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NUEVO ORDEN MUNDIAL Y


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década del siglo veintiuno es la hegemonía de los Estados Unidos de
América corno la única potencia a la vez económica, cultural, políti-
ca y militar de alcance mundial. Las administraciones norteamerica-
nas posteriores a la Guerra Fría, hasta al menos el inicio de la actual
de George W. Bush, han consolidado, administrado y aumentado
esta hegemonía internacional valiéndose del diseño y la aplicación de
la estrategia política del «nuevo orden mundial» que consagra la
centralidad de los Estados Unidos en estos cuatro ámbitos.
En este escrito analizarnos sintéticamente la significación del nue-
vo orden mundial propuesto por las administraciones de los Estados
Unidos de la posguerra fría, la de George Bush, las dos de Bill Clinton
y el primer año de la de George W. Bush, contrastando dos planos
diferentes, por una parte, el planteamiento de lo que han considerado
y consideran debería ser este nuevo orden con sus matices y diferen-
cias entre ellas -que son relevantes a los efectos de nuestro análisis
crítico- y, por la otra, las líneas básicas de las actuaciones concretas
de las cuatro administraciones estadounidenses bajo este paraguas
doctrinal, mostrando lo que pensamos son algunas de sus principales
limitaciones, contradicciones y efectos indeseables. Este análisis tiene
como objetivo establecer una crítica orientada en el sentido de lo que
debería ser un 01~den cosmopolita democrdtico alternativo, desde nues-
tro punto de vista deseable para la gran mayoría de la humanidad.

* Profesor de Filosofía Política, Universitat de les Illes Balears.

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Como consecuencia del andlisis y comparación de la política de modalidades de acción poco convencionales contra grupos arma-
las distintas administraciones consideradas concluimos que la admi- dos, terroristas, etc., todo lo cual es considerado por la administra-
nistración del presidente George W Bush, desde los aciagos aconte- ción de George W Bush formando parte del mismo proceso de gue-
cimientos del 11 de septiembre, ha puesto en práctica un replantea- rra. Es una estrategia para un período de guerra, y faltan por aclarar
miento de la estrategia del nuevo orden mundial que modifica varias aún muchas incógnitas sobre los agentes, lugares, alcance, preten-
de sus coordenadas fundamentales, este replameamiento ha encon- siones, posibilidades, ere. El principal objetivo de esta nueva guerra
trado su expresión doctrinal en el documento sobre Estrategia de Se- no es tanto la victoria sobre el nuevo terrorismo global en sentido
guridad Nacional de los Estados Unidos de América de septiembre de estricto, el terrorismo de Al Qaeda, sino sobre el terrorismo en sen-
2002, puesto en práctica en la que ha sido la segunda guerra contra tido amplio, noción en la que incluye tanto a una difusa red de te-
Iraq. Todo lo cual dibuja un horizonte diferente del que quedó plan- rrorismos islámicos locales como a los que llama estados gamberros.
teado con el «nuevo orden mundial». Es decir, si se lleva a término la El objetivo mínimo del proceso ha de ser rediseñar el mapa político
nueva estrategia los parámetros de la situación internacional serán de Oriente Medio, Mesopotamia y Persia, estableciendo para toda
diferentes. Llamamos a esta nueva estrategia propuesta la estrategia la zona un orden estatal afín a lo que consideran son los intereses
de las intervenciones preventivas. geopolíticos y geoeconómicos de los Estados Unidos. Una conse-
En relación a tales cambios hacemos algunas hipótesis, valora- cuencia en principio colateral de esta guerra, pero, buscada por al-
ciones y críticas. Si después de las grandes guerras contemporáneas, gunos de los halcones del Pentágono, sería una redefinición de las
las guerras napoleónicas, la Primera Guerra Mundial, la Segunda relaciones de sumisión de los aliados europeos a los nuevos desig-
Guerra Mundial y la Guerra Fría, 1 las potencias vencedoras han in- nios de Washington sobre la zona, así como una vuelta de tuerca a
tentado establecer un nuevo orden mundial bajo su hegemonía, los aliados árabes con vistas a la aceptación de una solución para el
después del 11 de septiembre la administración de George W Busp, problema palestino más favorable a Israel de lo que ya lo es en la
al declarar la guerra al terrorismo global, da por acabado el nuevo actualidad consolidándolo como el poder indiscutido de la zona.
orden mundial de fa posguerra fría y se dispone a otra larga confla-
gración, para lo cual se dota unilateralmente de la estrategia de las
intervenciones preventivas. El nuevo orden mundial y las administraciones
No diseña un nuevo orden mundial, puesto que aún ha de ga- norteamericanas de la posguerra fría
nar la guerra que ha declarado, en este caso, pensada como un con-
junto de acciones militares de diverso tipo, algunas son o serán gue- La formulación del nuevo orden mundial por la administración
rras más tradicionales contra estados y otras presentan o presentarán de George Bush y su puesta en práctica
La desarticulación del sistema soviético, dramatizada en la caída del
Muro de Berlín en 1989, símbolo de la Guerra Fría, permitió a la
administración norteamericana de George Bush pt7.sar a la ofemiva
l. Conviene recordar que la «victoria» de los Estados Unidos sobre la Unión en el conflicto por la hegemonía mundial, tomando posiciones de poder
Soviética fue inesperada, sorprendiendo a las mismas élites político-militares estadouni- en solitario en el espacio de la regulación global y diseñando al efecto
denses. En realidad fue un desmoronamiento del sistema soviético debido a causas un nuevo orden mundial (The White House, 1991)._Este nuevo or-
fundamentalmente internas, al cual por supuesto contribuyero~ a precipitar hechos den estaba destinado a sustituir al «viejo orden» internacional de la
externos como la derrota de Afganistán, ia movilizaciones de obreras en Polonia, o la
política de bloques en la cual había dos jugadores de alcance mun-
nueva carrera armamentística impulsada por Reagan ... De manera que el uso del
término derrota de un sistema por otro en la Guerra .Fría debe ser matizada. Es un dial, los Estados Unidos y la Unión Soviética que establecían, respec-
desmoronamiep.to debido a causas internas que es precipitado por causas externas. tivamente, las normas en su área de influencia, dejando para el Ter-

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cer Mundo las zonas conflictivas en disputa entre ambos -sólo el geoestratégicos de la zona, aunque sometiéndole a una vigilancia Y a
caso de Cuba representó una variante de cambio en una zona de in- un acoso permanente que lo mantuviesen crónicamente débil3 y; ?)
fluencia previamente establecida, lo que la convirtió en un foco de la reinstauración de la monarquía despótica de los Al Sabah en KuwaJ.t.
tensión permanente. La administración de los Estados Unidos no se decidía a acabar
La premisa básica de este diseño era la del realismo político domi- con el derrotado régimen de Sadam Husein al priorizar entre los es-
nante en el estasblishment político-militar norteamericano (GILBERT tados fronterizos; por una parte, la alianza geoeconómica y geoestra-
A., 1999; ZOLO D., 1997; y HALLIDAY F., 2002), es decir, en la dis- tégica con Arabia Saudita y Turquía, interesados en~ª- int~~ridad te-
puta por el poder entre los estados en el «tablero» internacional, el rritorial de Iraq y; por otra parte, al temer la desestab1hzac10n de Iraq
Estado que tiene más poder impone su orden, lo que traducido a la y de sus zonas adyacentes en provecho de Irán y Siria, dos de _los
situación de la posguerra fría significaba; la superpotencia ganadora enemigos declarados de la administración esta_dou~iden,se_. La opción
de la confrontación entre los dos bloques, los Estados Unidos de Amé- fue dejar subsistir al régimen de Sadam Husem ba¡o mm1mos y per-
rica, ha de establecer las condiciones del nuevo orden mundial en fun- manentemente hostigado. .
ción de lo que considera son sus intereses. En agosto de 1990 en un No es casualidad que la primera formulación de la estrategia del
discurso presidencial se daba por primera vez carta de naturaleza al nuevo orden mundial se diese a conocer antes de la guerra del Golfo,
máximo nivel a esta posición. Después seguirían una serie de amplia- cuando aún existía la Unión Soviética, aunque su debilidad era pa-
ciones y concreciones de lo que se conoce como nuevo orden mundial. tente y estaba a punto d; desmoronarse. Ambos acontecimientos, la
La administración norteamericana de George Bush puso a prue- proclamación de la nueva estrategia y la guerra del Golfo, están rela-,
ba la concepción del nuevo orden mundial en la primera oportuni- cionados entre sí y pueden ser interpretados, no en sus causas, pero si
dad que tuvü,la reacción bélica contra la ocupación de Kuwait por en su desenlace, como la exitosa puesta en marcha de este nuevo orden
Iraq -ya antes había intervenido en Panamá, pero, en los cánones mundial. Danilo Zolo hace esta última afirmación al interpretar el
implícitos de la política de bloques era una zona considerada de ex- significado de la guerra del Golfo (ZOLO D., 1997). Este aconteci-
clusiva influencia de los Estados Unidos-. El resto del mundo se miento, además, tiene otra interpretación relacionada: la otra cara de
amoldó a la conducción y desenlace de la guerra del Golfo impuestos la moneda de la guerra del Golfo era demostrar internacionalmente
por la administración norteamericana. A este respecto cabe destacar que la Unión Soviética -en especial a su población y a su nomenc~a­
que la intervención contó con la autorización del Consejo de Seguri- tura- no podía sostener su posición de potencia de alcance mi:ndial,
dad de las Naciones Unidas y con el soporte más moral que otra cosa participando con su influencia en la resolució~ de los coi:flictos en
de una amplia coalición internacional. Su conclusión fue; 1) la reti- las «zonas calientes» que hasta entonces le hab1an concermdo.
rada del ejército de Sadam Husein de Kuwait hacia su territorio des- El intento de mediación en el conflicto del premier soviético M.
pués de sufrir una derrota sin paliativos; 2 2) el mantenimiento del Gorbachev estuvo cerca de conseguir la retirada iraquí de Kuwait.
régimen, militarmente vencido, de Sadam Husein por los EE UU con Justo en este preciso momento los Estados Unidos atacaron Iraq. Los
el objetivo de no desestabilizar los equilibrios geoeconómicos y intereses de la Unión Soviética, hasta entonces determinantes en la
g~stión de cualquier crisis de esta naturaleza, fueron desestimados por

2. La derrota militar del régimen de S. Husein significó la destrucción militar


de su ejército. Su capacidad ofensiva acorazada quedó destruida en su casi totalidad 3. El bloqueo económico y las zonas de exclusión aérea de dos_ tercios del
en la «Carretera de la muerte» cuando se retiraba de Kuwait y retornaba a Bagdad. territorio de Iraq, al norte y al sur respectivamente, a los que fue somendo durante
La aviación fue o bien destruida en sus silos sin combatir o los aviones de combate los diez años posteriores a la 1ª guerra del Golfo, dejaron a ,su. ejército en u~a
que fueron mandados a Irán para protegerlos de los ataques no fueron devueltos. La situación de mucha precariedad, como queda reflejado en la pracnca con la Admi-
escasa fuerza naval de que disponía no resistió los primeros ataques de la guerra. nistración Autónoma que consiguieron los kurdos en el norte del país.

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la administración norteamericana, mostrando en la práctica que la cionales bajo su control, el FMI, el BM, la OCDE y el GATT. Este orden
Unión Soviética no era una potencia mundial y que regían otras re- en su doble nivel de articulación se tiene que proyectar sobre todo el
glas diferentes a las de la Guerra Fría. Después de la guerra del Golfo mundo en una nueva era en la cual han desaparecido las barreras
el mundo entero comprobaba que sólo existía una potencia de alcance entre sistemas económicosociales y político-militares opuestos y la
global -precipitando el fin de la perestroika de M. Gorbachev. El interdependencia va a ser global.
mensaje al mundo de George Bush era contundente: «existen otras Los nuevos tipos de conflictos para la seguridad global se prevé
reglas en las relaciones internacionales, las fijadas por la única poten- que surgirán como resultado de las resistencias y reacciones a la hege-
cia de alcance global, los Estados Unidos». monía mundial occidental y a la adaptación al nuevo orden mundial
El nuevo orden mundial puede sintetizarse (ZOLO, 1997) en un impuesto por Occidente, procedente del Tercer Mundo, con múltiples
conjunto de proposiciones que desarrollan la que antes hemos consi- focos de conflicto que pasarán a un primer plano del escenario, econó-
derado la premisa básica del realismo político del estasblishment norte- mico, político y militar, como son; la «bomba demográfica» del Sur,
americano: 1) La decadencia irreversible-y la posterior implosión- los conflictos generados por el nacionalismo étnico, el bloqueo de los
de la Unión Soviética pone fin a la Guerra Fría. 2) La potencia gana- mecanismos del libre mercado -tal como los entiende el Norte-, la
dora, los Estados Unidos, se ha quedado sola en el alcance global de su garantía de suministro de fllentes de energía y de materias primas a
potencial atómico. 3) No es en absoluto previsible que a corto y medio bajo precio -tal como necesitan las economías occidentales-, los
plazo aparezca alguna potencia que le pueda disputar la superioridad riesgos que desencadenará el deterioro ecológico global, el incremento
económica, política y militar. 4) El peligro de guerra nuclear pasa a un del integrismo islámico, el aumento del terrorismo internacional, etc.
segundo pl<ino. 5) La administración de los Estados Unidos puede y Los nuevos tipos de conflictos generarán focos de desestabiliza-
debe ejercer su poder de alcance mundial diseñando en solitario un ción, crisis y grandes perjuicios a las poblaciones civiles de las zonas
sistema de seguridad internacional basado en la concepción de lo que donde acontezcan, de manera que las potencias occidentales, a ser
son sus intereses. 6) Estos intereses se justifican a partir de lo que se posible bajo el paraguas de las Naciones Unidas, tendrán que estar
consideran los valores occidentales, léase, lo que el estasblishment esta- dispuestas en nombre de la paz y los objetivos humanitarios a inter-
dounidense piensa que son estos valores. Los valores a los que dicen venir militarmente en la resolución de tales crisis, si es necesario,
representar los defensores de este nuevo orden son los del mercado, la abandonando el principio de no injerencia en el ámbito de la sobera-
libertad individual, la legalidad y la democracia representativa. Un ejem- nía de los estados nación a favor de «intervenciones humanitarias». 4
plo de cómo se entienden estos valores lo aporta el artículo y posterior
libro de uno de los filósofos de la administración norteamericana del
momento F. Fukuyama El fin de /,a Historia (FUKUYAMA, 1989). 4. Aunque sea discutible la aplicación del término «intervención humanita-
Este orden se articula en un primer nivel en torno al poder eco- ria», después de la 1ªguerra del Golfo, suele apelarse a él cuando se dan situaciones
de catástrofe humanitaria, fruto de alguna agresión armada en curso, de algún
nómico, político y militar de los Estados Unidos y, en un segundo
conflicto social o desastre natural, y los organismos internacionales consideran
nivel, en torno a la relación con sus aliados básicos, pero, subordina- necesaria la intervención para parar o paliar sus efectos. La aceptación de este tipo
dos, la Europa Occidental y el Japón, plasmándose esta articulación de intervención significa una limitación del principio de soberanía de los estados
entre ambos niveles en: 1) El sistema polftico-militar de alianzas triun- intervenidos en nombre de principios superiores de la «comunidad internacio-
fante en la Guerra Fría, la OTAN y la alianza de los EE UU con Japón, nal». Naturalmente, durante los años noventa, el uso que han hecho los Estados
Unidos y los países europeos occidentales de este término y de su influencia en la
Corea del Sur y Taiwan que, ahora, se ha de adaptar a las nuevas ONU para que autorice la intervención bajo este calificativo ha sido interesado.
funciones que el cambio exige. 2) El sistema económico y social, en la Compárese cómo se usó para legitimar intervenciones en Bosnia y en Kosovo,
versión neoliberal, defendida por el establishment empresarial y fi- pero no se intervino én África en situaciones de mayor catástrofe humanitaria en
nanciero norteamericano y por los organismos económicos interna- ' las guerras de los Grandes Lagos o en Timor Oriental.

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Acciones que por supuesto tienen una doble lectura, por una parte, pecto de esta concepción, reconocía otros sujetos.de derecho interna-
la razón que se aduce, proteger a las poblaciones civiles de situacio- cional junto a los estados, a saber, los individuos y las comunidades.
nes extremas de genocidio, hambrunas, terrorismo, etc., pero, por 2) De hecho, la doctrina de la «soberanía limitada» 5 que aplicaban las
otra, que las potencias interventoras que se arrogan el derecho a la dos superpotencias en la era de la Guerra Fría en sus respectivas zo-
intervención defienden sus intereses ventajistas y a menudo perver- nas de influencia modificaba la doctrina internacional aceptada por
sos. De hecho, cuando las potencias tienen escaso interés en un con- la Carta de la ONU de la soberanía de los estados nación; limitaba la
flicto, por más que provoque necesidades de ayuda humanitaria, no soberanía de los estados respecto de ciertas normas explícitas e implí-
intervienen (TAIBO, 2001), de manera que no es su móvil principal. citas que en su área de influencia establecía la superpotencia hege-
La interconexión general en la nueva era del capitalismo global pro- mónica, interviniendo directa o indirectamente para modificar las
voca que problemas puntuales para el funcionamiento del nuevo or- decisiones soberanas que se apartaban de dichas reglas.
den y conflictos localizados del Sur que anteriormente no representa- Con la doctrina y la aplicación del nuevo orden mundial se avanza
ban un peligro grave para las sociedades capitalistas avanzadas, pasen un paso más en el desmantelamiento del principio de soberanía estatal
a considerarse relevantes para, una economía global, una sociedad de puesto que se proclama de manera unilateral la legitimidad de la única
la información y un nuevo orden mundial, en los cuales, desde un potencia de alcance munaial y de sus aliados -un eufemismo para
foco, pueden expandirse ampliadamente las consecuencias de sus cri- referirse a la voluntad de la administración norteamericana- que,
sis, afectando a la totalidad (GIDDENS A., 1990; BECK U., 1999). metonímicamente, se expande bajo el calificativo de la «Comunidad
La única-potencia mundial y sus aliados tendrán que supervisar ínternacional», 6 de intervenir en la defensa del nuevo orden en cual-
la gestión de estos múltiples focos de problemas y conflictos en cual- quier parte del mundo en que se consideren conculcadas sus reglas.
quier parte del mundo y ámbito de las sociedades en las que emerjan, En este contexto se considera que quedan una serie de estados
con visos de repercutir sus consecuencias más allá, desde lo local a lo residuos del anterior orden bipolar que representan fuertes anoma-
globaL Lo global y lo local están interconectados y su articulación lías para la seguridad global porque se resisten a cumplir las nuevas
forma parte de las regulaciones necesarias del nuevo orden. El con- reglas. Además, en cualquier momento pueden hacer uso de sofisti-
junto de organizaciones que estructuraban el sistema político-mili- cadas tecnologías agresivas a su alcance, distorsionar el sistema glo-
tar occidental, la OTAN, la CSCE, la UEO, la alianza de los EE UU con bal de interdependencias y provocar consecuencias indeseables para
Japón, Corea del Sur y Taiwan, han de rediseñarse para las nuevas la interpretación de la administración norteamericana del nuevo or-
funciones que tendrán que jugar en la nueva era. Análogamente, las den; son los «estados gamberros». La articulación de la nueva seguri-
instituciones económicas que regulan el sistema económico-social del dad global tiene que tener como primer objetivo la eliminación de
capitalismo,. el FMI, el BM, la OCDE y el GATT, deberán ampliar su
radio de acción para abarcar a todo el mundo (GOWAN, P., 1999).
La concepción de la soberanía de los estados nación que desde la
5. La paternidad de la doctrina de la «soberanía limitada» en los tiempos de la
paz de Westfalia hasta la Carta de las Naciones Unidas preside, de
Guerra Fría corresponde al que fuera Secretario General del PCUS L. Brejnev y se
derecho, las relaciones entre los estados como únicos sujetos de dere- aplicaba a los países bajo su influencia. No obstante, de hecho, por lo que hace al
cho internacional, es cuestionada por la concepción del nuevo orden posicionamiento estratégico, puede considerarse por extensión y sin explicitarlo
mundial (ZOLO, D., 1997; HELD, D., 1995; HELD, D. y otros 1999). en estos términos que los países occidentales bajo la orbita de los Estados Unidos
En realidad la concepción de la soberanía de los estados después de la estaban en condiciones de «soberanía limitada».
6. En rigor en las relaciones internacionales el término «comunidad interna-
Segunda Guerra Mundial había sufrido importantes modificaciones: cional» debería urilizarse para referirse a las declaraciones o decisiones refrendadas
1) En el ámbito del derecho la Declaración de los Derechos Huma- por las Naciones Unidas y no a quien se atribuya hablar en su nombre por una
nos de la ONU introducía una corrección sumamente relevante res- razón u otra.

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tales anomalías. Los calificados como estados gamberros por las ad- conflictos armados que pudiesen suponer; por un lado, pérdidas hu-
ministraciones de los Estados Unidos se situarán en el punto de mira manas innecesarias para los ejércitos de los Estados Unidos, produ-
de la nueva estrategia (CHOMSKY, 2000). ciendo un efecto de retracción del público norteamericano respecto
de los objetivos de la administración en el ámbito internacional y,
El nuevo orden mundial y las dos administraciones de Bill por el otro; gastos económicos y recursos humanos que se requerían
Clinton para impulsar la expansión del entramado de las grandes empresas
Las dos administraciones demócratas del presidente Bill Clinton que red trasnacionales norteamericanas.
siguieron a la de George Bush padre se atuvieron al diseño del marco No obstante estos importantes matices, las administraciones de Bill
general para un nuevo orden mundial previamente establecido, aun- Clinton mantuvieron las reglas del nuevo orden mundial con interven- ·
que, dada la condición de potencia hegemónica indiscutida en los dones; directas, como el bloqueo económico y los bombardeos aéreos
terrenos político y militar de los Estados Unidos y a la orientación en las wnas de exclusión de Iraq, el ataque con mísiles de crucero a la
más «centrista» de la política de su administración, matizaron fábrica de Al Shifa en el Sudán o las guerras de Bosnia-Herzegovina y
significativamente lo que consideraban prioritario para la agenda de de Kosovo, realizadas a partir de su inmensa superioridad aérea y tec-
la superpotencia y la posición que en ella otorgaban a los aliados eu- nológica e; indirectas, como la puesta en marcha del Plan Colombia, la
ropeo-occidentales y a Japón. continuación del bloqueo económico a Cuba, o la imposición de con-
Las administraciones de Bill Clinton mantuvieron una autono- diciones al nuevo presidente electo de Haití, J. B. Aristide-desplaza-
mía relativa en la toma de decisiones dentro del marco general del do por un golpe de estado- para que respetase a la oligarquía del viejo
nuevo orden mundial. El nivel y la amplitud de las mediaciones en la régimen dictatorial y la posición de las empresas estadounidenses en el
formación de las decisiones políticas provenían de las circunstancias país, además de; tolerar que estados protegidos por las administraciones
internas y mundiales del momento y de las presiones de las cámaras norteamericanas como Turquía e Indonesia, debido a la función
de representantes, de los grupos de presión, de las corrientes de opi- geoestratégica clave que desempeñaban en el nuevo orden, llevasen a
nión, de los agentes de la sociedad civil, de los medios de comunica- cabo sendos genocidios en el Kurdistán y Timor Oriental, con arma-
ción, de los aliados, de las grandes corporaciones, etc. En medio de mento, tecnología y asesoramiento suministrando por Norteamérica
tal confluencia de influencias las presidencias de B. Clinton se mo- (CHOMSKY, N., 1994; 1999; 2000).
vieron en el sentido de estabilizar el escenario internacional para fa- Otro matiz que introdujo la administración de Bill Clinton fue
vorecer los negocios y desactivar en lo posible los conflictos que les una mayor sensibilidad a las posiciones de sus principales aliados, la
afectaban más directamente. Fueron administraciones sensibles a las Unión Europea y Japón, en la gestión de los conflictos que les afecta-
influencias, a sus pesos y contrapesos, manteniendo un nivel de me- ban, elevando el relativamente bajo «multilateralisn10» norteameri-
diación alto para lo que han sido las políticas de las administraciones cano respecto de sus aliados y ganando con ello en consenso. Lo cual
norteamericanas de las dos últimas décadas del siglo XX. favoreció que entre las élites europeas se tuviese la impresión de que
De entrada, la administración de Bill Clinton dedicó mayor aten- se caminaba hacia una gobernanza global tutelada por los Estados
ción y recursos a consolidar el nuevo orden socioeconómico global Unidos, configurando un tejido de reglas e instituciones de carácter
bajo la hegemonía neoliberal de los Estados Unidos; a liderar la nue- multilateral para la gestión de los problemas de la globalización.7 Al
va economía, a desarrollar y aplicar las nuevas tecnologías a la vida mismo tiempo que intentaba mediar en procesos de paz como los de
económica y a impulsar la sociedad de la información {GOWAN, P.,
1999; BRENNER, 2000; POLLIN, R., 2000). En lugar de; a empren-
der costosísimos proyectos armamentísticos como el escudo antimi- 7. Entre otros interesantes planteamientos sobre la gobernanza global ver Held
siles, conocido como la «guerra de las galaxias», o a embarcarse en D. (1995 y 1999) y Kaldor M. (1999 y 2001)

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Irlanda del Norte y Palestina -en este último caso sin sobrepasar los Desde un principio el equipo de George W Bush se presentó
límites aceptables para el lobby judío de presión en los Estados Uni- con una determinación de realizar sus objetivos sin aceptar mediacio-
dos-. Esta interpretación del nuevo orden mundial permitía al mis- nes en sus tomas de posición previas, por más que afectasen a las
mo tiempo aligerar el rechazo de la administración norteamericana a relaciones con los aliados, a los frágiles mecanismos de gobernanza.
la interferencia de las organizaciones internacionales en la gestión de global o que desencadenasen consecuencias no previstas indeseables
los problemas globales, flexibilizando su posición respecto de las an- sobre terceros. La mezcla de realismo político unilateral, doctrinarismo
teriores administraciones republicanas de R. Reagan y G. Bush y evangelista neoconservador, poder directo de las grandes corporacio-
otorgar un papel a las ONG en las gestión de los problemas humani- nes y neoliberalismo constituían el nuevo cóctel de poder. La media-
tarios como consecuencias de las crisis y conflictos. ción en la toma de decisiones se estrechaba sobremanera pasando a
En conjunto el nuevo orden mundial en la versión de las admi- un segundo plano los consensos establecidos. La forma de ejercer el
nistraciones de Bill Clinton adquiría su rostro más amable desde el liderazgo internacional se desplazaba de nuevo desde el lado de la
punto de vista de los gobiernos aliados de los países capitalistas avan- hegemonía hacia el de la dominación.
zados y de ciertos agentes de las sociedades civiles de estos países de- Las bases de la política internacional de los Estados Unidos so-
dicados a la gestión de problemas humanitarios específicos. El nuevo bre el papel eran las mismas, pero, los matices, no: 1) Se trataba de
orden mundial de B. Clinton se decantaba por acentuar el lado de la acentuar al unilateralismo aislacionista en los asuntos mundiales,
hegemonía en el ejercicio de la gobernación global admitiendo gra- excepto cuando se refería a lo que se consideraba el interés exclusivo
dos de gobernanza con los aliados en lugar de acentuar el lado de la de los Estados Unidos, entonces, la intervención debía ser contun-
dominación que operaba como reserva en último término. 8 dente, sin concesiones, haciendo valer la fuerza de su superioridad
en todos los terrenos. Debía quedar meridianamente claro quien es-
El nuevo orden mundial y los comienzos de la administración tablecía las reglas mundiales. El Estado que se desviase sería sancio-
de George W Bush nado inmediatamente. 2) Se despreciaban to~as y cada una de las
En sus comienzos, la administración republicana que le siguió, la del medidas propugnadas por los organismos internacionales que con-
presidente George W Bush, neófito en los asuntos internacionales, traviniesen los planes de la administración del presidente George W
se presentó como otra versión más aislacionista y conservadora del Bush, como los protocolos de Kioto o la creación de un Tribunal
nuevo orden mundial. El realismo político en su versión más descar- Penal Internacional, haciendo una política activa de boicot. 3) Se
nada dominaba ahora la política de seguridad norteamericana. Los relegaba, más aún, el papel que la administración de los Estados U~i­
«halcones» del Partido Republicano llegaban en bloque a lo más alto dos estaba dispuesta a dar a la ONU en la gobernanza de las cuesno-
de la Administración con el Vicepresidente D. Cheney, D. Rumsfeld, nes mundiales. 4) Se minimizaba el compromiso de la administra-
C. Rice, R. Perle P. Wolfowitz y Ashkrof en los puestos claves en los ción norteamericana en los asuntos considerados europeos, como
asuntos de seguridad. El equipo estaba formado por ideólogos los conflictos balcánicos. 5) Se abandonaba el intento de la adminis-
ultraconservadores, sólo había un contrapeso «pragmático» a cargo tración demócrata de B-. Clinton por hallar un terreno de acuerdo en
de la diplomacia, el general C. Powell. el conflicto del Oriente Medio entre palestinos e israelitas, aceptan-
do de hecho que la política del gobierno de A. Sharon desmontase
los acuerdos de paz de Oslo, base del consenso internacional acepta-
do para lograr un terreno de acuerdo viable. 6) Se esperaba mostrar
8. Utilizamos los términos hegemonía y domínación en sentido gramsciano. a la dirección China que el nuevo orden internacional no haría con-
En ia actualidad una versión reformada y aplicada a las relaciones internacionales
cesiones, los Estados Unidos marcaban lo que se podía y no se podía
de! senrído de estos términos lo hallamos en Nye J. S. Jr. (2002) con los apelativos
de «poder flojo»y «poder duro». hacer, sin aceptar una autonomía relativa para la pujante potencia

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asiática. 7) Se lanzaba unilateralmente la iniciativa de defensa estra- en la cual la lucha policial, de inteligencia, la judicial y el aislamiento
tégica, contraviniendo el Tratado ABM sobre mísiles balísticos firma- de los terroristas de sus fuentes sociales de afiliación y simpatía cons-
do con la Unión Soviética, humillando a la nueva Rusia, su herede- tituyen la base de la acción. El ejército será el principal protagonista
ra, con un doble fin; situar a los Estados Unidos a un nivel de de esta guerra. Además, en el orden legal, se entra en el ámbito del
seguridad inalcanzable tecnológica y económicamente por otro Es- régimen de la guerra en el cual, tribunales, leyes, etc., tienen unas
tado a corto y medio plazo, y; financiar públicamente un nuevo sal- características excepcionales. Uno de los frentes de guerra abiertos, el
to de innovación tecnológica que aumentase el diferencial tecnoló- de Afganistán, es posible afrontarlo por estos medios, pero, el segun-
gico de la industria norteamericana respecto de sus competidores do, la red mundial esparcida por el mundo no.
europeos y asiáticos. 8) Por último, la administración norteamerica- El primer episodio de este ataque frontal contra el terrorismo de
na centraría sus esfuerzos en la creación de un área de libre comercio Al Qaeda es la guerra de los Estados Unidos, con la cobertura de una
para las américas que·elevase a un nivel cualitativamente superior la amplísima alianza internacional y ia autorización del Consejo de
integración neoliberal de las diversas economías latinoamericanas Seguridad de la ONU, contra el régimen integrista islámico de los
respecto de la estadounidense. talibanes, convertido en la base territorial más importante desde la
que operaba Al Qaeda. La aplicación del potencial tecnológico y
armamentístico convencional más sofisticado y destructivo de la avia-
El 11 ele septiembre y el cambio ele la estrategia clel nuevo ción y la marina de los Estados Unidos, contando con el ejército de
orden mundial tierra de la Alianza del Norte, definen en unas pocas semanas al ven-
cedor de la contienda. La alianza del régimen talibán con Al Qaeda
La «guerra» contra eI·terrorismo de Al Qaeda es vencida y sustituida por un régimen presidido por H. Karzai, que
Los atentados terroristas del 11 de septiembre en Nueva York y Was- ejerce su autoridad en la capital, Kabul, con el apoyo del contingente
hington provocaron un reenfaque del diseño político inicial del nue- armado internacional, sectores afines entre los combatientes islámicos
vo orden mundial por parte de la administración del presidente George de la Alianza del Norte y la supervisión activa de cuerpos de élite de
W. Bush. los Estados Unidos. 9
Entre los enemigos potenciales apuntados en el diseño del nuevo Simultáneamente, en el otro frente, se lanza una operación inter-
G
orden mundial, la brutal agresión del 11-S, definía a uno básico e nacional permanente contra las estructuras económicas, sociales y
inmediato, el terrorismo islámico de Al Qaeda. Había que derrotarlo militantes de Al Qaeda dispersas por el mundo, cuyos logros son más
allí donde se encontrase, ya fuese en sus bases de Afganistán o, disper- difusos y difíciles de evaluar: La victoria militar de los Estados Uni-
so en células clandestinas y redes de apoyo por todo el mundo. Los dos contra los talibán no consigue acabar con la mayor parte de la
Estados Unidos debían atacar de manera implacable en este doble frente. dirección y de los militantes de Al Qaeda que estaban en Afganistán,
La Administración de George W. Bush declaraba !aguerra contra ni con las células y simpatizantes dispersos entre amplios sectores del
el terrorismo de Al Qaeda, no emprendía una lucha contra el terroris-
mo. La diferencia desde el punto de vista estratégico y legal es clara.
Se trataba de una guerra, lo que en el plano estratégico cifra el peso
sobre las acciones armadas del ejército y en el plano del derecho se 9. Un año y medio después de finalizar la guerra contra el régimen de los talibán
atiene a un régimen legislativo especial. Tal elección condiciona el parece que las condiciones sociales y políticas continúan estando en situación de
máxima precariedad; los señores de la guerra siguen imperando en sus zonas; el
sentido de la intervención de la única gran potencia de alcance mun- gobierno de Karzai se sostiene en Kabul por el respaldo de las tropas de la coalición
dial; se da prioridad a las intervenciones militares, a diferencia de la internacional, especialmente de los Estados Unidos, los talibán y Al Qaeda conti-
acción emprendida.Por otros estados en la lucha contra el terrorismo núan hostigando desde las m~ntañas, el cultivo de opiáceos se ha d,isparado, etc.

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integrismo islámico por el mundo, continuando éstos con sus inten- Contando con; 1) el diagnóstico de la centralidad del problema
ciones manifiestas de atacar cuando puedan a los Estados Unidos. La de la seguridad para los Estados Unidos, esta vez con elementos de
situación de peligro potencial continúa, aunque con la panoplia de verosimilitud y; 2) con la ideología oficial de las diversas administra-
medidas tomadas por la administración norteamericana para evitar- ciones de los Estados Unidos, reavivado por la reacción patriótico-
lo y la colaboración de gran parte de los estados occidentales y no nacionalista frente al criminal atentado, de autoconsiderarse el cen-
occidentales será mucho más difícil llevar a cabo los nuevos ataques. tro civilizador mundial cuyo destino manífie~to es salvar al mundo.
Convertidos los Estados Unidos, en palabras de George W Bush, en
La interpretación de la administración de George W Bush de la «el único modelo de progreso humano que sobrevive», las demás
seguridad cuestiones de la gestión de la política internacional han pasado a ser
La gran complejidad y las importantes dificultades y peligros reales de segundo orden. El problema real del terrorismo de Al Qaeda para
puestos de manifiesto para Norteamérica y para el mundo occiden- la seguridad de los Estados Unidos, y por extensión a Occidente,
tal en la fatídica fecha del 11-S son interpretados por la administra- adquiere así dimensiones totalmente desproporcionadas.
ción del presidente George W Bush en base al problema considera- En consecuencia, las medidas para afrontarlo tensan las relacio-
do central, ahora más que antes, de la seguridad de los Estados Unidos, nes internacionales y desplazan los límites del propio planteamiento
supuestamente en peligro constante, inminente y radical, debido a estratégico del nuevo orden mundial, acentuando las orientaciones
la criminal ofensiva en su propio territorio del terrorismo islámico iniciales más unilaterales, militaristas y policiales, hasta el punto de
de Al Qaeda que supuestamente cuenta con la colaboración de un que la administración de los Estados Unidos se convierte en genera-
conjunto de organizaciones terroristas islámicas de ámbito regional dora de las crisis internacionales más graves, cuando, el nuevo orden
y la cobertura y apoyo potencial de una serie de «estados gamberros» mundial fue concebido para garantizar la pax americana.
-según la terminología del gobierno de los Estados Unidos-, en- La supuesta inminencia y gravedad del problema de la seguridad
tre los cuales, en primera instancia, existe un grupo que forma lo que sufren los Estados Unidos tensa las relaciones con el resto del
que llaman el «eje del Mal», Iraq, Irán y Corea del Norte. mundo y con sus propios ciudadanos provocando determinadas con-
Lo que ha sido un argumento constante en la justificación de secuencias:
gran parte de las estrategias de intervención político-militar norte-
americanas a lo largo de su historia, el peligro inminente para la segu- Aumenta la sensación de miedo entre la población: En Nortea-'
ridad n:-1cional, válido en los últimos veinte años para intervenciones mérica y en los países occidentales surgen reacciones defensivas
directas o indirectas como las de Granada, Haití, Nicaragua, el Sal- que cortocircuitan la confianza y el diálogo público y facilitan el
vador, Guatemala o Panamá, conflictos claramente incapaces de plan- campo a las políticas de mano dura, interiores y exteriores, mili-
tear dificultades a la seguridad de los EE UU, ha hallado una nueva tares, policiales y de recorte de derechos, y abren paso a la expan-
causa aparentemente mucho más verosímil, el terrorismo de Al Qaeda. sión de valores y estados de opinión conservadores y xenófobos
En esta ocasión, al contrario que en las intervenciones mencionadas, entre amplios segmentos de la población.
es el objetivo que proclaman los autodeclarados enemigos a muerte Las interpretaciones o manifestaciones, individuales, colectivas e
de los Estados Unidos que, además, por primera vez, le han atacado institucionales, divergentes con las medidas propugnadas por la
directamente con una violencia inaudita a su corazón simbólico. administración de George W Bush frente al enemigo de la civi-
Aunque dicho tipo de ataques terroristas, por su misma naturaleza, lización, Al Qaeda, sus aliados terroristas y los estados que for-
sólo puede ser puntual y distante en el tiempo y en el espacio. El man el «eje del Mal», supuestamente, se convierten en un peligro
peligro existe y no cabe minusvalorarlo si queremos ajustar el análisis para la seguridad colectiva del mundo Occidental y, por tanto,
a los hechos. deben combatirse como si fuesen aliados inconscientes de los te-

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rroristas: sólo caben dos posiciones; «O se está con nosotros o se ocupando Palestina y; el de Putin que ha lanzado continuadas
está contra nosotros» en la lucha del Bien contra el Mal. operaciones de represión de la población civil chechena.
La reducción de los derechos económicos y sociales que en las dos
últimas décadas había venido de la mano de políticas neoliberales La mayor superpotencia mundial, sin parangón en la historia de
alcanza ahora a los derechos personales y políticos de la ciudada- la humanidad y sin posible rival en el horizonte, con unos medios
nía, tanto en los Estados Unidos, como, por extensión, en me- militares, tecnológicos, de inteligencia y económicos, inalcanzables a
nor medida, al resto de países occidentales. corto y medio plazo por algún supuesto rival potencial, parece estar
La escasa y precaria institucionalización del cosmopolitismo en sometida, según los análisis que provienen de los círculos de la admi-
las relaciones internacionales, emergida desde múltiples focos a nistración de George W. Bush, a un peligro que para atajarlo va a
partir de prácticas emancipadoras, y que potencialmente abre otra requerir que se redoblen los esfuerzos en seguridad, implementando y
vía más democrática de las relaciones internacionales, es atacada desplegando un vasto y permanente operativo que pueda alcanzar y
frontalmente por la orientación nacionalista y realista de los eliminar con una firmeza implacable al nuevo enemigo allí donde se
ideólogos ultra conservadores de la actual administración. hallen indicios de sus movimientos, sin consideraciones secundarias
El caldo de cultivo del enemigo terrorista es el islamismo. En de fronteras estatales, legislaciones internacionales, sensibilidad hu-
condiciones de emergencia y movilización nacional-patriótica nor- manitaria, acuerdo con los aliados e, incluso, limitaciones en la pro-
teamericana, fácilmente se levantan las normas aceptadas de res- tección de los derechos de los ciudadanos estadounidenses.
peto hacia el otro; el islamista pasa a ser considerado un enemigo Los valores de libertad, respeto al derecho y democracia repre-
potencial, sustituye al antisemitismo en el lugar mítico de la «cau- sentativa aducidos anteriormente para legitimar el nuevo orden mun-
~alidad diabólica». Dicha sensibilidad, alejada de la tradición ilus- dial se han de equilibrar con el valor considerado condición de los
trada occidental, tiene raíces profundas que subyacen en cierta anteriores, el de la seguridad y, en primera instancia, la de los Estados
cultura cristiana que pueden activarse. Unidos. En la interpretación de la administración de George W. Bush,
La nueva sensibilidad facilita la interpretación de los conflictos la seguridad11 de los Estados Unidos carga con el grueso del peso de
actuales en términos de «choque de civilizaciones», 10 en este caso, la justificación del nuevo orden mundial ahora en crisis y sus valores,
la occidental y la islámica, propiciando el repliegue de los Esta- dándose la paradoja de que con el argumento de «salvarlo» se ponen
dos Unidos y, por extensión, de los países occidentales, hacia sí entre paréntesis unilateralmente, cuando se considere necesario por e
mismos, como un bloque enfrentado a otro bloque, el islámico; la administración, los otros valores que dice defender, así como sus
renace del pasado la mentalidad de bloques en otra versión. instituciones sociales y políticas. Además, previsiblemente, como la
Los estados que tienen conflictos internos con movimientos
islámicos, con movimientos de liberación o, con organizaciones
terroristas, hallan el caldo de cultivo internacional preparado para 11. El elemento hobbesiano de la interpretación de la seguridad, en el caso de
extremar sus políticas represivas. Ofensivas militares que ante- esta administración de George W. Bush, se refiere a que el ataque es una anticipa-
riormente hubiesen tenido muchas dificultades para justificarse, ción de la defensa, puesto que se tiene miedo del otro al que se presumen intencio-
aduciendo su lucha contra el Mal, ahora son posibles. Los casos nes agresivas. Se interpreta al otro odiando el modo de vida americano porque es
superior y representa al Bien. Este otro, en el contexto de las relaciones internacio-
más clamorosos_desde el punto de vista del derecho internacio- nales, son estados nación «gamberros» o agentes colectivos como el terrorismo in-
nal son; el de Ariel Sharon rechazando los acuerdos de Oslo y ternacional, etc. La seguridad de la que se trata no se refiere a las relaciones hobbesianas
de lucha entre los individuos en la sociedad civil. Aunque los elementos de violencia
entre los individuos en la sociedad civil americana y el temor muy extendido entre
la población no es ajeno al clima social necesario para que se encuentren chivos
1O. Este concepto en su uso actual proviene de la obra de Huntington, S. (1996).
expiatorios colectivos de la violencia cotidiana interior en el exterior.

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nueva guerra contra el nuevo enemigo será muy larga, esta limita- eenfoque de la estrategia de seguridad nacional
ción será sine die y al arbitrio de la cúpula del poder estadounidense. l realismo político ultra conservador de la mayoría del gobierno de
La perspectiva estratégica de las adminisrraciones norteameri- eorge W. Bush teoriza la: aplicación privilegiada de la política de la
canas posteriores a la implosión de la Unión Soviética conocida como :erza, el lado de la dominación desplaza al de la hegemonía. Estados
<<nuevo orden mundial», formulada por primera vez por la presiden- nidos debe actuar al nivel internacional sin reconocer más imere-
cia conservadora_ de George Bush y continuada con matices más cen- s que los suyos, además, dispone de una fuerza militar incompara-
troliberales por la «tercera vía» del demócrata Bill Clinton, en la nueva .e que le permite imponerlos allí donde considere que están en pe-
coyuntura por la que pasan los Estados Unidos, y con la interpreta- ~ro. La doctrina del poder coercitivo se convierte en guía estratégica
ción de los acontecimintos del 11-S formulada por su actual admi- n mediaciones relevantes para las relaciones internacionales.
nistración ultraconservadora de George W. Bush, ha experimentado La prohibición de la Carta de las Naciones Unidas de iniciar
un importante reenfoque en sus prioridades, objetivos y métodos, Jerras de agresión es negada de facto en el discurso de George W.
hasta enfrentarla con sus propios límites. ush de enero de 2002 sobre el «eje del Mal» y reemplazada implí-
Cabe considerar que la estrategia de la administración norteameri- tamente por el argumento de la intervención preventiva, de la que
cana acrual se convierte en la principal generadora de desorden mun- administración estadounidense es el único juez. Los principios de
dial con el objetivo de defenderlo. No se trata de que sea la causa inme- contención y la disuasión que habían presidido la doctrina oficial
diata del desorden, puesto que objetivamente ésta es la ofensiva terrorista e las administraciones de los Estados Unidos en los tiempos de la
de Al Qaeda, sino de que, la desproporción y desenfoque de su respuesta :uerra Fría -si bien fueron vulnerados en diversas intervenciones
al extender cuantitativa y cualitativamente su proyección beligerante a mcretas- no habían sido cuestionados con la doctrina del nuevo
todos los niveles y al violar unilateralmente los procedimientos inter- rden mundial, no obstante, ahora, son rechazaaos explícitamente
nacionales establecidos, provoca desestabilización, tensión, recortes de )IDO eje de actuación estratégica contra los nuevos enemigos. Se ha

derechos y desacuerdos en muchos otros ámbitos, países y poblaciones. 1trado en un mundo en el cual, según la intervención del presiden-
Después de las grandes guerras contemporáneas -las guerras : de junio en West Point, «la única vía de lograr la seguridad es la
napoleónicas, la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mun- fa de la acción».
dial- las potencias vencedoras implementaron un nuevo orden he- El nuevo planteamiento de la Administración de George W. Bush
gemónico partiendo de la correlación de fuerzas totalmente favora- )bre la seguridad de los Estados Unidos invalida en el escenario in-
ble a los vencedores y orientando sus ejes en función de sus intereses. :rnacional los frágiles espacios dialógicos institucionales existentes. Im-
Interpretamos el nuevo orden mundial presentado por George Bush ane desde el centro monológico la producción y control del discurso
una vez acabada y vencida la Guerra Fría (ZOLO, 1997) como un álido, no caben elementos democratizadores de las relaciones inter-
caso más de establecimiento de un nuevo orden hegemónico mun- acionales. Hobbesianismo en lugar de democracia. La esperanza de
dial, esra vez con la peculiaridad de contar con una sola potencia ue en el ámbito mundial se vaya articulando una espesa red de insti-
12
hegemónica. Siguiendo con el mismo razonamiento, cuando la ad- 1ciones multilaterales de gobemanza es desactivada de un plumazo.
ministración de George W. Bush declara una nueva guerra global, de
hecho, suspende la vigencia del nuevo orden mundial de la posguerra
fría porque, según su interpretación, se han fr~cturado las bases de la
12. Estas tesis son defendidas explícitamente por políticos e ideólogos del
seguridad que ofrecía, para lo cual es preciso emprender una campa- entágono de la actual Administración, léase, D. Rumsfeld, P. Wolfowitz Y R.
ña militar de grandes dimensiones en el espacio y en el tiempo hasta erle y, desde fuera, por publicistas con gran influencia ~n el actual nú:l~o de
derrotar al nuevo enemigo y rehacer las bases de la seguridad sobre lo oder como R. Kagan, O. Kristol, F. Fukuyama o M. Ignaneff y otros parnc1pan-
que ya serán otros pilares. :s en importantes think tanks ultraconservadores.

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Se devalúa la legislación internacional al no considerarla vinculante modelo democracia liberal más economía de mercado ha vencido v
para los Estados Unidos. Su Constitución e instituciones son para los no existe una alternativa mejor, es el único posible. Pero se dice-ro~;
ideólogos de la administración la fuente única de legitimación de sus los valores «buenos» y «verdaderos» se hallan encarnados por los Es-
acciones, creándose de hecho dos tipos políticos de habitantes de la tados Unidos cuya sociedad es la «más fuerte», la «más libre» y la
Tierra, los ciudadanos estadounidenses y los otros. 13 A su vez, jerar- «más justa» del mundo. Situados en esta atalaya histórico universal el
quizados por tipologías grupales, los más próximos a los intereses esta- discurso legítimo sobre el orden mundial bueno y verdadero es
dounidenses, los occidentales, están más arriba y, los más lejanos, los monológico, parte de un centro, los Estados Unidos, y se proyecta
islámicos, los que se hallan más abajo. De facto, estos últimos son sobre el mundo sin recor,zocer a los otros. En realidad, cualesquiera
tratados como sospechosos por su adscripción religiosa, estatal o étnica, que sean los otros países sólo tienen que añadir detalles a este orden
poniéndose entre paréntesis sus derechos como personas y humillán- puesto que la verdad y la bondad están dadas a priori y la administra-
dolos como colectividad. ción de los Estados Unidos es su depositaria. No tiene sentido el diá-
De hecho, algunos de los principios del nuevo orden mundial logo con los otros países, no puede añadir nada a la bondad y verdad
han sido suspendid_os y otros reformados, cambiando notablemente de lo que la administración sabe y quiere. Incluso sus aliados tradi-
importantes acentos hasta producir un giro sobre algunos de sus ejes cionales son meras comparsas. El monologismo moral y cognoscitivo
principales y, por supuesto, sobre las consecuencias que genera su de la administración de George W. Bush tiene su coherente traduc-
aplicación. ción en el ámbito político internacional como unílateralismo estraté-
El informe presentado por C. Ryce en el mes de septiembre de gico. Establecidos los supuestos filosóficos y el espíritu moral y polí-
2002 titulado Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos tico de su estrategia el documento nos sitúa en el diagnóstico político
de América representa la puesta en orden discursivo de lo que se ha concreto y en las consecuencias prácticas que extrae la administra-
venido apuntando por el presidente y sus portavoces de la adminis- ción de George W. Bush.
tración que, además, paso a paso, se está poniendo en práctica. Un Después del 11 de septiembre los Estados Unidos estdn librando
giro en la estrategia de los Estados Unidos que de consolidarse defi- una guerra de alcance global. El enemigo es el terrorismo internacional
nitivamente abandona el marco estratégico del <<nuevo orden mun- y quienes les apoyan directa o indirectamente, los estados gamberros. Su
dial» y formula otra estrategia. La razón aducida es clara, estamos en pretensión es destruir la sociedad de los Estados Unidos y lo que re-
una nueva guerra global. La consecuencia del replanteamiento es la presenta, el «Bien». Es una lucha del Bien contra el Mal de resonan- G

orientación hacia la dominación de los Estados Unidos, no hacia la cias escatológicas: Como el Mal es a tal punto pervers_o_,___para defen-
continuación del orden hegemónico. -La- dominación pone el acento der el Bien valen todos los medios. El fin justifica los medios. Es
en la violencia, la hegemonía requiere de la persuasión y del consen- preciso destruir al enemigo antes de ser destruido por él. 14 Si es nece-
so. Llevarlo adelante desencadenará unas .consecuencias imprevisi- sario, el inmenso poder de los Estados Unidos, invocando su legíti-
bles al trastocar decisivamente, a través de la imposición forzada, las
bases del anterior diseño del <<nuevo orden mundial».
El informe parte de una variante de la conocida tesis de Fukuyama:
Después de las luchas del siglo veinte entre libertad y totalitarismo el 14. Desde este punto de vista, si la lucha es entre ei Bien y el Mal escatológico
estamos en una posición moral que presupone que «el fin justifica los medios». El
Mal total es inconmensurable, por lo cual, por más daños colaterales que se pro-
duzcan al luchar contra él, ia victoria por la fuerza del Bien siempre será una mejor
13. En este punto el supuesto «paloma» del Departamento de Estado, el ge- elección ética. No obstante, en la historia de la humanidad existen múltiples y
nerai C. Powell, según diversas declaraciones, coincide plenamente con los «halco- nefastas experiencias de la aplicación de un razonamiento análogo para justificar
nes» del Pentágono. agresiones desmedidas.

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ma defensa, deberd actuar de manera preventiva, ya sea en coalición o ción del sistema político-estratégico con el sistema económico-social
en solitario, antes de que el mal consiga sus fines. El objetivo marcard neoliberal, ahora, al estar en guerra, la prioridad estratégica se des-
los medios y las coaliciones. Los términos clave son pasar a la acción y plazaba hacia el primer sistema.
prevención. Según el documento, en el nuevo contexto mundial, es el «cruce
El análisis hace saltar por los aires el orden internacional presu- entre radicalismo y tecnología» lo que se convierte en un peligro letal
puesto en la Carta de las Naciones Unidas que sólo admite guerras que debe ser combatido antes de que ambos se conjuguen. La perver-
defensivas. Además, implícitamente, las normas de derecho interna- sidad radical del tr;rrorismo y de los estados gamberros asociado a las
cional son juzgadas instrumentalmente. Por otra parte, en lugar de armas de destrucción masiva es lo que convierte la combinación en
asentar el nuevo orden mundial, como hasta ahora habían hecho las devastadora. Durante los años noventa se han hecho patentes los
tres administraciones anteriores, sobre las guerras defensivas, las «gue- nuevos males, los estados gamberros y el terrorismo, que con la ayu-
rras humanitarias» y la hegemonía, se pasa de hecho a legitimar las da de la tecnología ponen en peligro la seguridad de los Estados
dos proposiciones; da mejor defensa es el ataque» y «no debemos Unidos. Iraq, Corea del Norte y otros estados son el ejemplo de esta-
dejar a nuestros enemigos pegar primero» como base del sistema in- dos perversos dispuestos a facilitar armas de destrucción masiva a
ternacional a establecer por los Estados Unidos, es decir, las guerras «sus dientes terroristas». Los Estados Unidos deben reaccionar arti-
preventivas y la dominación. Con la administración de George W. culando todo su sistema de seguridad para hacer frente a esta amena-
Bush la doctrina del ataque preventivo se convierte en el núcleo cen- za y sólo cabe un medio efectivo de reacción, la estrategia de las ac-
tral de la Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. ciones preventivas.
Por lo que vamos a llamar a esta estrategia que a partir del documen- En el diagnóstico subyacen dos presupuestos, el primero referido
to comentado sustituye a la del nuevo orden mundial, estrategia·de a los estados gamberros y el segundo .referido a los terroristas. Ambos
las acciones preventivas. presupuestos y su conexión son presentados como evidentes, por lo
Esta estrategia es una concepción de la seguridad nacional dife- que no hace falta ningún tipo de demostración y, de hecho, no se
rente de la del «nuevo orden mundial» en la cual se suponía que ha- aporta en todo el documento estratégico. De manera que p:;_rece p:~­
bía unos valores occidentales de alcance global compartidos por los dente examinar críticame_nte lo que se presenta como una anrmac10n
aliados y unas alianzas centrales articuladas en torno a los Estados incontrovertible, clave de bóveda en el razonamiento sobre la seguri-
Unidos que garantizaban esta defensa. Ahora, los valores buenos y dad que justifica la estrategia de los ataques preventivos.
verdaderos son encarnados de manera exclusiva por los Estados Uni- 1) El primer presupuesto es el referido a los estados gamberros.
dos, el foco de-toma de decisiones es unilateral y los aliados son me- Este presupuesto se compone a su vez de tres afirmaciones; a) existen
ramente instrumentales. Antes se trataba de gestionar el orden mun- unos. estados gamberros cuya voluntad es destruir los Estados Uni-
dial en función de los intereses de los Estados Unidos, no obstante, el dos; b) los estados gamberros tienen, o pueden tener, una tecnología
mapa geopolítico, en líneas generales, seguía siendo el que había que- a base de armas de destrucción masiva y mísiles para transportarlas
dado después del desmoronamiento de la Unión Soviética, ahora, que pongan en peligro la seguridad de los Estados Unidos; c) los
proyectan cambios muy importantes. Antes los peligros potenciales estados gamberros pueden facilitar a los terroristas estas armas para
se contemplaban con una cierta distancia, no se veían como inmi- que dañen a los Estados Unidos. 2) El segundo presupuesto es el
nentes, ahora se afirma como un hecho estar en plena guerra caliente referido a los terroristas y se compone a su vez de tres afirmaciones;
con un enemigo ultra perverso con un enorme potencial destructivo, a) los terroristas odian el modo de vida americano hasta inmolarse
lo cual conduce a relegar todo tipo de trabas legales y procedimentales para combatirlo; b) el terrorismo es un fenómeno de dimensiones
establecidas en el sistema internacional en función de ganar la gue- históricas que pone en peligro la seguridad de la única superpotencia
rra. Antes, con el nuevo orden mundial, se contemplaba la articula- mundial; c) el terrorismo se aliará con los estados gamberros para

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combatir a los Estados Unidos. El comentario crítico que realizamos nes Unidas que eliminaron buena parte de sus armas químico bioló-
sobre los presupuestos subyacentes y sus afirmaciones correspondientes gicas y al que se ha sometido permanentemente a dos grandes zonas
invalida el diagnóstico del documento. de exclusión aérea. En estas condiciones no hay ningún argumento
La afirmación a) sobre los estados gamberros; «existen estados de peso que permita pensar que este país, por más que su régimen sea
gamberros cuya voluntad es destruir los Estados Unidos», supone pri- despreciable, esté en condiciones de tener las armas, tecnología, in-
mero que existen estados gamberros qui:: no cumplen las leyes inter- fraestructura y ejército para atacar a los Estados Unidos y no ser de-
nacionales, castigan a su pueblo, desean obtener armas de destruc- vastado de manera implacable en un corto espacio de tiempo. Un
ción masiva, fomentan ei terrorismo y odian a los Estados Unidos. razonamiento semejante se puede aplicar al caso de Corea de! Norte,
Las tres primeras características situarían por decenas el número de aunque disponga de una o dos bombas atómicas y de algunos mísiles
estados gamberros -entre los cuales se incluyen los mismos Estados que difícilmente pueden llegar hasta la costa oeste de los Estados
Unidos (Chomsky, 2000)-, por tanto, las dos últimas característi- Unidos, además, en los últimos años, debido al aislamiento del régi-
cas, «fomentan el terrorismo» y «odian a los Estados Unidos», serían men, a su pobreza crónica y a los cambios en su entorno, ha estado
la diferencia específica que nos permitiría reducir su número a unos intentando mejorar sus relaciones con Corea del Sur y los países oc-
cuantos. De hecho, el informe sólo cita dos estados gamberros, por lo cidentales -al menos antes de enterarse de que formaba parte del
que sólo nos referimos a ellos. La carga de la prueba residiría en de- «eje del mal»-, aceptando por la vía diplomática conversaciones de
mostrar que fomentan el terrorismo global de Al Qaeda -el único reducción de armamentos a cambio de acceso a energía fósil y pro-
terrorismo global-. En el caso de Iraq y Corea del Norte los vínculos ductos básicos. La afirmación b), en algunas ocasiones, al tratarse del
con el terrorismo de Al Qaeda son muy escasos como ponen de relieve caso de Iraq adquiere la forma del condicional contrafáctico, «SÍ tu-
los informes de todos los servicios secretos occidentales -la CIA y el viese ... atacaría». El razonamiento planteado de esta manera condu-
M-15 entre ellos- y de las agencias y centros de estudios polemoló- ce hacia donde desea quien establece la condición, no prueba nada y
gicos. La segunda parte de la afirmación «que tienen la voluntad de es predicable de quien queramos. Es decir, no podemos partir de si
destruir a los Estados. Unidos» aplicada a los casos de Iraq y Corea del tuviese bombas atómicas, porque no las tiene, de si tuviese mísiles
Norte es endeble. Si los dictadores de ambos países han mencionado que pueden llegar hasta los Estados Unidos, porque no los tiene, ni
en alguna ocasión este deseo no pasa de ser una bravuconada, de he- de que atacaría a los Estados Unidos porque no le ataca, no dice que
cho, nunca han atacado a los Estados Unidos, aunque Estados Uni- le atacará y no prepara a su población para hacerlo.
dos los ha atacado a los dos, y sus problemas reales y su voluntad La afirmación c) «los estados gamberros pueden facilitar armas
constatada se afanan con todas sus energías en el mantenimiento del de destrucción masiva a los terroristas para atacar a los Estados Uni-
poder en sus descontentos y empobrecidos países. Difícilmente puede dos», en el caso de Iraq y Corea del Norte, sabemos que hasta el
su voluntad atender a una acción de dimensiones tan colosales como momento se han cuidado mucho de hacerlo, sería muy torpe por su
la de «destruir a los Estados Unidos». parte hacerlo ya que después del 11 de septiembre la sola sospecha
La proposición b) «los estados gamberros tienen o pueden tener fundada de que lo hacían desencadenaría un ataque devastador con-
una tecnología a base de armas de destrucción masiva y mísiles para tra ellos. Además, tanto uno como otro son estados laicos enfrenta-
transportarlas que pongan en peligro a los Estados Unidos», no resis- dos al terrorismo islámico de Al Qi.eda, el cual los considera a ambos
te el análisis empírico. Partiendo de los datos Iraq es un país empo- como enemigos, al primero por apóstata y traidor y al segundo por
brecido, con todas las infraestructuras destruidas, sin ninguna insta- ateo y pecador. La pretensión de que dichos estados pueden facilitar
lación avanzada en la que tratar material nuclear, con el grueso de su armas de destrucción masiva a los terroristas de Al Qaeda es una
moderno ejército y aviación destrozados en la guerra del Golfo, en el atribución infundada que sólo tiene verosimilitud para el caso de una
que se han realizado hasta noventa y ocho inspecciones de las Nacio- profecía inducida por el que la formula y no por el estado de cosas

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existente, es decir, que el ataque devastador a uno de ellos, ya sea Iraq lógicos y razonamientos desiderativos e ideológicos con el fin de jus-
o Corea del Norte le sitúe en una posició.l_l tan desesperada que in- tificar una guerra contra Iraq?
tente cualquier medio posible de defensa entre los cuales este podría
ser uno.
2) Por lo que hace a la segunda presuposición referente a los te- De la guerra contra el terrorismo a la guerra geoeconómica y
rroristas en el caso de la afirmación a) «los terroristas odian el modo geoestratégica
de vida americano hasta inmolarse para combatirlo», si se refiere a Una vez lanzada la ofensiva contra Afganistán y ganada militarmen-
los terroristas de Al Qaeda, es plenamente válida ya que ha tenido te la guerra por los Estados Unidos contra el régimen talibán, aun-
una terrible constatación en la fecha del 11 de septiembre. En cuanto que no contra Al Qaeda, para los halcones del realismo político ultra
a la afirmación b) «el terrorismo es un fenómeno histórico que pone conservador se establece la premisa -según afirman- evidente an-
en peligro la seguridad de los Estados Unidos», puede sostenerse con tes comentada; tanto Al Qaeda como Iraq se sitúan en el mismo fren-
buenos argumentos que Al Qaeda por los atentados cometidos, por te de combate contra los EE UU y, este último, puede pasar armas de
su forma de organización clandestina articulada corno una red global destrucción masiva a los primeros que las utilizarán. De lo que si-
y por la base de la que se nutre de activistas, las masas de jóvenes guen el próximo objetivo para una intervención preventiva, Iraq.
integristas wahabitas, es un fenómeno de dimensiones históricas que En el golfo Pérsico se dan los fenómenos considerados más peli-
ha puesto en peligro la seguridad de los Estados Unidos al menos grosos para la seguridad de los Estados Unidos, la proliferación del
una vez, el 11 de septiembre, por lo que se justifica la lucha del Esta- terrorismo islámico y dos de los estados del eje del Mal, Iraq e Irán.
do americano contra el terrorismo de Al Qaeda. En lo referente a la En concreto, Iraq se halla situado en el medio de la zona. y es el Esta-
afirmación c) «el terrorismo se unirá a los estados gamberros para do que tiene más reservas petrolíferas en su subsuelo después de Arabia
combatir a los Estados Unidos», ya hemos comentado más arriba la Saudita. El círculo se cierra, Iraq el nuevo chivo expiatorio de la
contraparte de esta afirmación, tanto Iraq corno Corea del Norte son causalidad diabólica es el mismo sobre el que se tiene el máximo in-
considerados por Al Qaeda corno enemigos y sólo en el caso de la terés material-económico y militar- en controlar (al margen de la
profecía autocurnplida sería verosímil una convergencia, en cualquier pervers¡dad manifiesta del régimen de Sadam, puesto que otros regí-
caso el cumplimiento de la profecía depende de la actuación de los menes de la zona son igualmente perversos, léase Paquistán o Arabia
Estados Unidos. Saudita, aliados de los EE UU, que han organizado y financiado el
El resultado del comentario crítico sobre la afirmación clave de terrorismo wahabita y, estos sí, aún mantienen fuertes lazos con éste).
bóveda del documento sobre seguridad de septiembre de 2002 refe- De hecho, el propósito de atacar a Iraq es anterior al estableci-
rente a que los estados gamberros están dispuestos a facilitar armas miento de supuestos vínculos con Al Qaeda. La argumentación que
de destrucción masiva a «sus clientes terroristas» es concluyente; re- los asocia parece construida para justificar la agresión. Existen bue-
ferente a Iraq y Corea del Norte las tres afirmaciones son insostenibles; nas razones para pensar que con anterioridad al 11 de septiembre y
sobre el terrorismo de Al Qaeda se sostienen las afirmaciones a) y por tanto, del establecimiento del supuesto lazo con Al Qaeda, los
b), pero no la c). Una conclusión como ésta aconsejaría centrar la halcones actuales de la administración habían llegado a la conclu-
estrategia de seguridad nacional en las dos afirmaciones ciertas y sión de la conveniencia de atacar Iraq. Por una parte, D. Rurnsfeld y
desestimar ias otras cuatro como punto de partida del razonamiento P. Wolfowitz, actuales número uno y número dos del Departamento
estratégico. de Defensa, en 1998 escribieron a B. Clinton una carta proponién-
Como estas conclusiones parecen claras y hasta cierto punto dole una estrategia para derrocar a S. Husein. Por otra parte, es sabi-
intuitivas, ia pregunta es, ¿por qué la administración de George W do por testimonios solventes no desmentidos que el 12 de septiem-
Bush incurre en tal deformación de los datos empíricos, paralogismos bre de 2001 D. Rurnsfeld y su equipo del Departamento de Defensa

152 153
planteaban abiertamente la necesidad de atacar Iraq, cuando no te- La prioridad de la acción contra el terrorismo, de hecho, pasa a
nía nada que ver con los atentados y es de suponer que la prioridad un segundo plano, desplazada por la prevista intervención preventi-
inmediata para la seguridad de los Estados Unidos era luchar contra va destinada a resituar las posiciones de los Estados Unidos en el golfo
Al Qaeda. Para ideólogos de la fuerza como P. Wolfowitz y R. Perle se Pérsico hacia objetivos geoeconómicos y geoestratégicos de más al-
abría la oportunidad de activar planes elaborados con anterioridad cance en el largo plazo. La administración de George W Bush hace
en los que se sugería la doctrina del ataque preventivo y la reorgani- así explícitos sus objetivos imperiales de reordenar una gran área estra-
zación de la zona geoeconómica y geoestratégica del golfo Pérsico. tégica del mundo en función de lo que interpreta son sus intereses
Intenciones ratificadas poco tiempo después por las declaraciones nada valiéndose de la estrategia de las acciones preventivas. La cuestión
menos que del vicepresidente D. Cheney según las cuales se debía que deja en el aire una vez conseguido este objetivo es la posibilidad
volver a trazar el mapa de Oriente Próximo. Posición que posterior- de profundizar en la estrategia y atacar a otros estados de la zona,
mente se ha convertido en oficial de la administración, reiterándose Irán, Siria ... o, en su caso, infundirles tal temor que de hecho se auto-
en múltiples ocasiones. limiten según los deseos de la administración actual. De cada vez
Los ideólogos de la fuerza de la Administración estadounidense más el lenguaje y las pretensiones de la única superpotencia son las de
han manifestado en diversas ocasiones que la conflictividad del mun- un imperio político-militar mundial basado en la dominación.
do islámico en la actualidad es el principal peligro para los Estados Las consecuencias no queridas de tamaña reconducción de las rela-
Unidos puesto que puede trastocar su seguridad y afectar algunos de ciones internacionales acaban con el nuevo orden mundial de la pos-
sus intereses vitales a medio y largo plazo, especialmente, el control de guerra fría y potencialmente abren un período de guerras e interven-
las principales áreas productoras de petróleo que garantizan los bajos ciones sucesivas de los Estados Unidos que deberían dar por resultado
precios de este combustible fósil en los mercados mundiales, respecto otro orden que aún falta por concretar por parte de quienes impulsan
de los cuales la dependencia estadounidense ya es relevante y va a ir unilateralmente semejante transformación, la administración de George
creciendo rápidamente en los próximos años (RIFKIN, J., 2002). Ade- W Bush, aunque van perfilando algunas de sus presuposiciones.
más, existen otros dos asuntos relevantes para las alianzas geoestratégicas Tales intervenciones unilaterales sucesivas de los Estados Unidos,
de los Estados Unidos en Oriente Medio, por una parte, la seguridad previstas por los ideólogos del Departamento de Defensa representan
de Israel como principal catalizador y aliado geoestratégico y, por otra, un riesgo difícilmente asumible en una sociedad del riesgo global, in-
la potencial inestabilidad social y política que en un futuro puede afectar cluso para una potencia como los Estados Unidos. Un mundo de alta
a aliados hasta ahora claves como Arabia Saudita o Egipto. complejidad que social, económica e informativamente se ha globali-
Los ideólogos del realismo ultra conservador han identificado los zado, con seis mil millones de habitantes, con tremendas desigualda-
dos objetivos militares prioritarios en su política de pasar a la acción des y conflictos, con una población islámica de mil doscientos millo-
directa; el terrorismo islámico e Iraq, como el Estado más «peligro- nes de creyentes, dos potencias en expansión.de dimensiones enormes
so» del eje del Mal. El interés vital de los Estados Unidos porgaran- como China y la India, la emergencia de una red social global que ha
tizar para sí el control de la principal zona del mundo en reservas de configurado un público y una sociedad civil global en ciernes, una
petróleo y gas natural, el golfo Pérsico, confluye sobre el debilitado Unión Europea que pretende tener una posición propia en política
Estado iraquí, presa geoestratégica fácil para los Estados Unidos por · exterior y una Rusia que tendrá que hacer valer su posición de poten-
su extrema debilidad militar y central para la proyección desde allí de cia asiática, una economía norteamericana afectada de importantes y
su poderío sobre toda la zona. La generalidad con la que esta admi- crecientes desequilibrios macroeconómicos, etc., A todas luces una
nistración hace uso de los focos de inseguridad estratégicos para los transformación unilateral dirigida desde el centro del imperio, la ad-
Estados Unidos le permite pasar del terrorismo a un Estado gambe- ministración actual de los Estados Unidos, mediante una estrategia
rro, y viceversa, según la conveniencia táctica del momento. de intervenciones preventivas que suponen un estado indeterminado

154 155
de guerra global es incluso demasiado cuando el resto del mundo no Posición representada por el Departamen~o de Estado. .se conside-
C:
considera que ésta sea la situación y se resistirá de una manera u otra ra que dado el desproporcionado diferencial de poder militar, con un
a aceptar la nueva reconfiguración del orden internacional que se pre- ataque rápido que provoque «conmoción y espant~» entre la pobla-
tende. Además, muy probablemente, ni siquiera los intereses y el pú- ción iraquí, se desmoronará el régimen de~· ~usem._B.~scar el apo-
blico en los Estados Unidos coincidirían con la administración en la yo internacional es superfluo y desvía el objetivo. Posic10n repres~n­
necesidad de emprender semejante camino en solitario. El problema tada por el Vicepresidente, el Departamento de Di;fensa y la Consejera
son íos costes de todo tipo de la continuidad de tal senda equivocada. Nacional de Seguridad.
· Quienes defendían esta última posición pensaba~ en obtener una
consecuencia indirecta muy relevante como resultado de esta guerra.
Crónica de una guerra anunciada La victoria servirá para dejar claro al mundo el nuevo mensaj~ del
La decisión estaba tomada, la administración de George W Bush imperio: los múltiples intereses, acuerdos y ~ormas de l.ª comumdad
quería, en primer lugar, establecer un régimen afín a lo que conside- liliputiense internacional no ataran con ~n sm fin ~e lulos de seda al
ra son sus intereses en Iraq y, en segundo lugar, proyectar su poder hipergigante militar estadounidense. Qm~nes se qmeran.s~mar a sus
indiscutido de manera estable en la zona. 15 Para lo cual disponía de designios podrán obtener algunos beneficios por los .servICios presta-
un poder militar infinitamente superior al del desprestigiado y muy dos, quienes se opongan se tendrán que enfrentar directamente co~
debilitado militarmente régimen de S. Husein. Para los ideólogos de la voluntad del Estado más poderoso del mundo. Tal como .lo an~h­
la fuerza de la administración, dadas tales condiciones, se trataba de zan los ideólogos ultraconservadores; en un mundo de relaciones m-
«pasar a la acción». Las razones con las que justificar la «intervención ternacionales en el cual en último término impera la fuerza ~olítico­
preventiva» se habían ido desgranando durante un año hasta quedar militar, la actual administración norteamericana ha de de¡ar cl~ro
formuladas en la Estrategia de Segurídad Nacional de septiembre de que cuando quiera y donde quiera hará valer su inalcanzable supeno-
2002; la combinación perversa de Estado gamberro, armas de des- ridad militar e impondrá su voluntad de poder. . .
trucción masiva y apoyo al terrorismo internacional. El problema El resultado de los tiras y aflojas entre amba~ pos1c10nes estaba
era, cudndo y cómo pasar a la acción. cantado. La segunda posición tenía las cartas marcadas. En l.os dos
casos el objetivo imponía la solución de~ ataque. O s: pasab.a direcr:-
«Pasar <1 la acción» en la «estrategia de las intervenciones mente a la aplicación de la segunda opción o se segm.a l~ pnmera via,
preventivas» en este último caso, o se obtenía a través de ella el ob¡envo del ataque
El debate en la administración de George W Bush era de medios y y la ocupación de Iraq o, sobre la marcha, se viraba ~acia la segunda
tiempos: O bien se ataca a Iraq reeditando una amplia coalición in- opción. Por lo que la primera posición só~o po~ía imponerse en la
terna.::íonal, contando con la legitimidad de las Naciones Unidas. improbable coyuntura de no. encontr~ senas resistenc1.as. :n el ,C~n­
sejo de Seguridad de las Nac10nes Umdas y entre la opmton publica
internacional.
15. Las valoraciones hasta aquí realizadas fueron escritas ames de la segunda En el Consejo de Seguridad se sentaban potencias regi~nal~s que
guerra á-c los Esrados Unidos contra Iraq con el objetivo de presentarlas a unas
Jornada; realizadas a finales de febrero en Palma de Mallorca. Dos meses después,
no podían admitir sin más las nuevas ~or~as d_e lo~ id~ologos'
con vistas a la pubiicación de tales materiales, creemos conveniente introducir otro neoconservadores. Ni Francia, ni Alemama, m Rusia, m Chma po-
apartado. «crónica de una guerra anunciada», que valore los acontecimientos pre- dían aspirar a mantener una posición. de p~tencias políti.co-milita:es
vios y las consecuencias inmediatas de la guerra. El texto anterior se ha mantenido regionales si se plegaban ~ l~ estr~~egia umlateral de las mtervenc1~~
en su integridad tal como fue escrito inicialmente excepto en la introducción de
nes preventivas de la admmistrac10n de George W Bush, tanto. mas
notas a pie de página y las correcciones de tiempo verbal y alguna aclaración con
vistas a su publicación con posterioridad a la segunda guerra de Iraq. cuanto que se trataba de redefinir el poder en la zona del Onente

l"i7
156
Medio, golfo Pérsico y Mesopotamia, en la cual se concentran el 65 % generado la formación de una precaria, pero real, sociedad civil global
de las reservas de petróleo mundiales, cuando se sabe que a partir de en la cual se configura una plural y dinámica opinión pública global
201 O la escasez mundial en la oferta se convertirá en progresiva hasta con multitud de focos. Semejante configuración se ha plasmado
volverse crónica a lo iargo de la década en relación a una demanda metonímicamente en los primeros años del siglo veintiuno en ios
mundial creciente. foros alternativos simultáneos y contrapuestos de Davos y Porto Ale-
Si los líderes políticos de estas cuatro potencias regionales acep- gre. El teórico de las relaciones internacionales que participó como
taban tales condiciones estaban hipotecando su futuro, no ya como subsecretario de Estado de Defensa en la administración de B. Clinton,
grandes potencias, sino como meras potencias regional~s. Nec~sita­ Joseph S. Nye Jr. (2002), 'afirma que en el ámbito de la opinión pú-
ban un orden internacional basado en un minimo de mulnlateral1smo. blica global actual es prácticamente imposible en tales condiciones
El suficiente para icontar con ellas a la hora de definir el estatus de controlar los flujos constantes de comunicación, incluso para la po-
una zona geoeconómica y geoestratégica vital para el futuro global. tencia mediática e informativa de los Estados Unidos. Lo que llama
Por otra parte, Francia y Alemania contaban con lideres reciente- el poder flojo se tiene que ejercer por la vía de la influencia y el con-
mente elegidos, el primero, gaullista por una abrumadora mayoría y, senso. No puede imponerse militarmente.
el segundo, estaba comprometido con el bando de la paz desde la El ataque del «Imperio», vulnerando las reglas internacionales y
can1Paña electoral ven Rusia y en China contaban con dos lideres sin un casus belli claro, tenía muy pocas probabilidades de convencer
indi;cutidos en el poder. De modo que para un asunto tan relevante en la disputa globalizada de la opinión pública mundial, cuando quie-
los cuatro líderes estaban en condiciones de mantener un pulso di- nes se lo discutían podían poner en circulación muy buenas razones
plomático con la administración de George W. Bush. y tenían un procedimiento legitimado internacionalmente a través
Detrás de la firme posición de las potencias regionales otros paí- del cual desarrollar el debate y contrastar los resultados del proceso,
ses del Consejo de Seguridad podían encontrar un cobijo para resis- aceptando como punto de acuerdo el desarme de Iraq antes de pasar
tir la presión de la Administración de George W. Bush. A todas luces a la acción; el sistema de inspecciones de las Naciones Unidas ampa-
dichos países prefieren un orden internacional multilateral regulado rado por la resolución 1441 y el Consejo de Seguridad. Como conse-
por compromisos en lugar de un orden imperial sometido directa- cuencia, a lo largo y ancho del mundo, por primera vez en la historia,
mente a los intereses de los Estados Unidos y a la espada de Damocles se sucedieron movilizaciones masivas oponiéndose a la guerra coor-
de la estrategia de las intervenciones preventivas. Tan sólo se alinea- dinadas de manera descentralizada a través de la red que daban la
ron con las tesis de fa Administración Norteamericana; Gran Breta- vuelta al globo a medida que el uso horario iba girando. Asimismo,
ña, debido a su firme alianza tradicional con los Estados Unidos y el la prensa internacional reflejaba mayoritariamente esta posición. La
interés de su Primer Ministro T. Blair en ser imprescindible en el administración norteamericana perdía la disputa de la opinión públi-
papel de puente entre los Estados Unidos y Europa; el gobierno espa- ca internacional.
ñol, debido a la fe del «converso» del presidente Aznar a las <<nuevas» Tanto Rumsfeld como P. Wolfowitz y R. Perle habían declarado
ideas neoconservadoras, militaristas y redentoras de la administra- que consideraban inútil la discusión, de hecho, deseaban evitarla
ción Bush y; por último, la derechista y frágil Bulgaria. El bloque pasando a la acción antes de iniciar el debate. Eran consecuentes con
defensor de la legalidad y el procedimiento internacional se mantuvo su filosofía de que en el tablero internacional al final se impone la
a pesar de las fuertes presiones a que se veía sometido y a los intentos fuerza y no las razones, terreno este último en el cual por lo demás,
de dividirlo de los partidarios de la guerra. Los Estados Unidos per- dadas las circunstancias, tenían las de perder.
dían la conjiwztación diplomática internacional. El resultado del debate en el seno de la administración de George
Las consecuencias no buscadas de la globalización y de la revolu- W. Bush ofrecía muy poco margen para los defensores de la primera
ción de las comunicaciones de los años noventa del siglo veinte han posición, el Departamento de Estado. En la medida que fueron apa-

158
159
reciendo dificultades en la articulación de una coalición internacio- muy favorable frente a los países de su entorno pa~a situar la cuestión
nal con el refrendo del Consejo de Seguridad de la ONU se viró hacia de los palestinos con todos los ases en poder del gobierno de A. Sharo~.
el ataque, abandonando la administración norteamericana, Gran Bre- Se constata así que la actual administración de los Estados Um-
dos mantiene una idea hobbesiana de las relaciones internacionales
taña y España el pr~cedimiento de diálogo establecido en el Consejo
de Segundad y ponrendo en marcha el plan de ataque unilateral con basada en la aplicación de su inalcanzable fuerza polírico-militar,
el supuesto apoyo de una coalición internacional que de hecho se inplementada a través de una racionalid~~ práctica excl~sivame~te
reducía a la Gran Bretaña y, más simbólicamente que otra cosa, a instrumental. Desde el inmenso poder militar norteamencano qme-
Australia, Polonia y España. Dada la incomparable asimetría en el nes defienden tales posturas pueden llegar a creer que son capaces de
potencial destructor entre ambos contendientes los resultados mili- configurar el mundo conforme a su voluntad de poder. No obstante,
6
las relaciones internacionales en la sociedad del riesgo global1 no pue-
tares,n? podían ser ot~os que la derrota relativamente rápida y total
del reg1men de S. Husem. Como así fue. La administración de George den reducirse solamente á hobbesianismo, como tampoco solamente
• 17 l . .
W Bush obtenía la victoria militar. a lokeanismo o cualquier otro «ismo», sea rnnnsmo, marxismo,
nacionalismo, alobalismo. Son todo esto y mucho más.
Valorando la ofensiva modificadora del nuevo orden mundial El peligro ;ara todos, induidos los mismos Estados ~nidos, ~e
Durante este proceso se han puesto de relieve muchas dimensiones, la política basada en la aplicación unilateral de la, fuer~a i:nas la razon
instrumental como ejes fundamentales de la razon practica es que, a
consecuencias imprevistas, ambivalencias y contradicciones, tanto glo-
pesar de los medios con los que cuenta pa.ra imponerse, lo~ inmensos
~~es como r~gi~nales, de las r~laciones internacionales, sociales, po-
Imcas y econom1cas, que conviene valorar para calibrar el significado daños que genera su aplicación y las múlnples conse~uencias no que-
de la puesta en marcha de la ofensiva que pretende reestructurar el ridas que provoca y va a provocar en el futuro, al aph~arse a.un mun~
do tan complejo e imposible de reducir a una pocas ideas simples, si
orden mundial por parte de la administración de George W Bush.
no es a costa del ejercicio de una inmensa violencia para acomodarlo
Sin un animo exhaustivo destacamos algunas, entre las que nos pare-
cen especialmente relevantes:

-El peso de la estrategia de la actual administración descansa casi


16. Utilizamos el término «sociedad del riesgo global» tomándolo del libro de
exclusivamente en la aplicación del incomparable diferencial de fuer-
Beck, U. (1999, 2003) del mismo título. En la sociedad del riego giobal las con~e­
za militar favorable a los Estados Unidos respecto de cualquier otro cuencias no previstas y acumuladas en el tiempo, producto~ de su propia. dinám.1~a
país o coalición de países. Conseguir el objetivo de la victoria militar e instituciones, irrumpen cuando y donde no se las espera en forma de 1mprev1S1-
utilizando dichos medios de poder permitirá trasformar la victoria bl~s trastornos sociales y/o naturales de dimensiones a la vez globales y locales.
militar en victoria política y ésta, a la postre, en victoria diplomática 17. Cuando en este contexto nos referimos a «hobbesianismo», «lokeanismo»
y los otros «ismos» citados io hacemos en el sentido que ios publicista~ Y periodis-
y entre la opinión pública global. Siguiendo esta concepción, en el tas dedicados a las relaciones internacionales suelen hacerlo convencwnalmente,
caso de Iraq el objetivo se orienta; en primer lugar, en instalar un más que a una interpretación filosófica compleja y marizada..Generalmente ha-
gobierno iraquí favorable a los intereses de los Estados Unidos; en blan de hobbesianismo cuando se quiere indicar que a las relac10nes entre estados
segun?o lugar, d~sde esta posición de fuerza, en «re-dibujar el mapa» se les atribuye las relaciones entre individuos en el estado narural de Hobbes, es
decir, homo homini lupus. Cuando decimos lockeanas se atrib~1ye a los e~tados las
de Onente M~dio, Mesopotamia y Persia; en tercer lugar, en impo-
relaciones entre individuos de la sociedad civil. Cuando decimos kannanas nos
ner la aceptación de la nueva realidad en dicha región al mundo, referimos al proyecto de unas relaciones cosmopol.iras reguladas por d, derecho
doblegando las resistencias por la vía de los hechos consumados y; en internacional. Cuando decimos marxistas nos refenmos a una concepcion de las
cuarto lugar, en ofrecer a su único aliado estructural en la zona con relaciones internacionales condicionadas fundamentalmente por el conflicto de
un gobierno ultraconservador afín, Israel, una correlación de fuerzas clases. Y así sucesivamente para los restantes ismos.

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160
a tales designios, probablemente hará que la complejidad de la reali- presencia de la gran mayoría chiíta entre la población - alrededor del
dad acabe por emerger en forma de un fuerte incremento de los ries- sesenta por ciento- en manifestaciones contrarias a los nuevos go-
gos globales? socavando las presuntas mejoras que se prometen «para- bernantes, los deseos contenidos momentáneamente de autogobiemo
sÍ» quienes las propugnan. kurdo en el norte, donde son mayoritarios, incluyendo en la impor-
tante ciudad de Mosul, y la resistencia de los árabes sunitas a las medi-
-En el desarrollo y conclusión de la guerra se ha podido constatar la das del ejército estadounidense, minoría en tomo a la cual desde que
ignorancia y desvalorización que de la complejidad y sentimientos de la se formó Iraq se han articulado las coaliciones de poder, han quedado
sociedad iraquí tenía la administración de George W Bush. Espera- de manifiesto desde el principio. De manera cada vez más explícita se
ban el inmediato desmoronamiento del régimen de S. Husein, el reci- comprueba que el derrocamiento del régimen de S. Husein se ha tras-
bimiento por parte de la población de las tropas angloamericanas como formando en una ocupación militar anglonorteamericana.
liberadoras y la instalación sin grandes problemas de una administra- La ocupación de un país tan complejo corno Iraq, con fuertes vín-
ción provisional por parte del ejército victorioso, con la pantalla publi- culos sociales tradiciones muy resistentes, en el cual el plan puesto en
citaría de un gobierno de segundo nivel formado por iraquíes afines. práctica por los Estados Unidos ha consistido fundamentalmente en
Un mes después de tomada militarmente Bagdad los tres presu- pulverizar el poder del partido-Estado Baaz, sin planificar el soporte a la
puestos proclamados en reiteradas ocasiones por los portavoces de la innumerables veces castigada población iraquí, ha significado el desmo-
administración han resultado erróneos. Se ha constatado que la pobla- ronamiento total del Estado, un inmenso caos social y una miseria eco-
ción iraquí estaba mayoritariamente contra el régimen de Sadam, no nómica abrumadora. El mínimo funcionamiento de la interacción Esta-
obstante, no tenía ninguna simpatía por
las fuerzas invasoras, debido do-sociedad se ha desvanecido de un día para otro por desaparición del
a ello y al margen del miedo que les infundían los partidarios del régi- primero. Por una parte, en medio del inmenso caos y de las desgracias
men caído, la población no colaboró en ningún momento de manera del final de la guerra, de la caída del régimen y del inicio de la ocupa-
relevante coplas fuerzas atacantes. 18 Una vez la población se ha senti- ción, el poder social emergente ha partido de las vigorosas redes sociales
do aliviada de la represión que ejercía el régimen de S. Husein y de la tradicionales, el islamismo chiíta y sunita, las redes tribales y étnicas, las
enorme tensión que produce la guerra para quienes la padecen, en facciones armadas kurdas y las organizaciones mafiosas. Por otra parte,
cuanto ha tenido oportunidad y de manera reiterada, ha pasado ama- el gobierno que desde el Pentágono se planificó para reorganizar el in-
nifestar al ejército norteamericano que les dejen gobernarse solos. La menso caos provocado por las terribles consecuencias acumuladas del
embargo, la guerra y la ocupación, formado en primera instancia por
los militares norteamericanos y, en segunda, por la oposición iraquí pro-
cedente del exterior, organizada por Washington para tal efecto, han
18. Acontecimientos anteriores que costaron tanto dolor a la población iraquí
sido totalmente incapaces de hacerse con la situación y conectar con la
no se podían olvidar de la noche a la mañana, por lo que la desconfianza con las
tropas invasoras estaba cantada; el pasado colonial y la manipulación del país por población para comenzar a reorganizar un gobierno del país.
los ingleses; el apoyo que recibió Sadam de los Estados Unidos en los ocho años Las dificultades para que el poder social emergente desde el pro-
que duró la guerra contra Irán, a pesar de su represión y asesinatos a su propia pio sustrato social iraquí y una, aún non nata, administración anglo-
población; con el eíército de Sadam derrotado en la primera guerra del Golfo el arnericana-iraquí, puedan establecer sólidos puntos de encuentro pare-
mando americano no irqpidió a la guardia nacional la terrible represión contra la
sublevación chiíta del sur; las inmensas penalidades a las que ha estado sometida la cen enormes. Dadas las profundas divergencias de planteamientos Io
población iraquí como consecuencia del bloqueo económico y los bombardeos más probable es que la distancia se mantenga en el tiempo. De ser
anglo-americanos duran tes diez años en las wnas de exclusión aérea del norte y del este el caso, la ocupación militar anglo-americana no hallará una for-
sur. No es de extrañar que solamente en el norte kurdo las tropas americanas fue- ma de legitimación en el seno de la sociedad iraquí, siendo imprevi-
ran recibidas como liberadoras. El establecimiento del área de exclusión del norte
permitió a los kurdos establecer zonas liberadas del régimen de Sadam.
sibles los escenarios que pueden derivarse de ello en el largo plazo. En

162 163
cualquier caso se basarán en el continuo ejercicio de la fuerza por do no promovidos, por las administraciones de los Estados Unidos.
parte de los ocupantes sobre la gran mayoría de la población autóctona. Los actuales casos de Paquistán, Arabia Saudita o Egipto pueden ser-
vir de paradigmas en dicha región.
~Las razones que públicamente sirvieron para justificar la interven- Se requería un argumento que acentuase la peligrosidad actual
c10n se han demostrado espurias; ni el régimen de S. Husein tenía para los Estados Unidos y la «civilización». El ataque terrorista de Al
armas de destr1:1cción masiva, ni representaba un peligro significati- ~eda a los Estados Unidos aportaba la sensación de peligro inmi-
vo para sus vecmos, y mucho menos para los Estados Unidos o para nente y la voluntad de reaccionar entre la mayoría de la población
la humanidad, ni tenía ninguna relación relevante con el terrorismo norteamericana. Se trataba de conectar este elemento motriz con el
de Al Qa~da. Además, ha quedado claro que estos argumentos eran régimen de Sadam. El puente lo establecían las armas de destrucción
construcc10nes ad hoc para justificar la guerra puesto que fueron re- masiva que supuestamente tenía y estaba dispuesto a facilitar a Al
legados a un se?undo lugar cuando las pruebas construidas para soste- Qaeda. Esta misma argumentación podía ser aprovechada para con-
nerlos Y la realidad de los acontecimientos los fueron desmintiendo vencer a la opinión pública occidental. Dichas razones sirvieron para
contunde~temente. Ni siquiera cabe el beneficio de la duda de pen- obtener el apoyo de la consternada y manipulada opinión pública
sar que qmenes los defendían se los creían. norteamericana, pero no de la mundial. No obstante, a medida que
Acabada la guerra se pueden dar por empíricamente ciertas las transcurría la guerra se ponía de relieve la inconsistencia del razona-
amenores ~~macio~es. Por ~ás que pueda hallarse algún tipo de arma miento y la falsedad empírica de las premisas. Se requería un giro
de destrucc10n masiva perdida por Iraq, o algún documento con al- argumental y, cercana la victoria militar, la «promesa» de la instaura-
guna ~eferencia a Al Qaeda, cuando tales elementos tenían que ser ción de una democracia en Iraq podía ser atractiva y servir de con,-
operativos era cuando estaba en juego la existencia del régimen de Sadam suelo para la disconforme opinión pública mundial.
Y, entonces, no tuvieron la más mínima relevancia pÓlítico-militar es Se trataba de legitimar la intervención a posteriori. Entre la opi-
decir, a los efectos de la construcción político-militar de la realidad no nión pública mundial, sea entre la inmensa mayoría de quienes se
existieron. A~emás, quedó de manifiesto lo que ya se sabía; militar- oponían a la guerra o, sea entre la mayoría de los que estaban a su
mente el régimen no podía combatir contra un potente ejército basa- favor, la desaparición del régimen de S. Husein era deseada. Análo-
do en las nuevas tecnologías y los nuevos sistemas de organización e gamente, se podía suponer que lo mismo ocurría por muchos más
intervención. Cuando estas apreciaciones se fuéron imponiendo en- motivos entre la mayoría de la población iraquí que lo padecía, de
tre la mayoría de la opinión pública mundial la administración de manera que el argumento de «traer la democracia» a Iraq era de otro
George W Bush desplazó el peso de la justificación del ataque hacia orden que los utilizados para justificar ex ante el ataque.
otras razones, básicamente, se trataba de justificar la intervención des- Entre la opinión pública de los Estados Unidos que mayorita-
tacando los. b~nefi~i~s que significaba «traer la democracia» a Iraq. riamente estaba convencida de los anteriores argumentos, el argumento
La admm1strac10n de los Estados Unidos no había acudido ante- de «traer ia democracia» a Iraq venía a reforzar las razones para justi-
riormente a ~ich~ ~rrim;n~o para justificar el ataque a Iraq porque ficar el ataque. Entre la opinión pública mundial dicho argumento
ante su pr?pta op1moi: publica,~ p~sar del mayoritario deseo de que tuvo un cierto impacto s?bre todo entre sectores temerosos de opo-
desapareciese S. Husem, no se JUStrficaba una intervención en este nerse a los Estados Unidos. No obstante, la información más veraz de
~o~ento c1:1a1:do estaba co~pletamente controlado, no realizaba lo que acontecía ofrecida por la prensa internacional, la escandalosa
nmgun r;iovim1_ento que pudiese cambiar la situación y cuando exis- doble vara de medir que utilizaba la administración norteamericana
ten much~s más regí~enes dictatoriales en el mundo, posiblemente en los casos de Israel e Iraq, el apoyo de Norteamérica a los regímenes
tanto o mas desestabilizadores, y no se interviene contra ellos Ade- despóticos y reaccionarios en el mundo islámico, la memoria de las
más, buena parte de tales regímenes han sido y son protegidos, .cuan- reiteradas intervenciones norteamericanas en Latinoamérica en nom-

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bre de la de'mocracia sosteniendo a la vez a las élites locales corruptas canas, la Unión Europea y Rusia. Sin embargo, como la actual admi-
y dependientes, el evidente interés de la administración en el control nistración de George W. Bush se niega a contemplar un escenario
del país con las segundas mayores reservas de petróleo mundiales, el consensuado lo más probable es que la situación de ocupación y con-
desprecio de la legalidad y de los procedimientos internacionales para flicto se empantane.
canalizar el conflicto, las manifestaciones de los representantes de la
administración de George W. Bush reforzando los temores de que -Las razones legales aducidas por el secretario de Estado C. Powell
estaba utilizando el conflicto para romper este frágil marco multilateral, para dar una pseudocobertura legal a la intervención anglonor-
hacían cuando menos recelar a la inmensa mayoría de la población teamericana en Iraq no se sostienen desde un punto de vista jurídico.
mundial de la afirmación de que las «inteneiones» norteamericanas En primer lugar, la Carta de las Naciones Unidas prohíbe la in-
fuesen las de «traer la democracia» a Iraq. tervención armada de un Estado contra otro si no concurren amenaza
Poner en marcha el procedimiento democrático en Iraq significa: o quebrantamiento de la paz o acto de agresión contra el primero. En
En primer lugar, que muy probablemente la gran mayoría de la po- segundo lugar y sometido al principio anterior, el artículo VII de la
blación de observancia religiosa chiíta, con una organización y con Carta afirma que es el Consejo de Seguridad quien tiene competencia
unos líderes venerados capaces de articular en poco tiempo a su co- en la decisión sobre el uso de la fuerza militar. En tercer lugar, la reso-
munidad de creyentes y con un proyecto de país claro inspirado en el lución 1441 del 8-11-2002 del Consejo de Seguridad regula el proce-
vecino Irán obtendrán la mayoría. En segundo lugar, que la fuerte so de inspecciones para el desmantelamiento de las armas de destruc-
minoría kurda dei norte, muy organizada y con el objetivo inmemo- ción masiva en Iraq. El carácter restrictivo y garantista de todo sistema
rial de lograr la independencia o, en su defecto, una autonomía que jurídico, sin el cual no tiene validez, exige que en este caso sea ei Con-
sea lo más parecido a una independencia, va a considerar que ha llega- sejo de Seguridad quien certifique la grave violación del acuerdo.
do el momento de institucionalizar lo que de hecho ya ha sido un Como tales antecedentes no se dan los partidarios de la guerra
autogobierno. En tercer lugar, que la importante minoría sunita que contra Iraq recurren al subterfugio del encadenamiento de resolucio-
ha aportado la mayoría del personal al poder estatal iraquí va a ser nes anteriores sobre dicho país que supuestamente autorizarían el ata-
hostil a una democratización que signifique relegarles en su papel do- que. No obstante, las resoluciones anteriores, exceptuado el caso de la
minante tradicional, lo que probablemente planteará dificultades prác- 678, 29-11-1990 que autorizó la primera guerra contra Iraq por ha-
ticas. En cuarto lugar, una democracia en Iraq lo primero que pedirá ber invadido Kuwait, no autorizan la intervención. La proclamación
será la salida de los americanos y el control del petróleo por los iraquíes. del alto el fuego por el Consejo de Seguridad después d; la derrota de
De hecho ya lo están pidiendo ahora. En quinto lugar, destacados Iraq en la primera guerra suspendió la autorización de la intervención
representantes de la administración como D. Rumsfeld ya han mani- basada en la 678 y no la ha renovado. Por tanto, no existe continuidad
festado que no tolerarán una democracia de mayoría islámica. En es- y encadenamiento. La guerra y la posterior ocupación son ilegales.
. tas condiciones hablar de «traer la democracia liberal» a Iraq es una La debilidad jurídica de quienes justifican la intervención en base
mera pantalla legitimadora, de manera que el impacto de este argu- al encadenamiento de resoluciones es clara. El objetivo de tal argumen-
mento en la opinión pública se está gastando rápidamente. Los acon- tación se dirige a aportar una pátina jurídica ante las opiniones públi-
tecimientos lo desmienten. Las fuerzas anglo-americanas se verán obli- cas de los partidarios de la guerra y a retirarse del proceso del Consejo
gadas a buscar otras argumentaciones para continuar la ocupación. de Seguridad con supuestos argumentos jurídicos. Es un pretexto.
Una salida a la actual situación iraquí podría buscarse a través de La dimensión que adquiere la actuación de los partidarios de la
un amplio consenso de todos los implicados en el marco del Consejo guerra en el orden internacional cuestiona el marco de las relaciones
de Seguridad de las Naciones Unidas, contando con la participación internacionales establecido por la Carta de las Naciones Unidas. Las
de los iraquíes, los países fronterizos de Iraq, las fuerzas angloameri- consecuencias para el funcionamiento de las instituciones internado-

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i~ales de la ruptura unilateral del procedimiento del Consejo de Segu-
tidarios de la guerra y los partidarios de la continuación de las ins-
r~dad en un contexto de enconado conflicto diplomático entre los prin-
pecciones en el seno de la Unión. Abanderados, en el primer caso,
cipales actores estatales internacionales y de un amplísimo seguimiento por el gobierno de Gran Bretaña y su oscilante opinión pública y por
del debate entre la opinión pública mundial son de largo alcance. 19 el gobierno de España, paradójicamente en contra de la abrumad_ora
La única superpotencia mundial y sus aliados en el conflicto si- mayoría de su opinión pública y, en el segundo caso, por Francia y
túan su acción en Iraq fuera del marco legal internacional provocan- Alemania, contando con el apoyo inmensamente mayoritario de sus
do una crisis que cruza transversalmente todas las instituciones in- respectivas opiniones públicas. Esta división ha convertido lo que
ternacionales dependientes de la ONU y que afecta a otras como la habían sido escaramuzas con un trasfondo de diferencias de cierto
OTAN y la UE que reproducen en su seno dicho conflicto. El bloqueo
nivel entre ambos lineamientos entorno a la construcción europea en
político del Consejo de Seguridad y de organizaciones dependientes proyectos enfrentados que, de manera esquemática, son:
d~ .las Naciones Uni~as como el Banco Mundial, necesarios para le-
La primera posición propugna una Unión Europea fundamental-
gmmar, regular, gest10nar y financiar la tremenda situación de nece- mente económica como un gran mercado único capitalista con mone-
sidad de la posguerra en Iraq es evidente. Si la administración de da única y banco central, ampliada a los países del Este, unas institu-
George W. Bush mantiene la posición de imponer sus criterios sin ciones políticas en las que se reafirme el carácter interestatal de proceso
de toma de decisiones, se realimente la identidad de los respectivos es-
buscar la_ ~egoci~ción .en el Consejo de Seguridad e intenta caso por
caso debilitar a los miembros por separado del Consejo, aislando a tados-nación y la dependencia estratégica respecto de los Estados Uni-
los más recalcitrantes como Francia y Rusia, el deterioro del marco dos en materia de seguridad, a través de la actual estructura de poder de
político, normativo e institucional de la Organización de las Nacio- la Alianza Atlántica. Los respectivos estados tienen sus propias políti-
nes Unidas puede llevar, bien a su parálisis práctica, si la situación de cas exteriores independientes, aunque coordinadas en lo posible, acep-
o~up~ción se mantiene durante un tiempo indefinido, bien a la pér-
tando implícitamente el papel imperial de los Estados Unidos.
dida de gran parte de la significación política de las Naciones Unidas La segunda propugna la «Vertebración» de una Unión Europea
que, por otra parte, es lo que pretenden los ideólogos hobbesianos de ampliada a los países del Este sobre la baJe de un proceso de ~nifica-·
la administración de George W. Bush. ción que va más allá de lo económico. Ambito en el cual existe una
gran coincidencia con la primera posición, con la diferencia de acep-
-Otra consecuencia de gran calado de la segunda guerra de Iraq se tar mayores derechos sociales. En la articulación política pretenden:
ha proyectado sobre la Unión Europea en una doble faceta, en pri- una construcción europea a medio camino entre un modelo interes-
mer lugar, respecto al propio proceso de construcción e identidad de tatal y uno federal, con una política exterior y de seguridad comunes,
la Unión, en segundo lugar, respecto de las relaciones de la Unión lo que supone desarrollar una estructura militar de la Unión, aunque
Europea con los Estados Unidos, con el trasfondo de las relaciones se continúe formando parte de laAlianzaAdántíca y; una cuota mayor
trasatlánticas y su futuro papel internacional. de soberanía para las instituciones ejecutivas y representativas de la
La guerra de Iraq ha interiorizado la polémica internacional so- Unión. En el ámbito cultural, celosos de las identidades de los diver-
bre la guerra poniendo de relieve la profunda división entre los par- sos países, no obstante, alientan una mayor integración y la forma-
ción de una identidad colectiva europea.
La puesta en práctica unilateral por parte del gobierno de George
W. Bush de la estrategia de las intervenciones preventivas en el caso
19. Recientemente en Kosovo hubo otra intervención militar sin acuerdo del de Iraq tenía que hacer saltar las diferencias entre ambas posiciones
Consejo de Seguridad d_e la ONU, no obstante. las circunstancias que concurrieron en el seno de la Unión Europea, en la medida que obligaba a optar
en e~re ~aso eran r:nuy ~ferente~, por ello, aunque fuese una intervención ilegal no
entre «O estás conmigo o estás contra mÍ»., en un asunto tan vital
tens10no las relac10nes mternacionales como en· esta ocasión en Iraq.

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como una guerra que afectaba al escaso margen de autonomía euro- otros estados próximos a su posición, tenían pocas posibilidades de
pea respecto de los Estados Unidos, a sabiendas que se hacía en con- mantener su proyecto de construcción política de la Unión Europea
tra de la opinión pública europea y con la abrumadora indignación sí no defendían su posición autónoma en el temas como el de Iraq en
del mundo islámico. el Consejo de Seguridad.
Quienes están más cerca de la primera posición podían sumarse a La Unión Europea está dividida, es imposible tomar decisiones
la guerra, incluso en algún caso ser «más papistas que el Papa». En el reales sobre dicho tema. El fin de la guerra no acaba con el enfrenta-
fondo no solamente no contradecía su proyecto estratégico respecto miento puesto que la ocupación ilegal de Iraq por parte de las tropas
del papel de la Unión Europea, sino que los convertía en los interlo- angloamericanas y la participación de países como Espaíia, Italia,
cutores privilegiados de Washington, con lo cual podían ganar una Polonia y Dinamarca perpetúa las diferencias. Los procesos abiertos
batalla interna en la Unión Europea. Sumando su fuerza a la del gigan- se resienten; la Convención Europea, la propuesta de una política
te americano en la discusión interna europea pretendían obligarla en Europea de defensa, la posición respecto de la cuestión Palestina, el
bloque a implicarse en la intervención. Contraviniendo las veleidades papel de las Naciones Unidas en la gestión de las crisis, la adminis-
de una mayor autonomía en la construcción política europea de los tración del Iraq de posguerra, los futuros contratos d-e petróleo en
segundos, en un momento comtítuyente de la Unión con un doble pro- Iraq, etc. La resistencia de Alemania y Francia, finalizada la guerra,
ceso en marcha, la ampliación a los países del Este y la Convención. con la ocupación angloamericana, es más débil lo que sin duda en el
Mientras tanto, para los que estaban mas cerca de la segunda corto plazo repercutirá negativamente en las decisiones que tome la
posición, era una carga de profundidad contraria a su lenta y dubitativa Unión Europea.
estrategia de construcción de la Unión. Estos últimos, rechazando el Hay que destacar que este escenario, no sólo no importa en la
régimen de S. Husein, al mismo tiempo, se enfrentaban por la deci- actual administración de George W. Bush, sino que ha sido buscado
siva cuestión del procedimiento a la administración norteamericana, por sus halcones con el fin de resituar las relaciones de los Estados
propugnando la continuación de las inspecciones. La administración Unidos con la Unión Europea. Con una concepción hobbesiana de
de George W Bush no dejaba espacio para la autonomía política rela- las relaciones internacionales han de disciplinar el multilateralismo
tiva de la Unión. Imponía su estrategia de intervención preventiva, europeo que apunta hacia la gobernanza en el contexto del derecho
obligándoles a aceptar o situarse como adversarios. En la práctica, internacional y las instituciones internacionales. 20 En el mismo sen-
rompía el mínimo marco multilateral necesario para la comtrucción
polttica europea. La unión polttica europea requiere un margen de
autonomía en política internacional y hacer oír su voz en temas como 20. Esta posición es teorizada entre otros por uno de los ideólogos neocon-
el de Oriente Próximo, vital para sus intereses, en un asunto sobre el servadores que más influencia tienen en la actual administración, Kagan R. (2003).
La explícita beligerancia de la administración de Geroge W. Bush contra las posi-
cual existe una interpretación mayoritaria muy diferente a la de los ciones que representan Francia y Alemania en la Unión se ha mostrado de manera
neoconservadores de Washington. descarnada en declaraciones de D. Rumsfeld y P. Wolfowítz, pero también de C.
Los motores de la construcción europea, Francia y Alemania, Rice y de C. Powell. Este parece ser un tema en el cual la posición es compartida.
como consecuencia de la unificación alemana de finales de los ochenta, Es notorio que otros representantes del estasblishment estratégico norteamericano
que no forman parte de esta administración como son Brzezinski, Z. (1997),
durante los años noventa, se habían distanciado debido al desequili- Huntington, S. P. (1996) o Nye J. S. Jr. (2002), por diferentes motivos. conciben
brio relativo de su peso respectivo en favor de la segunda. En estas la relación con Europa de una manera sustancialmente distinta y aceptan para la
condiciones, con la segunda guerra de Iraq, se enfrentaban a una construcción de la Unión Europea una mayor autonomía. Contra lo que afirma
ofensiva que dañaba la construcción política europea desde el inte- R. Kagan, la administración de B. Clinton estuvo mucho más dispuesta a discutir
con los europeos las posiciones conjuntas. De manera que no es una posición que
rior y desde el exterior, ofensiva a la que con la entrada de los países
surja de una evolución de los acontecimientos sino de determinadas valoraciones
del Este, se añadirían nuevos focos. Francia y Alemania, así como del actual neoconservadurismo hobbesiano.

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tido se ha de atajar el intento de construcción política europea que le Desde el primer día de su mandato la administración de George
conferirá más autonomía y acabará exigiendo un trato más igualita- W Bush dejó hacer su política a A. Sharon. Implícitamente le estaba
rio a Washington así como una redistribución de las responsabilida- respaldando. La no intervención norteamericana en el control de la
des en el seno de-la-Alianza Atlántica. escalada de la violencia significaba el plácet para acabar con los acuer-
dos de Oslo. Es decir, con la política de George Bush y de B. Clinton
-Es obvio que detrás de la guerra de Iraq late el conflicto entre is- para Oriente Medio. La sintonía de ambas administraciones n~ era
raelitas y palestinos, punto neurdlgico de la estrategia norteamericana casualidad, D. Cheney, P. Wolfowitz y R. Perle representaban dlfec-
para toda la zona del Oriente Medio, Mesopotámia, Persia y, en ge- tamente las posiciones de Sharon en el seno de la administración ~e
neral, para el mundo islámico. En este caso, el cambio de política de George W Bush. Wolfowitz y Perle habían sido consejeros del pn-
ia administración de George W Bush respecto a la de B. Clinton ha mer ministro del Likm, B. Netanyaju, cuando éste bloqueo el avance
sido drástico. El proceso de paz puesto en marcha en Madrid después del proceso de Oslo en un momento cruci~, después del asesinato de
de la primera guerra de Iraq por George Bush y continuado por B. I. Rabin, lo que inició el proceso de detenoro galopante. De hecho,
Clinton cuajó en los acuerdos de paz de Oslo en los que básicamente la administración de George W. Bush coincidía con la política de A.
se negoció paz por territorios ocupados, Gaza y Cisjordania, y supuso Sharon para Oriente Medio. No buscaba la pacificación con los pa-
el reconocinúento de la Autoridad Palestina. Después del asesinato de lestinos; sino su sometimiento.
I. Rabin a manos de un judío ultraortodoxo las fuerzas contrarias al La derrota de S. Husein y la ocupación milita_r de Iraq por los
avance de los acuerdos en ambos lados se adueñaron de la iniciativa Estados Unidos significan un cambio radical en la correlación de fuerzas
:J política. El empeño de B. Clinton de impulsar dichos acuerdos fra- del conflicto que enfrenta a palestinos e israelitas a favor de los se-
casó durante la administración israelita del primer ministro laborista gundos. Por una parte, el régi.mei:i de S. H:i~ein que apoyaba la lucha
E. Barals: y tuvo como consecuencia en Palestina la segunda intifada palestina desaparecía. Su terntono esta militarmente controlado por
y en Israel la victoria electoral de A. Sharon. De nuevo se habría una el ejército de los Estados Unidos. Los únicos .paíse~ ~rabes de la zona
dinámica centrífuga entre los contendientes. que prestan un firme apoyo a la causa p~estma, Sm~ y su protecto-
A. Sharon se opuso a los acuerdos de Oslo desde que se firmaron. rado del Líbano, tienen a la superpotencia estadoumdense a sus es-
Cuando estaba en la oposición había intentado boicoteados en múlti- paldas, en su propia frontera, dispuesto a ej~rcer u:i contro.l intimi-
ples ocasiones. Una vez en el gobierno su política se aplicó a desmontar- datorio sobre sus movimientos y, si es preciso, a mtervemr contra
los sistemáticamente. Para ello inició una estrategia de provocaciones y ellos. Además, entre Irán, el otro gran aliado islámico de los palestinos,
represión que estimuló la escalada de violencia, desencadenando la di- y Palestina, se halla la barrera infranqueable del amenazante ejército
námica acción-reacción con las organizaciones armadas palestinas, inte- de los Estados Unidos.
resadas a su vez en el fracaso de los acuerdos. La Autoridad Palestina En estas condiciones, con el pueblo palestino en la más absoluta
representada por Arafat había apostado por los acuerdos de Oslo y, en miseria, sus territorios autónomos ocupados militarmente por el ejér-
e>ce contexto de violencia, sufría un proceso de impotencia y progresiva cito de Israel y con la Autoridad Palestina acosada permanentemente
deslegitimación entre su población. A. Sharon, aprnvechando cualquier por el ejército israelita ocupante, Sharon tiene toda~ las cartas. en la
pretexto, lo incrementaba atacando sus posiciones de poder, adminis- mano para imponer su política.
trativas y policiales, al mismo tiempo que sumía a Palestina en una Ante la nueva propuesta de diálogo conjunta presentada por los
crisis económica y social extrema y en un horror humanitario. La par- Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y la ONU conocida como
ticipación de los laboristas en el gobierno del partido de extrema dere- la Hoja de Ruta, que fija una serie de precondiciones para. i~iciar el
cha Likud, con A. Sharon de presidente, les arrastraba hacia la política proceso de paz, sin entrar en :i~nguno de los. temas coi:flicnvos ~e
contraria a los acuerdos de Oslo, quedando sin su pilar israelita. contenido, forzada por su debilidad, la Autondad Palestma ha ced1-

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do desde el principio, renunciando definitivamente a los acuerdos de -La guerra y posterior victoria angioamericana en la segunda guerra
Oslo y admitiendo un umbral humillante en la negociación, al no de Iraq no han significado un avance de la guerra declarada por George
existir verdadero reconocimiento sobre el territorio del hipotético W. Bush contra el terrorismo islámico. El subterfugio de haber utiliza-
Estado palestino y apartando a su presidente del proceso. Mientras do el ataque de Al Qaeda para avanzar posiciones geoestratégicas y
tanto, Sharon, por una parte dice que valora las propuestas de la Hoja geoeconómicas por parte de los Estados Unidos en la zona de Oriente
de Ruta dando juego diplomático a la administración de George W. Medio y el Golfo Pérsico no ha debilitado en absoluto a las posiciones
Bush que, después de la guerra de Iraq, necesita mostrar pública- de las organizaciones terroristas islámicas en el mundo, ni tan siquiera
mente que hace algo para favorecer la paz y, por otra parte, continúa en Iraq, país en el cual el régimen de S. Husein tenía a dichas tramas
estimulando la escalada de la violencia, debilitando aún más a los completamente neutralizadas. 21 Más bien lo contrario, ha aumentado
palestinos para cuando llegue el momento reai de la negociación. el clima psicosocial que favorece al terrorismo, así como la difusión de
Sabe que los grupos armados palestinos escapan al control de la muy sus posiciones sociales y políticas en el mundo islámico. La consecuencia
debilitada Autoridad Palestina, al poner como condición inicial para de la intervención armada de la coalición angloamericana ha agravado
sentarse a negociar el cese de los atentados de los grupos armados enormemente el resentimiento contra los Estados Unidos en ia «calle
palestinos, el proceso no puede comenzar hasta que él no considere árabe» y, con toda probabilidad, alimentado entre las inmensas masas
que es el momento Qportuno. de jóvenes islámicos. de todo el mundo la actual y futura cantera de
Como ha venido haciendo hasta ahora, contando con el apoyo terroristas que emergerá en sucesivas oleadas en lugares y circunstan-
de la administración de George W. Bush, Sharon, sitúa su iniciativa cias imprevisibles. Es decir, el mundo es más imegu,ro después de la
basada en la foerza militar un paso por delante del debate internacio- victoria de la coalición angloamericana en la guerra de Iraq. Todo lo
nal, imponiendo su iniciativa política a partir de su iniciativa militar cual continuará alimentando la espiral acción/reacción, aunque por el
contra los palestinos, avanzando en el progresivo estrangulamiento momento por su misma naturaleza, no podemos prever cuándo y cómo.
del pueblo palestino. Dado que el proceso parece imparable, su con- Con el escenario anterior como el más probable, sin embargo, la
tinuación no puede llevar más que al agravamiento de la tensión en administración de los Estados Unidos ha llevado a cabo la guerra de
Oriente Medio y ratificar la sensación mil veces comprobada en el Iraq, lo que sugiere tres motivos; o se han equivocado de ~strategia
mundo islámico de que Occidente tiene dos varas de medir. La profe- para combatir el terrorismo; o, han utilizado el subterfug10 de es~a
cía sobre el conflicto de civilizaciones está servida para que los funda- e
guerra para conseguir el apoyo de su ciudadanía contra Iraq, ~ons1-
mentalistas islámicos la puedan propagar, pero no por las razones derando al terrorismo un problema importante, pero secundano con
indicadas por S. P. Huntington, sino por la aplicación de una estra- relación a sus objetivos de rediseñar el mapa de Oriente Medio y el
tegia de extrema derecha en Israel que halla el soporte de la ideológi- Golfo; o, a preveer que con su inmensa fuerza miiitar y política po-
camente afín administración de George W. Bush. drán llevar los dos combates militares por rehacer el mapa de Orien-
No obstante, la estrategia de Sharon tiene un elevado coste a te Medio, el Golfo y Mesopotamia y contra el terrorismo de Al Qaeda
largo plazo para el pueblo y el Estado de Is-rae!, por una parte, lo simultáneamente y ganarlos a ambos.
sume en una 'estrategia de guerra permanente que acaba por debili- La primera afirmación parece irreal. Los «servicios de inteligen-
tar su economía, cerrar su sociedad y bloquear su democracia y, por
otra parte, pierde progresivamente ante el mundo su casi inagotable .
cia» ' los think tanks ,v las élites políticas de la administración de

patrimonio de puebio perseguido a lo largo de la historia, con el


cual el mundo Occidental tiene una inconmensurable cuenta pen-
diente, la de hacer justicia, para situarlo pura y simplemente en el 21. Sólo existía una minúscula guerrilla islamista simpatizante de Al Qaeda
lado del imperialismo más agresivo. en una pequeña área montañosa del kurdistán fronterizo con Irán que combatía
contra los peshmergas kurdos. A esta zona no tenían acceso las tropas de Sadam.

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George W Bush saben perfectamente que las consecuencias de la - (2000), Una nueva generación dicta las reglas, 2002, Ed. Crítica,
guerra serán un incremento del odio entre las masas islámicas de Barcelona.
rodo el mundo y, a la postre, un incremento de las acciones terroris- GILBERT, Alan (1999), Must Global Polítics constraín Democracy?, Ed.
tas, es decir, una mayor inseguridad global. La segunda afirmación Princeton University Press, New Jersey.
es aceptable. La argumentación que se ha venido desarrollando a lo GOWAN, Peter (1999), La apuesta por la globalízación. La apuesta
largo de este escrito lo ha documentado y razonado abundantemen- geoeconómica y geopolítica del imperialismo euroestadoimidense,
te. La tercera afirmación, a tenor de las reiteradas declaraciones de 2000, Ed. Akal, Madrid.
<1ltos cargos de la administración y del mismo presidente en e! acto HALLIDAY, Fred (2002), Las relaciones internacionales en un mundo en
en el que declaraba la victoria sobre el régimen de S. Husein en un transformación, Ed. Catarata, Madrid.
portaviones, parece correcta y, además, no contradictoria con la se- HELD, David (1995), La democracia y el orden global. Del Estado mo-
gunda'. con l? cual la «O» disyuntiva debería cambiarse por una «y» derno al orden cosmopolita, 1997, Ed. Paidós, Barcelona.
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conecn.v~ enlazando ambas afirmaciones. De la conjunción de las
propos1c10nes segunda y tercera se sigue la disposición de la admi- Cambridge.
HUNTINGTON, Samuel P. (1996), El choque de civilizaciones, 1997,
nistración de George
. W. Bush de simultanear la a-uerra
t>
declarada
contra el terrorismo con el «ataque preventivo» a los estados de la Ed. Paidós, Barcelona.
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