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EL ANÁLISIS DE VINCULACIÓN.
El análisis de vinculación (linkage analysis) es una técnica del perfil criminológico encaminada a
intentar establecer una posible conexión entre varios casos que presentan características similares.
Lo que es especialmente importante cuando se da una serie de casos que pueden aparecer
relacionados entre sí, pero en los que esta circunstancia no es tan evidente, como para poder hacerlo
de forma directa e inmediata. También es útil en los caros en que se detiene al presunto autor de
varios delitos, pero no se dispone de suficientes indicios como para poder atribuirle todos, o varios
de ellos.
Se suele recurrir a él cuando otras vías más directas de vinculación no están presentes, o no operan
de forma que puedan establecer que una serie de delitos están conectados a través de un mismo
autor.
Ante la posibilidad de la existencia de una serie de delitos, todavía no identificada como tal, se
presentan dos complicaciones principales, relacionadas con la vinculación: primero hay que
identificar la verdadera existencia de una serie, y luego llegar a poder “convencer” a las instancias
investigadoras de ello, y sin las pruebas físicas que pueden hacerlo de forma evidente e innegable.
- Esa tasa reducida de delitos de este tipo, y especialmente los cometidos por delincuentes
que han venido a denominarse como “de comportamiento sistemático”, hace que –por falta
de experiencia- exista poca “tradición” en la investigación de este tipo de delitos seriales, y la
inexperiencia influya más y sea de efecto más ostensible. Si son delitos de más difícil
investigación, ello se agudiza en gran manera si la cuestión es investigar varios a la vez y,
además, intentar determinar si alguno de ellos está vinculado con otros a través del
delincuente que los ha cometido.
- La evolución de los autores de los delitos, aprendiendo de sus propias experiencias y –en
consecuencia- variando, si es necesario, su propio “modus operandi”, hace que sea más
- Determinados delincuentes, por motivo que se verán más adelante, reproducen el “modus
operandi” (y, en casos extremos, incluso parte de la “firma”) de otros delincuentes, en una
figura criminológica conocida como “copycat”. Lo que puede hacer llegar a confundir la
investigación criminal, cuando se interpreta que una serie de delitos se pueden atribuir a una
sola persona, en lugar de a un delincuente y su imitador o imitadores.
- Otro problema surge cuando determinados supuestos culpables se atribuyen delitos a través
de falsas confesiones, bien por algún tipo de afección mental, bien por afán de notoriedad.
En cualquier caso, normalmente atraídos por la repercusión mediática que suele rodear a los
delincuentes seriales.
La perfilación no es el único método que puede emplearse para vincular una serie de casos. Se utiliza
preferentemente cuando otros más directos, como es el caso de los siguientes, no pueden ser
utilizados en el proceso de la investigación:
- Lo más fiable es –como no puede ser de otra forma- la existencia de evidencias físicas
proporcionadas por la Criminalística. Evidencias encabezadas por la antigua revolución en el
estudio físico de la escena del crimen que supuso el estudio de las huellas digitales
(Dactiloscopia) y, en general y después, de todo tipo de huellas corporales (Lofoscopia). A
ello se suma, en la actualidad, la actual revolución que supone el estudio del ADN en relación
con la comisión de delitos. La comparativa de ADN, utilizando bases de datos del encontrado
en diferentes escenas del crimen, es el instrumento casi perfecto para permitir un análisis de
vinculación entre delitos. Y, matizamos que no es totalmente perfecto porque hay dos
problemas principales en su utilización como instrumento de investigación: por una parte,
que no siempre hay ADN que comparar, ya que las bases de datos sólo se constituyen con
ADN de individuos sospechosos de delitos, y no siempre hay ADN utilizable en todas las
escenas del crimen estudiadas; por otra, que –aunque se encuentre en la escena del crimen-
algunas veces eso sólo prueba que su propietario ha estado en la escena, pero ello no
supone que constituya una prueba fidedigna de que el autor del delito sea él.
- Otro elemento que puede facilitar la vinculación entre casos es que pueda disponerse de una
descripción del criminal. Descripción que puede ser obtenida a través de la facilitada por
testigos directos de los hechos, o bien por la disposición de instrumentos de grabación de
imágenes. En el primero de los casos, la Psicología del testimonio advierte que no todos los
recuerdos son absolutamente fiables, que pueden venir mediatizados por elementos como el
estrés, el tiempo, la presencia de armas, las condiciones de iluminación, las heridas sufridas,
y que incluso en algunos casos (especialmente en los menores) hasta puede llegarse a la
implantación de memorias falsas en las personas. Respecto de la segunda de las opciones, la
de la posible grabación por instrumentos, ha de señalarse que la proliferación de sistemas de
seguridad con grabación de imágenes, unido a la generalización de la disponibilidad de
teléfonos móviles que permiten hacerlo, ha hecho que las posibilidades de que –en algunos
casos- alguna clase de delitos sea grabado, ha crecido en gran medida.
En definitiva, para facilitar el análisis de vinculación, es necesario encontrar ese equilibrio entre
consistencia y discriminación, a través de identificar y controlar las variables que explican los
comportamientos, sus cambios y su estabilidad.
1
En el capítulo “Linkage Analysis: M.O., Ritual, and Signature in Serial Sexual Crimes”, del libro “Practical
aspects of rape investigatio”, de Robert Hazelwood y Ann Wolbert Burgess. CRC Press. 1995.
3) Analizar los crímenes y registrar todas las características del modus operandi y conductas
ritualizadas. Se realiza por los perfiladores un estudio en profundidad de las características
de los crímenes, determinan la naturaleza de las conductas, e identifican qué conductas
forman parte del modus operandi, y cuáles forman parte de un ritual.
4) Determinar si la firma existe en todos los crímenes de la serie. El perfilador busca determinar
si hay una única combinación de conductas (por ejemplo, una “firma”) que se presente a lo
largo de toda la serie de crímenes.
5) Elaborar la opinión. La opinión se transmite en un informe final escrito que debe incluir, al
menos, la relación de los materiales revisados, los sitios visitados, el listado de características
que conforman el posible modus operandi, las que componen el ritual, y la combinación
única que puede identificarse como firma. El perfilador también debe estar preparado para
profundizar en cualquier diferencia en la serie de crímenes que se está estudiando y porqué
considera que no tienen impacto en el informe escrito facilitado.
COPYCAT.
La generalización del uso del término también es debido a la existencia del libro de Coleman3, en el
que describe el efecto que los medios de comunicación ejercen sobre los crímenes y los suicidios, a
través dela “inspiración” propiciada por la amplia repercusión de la que disponen éstos. LO que
provoca la tendencia individual a actuar de forma similar.
Tal como ya se ha comentado, uno de los problemas que surgen en la práctica de la técnica del
análisis de vinculación, es que algún delincuente se atribuya delitos que no ha cometido,
complicando el proceso de investigación. Pero, la cosa se complica aún más cuando otro delincuente
llega a “copiar” los delitos de otro, e incluso puede llegar a confundirse con el original y complicar, a
su vez, la acción de las fuerzas encargadas de la investigación, haciéndoles creer que se trata de uno
sólo. En esencia, los motivos pueden ser prácticamente los mismos que en el primero de los casos:
algún tipo de afección mental, afán de notoriedad, atracción por la repercusión mediática o,
especialmente en este caso, admiración por el delincuente que sirve de modelo a imitar.
2
En inglés, copycat se puede traducir como imitador o copión.
3
Coleman, Loren (2004). The copycat effect: How the media and popular culture trigger the mayhem in
tomorrow's headlines, Simon & Schuster, NY.
El delincuente por imitación, una vez descubierto, puede llegar a admitir fácilmente la comisión de
sus delitos, precisamente para poder conseguir su motivación. Por lo mismo, denegará
vehementemente su participación en aquellos en que no lo ha hecho, porque no permitirá que sus
motivaciones y sus delitos se confundan con nadie más que su “ejemplo”. Por ello, durante el
proceso del interrogatorio, el investigador debe ser especialmente consciente de que ha de
interpretar adecuadamente, tanto las confesiones como el rechazo a admitirlas, para llegar a obtener
la veracidad del interrogado.
El mencionado Coleman ha sugerido que el “efecto copycat” puede ser prevenido de la forma
siguiente:
- Los medios deben ser conscientes del poder de sus mensajes. Por ejemplo, usar expresiones
como las de “ataque terrorista con éxito”, o “suicida fracasado”, sugieren claramente a los
receptores del mensaje que –en casos como esos- debe intentarse la acción hasta que ésta
se consiga.
- Los medios deben abandonar sus estereotipos sobre determinados delincuentes, como
alguien que es “el encantador chico de la esquina”, o –por el contrario- “ese loco”. El
delincuente “copycat” no es alguien misterioso, o un estudiante aventajado, como se
muestra a veces. Es, más bien, una combinación fatal de abatimiento, depresión y –algunas
veces- enfermedad mental.
- Los medios deben abandonar sus generalizados comentarios, y el detallar al máximo los
métodos de los delincuentes violentos y los lugares donde esta clase de delitos ocurren. Eso
no hace más que “embellecer” ese tipo de conductas y crear modelos para otros.
- Los medios deben mostrar más detalles sobre el dolor de los supervivientes y víctimas, y
resaltar las alternativas a los actos violentos, sin glorificar a lo que provocan las muertes.
- Los medios deben evitar estereotipos al describir las víctimas o los agresores, porque pueden
ser utilizados a modo de “hoja de ruta” por individuos que están en situaciones iniciales
similares y, por lo tanto, reaccionar de esa forma estereotipada.
- Los medios no deben publicar nunca noticias sobre suicidios o asesinatos-suicidios sin incluir
también una mención a los factores de protección, como los de contactos para información,
o líneas de ayuda.
- Los medios deben reflejar más su papel creador de una mentalidad de que somos una
sociedad cada vez más violenta: la mayoría de nuestras vidas es –en la gran mayor parte de
los casos- rutinaria, segura, y tranquila.
Por su parte, la tecnosocióloga Zeynep Tufekci también recuerda y aconseja cuatro métodos para
prevenir la aparición del “efecto copycat”:
- Las fuerzas de seguridad no deben revelar detalles sobre los métodos y formas de acometer
conductas violentas, y aquéllos que las conocen tampoco deben compartirlos.
- Cuando sean localizados los medios de redes sociales utilizados por los asesinos y
delincuentes violentos, las fuerzas de seguridad deben trabajar con los responsables de esas
redes para anular el acceso a ellas de inmediato.
- El nombre del asesino, o delincuente violento, no debe ser revelado de forma inmediata.
- Debe detenerse la intensa presión ejercida por los medios para entrevistar a los
supervivientes de un acto violento, o sus familiares o allegados, en los momentos en que
éstos se muestran especialmente vulnerables.