracaso escolar en el área de
matemáticas exigen el estudio de la influencia de los factores afectivos y emocionales
en el aprendizaje matemático, ya que pueden explicar la ansiedad que siente el
alumno ante la resolución de problemas, su sensación de malestar, de frustración, de
inseguridad, el bajo autoconcepto que experimenta, etc., que, frecuentemente, le
impiden afrontar con éxito y eficacia las tareas matemáticas.
¿Qué tipo de relación existe entre el autoconcepto del estudiante como aprendiz de
matemáticas y el rendimiento académico en el área de matemáticas, de los
estudiantes del 4º y 5º grado del nivel secundaria de menores de la Institución
Educativa Pública Pedro Planas Silva de la Unidad de Gestión Educativa Local de
Ventanilla durante el periodo lectivo 2009?
HIPÓTESIS Y OBJETIVOS
HIPÓTESIS GENERAL:
HIPÓTESIS ESPECÍFICAS:
OBJETIVO GENERAL
§ Determinar el tipo de relación que existe entre el autoconcepto del estudiante como
aprendiz de matemáticas y el rendimiento académico en el área de matemáticas de
los estudiantes del 4º y 5º grado del nivel secundaria de menores, de la Institución
Educativa Pública Pedro Planas Silva de la Unidad de Gestión Educativa Local de
Ventanilla durante el periodo lectivo 2009.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
§ Determinar la relación que existe entre los niveles de expectativas de logro del
estudiante en el área de matemática y el nivel del rendimiento académico en el
área de matemáticas de los estudiantes del 4º y 5º grado del nivel secundaria
de menores, de la Institución Educativa Pública Pedro Planas Silva.
§ Determinar la relación que existe entre los niveles de atribución causal del logro
del estudiante en el área de matemática y el nivel del rendimiento académico
en el área de matemáticas de los estudiantes del 4º y 5º grado del nivel
secundaria de menores, de la Institución Educativa Pública Pedro Planas Silva.
MÉTODO
Formalización:
OX
M r
OY
Donde:
M = Muestra de la investigación
Variables Técnicas
VARIABLES
§ Autoeficacia
§ Confianza y seguridad del alumno en sus
académica del
habilidades, capacidades y posibilidades para
estudiante en el área
desenvolverse con éxito en la materia.
de matemática
Autoconcepto del
estudiante como § Expectativas de logro relacionadas con el placer
§ Expectativas de logro
aprendiz de y gusto por aprender matemáticas y por seguir
del estudiante en el
matemáticas:
matemáticas: cursándolas con el deseo de dominar la materia,
área de matemática.
con la valoración y reconocimiento de los demás.
Variables Dimensiones
Dimensiones Indicadores
POBLACIÓN Y MUESTRA:
Tabla Nº 01:
Calificación
Tabla Nº 03:
Puntaje %
Tercer Experto 16 94 %
Promedio 99 %
Tabla Nº 04:
91 - 100 Excelente
81 – 90 Muy bueno
71 – 80 Bueno
61 – 70 Regular
51 – 60 Deficiente
Dada la validez del instrumento por juicio de expertos, donde el Cuestionario Sobre
El Autoconcepto Del Estudiante Como Aprendiz De Las Matemáticas obtuvo un
valor de 99 %, podemos concluir que el mencionado instrumento tiene excelente
validez.
CONFIABILIDAD
Tabla: Nº 05
Correlación Corregida
Corregida Alpha si el ítem
Dimensión Ítem
Ítem-
Ítem-Total fuera eliminado
04 0.224 0.775
05 0.558 0.750
• Autoeficacia
académica del 06 0.626 0.746
estudiante en el
área de 07 0.473 0.757
matemática
11 0.289 0.771
14 0.385 0.764
01 0.225 0.775
02 0.205 0.780
• Expectativas de
logro del 10 0.434 0.760
estudiante en el
el
área de 13 0.439 0.759
matemática
16 0.394 0.763
17 0.413 0.762
03 0.350 0.766
15 0.208 0.779
Tabla: Nº 06
NIVEL DESCRIPTIVO:
Se han establecido tres niveles para describirla: alto, medio y bajo. El puntaje
mínimo obtenido es 28 puntos y el máximo es 63 puntos.
ALTO 52 – 63
MEDIO 44 – 51
BAJO 28 – 43
Tabla: Nº 07
ALTO 47 31.3 %
MEDIO 62 41.3 %
BAJO 41 27.3 %
Grafico Nº 01
60
FRECUENCIAS
40
62
41,33%
47
41 31,33%
20
27,33%
0
BAJO MEDIO ALTO
AUTOCONCEPTO DEL ESTUDIANTE COMO APRENDIZ DE MATEMÀTICA
La Tabla Nº 07 y el Grafico Nº 01 nos muestra datos relativos al nivel de
autoconcepto del estudiante como aprendiz de matemática; se observa que el
41,33 % de los estudiantes encuestados posee un nivel medio de autoconcepto,
seguido por el 31,33 % de los estudiantes encuestados que posee un nivel alto de
autoconcepto, y el 27,33 % de los estudiantes encuestados que posee un nivel
bajo de autoconcepto. Los estadígrafos descriptivos correspondientes a estos
datos indican una media aritmética de 48,03 que de acuerdo a la tabla de
categorización corresponde al nivel medio de autoconcepto del estudiante como
aprendiz de matemática.
ALTO 17 – 23
MEDIO 15 – 16
BAJO 06 – 14
ALTO 54 36 %
MEDIO 48 32 %
BAJO 48 32 %
Grafico Nº 02
60
50
40
FRECUENCIAS
30
54
48 48 36,00%
32,00% 32,00%
20
10
0
BAJO MEDIO ALTO
Autoeficacia Academica del Estudiante en el Àrea de Matemàtica
La Tabla Nº 08 y el Grafico Nº 02 nos muestra datos relativos al nivel de
autoeficacia académica en el área de matemática; se observa que el 36 % de
los estudiantes encuestados posee un nivel alto de autoeficacia, seguido por el
32 % de los estudiantes encuestados que posee un nivel medio de
autoeficacia, y el 32 % de los estudiantes encuestados que posee un nivel bajo
de autoeficacia. Los estadígrafos descriptivos correspondientes a estos datos
indican una media aritmética de 15,53 que de acuerdo a la tabla de
categorización corresponde al nivel medio de autoeficacia académica en el
área de matemática.
ALTO 19 – 23
MEDIO 16 – 18
BAJO 10 – 15
ALTO 46 30.7 %
MEDIO 61 40.7 %
BAJO 43 28.7 %
Grafico Nº 03
60
Frecuencia
40
61
40,67%
43 46
20 28,67% 30,67%
0
BAJO MEDIO ALTO
Expectativas De Logro Del Estudiante En El Área De Matemática
La Tabla Nº 09 y el Grafico Nº 03 nos muestra datos relativos al nivel de
expectativas de logro del estudiante en el área de matemática; se observa que
el 40,67 % de los estudiantes encuestados posee un nivel medio de
expectativas de logro, seguido por el 30,67 % de los estudiantes encuestados
que posee un nivel alto de expectativas de logro, y el 28,67 % de los
estudiantes encuestados que posee un nivel bajo de expectativas de logro. Los
estadígrafos descriptivos correspondientes a estos datos indican una media
aritmética de 16,95 que de acuerdo a la tabla de categorización corresponde al
nivel medio de expectativas de logro del estudiante en el área de matemática.
ALTO 17 – 20
MEDIO 15 – 16
BAJO 09 – 14
ALTO 53 35.3 %
MEDIO 53 35.3 %
BAJO 44 29.3 %
Grafico Nº 04
60
50
40
Frecuencia
30
53 53
35,33% 35,33%
44
20 29,33%
10
0
BAJO MEDIO ALTO
Atribución Causal Del Logro Del Estudiante En El Área De Matemática
La Tabla Nº 10 y el Grafico Nº 04 nos muestra datos relativos al nivel de
atribución causal al logro del estudiante en el área de matemática; se observa
que el 35,33 % de los estudiantes encuestados posee un nivel alto de
atribución causal al logro, seguido por el 35,33 % de los estudiantes
encuestados que posee un nivel medio de atribución causal al logro, y el 29,33
% de los estudiantes encuestados que posee un nivel bajo de atribución causal
al logro. Los estadígrafos descriptivos correspondientes a estos datos indican
una media aritmética de 15,55 que de acuerdo a la tabla de categorización
corresponde al nivel medio de atribución causal al logro del estudiante en el
área de matemática.
Se han establecido cuatro niveles para describirla: muy alto, alto, medio y bajo. El
puntaje mínimo que se podía obtener, es 00 puntos y el máximo es 20 puntos.
MUY ALTO 18 – 20
ALTO 14 – 17
MEDIO 11 – 13
BAJO 00 – 10
Tabla: Nº 11
ALTO 18 12.0 %
MEDIO 89 59.3 %
BAJO 41 27.3 %
Grafico Nº 05
60
50
40
Porcentaje
30 59,3
20
27,3
10
12
1,3
0
BAJO MEDIO ALTO MUY ALTO
Nivel del Rendimiento Académico En El Área De Matemática
La Tabla Nº 11 y el Grafico Nº 05 nos muestra datos relativos al nivel del
rendimiento académico en el área de matemática; se observa que el 59,3 % de los
estudiantes encuestados posee un nivel medio de rendimiento, seguido por el
27,3 % de los estudiantes encuestados que posee un nivel bajo de rendimiento, el
12,0 % de los estudiantes encuestados que posee un nivel alto de rendimiento, y
el 1,3 % de los estudiantes encuestados que posee un nivel muy alto de
rendimiento. Los estadígrafos descriptivos correspondientes a estos datos indican
una media aritmética de 11.53 que de acuerdo a la tabla de categorización
corresponde al nivel medio de rendimiento académico en el área de matemática.
NIVEL CORRELACIONAL:
Estadístico Sig.
CONTRASTACIÓN DE HIPÓTESIS:
HIPÓTESIS 1:
Hipótesis Nula (H 0 ):
Hipótesis Alternativa ( H1 ):
Tabla: Nº 13
Coeficiente de
.449**
Correlación
Autoconcepto del Estudiante
como Aprendiz de
Sig. (bilateral) .000
Matemáticas
N 150
SUB HIPÓTESIS 1:
Hipótesis Nula (H 0 ):
Hipótesis Alternativa ( H1 ):
Coeficiente de
.358**
Correlación
Autoeficacia Académica del
Estudiante en el Área de
Sig. (bilateral) .000
Matemáticas
N 150
SUB HIPÓTESIS 2:
Hipótesis Nula (H 0 ):
Tabla: Nº 15
Coeficiente de
.350**
Correlación
Expectativas de Logro del
Estudiante en el Área de
Sig. (bilateral) .000
Matemáticas
N 150
Hipótesis Nula (H 0 ):
Hipótesis Alternativa ( H1 ):
Tabla: Nº 16
Coeficiente de
.421**
Correlación
La Atribución Causal al Logro
del Estudiante en el Área de
Sig. (bilateral) .000
Matemáticas
N 150
DISCUSIÓN
En segundo lugar, para analizar las correlaciones existentes entre el autoconcepto del
estudiante como aprendiz de matemáticas y el rendimiento académico del estudiante
en el área de matemáticas, se aplicó previamente, una prueba de distribución normal
(Kolmogorov Smirnov de bondad de ajuste) a las variables analizables. Con
indicadores de significancia por debajo del valor 0.05, determinamos que los datos
analizados no presentan distribución normal, por lo tanto deberán ser analizados a
través de estadísticos de correlación no paramétrica, vale decir, “rho” de Spearman.
Al analizar las correlaciones existentes entre las expectativas de logro del estudiante
en el área de matemáticas y el nivel del rendimiento académico del estudiante en el
área de matemáticas, determinamos que existe una relación positiva, débil y altamente
significativa entre las expectativas de logro en el área de matemáticas y el nivel del
rendimiento académico en el área de matemáticas de los estudiantes integrantes de la
muestra. Significa que a mayores niveles de expectativas de logro del estudiante en el
área de matemáticas, de manera tenue corresponderá mayores niveles de rendimiento
académico en el área de matemáticas. Este resultado nos indica que aquellos
estudiantes que poseen un mayor placer y gusto por aprender matemáticas y por
seguir cursándolas, con el deseo de dominar la materia, con la valoración y
reconocimiento de los demás, tenuemente tienden a rendir mejor académicamente en
esta disciplina.
Con nuestros resultados confirmamos, la postura propuesta por Marsh (1984), como
se ha referido en el marco teórico: el autoconcepto y rendimiento se influyen
mutuamente. Marsh propone un modelo de relaciones mutuamente recíprocas entre
autoconcepto, atribuciones y rendimiento académico, con la particularidad de que un
cambio en cualquiera de ellos produce cambios en los otros con el fin de establecer el
equilibrio inicial. La relación entre autoconcepto y rendimiento podría ser de naturaleza
recíproca; apoyándonos en las investigaciones ya realizadas que confirman tal
relación, el autoconcepto académico incidirá en el rendimiento, pero es obvio que a su
vez, un buen rendimiento repercutirá en un positivo autoconcepto. Para Hamachek
(1995), las revisiones de la investigación del autoconcepto desde 1976 muestran que
no sólo hay una consistente y moderadamente fuerte relación entre autoconcepto y
capacidad académica, sino que estas dos variables son altamente interactivas y
recíprocas.
Parece obvio que el estudiante que rinde adecuadamente en matemáticas, tendrá una
opinión positiva de sí mismo, y de su capacidad como estudiante, y por el contrario, el
que fracasa construye un esquema negativo de sus capacidades y posibilidades
académicas en esta área curricular. Pero, no obstante, es preciso indicar que ésta no
es una relación perfecta, sino que "el autoconcepto académico positivo es condición
para lograr un rendimiento académico satisfactorio, pero no es suficiente. De allí que
es necesario deducir diversas propuestas para el desarrollo de estrategias orientadas
al logro de un autoconcepto matemático positivo.
Una sola acción es casi suficiente para que un individuo sea categorizado por sus
pares por lo que se deben cuidar extraordinariamente bien las primeras relaciones que
se establecen entre los alumnos, y con el profesor, en las aulas al comienzo de cada
curso escolar ya que si un alumno es categorizado como “a” ese alumno asumirá esa
“categoría” como propia, será el concepto que el sujeto tiene de sí mismo, y actuará tal
y como se espera que lo haga un sujeto “a”.
La percepción de la propia capacidad académica va a verse influida por la valoración
que el alumno haga del rendimiento de los compañeros, que muchas veces tiene más
peso que el alcanzado por el propio estudiante. Además es importante que tengamos
en cuenta que la comparación con los otros compañeros como criterio de valoración
de la propia competencia aumenta a partir de la preadolescencia
Ahora bien, si retomamos la idea de que es en la interacción con los demás donde se
desarrolla el autoconcepto, podemos encontrar en la forma de estructurar la
interdependencia social de la clase un factor propiciador de un adecuado desarrollo
del mismo.
CONCLUSIONES
Las conclusiones a que se arribo al finalizar el presente estudio, son las siguientes:
SUGERENCIAS
§ Alvaro Page M., Bueno Monreal M., Calleja Sopeña J., Cerdán Victoria J.,
Echeverría Cubillas M., García López C., Gaviria Soto J., Gómez Bueno
C., Jiménez Suárez S., López Pérez B., Martín-Javato Romero L.,
Mínguez Ceballos A., Sánchez Ruiz A.,Trillo Marco C. (1990). Hacia un
modelo causal del rendimiento académico. Madrid, Centro de
Publicaciones del Ministerio de Educación y Ciencia: C.I.D.E.
§ Asmat Ursula; Palomino David; Tam Mary; Zambrano Gloria (2004). Una
aproximación a la alfabetización matemática y científica de los
estudiantes peruanos de 15 años. Resultados del Perú en la evaluación
internacional PISA. Lima, MED.
§ Barca Lozano Alfonso, Peralbo Uzquiano Manuel, Porto Rioboo Ana María,
Santorum Paz Rosa y Vicente Castro Florencio (2009). Estrategias de
aprendizaje, autoconcepto y rendimiento academico en la adolescencia.
Actas del X Congresso Internacional Galego-Português de
Psicopedagogia. Braga: Universidade do Minho.
§ Burns, R.B. (1990). El autoconcepto. Teoría, medición, desarrollo y
comportamiento. Bilbao: Ediciones EGA.
§ Byrne, Barbara & Gavin, Darlene (1996) The Shavelson Model Revisited:
Testing for the Structure of Academic Self-Concept Across Pre-, Early,
and Late Adolescents. School of Psychology, University of Ottawa,
Ottawa, Ontario, Canada. Journal of Educational Psychology, Volume
88, Issue 2, June 1996, Pages 215-228
§ Garzarelli, P., Everhart, B. & Lester, D. (1993). Self concept and academic
performance in gifted and academically weak students. Adolescence,
Vol. 28, Nº 109.
§ Marsh, H.W., & Craven, R.G. (1997). Academic self-concept: Beyond the
dustbowl. En G. Phye (Ed.): Handbook of classroom assessment:
Learning, achievement and adjustament. US: Academic Press.
§ Mcleod, D.B. (1989). Beliefs, attitudes, and emotions: new view of affect in
mathematics education. En D.B. McLeod y V.M. Adams (Eds.), Affect
and mathematical problem solving: A new perspective (pp. 245-258).
New York: Springer-Verlang.
§ Mead, G. (1934). Mind, self and society. Chicago, IL: University of Chicago
Press.
§ Pizarro, R. (1985). Rasgos y actitudes del profesor efectivo. Tesis para optar el
Grado de Magister en Ciencias de la Educación, Pontificia Universidad
Católica de Chile, Chile.
§ Shavelson, R.J., Hubner, J.J. & Stanton, J.C. (1976). Self-concept: Validation of
construct interpretations. Review of Educational Research, 46, 407-441.
§ Sullivan, H.S. (1953). The interpersonal theory of psychiatry. New York: Norton.
§ Weiner, B. (1992). Human motivation: metaphors, theories, and research.
Newbury Park, California: Sage.
a) Nombre del Instrumento: “CUESTIONARIO SOBRE AUTOCONCEPTO DEL ESTUDIANTE COMO APRENDIZ DE LAS
MATEMÁTICAS”
b) Tipo de instrumento : CUESTIONARIO
c) Dimensiones del instrumento: AUTOEFICACIA ACADÉMICA DEL ESTUDIANTE EN EL ÁREA DE MATEMÁTICA.
EXPECTATIVAS DE LOGRO DEL ESTUDIANTE EN EL ÁREA DE MATEMÁTICA.
ATRIBUCIÓN CAUSAL DEL LOGRO DEL ESTUDIANTE EN EL ÁREA DE MATEMÁTICA.
DATOS DE IDENTIFICACIÓN
INSTITUCIÓN EDUCATIVA:
…………………………………………………………………………………………......
APELLIDOS Y NOMBRES:
…………………………………………………………………………………………......
GRADO DE ESTUDIOS: 4TO GRADO 5TO GRADO
SECCIÓN: A B C
GENERO: MASCULINO FEMENINO
EDAD: ………………...………………………………………………………….……….
SI HAS REPETIDO ALGÚN CURSO INDICA CUAL:
…………………..…………………………………………..………..…………..……..…
¿TIENES PENDIENTE LA ASIGNATURA DE MATEMÁTICAS? SÍ NO
PROMEDIO ANUAL OBTENIDO EN EL ÁREA DE MATEMÁTICAS (AÑO 2008):
……………………………………………………………………………………….…….
ASIGNATURA PREFERIDA EN EL PRESENTE AÑO ACADÉMICO:
……………………………………………………..……………………………….….…..
INSTRUCCIONES
VALORES
Muy de acuerdo -------------------------------------- 4
De acuerdo --------------------------------------------- 3
En desacuerdo --------------------------------------- 2
Muy en desacuerdo --------------------------------- 1
1. El gusto por las matemáticas influye a la hora de escoger una determinada opción
de estudio, profesión o trabajo.
2. Pienso que el ser buen/a alumno/a en matemáticas (sacar buenas notas, tener
buena actitud) te hace sentirse más valorado/a y admirado/a por los compañeros.
11. Tengo pocas expectativas de terminar con éxito mis trabajos en matemática.
13. Cuando resuelvo una tarea de matemáticas me quedo con dudas y no busco la
forma de solucionarlas.
14. Pienso que tengo lo que se necesita para tener éxito en mis estudios de
matemáticas.
15. Pienso que mis resultados en matemáticas poco tienen que ver con el esfuerzo
que ponga al estudiar.
17. Cuando hago una tarea o doy un examen de matemáticas, me esfuerzo todo lo
posible por hacerlo bien.
OBSERVACIONES:
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¡MUCHAS GRACIAS!