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Voces: MALOS TRATOS O ACTOS DE CRUELDAD CONTRA ANIMALES - DAÑO FÍSICO -


MEDIDAS CAUTELARES - PENAL - PENAS - LEYES PENALES ESPECIALES - BIEN
JURÍDICO PROTEGIDO - CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL DE LA NACIÓN

Título: Revisitando la ley 14.346 en pos del principio de fraternidad universal

Autor: Pérez del Viso, Adela

Fecha: 23-jul-2020

Cita: MJ-DOC-15447-AR | MJD15447

Producto: MJ

Sumario: I. Introducción. II. El texto de la Ley 14.346. III. ¿Qué diferencia hay en el concepto
de crueldad y de malos tratos? III.1. «Crueldad». III. 2. «Malos tratos.» IV. El bien jurídico
protegido por la ley 14.346. V. En busca de una visión más amplia de los artículos 2 y 3 ley
14.346. V.1. Pena muy acotada. V.2. La ley no prevé medidas cautelares en favor de la
víctima. V.3. Delitos culposos y dolosos. VI. Los casos de maltrato y crueldad que «no
vemos». VI.1. Los casos en la historia. VI.2. ¿Qué más es lo que «no vemos» en materia de
sufrimiento animal? 7. Conclusión.

Por Adela Pérez del Viso. (*)

I. INTRODUCCIÓN.

La ley que antecede a la actualmente vigente (la ley 2.876) databa de 1891 se denominaba
oficialmente «Ley Nacional de Protección de los animales» y fue llamada «la ley Sarmiento».
Allí quedaba establecido, por primera vez en la historia, la obligatoriedad de brindar protección
a los animales para impedir su maltrato y su caza.

Aquella primera ley, lograda por Ignacio Albarracín, fue acuñada por el expresidente Domingo
Faustino Sarmiento, acérrimo defensor de los animales, quien vio la necesidad de defenderlos
penando a toda persona que cometiera actos inhumanos contra ellos. (11)

Tiempo después, el 27 de septiembre de 1954, el Congreso de la Nación sancionó la Ley


14.346 de protección a los animales, cuyo autor fue Antonio Benítez. Esta ley complementó a
la antecesora y estableció penas de prisión de 15 días a 1 año a quienes cometan actos de
crueldad contra los animales.

II. EL TEXTO DE LA LEY 14.346.


La ley 14346 fue sancionada en Setiembre 27 de 1954 y promulgada en Octubre 27de 1954.

En su art.1 dispone pena de prisión de quince días a un año, el que infligiere malos tratos o
hiciere víctima de actos de crueldad a los animales.

En el artículo 2, dispone que serán considerados actos de maltrato:

1° No alimentar en cantidad y calidad suficiente a los animales domésticos o cautivos.

2° Azuzarlos para el trabajo mediante instrumentos que, no siendo de simple estímulo, les
provoquen innecesarios castigos o sensaciones dolorosas.

3° Hacerlos trabajar en jornadas excesivas sin proporcionarles descanso adecuado, según las
estaciones climáticas.

4° Emplearlos en el trabajo cuando no se hallen en estado físico adecuado.

5° Estimularlos con drogas sin perseguir fines terapéuticos.

6° Emplear animales en el tiro de vehículos que excedan notoriamente sus fuerzas.

En el artículo 3, afirma que serán considerados actos de crueldad:

1° Practicar la vivisección con fines que no sean científicamente demostrables y en lugares o


por personas que no estén debidamente autorizados para ello.

2° Mutilar cualquier parte del cuerpo de un animal, salvo que el acto tenga fines de
mejoramiento, marcación o higiene de la respectiva especie animal o se realice por motivos de
piedad.

3° Intervenir quirúrgicamente animales sin anestesia y sin poseer el título de médico o


veterinario, con fines que no sean terapéuticos o de perfeccionamiento técnico operatorio,
salvo el caso de urgencia debidamente comprobada.

4° Experimentar con animales de grado superior en la escala zoológica al indispensable según


la naturaleza de la experiencia.

5° Abandonar a sus propios medios a los animales utilizados en experimentaciones.

6° Causar la muerte de animales grávidos cuando tal estado es patente en el animal y salvo el
caso de las industrias legalmente establecidas que se fundan sobre la explotación del nonato.

7° Lastimar y arrollar animales intencionalmente, causarles torturas o sufrimientos


innecesarios o matarlos por sólo espíritu de perversidad.

8° Realizar actos públicos o privados de riñas de animales, corridas de toros, novilladas y


parodias, en que se mate, hiera uhostilice a los animales.

III. ¿QUÉ DIFERENCIA HAY EN EL CONCEPTO DE CRUELDAD Y DE MALOS TRATOS?


III. 1. «CRUELDAD»:

Trataremos de encontrar un concepto, una definición, para lo que constituye «crueldad»,


atento a que el art. 3 de la ley 14.346 realiza una enumeración.

Esta enumeración tendría que considerarse sólo eso, una enumeración, y no un númerus
clausus de casos que constituyen crueldad. Lamentablemente, atento las características del
Derecho Penal, el principio «in dubio pro reo» y la tipicidad de cada delito, ocurre que, como no
hay una definición genérica de crueldad, teóricamente sólo los ocho casos mencionados en el
artículo 3 pueden considerarse «crueldad» como parte del tipo penal.

Sin embargo, hay otras jurisdicciones donde sí se ha definido de manera genérica qué es lo
que constituye «crueldad animal» como concepto:

La Audiencia Provincial de Baleares (España) se ha pronunciado en Sentencia de 24 de


diciembre de 1997, y establece una definición sobre este concepto, entendiendo por Crueldad
la «complacencia en el sufrimiento o dolor del animal, en forma gratuita e innecesaria». (2)

También en España, puede citarse una sentencia de la «Audiencia Provincial de Santander»,


en sentencia de 9 de febrero de 1999 se pronunció también sobre el concepto de maltrato
cruel y señala que es tanto como deleitarse o regodearse haciendo mal al animal, así como
también los casos en que la acción que sobre los animales se ha producido en espectáculos
frente a terceros.(3)

En los casos de crueldad animal también se deben encuadrar los supuestos de vejaciones a
los animales o actos de «zoofilia». Así, en un caso de Provincia de La Pampa, (4) se condenó
al imputado a la pena de once meses de prisión por el delito de actos de crueldad contra los
animales, al haber «vejado a una perra vagabunda» que hizo entrar a su domicilio.

En el caso, quedó probado que había hecho ingresar por la fuerza a su domicilio una perra en
situación de calle, y en ese ámbito le «esquiló el pelo de la misma en la zona genital y en esa
misma área del animal, realizó maniobras que la lesionaron y le produjeron un sufrimiento
innecesario y con inclinación perversa en la acción».

Se dijo en el fallo que «Conforme surge del certificado veterinario, la descripción de las heridas
exteriorizan claramente que los daños sufridos por el animal fue producto de una acción
positiva y deliberada de un obrar humano, y de modo alguno puede ser considerado como un
hecho accidental o autoprovocado por la propia perra, prueba por demás suficiente para
determinar la conducta dolosa del imputado.»

III. 2. «MALOS TRATOS»

Malos tratos implicarían, en Argentina, los siguientes hechos: No alimentar en cantidad y


calidad suficiente; azuzar a los animales con «innecesarios» castigos o sensaciones dolorosas;
jornadas excesivas sin descanso adecuado, o sin observar su estado físico; estimularlos con
drogas «sin perseguir fines terapéuticos»; emplear animales en el «tiro de vehículos» que
«excedan notoriamente sus fuerzas».

No tenemos una definición de maltrato, sino, nuevamente, una enumeración.


Según los autores españoles Mérida y Sentana, (5) en un entorno propio del derecho español,
«Malos tratos» implicaría los casos en que se infringen las siguientes obligaciones:- Obligación
de proveer al animal de la cantidad suficiente de alimento y agua para cubrir sus necesidades,
con la periodicidad adecuada.

- Los animales no deberían sufrir malestar físico, por lo que se les debe de proporcionar un
ambiente adecuado, refugio, y un área confortable de descanso.

- Obligación de no infligir a los animales heridas ni enfermedades.

- Obligación de permitir a los animales tener libertad para expresar su comportamiento normal
y esencial en función de la especie, sexo y edad. Para ello se les debe proporcionar el
suficiente espacio y compañía.

IV. EL BIEN JURÍDICO PROTEGIDO POR LA LEY 14.346

El Bien Jurídico protegido por la ley 14.346 es el Derecho del propio animal a la conservación
de su integridad física y psíquica. En la ley 14.346, el animal es considerado una víctima, y no
una cosa.

En efecto, en la ley 14346, no se protege la sensibilidad humana (como se podría decir de


algunos fallos judiciales del derecho español, conforme a los cuales existe delito «en
determinados casos, cuando se ha herido la sensibilidad del público»). Se protege la
sensibilidad e integridad del animal no humano (ANH).

Luego de 1956, en 1994 con la reforma constitucional, los Animales no humanos fueron
especialmente contemplados en el término «necesidad de la preservación de la diversidad
biológica» (es decir, la necesidad de que haya variación y variable entre los organismos
vivientes), contenido en el artículo 41 CN. También en ese mismo artículo 41 CN, ya desde un
punto de vista antropocéntrico, se menciona que «Todos los habitantes gozan del derecho a un
ambiente sano y equilibrado. Las autoridades proveerán a la protección de este derecho»

Esta víctima tiene capacidad de sentir, de sufrir por dolor y disfrutar por placer, y ello es
independiente de que tengan o no capacidad de razonar como un humano.La Declaración de
Cambridge (6) estableció que:

«En cuanto a los animales, la ausencia de un neocórtex no parece impedir que un organismo
pueda experimentar estados afectivos. Hay evidencias convergentes que indican que los
animales no humanos poseen los sustratos neuroanatómicos, neuroquímicos y
neurofisiológicos de los estados de consciencia, junto con la capacidad de mostrar
comportamientos intencionales. En consecuencia, el peso de la evidencia indica que los
humanos no somos los únicos en poseer la base neurológica que da lugar a la conciencia. Los
animales no humanos, incluyendo a todos los mamíferos y aves, y otras muchas criaturas,
entre las que se encuentran los pulpos, también poseen estos sustratos neurológicos».

V. EN BUSCA DE UNA VISIÓN MÁS AMPLIA DE LOS ARTÍCULOS 2 Y 3 LEY 14.346.

Como consecuencia de todo lo aquí visto, tenemos por una parte una ley penal que tiene las
siguientes características:
V. 1. PENA MUY ACOTADA: Una pena muy reducida, prisión de quince días a un año. Con
este tipo de penas, al menos en los casos de la primera condena, se hace aplicable el artículo
26 del C. Penal y por ende «En los casos de primera condena a pena de prisión que no exceda
de tres años, será facultad de los tribunales disponer en el mismo pronunciamiento que se deje
en suspenso el cumplimiento de la pena». De esta manera, la pena no se cumple nunca
efectivamente y no actúa como elemento disuasorio de futuros actos criminales.

Por consiguiente, la pena debe ser realmente elevada, previéndose en su caso diferencias
entre lesiones y muerte, y entre actos culposos y dolos os, como ocurre con los delitos contra
la integridad de las personas.El sistema también debería prever una pena de multa elevada y
de cobro efectivo, con cargo de que su resultado concurra a alguna de las numerosas
entidades protectoras de los derechos de los animales (las cuales podrían ser inscriptas en un
registro especial).

El sistema también debería establecer la obligación de los infractores de llevar a cabo un curso
o taller de derecho animal, así como en la actualidad se ha impuesto en la administración de
los tres poderes del Estado la obligación de realizar el «Curso ley Micaela» para concientizarse
sobre los derechos con perspectiva de género.

VI. 2. LA LEY NO PREVÉ MEDIDAS CAUTELARES EN FAVOR DE LA VÍCTIMA: y es así


que en no pocas oportunidades el perpetrador o la perpetradora de los malos tratos aún
pretenden que le entreguen su Animal no humano, porque, afirman, ese ANH es «de él» o «de
ella».

En relación con este último punto, existen casos en que los jueces que entendieron en la
causa penal decidieron no devolver el animal maltratado, y adoptar una postura en pos de los
derechos del mismo.

Podemos citar un ejemplo: En el caso «Incidente de apelación en autos G. B. R.| inf. Ley
14.346», sentencia de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas
Sala I, CABA (7) ocurrió lo siguiente:

Se trataba de un caso en que una señora «S de L» en su domicilio tenía sesenta y ocho


perros, -sesenta y seis de raza caniche y dos labradores, los cuales estaban en total estado de
abandono, porque no los alimentaba en cantidad y calidad suficientes. Se practicó un
allanamiento, y cuando entraron, no había nadie en el interior del inmueble, y se constató que
los animales se encontraban sin agua y comida, y con signos de desnutrición.Se consideró que
se trataba de «actos de crueldad sobre animales,» por causarles un sufrimiento innecesario a
los perros por abandono, hacinamiento e insalubridad, dado que el domicilio estaba repleto de
materia fecal, y además los ANH padecían dermatitis, conjuntivitis, otitis, pelo ralo e hirsuto.

A la persona que tenía los animales se la consideró persona inimputable y por tal razón se
archivó la causa.

Pero en cuanto a los animales, se dijo que «a fin de garantizar la protección de los animales, y
dado que la acusada no está en condiciones de brindarles una correcta atención, corresponde
entregarlos en adopción. los animales secuestrados deben ser entregados en adopción de
manera gratuita a raíz del estado de abandono en el que se encuentran, pues sin perjuicio de
que la categorización de los animales como sujetos de derechos no implica asignarles la
titularidad de los mismos derechos que poseen los seres humanos, se procura reconocerles
derechos propios como parte de la obligación de respeto a la vida y de la dignidad de un ser
sintiente.»

«Los animales secuestrados deben ser dados en adopción toda vez que no se tratan de
objetos inmateriales sino de seres vivientes susceptibles de derechos, que no pueden
permanecer en estado de abandono, mal alimentados y con falta de asistencia sanitaria. Toda
vez que la acusada, dado su estado de salud psicofísica, no puede estar a la guarda de seres
vivos que merecen cuidado, protección y adecuada alimentación, corresponde confirmar que
los animales secuestrados deben ser dados en adopción.... Sin perjuicio de que el nuevo
CCivCom. no recoge las nuevas posturas sobre el status de los animales, y su art. 16 los
comprende como cosas, lo cierto es que por su condición de seres vivos sintientes, los
animales, exceden su carácter patrimonial.»

V. 3. DELITOS CULPOSOS Y DOLOSOS:En la ley penal no se menciona específicamente


que se puedan cometer delitos «culposos» o «dolosos» en el maltrato o crueldad animales.

Esa es otra de sus deficiencias, y pareciera que estos delitos sólo pueden ser dolosos, dado
que, por la forma en que se ha redactado los tipos penales, siempre parece estar involucrada
la voluntad de una persona, el guardador del ANH o un tercero.

Sin embargo, hechos tales como dejar encerrado un animal y no volver más por unos días, sin
comida ni agua, o tenerlo encadenado en un lugar donde no puede ejercer sus funciones
naturales, podrían consistir también en hechos realizados «sin querer», o por descuido. Sin
embargo, no deben quedar impunes, puesto que el valor jurídico contenido en la norma ha sido
afectado de la misma manera.

VI. LOS CASOS DE MALTRATO Y CRUELDAD QUE «NO VEMOS».

VI. 1. LOS CASOS EN LA HISTORIA.

Hasta el siglo XIX existió la esclavitud en lo que actualmente constituye nuestra República
Argentina. La esclavitud implicaba tener a la merced de una persona («blanca») a otro ser
humano, al cual no se le otorgaba el status de persona, sino de «cosa».

A la esclavitud, no la veían mal las autoridades. No la veían mal los líderes religiosos. Era parte
del paisaje. Lo único que se pedía es que en el mejor de los casos no se maltratase al esclavo
en público, para no herir la sensibilidad de los presentes. A nadie se le ocurría interponer una
acción en protección del «esclavo del Sr. o Sra. Tal» por crueldad -castigos físicos, para lo cual
tenían toda una serie de aparatos materiales y simbólicos-, o bien por maltrato o inclusive por
deficiente alimentación y abrigo.

Eso es «NO VER». Naturalizar el sufrimiento del otro.Hasta el dictado de las leyes de violencia
familiar en Argentina, era común que se entendiera que, en lo que respecta a marido y mujer,
«no había que meterse». Es más, hay un antiguo dicho italiano que dice «Intra moglie e
marito, ni anche un ditto».

La gente podía ver hasta en heridas externas que realmente se estaba maltratando a ese
miembro de la pareja (a menudo la mujer), pero nadie decía nada, porque «era natural», y
«tenía que resolverlo la pareja».
Otra vez, eso es «NO VER» el sufrimiento ajeno. Naturalizar el sufrimiento del otro.

Lo mismo ocurrió con los castigos físicos a los niños por parte de los padres. Hasta la
Convención de los derechos del Niño, y luego el dictado de la ley 26061 (arts. 17, 22 y
concordantes) y art. 647 del CCYCN se consideraba «natural» la aplicación de castigos
corporales a los niños.

NO VEÍAMOS el sufrimiento del niño y cómo sus derechos eran conculcados -y su psiquis
afectada tal vez para siempre- .

VI. 2. ¿QUÉ MÁS ES LO QUE «NO VEMOS» EN MATERIA DE SUFRIMIENTO ANIMAL,


ENTONCES?

La ley 14346 arts. 1 a 3 se considera aplicable sólo a casos de «maltrato evidente» y que
concurren más allá del «sentido común»-«sensibilidad común» propio de la época. Pero, como
hemos visto, ese «sentido-común-sensibilidad-común» va variando con el tiempo, en la medida
que nuestra conciencia se va expandiendo, y vamos «viendo cosas» que antes no veíamos.

Qué es lo que tenemos que comenzar a «ver»:

a) Tenemos que comenzar a ver que los animales no sólo sufren físicamente -falta de comida,
daños físicos- sino también psíquicamente: estar atados todo el tiempo; estar en la intemperie;
estar solos sin compañía alguna, en el caso de los animales domésticos.

Eso también es maltrato animal.

b) Tenemos que esmerarnos en indagar por el sufrimiento animal. Hay un dicho, repetido por
varias personas famosas:«Si los mataderos fueran de cristal, nadie comería carne.» En
materia de sufrimiento de animales de granja y vacunos, nadie indaga realmente cómo llega
ese trozo de «carne» a los estantes del supermercado.

Al menos, la corriente bienestarista (8) ha buscado que «mueran sin sufrir tanto», o que no
sufran tanto mientras se los cría. No acordamos con esta última corriente, que no deja de ser
antropocéntrica -dado que en definitiva el animal será utilizado como objeto y destinado al
matadero para el uso de su carne- pero al menos, cabe analizar con qué crueldad especial se
tienen hacinadas a las aves de granja para que den la mayor cantidad de huevos posible, o por
qué razón se tiene a las cerdas encerradas en jaulas aún durante su parto y época de
lactancia.

Aún en el paradigma carnívoro, quien va a comer algo rico tiene que pensarlo dos veces, si
pide «langosta», puesto que este último animal, que se ha demostrado tiene muchos rasgos
inteligentes y aún familiares, es puesto a hervir «vivo» para el mejor disfrute y frescura del
paladar humano. ¿Vale la pena tanto sufrimiento? ¿No lo «vemos»? Parece que algunas
personas no.

Nos falta «ver» todas estas situaciones como un rasgo de maltrato animal.

c) Los Zoológicos y los Acuarios: En los mismos se tienen confinados a animales, apartados
de sus lugares naturales, y originalmente atrapados y sacados de su entorno natural y de su
familia (sí, ellos tienen una familia, y así la perciben, y ello ha sido demostrado por numerosas
investigaciones científicas y estudios en santuarios y otros entornos naturales (9)). Ese tipo de
explotación tiene que terminar porque también constituye maltrato animal, aún cuando se los
llegase a «alimentar en cantidad o calidad suficiente».

En los zoológicos, los animales desarrollan «estereotipias».

Las estereotipias son uno de los indicadores de falta de bienestar más utilizados, y consisten
en observar conductas repetitivas y sin sentido en los animales enjaulados o privados de su
libertad.Tanto el estrés como la imposibilidad de llevar a cabo algunas conductas importantes
para la especie contribuirían al desarrollo de estereotipias.

En los acuarios, mamíferos que también viven en estado natural en grupo y en familia, durante
años, en el vasto océano, son en cambio confinados solos, sin grupo familiar o de «amistad»
natural y en un lugar reducido donde sólo pueden dar vueltas en una pileta.

Y aún hoy, concurrimos a los Zoológicos y los acuarios y llevamos a nuestros niños para que
conozcan a los animales y a pasar una tarde divertida con mucho pochoclo, mientras estos
ANH vegetan y padecen para diversión nuestra.

Nos falta, una vez más, «verlo» como un caso de maltrato animal.

Son sólo tres ejemplos, aún en el paradigma carnívoro, en que faltaría «ver» un maltrato o una
crueldad que permanecen naturalizados. Cuántos más habrá.

VII. CONCLUSIÓN

En este opúsculo nos propusimos observar los artículos escuetos de la ley 14.346 y analizar
cómo se les puede sacar el mejor provecho posible en pos de la lucha contra el sufrimiento de
los animales no humanos, considerándolos como víctimas y no como objetos.

Resta aún la modificación del Código Civil y comercial para que no sean considerados «cosas
semovientes» sino sujetos de derecho no humanos.

Resta aún la revisión del delito de Crueldad animal y el delito de Maltrato Animal, completarlos,
hacer que estos tipos penales cumplan su fin y no sean una sola declaración para acallar
conciencias sensibles.

Como lo ha dicho Zygmunt Bauman, «(En) la declaración esencial de una filosofía de vida, ...
la felicidad es un derecho humano, y la búsqueda de la felicidad es una tendencia humana
universal... para alcanzar la felicidad, los seres humanos tienen que ser libres, iguales y
fraternos». (10)

Considero que esa afirmación, realizada hace trece años, debe ser objeto de expansión en la
actualidad.Porque no son sólo los humanos, sino que son todos los seres «vivos» los que
deben ser objeto de una mirada de fraternidad. Al menos, el ser humano que se precia de
tener autoconciencia, es el que debe buscar esa fraternidad (11) con los demás seres vivos y
la naturaleza que lo rodea. Es indispensable abrir los ojos al sentimiento y al sufrimiento de
todos los vulnerables -los vulnerables humanos y los vulnerables no humanos- como un
momento de expansión de las conciencias. De la conciencia individual de cada uno de
nosotros, y de la conciencia grupal de toda la comunidad jurídica. Todo ello, en pos de que se
vea plasmado en la realidad el principio de Fraternidad universal, que debe unirnos no sólo a
los humanos sino también a todos los seres vivientes de este universo que estamos obligados
a cuidar para nosotros y para las generaciones futuras.

Podemos hacerlo, aún con la ley 14.346, tan perfectible, si agrandamos el lente y
comenzamos a «ver» los sufrimientos de animales no humanos, que hasta aquí ni siquiera
habíamos tomado conciencia de que existían en nuestra realidad actual. Por el medio
ambiente, por nuestra fraternidad con las generaciones futuras de seres vivos, es preferible
que así ocurra.

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(1) Artículo en www.Rionegro.com.ar denominado «Hoy es el día del Animal: historia, leyes y
la eterna espera». Del 29-4-2020

(2) CAPÓ MARTI, Miguel e IBAÑEZ TALEGON, Miguel: «Maltrato y crueldad en animales»,
artículo 06, página de la entidad COLVEMA, www.colvema.org Pg. 17

(3) Capo Marti, op cit. Pg. 16.

(4) T. J. A. | infracción ley 14346- Juzgado de Instrucción y Correccional de Santa Rosa- 24-
abr-2012- Microjuris. MJ-JU-M-80977-AR | MJJ80977

(5) MÉRIDA, R.; SENTANA, P. (2006): Maltrato Animal. El trato que damos a los animales en
la vida cotidiana. Ed. Ateles. Madrid. CITADO EN Capo Marti, op cit. pg. 18.

(6) Declaración de Científicos de la neurociencia de la Universidad de Cambridge, del 7-12-


2012.Véase la publicación de Animal Ethics, Declaración sobre la conciencia de Cambridge.
Disponible en: https://www.animal-ethics.org/declaracion-consciencia-cambridge/

(7) Sala I. 25-11-2015. Microjuris MJ-JU-M-96335-AR

(8) Corriente que propende la adopción de medidas legales para evitar el sufrimiento
innecesario aceptando en cualquier caso el uso o permisión del sufrimiento animal cuando sí
es en favor de la especie humana. Conf: Perlo, Katherine Wills. (2009) Kinship and Killing: The
Animal in World Religions. Columbia University Press. New York. Cit. en Vasquez Rafael y ot,
«La creciente importancia de los debates antiespecistas en la teoría política contemporánea:
del bienestarismo al abolicionismo» disponible online.

(9) Vease el ejemplo de los elefantes, publicado en «Estructura y comportamiento social del
elefante asiático y africano en vida silvestre», publicado en www.geocities.ws, disponible
online, donde se dice claramente que los elefantes son animales sociales, que viven en grupos
de ocho a quince miembros, dirigidos por una matriarca, con fuerte protección a los cachorros
y a las madres embarazadas, y que desarrollan un lenguaje entre sí.

(10) BAUMAN, Z.: Liquid Identity, relación presentada el 22-3-2007 en el Congreso


«Arquitectura y política» Politecnico de Milan, 22 23 de marzo 2007, publicado en Corriere
della Serra, el 22-3-2007, citado en Baggio, Antonio, La fraternidad en perspectiva política, Ed.
Ciudad Nueva Bs AS 2009 pg 11.
(11) En el sentido de considerarse hermanos en un universo, donde todos somos iguales en
tanto seres vivos.

(*) Abogada y Notaria,UNL. Profesora de Derecho internacional público en la U.C.C. San Luis,
y del Seminario de Ingles Jurídico I, II y III en la misma universidad. Directora de la
Diplomatura en Ingles Jurídico para derechos Humanos UCC San Luis; profesora de inglés.
Miembro de la Asociación de funcionarios y abogados por los derechos de los animales,
AFADA. Profesora a cargo del Taller de Derecho y Ética Animal dirigido por la Dra. Cecilia
Domínguez, AFADA, Mayo/ Junio 2020- Maestranda en Derecho del Trabajo y relaciones
internacionales de UNTREF. Especialista en Educación y Derechos Humanos (IFDC San Luis,
2018).

N. del A.: Documento preparado para una clase zoom para todo el país, en el «Taller de Ética y
Derecho Animal» dirigido por la Dra. Cecilia Domínguez, de AFADA Entre Ríos, Junio 2020.

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