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Cuadernos del Archivo Histórico Universitario

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ÉDGAR GONZÁLEZ
RUIZ

MURO, MEMORIAS Y TESTIMONIOS


1961-2002

GOBIERNO DEL ESTADO DE PUEBLA


BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA
CUADERNOS DEL ARCHIVO HISTÓRICO UNIVERSITARIO

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Gobernador Constitucional del Estado de Puebla,
Melquiades Morales Flores

Rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla,


Enrique Doger Guerrero

Director del Archivo Histórico Universitario,


Alfonso Yáñez Delgado

Fotografía de portada: Aspecto de la manifestación de la Coalición de


Organizaciones para la Defensa de los Valores Nacionales y el Movi-
miento Universitario de Renovadora Orientación (MURO), en la que
abundaron lemas anticomunistas, 8 de septiembre de 1968.

© Benemérita Universidad Autónoma de Puebla


Director de la colección Cuadernos del Archivo Histórico
Alfonso Yáñez Delgado

Casa de la Memoria Universitaria


Reforma 531
Centro Histórico
Tel: 2327479
e-mail: tiempo@siu.buap.mx

ISBN 968863541-3
Impreso y hecho en México
Printed and made in Mexico

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PRÓLOGO

Desde la consolidación del sistema económico y social de


la esclavitud, la oligarquía ha apelado a la difamación y la
violencia, la mentira y el crimen, para conservar sus privi-
legios. También, a la infiltración en los grupos opositores, ya
para averiguar sus planes, ya para introducir agentes provo-
cadores que al aconsejar la práctica de métodos de acción
directa, causen la represión indiscriminada.
A partir de los años trepidantes de la revolución fran-
cesa, se acuñaron con fortuna, los términos de derecha, iz-
quierda y centro, para definir la posición ideológica y
económica de los miembros de la Asamblea Nacional de los
Estados Generales. Así, desde fines del siglo XVIII quedó, para
esos años y los futuros, que la derecha representa el conserva-
durismo, la negativa a aceptar cambios sociales, la pretensión
de que los estados, independientemente de la religión que
profese la mayoría de la población, sean de corte confesional.
La alta jerarquía eclesiástica, en el cristianismo y en el islam,
en el budismo y el confusionismo, ha estado estrechamente
asociada, en bloque o por segmentos muy importantes, a los
grandes propietarios, a los dueños del dinero. Ha manipulado
la fe con el objetivo concreto de mantener su hegemonía
ideológica, económica, política y social.
En la obra que está en manos de los lectores, MURO,
memorias y testimonios 1961-2002, el acucioso inves-
tigador Édgar González Ruiz devela muchos aspectos y

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rasgos, hasta hoy poco conocidos, de la beligerante y belicosa
organización de la extrema derecha universitaria llamada
Movimiento Universitario de Renovadora Orientación, el
siniestro MURO surgido en los años sesenta.
En el porfiriato de inicios del siglo XX, cuando el
dictador tuxtepecano, al cumplir 70 años, pretendía reelegirse
una vez más, grupos católicos, al amparo de la encíclica
Rerum Novarum del papa León XIII, quieren seguir los
pasos de los democristianos eurooccidentales y formar un
partido católico nacional, que se enfrente ideológicamente
al Partido Liberal Mexicano, a los magonistas; sin embargo
la alta jerarquía católica los frena, su alianza, con Porfirio
Díaz era tan fructífera, tan provechosa para los intereses
espirituales y materiales de la iglesia, que prefieren dejar
las cosas en paz. No obstante, tan pronto el porfiriato se
derrumba en abril de 1911, como producto de la revolución
armada iniciada el 20 de noviembre del año anterior, el
arzobispado da vía libre y luz verde para la formación de un
partido católico, que se funda y participa activamente en las
elecciones de 1912.
En su órgano de difusión y propaganda, el períodico
El País, dirigido por Trinidad Sánchez Santos, se orquestó
una violenta campaña contra el presidente Francisco I.
Madero; a quien se le atacó sin piedad por sus inclinaciones
espiritistas, por su supuesta falta de firmeza ante la rebelión
zapatista, por los integrantes de su gabinete, por todo.
El Partido Católico Nacional y el períodico El País
jugaron un papel protagónico en la erosión de la goberna-
bilidad en el segundo semestre de 1911. En la Cámara de
Diputados, los tribunos de la derecha, entre ellos sobresa-
lientemente los miembros del famoso cuadrilátero (Jesús
María Lozano, Querido Moheno, Nemesio García Naranjo

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y Francisco Olaguibel) se ensañaban en la figura presidencial.
Obtenían cabal respuesta a sus desmanes oratorios, en la
voz firme, aguerrida, seria, de los maderistas de pura cepa,
Enrique Bordes Mangel, Luis Cabrera y Jesús Urueta. En
la práctica, el periódico de los católicos, competía en atizar
la hoguera antimaderista con el órgano de los porfiristas, El
Imparcial, dirigido por el gran poeta pero despreciable ser
humano, Salvador Díaz Mirón.
La jerarquía católica se empleó a fondo contra Madero
en enero de 1913, propició la infidencia de Bernardo Reyes y
Félix Díaz, celebró el Pacto de la Ciudadela, festejó con las
campanas al vuelo de la catedral metropolitana, el ascenso
de Victoriano Huerta al poder. Hasta Te Deum hubo. Promi-
nentes miembros del Partido Católico Nacional participaron
en el gobierno usurpador, entre ellos, José López Portillo y
Rojas (quien apoyó a Huerta hasta el final y el alto clero).
Sin embargo la derrota militar del huertismo es
también una derrota política de la jerarquía católica, pues su
complicidad con el dictador le ocasiona, con razón, hostiga-
miento, persecución, expulsión de obispos. Su respaldo
indiscriminado al general felón explica la dureza del artículo
130 constitucional redactado en Querétaro en 1917. Del
Partido Católico Nacional, disuelto por la revolución triun-
fante, se desprenden varias ramas que hasta hoy se observan
en el panorama política nacional. A veces, como en la
rebelión cristera, se unen y se alimentan, la jerarquía católica
y grupos armados, en otras ocasiones, hay convergencia
entre prelados y partidos, asociaciones y grupos políticos,
de derecha o de extrema derecha. Este es el caso del Par-
tido Acción Nacional, de la Unión Nacional de Padres de
Familia, del MURO, de la Unión Nacional Sinarquista, Pro-
Vida y Yunque.

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De la historia belicosa del MURO, paso a paso, nos
ilustra Édgar González Ruiz. Bien afirma que el triunfo de
la revolución cubana en enero de 1959 y su rápido rumbo
hacia una estructura socialista, en abril de 1961, sacó de
quicio a la reacción mexicana, a la prelatura católica y a los
papistas. Al proceso revolucionario de la patria de Martí, lo
enfrentó la derecha y la extrema derecha criolla, no con
argumentos ideológicos, con debate de ideas políticas y
sociales, sino con la injuria y el anatema, la calumnia y la
agresión física. No hay registro en los archivos policiacos
ya abiertos al público en el Archivo General de la Nación,
de la existencia, de la actividad de grupos de izquierda
dedicados a prácticas de choque, de violencia contra grupos
de derecha o extrema derecha en la UNAM.
A los activistas del MURO, nunca se les agredió. Las
vociferaciones de Luis Felipe Coello y Víctor Manuel Sán-
chez Streinpreis, fueron contestadas con razonamientos, con
discursos de contenido nacionalista, democrático. Su órgano
de expresión, como Brecha Universitaria y Puño fueron
encarados en la prensa estudiantil de izquierda con sere-
nidad. Ahí están los 42 números del periódico Linterna,
auténtico agitador de conciencias juveniles, eficaz promo-
tor de la solidaridad con la revolución cubana. Jamás se fue
al enfrentamiento con los distribuidores de los periódicos
del MURO. Si tuvieron influencia en las escuelas confesionales,
jamás la lograron en la UNAM.
Pase revista la nueva generación de alumnos de las
universidades e instituciones públicas de enseñanza superior, al
torvo accionar del MURO, en este esclarecedor libro-documento,
en buena hora por el Archivo Histórico de la BUAP.

Óscar González López

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INTRODUCCIÓN

El MURO , Movimiento Universitario de Renovadora


Orientación, fue un grupo estudiantil violento, de naturaleza
anticomunista y de raíces católicas, que surgió públicamente
en la Ciudad Universitaria en marzo de 1962, precedido por
un enfrentamiento entre estudiantes castristas y anticastristas
en ese mismo lugar en julio de 1961.
Aunque las acciones del MURO, que se relatan en este
libro, se fueron extinguiendo poco a poco, sin saberse con
certeza cuándo dejó de funcionar como un grupo público,
sus secuelas salen a la luz pública una y otra vez, conmo-
cionando a la opinión pública de nuestro país.
En mayo de 2002, el ex procurador Jorge Carpizo dio
a conocer que la subprocuradora María de la Luz Lima
Malvido había sido militante de una organización de ultra-
derecha en los años sesenta y que en aquella época había
participado en el robo de un portafolios a un prelado “de
izquierda”.
Obviamente, ese prelado era Méndez Arceo y el grupo
al cual perteneció Malvido fue con toda seguridad el Movi-
miento Universitario de Renovadora Orientación. Este último
dato se infiere del hecho de que el esposo de Lima Malvido,
el eminente jurista Luis Rodríguez Manzanera, fue uno de los
fundadores de ese grupo, en 1962, así como de ciertos testi-
monios personales acerca de vínculos juveniles de Malvido
con personajes del MURO.

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La ultraderecha es impopular. Mientras que los antiguos
miembros de la ultraizquierda escriben sus memorias acerca
de esa vieja militancia política, la funcionaria no se mostró
dispuesta a entrar en detalles acerca de su experiencia política
de juventud, actitud que con ella comparten en su generalidad
los ex miembros de MURO y de otras organizaciones estu-
diantiles de la extrema derecha, personajes que en muchos
casos han adoptado ya una forma de pensar totalmente distinta
como evidentemente es el caso de la subprocuradora y de su
esposo. Hay, sin embargo, testimonios sinceros de esa vieja
militancia en el MURO, tal es el caso de Carlos Mastretta, uno
de los fundadores del MURO en Puebla, y otros que se incluyen
también en este libro.
El MURO era radical y recurría a la violencia, pero
estos rasgos los compartía también con algunos grupos de
la extrema izquierda de aquella época, sólo que los proyectos
de la extrema derecha son hoy impopulares y por eso suele
asumirse en forma vergonzante haber pertenecido a ella.
En particular, el MURO, un violento grupo estudiantil
cuyas actividades están documentadas hasta 1984 por lo
menos, representa un eslabón perdido en la historia del
conservadurismo católico, donde ese grupo tuvo sus raíces
ideológicas. Sin embargo, su actividad se desarrolló en una
época en que la Guerra Fría y por ende el anticomunismo
obsesivo de muchos personajes y sectores conservadores,
les hizo soslayar otras demandas y centró su atención en
esa lucha contra el “peligro comunista”, como resultado de
la cual se forjó una peculiar alianza con sectores del
oficialismo, que alcanzó su clímax cuando el MURO y algunos
de sus amigos y protectores idealizaron la figura de Díaz
Ordaz como anticomunista a ultranza, para ellos era un
mérito que hubiera llevado a cabo la represión contra el
movimiento estudiantil del 68.

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Aunque una constante en el discurso que condenaba
en aquella época al MURO desde posiciones de izquierda fue
el de ubicarlo como un grupo “fascista”, esa identificación
puede ser confusa, pues antes y ahora se ha usado para
estigmatizar a determinados personajes o grupos haciendo
referencia a su autoritarismo o a sus métodos violentos. En
ese sentido, el mismo mote podría aplicarse a algunos grupos
y personajes de la izquierda de la época.
Ciertamente, en su ideología el MURO se acercó al
fascismo e incluso al nazismo, lo cual se rebeló a su vez en
los vínculos que llegó a mantener con grupos declaradamente
profascista o pronazis. Sin embargo, en su raíz los fundadores
del MURO eran católicos, que adoptaban en muchos sentidos
un catolicismo extremadamente conservador, con tintes de
antisemitismo, profundamente anticomunistas y con una
marcada intolerancia que, desde luego, los llevó a situarse
lejos de los planteamientos del Concilio Vaticano II, pero,
hay que recordarlo, el MURO nació antes de él. Definitiva-
mente, las afinidades ideológicas del MURO estaban más bien
con ese catolicismo preconciliar, al igual que sucedió en esa
época con Celerino Salmerón y Salvador Abascal Infante
quien, sin embargo, no llegó a rechazar públicamente el
Concilio y el pontificado de Paulo VI.
En sus publicaciones al parecer el MURO no hacía
apología de Mussolini o de Hitler, sino que por el contrario
rechazaba explícitamente esas ideologías, pero en lo par-
ticular algunos de sus dirigentes y miembros tenían fuertes
simpatías hacia ellos y hacia autores como Salvador Borrego,
de corte antisemita y pronazi.
Como grupo formado por estudiantes que se hacían
llamar católicos anticomunistas, el MURO defendió la moral
sexual tradicional del catolicismo y emprendió campañas
contra las “películas antipornográficas” en la UNAM, pero

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ese moralismo que en los noventa fue prioritario para la
jerarquía católica y para los grupos conservadores ocupó
una pequeña parte de la actividad pública del MURO, pues
predominó ante todo la lucha contra el “comunismo” en la
Universidad.
En los inicios de los sesenta, mucho antes de los
sangrientos hechos del 2 de octubre del 68, la revolución
cubana polarizaba los ánimos en el estudiantado y en la
sociedad mexicana, al grado de llegar a producirse enfrenta-
mientos más o menos violentos entre castristas y anti-
castristas, una lucha entre extremistas impregnados de
fanatismo y de ingenuidad. Por otra parte, las relaciones
que en su inicio mostró el MURO con personajes y fuerzas
anticastristas del exilio cubano no son una mera anécdota,
sino que marcaron el desarrollo de varias de las actividades
de ese grupo a lo largo de su historia y, más aún, siguen
siendo un rasgo importante y muchas veces no obvio en la
geopolítica de los movimientos conservadores y de la
ultraderecha.
Actualmente, gran parte del movimiento Provida en
América Latina es coordinado desde Miami por Vida
Humana Internacional, un grupo de filiación católica apoyado
y dirigido por personajes y sectores del exilio cubano en esa
ciudad.
El preludio de la aparición pública del MURO se gestó
a raíz de un enfrentamiento en la Universidad entre castristas
y anticastristas, el 26 de julio de 1961, y el proyecto de crear
un grupo estudiantil de choque cuajó gracias al apoyo de
importantes empresarios. Sin embargo, dado que el MURO
fue una organización semisecreta y dado el sigilo que actual-
mente siguen mostrando sus ex miembros para hablar de él,
resulta difícil investigar hoy en día las circunstancias con-
cretas de su fundación.

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En las páginas de este libro se mencionan por lo menos
seis hipótesis diferentes sobre las raíces del MURO. No todas
ellas son incompatibles entre sí, y se les pueden asignar,
respectivamente, diferentes grados de credibilidad. Sin em-
bargo, todas ellas ilustran hechos importantes sobre las
relaciones del MURO con otros grupos y sectores.
Sucintamente, dichas teorías son: 1. El MURO nació
prácticamente por “generación espontánea”, a partir de la
expulsión de dos estudiantes de Economía anticomunistas
en 1961; por su propia iniciativa, ellos crearon la organi-
zación. 2. El MURO fue fruto de un plan empresarial antico-
munista para apoderarse de las universidades, creado por
Agustín Navarro Vázquez, ideólogo de la derecha empre-
sarial; esta versión ha sido sustentada por Hugo Salinas Price
en sus memorias. 3. Según la teoría de los Doce Apóstoles,
expuesta por ex miembros del MURO y retomada por Manuel
Buendía, el MURO fue resultado de un proyecto creado en
Puebla por Ramón Plata y un grupo de doce seguidores,
sus doce apóstoles. 4. El MURO fue un sucedáneo del Frente
Universitario Anticomunista (FUA), organización que operaba
en Puebla. 5. Otra versión, divulgada ampliamente en el
semanario Crucero en 1964, atribuida a informantes anó-
nimos, ex miembros del MURO, hacía de ese grupo una so-
ciedad secreta de juramentados, que a su vez era un “orga-
nismo de fachada” de otros grupos jerarquizados hasta llegar
en el tope de esa jerarquía a las Vanguardias Integradoras
de la Mexicanidad secreta católica, organizaciones secretas
que eran de naturaleza católica y tenían el objetivo de luchar
contra el complot “judeo masónico”. 6. Ciertos documentos
conservados en el archivo del doctor Ignacio Chávez, MURO
era financiado por una organización secreta de carácter
fascista que operaba en Puebla y Guadalajara.

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Todas esas versiones tienen problemas, pero aportan
líneas de investigación y algunas de ellas se complementan
entre sí. Pueden descartarse en principio la de la “generación
espontánea” y la del MURO como sucedáneo de FUA. Efectiva-
mente, si en su momento a mucha gente le pudo haber
parecido natural la creación del MURO, a causa de las expul-
siones, hoy se sabe que había detrás de ese grupo proyectos
de sectores ajenos al medio estudiantil y en especial del
sector empresarial. Tampoco es cierta la teoría del MURO
como sucedáneo de FUA, pues esta organización estuvo activa
en los sesenta y setenta, al mismo tiempo que el MURO, lejos
de desaparecer o menguar su actividad.
La hipótesis del grupo fascista promotor de MURO
desde Puebla y Guadalajara tiene cierto valor explicativo
en el sentido de que efectivamente, esos estados, junto con
Monterrey, fueron centros desde donde irradiaron proyectos
de creación de choque de la extrema derecha.
La teoría de los Doce Apóstoles, la del proyecto
empresarial anticomunista y la del MURO como “organismo
de fachada” y sociedad secreta, tienen en común el provenir
de fuentes “internas”, esto es, de ex miembros de ese grupo,
o de uno de sus patrocinadores, en el caso de Salinas Price.
A partir de estas teorías, y de los datos que se tienen
sobre la actividad de MURO que llegó a trascender pública-
mente, se pueden obtener conclusiones acerca de los nexos
de MURO con otras organizaciones y sectores: 1. El MURO tuvo
como premisa de su existencia, no la única, el apoyo financiero
de empresarios que querían tener influencia en las
universidades y revertir en ellas las tendencias “comunistas”.
Aunque en términos generales puede decirse que su proyecto
fracasó y que los grupos que crearon no llegaron a tener
arraigo en la Universidad, este elemento sugiere la necesidad
de analizar la actividad política del empresariado en las

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universidades públicas, especialmente en los años sesenta,
como uno de los elementos que propiciaron la represión del
68, que fue aplaudida por ciertos sectores del empresariado.
2. Al lado de esas conexiones empresariales, es claro que el
MURO tuvo importantes conexiones regionales, especialmente
en Puebla, sin ser simplemente una derivación de las fuerzas
derechistas de esa entidad. Como se ha mencionado, otras
relaciones regionales se daban con Guadalajara y Monterrey,
y fue visible la actividad del MURO en algunas ciudades de
Guanajuato y en Morelia. De acuerdo a varias de las teorías
antes mencionadas, el MURO tuvo vinculaciones con otras
organizaciones nacionales secretas y de carácter profascista,
aunque es difícil verificar hasta dónde pudo estar vinculado
por ejemplo con las Vanguardias Integradoras de la
Mexicanidad. El carácter secreto de todos esos grupos es un
infranqueable obstáculo para indagar sus orígenes y sobre
todo para saber cuándo dejaron de operar, cómo y por qué.
3. Según apunta la tesis del MURO como sociedad de “jura-
mentados”, este grupo era de filiación católica conservadora,
aunque posteriormente haya sido condenado por la jerarquía.
Ciertamente, un rasgo sobresaliente de esa tradición, en sus
versiones extremas, es la formación de sociedades secretas
de juramentados y la reivindicación del antisemitismo, bajo la
forma del complot judeo masónico mundial. Hay que recordar
que el antisemitismo en la Iglesia era algo bastante común
hasta antes del Concilio Vaticano II. De hecho, ese tipo de
sociedades secretas vendría a ser, desde la perspectiva
ideológica, grupos “preconciliares”. De acuerdo con esta tesis,
MURO vendría a ser sucesor de grupos como la OCA (Organi-
zación, Cooperación y Acción) precursora del sinarquismo y
del Yunque, un, grupo ultrasecreto y violento, acerca del cual
se conocieron algunos testimonios mediante una investigación
que llevó a cabo el periodista Álvaro Delgado, de Proceso,

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en el año 2000. Sin embargo, nuevamente el secretismo es
un gran obstáculo para investigar a esos grupos, pues en el
caso del Yunque, considerado, algunas veces, sucedáneo del
MURO, no se conocen los nombres de sus fundadores, ni se
sabe con certeza cómo se creó y si fue anterior o posterior al
MURO.
La historia pública del MURO pone al descubierto otras
conexiones. Dado que este grupo no era totalmente secreto,
en sus actividades públicas tenían que salir a la luz forzosa-
mente aquellos personajes, grupos y sectores que mantenían
evidentes relaciones de apoyo con el MURO, y entre los cuales
podemos citar grupos católicos, como la Unión Nacional
Sinarquista y personajes aislados del clero; así como algunos
periodistas, todos ellos identificados con el conservadurismo
católico que era también una de las banderas del MURO; grupos
anticomunistas nacionales e internacionales, entre estos
últimos destacan los grupos anticastristas que junto con el
MURO planearon actividades terroristas, como el atentado
contra el periódico El Día, en 1965; y por último, pero
también muy importante en cuanto a que deriva de las
condiciones específicas en que se desarrolló el MURO, este
grupo llegó a tener afinidades con funcionarios del Gobierno
en la medida en que éstos se declaraban anticomunistas, y
actuaban como tales. El caso más claro es el de Díaz Ordaz,
luego de la represión del 68.
En relación con los hechos sangrientos de 1968, el MURO
formó parte del “caldo de cultivo” en el que se generó esa
represión. En el plano político, sus orígenes se remontan al giro
hacia la derecha que dio Manuel Ávila Camacho al distanciarse
de la línea de gobierno seguida por Lázaro Cárdenas. Incidental-
mente, Ávila Camacho, y más propiamente Miguel Alemán,
proporcionarían el marco jurídico para una represión
“anticomunista” cada vez más excesiva y cruel, que finalmente

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se concretó en los hechos del 68. Con motivo de la segunda
guerra mundial, Ávila Camacho había implantado el delito de
disolución social, para perseguir a quienes conspiraban en México
a favor de las potencias del Eje, pero Miguel Alemán1 lo convirtió
plenamente en instrumento jurídico al servicio de la represión
de líderes sociales de la izquierda, comunistas o no. Dentro de
ese marco jurídico y político, hoy podemos comprender la asom-
brosa convergencia que mostraban las actividades del MURO
con las de corporaciones policiacas como la Policía Judicial
Federal, pues en ambos casos se ocupaban de vigilar y reprimir
a quienes identificaban como cómplices de una supuesta cons-
piración comunista internacional. Promotores y compañeros
ideológicos del MURO y varios empresarios católicos se regoci-
jarían con el informe presidencial del 68, pero luego, al ver que
la matanza del 2 de octubre quedó como un estigma para el
gobierno mexicano, tratarían de desviar la responsabilidad de
esos hechos a Luis Echeverría, personaje satanizado hasta la
fecha en la visión conservadora de la historia de México.
El MURO fue hijo de su tiempo, de tal suerte que arre-
metió en su anticomunismo feroz no sólo contra los verda-
deros comunistas de la época, quienes efectivamente bus-
caban una lucha de clases por medios violentos, que culminara
con la dictadura del proletariado, sino contra todos aquellos
que cercana o lejanamente simpatizaban con cualquier idea
de socialismo o incluso de justicia social. Por ello, los golpes
del MURO no se detuvieron ante las sotanas de los religiosos
supuestamente “progresistas” o ante quienes no se sumaban
a la feroz contienda contra el comunismo. Al llegar a esos
extremos, el MURO fue condenado por la jerarquía católica y
esa condena hizo prácticamente imposible su supervivencia
en tanto organización política identificada como católica. Pero,
probablemente, si el MURO hubiera nacido en el periodo de

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Juan Pablo II, la jerarquía no lo habría condenado tan
decididamente aunque muy probablemente habría cuestionado
sus métodos, no tanto por violentos sino por lo contra-
producente de esa violencia. Hay que recordar que la jerarquía
aprobó en la primera guerra cristera, de 1926 a 1929, el re-
curso de las armas, porque consideraba que en esos momentos
era necesario, de tal suerte que ha idealizado la memoria de
los cristeros, pese al número y magnitud de atrocidades que
cometieron.
El MURO fue vástago de una época sangrienta, que
devoró sin piedad y rápidamente a su progenie. En esos
tiempos, los radicalismos se defendieron con increíble saña
contra el adversario, o el no creyente, lo cual ocurrió por
igual en la izquierda y la derecha. Frecuentemente, la retórica
de una y de la otra llegaba a ser infantil, por ingenua, pues
visiones tan radicales, y por ende tan distorsionadas de la
sociedad equivalen por definición a creer en lo que no es
real, lo que por exagerado llega a ser absurdo. Algo similar
a lo que sucede con el feminismo radical hoy en día.
Ya en el sexenio de Echeverría, el MURO rompería su
idilio con el oficialismo, y se convertiría en enemigo del
sistema, declaración que expresaría en el llamado “Pacto
de los Remedios”, que en 1975 suscribieron ese y otros
muchos otros grupos de la ultraderecha estudiantil o juvenil.
El MURO no resistió al enfrentamiento con el sistema
y a la vez a la ruptura con la Iglesia, y a la creciente impopu-
laridad de las causas que abanderaba, pues llegó a organizar
manifestaciones en apoyo a Pinochet, por ejemplo. Así, su
presencia se fue diluyendo cada vez más en las páginas de
los periódicos, hasta quedar relegada a unas pocas publica-
ciones, a la memoria de sus ex miembros y ex dirigentes y
de quienes se opusieron a él o fueron víctimas de algunos
de sus actos.

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Por otra parte, la historia del MURO ilustra también
hechos políticos de carácter más general, como el de las
contradicciones que se manifiestan en lo que podríamos
llamar la doble militancia que ocurre cuando una misma per-
sona participa en grupos de ideologías diferentes, incluso al
mismo tiempo, en el caso más extremo, o cuando grupos de
una determinada tendencia ideológica favorecen los
proyectos de sus adversarios sin que esto pueda explicarse
apelando a la ideología como ocurrió, me parece, en el caso
del movimiento contra el rector Chávez, o en las años setenta
y ochenta, en las actividades de algunos grupos con
membretes de izquierda a los que, sin embargo, los cuerpos
de seguridad habían identificado como aliados del MURO.
Otro hecho muy importante, que subyace quizás a
algunos de los episodios más importantes y violentos en la
historia del MURO es su rivalidad con otro importante y más
antiguo grupo católico conservador: los Tecos, creados en
los años treinta como otra manifestación de las reacciones
antigubernamentales violentas que explican también la
segunda guerra cristera. En los años setenta y ochenta, los
asesinatos del cerro del Cubilete, el de Ramón Plata, en la
ciudad de México, y el de Jorge Kalfopulus, en Guadalajara,
al igual que anteriores enfrentamientos de miembros del
MURO con Joaquín Sáenz Arriaga, a fines de los sesenta, se
han visto como resultados de ese enfrentamiento que alcanzó
proporciones sangrientas.
Parece un misterio el hecho de que esa rivalidad haya
alcanzado tal magnitud, entre dos grupos que finalmente
tendrían que haberse identificado como ramas de una misma
ideológica católica conservadora —preconciliar, como en
el caso de los Tecos, o no— pero finalmente aparentes
aliados frente al laicismo y al liberalismo.

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Si los aliados aparentes llegaron a matarse unos a
otros, esto es quizás porque sólo quienes han tenido un trato
tan cercano pueden albergar tales odios y rencillas tan
enconadas y personales. Asimismo, como se ha dicho, el
camino del pragmatismo conduce a la doble militancia, que
tuvo como una de sus derivaciones la colaboración de
sociedades secretas católicas —para el caso que nos
ocupa— con los cuerpos de seguridad e incluso con la policía
política.
Curiosamente, mientras que el MURO y los Tecos
llegaron a pelear a muerte entre sí, unos y otros llegaron
también a colaborar con las autoridades, bajo la bandera
común del anticomunismo, y con el tiempo se insertaron
incluso en espacios de las instituciones de seguridad pública.
Aunque sus secuelas siguen vigentes, la memoria
de esos hechos se ha ido desdibujando, por haber quedado
relegada en las hemerotecas, en archivos personales o en
conversaciones privadas; y especialmente en archivos hoy
públicos de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) y de
la Policía Judicial Federal (PJF), que en el caso de esta
última, abarcan desde 1961 hasta principios de los años
ochenta y en el caso de la primera de ellas se refieren a
varios años del periodo del presidente Díaz Ordaz. Ambos
acervos se encuentran disponibles en el Archivo General
de la Nación (AGN).
En particular, el examen de los documentos conte-
nidos en el acervo sobre el MURO proveniente de la DFS, sugiere
que dicho grupo tuvo en sus inicios una estructura pública y
otra secreta, y que con el tiempo fue diluyéndose la primera
de ellas, para quedar sólo la segunda, que a su vez fue
absorbida por Yunque, de tal suerte que en reportes de los
años ochenta, encontramos identificado al MURO con Yunque

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y con “la orquesta”, nombre con el que varios informantes
se refieren a las dos organizaciones.
Mención especial merece la riqueza de información
procedente de esos acervos de la DFS, que se encuentran en la
Galería 1 del Archivo General de la Nación. Su consulta se
lleva a cabo mediante grupos de tarjetas correspondientes a
diferentes grupos políticos, que permiten ubicar los documentos
disponibles en ese acervo. Creo que, contrariamente a lo que
podría pensarse, poco lugar queda en esos acervos para la
discrecionalidad de los agentes de la DFS que reportaban los
movimientos de los diferentes grupos, pues sus afirmaciones,
que encontramos en las mencionadas tarjetas, generalmente
estaban respaldadas por juegos de documentos que incluían
reportes policiacos sobre aprehensiones e interrogatorios,
reportes del seguimiento de eventos, recortes periodísticos,
cartas, volantes e incluso series de ponencias presentadas en
congresos, y que hemos de creer, eran obtenidas directamente
por esos agentes. Es decir, en esos acervos, la historia de los
diferentes grupos la narran en realidad los documentos internos
y los reportes policiacos correspondientes, no los juicios
subjetivos de los agentes de la DFS.
Los informes de la PJF, por su parte, que pude ubicar
en la Galería 3 del AGN, donde se concentra la información
sobre presidentes, ofrecen datos adicionales y comple-
mentarios a los obtenidos por la DFS, pues describen día por
día, por un periodo de varios años, las actividades del MURO
en la Universidad y en las preparatorias. A diferencia de
los acervos de la DFS, esos reportes sí contienen una mayor
subjetividad de los agentes, aunque ocasionalmente incluyen
algunos anexos documentales. Sobre esta fuente cabe enfa-
tizar que dichos reportes eran enviados a la secretaría privada
del presidente Díaz Ordaz y por tanto eran coherentes con
la visión de la política nacional que prevalecía durante ese

21
período como resulta evidente en su lectura por los puntos
de vista que suelen expresarse en ellos y por la propia
identificación de los personajes y sectores a los que se
consideraban peligrosos para la vida nacional. Generalmente,
la naturaleza de las actividades de una organización se refleja
en el tipo de fuentes que hablan acerca de ella. Por eso, la
historia cotidiana de las actividades del MURO, que esencial-
mente fue o ha sido un grupo de choque, hay que buscarla
en los archivos policiacos. Además, por ser el MURO desde
su inicio una organización que parcialmente recurría a la
secrecía, muchas de sus actividades del pasado pueden ser
conocidas sólo a través de los informes de los cuerpos de
seguridad, como los mencionados, que obviamente solían
contar con informantes o quizás hasta con infiltrados en
dicha organización.
Como señalaba Santiago Valentí Camp en su Historia
de las sectas y las sociedades secretas, publicada en Bar-
celona en 1912,

En verdad, no es posible que exista por largo tiempo una


asociación ignorada de las autoridades y aun del común
de la sociedad, pues por más que los asociados quieran
ocultarse en la obscuridad y el misterio, no podrán
sustraerse a ciertos actos los delaten.2

Esto es exactamente lo que ha sucedido con organiza-


ciones como Yunque y con las estructuras y aspectos secretos
del MURO y de otros grupos, que no han podido evitar que la
policía tenga registros confidenciales de sus movimientos a lo
largo del tiempo. A su vez, la existencia de esa historia secreta
se vio evidenciada luego del triunfo del PAN en las elecciones
del 2 de julio de 2000, pues esa victoria fue tan completa que
ocasionó pugnas dentro de Yunque por el acceso a las

22
posiciones ganadas, lo cual motivó que elementos descontentos
comunicaran a ciertos medios de comunicación algunos de
los datos de que disponían acerca de Yunque, o La Orquesta,
como también le llamaron. Ante las denuncias públicas, ese
grupo respondió con el silencio pues obviamente contestar
implicaba dar a conocer sus propios secretos y por ende su
forma misma de operación y su razón de ser.
Por otro lado, en la opinión pública y en los medios de
comunicación, a lo largo del tiempo se ha producido una gran
confusión acerca de lo que fue realmente el MURO, porque a
veces se le toma como sinónimo de cualquier grupo de extrema
derecha, sean éstos conservadores católicos, el DHIAC o
Provida, que tienen presencia en el PAN y que pueden tener
relaciones con el MURO, pero que son en sí organizaciones
diferentes, aunque con proyectos comunes, posiblemente y
sin duda con importantes traslapes de miembros.
En los noventa se hablaba incluso de la presencia del
MURO dentro del PAN, como si ese grupo, con las caracte-
rísticas con las que surgió a principios de los sesenta, estu-
viera vivo todavía en esa época. Desde luego, hay casos
de ex integrantes del MURO que conservaron en buena
medida una ideología como la que sustentaba ese grupo y
que luego por natural afinidad pasaron a militar en grupos
como el DHIAC o Provida y de ellos, a su vez, en algunos
casos hicieron una carrera política en el PAN.
Este trabajo es un intento de reconstruir la historia
política del MURO a partir de documentos, ya mencionados
anteriormente, pero también de testimonios personales, para
lo cual ha sido útil tomar como estrategia de investigación el
estudio de las trayectorias de personajes simpatizantes u
opositores, que tuvieron que ver con el MURO, como fue el
caso del doctor Ignacio Chávez, rector de la UNAM, entre

23
1961 y 1966, y uno de los principales blancos de la ira de los
muristas quienes contra Chávez llegaron a coincidir con otros
grupos igualmente radicales de la izquierda, así como
sectores del oficialismo.
Resulta, así, que al recorrer esos recintos del pasado
que son las hemerotecas y los archivos es más fácil ir a
interrogar directamente a esos personajes en los documentos
que nos han legado, que salir a buscar los testimonios de un
grupo que tenía la secrecía como una de sus normas.
El estudio de las trayectorias personales de quienes
pertenecieron al MURO y que han logrado destacar en diversos
aspectos de la vida pública, sea en la política, en la academia
o en el periodismo, entre otros, muestra que mientras, como
se ha señalado arriba, algunos de ellos prosiguieron por otros
caminos su militancia en la derecha, otros fueron abando-
nando gradualmente esas ideas, aunque por su propio
hermetismo respecto a esa etapa de su vida, sea necesario
estudiar “desde afuera” esos cambios. Entre los casos del
primer tipo se cuenta el ex alcalde de Zapopan, Daniel Ituarte
Reynaud, quien en 1965 ayuda a poner una bomba en el
periódico El Día, y tres décadas después, en 1995 llega a
ese cargo por elección popular y como candidato del PAN;
mientras que entre los segundos se pueden ubicar, según
las evidencias disponibles, a Lima Malvido y a su esposo,
Luis Rodríguez Manzanera quienes, por otra parte, de
manera significativa dedicaron su capacidad intelectual a
temas concernientes a la prevención y combate de la
delincuencia. Sin embargo, una constante universal que yo
sepa en el discurso público de los ex integrantes del MURO,
sea que mantengan o no actualmente ideas afines a las que
en aquellos tiempos lejanos los llevaron a participar en dicho
grupo, es su hermetismo acerca de esa etapa de su vida.
Parecería que siguiera vigente entre ellos y ellas los viejos

24
juramentos de guardar secretos sobre esas actividades, o
bien que en realidad los hechos que ocultan son verdadera-
mente muy graves y por lo tanto, prefieren no hablar. Sea
como sea, es una gran limitación en lo referente a dicho
grupo no contar casi con ningún testimonio público en ex-
tenso acerca de sus formas de operación y de quienes
militaban en el MURO. Fuera de algunas declaraciones y
documentos aislados prácticamente no hay escritos
accesibles, memorias personales o relatos históricos escritos
por ex miembros del MURO y que permitan llenar ese vacío.
No obstante, el MURO interceptó la vida de muchos
personajes que son o han sido célebres, opositores, miembros
o simpatizantes: René Capistrán Garza, Ignacio Chávez,
Jorge Prieto Laurens, Hugo Salinas Price, etcétera. A través
de sus biografías y de sus legados documentales, como en
el caso de Chávez, puede accederse a muchos datos sobre
el MURO que hace décadas fueron absolutamente confi-
denciales. En este rubro es especialmente importante la
información que se obtiene de algunos fondos del Archivo
General de la Nación, que contienen informes confidenciales
sobre las actividades del MURO, elaborados en los años 1969
y 1970 en dependencias de la Secretaría de Gobernación, y
que han sido consultados también para escribir este libro.
En términos generales, las fuentes que alimentan este
trabajo se pueden clasificar: a) Fuentes internas, o endó-
genas, de carácter público, es decir, documentos generados
por el MURO y grupos afines que estaban destinados a la
difusión y propaganda sobre sus actividades, como es el
periódico Puño, algunos de cuyos ejemplares se conservan
en la Hemeroteca Nacional, y otras colecciones particulares,
así como en el dossier sobre el MURO publicado en 1967 por
el Centro de Investigación y Documentación (CIDOC), al igual
que algunas entrevistas con ex miembros del MURO. b)

25
Fuentes internas confidenciales, son varios documentos que
hoy se pueden recuperar en archivos personales, como el
del doctor Ignacio Chávez, y que a su vez han sido publicados
en trabajos biográficos sobre el destacado cardiólogo y ex
rector de la UNAM. c) Fuentes externas públicas, como los
trabajos sobre el MURO que publicó la revista Crucero, o los
artículos de Manuel Buendía. d) Fuentes externas confi-
denciales, como son especialmente los documentos de los
servicios secretos gubernamentales que vigilaban las activi-
dades del MURO y que hoy conserva el AGN.
Incluyo también en el trabajo algunas entrevistas con
personajes que por una u otra razón tuvieron un conocimiento
directo acerca del MURO, sean miembros, promotores u oposi-
tores; aunque no todos los entrevistados han querido que
aparezca su nombre en las páginas de este libro. En general,
los testimonios confidenciales los he tomado sólo como punto
de partida para proseguir con las investigaciones y, excepto en
lo que concierne a la muerte de Ramón Plata, por circuns-
tancias que se explican en los pasajes correspondientes de este
libro, no los cito para documentar hechos ocurridos en el pasado,
aunque sí menciono, a lo largo de él algunas de las opiniones
personales emanadas de esas conversaciones privadas.
En cuanto a su papel político, pueden distinguirse tres
grandes etapas en la vida del MURO: La primera, caracte-
rizada por el enfrentamiento violento con grupos de la ex-
trema izquierda y por la manifiesta afinidad ideológica con
sectores del conservadurismo católico; la segunda, una etapa
oficialista, marcada por la ruptura con la jerarquía católica
y por su apego cada vez mayor al oficialismo en turno y en
especial a la figura de Díaz Ordaz; y la tercera, una etapa
de disolución, donde el MURO se enfrenta a la vez al gobierno
y a las autoridades de la Iglesia, sin contar con otro aval que
el de algunos ideólogos del anticomunismo a ultranza.

26
Según lo anteriormente dicho, en tanto grupo, y no en
lo que concierne a las trayectorias personales de quienes lo
conformaron, la historia del MURO bien podría resumirse con
el título de una de las películas más taquilleras de la época
del movimiento estudiantil: Nacidos para perder.
En cuanto a las trayectorias personales de quienes
de diversas formas participaron en el MURO, creo que, hasta
donde se puede saber, es posible distinguir varias historias
de vida. Por un lado, las de personajes que en su momento
militaron con entusiasmo y compromiso en esa organización
pero se mantuvieron ajenos a los secretos de su operación,
financiamiento y estructura. Por otro, a los que, tras
bambalinas, estaban al tanto de esos secretos, es decir,
algunos empresarios y personajes como Ramón Plata, quien
era la cabeza de los “doce apóstoles” de los que hablaba
Buendía y por ende el verdadero organizador del MURO,
apreciación que a la fecha es compartida por personas que
han llegado a saber mucho sobre la vida secreta del MURO y
de otros grupos similares.
Si para unos el MURO representó una experiencia
importante pero pasajera, para otros fue el inicio o uno de
los inicios de una vida dedicada al activismo conservador,
vidas que, como la de Ramón Plata, terminaron prematura-
mente, uno de los misterios todavía no aclarados de ese
grupo y de sus actividades.
Hay así, lo que podemos llamar una “historia blanca”
y una “historia negra” del MURO, una historia de aventura y
heroísmo juvenil, otra que termina en dramáticas situaciones,
una de cuyas peores facetas es la hostilidad o el “ninguno”
hacia alguien por parte de sus propios correligionarios. Esas
historias aparecen en largas conversaciones confidenciales,
o se han perdido quizás para siempre en algún oscuro

27
confesionario, o asoman sus rastros en algún cementerio o
en alguna vieja casa de México, de Puebla o de Monterrey.
Por otra parte, creo que una de las lecciones que se
podría aprender de la historia del MURO, desde el punto de
vista ético, es que los extremismos, de cualquier signo
ideológico suelen producir consecuencias deplorables.
Sucedió hace varias décadas en el caso del MURO y apenas
ayer con un conservadurismo católico que, estimulado por
el derrumbe del priísmo y por el pontificado de Juan Pablo
II, quiso revivir proyectos de los años treinta, como la censura
y la prohibición de la educación sexual, y tuvieron que
enfrentarse a una sociedad mexicana que resultó mucho
más liberal de lo que pensaban. Puesto que las modas suelen
generar excesos, hoy se perfila la existencia de otro tipo de
extremismos; por ejemplo, extremismos feministas que en
la práctica ya están dando lugar a distintos tipos de abusos
y retrocesos, evidenciados por las arbitrariedades cometidas
dentro de muchos grupos de corte feminista, fincadas en el
supuesto valor de los sentimientos sobre la razón, así como
en un discurso maniqueo que comienza ya a negar la dignidad
personal del género masculino. Al escuchar hace pocos años
en una reunión a una “teórica” feminista alardear de su
apego al feminismo y sostener la tesis de que el hombre
aprende a someter a las mujeres desde que nace, así como
negar la posibilidad de una solidaridad de las mujeres para
apoyar al varón en su función paternal, porque “eso es un
problema de los hombres en el que no deberían intervenir
las mujeres”, pensé inmediatamente en el MURO y en otros
grupos similares. Hace varias décadas, esos grupos operaban
en un contexto ideológico diferente, sin embargo, se dirían
animados de un maniqueísmo similar al de algunos
feminismos de hoy en día, y de una retórica desmesurada,

28
que seguramente recorrerán un camino similar al de esos
grupos, cuando ante la sociedad y ante el sentido común, y
no ante pequeños grupos de creyentes en sus mismos dog-
mas, tengan que exponer sus planteamientos.
Básicamente, este libro está estructurado como un
relato de las acciones del MURO, de 1962 en adelante, y en
general los datos aparecen en orden cronológico. Sin em-
bargo, en algunos casos se amplía la información referente
a algunos episodios especialmente significativos, mediante
apartados especiales, donde se rompe esa orden cronológico
hasta terminar el relato de los episodios en cuestión. Entre
éstos se cuenta, por ejemplo, el bombazo contra el periódico
El Día y sus secuelas en 1965, las campañas del MURO con-
tra Chávez, que abarcan de 1962 a 1966, la expansión del
MURO del DF hacia Puebla, Morelia y Guanajuato, en los
sesenta; la muerte de Ramón Plata, a quien se le considera
uno de los fundadores del MURO, en 1979, etcétera.
Entre las principales limitaciones de este trabajo está
la de no abundar en información de contexto, para concen-
trarse en las actividades particulares desarrolladas por el
MURO. Esta carencia en el texto se ha suplido hasta cierto
punto con notas informativas al final de cada capítulo, que
incluyen perfiles de personajes y datos sobre organizaciones
y hechos históricos.
Otra carencia, que muestra a la vez la riqueza del
tema, es la de no poder materialmente explorar con toda
profundidad las diversas aristas de la historia del MURO, pues
como el lector observará dicha historia tiene que ver lo mismo
con las vicisitudes de los periodos presidenciales y con
hechos tan importantes como la masacre del 2 de octubre y
el posterior surgimiento de una izquierda violenta y urbana,
como con intervenciones en México de parte de grupos

29
derechistas extranjeros, sobre todo del exilio cubano, pero
también grupos estadounidenses y centroamericanos; el
MURO tiene que ver también, de diversas maneras, con
muchísimos grupos, entre ellos los Tecos, GUIA, Yunque y
muchos otras organizaciones de la extrema derecha,
incluyendo a la Unión Nacional Sinarquista (UNS), y al Par-
tido Nacionalista Mexicano, así como la Unión Nacional de
Padres de Familia; todas ellas tuvieron que ver con momentos
importantes en las actividades del MURO, por lo cual
profundizar en su historia requeriría ampliar la investigación
referente a todos esos grupos, y desde luego, a las
trayectorias personales de quienes participaron en sucesos
aparentemente lejanos, de los años sesenta y setenta, pero
que siguen participando hoy en día en grupos y proyectos
de la derecha católica.
Sin pretensión alguna de agotar ese cúmulo de datos,
este trabajo aporta un acervo de información, mucha de
ella inédita, sobre la historia del MURO, al igual que datos
sobre sus conexiones con otros grupos y sobre las trayec-
torias políticas de algunos de sus miembros y dirigentes. Sin
embargo, mucho habrá que investigar para tener una visión
exacta de lo que en diferentes momentos de la historia ha
sido esa organización. Dicha investigación por fuerza ha de
vincularse a la de ciertas organizaciones secretas como
Yunque. Es una labor difícil por la naturaleza misma de esas
organizaciones que en su afán de mantener la secrecía
propician que incluso sus propios miembros tengan nociones
vagas acerca de los hechos básicos de su historia, y des-
conozcan incluso datos sobre sus dirigentes y sobre su estruc-
tura. A lo largo de la historia, las sociedades secretas han
desafiado hasta a los servicios de inteligencia y a las policías

30
secretas de los países donde operan, por lo que no es extraño
que, por ejemplo, en los archivos de la DFS encontremos
reflejadas la variedad de teorías que existen sobre Yunque
y sobre los aspectos secretos de las actividades y estructuras
del MURO.
Quiero manifestar mi mayor agradecimiento a Ignacio
Chávez de la Lama por haberme aportado muchos docu-
mentos que parcial o totalmente se reproducen en este
trabajo. Además, gracias a su buena disposición pude tener
acceso al archivo personal del rector Ignacio Chávez, que
contiene numerosas carpetas con valiosa información de
prensa, año por año, de los sucesos universitarios durante
su gestión.
Agradezco a Óscar González López, por brindarme
en diversas ocasiones su testimonio personal sobre los
hechos en los que participó hace más de cuatro décadas, y
por su invaluable ayuda para obtener otros testimonios
personales sobre la vida universitaria y política en los años
sesenta, lo mismo que a Gilberto Herrera Medina, a Carlos
Mastretta, quien de manera franca y cordial tuvo a bien
comentarme sus experiencias dentro del MURO, vistas a cuatro
décadas de distancia; así como a Alfonso Yáñez Delgado,
director del Archivo Histórico de la Universidad Autónoma
de Puebla, y a Humberto Sotelo por haberme proporcionado
sus escritos y sobre todo sus orientaciones sobre la historia
de la extrema derecha en Puebla; así también a todas las
personas que gentilmente me proporcionaron sus testimonios
sobre las actividades del MURO y de otras organizaciones; lo
mismo que al personal de la biblioteca Miguel Lerdo de
Tejada, y de la Hemeroteca Nacional; al licenciado Enrique
Cervantes, del centro de referencias del Archivo General

31
de la Nación, quien con sus orientaciones facilitó mi labor
de investigación en los diferentes acervos del AGN; al señor
Vicente Capelo y al personal a su cargo, de la Galería 1 de
ese archivo, donde se halla el acervo histórico de la DFS, que
fue una de las principales fuentes que se usaron para la
elaboración de este libro.

1
Nacido en Sayula, Veracruz, el 27 de septiembre de 1903, Miguel Alemán
Valdés estudió en la Escuela Nacional Preparatoria en la ciudad de México;
y su licenciatura en derecho, en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, de
1925 a 1928. Su padre, que era miltiar, murió en combate en 1929. Trabajó
en 1931en la Secretaría de Agricultura y Fomento, como abogado auxiliar,
así como en la Junta de Conciliación y Arbitraje. Fue diputado suplente
por Puerto México (Coatzacoalcos) en 1932 y en 1934 participó en la
organización de la campaña cardenista en Veracruz. En 1935 fue nombrado
magistrado del Tribunal Superior de Justicia del DF, en 1936, senador de
la República; gobernador de Veracruz, el 1 de diciembre de ese año. En
1939 se unió como secretario general a la campaña de Ávila Camacho. En
1940 se integró como secretario de gobernación al gabinete de Ávila
Camacho. De 1946 a 1952 fue presidente de la república, y en 1952
inauguró Ciudad Universitaria de la UNAM. En 1961, Adolfo López Mateos
lo designó presidente del Consejo Nacional de Turismo, cargo que ocupó
hasta su muerte, ocurrida el 14 de mayo de 1983 en su domicilio particu-
lar. (vid. Miguel Alemán Valdés, Remembranzas y testimonios, Grijalbo,
México, 1987, passim).
2
Ed. facsimilar, Valle de México, México, 1975, vol. I, p. vii.

32
CAPÍTULO I

DEL MONCADA A LA UNAM

El preludio del MURO se gestó en una época marcada por la


omnipresencia de la Guerra Fría y por la identificación del
comunismo como enemigo común de católicos y liberales.
En particular, la revolución cubana polarizó las fuerzas
políticas de México, de manera similar a como había ocurrido
en la década de los treinta entre franquistas y antifranquistas,
con motivo de la Guerra Civil Española. En aquella época,
sectores del clero y de la derecha católica idealizaban a
Franco al grado de pregonar como modelo para México la
dictadura católica que había implantado en España. En los
sesenta, el fantasma del comunismo acercó al oficialismo a
personajes de la extrema derecha, o sirvió como pretexto
para ello a la vez que “derechizó” a sectores del oficialismo.
Ambos coincidían en el apoyo a las tendencias antico-
munistas de Adolfo López Mateos1 y en el rechazo al “peligro
comunista” proveniente de los países de “detrás de la cortina
de hierro” y sobre todo de Cuba.
Por ejemplo, en las páginas de su periódico Atisbos,
el otrora dirigente de la Asociación Católica de la Juventud
Mexicana (ACJM) y de las fuerzas cristeras, René Capistrán
Garza,2 elogiaba calurosamente a López Mateos, se mos-
traba con frecuencia inusitadamente indulgente hacia el PRI
e invariablemente implacable contra el Popular Socialista y
contra Vicente Lombardo Toledano (el “paposo” se le decía
en las página de Atisbos, por referencia a las siglas de ese
partido), y sobre todo contra Fidel Castro y sus simpatizantes.

33
El barbado personaje que polarizaba las fuerzas en
torno a esa lucha ideológica gestó su epopeya en la toma
del cuartel Moncada, en la lucha armada contra Batista y, a
su triunfo, en las consecuentes purgas de disidentes y en la
consolidación de una vía cubana al socialismo luego de la
derrota de la invasión de Playa Girón, en abril de 1961.3
Alegando la oposición al comunismo y particularmente al
castrismo, al que concebían como una inminente amenaza
para México, personajes importantes de la extrema derecha
católica se acercarían episódicamente a los sectores más
derechistas del oficialismo, en una coalición de fuerzas que
apoyaba las medidas anticomunistas de López Mateos y
que se manifestaría luego con toda su fuerza en 1968, en
respaldo a la represión ejercida por Díaz Ordaz contra el
movimiento estudiantil.
Una y otra vez, Capistrán Garza y otros comuni-
cadores e ideólogos del anticomunismo acusaban a depen-
dencias y funcionarios de la UNAM de ser promotores de las
ideas comunistas.
Ese cargo había sido lanzado contra Nabor Carrillo4
y luego contra su sucesor, el eminente cardiólogo Ignacio
Chávez,5 quien ocupó la rectoría de la UNAM a partir del 19
de enero de 1961.
Tales acusaciones se agudizaron, no del todo sin
fundamento, luego de la fracasada invasión de Playa Girón,
que fue anticipada y aplaudida desde Atisbos, publicación
que no disimuló su regocijo cuando los “granaderos” arre-
metieron contra una manifestación de apoyo a Fidel Castro,
que se llevó a cabo en la ciudad de México. Las gráficas de
Atisbos muestran por ejemplo a un joven arrodillado que,
aclaran los editores, no estaba rezando por la victoria de
Fidel, sino que había sido ya puesto en orden por los ga-

34
rrotes de una pareja de granaderos que estaba pasando a
su lado.
El 18 de abril de 1961, esto es, en plena invasión de
Cuba, Atisbos afirmaba que “la Universidad está dominada
por la huestes de la antipatria” y denunciaba que el 16 de
abril a las dos de la tarde se estuvo transmitiendo por Radio
Universidad un “lacrimógeno comunicado” de Fidel Castro
y del entonces presidente cubano Osvaldo Dorticós, donde
se exhortaba a ayudar a Cuba, agredida por “el mayor
enemigo de la Humanidad, el imperialismo norteamericano”6
Señalaba Atisbos:

Cuba no ha sido agredida por el imperialismo norte-


americano, las fuerzas de la invasión son cubanas,7 están
formadas por hombres que ansían liberar a Cuba de la
esclavitud roja y de esa brutal dictadura de perturbados
mentales y de tarados que sólo ha llevado a Cuba la muerte,
la traición, la miseria y la ignominia. El mayor enemigo del
género humano es el imperialismo soviético...8

Ese mismo día, la mencionada publicación reproducía


la portada y primera página de unos apuntes titulados Prin-
cipios elementales del marxismo, publicados por Ediciones
del Grupo Germán de Campo, fechados en 1961. Se pre-
guntaba dicha publicación:

...¿Quiénes integran este grupo Germán de Campo, tan


interesado en meter a Marx en los cerebros de nuestros
jóvenes? ¿Andará por ahí la ágil mano del secretario del
rector, del conocido rojillo Luis Villoro Toranzo? 9

35
Los apuntes en cuestión, de los cuales Atisbos repro-
ducía algunos pasajes, reflejaban una visión esquemática y
simplista de la naturaleza de la filosofía y de la vida social.
Afirmaban por ejemplo:

El materialismo ha sido siempre la doctrina de las clases


revolucionarias. Las clases dominantes glorifican siempre
el idealismo. En una sociedad fundada sobre la explotación,
las clases en el poder tienen siempre interés en hacer creer
en la existencia de un mundo “mejor”, en un más allá, a fin de
disimular las condiciones de explotación y prometer a las
masas en el cielo una recompensa por sus sufrimientos.10

Atisbos acusaba al entonces rector de la Universidad,


Ignacio Chávez, de que “...no ignoró desde el primer
momento que su secretario particular —Luis Villoro
Toranzo— era uno de los comunistas más connotados en-
tre el intelectualismo sovietizante de México”.
Una semana después, la misma publicación informaba
de un choque en Puebla entre los “rojos” y los “antico-
munistas” también con motivo de la polémica en torno al
régimen de Castro.
De acuerdo con Atisbos, el 24 de abril de 1961, a las
seis de la tarde, se registró en la ciudad de Puebla una
“gigantesca manifestación organizada por el FUA”, para
oponerse al régimen cubano. Más de dos mil estudiantes
participaron en esa concentración anticastrista en la plaza
principal de Puebla. Fueron oradores en ese acto Manuel
Antonio Díaz Cid, —presidente del Frente Universitario
Anticomunista— José Antonio Díaz Vivar y David Bravo.
La manifestación fue atacada por una contramanifestación
comunista capitaneada por Rafael Gutiérrez Amezcua y
Enrique Cabrera. Entre los dos grupos

36
... se entabló una feroz pelea... con saldo de varios heridos
por ambas partes. Los anticomunistas lograron imponerse
haciendo huir a los rojillos a toda velocidad.
Una vez que los manifestantes hicieron huir a los comu-
nistas, con gran emoción entonaron el himno nacional,
sintiendo en esos momentos que hacían un acto de
afirmación mexicana frente a los mercenarios de Moscú.11

Al final de la nota se acusa a Isaac Wasserman,


Benito Toiber y Jacobo Hamberguiam, de financiar la
“agitación roja” en el estado de Puebla.
En ese mismo día, dicha publicación reproducía
declaraciones de Jorge Prieto Laurens, como presidente de
la Confederación Interamericana de Defensa del Continente
(CIDC); donde se refería a los “comunistas criollos” que
apoyaban a Castro y atacaban a López Mateos: Jaime García
Terrés, Henrique González Casanova, Eli de Gortari, quienes
“instigaron a los estudiantes para que hicieran alborotos. Lo
mismo el agitador Wilebaldo Lara, en el Politécnico...”12
En su libro La manipulación de la fe, cuya primera
edición fue publicada en 1996, Alfonso Yáñez Delgado re-
lata los hechos, desde el punto de vista opuesto. Afirma que
en aquellos días, las amenazas de Estados Unidos a Cuba:

estimulan en México la violencia: se hace cada vez más


visible, activa y provocadora la coalición que abarca a los
partidos y grupos derechistas, desde el sinarquismo hasta
Acción Nacional, pasando por otros de menor significado
pero de mayor respuesta provocadora, como lo fueron en
su tiempo el FUA y algunos grupos patronales de Puebla,
quienes organizan para el 24 de abril de ese 1961, una
manifestación de repudio al gobierno de Fidel Castro.

37
Del viejo proyecto para excluir de la UAP a todas las
corrientes del pensamiento liberal y progresista, se pasa a
la exigencia de ruptura de relaciones con Cuba y a la
denuncia de que el gobierno o una parte de él es filoco-
munista y parte de su estrategia es implantar los libros de
texto gratuitos considerados “comunizantes”.
Cabe señalar que después de conocida la derrota de los
mercenarios cubanos, por toda la ciudad de Puebla apa-
recen símbolos del cristianismo, leyendas que juzgan como
asesino a Fidel Castro y proclaman “Cristianismo sí,
comunismo no”. Entre el 20 y 24 de abril los periódicos La
Voz de Puebla, El Sol de Puebla y Diario de Puebla
promueven profusamente el acto anticomunista del 24 de
abril.
En las primeras horas del 24 de abril, los organizadores de
la manifestación intensificaron su campaña, para responder
a los actos de solidaridad con Cuba.
A las diez de la mañana, un grupo de cuarenta personas
llegaron al edificio Carolino con el grito de “Cristianismo
sí, comunismo no”, repartiendo propaganda anticastrista.
Minutos después salieron al paso de alumnos de leyes,
preparatoria e ingeniería civil, siendo golpeados los
estudiantes Enrique Cabrera Barroso y Antonio Oropeza,
entre otros.
Según La Opinión, minutos antes de las 13 horas un grupo
de aproximadamente cincuenta jóvenes, que dijeron ser
alumnos del Colegio Benavente, se presentaron a las
puertas de la universidad y lanzando toda clase de impro-
perios agredieron físicamente a los universitarios. De hecho
fue el segundo choque del día, aunque éste se resolvió
rápidamente en favor de los segundos quienes, cerca de
300, convocaron a una asamblea urgente.

38
Al filo de las 17:30 empezó a recorrer las calles de la ciudad
una camioneta color azul y blanco anunciando el mitin del
FUA, y minutos después un numeroso contingente de estu-
diantes de los colegios Oriente, Benavente y Carlos Pereyra
se congregaron frente al restaurante Royalty, llevando
como líder al estudiante Manuel Díaz Cid, el primer orador
de ese acto.
Otros oradores, dice La Opinión, condenaron al gobierno
de Castro Ruz, al comunismo soviético, al imperialismo
yanqui y después dijeron que había que acabar con los
comunistas que “infestan la Universidad”. las palabras de
los segundos oradores caldearon los ánimos y serían las
18.30 cuando un grupo de universitarios, encabezados por
Enrique Cabrera Barroso, llegaron al zócalo con las porras
siguientes: “Ua, úa, úa, que chingue a su madre el FUA”.
No terminaron de lanzar las porras cuando el grupo
opositor, armado con varillas, pedazos de manguera rellenas
de tierra, cadenas, bóxers, etcétera, arremetió contra ellos.
Debido a su superioridad numérica y logística, los estu-
diantes del FUA y de los colegios particulares se impusieron,
saliendo gravemente heridos varios universitarios: Enrique
Jiménez, Arturo Guzmán, Carlos Muñoz y otros que fueron
atendidos en el Hospital General, que les abrió sus puertas.
Durante el encuentro, señala La Opinión, aparecieron el
teniente coronel Arturo Cepeda Venegas y el mayor Felipe
Flores Narro, quienes se limitaron a presenciar los hechos
sin intervenir. En la esquina de Reforma y 5 de mayo dos
jeeps del ejército permanecieron a la expectativa.13

En mayo de 1961, Política publicó que el 25 de abril


en Puebla se había creado el llamado Comité Coordinador
de la Iniciativa Privada, que agrupaba a cámaras industriales
y comerciales y a clubes de rotarios, leones, sembradores

39
de la amistad, etcétera, mismo que exigió a las autoridades
medidas represivas contra las “tropelías” y el “vandalismo”
de los estudiantes de izquierda.14
Según Política, el jueves 27 de abril, los miembros
de dicho Comité se entrevistaron con el gobernador de
Puebla, Fausto Ortega, y le entregaron un memorial, “casi
un ultimatum” en el que exigían la adopción de severas
medidas represivas no sólo contra los estudiantes y los
partidarios de Cuba, sino contra todos aquellos que en lo
futuro “transgredan la paz social”...15
El memorial contenía los siguientes puntos:

I. Exigir el total y completo restablecimiento del orden


jurídico e institucional en la ciudad de Puebla. Que a este
fin se empleen los medios conducentes, entre ellos:
La consignación de cualquier elemento perturbador.
La prevención de todo desorden, a cuyo efecto se dotará
a la ciudad de puebla de un cuerpo de policía suficiente en
número y dotado de los elementos necesarios para combatir
los desórdenes.
En una palabra, que la autoridad pública tome conciencia
de su función y existencia y sea custodio efectivo de la
vida pública, de la integridad física de su población y del
respeto a la persona humana y a la propiedad privada.
II. La supresión inmediata de los focos perturbadores y la
destitución, consignación y castigo de los responsables.
III. La declaración, por todos los medios de difusión, que
haga el gobierno del Estado, de que ha adoptado todas las
medidas necesarias para mantener y conservar el orden, la
paz y la tranquilidad de los poblanos; su firme actitud de
reprimir con toda energía y sin ningún miramiento cualquier
brote de agitación y la promesa de que serían perseguidos y
severamente castigados los que transgredan la paz social.

40
IV. Como estas medidas tienden al fortalecimiento del
Estado, al respeto a la ley y al mantenimiento del orden
jurídico, la ciudadanía de Puebla espera su inmediata
adopción por parte de todas las autoridades, y en particu-
lar por el Ejecutivo del estado.
V. En vista de que el peligro es actual y no futuro ni
hipotético, como lo demuestran los hechos acaecidos y
los avisos que estamos recibiendo de que vienen a Puebla
refuerzos comunistas para los agitadores, la ciudadanía
exige que desde este momento el Ejército patrulle y proteja
la ciudad y se comprometa a reprimir con toda energía
cualquier desorden que ocurra, para cuyo efecto el C. Jefe
de la Zona deberá obtener la autorización de sus superiores
y comunicarlo al pueblo por todos los medios de difusión.16

Los representantes del Comité se entrevistaron con


el general Rodríguez Familiar, jefe de la zona militar, para
exigir la intervención del ejército y el otorgamiento de
“garantías”, lo que el militar encontró injustificado pues
consideraba que Puebla estaba en absoluta calma y que por
otra parte, las órdenes que tenía de la Secretaría de la
Defensa eran de intervenir únicamente si ocurrían altera-
ciones del orden que la policía fuera incapaz de reprimir, lo
cual no había sucedido.17
“Sin embargo, Rodríguez Familiar tomó medidas para
mantener el orden: mandó recoger las armas de fuego
modernas que se habían entregado al colegio Benavente
para la instrucción de los alumnos en edad militar”.18
Ante las exigencias del Comité, el gobernador de
Puebla manifestó: “No me convertiré en asesino de
estudiantes”.19
Ante ello, el Comité aplicó medidas de presión como
anunciar la suspensión del pago de impuestos y de cuotas

41
del Seguro Social y un cierre general del comercio para el
viernes 28. Se anunció también el propósito de organizar
una especie de policía privada para “repeler la fuerza con la
fuerza”, así como de ir a la ciudad de México para presionar
al gobierno federal.20
Además, el viernes 28, coincidiendo con el paro co-
mercial organizado por las agrupaciones patronales y grupos
anticomunistas,

... el Comité envía representantes a la ciudad de México.


Los encabeza el Arquitecto Mastretta Arista, socio del
norteamericano William Jenkins en varias compañías
constructoras. Aunque intentan entrevistarse con el pre-
sidente de la República, sólo los recibe el secretario de
Gobernación, Lic. Gustavo Díaz Ordaz, poblano adoptivo,
quien, según boletín del Comité, manifiesta “que las
peticiones contenidas en el aludido memorial son justas y
legítimas y que desde luego dictará las disposiciones
conducentes para mantener el orden y garantizar así el
resto a los derechos ciudadanos”. Promete también, según
contó Mastretta a sus íntimos, que se enviarán cascos de
acero y bombas lacrimógenas a los policías poblanos para
que se conviertan en granaderos.

El Comité obtiene seguridades de que se actuará con


mano de hierro, y así lo anuncia el domingo 30, en un mani-
fiesto público:

Las autoridades ya han atendido a los puntos tres, cuatro


y cinco de este memorial, con las declaraciones hechas a la
prensa y con la noticia de que ya se dotó al cuerpo policiaco
de implementos apropiados para combatir desórdenes.21

42
Por su parte, en aquellos días. Prieto Laurens denun-
ciaba que Cuauhtémoc Cárdenas tenía un “modesto contrato
del gobierno en la Cuenca del Balsas” y “la Universidad
Obrera22 recibe anualmente un millón de pesos de la Se-
cretaría de Educación”.23
Por otra parte, en el ámbito nacional, López Mateos
había llevado a cabo persecuciones anticomunistas. Cabe
recordar que en agosto de 1960, había sido encarcelado
David Alfaro Siqueiros, presidente del Partido Comunista
Mexicano, por el delito de “disolución social”. Otros perso-
najes de la izquierda que serían encarcelados por el mismo
motivo fueron: el dirigente ferrocarrilero, Demetrio Vallejo
y el líder de los maestros, Othón Salazar, quien fue encar-
celado en 1959 mientras que el líder campesino Rubén Jara-
millo y su familia fueron asesinados por miembros del ejército.
Este último hecho ocurrió el 23 de mayo de 1962, y
sobre él publicó la revista Política:

Pocas veces, ni aun durante la dictadura porfiriana, se había


cometido en México un asesinato político tan bestial como
el del líder campesino Rubén Jaramillo y su familia,
acribillados a balazos el 23 de mayo, en las cercanías de
Xochicalco, Estado de Morelos.24

Al respecto, la Vanguardia de la Juventud Salva-


doreña enviaba el siguiente mensaje al presidente López
Mateos:

La forma como asesinaron a Jaramillo y su familia es una


muestra clara de que las fuerzas policiales al servicio de su
gobierno están al día en el arte fascista de masacrar a los
pueblos y asesinar a sus dirigentes. La muerte de Jaramillo

43
y su familia sigue a los encarcelamientos de David Alfaro
Siqueiros, Demetrio Vallejo y otros enjuiciados y conde-
nados injustamente a largas penas por el único delito de
luchar por las reivindicaciones populares. Señor presidente:
los pueblos nunca duermen ni se estancan, solamente curan
sus heridas y prosiguen la marcha hacia su victoria final. Y
el pueblo mexicano que en épocas anteriores ha demos-
trado su valentía y combatividad se liberará definitivamente
y ajusticiará legalmente y no con fraudes a los vendepatrias
traidores y masacradores.25

Las circunstancias del encarcelamiento de Demetrio


Vallejo, de Filomeno Mata y de Siqueiros, entre otros, ilustran
los extremos de implacable represión a los que llegó López
Mateos en un anticomunismo que era acogido con bene-
plácito por el sector empresarial y por grupos de la derecha
católica. Demetrio Vallejo fue aprehendido el 28 de marzo
de 1959 a las catorce horas, después de haber declarado un
paro general de ferrocarriles, que la gerencia de los
Ferrocarriles Nacionales calificó como “acción subversiva
con móviles políticos”.26
Por atreverse a ir a la huelga, 400 ferrocarrileros fueron
despedidos y Vallejo fue encarcelado, acusado de “disolución
social” y de “ataques a las vías de comunicación”. Se habló
incluso de militarizar los ferrocarriles y la administración de
los ferrocarriles se manifestó convencida de que

es indispensable restituir el orden y la disciplina, sin


menoscabo de las prestaciones contractuales, y no tran-
sigirá ni aceptará arreglo alguno que se finque en un
perjuicio a las líneas nacionales o aliente la indisciplina o
el relajamiento del sistema.27

44
Finalmente, la sentencia contra Vallejo fue de 16 años
de cárcel. Poco tiempo después, fueron aprehendidos Valentín
Campa, Dionisio Encinas y otros líderes sociales. Campa fue
sentenciado a diez años y dos meses de prisión por el delito
de disolución social. Posteriormente, comentaría: “el juez me
condenó por una intención: usted quería derrocar al presidente
López Mateos”.28
Por su parte, Siqueiros fue detenido a las diez de la
noche el 9 de agosto de 1960, como “instigador de desórdenes
públicos”, al igual que Filomeno Mata Jr. ese día habían
tenido lugar enfrentamientos en el primer cuadro de la ciudad
entre estudiantes y policías; pues los primeros pretendieron
realizar una manifestación “para la que no habían solicitado
permiso y fueron dispersados por la policía”, cuando trataron
de llegar al Palacio Nacional.
Varios estudiantes y policías resultaron heridos y “du-
rante las escaramuzas los escandalosos fueron bañados por
los bomberos con agua teñida de azul, así fue fácil identificarlos
más tarde”.
En su nota publicada el 10 de agosto de 1961, El Uni-
versal describía a Filomeno Mata como “director de un libreto
comunista” y reproducía la versión de que en la madrugada
de ese día había habido indicios de que la Escuela Normal de
Maestros sería ocupada por el ejército “para limpiar el foco
comunista allí localizado”. Todo esto sucedía en el marco del
movimiento normalista de febrero a septiembre de 1960.
Alfaro Siqueiros y Filomeno Mata fueron condenados
por “disolución social” a ocho años de cárcel y puestos en
libertad por indulto cuando llevaban cuatro años de prisión.29
El instrumento jurídico que usaba el régimen de López
Mateos y que usaría también el de Díaz Ordaz contra los
“comunistas” era el delito de disolución social, introducido

45
por decreto del 30 de octubre de 1941 por Manuel Ávila
Camacho, durante la segunda guerra mundial, con la
intención de reprimir a los agentes de las potencias del eje
que con motivo del conflicto atentaran contra México.
Posteriormente, Miguel Alemán aumentó las san-
ciones a los infractores del artículo 145, que tipificaba ese
delito, y que originalmente era de dos a seis años, para fijarla
en un máximo de doce años y un mínimo de dos, además de
que añadió un párrafo (el cuarto) para incluir en el artículo
el castigo a quienes hicieran actos “subversivos”, con lo
cual el artículo quedó afinado como instrumento de represión
contra los movimientos sociales.
En su versión vigente durante el periodo de López
Mateos y el de Díaz Ordaz, el artículo 145 decía a la letra:

Se aplicará prisión de dos a doce años y multa de mil a diez


mil pesos, al extranjero o nacional mexicano que, en forma
hablado o escrita, o por cualquier otro medio, realice propa-
ganda política entre extranjeros o entre nacionales mexi-
canos, difundiendo ideas, programas o normas de acción
de cualquier Gobierno extranjero que perturben el orden
público o afecten la soberanía del Estado mexicano.
Se perturba el orden público cuando los actos determinados
en el párrafo anterior, tiendan a producir rebelión, sedición,
asonada o motín.
Se afecta la soberanía nacional cuando dichos actos
puedan poner en peligro la integridad territorial de la
República, obstaculicen el funcionamiento de sus institu-
ciones legítimas o propaguen el desacato de parte de los
nacionales mexicanos a sus deberes cívicos.
Se aplicarán las mismas penas al extranjero o nacional
mexicano que por cualquier medio induzca o incite a uno o
más individuos a que realicen actos de sabotaje, a subvertir

46
la vida institucional del país, o realice actos de provocación
con fines de perturbación del orden o la paz pública, y al
que efectúe tales actos. En el caso de que los mismos
actos constituyan otros delitos, se aplicarán además las
sanciones de éstos.
Se aplicará prisión de diez a veinte años, al extranjero o
nacional mexicano que, en cualquier forma, realice actos
de cualquier naturaleza, que preparen material o moralmente
la invasión del territorio nacional o la sumisión del país a
cualquier Gobierno extranjero.
Cuando el sentenciado, en el caso de los párrafos ante-
riores, sea un extranjero, las penas a que antes se ha hecho
referencia se aplicarán sin perjuicio de la facultad que con-
cede al presidente de la República el artículo 33 de la
Constitución.

De acuerdo con el artículo 145 bis, el anterior se


consideraba un delito de carácter político.
En México, el anticomunismo era bandera lo mismo
de la Iglesia, aunque dividida ésta en sectores muy diferentes
entre sí, como del sector empresarial.
En sus memorias, Hugo Salinas Price, describe cómo
se fue gestando su activismo anticastrista:

En enero de 1959, ocurrió algo que hizo temblar a todo


México —a algunos de gusto, a muchos de miedo—. Llegó
Fidel Castro al poder en La Habana. A mí jamás me engañó
Fidel. En 1958 fui al cine en una ocasión y proyectaron un
documental sobre Cuba, hecho por el Sindicato de Traba-
jadores Azucareros en México. Ponía por los suelos al
entonces presidente de Cuba, Fulgencio Batista, y la
“explotación” del trabajador azucarero, y por los cielos las
esperanzas de redención cuando llegara la revolución al

47
poder. Era un documental propagandístico precioso, desde
el punto de vista artístico. Desde ese momento dije: “Fidel
es comunista, ese reportaje lleva todas las señas de ser
obra de intelectos comunistas. No hay la menor duda”,
aparentemente en Washington no quisieron darse cuenta...
pero esa es harina de otro costal.
Al llegar Fidel al poder, como yo era joven, me puse de
“activista”. Compré una pequeña máquina offset y comencé
a imprimir envíos “anticomunistas” a todas las listas de
correos que pude conseguir; compañías, empresarios, perió-
dicos, escritores. Recuerdo que me parecía una traición a la
libertad que la Nestlé de México, dirigida por el licenciado
Represas, pusiera sus anuncios en la revista Siempre!, que
a mis ojos era de marcada tendencia comunista. Por un tiempo
envié al extranjero un reporte, el “Mexican-American
Repport”, en inglés. Con el tiempo abandoné todo envío de
materiales. Sólo costaba y no alcanzaba yo a salvar al mundo.
Y por lo que toca a andar ilustrando a los yanquis sobre las
realidades en México, llegué a la conclusión de que mi labor
no sólo no sería agradecida por nadie, sino que me podía
costar la vida.30

En 1961, la CONCANACO afirmaría que el comunismo era


“la más peligrosa rebelión de la barbarie frente a nuestra
civilización occidental” y que sus promotores pretendían
“esclavizar a México y a los mexicanos”. Por su parte, la iglesia
católica había emprendido su propia cruzada anticomunista,
que llegaría a resumirse en la consigna “Cristianismo sí,
comunismo no”.
En el año de 1961, la Acción Católica Mexicana
(ACM) elaboraba pequeños carteles para ser puestos en las
puertas y ventanas de casas particulares, con la leyenda
“Comunismo no, cristianismo sí”.

48
En el mismo año, organizaron ciclos de conferencias,
para hombres y mujeres, en las que se atacaba al comunismo,
leyéndose cartas de ciudadanos procedentes de Cuba, en
las que afirmaban que en ese país, por medio del terror,
obligaban a los católicos a seguir una serie de prácticas
procastristas.
Además, entre los asistentes a templos, mercados,
cines y lugares públicos, se estuvo distribuyendo un folleto
con el título de “Al pueblo católico de México. Adelante por
Jesucristo”, que decía entre otras cosas: “Me proveeré de
armas y municiones a fin de estar listo para cuando se me
dé la orden o me sea ordenado defender a la Iglesia, ya
como individuo o en la milicia del Papa. Comunismo No.
Cristianismo Sí”.31
A la vez, jerarcas católicos insistían en reivindicar
sus luchas contra el liberalismo y contra la revolución
mexicana, de tal suerte que el 23 de septiembre de 1961, en
la Basílica de Guadalupe, Miguel Darío Miranda ofició una
misa para “honrar la memoria de quienes murieron por Dios
y por la Patria”,32 es decir de los cristeros.
El 6 de noviembre de 1963, en las oficinas de la ACM,
Sergio Ochoa y Horacio Guajardo opinaron en relación con
la postulación del licenciado Díaz Ordaz como candidato
del PRI a la presidencia de la república, que “a pesar de ser
católico, era posible que ahora renegara de sus creencias”.33
Si los aspectos anticomunistas de López Mateos
complacían a esos sectores, otras medidas de su gobierno,
como la de mantener las relaciones diplomáticas con Cuba,
brindándole así un apoyo implícito, lo mismo que la defensa
de la educación laica y de la retórica de la revolución
mexicana, fueron puntos que motivaron el activismo opositor
de grupos de filiación católica y la inconformidad de
personajes del sector empresarial, quienes llegaron a calificar

49
a López Mateos de “comunista” cuando pretendió obligar a
las empresas al reparto de utilidades entre sus trabajadores.
En 1961, un articulista señalaba que “...hasta al propio señor
presidente se le consideró comunistoide con motivo de la
nacionalización de la industria eléctrica, ocasionando con
ello muy serios perjuicios al país”. 34
El 15 de febrero de 1963, en las oficinas de la Acción
Católica Mexicana, el dirigente panista José González Torres
sustentaba una conferencia sobre el tema Teoría Política
de México, en la que dijo:

el comunismo es un monopolio igual que el gobierno; el


primero porque se apodera de las mentes y el segundo
porque trata de inculcar a los niños una educación que no
va de acuerdo con las creencias católicas, sin ponerse a
pensar que los niños no están capacitados para escoger la
doctrina que más le convenga.35

Por su parte, la Unión Nacional Sinarquista (UNS)


estaba muy activa también en la propaganda anticomunista,
que difundía por muy variados medios, por ejemplo,

el 23 de agosto de 1963, a las 20.30 horas, en el Centro


Cultural de Nuestra Señora de Fátima, ubicado en Norte
84-A número 45-13 Colonia Nueva Tenochtitlán, DF, el
profesor Isidro Vélez Avilés sustentó una conferencia
titulada “El Comunismo contra Dios”, ante una asistencia
de 18 personas. El 20 de septiembre de 1961, dirigentes
sinarquistas afirmaron que el comunismo es una “doctrina
que deben combatir todos los buenos católicos, pues dicha
doctrina se viene infiltrando en México, sobre todo por la
condescendencia del gobierno”.36

50
Junto con el PAN, la Unión Nacional de Padres de
Familia (UNPF) y otros grupos conservadores, como la ACJM
(Asociación Católica de la Juventud Mexicana) y la UNS
llevaban a cabo un intenso activismo contra la educación
laica y desde luego contra los contenidos de educación
sexual.
Por ejemplo, el 9 de diciembre de 1962, en Guada-
lajara y en Monterrey, el Movimiento Familiar Cristiano
realizaba actos públicos para pedir la derogación del artículo
tercero constitucional.37
De 1960 a 1964 el presidente de la UNPF fue Ramón
Sánchez Medal, personaje con larga trayectoria en la
extrema derecha católica.
En junio de 1961, Sánchez Medal estuvo atacando a
funcionarios de la SEP porque apoyaban a maestros de
biología para que explicaran a los alumnos “de ambos sexos
que el origen del hombre es el evolucionismo de la teoría de
Darwin y no a la Gracia Divina, así como (que) el nacimiento
de los seres humanos se debe a la unión de dos personas de
sexo contrario”.38
En febrero de 1962, Sánchez Medal encabezó en
Monterrey la campaña contra los libros de texto gratuitos,
que llevaron a cabo la UNPF, junto con la Cruzada Regional
Anticomunista y el Frente Democrático Anticomunista, y
con el apoyo del Grupo Monterrey, encabezado por Eugenio
Garza Sada, así como el sacerdote y empresario Carlos
Álvarez, fundador de la Ciudad de los Niños. Consideraban
que los libros de texto gratuitos eran “comunizantes”, a la
vez que tildaban de “comunista” a López Mateos por sus
propuestas de modificar la legislación laboral y presionaban
para que el gobierno se declarara anticastrista en la Reunión
de Punta del Este.

51
Cabe señalar que el 23 de marzo de 196239 en San
Luis Potosí fueron consignadas varias personas ante el juez
tercero de lo penal por asociación delictuosa, resistencia de
particulares, injurias y amenazas, entre ellos Pablo Emilio
Madero, Ernesto Casasús Delgado y el ingeniero César
Morelos Zaragoza.
Según Madero y Casasús, habían ido de Monterrey
a San Luis Potosí a entrevistarse con el doctor Mercado
Aguirre, presidente de la Unión Estatal de Padres de Fa-
milia en esa entidad, para tratar temas relativos a las reac-
ciones en torno a los libros de texto.
Madero dijo ser cuñado del ingeniero César Morelos
Zaragoza “y por ello aceptó su invitación a tomar café en La
Lonja (nombre de un restaurante), donde fueron detenidos”.
Madero militaba en la Unión Neolonesa de Padres
de Familia, y al igual que Casasús Delgado “dijeron perte-
necer a organizaciones religiosas y al PAN.”
El Partido Demócrata Potosino, la Unión Neolonesa
de Padres de Familia y la Cámara Nacional de la Industria
de la Transformación protestaron por la detención.
El 24 de agosto de 1962, la DFS reportaba que Ramón
Sánchez Medal, dirigente de la UNPF, intensificaba sus
campañas “pugnando por la libertad de enseñanza, conforme
al criterio de los Padres de Familia”. Añadía: “se sabe que
este elemento cuenta con el respaldo del PAN y de la Iglesia
Católica para la celebración de conferencias en los Auditorios
de los templos y colegios particulares”.40
El 6 de diciembre de 1962, la DFS informaba:

El 11 actual se pondrá en venta el número 680 del periódico


Orden, órgano de difusión de la UNS en el que dicen que la
SEP, según la UNPF, que dirige Ramón Sánchez Medal, está
fraguando una infamia en contra de dicha Unión.41

52
A fines de ese mismo año, la UNPF lanzó una campaña
contra las autoridades educativas al difundir la falsa versión
de que las autoridades de la SEP estaban elaborando un
proyecto de Ley Reglamentaria del Artículo Tercero Consti-
tucional, misma que fue desmentida por el entonces secre-
tario de Educación, Jaime Torres Bodet.42
En su editorial del 12 de diciembre de ese año, en El
Día criticaba a la UNPF afirmando que creaba “agitaciones
artificiales” y que

cuentan con suficiente dinero para hacerlo, y para pagar


gacetillas periodísticas y publicidad: mucha publicidad.
También para mantener un aparato de agitación en varios
estados de la república ¿Qué es lo que pretende ese grupo
que dolosamente afirma actuar en nombre y representación
de los padres de familia? ¿De cuántos? ¿De qué clase so-
cial? Tan general, tan ambigua. tan imprecisa es la deno-
minación “padres de familia” que no deja lugar a duda sobre
la intención de una extensa organización que pudiera abarcar
a todos los mexicanos con hijos... Desde ahí comienza el
engaño. Un cebo de mala fe y de torcidos propósitos, encu-
biertos bajo una falsa apariencia de respetabilidad. Un
insulto, en fin, a los padres de familia mexicanos, que se
respetan como tales.
De las escandalosas actividades a que se dedica ese grupo
se colige: 1) Está íntimamente ligado al pequeño sector de
privilegiados, el más conservador, que todavía sueñan con
liquidar el legado de la Reforma Juarista y de la Revolución.
2) Se formó para atacar sistemáticamente todo progreso en
materia de educación que tienda a beneficiar a las clases
populares; 3) Su insistencia primordial en el artículo tercero
de la Constitución lo identifica con el Partido de Acción

53
Nacional y los sectores más fanáticos de la derecha. 4) Es,
además, dócil instrumento de quienes manejan en México
la propaganda de la “guerra fría”.43

En realidad, las especulaciones del Día, esencialmente


correctas, podrían haberse sustituido con datos precisos: la UNPF
fue fundada en 1917, con apoyo de la jerarquía católica para
luchar contra el artículo tercero constitucional; había apoyado
a las huestes cristeras en la guerra de 1926 a 1929 y en la
sangrienta cruzada contra la educación socialista en la época
de Cárdenas, y efectivamente es un grupo tradicionalmente
vinculado a sectores y personajes del PAN y recibió también el
apoyo de la Unión Nacional Sinarquista, a quien en 1964
Sánchez Medal agradecería su colaboración en la lucha por la
“libertad de enseñanza” en el Distrito Federal.44 Sánchez Medal
formaría ya en los años ochenta, la llamada “Comisión Mexicana
de los Derechos Humanos”, otro grupo conservador y, como
se ha mencionado, sería otro de los opositores del rector Chávez
por ciertos conatos de impartir educación sexual.
En lo que se refiere concretamente a la UNAM, el 7 de
abril de 1962, la Federación de Asociaciones de Padres de
Familia del DF pidió a la UNAM el cese de médicos que dieron
a varios grupos de jóvenes conferencias sobre “higiene íntima”
por considerarlas “inmorales”. Fernando Barberan Zetina y
Juan Manuel Gallástegui, presidente y secretario, respectiva-
mente, de esa federación, enviaron un escrito al rector Ignacio
Chávez para demandarle no sólo el cese de esas conferencias,
sino el castigo de los responsables de ellas.
Según ese escrito,

... dichas pláticas desorientan a nuestra juventud y con


ello obstaculizan la misión educativa de los padres... Al

54
obstaculizar esta misión, que sólo a los padres de familia
corresponde, se está atentando contra este derecho natu-
ral e indiscutible, puesto que la escuela, cualquiera que
sea el nivel de estudios que en ella se tenga, será sólo un
auxiliar de los padres en la educación de sus hijos.

También pedían en ese escrito que los médicos de la


UNAM se limitaran a practicar el examen médico y que “no
intervendrán ni en conferencias, pláticas o consejos perso-
nales, sobre los temas de higiene y educación sexual, los
que deberán ser tratados por los médicos de confianza de
cada escuela.” Proseguía el documento:

Que se investigue el origen de los hechos ocurridos a fin


de identificar a los autores intelectuales y materiales de los
mismos, y que se les imponga la sanción que corresponda,
llegando al cese, si es necesario, por el daño causado no
sólo a la juventud y a la sociedad, sino también al prestigio
de nuestra máxima casa de estudios, sanción que debe
servir de ejemplo para evitar que estos hechos se repitan,
tanto dentro como fuera de la Universidad.45

Según esas indicaciones, tendría que ser cesado el


doctor Pedro Ramos, director del Centro Médico Univer-
sitario, quien organizó los ciclos de conferencias.
Apenas dos días antes, el rector de la UNAM y repre-
sentantes de padres de familia del Instituto Patria habían
conversado sobre el problema de las clases de higiene íntima.
El presidente de los padres de familia de esa escuela era en
ese entonces Alfredo Reynoso Obregón, quien fungía a la
vez como “secretario del Consejo de Administración de la
Compañía de Luz”.46

55
El rector Ignacio Chávez señaló que se había “abul-
tado el valor del asunto”, haciendo una tempestad en un
vaso de agua, y agregó que “algunas personas estuvieron
interesadas en aprovechar el incidente para otros fines”.47
El 5 de abril, Excélsior había publicado que la UNAM
había estado a punto de ser acusada de “corrupción de
menores” por la Federación de Asociaciones de Padres de
Familia de la Ciudad, a causa de unas conferencias
impartidas por profesionales del Centro Médico, en el
Instituto Patria, el Cristóbal Colón, Franco-Inglés y el Centro
Universitario México. Entre los involucrados en el conflicto
se contaron: Ramón Sánchez Medal, presidente de la UNPF,
como arriba se ha mencionado, así como el arquitecto
Fernando Barbosa, presidente de la Federación de Padres
de Familia del DF, y el médico y sacerdote Luis Hernández,
director de la Federación de Escuelas Particulares.
Según Sánchez Medal, como cada año, varios profe-
sionales se presentaron a los colegios para llevar a cabo los
exámenes médicos a alumnos de los últimos años de
preparatoria. Pero

los médicos agregaron a los exámenes varias charlas y


conferencias, algunas con duración de más de 60 minutos,
sobre temas de “educación higiénica” y que los médicos
ampliaron para dar consejos sobre temas que antes no se
habían tratado.
Algunos de los médicos, agregó el licenciado Sánchez
Medal, en su afán por romper la resistencia y el pudor de
los jóvenes pidieron a los muchachos mayor interés con
frases como “más ambiente, más ambiente”...
Los propios jovencitos dieron estas versiones a sus padres
y de allí nació la alarma. En los primeros días, los padres de

56
familia quisieron recabar pruebas contra los médicos y
llevaron grabadoras para recoger las conferencias, pero, dice
el abogado, los médicos maniobraron para propasarse sólo
cuando las cintas de las grabadoras se habían terminado.
La alarma e inquietud de los padres llegó a oídos de la señora
Palma Guillén, jefa de escuelas incorporadas de la UNAM,
quien, personalmente avisó y dio instrucciones a los maes-
tros del Colegio Franco-Inglés, para que tuvieran cuidado
con los médicos y recabaran pruebas contra ellos. Tampoco
así se lograron más cargos que las versiones de los jóvenes.
El propio rector Chávez, —dijo el abogado Sánchez Medal,
en la crónica publicada por Excélsior—48 dio entonces
una excusa a los padres de familia y prometió realizar una
minuciosa investigación.
Los padres ofendidos quieren que se haga una denuncia
formal de los hechos ante las autoridades con objeto de
castigar a los médicos responsables o a quien les ordenó
dieron estas pláticas.
Por su parte, el licenciado Sánchez Medal, en el momento
de hablar con el reportero, consultó el Código Penal para
indagar sobre el delito de “corrupción de menores”.
Entonces se dio cuenta de que ese delito sólo se configura
cuando se realiza el acto a que se induce. Comentó: Yo no soy
penalista, pero en caso de que no se acusara a los médicos de
la comisión del delito, se podría acusarlos y castigarlos por
haberlo cometido en grado de tentativa.

Por su parte, Luis Hernández, quien coordinaba la


protesta de los padres de familia, dio su propia versión de
los hechos, según la cual los médicos habían expuesto ideas
sobre higiene “con un criterio grosero y materialista”.

57
Según el religioso:

no se usaron ni procedimientos científicos ni procedimientos


morales para esas exposiciones.
No queremos creer que la Universidad propicie estos ex-
cesos que descarrían a la juventud, pero, en todo caso, los
padres de familia han decidido adoptar una actitud digna y
firme para que se castigue a los responsables en el grado
que sea necesario.

Afirmó, sin embargo, que la acción judicial se haría


en caso supremo. También dijo que primero tenían la versión
de que las pláticas se habían dado a grupos de “señoritas”
pero “posteriormente se aclaró que dichas conferencias se
hicieron sólo ante jóvenes”.
Sánchez Medal y Hernández coincidieron en que las
conferencias de educación higiénica sólo inquietaban y
descarriaban a los jóvenes. Por su parte, Pedro Ramos, quien
como se ha mencionado estaba a cargo de los servicios
médicos de la UNAM, dijo que él no había autorizado a los
profesionales que hicieron los exámenes clínicos a que dieran
ninguna conferencia, pero que en todo caso, los consejos de
los médicos no deberían interpretarse como un acto de
corrupción.
En enero de 1963, la DFS había localizado también
vínculos entre el sacerdote David Mayagoitia, quien
reaparecerá posteriormente en este relato, y la UNPF ,
específicamente Ramón Sánchez Medal. Después de una
comida organizada el día 22 de enero de ese año en el
restaurante Asturiano, de Orizaba y Puebla, en honor de
Sánchez Medal “se emitieron comentarios en el sentido de
que próximamente esta Unión elaborará un plan de trabajo
a desarrollar principalmente para atacar la expedición del

58
libro de texto único”.49 Entre los asistentes a reuniones con
Sánchez Medal se contaban el arquitecto Fernando Barberán
Zetina, Juan Manuel Gallástegui Contreras y otros per-
sonajes ya mencionados en este libro.
En suma, los episodios que dieron origen a la formación
del MURO y a los que me referiré a continuación, ocurrieron
dentro de un contexto nacional de exacerbado anticomunismo,
estimulado como reacción contra la revolución cubana, que
unía a ciertos sectores del oficialismo con la derecha extrema
y en un contexto universitario donde esas fuerzas
anticomunistas, que forjarían extrañas alianzas con la extrema
izquierda y con sectores del oficialismo, luchaban contra la
gestión de Ignacio Chávez al frente de la Universidad.
Óscar González López, quien fue uno de los princi-
pales dirigentes de la izquierda estudiantil a fines de los
cincuenta y principios de los sesenta, rememoraba a fines
de los noventa, el clima que rodeó al periodo de Nabor Carrillo
al frente de la UNAM, así como la elección de Ignacio Chávez
para rector, y la oposición que enfrentó por parte de las
fuerzas del alemanismo.
Comenta que Nabor Carrillo “tan buen científico
como buen alemanista y buen disfrutador del lado alegre de
la vida”, impulsó durante su periodo con fines políticos grupos
de choque que seguirían activos durante mucho tiempo:

... por conducto del secretario general de la UNAM, el doc-


tor Efrén del Pozo, auspició la actuación de grupos de
choque hasta hoy conocidos como “porros”, integrados
por fornidos mocetones, miembros de los equipos de fútbol
y de lucha olímpica, para reprimir a los estudiantes de con-
ciencia política avanzada, esto es, de izquierda.

59
En el verano de 1956, porros comandados por el hoy
destacado priísta Juan José Castillo Mota, disuelven a golpes,
a porrazos, la huelga que se realizaba en el comedor y en el
internado universitario y la Rectoría clausura uno y otro”.
Carrillo y Del Pozo —menciona el ex dirigente estudiantil—,
usaron a los porros contra otras manifestaciones de índole
política.
En el otoño de 1960, el alemanismo... se preparó para con-
servar su feudo universitario. Su candidato a la rectoría
fue Agustín García López, secretario de Comunicaciones
y Transportes en el depredador régimen comandado por el
jarocho de con risa fácil y garra libre. Al conocerse la
designación de Ignacio Chávez, adoptó una actitud levan-
tisca, fue derrotado por las más sanas corrientes univer-
sitarias de alumnos y profesores.50

Así, el MURO surgirá en un contexto universitario que,


como el nacional, estaba marcado por los feroces extre-
mismos, de la izquierda y de la derecha anticomunista, al
igual que por fuertes conflictos de intereses sectarios dentro
del propio oficialismo. Hasta 1966, cuando el rector Chávez
se ve forzado a renunciar luego de haber sido reelecto para
un segundo periodo, el MURO será, como quedará en claro a
partir de sus propios documentos y acciones, a la vez una
fuerza de choque para tratar de controlar la Universidad
con una ideología ultraderechista y uno más de los sectores
desestabilizadores de esa institución, cuyas condiciones
reflejaban inevitablemente las que vivía el país en su conjunto.
El 26 de julio de 1961, aniversario de la Revolución
Cubana, Rodrigo García Treviño,51 articulista de Excélsior,
publicaba el artículo “¿La Universidad contra la Nación?”,
bajo una caricatura de Freyre que mostraba a un Fidel Castro

60
hambriento devorando un pescado con la leyenda
“Cristianismo sí, comunismo no”.
En ese artículo, García Treviño denunciaba una
“alarmante y extensa actividad comunista en la UNAM... a
causa de que su actual rector don Ignacio Chávez permite
que de hecho la dirija su yerno, el rusófilo Jaime García
Terrés...” 52
En su artículo del 26 de julio en Excélsior, García
Treviño deploraba la realización de un ciclo de conferencias
de la facultad de Derecho y de la Escuela Nacional de
Economía, con comentarios a obras de Marx, Lenin, Stalin y
Mao, a cargo de intelectuales como Ricardo Guerra, Enrique
González Rojo, Arturo Arnaiz Freg, Enrique González Pedrero,
Eduardo Lizaldo y Francisco López Cámara.
Escribía:

... los conferenciantes son rusófilos fanáticos... todas las


noches, a las 22:30, Radio Universidad transmite una hora
llamada Temas de Nuestro Tiempo, a cargo de los furi-
bundos rusófilos Carlos Fuentes, Fernando Solana y
Armando Ayala Anguiano, en la que también suelen tomar
parte los de igual capilla Enrique González Pedrero, Jaime
García Terrés y otros.

Afirmaba que el programa era “en realidad... propa-


ganda castrista e histéricamente antiestadounidense, para
gloria y provecho del imperialismo ruso...”53
Lamentaba también que el 22 de julio de 1961, González
Pedrero hiciera en ese programa un paralelo entre Benito
Juárez y Fidel Castro, símil que el articulista consideraba “algo
en verdad repugnante”.

61
Sobre ese programa, García Treviño también decía:

por su tendencia y vasta documentación, parece que


muchos de los textos que se transmiten son redactados en
las embajadas de Rusia y de Castro Ruz en México, ya que
no es posible que la UNAM haga fuertes erogaciones para
sostener una oficina dedicada a seleccionar y acumular
los copiosos datos que le sirven de base.

En respuesta a los ataques de García Treviño contra


el programa de Radio Universidad, Carlos Fuentes respondía:

Quien pergeña sus artículos con base en la anémica molicie


de uno de esos “digestos” de “digestos” de “digestos”
que se publican en los EUA debe, en verdad, sentirse abru-
mado por la “vasta documentación” del programa Temas de
Nuestro Tiempo. Cuestión de proporciones. Hay quienes
consideran que, en efecto, cualquier paquín político propor-
ciona, de sobra, los elementos necesarios para escribir un
comentario político. Nosotros, por lo contrario, creemos que
es preciso escribir, leer y estudiar las fuentes de información
fundamentales de nuestro tiempo. García Treviño, quizás,
lee Selecciones; yo leo, todas las semanas —y conmigo los
“furibundo rusófilos” que intervienen en el programa—,
The New York Times, The Nation, Time, Newsweek, US
News and Worl Report, The National Guardian y The Re-
porter, de los EU; The Observer, The New Statesman, The
Economist y The Manchester Guardian, de Inglaterra, y Le
monde, France Observteur y L. Express, de Francia”.54

En carta publicada en Excélsior el 8 de agosto de


ese año, el rector Chávez desmentía los ataques de García

62
Treviño. Puntualizaba, por ejemplo, que el ciclo de confe-
rencias al que se refería el articulista nunca se llevó a cabo
en la Universidad. “...Si hubo un volante de invitación o si
fue una broma gastada a los pretendidos conferenciantes,
eso no lo sé, pero lo que sí sé es que el tal ciclo de conferencias
no se sustentó...”
Con respecto a los ataques de García Treviño contra
Radio Universidad, afirmaba: “...incurre en lo que está de
moda: llamar a todo mundo rojillo, rusófilo, comunistófilo,
sin preocuparse de que estos cargos caigan sobre personas
que están tan lejos de merecerlos...”
La contrarréplica de García Treviño fue el artículo
titulado “Está usted equivocado, señor rector”, publicado el
17 de agosto de 1961, en Excélsior; donde reiteraba la
existencia de una invitación al mencionado ciclo de
conferencias, aunque no insistía en que se hubiera llevado a
cabo en la Universidad. También reiteraba los calificativos
de “ardientes rojillos” contra García Terrés y otros intelec-
tuales, como Gastón García Cantú, González Casanova y
González Pedrero.
Afirmaba, además, que el 26 de julio de ese año,

el profesor Ramón Ramírez Gómez iba a sustentar en la


escuela de Economía una conferencia titulada La revolución
cubana, que fue impedida por un grupo de estudiantes,
pero se realizó al siguiente día.
... En el mismo plantel está en curso, este mes, un ciclo de
conferencias a cargo de míster Paul M. Sweezy, castrista
histérico y autor de un trabajo en el que se asegura que en
Cuba hay abundancia gracias a la sabia política de Fidel el
barbado...55

63
Como en muchas otras ciudades del mundo, en la de
México, el 26 de julio, se llevaron a cabo actos en pro y en
contra de la revolución cubana.

Por un lado, una manifestación de estudiantes anticas-


tristas en la explanada de la Ciudad Universitaria, que
quemaron una efigie de Castro Ruz y trataron de entrar por
la fuerza en la facultad de Economía.56

En el otro extremo del espectro ideológico, ese 26 de


julio salían en vuelo hacia Cuba un grupo de estudiantes y
dirigentes del PCM y del PPS, para asistir a las celebraciones
del aniversario de la revolución, e iban encabezados por
Manuel Marcué Pardiñas y Clementina Batalla, viuda de
Bassols. Vale la pena recordar, como señal de los tiempos
que se vivían entonces, un episodio que hoy está olvidado y
que contrasta con el carácter voluntario del viaje a Cuba de
los simpatizantes de la revolución. Comenzaban a cobrar
auge en esos tiempos, los secuestros de aviones hacia la
isla del Caribe, que por mucho tiempo fueron asunto de
primera plana en los periódicos y pesadilla o aventura de
muchos viajeros. Ese mismo 26 de julio, Excélsior reportaba
en primera plana que el día anterior había sido secuestrado
un avión de Eastern Airlines por un aeropirata armado que
lo desvió a Cuba donde “los pasajeros fueron tratados
cordialmente” y “les sirvieron excelente comida”. Asimismo,
se publicaba un desplegado furiosamente anticomunista
firmado por la Unión Cívica Mexicana, donde afirmaba que
el régimen comunista “sólo significa miseria y dolor, dolor y
miseria”.57
Por su parte, en la facultad de Ciencias se organizó
un mitin a favor de la revolución cubana y por la noche se

64
inauguró el Instituto Mexicano Cubano de Relaciones
Culturales. Mientras que los partidarios de la Revolución
Cubana hablaron de que se preparaba una nueva agresión
contra Cuba por parte del “clero proyanqui en contubernio
con el imperialismo norteamericano”, desde las dos de la
madrugada anterior, los anticastristas habían hecho un gran
despliegue de propaganda en CU, del cual “El más llamativo
era una mano roja en cuyo centro blanco estaba el nombre
de Fidel Castro con el epíteto de ‘asesino’.” 58 Otro, con
letras rojas, decía “Cuidado con la peste roja” y en otros
volantes se exhortaba a “unirse a la América Latina que
combate al castrocomunismo, y defiende al continente”. Un
grupo de estudiantes, sobre todo de Ingeniería y de algunas
preparatorias recorrieron la explanada frente a las facultades
de Derecho y de Economía, mientras lanzaba gritos de
“Cristianismo sí, comunismo no”. Los anticastristas se apos-
taron frente a Economía, donde se lanzaron epítetos a los
castristas.

Según unos informadores, los anticastristas iban dispuestos


y provocaron a los estudiantes de Economía. Querían entrar
en el Plantel por la fuerza... Fueron cerradas las puertas por
orden del secretario auxiliar, el licenciado (Tonatiuh) Gutiérrez,
y tuvo él un intercambio de palabras con los anticastristas.
Les dijo que ese no era el camino universitario de altura para
discutir las ideas, pues si querían hacerlo así, podían reunirse
en mesa redonda.59

Se dijo también que en esos hechos participaron, por


el lado anticastrista, estudiantes de escuelas particulares.
La conferencia de Ramón Ramírez en conmemo-
ración de la revolución cubana, que fue interrumpida por la
protesta de Coello y Vélez había sido organizada por Eduardo

65
Pascual Moncayo, Humberto Hiriart, hijo del subdirector
de la Comisión Federal de Electricidad, Óscar González,
Antonio Tenorio Adame, Tonatiuh Gutiérrez, ex deportista,
profesor y pasante, Antonio Gago, Óscar Falcón, Manuel
Barros Knock, sobrino del secretario de Obras Públicas, y
Víctor Manuel Barceló.60
Por su participación en los hechos ocurridos ese
día, posteriormente serían expulsados de la UNAM los
estudiantes Luis Felipe Coello Macías y Guillermo Vélez
Pelayo, expulsiones que, como se verá en el capítulo si-
guiente, fueron un episodio importante que anticipó la
aparición pública del MURO.
Coello había estudiando en el Benavente, en Puebla.
Era un estudiante destacado, provenía del Distrito Federal,
pero estaba internado en esa escuela, donde los hermanos
lasallistas le tenían en un lugar preferente por considerarlo
estudiante inteligente y un buen orador.
Esa misma noche, con la asistencia de más de 200
personas, entre ellas el ministro de la SCJN (Suprema Corte
de Justicia de la Nación), Franco Carreño, el embajador de
Cuba, José Antonio Portuondo y el sacerdote católico José
Javier Cortés, se inauguró en la calle de Tokio 63, el Instituto
Mexicano Cubano de Relaciones Culturales José Martí, que
estaría presidido por Agustín Cué Cánovas, quien afirmó
que en la atmósfera de conflicto en que dos concepciones
del mundo y de la sociedad luchan, la cultura había adquirido
un sentido profundamente político, y añadía “no negamos,
pues, que la creación del Instituto implique objetivos políticos,
puesto que la cultura es en los tiempos actuales, un
instrumento de lucha”.61

66
Mientras tanto,

Unos desconocidos arrojaron desde el interior de un


automóvil en marcha un frasco con una sustancia pestilente,
como a 80 metros del lugar donde está el Instituto, y en otra
calle, en la de Toledo, frente a la miscelánea Las Jacarandas.
La dueña de la tienda, señora Esperanza Tapia, informó a la
policía que las placas del coche son número 23-08-24. El
frasco fue arrojado tan lejos del Instituto, que los asistentes
al acto ni siquiera se percataron. En cambio, se causó muchas
molestias a los vecinos de la calle de Toledo.62

Por su parte, un pequeño grupo de anticomunistas


protestó frente a la embajada de Cuba, entre Francisco
Márquez y avenida Tacubaya, con pancartas que ostentaban
lemas como “Cristianismo sí, comunismo no”, “Cuba sí, Rusia
no”, “México sí, Rusia nunca”, “Portuondo, váyase”
(haciendo referencia al embajador cubano).

1
Adolfo López Mateos (1910-1969), nació en Atizapán de Zaragoza,
estado de México, y ocupó la presidencia de 1958 a 1964. Triunfó contra
su contendiente panista Luis H. Álvarez, por seis millones 767 mil 754
votos contra 705 mil 303. López Mateos estudió la primaria en el colegio
Francés de la ciudad de México, y sus estudios posteriores, incluyendo
estudios universitarios en leyes en la ciudad de Toluca, aunque terminó la
carrera en la UNAM en 1934. En 1928 se unió al vasconcelismo, y al triunfo
de Pascual Ortiz Rubio, fue a establecerse a Guatemala. Posteriormente
regresó a Tapachula, donde se dedicó al periodismo. En 1929 fue delegado
y líder estudiantil del Partido Laboral Socialista (PLS). Fue profesor y
rector del Instituto Literario de Toluca, así como orador en la campaña
presidencial de Miguel Alemán. En 1942 fue senador federal por el Estado

67
de México y en 1951, secretario general del PRI. Fue director de la campaña
presidencial de Adolfo Ruiz Cortines y durante el periodo de este,
secretario del Trabajo y Previsión Social. En 1957, fue designado candidato
del PRI a la Presidencia de la República. (Juan Vázquez Gómez, Diccionario
de Gobernantes de México, 1325-1997, Nueva Imagen, México, 1998,
pp. 221-222)
2
Nacido en Tampico, y fallecido en el DF (1898-1974), Capistrán Garza
fue licenciado en Derecho por la Universidad Nacional, cofundador y
presidente de la ACJM, dirigente de la Liga Nacional de Defensa de la
Libertad Religiosa y uno de los jefes de las fuerzas armadas cristeras en la
guerra de 1926 a 1929. En 1950 dijo, recapitulando sobre su pasado
activismo politico: “Nos desayunamos con Porfirio; comimos con Huerta;
pero la revolución nos negó la merienda y hubimos de acostarnos en la
hamaca incómoda de una reacción inútil, estéril y bravucona. ¿Con qué
derecho exigimos a los revolucionarios que olviden nuestro Te Deum a
Huerta, nuestras traiciones y otras cosas más, si nosotros sabemos
mantener nuestros rencores ancestrales?” (Humberto Musacchio, Milenios
de México, Hoja Casa editorial, México, 1999, vol. I, p. 469) A principios
de los sesenta, Capistrán Garza fungía como presidente y gerente general
de Atisbos, cuyo vicepresidente era René Capistrán Garza Jr. y su
secretario, Luis Vega y Monroy.
3
El 17 de abril, desembarcaron en Cuba las fuerzas invasoras que
intentaban una contrarrevolución. En su comunicado de guerra de ese día,
firmado por Fidel Castro, el gobierno de Cuba enfatizaba que la invasión
pretendía revertir promesas y triunfos de la revolución hacia sectores
como las mujeres, los campesinos, los obreros y la gente de color: “Ellos
vienen a quitarnos la tierra que la Revolución entregó a campesinos y
cooperativistas... Ellos vienen a quitarnos de nuevo las fábricas del pueblo,
las centrales del pueblo, las minas del pueblo. Ellos vienen a quitarles a
nuestros hijos, a nuestras muchachas campesinas las escuelas que la
Revolución les ha abierto en todas partes... Ellos vienen a quitarles al
hombre y mujer negros la dignidad que la Revolución les ha devuelto...
Ellos vienen a quitarles a los obreros sus nuevos empleos... Ellos vienen

68
a destruir la patria...” (Playa Girón, Derrota del imperialismo, Ediciones
R, La Habana, 1962, vol. I, pp. 81, 82. El gobierno cubano publicó en esa
voluminosa obra, en cuatro tomos, su propia versión de la derrotada
invasión, incluyendo relatos de las batallas, la polémica diplomática, así
como los interrogatorios a los invasores capturados. Hasta marzo de
1962 se habían publicado cuatro ediciones de esa obra, que estuvo al
cuidado de Lisandro Otero, Edmundo Desnoes y Ambrosio Fornet, y la
primera de las cuales, de junio de 1961, se agotó según los editores en
quince días. Desde el punto de vista estadounidense y anticastrista se
escribió el libro Bahía de Cochinos. La historia de los caudillos de la
brigada 2506, de Haynes Johnson (Diana, México, 1964) donde se
presenta un punto de vista pesimista acerca de las posibilidades de “liberar”
a Cuba por parte de una fuerza de cubanos exiliados, se reconoce: “El
veradero problema que presenta la Bahía de Cochinos no es si los cubanos
habrían triunfado si hubieran tenido suficiente apoyo, sino si podrían
haber logrado un triunfo político, después de su victoria militar. Los
antecedentes de partidarismo, oportunismo, autoexaltación y aun de
corrupción que señaló la estructura política cubana en el exilio, era un mal
augurio para el futuro de Cuba. Se necesitaba algo más que el caudillaje
cansado, a menudo cínico del Frente y del Consejo Revolucionario Cubano,
para contrarrestar el dinámico lideratopersonal de Fidel Castro. Para que
el pueblo se levantara en apoyo de un ejército liberador, las masas tenían
que ser preparadas y agitadas, como el mismo Castro había hecho con
tanto éxito...” (p. 327)
4
Nabor Carrillo Flores (1911-1967), ingeniero civil con maestría en la
UNAM y doctorado en Harvard. Se le reconoció como autoridad mundial en

mecánica de suelos. Fue rector de la UNAM, de 1953 a 1961. A lo largo de


su vida, recibió 18 doctorados honoris causa, la beca Guggenheim y el
Premio Nacional de Ciencias. (Humberto Musacchio, op. cit., p. 496).
5
Ignacio Chávez Sánchez nació en Zirándaro, Michoacán, hoy Zirándaro
de los Chávez, Guerrero, el 31 de enero de 1897. Estudió la preparatoria
en Morelia, de 1908 a 1913 en el Colegio Primitivo y Nacional de San
Nicolás de Hidalgo. En 1914 ingresó a la escuela de Medicina de Morelia,

69
donde cursó los dos primeros años de su carrera, y en 1916 se trasladó a
terminarla en la facultad de Medicina de la UNAM. Fue un estudiante
excepcionalmente brillante; aún era alumno cuando inició su actividad
docente en calidad de profesor de Historia Universal y de Historia de
México en el Colegio de San Nicolás de Morelia. Fue fundador de la
sociedad de alumnos de la Escuela de Medicina de la UNAM, y en 1918 se
convirtió en su primer presidente. De 1917 a 1920 fue practicante del
Hospital General y se graduó como médico cirujano el 4 de mayo de
1920. Recién obtenido su título profesional, fue rector de la Universidad
Michoacana de San Nicolás, entre 1920 y 1921, por invitación del general
Francisco Múgica. Desde 1922, fue profesor en la facultad de Medicina
de la UNAM. En 1932, obtuvo el título de doctor en ciencias biológicas por
la UNAM y en 1933 fue elegido director de la facultad de Medicina, en
donde introdujo reformas de fondo. Entre 1926 y 1927 fue comisionado
por la Universidad para estudiar la organización de las principales clínicas
cardiológicas de Europa y a su regreso desarrolló el Servicio de Cardiología
en el Hospital General, creado por él en 1924. Fue director del Hospital
General, en donde introdujo fuertes reformas institucionales y médicas,
lo que al igual que en la facultad de Medicina años atrás generó movimientos
de resistencia. Al tiempo que reformaba las dos principales instituciones
médicas del país, y actualizaba así en buena medida la medicina mexicana,
impulsó la especialidad de la cardiología, prácticamente inexistente hasta
entonces en México. Creó el Instituto Nacional de Cardiología, que se
inauguró en 1944, organismo médico social para enfrentar el problema en
todos sus aspectos: prevención, curación, investigación, docencia y ayuda
social; y elemento decisivo en la transformación de la medicina mexicana.
Ese mismo año figuró entre los cofundadores de El Colegio Nacional.
Fue miembro, en 1955, de los comités consultivos de la organización
Mundial de la Salud y entre 1958-1966, de la Organización de Estados
Americanos. En 1961 se le otorgó el Premio Nacional de Ciencias, al
recibirlo pidió apoyo social y nacional para la educación superior y la
juventud. En ese año había impartido más de 90 cursos y conferencias,

70
además de haber recibido condecoraciones como la de Caballeros de la
Orden de la Legión de Honor en Francia. En el extranjero, para 1961 había
impartido más de 90 cursos y conferencias, además de haber recibido
otras condecoraciones además de la mencionada.
Rector de la UNAM de 1961 a 1966, al llegar a ese puesto, el doctor Ignacio
Chávez sumaba ya 40 años de docente en la UNAM. Durante su gestión
efectuó reformas para enfrentar la crisis pedagógica y material en la UNAM,
lo mismo que la insuficiencia de espacio y la pobreza de medios del
aparato de educacion superior en el país. En 1966, fue obligado a renunciar
por un grupo de estudiantes que lo mantuvo secuestrado junto con los 24
directores de escuelas y facultades de la universidad. Se retiró al Instituto
Nacional de Cardiología, a cargo de las labores de planeación, construcción
y mudanza a las nuevas instalaciones en Tlalpan. El 27 de julio de 1966,
Excélsior publicó una nota donde reportaba que Ignacio Chávez estaba
dedicado a su labor profesional tanto en el Instituto Nacional de Cardiología
como en su consultorio particular.
El 10 de abril de 1967, Chávez se trasladó a Managua para colaborar con
el grupo de médicos que trató de salvar la vida del presidente de Nicara-
gua, Luis Somoza. (El Universal, 11 de abril, 1967).
Chávez, quien a lo largo de su vida recibió un centenar de doctorados o
rectorados honoris causa, así como la medalla Belisario Domínguez del
Senado dela República, murió el 12 de julio de 1979 en la ciudad de
México. La Academia Nacional de Medicina lo nombró Médico del Siglo
XX en México. Octavio Paz escribió que Ignacio Chávez fue una de “las
siete estrellas de una constelación de pensadores que construyeron la
patria moderna”, al lado de Justo Sierra, José Vasconcelos, Genaro Estrada,
Alfonso Reyes, Jaime Torres Bodet y Daniel Cosío Villegas, en 1975, y
fue fundador, en 1943, de El Colegio Nacional, murió en 1981, en la
ciudad de México.
6
Atisbos, 18 de abril de 1961, p. 3.
7
Ciertamente, los soldados invasores eran cubanos, salvo excepciones. Sin
embargo, la invasión fue organizada por la CIA. En ella hubo también algunos

71
participantes extranjeros. Según señala Haynes (op. cit., p. 97) “...en la
segunda cabeza de playa de la Bahía de Cochinos, fue un norteamericano el
primero en desembarcar...”. Hubo también cuatro sacerdotes españoles que
sirvieron en las brigadas. Uno de ellos, el sacerdote capuchino Ismael de
Lugo era el jefe de los servicios eclesiásticos de la Brigada (Playa Girón,
Derrota del imperialismo, vol. IV, pp. 15-16). A los 18 años, De Lugo
había participado en la guerra de España del lado franquisto, con el grado de
alférez (Ibid., p. 324). Decía haberse unido al ejército invasor con la
autorización de sus superiores generales de Roma (Ibid., p. 316). Cuando
De Lugo fue capturado, se encontró en su libreta de notas un Llamamiento
al pueblo de Cuba, donde señalaba que “...La brigada de asalto (las fuerzas
invasoras) está consituida por miles de cubanos... que son en su totalidad
cristianos católicos... Su moral es la moral de los cruzados... En estos
momentos necesitamos la colaboración de todos los católicos de Cuba,
pedimos oraciones por nuestro triunfo, protección divina para nuestros
soldados, cooperación cívica no saliendo de sus hogares y rogando al Dios
de los ejércitos... Nuestra lucha es la de los que creen en Dios contra los
ateos, la de los valores espirituales contra el materialismo... La lucha de la
democracia contra el comunismo... Las ideologías sólo se derrotan con otra
ideología superior y la ideología única que puede derrotar a la ideología
comunsita es la ideología cristiana; para eso venimos y por eso luchamos...
Tened fe, que la victoria es nuestra, porque Dios está con nosotros y la
Virgen de la Caridad no puede abandonar a sus hijos. Católicos, viva Cuba
libre, democrática y católica; Viva Cristo Rey; viva nuestra gloriosa
patrona...” (Ibid., pp. 13-16).
8
Atisbos, op. cit.
9
Ibid., p. 25.
10
Id.
11
Atisbos, 25 de abril, 1961, p. 3.
12
Se trata de Wilebaldo Lara Campos, ingeniero egresado de la Escuela
Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, fundador de las Juventudes
Cardenistas, ocupó el cargo de subdirector del IPN y fue colaborador del
periódico El Día.

72
13
Yáñez Delgado, op. cit., p. 46.
14
Política, vol II, núm. 26, 15 de mayo, 1961, p. 6.
15
Ibid., p. 7.
16
Ibid., p. 8.
17
Id.
18
Id.
19
Id.
20
Id.
21
Id.
22
Cabe recordar que esa institución fue fundada por Vicente Lombardo
Toledano.
23
Yáñez Delgado, op. cit., p. 11.
24
Ruben Jaramillo, Autobiografía y asesinato, NuestroTiempo, México,
1973, p. 126.
25
Ibid., p. 159.
26
El Universal, 29 de marzo, 1959.
27
Id.
28
Según el reportaje de Humberto Ríos Navarrete, Francisco García Glen
y Antonio Magaña, “sobre varios líderes sociales”, publicado el 2 de
octubre de 1989 en UnomásUno.
29
Carlos Sánchez Cárdenas, Disolución social y seguridad nacional,
Linterna, México, 1971, p. 26.
30
Salinas Price, Mis años con Elektra, Diana, México, 2000, pp. 89-90.
31
AGN, DFS, MFC, exp. 15-3-70.
32
AGN, DFS, ACM, exp. 15-3-70, h. 58, leg.10.
33
AGN, DFS, ACM, exp- 15-3-70.
34
Victorio Ocampo, “El doctor Chávez no es comunista” El Universal,
10 de agosto, 1961.
35
AGN, DFS, ACM, exp. 15-3-70.
36
AGN, DFS, UNS, exp. 15-1-961, h. 120, leg. 7.
37
AGN, DFS, MFC, h. 58, leg.10.
38
AGN, DFS, UNPF, exp. 40-1-61, h. 405, leg. 27.
39
AGN, DFS, UNPF, exp. 100-22-1, h. 149-150.

73
40
AGN, DFS, UNPF, exp. 40-1-962, h. 297, leg. 34.
41
AGN, DFS, UNS, exp. 15-1-62 h. 224, leg. 7.
42
El Día, 11 de diciembre, 1962.
43
Ibid., 12 de diciembre, 1962, p. 3.
44
UNS, Historia gráfica del sinarquismo, México, s.f., t. II, p. 410. El agra-

decimiento fue dirigido a Isidro Vélez Avilés, dirigente de la UNS en el DF.


45
Excélsior, 8 de abril, 1962, p. 16A.
46
Excélsior, 6 de abril, 1962.
47
Id.
48
Excélsior, 5 de abril, 1962, p. 44A.
49
AGN, DFS, UNPF,exp. 63-26-63, h. 16.
50
Excélsior, 13 de enero, 1999. El 26 de abril de 1999, en otro artículo
publicado en Excélsior, González López vuelve a referirse a la actitud de
fuerzas de la izquierda estudiantil de enfrentarse “a los grupos de choque
del alemanismo que trataron de impedir el rectorado de Ignacio Chávez...”
51
De 1935, fecha en que fue creada la escuela de Economía, GarcíaTreviño
había impartido la materia de historia de las doctrinas socialistas. En
1941, “por presiones de grupos estalinistas de la escuela”, dicha materia
fue sustituida por teoría económica y social del marxismo. En 1962,
Emilio Múgica Montoya propuso reformas al plan de estudios, mismas
que deberían ser aprobadas por el Consejo Universitario. La derecha
objetó la existencia de la cátedra de marxismo. El asunto se puso a votación,
la cual quedó empatada, y el rector Chávez decidió el debate votando a
favor de la posición de la izquierda. Posteriormente, Chávez aclaró que
“la Universidad como tal no podía cerrarse a una doctrina y él en lo
personal no comulgaba con ideología alguna”, pero eso le valdría ser
atacado con mayor encono por quienes como García Treviño habían
estado siempre en contra de ese tipo de contenidos. ( Lilia Estela Romo
Medrano, Ignacio Chávez, rector de la UNAM, un relato bibliográfico, El
Colegio Nacional, México, 1997.)
52
García Terrés era yerno de Chávez, efectivamente, y esto motivaba
ataques como los que le lanzaba García Treviño al rector. García Terrés
fue nombrado en 1965 embajador de México en Grecia. El y su esposa,

74
Celia Chávez de García Terrés, fueron despedidos por el doctor Ignacio
Chávez. Según la nota publicada por El Nacional del 20 de julio de 1965
a la cena asistieron el presidente Díaz Ordaz y su esposa, así como dos ex
presidentes (López Mateos y Miguel Alemán), Carlos Fuentes, Enrique
González Pedrero y muchos otros personajes. Cabe añadir que para esas
fechas el rector ya había negociado con el presidente el apoyo político y
económico a un programa de expansión y descentralización de la educación
superior, para enfrentar la insuficiencia en el cupo, la sobrepoblación
escolar y la precariedad económica y académica de los centros de estudios
superiores.
53
Excélsior, 26 de julio, 1961, p. 8
54
Política, 19 de septiembre, 1961, p. 19.
55
Excélsior, 17 de agosto, 1961.
56
Excélsior, 27 de julio, 1961.
57
Excélsior, 26 de julio, 1961, p. 17A.
58
Excélsior, 27 de julio, 1961, p. 13A.
59
Id.
60
Lilia Estela Romo Medrano, Ignacio Chávez..., op. cit., p. 291 n.
61
Id.
62
Id.

75
76
CAPÍTULO II

LA LIBERTAD DE CÁTEDRA

Como se ha mencionado, Luis Felipe Coello Macías y


Guillermo Vélez Pelayo, ambos estudiantes de Economía,
fueron expulsados de la UNAM por agredir a los asistentes a
un acto en conmemoración de la revolución cubana, el 26
de julio de 1961.
El entonces director de la Escuela de Economía,
Emilio Mújica Montoya,1 notificó a la comunidad universitaria
la expulsión de Coello y Vélez, decidida por el Consejo
Técnico de esa escuela, que los encontró culpables de las
siguientes faltas:
Formar parte de un grupo que “por medio de la vio-
lencia y en forma tumultuosa intentó penetrar en la Escuela
Nacional de Economía”.
Impedir por la fuerza que el licenciado Ramón Ramírez,
catedrático de la escuela, sustentara una conferencia.
Faltar al respeto a los alumnos y profesores, en es-
pecial a Tonatiuh Gutiérrez, a quien “injuriaron soezmente e
hicieron víctima de ataques en su persona”.
Actitud de “franca provocación con perturbación del
orden y con posibles consecuencias mayores”.2
Coello y Vélez llevaron su caso primero ante el rec-
tor, quien tras entrevistarse con ellos largamente les hizo
saber que estaba fuera de su autoridad levantar el castigo y
por tanto los remitió al Tribunal Universitario, que finalmente
dictó su fallo sobre las suspensiones, con los oficios números
70-1407 y 70-1408, y se les permitió regresar a clases el 27

77
de noviembre de 1962. “Es decir, que por la falta cometida
tuvieron que perder un año escolar, y acusaron de injustos
tanto al director de la escuela como al rector, atacándolos
por diversas vías...”3
La sociedad de alumnos de la escuela de Economía
apoyó las expulsiones, argumentando que “para dictar ese
castigo se tomaron en cuenta las acciones agresivas y no las
ideas o confesiones religiosas de quienes las cometieron”.4
En una larga inserción pagada, titulada “¿Por cuál
camino, señor rector?”, publicada en la página 13A de
Excélsior, el 31 de agosto de 1961, Coello y Vélez afirmaban
que la mañana del 26 de julio

...más de mil estudiantes, mexicanos todos y universitarios


de corazón, decididos a demostrar a México y al mundo
entero que todavía hay hombres libres en la Universidad
que rechazan el comunismo y que no desean que el alma
mater sea baluarte y bastión de una lucha apátrida y sectaria.
La demostración anticomunista se llevó a cabo en la expla-
nada de Humanidades y no se cometió desorden alguno.
A pesar de las provocaciones y pedradas de los comunistas,
no se rompió vidrio alguno ni se ofendió a nadie y sin
embargo a esto se le llamó “agresión”...
Sin haber encabezado ese grupo e identificados al azar,
fuimos indebidamente juzgados en ausencia, con testigos
prefabricados, con pasión sectaria, por un Consejo Técnico
domesticado y al servicio de las autoridades de la Escuela
de Economía, cuya ideología ya todo el pueblo mexicano
conoce.
En un oficio que parece redactado por alumnos de primaria,
se nos participó una ilegal y nula expulsión, por el graví-
simo delito de haber participado en una inocente demos-

78
tración anticomunista que duró únicamente veintitrés
minutos exactos.
Desconociendo los reglamentos universitarios, el señor
director de la escuela de Economía, licenciado Emilio Mújica
Montoya, notificó a los profesores nuestra pretendida
expulsión y se nos impidió por la fuerza de las milicias
rojas de la propia escuela, nuestra asistencia a clases,
interrumpiendo nuestros estudios en los cuales poseemos
el modesto promedio superior a nueve en todos nuestros
exámenes y con un ciento por ciento de asistencias.
Hacemos constar que desde antes del 26 de julio, ya se
estaba denunciando en los periódicos capitalinos la
conjura comunsita que se ha apoderado de la Universidad
en casi su totalidad y que la fama de usted, señor Rector,
ya estaba en entredicho.
Acudimos a usted, señor rector, en demanda de justicia para
que con su autoridad declarar (sic) inexistente la ilegal y
nula expulsión, pero después de dos entrevistas, una que
duró tres horas cuarenta y seis minutos y otra de cincuenta
y nueve minutos, nos convencimos de la voluntad de usted
en seguir permitiendo que los comunistas hagan de algunas
facultades su feudo y posesión...
Agradecemos los donativos, giros y cheques que hemos
recibido y que han hecho posible esta publicación, así
como el apoyo moral que nos alienta en esa lucha.
...Tampoco nos impresiona, señor Rector, la amenaza que
usted nos hizo de interponer su influencia para que en
ninguna universidad de México o del mundo entero,
podamos proseguir nuestros estudios y mucho menos por
el hecho de haber participado en la único acto antico-
munista que se ha celebrado en la Universidad, mientras
que los actos comunistas se celebran continuamente por

79
docenas e impunemente se reparte propaganda castrista y
comunista.
Debido también a las mismas amenazas, hacemos a usted,
señor Rector, directamente responsable de nuestras per-
sonas físicas y de nuestros estudios así como de la pérdida
de la carrera que con tanto trabajo y sacrificios sostienen
nuestros padres.

Los alumnos expulsados pronto encontrarían apoyo


en otros estudiantes con ideas similares, así como en
periodistas y líderes de opinión identificados en general como
católicos y anticomunistas.
Para defenderlos se formó el Comité General
Prodefensa de la Libertad de Cátedra y Expresión Univer-
sitaria. Según dicho Comité: “...en este caso se está casti-
gando en forma evidente el ‘color’ político y se trata así de
atemorizar a los estudiantes que se enfrentan a los
comunistas universitarios”.5
Obviamente, también el Comité Prodefensa de la
Libertad de Cátedra estaba mostrando su “color político” y
no defendiendo en sí misma la libertad de expresión. Sin
embargo, hay que tener en cuenta que en aquella época era
prácticamente imposible defender una causa social sin
acercarse a uno de los dos polos en los que estaba dividido
el mundo.
Dicho Comité enfatizaba que el acto anticastrista del
26 de julio había sido el primero de esa naturaleza en la
Universidad. Era “la primera vez que se repudiaba ahí de
manera pública el comunismo”.6
Según el Comité, dentro de la Escuela de Economía
se había intentado golpear a Coello y “en una asamblea de
más de 200 exaltados alumnos se pidió la expulsión de aquél

80
y de Guillermo Vélez Pelayo”. A este último lo calificaba el
Comité como “estudiante pacífico” y a Coello como “uno
de los mejores estudiantes”.
A fines de agosto de 1961, dicho Comité decía haber
reunido cerca de 500 firmas de protesta en Economía y más
de tres mil en toda la UNAM. Anunció que se proponía
recolectar diez mil firmas de apoyo a los expulsados. Además,
había impreso en mimeógrafo volantes donde se refería a los
hechos que motivaron la expulsión y argumentaba que las
faltas cometidas por los expulsados “son cometidas con
alarmante frecuencia por estudiantes de extrema izquierda a
los que no se les aplica ninguna sanción”.7
Los defensores de Coello y Vélez alegaban que su
expulsión era una muestra de parcialidad, pues ambos
bandos, castristas y anticastristas, habían escandalizado e
interrumpido clases. Otras razones que aducían en favor de
ellos eran su promedio de 9.5 en el tercer año de la carrera,
y que eran “limpios, ordenados y respetuosos”, además de
que habían sido juzgados en ausencia por el Consejo Técnico,
“es decir, sin darles la oportunidad de defensa a que tiene
derecho todo estudiante”.8
El presidente de ese Comité de Defensa de la
Libertad de Cátedra era Ignacio Rodríguez Carreño y su
secretario el entonces estudiante de periodismo Víctor
Manuel Sánchez Steinpreis, quien desde 1959 había estado
al frente de Brecha Universitaria, y quien era señalado
por personajes de la izquierda como uno de los principales
instigadores de la “agitación ultraderechista” en la
universidad. Su tesorero era Jesús Nieva Velázquez.
En Economía, uno de sus representantes era Jorge
Hallal, en Derecho, Rafael Bátiz M.; en Filosofía y Letras,
Luis Rodríguez Manzanera y Arturo Pando Mundet, todos

81
ellos personajes que colaborarían posteriormente con el
MURO.
Dicho Comité anunció que reuniría diez mil firmas de
protesta por las expulsiones, mientras que varios personajes
y organizaciones pidieron a Chávez en diferentes tonos que
levantara el castigo impuesto a los dos estudiantes anti-
comunistas.
En agosto de 1961, el ingeniero Fernando Piñeiro,
presidente del Partido Nacional Anticomunista en formación
dirigía el siguiente telegrama al doctor Chávez:

Protestamos enérgicamente expulsión auténticos univer-


sitarios Luis Felipe Cuello (sic) Macías y Guillermo Vélez
Pelayo, anticastristas, exijímosle revoque secretaría. Ordene
suspendan campaña comunista dineros pueblo. Hágalo su
dinero renunciando rectoría con demás comunistas.9

Al mes siguiente, Mario Guerra Leal convocó a una


conferencia para informar que dicho partido se llamaría
Partido Constitucionalista Revolucionario, ocasión en la que
abordó de nuevo el tema de los expulsados, con motivo del
cual afirmó que la UNAM era “... el principal foco comunista
en el país” y el rector Chávez su máximo exponente, y lo
hizo responsable de cuanto ocurriera en esa institución.10
Por su parte, en septiembre de 1961, los dirigentes
de la Organización de Estudiantes Universitarios de América
pidieron al rector Chávez que reconsiderara la expulsión de
Coello y Vélez Pelayo. El presidente y el secretario general
de esa organización, Pablo Rocha y Humberto Romero
Cándano, respectivamente, felicitaban a Chávez porque con
sincero espirítu universitario y de verdadero rector invitaba
a los estudiantes a superarse y a dedicarse al estudio, así
como por respetar las ideologías de maestros y estudiantes.11

82
Pero a la vez advertían que la expulsión de los dos estudiantes
de Economía “puede provocar una crisis en la Universidad...
No condenemos, señor rector... a nuestra alma mater a
sufrir una crisis innecesaria que redundaría en perjuicio de
su prestigio”.12
Otra organización que apoyó a los expulsados fue la
Unión Nacional Sinarquista. Su órgano de prensa, Orden,
entrevistó a los expulsados, de quienes señaló que “Por
declararse enemigos del castrismo y de la rojería en general
fueron suspendidos temporalmente de sus derechos
estudiantiles...”13
Una más, fue la Confederación Nacional de Estu-
diantes (CNE):

un organismo fantasma que en lo pasado tuvo relativa


influencia en la facultad de Derecho... En un tiempo estuvo
sostenida por Jorge Siegrist, cuando este era presidente del
llamado Partido Nacionalista Mexicano; después, la CNE cayó
en la oscuridad y reapareció con motivo del conflicto
universitario de Puebla. Entonces publicó en los periódicos
varios avisos pagados en apoyo del ex rector Armando Guerra
y contra los estudiantes. Según se ve, ha conseguido ahora
un nuevo patrocinador, pero su actividad se reduce a
publicaciones en los periódicos, aunque intenta vanamente
organizar protestas en las escuelas tradicionales.14

Coello y Vélez también fueron respaldados por


articulistas de varios periódicos e incluso por algunos medios
de comunicación, además de Atisbos.
El 4 de agosto, la sección editorial de Excélsior se
dedicó íntegramente a ese asunto, con los encabezados:
“Comunismo en la Universidad”, “Invitación al crimen”,
“Bombardeo en la radio” y “Deslealtad al señor presidente”.

83
Las críticas a Chávez y otros funcionarios de la universidad
continuaron en ese tono durante varias semanas, insistiendo
en que en la universidad había una labor para envenenar el
ambiente estudiantil con doctrinas extravagantes y
antisociales... y que en ella se llevaban a cabo campañas
antimexicanas y se invitaba a la violencia y al apoyo de las
tiranías de Cuba y de Rusia.15
En un editorial publicado en su edición del 29 de
septiembre de 1961, Excélsior afirmaba: “El valor civil de
esos estudiantes, su gallarda actitud de enfrentarse a los
apóstoles del odio y la disolución social, mereció el franco
apoyo del país...”
Entre los periodistas a quienes Vélez y Coello mani-
festaron públicamente su agradecimiento estaban: Eduardo
Hornedo, Gonzalo Chapela, Juan Durán y Casahonda, Rubén
Salazar Mallén, Iñigo Laviada, Horacio Guajardo, Rafael
Delorme y Rodrigo García Treviño.
Ya se han mencionado las posiciones que este último
defendía en Excélsior. Por su parte, Salazar Mallén criticó
durante muchos años el predominio de las corrientes mar-
xistas en la UNAM. En su artículo “Estudiantes fanatizados”,
publicado en Excélsior el 18 de noviembre de 1981, deplora
que en esa institución se “fanatiza” a los estudiantes y que
allí. “Se ha puesto de moda un marxismoleninismo dogmático
y ciego, y no se deja ver a los estudiantes otros hori-
zontes...”16 Eduardo Hornedo era en ese entonces presidente
de la Asociación de Economistas, y articulista en Nove-
dades. En una carta publicada en ese periódico el 17 de
octubre de 1961, trascendió el fuerte conflicto que tenía
con Mújica Montoya, a quien acusaba de haberle impedido
la entrada a una conferencia que impartiría un profesor
francés en el Instituto de Investigaciones Económicas de la
Escuela Nacional de Economía de la UNAM. Chapela, por su

84
parte,17 fue un personaje muy importante en el activismo de
la extrema derecha católica de los años treinta, y fue impulsor
de organizaciones como la Base o la OCA (Organización,
Cooperación y Acción), precursora, a su vez, del sinarquismo,
además de ser uno de los miembros fundadores del PAN.
En el artículo “Macartismo al revés” publicado en
Ovaciones en agosto de 1961,18 Iñigo Laviada afirmaba
que “el plan de infiltración del imperialismo soviético,
respecto de nuestra patria, se concentra sobre la Univer-
sidad. Los comunistas desean conquistar primero a la intelec-
tualidad para luego dirigirse a las masas...” respecto de los
hechos del 26 de julio del 61 señalaba:

El día 26 de julio, máxima celebración de la dictadura socia-


lista que Fidel Castro ha impuesto en Cuba, todos los comu-
nistas universitarios organizaron actos públicos en honor
del tirano extranjero. Pero dos valientes estudiantes de
Economía, amantes de la libertad y enemigos del totali-
tarismo comunista, quemaron públicamente un monigote
barbado que representaba a Fidel Castro, en señal de re-
pudio a la dictadura comunista extranjera. Estos dos viriles
estudiantes patriotas, Luis Felipe Coello y Guillermo Vélez
Pelayo, fueron castigados con la expulsión por la Dirección
de la Escuela de Economía, en manos de los comunistas
Emilio Mújica Montoya y Tonatiuh Gutiérrez. Para justificar
este atentado comunista contra la libertad acusaron a los
estudiantes patriotas expulsados de ultrajar al maestro
Tonatiuh. ¡Ridícula patraña! Un fornido deportista como
el rojillo Tonatiuh, rodeado de centenares de sus correligio-
narios marxistas, acusa a dos solitarios estudiantes de
ultrajarlo. ¡Mentira digna de los procesos de Stalin!... por
quemar la efigie de un dictador extranjero, dos jóvenes
patriotas y brillantes estudiantes con magníficos

85
promedios de calificaciones, son expulsados de la
Universidad y se les niega el beneficio de la cultura, en
tanto que fósiles comunistas semianalfabetos gozan de
privilegios injustificables.

La descripción que hacía Laviada de los hechos


soslayaba uno muy importante en lo que concierne a los
orígenes del MURO: Coello y Vélez no actuaban solos, además
de que ellos iban respaldados también por la fuerza numérica
de sus correligionarios, estaban organizados ya al lado de
personajes como Sánchez Steinpreis y Rodríguez Carreño,
con quienes luego compartirían posiciones directivas en el
MURO, en caso de que ese organismo no existiera ya antes
del 26 de julio.
Por su parte, grupos empresariales apoyaban directa
e indirectamente la campaña contra Ignacio Chávez. El 15
de agosto de 1961, en Excélsior, Atisbos y otros perió-
dicos,19 se publicaban ataques de la COPARMEX a Ignacio
Chávez. El organismo empresarial se refería al “sovietismo
y fidelismo” en la universidad. La COPARMEX afirmaba:

Desde que fue nombrado rector de la Universidad el doctor


Ignacio Chávez, se ha desatado en esa Casa de Estudios
una bien ordenada y dirigida campaña rusofidelista, pese a
las aseveraciones en sentido contrario hechas por el mismo
rector. Sólo los ciegos o los sordos pueden negar que Radio
Universidad no difunde programas ensalzando a Castro Ruz
y a los métodos sovietizantes que lleva a cabo para destruir
la libertad de cátedra y de enseñanza en Cuba.

Además, según ese organismo empresarial, el órgano


periodístico de la UNAM “sólo” se dedicaba a hacer apología
de los sistemas comunistas “y se ponen ejemplos y más

86
ejemplos para convencer a los estudiantes de que la tiranía
roja es la más apropiada para el modo de vida y para mejorar
las condiciones sociales de las naciones”.
Paradójicamente, a la vez que criticaban a Chávez el
“permitir manifestaciones anticomunistas”, reivindicaban la
“libertad de cátedra”, argumentando que seguramente el
doctor Chávez no conocía los “datos proporcionado por altas
autoridades académicas de la Cuba fidelista que han sido
destituidos de sus puestos por no plegarse a las doctrinas
comunistas...”
Proseguían los empresarios:

En la universidad de La Habana todo el cuerpo de profesores


de la facultad de Ingeniería ha sido expulsado por el gobierno
castrista. En la de Ciencias Sociales, de los 121 que formaban
el total de maestros sólo quedan cuatro, que se han
subordinado a los métodos sovietizantes de enseñanza.

A decir de COPARMEX, las “expresiones comunistas”


eran “sectarias y extremistas” y podían llevar a la universidad
a un lugar poco halagüeño para el desarrollo de la mente y
la obtención de cultura.
Así el 15 de agosto de 1961, en su número 8 de su
segundo año de publicación, Espejo, colección del pensa-
miento, del Instituto de Investigaciones Sociales y Econó-
micas, dirigido por Agustín Navarro Vázquez, publicaba el
mencionado artículo “La Universidad contra la nación”, de
Rodrigo García Treviño, el editorial de Excélsior titulado
“Comunismo en la Universidad”. “El comunismo en el Nuevo
Programa de Enseñanza Secundaria” de Ramón Sánchez
Medal, “¿Civismo o propaganda?” de Edmundo Meouchi y
“El despertar de los universitarios”, de Rubén Salazar Mallén.
Incluía además artículos del Gobierno Federal Alemán, como

87
“El Nuevo Código de Trabajo de la Zona Soviética, una
provocación contra todos los hombres libres”, así como otro
artículo dedicado a “Detalles inéditos de la horrible
persecución religiosa en Cuba”.
La publicación aparecía como registrada el 18 de
mayo de 1960 y se imprimía en el establecimiento de León
Sánchez, detalle que tiene importancia, pues es la misma
imprenta donde MURO imprimiría su órgano Puño, a partir
de 1962.
De acuerdo con esa publicación:

El Instituto de Investigaciones Sociales y Económicas vive


exclusivamente de las aportaciones de sus socios y de
personas de buena voluntad que participa de los mismos
ideales y creen en la libertad en todos sus aspectos, en la
verdad y en todos los valores positivos.

También en agosto de 1961,20 Lumiere comentaba


en Últimas Noticias:

Mucha energía en la Universidad para expulsar a los


alumnos anticomunistas como Luis Felipe Coello Macías
y Guillermo Vélez Pelayo, ambos magníficos estudiantes,
con promedio de 9.1... ¿Y qué pasa con los fósiles pro-
comunistas? Nada, esos siguen tan campantes, gozando
de toda clase de privilegios.

El 6 de octubre de 1961, en un editorial, Excélsior


criticaba que en un número extraordinario de ese año, la
revista Investigación Económica, de la Escuela Nacional
de Economía, publicara el libro de Ramón Ramírez Gómez
titulado Cuba, despertar de América, cuyo autor, decía
Excélsior,

88
es o debe ser, uno de los tantos miembros de la juventud
temible a los que la idiosincrasia húngara del señor Jesús
Silva Herzog ha enseñado a despreciar los valores mexicanos
para admirar en cambio las doctrinas de otros pueblos.

Excélsior calificaba de “disolvente” a dicha publi-


cación y decía que ese material tenía un “principio de delito”,
porque “el castrismo no es un cuerpo doctrinal... sino una
subversión permanente. Pretender dar a Castro y sus
secuaces la categoría de maestros sociales es atentar con-
tra la razón”.
La presión ejercida por periodistas influyó para que
se tomara la decisión de disminuirles el castigo, como lo
reconocía Ignacio Chávez en carta enviada a Mújica
Montoya el 29 de agosto de 1961:

Confirmando la conversación que tuvimos ayer, en relación


con los alumnos expulsados de su Escuela, señores Luis
Felipe Coello Macías y Guillermo Vélez Pelayo, quiero
informarle que dichos alumnos han aceptado reconocer
públicamente su falta y admitir la justificación que hay
para que se les aplique una sanción; pero piden que ésta
se suavice, convirtiéndola en una suspensión temporal
que les permita reanudar más tarde su carrera. Por último,
ofrecen que, al reincorporarse nuevamente a su Escuela,
lo harán en la actitud caballerosa de estudiantes que no
desean crear ningún problema.
En vista de esta situación, me permito rogar a usted que
considere la conveniencia de atender su petición. Una rebaja
en la magnitud de la pena no disminuye en nada la autoridad
de usted y sí contribuye a devolver la armonía entre los
grupos estudiantiles. La aceptación de los alumnos

89
castigados de que han cometido una falta sancionable es la
mejor demostración de la falsedad del cargo que ha prohijado
cierta prensa, en el sentido de que intervinieron criterios
políticos en la expulsión.
Por eso creo que sería perfectamente justificable la re-
ducción de la pena que les fue impuesta. Quedando a salvo
la autoridad moral de su Escuela, creo que bien pueden
sumarse la justicia con la generosidad.21

Pienso que, probablemente, el doctor Chávez juzgó


que esa medida resolvería el problema y los expulsados así
como sus defensores se sentirían satisfechos. Sin embargo,
la lógica del activismo político, como se ha evidenciado
muchas veces en la historia, y como sucedió varias veces
en el periodo de Chávez al frente de la UNAM, no funciona
así. Por el contrario, al sentir que habían ganado una batalla,
los futuros muristas y sus defensores se sintieron con fuerzas
para ganar la guerra que de antemano habían declarado
contra el rector y otros personajes de aquella época. Una
guerra en la que encontraron apoyo en otros grupos y
personajes representativos del conservadurismo católico, en
la derecha empresarial y política, lo mismo que en sectores
del oficialismo e, incluso, en algunos momentos de ella,
coincidieron con la extrema izquierda universitaria.
El episodio que hemos venido comentando hizo visibles
los que luego serían las cabezas del MURO pues Coello se
convertiría en su primer presidente y Sánchez Steinpreis en
su vicepresidente, mientras que Guillermo Vélez Pelayo
pasaría a ser gerente general de Puño, el periódico del
MURO... Sin embargo, por sí mismo no explica cómo se generó
y financió ese proyecto.
En su libro Mis años con Elektra, Hugo Salinas Price,
empresario regiomontano, padre de Ricardo Salinas Pliego,

90
propietario a su vez de Televisión Azteca, detalla cómo fue
invitado a participar en la formación del MURO:

A principios de los años sesenta sentía yo grandes


“inquietudes”. El fuerte carisma de Fidel Castro hacía sentir
miedo a las clases media y alta de que se fuera a repetir el
fenómeno cubano en México. Escribía yo artículos anti-
estéticos que publicaba en Excélsior. A veces reproducía
mis artículos en sus publicaciones el Instituto de Investi-
gaciones Económicas y Sociales que dirigía mi amigo
Agustín Navarro Vázquez.
Siempre apoyé a Navarro Vázquez, un verdadero héroe de la
libertad, a quien la patria no le ha rendido el debido
reconocimiento. En varias conversaciones me planteó la
conveniencia de crear un grupo de choque de jóvenes a
efecto de contrarrestar el terror de la izquierda entre estu-
diantes. Se llamaría MURO, por sus iniciales: Movimiento
Universitario de Renovadora Orientación. Lo más probable
es que hubo varios que lo apoyaron, pero yo nunca supe
quiénes más apoyaron a ese grupo, que resultó muy efectivo
para darle a las izquierdas una sopa de su propio chocolate.
MURO tenía una casa ubicada en la avenida División del
Norte, en donde practicaban artes marciales los
muchachos. En una ocasión MURO decidió hacer una
manifestación en la propia UNAM. Para asombro de la
izquierda se quemó la efigie de Fidel Castro. Fue divertido;
tanto mi cuñado como yo estuvimos ahí. Él salió
fotografiado en los periódicos al día siguiente junto a la
efigie en llamas.22

En páginas anteriores, al reproducir crónicas


periodísticas del 26 de julio de 1961, se mencionó que ese
día en la UNAM los anticastristas quemaron una efigie de

91
Fidel Castro, lo cual coincide con la versión de Salinas Price;
esto hace creer que ya en ese momento estaba operando el
MURO, aunque no se hubiera anunciado públicamente su
aparición, así también se aclara la participación protagónica
de Coello y Vélez en esos hechos y su apoyo por parte de
Rodríguez Carreño y Sánchez Steinpreis. Todos ellos encon-
trarían cabida en la planilla directiva del MURO y de su órgano
Puño.
Según Hugo Vargas, el Instituto de Investigaciones
Económicas y Sociales (IIES), fue fundado por Navarro
Vázquez en enero de 1953, para promover las ventajas del
régimen de libre empresa y se fundó con la ayuda de
pequeños empresarios.23
Por su parte, Hugo Salinas Price afirma que el Instituto
fue fundado por el licenciado Luis Montes de Oca, secretario
de Hacienda por un tiempo durante el gobierno de Lázaro
Cárdenas y luego fundador del Banco Internacional, S. A.
Además, según afirma Price, los miembros del Instituto se
dedicaban a exponer la doctrina del liberalismo económico.24
Y, durante el sexenio de López Mateos comenzó a escribir
artículos políticos, por lo cual entró en

el círculo de hombres de negocios, todos mayores que yo,


que integraban el Instituto de Investigaciones Sociales y
Económicas, A.C. que dirigió por muchos años el licenciado
Agustín Navarro Vázquez. Formaban el consejo del Insti-
tuto personas importantes de aquel entonces, cuyos nombres
se van borrando de la memoria popular, como el ingeniero
José García, el licenciado Gustavo R. Velasco, el licenciado
Carlos Sánchez Mejorada, don Aníbal de Iturbide, don
Enrique Uhtoff, el genial don Federico Sánchez Fogarty, el
licenciado Antonio Pérez Verdía Jr., don Alberto Blari, creador

92
de “Chapultepec Heights” (las Lomas de Chapultepec) y
otros hombres de la misma talla.25

Desde 1955, el IIES editó la revista Temas Contem-


poráneos, donde llegarían a participar miembros del MURO
como Víctor Manuel Sánchez Steinpreis y Luis Felipe Coello,
al igual que personajes como Antonio Quintana y Federico
Muggenburg, cuyos nombres aparecen en el número 268
de dicha publicación.26
Licenciado en derecho por la UNAM, doctor honoris
causa por el Hillssale College de Michigan, editorialista en
Novedades, Excélsior, El Universal, El Heraldo, El Sol,
La Prensa, Impacto, a lo largo de su vida Navarro Vázquez
fue miembro activo del club Rotario, así como consejero de
la UNPF y secretario del Comité Mexicano de la Alianza para
el Progreso.
En una entrevista publicada en 1986 en Nexos,
Navarro Vázquez afirmaba que en la raíz de su militancia
conservadora estaba “el ansia de libertad” pues

Cuando era niño hubo una persecución religiosa te–rri–


ble: todo sacerdote que era aprehendido era fusilado. Un
día mi padre, fundador de la UAG, desapareció porque
defendía a los religiosos. No tengo influencia de nadie en
particular; sí de aquellos que han luchado por la libertad
en todos sus aspectos: religiosa, económica, política.

En aquel tiempo afirmaba que el IIES “es un centro


sostenido por la iniciativa privada” pero “malamente
sostenido, porque nos estamos muriendo de hambre”.27 Uno
de los productos de ese instituto fue Luis Pazos, quien
posteriormente fundaría el Instituto de Integración
Iberoamericana.

93
La UAG fue fundada cuando el entonces rector de la
Universidad de Guadalajara tuvo que salir de ella, al igual
que Carlos Cuesta Gallardo, Gómez Morín, Efraín González
Luna, los hermanos Leaño y otros, por oponerse a cumplir
el artículo tercero constitucional que, reformado por Lázaro
Cárdenas en 1933, establecía la educación socialista.
Navarro y los demás fundaron una nueva universidad
para enfrentar los planes del gobierno y asegurar la
educación “católica y tradicional” de los estudiantes. “Al
principio dieron clases en los jardines públicos, pero con el
tiempo llegaron los recursos —nunca declarados—, hasta
que lograron hacerse de un local”.28
Por otro lado, cabe señalar que Hugo Salinas Price
fue también el presidente del Consejo Directivo Nacional
del Partido Nacionalista de México (PNM), organismo político
apoyado por el sinarquismo y cuyo registro canceló la
Secretaría de Gobernación en 1964.29
A mediados de los cincuenta, uno de los reportes de
la DFS se refería en los siguientes términos a las relaciones
entre la UNS y el Partido Nacionalista Mexicano:

El Partido Nacionalista Mexicano y el sinarquista


aparentemente están desligados, pero la realidad es que las
decisiones de uno por lo que respecta a la religión católica
son adoptadas por el otro y los directivos en forma muy
eventual tienen entrevistas para ponerse de acuerdo en su
trabajo, que más que político es social y la intención de
aparentar uno ser partido de izquierda y otro de derecha, es
con el objeto de que siempre alguno de ellos esté bien con
el gobierno para estar más cerca y en consecuencias más al
tanto de sus decisiones para poder atacar sus fallas y
exteriorizarlas públicamente, pero con la finalidad únicamente
de luchar en pro de los preceptos de la Iglesia Católica.30

94
Según un reporte de la SEGOB de 1964, además de
Hugo Salinas Price, los principales dirigentes del PNM en la
facción que él encabezaba eran: Joaquín del Roncal y Gómez
Palacio, al igual que el sinarquista José Trinidad Cervantes,
vicepresidentes; Jorge Siegrist Clamont, secretario general;31
Javier Salido Torres32 y Antonio Hidalgo Martínez —sub-
director del Banco Internacional— tesorero; José Félix
Borrego, oficial mayor; Mario García Ramos, sinarquista,
secretario de organización; Carlos Pérez Gómez, secretario
de Acción Sindical; el general Octavio Magaña Cerda,
secretario de Acción Agraria; el licenciado Federico Ramos
Elordy, secretario de Acción Popular, el general Manuel
Federico Cárdenas Fuentes; —miembro de los Veteranos
de la Revolución— secretario de Acción Social; Alberto
González Salceda, secretario de Acción Cultural; Jorge Prieto
Laurens, secretario de Acción Política;33 Celerino Salmerón
Hernández, secretario de organización; Juan Martínez Ba-
rranco, secretario de Relaciones Públicas; Jesús Ortiz
Figueroa, secretario de Acción Juvenil; María Luisa C. de
Mondragón, secretaria de Acción Femenil; el sinarquista
Moisés Rodríguez Santillán, secretario de propaganda; y el
licenciado Agustín Navarro Vázquez, 34 al frente de la
comisión de Honor y Justicia.
El 30 de marzo de 1964, la SEGOB canceló definitiva-
mente el registro del PNM debido a su “desorganización...
patentizada con la formación de tres grupos antagónicos
que se ostentan como directivos y legales representantes
del mismo”. 35 Dichas facciones estaban encabezadas,
respectivamente, por Hugo Salinas Price, Alejandro Corral
Camou y Gustavo Gómez Samaniego. Según la SEGOB,
“ninguno de los tres grupos antagónicos... demostró tener
la dirección y representación legal del Partido Nacionalista
de México”.36

95
El 3 de abril de 1964, la DFS reportaba que “con motivo
de que la Secretaría de Gobernación canceló el registro del
Partido Nacionalista Mexicano, la UNS distribuyó un boletín
de prensa criticando y atacando al régimen”.37
Anteriormente, el 27 de agosto de 1963, el sinarquista
Juan Aguilera Azpeitia, indicaba que dicha Unión había
estado recibiendo propaganda de la Alianza Cristiana
Iberoamericana, con oficinas en 16 de septiembre, DF,
organismos que según sabían los dirigentes sinarquistas
estaban dirigidos por Jorge Prieto Laurens, Manuel Zalazar
y Arce y Hugo Salinas Price, los cuales pretendían adherirse
a la UNS.38
Posteriormente, en 1965, el militante sinarquista Mario
García Ramos externó tener conocimiento de que en el caso
de Movimiento Demócrata Cristiano está la mano de Hugo
Salinas Price.39
Sin embargo, en 1964, Atisbos intentaba ridiculizar la
idea de que el Partido Nacionalista Mexicano estaba
actuando contra Chávez. En el editorial “El diagnóstico del
cardiólogo”, publicado el 11 de marzo de 1964, se afirmaba
que sólo los “comunistas” podían crear problemas a Chávez,
pues el PRI no iba a causarle problemas a López Mateos,
por lo cual

Quedan sólo los partidos llamados de derecha: el PAN y el


PNM, que comanda Salinas Price. ¿A ellos puede imputarse la
agitación universitaria? Recuerde Chávez que Gómez Morín
es el responsable de que la Universidad haya caído en manos
de la mafia de la que forma parte y por la cual es rector...

Los hechos establecieron claramente que Capistrán


Garza se equivocaba o mentía, pues el propio Salinas Price
reconocería su intervención en la vida universitaria. Más

96
aún, como se verá posteriormente en este libro, era sabido
que muchos de los personajes que lanzaban campañas
difamatorias contra el rector Chávez pertenecían al PNM.
En lo que se refiere al PRI, hay que tener en cuenta que no
era ni ha sido nunca un organismo monolítico y que en su
interior se alimentaban pugnas de poder que sin duda
influyeron en la desestabilización de la gestión de Chávez.
En su tesis “El sistema jurídico de la universidad
mexicana”, presentada en 1954, Jorge Siegrist, quien fue
también dirigente del PNM y promotor de la Confederación
Nacional de Estudiantes, sostenía la tesis de que Gómez
Morín había conspirado una década antes con Alfonso Caso
para aprobar una Ley Orgánica de la Universidad que
permitiera la entronización en ella de un “grupo comunistoide,
de estilo academizante” que fue el mismo que organizó la
revuelta estudiantil contra Brito Foucher.
Un folleto publicado en 1975 por las Juventudes
Nacionalistas de México,40 y elaborado al parecer por ex
miembros del MURO, mencionaba que este grupo no había
buscado apoyo en los muchos miles de estudiantes
universitarios sino en los capitanes de empresa especial-
mente del Grupo Monterrey, y en algunos hermanos lasallistas
y jesuitas de escuelas particulares así como en la
Democracia Cristiana de otros países y en organizaciones
internacionales anticomunistas. Además, decían los
desconocidos autores, el MURO trató de convertirse en “oreja”,
es decir, confidente, de varias corporaciones policiacas.
Además de que anticipan y confirman la versión de
Salinas Price, los planteamientos anteriores resaltan el hecho
de que el MURO no tuvo arraigo en la comunidad universitaria
y que se involucró en relaciones peligrosas con corporaciones
policiacas, de lo cual se le acusaría especialmente durante
el movimiento estudiantil del 68.

97
Vale la pena señalar que hay otros testimonios,
algunos de ellos prácticamente perdidos, de la intervención
de sectores empresariales en la formación de grupos estu-
diantiles de choque. El 1 de junio de 1963, en Política, Renato
Leduc alertaba sobre un documento confidencial de 18
cuartillas, a renglón seguido, que circulaba en las oficinas
de “los cabezones de la iniciativa privada”, donde se
explicaba un “programa de acción encaminado a combatir
la influencia y el control marxista en las universidades y
entre el estudiantado del país”.
En ese documento, proseguía Leduc, se afirmaba:

México puede caracterizarse como un país socialista, y ya


se sabe que fácil es dar el paso del socialismo al comu-
nismo... El comunismo prospera en un ambiente corrom-
pido... Si la penetración o control comunista en cualquier
sector de nuestra sociedad es un gran peligro, en las
universidades adquiere carácter de hecho gravísimo, ya
que en esas instituciones se están formando legiones de
muchachos que habrán de tener las riendas del país en un
futuro más o menos cercano.

La descripción que en el documento confidencial se


hacía del panorama universitario era que “Elementos marxistas
ejercen influencia como profesores, mueven al estudiantado
como líderes, manejan, como funcionarios, enormes
presupuestos para fines antipatrióticos y anticristianos”.
Para combatir esas influencias “comunistas”, el docu-
mento proponía un plan en cuatro etapas: 1. Organización
previa, de noviembre de 1962 a marzo de 1963; 2. Control
de organizaciones estudiantiles, de marzo a octubre de 1963;
3. Consolidación de posiciones y preparación de la etapa
final, de noviembre de 1963 a una fecha indeterminada de

98
1964; 4. Movimiento estudiantil final: una gran caravana o
paro estudiantil y la “presión de una opinión bien orientada”.

1
Nacido en el DF en 1926, Emilio Mújica Montoya se tituló como licen-
ciado en economía por la UNAM y como doctor por la Universidad Ale-
xander von Humboldt, de Berlín. En la UNAM fue profesor, de 1951 a 1973,
y director de la Escuela Nacional de Economía, de 1959 a 1963. Fue también
director de planeación sectorial y regional de la secretaría de la Presidencia
y miembro del consejo consultivo del IEPES (Instituto de Estudios Políticos,
Económicos y Sociales), del PRI; de 1975 a 1976. De 1976 a 1982 fue
secretario de Comunicaciones y Transportes, de 1991 a 1993 director
general del Sistema de Transporte Colectivo, y de 1993 a 1997 embajador
en Costa Rica. (Musacchio, op. cit.,vol. II, p. 1996)
2
Excélsior, 31 de agosto, 1961.
3
Romo Medrano, op. cit., p. 292.
4
Id.
5
Id.
6
Id.
7
Id.
8
Mundo Mejor, septiembre 3 al 9 de 1961.
9
Ignacio Chávez, Epistolario selecto, 1975-1979, UNAM-SSA-El Colegio
Nacional-FCE-Instituto de Cardiología, México, 1997, p. 234.
10
Novedades, 25 de septiembre, 1961.
11
Excélsior, 7 de septiembre, 1961.
12
Id.
13
UNS,
Historia gráfica..., op. cit., p. 367. En esta obra se publica la foto
de Vélez y Pelayo al ser entrevistados en las oficinas de Orden.
14
Política, 19 de septiembre, 1961, p. 18.
15
Romo Medrano, op. cit., p. 292.
16
Muchos otros ejemplos de esas opiniones pueden encontrarse en los
artículos de Salazar mallén, como el titulado “Minorías audaces”, del 12
de septiembre de 1981 (Excélsior) donde arremete contra el sindicalismo

99
universitario, se refiere al “trotskista” Octavio Rodríguez Araujo, y critica
la demagogia de las minorías audaces que se apoderan de la representación
de las mayorías pasivas o indolentes...
17
Gonzalo Chapela y Blanco, nacido en Tingambato, Michoacán en 1910,
y muerto en el DF en 1971, se tituló como abogado en la Escuela Libre de
Derecho, colaboró en diversos periódicos y fue también músico. Fue
dirigente de la Unión Nacional de Estudiantes Católicos, del Movimiento
Familiar Cristiano y miembro fundador del PAN, así como diputado fe-
deral , de 1949 a 1952. (Musacchio, op. cit., vol. I, p. 565)
18
Archivo personal de I. Chávez, carpeta UNAM, 1961.
19
Id.
20
Id.
21
Chávez, Epistolario... op. cit., p. 235.
22
Hugo Salinas Price, Mis años con... op.cit., pp. 121-122.
23
Hugo Vargas, Cuando la derecha nos alcance, Pangea, México, 1997,
p. 21.
24
Salinas Price, Mis años con... op cit., pp. 81-82.
25
Ibid., p. 81.
26
Vargas, op.cit.
27
Ibid., pp. 23-24.
28
Ibid., p. 33
29
UNS, Historia gráfica, tomo II, p. 407.
30
AGN, DFS, 15-1-1953, h. 37, leg. 1.
31
Con domicilio, decía el documento, en la calle de Homero 130 y teléfono
45-51-80.
32
Con domicilio en Misisipi 86, col. Cuauhtémoc, y con teléfono: 28-62-
66.
33
Con domicilio en Xola 215, colonia Del Valle.
34
Con domicilio en Amatlán 55, colonia Condesa.
35
Diario Oficial, 30 de marzo de 1964, p. 1.
36
Ibid., p. 3.
37
AGN, DFS, UNS, exp. 15-1-64, h. 42, leg. 9.

100
38
AGN, DFS, UNS, 15-3-963, h. 243, leg. 8.
39
AGN, DFS, UNS, exp. 15-1-65, h. 31, 1eg. l9.
40
Juventudes Nacionalistas de México. Deslices de la TFP (Tradición,
Familia y Propiedad) y Contubernio FUA-MURO-GUIA, México, 1975. El
membrete “Juventudes nacionalistas de México” aparece en diciembre de
1937, en una nota publicada el día 8 de ese mes por Excélsior con el título
“Noble acción nacionalista. Los universitarios de México y Puebla estarían
unidos por el mismo ideal”, donde se afirma que los grupos universitarios
nacionalistas de las universidades de México y Puebla se habían unido
para “crear doctrina netamente mexicanista entre nuestro pueblo” y
“eslabonar a los grupos nacionalistas dentro del sector estudiantil”. Sin
embargo, al día siguiente en El Universal se publicaron declaraciones de
la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) del DF donde se declara
terminantemente contra las “propagandas facciosas” de grupos “comu-
nistas o fascistas”. Por su parte, la Confederación Nacional de Estudiantes,
encabezada por Roberto Carriedo Rosales y Jesús de Anda criticaban
específicamente a las Juventudes Nacionalistas y “al proyecto de
unificación de que ellas hablan”, además de que desautorizaban “todo
intento de agremiar en un sectori ideológico parcial, sea de carácter político
o religioso, a los estudiantes como tales...” El 15 de agosto de 1955, la DFS
apuntaba que las Juventudes Nacionalistas pertenecen al Partido
Nacionalista Mexicano (AGN, DFS, Juventudes Nacionalistas h. 12, leg. 2).

101
102
CAPÍTULO III

LOS DOCE APÓSTOLES, LA CONEXIÓN POBLANA

Volviendo al folleto de las Juventudes Nacionalistas, al


parecer,1 Manuel Buendía2 retomó de éste la hipótesis de
que MURO tuvo su semilla en el Frente Universitario Anti-
comunista (FUA), fundado en Puebla en 1955.
El creador del MURO sería Ramón Plata Moreno, un
“iluminado” que se rodeó de doce apóstoles, quienes lo se-
cundaron en un ambicioso proyecto para apoderarse me-
diante grupos de choque de la Universidad de Puebla, luego
de los otros centros de educación superior y algún día del
gobierno del país. Según esta versión, los apóstoles eran
Klaus Feldman (quien como empresario ha apoyado a varias
universidades privadas, especialmente a la UPAEP), Federico
Muggenburg (quien ha sido militante del PAN y hace varios
años dirigió el Centro de Estudios Sociales del Sector Privado
(CESSP), donde dejó como heredero al también ex murista
Raúl Vázquez Osorio, Antonio Quintana, Luis Felipe Coello,
Víctor Manuel Sánchez Steinpreis, Manuel Antonio Díaz
Cid (quien como se ha mencionado, fue también dirigente
de FUA y pasaría también a integrarse a las filas del PAN),
Fernando Baños Urquijo (quien posteriormente se convertiría
en dirigente del MURO), Carlos Figueroa Sandoval, Ignacio
Rodríguez Carreño, Gastón Pardo Pérez, Augusto Do-
mínguez Guzmán y Luis Pazos, el famoso autor de obras
derechistas sobre la historia y la economía de México.
La lista en particular de esos personajes no es todo
creíble. Por ejemplo, Luis Pazos, quien nació en 1947, tendría

103
tan sólo ocho años en 1955, cuando se fundó el FUA y catorce
años cuando se creó el MURO. Sin embargo, la importancia
de Ramón Plata dentro de la organización del MURO y de
otros grupos es compartida hasta la fecha por personas que
tuvieron una participación en altos niveles de esas
organizaciones y que consideran a Plata como un “genio”
de la organización política.
Plata nació el 20 de octubre de 1935. Es decir, tenía
26 años en 1961, en los prolegómenos del MURO y 20 años
cuando se creó el FUA. En 1991, tres antiguos miembros del
FUA explicaban cómo en los años cincuenta se había iniciado
la militancia anticomunista de Plata y de otros estudiantes:

Al iniciar la década de los años cincuenta, los colegios


particulares habían crecido significativamente y algunos de
ellos empezaron a impartir estudios a nivel de preparatoria.
A partir del año 1952, un número cada vez mayor de
egresados del Instituto Oriente (la primera preparatoria par-
ticular en Puebla), ingresaban a la Universidad de Puebla.
Estas generaciones de ex alumnos jesuitas llegaron impreg-
nadas de un catolicismo activo... estos alumnos encontraron
un medio agresivo y adverso, lo que les llevó a tomar
actitudes combativas en la defensa de sus creencias, ante la
burla cientificista que, en las aulas se hacía hacia los dog-
mas católicos. Fue así que empezaron a figurar Klaus
Feldman, Mario Alberto Pujol, Ramón Plata Moreno,
Heberto Rodríguez Concha, José Antonio Quintana, Gerardo
García Golzarri y otros.3

Rodríguez Concha llegaría a fungir, junto con su


esposa, Lilia de Rodríguez, como presidente del Movimiento
Familiar Cristiano en Puebla.4

104
Según comenta Dávila Peralta: “De este modo, los
ex alumnos de los colegios católicos fueron conformando
un grupo compacto que buscó defender la fe católico tal
como entonces la inculcaban en esos colegios: intolerante y
anticomunista”.5
Así, Ramón Plata Moreno, quien de acuerdo con la
teoría de los doce apóstoles, fue el cerebro creador de MURO,
era personaje bien conocido en la extrema derecha poblana.
El entonces estudiante de ingeniería Ramón Plata fue uno
de los fundadores del FUA, organismo nacido el 19 de abril
de 1955.

La casa marcada con el número 203 de la avenida 8 Oriente,


fue el lugar en donde, a las 20:30 horas de ese 19 de abril
nació el FUA. Encargado del discurso oficial fue el estudiante
de ingeniería civil Jesús Bravo y Cid de León, quien llamó
a sus correligionarios a defender con la vida la civilización
cristiana, amenazada por el comunismo ateo.6

El presidente de la organización fue Heberto Rodríguez


Concha y “a su lado estuvieron los líderes estudiantiles José
Antonio Quintana, Ramón Plata, Klaus Fledmann, Jesús Corro
Ferrer, Teodoro Terés, José Antonio Arrubarrena, Manuel
Rodríguez Concha y David Bravo y Cid de León”.7
Los militantes del FUA expresaron así los fines de su
movimiento:

Este organismo encauzó la virilidad de la juventud univer-


sitaria y en la unidad lograda se encontró la fuerza necesaria
para defensa ante la creciente agresividad de los grupos
comunistas y masones dentro de la Universidad de Puebla.
Bajo el lema “la fuerza de nuestro enemigo es nuestra

105
cobardía”, el Frente Universitario Anticomunista captó gran
simpatía de la sociedad poblana, porque si bien resaltaba
su decidida oposición al avance comunista, tenía también
una serie de propuestas positivas y realistas en torno al
deber ser de la institución universitaria.8

En 1956, Ramón Plata participó en la elaboración de


las propuestas del FUA para la reforma de la UAP, con las
cuales buscaban una relativa independencia entre el gobierno
y la universidad estatal, que “por la correlación de fuerzas
existentes en la UAP, sólo servirían para afianzar al grupo
hegemónico derechista”.9 Al lado de Ramón Plata partici-
paron en ese proyecto Heberto Rodríguez Concha, Jaime
Natarén, así también David Bravo y Cid de León.10
Ciertamente, varios de los “doce apóstoles” llevaban
a cabo un activismo ultraderechista en Puebla, generalmente
vinculados al FUA. El 21 de agosto de 1961, el semanario
Tiempo informaba que diez estudiantes miembros del FUA
pidieron amparo al juez primero de distrito para no ser
detenidos en relación con recientes disturbios estudiantiles
y entre los solicitantes figuraban algunos de los “apóstoles”:
Klaus Feldman Peterson, José Antonio Díaz Cid, Jesús Corro
Ferrer, Eduardo García Suárez, Marcial Campos Díez,
Fernando Rodríguez Concha, José Pedro Moreno, Carlos
Iglesias, Daniel y Jesús Caso Ortiz.
En los últimos meses, la capital poblana había vivido
un clima de agitación y terror por el enfrentamiento entre
los estudiantes de la UAP, de tendencias progresistas y grupos
conservadores como el FUA, que agrupaba a unos 300
estudiantes, apoyados por alumnos de escuelas particulares,
como los colegios Benavente, Carlos Pereyra y Oriente,
por el periódico El Sol, por el Comité Coordinador de la
Iniciativa Privada (CCIP) —presidido por el comerciante

106
Abelardo Sánchez y apoyado por William Jenkins, Adolfo
Sánchez Taboada y Alfredo Sidaui, entre otros— así como
por el arzobispo Octaviano Márquez y Toriz y el obispo
auxiliar Emilio Abascal Salmerón.
Posteriormente, la DFS aseveró que tanto en 1961 como
en 1964, los fúas habían recibido el apoyo económico de
Sánchez Gutiérrez,11 y que años después, Abelardo Sánchez
costeó todos los gastos del Foro de la Juventud, organizado
del 22 al 24 de abril de 1970 por la Coalición Moralizadora
permanente. La DFS también afirmaba que “este individuo
goza de consideraciones por parte del actual gobernador
Rafael Moreno Valle, quien lo protege, principalmente en
problemas de tipo obrero patronal”.12 Además, según la
misma fuente, Sánchez Gutiérrez decía ser amigo del presi-
dente de la república.
En la imprenta La Tarjeta, propiedad de Sánchez
Gutiérrez, ubicada en calle 12 oriente, entre 2 y 4 norte, se
imprimía la propaganda del FUA.
Por otra parte, nacido en Ocotlán, Tlaxcala el 22 de
marzo de 1904, Octaviano Márquez y Toriz fue ordenado
en el colegio Pío Latinoamericano en Roma, el 31 de octubre
de 1926, es decir en plenos inicios de la primera guerra
cristera. El arzobispo Enrique Sánchez Paredes lo había
enviado a Roma a concluir sus estudios sacerdotales. A su
regreso, a partir del 19 de mayo de 1930, fue director
espiritual de los seminaristas mayores en el Seminario
Palafoxiano.

En 20 años como director espiritual, su principal tarea fue


la de formar la personalidad de los futuros sacerdotes de la
arquidiócesis. Veinte generaciones de clérigos, cuando
anual-mente se ordenaban en Puebla un promedio de doce
sacerdotes, dio como resultado más de 200 ministros

107
formados en una religiosidad tradicional y un antico-
munismo a toda prueba. En una época en que el sacerdote
era el líder en las comunidades rurales, no fue difícil que la
postura del futuro arzobispo fuera la tónica en la religiosidad
de los creyentes de casi todo el estado de Puebla.13

El 3 de febrero de 1951, Márquez y Toriz fue nom-


brado arzobispo de Puebla, cargo que ocupó hasta su muerte
en 1975. Su antecesor en ese cargo fue su hermano, José
Ignacio Márquez y Toriz, nacido en 1895 en Tlaxcala y
fallecido en 1950. En 1934 fue designado obispo coadjutor
de Puebla y titular en 1945.14
Desde un principio, Octaviano Márquez y Toriz
sustentó su trabajo pastoral en tres ejes: 1. La fidelidad escru-
pulosa a los principios doctrinales de la fe católica; 2. El
anticomunismo como parte integrante del trabajo pastoral;
3. La alianza con los empresarios, en cuyos capitales se
apoyó para las obras de la Iglesia.15
Lo que se peleaba era no sólo el control de la UAP
sino el tipo de educación que en ella debía impartirse. En
abril de 1961, el Consejo Estudiantil Poblano (CEP), de
izquierda, denunciaba que la junta de gobierno de la UAP
estaba en manos de grupos como el Opus Dei, los Caba-
lleros de Colón y las Hijas de María, que trataban de
implantar su ideología a la comunidad universitaria. El CEP
desconoció a Armando Guerra Fernández, el rector de
tendencias conservadoras, y nombró en su lugar a Julio
Glockner, quien se mantuvo en el edificio Carolino, ganando
la adhesión de la mayor parte de la comunidad universitaria,
mientras que Guerra Fernández se instalaba en su casa par-
ticular, apoyado por sectores del clero, por el FUA y grupos
empresariales, quienes en particular pedían la abrogación
de la “absurda, anticonstitucional y facciosa Ley Orgánica

108
de la UAP”, recientemente aprobada y donde se afirmaba
que los funcionarios y maestros de la Universidad no
deberían pertenecer a órdenes religiosas.
El 3 de agosto de 1961,16 a las seis de la tarde, 200
estudiantes miembros del FUA, encabezados por Manuel
Antonio Díaz Cid, efectuaron un recorrido saliendo del
zócalo por varias calles de la ciudad, pero, hacía notar ese
cuerpo de seguridad: quienes “verdaderamente dirigieron
este acto” fueron los siguientes: Juan Rugarcía, Efrén
Ramírez, Abelardo Sánchez, y entre los manifestantes se
encontraban José Manuel Méndez y José Madrid. La DFS
señalaba “puede observarse que el 95 por ciento de la colonia
española en Puebla, que es numerosa se encontraban
presentes en este acto”.
El 4 de agosto de 1961,17 la DFS registraba una manifes-
tación frente al Palacio Municipal con Manuel Díaz Cid y
otros oradores y con la participación de “numerosos hombres
y mujeres de aspecto religioso”, entre ellos los sacerdotes
Isaac, Teisseier, Figueroa y Leyva.
El 5 de agosto de 1961, en el templo de la Santa Cruz,
Octaviano Márquez y Toriz amenazaba con la excomunión
a los fieles que profesaran doctrinas comunistas, mate-
rialistas o “anticristianas” así como a los lectores de quince
publicaciones “comunistas”, entre ellas Tiempo, mientras
que varios párrocos arengaron a sus feligreses para “de-
fender los templos frente a una posible agresión de los
comunistas”.
La escalada de violencia continuaría a lo largo de
1962, con muy activa participación del FUA.
El 31 de enero de 1962, la DFS mencionaba:

se dice que el FUA recibe la ayuda económica de los


siguientes elementos: Aquiles Serdán Álvarez, David

109
Bravo, Arquitecto Manuel Pavón Romero, Ingeniero
Everardo Morales y Carlos Mastreta, así como de Abelardo
Sánchez Gutiérrez. 18

También en 1962, la DFS afirmaba:

se sabe que Jorge Ocejo Moreno intervino en forma


indirecta en los disturbios del 28 de febrero, en la pelea
entre este organismo (FUA) y la Federación Estudiantil, pues
se supo que proporcionaba a los elementos de este
organismo varios objetos a la vez que azuzaba a estos para
que golpearan a los estudiantes carolinos.19

El 6 de marzo de 1962, fueron suspendidos de la UAP,


por dos meses, Mario Bracamontes Sardeneta, Jorge Plata
Moreno, Fernando Rodríguez Concha y otros miembros del
FUA por su participación en los disturbios. Se expulsó a Marcial
Campos y a Emilio Carrillo.20
Igualmente, en marzo de 1962 la DFS21 señalaba que
algunas escuelas católicas estaban siendo amenazadas
telefónicamente, lo cual presumiblemente provenía de
“elementos” del FUA que “por ese medio tratan de que dichas
escuelas respalden su movimiento”.
A principios de mayo de 1962, fueron detenidos varios
miembros del FUA que habían asaltado el edificio de la facultad
de Leyes de la UAP, entre ellos: Mario Bracamontes, Fran-
cisco Merino, Marcial Campos, Fernando Rodríguez Con-
cha, Bravo y Cid de León, Emilio Carrillo y Jorge Plata.
Asimismo, el 22 de octubre de 1962, Tiempo infor-
maba que diez miembros del FUA, a bordo de un automóvil
Taurus 1959 placas P67-68, propiedad del doctor Francisco
Casas, y de una camioneta no identificada recorrieron la
ciudad y lanzaron cartuchos de dinamita dentro de las

110
residencias de varios funcionarios de la UAP, entre ellos el
presidente del consejo de gobierno Amado Camarillo
Sánchez. Los miembros del FUA lanzaron las bombas dentro
de dormitorios, por la noche, con la intención evidente de
matar a sus ocupantes. La DFS hablaba no de bombas sino
de “cohetones” y precisaba que ese auto cuyo color y
número de placas se confirman en esta fuente, estaba regis-
trado a nombre del doctor Francisco Casas, “quien es des-
conocido en el medio universitario”.22
Antes de que se formara el MURO, desde México,
Ignacio Rodríguez Carreño y Víctor Manuel Sánchez
Steinpreis, al frente del efímero Comité General Prodefensa
de la Libertad de Cátedra, publicaban un desplegado en varios
diarios capitalinos donde acusaban a las autoridades de la
UAP de expulsar a profesores por sus ideas “anticomunistas”,
apoyando así las luchas de FUA en Puebla. Una vez constituido
el MURO, éste seguiría apoyando al FUA y, a la inversa, éste se
identificaría con las mismas causas que MURO.
A la vez, FUA actuaba contra el rector Chávez en la
UNAM. Ese mismo día, 5 de agosto de 1962, la Cámara de
Comercio de Puebla y el CCIP se reunían para iniciar una
campaña contra Chávez. En días posteriores, el presidente
de FUA, Jorge Velázquez H, y su secretario de prensa,
Humberto Máynez, aseguraban que “la Revista Univer-
sidad, Radio Universidad y la Casa del Lago, tienen nóminas
en las que figuran maestros y estudiantes de reconocida
filiación comunista bien remunerados”.23 También afirmaban
que: “el doctor Chávez ahora, como ayer Nabor Carrillo,
son los únicos responsables de que haya comunismo en
algunos puestos universitarios”.24
Otro frente de ataque del FUA contra el rector Chávez
consistía en cuestionar nada menos que su calidad académica,
mediante escritos difamatorios que en aquella época circularon

111
tanto en Puebla como en la ciudad de México. Uno de ellos,
firmado por Velázquez y Delgado, afirmaba:

Ignacio Chávez, el cardiólogo que llegó a la rectoría de la


UNAM entre la alarma de quienes conocían sus inclinaciones
hacia el comunismo, tiene dos caras, como otros muchos
michoacanos. En realidad es un falso sabio que ha con-
quistado fama y fortuna en su carrera médica valiéndose
del plagio y del abuso de la amistad.
Chávez nació a la fama a raíz de la presentación del trabajo
Angiografía, original del doctor Alejandro Celis, de cuya
amistad abusó el cardiólogo. Asimismo plagió el proyecto
para crear el Instituto Nacional de Cardiología. Ignacio
Chávez salió a puntapiés de la Universidad Nicolaíta de
Morelia y fue expulsado del Hospital General y de la Es-
cuela de Medicina. Su destino, al parecer, es ser expulsado
vergonzosamente de todas partes.
Cuando Chávez llegó a la UNAM, el temor de quienes ya conocían
sus dos caras fue ahogado en elogios; pero ahora se demostró
que ha apuntalado las canonjías y privilegios de los
comunistas dentro de la UNAM. Los Garicaterrés y otros rojos
gozan de más dinero que antes para sus francachelas, viajes,
comilonas y labores insidiosas, pues nunca como ahora fue
tan insolente el castrocomunismo de Radio Universidad, de
la Revista de la UNAM; y de la Casa del Lago...25

De acuerdo con Alfonso Yáñez Delgado, esa


campaña contra Chávez era impulsada “desde la Secretaría
de Gobernación, donde Díaz Ordaz luchaba por la sucesión
presidencial y la presencia de Chávez en la UNAM le
estorbaba”.26

112
Sin embargo, un numeroso grupo de profesores
universitarios, entre ellos Tomas Brody, Eduardo García
Maynes, Eli de Gortari, Arturo Azuela, Jorge Soberón
Acevedo, Francisco López Cámara, Wenceslao Roces,
Demetrio Sodi Pallares y otros, habían estado respondiendo
a ese tipo de afirmaciones en desplegados que se publicaron
en diversos periódicos, y donde afirmaban por ejemplo, que
en la Universidad Nicolaíta, donde fue rector,

dejó tan meritorio recuerdo que le ha valido después el


haber sido nombrado doctor honoris causa de la misma, y,
hecho extraordinario o único, rector honoris causa de la
propia institución, la cual le sigue considerado como uno
de sus hijos más preclaros.

Vale la pena incluir aquí una semblanza de Díaz


Ordaz, que fue alter ego del MURO y de personajes como
René Capistrán Garza. Gustavo Díaz Ordaz nació el 12 de
marzo de 1911 en San Andrés Chalchicomula, Puebla.
Realizó estudios básicos en Oaxaca y en Guadalajara. En
el Colegio del Estado, hoy Universidad Autónoma de Puebla,
se recibió como licenciado en derecho. A los 21 años ingresó
a Gobernación estatal. Luego fue escribiente en un juzgado,
y agente del Ministerio Público en Tehuacán, así como juez
de Primera Instancia y presidente de la Junta de Conciliación
y Arbitraje de Puebla, y vicerrector de la UAP. Fue secretario
de gobierno de Puebla, de 1943 a 1946; senador de 1946 a
1952; director de asuntos jurídicos y oficial mayor de
Gobernación, de 1952 a 1958; luego secretario de
Gobernación, y finalmente presidente de la república.
Según nota publicada el 1 de junio de 1962, en Política,
el 7 de marzo de 1959, el entonces secretario de Gober-

113
nación, Díaz Ordaz dijo a la UNS: “Ustedes son gentes (sic)
con las que el gobierno se puede entender. Ustedes y
nosotros queremos el bien de México. Los demás son
aspectos parciales de las cosas”.
De acuerdo con Política, la “consecuencia lógica”
de las palabras de Díaz Ordaz fue que en su concentración
de mayo de 1959, en la ciudad de León, los sinarquistas
acordaron “dar apoyo absoluto al presidente López Mateos
en su obra de gobierno”. Manifiesta dicha publicación:

...Habían transcurrido menos de dos meses desde que el


licenciado López Mateos iniciara la ofensiva contra el movi-
miento obrero, reprimiendo la huelga ferrocarrilera de marzo
y abril de ese año y encarcelando a más de cinco mil
ferroviarios. Era la época en que mítines y manifestaciones
eran disueltos con lujo de violencia; pero en la concen-
tración sinarquista de León, no solamente no ocurrió tal
cosa sino que, según informó el diario Excélsior, “todas
las fuerzas armadas locales fueron acuarteladas y se confió
a los sinarquistas el orden de la ciudad”.

El 15 de abril de 1962, Política se había referido a


que Díaz Ordaz intentaba encubrir el “fondo tenebroso” de
la “subversión” que en Monterrey llevaban a cabo contra la
Constitución, grupos derechistas como la Unión Neolonesa
de Padres de Familia, el Comité Regional Anticomunista y
el Frente Democrático Anticomunista.
Interrogaba Política:

¿Qué metas persigue el licenciado Gustavo Díaz Ordaz al


cerrar los ojos y al justificar y amparar a los sediciosos
neoloneses? Si bien el secretario de Gobernación es,
personalmente, colega en caudales de los capitalistas

114
neoloneses, su deber oficial lo obliga a no cerrar los ojos,
ni justificar ni amparar a quienes ofenden a las instituciones
a que el propio secretario tiene por misión defender.

Anticipaba: “...La incógnita se despejaría si fuese


cierto que Díaz Ordaz aspira a ser el sucesor del presidente
López Mateos y anuncia, desde ahora, cuál sería su política
desde el sillón de la primera magistratura del país”.
Leemos en un perfil biográfico de Díaz Ordaz publi-
cado por Proceso en 1977:

Calificado de derecha Díaz Ordaz, mantuvo prácticamente


congeladas las relaciones diplomáticas con Cuba y procuró
estrechar vínculos con los países centroamericanos y de
Sudamérica. Durante su régimen nació la Liga 23 de
septiembre, a raíz del asalto a un cuartel en Madera, Chi-
huahua, y de la sangrienta represión que lo siguió.27

Por cierto, la UNS fue una de las fuerzas que en diversos


momentos aplaudieron la gestión de Díaz Ordaz. El 1 de
septiembre de 1964, luego del primer informe presidencial,
la UNS expidió un boletín de prensa donde decía:

A reserva de analizar con el detenimiento, amplitud y


acuciosidad que nos merece el primer informe del presi-
dente Díaz Ordaz, nos da impresión bastante más favorable
que muchos otros de su misma naturaleza, formulados en
años anteriores.
Llaman la atención desde luego, el muy severo enjuicia-
miento de los que andan buscando una Patria prestada,
teniendo esta Patria mexicana, generosa, buena, entrañable-
mente nuestra, que hizo el primer mandatario en la parte

115
política del importante documento así como el franco
reconocimiento de la poco halagadora situación económica
en que ha vivido el país los diez primeros meses de la
administración diazordacista, reconocimiento que a su vez
y con llaneza se trató de explicar, a efecto de que tengan
conocimiento más claro de circunstancias, situaciones,
hechos y posibles remedios. Juntamente con lo anterior,
sorprendió el hecho de que esta vez no se cayera en el
demagógico lugar común de las crecidas cifras ponderadas
habitualmente con alardes artificiosos...

Según el boletín de la UNS, de ese informe surgían


“bases sólidas” en la aspiración, lucha y avance del pueblo
hacia su bienestar, mejoramiento y progreso.28
El 24 de septiembre de 1965, refiriéndose a los hechos
ocurridos en Ciudad Madera, Chihuahua, José Trinidad Cer-
vantes y Juan Aguilera Azpeitia,29 jefe nacional y de prensa
de la UNS, afirmaron que

mientras el gobierno no tome una acción directa para


terminar con los grupos procomunistas y que en nuestro
país se denominan Central Campesina Independiente y
Movimiento de Liberación Nacional, no cesarán los dis-
turbios, que constantemente se registran en la Nación.
Agregó el licenciado Cervantes que algunos gobernadores
no atacan estos movimientos de carácter subversivo, sino
al contrario, los principales miembros de la CCI y del MLN
cuentan con el apoyo y la ayuda económica de esos
funcionarios.
Aguilera Azpeitia dijo que ellos solamente esperan los
nombres y domicilios de las personas que están afiliados a
esos grupos de izquierda que les proporcionarán los jefes
regionales sinarcas del interior de la República, para darlos

116
a conocer a la opinión pública por medio de sus órganos
de difusión.30

El descontento de Díaz Ordaz con el gobierno de


Echeverría fue evidente y durante este periodo se mantuvo
a la sombra, hasta que reapareció en la toma de posesión
de López Portillo. En esa ocasión, “fue notable el entusiasmo
con que aplaudió al nuevo mandatario, en contraste con su
indiferencia hacia las menciones de López Portillo al ex
presidente Echeverría, que causaron ruidosos aplausos”.31
Fue nombrado embajador en España y con una actitud
similar a la que asumiría Salinas de Gortari luego de su
mandato, quiso excederse de manera extemporánea
ostentando un poder del que ya carecía, de suerte que en una
famosa conferencia de prensa que se llevó a cabo el 12 de
abril de 1977 se vanaglorió de haber “salvado” a México del
“caos” y proclamó que el año de 1968 era aquel periodo de
su mandato del que más orgulloso se sentía. Con un desplante
célebre, le contestó a un periodista refiriéndose a los sucesos
del 68: “Todo se puso en la balanza. Afortunadamente salimos
adelante. Y si no ha sido por eso, usted no tendría la opor-
tunidad... muchachito, de estar aquí interrogándome”.32
Famoso es el retrato que trazó Carlos Fuentes en
uno de sus ensayos incluidos en Tiempo Mexicano,33 de
Díaz Ordaz, quien murió en 1979 en la ciudad de México:

Surgido de los bajos fondos del cacicazgo avilacamachista


en Puebla, acostumbrado a ascender cubriendo los crí-
menes de sangre y dinero de la plutocracia poblana, aprove-
chando las infinitas posibilidades de lacayismo que ofrece
la política versallesca y confidencial creada por el PRI, esco-
gido para la presidencia por discutibles méritos de servicial

117
amistad hacia su predecesor López Mateos, casi por un
capricho de éste, sin auténtica consulta con la ciudadanía
en general o con los miembros del PRI en particular, merced
a un simple dictado por el que el rey en turno premia al más
atento de sus cortesanos, el que arrima las sillas y finge
entusiasmo por el box y las carreras de automóviles, y
embriagado, una vez en el poder, por las posibilidades del
lujo y la riqueza y el capricho sin sanción y la venganza
impune contra todos los años de mediocridad, humillación,
lambisconería, y dietas de chilaquiles y tacos de nenepile,
menos culpable es el hombre que así cumplió sus ambi-
ciones, menos lo es el clima político que las auspició, que
todo nosotros, los ciudadanos que lo toleramos. El Thiers
mexicano no podía responder ni con generosidad ni con
comprensión ni con inteligencia el desafío de una juventud
que ponía en entredicho el estado de cosas que permitió
que llegara a la presidencia de la República un hombre
apenas capaz de ejercer la presidencia municipal de San
Andrés Chalchicomula.

El 26 de noviembre de 1962, el Directorio Estudiantil


Universitario señalaba en un desplegado que los miembros
del MURO, que según su versión sumaban en ese tiempo 38
en total, eran los mismos militantes del FUA que habían
“renovado” sus siglas, debido al desprestigio y la fama de
violencia que se había ganado esa organización.
Ciertamente, el MURO nutrió inicialmente su militancia
con gente del FUA, como se ha visto, pero no hay que creer
que fuera simplemente un sucedáneo de FUA o un “organismo
de fachada” de esa organización. Ese patrón de crecimiento
revolvente ha sido a lo largo de la historia típico de grupos
de la extrema derecha católica, precisamente por su falta

118
de arraigo popular.34 Además, hay testimonios de que MURO
y FUA actuaron simultáneamente en los años sesenta, tanto
en México como en Puebla, donde el MURO fundaría un
comité estatal.
En Puebla, de 1962 a 1964, FUA y MURO estuvieron
activos en una campaña anticomunista donde participaron
otras organizaciones, como la Asociación de Padres de
Familias Universitarias, A.C. y el Comité Prodenfesa de
los Derechos Estudiantiles. Según Xavier Robles, el 5 de
octubre de 1968, cuando era brigadista de la UAP, fue
golpeado y detenido por la policía y un “siniestro grupo
profascista, los fúas, a quienes llamábamos así por su
participación en el Frente Universitario Anticomunista,
pagado por el gobierno local...”35
También el 2 de octubre de 1968, cuatro alumnos
pertenecientes al FUA que habían sido secuestrados el 30 de
septiembre por grupos de izquierda y llevados al edificio
Carolino, fueron liberados, pero sus captores habían
registrado previamente en una cinta sus declaraciones en el
sentido de que José García Valseca, propietario de la
conocida cadena periodística, era el principal promotor de
las actividades del FUA.36
El secuestro de los fúas había ocurrido el 30 de
septiembre de 1968, cuando ese organismo llevó a cabo un
acto con asistencia de unas 150 personas cerca de la iglesia
de la población de San Baltazar, Campeche, municipio de
Puebla; calificaba a los alumnos del DF como “apátridas y
anticomunistas”. Al final del acto fueron secuestrados dichos
estudiantes y trasladados al Carolino.37
En octubre de 2001, La Jornada de Oriente señalaba
que un día antes el alcalde de Puebla, Luis Paredes Mocte-
zuma, se había presentado ante el Consejo Universitario de
la UAP a “pedir disculpas” a quienes dañó u ofendió en su

119
época de “joven idealista”. Paredes Moctezuma se refería
con esa frase a su participación en el FUA, que le llevó a ser
expulsado de la UAP en 1972. Según dicho medio, Paredes
Moctezuma perteneció a la “segunda generación de inte-
grantes de lo que fue el FUA y del MURO que se caracterizaron
por ser notoriamente violentos”, cuando el hoy militante del
PAN era estudiante de arquitectura en la UAP.

Luis Paredes lo mismo disparó armas de fuego a sangre


fría contra los que eran sus adversarios políticos, que roció
con éter a los asistentes a una función de un video club,
pues consideraba que el público era parte de una conspi-
ración guerrillera en contra del Estado Mexicano y de la
Iglesia Católica...cada vez que podía expresaba abierta-
mente su odio por los judíos, los comunistas, los intelec-
tuales de izquierda y las organizaciones populares.38

En la década de los ochenta, Paredes Moctezuma


aparece como uno de los fundadores del DHIAC (Desarrollo
Integral Humano y Acción Ciudadana) en Puebla, creado
el 16 de febrero de 1983, “a iniciativa de los colegios
profesionales ligados a los empresarios”. Según ese grupo,
buscaría “influir para elegir a un alcalde de Puebla que sea
el adecuado, para lo cual estamos dispuestos a buscar alianza
con el PAN y vigilar las elecciones con urnas transparentes”.39
En las elecciones municipales de 2001, el PAN triunfó
en el municipio de Puebla, su candidato fue el mencionado
Luis Eduardo del Sagrado Corazón de Jesús Paredes
Moctezuma, “uno de los más beligerantes líderes de la
derecha poblana en los años setenta”.40
Entre los hechos violentos en que estuvo involucrado
Paredes en los setenta se registró el del 24 de enero de

120
1972, cuando un nutrido contingente de miembros del FUA
atacó la escuela de Derecho de la UAP, y esto produjo la
muerte de un estudiante de esa escuela, Josafat Tenorio
Pacheco, de 26 años, quien fue asesinado de un balazo en
la frente. Entre los atacantes fueron identificados Jesús
Rivera Torija, Jorge Cuautle Méndez, Jesús Márquez de
Ita, Teófilo Bernal Saldaña, Ricardo Loranza Sentíes,
Cuauhtémoc Huerta Morales y Jesús Percino Escalante,
quienes eran capitaneados por Rubén del Castillo Hernández,
Ángel Morales Piloni y Luis Paredes Moctezuma. Los dos
últimos ya habían sido expulsados de la escuela de
Arquitectura por el H. Consejo Universitario, “por sus
vínculos con el FUA y en general por sus actividades
terroristas”.41
Días después, las autoridades judiciales informaron
de la captura de Jesús Rivera Torija, a quien señalaron como
presunto responsable del asesinato de Josafat Tenorio.
También fueron consignados once de los agresores, pero
cuatro de ellos, incluyendo a Luis Paredes, salieron en
libertad bajo fianza.42
Otros de los personajes que se identificaron con el
FUA hace décadas y que luego llegarían a ocupar prominentes
posiciones en el PAN y en el sector empresarial fueron Jorge
Ocejo Moreno, así como Gabriel Hinojosa, quien llegó a la
alcaldía de Puebla en 1996.
En realidad, FUA comenzó a perder fuerza en esa
época, debido al descrédito del MURO, organización con la
cual se vinculaba estrechamente, y con la fundación de la
Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla
(UPAEP); inaugurada el 7 de mayo de 1973 en el ex rancho
de la Noria. La UPAEP fue fundada con el apoyo de la
iniciativa privada (IP), como expresión de los proyectos
universitarios de la extrema derecha poblana.43

121
En 1973, la DFS se refería a la creación de la UPAEP,
auspiciada, decía, por la Asociación de Profesionistas de
Puebla, Cámaras de Comercio, Transformación, Textil y otros
organismos de la IP, con la colaboración de la fundación
Jenkins.
En abril y mayo de ese mismo año, miembros del FUA,
que estudiaban en Arquitectura y en Administración de
Empresas, señalaban que comenzaron a tomar sus clases en
la UPAEP, desligándose de la UAP.
Tiene interés añadir que, como suele suceder en el
devenir de las organizaciones conservadoras, FUA creó varios
grupos, como Náhuatl, Juventud Nueva y Cristianismo sí,

Este último era heredero directo del Frente Universitario


Anticomunista y sostenía a una organización secreta a la
que sus miembros llamaban con el hombre de La orquesta.
Su primer líder fue un activo militante del FUA y coordinador
del Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana, cuando
fray Silvestre Paredes dirigía el movimiento y formaba ahí
a los cuadros anticomunistas: Mario Bracamontes.44

El dato merece especial atención, pues La Orquesta


ha sido un nombre con el que sus miembros conocen a
Yunque, una peligrosa organización secreta, cuya existencia
fue confirmada por Proceso en diciembre de 2000.
Además, como se ha dicho anteriormente, el MURO
contó con la simpatía y apoyo de algunos grupos radicales
de escuelas particulares, de periodistas identificados muchos
de ellos como católicos y anticomunistas y con el finan-
ciamiento de poderosos empresarios, en particular de
Monterrey.
Todos estos son hechos comprobables que explican
diversos aspectos del origen del MURO: quiénes lo fundaron,

122
de dónde obtenía sus recursos y a qué intereses obedecía.
No se ha sabido, sin embargo, exactamente cuándo y dónde
surgió el proyecto como tal: si fue ante todo un proyecto de
Agustín Navarro Vázquez, ideólogo de la extrema derecha
empresarial, o si más bien hay que buscar su primer motor
en Ramón Plata y sus “apóstoles”, o tal vez, como es lo
más probable, en la creación del MURO confluyeron ambos
proyectos. Tampoco es claro si los hechos del 26 de julio de
1961, anteriores a la aparición pública del MURO, fueron un
antecedente del mismo o, como sugiere el testimonio de
Salinas Price, el primero o uno de los primeros actos públicos
de ese grupo.
Por otro lado, una vertiente que también nutrió al
MURO de manera muy importante fue el activismo anti-
castrista de exiliados cubanos con el cual ese organismo
establecería relaciones. De acuerdo con el testimonio de
Óscar González, brindado el 29 de julio de 2002, algunos
exiliados anticastristas se habían acercado al MURO, como
era el caso de Enrique Herrera, hijo de un actor y locutor
cubano, partidario de Prío Socarrás, y quien en 1962 estaba
en la Escuela Nacional de Economía.
Por su parte, también en 2002, Gilberto Herrera
Medina describía a Enrique Herrera como “culto y buen
orador. En círculos estudiantiles se comentaba que tenía
vínculos con la CIA. También se relacionó con grupos de
derecha”.
La Secretaría de Gobernación sabía que Herrera.
—hijo del cómico cubano del mismo nombre—, había for-
mado parte de las Juventudes Auténticas de México, que
con otros grupos conspiraba en contra de Batista desde la
ciudad de México, de acuerdo con un informe confidencial
del Instituto Nacional de Migración de la SEGOB, fechado el
23 de julio de 1957.45

123
1
Dado que un ejemplar de ese texto estaba en el material sobre el MURO
que Buendía consultaba en Excélsior, y sobre todo, que el famoso perio-
dista citaba casi textualmente lo que allí se decía sobre el “iluminado” y
sus “apóstoles”.
2
Excélsior, 18 de octubre de 1962.
3
Louvier, Díaz Cid y Arrubarrena, Autonomía universitaria, UPAEP, Puebla,
1991, p. 21.
4
AGN, DFS, MFC, exp- 15-3-70.
5
Op. cit., p. 89.
6
Nicolás Dávila Peralta, Las santas batallas. El anticomunismo en Puebla,
UAP; 2001, p. 89.
7
Ibid., p. 90.
8
Id., p. 90.
9
Alfonso Yáñez Delgado, La manipulación de la fe. Fúas contra carolinos
en la universidad poblana, UAP, Puebla, 2000, p. 14.
10
Id.
11
AGN, DFS, FUA, exp. 15-3-70. En las notas a pie de página que se refieren

a documentos de la DFS que se encuentra en el Archivo General de la


Nación, la referencia indica no sólo su clasificación, sino la manera de
obtenerlos. Por ejemplo, AGN, DFS, FUA, exp. 5-3-70, h. 141, leg. 10, indica
que en el juego de tarjetas de la DFS referentes al FUA, se cita dicho
expediente, con su legajo y página. A la fecha de publicación de este libro,
ese material se podía consultar en la galería 1 del AGN previa solicitud en
la que se debería indicar los grupos políticos o temas a investigar, con
cuya lista en esa galería facilitaban las tarjetas correspondientes y a partir
de ellas se localizaban los expedientes, con su número de legajo y de hoja,
o a partir de 1981, clasificados mediante fechas.
12
AGN, DFS, FUA, exp. 15-3-70, h. 141, leg. 10.
13
Dávila Peralta, op. cit., p. 84.
14
Ibid., pp. 84-85; vid. Musacchio, op. cit, vol. II, p. 1751.
15
Dávila Peralta, op. cit., p. 85.
16
AGN, DFS, FUA,exp. 100-19-1-63, h. 48, leg. 4.

124
17
Ibid., exp. 100-19-1-61, h. 53, leg. 4.
18
AGN, DFS, FUA, exp. 100-19-1-62.
19
AGN, DFS, FUA, exp. 100-19-1-62.
20
AGN, DFS, FUA, exp. 100-19-1-62, h. 4, leg. 5.
21
Ibid., h. 14, leg. 5.
22
AGN, DFS, FUA, exp. 100-19-1, h. 62, leg. 5.
23
Excélsior, 9 de agosto, 1961.
24
Id.
25
Yáñez Delgado, La manipulación... op. cit., p. 189.
26
Id.
27
Proceso, año 1, núm. 23, 9 de abril, 1977, p. 20.
28
AGN, DFS, UNS, exp. 15-1-965, h. 44, leg. 10.
29
Posteriormente, los dos dirigentes sinarquistas ya no mantendrían
relaciones cordiales, de suerte que el 1 de junio de 1976, Juan Aguilera
Azpeitia acusaba a José Trinidad Cervantes, quien fue jefe de la UNS de
1964 a 1966, “sé que fue removido de ese cargo por comprobársele la
malversación de fondos de la Unión, y el cual a la fecha presta sus
servicios en el periódico Universal, de tratar, por medio de este diario, de
desprestigiar a la UNS mediante publicaciones tendenciosas, aprovechando
la ocasión para hacerse publicidad, elogiando al candidato del PRI a la
presidencia de la república, todo ello con el fin de agruparse en las filas del
Revolucionario Institucional y buscar acomodo dentro de la próxima
administración, de acuerdo a sus intereses” (AGN, DFS, INS exp. 15-1-76, h.
27, leg. 13).
30
AGN, DFS, UNS,
exp. 15-1-965, h. 60, leg. 10.
31
Proceso, año 1, núm. 23, 9 de abril, 1977, p. 19.
32
El Universal, 13 de abril, 1977.
33
Joaquín Mortiz, México, 1971, p. 150.
34
Vid. Édgar González Ruiz, La Última Cruzada. De los cristeros a Fox,
Grijalbo, México, 2001, cap. II.
35
La Jornada, 5 de octubre, 1997.
36
AGN, DFS, FUA exp. 100-19-68, h. 89, leg.18.

125
37
Ibid., exp. 100-19-1-63, h. 2, leg. 6.
38
www.nucleu,unam.mx/-jornada/010607.dir/cuitlatlan.htm
39
Humberto Sotelo M. y Norberto Anaya, La democracia del dinero,
Lozada, Puebla, 1998, p. 75.
40
Humberto Sotelo, 1972-1973, Puebla de los demonios, UAP, Puebla,
2002, p. 128.
41
Id.
42
Id.
43
Dávila Peralta, op. cit., pp. 175-176.
44
Ibid., p. 157.
46
AGN, SEGOB, INM, exp. 58/865.

126
CAPÍTULO IV

APARECE EL MURO

El MURO hará su aparición pública en los medios de comuni-


cación, los primeros meses de 1962. Sin embargo, según la
DFS, en un principio quienes formaron el MURO en la escuela de
Economía de la UNAM, integraban el grupo denominado
“Mariano” para oponerlo a los grupos radicales de izquierda.1
El día 19 de marzo de 1962, El Heraldo de Chihuahua
reportaba en su primera edición: “Nace una nueva organi-
zación estudiantil que combatirá la traición comunista”. Tres
días después, Excélsior mencionó también la creación del
“nuevo organismo estudiantil denominado Movimiento Univer-
sitario de Renovadora Orientación (MURO).”
El 2 de abril de ese mismo año, el MURO se oponía a la
designación de Rubén Bonifaz Nuño y Enrique Reyes como
director y subdirector de la Revista de la Universidad y
de la Gaceta Universitaria, alegando que se caracterizaban
por su ideología de izquierda.
Ya el 8 de abril, el MURO enviaba un radiograma a
Fidel Castro, que decía: “Universitarios mexicanos exigimos
cese baño de sangre hermano pueblo cubano”, según la
nota publicada por El Sol de Tlaxcala.
Según el MURO, “...la mafia comunista adueñada del
país antillano ha sumergido al pueblo cubano en un mar de
terror y de sangre para seguir usurpando el poder público”,
pero predijo que “el mismo régimen rojo se devorará a sí
mismo conforme vaya despertando Cuba del letargo en que
le sumió la revolución fidelcastrista”.

127
El 9 de abril, Atisbos publicaba una entrevista
realizada a dos dirigentes del MURO, Luis Felipe Coello e
Ignacio Rodríguez Carreño, y se refería al nuevo organismo
estudiantil en los siguientes términos:

Movimiento Universitario de Renovadora Orientación


(MURO) ha nacido para dar la pelea abierta y viril a quienes
han hecho de las aulas universitarias el campo de acción
de sus labores subversivas y contrarias a la superación
universitaria.

Se añadía en la revista que dirigía René Capistrán


Garza:

El marxismo infiltrado en la UNAM ha empezado a titubear


ante la aparición de un movimiento en el que se agrupan
miles de auténticos estudiantes, despojados de ideologías
extrañas, que están dispuestos a borrar de su camino de
una vez por todas, cualquier obstáculo que amenace la
estabilidad y buena marcha de sus carreras, seriamente
amenazadas por las tendencias rojas, ya no digamos de
los eternos y alborotadores fósiles, sino inclusive de
nuestra máxima Casa de Estudios.

En aquella entrevista, los dirigentes del MURO afir-


maban que los principales centros de agitación roja en la
Universidad eran Economía y Ciencias Políticas y que la
misión del MURO era “denunciar con sensatez, ecuanimidad
y valentía, todas las maniobras que hagan o intenten hacer
los comunistas que se han convertido en un cáncer dentro
de nuestra querida universidad.”
Apenas cinco días antes, el 3 de abril de 1962, Atisbos
había expresado la necesidad de luchar contra el comunismo

128
en la universidad. Señalaba que con Nabor Carrillo el
comunismo internacional era “pachanguero” y

amigo de la farra y el embute... sin más preocupación


marxista leninista que efectuar de vez en cuando una
algarada o un mitotito y dejar contentos a Bazikin y Por-
tuondo.2 Con Chávez el comunismo internacional se ha
vuelto más hondo y doctrinario, más fanático y más austero.
Va cumpliendo silenciosamente un programa y afianza sus
posiciones en la Universidad sin que a nadie parezca
preocuparle: autoridades del país, opinión pública, padres
de familia, estudiantes, iniciativa privada.

El 9 de abril de 1962, el MURO achacaba a Chávez el


propósito de preparar un “libro de texto único gratuito” para
la Universidad, a fin de llevar a cabo un “adoctrinamiento
marxista más eficaz”. El MURO se refería también a otras
medidas como la creación de sociedades únicas de alumnos
y el otorgamiento de becas, como formas de controlar
ideológicamente a la población estudiantil.3
El 10 de abril, en su artículo “La UNAM, polvorín a
punto de estallar”, de Excélsior, Jaime de la Portilla
comentaba que

Luis Felipe Coello, el estudiante expulsado de la Escuela


de Economía por haber perorado entra el régimen comunista
de Fidel Castro en Cuba, y que a base de lucha tenaz
consiguió ser admitido de nuevo, no obstante la oposición
de la plana mayor que dirige la UNAM, ha formado un
organismo llamado Movimiento Universitario de Reno-
vadora Orientación, MURO, y ha declarado que si no
cambian las cosas en la Universidad Nacional, serán los
propios estudiantes quienes se enfrenten al pandillerismo

129
comunista, que pretende aterrorizar a los alumnos para
entronizar el marxismo en la Ciudad Universitaria. Se dice
que Coello cuenta con una falange universitaria bien infil-
trada en las diversa escuelas universitarias, que obrarán
en forma coordinada y enérgica en el momento oportuno.

Los comentarios de ese articulista sugieren que el MURO


surge propiamente de la expulsión de Coello y Vélez, impulsado
especialmente por el primero de ellos, como una forma de
continuar con la lucha iniciada el 26 de julio de 1961. Hoy en
día esa versión no es creíble, por los testimonios que indican
que el MURO no nació en forma espontánea, como fruto de un
episodio aislado, sino que existían proyectos e incluso apoyos
empresariales para organizarlo como un grupo estudiantil de
choque, de carácter anticomunista. Sin embargo, en su
momento la versión de la “generación espontánea” del MURO
pudo resultar creíble para muchos lectores de periódicos que
no podían tener atisbos de lo que sucedía tras bambalinas, o
de hechos como el traslape de miembros entre grupos
ultraderechistas como MURO, FUA y otros, y que indicaban que
quienes dirigirían MURO de hecho ya habían tenido contacto
con otros de esos grupos organizados.
En mayo de 1962, MURO enviaba una carta de apoyo
al mandatario de Guatemala, general Manuel Ydígoras, por
la represión contra estudiantes. Ante ello, el Comité
Ejecutivo de la Sociedad de Alumnos de la facultad de
Derecho, el PPS, el Grupo Renacimiento y el Grupo Patricio
Lumumba, de la facultad de Derecho de la UNAM, así como
el Comité de Amigos de Guatemala, entre otros, envió a
Política una indignada carta que fue publicada en junio de
ese mismo año, en la cual se refería a la “vergonzosa carta
enviada a Guatemala por los quince traidores del MURO...”4

130
Para junio de 1962, es decir, a sólo tres meses de la
aparición pública de MURO, Política lo listaba en el sector de
la derecha universitaria, muchos de cuyos miembros pa-
sarían a ser con el tiempo, personajes célebres de la derecha
política electoral. Ese sector, afirmaba la revista, estaba
encabezado por

... Luis Felipe Coello —culpable del asalto a la Escuela


de Economía—, Luis Rodríguez Manzanera, presidente
espurio de la Sociedad de Alumnos de la facultad de
Filosofía y Letras —ambos miembros del MURO—, Jesús
Contreras y Raúl González Schmal —del Comité Nacional
Juvenil del PAN—, Pablo Monsalvo5 del Frente Cívico
de Afirmación Revolucionaria, de tendencia alemanista,
Diego Fernández y otro estudiante apellidado Farah de
la Parroquia Universitaria...

El Diego Fernández que mencionaba Política es desde


luego Diego Fernández de Cevallos. Su hermano, Jaime
Fernández de Cevallos participaba también en la vida política
de la universidad, al frente de la FUSA (Federación Univer-
sitaria de Sociedades de Alumnos), organización que
encabezó a principios de 1964. Su elección fue resultado de
una alianza de fuerzas de la derecha, a las que él repre-
sentaba con personajes como Fernando Roque Villanueva,
hermano de Humberto Roque Villanueva, y ex dirigente de
FUSA. Su contrincante, Walter Ortiz, estaba apoyado por
Rolando Cordera y representaba a la izquierda.6 La elección
de Jaime Fernández de Cevallos Urueta desató diversas
críticas contra él, pues fue tildado de “pelele en turno usado
por el rector” y le ubicó como vástago de una familia cien
por ciento panista, del estado de Querétaro y representante
de la derecha mexicana.7

131
1
AGN, DFS, MURO, 63-1-970, h.197, leg. 61.
2
“Bazikin”, por alusión al anarquista ruso Mijail Bakunin; Portuondo,
por referencia al embajador cubano en México en aquellos tiempos (vid.,
supra)
3
Últimas Noticias, 9 de abril, 1962.
4
Alejandro del Corro y Myriam A. Matar (comps.), México Movimiento
Universitario de Renovadora Orientación 1961-1966, Reacciones de
Prensa, CIDOC, Cuernavaca, 1967, p. 4-232.
5
En los años noventa, Pablo Monsalvo fue director de la policía auxiliar
y ha sido profesor de introducción al estudio del derecho, en la UNAM.
Hacia el año 2000 era director en la ciudad de México de Connecting
Busimess and Market Place to Christ, que en 1999 tenía quince grupos
que se reunían con regularidad en la capital.
6
Romo Medrano, op. cit., p. 330.
7
Ibid., p. 315.

132
CAPÍTULO V

PUÑO

Ya en marzo de 1962 circulaba en los recintos universitarios


el boletín Puño, órgano del MURO, que se imprimía en el
establecimiento de Manuel León Sánchez, y cuyo nombre
obedecía al lema “Para golpear con la verdad”, que se
ilustraba en su cabezal con un puño golpeando fuertemente
sobre una mesa.
Puño tenía un tiraje de cinco mil ejemplares, que se
vendían a 20 centavos cada uno y estaba dirigido por Ignacio
Rodríguez Carreño. Su jefe de información era Rafael Bátiz
M.; su gerente general, Guillermo Vélez Pelayo; y su
encargado de circulación, Ernesto Solano O.
Esta publicación contaba con un responsable de
publicidad, que era Eliseo Espina G. En algunos números,
Puño publicó un pequeño anuncio de los Gimnasios Bosco
(Puebla 81, primer piso) y en cada número solía anunciar
también el “Noticiero Universitario”, de Brecha Univer-
sitaria, con el primer comentarista estudiantil, Víctor Manuel
Sánchez. En ocasiones, Puño ofrecía enviar gratuitamente
el libro Cómo ser comunista, “por el genial humorista Vaiko”
a quienes lo pidieran al apartado postal 8710, advertían: “El
pedido debe hacerse cuando antes, ya que contamos con
un número limitado de libros”.1
Su lista de colaboradores estaba formada inicialmente
por Jorge Hallal V., Ricardo Espinosa de los Monteros,
Arturo Lugo Gutiérrez, Paul Horney, José Antonio Díaz,
Jesús Herrera, Arturo Ponce, Enrique González y González.

133
Posteriormente Guillermo Velasco Arzac2 —quien desarrolló
una larga carrera en el ámbito empresarial— fue también
colaborador de Puño así como su jefe de redacción. El
primer número de Puño incluía artículos de Ramón Beteta,
Jorge Hallal y Eudocio Ravines.
En los años ochenta, Velasco Arzac reaparecería en
el plano de la política nacional como el cerebro tras bam-
balinas de un proyecto empresarial originado en Puebla.
Según una nota publicada en Cambio el 13 de
diciembre de 1996, su nombre aparecía detrás de las
organizaciones (ANCIFEM , Provida, DHIAC y otras)3 que
integraban la Coordinadora Ciudadana, creada en 1996 por
Alfredo Sandoval. Éste encabezó la COPARMEX de 1984 a
1986, era amigo de Rogelio Sada Zambrano, del grupo Vitro
de Monterrey; posteriormente de 1986 a 1988, Sandoval
fue presidente del DHIAC. Los dos

fueron miembros activos de los movimientos antico-


munistas de los años cincuenta y sesenta. El primero estuvo
ligado al Frente Universitario Anticomunista y el segundo,
a la Cruzada Regional Anticomunista, además de ser
miembro destacado de la Unión social de Empresarios Mexi-
canos y de asociaciones tales como el Club Internacional
de la Buena Vecindad.4

La nota publicada por Cambio, en 1996, decía:

... un nombre aparece detrás de las asociaciones que lo


mismo se ligan a Provida que a la COPARMEX. Fue director
del sindicato patronal por más de 20 años y vio pasar a
dirigentes —todos activos del PAN— de la talla de José
Luis Coindreau, Manuel J. Clouthier (q.e.p.d.), José María
Basagoiti, Alfredo Sandoval González, Bernardo Ardavín,

134
Jorge Ocejo Moreno, y el mismo Antonio Sánchez Díaz de
Rivera, de apellido paterno Velasco, materno Arzac,
Guillermo es figura clave del proceso de transición que
pretende llevar a cabo la cúpula patronal... Asesor del
Instituto de Proposiciones estratégicas, órgano ideológico
de la COPARMEX y del ayuntamiento de Gabriel Hinojosa,
cuyo hijo Guillermo Velasco Barrera funge como director
de Comunicación Social, Velasco Arzac no figura pública-
mente pero tras bambalinas maniobra por el proyecto
político patronal.5

En noviembre de 1997, Guillermo Velasco Arzac


fundó el grupo México Unido contra la Delincuencia,
dedicado a la prevención y combate a la delincuencia con
una visión conservadora empresarial. Dirigió también la
Comisión de Vertebración Social de la COPARMEX y fue
miembro de la Comisión Ejecutiva de ese organismo
empresarial. Dicha agrupación buscaba “provocar una
participación activa y organizada del empresario en las
definiciones trascendentales para el país, al fomentar, orientar
y potenciar el liderazgo de la empresa en la sociedad”, así
como motivar la “participación cívica y política de los
ciudadanos mediante campañas de excelencia ciudadana a
nivel nacional.”6 En el año 2000, Guillermo Velasco Arzac
pasó de ser fundador y presidente de México Unido contra
la Delincuencia, grupo que fue impulsado desde la COPARMEX,
a subsecretario en la Secretaría de Seguridad, encabezada
por Alejandro Gertz Manero.
Regresando a 1962, en esa época, el articulista de
Excélsior Jaime de la Portilla, al hacer un recuento de la
prensa que circulaba en la Universidad, señalaba en abril de
1962 que había, frente a publicaciones comunistas como
Combate y la “revista roja” Política, una serie de

135
publicaciones “de diversas ideologías pero que coinciden en
su oposición al comunismo”. Añadía: “Entre tales impresos
se cuenta Golpe, órgano del MURO que encabeza Luis Felipe
Coello y, sobre todo, Quincena, de gran madurez política y
certera agresividad.”7
Desde su primer número, Puño insistiría en la crítica
a las autoridades universitarias desde una perspectiva
anticomunista y en un anticastrismo radical apuntalado por
las colaboraciones de exiliados cubanos, como Andrés
Valdespino, ex presidente de la Juventud de Acción Católica
y ex subsecretario de Hacienda de ese país, quien a lo largo
de varios números de Puño explicaría “Cómo cayó bajo el
comunismo la Universidad de La Habana”.
El primer número de Puño mostraba en su portada
la fotografía de un niño con chupón y con uniforme de
miliciano, y bajo ella el comentario:

Aún no cumple tres años de edad y ya viste el uniforme de


los milicianos castristas: sus padres ya no tienen
jurisdicción sobre él y su educación corresponde
íntegramente a la que el estado marxista tenga a bien
proporcionarle. Es este uno de los ejemplos más palpables
de lo que Fidel Castro y su régimen comunista está haciendo
con la niñez y la juventud cubanas.

También se incluía un artículo de Antonio Díaz Soto y


Gama, que pedía “limpia de rojos en la UNAM”. En 1948, Soto
y Gama había declarado también que pediría la derogación
“inmediata” del artículo tercero constitucional para “poder
afirmar a Dios y a Cristo dentro de la Universidad”.
Además, se publicaba en el primer número de Puño,
el directorio de esa organización: Luis Felipe Coello: presidente
del MURO; Víctor Manuel Sánchez Steinpreis: vicepresidente;

136
Alfredo Ocampo V.: secretario general; Alfredo Pérez Grovas:
secretario de finanza; Ignacio Rodríguez Carreño: secretario
de prensa y propaganda; Luis Rodríguez Manzanera: secretario
de organización política; Marcelo Fernández: secretario de
Acción Universitaria; José A. Bátiz M.: secretario de actas y
acuerdos; Manuel Pando Mundet: secretario de relaciones;
Jesús Nieva Velázquez: coordinador general.
Asimismo, la dirección de investigaciones sobre segu-
ridad nacional, de la SEGOB, tenía registrados a los siguientes
también como líderes del MURO, del cual decía que había sido
fundado en 1961. Entre los dirigentes del MURO que la DFS
había identificado en 1966, se contaban: Ricardo Díez Hidalgo,
Ricardo Belmont y Alma Vallejos; y decía que entre los
representantes del MURO en las preparatorias se enlistaban
Adolfo Lemus y Manuel Campos, en la Preparatoria 7;
Fernando Belmont, en la 1; Braulio Otero Flores e Ignacio
Zermeño Martínez, en la 9.8
Alma Vallejos estudiaría Filosofía y Letras, donde
también participaría en el MURO, según consta Sara Cánovas
en informes posteriores de la DFS, Díez Hidalgo era de
Derecho y Fernando Belmont estudiaría periodismo.
Cabe mencionar que en su número 11, de septiembre-
octubre de 1964, Puño publicaba esquelas por la muerte de
Luis Felipe Coello Esponda, padre de Luis Felipe Coello
Macías, y también por la de Manuel Pando Mundet, “uno
de sus miembros fundadores [del MURO] que más leal y
eficazmente colaboró en la lucha por el perfeccionamiento
moral y espiritual de nuestra universidad.”
Un año después, en su número 6, de marzo-abril de
1963, Puño publicó también el siguiente formulario para
incorporarse al MURO, a la vez que aclaraba: “No tenemos
nada que ocultar a la Opinión Universitaria”.

137
MURO
Movimiento Universitario de Renovadora
Orientación

Secretaría General Oficina de Afiliación


Retrato Afiliación No.........

...Yo... estudiante de... año de la Carrera de... en la


Escuela o facultad de... de la UNAM, solicito ingresar
como miembro activo del Movimiento Universitario
de Renovadora Orientación... En consecuencia, me
comprometo empeñando mi palabra de honor y de
universitario a:
1. Luchar por todos los medios a mi alcance para la
conservación de la libertad de mi patria, así como
su superación material y espiritual.
2. Luchar por dignificar el ambiente de mi Escuela y
de mi Universidad, honrándolas con mi conducta
en todo momento.
3. Luchar contra los agentes del totalitarismo
marxista, enemigos de México y de la Humanidad.
4. Participar en las actividades del Movimiento, así
como en las juntas que se me indiquen.
5. Acatar las indicaciones de los jefes del Movimiento.
6. Aceptar los cargos y comisiones que me confiera
el Movimiento.
7. Guardar reserva sobre los asuntos graves que el
Movimiento considere confidenciales.
8. A ser solidario de todos mis compañeros de lucha,
ayudándolos en todo lo que me sea posible.
9. Aceptar sin restricciones los estatutos del Movi-
miento.

138
10. A cubrir las cuotas que me asignen.
Así pues, reitero mi fe en el porvenir de México, en
la libertad y en la dignidad de la persona humana y
de ahora en adelante pugnaré por extender la acción
del Movimiento, sintiéndome profundamente orgu-
lloso de pertenece al mismo.

México, D. F. a .... de... de 196...


Firma ............................................
Adhesión aprobada por...............

En su primer número, Puño explicaba los motivos


del naciente Movimiento, el cual habría de abarcar “todos
los aspectos de la vida universitaria”, encaminándose entre
otras cosas, a

Sanear el ambiente universitario de elementos marxistas,


que se encuentren infiltrados en la cátedra, la adminis-
tración y las organizaciones estudiantiles, orientar a la
opinión pública y a la opinión universitaria y a pugnar
porque la Universidad cumpla su verdadera y única misión
de formar profesionistas que honren a la patria y trabajen
para superar (sic) económica, social y espiritualmente
nuestras instituciones democráticas.

En su número 5, de octubre-noviembre de 1962, el


MURO enumeraba su objetivos, de acuerdo con sus estatutos:

a) pugnar porque la Universidad cumpla su verdadera y


única misión de formar profesionistas capaces que honren
a la patria y trabajen para superar económica, social y
espiritualmente nuestras instituciones democráticas,
tomando en cuenta la tradición de nuestra Máxima Casa

139
de Estudios y haciendo efectivo su glorioso lema: Por mi
raza, hablará el espíritu; b) sanear el ambiente universitario
de elementos marxistas que se encuentren infiltrados en la
cátedra, la administración y las organizaciones estu-
diantiles, c) lograr que la administración universitaria sea
honesta y eficiente y, sobre todo, que esté únicamente
para servir a la correcta formación intelectual de los
estudiantes, d) formar elementos valiosos para la dirección
estudiantil, estructurando una ideología sólida dinámica,
basada en nuestras más puras tradiciones y en la herencia
de la cultura occidental y e) orientar a la opinión
universitaria y a la opinión pública.

En su primer número, Puño aclaraba que el MURO,


“...no es un movimiento de masas, sino una organización
que da preferencia a la eficacia y calidad de sus miembros
que a su número”. Como se ha mencionado, una de las
principales críticas que recibió el MURO fue la de no tener
arraigo en la Universidad, dado que era un grupo creado
para servir a intereses sectarios.

La única acusación que sí aceptamos de antemano —admitían


los muristas en el primer número de Puño, del 2 de marzo de
1962— es la de fanáticos, sí lo somos, fanáticos de la libertad
y de la dignidad humana, fanáticos de lo único de lo que se
puede ser radicalmente fanático, de la verdad.

Vale la pena añadir que uno de los grandes adver-


sarios ideológicos que identificaba el MURO, Jaime García
Terrés, también había reflexionado sobre el fanatismo, en
su columna semanal “Inventario”, que se publicaba en
Novedades, y había llegado a las siguientes conclusiones:

140
Hay fanáticos de la derecha y fanáticos de la izquierda;
fanáticos religiosos y fanáticos laicos, fanáticos del orden y
fanáticos del desorden. Mas a pesar de los matices que los
distinguen, o que cada uno de ellos invoca para distinguirse,
un denominador común los une a todos: la ceguera intelectual,
la perversión de los métodos en la lucha, el cerramiento
absoluto al diálogo generoso... Mal puede servir a la verdad
quien se empeña en hacerla aparecer como un verdugo im-
placable, como un ogro enloquecido que sólo sabe devorar a
diestro y siniestro enemigos reales o ficticios...9

En julio de 1962, otro editorial de Puño señalaba:

Negar el mal constituye la afirmación del bien, y resulta


una afirmación más positiva que cuando es simple y llana.
Cuando una persona dice: “Yo estoy contra el mal”, ha
lanzado su grito de guerra, de oposición y de rebelión.
Cuando una persona afirma: “Yo estoy por el bien”, sólo
señala su tendencia, su pensamiento y su creencia, pero
ahí puede quedar su acción. Si esto se combina con la
llamada “tolerancia” o “indiferencia”, estamos perdidos.
Tolerar el mal significa complicidad con él. La virtud de la
tolerancia se ha convertido en el pecado de la complicidad.

Mientras tanto, el Frente Popular Anticomunista de


México actuaba también en lo recintos universitarios. El 8
de julio de 1962, Excélsior publicó que dicho Frente había
desatado una campaña entre los maestros universitarios
invitándolos a luchar para eliminar de las leyes universitarias
"toda tendencia ateo materialista de carácter absoluto y como
corolario, eliminar la propaganda y finalmente la acción del
comunismo ateo en nuestra Universidad”.

141
Se proponía como objetivo “incorporar a la Univer-
sidad, incluyendo estudiantes, maestros e investigadores,
autoridades y personal administrativo al Cuerpo Místico de
Cristo”.
Se pugnaba también por la unificación y coordinación
de los maestros católicos actuando en los grupos estu-
diantiles, también católicos, “para realizar con la máxima
eficacia una verdadera labor apostólica y entronizar a Cristo
y a la Santísima Virgen en el seno de la Universidad”.
Se les pedía a los maestros utilizar la cátedra para
introducir en todo lo posible el pensamiento cristiano y dar
una conciencia viva de la existencia de Dios en sus tres
personas.
Se anunciaba además que para una “mejor coor-
dinación” habría juntas mensuales y se organizaría una misa
mensual en la capilla de la Parroquia Universitaria.
En agosto de 1962, Puño exaltaba la memoria de
“Uno de los más grandes apóstoles de la Educación Su-
perior en el país que dedicó su vida a tal tarea”, es decir,
Agustín Navarro Flores, padre de Agustín Navarro Vázquez.
Por otra parte, un informe de la Dirección Federal de
Seguridad, el 5 de octubre de 1962, indicaba que miembros
del MURO se reunirían en el Colegio México con estudiantes
de esa escuela y con egresados de escuelas particulares
que estudiaban Medicina para “acelerar la propaganda en
contra de los elementos de izquierda”.10
En enero de 1963, Puño enfatizaba la filiación católica
de sus integrantes, calificándolos como “hombres que buscan
la perfección con el cumplimiento de los diez mandamientos
de la Ley de Dios, ya que esta es la mejor doctrina, la única
doctrina religiosa, la misa perfecta de la humanidad.”

142
Otro editorial de Puño, en su número de octubre
noviembre de 1962, enfatizaba la supuesta oposición entre
catolicismo y comunismo dentro de la Universidad. Afirmaba:

Los verdaderos católicos no hacen apología de su fe. No


usan su cátedra como propaganda, ni suspenden las clases
para permitir a sus alumnos que asistan y empujarlos aún
a mítines políticos en donde se tratan asuntos totalmente
extraños a la universidad.
En cambio, los radicales de izquierda, los comunizantes
rabiosos y los socialistas, no desaprovechan oportunidades
para hacer propaganda de todo género, desde la de altura
con seudo-científicas afirmaciones, hasta la rabiosa y dema-
gógica propaganda comunista, procastrista, etcétera...
Cuando hay disturbios y éstos son provocados por los
comunistas, nada sucede ¿Dónde están los castigos para
los dinamitadores?11...¿dónde los responsables del van-
dálico asalto a la Exposición Alemana?
En otros casos la impunidad es manifiesta y se usan las
aulas, los pasillos, los muros universitarios y aun los alta-
voces y los auditorios para las manifestaciones comunistas
o procastristas… en la Universidad aún tienen los comu-
nistas la sartén por el mango y los agitadores de extrema
izquierda pasean su impunidad como estudiantes como
funcionarios o como profesores universitarios.

1
Puño, núm. 3, julio-agosto de 1962.
2
Véase por ejemplo el número 4 de Puño, de agosto, 1962.
3
Humberto Sotelo y Norberto Anaya, op. cit., p. 84.
4
Matilde Luna Ledesma, Los empresarios y el cambio político, 1970-
1987, Era, México, 1992, p. 103.

143
5
Humberto Sotelo, op. cit., p. 75.
6
www.albec.com.mx/coparmex%copar5comi.html
7
Excélsior, 20 de abril, 1962.
8
AGN, CISEN (Centro de Investigaciones sobre Seguridad Nacional), tarjetas

sobre el MURO, exp. 63-1-62, h. 35, leg. 17.


9
Novedades, 9 de agosto, 1961.
10
AGN, DFS, MURO, exp. 67-1-62, h. 4, leg. 19.
11
El MURO se refería a quienes dinamitaron por primera vez la estatua de
Miguel Alemán en CU, en agosto de 1960, durante el movimiento normalista.

144
CAPÍTULO VI

EL ASALTO A LA EXPOSICIÓN DE ALEMANIA

Visto en retrospectiva, el asalto a la exposición de Alemania,


que MURO mencionaba en su publicación fue un episodio
que hoy serviría para probar que los extremismos, de
izquierda o de derecha, o de cualquier signo ideológico, suelen
ser desastrosos por sus consecuencias.
El también miembro del MURO, Luis Rodríguez Manza-
nera, resumía los hechos en un desplegado fechado el 10 de
mayo de 1962 y publicado al día siguiente en Excélsior:

El 8 de los corrientes, una turba dirigida por elementos de


reconocida filiación comunista, tales como: Pascual
Moncayo, Óscar González y Humberto Hiriart,1 Antonio
Gago, Juan Saldaña y Muñoz Batta, asaltó la Exposición
de la Semana Cultural Alemana, evento que con finalidades
puramente académicas y totalmente apolíticas y bajo la
autorización del doctor Francisco Larroyo, director de
dicha facultad, tendía fomentar las buenas relaciones en-
tre ambos países: Así, dentro del recinto de la Máxima
Casa de Estudios del país, y combatiendo a un Hitler muerto
en lugar de a un Castro “vivo”, los representantes de la
barbarie roja, injuriaron a maestros y alumnos en forma
soez y procaz, destrozaron la bandera de una nación amiga,
a la que tanto debe la cultura universal, rompieron foto-
grafías, folletos ilustrativos, robaron libros y las efigies de
Kant, de Beethoven, de Goethe y Schiller, personajes

145
universales que nada tienen que ver con el nazismo, cono-
cieron el fuego por obra de quienes nos resistimos a creer
sean “simples muchachos mal educados”.

Proseguía el desplegado firmado por Rodríguez


Manzanera “por el comité ejecutivo de la sociedad de
alumnos de la facultad de Filosofía y Letras” y en calidad
de presidente de dicha sociedad:

Afortunadamente la Secretaría de Relaciones pidió al


excelentísimo señor embajador Kurt Fritz Von Graevenitz,
para su mayor seguridad, que no asistiera al acto de aper-
tura, por lo que no había ningún representante ni de la
embajada, ni de la Dirección de la facultad, en los momentos
de la agresión.2

Según Rodríguez Manzanera:

La tarde misma del asalto a la Exposición Alemana, en un


mitin previo celebrado frente a la Torre de la Rectoría,
gritaron bien claro sus intenciones, y ya por la mañana,
quienes esto suscriben, habían turnado al secretario par-
ticular del rector, pidiendo garantías, mismas que se
ofrecieron y que inexplicablemente no se otorgaron.

En un escrito presentado por Rodríguez Manzanera


en julio de ese mismo año ante los miembros del tribunal
universitario, el entonces alumno de Sicología dentro de esa
facultad, ofrecía mayores detalles sobre esos hechos: la
sociedad de alumnos de Filosofía y Letras, que él presidía,
organizó el evento mencionado, a realizarse del 8 al 17 de
mayo, que consistiría en conferencias, exposiciones,
películas, etcétera.

146
El 7 de mayo por la noche y el 8 por la mañana, se
celebraron juntas y asambleas presididas por Óscar
González, Eduardo Pascual Moncayo, Alfonso Fernández
y Humberto Hiriart, integrantes del Comité Ejecutivo de la
sociedad de alumnos de Economía. Según esa versión:

En dichas asambleas se incitó a los estudiantes a “sacar a


patadas” de la Universidad al Exmo Sr. Embajador de la
República Federal de Alemania (RFA), doctor Kurt Fritz Von
Graevenitz y a destruir la Exposición.
El día 8 de mayo circularon volantes reiterando la invitación
a la violencia, e insultando seriamente a la de (sic) Alemania
Occidental y a sus representantes; y esa misma tarde, se
efectuó un mitin frente a la rectoría, presidido por Óscar
González, Eduardo Ruiz Moncayo, Pascual Moncayo, José
Luis Alonso y Sergio Muñoz Batta.
En dicho mitin, que se había hecho con el pretexto de resolver
un problema interno de la facultad de Derecho, los oradores
arengaron a los estudiantes a destruir la exposición y a
expulsar a los diplomáticos alemanes que estaban presentes
en la inauguración de la Semana Cultural de Alemania.
Se unieron al mitin miembros del grupo Prometeo, de
Ciencias, dirigido por Jaime Óscar Falcón, portando carte-
lones y mantas con leyendas ofensivas para la Alemania
Occidental, y se dirigieron al Auditorio de Humanidades,
en donde ya se encontraban varios miembros del grupo
César Vallejo, quienes se dedicaban a pegar cartelones
insultantes y cruces swásticas.
Los alborotadores destruyeron las banderas de Ale-
mania Occidental y de Berlín; rompieron las fotografías
y folletos ilustrativos y suspendieron las exhibiciones
cinematográficas.3

147
En julio de 2002, Óscar González expresó su versión
de lo ocurrido 40 años antes:

La iniciativa de interrumpir la inauguración de esa expo-


sición sobre la República Federal Alemana fue porque unos
días antes, en un periódico capitalino se había publicado
la ficha del embajador alemán como miembro del partido
nazi, con un número de serie muy elevado, e incluso se
publicó su carnet. El día de la inauguración, había un mitin
en la explanada de CU para demandar la libertad de Siqueiros
y de Vallejo. Al término del mitin, hablé para denunciar lo
que iba a pasar, di un discurso antinazi, donde mencioné
esos datos. Mostré el ejemplar del periódico. La gente
atendió la iniciativa e incluso se desbordó y destruyó la
exposición.4

La revisión del periódico La Prensa de esas fechas


confirma los datos mencionados por Óscar González acerca
del embajador de Alemania. En su edición del 9 de mayo de
1962, se refiere al “problema estudiantil” suscitado ese día.
Según esta publicación, después de que terminó un
mitin frente a la Torre de Rectoría se llevó a cabo una reunión
para tratar lo relativo a la huelga en la facultad de Derecho.

En dicha reunión se presentaron varios dirigentes de Filo-


sofía y Letras y pidieron apoyo para impedir la celebración
de la Semana Cultural de Alemania.
Los inconformes con la realización de este evento y con la
presencia de los diplomáticos alemanes en la CU argu-
mentaron que estos eran de reconocida filiación nazi.
Inclusive repartieron unos volantes en los que se indica
que el doctor Kurt Fritz Von Graevenitz, embajador de la
República Federal Alemana (Occidental) ingresó en el par-

148
tido nazi el primero de febrero de 1942, con el número de
inscripción 8, 735,11.

Se agregaba que el diplomático alemán “fue teniente


de la reserva. Ingresó en el servicio diplomático el 3 de abril
de 1923. En 1944 era cónsul general en Estambul, en 1959
tenía el mismo cargo en Zurich”.
En realidad, el tema de la filiación pronazi de varios
diplomáticos alemanes había sido tratado extensamente por
publicaciones como Política, el 1 de marzo de 1962, afirmaba
que el entonces embajador de Alemania en México, Walter
Hess, era “un antiguo criminal de guerra nazi”.5
Proseguía:

En los archivos de la época nazi existen constancias de


que Hess sirvió en el ministerio de relaciones Exteriores de
Hitler, y sus actividades le valieron ser acusado de crimi-
nal de guerra en 1945, en gracia. Sin embargo, no fue
castigado gracias a la intervención de las potencias occi-
dentales, y ahora el gobierno de Adenauer lo utiliza como
representante diplomático en el extranjero.6

Sobre las actividades pronazis de organismos diplo-


máticos alemanes afirmaba:

Es sabido, por ejemplo, que la embajada de la RFA en México


distribuye mapas de Alemania en los que se incluye como
parte de aquel país, los territorios orientales que en virtud
de los acuerdos de Postdam volvieron a ser parte de la
República Popular de Polonia. En varias ocasiones se ha
denunciado también la existencia de una corriente nazi en
organismos culturales que dependen de la embajada
alemana en México, tal es el caso del Instituto Cultural

149
Alexander Von Humboldt, del que hace algún tiempo
fueron expulsados varios ciudadanos alemanes por haber
protestado contra las actividades nazis.7

De acuerdo con La Prensa, en la inauguración de la


exposición estaban presentes Henry Arnold Gans, consejero
cultural de la embajada de la RFA en México, así como otro
diplomático del cual “sólo se sabe que es uno de los
secretarios de la misma cancillería”. Al advertir las protestas,
los diplomáticos abandonaron el Auditorio de Humanidades
y a bordo de un automóvil negro salieron de CU.

A este acto había sido invitado también el rector Ignacio


Chávez y otros altos funcionarios de la Universidad, pero
ninguna había llegado. La expulsión de los diplomáticos y la
suspensión del acto provocó que se suscitaran violentas
discusiones entre los organizadores y sus opositores. Al
caldearse los ánimos se temió que aquello terminara en
zafarrancho, pero todo quedó en alegatos. Los organizadores
se retiraron y los inconformes se posesionaron del auditorio
de Humanidades, el que abandonaron minutos más tarde.

Desde luego, los hechos desataron las protestas


airadas del MURO y otros grupos de la extrema derecha,
quienes los aprovecharon para exigir al rector Chávez la
máxima severidad contra los responsables.
Algunos columnistas apoyaron la posición del MURO y
en particular de Rodríguez Manzanera, como Lumiere,8 en
su columna “Ahora”, que se publicaba en Últimas Noticias,
quien el sábado 13 de mayo del 1962 comentaba:

Muy valiente y oportuna denuncia hecha ayer por el


presidente de la sociedad de alumnos de la facultad de

150
Filosofía y letras, Luis Rodríguez Manzanera sobre el ya
insoportable terrorismo que se ha desatado en la UNAM.
Rodríguez Manzanera señaló directamente a los conocidos
agitadores prosovieticos Pascual Moncayo, Óscar Gon-
zález, Humberto Hiriart, Antonio Gago, Juan Saldaña y
Muñoz Batta, como los responsables del salvaje atentado
a la Exposición de la Semana Cultural Alemana, que se
efectuaba frente a la Torre de Rectoría, en la ciudad univer-
sitaria. Allí, los rojos destruyeron libros de Kant, de Goethe,
de Schiller.
¿Qué va a hacer el rector Chávez? Por mucho menos que
eso suspendió el año pasado a los estudiantes católicos
Coello y Vélez, por el solo hecho de participar en un mitin
en contra de Fidel Castro.

En cuanto a Luis Rodríguez Manzanera, firmante del


desplegado, y secretario de organización política del MURO,
con el tiempo se convertiría en una eminencia en ciertas
áreas del derecho. Al iniciar el siglo XXI , Rodríguez
Manzanera fungía como director general de la Academia
Nacional de Seguridad Pública. Su curriculum apuntaba
para esas fechas que se había titulado en derecho y en
sicología por la UNAM. Y como doctor en derecho penal por
la Universitá Degli Studi di Roma. Fue profesor titular de
criminología en la UNAM y en la Universidad La Salle, donde
durante nueve años fue director de la facultad de Derecho.
También fue director general de Asuntos Jurídicos de la
UNAM y publicó más de 100 artículos y quince libros, algunos
de ellos se usaron como libros de texto en universidades
nacionales y de América Latina. Académico de número de
varias asociaciones, recibió premios nacionales e interna-
cionales y dictó conferencias en 30 universidades del
extranjero, además de ser experto en la ONU en prevención

151
del delito y tratamiento del delincuente. Ya en esos tiempos,
Rodríguez Manzanera seguía una trayectoria pública ajena
a su vieja militancia en el MURO.
Por otro lado, declaraciones del FUA publicadas por
Últimas Noticias el 28 de mayo de 1962 afirmaban que

El rector Ignacio Chávez tendrá que cambiar al equipo de


sus principales colaboradores para demostrar que son
ciertas sus intenciones de poner punto final a las activi-
dades de los comunistas en la Universidad nacional,
empezando por su yerno, Jaime García Terrés, que es un
activo prosoviético.

Además, el FUA calificaba de “fósiles comunistas” a


Óscar González, Eduardo Pascual Moncayo, Carlos Ortiz
Tejeda y Antonio Gago y afirmaba que esos “agitadores”
eran “protegidos del grupo que domina la Junta de Gobierno
de la UNAM, misma que impuso al doctor Chávez como rec-
tor, y que está encabezada por Gustavo Baz y por el doctor
Jesús Silva Herzog”.
A raíz del ataque a la exposición alemana, fueron
suspendidos durante un año cinco alumnos de la facultad de
Derecho, que, de acuerdo con la versión de la Rectoría,
habían sido responsables del mismo: José Luis Alonso, Crispín
Carrera, Luis Alfonso Macías Cardona, José Salgado Sotelo
y Arturo Caballero Barrón.
En declaraciones públicas acerca de esa decisión,
Chávez enfatizó que no estaba sancionando “las opiniones
adversas, sino las graves faltas a la disciplina escolar...”
Dijo que los alumnos suspendidos eran responsables
directos de una serie de faltas:

152
Tales son la propaganda injuriosa y procaz contra las
autoridades escolares, las excitativas reiteradas a la
violencia, seguidas del asalto a una exposición cultural
extranjera, con destrucción y apoderamiento de libros y
objetos de dicha exposición, así como el daño y la
destrucción de muebles de la facultad de Derecho.9

Esto no resultó satisfactorio para Atisbos y otras


publicaciones que exigían el castigo de los que ellos
consideraban los “verdaderos responsables” de los hechos,
es decir, Óscar González, Pascual Moncayo, Hiriart, Tenorio
Adame, Gago, Ortiz Tejeda y Juan Saldaña.
Al otorgar un gran espacio a esos acontecimientos,
Atisbos propaló la versión de que Chávez había protegido a
los principales “agitadores” castigando en cambio a otros que
tuvieron una participación secundaria, por el hecho de que
eran “marxistas independientes” y “enemigos personales del
rector”10 Según Atisbos: “... El asalto a la Exposición no fue
promovido por Alonso, como se asienta en el acuerdo de la
suspensión, sino por los comunistas adictos a Chávez.”11
Nuevamente, salió a relucir el asunto de las suspen-
siones de Coello y Vélez, el año anterior, ante lo cual, en
carta dirigida a Atisbos, el entonces secretario particular
del rector, Enrique Velasco Ibarra, puntualizó que los castigos
impuestos en ambos casos eran análogos.
Por su parte, en su programa radiofónico, Brecha
Universitaria repetía esencialmente los mismos argumentos
contra los “verdaderos agitadores” e insistía en el caso de
Coello y Vélez:

153
Por cierto que hemos de decir que el año pasado dos estu-
diantes demócratas que se atrevieron a protestar contra el
régimen marxista leninista de Cuba fueron expulsados
definitivamente de la Universidad, y que fue sólo gracias a
una defensa brillante como la Comisión de Honor de
nuestra Universidad revocó las injustas decisiones de las
autoridades que las habían impartido...12

Un grupo de estudiantes se entrevistó el 28 de mayo


con el rector, para expresarle su apoyo por la decisión tomada,
a la vez que refutaban la versión de la derecha sobre el
ataque a la exposición de Alemania:

...es puro cuento; porque eso de que los verdaderos


responsables están dentro de la Universidad y que Chávez
los protege porque son de su preferencia, suena a puro
deseo de atizar la hoguera, y para esos chismes ya estamos
cansados todos...13

Esas declaraciones apuntaban hacia un hecho signi-


ficativo en la acción de la extrema derecha universitaria:
independientemente de quiénes hayan sido los verdaderos
responsables de ese episodio, ciertamente, el MURO y sus
aliados mostraban un perfecto acuerdo en el objetivo de
que Chávez castigara a quienes ellos identificaban como
sus principales adversarios.
En carta publicada en el número 11 de Puño, Coello
protestaba ante el Ministro de Relaciones Exteriores de
Alemania porque el día 2 de julio Chávez había sido
condecorado por ese país, como argumento en contra decía
que Chávez no había mostrado energía contra los “culpables”
de la destrucción de la Exposición de Alemania que “nuestro
movimiento organizó a través de una de sus secretarías”.

154
Nótese que en la versión publicada el 11 de mayo por
Rodríguez Manzanera, dicha exposición había sido organizada
por la sociedad de alumnos de Filosofía, que él presidía.

1
Varios de los personajes mencionados y otros a los que el MURO atacaba
con frecuencia estaban ligados a la sociedad de alumnos de Economía: 1961,
su presidente era Eleazar Morales Aragón, su secretario general Humberto
Hirart, su delegado en FEU, Óscar González López, su secretario de acción
política, Eduardo Pasucla Moncayo, y su secretario de acción cultural,
David Aguilar Mora. En 1962, su presidente era Eduardo Pascual Moncayo;
su secretario general, Alfonso Fernández; su delegado, Humberto Hiriart;
en 1963, la presidía Jesús Ochoa y su secretario general era Guillermo
Gallegos, mientras que en 1964, su presidente era Rolando Cordera Campos
y su secretario general Jorge Domínguez Ramírez.
2
Por el contrario, la versión de los hechos publicada en Atisbos el 9 de
mayo de 1962, afirmaba que en el auditorio de Humanidades, en el primer
día de actividades del evento, se encontraban el consejero cultural de la
embajada, Henry Arnold Gans y el secretario de la representación
diplomática germana. “El embajador Graevenitz no asistió, por lo que la
turba roja no pudo cometer el atentado, que hubiera provocado un grave
conflcito al gobienro mexicano”.
3
Atisbos, 20 de julio, 1962.
4
Entrevista Édgar González/Óscar González, 9 de julio, 2002.
5
Política, 1 de marzo, 1962, p. 12.
6
Id.
7
Ibid., p. 15.
8
El seudónimo corresponde a Jorge Mendoza Carrasco, nacido en 1917
y quien colaboró también en Revista de Revistas y Cinema Reporter. En
Excélsior tuvo a su cargo desde 1938 la críticia cinematográfica, en la que,
el 12 de junio de 1965, fue sucedido por Ricardo Perete. Usó el seudónimo
de Lumiere también en Jueves de Excélsior y en El Sol de México, (María
del Carmen Ruiz Castañeda y Sergio Márquez Acevedo, Diccionario de

155
seudónimos, anagramas, iniciales y otros alias usados por escritores
mexicanos y extranjeros que han publicado en México, UNAM, México,
2000, p. 516.
9
Excélsior, 23 de mayo, 1962.
10
Atisbos, 24 de mayo, 1962.
11
Id.
12
Atisbos, 28 de mayo, 1962.
13
Últimas Noticias, 28 de mayo, 1962.

156
CAPÍTULO VII

JOSÉ ALONSO ARISTI Y PABLO DE ALAS

En el desplegado donde Rodríguez Manzanera exponía el


ataque a la exposición de Alemania, mencionaba también,
en el primer párrafo, un hecho todavía más violento:

Hace unos días uno de los representantes de la Escuela


Nacional de Arquitectura, José Alonso Aristi, fue artera-
mente agredido, sufriendo serias quemaduras de ácido en
la cara; la causa de esto: oponerse al avance del comunismo
en su escuela.

El 4 de abril de 1962, en Excélsior, el MURO había


denunciado el ataque de “pandilleros comunistas” contra José
Manuel Alonso Aristi, quien el miércoles 28 de marzo cuando
iba a abrir la puerta de su casa, en Valladolid 17, “recibió en la
cara un baño con un líquido hecho a base de acetato, según
explicó después un médico”, con intenciones de dejarlo ciego.
Luego de la agresión que sufrió, José Alonso Aristi
recibió una carta firmada por Pablo de Alas, de San Sal-
vador, donde se le invitaba a organizar planes terroristas
contra los “comunistas”. Una copia de esa carta se envió al
doctor Ignacio Chávez, y se conserva en su archivo. El texto
íntegro es el siguiente:

A nuestro conocimiento han llegado las informa-


ciones referentes a la agresión que ha llevado en

157
contra suya la organización comunista de la
juventud en esa ciudad.
En primer lugar, te podemos asegurar que ya
teníamos conocimiento de que en fecha próxima se
iba a iniciar una prueba similar en distintas univer-
sidades a los efectos de “tomar el pulso” y ver qué
reacciones toman, El fin es silenciar por la violencia
a los opositores al comunismo y crear entre ellos el
terror y el miedo. En otras universidades, como la
de esta ciudad, ya está planeado también, eso lo
sabemos por los compañeros que tenemos dise-
minados entre esa gente, pero no se animan a
ponerla en marcha debido a que el gobierno los
tiene sumamente vigilados y ya les han roto varias
cabezas, amén de los que han metido presos. Esos
planes han sido estudiados en la Embajada de Cuba
en México, asesorados por algunos rusos, y están
dirigidos especialmente por gente de Castro que
está en esa ciudad y son los que están siempre a la
distancia para observar las fallas que puedan tener
en los atentados.
En cuanto a las autoridades de policía, no esperen
nada de ellos, tienen órdenes “de arriba” de simular
investigaciones que no terminan nunca, y sí muchas
promesas.
Los muchachos que llevaron a cabo el atentado
fueron traídos de la Universidad de Puebla y pa-
gados a setecientos cincuenta pesos mexicanos
cada uno, la misma noche habían llegado a Puebla
en distintos vehículos. Tenemos muchas personas
que nos informan de todos los movimientos y
planes de los comunistas en los diversos países de
esta área y podemos asegurarte que todos los

158
acontecimientos que han de ocurrir de ahora en
adelante, el gobierno de ese país ya los sabe, pero
hace como el avestruz que esconde la cabeza.
Si quieren ustedes salvar el pellejo y no los vence
la cobardía, no les queda más remedio que organi-
zarse en grupos de diez a quince muchachos cada
uno y bajo una sola dirección para estar preparados
a los acontecimientos, puesto que lo atentados van
a ser muchos y muy graves.
No les es fácil saber en la Universidad, en los re-
creos y por medio de sus amigos, cuáles son los
líderes del comunismo y cómo llevan ellos sus
planes, pero con paciencia irán ustedes haciendo
una lista de estos muchachos. Vean que hay dos
tipos, los simpatizantes solamente, que no hacen
nada, y los peligrosos, que ya son juramentados y
que son los que hay que vigilar. Deben de observar
cuáles son los que están enviando las direcciones
de los compañeros a la Embajada rusa para que
ésta les envíe propaganda por correo, tan útil y
bien escrita que los van convenciendo. Deben
prevenirse con algunas armas de varillas de hierro
o alambrón, y forrarlas de cuero o telas gruesas, o
tubos de goma con varillas por dentro, y no andar
nunca uno solo, sino en pareja o tres por lo menos.
Cuando van más de tres, uno debe llevar pistola.
Una vez que ya estén organizados y tengan bien
marcados a los principales cabecillas, deben agarrar
al principal o a uno de los que tienen más influencia
sobre los demás, y levantarlo por la fuerza en un
automóvil y darle una paliza que quede en cama
por unos días, no sólo con el fin de cobrarse el

159
atentado que te brindaron, sino para ridiculizarlo
ante los demás de su pandilla.
Este “manifiesto” que te adjunto debe ser publicado
en los periódicos un día después de llevar a cabo la
primer paliza, pero nunca antes; este es un borrador,
pero debe ser confeccionado en su sentido literario,
más o menos en la misma forma, y verán qué gran
resultados les va a dar. Nosotros pertenecemos a la
organización de Pablo de Alas y estamos prepa-
rando los grupos en varios países, porque pronto
se avecina una lucha a muerte con estos pillos, y si
no nos vamos preparando con tiempo, más adelante
nos veremos en inferioridad de condiciones.
Tenemos ya varios gobiernos que nos ayudan y
creemos que en este año encontraremos más
valioso apoyo de los yanquis y algunos más.
Deben iniciar la misma organización en la Univer-
sidad de Puebla y en la de Guadalajara, que son en
las que están más adelantadas las pandillas comu-
nistas; todo esto se puede hacer siempre con
compañeros estudiantes, pero deben ser de
probada ideología democrática, que son los que no
hay peligro de que se vendan o que lo tomen con
indiferencia.
Nada de esta información debe ser publicada, ni
tampoco deben hacer comentarios del recibo de
ésta. Nuestra organización es secreta y en cualquier
momento puedes estar conversando con una per-
sona que es de nuestra organización pero no se
dará a conocer. Conocemos los procedimientos del
comunismo para deshacerse de sus enemigos, y
por ello sabemos que en el momento en que ellos

160
se enteran de que una persona es de peligro para
ellos, lo reportan al comité central y desde ese
momento la cabeza de ese compañero no vale nada.
Pronto te iremos a visitar por allí, te enviaremos un
emisario.
Con deseos de suerte, te saludo Pablo de Alas1

La misiva anterior ilustra la existencia de grupos


internacionales anticomunistas de carácter secreto y que
estuvieron activos, o trataron de estarlo en México. Los
métodos que en ella se proponen, fueron objetos de otras
denuncias que se publicaron en México en los años sesenta,
algunas de las cuales se incluyen en este libro. Por otra parte,
la referencia a Puebla y Guadalajara como centros de ope-
ración de una de esas organizaciones es interesante en relación
con el MURO, pues hay versiones que ubican las fuentes de
financiamiento y planes de organización de dicho grupo
precisamente en esas ciudades.

1
Chávez, Epistolario... op. cit., p. 252.

161
162
CAPÍTULO VIII

EL MURO EN OTRAS CIUDADES

En Puebla
El MURO y FUA eran organizaciones unidas por ideas e inte-
reses similares y por relaciones comunes con la Iglesia y
con el sector empresarial. Si FUA había apoyado la causa
del MURO en la UNAM, a la inversa sucedía lo mismo. Así, en
agosto de 1962, Puño denunciaba la expulsión de dos
“magníficos estudiantes” de la facultad de Arquitectura de
la Universidad de Puebla —Ignacio Dávila y Carlos Moreno
R.— nuevas víctimas de la intolerancia comunista y
representantes de la viril y decidida juventud poblana.
El 22 de noviembre de 1962, se anunciaba la fundación
del Comité Estatal del MURO en Puebla, dirigido por Antonio
Ramírez Castellanos, presidente; Jorge Álvarez, vicepre-
sidente; Germán Santillana, secretario general; José Miguel
Gómez, secretario de prensa; Rebeca Rosas, secretario de
finanzas; Carlos Mastretta, secretario de relaciones; Luis
Maldonado, secretario de actas y acuerdos; y Hugo
Martínez, coordinador general. Además de los directivos
nacionales y estatales del MURO presidieron el acto tres
periodistas de la Cadena García Valseca, así como Jorge
Dorticós, delegado del Directorio Revolucionario Estudiantil
Cubano en el exilio.
Egresado del Benavente, a Antonio Ramírez se le
consideraba el ideólogo del MURO poblano, y en ese entonces
estudiaba ingeniería. Posteriormente se dedicó a la docencia,
en el Instituto México, en Teziutlán y en Puebla.

163
Exactamente un mes después de esos hechos, la DFS
reportaba que el FUA estaba colaborando con el Directorio
Revolucionario Estudiantil, al repartir sus volantes en
Puebla.1
En esa ciudad, el MURO organizó manifestaciones
anticastristas, participó en enfrentamientos violentos contra
estudiantes de izquierda; ya el 16 de febrero de 1963 fueron
encarcelados Ramírez y Mastretta, por participar en un
zafarrancho en la ceremonia de inicio de cursos de la UAP;
cuya responsabilidad atribuyeron ellos a los “comunistas”.
Fueron detenidos casi 60 personas por motivo de esos
desórdenes, entre ellos Carlos Mastretta Cobel, al igual que
Antonio Ramírez Castellanos, Andrés Rodríguez Concha,
registrado como empleado, Edmundo Rodríguez Concha,
de Arquitectura, Dumit Hallal Zepeda, Mario Bracamontes
Sardeneta, de Leyes, Gerardo Maldonado Santillán, de
Arquitectura, Manuel Díaz Cid y otros, de los cuales, sólo
se consignaron a 17, por daño en propiedad ajena, alteración
del orden, lesiones e incitación al motín: Manuel Antonio
Díaz Cid, Carlos Alberto Rosas Rivero, José Luis Rosas
Rivero, Guillermo Bretón Carreón, Mario Bracamontes S.,
Antonio Ramírez Castellanos, Dumit Hallal Zepeda, Manuel
Guerrero Ojeda, Pedro Juan de Velasco Rivero, José Avelino
Rivera Gómez, Luis Aguilar Guerrero, Isidoro Jiménez
Acosta, Víctor Manuel Castillo Calvo, Hugo Martínez
Herrera, Celestino Cabo Rodríguez, Manuel Castillo Reyes,
Edmundo Rodríguez Concha.
Según la DFS todos estos elementos son miembros
del Frente Universitario Anticomunista.2

El resto de los estudiantes que se encontraban detenidos


fueron puestos en libertad a partir de las 13:00 horas del

164
día de hoy, por no encontrárseles cargos que ameritaran
su consignación.
Algunos padres de familia que han permanecido desde el
sábado por la noche frente a la Inspección de Policía en
espera de que les fueran entregados sus hijos que se
encontraban detenidos, han estado haciendo gestiones
ante el C. Gobernador del Estado y el Procurador de Justicia,
para que sus hijos sean puestos en libertad la que
consideran que solamente estaban repeliendo una agresión
pero existen fotografías tomadas a la hora de los hechos y
que demuestran prácticamente la actitud que demostraron
esos estudiantes, por lo cual han sido consignados.

El MURO y FUA orquestaron una tenaz campaña con-


tra el rector Amado Camarillo, quien a la postre tuvo que
dejar su cargo y a quien acusaban al igual que a Chávez, de
ser “procomunista”.
El 21 de febrero de 1963, en el desplegado “¡Fuera
de Puebla el Cáncer rojo!”, que ocupaba una plana completa
en la primera sección de Excélsior, el MURO capitalino
acusaba al directorio estudiantil poblano de ser un “organismo
comunista” que había recibido subsidios de Amado
Camarillo, y a él de haber cometido desfalcos por varios
millones de pesos. El desplegado lo firmaban Coello y
Sánchez Steinpreis, así como Juan Vaca A., coordinador
nacional del MURO.
El mismo día, Coello había estado presente en una
reunión con el gobernador, donde éste había llamado al orden
tanto a fúas como a carolinos, y a la cual asistieron Díaz
Cid, Fernando Rodríguez Concha, Mario Bracamontes,
Klaus Feldman y otros.3

165
El 7 de marzo de 1963, miembros del FUA distribuyeron
un volante con esas mencionadas acusaciones del MURO con-
tra Camarillo.4
El 28 de mayo del mismo año, el MURO poblano pedía
al gobierno del estado que “se practique una auditoria en la
Universidad, para aclarar los manejos de fondos del
rectorado del doctor Amado Camarillo, a quien el MURO tacha
de comunista”.5
El 24 de abril de 1964, dentro de su lucha contra los
“carolinos”, el MURO acusaba a los sectores progresistas de
la UAP de “promover la agitación, el terror y el desorden que
tanto los beneficia a ellos y tanto perjudica a la máxima
Casa de Estudios de esta ciudad.”6 Y por lo tanto, opinaba
que Puebla debía ser limpiada de agitadores marxistas.
Por otra parte, a éstos atribuían la intención de obsta-
culizar la visita que haría a esa ciudad el presidente Díaz
Ordaz, a principios de junio. Señalaban que “...estos grupos
escarlata son controlados desde la capital de la República
por agentes del marxismo internacional, cuyos fines son los
de obstaculizar la campaña del ex secretario de Gobernación”.
El 2 de noviembre de 1964, la DFS informaba que en
la madrugada del día 30 de octubre se había tenido conoci-
miento de que se encontraban en el estado de Puebla, unos
200 elementos del MURO, los que en su mayoría estaban
concentrados en las poblaciones de Atlixco y Texmelucan,
Puebla, y que en la ciudad de Puebla había elementos adictos
a Jorge Siegrist Clamont. Por otro lado, decía la DFS, al frente
de 80 elementos del MURO, Emilio Corona estaba en la ciudad
de Puebla y tenían planes para golpear al estudiante con-
sejero Ramón Beltrán López.7
El 7 de mayo de 1965, el agente 383, de la PJF
informaba:

166
se tuvo conocimiento de que Fernando Baños, actual
presidente del MURO, le tomó la protesta al nuevo Comité
Estatal (en Puebla) de este organismo, quedando dicho
Comité integrado por Francisco de Jesús Merino
Fernández, presidente; Miguel Navarro, secretario general;
Antonio Villanueva, secretario de actas; Manuel Torres,
tesorero y Javier Andrade, secretario del exterior.
Todos estos muchachos estudian en la UAP y tienen
muchos nexos con el FUA, que continuamente ataca a los
estudiantes de filiación comunista, los cuales hacen de las
suyas, con beneplácito del rector de dicha universidad.8

El 17 de mayo de 1965, según informes de la PGR a la


secretaría privada de la Presidencia, FUA solicitaba su apoyo
al MURO para la reinstalación de algunos catedráticos que
habían sido expulsados de la UAP.
En julio de 2002, 40 años después de esos hechos, el
arquitecto Carlos Mastretta expresó su testimonio acerca
de su participación en el MURO.
El abuelo de Mastretta, Carlos Mastretta emigró de
la ciudad de Stradella, cerca de Milán, al Nuevo Continente
a principios del siglo XX, luego de haber denunciado fracasos
militares de Italia en las guerras coloniales africanas, en las
que él participó. Mastretta, quien era ingeniero civil, emigró
primero a Nueva York y luego a México, donde trabajó en
Querétaro y finalmente se estableció en Puebla, donde fue
el fundador de la familia, que incluye al radiodifusor poblano
Sergio Mastretta y a la escritora Ángeles Mastretta, prima
del arquitecto Carlos Mastretta. Se recuerda a Carlos
Mastretta como alguien con fuertes convicciones católicas
y de costumbres muy severas.

167
Uno de sus hijos, Marcos Mastretta, fue el padre de
Carlos Mastretta. Marcos Mastretta fue también uno de
los fundadores del PAN en Puebla y amigo de algunos de los
principales personajes del conservadurismo de aquella
época.
Sobre las circunstancias específicas de la formación
del MURO en Puebla señala:

No sé cómo se formó el MURO. En realidad, uno quería estar


con los cuates, quienes me invitaron a pertenecer al MURO,
varios de nosotros habíamos estudiado en el Benavente,
colegio lasallista.
Muchos hermanos lasallistas no estaban de acuerdo con
la actitud tan drástica del MURO y del FUA. Al principio sí
simpatizaban, pero luego retiraron su apoyo, de lo cual yo
me enteré al regresar de Europa, a donde fui a estudiar un
año en Madrid Ciencias Sociales y Arquitectura, luego de
terminar la carrera de Arquitectura en la UAP.

Además, de que en el Benavente se habían creado


los vínculos personales que unieron a quienes luego fundarían
el MURO en Puebla, también influyó en ellos la educación
que recibieron tanto en la escuela como en la familia, su
tradición católica, que en el caso del Benavente incluía
también el desarrollar una vocación de servicio a los demás,
de comprometerse en causas sociales. Comenta Mastretta:
“El Benavente tenía la Ciudad de los Niños, para los niños
pobres. Los alumnos dábamos clases gratuitamente, porque
los hermanos nos habían inculcado un sentido social”.
La influencia del catolicismo conservador fue deter-
minante en la formación intelectual de quienes fundaron el
MURO. Añade Mastretta que en este sentido

168
un factor muy importante era la mística de los cristeros. Era
la motivación que siempre se nos daba en la escuela y en el
MURO. Nuestras lecturas eran en esa línea, y era algo que
se decía abiertamente. Leíamos la historia del padre Pro,
los libros de Vasconcelos y este tipo de lecturas.

Mastretta menciona también la imagen muy favorable


que en esos círculos católicos tenían de Franco, en contraste
con la que se tenía desde la izquierda. Cuando fue a estudiar
a España, recuerda, tuvo oportunidad de contrastar las dos
versiones —la franquista y la antifranquista— con la realidad
que pudo ver allá.
Sin embargo, al menos para algunos de los fundadores
del MURO; como el propio Mastretta, a la motivación ideo-
lógica para pertenecer al MURO, se unió el gusto personal
por la acción y la aventura, junto con el espíritu de rebeldía
juvenil propia de aquellos años y que, paradójicamente no
estuvo ausente en un movimiento conservador como el MURO;
según lo indica Mastretta:

Eramos rebeldes. Era yo el único interno de tiempo


completo del Benavente, a pesar de que vivía yo en Puebla,
precisamente por ser muy rebelde. En el MURO, las estruc-
turas no eran muy rígidas, no se desarrollaban propiamente
estrategias como las puedes concebir hoy, el MURO era una
organización más libre donde se hacían muchas actividades
para tener más gente a tu lado. Se trataba de participar en
esas actividades, de echarle ganas. Yo no era muy proclive
al orden y a estar en juntas, sino que a mí me gustaba la
actividad. Para nosotros el enemigo era el comunismo y
nuestro objetivo era vencerlo.

169
Hace notar también el contexto en el que a principios
de los sesenta se desarrollaba la lucha ideológica: “La lucha
se polarizó mucho. No había posibilidad de estar en medio.
En ese caso, te golpeaban por ambas partes. A raíz de esos
conflictos los amigos se separaban. Unos quedaban en un
bando y otros en el otro”.
Además del factor social e ideológico en la formación
del MURO, Mastretta enfatiza un factor de herencia familiar:

Mis padres eran muy católicos. No escoges lo que heredas


de tu familia, sino que lo recibes, eres fiel a esos principios
y te entregas a ellos. Fui fanático, me entregué de lleno a la
causa.
De joven se siente uno satisfecho al participar en una causa
que crees que es noble, que te hace quedar bien ante ti y
ante los tuyos.

Sin embargo, señala que algunos de sus familiares y


amigos de generaciones anteriores, no estaban de acuerdo
con los métodos del MURO:

Mi padre era más prudente. Nos desaconsejaban la violencia.


Pero nosotros pensábamos que el PAN no tenía fuerza y
creíamos que lo mejor era un movimiento. También llegué a
platicar con Gómez Morín, cuando estaba yo en la Prepa.
Nos decía: “esos jóvenes rebeldes”. Era padrino de uno de
mis hermanos. Era un hombre carismático y tranquilo.

Rememorando aquellos tiempos, Mastretta afirma que


entre las experiencias más importantes que obtuvo de su
participación en el MURO estuvieron los días que pasó en la
cárcel, cuando fue aprehendido junto con muchos otros en
1963. Dice:

170
Los días de la cárcel fueron muy emotivos y de solidaridad.
Fue una experiencia muy mística. Cantábamos y rezábamos.
En una celda de dos por dos estábamos varios detenidos,
que teníamos que turnarnos para dormir. Aprehendieron a
muchos, más de cien, a quienes poco a poco iban dejando
en libertad, hasta que quedamos sólo los más aguerridos, a
quienes al tercer día nos dejaron salir.

Esa experiencia llevó a Carlos Mastretta a cambiar


su tema de tesis, que inicialmente se refería al edificio de la
estación de bomberos de la ciudad, y después, acerca de la
estación de policía. En la dedicatoria de la tesis, se dice:

A mis padres, futura esposa y hermanos en la causa de


Cristo. Gracias señor, porque me diste ángeles por padres,
que con su ejemplo me han formado. Que no tenga miedo
a defenderte cuando mi vocación se llegue al martirio.

Otra de las experiencias que recuerda especialmente


de su colaboración en el MURO fue

el día que tomamos el Carolino. Fue una mañana muy


temprano. Nos habíamos citado en el Zócalo. Ibamos todos
tomados del brazo, éramos como 300. El Carolino se fue
llenando de un ambiente muy tenso. Al filo del mediodía,
nos sacaron los carolos.

Luego, participó en un concurso de oratoria que se


llevaba a cabo en el Carolino, con un discurso, totalmente
contrario a las ideas liberales. Así recuerda:

171
Fui a un concurso de oratoria, con un discurso contra el
liberalismo y contra Juárez. A cada momento me interrumpían
con abucheos. Dos compañeros míos me sacaron a medio
discurso, para que no me lincharan. En esa época, todos
teníamos mucho valor, de ambos lados.

Acerca de las actividades que desarrollaba en el MURO,


evoca:

Estar en el MURO nos exigía tiempo, teníamos que prever


los posibles enfrentamientos, para lo cual teníamos que
planear estrategias, para eso nos avisaban con tiempo.
Otra labor era convencer a los amigos que no estaban muy
definidos. También pegábamos volantes en la madrugada,
para que al día siguiente la ciudad apareciera con ellos. A
veces, acabábamos llevando “gallo”, porque se mezclaban
la aventura y el romance.

Sobre los personajes que apoyaban al MURO, Mastretta


menciona a varios periodistas de El Sol, así como al exiliado
cubano Jorge Dorticós, quien

llegó a través de la ciudad de México. Nos dio alguna


plática sobre lo malo del régimen de Castro.
Manuel Antonio Díaz Cid era mayor que nosotros.
Apoyaba al MURO. Es una persona pensante, y ha sido
congruente con sus ideas. Agustín Navarro Vázquez vino
varias veces a Puebla. Lo tratamos bastante. Venía
frecuentemente, era un tipo agradable, que convencía con
las ideas, era una persona a quien yo respetaba, lo llegué a
apreciar mucho.
En el MURO también se tenía una excelente relación con
Octaviano Márquez y Toriz. Mi papá era muy amigo de él.

172
Cuando regresé de España —a donde había ido becado
por Instituto de Cultura Hispánica— le ayudé a remodelar
varios templos para adecuarlos a las normas del Concilio
Vaticano II.

En torno al tema de los juramentos secretos dentro


del MURO, Mastretta afirma:

Yo no hice juramento secreto. Quizás algunos que estaban


más alto sí lo hicieron. Alguna vez lo llegué a escuchar.
Cuando entré al MURO, hicimos una protesta de defender la
religión y la causa. Había en esa ocasión un crucifijo, ante
el cual juramos.

Entrevistado por el autor de este libro el 11 de julio de


2002, en su despacho ubicado en una zona residencial de la
ciudad de Puebla, Mastretta señaló:

No me siento mal de haber sido lo que fui, porque nunca


tuve odios personales. De hecho, con mis compañeros
que estaban del otro lado, siempre una actitud abierta y de
respeto.
Además, un factor esencial fue mi conciencia y mi libertad.
Pude haber disentido del contexto, e irme a estudiar al DF,
con lo cual las cosas hubieran sido distintas, pero esos
tres factores —familia, colegio y libre albedrío— definieron
mis acciones y hoy al verlas, cuarenta años después, estoy
contento y satisfecho pues hice lo correcto, fui congruente,
fui honrado y tuve una ventaja. No guardé odio, ni rencor
contra nadie. Esporádicamente me encuentro antiguos
“enemigos” (carolos) y hablamos y reflexionamos de lo
sucedido, como algo que fue, algo que se fío, de lo cual
solo fuimos actores, con un papel definido, pero tuvimos

173
la libertad, la convicción y la satisfacción de que hacíamos
lo que debía ser.

Desde hace algunos años, Mastretta ha dado clases


en la UPAEP, y en mayo de 2002 participó en la organización
de un encuentro de arquitectos donde se cuestionaron los
proyectos de Luis Paredes —ex miembro del FUA— para
remodelar el centro histórico de la ciudad de Puebla.
Un reporte de la Dirección General de Investigaciones
Políticas y Sociales, de la SEGOB, fechado el 17 de febrero
de 1966, a las doce horas y titulado Principales Grupos
Estudiantiles de la Universidad de Puebla, resumía la
situación del MURO, FUA y sus adversarios ideológicos en 1966.
Leemos:9

Los grupos son los siguientes:


Grupo denominado gobiernista. Los exalumnos ya
graduados de la facultad de derecho, Jorge Morales
Obregón, Nicandro Juárez y Juan Bueno Moneda, tienen
como contacto al estudiante del 5º año de Derecho,
Melquíades Morales, para desarrollar sus actividades; este
grupo está integrado por 100 alumnos aproximadamente.
Grupo activista de extrema izquierda. Preside este grupo el
catedrático doctor Julio Glockner Lozada; sus dirigentes
son los alumnos Carlos Martín del Campo y Édgar Bello,
de la facultad de Derecho; este grupo cuenta con 500
alumnos aproximadamente, de diferentes facultades.
El doctor F. Arellano Ocampo, director de la Escuela
Preparatoria Diurna de la UAP, es de la misma ideología y
está de acuerdo con sus actividades; ejerce mucha in-
fluencia sobre un grupo numeroso de la escuela de la que
es director.

174
Grupo Carolino de izquierda moderada. Este grupo cuenta
con el respaldo de mil 500 a dos mil estudiantes
aproximadamente, de diferentes facultades; los estudiantes
carolinos desde el año 1961 vienen pugnando porque se
establezca la verdadera Reforma Universitaria; sus dirigentes
son los catedráticos Joaquín Santibáñez Sánchez, contador
público y Vicente Pérez Pérez, contador auditor, teniendo
como contacto a Antonio Pérez, Gustavo Sosa y Hermelinda
Briones, estudiantes de la facultad de Arquitectura.
Grupo FUA. Frente Universitario Anticomunista. Los
catedráticos licenciados José Rodríguez Concha y Antonio
Oropeza, son los que dirigen este grupo y sus consignas
las transmiten con el estudiante de Derecho, Leopoldo
Vázquez, auxiliado por el exalumno Luciano Ruiz; este grupo
es de extrema derecha y cuenta con 1,200 estudiantes
aproximadamente.
Movimiento denominado MURO (Movimiento Universitario
de Reformas Organizadas) (sic). El alumno de ingeniería civil,
Fernando Merino, dirige este grupo, pero es de la misma
ideología que el anterior y fortalece al grupo FUA, en todas
sus actividades, contando con el apoyo aproximadamente
de 300 alumnos de la Universidad.
Los FUA y MURO mantienen relaciones con estudiantes de los
institutos particulares Benavente, Carlos Pereyra y Oriente.

(firmado con las iniciales MSR).

En Morelia, Celaya y Monterrey


En Morelia operaba otro Comité Estatal del MURO que en
1963 desplegó intensas operaciones para contribuir al
derrocamiento del “comunista” Eli de Gortari como rector
de la Universidad de Morelia, hecho que el MURO destacaría
luego como uno de sus grandes logros, lo mismo que la

175
renuncia de rector de la Universidad de Nuevo León, José
Alvarado, a quien también calificaban de “comunista”. En
esta campaña fue muy notoria la participación de los
empresarios del Grupo Monterrey, quienes una y otra vez
agredían al rector Alvarado mediante desplegados y
gacetillas en los periódicos El Norte y El Porvenir.
En una carta dirigida a Enrique Livas, de Monterrey,
el 23 de marzo de 1963, Ignacio Chávez comentaba en estos
términos la caída de Alvarado:

me enteré del grado a que llegó la canallería de cierta gente


en sus ataques contra él y hasta qué grado llegó el encono
rabioso para hacerle irrespirable la atmósfera. Lo sentí muy
de veras por él y por la Universidad de Nuevo León, y aun
debería agregar por lo que esta victoria de los ultra-
montanos significa en el panorama nacional. Habrá que
irse preparando, porque mi turno no ha de estar muy
distante, a juzgar por la sucesión de acontecimientos en
las universidades de los estados. Parece increíble que a un
siglo de distancia vuelvan a enfrentarse las fuerzas
conservadoras y me pregunto si no lo hacen ahora con
más odio y con menos escrúpulos que entonces.10

El 4 de junio de 1963, Chávez escribía nuevamente a


Livas a propósito de la campaña que se había organizado
contra José Alvarado:

... Nada de lo que allí me dice me asombra; sin llegar a los


extremos de procacidad a que llegaron con él, veo que es
la misma forma de campaña que han seguido conmigo,
como si estuvieran preparando el terreno para dar el zarpazo
el día que puedan...11

176
El 4 agosto de 1966, el agente 330 de la PJF informaba
que según el MURO la designación de Nicanor García Reyes
como nuevo rector de la Universidad Nicolaíta era una
“imposición” del general Lázaro Cárdenas. El nuevo rector,
comentaba el agente, era además “ministro de la religión
protestante”.
Por su parte, el 11 de octubre de 1966, el agente 430
de la misma corporación indicaba que Victor Manuel
Sánchez Steinpreis, ex vicepresidente del MURO, estaba “de
incógnito” en Morelia, acompañado por “dos o tres de los
más destacados miembros de ese grupo extremista”. La
visita de Sánchez Steinpreis, obviamente, tenía que ver con
los conflictos que se registraban en la universidad nicolaíta.
El 25 de octubre de 1966, el agente 330 informaba que
una comisión del MURO saldría el día 27 hacia Michoacán, para
participar en los actos de carácter religioso que se llevarían a
cabo en esa entidad para conmemorar el levantamiento del
pueblo húngaro. El día 28, la delegación debería estar en
Pátzcuaro, lugar al que llegaría inicialmente la imagen de la
Patrona de Hungría, que el 30 saldría hacia Tacámbaro,
Michoacán, para ser “entronizada” en un acto religioso presidido
por el obispo Abraham Martínez. Se supo también que el MURO
aprovecharía su estancia en Pátzcuaro y Tacámbaro para llevar
a cabo manifestaciones anticomunistas y hacer un “desagravio”
por la “actuación de los elementos comunistas en el pasado
conflicto de la Universidad de San Nicolás de Hidalgo”.12
En una carta enviada a la redacción de Política en
diciembre de 1962, un estudiante de la Escuela Preparatoria
y Profesional de Celaya, Guanajuato, denunciaba que en
esa institución se había formado una “sucursal” del MURO,
cuyos miembros distribuían propaganda anticastrista y
estaban vinculados —sostenía— con la embajada de Estados
Unidos y con grupos de cubanos exiliados en Miami.

177
Esta misma mafia —dice la misiva— es la que se ha
apoderado de la Sociedad de Bachilleres de la Preparatoria
y desde ella realiza una campaña antiprogresista, y es
también la misma que integra el grupo del PAN en esta
ciudad. Su cabecilla es el “estudiante” Manuel de la Isla
Paulín, quien recibe subsidio del MURO y distribuye propa-
ganda de la embajada. Este individuo ha organizado una
banda gangsteril en la preparatoria y ha amenazado a varios
de mis compañeros. Sus incondicionales secuaces José
Antonio Bravo y Jorge Arredondo Gutiérrez ocupan car-
gos directivos en la Escuela Preparatoria y se jactan de
poder expulsar a quien no esté con sus ideas ni secunde
sus planes de corrupción. De la Isla ha hecho repetidos
viajes a Miami, de donde viene provisto de dólares con los
que organiza conferencias y controla varios periódicos
estudiantiles.13

Tres años después, en 1965, se vería que las acusa-


ciones de que el MURO tenía conexiones con la contrarrevolución
cubana especialmente a través de Manuel de la Isla Paulin, no
carecían de fundamento.

1
AGN, DFS, FUA, exp. 100-19-1-962, h. 163, leg. 5.
2
Ibid., exp. 100-19-1-63, h. 202-204, leg. 5.
3
Ibid., exp. 100-19-1-963, h. 205, leg. 5.
4
Ibid., exp. 100-19-1-63, h. 2, leg. 6.
5
Excélsior, 28 de mayo, 1963.
6
Atisbos, 24 de abril, 1964.
7
AGN, DFS, MURO, exp. 100-19-1-964, h. 29, leg. 8.
8
AGN, fondo GDO, secc. Secretaría privada, informes de la PGR, año 1965,

vol. 203.

178
9
AGN, IPS, caja 435.
10
Chávez, Epistolario... op. cit., p. 256.
11
Ibid., p. 257.
12
AGN, GDO, Secretaría privada, informes de la PGR, vol. 206.
13
Del Corro y Matar, op. cit., p. 4.229.

179
180
CAPÍTULO IX

EL MURO CONTRA CHÁVEZ

En su discurso de inicio del año escolar, del 9 de febrero de


1962, el rector Ignacio Chávez fijaba su posición ante los
extremismos universitarios, de izquierda o de derecha:

Hay algo, sin embargo, que empaña nuestro optimismo.


Afuera de nuestra casa se oyen gritos de una lucha violenta.
Son grupos que combaten contra otros grupos y en esa
lucha las voces de la comprensión y de la tolerancia parecen
extinguidas. Sólo se oyen las del odio, las de la ira, cuando
no el grito sofocado del miedo. Y todo eso que pasa afuera
se refleja sobre nosotros y nos somete a veces a una
presión brutal. Por eso, sobre esta casa soplan a menudo
rachas de incomprensión. Los exaltados, los intolerantes,
sea de un lado, de la del otro, la atacan porque no se les
entrega. Querrían tenerla como la mejor arma en su lucha
de dominio. Y como la Universidad no es ni puede ser
instrumento de nadie, ni de un grupo ni de un partido ni de
un credo ni de un sistema, hay manos aisladas que quisieran
socavarla en su base. Olvidan que la Universidad no puede
entregarse sino a una causa, la del país que la ha creado y
la necesitan, que va derecho a su meta, la elevación de la
cultura, forma de libertad alada del espíritu, y que no puede
tener sino un culto, el de la verdad, que ha de perseguir
con ahínco si quiere ser de veras universidad.1

181
Por su parte, el MURO lanzaría al igual que otros grupos
una campaña implacable y feroz contra Chávez. Dotado de
buenas fuentes de financiamiento, como se ha dicho, MURO
extendió rápidamente sus operaciones, que incluyeron
inserciones pagadas en periódicos nacionales y locales.
Brecha Universitaria, la revista que dirigía Sánchez
Steinpreis, tenía un tiraje de diez mil ejemplares y en sus
páginas colaboraron José López Portillo, Ángel María Garibay,
Eusebio Castro, María del Carmen Ruiz Castañeda y Gabriel
Aguirre. Los domingos a las nueve de la noche, en XEN, Brecha
Universitaria transmitía el Noticiero Universitario, dirigido
también por Víctor Manuel Sánchez Steinpreis. Brecha
Universitaria venía a ser en la práctica como una publicación
más de MURO, dirigida por uno de sus principales miembros,
brindaba total apoyo a esa organización.
En un artículo publicado el 15 de diciembre de 1963
en Política se afirmaba:

Los miembros del MURO cuentan para su propaganda con


la estación radiodifusora comercial XEN y los periódicos
Puño y Brecha Universitaria. Este último se ostenta como
“órgano informativo de los alumnos de periodismo de la
Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales” de la
UNAM, a pesar de que muchos alumnos no comparten sus
ideas y le han pedido que deje de presentarse como vocero
oficial de todos ellos.

El programa radiofónico dominical de Brecha


Universitaria era generalmente reproducido y comentado
en Atisbos. Por ejemplo, el 12 de febrero de 1962, bajo el
encabezado “Brecha Universitaria dice”, Atisbos reproducía

182
el mensaje de dicho programa en el cual de nuevo se hacía
referencia a las expulsiones de Coello y Vélez:

... nuestra Universidad es casi un club político que los


comunistas utilizan a su antojo y ya lo han demostrado
así. El caso de los estudiantes de Economía que fueron
expulsados hace ver hasta qué punto ha llegado el fana-
tismo marxista en nuestra universidad...

Brecha Universitaria criticaba también las

huelgas y las manifestaciones callejeras que se llevaron a


cabo en el mes de abril, principalmente por elementos
prosoviéticos y procastristas de las escuelas de Economía
y Ciencias Políticas. En esta última, a nosotros nos constan
cómo un cumplido maestro de doctrinas políticas fue
perversamente calumniado por elementos comunistas sólo
por el hecho de haberse negado a suspender su clase como
lo querían los agitadores para realizar sus mítines en favor
del régimen comunista cubano. Eso fue en abril. Y no nos
referimos a los escándalos que el 26 de julio realizaron los
falsos estudiantes procastristas para celebrar el aniversario
de la revolución comunista de Fidel Castro.

En marzo de 1963, a sólo un año de su fundación, el


MURO anunciaba un aumento en el tiraje de Puño, de cinco
a diez mil ejemplares, sin aumentar su costo de 20 centavos.
Además, en enero de 1963, el MURO publicó una selección
de artículos y editoriales de Puño titulado Leyendo a Puño,
con un tiraje de diez mil ejemplares, impresos en el
establecimiento de León Sánchez.
Como se ha mencionado, los miembros del MURO
representaban una de las fuerzas de oposición contra el rec-

183
tor Chávez, a quien calificaban de “comunista”, al igual que
a García Terrés y a otros de sus colaboradores. La retórica
del MURO recuperaba lugares conocidos de opositores de
Ignacio Chávez, como Rodrigo García Treviño.
En 1962, los muristas lanzaron una campaña contra la
exhibición de películas “pornográficas” en los recintos
universitarios. Entre estas clasificaban a Madre Juana de los
Ángeles, La Ronda, Livia, Los Amantes de París, Secretos
de Mujeres, Hiroshima, mi amor, El Ángel Exterminador,
Un tranvía llamado deseo y la Dulce vida.
Indignados por la exhibición de Viridiana de Luis
Buñuel, el MURO enviaba a René Capistrán una indignada
misiva dirigida a Jaime García Terrés, quien ocupaba el cargo
de director de Difusión Cultural de la UNAM, en la cual lo
acusaban de permitir la exhibición de esa y de otras cintas
“inmorales”:

... es usted —dice la carta, reproducida el 24 de abril de 1962


en Atisbos—, el único responsable de los perjuicios que en
su integridad moral sufran los miles de adolescentes que con-
curran a la próxima serie de Cine Club, titulado “Homenaje a
Buñuel”, en donde se exhibirán películas que como Viridiana
han sido prohibidas por el Gobierno Federal, el cual las ha
considerado dañinas a la integridad moral de la colectividad.
Porque si ya es gravísimo que películas clasificadas como
“únicamente para mayores” sean exhibidas en la Universidad,
peor aún cuando se trata de películas que han sido prohibidas
por nuestras autoridades cinematográficas... La película a que
nos referimos y otras por el estilo, francamente disolventes,
no deben ser exhibidas en nuestra Universidad, si no por un
firme y sólido criterio de moralidad, al menos por respeto a la
dignidad y creencias de los estudiantes y especialmente de
nuestras compañeras universitarias...

184
Con motivo de esa campaña del MURO, el 1 de mayo
en Política, Monsiváis hacia notar la coincidencia de MURO
y Brecha Universitaria en el mismo objetivo. Acerca de la
retórica usada por MURO reflexionaba:

Viridiana había sido prohibida por Franco: atentaba con-


tra la religión. ¿Cómo combatirla? Decir que era blasfema,
impía o sacrílega sería situarse en un plan ideológico, con
valor para las funciones de cine del seminario de Portales,
pero no lo suficientemente eficaz para una Universidad. La
solución era atacarla por libidinosa y pornográfica,
destruirla por inmoral...2

Refutando afirmaciones de MURO, Monsiváis men-


cionaba que Viridiana sí estaba autorizada por las autori-
dades, desde mayo de 1961, y además decía:

esta obra de Buñuel no es en lo absoluto pornográfica o


atrevida, sino antidogmática; si hay un cine antiporno-
gráfico es el realizado en los países socialistas, y no es con
posiciones de fuerza con lo que el membrete flangista se
va a imponer.
Pero lo importante no es la defensa de Buñuel, innecesaria
por reiterativa, sino la impotencia real de la derecha en la
Universidad, en materia de ideas y su incapacidad para
movilizar en contra del apoyo a la causa antiimperialista y
a la Revolución Cubana, otra cosa que no sean bombas
pestíferas o excomuniones.
La derecha, al ir contra la Historia, no entiende los procesos el
arte y la cultura, para ella la tradición, que en el mejor de los
casos debe asumir las formas de una linterna mágica, es la
verdad única. Sus acusaciones ridículas y desaforadas no

185
deben importar y no importan. Interesa ver su descomposición
intelectual, la adopción voluntaria del papel de hombre de las
cavernas y su plena identificación con el fascismo. En las
difamaciones que perpetra se oye el lema nazi: “Cuando oigo
la palabra cultura, le quito el seguro a mi revólver.”

Finalizaba con estas palabras:

Combatir activamente a este tipo de filiales del sinarquismo


es, de alguna manera, evitar que en las plazas públicas se
quemen las obras de Einstein, Chaplin, Visconti, Resnais,
Buñuel y otros; es reafirmar el carácter de centro cultural
del país que debe tener la UNAM; es propiciar el libre juego
de las ideas y la difusión del pensamiento moderno.

En su número 8, de septiembre-octubre de 1963,


Puño se refería a la UNAM como “el polvorín rojo” a la vez
que criticaba al rector Chávez de fomentar el “comunismo”
en la Universidad. Además, le atribuían ambiciones de llegar
a la SEP, al ISSSTE o de buscar la reelección, y señalaban que
la rectoría patrocinaba a líderes y activistas “rojos”. En el
artículo titulado “Chávez y la sucesión presidencial”, MURO
acusaba a la Universidad de publicar libros comunistas “de
descarada propaganda castrista”, de Lombardo, de Ramón
Ramírez, González Pedrero, y otros muchos “demagogos
sovietizantes”. También admitía la publicación de libros de
tendencia opuesta, pero lo atribuía a la táctica de dos para
adelante y uno atrás, una estrategia gradualista de pene-
tración directa pero efectiva. Según Puño,

se trata de ir como embozadamente para evitar violentas


reacciones al avance rojo en la universidad. Los puestos

186
de investigadores de tiempo completo, los mejor remu-
nerados quedan todos en Humanidades, prácticamente en
manos de la izquierda universitaria.

La retórica de otros críticos anticomunistas de Ignacio


Chávez no era muy distinta que la del MURO, grupo al cual
de hecho apoyaban, como en el caso de René Capistrán
Garza. El 26 de julio de 1963, Atisbos afirmaba que el rec-
tor Chávez

continua entregando a la Universidad en manos de los


rojos. Salvador Cardona y Ricardo Pozas, del PC; Enrique
González Pedrero y Henrique, González Casanova, del MLN;
Elí de Gortari, Emilio Uranga, Víctor Flores Olea, García
Terrés, Eduardo Lizalde...

Atisbos señalaba la presencia en Ciencias Políticas


y Sociales, de Víctor Monjaraz y José Rosowski, como
“directivos del pasquín rojo estudiantil El Revolucionario”.
Atacaba también al Partido Socialista Estudiantil y otros
grupos estudiantiles como Rojo y Negro.3 Asimismo,
criticaba la “participación abierta en campañas políticas y
partidos políticos” y la formación de círculos de estudios
“asociados a líderes sindicales”, así como las interrupciones
de labores, la recolección de firmas para pedir la libertad de
Vallejo, el “armar mitotes” y mítines, escándalos y
desórdenes, repartir volantes, quemar cohetes y estallar
bombas, proselitismo y propaganda desde la cátedra,
alborotos y ofensas a maestros.
Por su parte, seguridad nacional hacía investigaciones
sobre las conexiones del MURO con otros sectores, de tal
suerte que el 17 de julio de 1962 reportaba que Coello se
había dirigido a Alfredo Medina Vidiella, “el elemento afín

187
al Frente Cívico Mexicano de Afirmación Revolucionario”,
de tendencia alemanista, con el objeto de “informarle acerca
de los movimientos políticos que llevan a cabo los grupos de
derecha e izquierda de la UNAM”.4
El 12 de octubre de 1963, Jesús Rivera Barroso y
Luis Felipe Coello, dirigentes del MURO organizaban una
conferencia sobre El Papel de la Juventud en el Mundo
actual, en la Escuela Nacional de Ciencias Químicas.5
El 6 de enero de 1964, la DFS mencionaba a Coello,
Sánchez Steinpreis, Fernando Baños y Silverio Gómez como
miembros del MURO , que incitaban a sus compañeros
preparatorianos y a los padres de familia a protestar por la
adición de un año al plan de estudios de preparatoria.6
El 8 de mayo de 1964, según investigó la DFS, se
reunieron miembros del MURO en la Escuela Nacional de
Ciencias Políticas y Sociales, entre otros: Víctor Manuel
Sánchez Steinpreis, Jorge Álvarez de la Cadena, José
Antonio Barbara, Fernando Rivera y Luis Felipe Coello.7
Para 1964 los muristas se jactaban de haber “inves-
tigado” a Max Aub —director de Radio Universidad—
demostrando, según ellos, que desde su cargo servía al
“comunismo internacional”; similarmente habían denunciado
la “clara injerencia (sic) soviética” en las elecciones de la
Escuela Nacional de Economía y la “distracción de fondos
del presupuesto universitario para promover actividades comu-
nistas”, asimismo, acusaban a la Universidad de servir como
“agente de compras de Fidel Castro”. También esgrimían el
argumento de que había discriminación de parte de las
autoridades universitarias contra los estudiosos y profesores
de tendencias católicas.
Pero si el MURO decía haber investigado a las autori-
dades universitarias, a la inversa sucedía lo mismo, pues en el

188
archivo del doctor Ignacio Chávez se conserva un documento
confidencial de acuerdo con el cual, Puño y Brecha
Universitaria

eran patrocinadas por un grupo fascista con sede en


Guadalajara y Puebla, y que lo mismo hacían llegar dinero
al MURO a través de Felipe Coello que a la FUSA dirigida por
Fernando Roque Villanueva para su periódico La Voz de la
UNAM, mientras que en Puebla el dirigente visible era Ramón
Plata Moreno.8

Nótese que esta información esboza una teoría acerca


del origen del MURO que tiene puntos de afinidad con la de
los “Doce Apóstoles”, pues nuevamente aparece aquí
Ramón Plata, pero sólo como uno de los dirigentes de un
complot mayor que, además, actuaba a través de diferentes
organizaciones, no todas ellas de carácter derechista o
anticomunista. Un elemento que podría relacionarse con esta
teoría es el apoyo que otorgó Roque Villanueva a la derecha,
respaldando la elección de Jaime Fernández de Cevallos.
Ese mismo año, con motivo de que Chávez recibió
condecoraciones en Praga y en Varsovia, los muristas
razonaron así:

Al aceptar el Rector las condecoraciones impuestas por


burócratas de servicio en una universidad de estado
bolchevique, se hizo solidario de los principios materialistas
y totalitarios que animan su marcha y existencia. Se adhirió
a la dialéctica marxistaleninista que ha sido impuesta a
sangre y fuego —los húngaros bien que lo saben— por
las botas odiadas de las tropas u hordas rojas... ¿Quiere
esto decir que si no fuera por los factores reales de poder
que le son adversos, el rector Ignacio Chávez estaría

189
dispuesto a imponer en la UNAM plenamente los mismos
principios de las universidades rojas?

Sin embargo, Chávez fue condecorado en muchas


ocasiones también por países capitalistas, lo cual no decía
Puño. Durante el mismo viaje al Viejo Continente, Chávez
recibió también la condecoración de Gran Oficial de la Orden
al Mérito de la República Federal de Alemania, y ese mismo
año también había sido distinguido con la condecoración de
la Segunda Clase de la Orden del Tesoro Sagrado en Japón,
que se sumaban a las recibidas el año anterior: Comendador
de la Orden de las Palmas Académicas de Francia, Gran
oficial de la Orden de Orange de Nasau, Holanda y la
Medalla de Oro del American Colege of Physicians, en
Atlantic City, Estados Unidos.9 Además, como eminente
cardiólogo que era, atendió a personajes famosos del mundo
político, independientemente de su ideología, entre ellos los
ex presidentes Plutarco Elías Calles y Luis Somoza, de
México y de Nicaragua, respectivamente.
Según el MURO: “a la universidad la controla arriba la
‘maffia’ roja que tiene a Chávez por cabeza visible”, y
señalaban que esa situación era resultado de un largo
proceso de “decadencia” que “entregó a nuestra máxima
casa de estudios al comunismo universitario, al de categoría,
al de los selectos, no al de los ingenuos, que reciben los
cachiporrazos de los granaderos”.
Los ataques contra Chávez, tanto de izquierda como
de la derecha, se recrudecieron en el contexto de la sucesión
presidencial de 1964. En abril de ese año, Luis Felipe Coello
enviaba un telegrama al presidente de la república para
pedirle que interviniera a fin de impedir las “violaciones y
ataques” que sufría su grupo por parte del doctor Chávez.
En esa ocasión el MURO acusó al rector Chávez del secuestro

190
de Víctor Manuel Sánchez Steinpreis y de la “utilización de
policías a sueldo que golpean a estudiantes”.10
También la Unión Nacional Sinarquista estaba desa-
rrollando una activa campaña contra el rector. En agosto de
1964, la UNS declaró que en su afán de reelegirse como
rector, a Chávez “no le importa pasar por encima del respeto
y la dignidad de profesores y alumnos de la máxima casa de
estudios, o bien de los organismos establecidos en la
organización universitaria”.
Asimismo se afirmaba que Chávez trataba de implantar
el terror entre profesores y estudiantes, valido de su puesto y
contando con los “gorilas” que son los peores “verdugos” del
estudiante rebelde que se niega a unirse al carro del rector.
A los escritos del MURO contra Chávez se sumó el
boletín llamado Fe. La verdad nos hará libres, que se
repartió gratuitamente en los templos de la ciudad de México
el domingo 23 de octubre de 1964. El tema principal de la
publicación era la supuesta relación de Chávez con el
marxismo leninismo.11
Rememorando su experiencia estudiantil en los
sesenta, el entonces alumno de la facultad de Derecho,
Gilberto Herrera Medina comentaba el 12 de julio de 2002
al autor de este libro:

Chávez era un hombre destacado. Su capacidad, su


nacionalismo, sus enormes cualidades personales no están
en duda. Lo que puede cuestionarse es su pragmatismo
político, que lo llevaba a prestarle apoyo a Eli de Gortari, al
mismo tiempo que a distanciarse de Enrique Cabrera, al
mismo tiempo que a apoyarse en los grupos de extrema
derecha que encabezaban los González Jaúregui (estu-
diantes de Ciencias Químicas, de extracción católica) y los

191
Villanueva, y a darle un total apoyo a César Sepúlveda,
hombre vinculado a la embajada norteamericana y a las
empresas transnacionales mineras. El despacho de Sepúl-
veda fue de hecho vendido a una empresa transnacional.
Chávez no supo medir el efecto internacional ascendente
entonces de la revolución cubana y sus efectos políticos
en la vida nacional.

A 40 años de distancia, Herrera Medina, quien toda


su vida ha sido hombre de izquierda y, además de abogado,
partidario entusiasta del estudio de los escritos económicos
de Marx, señalaba los aciertos de Chávez y de los
funcionarios que lo rodeaban, como Jaime García Terrés;
de quien reconoció: “era un funcionario muy bueno. La parte
cultural de ese rectorado es inobjetable”.
También señala:

La política asistencial de Chávez hacia los estudiantes más


pobres era excelente. Daba vales semanales para que los
estudiantes de menos recursos pudieran hacer una comida
en los cafés instalados en las facultades, lo cual no lo
había hecho antes ningún rector. Su labor editorial extra-
ordinaria y sus enemigos la atacaban.
Sin embargo, Chávez no supo conectarse con las bases
estudiantiles, lo hizo en Economía y en Ciencias Políticas,
esto sí lo logró allí, pero no en la facultad de Derecho. En
Ingeniería sí lo hizo a través de uno de los Roque Villanueva,
pero esto no era una conexión directa con las bases de
ingeniería, a las que tradicionalmente se usaban como fuerza
de choque contra el área política y social.

192
Acerca de la campaña de oposición a Chávez, afirma:

la izquierda fue arrastrada de manera sorpresiva e inopinada


contra Chávez. La derecha tenía ya un trabajo realizado en
las altas esferas así como en las masas, a través de la UNS,
por ejemplo, la cual publicaba el periodiquito El Gallo,
que se repartía gratuitamente, y cuyo contenido era total-
mente anticomunista y denigratorio hacia la persona de
Chávez.

Acerca de su experiencia frente al MURO en aquellos


años, Herrera Medina recuerda:

A mí me quiso reclutar Manuel Sánchez Steinpreis. Era


muy hábil en el trato personal. La imprenta de Puño, adonde
me llevó, estaba en el primer cuadro de la ciudad. Me quiso
hacer convivir con ellos, porque mediante el trato cordial
trataban de reclutar a la gente, explotando su ingenuidad
política y social.
los que daban la cara era Coello, Steinpreis y otros. El más
activo era Manuel Sánchez Steinpreis, era hombre
exageradamente de derecha, tenía el espíritu de cruzado
medieval. Su subjetividad limitaba sus horizontes.

Herrera Medina, quien perteneció a la generación


1959 de la facultad de Derecho, rememora:

Alguna vez, en los años sesenta, los del MURO llegaron a la


facultad de Derecho a querer repartir su periódico y yo se
los quité. Era yo intolerante también, pero no me agredieron.
Había mucha gente reclutada, pero cuatro o cinco eran los
que realmente conocían el funcionamiento de grupos como

193
el MURO. Eran pederastas políticos, ya que reclutaban a
gente muy joven.

También opina, recordando los acontecimientos que


le tocaron vivir en la Universidad, a cuatro décadas de
distancia:

Esos grupos (como el MURO) intuyeron muy claramente la


realidad política del país y salieron al paso de ella a su
manera. Tuvieron efectividad. hoy lo sabemos, porque
desviaron el desarrollo de las universidades, el tono de la
enseñanza y de la investigación.
Esos movimientos estuvieron en continuidad con la
tradición de la militancia católica, tal como se había dado
en el Partido Católico Nacional, luego con Vasconcelos y
en el PAN.

Los archivos de la DFS registran el enfrentamiento


verbal de Herrera Medina contra los muristas en la ocasión
en que estos trataban de vender su periódico en la facultad
de Derecho:

De las 18 a las 20.15 horas del 9 de mayo (de 1966), en el


auditorio de la facultad de Derecho de la UNAM, se efectuó
una asamblea en la cual hizo uso de la palabra Gilberto
Herrera Medina, quien refiriéndose concretamente a
Guillermo Vélez Pelayo dijo que en la participación de otros
miembros del MURO, quería tomar una personalidad que no
le correspondía, ya que en un periódico que estaban
repartiendo entre el estudiantado, afirmaban ser unos de
los principales instigadores en contra el exrector Chávez.12

194
Por otro lado, la publicación a la que alude Herrera
Medina, El Gallo Universitario, circulaba en la UNAM a un
precio de diez centavos cada ejemplar y llevaba como
epígrafe la frase de Díaz Ordaz: “A la Universidad defiéndela
con todo, contra todo y en todo tiempo”. Su emblema era
un gallo sosteniendo con una pata un cartucho de dinamita.
En su número del 19 de marzo de 1964 pedía:
“Arrojemos de ella [la Universidad] al doctor Chávez, que
la infama y prostituye”.
También calificaba a Chávez como un “mata-
estudiantes” que “llegó a rector” y lo acusaba de tratar de la
siguiente forma a sus opositores:

... Por ser usted un recalcitrante opositor mío, merece que lo


ponga en manos de mis colaboradores (especialistas en
secuestros, encarcelamientos, golpizas, expulsiones,
“pérdidas de documentos”, etcétera); pero por la nobleza
que me caracteriza voy a ofrecerle una beca para que estudie
en el extranjero. O también, y esto de amigo a amigo, no me lo
tome a mal... Tengo unas hijas casaderas... y si usted acepta,
lo acomodo... como a mi querido yerno que preside la Dirección
de Difusión Cultural, en un puesto de importancia. ¡Ah! Pero
si no acepta. ¡Aténgase entonces a las consecuencias!

Además hacía la siguiente acusación: “usted se


enorgullece de pagar del presupuesto universitario pistoleros
a sueldo que lo apoyen”.
Ese tipo de ataques, de los cuales estaba llena esa
publicación, daría motivo para que el doctor Chávez la denun-
ciara porque lo desacreditaban y lesionaban su reputación y
la de su familia.

195
1
En Chávez, Humanismo médico, educación y cultura, El Colegio Nacional,
México, 1979.
2
Política, 1 de mayo, 1962, p. 63.
3
Este grupo, de filiación trotskista, estaba en la facultad de Economía. Lo
dirigía David Aguilar Mora, quien era miembro de Acción Cultural del
comité ejecutivo de la sociedad de alumnos de Economía.
4
AGN, DFS, MURO, exp. 63-1-1962, h. 90, leg. 18.
5
Ibid., exp. 63-1-963, h. 20, leg. 22.
6
Ibid., exp. 63-1-964, h. 4, leg. 24.
7
AGN, DFS, MURO, exp. 63-1-964, h. 13, leg. 26.
8
Romo Medrano, op. cit, p. 290.
9
Ibid., p. 347.
10
Ibid., p. 345.
11
Ibid., p. 348.
12
AGN, DFS, exp. 63-1-66, h. 402, leg. 37.

196
CAPÍTULO X

PALABRAS, GOLPES Y FILANTROPÍA

En su número de septiembre-octubre de 1963, Puño listaba


en los siguientes términos las “hazañas de los chicos
leninistas”:

quema de una exposición sobre Alemania, el 8 de mayo de


1962, atentados contra la estatua de Miguel Alemán, quema
de una efigie de Kennedy cuando visitó al país.
En 1961 se suspenden las clases cuando lo de Cuba en
varias facultades, que quedaron convertidas en cuarteles
de reclutamiento de voluntarios.
Larga huelga en Derecho, con los zafarranchos y desórdenes
consecuentes. Banderitas, partiditos y congresitos rojetes
por doquier, grupillos “culturales”, cineclubes tendenciosos
y asquerosos; infinidad de huelgas, paros, mítines, mesitas
redondas por doquier; “festivales”, publicación de libros
de descarada propaganda castrista, pago de viajes a líderes
venales más allá del Telón de Acero.
En su “último mitote” del 16 de agosto de 1963, los “rojos”
había golpeado a elementos de vigilancia de la UNAM e
insultaron hasta el cansancio a López Mateos.

Puño se refería a un mitin en CU organizado por el


Movimiento de Liberación Nacional, el Frente Electoral del
Pueblo y la CCI (Confederación Campesina Independiente),
a la que asiste Danzós Palomino. Según Puño, allí se incitó

197
a la “revolución socialista” y se protestó por el encarcela-
miento de Demetrio Vallejo y “otros delincuentes”. Admitía
que había habido sanciones contra algunos de los partici-
pantes, pero se quejaba de que los verdaderos responsables
ni siquiera fueron amonestados: “El rector dejó impunes a
los cabecillas... Walter Ortiz y Ricardo Valero Becerra, de
Ciencias Políticas; Jesús Ochoa, de Economía y Luis Macías
y Alejandro Carrillo Jr. de Derecho”. Walter Ortiz y Ricardo
Valero pertenecían al Partido Comunista.
El órgano del MURO arremetía en especial contra los
“seudolíderes presidiarios y militantes” Jesús Ochoa y
Ricardo Valero, “que mueven a sus masas de borregos
descontentos ante todo, oportunistas, ardidos, mercenarios
de la antipatria”.
Predecían los muristas que los rojos desatarían la
violencia mediante una “maniobra de pinzas”, es decir, desde
arriba y desde abajo, mediante la “infiltración” en el PRI.
Aseguraban: “El MURO está consciente de la conjura
roja en la Universidad y se opondrá a las ambiciones
mezquinas que quieren usar a la UNAM como trampolín
político”.
Entre las personas a quienes el MURO consideraba
“castro-comunistas”, “filocomunistas”, “comunizantes” o
“blasfemos” se contaban, además de Chávez, Max Aub y
García Terrés, Francisco López Cámara, José Pagés Llergo,
Renato Leduc, Enrique González Pedrero, José Natividad
Rosales, Luis Suárez, Alberto Domingo, Fernando Benítez,
Carlos Fuentes, Henrique González Casanova, Víctor Rico
Galán y Rafael Prieto.
Otros personajes que no gozaban de las simpatías del
MURO eran Alejandro Jodorowski, Rolando Cordera y Carlos
Monsiváis. En 1964, el MURO criticaba a Cordera —en aquél

198
entonces presidente de la Sociedad de Alumnos de
Economía—, por haber organizado un festival de rock en
Ciudad Universitaria, mientras que a Monsiváis lo calificaban
de “perfecto ejemplar de la pedantería y la vacuidad
intelectual, al que los marxistas han rodeado de un halo de
intelectualidad...”
En mayo de 1964, mientras el rector Chávez estaba
en Europa, el profesor Joaquín Roncal Gómez del Palacio,
con 25 años en la cátedra de fisiología en la facultad de
Medicina, se negó a recibir un premio que le otorgaba la
Universidad e hizo acusaciones contra Chávez. En una carta
publicada en Atisbos el 11 de mayo de 1964, Roncal
explicaba que no podía

recibir de manos de quienes han privado a nuestra Univer-


sidad del pequeño resquicio de libertad de expresión, pues
han llegado al extremo, nunca visto en la historia de la
institución, de mandar encarcelar, hacer golpear, atormentar
y vejar a numerosos universitarios, violando amparos carce-
larios y atormentando aún más valiéndose de los servicios
de vigilancia, verdadera policía al margen de la ley.

En ausencia del rector, respondió el doctor Roberto


Mansilla, secretario general de la Universidad, mientras que
Roncal recibió el apoyo de Puño y de Atisbos. Finalmente,
la rectoría llegó a argumentar que Roncal era un profesor
veterano y experto en conflictos y que estaba haciendo pasar
como suyas acusaciones fabricadas por Jorge Siegrist.
También en mayo de 1964, Fernando Baños Urquijo,
quien además de pertenecer al MURO era jefe de redacción
de Brecha Universitaria, escribió una carta a su hermano
—que se conserva en el archivo del doctor Chávez— y en
la que le hablaba de

199
el gran pleitote que le hicimos al rector y esperamos otro
en septiembre y en dos años más contra el presidente y de
momento le pudimos cortar a Chávez la posibilidad de llegar
a la Secretaría de Educación Pública y manejar el 25 por
ciento del presupuesto de la educación.

Luego señalaba en dicha carta que el objetivo princi-


pal era desprestigiar al rector a como diera lugar.1
Posteriormente, en su número de junio-julio de 1964,
el MURO proseguía con sus campañas de tipo moralizante,
teñida con titanes anticomunistas. En el artículo “Los
copetones rojillos y las despeinadas camaradas”, se debía
notar que Mao Tse Tung aconsejaba en su obra sobre la
guerra de guerrillas, fomentar en la sociedad capitalista la
“relajación de las costumbres” para debilitar su resistencia.
Con motivo de un festival cultural organizado por la
izquierda en CU, Puño hacía notar a los “rebeldones de
izquierda” y afirmaba refiriéndose al festival promovido por
la sociedad de alumnos de la facultad de Economía, presidida
en ese entonces por Rolando Cordera:

El espectáculo fue maravilloso, tan solo hubo una dificultad


cuando los presentes trataron de definir el sexo a que
pertenecían cada uno de los artistas, pero nos bastó
recordar que son de izquierda para tener el aval de que
posee algún sexo.
Esta cuestión suscitó un gran debate de altura, pues un ser
de blondos cabellos rubios (como los que luciera un día el
camarada Nikita) se contorsionaba de tal manera que destaco
por su gracia y los espectadores intrigados, apostamos, y
fuerte, sobre la identificación del ágil danzante.

200
Los menos afirmaron que era un camarada, los más se
inclinaron por una camarada. La decepción, sin embargo,
cundió entre los apostadores cuando se le preguntó al
ente sobre su sexo pues con arrebatadora candidez nos
dijo: “masculino, pero sin fanatismos”. Lo cual nos vino a
demostrar que era de la atinada izquierda lejana ya de todo
extremismo.

Tratando de ironizar, el artículo señalaba:

enorme labor de Alejandro Jodorowsky, titán del teatro de


avanzada, quien restando horas de sueño a su vida y
procurando ofrecer lo mejor de su repertorio montó el
espectáculo que por muchos lustros será recordado con
beneplácito en las altas esferas de la gloriosa izquierda
nacional

En el mismo número, Puño apuntaba:

Bajo la complacencia de las autoridades universitarias, desde


hace días el INRA (Instituto Nacional de la Reforma Agraria
de Cuba) realiza entre los universitarios una encuesta con el
fin de calibrar adecuadamente las baterías propagandísticas
que nos enviarán en los futuros meses. El rector, si bien
sabemos que comulga con el castrismo al que protege y
alimenta, no debería si tuviera por lo menos un poco de
patriotismo, permitir que la soberanía nacional sea violada
descaradamente por un gobierno extraño a nuestros ideales
que interviene en nuestros asuntos domésticos...
¿Qué piensa del capitalismo?... ¿del gobierno mexicano?...
¿qué cree de la reforma agraria?... son entre otras unas de las
tantas preguntas que hacen los esbirros de Fidel Castro...

201
Sin embargo, ocasionalmente el MURO expresaba
también intenciones filantrópicas, tal es el caso del número
2 de Puño, de mayo-junio de 1962, donde se hacía la siguiente
invitación:

Llamado a la caridad universitaria.


Junto a esta majestuosa CU, que se yergue entre el agreste
Pedregal, está un pueblecito de gente humildísima y sumida
en la pobreza más grande. Se llama Copilco y es una muestra
palpable de la miseria de nuestro pueblo. Junto a él, setenta
mil universitarios bebemos conocimientos en nuestras
diferentes facultades. Demos una vueltecita por Copilco
de vez en cuando, llevando un poco de ropa para los niños
desamparados y hambrientos que juegan entre las piedras
y tal vez un pan para calmar su hambre, sería una buena
labor social en favor de nuestros vecinos y hermanos de
Copilco.

En su número de septiembre-octubre de 1963, MURO


anunciaba su Primer Concurso Universitario Pro Afianza-
miento de las Libertades democráticas de México, en el
cual otorgaría el libro La Riqueza de las Naciones, de Adam
Smith como primer premio, para el mejor ensayo inédito, de
cuatro a diez cuartillas, sobre el significado de la libertad. El
segundo lugar recibiría el “profundo tratado doctrinal de Jean
Ousset” titulado Para que él reine,2 y el tercero, El socia-
lismo, de Ludwig Con Misses.
En febrero de 1964, de acuerdo con la nota infor-
mativa publicada en Novedades, el MURO emprendió una
campaña contra la “funesta costumbre de hostilizar a los
alumnos de nuevo ingreso mediante actos vulgarmente
conocidos como novatadas”, cinco días después, Últimas
Noticias reseñaba que de acuerdo con el MURO demuestra

202
“incultura, esquizofrenia, venganza y, en general, anor-
malidad”, el hacer escarnio de los alumnos de primer ingreso,
por lo cual “nosotros pedimos la supresión de las novatadas”.
El 12 de abril de 1962, el mismo periódico refería:

Durante emotiva ceremonia efectuada en el auditorio de


Humanidades de la Ciudad Universitaria, los alumnos de
nuevo ingreso de la facultad de Filosofía y Letras fueron
objeto de una cordial bienvenida por parte de sus
compañeros de estudios, en contraste con las salvajes
novatadas que se acostumbran todavía en muchos
planteles universitarios.
Después de pronunciar un discurso de bienvenida,
saturado de cordialidad y estímulo, en dicho acto, al que
asistieron cerca de tres mil universitarios y las autoridades
escolares, el presidente de la Sociedad de Alumnos de
Filosofía y Letras, Luis Enrique Manzanera, hizo entrega a
los estudiantes de nuevo ingreso de sendos diplomas
conmemorativos de su llegada al plantel universitario.
En nombre de las autoridades universitarias habló en la
ceremonia el catedrático Manuel Villalpando, quien felicitó
a los estudiantes por su nuevo sistema para recibir a los
compañeros de nuevo ingreso.
El presidente de la sociedad de alumnos, Luis Enrique
Manzanera, quien también es secretario de organización
política del Movimiento Universitario de Renovadora
Orientación, fue felicitado entusiastamente por las
autoridades y universitarios en general.

Por otra parte, para 1964 el MURO contaba ya con un


Comité femenino, que en el número 9, de febrero-marzo de
1964, hacía una encendida declaratoria a través de Luz
Guerrero.

203
En su artículo “Por qué formamos parte del MURO”,
ella señalaba: “Estamos ansiosas de abrirnos a la verdad, de
realizar nuestra esencia. Anhelamos ser levadura, comunicar
a los demás nuestro mensaje, encenderlos con nuestro fuego”.
En el número de junio-julio de 1964, el boletín de los
muristas, dirigido ahora por Carlos M. Donoso, contaba con
varias colaboradoras: Alejandra Sáenz de Heredia, Inés
Chávez e Isabel Rodríguez.
Sin embargo, la historia de las actividades femeninas
en defensa del catolicismo ultraconservador tenían una
historia más larga dentro de la Ciudad Universitaria. Según
recordaba Óscar González López en 2002:

ya desde 1957 algunas muchachas de primer ingreso,


provenientes de escuelas como el Miguel Ángel, repartían
propaganda anticomunista. Había también otros
personajes, como Socorro Lagos, hija de Lisio Lagos, un
prominente alemanista, que financió el FUA y el MURO. En
1960, Lagos vivía en las Lomas. En una ocasión nos invitó
a varios compañeros a su casa, para atenuar las diferencias.
Allí, antes de tomar un aperitivo, la madre de Lagos quería
que los muchachos, a quienes Socorro invitó a su casa,
corearan “Cristianismo sí, comunismo no”.

En junio de 1964, Fernando Baños Urquijo, quien era


secretario de prensa del MURO, desató una nueva campaña
de ese grupo contra Chávez, al descubrir un recibo de
compras de medicamentos que había hecho el doctor Jorge
González Ramírez, al laboratorio estadounidense Hoffman-
Pinthed and Bosworth, para ser enviados al gobierno de
Fidel Castro. Los muristas expresaron su preocupación por
ese hecho y afirmaron que esos materiales estaban

204
destinados a la “fabricación de explosivos o experimentos
de una guerra bacteriológica”.3
Tanto Atisbos como Puño comentaron prolijamente
la denuncia, a la vez que sin mesura alababan la postura del
presidente electo Gustavo Díaz Ordaz. El 6 de julio de 1964,
en un desplegado publicado en Excélsior, que ocupaba una
plana entera, el MURO exigía a Chávez:

Responda Usted, doctor Chávez, demos la razón y castigue


ejemplarmente a los responsables o declárase cómplice de
este atraco que afortunadamente descubrimos. ¿pero cuántos
más no están pasando en la Universidad a espaldas del
pueblo de México que con tantos sacrificios la sostiene?

En ese mismo mes, la rectoría llevaba a cabo una


investigación sobre ese asunto, en la cual Baños Urquijo se
negó a colaborar, para lo cual trató de imponer como condición
que la rectoría prometiera por escrito sancionar a él o los
responsables. Pese a ello, las autoridades universitarias
continuaron investigando, de tal suerte que Franco Serrato envió
una carta a Merle H. Hayes, gerente de Hofmann Pinker y
Bowsworth S.A., para pedirle explicaciones de por qué se
había expedido una factura a nombre de la UNAM sin que la
compra hubiera sido ordenada por alguna de sus dependencias.
En su número de marzo-abril de 1965, Puño reseñaba
las actividades del MURO hasta su cuarto año de vida, las
cuales, además de las que se han mencionado aquí, incluían
las siguientes:

en 1963, campaña del MURO contra los arbitrarios exámenes


de admisión en la UNAM, efectuados por jueces nunca
conocidos y sin derecho de apelación; ese mismo año, se
funda el comité del MURO en la Escuela Nacional de Ciencias

205
Químicas, en el mes de marzo; además, se reta al rector
Chávez a un debate público para demostrarse que se
comunica a la Universidad con su complacencia y ayuda.
La rectoría guarda sospechoso silencio; Campaña entre
los universitarios para que comprendan la trascendencia
de la Devolución del Chamizal en las relaciones México y
EU; en 1964: Campaña contra el bachillerato de tres años,
por considerar que no aporta nada trascendental a la vida
de la Universidad; Se previene a la opinión pública en
contra del Congreso de Estudiantes Demócratas, grupo
de fachada roja que ante las presiones públicas no puede
realizar sus mítines en la UNAM.

Además, según publicó Excélsior el 23 de marzo de


1965, el día anterior el MURO envió una carta de felicitación
al presidente Díaz Ordaz por su campaña intensiva de
alfabetización. “Al mismo tiempo, el grupo informó al Primer
Mandatario que pugnará porque se unan las fuerzas
universitarias para participar en esa campaña con mayor
efectividad.”
En Puño, de septiembre-octubre de 1964, encon-
tramos otra muestra de ese peculiar oficialismo de derecha,
en palabras como éstas: “La Revolución sigue su marcha
para salud de México con provecho de los que están
buscando una patria prestada teniendo esta patria sana,
generosa, buena y entrañablemente nuestra”.
Asimismo, un reporte de la Dirección General de
Investigaciones Políticas y Sociales de la Secretaría de
Gobernación, fechado el 12 de abril de 19654 señalaba que

El 10 del actual, de las 19 a las 24 horas, se reunieron en el


local de este partido, sito en las calles de Mérida 186, de
esta ciudad, alrededor de 200 miembros de la Juventud

206
Comunista Mexicana, con el fin de hacer un balance de las
recientes actividades estudiantiles, El acto fue presidido
por Manuel Terrazas, Hugo Ponce de León, Rodolfo
Echeverria y Antonio Franco Gutiérrez.
Hugo Ponce de León dijo que su estancia en la prisión no
fue del todo inútil, ya que se había dado cuenta de que el
Presidente del Movimiento Universitario de Renovadora
Orientación, es un espía al servicio de Mendiolea, ya que
lo había visto llevarle información; que en el escritorio de
Mendiolea había visto fotocopias de circulares del PCM, de
distribución interna, una de ellas exclusiva para dirigentes
de ese partido, motivo por el cual considera que había que
redoblar la vigilancia en torno a un posible espionaje dentro
de las filas del partido, pues no se podía explicar de otra
forma la existencia de tales circulares, de tipo confidencial
en el escritorio de Mendiolea, que fueron las que sirvieron
de base precisamente para la represión.
Terminado el acto se exhibió una película soviética.

Precisamente el día 12 de abril de 1965, serían


cateadas las oficinas de grupos de izquierda como el Frente
Electoral del Pueblo, la Central Campesina Independiente y
el Partido Comunista Mexicano, en cuyas oficinas, agentes
del Servicio Secreto aprehendieron a Hugo Ponce de León,
Gilberto Rincón Gallardo, Manuel Terrazas Guerrero,
Gerardo Unzueta Lorenzana y otros.5
Otro reporte de la misma dependencia, fechado el 13
de abril de 1965 6 describe la junta como “secreta” y a la
que concurrió

un grupo reducido de directivos de células comunistas, y


unos cuantos miembros de las sociedades de alumnos de
la Escuela de Ciencias Políticas y Sociales, de la de Derecho

207
y de la de Economía de la Universidad, y algunos de la
Federación de Estudiantes Técnicos del Politécnico.
La junta tuvo por objeto valorar las experiencias del Par-
tido Comunista en la preparación de la manifestación
estudiantil que se pretendió organizar el martes 6 y que fue
impedida por la jefatura de Policía. Manuel Tamayo afirmó
que harán propaganda entre los universitarios Carlos
Castro Osuna, Walter Ortiz Tovar y Óscar González.
También intervino en el intercambio de ideas Hugo Ponce
de León quien, como se recordará, estuvo preso durante
más de dos años por haber cooperado íntimamente con
Vallejo en los desórdenes ferrocarrileros, a principios del
régimen pasado.
Ponce de León informó que recientemente había estado
doce días detenido en la jefatura de Policía, pero que esto
no había sido inútil ya que se había dado cuenta de que la
Policía tiene muchos espías entre ellos...

1
Citado en Romo Medrano, op. cit., pp. 348-349n.
2
En una entrevista publicada en los ochenta, Celerino Salmerón reconocía
dicho libro, al que calificaba “formidable”, como una de los trabajos
extranjeros que lo habían influido.
3
Romo Medrano, op. cit., p. 348.
4
AGN, IPS, caja 2964.
5
El Día, 15 de abril, 1965, p. 3.
6
Id.

208
CAPÍTULO XI

EL MURO Y LAS SOCIEDADES DE JURAMENTADOS

El 4 de octubre de 1964, Crucero, que estaba dirigido por


Manuel Buendía, señalaba el origen común de los fundadores
del MURO en escuelas particulares lasallistas, como el Bena-
vente de Puebla, el Cristóbal Colón y el Simón Bolívar, del
Distrito Federal.
Aseguraba que “su nacimiento [del MURO] no fue
espontáneo, motivado por la expulsión de Coello y Vélez.
No fue más que un volver juntarse”. De acuerdo con esa
versión, su origen católico les llevó desde un principio a
mantener una mística de “lucha contra el mal”.
El MURO se describía como una sociedad secreta,
cuyos miembros “amparados en la irresponsabilidad que le
da su carácter de sociedad secreta, reciben órdenes de jefes
ocultos, entre los que quizás habría que anotar a algunos
profesores lasallistas, que tienen que cumplir sin dilación”.
El 11 de octubre de 1964, Crucero publicó el artículo
“Cómo se combate a los grupos secretos”, que era anunciado
en portada con una fotografía que mostraba un crucifijo,
una calavera y un puñal.
En ese artículo se afirmaba que el MURO era un
organismo de fachada de otras organizaciones secretas,
como la Liga Universitaria Nacionalista ( LUN ) y las
Vanguardia Integradora de la Mexicanidad (VIM).
Se describía así el juramento que para ser admitido
en el MURO se debía prestar, en una ceremonia que tenía
lugar en

209
una vieja casa porfiriana en las calles de Tuxpan, en la
Colonia Roma Sur. La sala, amueblada sobriamente, tiene
apenas dos butacas, un escritorio y una silla junto a este.
Sobre el escritorio, tres objetos: un crucifijo, una calavera
y un puñal herrumbroso.
La ceremonia comienza. Uno de los jefes pregunta al
candidato si quiere adherirse al MURO. Le dice que sí. Le
indica que debe poner la mano sobre el crucifijo y prestar
el siguiente juramento:
Juro por Dios y por mi honor guardar absoluto secreto,
con los extraños a esta agrupación, de su existencia y de la
personalidad de sus integrantes y de los asuntos que en
ella se traten, Juro asimismo disciplinarme a los acuerdos
que en ella tome el Consejo Supremo del movimiento. Juro
también considerar a nuestra agrupación como fundamen-
tal en todas mis actividades sociales, políticas, religiosas
y culturales.
Se supone que una vez hecho el juramento, al interesado
lo alistaban en una unidad o célula básica, en la cual todos
usaban seudónimos por razón de seguridad. Así, el nuevo
miembro sabía de su militancia en su respectiva unidad,
pero desconocía a su jefe y sobre todo al alto mando.

Actualmente, hay diferentes versiones sobre la fuerza


y perdurabilidad del juramento que exigía ese tipo de
organizaciones secretas.Todas ellas tienen en común su
voluntad de permanecer en el anonimato. Según una de ellas,
el juramento obliga de por vida, si bien los dirigenes del MURO
o de su sucedáneo, según la época de que se trate, pueden
dejar al juramentado cierta libertad, hasta el momento en
que se le exige volver a actuar bajo sus órdenes, y se ve de
nuevo obligado a hacerlo. Se dice también que aunque pasen
los años se sigue ejerciendo un control sobre ellos a través

210
del conocimiento de sus familias. Otras versiones afirman
que el juramento no tiene tal perdurabilidad y que ha sido
suscrito por personas que posteriormente hicieron caso omiso
de él. En el primer caso, sin duda es preocupante la militancia
que a lo largo de su vida han tenido en el MURO y otros
grupos secretos, personajes que hoy en día ocupan altos
puestos en dependencias gubernamentales, incluso en
instituciones de seguridad pública.
El 18 de octubre de 1964, Crucero se refería a la
LUR, Liga Universitaria Reestructuradora, de Puebla, como
una “falsa sociedad secreta católica”.
Decía Crucero que además de los juramentos, en la
LUR,

periódicamente sus jefes citan a los adeptos a sesiones de


estudios, que se prolongan por varios días. Encerrados en
una casa de la que no salen sino hasta la conclusión de las
sesiones, los miembros de LUR son desprovistos de sus
relojes. Aquí empieza un eficaz método de “lavado de
cerebro” que predispone a la indoctrinación fanática...
Luego les hacen escuchar durante horas —que ellos no
pueden medir— en forma de discursos agresivos y
violentos... los debates no tienen cabida.
Los miembros de la LUR son escogidos cuidadosamente por
la organización, Las directivas de esta afirman que las
organizaciones fuertes y planeadas para la acción no deben
darse el lujo de esperar que sus miembros se afilien. la
organización debe buscarlos e investigarlos cuidadosamente.
Además de que se averigua la filiación ideológica de los
futuros miembros de la organización se indaga también lo
relativo a los sitios a los que concurre con frecuencia y se
investiga también lo concerniente a su personalidad...

211
Pero la indagación no se detiene allí. Llega también hasta
la familia del investigado. Todo ello va encaminado a tener
una imagen psicológica del individuo, que permita atacarlo
por sus lados débiles a fin de apoderarse de su voluntad.
Por otra parte, si el candidato a miembro de la LUR tiene
indicios de ascendencia hebrea, se le rechazo o si algún
pariente suyo pertenece a la masonería o a partidos de
izquierda.

Puño respondió a los artículos de Crucero, especial-


mente el que describía el juramento para pertenecer al MURO,
con un texto donde simplemente se burlaba de ellos y los
calificaba como productos de una fantasía desbordada.
De acuerdo con versiones confidenciales, la
organización secreta Yunque en su origen era la LUN, y el
nombre hacía referencia a su bandera, inspirada en la de la
Falange Española, y mostraba un yunque estilizado en medio
de un círculo negro, sobre fondo rojo y a la cual correspondía
el lema: “Permanecer firmes como el yunque y golpear.”
Se supone que esa bandera se usaba en los juramentos de
la mencionada sociedad secreta.
Sin embargo, el 1 de noviembre de 1964, Crucero
dio a conocer un “documento impactante” sobre las
sociedades secretas “falsamente católicas a las que combate
la Iglesia”. Se trataba de una carta en la que estudiante que
se presentaba como ex miembro de la Legión Juvenil
Cristiana afirmaba que el MURO era simplemente uno de los
organismos de fachada de la Legión Juvenil Cristiana y de
la Legión Juana de Arco, sociedades semisecretas que se
valían de los ardores anticomunistas de los estudiantes
reclutados por el MURO a diferencia de este, dichas
organizaciones tenían rigurosos mecanismos de selección
(“no entra el que quiere, sino el que ha sido estudiado y

212
aceptado por las altas esferas de la organización”) que
contempla también criterios raciales (“no admiten a judíos
ni a descendientes de judíos”), y donde sus miembros
pertenecen a “células” o “unidades” básicas en las que todos
usan seudónimos y los miembros de unidades distintas no
se conocen entre sí ni saben cuáles de ellos existen ni quién
los dirige. A su vez, se informaba en la misiva, había otra
sociedad aún más secreta, la Liga Universitaria Nacionalista,
en la que está el “alto mando” y forma parte de la Vanguardia
Integradora de la Mexicanidad. Ambos organismos, se
señalaba, tenían su sede en Puebla y eran éstas las que
mantenían contacto con los Tecos, con Tacuara, organismos
extremistas y terrorista argentino, y con grupos fascistas
estadounidenses y españoles.
En los años treinta, el impulsor de los Tecos, también
llamados Movimiento Mexicanista de Integración Nacional,
Orden Patriótica Cristiana, Organización Patriótica Anti-
comunista, fue Carlos Cuesta Gallardo, quien entonces tenía
18 años y estudiaba en la Universidad de Guadalajara.
Cuesta Gallardo, al igual que otros personajes, se oponía a
las reformas educativas de Cárdenas.1
Hacía 1970, la DFS describía a Cuesta Gallardo como
un “hombre rico de abolengo” en cuya mansión los Tecos
sesionaban en forma secreta.2
En un documento sobre los Tecos, de 1970, la DFS
mencionaba:

En los años de 1962 y 1963, el subjefe nacional del


Movimiento teco, ingeniero Ramón Plata, dirigió la
expansión de su organismo al DF y a Puebla bajo el nombre
de Liga Universitaria Nacionalista, que después se llamó
Movimiento Universitario de Renovadora Orientación.

213
El ingeniero Ramón Plata y su lugarteniente Luis Felipe
Coello fundan el movimiento en el DF y en Puebla; pero el
primero ambicionaba la jefatura nacional, por lo que empezó
a trabajar por su cuenta en Sonora y Chihuahua, de manera
independiente respecto al mando nacional; fue descubierto
y en el año de 1966 se originó la división, ya que en
Guadalajara se le consideró como traidor. A partir de
entonces se separó el Movimiento Teco del MURO, aunque
sus fines son los mismos, dirigidos hacia el Movimiento
Social Cristiano.3

Por su parte, a principios de los sesenta, el doctor


Néstor Velazco Pérez y el pasante de medicina José A. de
Santiago Ortiz, salieron hacia Sonora y Chihuahua como
“agentes de tiempo completo” para fundar el grupo en esas
entidades. Velazco logró llegar a tener influencia, en el
Movimiento Estudiantil Profesional (MEP); al igual que en la
ACJM.
En los setenta, dicha organización secreta, de la cual
se derivó la Asociación Fraternal de Estudiantes de Jalisco,
tenía como “gran maestro” al licenciado Antonio Leaño
Álvarez del Castillo.4 Acerca de este último y de su hermano
Juan José, Manuel Buendía comentó en un artículo publicado
en El Sol de México, el 2 de octubre de 1977, que llegaron
a Colima en los años cuarenta, y que se presentaban a sí
mismos como heroicos sobrevivientes de la guerra cristera
y mantenedores de la fe católica.5 Se hicieron dueños de
enormes extensiones sembradas de copra y años después
al ser denunciado como uno de los autores intelectuales de
la famosa matanza de obreros en Acapulco, el 20 de agosto
de 1967,6 Leaño tuvo que huir “precipitadamente” a Estados
Unidos, donde según se decía, gozaba de la amistad de Ri-
chard Nixon, y fue el único invitado mexicano a su toma de

214
posesión.7 Para entonces, ya Antonio Leaño tenía intereses
en Guadalajara, en la UAG.
Según la DFS, también a principios de los setenta era
jefe de los Tecos en la ciudad de México Anacleto González
Flores (hijo),8 quien por cierto al defender a las corrientes
integristas de la Iglesia Católica, se enfrentaría en 1973 con
Salvador Abascal, también ultraconservador pero defensor
de la autoridad de Paulo VI.9
Según reportaba la DFS en 1970,

Los integrantes de este organismo son conocidos con el


nombre de Los Tecos, debido a que tienen como símbolo
un búho o tecolote, en cuyos pies se lee la palabra “saber”.
La finalidad aparente de esta organización es la defensa de
los intereses universitarios, pero en realidad infiltran a
profesores afines a su ideología dentro de los medios
oficiales, el PRI, el Sinarquismo, etcétera, para ejercer con-
trol en el Gobierno.
La organización es ultraconservadora y en sus asambleas
atacan al comunismo en todas sus manifestaciones al clero
progresista, y de manera sistemática al obispo de Cuer-
navaca, Sergio Méndez Arceo, de quien dicen que es el
principal enemigo de México y el causante de que el
socialismo sea introducido dentro de la Iglesia católica.
Incluso atacan al papa por su liberalismo, critican al PAN.
Son extremadamente católicos, pero partidarios de la
doctrina de la Iglesia anterior al papa Juan XXIII.

Volviendo a la carta del autonombrado ex miembro


de la Legión Juvenil Cristiana, éste se refería detalladamente
a los procedimientos violentos de las cuatro organizaciones
secretas que según afirmaba manejaban tras bambalinas
las actividades del MURO:

215
Aunque abusan del nombre de “católicos”, que se dan a sí
mismos, declaran que no son una agrupación religiosa sino
política, concebida según moldes de la falange española.
Su misión es combatir a una supuesta sociedad judía
internacional que apoya tanto al capitalismo como al
comunismo empleando sus mismos métodos, ya que “para
que la cuña apriete, ha de ser del mismo palo”, como
solemos decir.
Esta sociedad judía, alma de la conspiración anticristiana,
tiene sus tentáculos en todas partes: en las finanzas, en la
prensa, en la Iglesia, en el gobierno... Por eso, porque el
gobierno está coludido en la conspiración, hay que crear
una milicia popular que, en un caso dado, puede salvar la
situación. De allí que en la preparación de los muchachos
se ponga el judo, el karate, el manejo de armas de fuego, la
fabricación de bombas, y que a los muchachos se les
acostumbre a la delación, a “labores de inteligencia”, como
dicen ellos. Quiero aclarar que me estoy refiriendo a las
sociedades secretas y no al MURO, que no es sino un humilde
movimiento de fachada. Las cuatro sociedades secretas
mencionadas arriba, son las que se conciben como un
movimiento político militar. Los del MURO no saben en
realidad a quién sirven, ¿No le parece, señor director, que
esta es la versión fascista de un Movimiento de Liberación
Nacional, como el de Venezuela? Pero sigamos adelante: Si
alguien no quiere trabajar, se le arresta o multa, según el
caso. Si decide separarse de la sociedad secreta, pasa a ser
“pasivo” (como yo) y está obligado a no revelar nada de lo
que antes conoció. Se aseguran de esto mediante ciertas
visitas o entrevistas. Si alguien es “bocón”, lo golpean sin
misericordia, pues se trata de un traidor, que está poniendo
en peligro la vida de mucho de sus compañeros. En la LUN
y la VIM, la cosa es más seria: lo que pasa es que nadie de

216
VIM o de LUN dice nada por el temor de que al día siguiente
aparezca en los periódicos “fulano de tal golpeado en forma
despiadada por un grupo de pandilleros desconocidos,
agoniza en el Rubén Leñero”, o por el terror de que tomen
represalias contra su familia o de que le hagan circular
fotografías —tomadas por violencia— que “prueben” que
se trata de un homosexual.
A nivel del LUN y de la VIM existe un verdadero temor,
aunque quizás no trascienda porque se trata de grupos
muy pequeños, en los que difícilmente todos están ente-
rados de todos, gracias a un secreto estrictísimo. La Legión
Juvenil Cristiana, que como sabemos está más abajo, sólo
tiene un “cuerpo de choque” bien armado con macanas,
petos acolchonados, guanteletes y nudillos. Como medida
disciplinaria ha funcionado poco, ya que todo mundo
prefiere callarse a exponerse a una golpiza. Por otra parte,
es casi imposible aportar pruebas concretas, por ejemplo,
a la policía, como sucede en el caso de cualquier maffia.
Por último, en el MURO no se da nada de esto. Si alguna vez
ha tenido pleitos ha sido como cualquier otro grupo
estudiantil medio fanatizado, pero no hay represión interna,
al menos que yo sepa.

La carta enfatizaba, por otro lado, que la condición


de primordialidad que se incluía en el juramento de ingreso,
que Crucero había reproducido semanas antes, era muy
importante pues:

...significa que hay que trabajar para las sociedades


secretas aprovechando el puesto que se tenga en cualquier
organización según lo determinen los jefes: esto va desde
contarles lo que se dice del MURO o de ellos, hasta hacerles

217
llegar las listas de los afiliados o los secretos adminis-
trativos amparados por la ética profesional y meter en ellos
a gente que se le indique.

Detallaba también los libros que usaban para la


formación de sus miembros: Camino, de Escrivá de Balaguer;
El valor divino de lo humano, de Urteaga; Para que él
reine, de Ousset; Derrota Mundial, de Borrego; El Judío
Internacional de Henry Ford; Traición a Occidente, de
Romanescu; Mi Lucha de Hitler, así como, desde el punto
de vista táctico: Guerra de guerrilla del Che Guevara y
las obras de Mao.
La carta terminaba apuntando la importancia que
otorgaban las mencionadas sociedades secretas a las labores
de chantaje contra enemigos claves, y de infiltración y
delación en diferentes organizaciones, desde instituciones
católicas, colegios particulares y el Instituto de Cultura
Hispánica, hasta la Secretaría de la UNAM y las jefaturas de
policía del DF y de Puebla. Esos últimos datos, aclaraba el
autor de la misiva, los transmitía solamente “como rumores”.
Ciertamente, como señala el anónimo autor de la
carta reveladora sobre la sociedades secretas y sus rela-
ciones con el MURO, es difícil verificar los datos específicos
que menciona, y determinar exactamente en el contexto del
que habla cuándo y cómo fue creado el MURO. Sin embargo,
es sorprendente su concordancia en cuanto a los métodos y
forma de pensar de esos grupos, con otros testimonios
detallados, como la carta de Pablo de Alas a Aristi, repro-
ducida en un apartado anterior de este libro.
Por otro lado, la ideología que se describe en la carta,
la afinidad con el falangismo y la adhesión a la tesis del
complot judío mundial apuntan hacia una tradición
representada por el conservadurismo católico extremo, como

218
el que floreció en México en los años treinta y cuarenta, y
fue expuesto en sus obras por Salvador Abascal, uno de
cuyos hijos, José María Abascal, confesaría en una
entrevista publicada en el año 2001, que en su juventud él
perteneció al MURO. El dato es interesante si consideramos
que en la familia Abascal se inculcaba una pureza ideológica
a toda prueba, que se trató de mantener al menos hasta la
muerte de Salvador Abascal,10 el patriarca de la familia.
Sin duda, la descripción de las ideas de esas organizaciones,
tendría que haber parecido irreprochable a José María
Abascal.
Sin duda, los miembros del MURO se identificaban como
católicos comprometidos y militantes, de acuerdo a lo que
ellos mismos lo expresarían públicamente. Es difícil saber si
realmente el MURO en particular, o bien otro grupo relacionado
con éste, recurría a los juramentos, pero en todo caso, hubo
otras influencias en la formación del MURO, entre ellas la de
personajes del sector empresarial, que para el MURO tenían
su propio proyecto, según el testimonio arriba citado de
Salinas Price, según el cual dicho grupo fue creación de
esos capitanes de la empresa más que simplemente una
organización a la cual ayudaban económicamente.
El 23 de junio de 1967,11 la DFS se refería a las
sociedades secretas en centros educativos, comentaba que
había cinco organismos adherentes o fuerzas de choque de
la LUN: “El MURO es la principal fuerza de choque de la LUN,
tiene ramificaciones en casi todas las universidades.”
Además, el origen común de esos grupos eran las escuelas
lasallistas, como el Cristóbal Colón, el Simón Bolívar, Lasalle,
el Benavente, etcétera.
Mencionaba también que FUA era una agrupación de
choque de los Tecos y había actuado conjuntamente con el

219
MURO en la UAP; además que había vínculos del MURO con la
embajada de la RFA.
En un informe confidencial enviado el 28 de junio de
12
1967 por la DFS a la Secretaría de la Defensa Nacional
(SEDENA), se afirmaba que la LUN estaba vinculada desde su
nacimiento a los restos de la Organización Secreta, fundada
en Guadalajara por Carlos Cuesta Gallardo, en 1933 y 1935.
“Sus integrantes son antiguos cuadros dirigentes del
Sinarquismo y del Partido nacionalista de México, cuya
filiación teca es indiscutible”.
Según ese informe, la LUN tenía cinco organizaciones
adherentes, o fuerzas de choque: MURO, FUA, las Juventudes
Integristas, la Sociedad de Amigos de Pueblos Sojuzgados
por el Comunismo, y el Frente Patriota de México.
Refiriéndose al Frente Patriota de México, la DFS
señalaba que ese organismo había tenido su origen en Chi-
huahua, donde

existía un grupo de tipo nazi llamado Frente Patriota,


fundado y dirigido por Arturo Manuel Hernández Díaz,
sobrino del periodista Salvador Borrego, Néstor Velasco
Pérez (quien a principios de los sesenta era agente de tiempo
completo de los Tecos) convenció a Hernández Díaz del
sistema de la Organización Teca y los asimiló. En esta forma
se aparentó que la agrupación había nacido en Chihuahua,
fundada por gente del Frente Patriota, que después
desapareció y siguió operando en forma secreta, con el
nombre de Cruzada Nacional Cooperativa.13

Asimismo, en 1963, la DFS había reportado la existencia


de un Frente Mexicano, que el 19 de septiembre de ese año
había publicado en El Heraldo de Chihuahua un desplegado
donde atacaba al comunismo, además de condenar los

220
modernismo y “claudicaciones” en la Iglesia, y señalaba
que dicho frente representaba el “más puro espíritu nacional
hispanoamericanista” que lo convierte en “principal centinela
contra la conspiración marxista mundial”.14 Advertía que
en Madera, Chihuahua, se reunían “agitadores rojos,
profesionistas, procedentes de diversas partes de la
república, con el evidente propósito de participar en cursos
intensivos de guerra de guerrillas de diez días de duración”.15
Cabe recordar que el 23 de septiembre de 1965, a las
seis de la mañana, fue atacada la guarnición de Madera por
un grupo guerrillero, que el comunicado emitido a ese
respecto por SEDENA describió como “una gavilla compuesta
de 15 a 18 hombres que le pedían rendición (a la tropa) al
mismo tiempo que hacía una descarga cerrada sobre
nuestras tropas”.16
De acuerdo a los datos proporcionados por la SEDENA,
murieron ocho de los asaltantes así como cinco soldados
del primer batallón de infantería.
Otra agrupación ultraderechista que operaba en Chi-
huahua era el Frente Anticomunista Mexicano, que en mayo
de 1961 estaba en proceso de formación y tenía como
presidente a Ricardo Espinosa; otros de sus directivos eran
Alfredo Delgado N. y Salvador Durán. El 23 de enero del
1962, en El Heraldo de Chihuahua dicho Frente publicaba
una carta abierta dirigida al presidente donde lo elogiaba a
la vez que criticaba a López Mateos.17
En abril de 1965, la DFS había mencionado a Gustavo
Serrano Limón como dirigente del Frente Patriota de México
en el DF.18 El 21 de septiembre de 1965, dicho Frente había
estado denunciado que los demócratas cristianos trataban
de apoderarse de la UNS.19
En particular, Gustavo Serrano Limón, había anun-
ciado la llegada a México de Andrés Maercau para asistir

221
como delegado a una junta secreta en San Luis Potosí, de la
Democracia Cristiana Internacional.20
Según dicho Frente, la Democracia Cristiana estaba
movida por una “discreta corriente marxista”, atentaba con-
tra la soberanía nacional y disponía de cuantiosos medios
económicos proporcionados por gobiernos demócrata
cristianos de Europa y Sudamérica.
Dentro de la UNS hubo una pugna entre oponentes y
defensores de la democracia cristiana. Entre los primeros
destacaba Celerino Salmerón, quien publicó un llamado a
los sinarquistas para que no permitieran que sus jefes se
incorporaran a la democracia cristiana, denunciando como
una traición a la UNS el que se modificase su pensamiento y
se adoptase la democracia cristiana como bandera. Entre
los que defendían esa corriente estaban Ignacio González
Gollaz, David Orozco Romo y José Trueba.
Además, había dos organizaciones intermedias entre
la LUN y sus adherentes: Legión Juvenil Cristiana y Legión
Juana de Arco.
Respecto a la ideología de esas organizaciones, la
DFS decía que “mezclan el cristianismo, antisemitismo,
fascismo y comunismo”.
Según ese reporte, la estructura de la LUN era: jefe
nacional, ingeniero Ramón Plata Moreno; subjefe, ingeniero
Ignacio Rodríguez Carreño; secretario de relaciones con el
exterior, Luis Felipe Coello; secretario de relaciones
eclesiásticas, se desconoce el nombre; comandante de las
brigadas de choque, Carlos Kalfopulos.
La primera brigada vigilaba la seguridad de la
organización, la segunda era el organismo represivo de la
organización contra sus enemigos.

222
Otros cargos dentro de la organización eran: secretario
de espionaje, del cual decía, la DFS “se desconoce el nombre”;
secretario de contraespionaje; José Luis Borbolla.
Al frente de la sociedad de amigos de pueblos sojuz-
gados por el comunismo estaba José Luis Borbolla y el
dirigente del Frente Patriota Mexicano era Manuel de la
Isla Paulín.
Aclaraba, sin embargo, que dicho Frente al igual que
el FUA se habían desligado de la LUN para pasar a depender
de los Tecos. Como luego se mencionará, según las versiones
manejadas por la DFS , confirmadas por testimonios
personales, la disensión se originó en un conflicto de intereses
entre los Tecos y Ramón Plata Moreno.
Sobre sus relaciones con el clero, el documento confi-
dencial afirmaba:

el arzobispo Octaviano Márquez y Toriz y el arzobispo de


la arquidiócesis de Jalapa, Manuel Pío López, autorizaron
expresamente la actividad de las organizaciones secretas,
este último hace aproximadamente seis meses, giró una
circular a todas las organizaciones católicas tradicionalistas
y anticomunistas exhortándolas a unificarse bajo la
dirección de un Comité Coordinador. En la circular, se
asegura contar con seis millones de pesos, para emprender
esta tarea de unificación, habló de la necesidad de hacer
frente al PRI y de crear una mística alrededor de las fuerzas
armadas y generalizar en toda la República, un sentido de
respeto por el ejército norteamericano.

En cuanto a sus relaciones con el exterior, la DFS


señalaba que la unidad rectora de la Organización mantenía
enlace con el Movimiento Nazi Internacional, por medio de
los dirigentes del Frente Patriota de México, los cuales lo

223
materializan a través de la Organización Joven América
(organización nazi con sede en Miami, Florida, que a su vez
depende de Joven Europa, entidad fundada en Bélgica).
Además, por medio del MURO, LUN mantenía relaciones
con movimientos juveniles y estudiantiles de América Latina,
en Argentina, con Tacuara, organización ultraderechista.
También se decía:

se tiene conocimiento que (sic) MURO mantiene contacto


con la sociedad John Birch, en los Estados Unidos de
Norteamérica, la que a su vez, tiene nexos con el Ku klux
klan (fanáticos religiosos protestantes que se auto-
denominan “puritanos”).

Igualmente, la DFS había detectado relaciones entre


el MURO y la embajada de la RFA:

Una señorita de nombre Hildegard Knoreder, plenamente


identificada como elemento activo de la Organización, tiene
influencias sobre alumnos de la Preparatoria Número 4,
organizó una excursión a la RFA, con un grupo de gentes
(sic) de origen humilde, imposibilitados a (sic) paga el viaje,
los integrantes de esta excursión, tuvieron incidentes con
la policía de la RDA (comunista) por haber hecho decla-
raciones anticomunistas.

También afirmaba la DFS:

El objeto del trotskismo, llamémosle nazi, es dividir a los


guerrilleros castristas. Esto lo ha logrado en Guatemala y
Perú, así como Venezuela. Aparentan ser más revolu-
cionarios que los comunistas e inclusive más extremistas,

224
en esta forma se conquista la confianza de los castristas,
pero esto surtió efectos hasta enero de 1966, pues Castro
los denunció.
La Agencia Central de Inteligencia, envía fondos a la
Organización para sus actividades anticomunistas. El
objeto (es el de) propiciar desórdenes y presionar así al
gobierno a aceptar las pretensiones (sic) norteamericanas.

Una investigación confidencial sobre el MURO, elabo-


rada presumiblemente en los años ochenta y filtrada en
medios de comunicación en 2002, afirmaba que la Van-
guardia Integradora de la Mexicanidad era el “organismo
controlador” de la Liga Universitaria Nacionalista

Ambas organizaciones son ultrasecretas, de difícil acceso


y con un juramento para su pertenencia que sólo se rompe
con la muerte.21
De estos grupos se derivaron dos organizaciones más, las
propiamente estudiantiles: una masculina, la Legión Juvenil
Cristiana y una femenina, la Legión Juana de Arco, que
tomó este nombre de su homónima cristera. Estas organi-
zaciones actuaron en forma clandestina tomando su estruc-
tura y organización de la Falange Española. Formaron
grupos en forma de células a la manera comunista o de la
masonería. También en estos casos el acceso de los jóvenes
a estas organizaciones era muy difícil y había que seguir
un complicado rito de iniciación.
El apoyo a estas organizaciones provenía del arzobispo
Márquez y Toriz y el financiamiento de los empresarios
que más tarde conformaron el Grupo Puebla. Sin embargo,
estas organizaciones vieron limitada su acción por su
carácter clandestino y decidieron fundar una organización
fachada que las aglutinara a todas pero que tuviera una

225
cara pública. Esta se denominó Movimiento Universitario
de Renovadora Orientación (MURO). Se estableció en la
ciudad de México y en las principales ciudades del país.

Sobre el MURO, dicho reporte declara:

La organización de sus miembros tomó de nuevo la


estructura de la Falange Española y de las células comu-
nistas. Se crearon grupos de cinco miembros, cada uno de
los cuales reclutaba a otros cinco que a su vez no conocían
más que a su jefe y compañeos de célula.
...algunos estudiosos y conocedores del tema aseguran
que el Presidente Díaz Ordaz los incorporó al aparato
gubernamental, como fuerzas de choque oficiales ya fuera
como porros o halcones. Los más brillantes fueron
incorporados como miembros de la administración pública
y privada a través del entonces diputado y luego
gobernador de Nuevo León, Luis M. Farías, quien desde
entonces los impulsó y protegió.22

Otro de los personajes al que refería este reporte como


ex miembro del MURO, era el periodista José Antonio Pérez
Stuart, cuyo apodo en el MURO habría sido el Soldado.23
Hay otras pruebas de la existencia de sociedades
secretas, algunas de ellas se sabe que incluían o incluyen
ese tipo de juramentos, como es el caso de Yunque, un grupo
violento de la extrema derecha católica, cuyos orígenes
siguen siendo, en alguna medida, un misterio.
En un número especial de Proceso publicado en
diciembre de 2000, el periodista Álvaro Delgado dio a
conocer testimonios acerca de ese grupo, según los cuales
hacían un juramento similar al descrito anteriormente, y
desde luego compartían esa ideología ultraconservadora.

226
Sin embargo, precisamente por su naturaleza ultra-
secreta, no se tienen datos específicos sobre quiénes, cuándo
y cómo fundaron Yunque. Según los testimonios recogidos
por Delgado, este grupo tendría sus orígenes en los rema-
nentes de la segunda guerra cristera, que se llevó a cabo en
los años treinta. Otras versiones han identificado al Yunque
como un sucedáneo del MURO.24
Es un hecho la formación de organizaciones secretas
de filiación católica y que pretendían llevar a cabo labores
de infiltración e incluso un activismo violento en diversos
grados, como fueron las Legiones, fundada a principios de
siglo en Morelia, o la Base, precursora del Sinarquismo.
Alfonso Yáñez Delgado menciona por su parte que el
juramento arriba reproducido “sigue vigente entre ciertos
grupos de la Universidad Popular Autónoma del Estado de
Puebla (UPAEP).” 25 El dato es muy significativo, pues efectiva-
mente la UPAEP ha sido ámbito de acción de la ultraderecha y
lugar donde han confluido personajes vinculados al MURO, como
Víctor Manuel Sánchez Steinpreis, quien en 2002 estaba a
cargo de la carrera de Comunicación de dicha universidad,
que a su vez ha recibido el apoyo de Klaus Feldmann.
Retomando la tesis del MURO como sociedad secreta
vinculada a la LUN y a VIM, el 4 de abril de 1991, en Excélsior,
Sánchez Gudiño mencionaba que era la LUN

una sociedad a la que ingresaba únicamente la élite del


movimiento, y que exigía un juramento de ingreso
sumamente riguroso. En ella se encontraban importantes
funcionarios de la UNAM, especialmente vinculados al
Patronato Universitario, junta de Gobierno, rectoría y
actividades deportivas, así como del gobierno federal
interesados en combatir a los grupos estudiantiles de
tendencias izquierdistas en el campus universitario. 26

227
1
Sobre la lucha en torno a la educación socialista, vid. Édgar González,
Los otros cristeros, mimeo. Mil protestas coincidieron con el movimiento
armado de los “segundos cristeros” que en algunas regiones de Jalisco y
de otros estados se desencadenó en esos tiempos, para luchar contra las
reformas cardenistas, especialmente contra los rudimentos de educación
sexual y la educación mixta que como aporte de la educación socialista se
trataba de implantar en esa época.
2
AGN, DFS, Tecos, exp. 100-12-18-70, h. 291, leg. 12.
3
AGN, DFS, exp.15-3-70, h. 130, leg. 10.
4
AGN, DFS, Tecos, exp. 15-3-70, h. 137, leg. 10.
5
Manuel Buendía, La ultraderecha en México, Océano, México, 1984, p.
76.
6
El Heraldo de México reportó en su primera plana el 21 de agosto de
1967: “Acapulco Guerrero. Un mínimo de 28 muertos, 42 heridos y unos
70 desaparecidos fue el saldo que arrojó la tremenda balacera ocurrida ayer,
frente al edifico de la Unión Regional de Productores de Copra y sus
derivados de este puerto” por su parte, Excélsior cabeceó: “Batalla a tiros
por la copra, en Acapulco: 23 muertos.” Y reportó: “Acapulco, Gro., 20 de
agosto. Durante un tiroteo ocurrido esta mañana entre dos grupos antagónicos
de la Unión Regional de Productores de Copra, 23 personas perecieron
acribilladas y casi un centenar resultaron lesionadas a tiros, siete de ellas de
suma gravedad. El tiroteo ocurrió cuando unos 600 copreros, al frente de
los cuales iba el diputado federal veracruzano César del Ángel, trataron de
entrar por la fuerza al edificio de la Unión Regional de Productores de
Copra, donde unas 400 personas festejaban el XVI aniversario de la fundación
de ese organismo. La mayor parte de las víctimas son del grupo del diputado
federal, quien bajo el engaño de que iba a llevar a sus seguidores a una
asamblea para exigir cuentas a los dirigentes de la Unión, los trajo a ese
puerto en camiones de redilas. César del Ángel llegó hasta la puerta de la
Unión, donde discutió con varios de los que estaban allí. El diputado
federal gritó entonces a sus seguidores que tenían que tomar el edifico a
“sangre y fuego”. Enseguida, José Hernández, secretario de César del Ángel,
sacó su pistola y dio un cachazo a un adversario, rompió los vidrios de la

228
puerta principal y abrió fuego hacial el interior del edificio, contra los
asistentes al festejo. El fuego fue contestado de inmediato. José Hernández
cayó muerto por las balas que salieron del edificio, donde para repeler la
agresión, utilizaron armas de alto poder, e inclusive ametralladoras. El 22
de agosto, en la página editorial de Excélsior, Carlos Alvear Acevedo, al
igual que otros articulistas de ese diario, escribía sobre la masacre. En su
artículo titulado “Uso criminal de campesinos” afirmaba que “entre los
costeños de Guerrero, el hombre acostumbra ir armado desde sus
primeros años, sin que el sentido de la dignidad personal, y el respeto a
los derechos de los demás, signifiquen mayor cosa para quienes el matar
es asunto corriente y casi cotidiano... Al costeño se le deben abrir
horizontes de progreso ético y colectivo, entre los cuales la enseñanza
de que la vida humana tiene un valor eminente, ocupa un sitio de prime-
rísima importancia...” (p. 6A)
7
Buendía, La ultraderecha..., op. cit., p. 77.
8
En su libro Cuando la derecha nos alcance, Hugo Vargas describe a Anacleto
González Flores, a quien entrevistó en 1982 cuando era jefe de los Tecos en
la ciudad de México: un ingeniero de 64 años, padre de dos hijos y dueño de
una compañía que instala fábricas de jabón y aceites (p. 36).
9
Vid. Édgar González Ruiz, Los Abascal, Conservadores a ultranza, Grijalbo,
México, 2002, pp. 183-187.
10
Ibid, passim.
11
AGN, DFS, MURO, exp. 15-3-67, h. 68, leg. 9.
12
Ibid, h. 69, leg. 9.
13
AGN, DFS, exp. 15-3-70, h. 130, leg. 10.
14
AGN, DFS, Frente Patriota Mexicano, región Chihuahua, exp. 100-5-3-

63, h. 179, leg. 1.


15
Id.
16
El Universal, 24 de septiembre, 1965.
17
AGN, DFS, Frente Anticomunista Mexicano, exp. 100-5-1-62, h. 47, leg. 5.
18
AGN, DFS, Frente Patriota de México, exp. 15-1-65, h. 340, leg. 9.
19
Ibid., exp. 48-68-65, h. 45, leg. 1.
20
AGN, DFS, UNS, exp. 48-68-65, h. 44, leg. 1.

229
21
El Movimiento Universitario de Renovadora Orientación, mimeo, p. 5.
22
Ibid., p. 8. Nacido el 7 de junio de 1920 en Monterrey y muerto en
Cuautla en 1999, Luis Marcelino Farías Martínez hizo sus primeros
estudios en el colegio Franco Mexicano, en Monterrey y en el Franco
Español, de la ciudad de México. Fue licenciado en derecho, por la UNAM,
cofundador y primer presidente de la Asociación Nacional de Locutores,
trabajó en Canal 2 y luego fungió como secretario general del sindicato de
Televicentro, de 1952 a 1956. Tres veces fue diputado federal, de 1955 a
1958, de 1967 a 1970 y de 1979 a 1982. Fue director de Información de
la SEGOB, de 1958 a 1964; oficial mayor del departamento de Turismo, de
1964 a 1967 y senador en el periodo de 1970 a 1976; así como gobernador
sustituto de Nuevo León, de 1971 a 1973, para lo cual pidió licencia
como senador. Asimismo, fue presidente municipal de Monterrey, de
1985 a 1988. Entre sus libros se cuentan: Reformas constitucionales en
materia de amparo (1952), El sentido de la revolución (1957), El amparo:
equilibrio entre el poder y el ciudadano (1957) y El tema de la universidad
(1960). (Musacchio, op. cit., vol. II, p. 938). En su libro autobiográfico
Así lo recuerdo. Testimonio político (FCE, México, 1992), que es en realidad
una larga entrevista con él, Farías exhibe, además de sus afinidades con
personajes de la derecha, una franqueza o cinismo impresionante respecto
de ciertas prácticas políticas. Menciona, por ejemplo, cómo en la época
de Adolfo Ruiz Cortines, el general Cornejo Brun, jefe de las Guardias
Presidenciales en aquel entonces, puso a disposición pistoleros para
usarlos contra el Partido Nacionalista Mexicano. En un tono que pretende
ser jocoso, Farías señala: “cuando le conté a mi mujer que tenía dos
pistoleros me dijo —yo necesito uno, mándamelo—... para meter en
cintura al marido de Fulanita... Le dio tal susto (el pistolero) que creo que
hasta la fecha sigue allí el tipo y la mujer vuelta loca, con miedo de que le
maten al marido...” (Ibid., pp. 44-45) Recuerda también cómo en las lides
políticas en otra ocasión “fui a pedirle ayuda a un señor que fue mi
maestro, Juan Sánchez Navarro; era director general de la cervecería
Modelo; y siempre me había mostrado amistad. Esa cervecería tenía
muchos carteles y me dijo: ‘Úselos, pero no se los voy a ceder por

230
escrito. Usted úselos y yo le mando una carta insultándolo, diciéndole
que usted es un bribón, que se ha adueñado de ellos sin permiso, que se
los voy a quitar, sólo que se los voy a quitar al día siguiente de la
elección’. Efectivamente, tardaron varios días en reportar el caso, porque
la gente no se fija. El que rentaba aquellos sí se dio cuenta y le avisó a la
cervecería. Ese día me mandó una carta y esperó contestación; yo tardé
en contestarle y, en fin, hasta que llegó el día de la elección y entonces los
quitaron. Ya para qué. Ya no hacía falta” (Ibid., p. 47). Farías se ufana
también de sus manejos legislativos en el 68, en la época en que “vinieron
los Juegos Olímpicos y había muchos líos”. Afirma: “...hablé a los Juegos
Olímpicos, conseguí paquetes, hablé a la Secretaría de Hacienda para
conseguir un poco más de dinero; compraba paquetes de 800 mil pesos o
de un millón; eran millones de pesos cada día para poder mandar a las
gentes y que tuvieran un buen lugar... Sí, yo los mandaba a los Juegos
Olímpicos. Todos iban, nadie asistía a la Cámara; no teníamos problemas.
Así deshice el quorum varias veces” (p. 184). En sus memorias, Luis M.
Farías hace también la apología de quien fuera presidente en el 68: “Díaz
Ordaz aceptó toda la responsabilidad aun sin tener la culpa. Así se gobierna.
Claro que recibió muchas críticas, que yo considero injustificadas. Sólo
digo que a él se debe que el país haya vivido tranquilo en los últimos 23
años. Sí, hemos tenido paz y tranquilidad 23 años gracias a la decisión
que él tuvo para sostener a capa y espada a los militares y a Echeverría,
que había tomado medidas muy drásticas, pero indispensables, para hacer
respetar el Estado” (p. 193). Según Farías, entre sus conocidos se
encontraba el general Hernández Toledo, que fue herido en la noche de
Tlaltelolco, pues había sido “coronel de las tropas paracaidistas de las
guardias presidenciales cuando estaba el general Cornejo Brun” (p. 195).
23
Ibid., p. 13.
24
Acerca de los testimonios recientes sobre Yunque, vid. González, La
Última Cruzada, op. cit.
25
Op. cit., p. 178.
26
Excélsior, 4 de abril, 1991, secc. metropolitana, p. 10.

231
232
CAPÍTULO XII

EL MURO Y LA IGLESIA

Desobry
Dado que era grupo formado por estudiantes católicos, dentro
de sus corrientes más conservadoras, el MURO trató de man-
tener buena relación con la jerarquía católica, y de acercarse
a instituciones como la Parroquia Universitaria; algunos
vinculaban a ese grupo con el sacerdote David Mayagoitia,1
de la mencionada parroquia.
En su número 3, de julio de 1962, Puño publicaba
una entrevista de Rafael Bátiz con Agustín Desobry, quien
un año antes había fundado la Parroquia Universitaria y del
Centro Universitario Cultural (CUC).
Puño mencionaba que Desobry fue durante quince
años provincial de los dominicos de París y superior de los
sacerdotes obreros en la misma ciudad, además de ser
capellán de los estudiantes católico de la facultad de
Derecho.
En la entrevista, Desobry comentó:

Muchas gracias por el interés que toman en nuestro trabajo.


Yo conozco muy vagamente lo que es su movimiento y su
periódico y me excuso de esta ignorancia. Pero lo poco
que yo sé me hace suponer que se sitúan ustedes en plena
batalla política, mientras nosotros, en la Parroquia
Universitaria, queremos esencialmente alejarnos de toda
manifestación política, universitaria o no.

233
Desobry decía también que en la Parroquia se habían
llevado a cabo debates respetuosos entre marxistas y
cristianos, que no debería reprobarse moralmente a los no
creyentes por el hecho de serlo y que muchos estudiantes
cristianos se habían alejado de su religión pero en el fondo
nunca la habían conocido bien.
Por su parte, ya para abril de 1962, la Dirección Ge-
neral de Investigación sobre Seguridad Nacional, de la SEGOB,
tenía información de que en el Centro Cultural que dirigía
Desobry “serán incluidos todos los elementos de ese
organismo, el cual está dirigido por Luis Felipe Coello y Jorge
(sic) Vélez Pelayo”.2
Más tarde, el 2 de febrero de 1963, la DFS informaba
que Coello y Vélez, así como Luis Romero, líder de la
Confederación de Estudiantes Universitarios,

tratarán de entrevistarse con los presbíteros David y José


Manuel Mayagoitia, un movimiento en contra del doctor
Ignacio Chávez, rector de la UNAM, del cual ya tiene
conocimiento el licenciado Ramón Sánchez Medal, presi-
dente de la Unión Nacional de Padres de Familia.3

De acuerdo con esos planes, mientras la UNPF pro-


testaba por lo elevado de las cuotas que se cobraban a los
alumnos de unos cursos de capacitación de Ciencias
Químicas,4 y pedirían al rector junto con el MURO, cuentas
del manejo del presupuesto asignado a la Universidad por
considerarlo muy elevado, Brecha Universitaria prepararía
un artículo contra el libro de texto único, por considerarlo
contrario a la “libertad de pensamiento”.5
Según un informe de la DFS fechado el 16 de noviembre
de 1963, se decía:

234
Se sabe que a los dirigentes del MURO los orientan los
sacerdotes Agustín Desobry, de la Parroquia Universitaria,
J. Manuck y David Mayagoitia, quienes además dirigen la
Corporación de Estudiantes Mexicanos.6

La Corporación de Estudiantes Mexicanos (CEM)


Esta agrupación había nacido en 1947 como sucedánea de
la UNEC, Unión Nacional de Estudiantes Católicos, despa-
recida en 1945. Tuvo como su asesor eclesiástico al jesuita
David Mayagoitia, quien fue nombrado por el entonces
arzobispo de México, Luis María Martínez.
A diez años de su fundación, en 1958 la propia Corpo-
ración señalaba que en sus inicios

Eramos un grupo de muchachos. Queríamos formar una


organización capaz de dar testimonio católico en la
Universidad. 7
Aquel grupo numeroso de jóvenes generosos que mili-
taban en organizaciones ya desmembrada o trabajaban
aisladamenre sin un plan coordinado, pero teniendo todos
como rasgo común una absoluta convicción de su deber
de cristianos y un gran sentido de su responsabilidad como
tales, ante el cuadro de caos y desorden que ofrecía la
educación superior en toda la República... capitaneados
por Gabriel de Alba emprenden la tarea de ganar la Univer-
sidad para Cristo y de inmediato se lanzan a la batalla.8

La CEM operó no sólo en el DF sino también en


Tampico, donde se nutrió con ex miembros de la ACJM y
antiguo “unésicos”, en Orizaba, en Guanajuato, en León y
en Querétaro. En estos tres últimos sitios, los grupos de la
Corporación comenzaron a operar en 1948.

235
Mientras tanto, en la UNAM la Corporación creaba el
grupo Ariel, en la facultad de Medicina, y la Sociedad Cul-
tural en Ingeniería, como “puntas de lanza para penetrar en
la Universidad.9 Destacaba

...la insistencia a los miembros en cuidar su vida interior


ingresando a la Congregación Mariana y organizando misas
colectivas de las facultades y escuelas; la participación en
lides cívicas, obteniendo, por ejemplo, la presidencia de
Medicina y de la Federación Estudiantil Universitaria de la
UNAM y la práctica del deporte como un medio más de
acrecentar la unión entre los miembros.10

En 1950, Gabriel de Alba sería sucedido en la presi-


dencia de la CEM por José Audiffred, y los posteriores
presidentes fueron Javier Padilla de Alba, José Manuel
Covarrubias, Jorge Mermeo y Joaquín López Campuzano.
Con el tiempo, la CEM llegó a formar grupos en San
Luis Potosí, Mérida, Torreón, Colima, Culiacán, Ciudad Vic-
toria, Matehuala, Río Verde, Saltillo, Córdoba, Matamoros,
Zacatecas, Durango y Aguascalientes, además de los antes
mencionados.
El 2 de julio de 1985, en su columna “Los Intocables”,
de Excélsior, José Luis Mejías reportaba haber recibido la
visita de

un desconocido, que a nuestra entera satisfacción se iden-


tificó como un ingeniero egresado de la UNAM, quien desde
luego, nos explicó el objeto de su visita. Asistió a la Univer-
sidad durante la parte media de los años sesenta, y
egresado de escuelas particulares, y conformado por una
educación católica, acabó por sumarse a los grupos del
padre Mayagoitia, conocidos por Capilla Universitaria,

236
anque se denominaba oficialmente CEM (Corporación de
estudiantes mexicanos).11
El CEM, tenía su cuartel general en las calles de Tabasco
200, en una vieja casona con interiores montados a todo
lujo: alfombras y tapetes persas, maderas finas en techos
y paredes, muebles de caoba; pinturas, marfiles, cristales;
un escenario aropiado para el sacerdote que jefaturaba el
lugar, de quien nuestro ingeniero afirma que era un hombre
impresionante, con una inteligencia clara y penetrante,
dueño de una gran personalidad y de una mano suave
pero al mismo tiempo firme y enérgica. Vestía habitualmente
la sotana y se adornaba el pecho con un gran crucifijo de
oro, que colgaba de una gruesa cadena del mismo metal.
En Tabasco 200 se manipulaban hasta donde era posible
las elecciones de dirigentes de escuelas y facultades, pre-
firiéndose para estos cargos a los alumnos egresados de
escuelas particulares especialmente de las confesionales;
pero si algún egresado de escuelas oficiales demostraba
inteligencia, iniciativa y voluntad, era reclutado, adoc-
trinado y becado si era necesario, siempre que se mostrara
receptivo y disciplinado...
[...]
Las maniobras, manipulaciones, componendas, artificios,
maquinaciones y engaños de que fue testigo nuestro
ingeniero y de los que poco a poco fue convenciéndose
de que lesionaban gravemente los grandes intereses
nacionales, lo empujaron a salirse de la CEM, pero conservó
muchos apuntes y documentos relacionados con esta
organización confesional, que hoy ha vuelto a releer, nos
dice, movido por la indignación que le produce, aún como
católico, la actividad antipopular y antinacional de los
grupos que pasaron por la CEM y Tabasco 200. Y el inge-
niero habla de Germán Cabrera Pontón, mayor asimilado,

237
ingeniero químico y filósofo; de El Muerto Andrade ex
presidente de la FEU y de Fernando Roque Villanueva,
quienes recientemente organizaron a los vecinos de las
Lomas de Chapultepec en las manifestaciones reclamando
seguridad y protección contra los robos y asaltos... lo que
le parece estraño al ex discípulo del padre Mayagoitia es
que las tres personas mencionadas, Cabrera Andrade y
Roque Villanueva, militan o militaron en los grupos de la
CEM . Y es más extraño aún que Humberto Romero,
funcionario influyente del Departamento del Distrito Fe-
deral fuera también integrante, protector y mecenas de
dichos grupos. Estas coincidencias ¿no dan derecho a
pensar que los vecinos de Las Lomas fueron manipulados
y que su manifestación haya sido una trampa montada por
los grupos confesionales que intentan desacreditar y
desestabilizar al sistema? Esto es al menos lo que nuestro
informante piensa, con base en lo que él sabe de los
procedimientos usados por la CEM.
En el estado de México el propio gobernador Alfredo del
Mazo fue también militante de los grupos confesionales
del padre Mayagoitia, en mancuerna con Fernando Her-
nández Casanova, director de la Tenencia de la Tierra, en
Edomex, a quien se le encargó el estudio y reparto de las
indeminizaciones a los damnificados de San Juan Ixhua-
tepec. Ignacio González Juáuregui y Fernández de Cevallos
—este último ex presidente de la FEU— más congruentes
con convicciones o menos duchos en el arte de la falsedad
y la infiltración; se afiliaron al PAN y al sinarquismo,
figurando el segundo como jefe de la porra panista que en
1964 volteó cabeza abajo al Colegio Electoral con la
turbulencia que ocasionó. Esta clase de militantes de los
grupos confesionales, le parece a nuestro informante menos

238
peligrosa y más digna y respetable que la clase de los
infiltrados y encaretados.
El PRI es una de las instituciones del sistema en que esta
infiltración es más notoria. Nuestro ingeniero recuerda, de
su propio conocimiento, a Jorge Thomson, tesorero del
CEN del PRI; a Humberto Roque Villanueva, hermano de
Fernando de los mismos apellidos, subsecretario de
Organización del CEN del PRI, adjunto de Héctor Hugo
Olivares; a José Antonio Cantú y a Arturo Ruiz de Chávez,
funcionario del PRI nacional. A otros Ruiz de Chávez:
Manuel, Director General de los Servicios Coordinados de
Salud en los estados, y Mario, ex presidente del PRI en
Edomex y actualmente Director General de Apoyo a
Municipios, del propio estado. Arturo González de Aragón,
Secretario General de Departamento del Distrito Federal,
es otro de los que nuestro ingeniero recuerda como
destacado militante de la CEM y como ardiente catecúimeno
del padre Mayagoitia.

Según el testimonio publicado por José Luis Mejías


en Excélsior,

En Tabasco 200, la Corporación de Estudiantes Mexicanos


sesionaba regularmente con los dirigentes del MURO,... en-
tre ambas organizaciones surgían frecuentemente
discrepancias graves, ya que los del MURO acusaban a la
CEM de sostener en ocasiones ideas “comunistas”...

El MURO y el arzobispado
El 15 de septiembre de 1963, el arzobispo primado de
México, Miguel Darío Miranda, lanzó públicamente una
advertencia a los jóvenes universitarios católicos quienes

239
recientemente vienen siendo objeto de la atracción de
algunas organizaciones estudiantiles, que si bien se han
fijado metas, algunas en cierto sentido justas, en la elección
de los medios se apartan de las directrices de la Iglesia y
de la ley moral que deben guiar todas las acciones humanas
para que sean lícitas. Y quienes así obran no vacilan en
ampararse en el secreto, exigir juramentos o promesas y
recurrir a la religión como a uno de sus medios más eficaces
para atraer adeptos precisamente entre quienes profesan
la religión católica.

Desde luego, el MURO no se quiso poner el saco y se


apresuró a apoyar las declaraciones de Darío Miranda,
interpretándolas como una exhortación a luchar contra todos
aquellos que pretendían ser cristianos y comunistas a la vez.
En Puño, el MURO publicó “partes medulares” de la
advertencia de Darío Miranda, y comentó:

Demostrando su brillante celo apostólico y tomando en


cuenta que en otros países de nuestro Continente los
sacerdotes han tenido que advertir contra las pérfidas
maquinaciones masónico-comunistas que se disfrazan con
el manto de nuestra Santa Religión, el arzobispo primado
Mons. Miguel Darío Miranda, ha dirigido a los sacerdotes
de nuestra Diócesis un documento en el que reafirma el
alerta que ya el primer concilio argentino de 1954 dio a todos
los católicos contra las organizaciones que los embaucan
con el señuelo religioso, pero que los apartan insensible-
mente de nuestra Fe Cristiana, y los llevan a coexistir con
los comunistas en su diabólica estrategema de conciliar a
NS Jesucristo con Satanás, el Espíritu Cristiano y Evangélico
con el materialismo ateo y anticristiano de Engels y Lenin.

240
Puño reproducía el decreto 323 del Primer Concilio
Argentino, de diciembre de 1954, que decía:

1. Entre las asociaciones condenadas por la Iglesia, o sea,


prohibidas por la Ley positiva a los fieles y que, por tanto
deben ser evitadas por ellos, han de nombrarse: a) Las
sociedades teosóficas... etcétera, b) Las sociedades y las
asociaciones, reuniones y conferencias de los no católicos
que intentan reunir en una alianza religiosa a todos los que
llevan el nombre de cristianos, c) Las asociaciones que
indiferentemente admiten fieles católicos y herejes, sobre
todo en las regiones donde los fieles viven entre herejes.
2. A estas se pueden añadir: la asociación comúnmente
llamada Amigos de Israel, que ha de ser prohibido, donde
quiera que exista entre nosotros.
[...]
Antonio cardenal Caggiano, presidente de la comisión
permanente del episcopado argentino por mandato de su
excelencia reverendísima, Ernesto Segura, director del
secretariado permanente del episcopado argentino.

Luego de reproducir también pasajes de la advertencia


de Darío Miranda, el MURO concluía:

Ojalá que todos los jóvenes mexicanos atiendan estas


directrices doctrinales y abandonen esas asociaciones que,
apartándolos poco a poco de la ortodoxia de la Fe Católica,
los llevan a adoptar actitudes coexistencialistas y compla-
cientes con los comunistas y los masones, enemigos
jurados de Dios y nuestra Santa Madre Iglesia.

Menos cauteloso que Darío Miranda, el sacerdote


dominico Tomás Allaz, capellán de la Parroquia Universitaria,

241
publicó en el periódico El Día, el 5 de diciembre de 1963
una indignada carta abierta —que Sánchez Steinpreis no
había querido publicar en octubre de ese año en Brecha
Universitaria— en la cual acusaba al MURO de distorsionar
las afirmaciones de Darío Miranda, tratando de utilizarlas
“contra otros”, señalaba que los muristas trataban de mani-
pular la religiosidad con fines políticos, refutaba sus ten-
dencias ultraconservadoras —en esa época condenadas por
la Iglesia— y criticaba acremente sus actitudes intran-
sigentes y autoritarias:

Ustedes se presentan con la cruz y la custodia en alto,


siendo así que sólo saben afear y destruir. No ofrecen sino
lo negativo. Ante todo y por encima de todo, ustedes están
en CONTRA: son el ANTI en estado químicamente puro.
Atacan a troche y moche (yo me pregunto, en suma, qué‚
es lo que no atacan si se les exceptúa a ustedes mismos):
se diría ser inevitable adscribirse al MURO para tener derecho
a algún miramiento de su parte). Igual que los fariseos
tachaban a Cristo de “poseído”, usted “interpelaba Allaz a
Sánchez Steinpreis” fustiga a placer a los otros, tratándolos
de “diabólicos” o de “satánicos”. Vitupera hasta a sus
propios profesores y al rector de la Universidad, pagando
así sus deudas con ellos sacándolos nominalmente a la
plaza pública y poniéndolos en la picota (La verdad, es
pasmoso que un grupo tan autoritario como el suyo muestre
tan escaso respeto de la autoridad).

Cabe recordar que Tomás Gerardo Allaz había impulsado


a principios de los sesenta la creación de una organización
denominada partido estudiantil de vinculación católica, de la
cual llegó a formar parte Miguel Ángel Granados Chapa.

242
Otro sacerdote, Ricardo Fuentes Castellanos, defendió
la posición del MURO en un texto publicado el 12 de diciembre
de 1963 en Atisbos, donde puntualizaba que la actitud de
los muristas era el catolicismo anticomunista militante, que
no admitía los compromisos con la izquierda y se fundaba
en el pensamiento tradicionalista español, que —decía—
“desde principios del siglo XIX hasta nuestros días, ha man-
tenido un combate ideológico inquebrantable contra las
fuerzas del mal”, corriente representada, entre otros por
Calvo Sotelo y José Antonio Primo de Rivera. Los pronuncia-
mientos de Fuentes Castellanos evidenciaban, por otra parte,
la decidida simpatía y las conexiones que existían entre los
defensores del franquismo y del falangismo en México.
Vale la pena añadir que Fuentes Castellanos participó
en organizaciones anticomunistas internacionales. En 1972,
apareció como delegado de El Salvador al Congreso de la
Liga Mundial Anticomunista, que tuvo lugar en la ciudad de
México, del 25 al 27 de agosto de ese año.12
El 15 de diciembre de 1963, Política observaba
respecto a la polémica entre miembros del MURO y dirigentes
de la Parroquia Universitaria:

Sánchez Steinpreis y fray Ricardo Fuentes se fundan en las


ideas de Pío IX y Pío X para embestir contra los “católicos
liberales”... El dominico Allaz, en cambio, se apoya en las
encíclicas de Juan XXIII y Paulo VI para sostener que no
deben seguirse normas demasiado ortodoxas ni identificar
“la religión con un determinado grupo político, al grado de
tener poco menos que por disidentes del catolicismo a los
pertenecientes a otro partido”.

243
Sin embargo, puntualizaba Política:

En el fondo, las discrepancias en el MURO no se refieren a


un cambio fundamental en la actitud de la Iglesia ante las
grandes transformaciones sociales, pues su oposición a
ellas no ha cambiado las diferencias se limitan a la táctica
que debe seguirse para evitarlas.
Para Sánchez Steinpreis, el fracaso del MURO se debe a la
falta de vigor. Para Allaz, el fracaso se debe precisamente a
su dureza y le preocupa el que los perjuicios derivados de
esta dureza no los resienta "la ideología comunista, sino la
propia Iglesia Católica.
...El folleto de Allaz fue autorizado para su publicación por
el provincial de los dominicos, Jaime Gurza, y por el obispo
auxiliar de México vicario general, Francisco Orozco
Lomelín, lo que indica que expresa la nueva línea oficial del
clero mexicano en el terreno estudiantil. Ante esa situación,
el dirigente del MURO ha optado por callar. Invitado por
Política a exponer sus puntos de vista ante los reproches
de Allaz, respondió que la investidura de su detractor y “la
necesidad de mantener unidos a los católicos” le impiden
responder.

Al mismo tiempo, Política criticaba las actividades


político religiosas del clero en la UNAM:

dirigidas por sacerdotes extranjeros que ejercen su minis-


terio en México pese a que la Constitución General de la
República lo prohiba. Tal es el caso del propio Allaz, que
es de nacionalidad francesa, lo mismo que Agustín
Desobry, párroco de la Parroquia Universitaria. Fray
Ricardo Fuentes es de nacionalidad salvadoreña y ni
siquiera está sometido a la jurisdicción del clero mexicano.

244
El 24 de diciembre de 1963, el rector Ignacio Chávez
declaraba:

Me da mucho gusto que haya sido la propia jerarquía ecle-


siástica la que leyera la cartilla a los fanáticos que atacan a
la Universidad. Aquellos que tanto han vituperado y
escarnecido el nombre y el prestigio de la Universidad
acusándolo de ser un centro de conspiración comunista, y
a mí como solapador de la supuesta subversión, quisieran
destruir, degollar a todos los que no siguen el estrecho
sendero del extremismo... Quisieran que en la universidad
hubiera macartismo para convertirla en un centro de
fanatismo medieval. En nuestra casa de estudios no puede
establecerse algo parecido a la Inquisición.

En abril de 1964, el padre Agustín Desobry, de la


Parroquia Universitaria, manifestaba —a raíz del ataque
que sufrió‚ por parte del grupo Epsilon de la facultad de
Ciencias— que la Parroquia Universitaria era totalmente
ajena al MURO y aclaraba que “las directrices dadas por
nuestro señor arzobispo primado” les impedían involucrarse
con grupos como el MURO.
En carta dirigida a Desobry, el 24 de julio de 1964,
Ignacio Chávez se refería a la carta escrita por Allaz en la
cual el sacerdote dominico hablaba de “la indignación, el
asco y la vergüenza que a todo buen católico produce la
actitud de los jóvenes del MURO”, sobre lo cual Chávez decía:

Yo agregaría que no sólo a todo buen católico, sino a toda


persona decente. La mentira, la calumnia y la injuria no
fueron nunca instrumentos de católicos ni de gente que se
precie de honrada, cualquiera que sea su religión.13

245
La carta de Chávez estaba motivada por el envío
que Desobry le había hecho de la revista Diálogo, donde el
religioso señalaba que no existían

entre esta revista y el movimiento estudiantil del MURO, ni


la más pequeña conexión, ni siquiera entendimiento o
simpatía y que si existe algún organismo ajeno al MURO,
este es precisamente la Parroquia Universitaria.

De acuerdo con un artículo publicado el 4 de octubre


de 1964 en Crucero, la actitud de Tomás Allaz motivó que
las fuerzas de choque del MURO se deslizaran hasta su casa
para robar una edición en forma de folleto de la carta dirigida
a Sánchez Steinpreis; descubiertos in fraganti, los muristas
tuvieron que huir “sin dar la cara”. Como era de esperarse,
el MURO añadió el nombre de Allaz a su larga lista de
“comunistas”, “procomunistas” y “castrocomunistas”.
Luego de la primera condena contra las sociedades
secretas, el arzobispado fue más específico en su rechazo
del MURO. El Día, en su edición del 29 de septiembre de
1964, publicó una circular dirigida por el arzobispo Darío
Miranda a los directores de escuelas particulares, misma
que fue distribuida también en miles de copias por la Rectoría
de la UNAM. En ese documento, además de reiterar su
condena las “ideologías que tratan de apoderarse de la
adolescencia y de la juventud”, Darío Miranda descalificaba
sin dejar lugar a dudas las actividades del MURO:

Muy honda preocupación nos ha causado hace ya tiempo


la actividad de una organización estudiantil que, animada
por ideales en los que se mezcla lo noble y lo menos plau-
sible, y encaminada hacia metas algunas de ellas justas, en

246
la elección de los medios se aparta de las directrices de la
Iglesia y a veces de la misma ley moral, que debe normar
todas las acciones humanas para que sean lícitas y
bendecidas por Dios. Y como atractivo y acicate especiosos
para los jóvenes, no han vacilado en crear una mística
poco ortodoxa, amparándose en el secreto, exigir jura-
mentos o promesas y recurrir a la Religión como a uno de
los medios más eficaces para atraer adeptos entre quienes
profesan la verdad de Cristo, que en ningún momento y
por ninguna válida razón puede prescindir de la caridad
como de su esencial e imprescindible característica... Por
ello nos dirigimos a los responsables de las Instituciones
educativas de esta Arquidiócesis de México para comuni-
carles, 1. Que desaprobamos el que se promueva entre los
alumnos de los colegios católicos la afiliación a la organi-
zación actualmente denominada MURO (Movimiento Univer-
sitario de Renovadora Orientacion), 2. Que se debe disuadir
tanto a los Maestros cuanto a los alumnos el afiliarse o
continuar afiliados al MURO, 3. Que no se debe permitir la
formación de células de MURO en los Planteles.

Al día siguiente de esa publicación, estudiantes de la


Escuela Nacional de Ciencias Químicas de la UNAM se
solidarizaron con las declaraciones del arzobispo Raúl Wong,
José de la Porta Blasi y Jesús Moreno Guzmán, miembros
del Club Estudiantil Newton, de esa escuela, se presentaron
a la redacción de El Día, para reprobar las actividades del
MURO , cuya labor “se orienta a mantener un clima de
constante agitación por medio de publicaciones de las que
se ignora quien las financia... El MURO debería informar a la
opinión pública sobre el origen del dinero con el que trabaja”.

247
Añadieron acerca del MURO:

nos ha tildado de comunistas y de recibir ayuda económica


de las embajadas rusa y cubana, cosa totalmente falsa pues
sus actividades son exclusivamente culturales, como lo
demuestran las exhibiciones de diferentes películas cientí-
ficas y de tipo cultural que han realizado en su escuela, la
reciente exposición de pintura holandesa que presentaron
y una exhibición de aparatos científicos, en proyecto.
Terminaron diciendo que la aclaración hecha por el arzo-
bispo pondrá en su lugar a los miembros del MURO, que
indebidamente toman a la religión como medio para servir
a intereses extra universitarios y extranjeros.

Pese a los problemas del MURO con el arzobispado, el


4 de octubre de 1964, Luis Felipe Coello iba al aeropuerto a
saludar al prelado Eugenio Tisserant, del Colegio Carde-
nalicio, quien le dio su bendición.
A raíz de la condena arzobispal, las autoridades de la
Universidad Iberoamericana expulsaron a varios de sus
alumnos, que eran miembros del MURO, acusándolos de haber
empleado con sus condiscípulos las fuerza y el terror para
sumarlos a sus filas. Empero, no faltaron voces conser-
vadoras que defendieran a los muristas. Algunas publica-
ciones de derecha, entre ellas El Heraldo, alegaron que el
documento publicado era una circular de carácter confi-
dencial y que los periódicos “comunistas” insidiosamente
sacaban provecho de ella. Por ejemplo, desde las páginas
de la Revista Nacional, en noviembre de 1964, Luis Vega
y Monroy, quien era también secretario de Atisbos, defendía
al MURO de la condena arzobispal, alegando que si la Iglesia
Católica era comprensiva con los protestantes, o “hermanos

248
separados”, “¿por qué para los jóvenes católicos ha de haber
repulsa, desprecio y anatema?” 14
Proseguía Vega y Monroy:

Atenidos a sus propios recursos y a sus propias luces,


jóvenes universitarios se han organizado para dar la batalla.
Un ejemplo es el combatido MURO. Quizás en su acción, este
organismo haya incurrido en exageraciones, o en
equivocaciones; lo que no puede negarse es que lo ha hecho
de buena fe, en medio de la hostilidad de tirios y troyanos.
¿Qué ha ocurrido? Que encima de que nunca se le orientó
para que no cometieran los errores que se le imputan —se
ha dicho que emplea procedimientos poco ortodoxos— se
la condena con gran alegría de los comunistas.

La Dirección de Información y Prensa de la UNAM al


reproducir la circular de Darío Miranda, decía que ese escrito
constituía una importantísima denuncia contra el MURO pues
“...ahora no es ninguna institución directamente lesionada por
el MURO, quien lo enjuicia y condena, sino la misma Iglesia a la
que ellos aseguran servir y pertenecer”. Varias agrupaciones
de estudiantes se sumaron a la condena de Darío Miranda e
insistieron en que se debía poner fin a los procedimientos
violentos del MURO.
Por su parte, como secuela de las directivas emitidas
contra el MURO por Darío Miranda, Crucero publicó varios
reportajes y notas acerca de ese y otros grupos de la extrema
derecha católica. En su número del 11 de octubre de 1964,
citaba una nota de Le Monde según la cual un panfleto que
circulaba entre los asistentes al Concilio Vaticano II, titulado
“La acción judeo masónica en el Concilio”, atacaba al obispo
Sergio Méndez Arceo y a otros prelados calificándolos de
ser partícipes de la conspiración “judeo masónica”.

249
Afirmaba: “Nada tendría de extraño que los miembros
mexicanos de la misma corriente (MURO, Tecos, etcétera)
hubieran tenido algún grado de participación en la
manufactura de dicho panfleto”.
Pero si el MURO estaba en guerra contra los religiosos
supuestamente progresistas y había sido condenado por el
arzobispo de México, encontraba en cambio apoyo en otros
sectores clericales, especialmente en el arzobispo de Puebla,
Octaviano Márquez y Toriz. Según señalaba Buendía en un
artículo publicado en 1971: “...jamás ha sido un secreto que
los ultraviolentos “cristianos” del MURO y otros organismos
similares han encontrado siempre en Puebla un paternal
refugio”.15 Las apreciaciones de Buendía era compartidas
por la Dirección Federal de Seguridad en sus reportes.16
Por su parte, el 12 de septiembre de 1966, el agente
330 de la PJF afirmaba:

los extremistas del MURO reanudaron hoy sus ataques al


obispo de Cuernavaca, Sergio Méndez Arceo, a quien criti-
caron por defender y justificar al apóstata revolucionario
Camilo Torres.17

1
Vid., Romo Medrano, op. cit, p. 347.
2
AGN, CISEN, tarjetas sobre el MURO. exp. 63-1-62, h. 34, leg. 17, 6 de abril
de 1962.
3
AGN, DFS, MURO,exp. 63-1-963, h. 260, leg. 19.
4
Se trataba de cursos para que los alumnos rechazados por no haber
obtenido la calificación suficente en los exámenes pudieran ingresar en la
Universidad. Se impartían en la Antigua Escuela de Ciencias Químicas,
en Tacuba. (Según anuncio publicado por la UNAM en Últimas Noticias, 22
de enero, 1963)

250
5
AGN, DFS, MURO, exp. 63-1-963.
6
Ibid., exp. 63-1-63, h. 225, leg. 23.
7
Corporación de Estudiantes Mexicanos. Presencia y Trayectoria,
Ediciones Corporación, México, 1958, p. 3.
8
Ibid., p. 7.
9
Ibid., p. 8.
10
Ibid., pp. 8-9.
11
Mejías escribe en su columna: “Coordinación Estudiantil Mexicana”.
12
Publicaciones del FPACM, núm. 42, pp.7-9.
13
Chávez, Epistolario... op. cit., p. 268.
14
Revista Nacional, núm. 4, 25 de noviembre, 1964, pp. 34-35.
15
Manuel Buendía, Pensamiento y acción de la derecha poblana, UAP,
Puebla, 2001, p. 95.
16
AGN, DFS, MURO, exp. 63-1-68.
17
Fondo Gustavo Díaz Ordaz, secc. Secretaría Privada, Informes de la
PGR, año 1965, vol. 202 (121). Estos informes eran enviados por la PGR al

secretario privado de GDO, Joaquín Cisneros Molina. Constituyen un


acervo muy valioso para documentar no sólo la actividad de muchos
grupos políticos de esa época, sino la visión que de ellos se tenía en la
Presidencia a través dela Policía Judicial Federal. En general, cada uno de
esos informes consta de: a) un resumen que por lo común tiene menos de
diez cuartillas mecanografiadas, b) una serie de anexos, que son los informes
de los agentes sobre cada uno de los puntos mencionados en el resumen.
Algunos de los principales temas que se abordan en esos informes, y que
reflejan las preocupaciones del ejecutivo en aquellos días, así como la
propia realidad sociopolítica del país son: 1. Partidos y grupos políticos,
entre ellos el Frente Cívico Mexicano de Afirmación Nacional, de
inspiración alemanista, se comenta en esos informes, la Asociación Cívica
Guerrerense y la UNS y el Frente Popular Anticomunista de México, de
Prieto Laurens, además de los principales partidos nacionales; 2. Movi-
mientos sindicales y populares, como la Central Campesina Independiente,
los movimientos sindicales de camioneros, ferrocarrileros, maestros,
cañeros, etcétera; 3. Grupos estudiantiles, tanto de derecha como de

251
izquierda, pero especialmente de esta última. En los informes encontramos
generales apartados específicos con el rubro de UNAM, Politécnico y otros
centros de educación superior, donde se resume la actividad del MURO, de
la Central Nacional de Estudiantes Democráticos (CNED), del Partido
Estudiantil Socialista, etcétera, así como de la Universidad Obrera de
México; 4. Actividades del cuerpo diplomático y de intercambio con
otros países. En este rubro, casi toda la actividad de los agentes plasmada
en esos informes se enfocaba a vigilar a instituciones como el Instituto
Mexicano Ruso de Intercambio Cultural, la embajada cubana, etcétera.

252
CAPÍTULO XIII

DENUNCIAS PERIODÍSTICAS, 1964-1965

En un editorial de Siempre! el 8 de enero de 1964, se llamó


a los muristas “nazis de guarache”, por lo que en respuesta,
en un desplegado publicado en Excélsior el día 21 de ese
mismo mes y año, el MURO arremetía contra la mencionada
revista y contra José Pagés Llergo.
El MURO calificaba a Pagés como “traidor a México”
y señalaba que si actualmente estaba “al servicio del feroz
imperialismo comunista”, antes “fervorosamente lo estuvo
del imperialismo nazi. Pagés Llergo sí estuvo alquilado a los
marcos que salían del Ministerio de Propaganda del II Reich
y la agencia Transocean, dirigidos por el doctor Goebbels...”
A la vez, arremetían contra Siempre!,

la tenebrosa revista que está prohibida en varias diócesis


de nuestro país, en las cuales son perfectamente conocidas
sus mañas para introducirse en los sectores católicos y
dividir y quebrantar la unidad de sus filas, con provecho
sólo del avance comunista.
... Siempre!, publicación comunista subsidiada por las
embajadas rusa y cubana, es un instrumento de los
enemigos de México y la Cristiandad. Es una casa de
cambio donde se comercia con rublos. El ayer nazi, y ahora
rojo por razones económicas es Pagés Llergo. Claro está
que si los nazis hubieran ganado la guerra ahora Pagés
sería seguramente un próspero delegado del Ministerio de
Propaganda del II Reich.

253
Por su parte, algunos periodistas opuestos al MURO
habían tratado de indagar las fuentes de financiamiento y
apoyos políticos de esa organización
El 1 de octubre de 1964, Ángel Guerra sostenía en El
Día que los dirigentes del MURO podrían recibir financiamiento
de “un general sonorense” y de un “ingeniero enriquecido
con la tala de bosques”, así como de viejos militantes de la
Organización Escuadra Tradicionalista, “que hoy son ricos
comerciantes y hombres de empresa”.
El 8 de octubre, la DFS reportaba que la Dirección
General de Información y Prensa de la UNAM hizo circular
entre el estudiantado un volante intitulado “una aclaración
necesaria”, donde dice:

Puño y la sección Brecha Universitaria, que se publica


en Atisbos, no se han detenido ante la calumnia, la violencia
física para lanzar ataques falsos, denuncias escandalosas
y acusaciones graves sin fundamento contra las autori-
dades universitarias y los alumnos cuya ideología discre-
paba de la de los dirigentes del MURO.1

El 11 de marzo de 1965 la edición vespertina de


Novedades publicaba en primera plana una nota informativa
con el encabezado: “Vuelven los Gángsters universitarios:
Pasante Plagiado y Torturado”. En ella se relataba que
Miguel Ángel Granados Chapa —periodista y estudiante
universitario de 23 años— había sido secuestrado por seis
pistoleros estudiantiles quienes lo subieron a un lujoso
automóvil, le cubrieron la cara con tela adhesiva, lo ataron a
un árbol, lo golpearon a puntapiés y lo abandonaron luego
en un paraje apartado de Contreras. “Esta es una adver-
tencia, para la próxima te va a ir peor...” gritó uno de los
sujetos antes de retirarse. El motivo de la brutal agresión

254
—dijo Granados Chapa— radicaba en algunos reportajes
acerca del MURO que había estado publicando en Crucero.
La Extra detallaba que Granados Chapa había denun-
ciado por escrito los hechos ante el procurador de Justicia
del DF, licenciado Gilberto Suárez Torres y que según
Granados

El pasado viernes 5, poco después de las 19 horas, acudí a


la Ciudad Universitaria. Antes había recibido un telegrama
aparentemente enviado por la dirección de mi escuela. Estoy
tramitando mi examen profesional y en el mensaje se me
citaba en la CU para ese asunto. Después descubrí que el
telegrama era falso y que se trataba de una trampa. Caminaba
acompañado del ex alumno Clemente Cabello cuando, por
sorpresa, seis jóvenes estudiantes detuvieron un automóvil
Mercedes Benz de color oscuro, se apearon, le dieron un
golpe a Clemente, me subieron en vilo y me metieron al
coche. Alcancé a oír a mi amigo que pedía auxilio y vi que un
jeep de los servicios de vigilancia de la CU, velozmente se
acercaba al Mercedes Benz, pero el que manejaba este coche
pisó el acelerador y el jeep no nos pudo alcanzar. Ya en el
asiento trasero del automóvil, con gran rapidez, tres de mis
secuestradores me taparon la boca, ojos y oídos, con tela
adhesiva, ni más ni menos como en las películas de gangs-
ters. En un paraje solitario, cerca de Contreras, me ataron a
un árbol y con cinturones me flagelaron. Después me
desataron, me derribaron y me dieron puntapiés. Antes de
dejarme abandonado, me dijo uno de ellos: “Esta es una
advertencia. Para la próxima, te irá peor.”

También el 11 de marzo, el agente 383 de la PJF


informaba:

255
...el estudiante de la facultad de Derecho,2 Miguel Ángel
Granados Chapa, que el día de ayer, fue objeto de una
paliza por parte de estudiantes, de la misma facultad de
derecho, acusó a la mesa directiva del MURO, de ser la cau-
sante de la paliza de que fue objeto, la cual se debió a que
el citado Granados Chapa hizo publicaciones en contra del
mencionado MURO.3

Por su parte, su colega el agente 330 en su memo-


randum del 16 de marzo de 1965, afirmaba:

Se rumora que a causa de la oposición de las autoridades


universitarias y de los propios estudiantes, al libre funcio-
namiento de las brigadas universitarias anticomunistas y
del MURO, estos grupos van a ser disueltos, de acuerdo
con sus directivos e integrantes, ya que toda actividad de
estos es bloqueada y boicoteada por autoridades, maes-
tros, empleados y estudiantes, y desde que el arzobispo
primado de México hizo un llamamiento a la juventud
universitaria para que se desligara del MURO, este ha ido
debilitándose cada vez más hasta contar actualmente con
aproximadamente, entre Brigadas Anticomunistas y MURO,
con 100 elementos; también se rumora que la realidad de la
desintegración de esos grupos se debe a que se les respon-
sabiliza directamente del ataque y lesiones de que fue
víctima Miguel Ángel Granado Chapa, estudiante de perio-
dismo de la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y
Sociales, y a causa de esto, todos los grupos de estu-
diantes, tanto de izquierda como de derecha, les han
declarado una guerra abierta.

En su reporte del 23 de marzo de 1965, el mismo


agente, 330, señalaba:

256
En fuentes conectadas con la UNAM, se supo que los
rumores que se corrieron a principio de la semana pasada
en la Ciudad Universitaria en relación a que el MURO se
desintegraba ante la falta de unidad de sus directivos y la
deserción de elementos del mismo, se debieron a una mala
interpretación de los grupos de izquierda de la Universidad
inocente o dolosamente, ya que como los principales
directivos presentaron su renuncia a dichos cargos... esta
noticia se filtró entre los grupos estudiantiles comunistas
unos días antes, e interpretando el asunto a su conve-
niencia corrieron el rumor de referencia; sin embargo, se
supo que el MURO no se desintegra y que la renuncia de
sus principales directivos: presidente Luis Felipe Coello;
vicepresidente, Víctor Manuel Sánchez Steinpreis;
secretario general, Alfredo Ocampo Valenzuela y coor-
dinador general Ignacio Rodríguez, se debió a que todos
estos elementos han terminado su carrera profesional y
por lo tanto dejan de ser alumnos de la Universidad, y no
porque haya división y debilidad en dicha directiva; la
nueva mesa directiva del Movimiento aún no se integra
del todo hasta el momento y sólo se ha nombrado al
presidente Fernando Baños Urquijo y al secretario general,
Jorge Cardiel Hurtado, quienes dijeron que el MURO pro-
seguirá su lucha “en contra de la infiltración comunista en
la Universidad.”
Sánchez Steinpreis renunció también al cargo de director
general de Brecha Universitaria, editada por los estu-
diantes anticomunistas de la carrera de periodismo de la
Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales, hacién-
dose cargo del puesto, provisionalmente Alejandro Cea
Olivares, de la misma escuela.

257
Al salir de la Universidad, Sánchez Steinpreis trabajó
como comentarista político en varios periódicos, mientras
que Coello fue investigador en el Departamento de Estudios
Económicos del Banco de México. Su padre había sido
funcionario de la SCT y del gobierno de Chiapas.4
Precisamente, en su número 12, de marzo-abril de 1965,
Puño anunciaba la renovación de la mesa directiva de MURO,
en los siguientes términos:

...el cambio de directiva en el MURO asegura en primer término


la permanencia en la Universidad más allá de las ambiciones
personalistas y, en segundo lugar permite inyectar juventud
a un grupo que por su estilo nunca será viejo, ni jamás
claudican ante el porvenir que se avecina. Los hombres
pueden cambiar, pero la idea que nos orienta continuará
mientras existan jóvenes dispuestos a entregarse generosa-
mente al ideal de una Universidad limpia, vigorosa y, ante
todo, una Universidad mexicana.

En el plano geopolítico, el MURO se relacionaba con la


democracia cristiana a través de diversos viajes de Plata
Moreno y Muggenburg a varias naciones de América y
Europa. Los muristas participaron en congresos inter-
nacionales y se convirtieron en entusiastas activistas demo-
cristianos. En la Junta Nacional Organizadora del Partido
Demócrata Cristiano en México, Muggenburg ocupó el
cargo de Secretario y figuró junto con Alfredo García López,
Carlos de la Cuesta y otros 17 consejeros, algunos de ellos
de la Universidad Iberoamericana.
Al constituirse el Comité Coordinador del Consejo
Nacional de la Juventud Demócrata Cristiana, en julio de

258
1963, Muggenburg ocupó el cargo de secretario adjunto,
con lo cual el MURO ganó una posición importante en ese
organismo.
Por otro lado, las condenas arzobispales y las de-
nuncias periodísticas no fueron capaces de menguar las
operaciones del MURO, dirigido ya en 1965 por Fernando
Baños Urquijo, como lo indican las publicaciones del MURO
y los informes confidenciales que la PGR enviaba a la
secretaría privada de la Presidencia.
Más aún, otras organizaciones de corte ultracon-
servador, entre ellas el MURO, condenaban a una parte del
clero, al que identificaban como “progresista”, al igual que lo
haría el propio Karol Wojtyla al acceder al pontificado. Por
ejemplo, en Puebla, el movimiento Cristianismo sí, encabezado
por Fernando Rivera, organizó en febrero de 1979 una confe-
rencia de prensa en el hotel El Portal, en la que dijo que en la
organización de la III Conferencia del CELAM (Conferencia
Episcopal Latinoamericana), se estaban “infiltrando” teólogos
de la liberación y obispos marxistas que “están en contra del
Papa Juan Pablo II” y que estaban tratando de introducir en
el documento final del CELAM los lineamientos de la teología
de la liberación.
Señaló como progresistas a monseñor Marcos Gregorio
Mc Greater y a monseñor Luis Bamberau, de Perú, quienes,
dijo, ambicionan la presidencia y la secretaría del CELAM para
encauzarlas a la “politización”, contrariando así los lineamientos
de su santidad Juan Pablo II, y promovían un “golpe de Estado”
contra el Papa mediante el suministro clandestino de los
documentos finales a los medios de comunicación izquierdistas
“antes de que el Sumo Pontífice los revise y apruebe, con lo
que la propaganda izquierdista podría manipular radicalmente
las tesis revolucionarias a su antojo sin la aprobación pontifica”.

259
Además, según el reporte de la DFS, Rivera atacó a
Sergio Méndez Arceo acusándolo de estar “alineado al
marxismo y al castrismo”.5

1
AGN, DFS, periódico Atisbos, exp. 63-1-64, h. 56, leg. 27.
2
Nacido en Pachuca, Hidalgo, en 1942, Miguel Ángel Granados Chapa
estudió derecho y periodismo en la UNAM (1964) y fue reportero del
semanario Crucero, en 1964 y 1965 (Musacchio, op. cit., vol II, p. 1199).
3
Ibid., vol. 205.
4
AGN, DFS, MURO, exp. 63-1-66, h.136, leg. 38.
5
AGN, DFS, exp. 15-17-79, h. 28, leg. 5.

260
CAPÍTULO XIV

VISIONES CONVERGENTES: EL MURO Y LA POLICÍA

Antes de continuar con el relato de las actividades del MURO,


tiene interés enfatizar que muchas veces, las investigaciones
policíacas, en particular de la PJF, sobre funcionarios univer-
sitarios se hacían con los mismos criterios prácticamente que
aplicaban los muristas, como indica la revisión de los
expedientes correspondientes en el Archivo General de la
Nación a los reportes diarios que se preparaban en esa
corporación sobre asuntos de la política nacional y que se
enviaban a la secretaría privada de Gustavo Díaz Ordaz.
Dichos reportes abundaban en descripciones de las
actividades de los “comunistas” o “rojillos infiltrados en la
Universidad”, como les llamaban los agentes que redactaban
esos documentos.
Desde luego, muchos de los funcionarios univer-
sitarios, intelectuales y académicos que atraían la atención
del MURO también estaban siendo investigados por la PJF,
porque sus tendencias “comunistas” le preocupaban a la
policía diazordacista lo mismo que al MURO.
Por ejemplo, el 5 de agosto de 1965, el agente 330
reportaba que el director del Instituto de Geología de la UNAM,
Guillermo Salas, asistiría a un seminario sobre esa ciencia
en Moscú y que en ese mismo día se llevaría a cabo una
conferencia en la Preparatoria 2 con la participación de
Agustín Cue Cánovas.

261
El 9 de junio de 1965, el agente 450, de la PJF hacía un
reporte de algunas actividades editoriales de la UNAM y del
FCE que parecería digno del órgano del MURO:

Se tiene conocimiento, de que en la UNAM, se está tratando


de introducir un libro editado por el FCE, el cual se venderá
al estudiante universitario a muy bajo costo, ya que la
relación del FCE con la UNAM, está siendo auspiciada por el
propio doctor Ignacio Chávez, quien se encuentra intere-
sado en que el estudiantado que él dirige, asimile todo lo
relacionado con la ciencia moscovita.
El libro al cual nos referimos se intitula Rusia y el espacio
sideral.
El libro antes aludido viene bien presentado y expone bajo
conceptos marxistas leninistas el avance de la Unión
Soviética en lo que se refiere a los viajes espaciales,
llevados a cabo por los cosmonautas rusos, y a la diferencia
de datos obtenidos por los científicos rusos, con los de
los científicos de los Estados Unidos de Norteamérica.
El FCE tiene gran interés en que las sociedades de alumnos
de las diferentes escuelas universitarias, den amplia
difusión al libro antes mencionado y recomienda a los
estudiantes universitarios que lo obtengan, ya que se trata
de algo que es importante para la buena comprensión
universitaria.

Asimismo, en un informe enviado al Director Federal


de Seguridad, el 21 de julio de 1966 y firmado por Jorge L.
Bustos Ch., se mencionaban las siguientes como

imprentas y librerías que elaboran y venden propaganda y


obras literarias de ideología comunista: Librería denomi-
nada Centro Cultural, ubicada en Independencia 67 B, en

262
ella se vende todo tipo de propaganda y obras literarias
nacionales y extranjeras de ideología comunista, al igual
que Fernández Editores, pues esta casa se dedica a editar
con material fino obras literarias de todo género y entre
ellas se hacen ediciones de obras de fondo sobre política
y economía de la Unión de Repúblicas Socialistas.1

Cabe añadir que la paranoia respecto a la literatura


proveniente de los países socialistas no era exclusiva de
México, sino que, como es bien sabido, fue incluso superada
por otros países, como Estados Unidos. En su autobiografía,
el editor y escritor Michael Korda afirma que a principios
de los sesenta, cuando se suscribió a la publicación soviética
Literaturnaya Gazeta, el FBI acudió a interrogarlo sobre ello
pues

en esos días una carta o un paquete con un matasellos


soviético era retenido misteriosamente por la oficina de
correos durante semanas y cuando por fin llegaba mostraba
elocuentes señales de que lo había abierto y sellado de
nuevo.2

En su memorandum del 7 de junio de 1966, el agente


383 de la PJF señalaba que

los diferentes grupos de agitación estudiantil infiltrados


en las diferentes facultades y escuelas de esta máxima casa
de estudios, se encuentran preparando mensajes de
protesta, dirigidos al primer mandatario, con motivo de un
atentado registrado en la embajada de Cuba ese mismo día
“muy temprano”.3

263
César Sepúlveda, director de la facultad de Derecho,
depuesto en 1966, era un personaje controvertido; respetado
por muchos alumnos, otros, de filiación de izquierda, se
oponían a él por considerarlo vinculado a intereses de las
transnacionales. Sin embargo, los informes de la PJF no eran
imparciales; en su reporte del 4 de noviembre de 1965, la
Policía Judicial Federal manifestaba:

La sociedad de alumnos (de Derecho) quiere apoyar la


reelección del licenciado Sepúlveda por sus antecedentes
de ser una persona conocedora de los problemas que
incumben a la facultad y humano con los estudiantes, con
lo que ha logrado una comunicación más identificada en-
tre alumnos y maestros y una mejor preocupación (sic)
hacia el progreso integral de la facultad.4

Decía por su parte el memorandum del agente 383,


de la PJF, del 23 de abril de 1965:

Según se informó el MURO ha sido acusado por varios


estudiantes izquierdistas de estar informando a las
autoridades policiaca sobre los movimientos estudiantiles
y para ello, el referido MURO se vale de estudiantes de recién
(sic) ingreso a los que manda a las asambleas de dichos
líderes, en donde se traman agitaciones.

Es difícil determinar hasta dónde el MURO tenía


relaciones directas de ese tipo con las corporaciones
policiacas. Los informes de la PJF, en especial los elaborados
por el agente 330, permiten inferir que dicha corporación
tenía informantes en el MURO por lo menos sobre las
actividades del propio MURO que a su vez casi en su totalidad

264
se referían a la investigación y denuncia de supuestas
conjuras comunistas, como lo hacía la propia PJF.
Desde luego, la visión política de cada uno de los
diferentes agentes que escribían informes destinados,
sabiéndolo ellos o no, a la secretaría particular de la
Presidencia, era peculiar. Muchos, quizás la mayoría,
adoptaba un lenguaje virulentamente anticomunista y
parecían partir de la tesos de la conspiración comunista
mundial que en esa época vino a ser en cierta forma el
sucedáneo de lo que para algunos grupos había sido la tesis
del complot judeo masónico o de la conspiración judía
mundial. Otros, como el agente 430, eran muy críticos
respecto a las actividades de los grupos de la derecha, a los
que consideraban un peligro real para nuestro país, a juzgar
por los comentarios que incluyen en sus informes. Pero, en
todo caso, evidentemente, eran personas bien informadas
que hacían cuidadosamente su trabajo y que disponían de
buenas fuentes de información.

1
AGN, IPS,
caja 2966 C.
2
Michael Korda, Another Life, Random House, Nueva York, 1999, p.
120.
3
AGN, GDO, Secretaría privada, informes de la PGR, vol. 201.
4
Id.

265
266
CAPÍTULO XV

EL NUEVO MURO, 1965

El 11 de mayo de 1965, el agente 383, además de informar


del contenido de Puño, señalaba que en ese día los muristas
apoyarían la posición del gobierno de México ante el con-
flicto en Dominicana:

van a participar en la manifestación del día de hoy, han


elaborado unas mantas, en donde felicitan al licenciado
Gustavo Díaz Ordaz, por su política exterior, en lo que se
refiere a la República Dominicana... dichos dirigentes estu-
diantiles consideran que con estas mantas, la policía no
tratará de sabotearles la manifestación, como se ha estado
rumorando a pesar de que existe un permiso... para efectuar
dicha manifestación de protesta.

Curiosamente, el agente de la PJF llamaba acto de


“protesta” a un mitin a favor del gobierno. De hecho, y al
igual que otras organizaciones anticomunistas, el MURO no
externó críticas ni contra Adolfo López Mateos ni contra
Díaz Ordaz, sólo en el régimen de Echeverría se convertiría
en feroz opositor de un gobierno al que concebía como
“socializante”.
Sin embargo, en el caso del conflicto en Dominicana,
la política exterior de México recibió aplausos tanto de los
sectores de la izquierda como de la derecha dentro del país,
que respaldaron la actitud de México de mantenerse ajeno
y contrario a una intervención armada en ese país.

267
El Nacional enfatizó el apoyo que de los más diversos
personajes y sectores recibió Díaz Ordaz en esa ocasión,
entre ellos Lázaro Cárdenas, Carlos Trouyet, Felipe Gómez
Mont, Celestino Gazca y muchos otros.1
Ese mismo periódico señalaba que la tarde del 11 de
mayo de 1965, estudiantes y profesores de diversas
dependencias y grupos de la UNAM, particularmente de la
izquierda, se habían manifestado a favor de la política exte-
rior de México. Dicho acto, que tuvo lugar en el primer
cuadro de la ciudad, fue encabezado por ciclistas de la
preparatoria de Coapa.
El 25 de mayo de 1965, el agente 383 informaba que
el MURO podría trata de sabotear el mitin de solidaridad con
Vietnam del Norte, a realizarse ese día a las 18 horas, y “se
dice que enviará a varios de sus miembros para que apaguen
las luces de Humanidades y que si los organizadores, del
mitin, se trasladan a otra facultad, hará lo mismo”.2
El 2 de junio de 1965, el agente 330 señalaba que el
MURO se manifestaba contra la reunión de la Central Nacional
de Estudiantes Democráticos, que según las autoridades
policíacas contaba con el apoyo del rector Chávez, y que el
MURO calificaba a sus dirigentes como “comunistas
auspiciados por el rector”.
El 9 de junio de 1965, el agente 383 anunciaba que el
MURO lanzaría un manifiesto indicando “cuáles son los
estudiantes izquierdistas que esperan llegar a la presidencia
de la sociedad de alumnos” en Economía, Ciencias Políticas,
Derecho y Filosofía.
En su informe del 15 de junio de 1965, el agente 383
señalaba que el MURO planeaba lanzar gacetas en toda la
Ciudad Universitaria atacando a los grupos izquierdistas de
algunas escuelas superiores y acusando al rector Chávez

268
de solventar económicamente “algunas publicaciones de los
grupos izquierdistas”.3
El 17 de junio según informaba el agente 330,
Fernando Baños Urquijo denunció que el rector, Ignacio
Chávez, estaba instigando veladamente el movimiento de
médicos “no obstante que es un funcionario del régimen”.4
El 22 de junio de 1965, este agente informaba que los
estudiantes de periodismo estaban fundando un grupo
“anticomunista” de oposición a Enrique González Pedrero,
“se dice que los estudiantes son asesorados en sus actividades
por los líderes del MURO, lo que desde luego niegan, diciendo
que este grupo es independiente de los que ya existen”.
El 29 de junio de 1965, el agente 330 mencionaba la
desaparición de Virgilio R. de la Fuente, secretario general
de la Sociedad de Alumnos de la facultad de Derecho, y
añadía que el MURO expidió un boletín en el cual se afirmaba
que “la desaparición de Virgilio R. de la Fuente era sólo una
maniobra de los líderes estudiantiles comunistas de la
Universidad para seguir agitando...”5
El 25 de julio de 1965, precisamente en vísperas al
aniversario de la Revolución Cubana, el MURO protestó por
la supuesta intervención de miembros del PCM “no univer-
sitarios” que habían estado repartiendo propaganda, “en la
cual se instiga abiertamente a iniciar la lucha armada po-
pular en todo el país”.6
En su memorandum del 3 de agosto de 1965, el agente
330, que solía enterarse de los asuntos concernientes al MURO,
informaba que la mesa directiva de ese grupo había enviado
al titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE),
Antonio Carrillo Flores, un mensaje donde se le exigía que
pusiera fin a las actividades de “proselitismo” del embajador
de Cuba en México, Joaquín Hernández Armas, en particu-
lar, le pedían que “se expulse al mencionado embajador por

269
ser indeseable para México, a similitud de los diplomáticos
rusos Aksenov y Menisov, que en 1959 fueron expulsados
del país por instigar la huelga vallejista”. Según el MURO, la
petición estaba firmada por “más de mil estudiantes
universitarios de la facultad de Ingeniería y de la Escuela
Nacional de Arquitectura”.
Tres días después, el mismo agente reportaba que
ante la “creciente” campaña del MURO contra el embajador
de Cuba en México, y ante la solicitud del MURO para declarar
al embajador persona no grata, las autoridades de la SRE
enviaron al dirigente del Movimiento una nota en la cual, se
le pedía que en bien de la Política Internacional de México,
dicha organización estudiantil debía cesar en sus ataques
directos contra el diplomático cubano, pues a juicio de dicha
Secretaría, “cualquier diplomático acreditado en México, de
países considerados comunistas o capitalistas, pueden
abordar temas sobre sus países sin que ello signifique que
se haga propaganda ideológica”.
Además, la SRE notificaba al MURO que esa depen-
dencia había comprobado plenamente que las conferencias
dictadas por el embajador cubano en diferentes univer-
sidades estatales, sólo se habían referido a los adelantos y
beneficios alcanzados por su país a través de su revolución,

por lo que esas pláticas, expuestas ante estudiantes, en


nada perjudicó a estos ni al gobierno de México, por lo
cual se exhorta a dicha organización estudiantil a dar por
terminados sus ataques contra un diplomático acreditado
y reconocido por el régimen.

Nótese que la visión y las pesquisas propias de la SRE


no podían acercarse, como en el caso de otros dependencias
oficiales, entre ellas los organismos represivos, a la

270
concepción que el MURO tenía de las actividades “comunistas”
de determinados personajes. Es decir, evidentemente, el
MURO era visto de diferente manera por diferentes depen-
dencias oficiales con las que de alguna manera interactuaba.
El 5 de agosto de 1965, Baños Urquijo convocaba a
todas las Brigadas anticomunistas que el MURO tenía
distribuidas en las diferentes escuelas y facultades de la
Universidad, a una reunión general para “revisar el Plan de
actividades del movimiento y sus brigadas en su lucha con-
tra la infiltración comunista en la Universidad” y para renovar
los cuadros directivos de dichas brigadas.
La intención de esa reunión, de la cual informaba ese
día a sus superiores el agente 330, de la Policía Judicial
Federal, era también iniciar una campaña en contra de todos
los funcionarios y catedráticos de “tendencias comunistas
que usaran las aulas para hacer labor de proselitismo en
favor de su ideología”.7
El 11 de agosto, según el informe de la PGR a la
secretaría privada de Díaz Ordaz, el MURO había lanzado
una campaña de propaganda contra Enrique González
Pedrero como “uno de los más activos propagandistas del
comunismo en la universidad... para lo cual se darán a la
publicidad pruebas documentales de su liga con el comu-
nismo nacional e internacional.”
En ese mismo día, según el informe de la PGR,

el presidente del MURO en reunión con los líderes de ese


movimiento analizaban la situación de dicho grupo ante la
amenaza de las autoridades de la rectoría de suspender
por seis meses tanto al propio Baños Urquijo, como a todas
las cabezas visibles de la organización, con el pretexto de
los ataques que se están lanzando en contra del rector...

271
por su apoyo decidido a los grupos estudiantiles comu-
nistas de la Universidad y su colaboración con el em-
bajador cubano en México.

El 18 de agosto, el agente 330 informaba que la mesa


directiva del MURO criticaba la Semana Estudiantil Anti-
fascista organizada por la Sociedad de Alumnos de la Escuela
de Economía, pues según el MURO esos actos eran
“exclusivamente de propaganda comunista, que recurrían
al pretexto del antifascismo y del antiimperialismo”.
El 21 de agosto de 1965, de acuerdo con el agente
330, el MURO suspendería sus actividades de denuncia pública
contra Chávez con motivo del viaje de éste a Japón para
asistir a un Congreso de Cardiología. Pero “mientras tanto
aprovecharan el tiempo en recopilar datos y pruebas
documentales sobre las actividades comunistas de los
catedráticos y funcionarios universitarios...” 8
En septiembre de 1965, el MURO presentó una denuncia
de que en la UNAM había “un gang que opera la trata de
blancas”, en octubre del mismo año felicitaba al secretario
de la Defensa, Marcelino García Barragán por el proyecto
de acuartelar a los conscriptos. Unos meses después,
Manuel Buendía comentaba en El Día que por lo menos
dos generales con mando cayeron en la maniobra retórica
de la ultraderecha que consistía en apoyar el acuartelamiento
para inducir a los militares a manifestarse abiertamente
anticomunistas.
En noviembre del mismo año, el MURO criticaba a
Ignacio Chávez con motivo de su participación en un
homenaje al ex director del FCE, Arnaldo Orfila, quien había
sido destituido de ese cargo. Según el MURO, con ese acto
Chávez desafiaba al presidente Díaz Ordaz; a la vez, el
MURO apoyaba la destitución de Arnaldo Orfila Reynal y

272
calificaba de “enanos” y “malinchistas” a quienes como
Jesús Silva Herzog, y Enrique González Pedrero defendieron
al intelectual argentino.
Arnaldo Orfila había salido del FCE por órdenes de
Gustavo Díaz Ordaz, luego de que entre febrero y abril de
1965, la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística
(SMGE), a través de su presidente José Domingo Lavín y su
vicepresidente, Manuel Ramírez Arriaga, había denunciado
ante la PGR al autor estadounidense Oscar Lewis y al FCE
por la publicación del libro Los hijos de Sánchez, el cual a
juicio de la SMGE incurría en los delitos de disolución social,
difamación y ultrajes a la moral.9
La PGR absolvió al autor estadounidense y a la edi-
torial de esos cargos, pero como se ha mencionado Orfila
tuvo que salir del FCE, luego de lo cual fundó la editorial
Siglo XXI. En ese tiempo, Orfila se convirtió en uno de los
blancos principales de la persistente persecución del MURO.
El 21 de octubre de 1965, El Sol de México publicó:
“Llama el MURO ‘Demagogo’ al director general de las
escuelas normales rurales”, que era Alfonso Sierra Partida,
quien había afirmado que los jóvenes se inclinan hacia el
socialismo por desconocer la tradición histórica del país.
Según Fernando Baños Urquijo, esa declaración era
demagógica y manifestaba “una falsa postura de lealtad al
régimen pues es de sobra conocido que las Normales Rurales
son los principales focos de agitación comunista en el país.”
Según Baños, si Sierra Partida fuera congruente con
sus afirmaciones, debería liquidar los “focos de subversión”,
pues aseguraba: “La UCOCM y el Movimiento de Liberación
Nacional, es de sobra conocido, tienen sus principales fuentes
de reclutamiento en las normales rurales de todo el país...”
A fines de ese mismo mes, nuevamente el MURO
lanzaba una campaña contra las películas “pornográficas”,

273
“indecentes” y “procomunistas” que se proyectaban en las
salas universitarias, como en la facultad de Química, donde
se exhibían El bello Antonio, Divorcio a la italiana, Las
ganas locas, así como La madre, basada en la obra de
México Gorki y un documental cubano sobre la revolución
en ese país. Los muristas se quejaron de ello ante el di-
rector de la facultad, ingeniero Manuel Madrazo, y al no
obtener respuesta, optaron por irrumpir en el auditorio, donde
causaron destrozos y “gran escándalo”.10
En su memorandum del 23 de noviembre de 1965, el
agente 330 señalaba que el MURO estaba demandando la
“inmediata destitución” del abogado general de la Univer-
sidad, licenciado José Franco Serrato, a quien acusaban de
“malos tratos para con el alumnado y personal dependiente
del sindicato de trabajadores”, de esa universidad, así como
de “irregularidades administrativas” y de “perseguir y
calumniar constantemente a los dirigentes del MURO buscando
su expulsión”, pero el doctor Chávez comunicó a Fernando
Baños Urquijo que Serrato gozaba de la confianza de la
rectoría por la capacidad demostrada en el desempeño de
sus funciones por lo que la demanda del MURO era impro-
cedente y de manera rotunda, decía:

no se permitirá de ninguna manera, que con este pretexto


se inicie agitación alguna, ya que de ser así, se procederá
de inmediato contra los responsables intelectuales y
materiales, aplicándose las sanciones que procedan, in-
clusive la expulsión definitiva.11

Con motivo de ese ataque fueron detenidos los


estudiantes Edmundo Torres Almeida, Gerardo Rojas
Hernández, José Antonio Álvarez Sánchez y Guillermo

274
Bustamante, quienes a su vez acusaron al abogado de la
Universidad, José Franco Serrato, de no permitirles libertades
en la Universidad y le dieron el mote de Nuevo Torquemada.12
En ese mismo día, el agente 430 informaba que el
MURO había lanzado furiosos ataques contra los funcionarios
que por sí o a través de representantes estuvieron en el
homenaje al ex director del FCE, Arnaldo Orfila. Ese mismo
agente, había investigado también que Ramón Sánchez
Medal, “uno de los furibundos enemigos del libro de texto
gratuito” se estaba preparando a su vez para lanzar una
campaña contra las autoridades educativas, a mediados de
diciembre o principios de enero.
Un tercer agente, el 383, que ese día se ocupaba de
las actividades del MURO, informaba que ese grupo

se ha dirigido al doctor Jorge Hernández, rector de la


Universidad del Estado de México, solicitándole su
colaboración para que esta organización estudiantil pueda
llevar a cabo, en la citad Universidad del Estado de México,
una investigación tendiente a desenmascarar a determinados
dirigentes estudiantiles, que están en contubernio con algunos
estudiantes agitadores de la UNAM. Según se dijo, el
mencionado doctor Jorge Hernández, de ha ofrecido al MURO
toda su cooperación y al mismo tiempo, les ha indicado que
uno de los estudiantes de la UNAM que más agitan en esa
Universidad considerada como de provincia, lo es Rodolfo
Flores Urquiza, de la facultad de Derecho y miembro de la
Federación Universitaria de Sociedades de Alumnos.
Agregando los informantes que posteriormente el MURO
hará otras investigaciones en las Universidades de: Puebla,
Morelia, Michoacán, San Luis Potosí, Chihuahua y Mon-
terrey, N. L., para dar a conocer a todos los estudiantes del

275
país, la forma de trabajar de los agitadores profesionales,
que llevan la consigna de altos políticos de crear una
división para ellos sacar partido.

Días antes, el 15 de noviembre de 1965, Fernando


Baños Urquijo había acusado al abogado de la Universidad,
José Franco Serrato, de la investigación que realizaba el
cuerpo de vigilancia de la Universidad “con el fin de encontrar
elementos que permitan al abogado general pedir la expulsión
de los dirigentes de ese grupo”.
Según Baños “el Movimiento está llevando a cabo
una campaña tendiente a recolectar las quejas que haya de
parte del estudiantado en contra del mencionado abogado
para pedir su destitución”.
El 30 de noviembre, el agente 330 mencionaba que
ante la campaña del MURO en su contra, Arnaldo Orfila Reynal
había anunciado que lanzaría una serie de volantes y de propa-
ganda contra el MURO. En ese mismo día, en una reunión con
los dirigentes de las brigadas a universitarias anticomunistas,
Fernando Baños Urquijo anunció que lanzaría un manifiesto
para expresar la posición del movimiento, que según él

representa el modo de pensar no sólo de la mayoría de los


estudiantes de la Universidad, sino también del pueblo de
México, y para desenmascarar a los malinchistas y vende
patrias incrustados en la Universidad, que van desde el
rector, doctor Ignacio Chávez, hasta algunos funcionarios
menores..., concretamente Roberto Mantilla, secretario
general de la Universidad; Enrique González Pedrero, di-
rector de la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y
Sociales, Jesús Silva Herzog, decano de la Escuela Nacional
de Economía, doctor Ignacio González Guzmán, director
de Estudios de Ciencias Biológicas, y otros de menor

276
importancia, de los cuales se citarán todas sus actividades
pro comunistas.

También dijo el MURO que si Orfila cumplía su


promesa, ellos iniciarían una

campaña nacional para lograr que se declare a todos los


extranjeros comunistas incrustado en la Universidad,
incluyendo al propio Orfila, personas no gratas a México,
para que sean expulsados del país, ya que su influencia es
nociva para el estudiantado mexicano.13

En un informe fechado el 9 de noviembre de 1966, el


agente 430, de la PJF, mencionaba que en 1965, el MURO realizó
un atentado contra la Juventud Obrera Católica:14 “secuestró
a la tesorera y semanas después incendió el local de la
organización, que está en la colonia de los doctores”.15
También en 1966, la escritora Elena Poniatowska
había calificado a Puño, el periódico del MURO, como
“...periodiquillo asqueroso que tira 15 mil ejemplares y ojalá
se divulguen más para que el pueblo de México se diera
cuenta de lo que es un órgano nazi”.16

1
El Nacional, 12 de mayo, 1965.
2
AGN, GDO, secc. Secretaría privada, Informes de la PGR, 1965, vol. 203.
3
Ibid., vol. 204.
4
Id.
5
Ibid., vol. 203.
6
Id.
7
Id.
8
Ibid., vol. 205.
9
Excélsior, 7 de abril, 1965, segunda parte de la secc. A.

277
10
Romo Medrano, op. cit., p. 371.
11
AGN, GDO, Secretaría privada, Informes de la PGR, vol. 202.
12
Romo Medrano, op, cit.
13
AGN, GDO, Secretaría privada, Informes de la PGR, vol. 202.
14
La Juventud Obrera Católica se fundó en 1960. Al frente de ella quedaron
Nicolás Medina, Pedro Lara, Celestino Velázquez y como consejero
eclesiástico el sacerdote Rodolfo Escamilla. (Ricardo Pozas Horcasitas,
La democracia en blanco, el movimiento médico en México 1964-1965,
S. XXI, México, 1993, p. 267.
15
AGN, GDO, Secretaría privada, Informes de la PGR, vol. 205.
16
Archivo personal de Ignacio Chávez, carpeta UNAM, 1966.

278
CAPÍTULO XVI

EL ATENTADO CONTRA EL DÍA. NEXOS ANTICASTRISTAS

El 21 de mayo de 1965, el local del Instituto Mexicano Ruso


de Relaciones Culturales, situado en Reforma 128, sufrió un
misterioso ataque de terroristas que hicieron estallar contra
él dos granadas de mano presumiblemente de procedencia
estadounidense.
A las 0:30 horas del jueves 8 de julio de 1965, otra
granada de alto poder fue arrojada desde la calle al patio de
embarque de los talleres de El Día, en Sadi Carnot 98 A, el
artefacto explotó debajo del automóvil de subdirector del
periódico, Javier Romero, y sus esquirlas penetraron en los
muros hasta casi alcanzar los tanques de gas del edificio.
Según declaró la policía del Distrito Federal, la granada, de
las que usa el ejército de Estados Unidos y fechada en 1962,
fue lanzada desde la calle por Henry Agüeros Garcés, quien
había ingresado al país el 30 de junio de 1965, con una visa
de turista por tres meses y se había registrado en el hotel
Mónaco, de Guerrero 12, el 2 de julio con el nombre de
Jorge Frank Rozzi, proveniente de San Antonio.
Luego de lanzar el artefacto explosivo, el terrorista
había corrido dando la alarma de que había un incendio,
pero fue perseguido por el joven formador Raúl Arizmendi
Buendía y detenido en la calle de París por dos policías
bancarios.
De acuerdo con sus declaraciones, Henry Agüeros
pertenecía al Movimiento Nacionalista Cristiano, mismo que
contaba con el apoyo del ex mandatario cubano Prío Socarrás,

279
había nacido en Nueva York y perteneció a la armada
estadounidense y tenía su domicilio en 444 South West 4th
Avenue, Miami. Declaró además ser católico, anticastrista,
soltero y tener 26 años de edad. Sus estudios llegaban al nivel
de bachillerato.
Al momento de ser detenido, Agüeros llevaba un
portafolio vacío, unos pomos de brillantina marca Jockey
Club y en una cartera unas imágenes de vírgenes, un crucifijo
de plata y un billete de 20 dólares.
En la habitación 201 del hotel Mónaco, que el
terrorista ocupaba estaba guardada otra granada, idéntica a
la que se lanzó contra El Día y lista para hacerla explotar
en cualquier momento.
Entre las pertenencias que guardaba en su hotel se le
encontró también una cámara fotográfica y una fotografía
tamaño postal de la casa 128 de Reforma, donde se hallaba
el Instituto Mexicano Ruso de Relaciones, cuya biblioteca
fue el blanco de las granadas que contra él lanzó Agüeros
Garcés.
Luego de haber sido presentado al coronel Mendiolea
Cerecero, Agüeros fue fotografiado por la prensa durante
casi 20 minutos, durante este tiempo,

Agüeros obedeció sin decir palabra, todas las indicaciones


que le daban los fotógrafos, inalterable, frío, mirando a
todos con altivez. Vestía pantalón café oscuro, camisa
blanca de cuello abierto y saco café a cuadros un poco
más claros. Sentado, de pie, de frente, tres cuartos y de
perfil, con las manos firmes, sin gesto de movimiento,
soportó la prueba de la prensa que lo estudió y fotografió.
El saco tenía marca de Fortrext, Celanese, Nueva York.1

280
Además, en la Dirección de El Día se recibió un
sobre tamaño oficio, con sello de correo ordinario de México,
rotulado a lápiz, con letra de molde a nombre de Rodolfo
Dorantes (el subdirector fundador de ese periódico, que había
fallecido el 31 de octubre de 1964).

Dentro del sobre venía una hojita de papel en la que,


escritas con plumón de dibujante, se lee: Contra Moscú...
Contra Washington... Por Iberoamérica !!! Abajo, el sello
de una organización denominado Joven América, sección
Cubana. Y hacia la derecha, abajo también, otro sello, que
representa tres machetes cruzados a la mitad por una llave
y sobre este emblema, las letras MNC, iniciales de otra
organización llamada Movimiento Nacional Cristiano.
Pegada con cinta adhesiva transparente, una banderita
cubana venía anexa.

Al día siguiente, jerarcas de la Iglesia Católica y


dirigentes católicos condenaron el atentado. El prosecretario
del arzobispado y catedrático de la UIA, Luis Reynoso, dijo
que “Actos como éste no encierran de ninguna manera el
espíritu del cristianismo, mucho menos ahora que la Iglesia
ha establecido un diálogo ecuménico”.2
También el obispo auxiliar de México y vicario ge-
neral Francisco Orozco Lomelí, dijo que el atentado era
“reprobable en todos sentidos” y que “sin duda se trata de
un exaltado”.
Por su parte, Javier Wiechers, vicepresidente del
Movimiento Familiar Cristiano dijo desconocer la existencia
del MNC y agregó: “debe tratarse de un movimiento que, con
sede en Miami, es auspiciado por los cubanos exiliados que
en esa ciudad residen”.

281
Los interrogatorios a Agüeros, indicaron otros detalles
sobre la forma en que cometió el atentado contra El Día.
Antes del atentado, según su declaración,

fue a una iglesia de las calles de Madero donde se confesó


y comulgó, para después trasladarse a un restaurante y de
allí al cine Avenida... después de la función se dirigió al
periódico El Día, pero como estaba lloviendo y había
muchas gentes en el pórtico del edificio tuvo que regresar
(a su hotel) y se fue al cine Roble...en la fuente del mismo
cine cenó y luego salió con rumbo a El Día pero no pudo
arrojar la granada por lo que otra vez se fue a su hotel y en
la madrugada volvió y arrojó la granada.

Se supo también que había más involucrados en el


atentado. Agüeros había ingresado al país varias veces,
algunas de ellas sólo por unos días, luego de los cuales
regresaba a Miami.
En la ciudad de México,

... su primer contacto fue con el señor Manuel de la Isla


Paulín... cuando llegó Agüeros a esta capital por vez
primera, traía una carta para establecer contacto con De la
Isla Paulín, quien lo esperó en los corredores que llevan a
las pistas del Aeropuerto Internacional.
Ambos, para identificarse, llevarían como contraseña el
distintivo del Movimiento Nacional Cristiano, filial Joven
América, sección Cuba, que radica en los ciudad de Miami.

La carta de presentación que Agüeros entregó a De


la Isla Paulín había sido firmada personalmente por Aldo
Rosado, alias Alio, cabeza del MNC, quien vivía en 1128 North
West Avenue, Miami.

282
Por su parte, Agüeros era “ampliamente conocido
en los sectores ultraderechistas de Centro y Sudamérica, y
era identificado por sus contactos mexicanos como Ramiro”
además, se decía en la crónica de los hechos,

se asegura que es un experto en organización y realización


de actos de sabotaje que en varios ocasiones ha logrado
penetrar en la isla de Cuba en secreto. En la armada
norteamericana se hizo experto en radar y comunicaciones.

Interrogado por El Día el 11 de julio de 1965, Agüeros


dijo que había lanzado la bomba a El Día porque “es un
periódico que está ayudando con su propaganda al gobierno
de Fidel Castro Ruz”.3
Dijo también que el MNC había organizado atentado
en Argentina, y que había viajado ya tres veces a México,
llevando cuatro granadas: dos de ellas las usó contra el
Instituto Mexicano Ruso, la tercera contra El Día, y la cuarta
que no llegó a usar y quedó guardada en el clóset de la
habitación que ocupaba en el mencionado hotel.
Refriéndose al movimiento Joven América, Agüeros
dijo que “son jóvenes de todos los países americanos que
están dedicados a la lucha contra el comunismo”. En un
primer momento, dijo también que no conocía al MURO.
Detenido por la policía, Manuel de la Isla Paulín, declaró
no pertenecer al MURO, contrariamente a lo que se había
afirmado públicamente. Pero cabe recordar que en páginas
anteriores de este libro se ha reproducido una carta en la que
se acusaba a Paulín de ser organizador del MURO en Celaya.
Con motivo del atentado, se afirmó que el MURO “está afiliado
a diversas agrupaciones secretas de ultraderecha con
ramificaciones en León, Guadalajara y Puebla”.

283
Sin embargo, según declaraciones del entonces jefe
de la policía Raúl Mendiolea Cerecero, publicadas el 11 de
julio en el periódico La Prensa:

Lo ocurrido en los edificios del Instituto de Intercambio


Cultural México Rusia y en el periódico El Día es producto
de un bien trazado plan en el que están coludidos grupos
organizados en Miami, Florida, y organismos “estu-
diantiles” de México, como el MURO.

De acuerdo con las declaraciones de De la Isla Paulín,


publicadas en El Día, había establecido contacto con Rosado
Tuero mediante cartas que este último le escribió a la Revista
Nacional, donde Manuel de la Isla Paulín trabajó como jefe
de redacción. La revista, que se imprimía en los talleres de
Publicaciones Llergo, S.A. y cuya efímera existencia incluyó
sólo doce números, del 25 de septiembre de 1964 al 16 de
junio de 1965,4 estaba dirigida por Jorge Siegrist y en su
lista de colaboradores encontramos nombres muy impor-
tantes dentro de la ultraderecha de la época y especialmente
vinculados al MURO como patrocinadores, organizadores,
simpatizantes o ideólogos: Salvador Borrego, Jesús Guisa y
Acevedo, Alfonso Junco, Iñigo Laviada, Agustín Navarro
Vázquez, David Orozco Romo, Jorge Prieto Laurens,5 Rubén
Salazar Mallén, Ramón Sánchez Medal, Luis Vega y Monroy
6
y Hugo Salinas Price. Todos ellos aparecen como
personajes importantes en este libro. En las páginas de la
Revista Nacional se publicaron algunos trabajos de Manuel
de la Isla Paulín, entre ellos, el reportaje “El caso
Guanajuato”, 7 donde defendía a la Unión Nacional
Sinarquista; también reseñas de libros, algunos de ellos:
Derrota Mundial, de Salvador Borrego y Complot contra

284
la Iglesia, de Maurice Pinoy. En sus textos, al mismo tiempo
que Paulín expresaba sus convicciones anticomunistas,
criticaba a religiosos progresistas como el jesuita Felipe
Pardinas.
En uno de sus artículos, publicado en 1980, Buendía
señalaba acerca de la Revista Nacional:

Uno de los anunciantes en la revista de Siegrist era, por


ejemplo, la John Birch Society, conocida y benemérita
organización de los nazis estadounidenses. En las mismas
páginas abundaron siempre fotos y viñetas de Mussolini
y Hitler. Ambos salían bellísimos y eran propuestos como
modelos que debían imitar los jóvenes lectores mexicanos.
En más de dos ocasiones se publicaron artículos exigiendo
al gobierno de México la expulsión de funcionarios de origen
judío.
La organización Ordine Nuovo, del partido neofascista
italiano, enviaba habitualmente colaboraciones a Revista
Nacional...”8

Según Buendía, en la época en que Siegrist fundó la


Revista Nacional mantenía estrechas relaciones con Fran-
cisco Venegas, quien desde 1958 había sido subdirector de
información de la Secretaría de Gobernación, cuyo titular a
lo largo de todo el sexenio fue Gustavo Díaz Ordaz. A decir
de Buendía, Venegas apoyaba a los Tecos que llegaban a la
ciudad de México, además de que se convirtió en

el verdadero dirigente del Frente Universitario Antico-


munista, con oficinas en la avenida Universidad. El mem-
brete ha sobrevivido a lo largo de los años, como matriz
para diversas organizaciones neofascistas.

285
Cuando Venegas hizo contacto con Jorge Siegrist Clamont,
se inició la etapa más brillante... y violenta. Siegrist, alto,
fuerte, valeroso y con mucho dinero en el bolsillo —su
padre era el representante de la Anderson and Clayton en
México— fue proyectado como líder del grupo que asaltaría
la dirección de la FEU. Esto ocurrió en 1955.9

Con motivo del bombazo contra El Día, la edición de


La Prensa del 13 de julio de 1965 añadía acerca de Siegrist
que “...tiene infinidad de antecedentes policíacos, entre otros
los de terrorista”.
Proseguía ese periódico: “Al informar lo anterior,
agentes policíacos dijeron que Manuel de la Isla Paulín es
fundador de la organización universitaria que lleva las siglas
MURO, la cual es manejada por derechistas”.
De acuerdo a la información publicada por La
Prensa, la policía hizo saber que Manuel de la Isla Paulín
formaba parte y hasta dirigía “nefastas organizaciones que
funcionan en Morelia, Guadalajara, León, Puebla y el DF,
aparentemente auspiciadas por católicos”.
Prosigue ese periódico:

en círculos policíacos se comentó asimismo que tales


organizaciones tenían centros de adiestramiento en
Michoacán y Puebla, y que estaban en contacto con grupos
anticastristas para llevar a cabo desórdenes en el país.

Al cerrar la Revista Nacional, De la Isla Paulín


trabajó en El Sol de mediodía, y al ser aprehendido su
domicilio estaba en Tamaulipas 134. El entonces jefe de los
servicios especiales de la policía capitalina, coronel
Mendiolea Cerecero, halló al detenido “sumamente rejego”,
aunque dijo “todo lo necesario para los fines policiales”.

286
Por su parte, Mendiolea le dijo al joven terrorista:
“antes de meterse en estos asuntos debió usted de haber
previsto las consecuencias que le traería”.
De la Isla Paulín, de 26 años, elegantemente vestido,
nervioso pero con actitud arrogante declaró ante la policía y
los reporteros que era estudiante de Derecho en la Univer-
sidad de Querétaro. Posteriormente, Paulín afirmaría tam-
bién que en el año de 1962 empezó a tener relaciones con
exiliados cubanos de ideas contrarias al gobierno de Castro
Ruz y que fueron varios grupos, entre ellos, el Directorio
Revolucionario Estudiantil, el Directorio Revolucionario
Magisterial y el Movimiento Montecristo.
Desde hacía “algunos años” tenía relación con Aldo
Rosado, quien también se hacía llamar Carbozo. De
acuerdo con las declaraciones de Agüeros, Rosado ya le
había explicado a Paulín la misión con el que el primero de
ellos venía a México en abril de 1965. Inicialmente los
objetivos eran las embajadas de la URSS y de Cuba, pero
ante la dificultad que esos blancos ofrecían, pues había en
ellas siempre vigilancia policíaca, se cambiaron por el Instituto
Mexicano Ruso y El Día. “Paulín iba a conseguir las
granadas, pero luego se echó para atrás y estas fueron
proporcionadas por Aldo Rosado”.
Agüeros pidió que le consiguieran además un coche
para huir luego de cometer el atentado. Para ello, le dijeron
que se comunicara con “Daniel, del MURO”. Se trataba de
Daniel Ituarte Reynaud, estudiante de segundo año de
Derecho, y quien era empleado del Banco de Londres y
México. En sus declaraciones, dijo haber estudiado la
secundaria en el Colegio México y la primaria en Monterrey,
en el Franco Mexicano y tenía su domicilio en Baja Califor-
nia 350. Declaró también ser sobrino del ex presidente del
PAN, de la ACJM y presidente honorario de la ACM, Alfonso

287
Ituarte Servín10 y haber conocido a Agüeros Garcés a través
de Arturo Manuel Hernández Díaz. Ituarte también señaló
que no pertenecía al MURO, “...ni a ningún movimiento, ni a
ningún partido, ni nada...” Sin embargo, posteriormente diría
que conocía desde hacía tres años a Paulín y a Hernández
Díaz “porque los tres pertenecían al sector juvenil del PAN”.11
De hecho, se sabe que Daniel Ituarte pertenencía al PAN
desde 1959;12 por otro lado, la DFS mencionaría en 1970 que
Hernández Díaz era sobrino de Salvador Borrego.
Según Ituarte, “estas personas” le hicieron aparecer
sin su conocimiento como jefe de redacción del periódico que
publicaba el Frente Patriota de México, pero que el jefe del
PAN le dijo que debía separarse de ese periódico y del Frente
Universitario Nacionalista, que a través de esas publicaciones
se atacó a varias personas del PAN por lo que “decidió que no
era conveniente seguir con ellos y no volvió a verlos más”.
Cabe mencionar que el 12 de julio de 1965, el diputado
panista Felipe Gómez Mont condenó los atentados diciendo
que

los métodos terrorista no son de cristianos son condenables


todos los métodos ilícitos. Quiero recordar que los bolche-
viques fueron los primeros en hacer uso de la violencia y del
terrorismo. Pero en estos días, cualquiera quiere hacer uso
de esa escuela. Eso no es permisible. También recalcó la
gravedad que revestía atacar a una biblioteca, como ocurrió
en el atentado contra el Instituto Mexicano Ruso (IMR).13

Al día siguiente, el Regente de hierro, Ernesto


Peralta Uruchurtu hacía las siguientes declaraciones: “No
tolerará México atentados de tipo terrorista o anárquico”..
El regente añadía “con la energía que le es característica”,

288
al ser entrevistado en el Palacio Nacional: “...estaremos
pendientes para que no se repitan atentados de esta
naturaleza”.14
El 10 de julio, el MURO negó haber tenido participación
“directa ni indirecta en el atentado contra El Día” y afirmó
que Paulín no pertenecía a ese grupo, pero no dijo lo mismo
respecto de Ituarte Reynaud.15
Por su parte, en 1965 la DFS tenía identificado a Manuel
de la Isla Paulín como uno de los dirigentes del MURO,
presidente del Frente Patriota de México, ex jefe de redacción
de la Revista Nacional y actual empleado de El Sol de
México. 16
Otros dirigentes del MURO que al igual que De la Isla
Paulín ocupaban cargos en el Frente Patriota Nacional eran:
Gustavo Serrano Limón, estudiante de Ciencias Químicas
en la UNAM y presidente del Comité Regional del Frente
Patriota de México, así como José Antonio Bravo, quien
representaba a ese frente en León, Guanajuato.17
Al igual que a Hernández Díaz, a Ituarte se le acusó
de no haber avisado a la policía de las actividades terroristas
pese a saber de ellas. Arturo Manuel Hernández Díaz, de
23 años, chihuahuense, soltero y católico, trabajaba como
reportero en El Sol de México y se había puesto en contacto
con Agüeros a través de Manuel de la Isla y declaró que los
tres pertenecían al Frente Patriota de México, organización
tradicionalista y anticomunista.
Daniel Ituarte dijo conocer a Agüeros desde mayo
de 1965. Sabía que Agüeros iba a poner la bomba en el
Instituto Mexicano Ruso, pero no dijo nada. Al justificarse
ante la prensa afirmó: “...yo nunca creía que ese muchacho,
como yo lo vi tan desanimado, que cuando me platicó sus
planes, no le concedí ninguna importancia...”

289
Agüeros buscó a Ituarte en el Banco y se entrevistó
con él. Le comentó su plan de lanzar bombas contra las
embajadas pero ante las dificultades que ello presentaba
modificó el objetivo por el del Instituto Mexicano Ruso (IMR).
Además, le pidió a Ituarte ayuda para conseguir el automóvil
en el que planeaba fugarse luego de haber cometido el
atentado. Pero Ituarte, según declaró: “...no estuvo de
acuerdo en los hechos que iban a registrarse ni en el papel
que le tocaba desempeñar y entonces Agüeros se mostró
desconsolado, por lo que dijo que regresaría a Miami”.
Agüeros se entrevistó una segunda vez con Ituarte.
El empleado bancario se negó a proporcionar el automóvil,
o mejor dicho a esperar con un automóvil cerca del lugar
del atentado. Y Agüeros le pidió entonces que no fuera a
revelar nada de esos planes.
En sus declaraciones, Agüeros Garcés aclaró:

el empleado bancario se llama efectivamente Daniel, pero


que su apellido no es Del Muro, sino que esto último
corresponde a una agrupación política denominada MURO,
Movimiento Universitario de Renovadora Orientación.

Luego de haber arrojado las granadas al IMR, lo cual


tuvo que hacer solo, Agüeros se entrevistó de nuevo con Paulín

quien por medio de los diarios se había enterado del


atentado y se mostraba sorprendido porque... había
consumado el atentado y... los dos se dirigieron a la cen-
tral telefónica para informarle a Aldo del éxito de la misión
y que fue De la Isla quien dio el informe directamente a
Aldo, ya que (Agüeros) no habló porque es tartamudo y
porque además andaba muy nervioso... regresó a Miami el

290
domingo 13 de mayo y recibió calurosas felicitaciones de
parte de su jefe.

En declaraciones posteriores, Paulín e Ituarte se


contradijeron, pues el primero de ellos dijo que Arturo
Hernández no conocía la finalidad de los viajes de Agüeros,
pero sí el propio Paulín como Ituarte.
Este último también modificó sus declaraciones
cuando dijo que Agüeros nunca le había hablado de sus
intenciones, pero que él había sospechado de ellas

...se imaginó siempre algo fuera de la ley y que como su


convicción es de no causar nunca nada malo a ningún
hombre o clase social en nuestro país, siempre hubo
imposibilidad material para haberle suministrado auxilio.

También dijo que observaba en Agüeros rasgos mo-


rales de enfermo mental.
Paulín y Reynaud se contradijeron insistentemente
en la participación de Hernández, pues el primero decía que
él presentó a Agüeros con Reynaud y éste insistía en que
fue Arturo Hernández quien lo hizo.
Se sabe que Daniel Ituarte fue defendido por el
licenciado Adolfo Aguilar y Quevedo.18 A Agüeros, por su
parte, se le nombró un defensor de oficio, que fue el
licenciado Carlos Herrera Marmolejo.
El 16 de julio, Ituarte quedó en libertad bajo fianza,
pues su condena hubiera sido de dos años, por encubrimiento.
Antes de salir de la Cárcel Preventiva, aseguró que “en la
oficina del coronel Raúl Mendiolea Cerecero fue presionado
moralmente para decirlo que no quería decir” e inculpó de
esa presión a “un licenciado”.

291
El 18 de julio de 1965, los acusados fueron declarados
formalmente presos, aunque Hernández alcanzaría también
la libertad bajo fianza, acusado igual que Reynaud de encu-
brimiento. Agüeros fue condenado por daño en propiedad
ajena, y de portación e importación de arma prohibida. Por
su parte, De la Isla fue considerado coautor de esos delitos.
Un memorandum que en octubre de 1968 fue enviado
al entonces secretario de gobernación Luis Echeverría
Álvarez,19 señalaba:

Poco antes del nacimiento de la revista Por Qué se dio un


cóctel al licenciado Carlos Madrazo por los integrantes de
la revista Gente. En esa reunión, Mario Menéndez invitó a
Manuel de la Isla para que colaborara en ¿Por Qué? De la
Isla a su vez invitó a Alice Goldnik, fotógrafa, a Elena Garro
y otras personas más, todas colaboradoras de la revista
Gente.

De la Isla escribió efectivamente en la revista Por


Qué. Por ejemplo, en las páginas 10, 11 y 12 del número
correspondiente a febrero de 1968 se publica un artículo
suyo sobre la deuda externa de México titulado “¿No tiene
límite la solvencia de México?”, donde afirma que “la ha-
cienda pública de México va por el camino del déficit. Año
con año, la deuda aumenta, en tanto que disminuyen los
ingresos ordinarios”.
Más aún, Manuel de la Isla P. aparece como secretario
de redacción en el directorio de Por qué, cuyo jefe de
redacción era Roger Menéndez Rodríguez y su subdirector,
Ricardo Capetillo.
En el número 2 de Por qué, del 13 de marzo de 1968,
se publica el artículo “El drama de la educación en México”

292
de Manuel de la Isla P., donde se afirma que la demanda de
educación no se agrava por la sobrepoblación, pues

... el alto nivel de crecimiento demográfico, lejos de ser un


factor de retroceso en nuestro país, lo es potencialmente
de desarrollo. Por ahora estamos muy lejos de alcanzar la
cifra de población necesaria para la explotación de los re-
cursos naturales y la integración de los mercados regio-
nales y nacionales de producción y consumo. Por ello,
todas las experimentaciones antinatales que en nuestro
país realizan extranjeros al servicio de oscuros intereses
internacionales deben ser consideradores como perju-
diciales y sus actividades prohibidas por las autoridades.
La solución no está en reducir la natalidad. La solución
está en estructurar un vasto sistema educacional...20

En el número 5 de Por qué, De la Isla ya no aparece


como secretario de redacción, sino como colaborador, al
lado de Laura Bolaños, Heberto Castillo, Marco Antonio
Flota, Juan García Ponce, Elena Garro, Gisele Halimi, Jean
Lacouture y otros. En ese número de dicha revista se pu-
blica un artículo de Manuel de la Isla donde afima que México
se encontraba al borde de la inflación.
Posteriormente, Manuel de la Isla dejó de ser cola-
borador de Por qué,21 pero él y Arturo Manuel Hernández
reparecerán en 1971 como fundadores de un grupo derechista
denominado Guardia Nueva.
En 1972, Manuel Buendía dijo que Paulín era la misma
persona que había pronunciado elogios públicos a Mussolini
durante una misa celebrada para rogar por el eterno des-
canso del dictador ese mismo año. Agüeros Garcés
reaparecía como firmante de una petición de indulto en favor

293
de Manuel Quintana Valdés, ex miembro del ejército de
Batista, sentenciado en 1962 por las autoridades mexicanas
a 40 años de prisión por el asesinato del escritor español
José Almoina Mateos. En junio de 1972, Paulín había sido
detenido por la policía para ser interrogado en torno a unos
atentados dinamiteros.22 Después de 16 años, en 1988, el
nombre de Manuel de la Isla Paulín aparece como uno de
los redactores de la revista Activa, y lo encontramos, por
ejemplo, en el número del 23 de abril de 1988, en que dicha
revista abordaba el tema de la clausura de la exposición de
Rolando de la Rosa en el Museo de Arte Moderno, con una
portada que decía “Indignación en el MAM”. Cabe recordar
que el 23 de enero de ese año, el Comité Nacional Provida,
encabezado por Jorge Serrano Limón, al igual que otras
organizaciones como la Unión Nacional Sinarquista y la UNPF
organizaron una protesta contra esa exposición por consi-
derarla “irreverente” y de hecho invadieron las instalaciones
del MAM y lograron que las autoridades clausuraran la
exposición.
La historia posterior de Daniel Ituarte, es mucho más
sorprendente. Se tituló como licenciado en derecho y luego
estudió alta dirección de empresas en el IPADE de Guada-
lajara; de 1966 a 1968, fue gerente del Banco de Londres y
México; y de 1968 a 1971, del Banco Industrial de Jalisco y
de Financiera Industrial de Jalisco; de 1971 a 1978, así como
vicepresidente y presidente del Grupo Industrial Diel, de
1988 a 1991 y de 1991 a 1996, respectivamente. En 1995
fue elegido presidente municipal de Zapopan a pesar de
que durante su campaña se dio a conocer la información
acerca de su participación en el atentado terrorista en 1965.
Fue acusado de nepotismo y malos manejos en el ejercicio
de ese cargo, que abandonó en 1996, pero a partir de 1998

294
fue nombrado secretario de Seguridad Pública, Previsión y
Readaptación Social de Jalisco.
Por otra parte, el 14 de julio de 1965, El Día publicó
una extensa entrevista con tres dirigentes anticastristas de
Miami, entre ellos Aldo Rosado. De acuerdo con ellos, el
Movimiento Nacionalista Cristiano (MNC), fundado el 19 de
julio de 1962 en Miami como sección cubana de Joven
América, Admitía lo siguiente:

Nos hemos hecho responsables del atentado a El Día y de


todas sus consecuencias. Predicamos y practicamos el te-
rror de cruzados. Implantaremos el estado totalitario en
toda América mediante la fuera revolucionaria no conven-
cional. El MURO pertenece a nuestra organización.

Afirmaban también que en la democracia se emiten


opiniones y “reprobamos esto totalmente”. Advertían al corres-
ponsal de El Día: “Dígale al director y demás redactores que
la próxima vez será para ellos”.
Asimismo, revelaban que el Movimiento Joven
América, al cual pertenecía el MNC, era una filial de Joven
Europa, con sede en Bruselas.
Vestidos con uniforme —camisa gris con mangas
cortas, insignia en la manga izquierda y pantalones del mismo
color— explicaron el significado de la insignia del MNC: los
tres machetes simbolizaban la familia, el municipio y el
sindicato, la llave que los cruzaba era la misión de Cuba
como llave del Caribe. Dicha insignia se inspiraba en la de
la Falange Española y la del fascismo, y su saludo era al
estilo romano, el brazo en alto y la mano extendida: “más
higiénico que dar la mano y más noble que el odio del puño
cerrado”.

295
En la entrevista, elogiaron a figuras como José
Antonio Primo de Rivera: “Ojalá pudiéramos emular o
surgiera entre nosotros un José Antonio Primo de Rivera”.
Dos días después, el 16 de julio, El Día presentaba
otra entrevista con miembros de una organización terrorista
anticastrista denominada Movimiento Nacionalista Cubano,
que colaboraba con el Movimiento Nacionalista Cristiano.
Dicho Movimiento Nacionalista Cubano aceptaba su
carácter pronazi, sostenía la tesis del complot judeo masónico
mundial y afirmaba que: “eso de que Hitler matara judíos es
todo un cuento. Fíjese la cantidad que queda”.
Por su parte, en su informe del 15 de julio de 1965, el
agente 330 de la PJF informaba que ese día el MURO difundió
una circular donde negaba que ese grupo tuviera vínculos
con organizaciones terroristas como las que llevaron a cabo
el atentado contra El Día y que “tampoco tiene ninguna
relación con los grupos de exiliados cubanos en México o
en Miami”.23
Al día siguiente, el mismo agente señalaba:

los grupos de izquierda, trotskistas y marxistas leninistas,


van a organizar un frente común para enfrentarse al
Movimiento y, por principio de cuentas, dicen que demos-
trarán con pruebas documentales que el llamado Movi-
miento Universitario de Renovadora Orientación, sí tiene
relaciones con el Movimiento Nacionalista Cristiana, con
sede en Miami, y por lo tanto está enterado de programa
de actividades terroristas que se proyecta realizar en
México, dos de cuyos actos ya han sido efectuados, y de
otros que se efectuarán sin que se sepa la fecha precisa,
en contra de las embajadas cubana y rusa simultáneamente
y, en contra de los asistentes al Congreso de Solidaridad
con Cuba, si éste se efectúa en esta ciudad.24

296
Por su parte, el MURO dijo estar dispuesto a “presentar
la lucha a los comunistas de la Universidad”, poniéndose “a
la cabeza de los cristianos de México que desean conservar
su libertad y su dignidad”.
Los muristas argumentaban que las doctrinas
comunistas no tendrían éxito en México porque los
ciudadanos católicos sumaban, decían ellos, “el 99 por ciento
de la población”.25
En su informe del 21 de septiembre de 1965, el agente
430 de la PJF mencionaba que la “banda pronazi” que atacó
El Día tenía formulada una lista de altos funcionarios
“judaizantes”. Dice:

Empero, tan solo se aclaró a medias lo del atentado dina-


mitero, y no se ha penetrado (sic) en otros actos criminales
(como el secuestro y tortura de un periodista, hecho del
cual tomó nota la Procuraduría del Distrito).
Estará esperándose que esta agrupación comience a
ejecutar a los altos funcionarios mexicanos a quienes acusa
de judaizantes o procomunistas.
La ejecución incluye, por supuesto, el atentado personal
disfrazado de mil maneras, pero también considera la
posibilidad de campañas de difamación, de calumnia, de
murmuraciones, de desprestigio, en fin.
Uno de los ejemplos podría ser el tipo de ataques de que
se ha hecho, se hace y se hará(objeto) al rector doctor
Ignacio Chávez, uno de los objetivos predilectos de estos
grupos. Los ataques —según puede comprobarse— han
ido desde las diatribas hasta balaceras contra su casa a
altas horas de la noche.

En su mismo informe, el agente 430 recomendaba


poner atención a las informaciones publicadas en días

297
anteriores en la prensa nacional, acerca de un grupo de
extrema derecha en Venezuela, que descubrió la policía de
ese país y que estaba constituido por extremistas “pronazis”
quienes

ya habían ametrallado una escuela y una sinagoga, y tenían


formulada una lista de altos funcionarios, encabezada por
el presidente de la República, a los que se acusaba de
“judaizantes” y para los que tenían preparado algún tipo
de atentado.26

En su informe del 19 de enero de 1966, el agente 330


hacía referencia a una “coalición” de grupos de derecha,
entre los que se contaban el MURO, la Liga Estudiantil Cris-
tiana, la Liga Universitaria Nacionalista, la Liga Universitaria
Reestructuradora, el Frente Patriótico y la Vanguardia Inte-
gradora de la Mexicanidad. Según organizaciones de la
izquierda, esos grupos

estaban por lograr con la ayuda monetaria de algunos


funcionarios de la Banca y de la Industria Privada, la libertad
de Manuel de la Isla Paulín, acusado por haber lanzado
una granada contra un diario de esta ciudad, al cual una
vez libre, se le ofrecerá una fiesta en una casa particular
ubicada en las calles de Maricopa, Colonia Obregón
Insurgentes, de la cual se ignora el número y se le premiará
por su acción con un viaje a España con todos los gastos
pagados, de todo lo cual no hará mención la prensa, según
alardean los grupos reaccionarios, por contar con la
colaboración de varios periodistas de derecha conectados
con funcionarios de regímenes pasados.

298
En ese mismo informe, el agente 330 mencionaba:

se supo también que la CNED dará a conocer los planes de


grupos derechistas, que van desde la fabricación de
artefactos explosivos, y su detonación, hasta el secuestro
y golpizas a los lideres universitarios de izquierda para
tratar de intimidarlos.

Buen conocedor de la extrema derecha mexicana, a


juzgar por sus informes, el agente 430 señalaba en su memo-
randum del 5 de enero de 1967:

Según informes que acabamos de recibir de fuente


absolutamente digna de crédito, los dos reporteros de El
Sol de México que participaron en el atentado dinamitero
contra El Día fueron ascendidos dentro de la cadena García
Valseca, al salir de la cárcel.

Cabe recordar que los dos involucrados en el atentado


a El Día que trabajaban en El Sol eran Manuel de la Isla
Paulín y Arturo Manuel Hernández Díaz.
Prosigue el informe el agente 430:

Según la misma fuente, quien les propició el ascenso fue


naturalmente Salvador Borrego, verdadero director de la
cadena García Valseca, aunque sin nombramiento oficial,
cerebro de los neonazis en México y autor de varios libros
sobre la misma doctrina, como América Peligra y Derrota
Mundial.27

Cabe mencionar que a fines de 1965, la DFS reportaba


la composición del MURO, tanto pública como su estructura
confidencial. Además de Baños Urquijo, Sánchez Steinpreis,

299
De la Isla Paulín, José Antonio Bravo y Serrano Limón; esa
dependencia mencionaba a Carlos Cuesta Gallardo, jefe de
los Tecos, organizador seccional en Guadalajara, al igual
que a Pedro Turati, Jorge Calderón, ingeniero Jorge Plata e
ingeniero Ramón Plata, señalaba que este último parecía
ser el jefe de las organizaciones secretas del MURO.28
Citaba como lugares de reunión de los miembros del
MURO, el Club Lasallista de Insurgentes Sur y el Colegio
Simón Bolívar.

Siegrist
Antes de continuar con el relato de las actividades del MURO
es pertinente ofrecer algunos datos adicionales acerca de
un personaje que si bien hoy está olvidado, fue clave para
varias organizaciones extremistas de los años cincuenta y
sesenta: Jorge Siegrist Clamont.

Persona de extracción acentuadamente burguesa (casa fa-


miliar en colonia residencial, estudios en colegios parti-
culares confesionales, prácticas religiosas permanentes,
etcétera) tenía, sin embargo, un excepcional carisma que lo
convirtió en líder natural de los grupos en que participó.
Su fortaleza física y su arrojo personal le ganaron premi-
nencia entre los propios elementos de la clase baja, entre
los que reclutó sus grupos de choque y quienes tienen,
como valor principal, actitudes de esta naturaleza.
La “Autonomía Universitaria” y la “Unidad Estudiantil”
fueron banderas abstractas que caracterizaron su lucha.
Siegrist, que era un constante adversario de la Ley Orgánica,
fue yerno de Eugenio Prado, Gerente del Ingenio de Eca-
tepec, y político de cierta importancia en su época, tuvo

300
impunidad para organizar reiterados ataques contra los
dctores Alfonso Caso, primero, y Nabor Carrillo, después.29

El propio Siegrist hace un relato detallado, que vale


la pena citar en extenso, acerca de la formación de su
militancia política estudiantil, a partir de la cual pasaría
después a ser dirigente del PNM.

En 1956, existían dos organizaciones estudiantiles de


verdadera importancia: la Federación Estudiantil
Universitaria (y la Confederación Estudiantil Universitaria)
y la Confederación Nacional de Estudiantes. La primera se
concretaba a las sociedades de alumnos de la UNAM, y la
segunda, como su nombre lo señala, incorporaba también
a las federaciones estatales y sociedades estudiantiles de
provincia. Cada año el número de escuelas de la UNAM, que
se afiliaba a la confederación variaba en función de la
tendencia de los dirigentes en turno, o aún de sus simples
relaciones amistosas.
La CNE era un organismo de gran tradición en las luchas
estudiantiles a favor de la reforma y autonomía univer-
sitarias. Las banderas que levantaron los universitarios en
1919 en Córdoba, Argentina, fueron sostenidas por
nosotros incansablemente. A la libertad de cátedra y la
plena autonomía de las universidades dedicamos, como
dirigentes estudiantiles, todo nuestro empeño. Mi ex-
pulsión de la Universidad no fue suficiente para acabar
con nuestra lucha; se hubiera tenido que expulsar conmigo
a miles de Universitarios. La ideología de la CNE se nutría
en el pensamiento de los mejores hombres de México:
Herrera y Lasso y José Vasconcelos fueron siempre
maestrosy guías de nuestra acción.

301
El año de 1951 en Monterrey, NL, la Confederación celebra
su XIX Congreso Nacional y se reorganiza después de
varios años de inactividad. Con la representación de la
facultad de Derecho de la UNAM, y como vicepresidente de
la FEU asisto a dicho congreso y soy electo presidente
para un periodo de 2 años. Durante ese tiempo no hubo
entidad que no visitáramos para alentar el movimiento
juvenil a nivel nacional y justificar nuestra organización
hasta convertirla en la primera fuerza estudiantil del país.
Se llevaron a cabo múltiples congresos regionales y se
participó solidariamente en todos los problemas de carácter
local por los que atravesaron las federaciones afiliadas. La
fuerza y el prestigio de la Confederación reverdecían lauros.
Nuestro estado mayor estaba formado principalmente por
estudiantes de Leyes, Ingeniería y la Libre de Derecho.
La CNE no tenía una filiación política oficial, sin embargo,
algunos de sus principales líderes militaban dentro de las
filas del PAN (Gutiérrez Vega, Rodríguez Lapuente, Fernando
de la Hoz. Estos tres expulsados por divergencias de
criterio y algún otro como J. Blanco Sánchez, actual y varias
veces diputado federal). A casi todos nos identificaba
también el hecho de ser egresados de colegios particulares
(lasallistas, maristas, jesuitas, etcétera). Muchos de los
principales dirigentes de la CNE eran estudiantes sobre-
salientes y oradores internacionalmente laureados: a las
filas de la CNE se incorporaban los dirigentes provincianos
que emigraban a la capital, estos a su vez mantenían ligas
con sus sucesores en el interior y así la fuerza de la CNE era
acumulativa. Ejemplo de lo anterior eran los grupos de
Jalisco (Tecos y Conejos) o Aguascalientes (Pérez Génera,
Ignacio Ríos, etcétera); reforzaban también las filas de la
Confederación todos los que acudían a ella en busca de

302
ayuda para la solución de sus problemas académicos,
económicos, etcétera.
Para 1953 en la Ciudad de Durango se convocó al XX
Congreso. Este se realizó bajo la presidencia honoraria del
Maestro de América: José Vasconcelos.
... ese año, casi la totalidad de las delegaciones que
conformaban el XX Cogreso Nacional votaron mi reelección
para el periodo 1953-1955... Mi vicepresidente, Armando
Ávila Sotomayor, que era militante activo de Acción
Nacional, pretendió infiltrar las delegaciones estatales.
Desde el primer momento la violencia estuvo presente en
la reunión de Durango. Los motivos no fueron siempre
políticos, a veces era simple producto de unas copas más
o rivalidades de faldas entre los estudiantes locales y los
visitantes.
Esto dio origen a versiones intencionadamente exageradas
sobre el pistolerismo estudiantil. Fue hasta el momento de
las elecciones cuando Armando Ávila Sotomayor descaró
sus pretensiones e intetó sabotear el Congreso; nuestros
grupos de choque se vieron en la necesidad de intervenir
para salvar la unidad estudiantil. Afortunadamente lo
consiguieron y el día de la clausura, ante la presencia de
los representantes del estudiantado nacional, el Maestro
Vasconcelos nos tomó la protesta para presidir la CNE por
dos años más. Sin embargo, Ávila Sotomayor y sus grupos
tenían intereses extrauniversitarios a los que no podían
fallar; al regreso a México constitiyen una facción disidente
y se autonombran Confederación Nacional, instalaron
oficinas, fundaron un periódico —el nuestro se llamaba
La Reforma Universitaria— y se dedicaron de lleno a la
tarea de dividir al estudiantado mexicano; en esta empresa
las autoridades universitarias fueron sus cómplices más

303
firmes, aún cuando la ideología declarada de muchos de
los miembros de la Junta de Gobierno y de la rectoría era de
izquierda y Ávila Sotomayor y los suyos fueran miembros
activos del PAN. Pero la situación política era muchísima
más profunda e importante: Ávila Sotomayor tenía nexos
directos con la Embajada Americana a través de su princi-
pal agente destacado entre la juventud mexicana: el padre
Lambert, quien bajo el disfraz de entrenador de fútbol era
un activista político pro-yanqui...
... si nuestra intención era unir la CNE en la FEU no íbamos a
permitir que nos dividieran internamente, así que tras los
fallidos intentos para disuadir a Ávila Sotomayor tuvimos
que recurrir a la fuerza. Nuestro grupos de choque estaban
organizados como Falanges y sabían siempre enfrentarse
a cualquier dificultad.
Estaban formados por miembros de los equipos deportivos
de la UNAM, lucha, fútbol americano, etcétera, y por aquellos
que se distiguían desde la prepa por su habilidad para los
puñetazos. Sin lugar a dudas que en este aspecto no había
otro grupo como el nuestro. Su sentido de solidaridad,
disciplina y arrojo lo hacían temible aún para los grupos
policiacos. Además lo que los mantenía tan unidos no era
nunca un interés económico; nadie allí estaba a sueldo,
era por la sensación de fuerza y de seguridad, de verdadera
identidad. Esta fue la razón (que las autoridades jamás
comprendieron) por la que en nuestro equipo jamás hubo
defecciones, pese a los múltiples intentos que para pro-
vocarlos se hicieron.
La situación económica no era desahogada, pero todos la
preferían, frente a la posibilidad de perder todo lo que el
grupo les representaba.

304
Era una real hermandad, basada más en esas actividades
sicológicas que en principios ideológicos o intereses eco-
nómicos. No descarto la edad y la época como elementos
importantes que permitieron lo anterior. Bueno, el caso es
que teníamos que disciplinar a Ávila Sotomayor y lo
hicimos. A él le habían recompensado sus servicios
poniéndole una librería; fuimos hasta las oficinas de su
librería, le sacamos todo a la calle y a él y sus seguidores
los pelamos, les quitamos las cejas y los pintamos de
colorado. Allí terminó la división de la CNE.
Evidentemente algunos grupos no estaban de acuerdo con
nosotros, eran los egresados de las escuelas oficiales,
alumnos de la Escuela Nacional Preparatoria de San
Ildefonso, principalmente, así como nosotros teníamos en
común ser lasallistas maristas, etcétera ellos eran juaristas,
liberaloides y otras posturas trasnochadas.30

El relato de Siegrist deja ver rasgos importantes del


activismo estudiantil de la derecha, y quizás no sólo de la
derecha de aquella época: muchas veces, según señala, la
motivación para participar en él no era única o principal-
mente ideológica sino que se bastaba en consideraciones
de compañerismo, amistad y de identidad de grupo, así como
en recompensas de orden psicológico, como la sensación
de seguridad y quizás de poder. Por otro lado, Siegrist apunta
a un elemento muy importante en la historia de diversas
organizaciones políticas: la contradicción entre los ideales
asumidos y los intereses personales o sectarios, que llega a
desembocar en la alianza tácita o explícita con los propios
adversarios ideológicos y en el ataque furibundo contra los
supuestos compañeros de ideas, que no son siempre los
compañeros de intereses.

305
En lo que concierne a la militancia partidista de
Siegrist, cabe señalar que el 31 de marzo de 1959, a las
19:30 horas tuvo lugar el acto de toma de posesión de Jorge
Siegrist como presidente del PNM, en sustitución de Ricardo
Gómez.31
El 10 de diciembre de 1960, Siegrist se refirió a los
ataques (encabezados por él) a la corrupción en la UNAM, lo
que dio buenos resultados porque los dirigentes universitarios
detuvieron su mala conducta.32
El 4 de enero de 1961, la DFS informaba:

se tiene conocimiento de que Siegrist entrevistará el 15 del


actual al C. Secretario de Gobernación, en relación al
subsidio que dicha dependencia venía concediendo al PNM
el que fue suspendido durante un año, cesando a varios
elementos por falta de recursos burocráticos.33

El 23 de febrero de 1961, la DFS informaba que Siegrist


orientaría de antemano la asamblea del PNM que habría de
elegir a su sucesor para que fuera designado el licenciado
Alejandro Corral Camou y como secretario general Javier
Hernández Cervantes.34
Efectivamente, el 26 de febrero en la asamblea del
PNM se eligió a Alejandro Corral Camou, presidente, y a
Javier Hernández Cervantes, secretario general de ese par-
tido.35 Posteriormente, Siegrist tendría fuertes problemas
con los otros dos líderes, y cada uno de ellos con los restantes
del mismo partido.
El 21 de junio de 1961, Javier Hernández Cervantes
inició la dirección de una facción del PNM, de la cual fue
posteriormente nombrado presidente y desconoció a
Alejandro Corral.36

306
En septiembre de 1961, Siegrist fue aprehendido,
acusado de participar en el levantamiento del general
Celestino Gasca,37 episodio que Alfonso Yáñez Delgado
relata en su libro La manipulación de la fe:

En septiembre de 1959, el general Celestino Gasca hizo


circular (en confusa redacción) un llamamiento para
derrocar al “mal gobierno”, que incluso fijaba hora y fecha;
las tres de la madrugada del 15 de septiembre de 1961.
Antes de cumplirse el plazo, el 10 de septiembre de ese
año, la policía y el ejército realizaron una batida en el
domicilio de Gasca, deteniendo a más de veinte personas
que fueron trasladadas al Campo Militar número 1, entre
ellas, Jorge Siegrist Clamont, hijo de un ex acaudalado
banquero suizo y prominente empleado de la Anderson
and Clayton, Siegrist era impulsor de la Confederación
Nacional de Estudiantes (CNE) que apoyaba al FUA. Al
momento de su aprehensión, Siegrist había sido desplazado
de la dirección del Partido Nacionalista Mexicano y, según
su versión, era la Secretaría de Gobernación la verdadera
organizadora de dicho partido.38

El 13 de septiembre de ese año, a las seis de la


mañana, se había recibido en la Presidencia de la república
una carta mecanografiada y fechada el 8 de septiembre de
1961, firmada por M. García de M., donde se denunciaba:

La persona que subscribe (sic) pone en conocimiento de


Usted que estando enterada que en esta ciudad se gesta
una revolución y que el 15 de éste se dará el golpe al
campo número 1, de donde (sic) están de acuerdo casi la
mayor parte y los pocos que no lo están serán asesinados

307
para no tener obstáculo, y ya armada la gente del general
Gasca y Marcelino García se procederá a dar un cuartelazo
a la casa de los Pinos. Adjunto a Ud. un boletín de la última
junta según acuerdo de los miembros hasta el día del
levantamiento, en él exponen las causas que los llevan
(sic) a la guerra.
No pudiendo dar más informes
Queda su atenta y segura servidora (sic)

La posdata de la carta indicaba:

Otros informes que me llegan este momento. En la colonia


Cosmopolita hay 1000 bombas y el 14 en la noche llegarán
de todos los estados más gente para el asalto a la
presidencia y esperan que el 16 el general Celestino Gasca
Villaseñor empiece (sic) a fungir como presidente de la
República.

En el volante que se adjuntaba Celestino Gasca Villa-


señor firmaba como coordinador nacional de la Federación
de Partidos del Pueblo Mexicano.39
En lo concerniente a Celestino Gasca, cabe añadir
que luego de esas vicisitudes, siguió sus actividades políticas.
En el sexenio de Díaz Ordaz, fue declaradamente oficialista
a la vez que promovió rebeliones campesinas.

Celestino Gasca
Desde la campaña de Díaz Ordaz, Gasca mandó a elaborar
credenciales de la Federación de Partidos del Pueblo
Mexicano (FPPM), en ellas, se pedía una cooperación de un
peso veinte centavos; y en ellos también se refería la dirección
de sus oficinas en calle del Tigre 25, Mixcoac. Además, se

308
decía: “El suscrito es miembro de este partido y tiene derecho
a las garantías que otorga nuestra constitución”.40
Su símbolo era una V de la Victoria, con un gorro
frigio sobre ella, con la inscripción “libertad” y debajo del
gorro, es decir, en medio de la V, las siglas FPPM con letras
mayúsculas, debajo de la V la leyenda “Federacionistas
leales”.
Aparecían también las fotografías de Díaz Ordaz y
de Celestino Gasca flanqueando ese símbolo y se afirmaba:

1965–1970
Sexenio en que la Federación de Partidos del Pueblo
Mexicano (Federacionistas Leales) luchará con más
decisión que nunca para que sean una realidad los ideales
de Justicia Social proclamados por la Revolución. Por lo
tanto, seguiremos trabajando para que todas las clases
humildes se unan y respondan con voluntad y valor cívico,
a fin de acabar con las humillaciones y la miseria que les
impone la avaricia de los enriquecidos con el esfuerzo de
las grandes mayorías del pueblo.

En esa época se hizo un corrido dedicado al general


Celestino Gasca, del compositor guerrerense El Zapatista,
que dice:

En nombre de la Patria
yo les canto este corrido
para disipar la pena
lo dedico a un general
señor Celestino Gasca
se lo digo frente a frente
ya se ha llegado la hora en que vamos a accionar.

309
Los federacionistas leales
exigen el cumplimiento
que se cumplan nuestras leyes
y nuestra Constitución
porque estamos ya enfadados
de los cuentos y más cuentos
y nada que se ha cumplido
lo que falta en solución.

Hora sí mi general
señor Celestino Gasca
tu programa está aceptado
por el señor Díaz Ordaz
está ganada la batalla
los ideales de Zapata
tú los llevarás a cabo
tú los vas a consumar.

Tu programa presentado
en un gran congreso agrario
en un veintiséis de octubre
que fue dado a conocer
los federacionistas leales
el año cincuenta y nueve
desde entonces su ponencia está
esperando el bien a bien.

Hay un punto de importancia


que vamos ya victoreando
que todo aquel parcialero
va tenerla en propiedad
porque se le hará escritura

310
y los gran comisariados
ya se van para la China
pues desaparecerán.

Veinte mil latifundistas


van a sentarse a llorar
y uno que otro caciquista
si no se anda con cuidado
Pues la muey lo va a justar. (sic)

En febrero de 1966, en Tlaxcala se inició un proceso


contra Celestino Gasca y otras personas por despojo y daño
en propiedad ajena, es decir, por haber promovido una
invasión de tierras.
El viernes 4 de febrero de 1966, según una nota
publicada en La Prensa con el título de “Gasca, único cul-
pable”, se afirmaba que 38 campesinos había sido detenidos
por invasiones de tierras en Huamantla, Tlaxcala; y hacían
responsable de esto, a Celestino Gasca. Además,

En el Gobierno del Estado de Tlaxcala se dijo ayer que el


general Gasca tiene antecedentes similares y que aún se
recuerda el movimiento subversivo que quiso organizar el
sexenio pasado. Con todas estas pruebas se le señala como
único responsable.

La policía y el ejército desalojaron a los invasores de


propiedades en Huamantla.
En contraste, Excélsior publicó en ese mismo día
una nota firmada por Carlos Y. Jiménez, y en un tono
favorable a Gasca, donde en entrevista el “viejo revolu-
cionario guanajuatense” afirmaba:

311
se trata de una infame calumnia en mi contra, urdida por
terratenientes y políticos mal intencionados, quienes ven
amenazados sus intereses personales por el reparto de
latifundios y tierras afectables, en beneficio de la clase
campesina.

Se identificaba a Gasca como “de 75 años de edad,


mentalidad vivaz y manifiesta agilidad en sus movimientos”.
Se decía también que el “incansable luchador” agregó:

Como político, pertenecí a la Federación de Partidos del


Pueblo Mexicano, la misma que lanzó la candidatura del
general Miguel Henríquez Guzmán a la Presidencia de la
república. Al desaparecer aquella se formó como un
apéndice Federacionistas Leales, que recogió con limpieza
y patriotismo el programa ideológico de la federación.

El 6 de febrero de ese año, IPS reportaba que en el


domicilio de Gasca, se había llevado a cabo la acostumbrada
reunión dominical de dos a seis de la tarde, con asistencia
de unas 300 personas, en la que Gasca se refirió a

los injustos y dolosos ataques de que le han hecho víctima


los distintos diarios capitalinos, publicando notas ofen-
sivas que le han herido profundamente el corazón no
porque dicen cosas encontra suya, sino porque le han
hecho concebir un concepto diferente al que tenía respecto
a la prensa en general, pues siempre juzgó que era un medio
de difusión cultural que hacía llegar al pueblo las noticias
verídicas de los acontecimienos político sociales del país
y que servía para elevar la cultura y los conocimientos de
quienes por poco dinero obtenían en sus páginas las

312
experiencias que sólo unos cuantos pueden adquirir en
las librerías comprando libros caros, sólo por esto se siente
defraudado, porque en lo que concierne a su persona,
considera que le han hecho el favor de ocuparse de él sin
exigirle a cambio los cientos de miles de pesos que le habría
costado una propaganda al Partido, de haberla solicitado;
no sabe quién pagó esas publicaciones, pero ante todos
desea hacer presente su agradecimiento porque después
del disgusto que en un principio le ocasionaron, ha tenido
la gran satisfacción de comprobar que personas como el
señor Presidente de la república se han dignado concederle
su atención, no para juzgarlo sino para ratificarle la
confianza que siempre le han tenido y de la cual se ha
convencido es incapaz de defraudar.

Hizo alusión a una nota publicada en La Prensa,


donde, decía Gasca, se daba un “viraje” a sus noticias sobre
“sus ideales” Afirmaba:

Creo que el mayor castigo para estas personas, de quienes


los federacionistas gritaron se diera un castigo ejemplar
por conducto de las autoridades correspondientes, será el
tener que retractarse de los dicho y con esto es suficiente,
pues considero que no es justo molestar a las autoridades
con problemas personales de tan poca importancia, cuando
el Partido necesita de ellas para lograr fines de mayor
repercusión y beneficio.

El miércoles 9 de febrero de 1966 se acusaba en


Excélsior a Gasca por soliviantar a los campesinos de
Cuajiniculpa, Guerrero, proporcionándoles permisos falsos
para usar armas y haciendo labor “divisionista”.

313
Según reporte de IPS, del 4 de septiembre de 1966, a
las 15:45 horas, firmado con iniciales BLV,41 ese día en su
plática semanal, iniciada a las catorce horas hasta las 15:15,
en su casa particular y domicilio social de los Partidos
Federacionistas Leales, con asistencia de unas 70 personas,
Celestino Gasca analizó el pasado informe presidencial,
manifestando que desde la época de don Venustiano Carranza

es la primera vez que se ha escuchado un informe tan


realista, como quedó de manifiesto al referirse el licenciado
Gustavo Díaz Ordaz a los problemas del campo, al obrero,
y al de la juventud, así como también señalando a los que
traicionan a la Revolución.

El 11 de enero de 1967,42 IPS informaba que en Alamo,


Veracruz, partidarios de Celestino Gasca tenían en su poder
media tonelada de dinamita y habían amenazado llevar a
cabo atentados con ella.
El 24 de febrero de 1969, IPS reportó que ese día se
había suspendido el festival que cada domingo último de
mes se celebraba en casa de Celestino Gasca, quien no se
encontraba allí:

... el señor Pedro Noguera Alarcón que la hace de maes-


tros de ceremonias en los festivales dijo a los que se
estaban reuniendo que el sábado 22 del actual a las 10
horas había desaparecido el general Celestino Gasca, pues
se tuvo conocimiento que a esa hora llegó un individuo en
un automóvil que según se sabe es teniente del ejército,
que vestía de civil, dijo que estaba citado en la Defensa
Nacional y hasta la fecha no se sabe su paradero.

314
El 11 de marzo de 1969, IPS informaba43 que Celestino
Gasca había sido llevado en días anteriores al Campo Militar
Número 1, y que ya se encontraba en su casa, pero que
sería procesado por cargos que le habían sido comprobados.
Gasca había suspendido ya las reuniones y fiestas
dominicales.
En una de las últimas, el domingo 16 de febrero de
1969, se había hablado de la toma de posesión del
Ayuntamiento de Huehuetlán el Chico, Puebla, donde

surgió un choque sangriento entre campesinos del pueblo


y elementos del ejército nacional, y que como era bien
sabido el grupo de federacionistas leales se supera en esa
población al grado de que hasta el mismo cura del pueblo
es miembros de los Federacionistas leales...
Antes y después de que hacen uso de la palabra o de que
se toca el himno de los Federacionistas, se dedican a lanzar
Vivas al General Celestino Gasca Villaseñor y al C. Presi-
dente de la república, licenciado Gustavo Díaz Ordaz, ya
que le dan preferencia al general Gasca antes que al mismo
señor Presidente.

El 15 de febrero habían tenido lugar los hechos san-


grientos en Huehuetlán el Chico, donde los miembros del
Partido de Federacionistas Leales, de Gasca, atacaron a
miembros del ejército; quedaron muertos varios de ellos, y
también algunos de los agresores. Hubo 41 personas detenidas.
La declaración de Heriberto Aragón Macareo, quien
dijo tener 63 años de edad, casado, agricultor, católico y
miembro del partido de Gasca, especificó que el 14 de
febrero varios miembros de ese partido habían convenido
pedirle al sacristán que al día siguiente llamara al pueblo a
junta por medio de la campana.

315
Acordaron que el campanero llamara al pueblo a junta desde
las 8 de la mañana para presentarse a la presidencia a entregar
el poder a Mauro Vergara Aguilar a quien consideraban el
verdadero ganador de los comicios.

El 20 de septiembre de 1961, Godofredo P. Siegrist,


Dolores Clamont de Siegrist y Yolanda Prado de Siegrist,
pidieron al presidente Adolfo López Mateos que se dejara en
libertad o se consignara al señor licenciado Jorge Siegrist.44
Aunque, como se verá fue decidida aliada de Siegrist,
la UNS se opuso a la rebelión de Celestino Gasca. Sobre ese
movimiento, los dirigentes sinarquistas dijeron en 1961 que
desde hace tiempo habían estado denunciando públicamente
a ese brote rebelde, porque habían recibido avisos en tal
sentido procedentes de Michoacán, Guerrero, Morelos,
Sonora, Sinaloa y Baja California, indicando que Rubén
Jaramillo, Jacinto López, en convivencia con Braulio
Maldonado y Enrique Rojo Gómez, participaron en él, con-
tando con la ayuda y el auspicio del general Lázaro Cárdenas,
en el estado de Michoacán.45
La dirigencia del PNM tampoco fue favorable al
levantamiento de Gasca. El 12 de septiembre de 1961, Javier
Hernández Cervantes, presidente de ese partido, comentó
que el licenciado Jorge Siegrist: “siendo un individuo boca-
suelta, es raro no haya comunicado nada respecto a sus
estrechas relaciones con el general Gasca”; el dirigente del
PNM dijo además: “me sorprende que haya creído la farsa
urdida por ese militar.” Por su parte, los licenciados Bernardo
Cornejo y Enrique Herrera, dirigentes del PNM, comentaron
que la esposa de Siegrist, “se encuentra delicada de salud,
con tal motivo la han estado visitando, para ver si ya tiene
noticias de su esposo”.46

316
El presidente del PNM dijo también que era de espe-
rarse la detención de Celestino Gasca y Jorge Siegrist ya
que este último nunca había actuado derecho y que la
situación del PNM se ha hecho crítica; por lo que exhortaba a
sus miembros a mantenerse unidos.47
El 27 de septiembre, Enrique Herrera comentaba que
posiblemente Gobernación cancelaría el registro al PNM por
la detención de Siegrist; sin embargo, esto lo consideraba
injusto.48
Dos días después, Herrera calificaba de absurdo lo
dicho por el secretario de Gobernación, acerca de que el
movimiento gasquista carecía de importancia; ademas decía:
“el mismo ministro desobedeció (la orden del) presidente de
la República de no publicar nada relacionado con el general
Gasca lo que se ha estado haciendo”.49
Posteriormente, en marzo de 1963, fueron balaceadas
las oficinas del oficial mayor del PNM, pero sólo hubo daños
materiales. El entonces presidente de dicho partido,
Alejandro Corral Camou, señaló que “no sería en vano”
que las autoridades investigaran a Jorge Siegrist, Enrique
Herrera y otros elementos disidentes del PNM.50
En abril de 1963, Siegrist y otros dirigentes del PNM
expresaron que Alejandro Corral ya había cumplido su
periodo de dos años al frente de ese partido y por tanto
debería dejar ese cargo, lo cual no hacía quizás porque
“debido a su apatía y falta de tacto”, decían carecía de apoyo
en el PNM pero “cuenta con el respaldo de Gobernación”.51
El 29 de octubre de 1963, Corral visitó al licenciado
Noé Palomares, oficial mayor de Gobernación, para
informarle que en el curso de la semana daría a conocer la
convocatoria para celebrar la Asamblea Nacional del PNM y
le “solicitó ayuda económica para verificarla”.52

317
Pero el 1 de diciembre de 1963, Siegrist, junto con
Salinas Price, Prieto Laurens y otros personajes encabezaron
un movimiento disidente dentro del PNM, eligieron presidente
a Hugo Salinas Price; vicepresidentes, Joaquín Roncall y
Gómez Palacio, así como al general Cristóbal Cavazos
Tamez; secretario general, Siegrist; subsecretario general,
Javier Salido Torres; Jorge Prieto Laurens, secretario de
Acción Política; Celerino Salmerón, secretario de Coloni-
zación; y Agustín Navarro Vázquez en la comisión de Honor
y Justicia.53 Entre los organizadores de la reunión en la que
se dieron esos nombramientos, estuvieron Celerino
Salmerón, Joel F. Torres y Javier Salido Torres,54 quien antes
de su militancia en el PNM había sido dirigente de la
Confederación Nacional de Estudiantes.55
Pocas semanas antes, el 16 de noviembre de 1963,
Siegrist había señalado que “una vez unificado el Partido (el
PNM) posiblemente den su apoyo al licenciado Gustavo Díaz
Ordaz, candidato del PRI a presidencia de la República,
siempre y cuando ese funcionario no se oponga a ello”.56
El 4 de diciembre de 1963, en el restaurante
Chapultepec, Hugo Salinas Price, José Trinidad Cervantes,
Jorge Siegrist Clamont y otros dirigentes del PNM dieron una
conferencia de prensa; en la que Siegrist comentó: “los
licenciados Gustavo Díaz Ordaz y José González Torres,
son elementos respetables, honestos, pero difieren en su
ideología”.
Por su parte, J. Trinidad Cervantes afirmó que “el
PNM había quedado adherido definitivamente a la UNS”.56
El 14 de diciembre de 1963, el general Cristóbal
Cavazos Tamez, uno de los dos vicepresidentes del PNM,
renunció públicamente a su cargo y acusó a Hugo Salinas
Price, a José Trinidad Cervantes y al licenciado Jorge Siegrist

318
Clamont, de permitir que el sinarquismo se apoderara del
registro del PNM.58
El 20 de enero de 1964, Alejandro Corral Camou,
presidente, como se ha dicho, de otra facción del PNM, dijo
que el sector encabezado por Salinas y Siegrist había estado
constituido por elementos de la UNS y del Frente Popular
Anticomunista y que ex militantes del PN, como Siegrist,
Bernardo Cornejo Olaguíbel, así como Javier Salido Torres,
habían perdido sus derechos en el PNM “por pertenecer a la
Unión Nacional Independiente Democrática”.59
También afirmó que en materia de educación, los
principios de la plataforma de Salinas Price se oponían al
texto gratuito y que en materia agraria se presentaba el
mismo proyecto que había elaborado el Partido Conservador
por muchos años antes de las Leyes de Reforma, que tanto
había perjudicado al país.60
El 31 de marzo de 1964, Gobernación canceló el registro
del PNM, que ya para entonces estaba dividido en tres facciones:
la de Salinas Price y Siegrist, la de Corral Camou y la de
Salvador Rivero Martínez y Gustavo Gómez Samaniego.
Según Siegrist, la cancelación del registro del PNM
era “una maniobra clara de gobernación para destruir la
única y verdadera oposición que existe por el momento”.61
Desde inicios de 1964, Siegrist colaboraba con Carlos
Campos Ruiz, dirigente máximo de la Unión Nacional
Independiente Democrática (UNID), organismo anticomunista,
y con Prieto Laurens en la edición del boletín Comité Mexi-
cano para la Divulgación de los objetivos, estrategias
y tácticas del comunismo. Salinas Price editaba también
en 1964 el panfleto Mexican American Bulletin, escrito en
inglés y enviado por correo a elementos de la iniciativa
privada y amistades personales de Salinas Price, en los

319
Estados Unidos de Norteamérica, sin que circulara en la
república mexicana.
Meses antes de iniciar la Revista Nacional, Siegrist
había sido consignado por las autoridades universitarias,
acusado de incurrir en diversos ilícitos durante su agresiva
actividad contra la rectoría. El 11 y 12 de abril de 1964, los
periódicos nacionales informaron:

Fueron puestos a disposición de las autoridades los señores


Jorge Siegrist Clarmont, Javier Salido Torres, Guillermo Mario
Bañuelos y Arturo Velasco, acusados de delitos de amenazas,
injurias, difamación, daños en propiedad ajena, fraude y robo.
El primero era ex dirigente del Partido Nacionalista Mexicano
y los dos últimos, jóvenes estudiantes universitarios del grupo
Acción de Reconquista Universitaria, que acusaron a los
otros de patrocinar el periódico El Gallo Universitario, a
quienes habían entregado editoriales y material para publicar,
e incluso facilitado un automóvil para la rápida distribución
de dicha publicación. Entre sus declaraciones, Bañuelos y
Velasco acusaron también a un señor de apellido Rocha, de
los dueños de las mueblerías Salinas y Rocha, de entregarles
dinero para la publicación. La acusación de robo y fraude fue
hecha en contra de Siegrist por la compra del automóvil que
utilizaban los estudiantes y que Siegrist se negó a pagar.62

Por su parte, la DFS sostenía que Siegrist y la UNS


orquestaban una campaña difamatoria contra el rector
Chávez, según un informe de esa dependencia fechado el 4
de abril de 1964,

Debido a las circunstancias y a la tónica de la propaganda


contra Ignacio Chávez, rector de la UNAM, se da como un

320
hecho que está siendo auspiciada por Jorge Siegrist
Clamont y la Unión Nacional Sinarquista, que preside José
Trinidad Cervantes.63

La dependencia señalaba al “periodiquillo” El Gallo


como vehículo de esa propaganda.
El 12 de abril de 1964, El Nacional publicó
declaraciones del rector Chávez, quien manifestaba:

Puedo decir que este es un movimiento sinarquista.


Ninguno de los detenidos —se refería a Jorge Siegrist y
Javier Salido— es profesor de la Universidad, son líderes
del sinarquismo ...y esto es solamente un parte no es el
todo. Otros partidos políticos tuvieron metidas las manos
y otros dineros siguen corriendo.

En carta publicada el 16 de abril de 1964, en Atisbos,


Siegrist relataba cómo fue “secuestrado” el día 6 de ese
mes por agentes de la DFS, que en una camioneta lo pasearon
dos horas por la ciudad y luego lo encerraron en un hotel de
la calle de Edison. Al día siguiente fue entregado a la PGR y
luego fue trasladado a Lecumberri. Por otra parte, el 11 de
abril, El Nacional había publicado declaraciones de Javier
Salido, a quien luego de que fue detenido “los agentes lo
sometieron a torturas y lo golpearon para que confesara ser
culpable de haber distribuido dinero entre los estudiantes
para agitar”.
El 9 de abril, la DFS informaba que desde la prisión,
Siegrist y Salido elogiaban a la UNS mientras que el jefe
nacional de esta, David Orozco Lomelí (quien dejó ese cargo
en mayo de 1964), calificaba de “arbitraria” la detención de
Siegrist y Salido.64

321
El 12 de julio de 1964,65 la DFS informaba:

Los directivos de dicho organismo (la UNS) el día 10 de los


corrientes elaboraron un boletín de prensa con el siguiente
texto: Para que pueda decirse que en México hay auténtica
democracia, deben de dejar de existir presos políticos, como
Jorge Siegrist, Javier Salido, quienes están privados de su
libertad, por presiones del rector de la UNAM para presentar
chivos expiatorios, que distraigan la atención...

La UNS hablaba acerca del proceso que se seguía


contra Siegrist y Salido, considerándolo lleno de irregula-
ridades y de violaciones a la Ley.
El 18 de julio de 1964, Rubén Salazar Mallén
informaba en Novedades de la liberación de Siegrist: “El
licenciado Eduardo Ferrer Mc Gregor, juez primero en ma-
teria penal, amparó a Siegrist”. Otro periódico decía en su
encabezado: “El agitador Siegrist queda en libertad gracias
a bondadoso juez”.66
En la resolución dada a conocer por Ferrer Mc
Gregor, se afirmaba que no había habido tales injurias al
rector y que no se había demostrado la responsabilidad de
Siegrist y Salido en los demás ilícitos.
El 17 de diciembre de 1964, en las oficinas de la UNS,
según reporte de la DFS fechado dos días después, Juan
Aguilera Azpeitia, quien era dirigente de las juventudes
sinarquistas, comentó con Siegrist que esa Unión había
celebrado un “acto monstruo” en León, Guanajuato, con
asistencia de ocho mil personas, el cual tuvo por objeto
celebrar la salida de los ex presidiarios, habiendo resultado
un triunfo para la UNS, ya que a dicho acto asistió el licenciado
José Trinidad Cervantes, jefe nacional sinarquista. Para

322
terminar, Aguilera Azpeitia informó al licenciado Siegrist
Clamont que el licenciado J. Trinidad Cervantes tenía “varias
cosas y buenas noticias que comunicarle”.67
En su libro Mis años con Elektra, Hugo Salinas Price
hace un recuento de su colaboración con Siegrist, con Prieto
Laurens y con el Partido Nacionalista Mexicano. Señala que
después del “incidente” que daría lugar a la creación pública
del MURO, el licenciado Navarro creó un nuevo grupo, que

avivaría la conciencia cívica proyecto muy idealista en un


país tan sufrido como México; y otra vez inventó un
nombre: UNID, iniciales de Unión Nacional Independiente
Democrática. Yo financié —más bien dicho pagué— todos
los gastos para el sostenimiento de este organismo, que
nunca llegó a organismo, porque no suscitó el más mínimo
interés. Estuvo a cargo de Carlos Campos, buen amigo del
licenciado Navarro. En 1964 conocí ahí a un personaje
muy interesante, el licenciado Jorge Siegrist.
Jorge Siegrist no tenía alma de hombre sumiso. Tenía unos
40 años y era corpulento, de pelo muy negro y gran bigote
igualmente negro, ojos vivaces, llenos de inteligencia y
desprecio para la hipocresía, que los años le enseñan a uno
que es tan necesaria para llevar la vida en un mundo
imperfecto; poseía gran magnetismo personal y era líder
nato. Había estado metido en un partido político cuya
existencia ignoraba yo, el Partido Nacionalista de México.
Este “partido” había tenido una existencia más o menos de
sombra —quizá como palero subsidiado por Gobernación—
y el licenciado Navarro me sugirió que le infundiéramos
vida (y dinero, por supuesto) y lo reformáramos para que
abrazara una línea de economía política liberal; Siegrist sería
el organizador, y yo ocuparía la presidencia del partido. Me

323
gustó la idea, me simpatizaba el licenciado Siegrist y me
convertí en el banquero del partido.
Ahí aprendí que en la política, al menos en México, no se
hace nada sin grandes cantidades de dinero. Rentamos una
gran casa en la esquina de Monterrey y Oaxaca, para que
fuera sede del partido. Se organizó una gran convención
nacional, y vinieron “delegados” de todas partes. Se reu-
nieron en un teatro cerca de la calzada Tacuba, a una calle al
poniente de Insurgentes, si no me equivoco. En la con-
vención, en la cual participó el viejo político Jorge Prieto
Laurens, resulté “electo” presidente del partido. Algo
totalmente incongruente con mi carácter, desde luego, pero
así fue. Hubo una entrevista con el secretario de Gober-
nación, Luis Echeverría Álvarez, y en ella se mencionó un
subsidio para el partido, que no supe quién lo propuso. En
eso tomé la palabra, y ante la mirada incrédula del licenciado
Echeverría, anuncié que el partido no requeriría de subsidio,
que se bastaría solo.
Inmediatamente comenzaron a salir noticias en los perió-
dicos en el sentido de que estaba en disputa la presidencia
del partido, que si era Salinas o si era Alejandro Corral,
éste, se pasó a las filas del establishment y se prestó para
simular una escisión interna. En vista del “problema”,
Gobernación retiró el registro del partido.
Aventé la toalla. Entre lágrimas anuncié a los colaboradores
en el partido que me retiraba, que no era posible para mí
seguir erogando gastos ni entrar en pleitos, que veía serían
mi tumba, y que renunciaba. Ahí se acabó el partido.
Con el pasar de los años llegué a comprender que nada
que lleve el término “nacionalista” en su nombre puede
tener mínimas probabilidades de éxito. Vivimos en el “nuevo
orden mundial”, que debería llamarse con mayor exactitud

324
“nuevo imperio mundial”, en el cual el nacionalismo está
proscrito.
Fallecido el Partido Nacionalista Mexicano, el licenciado
Siegrist quiso seguir agitando, moviendo diversos grupos de
muchachos. Gobernación lo aprehendió y lo metió a la cárcel
de Lecumberri. Lo visitaba yo los domingos y le pasaba una
mensualidad. Ya en el sexenio del presidente Gustavo Díaz
Ordaz, Siegrist fue liberado y me propuso la creación de una
publicación, Revista Nacional. Para este esfuerzo también
yo puse todo el dinero. Hace unos años encontré en una
librería un libro del periodista Manuel Buendía, en el que se
refería a Revista Nacional en los términos más despectivos.
El señor Buendía ya no está entre los vivos —pocos lo
echamos de menos— y me dio gran satisfacción ver la rabia
que le había causado la revista. Como revista fue un fracaso
en lo financiero, y al poco tiempo desapareció. Por otra parte,
los artículos de Siegrist tomaban un carácter más y más filo
nazi, lo cual no me agradaba. Antes de cerrar, la revista publicó
un artículo mío sobre las perspectivas del peso mexicano, que
tomaba en cuenta la inflación monetaria que ocurría en esos
momentos en el país. Mis vaticinios tomaron algunos años
en cumplirse, pero el mal lo diagnostiqué 12 años antes de
que se presentaran sus efectos desastrosos, en 1976.
Mis aventuras con el Partido Nacionalista y con la Revista
Nacional me había constado mucho, el equivalente de
una gran casa en Acapulco con todo y el yate. Claro que el
Grupo Monterrey me había enviado un generoso donativo
de 5 mil pesos para la causa (don Luis Legorreta, del Banco
Nacional de México, no se dignó siquiera a recibirme. Hice
antesala hasta que me aburrí. Pocos años después su fa-
milia se quedó sin su banco). El licenciado Navarro me
consolaba: “Ha pasado usted a formar parte de la historia

325
de México”. Poco consuelo, pero al fin y al cabo el partido
publicó (a costa mía) en los periódicos de la capital, un
desplegado a plana entera bajo el título “Hagamos el
Milagro Mexicano”. En ésta, que fue la presentación de su
plataforma, la cual yo redacté, el “partido” propuso varias
medidas para alcanzar la prosperidad de la nación. Entre
ellas la privatización de empresas estatales, la imperiosa
necesidad de una moneda sana, la confianza de que el
empresario mexicano es capaz de competir en el mundo y
abandonar el proteccionismo que nos encerraba en
México; la necesidad de terminar con la reforma agraria y
convertir al ejido en propiedad privada titulada, así como
la necesidad de recibir la inversión extranjera para auxiliar
en el desarrollo del país.68

1
El Día, 9 de julio, 1965, p. 3.
2
Ibid., 10 de julio, 1965.
3
Ibid., 12 de julio, 1965, p. 3.
4
Hay una colección de la misma, hasta su penúltimo número en la
Hemeroteca Nacional, con clasificación HM R 438, DYNIX 7832.
Curiosamente, Buendía afirmó que la Revista Nacional se fundó el 16 de
enero de 1965, lo cual en el caso del atentado contra El Día origina una
cadena de errores notables. En su artículo “El licenciado Navarro Vázquez
y los grupos fascistas”, incluido en el libro La Ultraderecha en México...
op. cit., pp. 33-34, Buendía afirmaba que “El jefe de Redacción de Revista
Nacional... fue el mismo individuo... aprehendido y procesado por
atentado dinamitero contra El Día. Por el mismo hecho el director de
Revista Nacional también fue aprehendido por la policía, pero su detención
sólo duró unas horas”. En realidad, Paulín no era jefe de redacción de la
Revista Nacional cuando se cometió el atentado mencionado, porque esa
revista ya había desaparecido, por razones que durante su proceso él dijo

326
desconocer. Las extensas crónicas del juicio seguido a Paulín, publicadas
por El Día, no mencionan que se hubiera hecho comparecer a Siegrist,
quien ya no tenía una relación laboral con Paulín. Por otro lado, los
calificativos que Buendía prodigaba a la Revista Nacional, en el sentido
de que era una revista “al servicio del neofascismo en México” pueden
parecer desmesurados, pues al revisar dicha publicación se encuentra uno
más bien con exponentes del conservadurismo católico, que en algunos
casos simpatizaban también con ciertos aspectos de las ideas fascistas,
pero es difícil afirmar que se trata de una publicación propiamente fascista,
o que escribir en ella hubiera sido signo de comulgar con esa ideología,
como argumentaba Buendía en ese artículo en el caso de Navarro Vázquez.
5
Jorge Prieto Laurens nació el 2 de mayo de 1895, en San Luis Potosí.
Estudió la primaria en escuelas católicas privadas de San Luis, la
preparatoria en la Escuela Nacional Preparatoria. No obtuvo título. En
1913, Jorge Prieto Laurens participó en un complot estudiantil contra
Victoriano Huerta, por lo cual fue aprehendido. Durante la revolución
combatió en las fuerzas de Zapata, y fue ayudante de Estado Mayor del
general Enrique Estrada, comandante militar de Zacatecas y en 1920
participó en la toma de Zacatecas. De 1920 a 1922, fue diputado federal
por el 11 distrito del DF como representante del Partido Cooperativista.
En 1923, Prieto Laurens fue presidente municipal del DF y luego
gobernador de San Luis Potosí. (Roderic Ai Camp, Biografías de políticos
mexicanos, FCE, MÉXICO, 1992, p. 460.) En 1924, asumió la dirección del
Partido Nacional Cooperativista, que había quedado acéfalo cuando su
presidente Emilio Portes Gil pasó a sumarse al callismo. Prieto Laurens
activó la campaña a favor de su candidato, Adolfo de la Huerta en diciembre
de ese año. En La Sombra del Caudillo, de Marín Luis Guzmán, aparece
Prieto Laurens bajo la figura de Olivier Fernández, “el más extraordinario
de los agitadores políticos de aquel momento, líder del Bloque radical
Progresista de la Cámara de Diputados, fundador y jefe de su partido,
alcalde de la ciudad de México, ex gobernador” (La Jornada Semanal, 17
de junio de 2001). A fines de mayo de 1954, Jorge Prieto Laurens

327
organizaba un Congreso Anticomunista en la ciudad de México para
lanzar una campaña coordinada contra el comunismo en todos los países
de América Latina (New York Times, 31 de mayo, 1954, p. 5).
6
Vega y Monroy fue a fines de los años cuarenta y principios de los
cincuenta, presidente del Consejo Directivo del Partido Nacionalista de
México (AGN, DFS, PNM, exp. 49-7-49, h. 1), Vega y Monroy acentuó la
ideología católica de ese partido. Por ejemplo, el 2 de junio de 1950, en
sesión secreta, se dieron consignas a los consejeros distritales del PNM
para llevar a cabo “una campaña periodística de acuerdo con los principios
que sustenta el catolicismo” (exp. 49-7-50, h. 25). El 10 de marzo de
1950, Luis Vega y Monroy criticó a los mexicanos que “aceptan doctrinas
exóticas como el comunismo”, pues éste se opone a “toda clase de
libertades y persigue la religión” (AGN, DFS, PNM, exp. 49-7-50, h. 56-57).
El 5 de junio de 1950, Luis Vega Monroy, dijo en una reunión ante 150
personas de ese partido, que “el gobierno debe suprimir toda clase de
pasquines, tales como el Pepín, el Chamaco y otros, que sólo emponzoñan
la mente infantil”. También se pidió a los miembros del PNM que sean
“celosos y vigilen la educación de sus hijos, la que debe ser de acuerdo
con los principios que sustenta el Partido, y ya que el pueblo es eminente-
mente católico había que luchar porque la educación en México sea
encauzada dentro de la misma historia, tradición y creencia del pueblo
mexicano” (AGN, DFS, PNM, exp. 49-7-950, h. 32). Bajo la dirección de Vega
y Monroy, el PNM apoyó con entusiasmo tanto a Miguel Alemán como
Adolfo Ruiz Cortines. El 8 de marzo de 1952, Vega y Monroy afirmaba
que ese partido postulaba a Ruiz Cortines candidato a la presidencia
“por ser la persona que reúne las cualidades ideales.”
7
Del 16 de diciembre, 1964, núm. 5, pp. 50-53.
8
Buendía, Pensamiento y acción... op. cit., p. 162.
9
Ibid., p. 161.
10
Nacido el 30 de octubre de 1914, en el Distrito Federal, Ituarte Servín
obtuvo el título de contador privado por la escuela Bancaria y Comercial,
y luego el de contador público por el IPN. Fue diputado federal por el

328
XVII distrito del DF, de 1955 a 1958 y presidente del CEN del PAN, de 1956
a 1957. También fue diputado federal de partido de 1967 a 1970. Antes
de pertenecer al PAN fue propagandista de la Liga de Defensa de la Libertad
Religiosa y presidente de Acción Católica, además de ser presidente y
fundador del Centro Cívico del DF. (Ai Camp, op. cit., p. 293) Al igual
que José González Torres y Manuel González Morín, Alfonso Ituarte
Servín era uno de los presidentes vitalicios, honorarios, de la ACM (AGN,
DFS, ACM, exp. 15-3-70, h. 93, leg. 10). En 1955, fue presidente nacional de

la ACJM (Ibid., h. 50). Además, cultivó relaciones con la UNS. Según reporte
de la DFS (AGN, DFS, UNS, exp. 15-1-56, h. 55, leg.4), el 17 de septiembre de
1956, en la casa 32 de las calles de Morelos, Vila Gustavo A. Madero, DF
dio principio el XVIII Consejo Nacional Sinarquista, presidido por David
Lomelí Contreras e Isidro Sánchez González, jefe nacional y del 13°
Comité Distrital en el DF, respectivamente, con la presencia de varios
dirigentes sinarquistas y de los diputados del PAN; Alfonso Itiarte Servín,
doctor Patricio Aguirre y licenciado Sierra Macedo. Dicha reunión se
llevó a cabo con el fin de que los sinarquistas tomaran parte en las campañas
electorales, para apoyar a candidatos de la derecha.
11
El Día, 11 de julio, 1965, p. 5.
12
Musacchio, op. cit., vol. II, p. 1141.
13
El Día, 14 de julio, 1965, p. 3.
14
La Prensa, 13 de julio, 1965.
15
El Día, 11 de julio, 1965, p. 3.
16
AGN, DFS, MURO, exp. 63-1-65, h. 172, leg. 31.
17
Id.
18
El Día, 15 de julio, 1965, p. 3.
19
AGN, IPS,
caja 2964 E.
20
Manuel de la Isla, “El drama de la educación en México”, Por qué, 13
de marzo de 1968, pp. 23-25.
21
Ya no aparece en el número 27, del 3 de enero, 1969. Desafor-
tunadamente, la Hemeroteca Nacional no cuenta con los ejemplares
correspondientes al resto de 1968, por lo cual no me ha sido posible

329
precisar el número exacto en que Manuel de la Isla dejó de colaborar en
Por qué, revista que fue muy popular entre ciertos sectores de la sociedad
mexicana en aquellos años, pero hoy en día es muy difícil conseguir
colecciones completas de dicha publicación.
22
Manuel Buendía, Pensamiento..., op.cit., p. 37.
23
AGN, GDO, Secretaría privada, Informes de la PGR, vol. 204.
24
Id.
25
Id.
26
Ibid., vol. 205.
27
AGN, GDO, Secretaría Privada, Informes de la PGR, vol. 207.
28
AGN, DFS, MURO,exp. 63-1-65, h. 172, leg. 31.
29
Guitián Bernicer, Carmen Cira, “Las Porras. Estudio de caso”, tesis de
licenciatura, facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM, México,
1975, p. 29-30.
30
Ibid., pp. 32-38.
31
AGN, DFS, PNM,exp. 48-5-959, h. 12, leg. 4.
32
Ibid., exp. 48-5-60, h. 74, leg. 4.
33
Ibid., exp. 48-5-61, h 93, leg. 4.
34
Ibid., h. 106, leg. 4.
35
Ibid., h. 112, leg. 4.
36
Ibid., h. 155, leg. 4.
37
En oficio de la DFS fechado el 14 de diciembre de 1965 y firmado por
Fernando Gutiérrez Barrios se resume así la biografía de Gasca:
“Prestigiado revolucionario y ameritado miltiar. De ideología liberal.
Fundador de la Casa del Obrero Mundial. Originario de la Villa de Abasolo,
Guanajuato, lugar donde nació el 17 de mayo de 1890, siendo sus padres
Juan Gasca y Dominga Villaseñor. Su carrera militar la inició el 7 de marzo
de 1915, causando alta como soldado en el cuarto Batallón Rojo al mando
del coronel Ignacio C. Henríquez, con base en San Luis Potosí. El 2 de
mayo del mismo año y siendo representante obrero en el DF ante la
Primera Jefatura e Inspector de Propaganda Revolucionaria en el Norte,
el general Álvaro Obregón ordenó su incorporación a la Brigada Regional

330
de Coahuila, con el grado de mayor. En el expediente que del interesado
obra en la Secretaría de la Defensa Nacional existe una brillante Hoja de
Servicios en la que se consignan números hechos de armas que tuvieron
lugar los años de 1915 a 1924, en los estados de Morelos, Puebla, Veracruz,
Tabasco e Hidalgo. El año de 1917 le fue concedido el ascenso a teniente
coronel; en 1920, a coronel de Infantería; en 1923, a general brigadier y el
1 de enero de 1945 por acuerdo presidencial asciende al grado de general
de brigada. El 1 de abril de 1952 solicitó y obtuvo licencia ilimitada para
separarse del servicio activo de las armas, con el fin de dedicarse a trabajos
de carácter político. El año de 1950 se creó la Federación de Partidos del
Pueblo Mexicano con miras a contender en la campaña a la presidencia de
la república, quedando debidamente registrado este partido en la Secretaría
de Gobernación. Al efecto, fue designado candidato de este organismo, el
general Miguel Henríquez Guzmán. Durante los años de 1950 a 1952 en
plena campaña henriquista, el general Celestino Gasca Villaseñor se
significó como uno de los elementos más destacados de la Federación de
Partidos del Pueblo Mexicano, sobre todo dentro del sector campesino.
A fines del año de 1952, y una vez que se hubieron terminado las
elecciones para designar presidente de la república, los elementos afines
al general Henríquez Guzmán, convencidos de que este militar no
continuaría en la lucha de tipo ideológico y no autorizando la celebración
de más mítines que en la mayoría de los casos degeneraban en hechos
sangrientos, los federacionistas se sintieron defraudados y abandonaron
la lucha a favor de este militar, motivo por el cual la Federación de
Partidos del Pueblo Mexicano se dividió en tres facciones encabezadas,
una por el propio general Henríquez Guzmán, la segunda por el licenciado
Mario Guerra Leal y la tercera por el general Celestino Gasca Villaseñor,
que tomó el nombre de Federacionistas Leales... y tomando como pretexto
la Reforma Agraria (Gasca) integró su propia agrupación la que desde
luego principió a efectuar reuniones en el domicilio particular del citado
militar, ubicado en las calles de Tigre núm. 25, Mixcoac, DF, las que en
principio tenían lugar una vez a la semana y posteriormente los lunes y

331
miércoles; en estas reuniones el general Gasca Villaseñor tomaba la palabra
para decir que él sería la única persona capaz de sacar al campesino de la
miseria y dotarlos de tierras; que la Reforma Agraria tendría lugar en toda
la República y al efecto se formaron comités en diversas entidades
federativas, haciéndose propaganda por medio de impresos y volantes en
los que como tema principal, se hacía un llamado a todos los sectores
pero principalmente al campesino para que se sacudieran la opresión del
gobierno y los incitaba a la rebelión y que por medio de las armas buscaran
su libertad. En las citadas reuniones seguía aumentando el número de
adeptos y con la presencia de los representantes estatales se efectuaban
los domingos de cada semana; así se les hacía sentir a los federacionistas
leales que el momento de la liberación estaba cerca y se les exhortaba a
estar pendientes y con los medios necesarios para hacer caer al gobierno.
El año de 1961 y en una de las mencionadas reuniones, se les anunció que
el 14 de septiembre de ese año los federacionistas leales bajo la dirección
del general Gasca Villaseñor, iban a efectuar actos de sabotaje en forma
simultánea en varios estados de la Repúbica, tales como San Luis Potosí,
Zacatecas, Jalisco, Puebla, Veracruz, Tlaxcala y Oaxaca; éstos consistirían
en voladura de puentes, destrucción de carreteras, vías telefónicas y de
energía eléctrica y tomar por asalto las presidencias municipales. Debido
a lo anterior el 10 de septiembre del propio año y cuando se celebraba la
acostumbrada reunión dominical en la calle de Tigre núm. 25, el general
Gasca Villaseñor en compañía de 252 simpatizantes del movimiento
subversivo que pensaban llevar a cabo, fueron detenidos, recogiéndoseles
numerosa propaganda sediciosa y armas de diferentes calibres. El señor
Gasca Villaseñor y el resto de los detenidos fueron consignados ante el
agente del Ministerio Público Federal como presuntos responsables de
diversos delitos, entre otros los de subversión en contra del gobierno. No
obstante la detención del general Gasca Villaseñor, en la Sierra de Puebla,
en el sur del Estado de Veracruz y en el de Oaxaca, hubo conatos de
levantamientos de armas, ya que según el dicho del general Gasca, a pesar
de que él cayera, los coordinadores en los diferentes Estados ya tenían
instrucciones de cómo debían obrar. En el mes de junio de 1962 y

332
encontrándose recluido en la cárcel preventiva de esta ciudad, el general
Gasca Villaseñor fue indultado por el licenciado Adolfo López Mateos
entonces presidente de la República, retornando a su domicilio en delicado
estado de salud, por lo que no decibía a sus partidarios. El día 15 de julio
de 1962, el general Gasca asistió a un acto de masas organizado por la
Central Nacional de Trabajadores y que tuvo lugar en la Arena México,
en manifestación de apoyo al C. presidente de la República; la asistencia
del general Gasca fue con motivo de haber sido uno de los fundadores de
la Casa del Obrero Mundial... El 1 de diciembre de 1963 en otra reunión
celebrada, el general Gasca Villaseñor hizo una exposición de los hechos
que se habían sucedido a través de los 13 a años que tenía de formada la
Federación de Partidos del Pueblo Mexicano (Federacionistas Leales)
terminando por pronunciarse a favor de la candidatura a la presidencia de
la República del licenciado Gustavo Díaz Ordaz, aduciendo que este
solucionaría todos los problemas que aquejan a México, sobre todo el
agrario... A partir de esa fecha el general Gasca Villaseñor continúa
celebrando reuniones en su domicilio a las que asisten elementos de la
clase campesina y en ocasiones se les indica que el general está enfermo y
entonces es Nicolás Araujo, secretario particular del general, quien les
dirige la palabra... El general Gasca ha anunciado que tiene la intención de
formar un partido político y obtener el registro de éste ante la Secretaría
de Gobernación. El general Gasca ha tenido y tiene simpatía por el
licenciado Carlos A. Madrazo de quien es un ferviente admirador y a
quien sigue mencionando en sus intervenciones. El 9 de julio del año
actual, el general Gasca reingresó al servicio activo de las armas, motivo
por el cual con fecha 18 del propio mes nombró a Nicolás S. Araujo
presidente del grupo de Federacionsitas Leales y con instrucciones de
atenderlos... Gasca Villaseñor continúa auspiciando reuniones en varios
estados de la república como Guerrero y Veracruz, en este último en las
poblaciones de Papantla, Agua Dulce y Ruiz Cortines. Respecto a los
problemas recientemente suscitados en Madera, Chihuahua, el general
Gasca manifestó que solicitaría la destitución del gobernador de esa entidad,

333
por ser enemigo de los campesinos. El día 20 de noviembre del año actual
y con motivo del aniversario de la revolución, en el propio domicilio del
general Gasca se reunió un gran grupo de sus simpatizadores al que
asistieron mariachis, artistas de radio y tv así como elementos de reconocida
filiación comunsita que fueron llevados por el licenciado Adán Nieto
Castillo. El general Gasca Villaseñor constantemente manifiesta a sus
simpatizadores que el señor presidente de la República está en peligro y
que lo quieren matar, pero que los federacionsitas leales lo defenderán, ya
que el señor presidente está afectando muchos intereses de las clases
privilegiadas como banqueros, latifundistas, etcétera. El general Gasca ha
elaborado un programa tendiente a solucionar los problemas agrarios,
agrícolas y laborales...” (AGN, IPS, caja 2964 D)
38
Yáñez Delgado, op. cit., p. 203.
39
AGN, Presidentes, ALM, caja 218, 151.3/2252.
40
AGN, IPS, caja 2964 B.
41
Ibid., caja 440.
42
Ibid., caja 2964 B.
43
Id.
44
Ibid., exp. 559/2.
45
AGN, DFS, UNS, exp. 15-1-961, h. 120, leg. 7.
46
Ibid., exp. 48-5-961, h. 23, leg. 4.
47
Ibid., h. 239, leg. 4.
48
Ibid., h. 245, leg. 4.
49
AGN, DFS, exp. 48-61, h. 246, leg. 4.
50
Ibid., exp. 48-5-963, h. 17, leg. 5.
51
Ibid., PNM, exp. 48-5-963, h. 24, leg. 5.
52
Ibid., exp. 48-5-63, h. 66, leg. 5.
53
Ibid., h. 142, leg. 5.
54
Ibid., exp. 15-1-63, h. 324, leg. 8.
55
Ibid., exp. 48-5-64, h. 184, leg. 6.
56
Ibid., exp. 48-5-63, h. 21, leg. 5.
57
Ibid., h. 242, leg. 5.

334
58
Ibid., h. 285, leg. 5.
59
Ibid., exp. 48-5-64, h. 59, leg. 6.
60
Id.
61
AGN, DFS, PNM, exp. 48-5-64, h. 185, leg. 6.
62
Romo Medrano, op. cit., p. 343.
63
AGN, exp. 63-1-64, h. 362, leg. 24, José Trinidad Cervantes se convirtió

en jefe nacional de la UNS en mayo de 1964 y fue reemplazado el 10 de


julio de 1966 por Isidro Vélez Avilés, Historia Gráfica del Sinarquismo,
op. cit., pp. 407, 421.
64
AGN, DFS, UNS, exp. 15-1-964, h. 4, leg. 9.
65
Ibid., exp. 15-1-64, h. 141, leg. 9.
66
Archivo personal de I. Chávez, carpeta UNAM; mayo-diciembre de 1964.
67
AGN, DFS, UNS, exp. 15-1-964, h. 202, leg. 9.
68
Salinas Price, op. cit., pp. 122-125.

335
336
CAPÍTULO XVII

1966

Un desplegado que se publicó en Excélsior el 6 de febrero


1967, firmado por Vicente L. Torres, hacía referencia a
hechos ocurridos un año antes, entre ellos

Después de colocar habilidosamente a los miembros de MURO


Carlos Figueroa Sandoval, Víctor Manuel Sánchez Steinpreis
y Gastón Pardo Pérez en un órgano periodístico de una
empresa editorial y sin enteramiento del director general, el
2 de enero de 1966 hicieron publicar la calumniosa acusación
de que los dirigentes de la rama de Acción Católica que se
abrevia MEP (Movimiento Estudiantil y Profesional) había
celebrado una reunión de común acuerdo con los comu-
nistas, noticia que pudo comprobarse resultó totalmente
falsa...

El día 2 de enero de 1966, se publicó en El Sol de


México que en la Convención Diocesana de Estudiantes,
organizada por el MEP, se trazarían los planes para esa
organización de estudiantes católicos.
Señalaba la nota informativa publicada en la página 7
de ese periódico:

Los actos se llevarán a cabo en la sede del Centro Cultural


Universitario, en la avenida de las Torres, frente a la facultad
de Odontología y habrá sesiones especiales para todos

337
los estudiantes que deseen asistir, independientemente
de su ideología o religión, como un signo de acercamiento
entre los estudiantes de diversas ideologías.

En enero de 1966, el MURO había estado acusando a


los dirigentes del Partido Estudiantil Socialista (PES),1 y de la
CNED , 2 de tratar de intimidar a los asistentes a la III
Convención del Movimiento Estudiantil Profesional,
inaugurada el 23 de enero a las doce horas en el CUC. Según
la versión del MURO, el 24 de enero a las nueve de la mañana,
estudiantes de la izquierda amenazaron con golpear a Jaime
Bárbara, 3 presidente del MEP , si trataba de atraer a
estudiantes de Ciencias Políticas y Sociales a su reunión.4
En la prensa nacional, el 10 de enero de 1966, se
publicó un testimonio de Álvaro Flores y Leovigildo Pacheco:

fuimos testigos de que ayer a las 13.30 el señor Luis Felipe


Coello se presentó en Maricopa 16 e insultó y amenazó de
muerte al padre Sáenz Arriaga.
Nosotros nos dimos cuenta de que Luis Felipe prendió
entrar en la casa en forma violenta y que el Padre Sáenz se
lo impidió con serenidad.
Si el padre Sáenz no quiso admitir a Luis Felipe Coello en
su casa, estuvo acertado, como lo confirma la reacción
violenta y grosera del propio Coello.
Por tal motivo ya recurrimos a las autoridades competentes
para denunciar el hecho. Como el señor Coello dice tener
influencias políticas, es posible que esto lo haya hecho
dar rienda suelta a sus arranques de violencia. En previsión
de que trate de cumplir sus amenazas, o parte de ellas, por
la vía legal procedemos a poner los hechos en conocimiento
de las autoridades competentes.

338
Y mediante estas líneas advertimos al Sr. Coello que debe
abstenerse de volver a molestar al Padre Sáenz, pues se
procederá en su contra legalmente, si intenta hacerlo.5

Obviamente, este episodio formaba parte de los enco-


nadísimos conflictos entre el MURO y los Tecos, con quien se
identificaba Sáenz Arriaga quien, cabe añadir, en julio de
1966 pubicaría en Hermosillo un folleto de contenido
antisemita, Con Cristo o Contra Cristo,6 autorizado por el
arzobispo Juan Navarrete, y donde afirmaba:

Masonería y Comunismo no solo son aliados del Sionismo,


sino que son engendros suyos y armas eficacisimas que
usa para destrucción del Cristianismo y de la libertad del
mundo. Yo pido a los que lo niegan que nos den las pruebas
de su negación; su tenaz convicción tiene que estar bien
cimentada.7

El asunto siguió trascendiendo en la opinión pública y


de él informó, el 28 de septiembre de 1966, el agente 419 de
la PJF quien mencionaba que por medio de un periódico
mural, un grupo de estudiantes denunciaban al MURO de
“injuriarlos y hasta con golpearlos”.
Los estudiantes mencionaron que el MURO pidió apoyo
a Sáenz Arriaga, en cuya casa vivían los estudiantes
amenazados, todos ellos provenientes del interior del país,
para enfrentarse al trotskismo, a lo que el jesuita se negó
“por lo que (el MURO) ha buscado represalias en contra de
los allí residentes.”8
En 1966, el MURO acusaría de “agitadores” a quienes
llevaban a cabo actos a favor de David Aguilar Mora.9

339
En marzo, el MURO acusaba al embajador cubano en
México de ser promotor de todos los desórdenes y violencias
que esa organización anticipaba con motivo de la Semana
de Vietnam en México.
También en marzo de 1966, el MURO anunciaba una
campaña de “virilización” que supuestamente habían solicitado
“los estudiantes poblanos y regiomontanos” a los estudiantes
de todo el país para rapar a todos los “melenudos” aún a los
que actuaban en televisión y centros nocturnos:

Los hombres deben peinarse y vestirse como hombres. Los


que no lo sean, tendrán que comprarse pelucas para lucirlas
con sus amiguitos, pues peludo que encontremos será rapado.

Desde El Universal Gráfico Víctor Manuel Sánchez


Steinpreis apoyaba a sus amigos del MURO:

...Bien por la campaña iniciada por el Movimiento


Universitario de Renovadora Orientación (MURO) contra
los desadaptados y “snobs” rebeldones, que en vez de
estudiar o trabajar, se dedican a actividades estrafalarias
que los orillan ala delincuencia...

En su número 13, de febrero-marzo de 1966, Puño


anunciaba:

Con el comienzo de este nuevo año de 1966, emprende


Puño una etapa más en su ya larga trayectoria de desfacedor
de entuertos. En estos cuatro largos años de lucha hemos
recibido, como quizá ningún otro grupo en la historia de la
Universidad, los ataques más feroces de tirios y troyanos.
Desde expulsiones y encarcelamientos hasta los ataques

340
más ruines y cobardes de la intriga y la calumnia increíble...
Nuestros enemigos más que nosotros han creado el mito
del MURO a base de pintarnos como torvos y audaces
desalmados. Periódico y revistas han hecho de atacarnos
la causa vital de su existencia. Hasta atentados terroristas
nos han colgado.

Con su labor de zapa, prolongada durante años, con-


tra Ignacio Chávez y otros funcionarios de la UNAM, sin duda
el MURO contribuyó a su caída. Pero según los propios
dirigentes de ese grupo, no estuvieron directamente en la
primera fila de quienes en abril de 1966 violentamente
ocasionaron la renuncia de Ignacio Chávez.
Por ese motivo, Víctor Manuel Sánchez Steinpreis
defendió en la prensa a “los estudiantes que han desenmas-
carado las injusticias del estado comunista encabezado por
Chávez”.10 Por su parte, José María Rosell, comandante
del Ejército Contrarrevolucionario Cubano en el Exilio,
declaró que con la caída de Orfila y ahora de Chávez, “el
comunismo internacional pierde a sus dos mejores baluartes
en México”.11
El 26 de abril de 1966, el mismo día de la caída del
rector Chávez, la DFS informaba:

El estudiante Francisco Prieto, ex militante del MURO, fue


golpeado por miembros de su organización y se sospecha
que el responsable de la acción es Eduardo Guerrero,
estudiante de sicología y exalumno del Cristóbal Colón.
Ambos realizaban un trabajo social en el manicomio.
Después de la golpiza, Prieto disolvió el grupo que
funcionaba en el citado asilo.12

341
Respecto a la caída de Chávez, cabe recordar que
ya desde 1964 diversos grupos se habían manifestado con-
tra medidas como el aumento de dos a tres años de
preparatoria, a lo cual se opuso también el MURO, los grupos
se oponían también al examen de admisión; en febrero,
había crecido la oposición a las reformas académicas, quienes
reprobaban el examen de ingreso se organizaron en “asocia-
ciones de rechazados”; a principios de marzo de 1966,
fuerzas vinculadas a la izquierda en la facultad de Derecho
desatan un movimiento con demandas que incluían la
renuncia de César Sepúlveda, a quien faltaban sólo 40 días
para terminar su periodo. Sepúlveda expulsó a algunos
miembros del movimiento.
Mientras tanto, había diferentes reacciones frente a
esos hechos. El rector Ignacio Chávez declaró que el
problema era estrictamente interno de la facultad, originado
por intereses en torno al cambio de director. Sepúlveda dijo
que la situación había sido instigada por intereses externos
a la universidad y el Partido Acción Nacional declaró:

según versión de Gustavo Moral, de Novedades, que la


situación en la facultad de Derecho, la cabeza de huelga en
la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza del Centro y otras
actividades subversivas, tenían relación directa con los
acuerdos tomados en la Junta Tricontinental de La Habana
y con la Jornada de apoyo a Vietnam que organizan el
Partido Socialista y el Partido Comunista Mexicano.13

El 13 de marzo, se reunieron los líderes con el rector


por espacio de varias horas y aceptaron llegar a un acuerdo,
sin embargo, al día siguiente entraron en huelga. Mientras
tanto, Economía los apoyaba con una huelga en esa escuela.
A finales de mes, el movimiento comenzó a extenderse a

342
las preparatorias. A principios de abril, luego de haber
cambiado tres veces su pliego petitorio, los estudiantes se
pronunciaban a favor de una “reforma universitaria”. El 13
de abril, cinco dirigentes fueron expulsados por el rector. El
19, hubo conflictos entre los propios miembros del Consejo
de Huelga, cuyo núcleo más duro estaba constituido por
miembros de las juventudes comunistas. El viernes 22, gente
de la Preparatoria 5 trataron de recuperar la facultad de
Derecho. Por la noche, volvió a avivarse el movimiento de
huelga. El 26, con el pretexto de un enfrentamiento con
personal de vigilancia, los huelguistas tomaron las
instalaciones de la Rectoría. El rector y otros funcionarios
fueron secuestrados y obligados a renunciar por medio de
la coacción y de amenazas con “varillas puntiagudas, ga-
rrotes improvisados y en algunos casos armas de fuego”.14
El 24 y 25 había tomado por asalto las instalaciones
extramuros que rectoría había instalado fuera de CU para
continuar las clases.
En un artículo publicado el 27 de abril de 1966 en
Excélsior, Froilán López Narváez se refería a

las tácticas empleadas para crear el conflicto, entre las que


se cuentan el establecimiento de barricadas de tipo
guerrillero, las consignas políticas difundidas, los ataques
al gobierno federal, el artificio de seudoataques provocados
por los propios huelguistas, las cuales —escribía López
Narváez, con palabras que resultaron proféticas— hacen
temer que la Universidad pueda ser un pretexto para una
provocación mayor.

Además, afirmaba en su artículo que en el movimiento


contra Chávez, auspiciado por grupos extremistas de la
izquierda, que incluso decían buscar el “derrocamiento de

343
la burguesía en el poder”, hubo “pescadores en río revuelto:
“el MURO, grupos que dicen ser alemanistas, otros que
sostienen ser marxistas, es decir, la extrema izquierda y la
extrema derecha, han mantenido a agitadoras identificados”.
Ciertamente esa extraña alianza plantea un problema
de consistencia ideológica para quienes se decían antico-
munistas a ultranza, el MURO y grupos afines, al igual que para
los de la extrema izquierda que en sus propósitos coincidieron
con los primeros. Creo que en el terreno práctico, para el
MURO era prioritario el ataque a personas e instituciones
consideradas el enemigo inmediato a vencer, como era
claramente el rector Chávez. Hay que observar, también, que
en esos objetivos, el MURO coincidió una y otra vez con los
deseos del poder presidencial y de sus simpatizantes y
promotores del sector empresarial, rasgo que se constata una
y otra vez a lo largo del periodo de Díaz Ordaz. No sólo la
imposibilidad de enfrentarse al poder presidencial animaba
esa estrategia del MURO sino, me parece, una auténtica visión
compartida de lo que debería ser la lucha contra el comunismo.
Dos años después, con la matanza del 2 de octubre, culminaría
ese proceso de convergencia ideológica entre la derecha y el
poder presidencial.
Por su parte, en su memorandum del 3 de mayo de
1966, el agente 330 señalaba:

se supo que el MURO... tratará de aprovechar al máximo las


disensiones estudiantiles, que ellos mismos están
fomentando, haciendo a la vez labor de proselitismo para
lograr que los alumnos contrarios a la suspensión de labores,
se sumen al MURO, el caos que reina en la Universidad tiene
como fuente el interés del comunismo internacional, se vale
de agitadores pagados por Moscú y Pekín y exigían al
gobierno “sanear el ambiente universitario”.

344
El MURO se pronunciaba también porque el futuro rec-
tor no proviniera de la rama de Humanidades.
Como en otras ocasiones, el MURO enfatizaba la idea
de “sanear” a la Universidad de “toda clase de agentes
comunizantes”.
El 6 de mayo de 1966, la DFS comentaba que entre
los que manejaban bastante dinero en el MURO estaba Julio
Ramírez Jr. y su padre, el ex diputado federal Julio Ramírez,
“ya que éste dirige a elementos del MURO y de extrema
derecha, controlando no únicamente a su hijo sino a José
Rivas y a otros que trabajan en forma muy discreta”.15
En su informe del 9 de mayo de 1966, el agente 330
de la PJF señalaba que el MURO decía contar con brigadas en
todas las escuelas y facultades, incluyendo algunas prepara-
torias, a la vez que acusaba a funcionarios “chavistas” de
querer prolongar el conflicto de la UNAM, conspirando con-
tra el nuevo rector, ingeniero Javier Barros Sierra.16
Al día siguiente, el mismo agente informaba de la
existencia de brigadas del MURO en Ciencias, Ciencias
Químicas, Medicina, Veterinaria, Ingeniería, Arquitectura,
Odontología, Comercio y Administración.
El 3 de junio de 1966, el agente 330 mencionaba que
en reunión efectuada en la Escuela Nacional de Arquitectura,
Baños Urquijo dijo que el MURO no había intervenido en forma
activa y constante en el movimiento de huelga “porque el
conflicto no planteaba un cambio en la estructura adminis-
trativa y académica de la Universidad, sino únicamente se
subscribió (sic) a un cambio de personas en la Dirección de
la Universidad”.17
Sin embargo, es distinto el testimonio de la partici-
pación del MURO en esos hechos que escribió Jesús Silva
Herzog:

345
Al día siguiente de la toma de Rectoría, es decir, el 27 de
abril de 1966, visité al doctor Chávez en su casa, en compañía
de don Arnaldo Orfila Reynal. Nos contó lo sucedido con
toda clase de detalles. En el movimiento estudiantil había
estudiantes y no estudiantes de todos los matices
ideológicos, de izquierda, comunistas y trotskistas,
apolíticos y del MURO y nos dio nombres de dos tipos de la
embajada de EU y quizás de la CIA.18

El 6 de junio, el mencionado agente 330 de la PJF


señalaba que el MURO había solicitado una entrevista con
Miguel Alemán para pedirle que se retiraran los restos de
su estatua, que había sido dinamitada el día 4 de junio, “a fin
de que no se siga vejando su personalidad” y “no haya
pretexto de agitación”.19
De acuerdo con la nota publicada el domingo 5 de
junio por El Nacional en relación con el atentado a la estatua
de Miguel Alemán, “tres cargas de dinamita fueron colo-
cadas en el brazo de la estatua que sostiene un gran libro,
en el cuello y en la espalda por los autores del atentado,
causando deterioros en el coloso de piedra”.
Posteriormente, el agente 430 también de la PJF
informaría que la estatua había sido dinamitada “con
habilidad muy relativa” y que, para los dirigentes del MURO,
quienes estaban involucrados en ese acto eran Víctor Rico
Galán, Manuel Aguilar Mora, y el alumno de origen asiático,
Ching Sedano.20
Un reporte de la Dirección General de Investigaciones
Políticas y Sociales, fechado el 6 de junio de 1966, a las
14:10 horas,21 relataba:

Ayer a las 9.00 horas, Margarito Cruz Ramírez, con domicilio


en Osa Menor 172, esquina Leo, colonia Prado Churubusco,

346
teléfono 19-61-14, quien es contratista de la Universidad y
tiene encomendada la limpieza de la estatua del licenciado
Miguel Alemán, recibió la visita de 15 estudiantes
aproximadamente, que le indicaron que hiciera favor de
retirar de la estatua su camioneta con una máquina de vapor,
puesto que a esa hora iba a dar inicio el trabajo de limpieza
de ese monumento, amenazándolo que de no retirar ese
vehículo lo quemarían. El señor Cruz Ramírez se comunicó
por la vía telefónica con el arquitecto Pechard, jefe de
mantenimiento y Conservación de la Universidad, quien le
indicó que retirara su camioneta y que pusiera un velador
para que cuidara el andamio que se había colocado para
los trabajos de limpieza, ya que esa estructura es alquilada.
José Saucedo, Alberto Castañeda y Trinidad Anaya,
veladores de la Torre de Rectoría, se dieron cuenta de lo
que prentendía un grupo aproximado de 35 estudiantes,
siendo estos amenazados por 10 de ellos aproximadamente,
y los demás a las 12:00 horas, comenzaron a hacer el primer
intento por derribar la estatua. Posteriormente, obtuvieron
resultados positivos a las 3:00 horas de hoy, en que lograron
derrumbar parcialmente la estatua del licenciado Alemán.
Los veladores de la Torre de Rectoría que estuvieron
presentes la madrugada de hoy, tienen un horario de labores
de 12 horas, esto quiere decir que será hasta el día de
mañana a las 18 horas, cuando se presenten a trabajar,
saliendo de su turno el lunes a las 7:00 horas.
La Ciudad Universitaria no tiene vigilancia en sus instala-
ciones, salvo en los edificios de las escuelas y facultades,
en donde existen veladores, tal y como antes existía, pero
propiamente el cuerpo de vigilancia que hacía sus rondas
en toda la Ciudad Universitaria, está suspendido en el
servicio de ronda.

347
A las 13:30 horas se vio a Juan Felipe Leal (trotskysta),
que llegó haciéndose el admirado con una cámara foto-
gráfica para imprimir varias tomas, y posteriormente, se
retiró. Cuando le preguntaron que qué sabía de esto dijo:
“fueron los del MURO”.
A esta misma hora, se le vio a Enrique Rojas Bernal, quien
no hizo ningún comentario (es presidente de la Central
Nacional de Estudiantes Democráticos).
El reporte está firmado con las iniciales: ABC

En su informe del 10 de junio de 1966, el agente 330


de la PJF señalaba que según Fernando Baños Urquijo,
presidente del MURO, los grupos de “membretes comunistas”
habían recibido una gran derrota con la caída de Ignacio
Chávez, pero que esos grupos tienen la consigna de seguir
“agitando”, aunque “a causa de las atinadas disposiciones
del nuevo rector, los rojos de la Universidad, se han quedado
sin banderas”.22
Por su parte, el 11 de junio de 1966, la DFS resumía
sus conclusiones sobre las actividades del MURO:

funcionan con pequeños comités por escuela, sin admitir


voluntarios, siendo sus dirigentes los que escogen a los
futuros miembros del grupo, previa investigación en la
que queda comprobado que no se trata de personas de
ideas comunistas. El candidato, al entrar a formar parte del
MURO, firma un documento en el que protesta disciplinarse
en forma absoluta a sus jefes, comprometiéndose además
a no revelar los planes ni la fuerza del movimiento.23

De acuerdo con la DFS el número efectivo de miembros


del MURO era de cinco elementos por cada escuela lo que hacía

348
un total de poco más de 100 estudiantes, pero en circunstancias
especiales podían reunir el doble, por relaciones personales.
El 15 de junio de 1966, con motivo del atentado
dinamitero contra la estatua de Miguel Alemán, grupos de
la izquierda estudiantil recordaban que el ex presidente había
sido el autor de la Ley de disolución social, había iniciado la
contrarreforma agraria y había cambiado el color rojo sindical
por el blanco de su conciencia.24
El 17 de junio del mismo año, el MURO se refería a la
“deserción escolar en la UNAM” y proponía el establecimiento
de sesiones de orientación vocacional.
El 20 de junio de 1966, el MURO pedía a los estudiantes
universitarios que no apoyaran a sus análogos de la Univer-
sidad de Durango, quienes pedían adhesiones para apoyar
la instalación de una planta siderúrgica en esa ciudad. El
MURO fundaba su exhortación en que los estudiantes duran-
guenses estaban “asesorados por un grupo de técnicos
checos” representantes de ese país socialista, que estaban
interesados en la construcción de dicha planta.
En julio del mismo año, el MURO continuaría con sus
ataques contra el embajador checo de quien decían que
fomentaba movimientos estudiantiles en Durango.
El 27 de julio, el MURO calificaba como un fracaso, el
acto organizado el día anterior por la izquierda estudiantil,
porque no habían logrado reunir “ni siquiera dos mil
elementos”.25
En agosto se acusaba al MURO de agredir a los
estudiantes de la Preparatoria 7 utilizando toda clase de
armas e implementos de pandillero. Según la nota publicada
el 24 de agosto en El Día, la noche del lunes 22,

la Preparatoria de La Viga fue atacada por miembros del


MURO. El director del plantel, José Antonio Ruiz Acosta,

349
dijo que no era la primera ocasión que eso sucedía. Según
declaraciones de varios preparatorianos, una semana antes
se habían presentado varios miembros del MURO a vender
su órgano de información, pero la sociedad de alumnos se
negó a permitir su venta y, como represalia, esa noche se
presentaron 50 mozalbetes armados de instrumentos punzo
cortantes, manoplas, palos y piedras y al grito de “en fila”,
atacaron sorpresivamente a la mesa directiva, fue entonces
cuando en masa los estudiantes repelieron la agresión y,
en vista de su superioridad numérica, los atacantes iniciaron
la huida, rompieron a su paso vidrios y parabrisas de los
vehículos estacionados fuera de la escuela.
Como ya se sabe, los alumnos lograron la captura de tres de
los agresores: Fernando Baños Urquijo, al que señalan como
presidente del MURO, Fernando Belmont y Roberto Sosa
López, los que fueron conducidos a la Procuraduría del
Distrito y Territorios Federales horas después, Fernando
Ortiz de la Peña, director general de investigaciones de la PJ
del DF declaraba que el caso se turnaría a una mesa del
sector central y que no había detenidos debido a que las
lesiones de los estudiantes eran leves, comprendidas dentro
del artículo 89 fracción I del Código Penal y es facultad
discrecional del Ministerio Público, por este motivo, detener
o dejar libres a los responsables.

Con su habitual minuciosidad, Buendía explicaría luego


que cuando el “comandante” Fernando Baños Urquijo gritó
una orden, las “escuadras” se distribuyeron instantáneamente,
tomaron posiciones de combate, sacaron sus armas cuidadosa-
mente elegidas y emprendieron la agresión: con método, con
conocimientos típicos de un “comando” y con “una decisión
que sólo da el fanatismo” y advertía también que cualquier
funcionario que se metiera con los muros debería saber que

350
se exponía a ser desacreditado inmediatamente como
“comunista” y “perseguidor de jóvenes católicos”.
El 27 de agosto, El Día apuntaba que la averiguación
sobre esos hechos estaba estancada y que la acción penal
contra los muristas podía prescribir si el representante legal
de la UNAM no hacía la denuncia correspondiente por daño
en propiedad ajena.
En la versión de los muristas, por el contrario, lo
ocurrido el 22 de agosto en la Preparatoria de La Viga fue
“un funesto precedente en contra de la libertad de expresión
en la Universidad Nacional Autónoma de México”, según
declaraciones de los muristas publicadas en El Universal
Gráfico el día siguiente.
Según los muristas, el enfrentamiento tuvo lugar a
las puertas de dicha escuela cuando los trotskistas de ese
lugar agredieron a los miembros del MURO, que vendían su
periódico titulado Puño.

Los agitadores trotskystas Rubén Reyes Pérez, José Luis


Rodríguez Cuautli y Víctor Segura organizaron brigadas de
choque para impedir que los del MURO vendieran su periódico.
De las palabras se pasó a los hechos y en pocos minutos se
generalizó una batalla campal en la que los rijosos usaron
varillas, piedras, ladrillos y todo cuanto estuvo a su alcance.

Según los estudiantes del MURO, las autoridades de la


Preparatoria 7 detuvieron a varios de los estudiantes, que
luchaban contra los extremistas de izquierda y secuestraron
a Baños Urquijo, presidente del MURO, a quien sometieron a
un intenso interrogatorio para obligarlo a firmar declara-
ciones en las que se hacía responsable de los hechos.
En carta enviada a Tiempo el 12 de septiembre de
1966, el propio Baños Urquijo afirmaba:

351
... nosotros fuimos los agredidos por los trotskistas de ese
plantel —que es un reducto del comunismo más radical— y
al ser atacados por ellos con piedras y varillas, por instinto de
conservación y en legítima defensa tuvimos que hacer uso
de los mismos materiales para repelerlos. Ante su criminal
decisión de no permitir la venta de nuestro periódico aunque
hubieran (sic) muertos, personalmente di instrucciones para,
que nos retiráramos: de pronto me vi rodeado por decenas de
comunistas que me secuestraron y me llevaron a la Sociedad
de Alumnos a (sic) donde me sometieron a un intento
interrogatorio de carácter ideológico, la presencia de la prensa
obligó a las autoridades de la escuela a tratar aparentemente
de proceder jurídicamente, para lo cual nos trasladaron a la
Procuraduría del Distrito, a (sic) donde se abrió la investigación
correspondiente a los sucesos, quedando el suscrito en calidad
de detenido. Una vez aclarados los sucesos se nos puso
inmediatamente en libertad.

En ese mismo día, el MURO enviaba un escrito al rec-


tor Barros Sierra en el que le dice que ese grupo denunciará
que en la Dirección de Planeación de la Presidencia “está
incrustada una peligrosa célula comunista cuya cabeza lo
es el licenciado Emilio Mújica Montoya”.26
El 8 de septiembre de 1966, la DFS registraba que
miembros del MURO se entrevistarían con Salvador Azuela
para pedirle que, dado su prestigio universitario, aceptara
ser candidato a miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM.27
El 26 de septiembre, el agente 330 informaba que el
MURO le había comunicado

en forma especial y muy confidencial al licenciado Salvador


Azuela, titular del FCE, que se está fraguando un movimiento
en su contra, dirigido por el catedrático de la Escuela Nacional

352
de Economía, Jesús Silva Herzog. —Según el MURO—, este
último está resentido porque el licenciado Salvador Azuela,
en una forma muy discreta está haciendo una limpia de los
elementos de filiación comunista que se encontraban
enquistados en dicho FCE, auspiciados por Arnaldo Orfila
Reynal, es titular de dicho FCE.

El 23 de octubre de 1966, un pequeño grupo de


militantes del MURO llevó a cabo una protesta ante las
embajadas de Cuba y de la Unión Soviética, hechos que El
Día registró en los siguientes términos:

Un grupo de miembros del Movimiento Universitario de


Renovadora Orientación, reducido pero muy bien
organizado, pretendió realizar un acto ayer a las puertas de
las embajadas de Cuba y de la Unión Soviética y fue
retirado posteriormente por elementos de la policía del DF.
Treinta y cinco de los manifestantes, que portaban carteles
alusivos a los hechos de Hungría en 1956, así como algunos
que la policía calificó de ofensivos a las sedes diplomáticas
en cuestión, fueron llevados a la jefatura de Policía y luego
puestos en libertad, pues, según se dijo ahí, “no hubo
desorden alguno”. Las manifestaciones tuvieron lugar a
partir de las 11:30.
Al frente de dichos grupos iba el dirigente principal del
MURO, Fernando Baños Urquijo.
Los muristas ...iban precedidos por un tambor y llevaban
un estandarte con el escudo de la Universidad Nacional
Autónoma. La policía retiró poco después de la detención
de los dirigentes las mantas y carteles que llevaban, así
como un féretro que se había dejado a la puerta de la
embajada de la URSS.

353
El comentario de la embajada de Cuba fue lacónico: “Eran
unos cuantos y la cosa no tuvo importancia”. La misión
diplomática soviética no quiso hacer declaración al respecto.

La DFS conservó copia del reporte del teniente Islas,


de la patrulla 220, sobre el escándalo de estudiantes, es decir,
la manifestación del MURO, donde de acuerdo con la lista
incluida en ese informe, fueron detenidos los siguientes
miembros de ese movimiento: Javier Serratos Emparan,
Antonio Palancares Rodríguez, Carlos Sodi Pallares, Gregorio
González Negrete, Arturo Pérez López, Fernando Romero
Delgado, Arturo Jiménez Ortiz, Gonzalo Rivera Méndez,
Adolfo Rivera Rodríguez, Gabriel Pedraza Ibáñez, Luis García
Mata, José Quintero Ramos, Antonio Núñez Camacho,
Ricardo Vega Valdés, Raúl Raygada Rentería, José Morales
Hernández, Fernando Baños Urquijo, Juan Carlos Herrera
González, Ernesto Martínez Hernández, Juan Manuel
Hernández Ramírez, Francisco Matus Alatorre, José Oseguera
López, Jaime Rodríguez Domínguez, Jesús Ramírez Ortega,
José Jiménez Plata, Alejandro Rojas Pérez, Jaime Ortiz
Hernández, Jacobo González Rodríguez, José Laguna Pérez,
Marco Antonio Labrada Martínez, Pedro Blanco Rodríguez,
Ricardo Montero Monroy, Pedro González Rodríguez, Ernesto
Osorio Jiménez y Pedro Cota Pérez.
El 1 de noviembre de 1966, la DFS se refería a supuestas
conexiones del MURO con elementos de la izquierda, a un extremo
que resulta desconcertante y del cual no hay, que se sepa,
otras evidencias aparte del dicho de la DFS, según la cual,

los líderes estudiantiles de la Facultad de Medicina de la


UNAM Raúl Moreno Wonche, Francisco Javier Gil Castañeda
y Huáscar Peña Insunza... a pesar de su ideología de
izquierda se sabe (que) pertenecen al MURO.28

354
El 20 de noviembre de 1966, la mesa directiva del
MURO anunció que colaboraría con el gobierno para evitar
que grupos “comunistas” desplegaran mantas o repartieran
propaganda o hicieran cualquier otro acto contrario a la
cortesía tradicional de México, en la visita del presidente de
la RFA a nuestro país.29
Tres días después, el agente 419 de la PJF informaba,
sin embargo, que grupos de izquierda habían colocado un
periódico mural en la Escuela Nacional de Economía, con
información sobre el pasado nazi del presidente alemán
Heinrich Lubke.30
A fines de diciembre de 1966, el MURO protestaba
contra una gratificación que el FCE otorgó a su ex director
Arnaldo Orfila Reynal.

1
El Partido Estudiantil existía desde 1961 en Ciencias Políticas y desde
1963 en Economía y se había formado para luchar por la “democratización”
de la UNAM. Estaba nutrido por las juventudes comunistas. Walter Tovar,
del PC, fue dirigente del PES de Ciencias Políticas, a principios de los
sesenta.
2
La Central Nacional de Estudiantes Democráticos agrupaba a fuerzas de
izquierda, incluyendo la participación del PC.
3
La mesa directiva del MEP estaba formada por Jaime Barba y Ana Sofía
Zozaya de Barba, en el Consejo Diocesano; Félix Fernando Baños, como
jefe; y Ricardo Ramírez y Juan José Madrigal, presidente y secretario del
Consejo, respectivamente. (según se publicó en El Sol de México, el 23 de
enero de 1966, en la primera plana de la sección C).
4
AGN, GDO, Secretaría privada, informes de la PGR, vol. 207.
5
Del Corro y Matar, op. cit., p. 4.237 (de este dossier provienen algunas
de las notas periodísticas que se citan en el presente trabajo). Sobre
Alejandro del Corro, la DFS mencionaba en un estudio acerca de los grupos
católicos del país, fechado en 1970, que era un sacerdote argentino “que

355
mantenía contacto con dirigentes de los diferentes movimientos guerrilleros
latinoamericanos, motivo por el cual contenía valiosos datos confidenciales
enviados a través de microfilmes y manuscritos...” (AGN, DFS, exp. 15-3-
70). El CIDOC fue fundado en 1961 en Cuernavaca, con aprobación de
Sergio Méndez Arceo.
6
Joaquín Sáenz Arriaga, Con Cristo o contra Cristo, Editorial Kino,
Hermosillo, 1966, p. 96.
7
Id.
8
Del Corro y Matar, op. cit.
9
Cabe recordar que en julio de 1966 se confirmó que David Aguilar Mora,
al igual que su esposa, Eunice Campirán de Aguilar Mora, y 26 jóvenes
guatemaltecos fueron muertos por la policía secreta de ese país. El 20 de
julio de 1966, La Prensa publicó declaraciones de Manuel Aguilar Mora
con pormenores acerca de la muerte de su hermano, según señaló, David
había estado en Guatemala a mediados de 1964 y había vuelto en 1965,
para elaborar un “reportaje vivo” de la revolución guatemalteca. Pero ya
no volvió; fue detenido y martirizado. “Dicen que lo mataron sin previo
juicio”. Según Aguilar Mora, poco después su hermano Jorge fue a Gua-
temala en busca de David e incluso habló con el embajador mexicano en
ese país, quien le dijo que si habían detenido a David, bien merecido se lo
tenía por ir a alborotar a ese país. Luego Eunice fue a Guatemala en busca
de su esposo, pero tampoco volvió. “La militarada guatemalteca la detuvo
en una reunión junto con la hermana de Yon Sosa, líder de los guerrilleros
guatemaltecos, precisamente cuando estaban planeando cómo defender a
los presos políticos”. Según Manuel Aguilar Mora, “Eunice fue asesinada
a garrotazos sin piedad alguna. Estaba embarazada...” De acuerdo con el
citado relato de La Prensa, Manuel Aguilar Mora amenazó en los
siguientes términos a los causantes de los asesinatos: “David es el primero
que cae; pero sus compañeros lo vengarán a menos que los responsables
del crimen sean castigados”. También el 20 de julio de 1966, IPS de la SEGOB
(AGN, IPS, caja 2966 A, expediente de David Aguilar Mora) afirmaba que
los grupos trotskistas de las escuelas nacionales de Ciencias Políticas y

356
de Economía preparaban para las seis de la tarde de ese día un mitin
asamblea en protesta por el asesinato de David Aguilar Mora. Añadía:
“Con motivo de este acto se sabe que han estado amenazando por la vía
telefónica al embajador de la República de Guatemala en México, señor
Francisco Linares Aranda y al primer secretario de dicha misión
diplomática, en los teléfonos de la mencionada representación... dicién-
doles: ‘Asesinos, lo pagarán con su vida’, ‘Destruiremos sus automóviles
dentro de unos minutos’.” En su reporte sobre el acto celebrado en me-
moria de Aguilar Mora, IPS afirmó que en esa ocasión se “exaltaron las
virtudes de David Aguilar Mora como estudiante, revolucionario y político,
que fue expulsado de la UNAM en el año de 1962 por haber participado en
un mitin ProCuba y torturado por la policía de la Secretaría de
Gobernación en el año de 1965...”
10
Chávez, Epistolario... op. cit., p. 284.
11
Ibid., p. 287.
12
AGN, DFS, MURO, exp. 63-1-66, h.220, leg. 36.
!3
Ernesto Flores Zavala, El estudiante inquieto. Los movimientos
estudiantiles 1966-1970, UNAM, México, 1988, p. 11.
14
Excélsior, 7 de mayo, 1966.
15
Ibid., exp. 63-1-66, h. 47, leg. 36.
16
Quien fue nombrado rector el 5 de mayo por la Junta de Gobierno y
formalmente tomó posesión de su cargo el 11 de mayo de 1966 a las diez
horas.
17
AGN, GDO, secretaría privada, Informes de la PGR, vol. 205.
18
Jesús Silva Herzog, Una historia de la UNAM y sus problemas, Siglo
XXI, México, 1974, p. 149.
19
AGN, GDO, secretaría privada, Informes de la PGR, vol. 206.
20
Id.
21
AGN, IPS, caja 438.
22
AGN, GDO, secretaría privada, Informes de la PGR, vol. 206.
23
AGN, DFS, MURO, exp. 63-1-66, h. 135, leg. 38.
24
AGN, GDO, secretaría privada, Informes de la PGR, vol. 205.

357
25
Ibid., vol. 206.
26
Ibid., vol. 205.
27
AGN, DFS, MURO, exp. 63-1-66, h. 293, leg. 41.
28
AGN, DFS, exp. 63-3-66, h.140, leg. 38.
29
AGN, GDO, secretaría privada, Informes de la PGR, vol. 206.
30
Id.

358
CAPÍTULO XVIII

1967

El 19 de enero de 1967, un grupo de alumnos preparatorianos


del colegio Benavente trató de sabotear una conferencia del
sacerdote progresista Felipe Pardinas, en Puebla, agrediendo
a los asistentes con agua y haciendo estallar cohetes y palomas
en el templo de la Compañía de Jesús donde se celebraba el
evento. Detrás del acto se hallaba —declararía Luis Benítez
y Manuel Torres en Excélsior el 23 de enero de 1967—
Ramón Plata Moreno.
Según Benítez y Montero,

El grupo de exaltados atacantes, al que desde la oscuridad


dirigen aquí y en la capital de la República otros jefes ocultos,
tales como Antonio Quintana, Fernando Baños, Ignacio
Rodríguez Carreño, Víctor Manuel Sánchez, Gastón Pardo
Pérez, Augusto Domínguez Guzmán, el aquitecto Ezquerra
y el demagogo Felipe Coello, están desprestigiando las ideas
católicas que dicen sustentar manchando al gremio
estudiantil del país, denigrando el buen nombre de la
Universidad y haciendo a la nación y al Estado el gran daño
de alterar la paz social con sus descabelladas provocaciones.

Existen diferentes versiones sobre el origen de ese


desplegado. Una de ellas es que forma parte de los fuertes
conflictos entre los Tecos y el MURO, y que en él se mezclan

359
verdaderos dirigentes del MURO y sociedades secretas
vinculadas a él, como Coello y Sánchez con otros personajes
que en realidad no lo eran. Se ha dicho incluso que algunos
apellidos, como Steinpreis y Feldman servían como blanco a
los ataques de los Tecos, quienes señalaban su origen judío.
También se ha visto en la lista de personajes que se
mencionan en el desplegado un esbozo de la teoría de los
“apóstoles” que luego difundiría Manuel Buendía y que como
se ha dicho, no se puede tomar literalmente, simplemente
por la disparidad de edades de los supuestos integrantes,
pero sí indica, creo, la enorme importancia que en las
organizaciones secretas católicas de esa época tuvo Ramón
Plata.
El nombre de Gastón Pardo Pérez no vuelve a apa-
recer en otros documentos acerca del MURO, aparte de la
versión de los “doce apóstoles”. Posteriormente, Pardo
Pérez obtuvo un doctorado en sociología por la Universidad
de París, es estudioso de los movimientos políticos y
colaborador de diferentes medios, entre ellos El Heraldo y
en Bajo Palabra, ya a inicios del siglo XXI.
Por su parte, el arquitecto Esquerra, aparecería en
1980 como uno de los directivos de la delegación mexicana
del grupo fascista español Fuerza Nueva. La confesión de
Restituto Gómez Díaz, alumno del Colegio Benavente, quien
a última hora se arrepintió de la agresión contra Pardinas,
permitió establecer la responsabilidad del MURO en el ataque.
En su edición del 15 de enero de 1967, Política trató
ampliamente de este asunto, añadiendo que

varias personas, entre ellas algunas damas, fueron vejadas


por la turba cuando protestaban por el atentado.
Un grupo de estudiantes de la Universidad, atraído por el
escándalo, acudió al templo y detuvo al que dirigía el motín,

360
un estudiante del colegio católico Benavente, Restituto
Gómez Díaz (del que se dice que es sobrino del presidente
Díaz Ordaz) y lo condujo a la Universidad, en donde confesó
que la intención era sabotear la conferencia del Padre
Pardinas y hacer recaer la responsabilidad sobre los
estudiantes universitarios, a los que se considera de extrema
izquierda, comunistas.
El asustado Restituto —estudiante de 2o año de Prepa-
ratoria, conocido como exaltado fanático— ante el
Directorio Estudiantil Poblano, explicó que “sólo se trataba
de una broma” y no se resistió para denunciar a sus
cómplices en la organización del atentado: Ramón Meza,
Manuel Bueno Hernández, Emilio Blacázar, Faustino Pando
y otros. Ninguna de estas personas ni el jefe del grupo fue
consignada a las autoridades, significativa complacencia
que —unida ala desfachatez de Restituto Gómez Díaz que
considera una simple broma la agresión con cohetones a
una multitud y el atentado contra la libertad de expresión
que implica el sabotaje a la conferencia del padre Pardinas—
hace pensar que el fanático se siente intocable a causa del
supuesto parentesco con GDO.1

Según Política, el director del Benavente, Emile


Reversat era de manera “pública y notoria” el mentor del
grupo ultra reaccionario, fascista, llamado Frente
Universitario Anticomunista (FUA). También señalaba que
“faltando obviamente a la verdad”, Reversat se apresuró a
negar que Restituto fuera alumno del Benavente y que
“Reversat es un extranjero pernicioso al que nadie se explica
por qué no se le ha aplicado el artículo 33 constitucional”.2
Por su parte, el viernes 20 de enero de 1967, IPS
reportaba acerca del ataque a Pardinas, atribuyéndolo a

361
grupos “neonazis que operan en México, detrás de los cuales
pueden encontrarse algunos prominentes miembros del
clero”.
Según el reporte, donde se hace referencia a una
nota de Últimas Noticias,

los estudiantes ultraderechistas procedían principalmentedel


Colegio Benavente, habían recibido instrucciones de huir
enseguida y de dejar pistas que comprometieran a los
estudiantes de izquierda.
Por circunstancias que estuvieron fuera de control para los
organizadores de este atentado, todo quedó al descubierto.
Lo que no dicen las informaciones de prensa, pero que
estamos en posición de informar nosotros, es que de ese
Colegio Benavente salen constantemente brigadas de
terroristas que con frecuencia llegan hasta la ciudad de
México para efectuar secuestros o para propinar golpizar a
gentes que se oponen a los designios de los grupos
ultraderechistas y neonazis, que allá en Puebla y aquí en
México tienen como portavoz y ayuda principal a la Cadena
García Valseca; pero que se dice que están fuertemente
apoyados por el arzobispo de Puebla.3

El 10 de febrero con motivo de la visita de Díaz Ordaz


a Bellas Artes para inaugurar los cursos de la UNAM, se colocó
en el exterior del teatro una manta con la leyenda “El MURO
saluda al señor presidente”. Con ese motivo, un agente de IPS
indico que en el evento “se comentó que la manta de apoyo al
señor presidente que extendió el MURO no debió haberse
permitido que se colocara, ya que da una muestra clara de la
relación que existe entre gobierno y clero”.4

362
Como se ha mencionado, el 6 de febrero de 1967, se
publicó en Excélsior un desplegado firmado por Vicente L.
Torres. En él se acusaba a Ramón Plata de que

obra bajo el influjo de sus sueños desequilibrados de llegar


a ser el führer de México y arremete contra cualquiera que
se pliegue a tan insensatas ambiciones cualquiera que sea
la investidura, jerarquía o ideología del que se le oponga o
simplemente no encaje en sus delirios megalomaníacos.

Al hablar de investiduras y jerarquízas, hacían refe-


rencia a los enfrentamientos ya referidos con Sáenz Arriaga
y con Felipe Pardinas.
Proseguía el desplegado de Vicente L. Torres
denunciando:

El deliberado empeño de capitalizar esta bandera para


sorprender la buena fe de personas pudientes o bien
relacionadas, a fin de colectar fondos con diversos pre-
textos, tales como la Asociación de Promoción de la Cultura,
AC, que dirigen José Luis Ezquerra y José Martínez
Elissague.
Cualquier católico sensato tiene que preguntarse qué clase
de “lavado cerebral” dará Ramón Plata a los juramentados
en la ciega obediencia que él exige dentro de su organi-
zación secreta, para que muchachos que al ingresar, entran
movidos por sus ideales católicos, llegue el día en que
descienden a ejecutar órdenes de profanar una iglesia y de
ultrajar a los sacerdotes.
Ojalá reflexionen en esto los hermanos de las Escuelas
Cristianas, entre cuyos alumnos recluta Ramón Plata, en
los colegios lasallistas de toda la República, la mayor parte

363
de juramentados en sus organizaciones secretas, como
también es de desearse que salgan del engaño que padecen
sobre la verdadera naturaleza de MURO y FUA y sus redes
secretas aquellas personas espiritualmente prominentes
que los protegen.

El 30 de marzo de 1967, el MURO llevaba a cabo una


campaña contra estudiantes y maestros de Humanidades
por considerar que allí había los principales “focos de
infección comunista”.5
El 5 de abril de 1967, el agente 330 de la PJF reportaba
los planes del MURO de levantar una encuesta anticomunista
entre los estudiantes de todas las escuelas y facultades,
incluyendo preparatorias, para lo cual se valdría de sus
brigadas anticomunistas y trabajaría de acuerdo con el Par-
tido Estudiantil Universitario, encabezado por Julio Cruz
Gómez, que también era anticomunista.
La encuesta pretendería determinar qué porcentaje
de la población estudiantil no era de izquierda y podría por
tanto apoyar una iniciativa del MURO para modificar la
Constitución de la República a fin de “proteger y preservar
el estado demócrata federal y alejar a la República de
socialistas moderados, radicales o del comunismo”.6
Según el MURO, con su encuesta demostraría que la
mayoría de la población estudiantil era anticomunista y que

quienes agitan en realidad son grupos minoritarios, pero


que cuentan con inquietantes ayudas económicas y con
el apoyo abierto de funcionarios universitarios, entre ellos
directores de escuelas y catedráticos de las mismas.

El 8 de abril de ese año, el mismo agente informaba


que el MURO estaba criticando a las autoridades universitarias

364
por promover becas en la Universidad Patricio Lumumba,
de Moscú. Acusaban a las autoridades de la Universidad
de propiciar la “comunicación” del estudiantado. Además,
el MURO se lanzó contra los estudiantes que no siendo
comunistas se negaban militar en dicho movimiento o en
otros grupos y partidos anticomunistas, y tachaba de
“cobardes” a dichos estudiantes.7
El 12 de abril de 1976, el agente 330 anunciaba que
las brigadas universitarias anticomunistas, dependientes del
MURO mantenían guardias en Ingeniería y Arquitectura para
evitar que los grupos comunistas quisieran apoderarse de
esos planteles y obligar a los estudiantes a unirse a un paro
de labores.
En ese mismo día, el rector Chávez se refería en
declaraciones públicas a las influencias sinarquistas en la
desestabilización de la Universidad y a “dirigentes políticos que
emplean agitadores profesionales, que incitan a los estudiantes
mediante pasquines calumniosos que nos acusan de secuestros,
nos llaman gansters, funcionarios venales...” 8
El 18 de abril de 1967, se llevó a cabo una manifes-
tación estudiantil que partió de la facultad de Filosofía y
Letras para concluir frente a la Torre de Rectoría de la
UNAM, con el fin de protestar contra la agresión que unos
días antes habían sufrido varios alumnos de Filosofía por
parte de elementos del MURO, quienes a la vez habían causado
daños a las instalaciones. En el mismo acto, se denunciaron
las golpizas que antes habían sufrido José Luis Ceceña y el
profesor de la Escuela Nacional de Economía Enrique Semo
Calev. Este último había sido agredido cuando salía del
Instituto Cultural Mexicano-Ruso. Algunos volantes que se
hicieron circular posteriormente mencionaban que era judío
como un argumento contra Semo. Posteriormente, el 1 de

365
mayo de ese año, la DFS detectó que ese día circulaba otro
volante donde se criticaba a Semo Calev por ser judío.9
El 17 de abril de 1967, el mismo agente informaba
que el MURO estaba lanzando una campaña contra la Cen-
tral Nacional de Estudiantes Democráticos.
El 18 de abril, dicho agente informaba que Roberto
Escudero, presidente de la Sociedad de Alumnos de Filosofía
y Letras, y dirigente de la célula comunista Miguel Hernández,
de la misma facultad, consignó ante el tribunal universitario,
con la autorización del rector, a los integrantes de la mesa
directiva del MURO, como “presuntos responsables intelectuales
directos del ataque que elementos de dicho organismo
realizaron en contra de estudiantes de esa facultad”.
Asimismo, Escudero anunció que esa sociedad de
alumnos exigiría que los estudiantes lesionados fueran
indemnizados económicamente por el MURO y pidió también
la destitución de Bernabé Navarro, secretario de la facultad
de Filosofía y Letras, “de quien se sospecha que tenga nexos
con el MURO, aun cuando no puedan afirmar que haya sido
uno de los instigadores del ataque de los muristas”.
Sin embargo, estudiantes de medicina, ingeniería,
ciencias químicas, odontología, arquitectura, medicina,
veterinaria y zootecnia, declararon que defenderían a la mesa
directiva del MURO ante el tribunal universitario, aportando
pruebas de que fue la izquierda quien provocó el choque
estudiantil.10
A fines de abril de 1967, grupos de izquierda estaban
organizándose para combatir el “pandillerismo” de los grupos
fascistas y nazistas del MURO que se estaban extendiendo
nuevamente en la universidad.
El 22 de abril de 1967, el grupo Joven Guardia,
denunció en manifiesto las agresiones del MURO, en los
siguientes términos:11

366
Compañeros: considerando que en Nuestra Universidad
existe un grupo fascista de nombre MURO el cual realiza
actividades antiestudiantiles como el ataque a grupos
democráticos, como en los casos de la escuela de economía,
la agresión al maestro José Luis Ceceña y al maestro Enrique
Semo Calev, así como a los alumnos de la facultad de
Filosofía y Letras que se encontraban de guardia durante
el paro de protesta por las violaciones a la autonomía de
varias universidades, y por el entreguismo de los presi-
dentes latinoamericanos en Punta del Este, considerando
también la aparición de grupos espúreos; el grupo Joven
Guardia, manifiesta estar en contra de la actitud fascista
del MURO y hace un llamado al estudiantado para la
formación de un Frente Único, que detenga las agresiones,
asimismo, condena la violación de la autonomía
universitaria en diferentes partes del país por el “régimen
burgués” y exige la desaparición de los artículos 145 y 145
bis del Código Penal Federal.

En contrapartida, el MURO anunció que se uniría a otros


grupos de derecha para “desatar una acción directa” con-
tra los comunistas infiltrados en la Universidad.12
El 27 de abril de 1967, el agente 430 informaba:

mucha propaganda se está haciendo un nuevo partido


político estudiantil: el Partido Nacional Estudiantil. Algunos
ya han empezado a mostrarse temerosos de que se trate de
una nueva faceta del MURO, pues por su tipo de lenguaje,
su escudo —tipo nazi— y su nombre se asemeja bastante
a los grupos nazis que, alentados por el MURO, están
apareciendo en diversas entidades.13

367
En mayo de 1967, el presidente de la sociedad de
alumnos de la Preparatoria 7, fue golpeado por miembros
del Partido Universitario Nacionalista, presididos por Manuel
Campos alias el Nazi.14
El 27 de junio de 1967, el MURO acusaba a maestros
de “conocida filiación izquierdista” del área de Humanidades,
de hostilizar con motivo de los exámenes a miembros y
líderes de las brigadas anticomunistas.
A fines de julio, el MURO estaba regalando el libro
Comunismo y Colonialismo (que había que solicitar al
apartado postal 8710), con motivo del sexto aniversario de
dicho movimiento.
El 8 de agosto de ese año, se inauguró en el Museo de
Ciencias y Artes de CU, la exposición retrospectiva de la obra
de caballete de Alfaro Siqueiros, con la asistencia de Javier
Barros Sierra, rector de la UNAM. El MURO trató de sabotear el
acto mediante una serie de estrategias que listó la revista
Política en su número del 1 al 15 de agosto de 1967:

Los actos agresivos se pueden resumir en el intento de


una persona que fue detenida cuando trataba de bajar, y
probablemente destruir, varios cuadros expuestos. El
reparto, antes del acto oficial de inauguración, de una
pequeña hoja mimeografiada en la que se acusaba a
Siqueiros de intervenir en la guerra española y de “intentar
vender a México a sus amos soviéticos mediante el
vallejazo”. Allí, en el escrito, lo retaban a una discusión
pública para demostrar que el “comunismo sirve para algo
más que enriquecer ilegítimamente a unos cuantos para
sojuzgar a los pueblos”. En el momento en que Siqueiros
se disponía a cortar el listón simbólico, Fernando Baños

368
Urquijo se dirigió al pintor en términos injuriosos,
increpándolo para que respondiera a varios ataques que
recientemente le formularan en una publicación. Y por
último, después de las palabras injuriosas de Baños en
contra de Siqueiros, los gritos de una numerosa porra que
gritaba: “Viva el MURO, viva el MURO”.
Todo lo anterior se desarrolló curiosamente, sin que
ninguna autoridad o vigilante del museo (los que impidieron
que la persona no identificada bajara los cuadros, fueron
unos estudiantes que ocasionalmente pasaban por ahí)
impidiera alguno de estos actos de agresión y sabotaje
por parte de los miembros del Movimiento Universitario
de Renovadora Orientación.

En ese mismo mes, el Frente Unido de Estudiantes


Revolucionarios pidió al rector Javier Barros Sierra la
expulsión inmediata de los miembros del MURO, con motivo
de los acontecimientos arriba mencionados.
El 16 de agosto, la DFS registró la presencia del MURO
en un acto estudiantil en la facultad de Economía donde, de
las siete a las 8:30 horas se había efectuada un mitin, presidido
por representantes de cada grupo político universitario. En el
curso del mismo, mientras se daba lectura a una carta abierta,

entraron al auditorio 12 personas de constitución robusta,


que al parecer pertenecen al MURO, los que se colocaron en
forma estratégica a los lados de los pasillos e inmediatamente
después penetró una persona con una cámara fotográfica
que procedió a imprimir placas desde varios ángulos, bajo la
protección de los primeros, después de lo cual, salió el
fotógrafo custodiado por los mismos elementos.15

369
El 10 de septiembre de 1967, cuatro miembros del
MURO agredieron al religioso Ivan Illich, mientras dictaba
una conferencia en la Casa del Lago.
Política, en su número del 1 al 14 de septiembre de
1967, dio cuenta de esos hechos:

... mientras el sacerdote católico vertía conceptos tales


como: “El hombre de fe, por necesidad es criminal... Cristo
se expresaban como un buen rabino judío... Mi prójimo es
aquel a quien me da la gana elegir... Fui excomulgado en
Puerto Rico...”, un grupo de “muroístas”, que tenían todo
listo para la agresión, en forma violenta, lanzaron huevos,
jitomates, bolsas con anilina y tinta sobre el orador.
Entre los asistentes surgió el desconcierto, pues al intentar
Héctor Azar y otros desalojar a los agresores nazis, cun-
dieron gritos que se oponían a que tal medida se llevara a
efecto, “pues cómo se iba a permitir que se tratara tan mal
a unos pobres muchachitos: en México todos tenemos
libertad de expresar nuestras opiniones”.
Tuvo que ser el mismo Illich el que explicara lo equivocado
de tal posición, y al mismo tiempo condenara, en forma
implícita, la misma: “Debe hacerse una clara distinción en-
tre la religión ideologizada, que hace sentirse superiores a
los hombres y los separa de los demás, y la fe que es una
progresiva humanización”.

El 6 de noviembre del mismo año, el MURO renovaba


su mesa directiva, cuyo nuevo presidente sería Manuel
Alfonso Aguerrevere y su secretario general, Fernando
Belmont Acero. En la respectiva ceremonia, Baños Urquijo
apuntaba que, cuando recibió la presidencia del MURO, éste
contaba con 70 miembros, mientras que ya en 1967 contaba

370
con más de 280, de los cuales, 200 estuvieron presentes en
el evento, cuya reseña fue publicada en Excélsior al otro
día. En su informe, Baños Urquijo destacaba la intervención
del MURO en la campaña contra Ignacio Chávez así como
sus acciones de “solidaridad” con los países azotados por
las guerrillas comunistas.
El 12 de noviembre, varios actores de la obra Viet
Rock, que se representaba en el Teatro Orientación, fueron
golpeados por “elementos no identificados que salieron al
escenario” y se creyó que el atentado fue planeado por el
MURO .16
El 17 de noviembre del mismo año, Excélsior daba a
conocer un desplegado del MURO donde Aguerrevere se
quejaba de que los comunistas y sus aliados llevaban a cabo
una “cacería de brujas al revés”, culpando al MURO de
incontables males, para desacreditar la “labor positivamente
constructiva en lo cultural y académico que venimos
realizando en aquellas universidades donde es más sensible
la influencia de nuestro movimiento”. Sin embargo, las
protestas de grupos de estudiantes contra el MURO siguieron
a lo largo del primer semestre de 1968. Por ejemplo, en
abril de 1968, el Comité Ejecutivo de la Sociedad de Alumnos
de Filosofía y Letras informaba mediante un volante que e
había actuado contra el MURO en la facultad y en otras
escuelas.17
El 27 de noviembre de ese año, a las siete de la noche
cuando se iba a llevar a cabo un acto en Ciencias Químicas,
con motivo de la Revolución Rusa, se presentó un grupo de
estudiantes, presumiblemente del MURO, que arrojaron
cápsulas pestilentes al interior del local, motivando así que
los presentes se dispersaran.18

371
1
Política, 15-31 de enero,1967, p. 8.
2
Ibid., p. 9.
3
AGN, IPS, caja 2964 C.
4
AGN, IPS, caja 443.
5
AGN, GDO, secretaría privada, Informes de la PGR., vol. 207.
6
Id.
7
Id.
8
Romo Medrano, op. cit., p. 344.
9
AGN, DFS, MURO, exp. 63-1-67, h. 219, leg. 47.
10
Id.
11
AGN, IPS, caja 445, reporte firmado ese día por BLV.
12
Id.
13
Id.
14
AGN, DFS, MURO, exp. 63-1-67, h. 220, leg. 47.
15
Ibid., h.277, leg. 49.
16
Ibid., h. 188, leg. 52.
17
Olivera, op. cit., p. 65.
18
AGN, DFS, MURO, exp. 63-1-67, h. 243, leg. 52.

372
CAPÍTULO XIX

EL MURO EN EL 68

A principios de 1968, el grupo BACE, Base de Acción Comu-


nitaria Estudiantil, se alió con ex militantes de la Juventud
Comunista para echar a los del MURO de la sociedad de alumnos
de Ciencias. Entre los militantes de BACE se contaba Miguel
Yacamán y entre los ex militantes de la Juventud Comunista,
Gilberto Guevara Niebla. Esta agrupación se había fundado
a mediados de los sesenta, en Filosofía y Letras y en escuelas
del IPN, para evangelizar en barrios, colonias y pueblos.
El 28 de marzo de 1968, circulaba un volante en CU
donde se mencionaba a José Antonio Crespo Pozuela, Carlos
Robles Valdés, Rafael Mier Mora, Ricardo Díez Hidalgo y
Alonso Aguerrévere, como miembros del MURO.
También en 1968, la DFS señalaba:

hay personas que afirman que el licenciado Vicente Méndez


Rostro, director general de preparatorias, protege a los
miembros del MURO y aunque resulta temeraria esta afir-
mación, sí se puede decir con seguridad que en diversas
ocasiones ha utilizado a los mencionados elementos.1

El 5 de junio de 1968,

El licenciado Eduardo Ferrer Mc Gregor, juez primero de


Distrito en Materia Penal del DF, concedió amparo al
estudiante de medicina y dirigente del MURO, José Manuel

373
Pereda Crespo, acusado por el robo de 1810 expedientes
de la UNAM.2

La detención de Pereda Crespo había motivado una


fuerte campaña de los muristas contra las autoridades
universitarias,3 particularmente de Medicina, así como
enfrentamientos entre muristas y estudiantes de esa facultad.
El 14 de junio del 68, la DFS informaba que Braulio
Otero Flores, presidente de la sociedad de alumnos de la
Preparatoria 9, turno matutino era destacado miembro del
MURO, al igual que Ignacio Zemeño Martínez.4
El 14 de julio del 68, “elementos del MURO” apedrearon
el domicilio particular de Roberto Castañón Romo, presidente
de la sociedad de alumnos de Medicina. Al parecer, el episodio
estaba motivado por el conflicto en torno a la detención de
José Pereda.
Ese mismo día, se notó la presencia de elementos del
MURO en la facultad de Medicina, encabezados por Sergio
Quiroz Morales, los cuales el día anterior golpearon a algunos
estudiantes.5
Ante el movimiento estudiantil del 68, el MURO se ubicó
dentro de la gama de fuerzas que incluían lo mismo a
sectores y organizaciones del oficialismo que a personajes
y grupos del empresariado, que apoyaron decididamente la
represión contra el movimiento estudiantil que comenzó
precisamente un 26 de julio, en el aniversario de la Revolución
Cubana, igual que siete años antes habían tenido lugar en
CU los enfrentamientos estudiantiles en los que se manifestó
lo que luego sería el MURO.
El 27 de julio, los jefes policíacos en la ciudad de
México, generales Cueto y Mendiolea Cerecero, declaraban
que “agitadores profesionales” habían causado los disturbios
y que la policía contaba con “mayores y menores recursos

374
aún sin usar”.6 Sectores del PRI, la Federación Nacional de
Estudiantes Técnicos, la CANACO, así como el MURO y otros
grupos anticomunistas, se apresuraron a repetir ese tipo de
discurso que hacía referencia a la “agitación extranjera”
como causa del movimiento estudiantil en ciernes.
El 28 de julio, El Universal publicaba declaraciones
del MURO donde condenaba “los hechos vandálicos cometidos
por sujetos escudados en los estudiantes para lograr sus
fines”, y los calificaba de “agitadores marxistas”. “No son
de extrañar esas actitudes y acciones por parte de quienes
su único afán es entregar nuestra Patria al marxismo
internacional”, decía el boletín emitido por el MURO y añadía:
“Nosotros los verdaderos estudiantes deseamos que caiga
todo el peso de la ley sobre los autores intelectuales y
materiales de esos actos de barbarie”.
Ese mismo día, en la Escuela Nacional de Economía
del IPN se reunieron representantes de todas las escuelas
del Politécnico, la UNAM, la Normal y la Escuela Nacional de
Agricultura de Chapingo para discutir las posibilidades y
efectuar una huelga general hasta ver satisfechas una serie
de demandas, la primera de ellas era nada menos que la
desaparición del MURO junto con la Federación Nacional de
Estudiantes Técnicos y la Porra Universitaria.7 Según
declaraciones de Gilberto Guevara Niebla —en aquél
entonces miembro del Comité Nacional de Huelga— el MURO
era un grupo fascista con influencia de la CIA, especializado
en intervenciones a mano armada y que agrupaba a varios
miles de estudiantes que actuaban impunemente y se
escudaban en la UNAM; extrañas palabras si consideramos
que, según había informado Baños Urquijo el año pasado, el
MURO contaba con escasos doscientos y tantos miembros.
Según el antropólogo Felipe Echenique March, luego
de los enfrentamientos del 23 al 30 de julio “todo fue

375
movilización estudiantil y represión por parte del Ejército
Mexicano y los diferentes cuerpos policíacos y del MURO
(brazo estudiantil y armado de la extrema derecha)”.8
El 8 de agosto, cuando se efectuaba una asamblea en
Ingeniería, para fijar la posición de esa escuela en torno al
movimiento estudiantil, llegaron elementos del MURO que
lesionaron a Bernardo Hurtado, Fernando Herrera Rivera y
Emilio Roncal Perujo. Al repeler el ataque, fueron detenidos
Juan José Arana Lomelí, José de Jesús Irbaguen Rebollar y
Héctor Gómez Medina, del MURO, pero más tarde unos 40
elementos del MURO, “armados con varillas”, rescataron a los
tres detenidos, que habían sido conducidos al Tribunal
Universitario, aunque ya fuera de esa oficina, “fueron atacados
por una mayoría por lo que huyeron en desbandada”.9
El 10 de agosto, en las escuelas de CU se realizaron
asambleas en las que se informó de los logros en las
actividades de las brigadas políticas y se denunciaron las
actividades que estaban llevando a cabo “algunos elementos
al parecer del MURO que inscriben leyendas que no
corresponden al tono que ha empleado la generalidad de los
estudiantes universitarios”.10
Ese mismo día, la Asamblea Permanente de la
facultad de Ingeniería fue agredida “a manos de un grupo
de choque del llamado MURO. Los estudiantes han declarado
que no levantarán el paro hasta que se expulse a todos los
miembros de esa tristemente célebre organización”.11
El 12 de agosto, el MURO trataba de entrar a recibir
clases, al mismo tiempo que el movimiento estudiantil tomaba
la cafetería central.12 Un volante que circulaba ese mes,
emitido por el Comité de Lucha de la Escuela Nacional
Preparatoria, denunciaba al entonces director de esa
institución Vicente Méndez Rostro “...por pagar y organizar

376
a jóvenes sin escrúpulos del muro, porros y agentes, para
enfrentarlos a los estudiantes y como responsable del
asesinato de Víctor Concha Ramírez, de la Vocacional 5”.13
También el día 12, según reportó la DFS, llegaron a
Medicina elementos “al parecer del MURO” que trataron de
sabotear una reunión con insultos, golpes y “todo lo que
estuvo a su alcance en ese momento”. Los de Medicina
fueron a pedir ayuda a Economía y “estos se vinieron
armados con palos y varillas, pero cuando llegaron, los
agresores habían corrido”.14
En ese mismo día, la Asamblea General y Coalición
de Profesores de Enseñanza Media y Superior del País Pro
Libertades Democráticas, decidía ir a la huelga en solida-
ridad con el movimiento estudiantil y emprender una serie
de acciones, entre ellas la de “denunciar públicamente las
calumnias y las maniobras divisionistas de la Federación
Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET) y de los grupos
fascistas llamados MURO y FUM”.15
El FUM , Frente Universitario Mexicano, estaba
presidido por Álvaro Flores Rico, y por David O. Lozano,
presidente y secretario, respectivamente. Dicho grupo se
manifestó contrario al movimiento estudiantil y alegaba, por
ejemplo, que el Estado no había violado la autonomía
universitaria y que la misión de la Universidad “es la
educación no la de entrometerse en asuntos... como el de
pedir la derogación del artículo 145, etcétera”. Arremetía
también contra las autoridades universitarias, porque no
rendían cuentas de los 500 millones de pesos “aportados
por el pueblo para el sostenimiento de la Universidad al través
del Estado”.16
El 16 de agosto, en El Universal, el MURO llamaba a
los estudiantes a “desenmascarar” a los agentes del “castro

377
comunismo que están actuando en nuestro país y tratan de
aprovecharse del idealismo y fogosidad de la juventud
mexicana”. Según el MURO, el movimiento del 68 era parte
de un

plan de agitación internacional trazado por el dictador Fi-


del Castro en la Conferencia Intercontinental de La Habana,
a la que asistió representando al comunismo criollo, el
dirigente del Movimiento de Liberación Nacional, Heberto
Castillo, recientemente repudiado por el profesorado del
facultad de Ingeniería de la UNAM,

y estigmatizaba igualmente a Manuel Marcué Par-


diñas como “apátrida y agente del castrismo”.
Uno de los volantes impresos por el MURO, que
circulaba en agosto de 1968, presentaba una caricatura
donde el Partido Comunista estaba asesorando al Consejo
Nacional de Huelga, al que se representa como un boxeador
vapuleado, a quien el asesor le dice “¡Se está cansando,
ahora es el momento para que le pegues!”17
Entre otros grupos católicos que emitieron volantes
anticomunistas en 1968 se contaba el Comité Estudiantil
Femenino, que en agosto de 1968 pidió defender a la
Universidad del “vandalismo comunista” calificado como
“intrínsecamente perverso” y en el mismo mes exhortaba a
los jóvenes lasallistas a luchar contra la conspiración
comunista contra México y a organizarse para dar la batalla
con la virilidad del católico y del patriota.18
El 23 de agosto, El Heraldo publicó la fotografía de
una escuálida manifestación murista frente al edificio de las
Naciones Unidas, donde unos pocos ultraderechistas —en-
tre ellos algunos niños— exigían que la URSS fuera excluida

378
de la ONU a raíz de la invasión a Checoslovaquia, a la vez
que acusaban a las “manos comunistas” de haber propiciado
el movimiento estudiantil.
Tres días después, Novedades informaba del “ené-
simo” mitin del MURO frente a la embajada soviética, con
motivo de los acontecimientos de Checoslovaquia.

Los manifestantes, lanzaron sus pancartas al interior de la


embajada y cubrieron los barandales con su propaganda
anticomunista. Se veían, cerca de 100 pancartas con
leyendas como “Rusia, fuera de las Naciones Unidas”,
“GDO, frena ya al comunismo” y “Viva Cristo Rey”.

Otros grupos católicos protestaron contra la inter-


vención soviética en Checoslovaquia, entre ellos la UNS, cuyo
comité nacional emitió el 22 de agosto un boletín de prensa
donde condenaba la “brutal invasión soviética” y se solidarizaba
con el pueblo checo “exhortándolo a resistir con valor frente
a la tiranía, luchando con denuedo para volver a su patria a
los cauces de la libertad y de la democracia”.19
El 25 de agosto, en su volante de invitación a la
protesta frente a la embajada de la URSS, el MURO exclamaba:
“¡Viva México! ¡Muera el comunismo!” y acusaba a los
comunistas de ser autores del problema estudiantil, para
evitar las olimpíadas y desprestigiar a México.20
El 29 de agosto, maestros y alumnos de la escuela de
Arquitectura de la UNAM, reunidos en asamblea, discutieron
el ataque contra la Vocacional 7, que había tenido lugar en
ese día:

alrededor de las 4 de la mañana, un grupo de aproxima-


damente 60 individuos enmascarados que portaban cascos

379
blancos hicieron durante cerca de diez minutos disparos
sobre le edificio de la Vocacional No. 7 del Instituto
Politécnico Nacional. Al parecer, usaron metralletas, rifles
M-1, máuser y pistolas. Los atacantes secuestraron a uno
de los estudiantes que hacían guardia en el plantel e
hirieron a otros dos. Los muebles y cristales del inmueble
quedaron destrozados. Los agresores huyeron en los
automóviles —aproximadamente 18— en que llegaron,
gritando: “!Arriba la FNET!” y “¡Viva el MURO!”.21

En ese mismo día, el diputado Carlos Sánchez Cár-


denas, del PPS, diría:

Este acto incalificable tiene la marca de los que acostumbra


realizar el grupo fascista MURO, pero quienes sean sus
autores, deben ser descubiertos y castigados. No creo
que haya nadie que no condene con indignación este
ataque propio de hampones.22

Sin embargo, el periódico del PCM, La Voz de México,


señaló el 8 de septiembre de 1968 que el ataque había sido
perpetrado por “bandas fascistas” capitaneadas por Rogelio
Flores y Víctor Artemio Valenzuela, jefe y subjefe del
departamento de Limpia del DF; además, que estas bandas
estaban auxiliadas por agentes policíacos e integradas funda-
mentalmente por trabajadores de limpia y transporte.
Según la publicación del Partido Comunista,

los asaltantes iban en su mayoría con chamarra verde —uno


de los métodos que utilizan los agentes para identificarse
mutuamente— y se cubrían los rostros, para evitar posteriores
identificaciones, con pañuelos y mascadas.

380
Cabe recordar que una semanas antes de esa agresión
a la Vocacional, el 8 de agosto, ante cerca de diez mil
empleados de limpia, el entonces regente, Alfonso Corona
del Rosal, afirmó que el movimiento estudiantil era producto
de una “conjura internacional comunista”.
En el mismo tono, el 30 de agosto el MURO advertía:
“¡Alerta, México!...el asalto comunista está cerca. Aún hay
tiempo, pero no mucho”.23 El 29, por haberse tocado las
campanas de la Catedral durante una manifestación
estudiantil, el MURO afirmaba en uno de sus volantes:
“¡México ha sido profanado!” y denunciaba que el 27 de
agosto la “guerrilla urbana” comunista había penetrado por
la fuerza en la catedral de México y que en el zócalo había
izado la bandera comunista (en el asta central).24
Por su parte, un volante emitido por las Mujeres de
Acción Católica Mexicana en agosto de 1968, protestaba
por la “profanación” de la Catedral e invitaba a ir a ese
recinto el día 30 a las cinco de la tarde de rodillas, desde la
puerta hasta el altar, y pedir perdón (por la profanación).25
También a fines de agosto de 1968, un volante del
Comité Mexicano de Orientación Popular se refería a la
manifestación de “desagravio” a la enseña nacional, de la
siguiente manera:

El 28 de agosto, diversos grupos de la población, em-


pleados públicos y de comercio, artesanos, amas de casa,
padres de familia, colonos, etcétera, salimos al Zócalo a
desagraviar la enseña patria, ofendida el día anterior...26

Otro volante emitido por el mismo motivo, decía al


calce “Dios, Patria, Familia, Libertad. Cristianismo sí,
comunismo no” y señalaba:

381
La tarde del martes 27 de agosto, una muchedumbre azuzada
por los comunistas, ha consumado dos hechos infames
que nos indignan. 1o. Una guerrilla urbana comunista
penetró por la fuerza en la Catedral de México, altar de las
creencias religiosas del pueblo, profanando el altar mayor
y apoderándose momentáneamente del Sacro Edifico y
Monumento Nacional. 2o. En el centro de nuestra Patria, el
zócalo de la ciudad de México, fue izada una bandera
comunista en el Asta Bandera Central, donde únicamente
nuestra bandera tricolor tiene derecho a ondear. Los
millones de mexicanos que creemos en Dios y amamos a
México nos sentimos ofendidos en lo más íntimo y protes-
tamos enérgicamente por esa injuria nunca vista. Recha-
cemos a los comunistas sin patria y sin fe. Salvemos a
México. Nuestra nación nunca será ni una Checoslovaquia
ni una Cuba.27

Por otra parte, en boletín de prensa emitido el 28 de


agosto, la UNS afirmaba:

El mitin que los estudiantes celebraron por la noche del


martes último en la plaza de la Constitución, no puede ser
más elocuente. Los coros, las pancartas, pro o francamente
marxistas, los discursos cargados de izquierdismo, la toma
por asalto de la Catedral por parte de un grupo, al echar a
vuelo las campanas y como cruel corolario el haber izado
una bandera rojinegra;

Los sinarquistas acusaban a “los que buscan cadenas


para lamer, y ataduras para maniatar al pueblo, o sean los
comunistas, que se han apoderado totalmente de ese
movimiento”.28

382
Además, alegando que los estudiantes habían profa-
nado la Catedral Metropolitana durante una manifestación
en el zócalo, el 8 de septiembre de 1968, el MURO junto con
la Coalición de Organizaciones para la Defensa de los
Valores Nacionales y hasta grupos de boys scout partici-
paron en una manifestación de “desagravio”, donde unas
diez mil personas desfilaron de la Plaza México a la Basílica
de Guadalupe. En esta demostración, que no contó con el
aval de las autoridades religiosas, pues días antes habían
declarado que no hubo tal profanación, hablaron en nombre
de la Coalición Mauricio Gómez Mayorga y del ingeniero
Javier Covarrubias y por el MURO Josefina Reyes Espíndola
y Manuel Alonso Aguerrévere, quien con un micrófono dirigía
las porras con consignas como “Queremos uno, dos, tres
chés muertos”, “mueran todos los guerrilleros apátridas”,
asimismo vivas a Cristo Rey, Díaz Ordaz y a la Virgen
María. Entre los oradores estaban el exiliado cubano José
Manuel Griguera, y Emilio Obregón, quien luego de presen-
tarse como “verdadero representante de los intelectuales
mexicanos” dijo que “los comunistas atentaban contra los
derechos humanos”. En los tendidos de la plaza de toros
figuraban carteles que decían: “Largo, perros comunistas”,
“San Baltasar contra los traidores”, “Ser comunista es ser
antimexicano“ y “Dios, patria, familia y libertad”.
La Parroquia Universitaria declaraba en septiembre
de 1968 que:

Como principio general, válido en cualquier parte del


mundo, es de desear que no se utilicen los templos
religiosos para manifestaciones políticas.
El hecho de tocar las campanas y encender las luces de un
tempo no constituye materia de profanación. Con permiso

383
o sin él, esos hechos no configuran de ninguna manera lo
que el derecho canónico, canon 1172, califica como
violación de la Iglesia.
Nos parece inaceptable abusar del sentimiento religioso
del pueblo para fines políticos y organizar manifestaciones
de “reparación” o “desagravio” por una profanación que
no hubo.29

Sin embargo, esas declaraciones acarrearían fuertes


críticas a la parroquia por parte de los sectores anti-
comunistas, de tal suerte que el 30 de septiembre de 1968,
Tomás Allaz se refería a esas críticas y afirmaba que no
había tenido nada que ver con esa parroquia en los últimos
cuatro años, es decir, desde 1964, a pesar de que sus escritos
se usaban para atacar a esa institución. Dijo que al frente
de la misma, Agustín Desobry había hecho un papel
magnífico pero que los enemigos de la parroquia señalaban
la “peligrosa conducta de esa institución, dirigida por Allaz
y por Desobry”, cuando en realidad sólo la dirigía este último,
y que trataban de causar alarma entre los padres de familia
cuyos hijos frecuentaban la parroquia.
El 1 de septiembre de 1968, en su informe de gobierno,
Gustavo Díaz Ordaz afirmaba:

Es evidente que en los recientes disturbios intervinieron


manos no estudiantiles; pero también lo es que, por inicia-
tiva propia o dejándose arrastrar, tomó parte activa un buen
número de estudiantes.

Aseveraba también que en México no había presos


políticos, pese a que el delito de disolución social, definido
en el artículo 145, estaba tipificado por el artículo 145 bis
como un delito político.

384
A lo largo de su discurso, publicado íntegramente por
la prensa nacional el día 2 de septiembre, el mismo en que
Excélsior daba a conocer el nombramiento de Julio Scherer
como director general de ese diario, Díaz Ordaz expresaba
conceptos que luego serían retomados por sectores
empresariales como la COPARMEX , para argumentar la
naturaleza que deberían tener los cambios “necesarios” en
materia de educación.
Afirmaba Díaz Ordaz: “Era profundamente inten-
cionada la sabiduría revolucionaria que transformó la secre-
taría de Instrucción en Secretaría de Educación”.
Añadía:

deberá cuidarse mucho que el niño o el joven no quede sin


guía, abandonado a sus naturales, irreflexivos impulsos.
Quienes mayor capacidad tengan para ello, tendrán que
decidir y, además, definir con claridad, no en razón de
situaciones transitorias o en función de personas, sino
como directriz permanente, si al maestro debe privársele
de toda autoridad frente al alumno y ha de suprimirse todo
gobierno en la escuela o si, también en el régimen interior
de cada aula, y de cada institución educativa, deberá
realizarse la difícil pero no imposible, conjugación del orden
con la libertad.
Se ha llegado al libertinaje en el uso de todos los medios
de expresión y difusión, se ha disfrutado de amplísimas
libertades y garantías para hacer manifestaciones, orde-
nadas en ciertos aspectos, pero contrarias al texto expreso
del artículo 9o. constitucional; hemos sido tolerantes hasta
excesos criticados; pero todo tiene un límite y no podemos
permitir ya que se siga quebrantando irremisiblemente el
orden jurídico, como a los ojos de todos ha venido suce-
diendo; tenemos la ineludible obligación de impedir la

385
destrucción de las fórmulas esenciales, a cuyo amparo
convivimos y progresamos.

A la distancia, no encontramos en las publicaciones


de esos días, ni mucho menos, un libertinaje antigobiernista,
pero sí, por el contrario, un verdadero “libertinaje presiden-
cialista”, que llegó a extremos hoy casi increíbles, y donde
se esmeraron no sólo los sectores del oficialismo, fieles a
tradiciones cortesanas y obligados a ellas por su propia
supervivencia, sino los representantes de la industria, la banca
y el comercio del país, que por el contrario, en el sexenio de
Echeverría, serían críticos implacables del sistema. Sin duda,
Díaz Ordaz era su presidente.
Para los empresarios, el informe presidencial fue
“certero y reafirmó inequívocamente, la fe en las institu-
ciones, la estabilidad política y el auge nacional”.
Héctor Flores, presidente de los banqueros, dijo sobre
el informe: “Es un documento que pasará a la historia por su
extraordinario sentido humano... encierra gran patriotismo”.30
Según Nazario Ortiz Garza, presidente de CANACINTRA,
el informe de GDO: “permite observar el panorama tan
halagador que existe en el territorio nacional”.
Alfredo Santos, de la Cámara de Comercio de la Ciudad
de México, dijo: “Estamos verdaderamente orgullosos del
mensaje escuchado. Y conscientes, además, de que México
es cada día más grande”.
Ladislao López Negrete quien había sido presidente
de la Asociación de Banqueros dijo: “...todos estamos
emocionados de haber escuchado el informe y aplaudimos
sin reservas a nuestro gran presidente. Todos estamos con
él, porque estar con él es estar con México”.
Juan Sánchez Navarro dijo: “El informe tiene gran
dosis de verdad. Reafirmó el principio de autoridad,

386
profundizó en los orígenes del conflicto y reafirmó las
reformas educativas”.
Leopoldo González Sáenz y Bernardo Quintana,
constructores del Metro, opinaron:

Ha hecho una síntesis inobjetable de todos los factores


que han influido en los recientes desórdenes. Su decisión
de acción, fe en la juventud de México y la claridad con
que ve el futuro, son seguridad absoluta del continuismo
del progreso de todos los mexicanos.

Para el banquero José Antonio César: “Es el mejor


informe que he escuchado en toda mi vida. Todo de lo mejor.
Inobjetable. Lleno de valor y decisión”.
El 4 de septiembre de 1968, Excélsior publicaba las
siguientes opiniones de Roberto Guajardo Suárez, presidente
de COPARMEX, sobre el informe que según él “hizo sentir
confianza por la decisión de las autoridades de que el orden
vuelva a reinar”.
El 7 de septiembre de 1968, en El Sol de México,
René Capistrán Garza publicó el artículo titulado “Díaz Ordaz,
la venganza comunista” donde afirmaba que tanto la huelga
de médicos que tuvo lugar a principios de su sexenio, como el
movimiento estudiantil de 68 eran manifestaciones de una
estrategia comunista contra Díaz Ordaz, porque desde el 22
de agosto de 1946, había pronunciado un “sensacional y
valeroso discurso en la Cámara de Senadores”, donde criticó
al PCM y a su ideología en los siguientes términos:

Afirmo bajo mi responsabilidad que el Partido Comunista


no representa una de las especies revolucionarias del país
mexicano. La revolución mexicana no se inspira en el

387
comunismo, ni el comunismo se inspira en la revolución
mexicana...

Acerca de Díaz Ordaz, Capistrán escribía:

Díaz Ordaz es hombre de una pieza. No es un hombre


obcecado; es un hombre de inconmovible convicción. No
es un improvisado; es un político y un estadista que sabe
dónde se encuentra y sabe adónde se dirige. Es un capitán
en cuyas manos el navío no se aparta de su ruta, porque es
un capitán que lleva la brújula en el cerebro y la bitácora en
el corazón; pero, como todos los hombres que, como él,
mantienen sin doblegarse la propia dignidad, son también
el objetivo, con propósito traidor y alevoso, de sus
impotentes adversarios. Ese es el origen profundo, la raíz
oculta, la para muchos ignorada causa del odio que los
marxistas de México —que no mexicanos— sienten con-
tra Díaz Ordaz, a quien nunca perdonarán...

Así, afirmaba Capistrán Garza, el movimiento del 68


fue “...la venganza del comunismo contra el presidente Díaz
Ordaz, portaestandarte de México y de sus más prístinos
ideales”.
Estas palabras de Capistrán Garza, al igual que la
participación del MURO en el 68 en apoyo a la represión
gubernamental, nos hacen recordar que en ese tiempo
personajes y grupos de la extrema derecha se identificaban
plenamente en su discurso y acciones como diazordacistas,
y al igual que algunos dirigentes empresariales trataban de
motivar la represión anticomunista.
Cabe añadir que unos años antes, el 24 de enero de
1966 en un artículo publicado en El Sol, Capistrán Garza

388
manifestaba con motivo del recorrido de Díaz Ordaz por
Centroamérica:

Nosotros somos Díaz Ordaz y Díaz Ordaz es nosotros, ya


que venturosamente entre México y su Gobierno existe
una identificación de pensamiento pese a insignificantes
disidencias, que hacen de éste y aquél la unidad ejemplar
que para todos los pueblos del mundo deseamos aunque
la desconozcan casi todos los pueblos del mundo.

Tan sólo dos días después, en su artículo del día 26,


Capistrán Garza extraía conclusiones delirantes de la
supuesta identificación de Díaz Ordaz con el pueblo de
México. Puesto que GDO no estuvo en la Conferencia
Tricontinental de la Habana, del 3 al 10 de enero de 1966,
“se deduce con lógica inductiva y deductiva (sic)... (que)
También México, su pueblo, su pensamiento, su espíritu
estuvieron ausentes de ella...”
El día 23 de enero de 1966, ese periódico había
publicado y anunciado con bombos y platillos dos “históricos
suplementos” en rotocolor donde se ofrecía a los lectores
una “visión panorámica” del viaje de Díaz Ordaz a Centro-
américa así como una “glosa de los principales conceptos”
vertidos por el entonces presidente. En páginas interiores
de uno de esos suplementos dos fotografías que podemos
interpretar como una ominosa advertencia de lo que fueron
las relaciones de Díaz Ordaz con la juventud y su noción de
autoridad. En una de ellas, un sonriente Díaz Ordaz recibe
un beso en la mano por parte de su hijo, Alfredo Díaz Borja,
sin posar siquiera la mirada en su vástago, sino en sus
fervientes admiradores. En otra gráfica, GDO tiende la mano
a su hija, Guadalupe Díaz Borja de Nasta, quien está

389
haciendo lo mismo que su hermano Alfredo. Dice el pie de
foto correspondiente: “La señora Guadalupe Díaz Borja de
Nasta, hija del presidente Díaz Ordaz, saluda respetuosa y
cariñosamente al Primer Magistrado. El señor Salim Nasta,
yerno del jefe de la nación, espera el momento de hacer lo
propio.”
El 14 de septiembre de 1968 en El Universal se
publicaban declaraciones de Manuel Alonso Aguerrévere,
quien acusaba a “estudiantes rojos” de agredir a tiros al
estudiante Rodolfo Oliveros Ángeles, quien perdió el ojo
izquierdo en el encuentro, mismo que había sido registrado
por la DFS en los siguientes términos:

en la madrugada del día 13, Enrique Maruco Flores y


Rodolfo Oliveros Ángeles, del MURO, al pasar por la Alameda
de Santa María, vieron que tres desconocidos pegaban
“propaganda comunista”, por lo cual les reclamaron y en
contestación uno de ellos sacó una pistola e hirió a Oliveros,
causándole una lesión en el ojo izquierdo.31
El 17 de septiembre por la mañana, alumnos de la
Preparatoria 1 fueron atacados sorpresivamente por un
grupo de estudiantes al parecer identificados como
pertenecientes al MURO y a las porras de las preparatorias 2
y 7. Hechos similares se repitieron en la tarde cuando fueron
agredidos alumnos de las escuelas y facultades de
Economía, Derecho, Medicina, Ciencias y Artes Plásticas,
que acudieron a la Preparatoria 2. Uno de los estudiantes
de la facultad de Ciencias, Hugo Alvarado Monterrubio,
recibió un balazo en una pierna.32

El 19 de septiembre de 1968,33 el abogado José Gómez


Gordoa, envió una carta personal a Luis Echeverría,
secretario de Gobernación, donde le decía:

390
Con motivo de las medidas de seguridad adoptadas por el
gobierno federal, en virtud de las cuales el ejército desalojó
la ciudad universitaria, creo representar la opinión de un
importante sector empresarial de México, de trabajadores
del comercio y de algodoneros del país, al expresar a usted
los sentimientos de aprobación a dichas medidas que solo
tienden, como creemos que es el pensamiento del Gobierno,
a restablecer el principio de autoridad inexistente en dicho
centro de estudios, confirmado al comprobar el rector de la
Universidad que su voz había dejado de ser escuchada.
La Ciudad Universitaria se había convertido en una zona
al margen de la Ley y en ella se incubaban una serie de
delitos que la autoridad se encontraba en la obligación de
evitar o de sancionar.
[...]
Los hombres de trabajo de México no podemos permanecer
impasibles ante estos brotes de perturbación que afectan
el proceso productivo y la marcha de los negocios.
La víctima directa de estos desmanes es el Pueblo de
México, y es por ello que ante una actitud severa y justa,
sin sentimentalismos mal entendidos, pensando en el
porvenir de nuestra juventud y en el futuro de la Patria,
otorgamos nuestro respaldo, asegurando a usted que la
inmensa mayoría del Pueblo de México está con su
gobierno y le exige que continúe con la firme decisión de
defender los auténticos intereses del país, manteniendo el
orden y el principio de autoridad en todos los niveles y en
todos los ámbitos del país.

El 25 de septiembre de 1968, Ovaciones informaba


del secuestro de Carlos Vasconcelos Elizalde, socio de una
fábrica, perpetrado por cuatro sujetos armados con pistolas
y metralletas que se identificaron como miembros del MURO

391
y quienes con engaños sacaron a Vasconcelos de su casa
en la colonia Del Valle.
El día 1 de octubre de 1968, el Consejo Nacional de
Huelga afirmaba que personal policíaco al mando de
Mendiolea Cerecero, así como miembros del MURO estaban
enviando cartas con una cruz roja impresa y con amenazas
a los estudiantes recién liberados de la prisión.34
El 7 de octubre, Excélsior informaba que Gilberto
Ramón González Niebla, profesor de la preparatoria y
miembro destacado del Consejo Nacional de Huelga,
acusaban a los ultraderechistas del MURO, y a los izquierdistas
del Partido Comunista, de “haber aprovechado la situación
para crear la confusión y el terror”.
Pasada la masacre del 2 de octubre, el 19 de noviembre,
El Día publicaba declaraciones del panista Felipe Gómez Mont:

El terrorismo consiste en el control de los menos sobre los


más, en el cual debidamente adiestrados y formados sus
cuadros se crean instituciones de subversión de todo
orden, político, económico, social y familiar.
La subversión social es la que estamos viviendo. Aquella
en la cual se crearán incesantes problemas, resulto uno,
surgirá otro, y que llevan como fin el que la autoridad,
incapacitada para resolver esa cadena de problemas, pierda
prestigio, pierda autoridad real y se convierta a la nación
en un campo propicio para alterar el orden y las estructuras
democráticas que corresponden a nuestra nación.

Esos comentarios eran reproducidos en la revista


Resumen del pensamiento Libre de México, en su número
156, del 29 de noviembre de 1968. Dicha publicación estaba
dirigida por Gustavo de Anda, y en ella escribía también
Edmundo Meouchi, quien en el mismo número, 156, se

392
congratulaba en estos términos por la aprehensión de José
Revueltas: “El 18 de este mes, ante la PGR, José Revueltas,
rojillo insigne y probado, reconoció sin resabios, que fue
cabeza y director responsable del movimiento estudiantil.”
Meouchi decía también que el conflicto estudiantil

había sido promovido y organizado por dirigentes marxistas


con el propósito de crear una “situación revolucionaria”
semejante a la de Francia, en mayo pasado, y capitalizar la
incalculable resonancia mundial de la XIX olimpíada.

El 5 de diciembre de 1968, Edmundo Meouchi, direc-


tor de Relaciones Públicas de COPARMEX, enviaba a Luis
Echeverría Álvarez, secretario de Gobernación, una versión
de las ríspidas preguntas que los empresarios le habían hecho
el 29 de noviembre. En ese tiempo, era presidente de
COPARMEX Horacio Guajardo Suárez. Por su parte, Meouchi
había sido participante activo en las luchas de la derecha
católica estudiantil, como indicó en su número de marzo de
1981, la publicación Claustrum, órgano informativo del
Consejo Nacional de Estudiantes, cuyos orígenes se
relatarán en este libro al hablar del Pacto de los Remedios.
Claustrum informaba del fallecimiento del doctor
Edmundo Meochi M., ocurrido el 25 de marzo del año ante-
rior. Decía:

Hombre infatigable, maestro ejemplar, Don Edmundo fue


artífice en el combate por una Universidad Verdadera.
Pionero de la Unión Nacional de Estudiantes Católicos,
UNEC, como representante de la Escuela Libre de Derecho,
desplegó una gran actividad para engrandecerla. Varios
asesores y directores suyos le recuerdan por su entusiasmo,
su vida intachable y por su amor a la Causa de Dios.

393
El Consejo nacional de Estudiantes tuvo el honor de contar
con su entusiasmo, sus consejos, su experiencia.
En varias ocasiones alentó nuestro trabajo y nos demostró
su simpatía en todo momento.
Don Edmundo nos acompañó en el I Congreso Nacional
del CNE, efectuado en Guanajuato, así como en nuestro I
Congreso Internacional que se llevó a acabo en enero de
1979 en la Ciudad de México.
Nunca olvidaremos sus palabras, ni su presencia y ejemplo.
La causa de la Universidad, la causa de nuestra patria ha
perdido a uno de sus mejores.

Sobre la participación de Meouchi en actividades del


CNE, la DFS había reportado en agosto de 197835 que este
personaje, junto con el presidente del CNE, Alejandro
Gutiérrez, su vicepresidente, Héctor Salazar de San Luis
Potosí y su vocal, Sabás Flores, había presidido los trabajos
del día 27 de agosto del Primer Seminario de Estudios
Universitarios sobre la Universidad de México, organizado
por dicho Consejo en el auditorio de la escuela de Minas de
la Universidad de Querétaro con asistencia de 200
personas.“Los jóvenes representantes y la mayoría de los
asistentes vestían traje y corbata, gafete y un listón llamado
‘beca de honor’, en color rojo, con la insignia del CNE”.36 Al
final de ese seminario, se impuso a Meouchi dicha “beca”
en forma honorífica.
En esa ocasión se criticó a Luis Echeverría. Se dijo
que había tenido “diarrea legislativa” al promulgar más de
200 leyes “todas estatizantes y socializantes”. Meouchi
exhortó por su parte a los concurrentes a no frustrarse ante
la política “bárbara y elemental” de México.

394
El evento había comenzado el día anterior, 26 de
agosto de 1978,37 a puertas cerradas, con la participación
del MURO, FUA, Juventud Nueva y otros grupos afines al CNE.
Por otro lado, la lectura del documento enviado por
Meouchi a Luis Echeverría el 5 de diciembre del 68,
documento que se conserva en el Archivo General de la
Nación,38 deja claro que la estrategia de Meouchi y de los
empresarios de ese COPARMEX consistía en llevar el agua a
su molino. Por un lado, trataban de responsabilizar al
gobierno y en particular a la dependencia que encabezaba
Echeverría de los hechos del 2 de octubre, y a la vez
presionaban a las autoridades para inducirlas a la
implantación de medidas como la privatización de la
educación superior o el otorgamiento de concesiones en el
ámbito político y social a la jerarquía católica.
De acuerdo con dicho documento, los empresarios
formularon 16 preguntas principales a Echeverría en esa
reunión, algunas de las cuales eran preguntas “complejas”,
o “retóricas”, es decir, llevaban ya implícita una respuesta.
Nótese que personajes como el propio Meouchi ya tenían
su posición, totalmente afín a la estrategia represiva avalada
por Díaz Ordaz, acerca del movimiento estudiantil.
El documento se refiere, así, a la pregunta acerca de
los orígenes del movimiento estudiantil, señalando que sobre
ello se habían manejado diferentes hipótesis: que fue un
complot internacional desatado por países como Rusia,
China, Cuba, Estados Unidos, Brasil, etcétera;

se ha dicho también que fueron funcionarios de regímenes


anteriores los que promovieron y encabezaron el movi-
miento estudiantil, por último, hay quienes pretenden que
dicho movimiento ha sido auténticamente estudiantil,
reforzado por un descontento popular.

395
Los empresarios interrogaban: “¿Cuál de estas ver-
siones o qué combinación de ellas, pueden explicar la
iniciación y desarrollo del movimiento?”
También preguntaban los empresarios cuáles eran las
“cabezas verdaderas” y cuál la intervención de extranjeros
en el movimiento.
Con respecto al financiamiento del movimiento estu-
diantil, decían:

un movimiento de tal magnitud e importancia, mantenido


durante cuatro meses, implica el manejo de millones de
pesos para su sostenimiento, viajes, desplegados de
prensa, pancartas, radio y televisión, folletos e impresos
en general, aparatos de intercomunicación, etcétera. ¿Esos
millones de pesos fueron facilitados por países extranjeros,
a través de sus embajadas, o por mexicanos interesados?
Para poner fin al movimiento estudiantil, ¿se pueden
determinar y controlar sus fuentes de abastecimiento?

Los empresarios consideraban el movimiento estu-


diantil como muestra de que las universidades públicas no
funcionaban adecuadamente, y sugerían algunas medidas
de privatización. Decían:

Se ha señalado... que convendría cambiar los sistemas de


subsidio estatal a la universidad, por fundaciones que
concedieran ampliamente becas a quienes las requieran,
señalando que la autonomía verdadera no puede reducirse
a lo académico, administrativo y legislativo, mientras exista
una dependencia económica de los poderes estatales.

396
Cuestionaban: “¿Piensa el Gobierno introducir reformas
tendientes a modificar el actual estatuto universitario?”
Opinaban que hacía falta una mayor cooperación “en-
tre todos los sectores sociales y económicos para alcanzar,
en forma conjunta y a través de un diálogo efectivo, fórmulas
que propicien la solución del problema educativo”.
Insinuaban que había “prejuicios y partidarismos” que
impedían esa cooperación y cuestionaba: “¿Considera el
gobierno que es posible llevar a cabo los cambios ideológicos
y políticos que se han señalado como esenciales para tal fin?”
En ese sentido, los empresarios hablaban también de
una “actualización de ideales” de la revolución mexicana,
pues

... con el transcurso del tiempo esa mística revolucionaria


no representa ya una verdadera atracción para los jóvenes
de hoy, porque, quizás insensiblemente, se ha caído en
una serie de lugares comunes, de posturas dogmáticas y
de héroes intocables.

Sobre esas premisas, preguntaban:

¿Considera el gobierno que ha llegado el momento de que


todos los mexicanos, sin distinción de credos políticos o
religiosos, unamos nuestros esfuerzos para actualizar el
ideal revolucionario, quitándole su intransigencia, para
ofrecerlo a la juventud como guía que satisfaga sus nobles
ideales?

En sus intervenciones, los empresarios fueron enfáticos


en exaltar el papel de la Iglesia Católica como formadora de
conciencias y moralizadora de la sociedad, e incluso, afirmaron

397
que una de las causas del movimiento estudiantil era la
supuesta hostilidad del gobierno contra la Iglesia. Afirmaban,
por ejemplo, que el debilitamiento de la moral individual y
social era consecuencia de la campaña permanente en con-
tra de los credos religiosos.
Según los empresarios:

Se ha mencionado que una de las causas de la desorientación


juvenil depende de que en las escuela primaria, secundario
y rural, como lo señaló el Informe Presidencial, más que
educar se ha buscado instruir.

Partiendo de esos supuestos, los empresarios pregun-


taban a Echeverría si

Tomando en cuenta que el cambio social originado por la


revuelta estudiantil repercute en el centro de la estructura
moral de la sociedad, ¿cree usted que la Iglesia debe tener
una participación determinante en el encauzamiento de la
inquietud juvenil?

Organizaciones vinculadas al sector empresarial, como


el FUA, tenían un análisis similar del movimiento estudiantil,
que se puede resumir en las siguientes afirmaciones:

1. El movimiento fue producto de un reacomodo de la fa-


milia revolucionaria, donde los desplazados del poder se
aliaron con los “comunistas” para derribar a quienes lo
detentaban.
2. El movimiento respondió a una estrategia internacional
del comunismo, que generó disturbios en Francia, Brasil,
Estados Unidos e Inglaterra, además de México.

398
3. La matanza de Tlaltelolco, el 2 de octubre de 1968, era
parte de la estrategia comunista para hacer imparable el
movimiento.
4. El resultado final, fue el bloqueo de la candidatura
presidencial del licenciado Emilio Martínez Mantou, de la
misma línea del presidente Gustavo Díaz Ordaz, y el ascenso
del grupo pro comunista representado por el licenciado
Luis Echeverría Álvarez.39

El análisis que hace Dávila Peralta de la posición


empresarial puntualiza, acertadamente a mi parecer, que a
partir de Ávila Camacho, se había dado un acercamiento
entre la derecha y el gobierno, mismo que se rompió con la
llegada de Luis Echeverría. Dávila Peralta señala que con
base en la interpretación arriba reseñada

... la derecha se enfrentaría de manera abierta con el sistema


político con el que se había aliado desde 1940. Según la
derecha, el gobierno —antes anticomunista— se había
convertido en pro comunista; por lo que era necesario
combatirlo, derribarlo para sustituirlo por otro que hiciera
realidad la implantación de la “civilización cristiana”.40

En el plano de los movimientos estudiantiles de la


derecha, esa transición es muy clara, pues en los setenta,
grupos como el MURO pasarán de ser fervientes gobiernistas,
diazordacistas, a los peores enemigos del gobierno de Luis
Echeverría, ruptura evidenciada en 1975 con el llamado
Pacto de los Remedios, que se transcribe en un capítulo
posterior de este libro.
Por su parte, la derecha católica empresarial difundiría
por los medios a su alcance su propia visión de la historia,

399
donde al lado de Lázaro Cárdenas serían satanizados
personajes como Echeverría y López Portillo, a la vez que
idealizaban a Ávila Camacho, “el presidente caballero”, a
Miguel Alemán, a López Mateos y a Díaz Ordaz, presen-
tando a este último como víctima de las supuestas maquina-
ciones de Echeverría.
El 18 de abril de 1969, de las 18.45 a las 20:30 horas
en el salón de actos del Colegio México, Mérida 50, se inició
el VI Congreso de la Federación de Asociaciones de Pa-
dres de Familia de Colegios del DF, presidido por Fernando
Espinosa Ogarrio, dirigente de ese grupo y por otros perso-
najes, como Federico Muggenburg, quien dio a conocer el
desarrollo del tema del Congreso que fue “la educación in-
tegral de los jóvenes”, con aspectos como “la inversión de
valores” y la “necesidad de la función integral de los
educandos”.
De acuerdo con la mencionada agrupación, había
“desorientadores de la juventud” que

buscan su frustración, cuya oculta intención salta a la vista,


pues siendo ellos mismos personas que han errado su
vocación, que han fracasado en la vida, que no han logrado
realizar sus aspiraciones, sienten un profundo y quizás
inconsciente rencor en contra de quienes han podido,
mediante su trabajo, su esfuerzo y su preparación algún
lugar en el medio económico, social y profesional, y también
sienten ese mismo rencor hacia los jóvenes estudiantes que
tratan de alcanzar un grado profesional o académico, porque
consideran que serán sus competidores inmediatos...
Se ha podido conocer la marcada inclinación de esos
desorientadores, a masificar y proletarizar a la juventud
actual... incitándolos (a los jóvenes) a desconocer todas

400
las normas de urbanidad, de civismo, de higiene y de
convivencia humana...
En la práctica se ha podido comprobar que, los estudiantes
que se dejaron sobornar son una minoría insignificante, a
la cual siguieron algunos miles de jóvenes y adultos, a
quienes se estimuló con la propaganda, con objetivos
aparentemente positivos y dirigidos a lograr mayor justicia,
mejores condiciones de vida, más libertades, etc.; mientras
la mayoría de los educandos deseaba la terminación de los
disturbios para volver a sus escuelas, a lo que (se) oponían
las minorías de agitadores.41

Cabe añadir que Roberto Guajardo Suárez, sería


destituido de la presidencia de la COPARMEX en 1973, organismo
que venía dirigiendo desde hacía trece años, en aras de
facciones aún más radicales de empresariado. De acuerdo
con Matilde Luna, Guajardo había sido un crítico agudo de
la intervención estatal y había pedido incluso la reprivatización
de las actividades económicas del Estado, pero en su carta
de renuncia había pedido a los dirigentes empresariales que
se alejaran de las “actividades políticas” y se dedicaran a
“actividades económicas”, así como a defender sus intereses
sectoriales.42

Lima Malvido
Muchos años después, en mayo de 2002, el ex secretario
de Gobernación Jorge Carpizo dio a conocer que María
de la Luz Lima Malvido, quien en 2002 ocupaba el cargo
de subprocuradora en la PGR, había participado en un grupo
de extrema derecha, en 1968 cuando estudiaba en la
Preparatoria 6 de Coyoacán, y entre sus actividades había
robado un portafolios a un obispo de “izquierda” para dárselo
a otro de “derecha”.

401
El 22 de mayo de 2002, Lima Malvido hizo declaraciones
al respecto en el noticiero de televisión de Joaquín López Dóriga,
con quien “recordó que cuando asistía a la preparatoria, quienes
no eran comunistas eran de la derecha”.
El comunicador y la funcionaria sostuvieron ante las
cámaras el siguiente diálogo:

JLD: No me imagino a usted robando un portafolio a un


obispo, pero usted lo está contando.
Lima: Lo que sucede es que precisamente en esta época
había los grupos de derecha e izquierda y ellos (los
obispos) buscaban información y platicábamos y ellos nos
pedían que fuéramos y les trajéramos información. Y todo
este tipo de actividades las hacíamos cuando teníamos 16
años...
JLD: ¿Y usted lo hizo? ¿Le quitó el portafolios al señor
obispo?
Lima: Sí, se lo quité al señor obispo y se lo entregué a otro
obispo, que entre ellos sabían la información que tenía.
JLD: Y si le pregunto ¿qué obispos eran?
Lima: No, como me voy a acordar. En esa época pues...43

Sin embargo, luego se pudo inferir fácilmente que el


obispo en cuestión era Sergio Méndez Arceo, y que el grupo
al que pertenecía Lima Malvido era el MURO, del cual había
sido fundador su esposo Luis Rodríguez Manzanera, de quien
se habla en este libro.
Al igual que Rodríguez Manzanera, Lima Malvido se
dedicó a la criminología. Doctora en derecho, catedrática y
miembro de número de la Academia Mexicana de Ciencias
Penales, fue también socia fundadora y secretaria general
de la Sociedad Mexicana de Criminología.

402
En el prólogo a uno de su libros, Lima Malvido,
Criminología femenina, se señala que Alfonso Quiroz
Cuarón fue en 1973 su profesor de medicina forense en la
facultad de Derecho de la UNAM, y que lo era también de Luis
Rodríguez Manzanera, quien a su vez fue profesor de
criminología de Lima Malvido.

Ambos impartieron cátedras amenas, pero a veces


angustiantes cuando hablaban de aquellos cuyos gemidos
se escuchan hasta quedar enmudecidos por los lamentos:
los delincuentes, las víctimas, los homosexuales, las
prostitutas, los minusválidos, los disidentes, los
desviados...44

Con un lenguaje propio de fines del siglo XX, Lima


Malvido deploraba también las injusticias hacia las mujeres:
“Qué injustamente se ha ridiculizado y minimizado las
demandas femeninas que cuestionan, desde la vida cotidiana,
hasta la necesidad de un cambio social respetuoso de los
derechos humanos”.
Sin embargo, Rodríguez Manzanera, quien escribió
la presentación de dicho libro calificaba el libro de Lima
Malvido como feminista, “en el sentido de que lleva a una
mejor comprensión y dignificación de la mujer”. 45
Señalaba también:

Lima Malvido se tituló como profesora de primaria en la


ENM y obtuvo el doctorado en Derecho con Magna Cum
Laude. Fue también impulsora de los servicios a víctimas
en el DIF y en las entidades federativas... asesora jurídica
de la PGR y entre otras cosas trabajó con gran inquietud en
un sistema que no estigmatizara a los adictos, presentando

403
el modelo de atención para adictos que estuvo en
operación.46

En la revista Mundo del abogado, en julio de 2002,


a cuyo consejo editorial pertenecen entre otros destacados
juristas tanto Rodríguez Manzanera como Lima Malvido,
ésta comentaba: “Ya, desde la facultad, me llevaba a mi
bebé en su moisés. Practico alpinismo y natación. Eso me
ayuda a liberar el estrés”.47
Días antes, el 19 de junio de 2002, Lima Malvido y su
esposo habían asistido a la misa que ofició Norberto Rivera
en la Basílica de Guadalupe en honor de Santo Tomás
Moro.48

El fin de la disolución social


Los hechos del 68, que enlutaron a tantas familias mexicanas,
fueron el preludio del fin del delito de disolución social, que
fue derogado el 24 de julio de 1970. En su nueva versión, el
artículo 145 establecía el castigo de cinco a 40 años de prisión,
para los funcionarios que incurrieran en delitos de sabotaje
o terrorismo, definidos en los artículo 139 y 140. El primero
de ellos, como el uso de explosivos, sustancias tóxicas, armas
de fuego o incendio, inundación y otros medios violentos,
para realizar actos contra el gobierno o contra las personas.
El segundo, como el daño o destrucción de servicios públicos
o medios de comunicación, centros de producción, etcétera.
La defunción del delito de disolución social fue
también la del marco jurídico que había de alguna manera
cobijado las denuncias y campañas del MURO, así como las
actividades policíacas tendientes a vigilar y castigar a los
intelectuales y líderes “subversivos”.

404
La derogación de ese artículo, que coartaba la
expresión de las ideas políticas, fue precedida por un intenso
debate público donde voces como la de Trueba Urbina
afirmaban que “todo sentenciado o procesado por disolución
social es un preso político...” y que el artículo 145 era un
“azote contra el derecho de huelga”; 49 y agregaba:
“cualquiera es un delincuente potencial de disolución social:
hablar de Marx en las cátedras, llevar un retrato del Ché
Guevara en una manifestación”.
Consideraba que las penas establecidas en el artículo
145 eran muy bajas si se castigaba con ellas realmente a
quienes estaban preparando una invasión extranjera, como
sucedía en la segunda guerra mundial, pero injustificables al
aplicarse a los trabajadores que imponen una huelga y en
consecuencia “son retados como si ellos quisieran implantar
en México un régimen soviético o chino, y lo único que hacen
es cumplir con la Constitución y aspira a que ésta sea
cumplida por las autoridades”.
Por su parte, Raúl F. Cárdenas, egresado de la Escuela
Libre de Derecho se opuso a la derogación del artículo145
y 145 bis. Según ese abogado, “los enemigos del 145 son
aquellos que quieren la libertad para destruir la libertad”.50
Felipe Gómez Mont admitía que “en un régimen como
el nuestro el sabotaje podía confundirse con el paro y la
huelga que es una institución jurídica”.
Sin embargo, señalaba:

la presencia de efigies de Mao y de Guevara en una forma


tan escandalosa como aparecieron en las manifestaciones
estudiantiles, lo único que demuestra es que se trata de
crear los nuevos ídolos de los guerrilleros para inculcarlos

405
en el corazón de los jóvenes y después manejarlos
aprovechándolos como “tontos útiles” como los califican
los comunistas.51

Antes, el 13 de diciembre de 1966, la Cámara de


Diputados, de amplia mayoría priísta, había rechazado la
iniciativa del diputado pepesista Manuel Stephens García,
para derogar el artículo 145.
Tiempo después, el 7 de septiembre de 1968, un
desplegado de la coalición de profesores de enseñanza me-
dia y superior pro libertades democráticas, publicado en
Excélsior, denunciaba que el 23 de febrero de 1968, el
Departamento de Prevención Social de la SEGOB negaba la
libertad preparatoria al ingeniero Santos Bárcenas Azuara, a
quien se le habían impuesto siete años de prisión de los cuales
había cumplido ya las dos terceras partes y le fue impuesta
exclusivamente por el delito de disolución social.
Dos días antes, la misma coalición había dado a
conocer en Excélsior que:

El 9 de febrero de 1968 el Departamento de Prevención


Social de la Secretaría de Gobernación negó la libertad
preparatoria solicitada por Valentín Campa Salazar,
basándose en el dictamen de su consejo técnico, que decía:
De los estudios médico-criminológicos que le fueron
practicados al reo, se desprende que no ha desaparecido
su temibilidad, que no ha exteriorizado manifestaciones de
arrepentimiento o de enmienda, porque el encarcelamiento
no ha logrado modificar su personalidad, en virtud de que
mantiene rasgos de su personalidad que puso de manifiesto
durante la comisión de sus delitos, consistentes en pensa-
miento rígido e intransigente y reacción emocional violenta

406
en cuanto a la tesis ideológica que sostiene, elementos
que dieron origen a la conducta antisocial que se manifestó
cuando delinquió; y aunque en la prisión se diga que su
conducta ha sido buena, cabe observar que ésta ha sido
simplemente pasiva, y no se ha proyectado, durante su
reclusión, en actividades de carácter social en beneficio
del conglomerado en el que vive, toda vez que su actitud
ha estado orientada sólo en función de las disposiciones
disciplinarias del medio carcelario, sin manifestaciones
objetivas de solidaridad y de armonía social, lo que
comprueba, como ha quedado dicho antes, su ausencia de
arrepentimiento. Sí, en cambio, se ha observado una
constante y permanente relación con el grupo de perso-
nas de su misma convicción y militancia política.
Las anteriores consideraciones son suficientes por sí solas,
para negar al reo el beneficio de la libertad preparatoria
solicitada.

1
AGN, DFS, MURO, exp. 63-1-68, h. 180, leg. 58.
2
AGN, Fondo Gobernación, Instituto Nacional de Migración, exp. 59/
1450.
3
AGN, DFS, MURO, exp. 63-1-68, h. 28, leg.56.
4
Ibid., exp. 63-3-68, h. 144, leg. 58.
5
Ibid., exp. 63-1-68, h. 135, leg. 59.
6
Reforma Universitaria, suplemento. AHUNAM, caja 398, exp. 2088,
documento 128.
7
El pliego completo de demandas era el siguiente: 1. Desaparición de la
FNET, de la Porra Universitaria y del MURO. 2. Expulsión de los estudiantes

miembros de las citadas agrupaciones y del PRI. 3. Indemnización por


parte del Gobierno a los estudiantes heridos y a los familiares de los que
resultaron muertos. 4. Excarcelación de todos los estudiantes detenidos.

407
5. Desaparición del cuerpo de granaderos y demás policías de represión.
6. Derogación del artículo 145 del Código Penal (Ramón Ramírez, El
movimiento estudiantil de México, julio-diciembre de 1968, Era, México,
1998, p. 157).
8
www.teesa.com/ierd/coyun
9
AGN, DFS, MURO, exp. 11-4-68, h. 99, leg. 27.
10
Ramírez, op. cit., p. 208.
11
Por qué, número extraordinario, 1968, (AHUNAM, caja 398, exp. 2088).
12
Reforma Universitaria, suplemento, op. cit.
13
Luis Olvera López, Impresos sueltos del movimiento estudiantil
mexicano, 1968, México, UNAM-Instituto de Investigaciones Bibliográficas,
1992, p. 32.
14
AGN, DFS, MURO exp. 11-4-68, h. 299, leg. 28.
15
Ramírez, op. cit., vol I, p. 213. Dicha coalición se formó el 8 de agosto
de 1968 y se solidarizó con el pliego petitorio estudiantil (Flores Zavala,
op. cit., p. 157).
16
Desplegado publicado en Excélsior, el 21 de agosto, 1968.
17
Ibid., p. 209.
18
Id.
19
AGN, DFS, UNS, exp. 15-1-968, h. 367, leg. 10.
20
Olivera, op. cit., p. 209.
21
Ramírez, op. cit., vol. I. p. 267, Poniatowska recoge la siguiente versión
en su libro La noche de Tlaltelolco: Una noche que estábamos de guardia
en la Vocacional 7 oímos los enfrenones de unos carros y salimos a
asomarnos. Eran cinco carros, bajaron muchachos como de diecinueve o
veinte años, con ametralladoras, que dispararon contra toda la fachada de
la escuela, el auditorio, las ventanas de los salones... Se supone que estos
cuates eran del MURO...
22
Ramírez, op. cit., vol. I, p. 269.
23
Comisión Especial del 68, LVII Legislatura, www.camara de
diputados.gob.mx/comisiones/...com68/sept.html
24
Olivera, op. cit.

408
25
Ibid., p. 210.
26
AGN, INM. exp. 69/2810.
27
Id.
28
AGN, DFS, UNS, exp. 15-1-968, h. 370, leg. 10.
29
Universidad Época 1, núm. 3, AHUNAM, caja 398, exp. 2088, doc. 150.
30
Excélsior, 2 de septiembre, 1968.
31
AGN, DFS, MURO,exp. 11-4-68, h. 299, leg. 28.
32
Ramírez, op. cit., p. 320.
33
AGN, IPS,caja 2964 A.
34
AGN, DFS, MURO, exp. 11-4-68, h. 109, leg 44.
35
AGN, DFS, CNE, exp. 15-3-78, h 135, leg. 1.
36
Id.
37
Id.
38
AGN, Fondo Gobernación, Dir. Gral. de Investigaciones Políticas y
Sociales, caja 2932.
39
Dávila Peralta, op. cit., p. 145.
40
Id.
41
AGN, DFS, UNPF, exp. 63-26, h. 118-121, leg. 1.
42
Matilde Luna, op. cit., p. 46.
43
Milenio, 23 de mayo, 2002, p. 12.
44
Lima Malvido, Criminología femenina, Porrúa, México, 1988, p. ix.
45
Ibid., p. xiii.
46
Id.
47
El mundo del abogado, año 5, núm. 39, julio de 2002, p. 33.
48
Acción política, 1 de julio, 2002, p. 21.
49
Excélsior, 4 de septiembre, 1968.
50
Ibid., 5 de septiembre, 1968.
51
Ibid., 6 de septiembre, 1968.

409
410
CAPÍTULO XX

1969

El 4 de julio de 1969, se denunció en una asamblea en


Medicina que cuando se exhibía la película Fando y Lis, un
grupo del MURO entró violentamente para apoderarse de la
cinta, además, los desconocidos golpearon al operador y a
su ayudante, destruyeron el rollo que estaba en el proyectos
y se robaron dos más. Finalmente, huyeron, pero dejaron
dos autos con placas 380 CJ y 417 M4. Al día siguiente, al
primero de ellos le pintaron los estudiantes. “Este auto fue
quitado al MURO”.1
La DFS reportó también que el 9 de julio, miembros
del MURO atacaron y golpearon a elementos de las voca-
cionales 3 y 6.2
El 18 de julio, explotaron tres bombas pestilentes
lacrimógenas, obligando a los espectadores a salir de la
proyección de la película La muerte de un burócrata, que
se proyectaba en Ciencias. Se dijo que la agresión fue hecha
por las porras y el MURO.3
El 25 de agosto, reportaba la DFS, “se ha sabido que
en la Preparatoria 1 ha surgido un grupo denominado Pro-
moción Universitaria de Acción Social, PUMAS; que tiene
ligas con el MURO”.4 Efectivamente, esas ligas se harían
públicamente visibles unos años después, en 1975, cuando
ambas organizaciones suscribieron el llamado Pacto de los
Remedios, con el que se enfrentaban al gobierno de
Echeverría.

411
El 26 de septiembre de 1969, a las dos de la mañana,
un grupo de desconocidos penetró a la Preparatoria Popu-
lar, la cual fue dañada, pintarrajeada, asaltada y sus archivos
saqueados. Los agresores pintaron leyenda que decían:
“Traidores. Primer aviso. MURO”. Sin embargo, el director,
Arturo Robles Aparicio, dijo “alguien intenta engañar con
las siglas del MURO, pues en esa acción se ve la mano
vandalosa (sic) y no de estudiantes”.5
El 7 de octubre, los consejeros de la Vocacional 3
señalaron que a las tres horas entró en el plantel un grupo
como de 20 o 30 elementos, armado con fusiles y armas M-1,
que asaltaron las oficinas del Comité de Lucha, destrozando
mobiliario y que al retirarse pintaron en el pizarrón: “Primer
aviso. El MURO”.6

1
AGN, DFS, MURO exp. 11-4-6, h. 197, leg. 83.
2
Ibid., exp. 11-4-69, h. 43, leg. 84.
3
Id.
4
Ibid., exp. 11-4-69, h. 46, leg. 93.
5
AGN, DFS, MURO exp. 11-4-67, h. 4, leg. 93.
6
AGN, DFS, MURO, exp. 11-4-6, h. 102, leg. 94.

412
CAPÍTULO XXI

LOS SETENTA. EL MURO EN LAS ESCUELAS CATÓLICAS

El 5 de marzo de 1970, el cardenal Darío Miranda condenaba


públicamente al MURO en términos prácticamente iguales a
los que había empleado seis años antes.
Al día siguiente, un informe confidencial del Instituto
Nacional de Migración (INM), de la SEGOB comentaba los
hechos en los siguientes términos:

se dice que es el primer paso para neutralizar todo brote


católico para intervenir en política ya que se llevan buenas
relaciones entre Gobierno e Iglesia y que si el Gobierno no
se mete con la Iglesia, por qué la Iglesia va a meterse con el
Gobierno; que todo esto se debe a órdenes del Papa Paulo
VI al cardenal Miranda y Gómez.1

El 30 de marzo de 1970, otro de esos informes confi-


denciales comentaba:

Como el arzobispo de México pasó una circular prohibiendo


a los colegios católicos, que sus alumnos y profesores se
afiliaran al MURO y que los alumnos y maestros que ya
estuvieran inscritos, se desligaran de ese grupo, esto fue
el acabóse del grupo, pero sus dirigentes en una reunión
secreta acordaron actuar clandestinamente y por ello es
que se están desarrollando las siguientes actividades de
dentro del estudiantado de la Universidad, donde tienen
sus principales contingentes.

413
A. Con carácter anónimo hicieron circular un folleto impreso
dirigido a la clase juvenil en el que se ridiculizaba al PRI y
demás partidos de oposición, convocándose a los estudiantes
a organizarse políticamente y al mismo tiempo se habla de los
regímenes de Venezuela, Chile y de los movimientos
demócrata cristianos de El Salvador y Guatemala.
B. También de manera anónima, en un papel membretado
como “Partido Demócrata Comunitario Mexicano”, sin
señalar dirección alguna, distribuyeron un boletín en las
redacciones de los periódicos en el cual anuncian que
actuarán clandestinamente como órgano político de la
democracia cristiana.
C. En un segundo boletín también distribuido en los
periódicos, se habla de una orden del día de una Asamblea
Nacional Constitutiva, efectuada en la clandestinidad, en
la que se discutió la posibilidad de que la democracia
cristiana, actuara en la campaña presidencial, casi se de-
fine como Partido Demócrata Comunitario Mexicano, (con)
lo cual se confirma que hay secciones, tanto en México
como en otros países latinoamericanos.2

El informe del INM correspondiente al 6 de abril de


1970 señalaba:

los dirigentes que desean fundar el Partido Demócrata


Comunitario son Francisco José Camou y Pedro Lara, el
primero es un periodista de Excélsior, los que están muy
activos en reclutar miembros para su formación.3

Por su parte, Agustín Navarro Vázquez, otro personaje


cercano al MURO, estaba también activo en esas fechas en
asuntos político electorales. El 3 de marzo de 1970, en su
informe confidencial, el inspector Rafael Nava Huerta, del

414
Instituto Nacional de Migración, señalaba que en las oficinas
del Movimiento Familiar Cristiano (MFC), se habían recibido
informes de Guadalajara, Jalisco, en el sentido de que se
lanzaría la candidatura de Agustín Navarro Vázquez, al
gobierno del Estado “nacido en esa ciudad el 9 de agosto de
1916” y de quien se decía:

está bien parado con el gobierno del Centro ya que desde


1953 es Director del Instituto de Investigaciones Sociales
y Económicas, A.C., la cual se ha especializado en estudios
educacionales, jurídicos y socioeconómicos y ha
representado al Gobierno en múltiples congresos
internacionales, es por lo cual que un fuerte grupo de
católicos jaliscienses lo desean lanzar a la gubernatura del
estado, dirigidos por el MFC... y si les sale bien esta
designación se harán trabajos similares en otros estados a
fin de irse apoderando de los gobiernos estatales en el
próximo sexenio.4

En 1970, un estudio acerca del MURO elaborado por la


DFS afirmaba:

El MURO en sus 9 años de vida, ha logrado incrustar en


diferentes sectores a personas que siguen perteneciendo
a la agrupación y que ayudan en alguna forma a ésta, entre
otras, en el periodismo, maestros universitarios y en el
sector público y privado.
No se trata de un grupo muy numeroso, pero tienen
disciplina de tipo militar, con respecto a las jerarquías que
entre ellos existen y debido a su fanatismo, tienen
enfrentamientos con los grupos de izquierda.5

415
Detallando los métodos del MURO, la DFS confirmaba
la existencia de juramentos secretos, con las cláusulas que
Crucero había mencionado años antes y refería:

El MURO funciona por medio de pequeños comités en los


diversos planteles, sin admitir voluntarios, siendo sus
dirigentes los que escogen a los futuros miembros del
organismo.
Se sabe que secretamente tienen entrenamiento para sus
actividades y que los miembros del MURO prestan sus
vehículos particulares y a veces dinero para cumplir con
las misiones que se les encomienda. Existen, incluso, en
esta organización, mujeres estudiantes.6

El documento aludía también al misterio y a los mitos


tejidos en torno del MURO:

a través del tiempo se ha convertido en una especie de


organización de leyenda, ligándosele a los grupos más
radicales de ultraderecha y se ha especulado, sin confir-
marse, que esta organización es manejada y recibe dinero
de diversas personas y organismos, entre otros, el clero
político, el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica,
grupo alemanista a través del ingeniero Alfredo Medina
Vidiella; del Centro Universitario Cultural (Parroquia
Universitaria) que dirige el plesbítero Agustín Desobry;
del padre Manuel Mayagoitia; del Secretariado Social
Mexicano, etcétera.

El 21 de marzo de 1970, la DFS informaba que se


había estado repartiendo una carta a los estudiantes del país,
firmada por “un miembros del Movimiento encargado del
MURO Estudiantil” (sic), donde se pide solidaridad con el PAN

416
en las próximas elecciones, y se hacía propaganda contra el
PRI y contra Echeverría, firmaba Antonio Díaz C.,7 es decir,
según toda probabilidad, Antonio Díaz Cid, quien como se
ha mencionado a lo largo de este libro, ha sido una de las
principales figuras de la extrema derecha católica en Puebla.
En el ámbito periodístico, seis días después de la
condena del MURO por Darío Miranda, en las páginas de El
Día Francisco Martínez de la Vega comentaba los pronuncia-
mientos del jerarca católico y refería la extraña impunidad
de que gozaba el MURO que, decía, “casi nunca resulta víctima
de las enérgicas y eficientes Procuradurías, como sucede
con devotos fanáticos de otros dogmas”.
El 10 de marzo, ese mismo periódico dedicó un edito-
rial a “La Iglesia y el MURO”, donde explicaba que esta
organización actuaba en las escuelas particulares católicas
y hacía referencia a los poco cristianos métodos de los
muristas:

En una escuela preparatoria propinan una golpiza a un


muchacho. Este la soporta e, incluso, responde a la
agresión. Dos o tres días después, sin embargo, lo ataca
un pequeño grupo de cuatro o cinco estudiantes que se
unen al primero que le golpeó. Una y otra vez, repetida-
mente, el estudiante elegido como blanco de estos ataques
será agredido con violencia creciente, hasta que sus
amigos se cansen de defenderlo y él mismo se doblegue y
sea presa del miedo frente a sus agresores sistemáticos...
Esta sería la descripción de una de tantas acciones típicas
del MURO (Movimiento Universitario de Renovadora
Orientación) en el medio estudiantil.

Dicho editorial se refería igualmente al carácter fas-


cista del MURO y a sus estrictos mecanismos de reclutamiento

417
de sus miembros, que buscaban captar a personas aisladas,
sin afectos, familia o amigos, fanáticas y neurotizadas, de
carácter rígido y capaces de disciplina y, en cambio, con
debilidades o vicios que facilitaban manipularlos y hasta
reducirlos a la obediencia.
Por su parte, el 29 de abril de 1970, la DFS identificaba
como miembros del MURO en la Preparatoria 9 a Mavil Por-
tal, Antonio Portal, Héctor Muñoz y Jorge Peni Simer.8
El 25 de mayo de 1971, el MURO vuelve a ocupar la
atención de algunos periódicos capitalinos, cuando un grupo
de aproximadamente 75 de sus miembros a quienes
Novedades describió como “bien vestidos, presumiblemente
estudiantes y varios de ellos con facilidad de palabra”
interrumpieron los trabajos del Seminario Interamericano de
Comunicación Social, que se efectuaba en presencia del
representante del Vaticano Joan Jarque y de varios delegados
de la corriente progresista de la Iglesia, como José Álvarez
Icaza. Los muristas acusaron a varios de los delegados de
propiciar la subversión, los trataron de relacionar con los
tupamaros, los panteras negras y otros grupos extremistas y,
en el boletín impreso que repartieron en aquella ocasión
señalaron que dicho evento no era más que una “reunión de
extranjeros comunizantes que sólo planeaban la estrategia de
una futura acción político subversiva en el Continente”. El
delegado papal se vio en la necesidad de intervenir para calmar
los ánimos, exhortando a los miembros del MURO a ser más
cristianos que anticomunistas.
Poco a poco, se ha ido desvaneciendo la imagen del
MURO como fuerza de choque anticomunista en el medio
estudiantil. Sin embargo, su recuerdo siguió vivo durante
muchos años en varias escuelas católicas particulares en
las que, a lo largo de los setenta, operaban grupos semi-
secretos de tendencias integristas, que formaban parte del

418
MURO o eran herederos de este movimiento, y que pretendían
escarmentar violentamente a los enemigos del orden
sagrado: comunistas, socialistas, católicos progresistas y
homosexuales, entre otros. Existen testimonios de primera
mano acerca de la violencia estudiantil ejercida por el MURO
o sus ex miembros en aquella época.
En el número 7, de junio de 1992, de la revista
Cambio, Gustavo Armenta rememoró un cruel episodio de
violencia que ocurrió a principios de los setenta, cuando los
miembros del MURO disolvieron a la Juventud Estudiantil
Mariana (JEM), grupo católico de tendencias progresistas
que comenzaba a operar en la secundaria del Cristóbal Colón
—donde también había miembros del MURO— y en la
secundaria “para señoritas” Cultura y Patria, dirigida esta
última por una orden de religiosas
La Juventud Estudiantil Mariana había sido formada
por un viejo profesor de la secundaria Cristóbal Colón, de
apellido Ribera, de nacionalidad peruana y exiliado luego de
haber pertenecido al APRA —Partido Político Peruano de
Orientación Progresista— y de haber padecido la tortura y
el encierro durante varios años en manos de los militares.
Su carácter ligero y sus ideas liberales le habían ganado la
simpatía de los alumnos y pronto organizó las actividades
de la JEM, que agrupaba a muchachos y muchachas de trece
a quince años, quienes además de haber formado un conjunto
musical, cada semana se reunían para tratar diversos temas
de actualidad o de especial interés para los jóvenes.

Para nosotros —comentaba en 1993 la socióloga Estela


Sánchez, quien estudió en la secundaria Cultura y Patria—,
era una experiencia creativa y estimulante. Podíamos plantear
y discutir los problemas que nos preocupaban y sentíamos

419
que estábamos creciendo intelectualmente. En esas reuniones
no se hablaba de temas religiosos. Para el MURO, el profesor
Ribera estaba utilizando a la JEM como “instrumento de
penetración ideológica de la izquierda.

Los muristas no tardaron en infiltrar la JEM y en


provocar la desconfianza de varios padres de familia hacia
esa organización pues, les habían dicho los muristas, se
trataba de un grupo mixto, de hombres y mujeres, donde se
podían presentar oportunidades para el “libertinaje”, a pesar
de decirse “marianos” no se dedicaban a rezarle a la virgen
y, lo peor de todo: se ocupaban de temas “inmorales” du-
rante sus reuniones. En una ocasión, los del MURO provocaron
un escándalo entre los padres de familia contándoles que la
JEM estaba organizando unas pláticas sobre sexualidad.
Los muristas, quienes recibían entrenamiento de box,
judo, karate y manejo de chacos, golpearon y amenazaron a
varios miembros de la JEM, pero su golpe decisivo lo asestarían
cuando, por motivo de una fiesta se reunirían los del Cristóbal
Colón con las niñas de la secundaria Cultura y Patria. La
fiesta fue en casa de una de ellas, con el apoyo de sus pa-
dres, quienes pensaban que sería una buena oportunidad para
tratar de hacer las paces entre la JEM y los muristas. Pero los
miembros del MURO —asesorados por personas de mayor edad
y jerarquía dentro de su organización— tenían ya sus propios
planes: a bordo de tres automóviles, un comando dotado de
pasamontañas, chacos y walkie talkies se presentarían en la
fiesta donde ya, según relata Gustavo Armenta:

Decenas de parejitas bailaban abrazadas. Los días más


tristes de mi vida cuando la gavilla de fanáticos irrumpió
en el lugar. Los convidados más cercanos a la reja
celebraron con gritos y carcajadas la intempestiva llegada

420
de los estrafalarios enmascarados, pero varios más cayeron
por un golpe de karate o una patada en los testículos. A la
confusión inicial le siguió la gritería de las muchachitas
histéricas que veían cómo sus novios estaban siendo
vapuleados. El comando no elegía enemigo, golpeaban al
que tuviera más a la mano, fuera hombre o mujer. El ataque
fue tan rápido y sorpresivo que nadie tuvo tiempo de
reaccionar y defenderse. La música seguía sonando a todo
volumen y se mezclaba con los gritos de miedo y los de
dolor. Las muchachas intuitivamente se fueron replegando
contra las paredes y una que otra alcanzó la calle para
pedir ayuda a gritos...

Como saldo de la agresión —que irónicamente


comenzó mientras la madre de la anfitriona trataba de
dialogar con uno de los muristas, presente en la fiesta, para
tratar de vencer su odio contra la JEM— dos jóvenes mala-
mente golpeados, quedaron ensangrentados sobre el piso,
uno de ellos con la cabeza abierta por unos chacos, tuvo
que permanecer varios días en un hospital.
En un artículo publicado en El Nacional el 14 de
diciembre de 1989, otro testigo de la violencia murista en
los años setenta, Rubén Valle, recuerda sus experiencias al
lado de “Paco” (Francisco Serrano Limón) quien en aquél
entonces eran profesor de una escuela secundaria particular
donde organizaba las actividades de la Juventud Lasallista
a la cual —dice Valle— todos relacionábamos con el MURO.
De acuerdo con el relato del ex discípulo de Serrano Limón
—quien posteriormente dirigiría la Juventud Provida, y luego
sería director de la Preparatoria Cristóbal Colón de Lomas
Verdes— mezclaba en sus enseñanzas encendidas apologías
del nazismo (“hay que ser como el ejército de Hitler”, decía
a sus alumnos) con elementos de sexofobia y con el fanático

421
anticomunismo que había llevado a los derechistas mexi-
canos a la idea de que Luis Echeverría era “comunista” y
quería imponer ese sistema en nuestro país “Paco” era
partidario del MURO (“había defendido la fe”, decía)
organización que, les aseguraba a sus alumnos, ya no existía,
aunque él mismo gustaba de repetir la consigna que usaba
la organización Flama:9 “Matar comunistas no es un pecado,
es un deporte”. De acuerdo con el relato de Valle, las
consabidas prácticas de karate, las golpizas, las presiones
para no salirse de la organización, la recolección de firmas
para protestar contra el gobierno y las “pegas” de cartelones
contra el aborto y el comunismo eran hechos cotidianos para
“Paco” y sus correligionarios.
Según otros testigos —quienes no han querido dar
sus nombres porque aún temen la venganza de “Paco”—
éste capacitó a varias personas como golpeadores (“a veces,
hay que golpear para defender la fe”, les decía) y les
animaba a practicar sus conocimientos contra alguna per-
sona identificada como “comunista” o como “homosexual”
a quien luego de haberla espiado durante varios días,
esperaban alguna noche en una calle obscura camino a su
casa, para propinarle una paliza.
También existen testimonios de que los castigos
físicos contra los miembros del MURO que cometían alguna
falta eran pan de cada día en esa organización. En un folleto
publicado en 1975 por ex miembros del MURO se dice:

En cierta ocasión Plata Moreno castigó a un miembro de


su grupo con tal ferocidad que su víctima estuvo a punto
de morir. Es altamente sospechosa la conducta obsesiva
de Ramón Plata, quien invariablemente califica de homo-
sexual a cuanto elemento se le independiza.

422
Son varios los casos de secuestros de ex miembros del
MURO, los que fueron sometidos a “juicios privados”,
torturados y terminaron siempre señalados como
homosexuales. Por elemental ética no mencionamos los
nombres ni relatamos los detalles asquerosos cometidos
en perjuicio de esas víctimas por los “torquemadas”
redivivos que revelan un serio desequilibrio y obnubilación
sexuales encabezados por Plata Moreno y compañía.

He llegado a conocer igualmente el testimonio de


varias personas quienes aseguran que una de las tácticas
utilizadas —como ya indica la carta publicada muchos años
antes en Crucero y que se reproduce en las páginas
anteriores de este capítulo— eran los montajes y grabaciones
falsas que supuestamente probaban la homosexualidad de
algún personaje que causaba molestia a los ultraderechistas.
En 1972, el MURO junto con la ACJM, la Unión de Católicos
Mexicanos y agrupaciones de locatarios de mercados (extraña
conjunción de grupos conservadores y otros de corte popular
que posteriormente explicaría con claridad la DFS), llevarían a
cabo un acto público de desagravio a la virgen, dado que
Jodorowsky había filmado escenas de desnudos en el atrio
de la Basílica.
Acusaban a Jodorowsky de ser “drogadicto y mer-
cader de pornografía” y al abad Schulemburg de ser su
“cómplice” por haberle permitido filmar esas escenas, y
exigían su remoción de ese cargo.
Posteriormente, estalló una bomba pestilente en el
cine Roble, donde se exhibía otra película de Jodorowsky, y
semanas después éste abandonó el país para irse a radicar
un tiempo a Estados Unidos.
El 25 de octubre de 1974, las autoridades de la
Universidad La Salle declararon públicamente, mediante una

423
carta enviada al periódico Excélsior y firmada por el
profesor M. Ramírez Degollado, su total reprobación del
MURO, a raíz de la agresión que había sufrido uno de los
profesores a manos de los muristas:

Algunos están confundiendo la Universidad La Salle con


esa asociación secreta que se llama MURO, están muy
equivocados. La Universidad no tiene ningún nexo con
esa asociación, antes al contrario lamenta enormemente
que algunos de esos individuos se hayan metido subrep-
ticiamente en su administración, dirección y magisterio.
Los tenemos fichados y poco a poco van a ir saliendo
porque la institución es católica pero no sectaria, cristiana
más no fanática, tiene las puertas del intelecto abiertas a
todas las corrientes filosóficas y teológicas del pensa-
miento, pero sus raíces van a alimentarse de la doctrina
evangélica.
La Universidad La Salle dialoga, mientras que los sectarios
de MURO arrastran con la violencia a personas e institu-
ciones. La pistola, las bombas molotov, el incendio, los
gases mortíferos, son sus armas predilectas, tal parece que
estamos en la edad de piedra y entre trogloditas. La
calumnia y la maledicencia son sus mejores argumentos...
Esto es reprobable desde cualquier punto de vista que se
considere y es lo que acaban de hacer los secuaces de
MURO, con uno de nuestros profesores.

Así, poco a poco, el radicalismo, la intransigencia y la


violencia del MURO le hacían perder sus anteriores apoyos,
como sucedió con los lasallistas, a quienes el MURO quería
someter a fuerza de golpes y calumnias; según el comentario
de Manuel Buendía, el entonces rector de la Universidad

424
La Salle, Francisco Leonel de Cervantes, había sido per-
sona cercana a las actividades del MURO, pero se veía ahora
en la necesidad de denunciar a sus antiguos amigos que
habían llegado al extremo de amenazarlo de muerte, con tal
de hacerse con el control de la católica institución: “El
misterioso caso del criador de cuervos a quien éstos están
tratando de sacar los ojos”. A despecho de la condena exter-
nada por la autoridades de la Universidad La Salle, en 1975
algunos periódicos hablaban del MURO en conexión con actos
de intimidación y de terror contra algunos alumnos de esa
institución.
En Puebla, Leonel de Cervantes había sido director
del colegio Benavente y en 1970 la DFS señalaba que en ese
entonces había sido cercano a los miembros del FUA, a
quienes les transmitía las disposiciones de Octaviano
Márquez y Toriz.
La historia a la que se refería Buendía referente al
conflicto en La Salle entre autoridades y muristas se venía
desarrollando desde hace varios años. En oficio del 17 de
julio de 1975, la DFS mencionaba que

Salvador Tallabas Ortega, Francisco Javier Legorreta, José


Luis Mastretta y Jorge Enrique Dávila Juárez, catedráticos
de la Universidad La Salle y miembros de este movimiento
(MURO) son los que vienen agitando dentro de ese Plantel
contra autoridades y maestros, por lo que se buscará su
expulsión.10

En oficio de fecha 17 de julio del 75, la DFS señalaba


que las personas arriba mencionadas, con las que el rector
tenía problemas, ya desde 1972 habían evidenciado su
pertenencia al MURO en su discurso y acciones, y habían

425
llevado a cabo ataques físicos tanto a las personas contrarias
a sus ideas como a las propiedades de las mismas.
En la mencionada Universidad La Salle, repartieron
volantes contra las autoridades, criticándolas por ser
“progresistas” y “socialistas” y en particular de permitir que
profesores de izquierda, algunos de ellos ex sacerdotes,
contrajeran nupcias y en sus cátedras mencionaran a
Allende, Castro y al Ché Guevara.
Leemos en ese documento:

Esa labor prosiguió mediante el auspicio de corrillos entre


los alumnos, que utilizaban los andadores del plantel, para
hacer comentarios criticando la actitud de esos maestros,
acusándolos de comunistas, llegando incluso a retarlos
en varias ocasiones
Posteriormente, grupos de personas ajenas a la Univer-
sidad agredieron físicamente a maestros y estudiantes que
simpatizaban con las ideas progresistas.

Ante esas situaciones, varios estudiantes protestaron


ante Leonel de Cervantes, pidiéndole la expulsión de alumnos
y cese de maestros del MURO, y luego de consultar el caso
con el Consejo se determinó su expulsión.
Uno de los profesores que en ese tiempo tenía
problemas con Cervantes por sus actividades en el MURO,
Jorge Enrique Dávila Juárez, reaparecería muchos años
después, en 1995, como diputado por el PAN y uno de los
principales opositores a la posición de la delegación
mexicana en la Conferencia Mundial sobre la Mujer, en
Pekín. Dávila Juárez ocupaba entonces la presidencia de la
Comisión de Población y Desarrollo de la Cámara de
Diputados y desde ese cargo coincidió en la campaña

426
desatada por Provida y la UNPF para atribuirle efectos
esterilizantes a la vacuna antitetánica. Posteriormente, en
el año 2000, Dávila aparece como uno de los principales
promotores de la iniciativa panista del estado de Guanajuato,
de donde es originario, para encarcelar a las mujeres violadas
que aborten.11

1
AGN, Fondo Gobernación, INM, exp. 59/1450 E.
2
Id.
3
Id.
4
Id.
5
AGN, DFS, MURO, exp. 1-3-70, h. 124, leg. 10.
6
Id.
7
AGN, DFS, MURO, exp. 11-4-70, h. 237, leg. 109.
8
Id.
9
Buendía, Pensamiento... op. cit., p. 166.
10
AGN, DFS, MURO, exp. 100-24-1975.
11
Vid. Édgar González, La última cruzada. De los cristeros a Fox, Grijalbo,
México, 2001, passim; y González, La sexualidad prohibida, Plaza y
Janés, México, 2002, cap. IV.

427
428
CAPÍTULO XXII

MURISTAS VS PORRISTAS. EL MURO EN LAS ESCUELAS


PÚBLICAS

El 15 de mayo de 1971, de desató en la Preparatoria 9 una


riña entre miembros del MURO y porristas. Nuevamente, el
12 de julio del 73, se enfrentaron porristas y muristas en la
misma preparatoria.1
Por otra parte, en diversas ocasiones, Manuel Buendía
comentó que, de acuerdo con ciertos archivos periodísticos,
las actividades del MURO se extendieron incluso al tráfico de
drogas dentro del campus universitario. En uno de esos ar-
chivos está la siguiente nota, publicada en la segunda edición
de Últimas Noticias, el 25 de mayo de 1971:

Líder del MURO Acusado de vender Drogas en las Prepas


Por Víctor Payán, reportero de la Extra.

Carmelo Caballero, líder del MURO (Movimiento Universitario


de Renovadora Orientación) fue detenido esta madrugada
acusado de vender, por medio del terror, marihuana a
estudiantes preparatorianos, principalmente de la 6 de
Coyoacán, donde estudia. Se le recogieron 40 kilos de hierba
y numerosos “carrujos”. Según la policía, Caballero y otros
líderes del MURO habían implantado una era de terror en el
medio preparatoriano. Golpeaban a estudiantes y a joven-
citas para obligarlos a fumar marihuana. Las autoridades
universitarias solicitaron al procurador de la República,
licenciado Julio Sánchez Vargas, su intervención que
culminó con la detención de Caballero. Al ser detenido,

429
Caballero dio nombres de otros líderes del MURO inmiscuidos
en el asunto. Mencionó como principal distribuidor a Félix
Díaz Pérez, que fue apresado en la esquina de San Fran-
cisco y calle 5, colonia El Barco, Estado de México... Estaba
a bordo de un vehículo en el que tenía 153 carrujos de
marihuana que, según declaró después, era la venta del
día que pensaba distribuir en el medio preparatoriano. Díaz
Pérez confesó su culpabilidad y dijo que distribuía la droga
en escuelas del Distrito Federal y daba comisión a los líderes
del MURO. Dijo que operaba de acuerdo con éstos para
obligar a los estudiantes a comprar la hierba.

Por su parte, el 22 de junio de 1977, José Woldenberg2


entregaba a los principales diarios capitalinos un boletín de
prensa donde afirmaba que varios sujetos, comandados por
Julio González Garza, miembro del MURO, habían derribado con
un autobús la puerta principal de la preparatoria número 9.
Además, en los setenta era visible ya la actividad del
MURO en instituciones educativas de diferentes partes del
país, especialmente en algunos estados del norte y centro
de la república. Por ejemplo, según informe de la DFS, del 24
de junio de 1970, en Nayarit personas desconocidas
“contrataron a niños de diez y doce años; pagándoles 20
pesos para repartir entre los alumnos de la Universidad
volantes con propaganda del MURO”.3

1
AGN, DFS, MURO, exp. 11-4-73, h. 192, leg. 230.
2
Nacido en Monterrey en 1952, José Woldenberg es licenciado en
sociología (1975) y maestro en estudios latinoamericanos por la UNAM
(1987), donde ha sido profesor e hizo estudios de doctorado en ciencias
políticas. A partir de 1996 es consejero presidente del IFE.
3
AGN, DFS, MURO, exp. 100-6-1-70, h. 342, leg. 12.

430
CAPÍTULO XXIII

EL PACTO DE LOS REMEDIOS

Condenado por la jerarquía católica en la ciudad de México,


el MURO perdió en 1975 a uno de sus mejores aliados dentro
del clero católico, en la figura de Octaviano Márquez y Toriz.
Al mismo tiempo, su actitud ante el gobierno federal cambió
radicalmente en la misma medida en que Luis Echeverría
dio un viraje ideológico en relación con su antecesor y, como
es sabido, es hasta la fecha un personaje detestado por la
derecha católica y por el empresariado.
Enfrentándose diametralmente a la política exterior del
gobierno mexicano de aquella época, en febrero de 1974, los
muristas seguían con sus campañas de apoyo al anticomunismo
internacional, manifestándose en el Monumento a la
Independencia en favor de la Junta Militar Chilena decían:

Exhortamos al pueblo chileno y a la Honorable Junta Militar,


a no desfallecer en su noble empeño de reconstruir a Chile
y al mismo tiempo aplicar el rigor de la ley y el merecido
castigo a tipos como Luis Corvalán y demás traidores-
vende-patrias, de acuerdo con las sentencias que dicten
los tribunales competentes... En esta ocasión, los muristas
señalaban a los demócratas cristianos como “celestinas
del comunismo”.

431
En estas nuevas condiciones, el MURO irá perdiendo
fuerza a la vez que su discurso se hará más virulento y sus
acciones llegarán a derivar plenamente en el pandillerismo
estudiantil.
Sin embargo, durante mucho tiempo seguirá contando
con el apoyo del Grupo Monterrey1 promoverían entre el 17
y el 18 de agosto de 1975 una reunión de grupos estudiantiles
de extrema derecha en el Parque Nacional de Los Remedios.
Según señala Buendía, en esa ocasión el obispo Felipe
de Jesús Cueto acudió a dicha reunión para “oficiar una misa
y enfervorecer a la numerosísima pandilla de fanáticos”.2
El 17 de agosto de 1975, 20 organizaciones juveniles
anticomunistas expresaron en otros tantos puntos su posición
frente a los problemas nacionales de México y ante el gobierno
de Echeverría. Entre los grupos firmantes estaban, además
del MURO: Juventud Nueva, de Puebla, que como se ha
mencionado era una organización afín al FUA; el propio FUA;
Club Non Plus Ultra, de Guanajuato; Unión Cívica de Chi-
huahua; Juventud Inconforme Positiva, de Guanajuato; Grupo
Interescolar Dios y Montaña, del DF; Círculo José
Vasconcelos, del DF; Instituto de Acción Social, de la UNAM;
Promoción Universitaria Mexicana de Acción Social, del DF;
PUMAS; Juventud Regiomontana; Juventudes Cristeras, de
Jalisco; Movimiento Juvenil José Escandón, de Tamaulipas;
Liga de Estudiantes católicos, de Zacatecas; Juventud
Independiente Yucateca; Sociedad Antonio Caso, de Veracruz;
Grupo José María Morelos, de Michoacán; Círculo Eusebio
Kino, de Sonora; Asociación de Universitarios Libres, de
Durango; Corporación Cívica (sección juvenil) de Durango;
y Movimiento Cívico Juvenil, de Coahuila.

432
La declaración es la siguiente:3

Reunidas en el Primer Encuentro Nacional Juvenil, en el


Campamento de Los Remedios, las 20 organizaciones ju-
veniles abajo firmantes que convocaron a esta reunión,
tras someter a consideración de sus miembro, y en base a
las conclusiones emanadas de las reuniones de trabajo
celebradas los días 16 y 17 de agosto, emitieron el siguiente:
Pacto de los Remedios
1o. Por encima de nuestras metas particulares, fines y
estatutos, nos comprometemos a respetar estos principios
como si fuéramos una unidad, en el entendido de que,
sobre cualquier interés particular, de grupo o de facción,
se encuentra el bienestar y el destino de la Patria, en cuyo
servicio no debemos escatimar ningún esfuerzo o sacrificio.
2o. Empujado por falsos redentores, apolillados directivos,
corruptos dirigentes, demagogos delirantes, el sistema
sociopolítico imperante está sufriendo un embate depre-
dador, particularmente acentuado durante este sexenio, y
se ha dado la espalda a los principios espirituales que han
animado a México a través de su historia. Frente a esto,
nos comprometemos a trabajar en el campo, la escuela, la
fábrica y nuestro ambiente social, para cambiar la actual
sociedad corrupta y materialista por una que se finque en
los principios cristianos y nacionales, según los cuales
mandar es servir, sin importar la jerarquía del cargo, pero
principalmente en los de la administración pública.
3o. Rechazamos toda división apátrida, tales como la “lucha
de clases” y la “brecha de generaciones”, y sólo admitimos
como enemigos de la Patria, y por tanto enemigos nuestros,
a quienes, independientemente de su edad cronológica,
son viejos de espíritu. Repudiamos a los “jóvenes
oficiales” que claudican de sus ideales en aras de un cargo

433
público, y que son cómplices de los adultos, corruptos y
corruptores que detentan el poder para su beneficio per-
sonal, sin importarles la Patria.
4o. Rechazamos el “mito del 68”. El llamado “Movimiento”
de ese año no fue auténticamente juvenil; por el contrario,
consideramos que fue un intento de manipular a las nuevas
generaciones en beneficio de intereses político concretos
y de los falsos dirigentes que, en premio, ahora ocupan
cargos públicos y se corrompen aún más que lo hacían los
funcionarios a quienes acusaron entonces. El fantasma
del 68 no puede esgrimirse para afirmar que la juventud
esté en favor de la dictadura socialista, que no desee la
libertad y que favorezca el totalitarismo.
5o. Repudiamos y combatiremos contra el estatismo
socializante —la ley del hormiguero— que sujeta cuerpos
y almas, individuos y familias y toda entidad autónoma.
6o. Combatiremos todo aquello que trate de frustrar y
corromper a la juventud, especialmente a la pornografía
que agrede a la dignidad de la mujer; a los Libros de Texto
Obligatorios, que tratan de formar una generación a la
medida de las necesidades de quienes se benefician con el
poder; la drogadicción que mina la voluntad del hombre y
le impide trabajar por el engrandecimiento y defensa de
México; contra un cine estatizado que embrutece y degrada.
Sostenemos que el arte y la ciencia no son tales si no se
ejercen respetando la libertad y la dignidad del hombre.
7o. Rechazamos toda importación ideológica y declaramos
nuestra mexicanidad abierta a los principios de validez
universal. Rechazamos un “tercermundismo” al lado de
tiranos como los de Cuba, Argelia, India, Rumania, Yugos-
lavia; damos la voz de alerta sobre tratos con organismos
como el Comecon, engendrados en la explotación de los
pueblos tras la Cortina de Hierro. Rechazamos, asimismo,

434
la falsa sabiduría de todos los “Clubes de Roma”, aparatos
para planear la sumisión, conspirar genocidamente contra
las generaciones por nacer.
8o. Defendemos el derecho a la vida y la libertad de la
familia para la procreación. Nos oponemos a la planificación
familiar estatal, al aborto, la esterilización del individuo y
las prácticas llamadas eugenésicas.
9o. Estamos en contra de los impuestos excesivos que
empobrecen al pueblo y enriquecen ilícitamente a los
funcionarios; que impiden la promoción social de la familia
y sirven para crear nuevos instrumentos de opresión
estatal; que impiden la creación de más empleos y de
riqueza productiva, y cierran las puertas de acceso a la
propiedad a muchos miles de mexicanos, y están
conduciendo, no sólo a las empresas particulares, sino a la
nación entera, al borde del abismo.
10o. Queremos un estado promotor de la economía, así
como justo y señero mediador en las relaciones de trabajo,
pero no monopolizador de aquella. Queremos un estado
que no ahogue la actividad productiva y la vida política,
necesaria para que le pueblo manifieste sus deseos y haga
respetar su voluntad.
11o. Rechazamos la demagogia laboral, que utiliza al
trabajador como ariete en contra del empresario. Apoyamos
un auténtico sindicalismo que sirva para defender los
legítimos derechos de los trabajadores; pero también
señalamos la necesidad de que éstos cumplan con sus
obligaciones y no escatimen esfuerzos para lograr salir del
subdesarrollo, meta que no se alcanzará con más horas de
holganza, sino con mayor tiempo de trabajo auténtico. Por
eso, debe haber libertad sindical.
12o. Condenamos la demagogia que ha mantenido al
campesino atado a su miseria y a una parcela, para utilizarlo

435
como peón en la batalla política, y que ha impedido la
autosuficiencia de la producción agropecuaria y el
desarrollo pleno de los hombres del campo. Declaramos
que sólo en la medida en que el campesino sea dueño
auténtico de la tierra, será dueño de su destino y verdadero
agente libre del progreso de México.
13o. Defenderemos el derecho de la familia a educar sus
hijos conforme a sus principios y declaramos que el Estado
sólo tiene una función subsidiaria que sólo afecta al terreno
de la instrucción. Asimismo, afirmamos que al construir
escuelas y universidades, no se hace una graciosa concesión
a la niñez o a la juventud, sino que se cumple con un deber,
aplicando a una necesidad superior de la sociedad, medios
económicos procedentes de los integrantes de ésta.
14o. Declaramos que el engrandecimiento de nuestra Patria
no es obra sólo de nuestros gobernantes, sino de todos los
sectores del pueblo de México, que con su trabajo, por
modesto que sea, va modelando el futuro; por eso queremos
que el Gobierno, como mandatario —no mandante— que
es, obedezca la voluntad popular, y se plegue a sus deseos,
y no realice una política interior o exterior que no se apegue
a sus principios.
15o. Nos comprometemos a difundir y trabajar por estos
principios en todos los rincones del país, en todos los
lugares donde realicemos nuestra actividad estudiantil o
laboral.
16o. Afirmamos que, después de Dios, el mayor deber del
hombre es hacia la Patria. Más la juventud de México
rechaza el concepto de que Patria y Gobierno sean un mismo
ente. El Gobierno es sólo un organismo del Estado Político
vigente, el cual puede cambiar a lo largo de la historia, en
tanto que la Patria tiene subsistencia permanente. Además,

436
el Estado debe ser gestor del Bien Común, y sólo en la
proporción en que lo sea, merece el respeto y adhesión de
los ciudadanos. En cuanto a las personas, así como es
injusto no reconocer los méritos de los funcionarios probos
y patriotas, resulta indigno alabar a los deshonestos y
desleales, al servicio de los intereses ajenos.
17o. Nos comprometemos a trabajar para hacer de México
una nación libre, fuerte, justa y a oponernos a las doctrinas
socialistas, fascistas y comunistas, que por ser negadoras
dela libertad del hombre y considerar al Estado como último
fin, son contrarias a los principios cristianos que nos
animan.
18o. Rechazamos el “tercermundismo” por considerarlo
miope y revanchista, y al servicio de intereses políticos
oscuros. Reconocemos el derecho de todas las naciones
para lograr su bienestar y su desarrollo, pero rechazamos
terminantemente que para ello sea necesario negar los
derechos y las libertades del hombre.
19o. Declaramos nuestro apoyo irrestricto a la libertad de
prensa, de reunión, de expresión, de asociación y de
trabajo; reafirmamos nuestra creencia en el derecho de
todos los hombres a la propiedad y a la educación, y nos
comprometemos a trabajar, aun a costa de nuestra propia
vida, porque nuestros gobernantes y otras naciones,
respeten estos principios, sin los cuales México no podrá
ocupar el lugar que le está reservado en la historia.
20o. Nos comprometemos a intensificar y ensanchar
muestra plataforma ideológica para llevarla a otros
hermanos jóvenes de nuestra Patria. En sesión permanente,
nuestros directivos prometen vigilar para que el espectro
del totalitarismo sea derrotado en estos momentos de
gestación del México del siglo XXI.

437
Vale la pena detenerse en algunos aspectos del Pacto
de los Remedios, así como de la publicación de Prieto
Laurens, donde se le incluyó.
En las páginas de esta última encontramos como
colaboradores a Salvador Borrego, a Agustín Navarro
Vázquez, quien en el número 84, de junio de 1976, deploraba
que en México “hace mucho que no hay derechas”, Rodrigo
García Treviño, Manuel Salazar y Arce; Luis Pazos, Eduardo
Borrel Navarro y Víctor Manuel Sánchez Steinpreis.
En un artículo publicado en el número 126 de la
publicación de Prieto Laurens, Sánchez Steinpreis denun-
ciaba la “conjura comunista” del ex presidente Echeverría
contra México; y afirmaba al final de su texto:

Aunque siempre he tratado de ser realista en mis análisis


periodísticos, ojalá que esta vez me equivoque. México
está entrando en el vótice de un huracán social y político
de nefastas consecuencias para todos. Igual que en el 76.
Los polkos vende patrias del marxismo no duda ya en hundir
a México en la revolución sangrienta que desarrollaron en
Nicaragua y desde allá impulsan sobre El Salvador, Guate-
mala y México... ¿Obligarán al Ejército Mexicano a intervenir
drásticamente, como en 1968, para salvar nuestras
libertades?

En el número 128, de febrero de 1980, Sánchez


Steinpreis acusaba a “la mafia de Alejandro Avilés, José
Álvarez Icaza, el terrorista extranjero Carlos Fazio, Angelito
Granados Chapa, el maniático freudiano Vicente Leñero
Otero y demás caterva de mafiosos progresistas” de
rebelarse contra Juan Pablo II por su “firmeza doctrinal
que desnuda las herejías pro comunistas infiltradas en la

438
Iglesia mexicana por los obispos marxistas Sergio Méndez
Arceo y Samuel Ruiz”.
Por su parte, en su artículo “El marxismo en la moral
de la violencia”, publicado en el número 141, de marzo de
1981, Luis Pazos afirmaba:

La lucha de clases, tesis básicas del marxismo y los


planteamientos revolucionarios de Lenin, son el principal
fundamento de la moral de la violencia contemporánea. En
la moral marxista leninista, el robo, el fraude, el parricidio, la
traición a la patria y la tortura están justificados siempre y
cuando se hagan en aras del triunfo de la revolución
socialista. El marxismo leninismo no es una doctrina para
resolver los problemas sociales, sino para llegar al poder. Su
objetivo es sembrar el odio, la división y el terror para que al
amparo se ese clima, pequeños grupos tomen el poder.

Asimismo, dicha publicación solía incluir colabora-


ciones de grupos anticastristas como Alfa 66, organizador
de invasiones a la Isla y del boletín Integridad, publicado
en Monterrey y vinculado a Tradición, Familia y Propiedad.
Tocante al contenido mismo del Pacto cabe señalar
que varios de sus puntos anticipan el énfasis que en los
ochenta y noventa, bajo el pontificado de Juan Pablo II
pondrán los grupos conservadores católicos en la defensa
de la moral sexual tradicional, en aspectos como el combate
a los métodos anticonceptivo, al aborto y a la pornografía,
punto que de hecho se contradice con otra de las reivindi-
caciones del Pacto, que es la defensa de la libertad de
expresión. La lucha contra la educación laica es otra de las
reivindicaciones que está expresada eufemísticamente en
el Pacto de los Remedios, como el “derecho de los padres a
educar a sus hijos”, y que cobraría una gran importancia en

439
la lucha ideológica renovada entre corrientes liberales y
conservadoras a fines de los noventa, aunque es un postulado
tradicional de los grupos conservadores católicos.
El Pacto ubica a los grupos firmantes dentro de una
geografía política nacional e internacional: antigobiernistas
—contrariamente a lo que ocurría en el 68 con algunos de
ellos— y católicos y procapitalistas, pero a la vez, contraria-
mente a lo que enfatizaban muchos críticos de esos grupos,
—Manuel Buendía, entre otros—, ellos no se identificaban
con el término “fascistas”, pues rechazaban a la vez el
socialismo, el comunismo y el fascismo. Desde luego, con
este último, y con el nazismo en la práctica tenían más
afinidades, pues sobran los testimonios de que en el seno de
este tipo de grupos era habitual la lectura de obras pronazis
y antisemitas, como Derrota Mundial de Salvador Borrego,
entre otras. Pero, al menos explícitamente, las ideas de esos
grupos pretendían identificarse esencialmente como
católicas.
La DFS hizo investigaciones, obviamente in situ, sobre
la reunión en los Remedios; y el 18 de agosto de 1975 reportó
lo siguiente:

se convocaron a los jóvenes católicos de grupos orto-


doxos, asociados a organizaciones tipificadas como ultra-
derechistas...en el punto denominado “Peñas de los
Remedios”, aledaño al Cerro del mismo nombre y a espaldas
del Fraccionamiento Vista del Valle, de Naucalpan de
Juárez, Estado de México; las invitaciones circularon en
algunas parroquias e iglesias de Entidades que se han
caracterizado por su apego a las tradiciones de la Iglesia
Católica y su rechazo a las innovaciones a la doctrina,
adoptadas en el Concilio Vaticano II.

440
En el medio eclesiástico, quienes encabezan este movi-
miento en nuestro país, son el cardenal y arzobispo de
Guadalajara, Jal., José Salazar López, arzobispo de Puebla,
Pue., doctor Octaviano Márquez y Toriz; obispo de
Tlanepantla, México fray Felipe de Jesús Cueto González
y los obispos de León, Gto. y de Monterrey, NL.
Los grupos que se congregaron corresponden a facciones
que han sido desconocidas por el Episcopado Mexicano a
petición de la Acción Católica Mexicana, por su rebeldía
ante las disposiciones de este organismo encargado del
control de las agrupaciones laicas de la Iglesia.
El Comité Nacional de la Asociación Católica de Jóvenes
Mexicanos, (ACJM), desconocido hace 3 años por calificar
las disposiciones de la jerarquía eclesiástica de pro-
comunistas, a partir de ese entonces, acordó: constituirse
y seguir subsistiendo como ACJM y posteriormente dejar
en libertad a los elementos que agrupaba, de constituir
nuevos grupos o de sumarse a los ya existentes, conser-
vando su ortodoxia en relación con el catolicismo.
Por lo que corresponde al Distrito Federal, se constituyó el
Círculo José Vasconcelos, el Instituto de Acción Social de la
UNAM, en tanto que otros se sumaron al Movimiento Univer-
sitario de Renovadora Orientación (MURO), o permanecieron
en el grupo Dios y Montaña, una de cuyas facciones está
controlada por la Acción Católica Mexicana como organismo
que no ha prestado mayor atención a este grupo disidente,
en virtud de que está dedicado al escultismo.
Las organizaciones procedentes del Estado de Puebla, Frente
Universitario Anticomunista y Juventud Nueva, así como
Grupo Náhuatl, Club Sierra de Puebla, Asociación Lasallista,
han sido organizadas de manera principal por el licenciado
Manuel Díaz Cid, el licenciado Mario Bracamontes y el C.P.

441
Miguel Maldonado Santillana, este último presidente de la
Junta Diocesana de la Acción Católica.
Por lo que se refiere al Frente Universitario Anticomunista,
éste es manejado por el C.P. Heberto Rodríguez Concha, y
por su hermano, el licenciado en Administración de
Empresas Manuel Rodríguez Concha.
Los grupos procedentes de Nuevo León, conjuntados como
Juventud Regiomontana, son manejados a nivel local por el
ingeniero Elliot Camarena, funcionario del Consorcio
Vidriera-Famosa y ex presidente de la Unión Neoleonesa de
Padres de Familia y de la Cruzada Regional Anticomunista;
esta persona ha estado ligada con Luis Felipe Coello Macías,
desde que éste figuraba como dirigente del MURO, relaciones
que se intensificaron durante la permanencia de Coello
Macías en Monterrey, NL, en 1968 y se han conservado
desde que se vino de regreso a esta Capital cuando trabajó
en el periódico El Heraldo de México.
Por lo que se refiere a los grupos que vinieron con el nombre
de Juventudes Cristeras de Jalisco, auspiciados y contro-
lados por el licenciado Raymundo Guerrero, ex presidente
de la Federación Mundial Anticomunista y dirigente de la
Federación Mexicana Anticomunista de Occidente, que
tiene su sede en Guadalajara, Jalisco, así como el ingeniero
Anacleto González Flores.
Los grupos de Guanajuato, Chihuahua y Yucatán, de mo-
mento no se pueden precisar datos de quienes los manejan.
Jorge Prieto Laurens, presidente de la Federación Mexicana
Anticomunista y el ingeniero Anacleto González Flores,
comentaron la posibilidad de que en el financiamiento para
este Encuentro hubieran intervenido empresarios de Mon-
terrey, NL, Guadalajara, Jal., y de Puebla, Pue; estimándose
que el costo de la reunión fue mayor de 150 mil pesos.

442
El acto realizado, reunió a mas de tres mil jóvenes que se
decían representantes de Delegaciones de 10 entidades
federativas, como son Puebla, Guanajuato, Michoacán,
Guerrero, Morelos, Jalisco, Sinaloa, Veracruz y Yucatán,
de las cuales las más numerosas correspondieron al MURO
y al Frente Universitario Anticomunista de Puebla; se
dictaron 11 conferencias, figurando como oradores, entre
otros, Ricardo Altamirano, del grupo José Vasconcelos
del DF; Jorge Espinosa, del grupo Juventud Nueva, de
Puebla; Rodolfo Córdoba, de la Unión Popular Estudiantil
de Puebla; Luis Eduardo Paredes, del Frente Anticomunista
de Puebla; Carlos Torres Chávez, del mismo grupo, fun-
giendo como maestro de ceremonias Felipe Álvarez de
Juventud Nueva, de Puebla y José Antonio Pérez, quien
no se identificó como miembro de ningún grupo; este
último fue el encargado de atender a la Prensa y de
Relaciones Públicas.
El lugar exacto de la reunión fue dado a conocer a los perio-
distas en el último momento por José Antonio Pérez otros
grupos presentes fueron: Non Plus Ultra, de Guanajuato;
Contestación, de Morelia; Juventudes Cristianas, de Jalisco;
José Escandón, de Tamaulipas; Juventud Inconforme
Positiva, de Guanajuato; Club Atlético Chiapaneco, de
Tapachula, Chis.; Liga de Estudiantes Católicos, de
Zacatecas, Juventud Independiente Yucateca, Promotores
Universitarios Mexicanos de Acción Social, PUMAS, del DF;
Antonio Caso, de Jalapa, Ver; Eusebio Kino de Sinaloa;
Bolonia, del DF y Unidad Popular de Estudiantes de Puebla.
Jorge Espinosa, a pregunta específica de los reporteros
que lo entrevistaron el día de ayer, manifestó que cualquiera
de los precandidatos a la presidencia de la República,

443
especialmente los licenciados Porfirio Muñoz Ledo y José
López Portillo, llevarán a México por el camino que Cuba
tomó, expresando que todos eran iguales y calificó como
“menos peores” a los también licenciados Mario Moya
Palencia y Hugo Cervantes del Río, aclarando que no están
con ninguno de ellos.
Reiteró las condenas que se hicieron a lo largo de todo
este Encuentro, al sistema socialista.
A las 19:00 horas de ayer se dio por terminada la reunión,
oficiándose una misa de acuerdo con los deseos de los ahí
congregados, por el obispo fray Felipe de Jesús Cueto
González.
Se hace notar que los asistentes contaron con carpas,
servicio médico, planta de luz, 1,000 latas de sardinas, y
3,000 latas de jugos, 300 kilos de barbacoa, 2,000 kilos de
tortillas, alimentos que fueron concentrados en el patio de
la Basílica de Nuestra Señora de los remedios, pernoctaron
en ese mismo lugar, el que fue cubierto con 3 lonas.
Los participantes se retiraron en 50 autobuses de diferentes
líneas foráneas, a sus lugares de origen.
Se anunció la celebración de otro Encuentro en un lapso
no mayor de 6 meses.
No se registraron incidentes.

Otro informe complementario de la DFS sobre el


encuentro celebrado en los Remedios4 mencionaba que en
esa reunión se insultó a Víctor Bravo Ahúja, llamándole “viejo
decrépito y corruptor de la niñez y de la juventud” y se condenó
la “lucha de clases”, los libros de texto obligatorios, los
“impuestos excesivos” y la demagogia laboral. Asimismo a
los artistas que hacía filmes contrarios a la “idiosincrasia y
sentir de nuestro pueblo”, como Alejandro Jodorowsky, Luis

444
Alcoriza, Arturo Ripstein, Setio Olhovich, Salomón Leiter,
Rafael Corkidi, etcétera, así como a la pornografía, la droga-
dicción, al cine estatizado, a la corrupción institucionalizada,
al festival de Avándaro, etcétera.
Por el contrario, elogiaron el “derecho de la familia
para educar a sus hijos conforme a sus principios”, a Dios,
a la Patria y al Bien Común, a Hernán Cortés, Morelos,
José Vasconcelos, Daniel O'Conell, Pinochet, porque “fue
un valiente que salvó a Chile del comunismo”, a Solyenitzin,
etcétera.
Proseguía ese segundo reporte de la DFS:

Durante la celebración del Encuentro, los jóvenes


anticomunsitas se posesionaron casi militarmente de la
plaza; controlaron carreteras y accesos, incluso con apa-
ratos de radio e instrumentos electrónicos, montaron vigías
con binoculares y guardias armadas; fotografiaron hasta a
los periodistas y fotógrafos que los acompañaban, quienes
con gran misterio fueron llevados a la reunión y en todo
momento se les mantuvo rodeados, en un clima marcada-
mente agresivo. Demostraron una perfecta organización
militar: por cada mil, tenían un jefe; por cada cien, un
coordinador; pro cada diez, un moderador, formando lo
que llamaban “corrillos”, para discutir su aportación al
encuentro, tras la celebración de magnas sesiones plenarias
en que todos se congregaban. Mas en ningún momento,
lo cual sorprendió mucho a los periodistas, hubo la pre-
sencia de ningún policía, o militar o patrulla, o cualquier
otro guardián del orden público.

Observaba la DFS que los periodistas de El Heraldo


se prodigaban en elogios hacia dicha reunión, y refería una
declaración de uno de los editorialistas, Gerardo Canseco

445
(quien en la década de los noventa aparecería como
colaborador y escritor de la UNPF):

El Pacto de los remedios... constituye una esperanza para


quienes no han sido arrastrados por el materialismo y la
mentalidad fatalista que cree que en el futuro de la
humanidad todo gira en torno de una hoz y un martillo... es
ahora una pequeña luz que por el valor espiritual y humano
de su contenido está llamada a crecer hasta ser capaz de
iluminar el futuro de México.

En abril de 1978, en Querétaro, se fundó el Consejo


Nacional de Estudiantes (CNE), para “frenar en los centros de
educación superior, la corrupción, la deslealtad y evitar que
se conviertan en focos de subversión de contenidos políticos”.5
El manifiesto del Cerro de las Campanas, elaborado
en el aula José Vasconcelos, de la UAQ, decía a la letra:6

Ciento cuarenta universitarios, de veintidós agrupaciones


estudiantiles universitarias, representantes de la inmensa
mayoría silenciosa reunidos en la Asamblea Constitutiva
del Consejo Nacional de Estudiantes, los días 19 y 30 de
abril, manifestamos que:
1. Nos proponemos la defensa de la Universidad de México,
la restauración de la naturaleza de la Universidad, así como
de los principios que inspiraron su nacimiento y el combate
vigoroso en contra de los enemigos de nuestra Patria em-
boscados en los recintos universitarios.
2. Rechazamos la intromisión de partido políticos y sus
“porros”, la manipulación sindical por ellos instrumentada,
que viola la autonomía de las universidades y va en
detrimento de su alta misión y del nivel académico de
nuestras casas de estudio.

446
3. Difundiremos la doctrina universitaria contenida en
nuestro ideario para que a la juventud universitaria
mexicana se le proporcionen los medios necesarios para
su sana formación, para que nuestras universidades sean
comunidades de maestros y discípulos dedicados a la
investigación y a la docencia de la verdad.
4. Nos oponemos a que la inteligencia de los universitarios
sea corrompida por las falacias dogmáticas marxistas que
inscriben el odio de la lucha de clases, incitan a la
subversión, sustituyen la lógica por la dialéctica, y
destruyen así las nociones de verdad, cultura y humanismo
que son esenciales al ser y al quehacer de la universidad.
5. Defendemos las aulas y los claustros universitarios de
la intervención de minorías universitarias de filiación
marxista, que intentan utilizar a los universidades des-
naturalizándolas como arietes de presión política en con-
tra del Estado, con la vana utopía de instaurar un “estado”
comunista en México. A estos ilusos les decimos que los
universitarios mexicanos, como pueblo que somos también
combatiremos y nos opondremos siempre con todo el vigor
y la lozanía juvenil, por la fuera de la Razón y la Verdad a
sus intentos anti universitarios y antipatrióticos.
6. Rechazamos por absolutamente incompatibles con el
auténtico ser y con el honesto quehacer de la Universidad
todos los planteamientos marxistas sea “neo” o “arcaico”;
el marxismo siempre es corrupción de la inteligencia, porque
es enemigo de la libertad, de la responsabilidad, de la
autoridad, de la verdad, porque destruye todo lo natural y
todo lo real, y lo hace con el pretexto falaz de servir
solamente a una élite de soberbios y envidiosos que
quieren destruir todo y hacer todo, a la imagen y semejanza
del “hombre nuevo” —Frankestein personal y social—
inventado por Marx.

447
7. Por todo lo anterior, a) Denunciamos la creciente
intromisión de los elementos del partido comunista y demás
comparsas izquierdistas en la gran mayoría de los centros
de estudios superiores de la nación, violando la autonomía
universitaria y creando un clima de agitación, subversión
y violencia en ellas. b) Igualmente señalamos las alianzas
estratégicas y tácticas del mismo partido comunista con
los grupos clericales marxistas en universidades supuesta-
mente religiosas c) Señalamos también el gran equívoco
de los que creen que los marxistas han cambiado y ahora
son “euros”, “demócratas” y “humanistas”, quienes con-
cluyen quizá por debilidad... “se puede salir de paseo con
el tigre”... que ciertamente se los comerá. d) Estamos en
contra de que los recintos universitarios sean lugares
donde los activistas marxistas corrompen la inteligencia,
almacenan propaganda y armas que más tarde ulitizan,
precisamente en contra de la Universidad, de los univer-
sitarios, del Estado y de todos los mexicanos. e) Perma-
nentemente denunciaremos las infiltraciones manifestadas
como complicidades de las llamadas “autoridades
universitarias”, instaladas en “soviets” revolucionarios,
así como la complicidad de políticos resentidos conocidos
como “emisarios del pasado” que financian y promueven
las agitaciones.

El Consejo Directivo de los grupos reunidos en


Querétaro lo integraban: Alejandro Gutiérrez, presidente;
Rafael Burguete, tesorero; Héctor Salado, vicepresidente;
Ricardo Smith, vocal; Carlos Castro, vicepresidente; Pedro
Hernández, vocal; Carlos Vega, secretario; y Sabás Flores,
vocal.7

448
En la creación del CNE participó Jorge García Ramírez,
director de la escuela de Derecho de la UAQ, y autor de la
frase: “El mejor comunista es el comunista muerto”.
El CNE obedecía a la estrategia derechista de crear
coaliciones en una lucha común, como tal agrupaba a las
siguientes organizaciones: MURO, FUA; Promoción Univer-
sitaria Mexicana de Acción Social, del DF; Grupo José
Vasconcelos, del DF; Frente Independiente de Reestruc-
turadora Mentalidad, FIRME; Alianza Universitaria, de
Zacatecas; Asociación de Estudiantes de Guanajuato;
Ateneo de la Juventud, de Monterrey; Avance, de
Querétaro; Círculo Estudiantil de La Laguna, de Torreón;
Club Universitario de Superación y Promoción Integral para
el Desarrollo Estudiantil, CUSPADE, de Aguascalientes; Grupo
Delta, de Chihuahua; Juventud Nueva, de Puebla; Movi-
miento de Integración Preparatoriana, de León; Poder
Universitario Autónomo, de Sonora, PUAS, de Hermosillo;
Proyección Estudiantil, de Durango; Sociedad de Alumnos
del Tecnológico de Celaya; Unión Córdoba Estudiantil, de
Córdoba, Veracruz; Unión Veracruzana Estudiantil, de
Veracruz; Vasco de Quiroga, de Morelia y Frente Patriótico
Anticomunista Nacional.
Según Sánchez Gudiño, tanto en el Pacto de los
Remedios, como en el del Cerro de las Campanas, los grupos
firmantes “declaraban la guerra santa al comunismo, a los
cristianos progresistas y a la educación laica”.8

1
Buendía, La ultraderecha en México, op. cit., p. 52.
2
Buendía, Pensamiento... op. cit., p. 146.
3
Vid. Publicaciones del FPACM de Divulgación histórica, orientación y
propaganda, núm. 76, octubre de 1975, pp. 27-30.

449
4
AGN, DFS, Juventud Nueva, exp. 15-13, h. 133, leg 1.
5
AGN, DFS, MURO, exp. 15-13-78, h. 129, leg.1.
6
AGN, DFS, Juventud Nueva, exp. 15-13, h.130-134, leg. 1.
7
Id.
8
Sánchez Gudiño, art. cit., p. 10.

450
CAPÍTULO XXIV

EL MURO, LA UNPF Y LOS LIBROS DE TEXTO

A lo largo de 1974 y 1975, el MURO estuvo presente en la


campaña contra los libros de texto gratuitos, en la que llevó
la batuta la Unión Nacional de Padres de Familia, quienes
al igual que otros grupos conservadores se escandalizaban
por los contenidos de educación sexual y de ciencias sociales
de esos textos, a los que calificaban de “comunizantes” e
“inmorales”.
Algunos episodios de esas campañas ilustran la agre-
sividad y forma de pensar de quienes las organizaron.
El 7 de diciembre de 1974, de las once a las 16:30
horas, en el local de la UNPF, en la ciudad de México, se
reunieron quince personas representantes de ese grupo en
diferentes estados, para tratar sobre el rechazo de los libros
de texto correspondientes al cuarto y sexto grados de ciencias
naturales y de ciencias sociales. Criticaron que se pretendiera
impartir la educación sexual “ya que es potestad de los pa-
dres”. Otro punto de rechazo era el “dogmatismo” con el
que mencionaba la teoría de la evolución, pues en las
escuelas oficiales se señalaba

que no existe ningún ser superior y que la vida actual es un


producto de la evolución; que está(n) de acuerdo en que
esta teoría se presente como lo que es, es decir, como una
hipótesis o como una tesis, toda vez que hasta la fecha no
hay ninguna prueba científica y continúa sujeta a discusión.

451
Tocante al libro de ciencias sociales, rechazaban todo
el texto, ya que decían,

en general va encaminado hacia la exaltación del comunismo,


aunque al principio se le pretende dar un aspecto liberal, y
señala como héroes a Carlos Marx, Vladimir Ilich Lenin, Ho
Chih Minh, Mao Tse Tung, Ernesto Ché Guevara, etcétera.1

En 1974, la UNPF estaba encabezada por el doctor


Francisco Quiroga Fernández, miembro fundador del PAN y
ex diputado federal por el mismo.
El 13 de febrero de 1975, en el local del Instituto de
la Veracruz, San Miguel 570, colonia Chapalita, Guadalajara,
se efectuó una reunión de la UNPF presidida por el licenciado
Gerardo Hernández Gentil, presidente de dicho grupo en
Jalisco, con asistencia de unos 250 miembros del mismo.
En esa ocasión, el licenciado Óscar González Romero,
dio lectura a un comunicado que le entregó una persona
“digna de crédito”, misma que le indicó que lo recibió de un
inspector de la SEP, el cual lo está distribuyendo a los
profesores del rumbo de La Barca.
Según el texto que presentó González Romero,

se sugiere a los maestros organizar en grupos de alumnos


masturbaciones y recomendar a los estudiantes en el medio
rural a que realicen actos sexuales con los animales; por lo
que se refiere a las mujeres, inculcarles la pérdida de la
virginidad, haciéndoles entender que eso está pasando de
moda y que son buenas las relaciones sexuales fuera del
matrimonio.2

Llama la atención la persistencia de ese tipo de propa-


ganda claramente difamatoria contra autoridades de la SEP,

452
con motivo de la educación sexual, pues ya durante el periodo
de Cárdenas la habían usado los cristeros en versiones
ligeramente diferentes, por ejemplo, difundían en esa época
que la educación sexual consistía en desnudar a niños y
niñas e inducirlos a realizar actos sexuales, con lo cual
trataban de provocar reacciones violentas por parte de los
padres de familia contra los maestros.3
El 17 de abril de 1975, en el Teatro Principal de Puebla,
se llevó a cabo una reunión general informativa sobre el
problema de los libros de texto, organizada por el doctor
Francisco Quiroga Fernández, presidente de la UNPF, y por
el licenciado Mario Bracamontes Sardeneta, asesor del
mismo, así como Gerardo Maldonado Santillana, presidente
de la UNPF en Puebla.
Quiroga y Bracamontes propusieron “romper o
quemar” los libros de texto porque “atentan contra la
idiosincrasia y se debe defender a nuestro hijos”.4
El 26 de octubre de 1975, en la plaza principal de
Jalostotitlán, Jalisco, se llevó a cabo un mitin con asistencia
de 200 personas, organizado por el Comité Estatal de la UNPF
presidido, como se ha mencionado por Bernabé Hernández
Gentil. En la reunión se atacaron los libros de texto gratuitos
y Hernández Gentil dijo que el lema de la Unión sería “Unidos
Venceremos” y el saludo sería “con los brazos en alto con
tres dedos rectos, dos para picar los ojos y uno para tirarle los
dientes al enemigo”. Se exhibieron pancartas con leyendas
que decían “socialismo no, justicia social, sí”, “Jalostotitlán
repudia los libros de texto”, “Zapotlanejo repudia el libro de
texto por inmoral y subversivo”.5
Según reportaba la DFS el 22 de junio de 1975, en las
escaleras de acceso al templo de la Sagrada Familia, se
manifestaron miembros de la UNPF contra los libros de texto
con pancartas como “Educación obligatoria pero moral”,

453
“Fuera comunistas de la SEP”, “México no será comunista”,
“querer al niño es quemar el libro”, “querer al niño es
defenderlo del texto comunista” y “no a las doctrinas
marxistas”.6
En el acto de protesta contra el libro de texto gratuito,
que tuvo una asistencia de 300 hasta 500 personas en la
colonia Roma, se coreaban lemas como “México Sí,
Comunismo No”. Fernando López, quien fue maestro de
ceremonias lanzó frases que decían “Muera Bravo Ahúja”,
“quemen esos libros”, “Patria sí, textos no”, así también,
vivas a Cristo Rey y a la Virgen.
Si bien el MURO y la UNPF coincidían en su rechazo de
los libros de texto, un miembro de esa unión hizo en 1976
una denuncia impactante contra los métodos con los que el
MURO, decía, se había apoderado de la dirección de la UNPF
en las elecciones que en ella tuvieron lugar ese año y donde
fue designado presidente César Nava Miranda, quien había
sido anteriormente dirigente de la UNPF en Michoacán.
La denuncia fue difundida en un escrito de cinco
páginas, titulado “Nueva advertencia a los Padres de Fa-
milia. El MURO-GUIA-Yunque continúa pervirtiendo a la
juventud”.
Iba firmado por Alberto Hernández, de León, Guana-
juato, y fechado el 12 de noviembre de 1976.7
Advertía sobre el peligro que significaba la organi-
zación delictiva MURO-GUIA-Yunque para la familia y la
sociedad en particular y en general para México.
Afirmaba:

... he sido privado de tres de mis hijos quienes fueron


arrebatados de la familia por los dirigentes de esos nefastos
grupos que se dicen anticomunistas pero que realmente
favorecen la expansión del marxismo internacional. Hoy,

454
por medio de las presentes líneas, me permito denunciar
las maniobras que realizan estos falsarios para apoderarse
de la dirección de la hasta antes de ahora, respetable
“Unión Nacional de Padres de Familia”.
Estoy consciente de que con motivo de esta nueva de-
nuncia, los falsarios a que me refiero, tratarán nuevamente
de amedrentarme amenazándome tal como lo han hecho
por tratar de liberar de sus garras a mis hijos; recuérdese
que han balaceado mi domicilio, me han enviado emisarios
para comunicarme “que se persistir en mis ataques” “sería
víctima de represalias”. Si por expresar la verdad tengo
que hacer frente a amenazas de criminales, aunadas a la
aversión personal de mis tres hijos que ha corrompido el
MURO, convirtiéndolos en mis enemigos, me queda, aun
cuando acrisolada por el dolor, la satisfacción del deber
cumplido, de haber sido congruente con mi conciencia,
especialmente si como es mi deseo ferviente, logro con
mis muy modestas letras, que otros padres de familia
escapen a la maldad de los criminales dirigentes del MURO.
Resulta grotesco (sic) pero fundamentalmente trágico, el
que criminales, una de cuyas misiones es usurpar la
autoridad paterna, sean quienes se encuentren al frente de
la dirección, de la como ya he mencionado, “hasta antes
de ahora respetable Unión Nacional de Padres de Familia”,
entidad creada, ¡oh ironía! para defender, hacer valer y
hacer respetar, los derechos y autoridad paternos.
... quien esto escribe y la parte de familia que he logrado
preservar del virus murista, somos víctimas de la insania,
el sadismo y la maldad de los criminales dirigentes del
MURO, porque quien se dedique a tras tocar la mente de
muchachos inexpertos para en su oportunidad convertirlos
en enemigos del padre, además de corruptores son

455
malvados. Quienes públicamente hacen alarde de devo-
ción, de amor, de sumisión y de respeto a la madre, y por
otra parte atormentan, angustian y sumen en la zozobra a
una madre en particular, esos tales son sádicos. Con objeto
de que quien lea estas líneas no encuentre nada oscuro,
imponiéndome al dolor que conlleva relatar por qué
menciono enemigos a mis hijos que han corrompido los
dirigentes del MURO-GUIA-Yunque, brevemente diré que me
han amenazado (tal vez de muerte) diciéndome que: “por
ellos, la organización (MURO entiéndase sus dirigentes) no
ha ejercido violencia en mi contra, pero que han llegado a
la determinación de no servir más de escudo”. Lo anterior
es solamente una de las varias pruebas que al respecto
puedo aportar y que serviría para aclarar uno de los
conceptos arriba vertidos.
Los dirigentes del MURO, entre otras de sus múltiples
facetas, ejercen la de conspiradores; no podían por tanto
sustraerse a utilizar un medio muy común en tales
menesteres; crear grupos de tipo cultural, artístico o
deportivos que les ayuden a encubrir sus verdaderas
actividades; es así como entre otros medios, tienen en
León un grupo artístico denominado “Imágenes” el que
independientemente de otras ocasiones, en el mes de mayo
pasado con motivo del día 10, se dedicó dicho grupo,
mediante muy extenso programa de televisión a homenajear
a las madres.
Daba la casualidad de que por esas mismas fechas, a una
madre en particular (mi esposa) la hacían víctima de su
sadismo, haciendo que desde varios meses antes, la
ignoraran sus hijos; cuando por fin debido a mis presiones,
les permitieron ir a casa, fue para sumirla en la angustia,
asegurándole “que tenían noticias de que próximamente

456
iban a ser víctimas de un atentado y que quienes ejecutarían
tal atentado serían mis amigos”, Repito, los dirigentes del
MURO son sádicos, además de criminales. Gracias a la
responsable determinación de algunos señores obispos y
sacerdotes, les han sido limitadas las delictivas actividades
de infiltrados a los criminales dirigentes del MURO, en el
campo de algunas asociaciones religiosas, para no
referirme a otras, mencionaré solamente a la ACJM ,
organización por demás gloriosa, a la cual los dirigentes
del MURO han mancillado, infiltrándola inclusive con
criminales, quienes no vacilaron en recurrir hasta al
asesinato tratando de imponer hegemonía; lo anterior
obedeciendo órdenes de sus superiores del MURO.
Desde tiempo habían tenido la mira puesta y habían estado
maquiavélicamente maniobrando para infiltrar y apoderarse
de la dirección de la UNPF, estimando que al sentirse
obstaculizados, por la muy encomiable determinación de
algunas autoridades eclesiástica, misma que les impidió
desenvolverse a sus “anchas” como antes lo hicieran en el
campo de algunas organizaciones religiosas, lo cual motivó
que redoblaran su insana astucia, para zarpazo definitivo
sobre la UNPF, siendo así como en el mes de junio próximo
pasado mediante elecciones fraudulentas y amañados
métodos en los cuales son maestros se apoderaron de la
dirección de dicha organización.
Estimo que nunca será demasiado el hacer notar que los
métodos empleados por los dirigentes del MURO son
inmorales, delictivos, corruptores y definitivamente crimi-
nales; en el curso de las presentes líneas, he mencionado
solamente botones de muestra, pero ponen en práctica
una extensa gama de métodos como: sustraer a los hijos
de la autoridad paterna, adiestrarlos en la mentira,
someterlos a juramentos, someter a tormentos físicos a

457
posibles disidentes, levantar falsos a personas que les
son contrarias, cebándose especialmente en dignatarios
eclesiásticos; amedrentar a los miembros de las familias
especialmente del sexo femenino relacionados con perso-
nas que han renunciado al MURO, y en el caso, no respetan
ni a niños de corta edad, un método muy socorrido es el de
tildar de homosexual a quien logra sustraerse a su dominio,
para tener activos y motivas a muchachos en el sentido de
que combaten la inmoralidad, envían chamacos que me
consta, desde 13 años (lo hicieron con uno de mis hijos) a
lapidar y boicotear burdeles y casas de asignación, algunos
de sus dirigentes se les ha sorprendido usurpando
funciones eclesiásticas, disfrazados de sacerdotes, uno
inclusive confiesa para hacer presión en el renglón de
membresía, otro se dice jesuita. Son verdugos mentales
con sus agremiados, les inventan criminales que continua-
mente los están vigilando para asesinarlos, o en el mejor
de los casos, asechando (sic) todas sus actividades,
valiéndose de este medio para ejercer más fácilmente su
dominio. Causa náuseas el pensar que individuos de tal
calaña, tengan hoy por hoy en sus manos, los destinos de
la UNPF, lamentablemente fáltame agregar algo muy
importante, dichos individuos son de falsa derecha, lo
anterior pese a la duda que pueda causarles a quienes
hayan tenido oportunidad de leer a Víctor Manuel Sánchez
Steinpreis, quien para el caso se ostenta “más papista que
el Papa”, no llevándole a la zaga al anterior Federico Mu-
ggenburg, quien resultará vicepresidente de la UNPF
mediante la fraudulenta elección ya mencionada.
Algunos padres de familia tienen ya experiencia sobre las
maniobras y métodos sinuosos empleados por los dirigentes
del MURO, o sea los que desde siempre han usado, localizar,
infiltrar, controlar y nulificar, lo anterior en tratándose de

458
grupos o entidades sanas, cívica y moralmente hablando,
tal aconteció en la UNAM hace 15 o 20 años, época en que
aún existían grupos de estudiantes anticomunsitas con
fuerza suficiente para dar la batalla y hasta para imponerse,
sucediendo que debido a su demasiada buena fe, fueron
infiltrados por la bestia apocalíptica del MURO, vino el con-
trol y el dominio y finalmente fueron nulificados, entregando
la Universidad a los comunistas, tal como hasta la fecha
prevalece. Una vez entregada la UNAM a sus congéneres los
dirigentes del MURO se quedan tranquilos sin ocuparse jamás
de seguir dando la batalla, pese a que tienen elementos con
qué hacerlo. Caso similar como calcado del anterior sucedió
en la Universidad de Puebla.
He traído a colisión (sic) los anteriores casos, porque
acuerdan similitud con lo que afirmo al inicio del párrafo
que antecede, en el sentido de que algunos padres de
familia tienen ya experiencia sobre las maniobras y métodos
sinuosos empleados por los dirigentes del MURO.
Durante el primer tercio del año en curso, valiéndose de
elementos que con antelación tenían ya incrustados en
algunos comités estatales de la UNPF, los dirigentes del
MURO comenzaron a agitar tomando como bandera la
constitucionalidad y el repudio general de los libros de
texto único, bandera por demás buena y noble, como todas
las que deliberadamente hecha (sic) a perder o entrega el
MURO; se dio el caso de que obligaran a numerosos padres
de familia a sacar a sus hijos de las escuelas, especialmente
de las oficiales; naturalmente los padres fueron fichados,
siendo testigo de la angustia que muchachos de ellos
sufrieron una semanas después, tratando de que sus hijos
se reincorporaran a clases...
Además, las organizaciones contrarias a los libros de texto
gratuitos, decidieron pedir un amparo al respecto pero los

459
representantes del MURO se negaron a firmarlo, tirando por
la borda no solamente el esfuerzo de otros grupos, sino el
de sus propios elementos que de buena fe se prestaron al
sacrificio...
Para los rapaces y taimados dirigentes del MURO maestros
en procedimientos gangsteriles no debe haber sido gran
problema apoderarse de la dirección de la UNPF en elección,
como ya he señalado, fraudulenta, efectuada los días 19 y
20 de junio pasado, en el local del Instituto Renacimiento,
Orizaba 126 México.
A continuación me permito mencionar algunas observa-
ciones hechas por un asistente:
La mayoría de las delegaciones no presentaron acreditación.
Los gafetes de asistentes los hicieron buenos para votar.
En la inscripción pagando 5.00 pesos y sin más trámites de
comprobación otorgaban credenciales sin retrato, de
adhesión y con derecho a voto.
No se registraron en forma anticipada las firmas para la
elección.
En la elección fraudulenta pasaron por alto los estatutos
vigentes y aún los proyectos de reforma.
Los periodistas Luis Felipe Coello y Víctor Manuel Sánchez
Steinpreis (MURO) se presentaron como observadores pero
fueron a intervenir y organizar la votación...
Con tales procedimientos —señala la carta—, fue electo
Federico Muggenburg como vicepresidente de la UNPF y
“debe hacerse resaltar la inclusión de Eduardo Turati, como
representante de los padres de familia del DF”.
Turati es viejo militante y principalísima figura entre los
dirigentes del MURO. De este representante de los padres
de familia en el DF asegura Antonio Solís Mimendi, quien
lo ubica en su libro Jueves de Corpus Sangriento, como

460
quien entre otros del MURO contrataban los servicios de
“halcones” (en la actualidad “porros” mercenarios) bien
fuera para que golpearan, hirieran y hasta asesinaran, a
individuos previamente designados por el MURO. De acuerdo
con la obra citada, elementos del MURO entre otros,
planearon en forma satánica la manifestación estudiantil
del Jueves de Corpus en 1971, en la que tenían previsto
que serían masacrados aparte de estudiantes, mujeres y
niños concurrentes a las fiestas religiosas de dicho día.
Obviamente para el caso, fueron contratados los servicios
de los halcones. Otro crimen que hacían los halcones era
vender por la fuerza drogas a estudiantes.
Sería interesante conocer la explicación que pudiera dar
Sánchez Steinpreis sobre su participación en las fraudulentas
elecciones en la UNPF. El que siempre tiene su espada flamígera
desenvainada para defender las causas nobles y rectas, a la
par que para condenar la maldad... que ha llegado a rasgar sus
vestiduras porque “aún están trabajando las mentes de estos
salvajes hampones de la Liga Comunista 23 de Septiembre”.
En su oportunidad una de esas mentes salvajes le “ripostó”
desde detrás de las rejas de la penitenciaría de Monterrey: ¿es
este salvaje hampón fundador del MURO, este maestro en
potencia de todo Escuadrón de la Muerte, el que pretende
darnos lecciones de moral?
Según la carta: definitivamente en la dirección del MURO se
encuentran “verdaderos hampones” sin faltar mi antiguo
conocido, el “santón” Guillermo Velasco Arzac, quien du-
rante los días de la celebración de las elecciones
fraudulentas de la UNPF se desplazaba en una camioneta
con el escudo del PRI, ¿escudo del PRI? Sí, escudo del PRI...
¿y eso? se preguntarán los fieles admiradores del master.

461
Cabe recordar que la UNPF tuvo como presidentes, de
1976 a 1978, a César Nava Miranda y de 1978 a 1982, a
Eduardo Turati. Posteriormente, en 2001, encontramos a
César Nava Miranda en la dirigencia de la COPARMEX en
Michoacán.
En su estudio sobre la educación privada en México,8
Valentina Torres Septién se refiere a la intervención de
personajes del MURO en la UNPF. Señala:

A raíz de la aparición de los nuevos libros de texto, en la


UNPF se suscitó un grave problema interno. Miembros más
radicales, de extrema derecha, se fueron infiltrando en su
directiva y en varias de sus sucursales. El doctor Francisco
Quiroga, entonces presidente de la Unión, permitió que
miembros del movimiento ultraderechista MURO (Movimiento
Universitario de Renovadora Orientación) trabajaran
activamente dentro de ésta, contra los libros. Este grupo
extremista fue quien orilló al doctor Quiroga a presionar a la
Asamblea Episcopal, en febrero de 1975, para que se
enfrentara al gobierno por causa del texto gratuito.
En realidad, la UNPF había sido desde sus inicios, muy
agresiva contra la educación laica, contra la educación
sexual y contra los libros de texto gratuitos.
Al darse cuenta de la presencia del MURO en las filas de la
UNPF, los miembros de las diferentes agencias educativas
dependientes de la Iglesia (la Comisión Episcopal de
Educación y Cultura, la Federación y Confederación
Nacional de Escuelas Particulares, el Secretariado
Arquidiocesano de Educación, y el Secretariado Nacional
de Educación y Cultura) formaron un frente común en 1974.
Expusieron a Quiroga el peligro que significaba tener a
miembros del MURO en la organización. El presidente
defendió a estas personas como padres de familia, no como

462
miembros del Movimiento y aseguró que eran “muy
eficientes”.9

De acuerdo con esta autora, dos de ellos, Francisco


Javier Salazar, presidente de la Unión Estatal de San Luis
Potosí y Gonzalo Robles Valdés, se trasladaron a la Santa
Sede, donde denunciaron que el Episcopado había “acep-
tado” los libros de texto de primaria. Durante su estancia
en Europa “entregaron numerosos documentos, algunos de
ellos de carácter absolutamente reservado, a los centros
tradicionalistas, radicados en Grenoble (Francia) y de Ma-
drid”, los días 1 y 13 de enero de 1975.
Posteriormente en Bélgica, publicaron boletines
donde acusaban al episcopado de ser cómplice del gobierno
mexicano “para comunizar y corromper a México mediante
los libros de texto de primaria...”
Cabe observar que Francisco Xavier Salazar Sáenz
a quien se menciona como ex dirigente estatal de la UNPF
fue uno de los más activos promotores de la campaña con-
tra MEXFAM en 1992, con la cual grupos de extrema derecha
lograron que dicha institución dedicada a la educación sexual
fuera expulsada de la entidad por el gobierno estatal.
Posteriormente, Salazar Sáenz reaparecería ya en el nuevo
siglo como senador del PAN, luego de haber sido diputado
federal por ese partido.
Según el texto de Torres Septién, en las elecciones
de la UNPF resultó ganador César Nava Mirando “reconocido
miembro del MURO”.

El acto se efectuó con aparente normalidad, pero en realidad


votaron muchas personas que no tenían derecho a hacerlo.
No obstante, el doctor Quiroga tomó la protesta al nuevo
presidente. Esto provocó una escisión en la Unión, de la

463
cual resultaron dos grupos: los que apoyaban a Nava y
los que consideraban necesaria una nueva votación; estos
últimos encabezados por Ramón Dibildox...
Los dos grupos, buscaron el apoyo de la iglesia, Manuel
Pérez Gil, presidente de la Comisión Episcopal de Educación
y Cultura, opinó que deberían convocarse nuevas
elecciones, con lo cual provocó la molestia de la nueva
directiva, que emprendió una “campaña difamatoria con-
tra el prelado”.
Algunas uniones del interior del país apoyaron a los
miembros del MURO, no aceptaron esta decisión y se
separaron de la antigua directiva; sólo se mantuvieron
fieles la de Guadalajara, Durango y Tlaxcala, la Unión
Neoleonesa, quizás la más fuerte después de la de México,
también apoyó a Nava por considerar que los disidentes
se habían “marginado totalmente de los principios éticos
y jurídicos que tanto prestigio” habían dado a la “Unión
Nacional”.
La acción del MURO en las filas de la Unión se hizo patente
a pesar de haber sido condenada por los arzobispos de
México y Guadalajara desde 1964. Logró dividir a los
educadores católicos, y aún a los miembros del mismo
Episcopado; por ejemplo, el obispo de San Juan de los
Lagos, Francisco Javier Nuño, dio su apoyo a la nueva
directiva.

Vistas a la distancia, las pugnas provocadas por la


presencia del MURO en la UNPF demostraron ser intrascen-
dentes, pues a la larga, la UNPF siguió gozando del apoyo del
clero católico, especialmente bajo el pontificado de Juan
Pablo II. Más aún, personajes que fueron reconocidos
miembros de ese grupo, entre ellos Nava y Salazar Sáenz,

464
siguieron militando en grupo de derecha, como se ha
mencionado, mientras que el MURO a modo de organización
fue desapareciendo.

1
AGN, DFS, UNPF, exp. 63-26-74, h. 312, leg. 2.
2
AGN, DFS, UNPF, exp. 100-12-1.75, h. 25, leg. 34.
3
Vid. Édgar González, Los otros cristeros, inédito, segunda parte.
4
AGN, DFS, UNPF, exp. 100-19-1-75, h. 186, leg. 42.
5
AGN, DFS, UNPF, exp. 12-1-75, h. 273, leg. 39.
6
AGN, DFS, UNPF, exp. 63-26-75, h. 210, leg. 31.
7
AGN, DFS, UNPF, exp. 15-3-77, h.123-127, leg. 1.
8
Valentina Torres Septién, La educación privada en México 1903-1976,
COLMEX-UIA, México, 1997, pp. 241-243.
9
Los documentos probatorios, provenientes sobre todo del Archivo Palomar
y Vizcarra, del CESU, están compilados en el libro Los otros cristeros (inédito).

465
466
CAPÍTULO XXV

NUEVA GUARDIA, GUIA

Nueva Guardia fue creada el 18 de septiembre de 1971, y


tenía su domicilio en Venustiano Carranza 69, despacho 401.
Por su ideología y sus dirigentes se le ha considerado,
al igual que a su sucesora, GUIA; como una organización afín
al MURO e incluso como un sucedáneo de éste.
Sus dirigentes eran Arturo Manuel Hernández Díaz,
Manuel de la Isla Paulín, Antonio Martínez y Huerta.1
Recordemos que Hernández Díaz y De la Isla Paulín
fueron participantes en el atentado anticastrista contra el
periódico El Día, en 1965.
El 27 de septiembre de 1971, Nueva Guardia repartió
un manifiesto durante un homenaje a Iturbide, organizado
por los Caballeros de Colón.
Nueva Guardia efectuó su Congreso Constituyente
el 10 de octubre de 1971, en Guanajuato,2 de las doce a las
13:40 de ese día en el salón Embajadores del Hotel Real de
las Minas en esa ciudad,3 con una asistencia de unas 150
personas, de varios estados: Jalisco, San Luis Potosí, Chi-
huahua, Durango y Nuevo León. 4 Con motivo de su
formación, ese grupo abortó un manifiesto dirigido a la
Comunidad Iberoamericana intitulado “Carta a una nación
joven” donde proponía la unión iberoamericana y la creación
de un estado nacional corporativo al servicio de todos,
además aseveraban que México y Norteamérica constituyen
un conjunto universal que arranca culturalmente de Grecia

467
y Roma y que la soberanía e independencia de la Nación
Iberoamericana debía ser admitida.5
El acto de creación de Nueva Guardia fue presidido
por Manuel Hernández Díaz, José Antonio Maldonado,
Efraín del Río Romero y Manuel de la Isla Paulín, a quien la
DFS reportaba como alias el Führer. Según esa dependencia

Un orador no identificado dio lectura al documento titulado


Carta a una Nación Joven, dando a conocer los 11 puntos
que abordaba ese grupo, en lo concerniente a el ser
humano, la sociedad, la nación, el estado, la independencia
y la soberanía, el campo, la cultura y el Nuevo Orden.
En el congreso de creación de Nueva Guardia, Fernando
Baños representa al estado de Veracruz, y manifestó que
ese organismo pugna por la Unión de Iberoamérica.6
Por su parte, Efrén del Río condenó los “actos degradantes”
del festival juvenil que se había llevado a cabo en Avándaro.
Al final del evento, se tocaron los himnos de México y de la
Nueva Guardia, y los concurrentes “hicieron el saludo nazi”.
Sus uniformes constaban de una camisa color caqui, pantalón
oscuro, un brazalete en el brazo izquierdo en cuyo centro
estaba el símbolo de la Gamma en rojo, con fondo blanco, así
como una boina. Al terminar el acto se distribuyó una hoja
titulada Guía Universitaria (Guardia Unificadora de
Iberoamérica y/o Grupo Universitario de Integración
Académica).

En el mismo evento, señalaba la DFS:

Se puso a la venta el libro La Unión el único camino...


hacia la integración política iberoamericana, del autor
Luis Pazos, a razón de 1.00 peso (?).

468
Hernández Díaz dio a conocer el domicilio de esta
organización y dijo que se estaban estableciendo prefecturas
de Nueva Guardia en Jalisco, Chihuahua y el Distrito Fe-
deral7 y que en otros estados se estaban protagonizando.

También dijo que consideraba necesario tener un


contacto de carácter oficial, es decir, con alguna persona
del gobierno “a quien denunciar en un momento dado
cualquier movimiento que tratara de efectuarse en contra
de los intereses del propio gobierno o de particulares”.
Afirmó que el Instituto Atlético Cultural Militar, de
Guadalajara, Jalisco, se había integrado a Nueva Guardia, a
excepción de algunas personas de León. Además, que
Nueva Guardia

Está en contra de los Estados Unidos de Norteamérica, para


que México sea más independiente, ya que no puede obrar
con libertad, debido a las dependencias económicas que
tiene; está en contra de Rusia, por considerarla como un
país que lleva a cabo una labor de penetración y disolución.

Añadía la DFS que para el congreso inicial de Nueva


Guardia “llegaron a Guanajuato, procedentes de la capital de
la República, dos autobuses, uno de Ómnibus de Oriente núm.
256 y otro de la Escuela Comercial Cámara de Comercio”.
El 4 de octubre de 1971, Jesús Orta Guerrero,
secretario general interino de la UGOCM dijo que Nueva
Guardia estaba dirigida por el licenciado Arturo Manuel
Hernández Díaz, Antonio Maldonado, el licenciado Efraín
del Río, y por “líderes de sindicatos industriales, terratenientes
y dirigentes del clero”.8

469
Según Orta Guerrero, Nueva Guardia era “un peligro
para la estabilidad del país ya que el clero forma parte casi
absoluta en esta organización queriendo inmiscuirse en la
política y en la actuación del gobierno”.
El 22 de octubre de 1971, El Sol de León publicaba un
desplegado de Nueva Guardia en el que negaban ser un grupo
nazi, sino “profundamente mexicanista” un “movimiento cívico
social juvenil constructivo y militante”; asimismo que su saludo
no era el saludo nazi, sino “el saludo romano de la palma abierta,
al saludo de la vieja y de la nueva latinidad”.9 El desplegado iba
firmado por su comité directivo nacional: Arturo Manuel
Hernández Díaz, José A. Maldonado y Efrén del Río R.
El 28 de octubre de 1971, la DFS reportaba:

El día de la fecha, Jesús Orta Guerrero, secretario general


de esta Unión, manifestó que miembros de la organización
denominada Nueva Guardia constituida el 10 del actual en
Guanajuato, Gto, misma que dirige el licenciado Antonio
Hernández Díaz, tienen amenazados de muerte a los campe-
sinos de los poblados de San Felipe, San Pedro de la Palma
y Santa Fe, del propio estado de Guanajuato; lo cual se
supo con motivo de la denuncia presentada por los campe-
sinos del Municipio de San Felipe, ante las autoridades
correspondientes a raíz del asesinato de Donaciano Her-
nández Alfaro, miembro de la UGOCM y vecino del rancho
El Rosario de dicho municipio.
Que los campesinos de San Felipe aprehendieron y entre-
garon a las autoridades a los asesinos de Hernández Alfaro
así como las armas que portaban, pero inexplicablemente
dichas autoridades los dejaron en libertad y les devolvieron
sus armas.

470
Que los elementos que han amenazado a los poblados de
referencia son encabezados por Marcos Ramos y
pertenecen al grupo fascista Nueva Guardia.10

El 20 de mayo de 1972, la DFS reportaba que Nueva


Guardia

es investigada por los grupos Lombardo Toledano, del PPS,


secc. juvenil, con el objeto de conocer nexos que puedan
tener con funcionarios públicos y empresas privadas que
los subsidien, para posteriormente a través del PPS hacer
una denuncia en contra de tales organizaciones.11

Nueva Guardia y GUIA; como se ha dicho, eran organi-


zaciones gemelas y por tanto con principios prácticamente
idénticos. Entre los que GUIA dio a conocer se contaban:

1) La única forma de supervivencia digna ante los diversos


movimientos y tendencias de la humanidad es la Unión de
Iberoamérica.
2) Propugnamos por una sola patria iberoamericana para
los iberoamericanos.
3) Queremos que esa patria sea socialmente fuerte, económica-
mente libre y políticamente soberana.
4) Conscientes de nuestra herencia histórica, afirmamos
nuestras afinidades y superamos nuestras diferencias para
construir una y grande Iberoamérica.
5) Creemos que las fronteras geográficas que actualmente
nos separan son superadas por valores de mayor trascen-
dencia: lengua, religión, tradición y misión histórica.

471
6) Rechazamos, como unidad ideal, cualquier intervención
política, ideológica o económica, ajena a la patria que
propugnamos.
La unión el único camino.12

El 14 de diciembre de 1971, en un escrito firmado


por Hiram Hernández Parra, GUIA contestaba declaraciones
de Pablo González Casanova. Según GUIA “sistemáticamente
se entregan cátedras y administración a las células del
fascismo rojo y los medios de difusión Radio Universidad,
Revista de la Universidad y los cine clubes”.
Como miembros de GUIA, la DFS mencionaba a Juan
Antonio Valle, Víctor Manuel Ramos, Fernando Baños
Urquijo, Rosa Delia del Valle, Roberto Martínez, Roberto
Llamas, Adrián P. Llamas, Manuel Nosti Guillén, Mireya
Cervantes, Luis Pazos, Hiram Hernández Parra, Antonio
Sáenz, Antonio Guerrero Castillo y Miguel Muñoz Cabrera.13
El domicilio de GUIA en Veracruz era Allende 1900.
La DFS investigó ese domicilio y en un reporte fechado el 14
de marzo de 1972, mencionaba que en ese lugar “hay una
casa bastante amplia con seis ventanas que dan a la calle,
pintada de blanca y rojo, en la parte de arriba tiene un letrero
que dice Guardia Unificadora Iberoamericana”. En esa casa,
la DFS encontró a Miguel Muñoz Cabrera y Antonio Guerrero,

los dos jóvenes que cuidan el inmueble son de clase


humilde, mal vestidos y se encuentran como encargados,
ya que por la parte interior (la casa) está sin arreglo de
ninguna naturaleza, estos jóvenes no son suficientemente
preparados,

pero explicaron a quienes los visitaron por parte de la


DFS que “el deber de la juventud, del obrero y del campesino,

472
era el de desenmascarar a los traidores que en México
existen, debido a las constantes intervenciones soviéticas”,
además, les refirieron los principios de GUIA, que se han
mencionado ya en este libro.
El 3 de febrero de 1972, varios de sus miembros,
entre otros Luis Pazos, Fernando Baños, Roberto Llamas y
Adrián P. Llamas, firmaron un manifiesto contra las acciones
guerrilleras en México.14
En marzo de 1972, se repartió propaganda de GUIA en
la UNAM y en las cafeterías de la Universidad Iberoamericana.
Según esos textos decían buscar la fundación de un frente
común ante los imperialismos.
El 9 de noviembre de 1972, la División de Estudios
Políticos de GUIA publicó un desplegado en Excélsior donde
aseguraba que se había puesto en marcha en México una
“ruta de la anarquía y violencia” que tenía su sede en las
universidades de Puebla, Sinaloa y Monterrey. Quien firmaba
ese escrito era Darío Parra Aquino, y tenía como referencia
el Apartado Postal 20-238 de México, DF y a modo de
lema “Veinte naciones una sola patria”, que daba a entender
la extensión geográfica de la organización.
Señalaba, luego de enumerar hechos concretos en
esas universidades: “esta no es la infiltración marxista en
las universidades. Es el resultado de esa infiltración; se han
quitado las caretas y están cosechando lo que sembraron
durante años”.
Proponía que

se tomen medidas eficaces en contra de los agitadores y


anarquistas al servicio del imperialismo soviético que
pretenden sumir a México en el desastre y pedimos que se
considere y califique de traidores a la patria a los agentes

473
del imperialismo soviético que, infiltrados en los medios
de difusión escriben a favor de la subversión, el terrorismo
y la anarquía...15

También pedía que

se establezca un Servicio Militar que reúna las debidas


condiciones de salud física y espiritual. La juventud
mexicana reclama para sí la obligación y el derecho de saber
defender a nuestra Patria. No quieren que continúe un
servicio militar de marcha dondequiera, sino un servicio
militar eficaz que sirva de enlace con nuestra realidad
nacional y con un contenido social.

Ante el fracaso inobjetable del ejido, GUIA pugnaba


porque los campesinos fueran “pequeños propietarios” y
proponía “incorporar a todos los sectores de la población a
los beneficios de la técnica y la igualdad modernas” así como
“disminuir las diferencias económicas... sin pretender una
falsa igualdad”.
Además de definir la instrucción y educación del
pueblo, como instrumento de superación, proponía la
“cooperación y complementación entre los sectores sociales,
como instrumento de progreso y no su lucha, como medio
de destrucción”; afirmaba que “... debe existir la propiedad
privada, como derecho natural del hombre, pero también es
derecho de la sociedad procurar un uso apropiado de dicha
propiedad”.
GUIA señalaba también: “... el estado debe ser el prin-
cipal titular del poder político, así como los particulares deben
ser los principales titulares del poder económico”.
En reporte de IPS del 8 de noviembre de 1973,16 se
reproduce un volante que circulaba entre estudiantes,

474
agrupaciones obreras y hasta elementos del ejército, con
textos contra Echeverría.
Al final se proponía la hipótesis de que ese material
provenía de alguna organización de extrema derecha como
GUIA, dirigida por Fernando Baños Urquijo, con domicilio en
Dakpta 388, colonia Nápoles.
Se añadía: “Como se sabe dicha agrupación es
financiada por el Grupo Monterrey, y algunos de los
individuos que laboran en El Heraldo, como Gustavo de
Anda, Ramón Plata Moreno, Luis Felipe Coello, entre otros”.
El 16 de noviembre de 1973,17 grupos de izquierda de la
facultad de Ingeniería colocaron un periódico mural donde daban
a conocer que recientemente GUIA había incursionado en el
plantel, destruyendo propaganda del autogobierno de
Arquitectura y hacían un llamado a combatir a esa organización.
El 1 de abril de 1974, en Donceles 28, a las 20:30
horas, se inició un ciclo de conferencias denominado
“Confrontación 70's”, organizadas por GUIA y el Consejo Ge-
neral de la División de Estudios Económicos y Sociales de
la Universidad Iberoamericana.
En esa ocasión, Héctor Durán Cáceres, agregado
cultural de Chile, disertó sobre el “proceso Chileno”. Para
los días siguientes —2, 3 y 4— se anunciaban conferencias
del licenciado Vicente Vergara, Jaime Apia Alpízar y Luis
Pazos de la Torre, este último sobre “La Integración
Iberoamericana y los imperialismos”.
Al día siguiente, 30 meseros del Sindicato Nacional
Gastronómico y Hotelero, se reunió afuera de Donceles para
evitar la conferencia de ese día, los meseros se manifestaron
a favor de Echeverría y de Salvador Allende. Algunas de sus
pancartas decían: “Pinochet y CIA enemigos del mundo”, “El
imperialista Pinochet debe morir”, “Muera cerdo Pinochet,

475
desperdicio humano” y “Echeverría y Allende, amigos de
siempre”.18
El 2 de mayo de 1974, aparecieron en Derecho y
otras facultades pintas con leyendas como “La columna ver-
tebral de las letras es el espíritu. GUIA”, “Fuera el imperialismo
rojo y yanqui”, “Regresa Aristóteles, fuera Heráclito. GUIA.”
El 28 de noviembre de 1977,19 GUIA puso en la facultad
de Derecho pancartas con las leyendas “Fuera farsantes
rojos”, “Muera el marxismo”, “Juicio a Luis Echeverría”.
En un reporte de la Dirección General de Investi-
gaciones Políticas y Sociales, de diciembre de 1974,20 se
reseñan las actividades de GUIA en Veracruz y se comenta
la importancia de dicha rama del grupo:

En Veracruz, el Grupo Universitario de Integración


Académica lleva a cabo las siguientes tareas: 1. Incor-
poración de nuevos elementos, 2. Reunir información sobre
una célula comunista que opera principalmente en la
facultad de Periodismo, 3. Labor de propaganda pintando
las paredes con los siguientes temas:
Primera etapa: “Estudiar es engrandecer la nación” GUIA.
“No faltes a clases, el pueblo las paga” GUIA. “Participa en
los grupos culturales” GUIA. “Colabora con tu sociedad de
alumnos” GUIA. “El respeto a los buenos maestros es
cuestión de honor” GUIA.
Segunda etapa: “Construir es avanzar, destruir es retro-
ceder” GUIA. “No hay libertad donde no hay responsa-
bilidad” GUIA. “El odio es producto de la ineficiencia” GUIA.
“Los estudiantes no hemos olvidado el significado de la
palabra Patria” GUIA. “No hay Universidad donde no hay
libertad” GUIA.
Además, se está preparando el Festival Latinoamericano
con el Cónsul de Argentina en Veracruz.

476
Consideraciones:
El grupo de Veracruz es importante pues proporciona a los
elementos de México: 1. Sensación de poderío, 2. Nuestros
cursos no se ven raquíticos y faltos de gente, 3. Toman
experiencia de lo que está sucediendo allá. Misma que es
imposible adquiera sin acciones concretas y sin obtener lo
que planeamos y sin resultados.

GUIA,en Harvard
Según el mismo documento:

Uno de los más importantes miembros del GUIA, Luis Pazos,


está estudiando en Estados Unidos y decidió formar
nuestro grupo entre los latinoamericanos que estudian en
Harvard y otras universidades de Massachusetts.
Mandó imprimir la declaración de principios en portugués
y un volante propagandístico.

En el mismo expediente se incluye la declaración de


principios de GUIA:

Guardia Unificadora Iberoamericana es un movimiento que


propugna la unificación de Iberoamérica bajo los siguientes
principios: 1. Creemos que la única forma de supervivencia
digna ante los diversos movimientos y tendencias de la huma-
nidad es la unidad de Iberoamérica. 2. Propugnamos una sola
Patria: Iberoamérica para los iberoamericanos. 3. Queremos
que esa patria sea socialmente justa, económicamente libre y
políticamente soberana. 4. Conscientes de nuestra herencia
histórica, afirmamos nuestras afinidades y superamos nuestras
diferencias para construir una y grande iberoamérica. 5.
Creemos que las fronteras geográficas que actualmente nos
separan son superadas por valores de mayor trascendencia:

477
lengua, historia, religión, tradición y misión histórica. 6.
Rechazamos, como unidad ideal, cualquier intervención
política ideológica o económica, ajena a la patria que
propugnamos.
“La Unión, el único camino.”

1
AGN, DFS, Guardia Nueva, exp. 15-12-71 h. 2, leg. 12.
2
Ibid., h. 1, leg. 1.
3
Ibid., h. 10, leg. 1.
4
Ibid., h. 1, leg. 1.
5
Ibid., h. 10, leg. 1.
6
Id.
7
Ibid., h. 12, leg. 6.
8
Ibid., h. 363, leg. 4.
9
Ibid., h. 20, leg. 1.
10
Ibid., h. 368, leg. 4.
11
AGN, DFS, Nueva Guardia, exp. 11-2-72, h. 32, leg. 23.
12
AGN, DFS, Yunque, exp. 11-4-72, h. 296, leg. 167.
13
Ibid., exp. 11-4-71, h. 283, leg. 158.
14
AGN, DFS, GUIA, exp. 11-4-72, h. 283, leg. 161.
15
Humberto Sotelo, 1972-1973..., pp. 107-108.
16
AGN, IPS,
caja 3038.
17
AGN, DFS, GUIA, exp. 11-4-73, h. 294, leg. 247.
18
Ibid., exp. 11-4-74, h. 100, leg. 264.
19
AGN, DFS, MURO, exp. 11-4-77, h. 19, leg. 431.
20
AGN, IPS, caja 3025, exp. 625.

478
CAPÍTULO XXVI

TRADICIÓN, FAMILIA Y PROPIEDAD, Y OTROS GRUPOS


VIOLENTOS

El 21 de junio de 1978, GUIA realizaba pintas en escuelas de


la UNAM, con leyendas como “Fuera PC de la UNAM”, “No al
marxismo leninismo”.1
Según algunos testimonios, el Movimiento Cívico
Tradicionalista sirvió a MURO-GUIA para establecer el enlace
con la secta brasileña Tradición Familia y Propiedad (TFP),
cuyos principios según se publicó en El Heraldo el 22 de
agosto de 1970, coincidían plenamente con los del
Movimiento Cívico Tradicionalista. De hecho, en varios
medios de comunicación Muggenburg publicó acaloradas
defensas de Plinio Correa de Oliveira, quien en 1960 fundó
la secta tradicionalista sudamericana, misma que ha sido
reprobada por las autoridades católicas de Brasil. Correa
de Oliveira ha defendido la contrarrevolución como “restau-
ración del orden” y feroz combate contra la sensualidad.
Tradición, Familia y Propiedad ponía énfasis en la represión
sexual, al igual que otros grupos de la extrema derecha. De
acuerdo con ex miembros de TFP, en él se observaba un
complejo ritual que incluía la firma de pactos de sangre y el
uso de cinturones de castidad. Supuestamente, los seguidores
de Correa son monjes guerrilleros, por lo que hacen
penitencia y usan hábitos a la vez que se preparan en las
artes marciales, el tiro al blanco, el paracaidismo, el pilotaje
y las técnicas de guerrilla.

479
Fruto de sus contactos con la ultraderecha mexicana,
en los años setenta, Tradición Familia y Propiedad comenzó
a publicar en Monterrey la revista Integridad, para difundir
los materiales de Correa y atacar a quienes se oponían a la
actividad del grupo en nuestro país.
En 1980, en Integridad, Carlos Etayo publicaba el
artículo “Vigencia actual de la doctrina de la Iglesia” donde
afirmaba:

las condenas de la Iglesia contra el marxismo y el liberalismo


no han perdido pues ninguna vigencia, como pretenden
algunos.
Creo, por el contrario, que las actuales circunstancias
históricas, exigen de cualquier defensor de la fe católica
una actitud antimarxista y antiliberal más rotunda que
nunca, ya que es mayor la amenaza de que todo el mundo
caiga bajo el poder de una dictadura judeo-marxista, para
la que uno de los objetivos principales es la destrucción
de la Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo.
Y es bien conocida la estrategia revolucionaria que toma
como base de partida para alcanzar tal dictadura el
establecimiento de un régimen liberal en el que tienen las
máximas oportunidades —a través del dominio de los medios
de comunicación social— de llevar a los pueblos a la
inmoralidad y a la ruina y de infiltrar a sus agentes en puestos
claves del poder político.
Estrategia ya anunciada como un proyecto en marcha por
los altos jefes del judaísmo a finales del siglo pasado y que
ha sido aplicada en las últimas décadas en multitud de
países, léanse Los protocolos de los sabios de Sión, edi-
torial Petronio; Infiltración mundial, de Salvador Borrego.2

480
De hecho, en 1972, la DFS encontró evidencias de
participación del MURO en grupos terroristas de carácter
anticomunista. En un oficio del 14 de noviembre de 1972,
titulado “Organización Clandestina Anticomunista Nazi
fascista”, la DFS informaba que en un cuarto del hotel
Ponteverde, ubicado en Insurgentes, frente a la terminal de
Ferrocarriles, un individuo recibía y sacaba documentos
subversivos, por lo que fue detenido, siendo Jesús Ozuna
Alcaraz, quien pertenecía a una organización de comandos
de corte nazista, denominado en Mexicali, Movimiento
Estudiantil Anticomunista, que era un “tentáculo del pulpo
de la gran organización nacional”.
Fermín Vega Ruiz era el “organizador inspector” de
esa organización en Monterrey, mientras que en la ciudad
de México lo era Leoncio Martínez Zúñiga, y la organización
se llamaba en el DF Movimiento Cristiano Mexicano y había
infiltrado a la ACJM y a los boy scouts, así como a grupos de
excursionistas.
El reo decía también que dicha organización había
aceptado en sus filas a ex miembros del MURO a los que
denominaba “ratones”. Afirmaba además que los miembros
de la organización recibían un sueldo que parecía prevenir,
según él había escuchado, de “las grandes industrias del
país, así como de la Mitra”.

1
AGN, DFS,exp. 11-4-78, h. 101, leg. 446.
2
En Publicaciones del FPACM, núm. 130, abril de 1980, pp. 28-29.

481
482
CAPÍTULO XXVII

YUNQUE

Este nombre, cuya existencia salió a la luz pública mediante


un reportaje publicado en Proceso en diciembre de 2000
por Álvaro Delgado, era otra organización con la que al
parecer el MURO tenía conexiones.
En 1971, la DFS había registrado que en Hermosillo
se mencionaba que “existe la organización nacional del
Yunque, dependiente de este movimiento (el MURO)”.1
Según consta en los archivos de la DFS que el 8 de
abril de 1975, en Hermosillo se repartió propaganda donde
se decía que Yunque era una ramificación del MURO.2
Si bien puede darse por cierto que existen relaciones
entre Yunque y MURO, por traslape de miembros, ideología y
proyectos comunes, es sin embargo, difícil establecer
claramente si hay una relación jerárquica entre esos dos
grupos y el sentido de la misma, es decir, si MURO depende
de Yunque, o a la inversa. Como se habrá notado, los propios
archivos policíacos mencionan las dos versiones partiendo
de fuentes que se pueden considerar confiables. Lo que sí
se puede asegurar es que en la década de los setenta, se
hizo patente la expansión de las actividades de Yunque y
MURO hacia el norte de la república, precisamente en zonas
donde luego cobraría gran fuerza la derecha política.
En los mencionados volantes que se repartían en
Hermosillo, se acusaba a Rafael Ayala López de estar
organizando las actividades del Yunque, el cual “desde hace

483
4 años se encuentra trabajando en esta escuela (CECYT 26)
y tiene como objetivo controlar a los alumnos de este plantel”.
La propaganda mencionaba que ese grupo fue fundado
por Ramón Arrinson Peña y su hermano Víctor Manuel, los
cuales recibían órdenes de Rafael Ayala López, quien actual-
mente es asesor jurídico de la CONASUPO, y presidente del
Comité Diocesano. Además, Juan Crisóstomo González,
alumno de quinto año de Leyes, era encargado de las pláticas
religiosas de Yunque en Hermosillo. Al igual que los Arrinson
Peña, era originario de San Luis Río Colorado.
De acuerdo con los críticos de Yunque, esta organi-
zación operaba lo mismo en la UNAM que en el Politécnico,
donde “se les llama ratones, por cobardes, para luchar por
la causa que dicen que sostienen, por miedosos, porque
nunca actúan a la luz pública”. Según esa propaganda con-
tra el Yunque, varios “ratones” habían ido de Hermosillo a
Ciudad Obregón.

Las técnicas seguidas por Yunque y sus miembros —pro-


seguía el volante— es la de “definirse” como jóvenes
piadosos que a lo único que se dedican es a rezarle el rosario
y oraciones a la Virgen, pero todo esto no es otra cosa que
una falsa piedad para engañar a sus compañeros e invitarlos
a que ingresen a su grupo cuando Rafael Ayala López ha
aprobado su ingreso.

Ayala López reaparecería varias veces en conexión


con grupos conservadores.
En 1979, Rafael Ayala figuraría como uno de los partici-
pantes en una manifestación antiaborto organizada por el
Comité Nacional Provida, de la Glorieta de Peralvillo a la
Basílica de Guadalupe. Entre otros, participaron en esa

484
manifestación: Edolina Montes, Agustín Mondragón González,
Octavio Elizalde Pérez, Lucila Martínez, Amparo Kalfopulos,
Guillermo López Galicia y Alberto Vidal Bueno, también
participó Rafael Ayala López, como dirigente de la UNPF, quien
en entrevista de prensa dijo que esa organización siempre
estaría contra el aborto y que los laboratorios transnacionales
con sus productos anticonceptivos trataban de invadir al pueblo
mexicano. También criticó a la SSA por repartir folletos donde
decía que “la familia pequeña vive mejor”.3
La referencia a Amparo Kalfopulos es interesante,
pues en su columna de Excélsior del 24 de abril de 1984 (la
última de las incluidas en La Ultraderecha en México),
Manuel Buendía menciona a Amparo Kalfopulos (Amparo
Cuéllar y Aguilar, por su nombre de soltera) como esposa del
ingeniero Jorge Kalfopulos Katzaki, de 38 años, quien junto
con su hijo Kristos, de diez, fue asesinado en Guadalajara el 8
de mayo de 1981, por pistoleros desconocidos. En su artículo,
Buendía sugería que el asesinato podría deberse a conflictos
internos dentro de la ultraderecha tapatía.4
El 10 de mayo de 1981, se publicó en la página 4 de
la tercera parte de la sección A de Excélsior la esquela de
Jorge Kalfopulos Katsaky y su hijo Kristos Kalfopulos
Cuéllar en los siguientes términos:

fallecieron el día 8 de mayo en el seno de Nuestra Madre la


Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana, confortados
con todos los auxilios espirituales y la bendición papal.
Su esposa, hija, hermanos, hermanos políticos, tíos, primos
y demás familiares lo participan a Ud. con profundo dolor...

Fueron sepultados el 9 de mayo en el cementerio


Colonias, de Guadalajara.

485
El 2 de abril, miércoles santo, de ese año, representantes
de organizaciones de izquierda como el PCM, PRT, Frente Ho-
mosexual de Acción Revolucionaria, Grupo Lambda, Ligas
Populares 28 de febrero y grupos católicos progresistas,
habían llevado a cabo una marcha por la Calzada de Guada-
lupe, que culminó con una misa con motivo de los nueve días
del asesinato del arzobispo Óscar Arnulfo Romero.
La misa fue concelebrada por el vicario de la Basílica,
Alfredo Ramírez Taso; el coordinador de la Misión Guada-
lupana, Manuel Subillaga, así como Manuel Velázquez, Fran-
cisco Merino y Luis del Valle.
“¡Qué hermoso!” —dijo uno de los celebrantes—
“que a pesar de que pensemos diferente, estemos todos
unidos aquí para honrar a Monseñor Romero”.
Según la nota publicada el 3 de abril en la página 6 de
Excélsior, a la marcha asistieron entre otros Valentín Campa
y Carlos Monsiváis. Durante la marcha, Subillaga declaró
que lo que se debe promover “es una sociedad sin clases
para que ahí reine Dios”.
Momentos antes de entrar a la Basílica, Campa dijo
“lo he hecho en otras dos ocasiones con algunos familiares”
y afirmó que si asistía a la Iglesia era para solidarizarse con
los católicos, “pues estos buscan la justicia y la libertad, al
igual que nosotros los católicos”.
Pocos días después, el 6 de abril de 1980, en un
artículo publicado en El Heraldo, Agustín Navarro Váz-
quez criticaba a las llamadas “misiones guadalupanas”, que
—según escribía Navarro— en aquella época estaban ha-
ciendo una encuesta que, nada tenía que ver con la religión y
sí mucho con la política.
Navarro Vázquez se refería a formularios repartidos
en algunos templos, donde se preguntaba, entre otras cosas,

486
que podían hacer los católicos ante las “fuertes desigual-
dades” entre grupos sociales en México y a qué se podía
atribuir el “constante alza del costo de la vida”. Decía
Navarro que esas y otras preguntas del cuestionario,

nada tienen que ver con la religión, porque no tratan de


temas religiosos, ni piadosos, ni de la Semana Santa, ni de
la Biblia, ni de la Divinidad, la trinidad, el pecado, etcétera.
Tampoco hablan de los graves problemas morales como la
drogadicción de la juventud, la prostitución con la pater-
nidad controlada y los graves vicios y desviaciones mo-
rales de la actualidad ni mucho menos.
Además, tampoco se menciona ni a la Virgen de Guadalupe,
ni a Dios, ni el bien y el mal, ni el pecado y el perdón, ni la
redención ni nada relacionado con una misión religiosa.

Acompañaban al artículo de Navarro Vázquez en la


página editorial de El Heraldo de ese día, un editorial con-
tra la “dictadura castrista”, al igual que un artículo de
Donaciano Serna Leal, titulado: “¡Atiéndame, señora! No
intente abortar, peligra su vida”.
En 1988, Rafael Ayala, igual que otros personajes
ubicados en la extrema derecha católica de los sesenta y setenta,
volverá a aparecer con motivo de las protestas contra la
exposición de Rolando de la Rosa, en el Museo de Arte
Moderno, episodio que se comenta posteriormente en este libro.
En los noventa, Ayala López vuelve a surgir en Baja
California, en pleno periodo de ascenso del PAN; hacia 2000,
era director de Trabajo y Previsión Social; llegó a la Secre-
taría de Educación y Bienestar Social en el gobierno de
Ruffo Appel.5

487
Ayala López, quien fue vicepresidente de la Unión
Nacional de Padres de Familia, de 1986 a 1988, era en el
año 2000 un personaje que ostentaba su pertenencia a
organismos moralistas.6
Antes de llegar al gabinete de Ruffo, Ayala López
fue gerente de educación de la COPARMEX, asesor jurídico de
la Confederación Nacional de Escuelas Particulares en el
DF y en su momento fue también dirigente de la Asociación
Católica de la Juventud Mexicana, ACJM.7
Este antiguo militante de grupos conservadores se
declaró contra el artículo tercero constitucional, pese a su cargo
al frente de la dependencia de educación estatal y él mismo
señaló: “...estoy en contra de este artículo aunque proteste
cumplir y hacer cumplir este precepto constitucional...”8
Según indicó uno de los críticos del gobierno de Ruffo,
Ayala López contaba entre sus tesis que debía desaparecer
la educación gratuita, porque resultaba muy oneroso para el
estado; y pugnaba por el aumento de las cuotas de las
escuelas, ya que según su manera de pensar, en esa forma
se terminaría con la deserción escolar en todos los niveles
de educación.9

Junto con un grupo de empresarios —prosigue Jesús


Víctor Ferrer Covarrubias en su análisis de la gestión de
Ayala— encabeza un proyecto que consiste en adaptar
una escuela, donde se impartiría un programa piloto
tendiente a implantar nuevas ideas entre el estudiantado,
suprimiendo los libros de texto gratuitos de las primarias y
otorgándoles material totalmente diferente.10

Ayala López se ha manifestado a favor de los


funcionarios que impidieron que Paulina abortara y en con-

488
tra del aborto aun en el caso de que el embarazo sea producto
de una violación. Además ha dicho que se debe enseñar a
los niños que las “facultades sexuales... están hechas para
la procreación, no sólo para el placer”.11
Según el funcionario panista, que en el año 2000 tenía
29 años de casado y cuatro hijos, “la pasión sexual en los
primeros años es intensa y después se vuelve rutinaria, luego
uno comparte otras cosas, como la educación de los hijos”.12
El 22 de mayo de 1977, la DFS mencionaba que según
declaraciones de Lázaro Barrón Frías, detenido por la policía,
desde hacía más de 20 años, es decir, por lo menos desde
los años cincuenta, la organización del Yunque había venido
desarrollando actividades clandestinas, escudándose en el
MURO. Esto es, que “el verdadero manejo del MURO lo hace
la organización del Yunque, sin que los propios militantes
del MURO se percaten de ello, únicamente sus dirigentes”.13
El 1 de junio de 1977,14 la DFS recibió en Zacatecas
una carta procedente de México, DF, firmada por Alberto
Hernández, de León, Guanajuato, donde daba a conocer las
actividades de MURO-GUIA-Yunque y manifestaba que los
métodos empleados por los dirigentes del MURO eran
“inmorales”, delictivos, y “definitivamente criminales”. En-
tre los personajes involucrados en esas organizaciones
señalaba a Federico Muggenburg, Eduardo Turati y Guillermo
Velasco Arzac.
El 25 de septiembre de 1978, en Mexicali, fueron
detenidos Jesús Aurelio Vieyra Roacho, Carlos Sandoval
Oliva y Salvador Pérez Hernández, así como José Ángel
Alfonso Mena Gutiérrez, cuando tripulaban un auto con
propaganda anticomunista, entre ella del MURO, “por lo que
se desprende que pertenecían a ese Movimiento”.

489
Mena Gutiérrez, originario de Guadalajara, era hijo
de José Ángel Mena Martínez, agente del servicio secreto,
quien el 7 de mayo de 1976 fue asesinado por miembros de
la Liga 23 de Septiembre, por ello, Mena Gutiérrez se hizo
anticomunista radical.
Por su parte Jesús Aurelio Vieyra Roacho declaró ser
anticomunista radical y tener la intención de fundar algo si-
milar a los escuadrones de la muerte que operaban en Brasil.
Además, se supo que el automóvil, en el que viajaban
cuando los detuvieron, llevaba armas de fuego y documentos
de trabajo para la formación de ese grupo.
En 1982, la DFS señalaba15 que el Yunque estaba
formado por miembros de la ACJM y del ITESO (Instituto
Tecnológico de Estudios Superiores de Oriente) y lo dirigía
Luis Enrique Gómez Espejel, quien a principios del año 2000,
sería titular del Instituto del Deporte, en el gobierno panista
de Jalisco. Su hermano, Jesús Gómez Espejel, ha sido miembro
del DHIAC en Jalisco16 y funcionario del gobierno municipal
panista, presidido por César Coll a mediados de los noventa,
y la esposa de este último, Paulina Orea de Gómez, era en
1993 dirigente de Amiga Moral, uno de los grupos que parti-
ciparon en la Alianza Fuerza de Opinión Pública, encabezada
por César Coll y su esposa Maribel de Coll.
En enero de 1981, fue detenido en Guadalajara Gui-
llermo Olarte Venegas, cuando Marcel Lefebvre llegaba al
aeropuerto. Olarte había ido allí por órdenes de Gómez Es-
pejel, para estar pendiente de sus actividades “ya que esta
organización planeaba asesinarlo”.17
Según la DFS, tenía noticias de las actividades de
Yunque en Querétaro y en Zacatecas desde 1977. El diri-
gente de la sección centro de ese grupo era Enrique Gómez
Espejel, a quien, según Olarte, se lo presentó su compañero

490
Marco Antonio Almazán. El propio Olarte, además de
Gómez Espejel y Arturo Núñez Chávez formaban parte de
esa sección.
Según Olarte, la última reunión de Yunque se había
llevado a cabo en Arandas, Jalisco, con asistencia de 50
simpatizantes.
De acuerdo con ese testimonio, Gómez Espejel recibía
órdenes de Rodolfo Pérez, y éste a su vez de Jorge Kalpopulos,
y éste último a su vez, de un ingeniero de apellido Hernández.
Posteriormente, Gómez Espejel fue detenido por ele-
mentos de la DFS a quienes dijo que el Yunque era un grupo
“cívico político formado paramilitarmente con el objeto de
lograr la unión de la Iglesia Católica en torno al Papa”.
Detallando la estructura operativa de Yunque, Gómez
Espejel señaló que una unidad “Cóndor” estaba formada de
cinco elementos, seguida de las escuadras, pelotones,
secciones y legión.
Se supo que otros miembros de la organización,
además de los mencionados, eran Pedro González y Fran-
cisco Javier Álvarez Villalobos.18
Según la DFS,19 en los setenta se organizaron en el
Colegio La Salle, en León, Guanajuato, grupos “paramilitares”
ligados con el clero y de carácter secreto; que son entrenados
para resistencia física a la tortura, manejo de armas de defensa
personal y adoctrinamiento fanáticamente católico,
anticomunista, antimasónico y antisemita, mismos que
“pertenecen a la Organización nacional del Yunque, a cargo
de José Manuel Torres Orijel”.
También en La Salle y en el grupo tres de boy scouts
de León, según la DFS, reclutaba sus contingentes el grupo
Juventud Inconforme Positiva, que “aparentemente es
dirigido por José Alfredo Anda Páez”, quien muchos años

491
después, en la década de los noventa, se convertiría en ti-
tular de Comunicación Social en el gobierno de Carlos Me-
dina Plascencia en Guanajuato.
El entrenamiento de dichos grupos reclutados por el
Instituto Atlético Cultural Militar (IACM), era en el seminario
de Salvatierra y la presa de El Palote, y encubrían sus activi-
dades como si fueran campamentos vacacionales.
Ese Instituto Atlético Cultural Militar había sido
fundado el 20 de noviembre de 1968, en Guadalajara, por el
licenciado Efrén del Río Romero.20
En Guanajuato, los fundadores del Instituto Atlético
fueron Arturo Rolando Jiménez de Lara, Guillermo Murillo
Orta, Roberto Mendoza Godínez y licenciado Javier Pons
Liceaga. Este último trató de formar “Nueva Guardia” que
desapareció por falta de adeptos el 15 de diciembre de 1978.
Según un informe de la DFS fechado el 17 de
septiembre de 1982:21

El IACM tiene nexos con varios organismos, tales como


Guardia Unificadora Iberoamericana, que dirige el licen-
ciado José Antonio Pozos, en el DF y Veracruz, Movimiento
Cívico Tradicionalista de México, que encabeza el licen-
ciado Octavio Elizalde... y con grupos de la UNS, lo mismo
que con Juventud Inconforme Positiva.

Además, la DFS señalaba que en el kilómetro 32 de la


carretera León-San Felipe, existía una propiedad privada,
del doctor Manuel Álvarez Campos, hermano lasallista, donde
se reunían 50 jóvenes de La Salle y otras escuelas para
“realizar ejercicios de tipo militar”.22

492
1
AGN, DFS, MURO exp. 11-4-71, h. 81, leg. 130.
2
Ibid., exp. 100-24-1-75, h. 229, leg. 22.
3
Ibid., exp. 15-22-79, h. 4, leg. 1.
4
La ultraderecha... op. cit., pp. 167-169.
5
Siete Días, 7-13 de mayo, 2000, p. 9.
6
Id.
7
Jesús Víctor, Ferrer Covarrubias, El muro azul. El panismo en Baja
California, Mexicali, 1991, p. 119.
8
Id.
9
Id.
10
Id.
11
Siete Días, 7-13 de mayo, 2000, p. 9.
12
Id.
13
AGN, DFS, exp. 15-13-77, h.2, leg. 1.
14
Id.
15
AGN, DFS, Yunque, 009-021-022, 17 de septiembre, 1982.
16
AGN, DFS, DHIAC,
009-037-039.
17
AGN, DFS, Yunque, 009-021-022, 17 de septiembre, 1982.
18
AGN, DFS,Yunque, 04-021-004.
19
AGN,DFS, Yunque, 009-021-022.
20
Ibid., 17 de septiembre, 1982.
21
Id.
22
AGN, DFS, Yunque 009-021-022.

493
494
CAPÍTULO XXVIII

EL CERRO DEL CUBILETE

En lo que concierne a sus relaciones con sectores de la


Iglesia, en los setenta, el MURO se involucró en la candente
polémica entre los partidarios y opositores de Paulo VI, con
quien habían roto relaciones religiosos ultraconservadores
como Marcel Lefebvre y Sáenz Arriaga.
Esto lo resumió Manuel Buendía en un artículo
publicado en El Día el 1 de diciembre de 1976:

... los integristas se hallan divididos respecto al Papa actual.


Un grupo, capitaneado por el sacerdote Joaquín Sáenz
Arriaga, sostiene que Paulo VI es en realidad un agente
judío que penetró en la Iglesia con el fin de destruirla. El otro
grupo, jefaturado por alguno de los fundadores del MURO,
profesa odio profundo a todo lo que huela a comunismo,
pero proclama su fidelidad al Papa.1

El mediodía del 22 de noviembre de 1975 en el cerro


del Cubilete tuvo lugar el cruel asesinato de dos miembros
de la Asociación Católica de la Juventud Mexicana, Juan
Bosco Rosillo y Fernando Calvillo, quienes fueron golpeados,
balaceados y martirizados por personas que, se dijo en aquella
época, podían haber pertenecido a los “Tecos” o al MURO.
Sus cadáveres fueron encontrados a bordo de un
automóvil volkswagen amarillo, modelo 1975, placas 570
ACZ del DF, que se hallaba en el poblado de Aguas Buenas,
municipio de Silao, a 500 metros de la carretera del Cubilete.

495
El domingo 23 de noviembre de 1975, El Heraldo de
León publicaba en su primera plana y a ocho columnas:
“Dos jóvenes asesinados en la marcha a la montaña de Cristo
Rey: Voceros de la ACJM atribuyen el crimen a los Tecos”.
En esa nota de prensa, los dirigentes de la ACJM asegu-
raron que los Tecos habían sido los causantes del doble
asesinato y además habían auspiciado la publicación de obras
de Sáenz Arriaga contra Paulo VI.
En ese mismo día, El Sol de León publicaba también
la misma noticia, a ocho columnas, y afirmaba que en
relación con los asesinatos se estaba investigando a
estudiantes sonorenses.
En la extensa nota publicada en páginas interiores de
Excélsior el mismo día, se señalaba que Raúl Fernández
Ortega, encargado de prensa de la ACJM, había declarado
que la Segunda Marcha Nacional de ese grupo al cerro del
Cubilete, había sido agredida por los Tecos.
Dijo Fernández Ortega que el ataque se perpetró
cuando un grupo de los Tecos trató de quitarles a los finados
y a un grupo de muchachas zacatecanas sus vehículos.
De acuerdo a un comunicado de prensa de la ACJM,
al grito de “malditos papólatras”, los Tecos llegaron hasta
las mesas de registro de la marcha para tratar de llevarse
las listas de los participantes.
Según Fernández Ortega, los supuestos miembros de
los Tecos habían repartido volantes con críticas a Paulo VI.
Según Excélsior, había 17 detenidos por los asesinatos.
El 23 de noviembre de 1975, se presentó (a las
autoridades policiales) Isaac Balderas Ceballos, de 23 años
de edad, con domicilio en León, Guanajuato, miembro de la
ACJM y chofer de Carlos Zepeda Orozco, dirigente de la
Unión Estatal de Padres de Familia en esa entidad, para
denunciar que

496
ayer al iniciar la marcha a la Montaña de Cristo Rey con los
occisos a quienes conoció recientemente por ser unos de
los organizadores de la citada peregrinación y con los que
viajaba a bordo del vehículo mencionado trató de dirigirles
por otro camino más corto, pero que al llegar a la orilla de un
río, 7 o 10 individuos los interceptaron y comenzaron a
golpearlos, aprovechando el que iba en el asiento delantero
a bajarse del automóvil para huir y que al correr varios me-
tros se dio cuenta que esas personas le disparaban. Que
una vez que llegó donde estaban los dirigentes de la ACJM,
informó a estos de la agresión y que cuando regresó al sitio
de los hechos encontró a sus acompañantes muertos.

En la madrugada del 23 de noviembre, la Policía


Preventiva de León detuvo a cuatro individuos que viajaban
en un automóvil Rambler, 1974, placas 262 BML, por
sospechosos. El automóvil era manejado por Alejandro
Ortega Sánchez, acompañado de Hugo Ezequiel Oliveros
Ángeles, José Manuel Torres Origel y Luis Arias Ramos.
Los tres primeros eran estudiantes de Medicina de la UNAM
y el último, aspirante a dicha escuela.
“Se les recogió una pistola calibre .38 especial, marca
Rubí extra, con 6 cartuchos útiles, matrícula 30699”, además,
llevaban amordazados y atados en la cajuela a Marco
Antonio Contreras Salcido y a Julio César García Obeso,
alumnos de preparatoria en Mexicali, los cuales señalaban
que al salir del templo para dirigirse al camión que les
esperaba fueron obligados por los cuatro individuos a subir
al Rambler y después los golpearon.
Balderas Ceballos manifestó que reconocía a Oliveros
Ángeles y a Torres Origel entre las personas que los intercep-
taron cuando él y los occisos viajaban en el volkswagen; sin
embargo ambos elementos señalaron no conocerlo. A las

497
veinte horas del día 23 se presentaron en las oficinas de la
Policía Judicial Estatal en Silao, Pablo Castellanos López,
presidente de la ACJM, acompañado del licenciado Franco
Ramírez Valenzuela, con el objeto de ver si lograban la
libertad de Ortega Sánchez, Oliveros Ángeles, Torres Origel,
Balderas Ceballos y “de otro elementos que no se pudo
identificar, pero que pertenece al igual que los demás a la
asociación aludida”.
Castellanos López dijo que el hermano de Rosillo
había sido presidente interino de la ACJM y que en ese periodo
tuvo problemas con Eduardo Batista, que también ocupó
ese puesto y el cual fue desconocido por los obispos, así
como Andrés Islas y Luis Castellanos Cruz, que fungieron
en el Comité Central de esa asociación.
Según Castellanos López, Castellanos Cruz escribía
en la revista Trento y señaló que los Tecos o los Micos, de
Sonora, pudieron haber sido los responsables del asesinato.
Los Micos, de Sonora, nombre que hacía alusión al
Movimiento Cristiano Internacional, apoyaban en la UNISON
(Universidad de Sonora) al rector Alfonso Castellanos
Idiáquez. Tuvieron presencia también en el Colegio de Bachi-
lleres de Hermosillo, donde el 19 de noviembre de 1977 se
llevaba a cabo un mitin organizado por los miembros de la
directiva de ese plantel, identificados con dicho grupo, donde
pedían la expulsión de los profesores “comunistas”.2
Al aplicar la prueba de disparo de arma de fuego a
los detenidos (Oliveros Ángeles, Torres Origel, Arias Ramos,
Balderas Cevallos, Contreras Salcido y García Obeso) se
encontró positiva en el caso de Oliveros Ángeles, quien en
su declaración dijo que

498
a las 10:30 horas de ayer (22) salió de la ciudad de México
a bordo de un autobús, acompañado de Ortega Sánchez,
Arias Ramos, Adolfo Loyo, Jaime Bárbara y José Raúl
Manilla Ávila, habiendo llegado a Silao como a las 10:30
de la misma fecha, por lo que es ajeno a la muerte de los
antes mencionados y que acepta que en unión de los dos
primeros y de Torres Origel metieron en la cajuela del auto-
móvil Rambler a Contreras Salcido y García Obeso, a
quienes pensaban soltarlos en León, que la pistola marca
Rubí extra que le recogieron pertenece a su hermano pero
desconoce a nombre del que está registrada esa arma.

Según Torres Origel, había llegado solo a la Montaña


de Cristo Rey, procedente de la capital, de donde salió a las
5:30 horas de ayer, a bordo de un autobús Estrella Blanca y
aceptaba “haber tomado parte en el secuestro de los estu-
diantes de Mexicali, aunque únicamente se concretó a
ayudar a meterlos en la cajuela del vehículo.”

Contreras Salcido y García Obeso manifestaron desconocer


el motivo de la agresión que sufrieron y que por ser
católicos venían con otro grupo de Mexicali para participar
en la marcha aludida.
Balderas Ceballos insiste en que Torres Origel se acercó al
Volkswagen en que viajaba con los occisos y que este
insultó a los mismos y que detrás de Torres Origel se
encontraba Oliveros Ángeles.3

El 24 de noviembre de 1975, El Universal publicaba


la noticia de que dos jóvenes miembros de la ACJM, Marco
Antonio Contreras Salcido y Julio César García Obeso,
fueron secuestrados en las cercanías del monumento a
Cristo Rey, en El Cubilete y horas más tarde rescatados por

499
la policía de León, Guanajuato, de la cajuela de un automóvil
Rambler con placas de circulación de la ciudad de México.
Los cuatro secuestradores, a quienes se les decomisó una
pistola calibre 38 eran: Hugo Ezequiel Oliveros Ángeles,
José Torres Origel, Alejandro Ortega Sánchez y Luis Arias
Ramos, los cuatro señalados por algunos como miembros
del MURO, agrupación a la cual dijeron que pertenecía también
Pablo Castellanos, dirigente de la ACJM, quien a su vez acusó
de los asesinatos a los Tecos.
Por su parte, menciona El Universal, Isaac Balderas
Ceballos señaló a Oliveros Ángeles y Torres Origel como
los asesinos de Juan Bosco Rosillo Segura y Fernando
Calvillo Silva. En la síntesis que de los hechos escribió Manuel
Buendía, el 1 de diciembre de 1976, leemos:

El 21 (?) de noviembre del año pasado, en ocasión de la


fiesta de Cristo Rey, el grupo de Sáenz Arriaga —apoyado
por los comandos violentos de la Universidad Autónoma
de Guadalajara— decidió presentar su argumentación más
novedosa y al grito de “¡Papólatras!” asesinó a dos del
otro bando. En ocasiones anteriores, ambos “gangs” se
han obsequiado paquetes con explosivos.4

De acuerdo a la versión de Manuel Buendía, los asesi-


natos del Cubilete obedecieron a una pugna entre dos grupos
de integristas, uno de ellos capitaneado por el padre Sáenz
Arriaga y otro capitaneado por uno de los ex dirigentes del
MURO, y precisamente a este último, dice Buendía, pertenecían
los asesinados.
En agosto de 2000, el apellido Torres Origel volvería
a ser centro de la atención pública, pues según una
investigación publicada el día 27 de ese mes por Reforma,
los legisladores panistas que aprobaron una ley que

500
penalizaba el aborto en caso de violación habían recibido
tiempo antes una conferencia sobre políticos santos, im-
partida por el sacerdote Juan Manuel Torres Origel. Su
hermano, Ricardo Torres Origel fue el principal impulsor de
esa reforma.
Por otro lado, de acuerdo con otras versiones, los
asesinados en el cerro del Cubilete, lo fueron por error,
porque a quien realmente buscaban los asesinos era a Ramón
Plata Moreno, a quien estuvieron “cazando” pero que
finalmente, escapó milagrosamente a esa emboscada.
Sin embargo, de acuerdo con esa versión, Plata
sufriría un segundo atentado, en el cual fue alcanzado por
varios impactos de bala, al entrar a su domicilio, ubicado en
Cienfuegos 783, en la colonia Lindavista, el 19 de marzo de
1976. Nuevamente, se salvó milagrosamente de sus heridas,
que fueron tratadas, según ese informante, en Estados
Unidos, donde permaneció algunos meses, pero regresó a
México, y en 1979 se le vio en la ciudad de Puebla.

1
Buendía, La ultraderecha... op. cit., pp. 58-59.
2
AGN, DFS, Micos, exp. 100-24-1-77, h. 216, leg. 42. Otros enfrentamientos

tuvieron lugar en la UNISON con participación de este grupo violento.


Según reportaba el 29 de abril de 1976 la DFS: “A las 9 horas de hoy,
aproximadamente 200 estudiantes se reunieron en el exterior de la Escuela
de Enfermería de la Universidad de Sonora, donde efectuaron una junta
durante diez minutos, cuando arribó un camión color amarillo, sin placas,
marca Ford, de redilas, que transportaba palos, varilla de 30 centímetros
de largo y piedras y llevando a bordo dos estudiantes no identificados,
quienes distribuyeron lo anterior entre los ahí reunidos”.
A las 9:10 horas, dichos estudiantes se introdujeron a la UNISON por el lugar
en que se encontraban, en tanto que otros en número aproximado de 600,
armados con palos, piedras y cadenas lo hacían por la parte posterior.

501
En los patios de la Universidad y desde las 8:15 horas se encontraban
alrededor de 80 alumnos de secundaria y preparatoria pertenecientes al
Movimiento Internacional Cristiana y conocidos como Micos, “los que
al darse cuenta de lo que ocurría, se enfrentaron a pedradas con los que se
introducían a la UNISON pero ante la inferioridad numérica huyeron por la
puerta principal” (exp. 100-24-1, h. 268, leg. 30) El 12 de junio de 1978
se acusaba a los Micos de agredir a estudiantes (exp. 100-24-1-78, h. 270,
1eg. 46) El 16 de febrero de 1979, se llevó a cabo una concentración de
500 alumnos de la UNISON, invitando a los concurrentes a expulsar a los
integrantes del grupo los Micos que encabezaba Víctor Machado López
y Bernabé Espinoza (exp. 100-24-1-79, h. 163, leg. 53).
3
Este párrafo, al igual que los precedentes entrecomillados acerca de los
asesinatos del cerro del Cubilete provienen de un oficio de la DFS de Luis
de la Barreda Moreno, fechado el 23 de noviembre de 1975.
4
Buendía, La ultaderecha... op. cit., p. 79.

502
CAPÍTULO XXIX

LA MUERTE DE RAMÓN PLATA

El 24 de diciembre de 1979 fue, según reportaron los


periódicos capitalinos, una “navidad blanca”, ya que ese día
los índices de delincuencia bajaron a porcentajes ínfimos1 y
se registraron “solamente” 34 muertos en el país, 22 de
ellos en el DF, así como 131 accidentes de tránsito con un
saldo de 66 lesionados.
Entre los homicidios registrados ese día se contó el
del menor Ernesto Gutiérrez Ibáñez, de diez años de edad,
quien recibió un balazo en el curso de una riña entre dos
familias.
Los periódicos no hicieron referencia entre los hechos
delictivos de ese día del asesinato de Ramón Plata quien, de
acuerdo con versiones recogidas en 2002, en Puebla fue
muerto de cinco balazos más el tiro de gracia, que le fueron
disparados por la espalda por un tirador que lo esperaba
cerca de su coche, a donde se dirigió en la madrugada a
sacar algunas de sus cosas que tenía guardadas en la cajuela,
pues había ido a pasar la navidad a casa de su suegra.
El día 27 de diciembre, El Universal, Excélsior y El
Heraldo, informaban de la muerte de Plata, sin entrar en
mayores detalles. En el obituario de El Universal, del 27 de
diciembre de ese año, se publicó que el día anterior había
tenido lugar el entierro de Ramón Plata, y que la salida del
cortejo fúnebre de Gayoso Sullivan había sido a las 12:30
con destino al panteón Parque Memorial.

503
En ese mismo día, El Heraldo y Excélsior publicaron
la siguiente esquela:

El señor ingeniero don Ramón Plata Moreno falleció


el día 24 del presente en el seno de Nuestra Madre, la
Santa Iglesia Católica, Apostólica Romana, confortado
con todos los auxilios y la bendición papal.
Su esposa, padres políticos, hermanos, hermanos
políticos, y demás familiares y amigos lo participan a
usted con profundo dolor, suplicándole ruegue a Dios
Nuestro Señor por el eterno descanso de su alma.
México, DF, a 27 de diciembre de 1979.

Tanto en El Heraldo como en Excélsior, se publicó


también una esquela por parte de la UNPF, que decía:

La Unión Nacional de Padres de Familia, AC se une


al dolor de la familia del Sr. Ing. Ramón Plata Moreno,
distinguido miembro de esta Asociación, que fue
cobardemente asesinado el 24 del presente.
“Por mi deber y por mi derecho.”
“Unión Nacional de Padres de Familia.”
“México DF, diciembre de 1979.”

El escrito anterior es por demás significativo al


infomar que Ramón Plata, una de las principales cabezas
del MURO, pertenecía a esa organización, precisamente en
una época en la que ésta fue infiltrada y controlada por el
MURO.
En esos días, personajes que compartieron una misma
lucha con Ramón Plata escribían en la página editorial de
El Heraldo sin hacer referencia a la muerte del gran

504
organizador de los grupos estudiantiles de choque en Puebla
y en México. Por ejemplo, el 26 de diciembre, Víctor Manuel
Sánchez Steinpreis se refería a que “los obispos deben
combatir las herejías”. Criticaba a Hans Kung, a quien
describía como uno de los “santones del progresismo
comunistoide infiltrado en la Iglesia” y que “ha reaccionado
encolerizado porque el valeroso Papa polaco ha rechazado
las tesis corruptoras del trípode anticristiano de la historia:
Marx-Freud-Malthus”. Escribía también que “Juan Pablo
II ha sentido la inspiración el Espíritu Santo desde el primer
día que ascendió al trono de San Pedro”. Con un lenguaje
violento y que, paradójicamente, se vería auto refutado a
inicios del siglo XXI por los famosos casos de “pederastas”
protegidos por la jerarquía católica, Sánchez Steinpreis se
refería así a quienes desde el clero cuestionaban la moda
sexual del Vaticano, como los religiosos

inficionados por la moral antievangélica que pretende


cohonestar las aberraciones de los pederastas y maniáticos
sexuales y que han socavado la fidelidad de los esposos,
se han burlado de la integridad del matrimonio instituido
por Cristo y han legalizado toda clase de vicios castigados
por Dios en Sodoma y Gomorra.

En la misma página, Agustín Navarro Vázquez


arremetía contra las “campañitas calumniosas dirigidas con-
tra amigos personales de José López Portillo”. Al día
siguiente, Navarro Vázquez volvía a escribir, esta vez con-
tra los “comunistas” de España, sin referirse para nada al
tema de Ramón Plata.
Sin embargo, el 26 de diciembre de 1980, con motivo
del primer año del fallecimiento de Plata, el movimiento

505
Cristianismo Sí, publicó en El Heraldo una esquela conme-
morativa en la que afirmaba:

... pedimos a la nación católica mexicana sus oraciones y el


ofrecimiento de la misa de navidad por el eterno descanso
del alma de este caballero cristiano, defensor de la verda-
dera fe y constructor del reinado de Cristo en nuestra patria,
y por la conversión de los autores materiales e intelectuales
de tan artero crimen.

Existe la versión de que los dirigentes del MURO se


reunieron con motivo de la muerte de Plata para deliberar
sobre lo que era conveniente hacer al respecto. Había
partidarios de atacar a mano armada la UAG, partiendo de
que el asesinato lo habían llevado a cabo los Tecos, pero
finalmente se impuso el punto de vista de que el asesinato
había sido decidido por Fernando Gutiérrez Barrios, por lo
cual no se organizó el ataque. En el año 2002, en algunos
círculos del conservadurismo católico se manejaba la idea
de presentar el asesinato de Plata como parte de la “guerra
sucia” y atribuirlo a personajes odiados por la derecha.
El panteón Parque Memorial está ubicado muy cerca
del parque de los Remedios, donde en 1975 se firmó el
llamado “Pacto de los Remedios” que venía a ser una decla-
ración de guerra de grupos juveniles anticomunistas contra
la política que había seguido Luis Echeverría Álvarez, pacto
que, de acuerdo con diversas versiones, fue inspirado por el
propio Ramón Plata.
En el lote 211, de la sección 1.1 del circuito Jardín La
Loma, a un costado de la capilla del cementerio, reposan
los restos de Ramón Plata, cubiertos por una sencillísima
lápida, donde leemos: “Ramón Plata Moreno, 20-X-1935
24-XII-79.”

506
En julio de 2002, nadie lo acompañaba en esa fosa,
que tiene capacidad para cuatro personas. Ahí descansa,
completamente solo, el hombre que quiso construir una gran
fuerza de choque estudiantil para luchar por los ideales del
catolicismo conservador.
Nadie escribió el epitafio de Ramón Plata, quizás
porque el olvido disuelve la materia de los sueños y confiere
persistencia a los misterios. Entre los principales enigmas
que rodean la historia del MURO está el de los verdaderos
alcances de la obra organizativa de Ramón Plata y de las
razones de su prematuro deceso. Hoy en día, en círculos de
la derecha poblana, se recuerda a Ramón Plata como un
“mártir”.

1
Excélsior, 26 de diciembre, 1979.

507
508
CAPÍTULO XXX

DE 1980 A 2002

El 28 de enero de 1980, el MURO y el CNE protestaron ante la


embajada de la URSS en México por la intervención soviética
en Afganistán.
El 8 de febrero de 1980, —como uno de los actos
programados por este Movimiento Universitario— reportaba
la DFS:

de las 17:20 a las 17:50 horas, 30 jóvenes de ambos sexos, de


aspecto estudiantil, de escasos recursos económicos, que
dijeron pertenecer al Frente Democrático Popular
Universitario, Unión Independiente de Mujeres Proletarias,
Círculo Obrero Marxista Leninista, Comité de Lucha de la
Facultad de Economía, y Unión de Vendedores Ambulantes
del Mercado 28 de octubre, de Puebla,1 efectuaron una pa-
rada frente a la embajada rusa en México; quienes exhibieron
mantas, en las que manifestaban su repudio hacia Rusia, a la
que señalaban de traidora al socialismo y enemiga de los
pueblos del mundo, entre otras cosas.

A las 17:45 horas desalojaron el lugar, a petición de


elementos de la DGPT.2
La información anterior, referente a la relación del
MURO con organizaciones con membretes de izquierda, es
explicable atendiendo a otros informes de la DFS, según los
cuales el MURO estaba usando como pantalla precisamente
ese tipo de organizaciones.3

509
El 26 de abril de 1980, alrededor de tres mil personas
marcharon de la Glorieta de Peralvillo a la Basílica de Guada-
lupe, encabezados por Jaime Ávila Zepeda, de Provida. En
el acto participaron agrupaciones procedentes de diversas
partes de la República. Según la DFS:

se colocó a la vanguardia un grupo de 20 estudiantes de la


facultad de Filosofía y Letras, miembros del MURO encabe-
zados por José Luis Hernández, quien en uso de la palabra
manifestó que el CNE tiene 30 mil miembros,

afiliados a grupos como el MURO, Ideas y el Grupo


José Vasconcelos. También afirmó que dicho consejo había
estado denunciado la “infiltración marxista en la Secretaría
de Relaciones exteriores”, así como las tendencias “prosan-
dinistas” resultado del echeverrismo, “pero lo más importante
es una ofensiva contra el PCM por su sacrílega intervención
en los actos del 2 de abril en la Basílica de Guadalupe”.4
Según informe de la DFS el 4 de junio de 1981, la
estructura del MURO consistía de una jefatura nacional
secreta, jefaturas regionales, locales, de medio y de áreas.
Como dirigentes nacionales del MURO mencionaba a
Federico Muggenburg, Guillermo Velasco Arzac y Eduardo
Turati. Nótese que años antes los tres habían sido señalados
como líderes del MURO con motivo de la intervención de este
en la Unión Nacional de Padres de Familia.
En la jefatura regional de Durango, la Laguna, Chi-
huahua, Madera y Ciudad Juárez, la DFS mencionaba a
Gustavo Serrano Limón, Alberto Hernández Escobedo y
Héctor Zepeda; en Chihuahua, el dirigente era Alberto
Hernández Escobedo; en Madera, fray Miguel Fernández
Kirham; en Ciudad Juárez, el doctor Héctor Zepeda.

510
La lista completa de los dirigentes del MURO en el
norte del país incluía al ingeniero Arturo Izcazbalceta,
licenciado Alberto Hernández Escobedo, doctor Héctor
Zepeda, Miguel Fernández Kirham, ingeniero Rafael Garay,
ingeniero Salvador Cortés Gámiz, Fernando Matain Merino,
Jorge Navarro, Manuel Herrera, Luz María Arana Álvarez,
Manuel Macías Rodríguez, Felipe Matías Merino y Raúl
Hernández Hernández
El MURO organizaba sus actividades en células,
independientes entre sí; operaba en escuelas secundarias,
preparatorias y superiores. Tenía conexiones internacionales
y varios membretes nacionales para salir a la luz pública, como
CNE, ANCIFEM (Asociación Nacional Cívica Femenina), UNPF.
Nótese que la referencia a esas organizaciones, lo
mismo que la importante presencia que registraba la DFS de
Gustavo Serrano Limón en el MURO son datos de gran
importancia política, pues exceptuando la UNPF, creada en
1917, grupos como Provida, ANCIFEM, la CNE y otros, fueron
creados en los setenta como parte de una estrategia agresiva
contra el gobierno de Echeverría.
En los círculos de la extrema derecha, es un secreto
a voces la vinculación de fundadores de Provida con el MURO,
lo cual viene a confirmarse en los reportes de la DFS por la
presencia en este último grupo de Gustavo Serrano Limón.
De acuerdo con la DFS, el MURO

se plantea la toma de estructuras de manera paulatina para


así poder destruir el actual sistema; se infiltran en agrupa-
ciones, ya sea para destruirlas o para controlarlas... actual-
mente se están moviendo para que el PAN postule a Pablo
Emilio Madero como candidato a la presidencia.

511
Efectivamente, se sabe que grupos como DHIAC,
Provida y el MURO acrecentaron su influencia en el PAN en el
periodo de Pablo Emilio Madero.
Prosigue el informe de la DFS, fechado el 4 de junio
de 1981: “La filiación (al MURO) se inicia desde la secundaria
y se tiene especial cuidado en reclutar jóvenes entre los 14
y 16 años”.
Según la DFS, el MURO hacía una prueba inicial para la
afiliación

y a quienes la pasan se les invita a algún grupo de control


de excursionismo, deportivo, cultural, etcétera, ahí se les
lleva una encuesta en forma velada y si es aprobada, se les
invita a un grupo secreto-político cuyas actividades allí
tienen una duración de tres meses, luego de lo cual, si son
aprobados, se les vuelve a hacer una encuesta y se les
somete a pruebas de fidelidad y de valentía, y se les da
instrucción política.
De aprobar esta fase, se les invita a lo que es propiamente
el MURO, al que interiormente se le conoce como la “O” o
como el Yunque.

Asimismo la DFS, dio a conocer que el crecimiento de


ese grupo era de aproximadamente un miembro por cada
tres de los inicialmente seleccionados; así también, que el
MURO organizaba juntas semanales, donde se establecían
directrices, y al que no cumplía se le sancionaba. Se llevaba
un fichero y se entrenaba físicamente en defensa personal
y en algunos casos en guerra de guerrillas.
Afirmaba la DFS:

512
los miembros de esta organización trabajan en forma
clandestina y demasiado secreta, sus miembros o afiliados
son conocidos por seudónimos; se sabe que cuentan con
tres cuerpos de entrenamiento, que se ubican en Ciudad
Madera, en Coahuila y en una región cercana a Durango.

No obstante, en cierto momento, la DFS informaba:


“El MURO en dos años no ha crecido, por lo que su actividad
no es notoria”.5
A las nueve horas del 11 de julio de 1981, se iniciaron
los festejos conmemorativos del XX Aniversario de la
fundación del MURO, en la iglesia de San Juan Bautista en
Coyoacán, con una misa oficiada por Miguel Darío Miranda
y Gómez, y con la presencia del presidente nacional de ese
Movimiento, Rubén López, así como de Alonso Aguerrévere,
Alejandro Cravioto Lebrija, presidente del CNE, del licenciado
Alejandro Gutiérrez Balboa, —uno de los fundadores del
MURO—, y de otras 120 personas.6
En esa ocasión, Miranda y Gómez, quien diez años
antes había condenado ese movimiento, felicitaba a sus
miembros por haber mantenido esa organización durante
dos décadas y además de manifestar por ello su alegría les
“pidió seguir trabajando por la unidad de los cristianos en
torno a la Iglesia y a Cristo”.7

Posteriormente —reportaba la DFS— los dirigentes del


MURO se trasladaron al domicilio de Cravioto Lebrija, en
donde de 11 a 15 horas, efectuaron una reunión privada,
en la cual Rubén López indicó que este movimiento trabaja
y lucha en el campo universitario para que los estudiantes
puedan llegar a Cristo.

513
El domingo 26 de junio de 1981, los actores que
escenificaban la obra Cúcara Mácara, de Óscar Liera, en el
teatro Juan Ruiz de Alarcón, del Centro Cultural Universitario,
fueron agredidos por 20 o 30 jóvenes que iban armados con
macanas, varillas y palos, algunos de ellos tuvieron que ser
hospitalizados por la gravedad de las heridas que recibieron.
Se comentó con motivo de esa agresión que podría
haber estado involucrado el MURO , y para apoyar la
investigación, Manuel Buendía hizo circular fotografías de
integrantes de ese grupo. También se comparó esa agresión
con la que se organizó años antes contra la obra Viet rock,
y que al parecer fue labor del MURO.
En julio de 1981,8 la revista Contenido publicó un
reportaje sobre la ultraderecha mexicana donde mencionaba
que el MURO y el FUA “subsisten fusionados en un Consejo
Nacional de Estudiantes que, mientras espera nuevas
oportunidades, procura pasar inadvertido”, añadía que Coello
se había desligado de sus antiguos camaradas de juventud.
Respecto a Sánchez Steinpreis mencionaba esa publicación:

... ahora de 40 años de edad, casado, padre de tres hijos,


radicado en Monterrey y dueño de un servicio de análisis
periodístico que adquieren diversas empresas regio-
montanas, colabora en Impacto y El Heraldo de México.
Sin dejar de ser derechista, ahora da la impresión de ser un
poco más moderado.

Según Humberto Musacchio, en 1983 se ofició una


misa para los militantes del MURO en la iglesia del Altillo, en
el DF. Todavía en abril de 1984 Buendía mencionaba al
MURO como una de las “organizaciones secretas de fanáticos
religiosos”, dando a entender que se hallaba en actividad. A

514
decir de algunos, uno de los misterios que rodean el asesinato
del famoso columnista es que, luego del trágico fallecimiento
del periodista, ocurrido el 30 de mayo de ese año, la Policía
Federal de Seguridad sustrajo varios expedientes del famoso
archivo de Buendía, mismos que no fueron devueltos y en-
tre los que se encontraban los relativos a los “Tecos” y al
MURO... En septiembre del mismo año —afirma Abraham
García Ibarra en su libro Apogeo y crisis de la derecha en
México— Roberto Sánchez Robles, a quien identifica como
uno de los jefes del MURO se enfrentó a la policía en la ciudad
de México con motivo de un “lío de faldas” y se le fincó
juicio por ese y “otros crímenes”.9
Se ha mencionado también la intervención del MURO
en las protestas contra la exposición de Rolando de la Rosa
en el Museo de Arte Moderno (MAM), en 1988. Lo cierto es
que en ese episodios participaron de manera importante
varias personas y grupos relacionados con el MURO. Por
ejemplo, la UNS, Provida y la UNPF, cuyo vicepresidente era
Rafael Ayala López, personaje que, como se ha comentado,
fue organizador de las actividades del MURO y de Yunque en
el norte del país, según denuncias que circularon en
Hermosillo en los años setenta. Rafael Ayala fue el maes-
tro de ceremonias del acto de desagravio organizado en el
zócalo por grupos católicos, incluidas escuelas como el
Benavente y el Cristóbal Colón.10 En aquella ocasión, Ayala
López lanzaba vivas a México, a Cristo Rey y a Santa María
de Guadalupe.
Por su parte, Iñigo Laviada, el mismo que a principios
de los ochenta defendía con fervor la causa de los muristas,
en un artículo publicado en Excélsior con motivo de la
exposición de Rolando de la Rosa, llamaba a éste “torpe y
descastado autor de tal engendro ofensivo”, y afirmaba:

515
Desgraciadamente la ley impide la publicación de palabras
groseras, pues en caso contrario hubiera demostrado la
maestría en el manejo de mi lengua yucateca en materia de
insultos a quienes se lo merecen.

El episodio en el MAM motiva reflexiones acerca de la


continuidad en ciertas formas de lucha típicas de grupos de
choque como el MURO. Haya o no intervenido éste en dichas
protestas, el estilo en el que se realizaron fue muy similar:
enfrentamientos violentos, toma de edificios, actos de
“desagravio” y, ante todo, una sorprendente persistencia en
la persecución de los supuestos enemigos.
Ciertamente, algunos o muchos católicos pudieron
haber rechazado o criticado la exposición, los más radicales
de ellos, llegarían a alegar que debería prohibirse, pero
grupos como la UNPF llegaron incluso a denunciar a Rolando
de la Rosa ante las autoridades judiciales, y fueron persis-
tentes en sus hostilidades, de tal suerte que De la Rosa se
vio enfrentado a una feroz campaña difamatoria, de acuerdo
con la cual, se le debería expulsar del país como extranjero
“indeseable”, pues alegaban que era guatemalteco, cuando
en realidad es mexicano.
Algo similar, cabe recordar, ocurrió en las campañas
contra Chávez, García Terrés y otros funcionarios, y luego
contra Jodorowsky y diversos personajes a quienes tildaban
de comunistas o de corruptores. Finalmente, lo que carac-
terizó la acción del MURO y grupos similares no fue una
determinada ideología, que muchos compartían en alguna
medida con ellos, sino sus métodos de acción, que los
llevaban a perseguir a quienes no estaban de acuerdo con
sus ideas, lo cual, finalmente, los condujo a actuar violenta-
mente contra sus propios correligionarios y a caer en una

516
espiral de violencia tal, que lo que comenzó como un grupo
de alumnos destacados aunque radicales terminó en una
cadena de hechos delictivos, de tal suerte que las principales
fuentes para reconstruir la historia de tales grupos,
especialmente del MURO, son los archivos policíacos.
En los noventa, Sánchez Steinpreis aparece como
profesor de la UPAEP. En 1995, en su trabajo “El amor a Dios
y a la bondad, esencia y sustento del derecho de la
información”, se oponía a reglamentar la libertad de expresión,
o a crear un ombusdman de los medios de comunicación.
Su retórica y muchas de sus ideas se habían mantenido,
como demuestra este trabajo, fieles a su época de militante
del MURO. En ese artículo, Sánchez Steinpreis señalaba:

No queremos en México, y lo rechazamos rotundamente,


el criminal y tiránico lema que Fidel Castro Ruz impuso
hace 40 años en Cuba y que muchos de sus lame botas
ambicionan todavía implantar en Nuestra Patria. “El que
no está con la Revolución, está contra la Revolución”.
... enérgicamente rechazamos la vieja conspiración contra
la libertad de expresión que surgió durante el sexenio
echeverrista y que ahora renace en boca de uno de sus
antiguos padrinos, me refiero a lo que el vergonzante
marxista y castrista Rolando Cordera acaba de definir como
“ombudsman”, una especie de guarura periodístico...
En 1974, durante la segunda mitad del gobierno de Luis
Echeverría Álvarez, surgieron los defensores extranjeros
de la conspiración para amordazar a los medios de comuni-
cación mexicanos, financiados por el mismo régimen eche-
verrista. Me refiero a los chilenos fracasados de la dicta-
dura de Salvador Allende Gossens... ellos querían hacerles
a los mexicanos lo que no pudieron imponerle a los chilenos

517
durante el desastroso experimento socialista que culminó
con el desmoronamiento y suicidio allendista el 11 de
septiembre de 1973.
Afortunadamente, aquella conjura de los chilenos allen-
distas y sus compadres echeverristas se estrelló con las
defensas democráticas de la opinión pública.
Ahora, 20 años después, las mismas voces sectarias, huér-
fanas del Kremlin u ocultadas (sic) cobardemente en
capuchas dizque indigenistas vuelven a la carga situados
en diversas tribunas propagandísticas.
Abusando de la libertad de expresión, los reptiles carde-
nistas, camachistas, perredistas y demás corifeos, aplauden
hipócritamente los llamados al odio de clases, la guerra
civil, el entrenamiento militar de los niños chiapanecos y la
glorificación del encapuchado y su obispo alcahuete.
...la libertad tiene su fundamento en la desigualdad que
Dios confiere a los seres humanos... La Libertad para hacer
el Bien y evitar el Mal, Libertad responsable que respeta
los Derechos Humanos. Sin amor la libertad se convierte
para el hombre en una mortal prisión dentro de la cual
escribe su historia a tontas y a locas, perdido el rumbo y
sentido de su existencia, sin brújula que la lleve a puerto
seguro de paz.
Creyéndose autosuficiente el hombre pisotea su dignidad
de hijo de Dios... el Estado no sólo debe reconocerlas
libertades y derechos fundamentales del hombre, sino
también protegerlos y enaltecerlos... El legislador que
perversamente promueve el aborto, o un decreto que pisotea
la libertad de expresión, no sólo está ofendiendo a Dios,
sino que está violentando el Derecho Natural...

518
En el año 2002, exactamente cuatro décadas después
de haber participado en la creación del MURO, Víctor Manuel
Sánchez Steinpreis funge como director de la carrera de
Comunicación en la Universidad Popular Autónoma del
Estado de Puebla, UPAEP. En los materiales para la enseñanza
de la historia de México, dentro de esa carrera, encontramos
planteamientos como estos:

Dominados por las supersticiones y el culto al mal,


simbolizado por la grotesca y terrible combinación de una
serpiente cubierta por plumas de ave, Quetzalcóatl, los
habitantes de los pueblos prehispánicos, vivieron en la
categoría de semisalvajes, sobre sus altares empapados
de sangre que los llevó a formar un carácter colectivo de
fatalismo refinado; situación esta, que sólo pudieron salir
cuando recibieron el influjo de una cultura muy superior,
aunada a la mejor civilización del mundo de entonces, que
llegó sobre las naves españolas de los conquistadores...
Más que una conquista, la empresa de Cortés fue el medio
providencial al que se aferró la inmensa masa de indígenas
del Anáhuac, para liberarse del terror de sus dioses,
superados por la fe cristiana...

Esos materiales afirman también que si en la conquista


“hubo algunos actos de injusticia y de crueldad, fueron más
las acciones de amor y de piedad”.
Así también, defiende al Santo Oficio:

las torturas que empleó la Inquisición, fueron mucho más


benignas que otros tribunales de la época y otros
posteriores, y aun actuales, como los empleados por la
Gestapo en Alemania o las “checas” soviéticas.

519
La obra eminentemente civilizadora de México, la que fue
plasmando poco a poco lo que hoy forma la Nación
Mexicana, fue llevada a cabo durante todo el periodo colo-
nial, por España y por la Iglesia Católica. España nos dio
su riqueza, su cultura y su poderío, todo lo que tenía, tal
como hace la madre, que no la ama con su hija más querida.
La Iglesia Católica, llena de Justicia y Caridad, nos hizo
todo el Bien que pudo.

Este último pasaje se cita en los Apuntes de Historia


Genética Mexicana, de Joaquín Márquez Montiel.
Además de repetir los mitos de la visión conservadora
católica de la historia de México, los puntos se refieren al
movimiento del 68 en los siguientes términos:

El nuevo despertar de la revolución se dio en el año de


1968, con el llamado “movimiento estudiantil”, orquestado
y dirigido por la Internacional Socialista y que tuvo a su
cabeza visible en el presidente del “Consejo Nacional de
Huelga”, el español Marcelino Perelló Walls (hoy del PSOE).
Los frutos del movimiento estudiantil se vieron claramente
a partir de 1970 cuando llega a la presidencia de la Repú-
blica Luis Echeverría Álvarez y con él la mayoría de los
dirigentes del movimiento de 1968: Félix Barra, Efigenia
Martínez, Rosa Luz Alegría, Porfirio Muñoz Ledo, Puente
Leyva, etcétera, etcétera y con ellos el control de la 2a
internacional del timón del país que desde entonces dio el
giro a la izquierda que tan trágicos resultados ha acarreado.

Esos escritos critican especialmente la política inte-


rior y exterior de Echeverría, una de las figuras más satani-
zadas por los grupos conservadores católicos. Afirman, por
ejemplo, que

520
en política exterior el gobierno de Echeverría adoptó la
promoción y defensa de los diversos movimientos
guerrilleros que se daban en el mundo; lo mismo se
favoreció a los terroristas palestinos (LEA les montó incluso
una oficina en la Ciudad de México), que se le regalaba
petróleo al régimen allendista en Chile —a pesar de que en
esa época México era importador de petróleo— o que se
promovía a la guerrilla en El Salvador y Nicaragua...
Simultáneamente, Echeverría asumió una posición —que
rayaba en el histerismo— de ataque a todo aquello que
impedía el avance revolucionario en el mundo. La caída del
régimen allendista en 1973 inició el éxodo de inmigración a
México de todos los elementos guerrilleros que fueron
traídos con gastos extraordinarios —aviones especiales,
etcétera— cubiertos por el gobierno de México y dándoles
de inmediato acomodo en los organismos del Estado con
sueldos muy superiores al de los burócratas mexicanos (A
la viuda de Allende, Hortensia Bussi, el INPI le asignó un
sueldo de 50 mil pesos anuales —de los de a 12.50 por
dólar— y pese a que la Señora no trabajó un solo día en
ese organismo, disfrutó de él por espacio de casi cuatro
años). Con fondos oficiales se montó la “casa del exiliado
chileno” donde se generaba propaganda y planes para la
guerrilla en Sudamérica.

Por otra parte, a lo largo de décadas, Sánchez Stein-


preis ha seguido activo en el periodismo, colaborando en varias
publicaciones como Temas contemporáneos, Impacto (en
su anterior época) y en El Heraldo.
Casi dos décadas después, en 1999, Manuel Díaz Cid
y Federico Muggenburg aparecen como investigadores en
un proyecto titulado “Panorama político contemporáneo de

521
fin de siglo”, financiado por la UPAEP, al igual que Pablo
Castellanos López, ex presidente de la ACJM. El primero de
ellos ha sido también titular del Instituto de Investigaciones
Motolinía, ubicado en la ciudad de Puebla.
A Coello Macías, lo mismo que a un hermano de Baños
Urquijo, se les asocia con los orígenes del DHIAC, Desarrollo
Humano Integral y Acción Ciudadana. Por su parte, Fernando
Baños Urquijo, quien como se recordará fue jefe de prensa
del MURO y redactor de Brecha Universitaria a principios de
los sesenta, antes de presidir dicho movimiento, se ha dedicado
desde hace varios años a editar el Diario de Diarios, que
ofrece especialmente al medio empresarial resúmenes de lo
publicado en diferentes periódicos. En 2002 aparecía como
gerente de Entorno laboral, la “investigación semanal
condensada de los acontecimientos más importantes del ámbito
laboral de más de 100 medios impresos y los tres principales
programas de radio y tv.”
Se sabe que Ignacio Rodríguez Carreño, otro de los
fundadores del MURO, se dedicó posteriormente al negocio
de los cines, del cual ya está retirado.
En 1982, Buendía acusaba a Luis Pazos de estar
dedicado a extender y fortalecer la organización del Opus
Dei en México, y de haber militado en el MURO. Sin em-
bargo, la oficina de comunicación social del Opus Dei en
México ha desmentido que Pazos tenga algo que ver con
esas labores.
Como se ha mencionado, Buendía acusaba a Pazos,
junto con Federico Muggenberg —que en la década pasada
dirigió el Centro de Estudios Sociales del Sector Privado,
donde dejó como heredero a Raúl Vázquez Osorio, a quien
algunos han identificado también como ex murista— de ser
uno de los “doce apóstoles” que junto con Felipe Coello y

522
Ramón Plata deseaban apoderase, en los años cincuenta y
sesenta, de las universidades del país.
Nacido en 1947, lo que hace difícil creer que para
1961 ocupara un lugar entre los Doce Apóstoles a los que
se refería Manuel Buendía, Luis Alberto Pazos de la Torre
(Luis Pazos), convertido en legislador por el PAN en las
elecciones de 2000, es el famosísimo ideólogo de la derecha
empresarial, colaborador de varias publicaciones nacionales
e internacionales y autor de muchos títulos sobre asuntos
económicos y políticos, entre ellos un volumen donde se
critica el papel de Samuel Ruiz en el conflicto de Chiapas,
así como otro libro de divulgación donde se presenta una
visión por demás conservadora de la historia de México.
Pazos obtuvo el título de abogado en la Escuela Libre
de Derecho, con una tesis sobre la integración económica
latinoamericana,11 que luego fue publicada. Pazos hizo
estudios de economía y administración pública en la
universidad de York. Cursó maestría y doctorado en la
especialidad de finanzas públicas en la UNAM. Ha sido
profesor de la UNAM y de la Escuela Libre de Derecho y
director del Instituto de Integración Iberoamericana y del
Centro de Investigaciones sobre la Libre Empresa, cuyo
lema fue “Achicar al Estado es engrandecer la nación”.12
Ese último, como se ha dicho ya en este libro, fue
fundado en 1973 luego de que Pazos salió del IIES, de Agustín
Navarro. El órgano de prensa del IIES fue Libertas, boletín
trimestral cuyo editor fue Salvador Abascal Carranza. En-
tre los colaboradores de dicho Instituto se contaron Rubén
Salazar Mallén, Armando Ayala Anguiano y Juan Bosco
Abascal Carranza, quienes fueron maestros en los cursos
impartidos por el IIES.
Por su parte, José Antonio Bátiz, uno de los fundadores
del MURO ha militado en el PAN donde fue oficial mayor del

523
Comité Ejecutivo Nacional (CEN), durante la gestión de Pablo
Emilio Madero al frente del blanquiazul. En mayo de 1990,
en el contexto de la feroz pugna dentro del PAN capitalino
entre “tradicionalistas” y “neopanistas”, Bátiz Morales
estuvo en el bando de estos últimos, encabezado por José
Luis Luegge y Cecilia Romero, entre otros, mientras que
José Ángel Conchello13 se ostentaba como paladín del
tradicionalismo.
En una nota publicada el 13 de mayo de 1990 en El
Universal se evidenció que José Antonio Bátiz Morales,
primo del subcoordinador de la diputación del PAN, Bernardo
Bátiz ya militaba en el PAN cuando ingresó al MURO.
En esa ocasión, según la fuente mencionada, los
neopanistas del DF, simpatizantes de Cecilia Romero,
consideraron que su partido no vivía una crisis “sino una
poda” de tradicionalistas, a los que calificaban como
“timoratos, convenencieros y mentirosos”.
Más aún, a fines de junio de 1990, varios asambleístas
del PAN —Manuel Castro del Valle, Eliseo Roa Bear, Justino
Rosas, Fernando Lozano y Jesús Ramírez Núñez— pidieron
por escrito al entonces presidente del CEN panista, Luis H.
Álvarez, la expulsión de José Ángel Conchello como
coordinador de la fracción asambleísta, “que no obstante
lamentable, pudiera resultar saludable a la postre”.14
Alegaban que Conchello había violado el reglamento
y los estatutos panistas. Concretamente, acusaban a
Conchello de “uso indebido” de los fondos de los
representantes populares por una cantidad cercana a los 29
millones de pesos. En respuesta, Conchello Dávila aclaró
que el dinero “se utilizó bien y que hay cuentas hasta del
último centavo de esos gastos”.15
Por su parte, los partidarios de Conchello se oponían
públicamente a los neopanistas, uno de sus lemas era “Fuera

524
la ANCIFEM, el DHIAC y el MURO, el CEN les da vida artificial”,
como lo hizo un grupo de unas 70 personas que el 23 de junio
de 1990 se manifestaron ante las oficinas del CEN del PAN en
apoyo a Conchello.16 La presencia de ANCIFEM en el PAN estaba
representada por la principal opositora de Conchello, Cecilia
Romero, mientras que el DHIAC tenía como cabeza a José
Luis Luegge y el MURO a José Antonio Bátiz Morales.
En el acto de los partidarios de Conchello contra el
CEN panista, la principal manta de los manifestantes decía
“¡Que elijan jefe los panistas, no el MURO, DHIAC o ANCIFEM!”.17
En contrapartida, frente al Comité Regional del PAN
en el DF, ubicado en la calle de Vasconcelos, se manifes-
taban los llamados Ángeles Azules, donde se decía que se
habían agrupado los neopanistas, con cartelones donde se
contestaba a Conchello: “queremos a Conchello fuera del
partido”, “¡José Ángel Conchello, 80 por ciento del DF feliz
por su próxima renuncia!”18
Ya en febrero de 1990, se mencionaba que dichos
grupos participaban en el PAN con el nombre de Ángeles
azules, y que dicho organismo había sido uno de los
principales activistas en la campaña de Manuel J. Clouthier.
Abel Vicencio Tovar había dicho que “integrantes del MURO,
DHIAC, Tecos y ANCIFEM militan el Acción Nacional como
individuos”.19
El 15 de junio de 1990, en el artículo titulado “El PAN,
como oposición en el DF”, publicado en UnomásUno, José
Antonio Bátiz Morales, quien fue consejero regional del PAN
en el DF de 1984 a 1987, afirmaba:

El Comité Ejecutivo Nacional ya integró a los llamados


Ángeles Azules a la actividad partidaria, ante la negativa
del Comité Regional de reconocerlos, por ahora en las
actividades de resistencia civil en la lucha por un buen

525
Código Electoral, democrático y efectivo; se está realizando
lo que Maquío inspiró: “Todo aquel panista sincero que
se manifieste, en las aceras que rodean al Monumento a la
Independencia (El Ángel) debe considerársele Ángel
Azul”... estos ciudadanos anónimos, calificados por el
mismo ingeniero como Ángeles Azules, continuaron su
lucha al faltar el líder y fue hasta mediados del mes pasado,
cuando el Comité Ejecutivo Nacional comprendió el valor
de su presencia pública, aun en contra del sentir y los
interés bastardos, de la actual dirigencia regional del DF...

Con motivo de esos conflictos dentro del PAN, Conchello


se refirió a la historia del MURO y de otros grupos extremistas.
Acerca del MURO, grupo al que “todos conocemos”, afirmó
que surgió en Guadalajara, lo cual es un planteamiento muy
interesante pues conduce a la teoría ya mencionada en estas
páginas y estudiada en su momento por la DFS de que el MURO
y sobre todo las organizaciones secretas detrás de él, tuvo
influencia de los Tecos.
Según Conchello, el MURO después se diversificó con
distintos membretes aunque “con ideas similares en mate-
ria, por ejemplo, de religión que la utilizan para convencer o
ungir a la gente. Es la religión vista por ellos”.20

Luego del nacimiento y auge del MURO, esta organización


se convirtió en el llamado Yunque, pero fiel heredera de las
ideas del MURO. Defensores del monopolio, de la intransi-
gencia, la intolerancia, defensores casi de la clase alta, y
aunque usted verá que casi todos sus miembros son muy
poderosos en la sociedad mexicana que se había mantenido
alejados de la política.21

526
En esa ocasión, Conchello explicó que a raíz de la
nacionalización de la banca resurgieron esos grupos al igual
que DHIAC, organización que era “desconocida” pero que
“fue redundada en noviembre de 1982, bajo la égida de la
patronal”.22
Asimismo dijo que, junto con el DHIAC empezó a entrar
en el PAN gente de ANCIFEM, con similares propósitos de apoyo
a la clase empresarial

porque nuestro partido defiende la iniciativa privada, sin


embargo ellos quitan toda la carga social que nosotros le
damos a las cosas y se quedan en un neoliberalismo todavía
no manifestado. Por sí solos no tienen importancia y por
ello actúan a través del PAN.23

Conchello se refería a los miembros de la ultraderecha


como

los juramentados, los del anónimo, injuria, afrenta, los de


llamados en la noche para amenazarlo a usted y a su fa-
milia, dispuestos a muchas cosas. Algunas personas me
dicen que son tan peligrosos que pudieran hasta matar. Yo
espero que esto no suceda.
... son un círculo dentro del círculo, el anillo dentro del anillo,
los juramentados, los que nadie sabe quién manda allí. Si
usted dice, ¿bien o quién manda en la ultraderecha? Usted
cree que son los concanacos o los concamines que prestan
su nombre, no; quizá detrás de ellos hay gente más talentosa,
más poderosa que los usa de peones. Es parte de un
movimiento muy peligroso que alguien tiene que denunciar.

527
Criticaba también a personajes como Francisco Gon-
zález Garza, actual presidente de la asociación A Favor de
lo Mejor y ex presidente de la UNPF, y a Jaime Aviña Zepeda,
fundador de Provida e impulsor del DHIAC, así como a Luis
Felipe Bravo Mena, Paco González Garza y Jaime Aviña
(actual diputado federal y ex dirigente del DHIAC), que estuvo
en el mitin último del partido; “ahí estaban las banderas del
DHIAC. ¿Qué tienen que hacer esas banderas en ese mo-
mento? Siguen, claro, y ese muchacho, Luis Felipe Bravo
Mena, que fue director de investigaciones políticas de la
Patronal, no es panista...”
Por su parte, Rodolfo Elizondo Torres, quien en 2002
pasó a ser vocero de la presidencia, en junio de 1990 acusaba
a una “mano negra” —no digo de la Presidencia de la
República, pero sí podría ser de Gobernación o de algún
oro partido— de provocar el conflicto interno en el PAN.
El entonces diputado panista y ex presidente munici-
pal de Durango rechazaba que fueran grupos de ultraderecha
o miembros del DHIAC quienes hubieran creado los problemas
pues, dijo

desde que Pablo Emilio Madero era el dirigente nacional del


blanquiazul y José Ángel Conchello miembro del Comité
Ejecutivo, se dio esta “apertura” para el ingreso de elementos
pertenecientes a Desarrollo Humano Integral AC (DHIAC)...

Según Elizondo, por ello no era válido tratar de “sata-


nizar” lo que en su momento habían aceptado los dirigentes
panistas.24
También reconoció que la dirigencia nacional del PAN
se había acercado a la política económica del gobierno, pero
“porque éste ha retomado algunas tesis del PAN”.25

528
Por su parte, Luis Felipe Calderón Hinojosa cuestionó
a Conchello señalando que “la única vez” que el MURO
participó activamente en decisiones de política interna del
PAN fue en 1976, cuando esa organización apoyó a Conchello
en contra del presidente nacional panista, Efraín González
Morfín. Según esta versión, Conchello “estableció grupos
de orden, cruzadas y escuadras, formadas por muristas para
actuar en la Convención Nacional de aquel año, a través
del cuarto distrito del DF”.26
En su libro Las mentiras del PAN, Pablo Emilio Madero
se refiere a la intervención de grupos como DHIAC, MURO,
ANCIFEM y la UNPF en conflictos dentro del PAN. Señala por
ejemplo,

en Puebla el 10 de abril de 1988 tuvo lugar la asamblea


estatal para nombrar el consejo estatal. El 10 de mayo
siguiente, la delegación estatal entregó en el CEN un comu-
nicado donde informaba el acuerdo tomado en la misma,
en el sentido de pedir la nulidad de la Asamblea General.
Dicho acuerdo se había tomado en virtud de las “irregula-
ridades” que se presentaron en el evento, consecuencia,
según afirmó el ingeniero Jesús Bravo y Cid de León, ex
presidente de la delegación poblana, de la presión y
manipulación realizada por grupos ajenos al Partido, como
el DHIAC y la UPAEP, y también por la presencia de corrientes
internas con afán de dominio y prepotencia (neopanismo),
que verdaderamente atropellaron los estatutos y natural-
mente los derechos de los miembros activos de él.27

Además comenta que la Dirección Nacional del PAN


no tomó medidas al respecto “lo cual permitió que los grupos
amafiados se consolidaran en la entidad”.28

529
No obstante, las acusaciones de Pablo Emilio Madero
hay que tomarlas con cautela, son expresiones de pugnas
internas en las filas del PAN poblano y nacional, y no de una
verdadera disputa ideológica, pues como se ha hecho notar
a lo largo de este libro, el propio Madero, lo mismo que
Bravo y Cid de León, fueron militantes de la UNPF y FUA,
respectivamente.
Según Madero,

En Querétaro, con la misma estrategia de los infiltrados a la


Institución, pertenecientes al DHIAC, MURO, ANCIFEM, UNPF
y personas de la Iniciativa Privada, fue que lograron eliminar
del Consejo estatal a todos los consejeros viejos, no que-
dando ninguno de ellos, salvo quien entregara la estafeta
al presidente estatal entrante.29

Hacia mediados de los setenta, otro de los fundadores


del MURO, Luis Felipe Coello fue jefe de publicidad de El
Heraldo, luego director del boletín político-empresarial
Acción, y organizador de cursos sobre “Teoría del empresario”,
que se seguían impartiendo hasta ya iniciado el siglo XXI.
Como se ha mencionado a lo largo de este trabajo, dos
de los iniciadores de las actividades del MURO, Luis Rodríguez
Manzanera y Guillermo Velasco Arzac ocuparon importantes
cargos en áreas relacionadas con la seguridad pública en los
inicios del siglo XXI. Rodríguez Manzanera, por su parte, se
convirtió con el tiempo en una eminencia en el campo de la
criminología, mientras que Velasco Arzac se dio a conocer a
fines de los noventa como impulsor del activismo empresarial
en lo concerniente a la seguridad pública, mediante la creación
del grupo México Unido contra la Delincuencia. Otro
personaje vinculado al MURO, ya en una época posterior de

530
ese grupo, Daniel Ituarte Reynaud, condenado en 1965 por
encubrir un atentado terrorista contra El Día, se convertiría a
fines de los noventa en titular de Seguridad Pública del gobierno
estatal de Jalisco. Asimismo, Rafael Ayala López, a quien en
los setenta se mencionaba como organizador de las actividades
del MURO y de Yunque reaparecería en los noventa como alto
funcionario de los gobiernos panistas de Baja California y
antes de esto sería dirigente de la UNPF. Jorge Dávila Juárez,
destacado miembro del MURO cuando era profesor en la
Universidad La Salle, en los setenta, también ocuparía un
lugar destacado en el PAN, donde en los noventa y en los inicios
del siglo XXI representaría a las corrientes más conservadoras
dentro de ese partido, y promovería la polémica ley antiaborto
de agosto de 2000 en Guanajuato.
Otros personajes a los que de acuerdo con diferentes
fuentes se menciona en este libro como ex miembros del
MURO y a la vez de la UNPF siguen participando en organiza-
ciones de la derecha, entre ellos, Francisco Xavier Salazar
Sáenz y César Nava Miranda. El primero de ellos ha sido
legislador por el PAN y el segundo era en 2001 dirigente de la
COPARMEX en Michoacán.
A 40 años de la fundación, pública al menos, del MURO,
es difícil demostrar la verdad de hipótesis como la de los
Doce Apóstoles, o elucidar con toda claridad sus orígenes
políticos y financieros, pero es un hecho que la vida reunió
en sus proyectos y en sus ideas a esos doce personajes y a
muchos otros más que jugaron un papel importante en la
historia del MURO y de otros grupos de la extrema derecha
anticomunista de los años sesenta.
Igualmente, aunque sigue siendo difícil precisar si el
MURO fue de factura poblana, tapatía, regiomontana o
capitalina, o una combinación de ellas, lo cual parece lo más

531
probable, también es un hecho que esos centros geográficos
jugaron un papel importante en la organización de sus
acciones y de los de otras agrupaciones anticomunistas de
los sesenta.
Esos personajes y esas ciudades han aparecido una
y otra vez, de manera natural, en las páginas de este libro.
Finalmente, apenas en enero de 2000, volvió a surgir
el nombre del MURO en un episodio violento similar a los que
en los años setenta se registraron en varias escuelas.
De acuerdo con la nota publicada el 5 de enero de
2000 en La Jornada:

A las 4 de la madrugada (anterior) cuando el pleno discutía


sobre los mecanismos de decisión de los 120 delegados
ante la mesa del diálogo se informó que tres horas antes
un grupo de 20 hombres encapuchados asaltaron a los
alumnos que hacían guardia en la Preparatoria Ocho.
A esa escuela efectivamente ingresaron dos decenas de
individuos armados que sometieron a tres jóvenes
estudiantes, a dos de los cuales los amarraron mientras
arremetían a golpes contra ellos y les gritaban: “Dónde
están sus pinches compañeros, su huelga ya valió verga.
Estamos tomando en estos momentos las demás
preparatorias”.
Ante el temor que provocó aquello entre los jóvenes
estudiantes, sus atacantes también aprovecharon para
cortar los cables de energía eléctrica y pintar consignas en
las paredes del plantel. Con spray negro dejaron constancia
de su incursión: MURO (siglas que hacen referencia a la
organización porril que existió en las décadas de los
sesenta y setenta), ¡Pinochet es inocente!, e incluso
dibujaron suásticas y leyendas en alemán como Ordmung
und ruhe.

532
Además, los encapuchados rompieron vidrios de la unidad
administrativa y del área de computación.

El 7 de mayo de 2002, en Milenio se publicó una


crónica de la boda de Emilio Baños Urquijo, hermano de
Fernando Baños Urquijo, personaje multicitado en este libro.
En el evento se dieron cita personajes importantísimos del
conservadurismo católico mexicano. Dice la crónica firmada
por Katia D. Artigues:

Dice un amigo que después de tal pachanga, el otrora viudo


Emilio Baños Urquijo bien pudo dejar de ser acaudalado y
bien o, ciertamente dejó de ser viudo.
La boda fue la noche del sábado en la Iglesia de la Cova-
donga y luego se fueron a festejar en el campo deportivo
del Estado Mayor Presidencial.
Había cerca de 800 invitados y bastantes personas
distinguidas, lo cual demostró el poder de convocatoria
de la senadora (Cecilia Romero) ahora feliz esposa entre la
nueva clase política nacional.
Para empezar ¿sabe quién le cantó el Ave María en la Iglesia
sotto voce? Nada menos que Guadalupe Pineda, quien iba
acompañando, claro a su esposo, Antonio Lozano Gracia.
Presentes, también —todos con pareja— Josefina Vázquez
Mota, Francisco Barrio, Carlos Abascal, Rodolfo Elizondo,
Ramón Muñoz, José Luis Durán Reveles, Diego Fernández
de Cevallos, Felipe Calderón y Margarita Zavala, Luis Felipe
Bravo Mena, Luis H. Álvarez y una de subsecretarios:
Francisco Salazar y Antonio Sánchez... También la alcal-
desa Ana Rosa Payán, entre muchos otros.
El novio fue acompañado por sus seis hijos y hasta sus
nietos... y mucha de su familia que bueno... no conocemos.

533
En realidad, a través de este libro hemos conocido a
uno de sus hermanos y a varios de los invitados al festejo
nupcial, personajes centrales en la trayectoria de la extrema
derecha mexicana en las últimas décadas.

1
No hay al parecer una gran consistencia ideológicas en las acciones de
dicha organización, que a lo largo de los años setenta, lo mismo usaron
consignas como “Comunismo sí, cristianismo no”, que trataron de invitar
al papa Juan Pablo II a que celebrara una misa en su mercado, durante su
primera visita a México, en 1979, para contrarrestar las pretensiones del
gobierno de desalojarlos de las calles 3 y 5 norte entre 4 y 18 poniente, con
el pretexto de ofrecer una mejor imagen ante el Papa (AGN, DFS, Unión de
Vendedores Ambulantes del Mercado 28 de octubre, exp. 100-19-1-79, h.
299, leg. 69) El 29 de diciembre de 1978, la Unión de Vendedores Ambulantes
del mercado 28 de octubre llevaba a cabo una manifestación con consignas
como “Portillo y Somoza, son la misma cosa” y “Con la Hoz y el Martillo
fregaremos a Portillo” (Ibid., exp. 100-19-1-78, h. 182, leg. 69), mientras
que el 12 de enero de 1979, afirmaban que “son católicos y están satisfechos
por la visita del Papa” (exp. 100-19-1-79, h. 258, leg. 69). El 23 de enero del
mismo año, la DFS reportaba que “esta agrupación continúa elaborando
mantas de bienvenida al Papa Juan Pablo II, las cuales colocarán en las
calles 3 y 5 norte, donde expenden sus mercancías” (Ibid., exp. 100-19-1-
79, h. 322, leg. 69). Por otro lado, el 22 de febrero de 1979, se efectuó una
reunión en el local de los vendedores ambulantes de ese mercado con
asistencia de 100 de ellos, a quienes se dio a conocer un comunicado de los
moradores de la casa del Estudiante Poblano en el DF, en el cual les indicaban
que efectuarían el día 23 un mitin en contra de la República Popular China
y de apoyo a Vietnam, frente al cine Diana, en la ciudad de México, por lo
cual se enviaron 25 “compañeros para participar en ese acto, dirigidos por
José Luis Hernández López, Teresa Rosales Ramírez y Cupertino
Martínez” (exp. 100-19-1-7, h. 45, leg. 71).

534
2
AGN, DFS, MURO, exp. 009.024-127.
3
Ibid., exp. 009-028-035.
4
AGN, DFS, MURO, 009-021-016.
5
AGN, DFS, MURO, exp. 009-028-035.
6
AGN, DFS, MURO, exp. 63-1-66, h. 293, leg. 41.
7
Ibid., exp. 009-028-035.
8
Elsa R. Estrada y Elisa Robledo, “La ultraderecha en México”, Contenido,
julio de 1981, pp. 27-49.
9
García Ibarra, Abraham, “Apogeo y crisis de la derecha en México”, en
El Día, México, 1985, p. 165.
10
Excélsior, 29 de febrero, 1988.
11
Vargas, op. cit., p. 51.
12
Ibid., p. 50.
13
José Ángel Conchello Dávila nació en Monterrey, el 1 de septiembre de
1923 y estudió derecho en la Escuela Nacional de Jurisprudencia de la
UNAM. Se graduó con la tesis “Los Fines del Derecho” y ejerció como
abogado postulante. Ingresó al PAN desde 1944, donde además de haber
sido jefe del PAN capitalino fue presidente del CEN de 1972 a 1975. Fue tres
veces diputado federal (en las legislaturas 47, 49 y 52) y formó parte de
la primera ARDF, donde coordinó la bancada panista. A la Cámara de
senadores llegó desde la 56 legislatura y participaba en la 57 como
secretario de la Comisión del DF. Murió el 4 de agosto de 1998, en un
accidente automovilístico, cuando transitaba por el km. 46.5 de la carretera
México-Querétaro al filo de las trece horas. La camioneta en que viajaba
fue embestida por un tráiler que invadió el carril contrario “al parecer por
una falla mecánica” a la altura del kilómetro 46.7 de la carretera México-
Querétaro. Su chofer, José Salazar Maldonado, de 50 años de edad, sólo
resultó herido, con una fractura en la mano izquierda. El camión de carga
con placas de circulación 84 ED7 caja 821 BN3, surgió la ponchadura de
una de las llantas, el conductor perdió el control del vehículo, invadió el
carril contrario y chocó de frente contra la camioneta del senador Conchello.
Luego del impacto, el conductor del tráiler de la empresa Transportes

535
Vikingos Veracruz se dio a la fuga. El senador por el DF murió instan-
táneamente debido a traumatismos en la cabeza, el tórax y una lesión en
la espalda. A raíz de esos hechos se inició la averiguación previa CUA/1/
4560/98. A lo largo de su vida Conchello escribió varios libros, entre ellos
Agonía y Esperanza, El trigo y la cizaña, Devaluación 82, El TLC, un
callejón sin salida; además fue articulista en El Universal y El Financiero,
así como en la revista Siempre! Conchello, quien fue también director de
la Asociación Nacional de Anunciantes, se casó con Otilia Román, con
quien tuvo tres hijos: Ana Patricia, José Ángel y Carlos David. Vid., La
Jornada, 4 de agosto, 1998; El Informador, 5 de agosto, 1998. Le fue
otorgada en forma póstuma la medalla Belisario Domínguez.
14
UnomásUno, 20 de junio, 1990.
15
Excélsior, 20 de junio, 1990
16
Ibid., 24 de junio, 1990.
17
Id.
18
Id.
19
El Universal, 23 de febrero, 1990.
20
UnomásUno, 9 de diciembre, 1990.
21
Id.
22
Id.
23
Id.
24
Ibid., 27 de junio, 1990.
25
Id.
26
Ibid., 9 de diciembre, 1990.
27
Pablo Emilio Madero, Las mentiras del PAN, 1997, p. 72.
28
Id.
29
Id.

536
ÍNDICE ONOMÁSTICO

Abascal Carranza, Juan Bosco, 523


Abascal Carranza, Salvador, 215, 219, 523
Abascal Infante, Salvador, 11
Abascal Salmerón, Emilio, 107
Abascal, Carlos, 533
Abascal, José María, 219
Academia Mexicana de Ciencias Penales, 402
Acción Católica Mexicana (ACM), 48-51, 337, 441
Acción de Reconquista Universitaria, 320
Adame, Tenorio, 153
Adenauer, 149
Agüeros Garcés, Henry, 279, 280, 282, 283, 287-293
Aguerrévere, Manuel Alfonso, 370, 371, 373, 383, 390, 513
Aguilar Guerrero, Luis, 164
Aguilar Mora, David, 339
Aguilar Mora, Manuel, 346
Aguilar y Quevedo, Adolfo, 291
Aguilera Azpeitia, Juan, 96, 116, 322, 323
Aguirre, Gabriel, 182
Aksenov, diplomático, 270
Alas, Pablo de, 157, 160, 161, 218
Alba, Gabriel de, 235
Alcoriza, Luis, 445
Alegría, Rosa Luz, 520
Alemán, Miguel, 16, 17, 46, 197, 346, 347, 400
Alfaro Siqueiros, David, 43, 44, 45, 148, 368, 369

537
Alianza Cristiana Iberoamericana, 96
Alianza Fuerza de Opinión Pública, 490
Alianza Universitaria, Zacatecas, 449
Allaz, Tomás Gerardo, 241-246, 384
Allende Gossens, Salvador, 426, 475, 476, 517, 521
Almoina Mateos, José, 294
Alonso, José Luis, 147, 152, 153
Altamirano, Ricardo, 443
Alvarado Monterrubio, Hugo, 390
Alvarado, José, 176
Álvarez Cadena, Jorge de la, 163, 188
Álvarez Campos, Manuel, 492
Álvarez Icaza, José, 418, 438
Álvarez Sánchez, José Antonio, 274
Álvarez Villalobos, Francisco Javier, 491
Álvarez, Carlos, 51
Álvarez, Felipe, 443
Álvarez, Luis H., 524, 533
Amiga Moral, 490
Anaya, Trinidad, 347
Anda Páez, José Alfredo, 491
Anda, Gustavo de, 392, 475
Anderson and Clayton, 286
Andrade, Javier, 167
Apia Alpízar, Jaime, 475
Appel, Rufo, 487, 488
Aragón Macareo, Heriberto, 315
Arana Álvarez, Luz María, 511
Arana Lomelí, Juan José, 376
Archivo General de la Nación (AGN), 8, 20, 21, 25, 26, 31, 32, 261, 395
Archivo Histórico Universitario de la BUAP, 8, 31
Ardavín, Bernardo, 134
Arellano Campo, Francisco, 174

538
Arias Ramos, Luis, 497-500
Aristi, José Manuel Alonso, 157, 218
Arizmendi Buendía, Raúl, 279
Armenta, Gustavo, 419, 420
Arnaiz Freg, Arturo, 61
Arquitectura, facultad de la UAP, 121, 163, 175
Arredondo Gutiérrez, Jorge, 178
Arrinson Peña, Ramón, 484
Arrinson Peña, Víctor Manuel, 484
Arrubarrena, José Antonio, 105
Artigues, Katia D., 533
Asamblea Nacional de los Estados Generales, 5
Asociación Amigos de Israel, 241
Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM), 33, 214, 235,
287, 423, 441, 457, 481, 488, 490, 495-500, 522
Asociación de Estudiantes de Guanajuato, 449
Asociación de Padres de Familia, A. C., 119
Asociación de Profesionistas de Puebla, 122
Asociación de Universitarios Libres, Durango, 432
Asociación Fraternal de Estudiantes de Jalisco, 214
Asociación Lasallista, 441
Asociación Nacional Cívica Femenina (ANCIFEM), 134, 511, 525,
527, 529, 530
Asociaciones de Padres de Familia de Colegios del DF, 400
Ateneo de la Juventud, Monterrey, 449
Aub, Max, 188, 198
Audiffred, José, 236
Avance, Querétaro, 449
Ávila Camacho, Manuel, 16, 17, 46
Ávila Camacho, Maximino, 399, 400
Ávila Sotomayor, Armando, 303-305
Ávila Zepeda, Jaime, 510
Avilés, Alejandro, 438

539
Aviña Zepeda, Jaime, 528
Ayala Anguiano, Armando, 61, 523
Ayala López, Rafael, 483-485, 487, 488, 515, 531
Azar, Héctor, 370
Azuela, Arturo, 113
Azuela, Salvador, 352, 353
Balaguer, Escrivá de, 218
Balderas Ceballos, Isaac, 496-500
Bamberau, Luis, 259
Baños Urquijo, Fernando, 103, 167, 188, 199, 204, 205, 257, 259,
269, 271, 273, 274, 276, 299, 345, 348, 350, 351, 353, 354, 368-371,
375, 472, 473, 475, 522, 533
Bañuelos, Guillermo Mario, 320
Bárbara, Jaime, 338, 499
Barbara, José Antonio, 188
Barberan Zetina, Fernando, 54, 59
Barbosa, Fernando, 56
Barceló, Víctor Manuel, 66
Bárcenas Azuara, Santos, 406
Barra, Félix, 520
Barrio, Francisco, 533
Barrón Frías, Lázaro, 489
Barros Knock, Manuel, 66
Barros Sierra, Javier, 345, 352, 368, 369
Basagoiti, José María, 134
Base de Acción Comunitaria Estudiantil (BACE), 373
Batalla, Clementina viuda de Bassols, 64
Batista, Eduardo, 498
Batista, Fulgencio, 34, 47, 123, 294
Bátiz M., Rafael, 81, 133, 233
Bátiz Morales, José Antonio, 137, 523-525
Baz, Gustavo, 152
Bazikin, 129

540
Bello, Édgar, 174
Belmont Acero, Fernando, 137, 350, 370
Belmont, Ricardo, 137
Beltrán López, Ramón, 166
Benavente, colegio, 38, 39, 41, 66, 106, 163, 168, 175, 209, 219, 359,
360, 361, 362, 425, 515
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), 8, 38
Benítez, Fernando, 198
Benítez, Luis, 359
Bernal Saldaña, Teófilo, 121
Beteta, Ramón, 134
Blacázar, Emilio, 361
Blanco Rodríguez, Pedro, 354
Blari, Alberto, 92
Bolaños, Laura, 293
Bonifaz Nuño, Rubén, 127
Borbolla, José Luis, 223
Bordes Mangel, Enrique, 7
Borrego, José Félix, 95
Borrego, Salvador, 11, 218, 220, 284, 288, 299, 438, 440, 480
Borrel Navarro, Eduardo, 438
Bosco Rosillo, Juan, 495, 498
Bracamontes Sardeneta, Mario, 110, 122,164, 165, 441
Bravo Ahúja, Víctor, 444, 454
Bravo Mena, Luis Felipe, 528, 533
Bravo y Cid de León, David, 36, 105, 106, 110
Bravo y Cid de León, Jesús, 105, 529
Bravo, José Antonio, 178, 289, 300
Bretón Carreón, Guillermo, 164
Briones, Hermelinda, 175
Brody, Tomás, 113
Buendía, Manuel, 13, 26, 27, 103, 209, 214, 250, 272, 285, 293, 325,
350, 360, 424, 425, 429, 432, 440, 485, 495, 500, 514, 515, 522, 523

541
Bueno Hernández, Manuel, 361
Bueno Moneda, Juan, 174
Buñuel, Luis, 184-186
Burguete, Rafael, 448
Bussi, Hortensia, 521
Bustamante, Guillermo, 275
Bustos Ch., Jorge L., 262
Caballero Barrón, Arturo, 152
Caballero, Carmelo, 429, 430
Caballeros de Colón, 108, 467
Cabello, Clemente, 255
Cabo Rodríguez, Celestino, 164
Cabrera Andrade, alias el Muerto, 238
Cabrera Barroso, Enrique, 36, 38, 39,
Cabrera Cosío, Enrique, 191
Cabrera Pontón, Germán, 237
Cabrera, Luis, 7
Calderón Hinojosa, Luis Felipe, 529, 533
Calderón, Jorge, 300
Calles, Plutarco Elías, 190
Calvillo Silva, Fernando, 495, 500
Calvo Sotelo, 243
Cámara de Comercio de Puebla, 111
Cámara Nacional de Comercio (CANACO), 375
Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA),
52, 386
Camarena, Elliot, 442
Camarillo Sánchez, Amado, 165, 166
Camou, Francisco José, 414
Campa Salazar, Valentín, 45, 406, 486
Campo, Carlos Martín del, 174
Campos Díez, Marcial, 106, 110
Campos Ruiz, Carlos, 319, 323

542
Campos, Manuel, 137, 368
Cánovas, Sara, 137
Canseco, Gerardo, 445
Cantú, José Antonio, 239
Capelo, Vicente, 32
Capetillo, Ricardo, 292
Capistrán Garza, René, 25, 33, 34, 96, 113, 128, 184, 187, 387-389
Cardenal Caggiano, Antonio, 241
Cárdenas del Río, Lázaro, 16, 53, 92, 94, 177, 213, 268, 316, 400, 453
Cárdenas Fuentes, Manuel Federico, 95
Cárdenas, Cuauhtémoc, 43
Cárdenas, Raúl F., 405
Cardiel Hurtado, Jorge, 257
Cardona, Salvador, 187
Carlos Pereyra, instituto, 39, 106, 175
Carpizo, Jorge, 9, 401
Carranza, Venustiano, 314
Carreño, Franco, 66
Carrera, Crispín, 152
Carrillo Flores, Antonio, 269
Carrillo Nabor, 34, 59, 60, 111, 129, 301
Carrillo Sánchez, Amado, 111
Carrillo, Alejandro Jr., 198
Carrillo, Emilio, 110
Casas, Francisco, 110, 111
Casasús Delgado, Ernesto, 52
Caso Ortiz, Daniel, 106
Caso Ortiz, Jesús, 106
Caso, Alfonso, 97, 301
Castañeda, Alberto, 347
Castañón Romo, Roberto, 374
Castellanos Cruz, Luis, 498
Castellanos Idiáquez, Alfonso, 498

543
Castellanos López, Pablo, 498, 500, 522
Castillo Calvo, Víctor Manuel, 164
Castillo Hernández, Rubén del, 121
Castillo Mota, Juan José, 60
Castillo Reyes, Manuel, 164
Castillo, Martínez, Heberto, 293, 378
Castro del Valle, Manuel, 524
Castro Osuna, Carlos, 208
Castro Ruz, Fidel, 33-39, 47, 48, 60-65, 85, 86, 89, 91, 92, 127, 129,
136, 145, 158, 172, 183, 188, 201, 204, 225, 283, 287, 378, 426, 517
Castro, Carlos, 448
Castro, Eusebio, 182
Cavazos Tames, Cristóbal, 318
Cea Olivares, Alejandro, 257
Ceceña, José Luis, 365, 367
Celis, Alejandro, 112
Central Campesina Independiente (CCI), 116, 207, 197
Central Intelligence Agency (CIA), 123, 225, 346, 375, 475
Central Nacional de Estudiantes Democráticos (CNED), 268, 299,
338, 348, 366
Centro de Estudios Sociales del Sector Privado (CESSP), 103, 522
Centro de Investigación y Documentación, (CIDOC) 25
Centro de Investigaciones sobre la Libre Empresa, 523
Centro Universitario Cultural, 233
Centro Universitario México, 56
Cepeda Venegas, Arturo, 39
Cervantes del Río, Hugo, 444
Cervantes, Enrique, 31
Cervantes, Francisco Leonel de, 425, 426
Cervantes, José Trinidad, 95, 116, 318, 321-323
Cervantes, Mireya, 472
Chapela, Gonzalo, 84

544
Chávez de la Lama, Ignacio, 13, 19, 23-26, 29, 31, 34, 36, 54, 56, 57,
59-62, 82, 84, 86, 87, 89, 90, 96, 97, 111, 112, 129, 150-154, 157, 165,
176, 181, 182, 184, 186, 187, 189, 190-195, 198-200, 204-206, 234, 245,
246, 262, 268, 269, 272, 274, 276, 297, 320, 321, 341-344, 346, 348,
365, 371
Chávez, Inés, 204
Ciencias, facultad, 64
Círculo Estudiantil de la Laguna, Torreón, 449
Círculo Eusebio Kino, Sinaloa, 443
Círculo Eusebio Kino, Sonora, 432
Círculo José Vasconcelos, DF, 432, 441, 449
Círculo Obrero Marxista Leninista, 509
Clamont de Siegrist, Dolores, 216
Clouthier, Manuel J., 134, 525, 526
Club Atlético Chiapaneco, Tapachula, Chis., 443
Club Estudiantil Newton, 247
Club Internacional de la Buena Vecindad, 134
Club Lasallista de Insurgentes Sur, 300
Club Non Plus Ultra, Guanajuato, 432, 443
Club Sierra, Puebla, 441
Club Universitario de Superación y Promoción Integral para el
Desarrollo Estudiantil (CUSPADE), 449
Coalición de Organizaciones para la Defensa de los Valores
Nacionales, 383
Coello Esponda, Luis Felipe, 137
Coello Macías, Luis Felipe, 8, 65, 66, 77, 78, 80, 81-86, 88-90, 92, 93,
103, 128-131, 136, 151, 153, 154, 165, 183, 187-190, 193, 209, 214,
222, 234, 248, 257, 258, 338, 339, 360, 442, 460, 475, 514, 522, 530
Coindreau, José Luis, 134
Colegio Cardenalicio, 248
Colegio de Bachilleres de Hermosillo, 498
Colegio del Estado, 113

545
Colegio La Salle, 491
Colegio México, 142, 287
Coll, César, 490
Coll, Maribel, 490
Comisión Episcopal de Educación y Cultura, 464
Comisión Mexicana de los Derechos Humanos (CMDH), 54
Comité Coordinador de la Iniciativa Privada (CCIP), 39, 106, 111
Comité Coordinador del Consejo Nacional de la Juventud
Demócrata Cristiana, 258
Comité de Amigos de Guatemala, 130
Comité de Lucha de la facultad de Economía, 509
Comité de Prodefensa de los Derechos Estudiantiles, 119
Comité Estudiantil Femenino, 378
Comité General Prodefensa de la Libertad de Cátedra y Expresión
Universitaria, 80, 81, 111
Comité Instituto de Acción Social (IDEAS), 510
Comité Mexicana de Orientación Popular, 381
Comité Nacional del PAN, 131, 524-526, 529
Comité Nacional Provida, 294
Comité Regional Anticomunista, 114
Compañía Nacional de Subsistencias Populares (CONASUPO), 484
Con Misses, Ludwing, 202
Concha Ramírez, Víctor, 377
Conchello, José Ángel, 524-529
Conejos, 302
Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (CONCANACO), 48
Confederación Estudiantil Universitaria, 234, 301
Confederación Interamericana de Defensa del Continente (CIDC), 37
Confederación Nacional de Estudiantes (CNE), 83, 97, 301-305, 307,
318
Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), 86,
87, 134, 135, 385, 387, 393, 395, 401, 462, 488, 531
Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM), 259

546
Congregación Mariana, 236
Consejo Estudiantil Poblano (CEP), 108
Consejo Nacional de Estudiantes (CNE), 393-395, 449, 509- 511,
513, 393, 394, 446
Consejo Nacional de Huelga, 375, 392
Contestación, Morelia, 443
Contreras Salcido, Antonio, 497, 498, 499
Contreras, Jesús, 131
Cordera, Rolando, 131, 198, 200
Córdoba, Rodolfo, 443
Corkidi, Rafael, 445
Cornejo Olaguíbel, Bernardo, 316, 319
Corona del Rosal, Alfonso, 381
Corona, Emilio, 166
Corporación Cívica (sección juvenil), Durango, 432
Corporación de Estudiantes Mexicanos (CEM), 235-239
Corral Camou, Alejandro, 95, 306, 317, 319, 324
Correa de Oliveira, Plinio, 479, 480
Corro Ferrer, Jesús, 105, 106
Cortés Gámiz, Salvador, 511
Cortés, Hernán, 445
Cortés, José Javier, 66
Corvalán, Luis, 431
Cota Pérez, Pedro, 354
Covarrubias, Javier, 383
Covarrubias, José Manuel, 236
Cravioto Lebrija, Alejandro, 513
Crespo Pozuela, José Antonio, 373
Cristóbal Colón, colegio, 56, 209, 219, 419-421, 515
Cruz Gómez, Julio, 364
Cruz Ramírez, Margarito, 346, 347
Cruzada Nacional Cooperativa, 220
Cruzada Regional Anticomunista, 51, 134, 442

547
Cuautle Méndez, Jorge, 121
Cué Canovas, Agustín, 66, 261
Cuéllar y Aguilar, Amparo, véase Kalfopulos Amparo
Cuesta Gallardo, Carlos, 94, 213, 220, 258, 300
Cueto González, Felipe de Jesús, 374, 432, 441, 444
Cultura y Patria, colegio, 419, 420
Danzós, Palomino, 197
Darío Miranda, Miguel, 49
Dávila Juárez, Jorge Enrique, 425, 426, 531
Dávila Peralta, Nicolás, 105
Dávila, Ignacio, 163
Delgado N., Alfredo, 221
Delgado, Álvaro, 15, 226, 483
Delorme, Rafael, 84
Democracia Cristiana Internacional, 222
Derecho, escuela de la uap, 121, 174
Derecho, facultad de la UNAM, 61, 65, 83, 130, 147, 148, 151-153,
191, 192-194, 197, 207, 233, 256, 264, 275, 302, 342, 343, 403
Desarrollo Humano Integral A. C. (DHIAC), 23, 120, 134, 490, 512,
522, 525, 527-530
Desarrollo Integral para la Familia (DIF), 403
Desobry, Agustín, 233-235, 244-246, 384, 416
Díaz Borja de Nasta, Guadalupe, 389, 390
Díaz Borja, Alfredo, 389, 390
Díaz Cid, Antonio, 417
Díaz Cid, José Antonio, 106
Díaz Cid, Manuel Antonio, 36, 39, 103, 109, 164, 165, 172, 441, 521
Díaz Mirón, Salvador, 7
Díaz Ordaz, Gustavo, 10, 16, 20, 21, 26, 34, 42, 45, 46, 49, 112-115,
117, 166, 195, 205, 206, 226, 261, 267, 268, 271, 272, 285, 308, 309,
314, 315, 318, 325, 344, 361, 362, 379, 383-386, 388-390, 395, 399, 400
Díaz Pérez, Félix, 430
Díaz Soto y Gama, Antonio, 136

548
Díaz Vivar, José Antonio, 36
Díaz, Félix, 7
Díaz, José Antonio, 133
Díaz, Porfirio, 6
Dibildox, Ramón, 464
Díez Hidalgo, Ricardo, 137, 373
Dirección Federal de Seguridad (DFS), 20, 21, 31, 32, 52, 58, 94, 96,
107, 109-111, 122, 137, 164, 166, 188, 194, 213, 215, 219, 220, 222-
224, 234, 250, 254, 260, 299, 306, 320-322, 341, 345, 348, 352, 354,
369, 373, 374, 377, 390, 394, 411, 415, 416, 418, 423, 425, 430, 440,
444, 445, 453, 468, 469, 471, 472, 481, 483, 489-492, 509-513
Directorio Estudiantil Poblano, 361
Directorio Estudiantil Revolucionario, 164
Directorio Estudiantil Universitario, 118
Directorio Revolucionario Estudiantil, 163, 287
Directorio Revolucionario Magisterial, 287
Domingo, Alberto, 198
Domínguez Guzmán, Augusto, 103
Donoso, Carlos M., 204
Dorantes, Rodolfo, 281
Dorticós, Jorge, 163, 172
Dorticós, Oswaldo, 35
Durán Cáceres, Héctor, 475
Durán Reveles, José Luis, 533
Durán y Casahonda, Juan, 84
Durán, Salvador, 221
Echenique March, Felipe, 375
Echeverría Álvarez, Luis, 17, 18, 117, 267, 292, 324, 386, 390, 393-
395, 398-400, 411, 417, 422, 431, 432, 438, 475, 476, 506, 517, 520, 521
Echeverría, Rodolfo, 207
Economía, facultad de la UNAM, 63, 65, 77, 129, 131, 183, 200, 208, 342
Elizalde Pérez, Octavio, 485, 492
Elizondo Torres, Rodolfo, 528, 533

549
Encinas, Dionisio, 45
Escudero, Roberto, 366
Escuela de Ciencias Políticas, 207
Escuela Libre de Derecho, 393, 405, 523
Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo, 375
Escuela Nacional de Arquitectura, 157, 270, 345
Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales, 182, 183, 188,
192, 256, 257
Escuela Nacional de Ciencias Químicas de la UNAM, 188, 205, 247
Escuela Nacional de Economía de la UNAM, 61, 77-80, 84, 88, 123,
127, 188, 192, 272, 352, 355, 365, 367, 369
Escuela Nacional de Economía del IPN, 375
Escuela Nacional preparatoria de San Ildefonso, 305
Escuela Normal de Maestros, 45
Escuela preparatoria diurna de la UAP, 174
Espina G., Eliseo, 133
Espinosa de los Monteros, Ricardo, 133, 221
Espinosa Ogarrio, Fernando, 400
Espinosa, Jorge, 443
Etayo, Carlos, 480
Ezquerra, José Luis, 360, 363
Falcón, Jaime Óscar, 66, 147
Farah, estudiante, 131
Farías, Luis M., 226
Fazio, Carlos, 438
Federación de Estudiantes Técnicos del Politécnico, 208
Federación de Partidos del Pueblo Mexicano (FPPM), 308, 309, 312
Federación Estudiantil Universitaria (FEU), 236, 238, 286, 301, 302, 304
Federación Mexicana Anticomunista de Occidente, 442
Federación Mundial Anticomunista, 442
Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET), 375, 377, 380
Federación Universitaria de Sociedades de Alumnos (FUSA), 131,
189, 275

550
Federal Bureau of Investigation (FBI), 263
Feldman Peterson, Klaus, 103-106, 165, 227, 360
Fernández de Cevallos Urueta, Jaime, 131, 189
Fernández de Cevallos, Diego, 131, 533
Fernández Kirham, Miguel, 510, 511
Fernández Ortega, Raúl, 496
Fernández, Alfonso, 147
Fernández, Marcelo, 137
Ferrer Covarrubias, Jesús Víctor, 488
Ferrer Mc Gregor, Eduardo, 322, 373
Figueroa Sandoval, Carlos, 103, 337
Filosofía y Letras, facultad de la UNAM, 131, 146, 151, 203, 365, 366, 367
FLAMA, 422
Flores Narro, Felipe, 39
Flores Olea, Víctor, 187
Flores Rico, Álvaro, 377
Flores Urquiza, Rodolfo, 275
Flores, Álvaro, 338
Flores, Héctor, 386
Flores, Rogelio, 380
Flores, Sabás, 394, 448
Flota, Marco Antonio, 293
Fondo de Cultura Económica (FCE), 262, 272, 273, 275, 352, 353
Ford, Henry, 218
Foucher, Brito, 97
Franco Gutiérrez, Antonio, 207
Franco Mexicano, 287
Franco Serrato, José, 274, 275, 276
Franco, Francisco, 33, 185
Frank Rozzi, Jorge, 279
Frente Anticomunista Mexicano, 221
Frente Cívico Mexicano de Afirmación Revolucionario, 131, 188
Frente Democrático Anticomunista, 51, 114

551
Frente Democrático Popular Universitario, 509
Frente Electoral del Pueblo, 197, 207
Frente Homosexual de Acción Revolucionaria, 486
Frente Independiente de Reestructuradora Mentalidad (FIRME), 449
Frente Patriota de México, 220, 221, 223, 288, 289
Frente Patriótico Anticomunista Nacional, 298, 449
Frente Popular Anticomunista, 141, 319
Frente Unido de Estudiantes Revolucionarios, 369
Frente Universitario Anticomunista (FUA), 13, 14, 36, 37, 39, 103 -
111, 118- 122, 130, 134, 152, 163-168, 174, 175, 204, 219, 220, 223,
285, 307, 361, 364, 395, 398, 425, 432, 441- 443, 449, 514, 530
Frente Universitario Mexicano (FUM), 377
Frente Universitario Nacionalista, 288
Freyre, seudónimo del caricaturista, 60
Fritz von Graevenitz, Kurt, 146-148
Fuente, Virgilo R., de la, 269
Fuentes Castellanos, Ricardo, 243, 244
Fuentes, Carlos, 61, 62, 117, 198
Fuerza Nueva, 360
Fundación Mexicana para la planeación Familiar (MEXFAM), 463
Gago, Antonio, 66, 145, 151, 152, 153
Gallástegui Contreras, Juan Manuel, 54, 59
Gans, Henry Arnold, 150
Garay, Rafael, 511
García Barragán, Marcelino, 272
García Cantú, Gastón, 63
García de M., M., 307
García Golzarri, Gerardo, 104
García Ibarra, Abraham, 515
García López, Agustín, 60
García López, Alfredo, 258
García Mata, Luis, 354
García Maynez, Eduardo, 113

552
García Naranjo, Nemesio, 6
García Obeso, Julio César, 497-499
García Ponce, Juan, 293
García Ramírez, Jorge, 449
García Ramos, Mario, 95, 96
García Reyes, Nicanor, 177
García Suárez, Eduardo, 106
García Terrés, Jaime, 37, 61, 63, 140, 152, 184, 187, 192, 198, 516
García Treviño, Rodrigo, 60-63, 84, 87, 184, 438
García Valseca, José, 92, 119, 163, 299, 362
García, Marcelino, 308
Garibay, Ángel María, 182
Garro, Elena, 292, 293
Garza Sada, Eugenio, 51
Gasca Villaseñor, Celestino, 268, 307-309, 311-317
Gertz Manero, Alejandro, 135
Gil Castañeda, Francisco Javier, 354
Glockner Lozada, Julio, 108, 174
Goebbels, doctor, 253
Goldnik, Alice, 292
Gómez Díaz, Restituto, 360, 361
Gómez Espejel, Jesús, 490,
Gómez Espejel, Luis Enrique, 490, 491
Gómez Gordoa, José, 390
Gómez Mayorga, Mauricio, 383
Gómez Medina, Héctor, 376
Gómez Mont, Felipe, 268, 288, 392, 405
Gómez Morín, 94, 96, 97, 170
Gómez Palacio, 318
Gómez Samaniego, Gustavo, 95, 319
Gómez, José Miguel, 163
Gómez, Ricardo, 306
Gómez, Silverio, 188

553
González Casanova, Henrique, 37, 63, 187, 198
González Casanova, Pablo, 472
González de Aragón, Arturo, 239
González Flores, Anacleto, 215, 442
González Garza, Francisco, 528
González Garza, Julio, 430
González Gollaz, Ignacio, 222
González Guzmán, Ignacio, 276
González Juáuregui, 191, 238
González López, Óscar, 31, 59, 66, 123, 145, 147, 148, 151-153, 204, 208
González Luna, Efraín, 94
González Morfín, Efraín, 529
González Negrete, Gregorio, 354
González Niebla, Gilberto Ramón, 392
González Pedrero, Enrique, 61, 63, 186, 187, 198, 269, 271, 273, 276
González Ramírez, Jorge, 204
González Rodríguez, Jacobo, 354
González Rodríguez, Pedro, 354, 491
González Rojo, Enrique, 61
González Romero, Óscar, 452
González Ruiz, Édgar, 5, 8
González Sáenz, Leopoldo, 387
González Salceda, Alberto, 95
González Schmal, Raúl, 131
González Torres, José, 50, 318
González y González, Enrique, 133
González, Juan Crisóstomo, 484
González, Tonatiuh, 65, 66
Gortari, Eli de, 37, 113, 175, 187, 191
Granados Chapa, Angelito, 438
Granados Chapa, Miguel Ángel, 243, 254-256
Griguera, José Manuel, 383
Grupo Alfa 66, 439

554
Grupo Ariel, 236
Grupo Bolonia, DF, 443
Grupo Cristianismo Sí, 122
Grupo Delta, Chihuahua, 449
Grupo Epsilon, 245
Grupo Interescolar Dios y Montaña, DF, 432
Grupo José María Morelos, Michoacán, 432
Grupo José Vasconcelos, 443, 510
Grupo Lambda, 486
Grupo Lombardo Toledano, 471
Grupo Mariano, 127
Grupo Monterrey, 51, 97, 176, 325, 432, 475
Grupo Náhuatl, 122, 441
Grupo Patricio Lumumba, 130
Grupo Prometeo, 147
Grupo Renacimiento, 130
Guajardo Suárez, Horacio, 49, 84, 393
Guajardo Suárez, Roberto, 387, 401
Guardia Nueva, 293
Guardia Unificadora de Iberoamérica y/o Grupo Universitario de
Integración Académica (GUIA), 30, 454, 456, 467, 468, 471- 477, 479,
489, 492
Guarza, Jaime, 244
Guerra Fernández, Armando, 83, 108
Guerra Leal, Mario, 82
Guerra, Ángel, 254
Guerra, Ricardo, 61
Guerrero Castillo, Antonio, 472
Guerrero Ojeda, Manuel, 164
Guerrero, Eduardo, 341
Guerrero, Luz, 203
Guerrero, Raymundo, 442
Guevara Niebla, Gilberto, 373, 375

555
Guevara, Ernesto Ché, 405, 426, 452
Guillén Palma, jefa de escuelas de la UNAM, 57
Guisa y Acevedo, Jesús, 284
Gutiérrez Amezcua, Rafael, 36
Gutiérrez Balboa, Alejandro, 513
Gutiérrez Barrios, Fernando, 506
Gutiérrez Ibáñez, Ernesto, 503
Gutiérrez Vega, 302
Gutiérrez, Alejandro, 394, 448
Gutiérrez, Tonatiuh, 77, 85
Guzmán, Arturo, 39
Halimi, Gisele, 293
Hallal V., Jorge, 81, 133, 134
Hallal Zepeda, Dumit, 164
Hamberguiam, Jacobo, 37
Hans Kung, 505
Hayes, Merle H., 205
Hemeroteca Nacional, 25
Henríquez Guzmán, Miguel, 312
Hernández Alfaro, Donaciano, 470
Hernández Armas, Joaquín, 269
Hernández Casanova, Fernando, 238
Hernández Cervantes, Javier, 306, 316
Hernández Díaz, Arturo Manuel, 220, 288, 289, 291-293, 299, 467- 470
Hernández Escobedo, Alberto, 510, 511
Hernández Gentil, Bernabé, 453
Hernández Gentil, Gerardo, 452
Hernández Hernández, Raúl, 511
Hernández Parra, Hiram, 472
Hernández Ramírez, Juan Manuel, 354
Hernández, Alberto, 454, 489
Hernández, Jorge, 275
Hernández, José Luis, 510

556
Hernández, Luis, 56, 57, 58
Hernández, Miguel, 366
Hernández, Pedro, 448
Herrera González, Juan Carlos, 354
Herrera Marmolejo, Carlos, 291
Herrera Medina, Gilberto, 31, 123, 191-195
Herrera Rivera, Fernando, 376
Herrera, Enrique, 123, 316, 317
Herrera, Jesús, 133
Herrera, Manuel, 511
Hess, Walter, 149
Hidalgo Martínez, Antonio, 95
Hijas de María, 108
Hillssale College de Michigan, 93
Hinojosa, Gabriel, 121, 135
Hiriart, Humberto, 66, 145, 147, 151, 153
Hitler, Adolfo, 11, 145, 149, 285, 296, 421
Ho Chih Minh, 452
Hornedo, Eduardo, 84
Horney, Paul, 133
Hoz, Fernando de la, 302
Huerta Morales, Cuauhtémoc, 121
Huerta, Victoriano, 7
Humboldt von, Alexander, 150
Hurtado, Bernardo, 376
Idígoras, Manuel, 130
Iglesias, Carlos, 106
Illich, Ivan, 370
Ingeniería, facultad de la UNAM, 270, 376, 378
Inpi, 521
Instituto Atlético Cultural Militar, (IACM), 469, 492
Instituto Cultural Mexicano-Ruso, 365
Instituto de Acción Social de la UNAM, 432, 441

557
Instituto de Cultura Hispánica, 173, 218
Instituto de Geología de la UNAM, 261
Instituto de Integración Iberoamericana, 93, 523
Instituto de Intercambio Cultural México Rusia, 284
Instituto de Investigaciones Motolínia, 522
Instituto de Investigaciones Sociales y Económicas (IIES), 87, 88,
91-93, 523
Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del
Estado (ISSSTE), 186
Instituto Franco-Inglés, 56, 57
Instituto Mexicano Cubano de Relaciones Culturales José Martí,
65, 66
Instituto Mexicano Ruso de Relaciones Culturales, 279, 280, 287
Instituto Mexicano Ruso (IMR), 283, 288-290
Instituto México, 163
Instituto Nacional de la Reforma Agraria de Cuba (INRA), 201
Instituto Nacional de Migración (INM), 123, 413, 414
Instituto Oriente, 39, 104, 106, 175
Instituto Patria, 55, 56
Instituto Politécnico Nacional (IPN), 312, 314, 315, 361, 362, 373,
380, 484
Instituto Renacimiento, 460
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Oriente (ITESO), 490
IPS, 474
Irbaguen Rebollar, José de Jesús, 376
Isla Paulín, Manuel de la, 178, 223, 284-289, 291-294, 298-300, 354, 468
Islas, Andrés, 498
Ituarte Reynauld, Daniel, 24, 287-292, 294, 531
Ituarte Servín, Alfonso, 288
Iturbide, 467
Iturbide, Aníbal de, 92
Izcazbalceta, Arturo, 511
Jaramillo, Rubén, 43, 316

558
Jarque, Joan, 418
Jenkins, William, 42, 107
Jiménez Acosta, Isidoro, 164
Jiménez de Lara, Arturo Rolando, 492
Jiménez Ortiz, Arturo, 354
Jiménez Plata, José, 354
Jiménez, Carlos Y., 311
Jiménez, Enrique, 39
Jodorowski, Alejandro, 198, 201, 423, 444, 516
John Birch, society, 224, 285
José Antonio César, banquero, 387
Joven América, 281-283
Joven Guardia, 366, 367
Juan Pablo II, papa, 18, 28, 259, 438, 439, 464, 505
Juan XXIII, papa, 215, 243
Juárez García, Benito, 61, 172
Juárez, Nicandro, 174
Junco, Alfonso, 284
Junta Diocesana de la Acción Católica, 442
Juventud Comunista Mexicana, 207, 373
Juventud de Acción Católica, 136
Juventud Estudiantil Mariana (JEM), 419-421
Juventud Inconforme Positiva, Guanajuato, 432, 443, 491, 492
Juventud Independiente Yucateca, 432, 443
Juventud Lasallista, 421
Juventud Nueva, 122, 395, 432, 441, 443, 449
Juventud Obrera Católica, 277
Juventud Provida, 421
Juventud Regiomontana, 432, 442
Juventudes Auténticas de México, 123
Juventudes Cristianas, Jalisco, 432, 442, 443
Juventudes Integristas, 220
Juventudes Nacionalistas de México, 97, 103

559
Kalfopulos Katzaki, Jorge, 19, 485, 491
Kalfopulos, Amparo, 485
Kalfopulos, Carlos, 222
Kalfopulos, Kristos, 485
Kennedy, John F., 197
Knoreder, Hildegard, 224
Korda, Michael, 263
Ku klux klan, 224
La Orquesta, 23, 122
Labrada Martínez, Marco Antonio, 354
Lacouture, Jean, 293
Lagos, Lisio, 204
Lagos, Socorro, 204
Laguna Pérez, José, 354
Lambert, padre, 304
Lara, Pedro, 414
Lara, Wilebaldo, 37
Larroyo, Francisco, 145
Laviada, Iñigo, 84-86, 284, 515
Lavín, José Domingo, 273
Lea, 521
Leal, Juan Felipe, 348
Leaño Álvarez del Castillo, Antonio, 214, 215
Leaño Álvarez del Castillo, Juan José, 214
Leduc, Renato, 98, 198
Lefebvre, Marcel, 490, 495
Legión Juana de Arco, 212, 222, 225
Legión Juvenil Cristiana, 212, 215, 217, 222, 225
Legorreta, Francisco Javier, 425
Legorreta, Luis, 325
Leitier, Salomón, 445
Lemus, Adolfo, 137
Lenin, Vladimir Ilich, 61, 439, 452

560
Leñero Otero, Vicente, 438
León Sánchez, Manuel, 133
León XIII, papa, 6
Lewis, Óscar, 273
Leyes, facultad de la UAP, 110
Liera, Óscar, 514
Liga 23 de Septiembre, 490
Liga Comunista 23 de Septiembre, 461
Liga de Estudiantes Católicos, Zacatecas, 432, 443
Liga Estudiantil Cristiana, 298
Liga Mundial Anticomunista, 243
Liga Universitaria Nacionalista (LUN), 209, 212, 213, 216, 217, 219,
220, 222-225, 227, 298
Liga Universitaria Reestructuradora (LUR), 211, 212, 298
Ligas Populares 28 de Febrero, 486
Lima Malvido, María de la Luz, 9, 24, 401-404
Livas, Enrique, 176
Lizaldo, Eduardo, 61, 185
Llamas, Adrián P., 472, 473
Llamas, Roberto, 472, 473
Lombardo Toledano, Vicente, 33
López Cámara, Francisco, 61, 113, 198
López Campuzano, Joaquín, 236
López Dóriga, Joaquín, 402
López Galicia, Guillermo, 485
López Mateos, Adolfo, 33, 34, 37, 43-46, 49-51, 92, 96, 114, 115,
118, 221, 267, 316, 400
López Narváez, Froilán, 343
López Negrete, Ladislao, 386
López Portillo y Rojas, José, 7, 117, 182, 400, 444, 505
López, Fernando, 454
López, Jacinto, 316
López, Mateos, 197

561
López, Rubén, 513
Loranza Sentíes, Ricardo, 121
Loyo, Adolfo, 499
Lozano Gracia, Antonio, 533
Lozano, David O., 377
Lozano, Fernando, 524
Lozano, Jesús María, 6
Lubke, Heinrich, 355
Luegge, José Luis, 524, 525
Lugo Gutiérrez, Arturo, 133
Lumiere, 88
Luna, Matilde, 401
Macías Cardona, Luis Alfonso, 152, 198
Macías Rodríguez, Manuel, 511
Madero, Francisco I., 6, 7
Madero, Pablo Emilio, 52, 511, 512, 524, 528-530
Madrazo, Carlos, 292
Madrazo, Manuel, 274
Madrid, José, 109
Maercau, Andrés, 221
Magaña Cerda, Octavio, 95
Maldonado Santillán, Gerardo, 164, 453
Maldonado Santillana, Manuel, 442
Maldonado, Braulio, 316
Maldonado, José Antonio, 468-470
Maldonado, Luis, 163
Manilla Ávila, José Raúl, 499
Mansilla, Roberto, 199, 276
Manuck, J., 235
Manzanera, Luis Enrique, 203
Mao Tse Tung, 61, 200, 218, 405, 452
Máquez Montiel, Joaquín, 520
Marcué Pardiñas, Manuel, 64, 378

562
Márquez de Ita, Jesús, 121
Márquez y Toriz, José Ignacio, 108
Márquez y Toriz, Octaviano, 107-109, 172, 223, 225, 250, 425, 431, 441
Martí, José, 8
Martínez Barranco, Juan, 95
Martínez de la Vega, Francisco, 417
Martínez Elissague, José, 363
Martínez Hernández, Ernesto, 354
Martínez Herrera, Hugo, 163, 164
Martínez Mantou, Emilio, 399
Martínez y Huerta, Antonio, 467
Martínez Zúñiga, Leoncio, 481
Martínez, Abraham, 177
Martínez, Efigenia, 520
Martínez, Lucila, 485
Martínez, Luz María, 235
Martínez, Roberto, 472
Maruco Flores, Enrique, 390
Marx, Carlos, 35, 61, 192, 405, 447, 452
Mastretta Arista, 42
Mastretta Cobel, Carlos, 10, 31, 110, 163, 164, 167-174
Mastretta, Ángeles, 167
Mastretta, José Luis, 425
Mastretta, Marcos, 168
Mastretta, Sergio, 167
Mata, Filomeno Jr., 45
Mata, Filomeno, 44
Matain Merino, Fernando, 511
Matías Merino, Felipe, 511
Matus Alatorre, Francisco, 354
Mayagoita, David, 58, 233-236, 238, 239
Máynez, Humberto, 111
Mayogoitia, José Manuel, 234, 416

563
Mazo, Alfredo del, 238
Mc Greater, Marcos Gregorio, 259
Medicina, facultad de la unam, 112, 199, 236, 354, 374
Medina Placencia, Carlos, 492
Medina Vidiella, Alfredo, 187, 416
Mejías, José Luis, 239
Mena Gutiérrez, José Ángel Alfonso, 489, 490
Mena Martínez, José Ángel, 490
Méndez Arceo, Sergio, 9, 215, 249, 250, 260, 402, 439
Méndez Rostro, Vicente, 373, 376
Méndez, José Manuel, 109
Mendiolea Cerecero, Raúl, 207, 280, 284, 286, 287, 291, 374, 392
Mendoza Godínez, Roberto, 492
Menéndez Rodríguez, Roger, 292
Menéndez, Mario, 292
Menisov, diplomático, 270
Meouchi, Edmundo, 87, 392-395
Mercado Aguirre, 52
Merino Fernández, Francisco Jesús, 110, 167, 486
Mermeo, Jorge, 236
México Unido contra la Delincuencia, 135, 530
Meza, Ramón, 361
MICOS, 498
Mier Mora, Rafael, 373
Ministerio de Propaganda del II Reich, 253
Miranda y Gómez, 413, 513
Miranda, Miguel Darío, 239-242, 246, 249, 473, 417, 513
Moheno, Querido, 6
Moncayo, Eduardo Pascual, 66, 145, 147, 151-153
Mondragón González, Agustín, 485
Mondragón, María Luisa C. de, 95
Monjaraz, Víctor, 187
Monsalvo, Pablo, 131

564
Monsiváis, Carlos, 185, 198, 199, 486
Montero Monroy, Ricardo, 354
Montes de Oca, Luis, 92
Montes, Edolina, 485
Moral, Gustavo, 342
Morales Hernádez, José, 354
Morales Piloni, Ángel, 121
Morales, Everardo, 110
Morales, Melquíades, 174
Morelos Obregón, Jorge, 174
Morelos Zaragoza, César, 52
Moreno Guzmán, Jesús, 247
Moreno R., Carlos, 163
Moreno Valle, Rafael, 107
Moreno Woche, Raúl, 354
Moreno, José Pedro, 106
Moro, Tomás, santo, 404
Movimiento Cívico Juvenil, Coahuila, 432
Movimiento Cívico Tradicionalista de México, 479, 492
Movimiento Cristiano Internacional, 498
Movimiento Cristiano Mexicano, 481
Movimiento de Integración Preparatoria, León, 449
Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana, 122
Movimiento de Liberación Nacional, 116, 197, 273, 378
Movimiento Demócrata Cristiano, 96
Movimiento Estudiantil Anticomunista, 481
Movimiento Estudiantil Profesional (MEP), 214, 337, 338
Movimiento Familiar Cristiano (MFC), 51, 104, 415, 281
Movimiento Joven América, 295
Movimiento Joven Europa, 295
Movimiento Juvenil José Escandón, Tamaulipas, 432, 443
Movimiento Liberación Nacional (MLN), 216
Movimiento Mexicanista de Integración Nacional, 213

565
Movimiento Montecristo, 287
Movimiento Nacionalista Cristiano, 279, 281-283, 295, 296
Movimiento Nacionalista Cubano, 296
Movimiento Nazi Internacional, 223
Movimiento Social Cristiano, 214
Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (MURO), 6-
31, 33, 59, 60, 66, 82, 86, 88, 90-93, 97, 103-105, 111, 113, 118-123,
127-131, 133, 136-140, 142, 145, 150-152, 154, 157, 161, 163-175, 177,
178, 182-191, 193, 194, 198-200, 202-205, 207, 209-212, 214-220, 224-
227, 233-235, 240-250, 253, 254, 256-259, 261, 262, 264, 267-277, 283,
284, 286, 287, 289, 290, 295-300, 323, 337-342, 344-346, 348-354, 360,
362, 364-371, 373-381, 383, 388, 391, 392, 395, 399, 402, 404, 411-420,
422-426, 429-432, 441-443, 449, 451, 454-465, 479, 481, 483, 489, 495,
500, 504, 506, 507, 509-517, 519, 522-526, 529-532
Moya Palencia, Mario, 444
Muggenburg, Federico, 93, 103, 258, 259, 400, 458, 460, 479, 489,
510, 521, 522
Mujeres de Acción Católica Mexicana, 381
Mújica Montoya, Emilio, 77, 79, 84, 85, 89, 352
Muñoz Batta, Sergio, 145, 147, 151
Muñoz Cabrera, Miguel, 472
Muñoz Ledo, Porfirio, 444, 520
Muñoz, Carlos, 39
Muñoz, Héctor, 418
Muñoz, Ramón, 533
Murillo Orta, Guillermo, 492
Musacchio, Humberto, 514
Mussolini, Benito, 11, 285, 293
Natarén, Jaime, 106
Nava Huerta, Rafael, 414
Nava Miranda, César, 454, 462, 463, 464, 531
Navarrete, Juan, 339
Navarro Flores, Agustín, 142

566
Navarro Vázquez, Agustín, 13, 87, 91, 92, 93, 94, 95, 123, 142, 172,
284, 318, 323, 325, 414, 415, 438, 486, 487, 505, 523
Navarro, Bernabé, 366
Navarro, Jorge, 511
Navarro, Miguel, 167
Nieva Velázquez, Jesús, 81, 137
Nixon, Richard, 214
Noguera Alarcón, Pedro, 314
Nosti Guillén, Manuel, 472
Nueva Guardia, 467, 468, 469, 470, 471
Núñez Camacho, Antonio, 354
Núñez Chávez, Arturo, 491
Nuño, Francisco Javier, 464
O'Conell, Daniel, 445
Obregón, Emilio, 383
Ocampo Valenzuela, Alfredo, 137, 257
Ocejo Moreno, Jorge, 110, 121, 135
Ochoa, Jesús, 198
Ochoa, Sergio, 49
Odontología, facultad de la UNAM, 337
Olaguíbel, Francisco, 7
Olarte Venegas, Guillermo, 490, 491
Olhovich, Setio, 445
Olivares, Héctor Hugo, 239
Oliveros Ángeles, Hugo Ezequiel, 497-500
Oliveros Ángeles, Rodolfo, 390
Orden Patriótica Cristiana, 213
Orea de Gómez, Paulina, 490
Orfila Reynal, Arnaldo, 272, 273, 275-277, 341, 346, 353, 355
Organización de Estudiantes de América, 82
Organización de las Naciones Unidas (ONU), 151, 379
Organización Escudera Tradicionalista, 254
Organización Joven América, 224

567
Organización Joven Europa, 224
Organización Ordine Nuovo, 285
Organización Patriótica Anticomunista, 213
Organización, Cooperación y Acción (OCA), 15, 85
Oropeza, Antonio, 38, 175
Orozco Lomelí, David, 321
Orozco Lomelí, Francisco, 244, 281
Orozco Romo, David, 222, 284
Orta Guerrero, Jesús, 469, 470
Ortega Sánchez, Alejandro, 497, 498, 499, 500
Ortega, Fausto, 40
Ortiz de la Peña, Fernando, 350
Ortiz Figueroa, Jesús, 95
Ortiz Garza, Nazario, 386
Ortiz Hernández, Jaime, 354
Ortiz Tejeda, Carlos, 152, 153
Ortiz Tovar, Walter, 131, 198, 208
Oseguera López, José, 354
Osorio Jiménez, Ernesto, 354
Otero Flores, Braulio, 137, 374
Ousset, Jean, 202, 218
Ozuna Alcaraz, Jesús, 481
Pacheco, Leovigildo, 338
Padilla de Alba, Javier, 236
Pagés Llergo, José, 198, 253
Palancares Rodríguez, Antonio, 354
Palomares, Noé, 317
Pando Mundel, Arturo, 81
Pando Mundet, Manuel, 137
Pando, Faustino, 361
Pardinas, Felipe, 285, 359, 363
Pardinas, padre, 360, 361
Pardo Pérez, Gastón, 103, 337, 360

568
Paredes Moctezuma, Luis Eduardo del Sagrado Corazón de Jesús,
119-121, 174, 443
Paredes, Silvestre, 122
Parra Aquino, Darío, 473
Parroquia Universitaria, 233, 235, 241, 243-246, 383, 416
Partido Acción Nacional (PAN), 7, 22-24, 37, 51-54, 85, 96, 103, 120,
121, 134, 168, 170, 178, 194, 215, 238, 287, 288, 302-304, 342, 416,
426, 452, 463, 487, 511, 512, 523-531
Partido Católico Nacional (PCN), 6, 7, 194
Partido Comunista Mexicano (PCM), 43, 64, 187, 198, 207, 208, 269,
342, 378, 380, 387, 392, 479, 486
Partido Conservador, 319
Partido Constitutcionalista Revolucionario (PCR), 82
Partido Demócrata Comunitario Mexicano, 414
Partido Demócrata Cristiano, 258
Partido Demócrata Potosino (PDP), 52
Partido Estudiantil Socialista (PES), 338
Partido Estudiantil Universitario, 364
Partido Liberal Mexicano (PLM), 6
Partido Nacional Anticomunista (PNA), 82
Partido Nacional Estudiantil, 367
Partido Nacional Mexicano (PNM), 30, 83, 94, 95, 96, 97, 301, 306,
307, 316-320, 323, 325
Partido Político Peruano de Orientación Progresista (APRA) 419
Partido Popular Socialista (PPS), 33, 64, 130, 380, 471
Partido Revolucionario Institucional (PRI), 33, 49, 96, 97, 117, 118,
198, 215, 223, 239, 318, 375, 414, 417, 461
Partido Socialista Estudiantil, 187, 342
Partido Universitario Nacionalista, 368
Partidos Federacionistas Leales, 314, 315
Paulo VI, papa, 11, 215, 243, 413, 495, 496
Pavón Romero, Manuel, 110
Payán, Ana Rosa, 533

569
Payán, Víctor, 429
Pazos de la Torre, Luis Alberto, 93, 103, 438, 439, 468, 472, 473, 475,
477, 522, 523
Pedraza Ibáñez, Gabriel, 354
Peni Simer, Jorge, 418
Peña Insunza, Huáscar, 354
Peralta Uruchurtu, Ernesto, 288
Peralta, David, 399
Percino Escalante, Jesús, 121
Pereda Crespo, José Manuel, 374
Perelló Walls, Marcelino, 520
Pérez Génera, 302
Pérez Gil, Manuel, 464
Pérez Gómez, Carlos, 95
Pérez Grovas, Alfredo, 137
Pérez Hernádez, Salvador, 489
Pérez López, Arturo, 354
Pérez Pérez, Vicente, 175
Pérez Stuart, José Antonio, 226, 443
Pérez Verdía, Antonio, 92, 175
Pérez, Rodolfo, 491
Pineda, Guadalupe, 533
Pinochet, Augusto, 18, 445, 475, 532
Pinoy, Maurice, 285
Piñeiro, Fernando, 82
Pío IX, papa, 243
Pío Latinoamericano, colegio, 107
Pío López, Manuel, 223
Pío X, papa, 243
Plata Moreno, Jorge, 110, 300
Plata Moreno, Ramón, 19, 26, 27, 29, 103-106, 189, 123, 213, 214,
222, 223, 258, 300, 359, 360, 363, 422, 423, 475, 501, 503-507, 523
Poder Universitario Autónomo, Sonora, (PUAS), 449

570
Policía Judicial Federal (PJF), 17, 20, 21,166, 177, 255, 261, 262, 263,
264, 265, 267, 271, 296, 297, 339, 345, 346, 348, 350, 355, 364
Ponce de León, Hugo, 207, 208
Ponce, Arturo, 133
Poniatowska, Elena, 277
Pons Liceaga, Javier, 492
Porta Blasi, José de la, 247
Portal, Antonio, 418
Portal, Mavil, 418
Portilla, Jaime de la, 129, 135
Portuondo, José Antonio, 66, 129
Pozas, Ricardo, 187
Pozo, Efrén del, 59, 60
Pozos, José Antonio, 492
Prado de Siegrist, Yolanda, 316
Prado, Eugenio, 300
Price Salinas, 123
Prieto Laurens, Jorge, 25, 37, 95, 96, 284, 318, 319, 323, 324, 438, 442
Prieto, Francisco, 341
Prieto, Rafael, 198
Primo de Rivera, José Antonio, 243, 296
Procuraduría General de la República (PGR), 167, 259, 271, 273, 277,
321, 393, 401, 403
Promoción Universitaria de Acción Social (PUMAS), 411, 432, 443, 449
Provida, 7, 12, 23, 43, 134, 427, 484, 510, 511, 512, 515, 528
Proyección Estudiantil, Durango, 449
PRT, 486
PSOE, 520
Puente Leyva, 520
Pujol, Mario Alberto, 104
Química, facultad de la UNAM, 274
Quintana Valdés, Manuel, 294
Quintana, Antonio, 93, 359

571
Quintana, Bernardo, 387
Quintana, José Antonio, 103, 104, 105
Quintero Ramos, José, 354
Quiroga Fernández, Francisco, 453, 462, 463
Quiroz Cuarón, Alfonso, 403
Quiroz Morales, Sergio, 374
Ramírez Arriaga, Manuel, 273
Ramírez Castellanos, Antonio, 163, 164
Ramírez Degollado, M., 424
Ramírez Gómez, Ramón, 63, 65, 77, 88, 186
Ramírez Núñez, Jesús, 524
Ramírez Ortega, Jesús, 354
Ramírez Taso, Alfredo, 486
Ramírez Valenzuela, Franco, 498
Ramírez, Efrén, 109
Ramírez, Julio Jr., 345
Ramírez, Julio, 345
Ramos Elordy, Federico, 95
Ramos, Marcos, 471
Ramos, Pedro, 55, 58
Ramos, Víctor Manuel, 472
Ravines, Eudocio, 134
Raygada Rentería, Raúl, 354
Represas, licenciado, 48
Reversat, Emile, 361
Revueltas, José, 393
Reyes Espíndola, Josefina, 383
Reyes Pérez, Rubén, 351
Reyes, Bernardo, 7
Reyes, Enrique, 127
Reynoso Obregón, Alfredo, 55
Reynoso, Luis, 281
Ribera, profesor, 419, 420

572
Rico Galán, Víctor, 198, 346
Rincón Gallardo, Gilberto, 207
Río Romero, Efraín del, 468, 469, 470, 492
Ríos, Ignacio, 302
Ripstein, Arturo, 445
Rivas, José, 345
Rivera Barroso, Jesús, 188
Rivera Gómez, José Avelino, 164
Rivera Méndez, Gonzalo, 354
Rivera Rodríguez, Adolfo, 354
Rivera Torija, Jesús, 121
Rivera, Fernando, 188, 259, 260
Rivera, Norberto, 404
Rivero Martínez, Salvador, 319
Roa Bear, Eliseo, 524
Robles Aparicio, Arturo, 412
Robles Valdés, Carlos, 373
Robles Valdés, Gonzalo, 463
Robles, Xavier, 119
Roces, Wenceslao, 113
Rocha, Pablo, 82
Rodríguez Carreño, Ignacio, 81, 86, 92, 103, 111, 128, 133, 137,
222, 522
Rodríguez Concha, Andrés, 164
Rodríguez Concha, Edmundo, 164
Rodríguez Concha, Fernando, 104, 106, 110, 165
Rodríguez Concha, Heberto, 104, 105, 106, 442
Rodríguez Concha, José, 175
Rodríguez Concha, Manuel, 442
Rodríguez Cuautli, José Luis, 351
Rodríguez Domínguez, Jaime, 354
Rodríguez Familiar, general, 41
Rodríguez Lapuente, 302

573
Rodríguez Manzanera, Luis, 9, 24, 81, 131, 317, 145, 146, 150, 151,
152, 155, 157, 402, 403, 404, 530
Rodríguez Santillán, Moisés, 95
Rodríguez, Ignacio, 257
Rodríguez, Isabel, 204
Rodríguez, Lilia de, 104
Rojas Bernal, Enrique, 348
Rojas Hernández, Gerardo, 274
Rojas Pérez, Alejandro, 354
Rojo Gómez, Enrique, 316
Romanescu, 218
Romero Cándano, Humberto, 82, 238
Romero Delgado, Arturo, 354
Romero, Cecilia, 524, 525, 533
Romero, Javier, 279
Romero, Luis, 234
Romero, Óscar Arnulfo, 486
Roncal Perujo, Emilio, 376
Roncal y Gómez Palacio, Joaquín del, 95, 199, 318
Roque Villanueva, Fernando, 131, 189, 192, 238
Roque Villanueva, Humberto, 131, 239
Rosa, Rolando de la, 294, 487, 515, 516
Rosado Tuero, 284
Rosado, Aldo, 282, 287, 295
Rosales, José Natividad, 198
Rosas Rivero, Carlos Alberto, 164
Rosas Rivero, José Luis, 164
Rosas, Justino, 524
Rosas, Rebeca, 163
Rosell, José María, 341
Rosillo Segura, Juan Bosco, 500
Rosowski, José, 187
Rugarcía, Juan, 109

574
Ruiz Acosta, José Antonio, 349
Ruiz Castañeda, María del Carmen, 182
Ruiz de Alarcón, Juan, 514
Ruiz de Chávez, Arturo, 239
Ruiz de Chávez, Manuel, 239
Ruiz de Chávez, Mario, 239
Ruiz, Luciano, 175
Ruiz, Samuel, 439, 523
Sada Zambrano, Rogelio, 134
Sáenz Arriaga, Joaquín, 19, 363, 495, 496, 500
Sáenz Arriaga, padre, 338, 339
Sáenz de Heredia, Alejandra, 204
Sáenz, Antonio, 472
Salado, Héctor, 448
Salas, Guillermo, 261
Salazar López, José, 441
Salazar Mallén, Rubén, 84, 87, 284, 322, 523
Salazar Sáenz, Francisco Xavier, 463, 464, 531, 533
Salazar y Arce, Manuel, 96, 438
Salazar, Héctor, 394
Salazar, Othón, 43
Saldaña, Juan, 145, 151, 153
Salgado Sotelo, José, 152
Salido Torres, Javier, 95, 318, 319-322
Salim Nasta, 390
Salinas de Gortari, Carlos, 117
Salinas Pliego, Ricardo, 90
Salinas Price, Hugo, 13, 14, 25, 47, 90, 92, 94-97, 219, 284, 318, 319,
323, 324
Salinas y Rocha, 320
Salmerón Hernández, Celerino, 11, 95, 222, 318
Sánchez Cárdenas, Carlos, 380
Sánchez Díaz de Rivera, Antonio, 135

575
Sánchez Fogarty, Federico, 92
Sánchez Gudiño, 227
Sánchez Gutiérrez, Abelardo, 107, 110
Sánchez Medal, Ramón, 51, 52, 54, 56, 57, 58, 59, 87, 234, 275, 284
Sánchez Mejorada, Carlos, 92
Sánchez Navarro, Juan, 386
Sánchez Paredes, Enrique, 107
Sánchez Robles, Roberto, 515
Sánchez Santos, Trinidad, 6
Sánchez Steinpreis, Víctor Manuel, 8, 81, 86, 90, 92, 93, 103, 111,
133, 136, 165, 177, 182, 188, 191, 193, 227, 242, 243, 244, 246, 257,
258, 299, 337, 340, 341, 438, 458, 360, 460, 461, 505, 514, 517, 519,
521, 533
Sánchez Taboada, Adolfo, 107
Sánchez Vargas, Julio, 429
Sánchez, 360
Sánchez, Abelardo, 107, 109
Sánchez, Blanco J., 302
Sánchez, Estela, 419
Sánchez, Gudiño, 449
Sandoval González, Alfredo, 134
Sandoval Oliva, Carlos, 489
Santiago Ortiz, José A. de, 214
Santibáñez Sánchez, Joaquín, 175
Santillana, Germán, 163
Santos, Alfredo, 386
Sardeneta Bracamontes, Mario, 453
Saucedo, José, 347
Scherer, Julio, 385
Schulenburg, abad, 423
Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT), 258
Secretaría de Educación Pública (SEP), 43, 51, 52, 53, 186, 200, 385, 452
Secretaría de la defensa Nacional (SEDENA), 41, 220, 221

576
Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), 269, 270
Sedano, Ching, 346
Segura, Ernesto, 241
Segura, Víctor, 351
Semo Calev Enrique, 365, 366, 367
Sepúlveda, César, 192, 264, 342
Serdán Álvarez, Aquiles, 109
Serna Leal, Donaciano, 487
Serrano Limón, Francisco, 421, 422
Serrano Limón, Gustavo, 221, 289, 300, 510, 511
Serrano Limón, Jorge, 294
Serrato, Franco, 205
Serratos Emparan, Javier, 354
Sidaui, Alfredo, 107
Siegrist Clamont, Jorge, 83, 95, 97, 166, 199, 284, 285, 286, 300, 301,
305, 306, 307, 316, 317, 318, 319, 320, 321, 322, 323, 324, 325
Siegrist, Godofredo P., 316
Sierra Partida, Alfonso, 273
Silva Herzog, Jesús, 89, 152, 273, 276, 345, 353
Simón Bolívar, colegio, 209, 219, 300
Sindicato de Trabajadores Azucareros, 47
Smith, Adam, 202
Smith, Ricardo, 448
Soberón Acevedo, Jorge, 113
Socarrás, Prío, 123, 279
Sociedad Antonio Caso, Veracruz, 432, 443
Sociedad de Alumnos del Tecnológico de Celaya, 449
Sociedad de Amigos de Pueblos Sojuzgados, 220
Sociedad Mexicana de Criminología, 402
Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (SMGE), 273
Sodi Pallares, Carlos, 354
Sodi Pallares, Demetrio, 113
Solana, Fernando, 61

577
Solano O., Ernesto, 133
Solís Mimendi, Antonio, 460
Solyenitzin, 445
Somoza, Luis, 190
Sosa López, Roberto, 350
Sosa, Gustavo, 175
Sotelo Mendoza, Humberto, 31
Stalin, 61, 85
Stephens García, Manuel, 406
Suárez Torres, Gilberto, 255
Suárez, Luis, 198
Subillaga, Manuel, 486
Sweezy, Paul M., 63
Tacuara, 213
Tallabas Ortega, Salvador, 425
Tamayo, Manuel, 208
Tapia, Esperanza, 67
Tecos, 19, 20, 30, 213-215, 219, 220, 223, 250, 285, 300, 302, 339, 360,
495, 496, 498, 500, 506, 515, 525, 526
Tenorio Adame, Antonio, 66
Tenorio Pacheco, Josafat, 121
Terés, Teodoro, 105
Terrazas Guerrero, Manuel, 207
Thomson, Jorge, 239
Tisserant, Eugenio, 248
Toiber, Benito, 37
Toledano, Lombardo, 186
Torres Almeida, Edmundo, 274
Torres Bodet, Jaime, 53
Torres Chávez, Carlos, 443
Torres Origel, Juan Manuel, 491, 497-501
Torres Origel, Ricardo, 501

578
Torres Septién, Valentín, 462, 463
Torres, Camilo, 250
Torres, Joel F., 318
Torres, Manuel, 167, 359
Torres, Vicente L., 337, 363
Tovar, Abel Vicencio, 525
Tradición Familia y Propiedad (TFP), 439, 479, 480
Trouyet, Carlos, 268
Trueba, José, 222
Turati, Eduardo, 460, 462, 489, 510
Turati, Pedro, 300
UCOCM, 273
UGOCM, 469, 470
Uhtoff, Enrique, 92
Unión Cívica de Chihuahua, 432
Unión Cívica Mexicana, 64
Unión Córdoba Estudiantil, Veracruz, 449
Unión de Católicos Mexicanos, 423
Unión de Vendedores Ambulantes del mercado 28 de Octubre, 509
Unión Estatal de San Luis Potosí, 463
Unión Independiente de Mujeres Proletarias, 509
Unión Nacional de Estudiantes Católicos (UNEC), 235, 393
Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), 7, 30, 51-54, 58, 93,
234, 294 , 427, 446, 451-455, 457, 458-464, 485, 488, 496, 504, 510,
511, 515, 528-531
Unión Nacional Independiente Democrática (UNID), 319, 323
Unión Nacional Sinarquista (UNS), 7, 16, 30, 50, 51, 54, 83, 94, 96,
114-116, 191, 193, 222, 284, 294, 316, 318, 319-322, 379, 382, 492, 515
Unión Neolonesa de Padres de Familia, 52, 114, 442
Unión Popular de Estudiantes de Puebla, 443
Unión Popular Estudiantil, 443
Unión Social de Empresarios Mexicanos, 134

579
Unión Veracruzana Estudiantil, 449
Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), 93, 94, 160, 215,
500, 506
Universidad Autónoma de Puebla, (UAP), 106, 108-111, 113, 119,
120, 122, 158, 160, 164, 166, 167, 168, 220
Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), 394, 446
Universidad de Morelia, 175
Universidad de Nuevo León, 176
Universidad de París, 360
Universidad de Puebla, 103-105
Universidad de San Nicolás de Hidalgo, 177
Universidad de Sonora (UNISON), 498
Universidad del Estado de México, 275
Universidad Iberoamericana, 248, 258, 281, 473, 475
Universidad La Salle, 151, 423-426, 531
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), 8, 11, 23, 26,
34, 54-56, 58, 59, 61, 62, 66, 77, 81, 82, 84, 86, 90, 91, 93, 111, 112, 128,
129, 138, 151, 163, 186, 188, 190, 194, 197, 198, 205, 206, 218, 227,
234, 236, 244, 246, 257, 262, 268, 272, 275, 289, 301, 304, 306, 320,
322, 345, 349, 351-355, 362, 368, 374, 375, 379, 446- 448, 459, 473,
479, 484, 497, 523
Universidad Nicolaíta de Morelia, 112, 113, 177
Universidad Patricio Lumumba, 365
Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), 103,
121, 122, 174, 227, 517, 519, 522, 529
Universitá Degli Studi di Roma, 151
Unzueta Lorenzana, Gerardo, 207
Uranga, Emilio, 187
Urteaga, 218
Urueta, Jesús, 7
Vaca A., Juan, 165
Valdespino, Andrés, 136
Valenti Camp, Santiago, 22

580
Valenzuela, Víctor Artemio, 380
Valero Becerra, Ricardo, 198
Valle, Juan Antonio, 472
Valle, Luis del, 486
Valle, Rosa Delia del, 472
Valle, Rubén, 421, 422
Vallejo, César, 147, 148, 187
Vallejo, Demetrio, 43-45, 198, 208
Vallejos, Alma, 137
Vanguardia de la Juventud Salvadoreña, 43
Vanguardias Integradoras de la Mexicanidad (VIM), 13, 15, 209,
213, 216, 217, 225, 227, 298
Vargas, Hugo, 92
Vasco de Quiroga, Morelia, 449
Vasconcelos Elizalde, Carlos, 391, 392
Vasconcelos, José, 168, 194, 301, 303, 445
Vázquez Mota, Josefina, 533
Vázquez Osorio, Raúl, 103, 522
Vázquez, Leopoldo, 175
Vega Ruiz, Fermín, 481
Vega Valdés, Ricardo, 354
Vega y Monroy, Luis, 248, 249, 284
Vega, Carlos, 448
Velasco Arzac, Guillermo, 134, 135, 461, 489, 510, 530
Velasco Barrera, Guillermo, 135
Velasco Ibarra, Enrique, 153
Velasco Pérez, Néstor, 214, 220
Velasco Rivero, Pedro Juan de, 164
Velasco, Arturo, 320
Velasco, Gustavo R., 92
Velázquez, H., Jorge, 111, 112
Velázquez, Manuel, 486
Vélez Avilés, Isidro, 50

581
Vélez Pelayo, Guillermo, 65, 66, 77, 78, 81-86, 88-90, 92, 130, 133,
151, 153, 183, 194, 209, 234
Venegas, Francisco, 285, 286
Vergara Aguilar, Mauro, 316
Vergara, Vicente, 475
Vida Humana Internacional, 12
Vidal Bueno, Alberto, 485
Vieyra Roacho, Jesús Aurelio, 489, 490
Villalpando, Manuel, 203
Villanueva, Antonio, 167
Villoro Toranzo, Luis, 35, 36
Wasserman, Isaac, 37
Wiechers, Javier, 281
Wojtyla, Karol, véase Juan Pablo II
Woldenberg, José, 430
Wong, Raúl, 247
Yacamán, Miguel, 373
Yáñez Delgado, Alfonso, 31, 37, 112, 227, 307
Yunque, 7, 20, 22, 23, 30, 31, 122, 212, 226, 227, 454, 456, 483, 484,
489- 491, 512, 515, 526, 531
Zavala, Margarita, 533
Zemeño Martínez, Ignacio, 374
Zepeda Orozco, Carlos, 496
Zepeda, Héctor, 510, 511
Zermeño Martínez, Ignacio, 137

582
ÍNDICE

PRÓLOGO................................................................................................5
AGRADECIMIENTOS.................................................................................9

CAPÍTULO I
DEL MONCADA A LA UNAM.................................................................33

CAPÍTULO II
LA LIBERTAD DE CÁTEDRA....................................................................77

CAPÍTULO III
LOS DOCE APÓSTOLES, LA CONEXIÓN POBLANA..................................103

CAPÍTULO IV
APARECE MURO..................................................................................127

CAPÍTULO V
PUÑO...................................................................................................133

CAPÍTULO VI
EL ASALTO A LA EXPOSICIÓN DE ALEMANIA......................................145

CAPÍTULO VII
JOSE ALONSO ARISTI Y PABLO DE ALAS..........................................157

583
CAPÍTULO VIII
EL MURO EN OTRAS CIUDADES............................................................163
En Puebla...........................................................................................163
En Morelia, Celaya y Monterrey...................................................175

CAPÍTULO IX
EL MURO CONTRA CHÁVEZ..................................................................181

CAPÍTULO X
PALABRAS, GOLPES Y FILANTROPÍA...................................................197

CAPÍTULO XI
EL MURO Y LAS SOCIEDADES DE JURAMENTADOS...............................209

CAPÍTULO XII
EL MURO Y LA IGLESIA.......................................................................223
Desobry.............................................................................................233
La Corporación de Estudiantes Mexicanos (CEM)......................235
El MURO y el arzobispado................................................................239

CAPÍTULO XIII
DENUNCIAS PERIODÍSTICAS, 1964-1965.............................................253

CAPÍTULO XIV
VISIONES CONVERGENTES: EL MURO Y LA POLICÍA.............................261

CAPÍTULO XV
EL NUEVO MURO, 1965.......................................................................267

CAPÍTULO XVI
EL ATENTADO CONTRA EL DÍA. NEXOS ANTICASTRISTAS.....................279
Celestino Gasca...............................................................................308

584
CAPÍTULO XVII
1966....................................................................................................337

CAPÍTULO XVIII
1967...................................................................................................359

CAPÍTULO XIX
EL MURO EN EL 68..............................................................................373
Lima Malvido....................................................................................401
El fin de la disolución social..........................................................404

CAPÍTULO XX
1969....................................................................................................411

CAPÍTULO XXI
LOS SETENTA. EL MURO EN LAS ESCUELAS CATÓLICAS.......................413

CAPÍTULO XXII
MURISTAS VS PORRISTAS. EL MURO EN LAS ESCUELAS PÚBLICAS.......429

CAPÍTULO XXIII
EL PACTO DE LOS REMEDIOS..............................................................431

CAPÍTULO XXIV
EL MURO, LA UNPF Y LOS LIBROS DE TEXTO.......................................451

CAPÍTULO XXV
NUEVA GUARDIA, GUIA......................................................................467
GUIA, en Harvard..............................................................................477

CAPÍTULO XXVI
TRADICIÓN, FAMILIA Y PROPIEDAD, Y OTROS GRUPOS VIOLENTOS..........479

585
CAPÍTULO XXVII
YUNQUE..............................................................................................483

CAPÍTULO XXVIII
EL CERRO DEL CUBILETE...................................................................495

CAPÍTULO XXIX
LA MUERTE DE RAMÓN PLATA.............................................................503

CAPÍTULO XXX
DE 1980 A 2002.................................................................................509

ÍNDICE ONOMÁSTICO...........................................................................537

586
Muro, memorias y testimonios
1961-2002, se terminó de imprimir el 20
de marzo de 2003 en Litografía Magno Graf,
S.A. de C.V., Calle E número 6, Parque Industrial
Puebla 2000. El tiraje fue de dos mil ejemplares,
financiado por el Gobernador Melquiades Morales Flores.
Diseño de portada e interiores de Ileana Gómez Torres,
revisión y corrección de estilo de Sonia Ramírez Torres,
el índice onomástico de Irma Quiroz Luna. El costo
de negativos, impresión y encuadernación del
libro es de $67.62, incluyendo IVA.

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