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Dieter Wyss

LA CONCIENCIA ONIRICA I

Observaciones sobre el problema del inconsciente

Summary: Dream life has been important in fica, que distingue en especial al citado trabajo de
all times, although it is not until this century Freud. Con todo -y aquí me gustaría invitarlos
that it has been analized from a scientific stand- a que recorran conmigo un trecho de camino aún
point. Nevertheless, many dream phenomena desconocido- con todo, nos resultan todavía enig-
continue without explanation. máticos numerosos fenómenos del sueño y, si se
In our dreams, we percieve ourselves free from percibe el sueño en primer lugar como fenómeno
our waking world. We are thus in liberty to create escueto, sin reducirlo de una vez a deseos incons-
another world outside the time correspondient cientes, mecanismos de defensa y otros, no queda
to our own existence. Any given rational explana- excluido experimentar algunas sorpresas. A este
tion will comprise only part of these phenomena, respecto quisiera recordar inmediatamente las in-
vestigaciones al respecto efectuadas por M. Boss
Resumen: La vida onirica ha tenido impor- (2) Y G. Condrau (3), que toman al sueño como
tancia en todas las épocas aunque no es sino en "fenómeno" puro.
este siglo que es analizada desde un punto de Esta noche solamente quiero empezar a llamar-
vista científico. Pero muchos de los fenómenos les la atención hacia dos de las manifestaciones
del sueño continúan sin explicación. del sueño: los fenómenos de la percepción y del
En el sueño nos percibimos nosotros mismos, movimiento en el sueño. Aún cuando dormimos
libres del mundo de la vigilia. Estamos entonces y nuestros ojos están cerrados, no sólo percibimos
en libertad de producir otro mundo, fuera del figuras, colores, paisajes, en fin, el mundo hasta
tiempo, que corresponde a la existencia propia. en sus más mínimos detalles, sino que también
Cualquier explicación racional que le demos se soñamos en perspectiva: altura, profundidad, am-
quedará corta, aprehendiendo solamente parte plitud, cercanía, el ámbito de percepción comple-
del fenómeno. to de nuestra vigilia consciente está presente en
el sueño. ¿Cómo es posible esto? El recurso a la
A partir de la memorable "Interpretación de excitación continuada de los centros ópticos,
los sueños" de Freud y de los "Símbolos de la también durante el sueño, con seguridad no solu-
transformación" de C.G. Jung, nuestro siglo ha cionaría el acertijo; solamente ahondaría el solip-
entrado en la edad del análisis, científicamente sismo neurofisiológico=-la percepción como auto-
comprendido, de la vida onírica y de su interpre- exitación nerviosa central. Los fenómenos de la
tación. Aunque a la vida onírica se le ha dado percepción y del movimiento no se convierten en
importancia desde siempre y en todas las épocas, objetivo de la investigación ni en Freud ni en Jung.
desde tiempos inmemoriales, pero por descifrar ¿Cómo puede ser tan completa la percepción del
el acontecer del sueño, les faltó, justamente aque- mundo en el sueño, si de facto no percibimos?
lla explicación específicamente racional y cientí- Lo mismo se puede decir del fenómeno del movi-

Rev, Filosofía Univ.Costa Rica, XXVI (63,64),3-8,1988


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miento. Nos movemos como en la vida diaria, mún a todos? ¿Dónde está el durmiente que, cier-
caminamos, corremos, nadamos y hasta volamos tamente, respira aquí en la cama con diversa inten-
y en el sueño vemos nuestro medio moviéndose sidad de sonido, pero que allá en el sueño pasa el
o reposando. ¿Cómo es posible volar en el sueño, tiempo entre esquimales o con una africana? 0,
saltar, nadar y, no obstante, yacer al mismo tiem- como ya dice Novalis (5):
po en la cama sin movernos?
Quisiera darle una primera respuesta a esta "Soñamos con viajes por el universo: ¿No está el univer-
pregunta, por medio del concepto de la función. so ya en nosotros? No conocemos las profundidades de
nuestro esp iritu. El camino enigmático conduce hacia
Las funciones de nuestro organismo, de nuestro
adentro. En nosotros, o en ninguna parte, se encuentra
cuerpo, continúan con su actividad durante el la eternidad con sus mundos, el pasado y el futuro".
sueño, aún cuando en parte bajo otra rítmica,
la llamada rítmica circádia, esto es, que la activi- Señoras y señores, ¿cómo es esto posible? Per- .
dad de nuestros órganos no se apaga durante el mítannos precisar la pregunta: ¿De qué se da cuen-
sueño, sino sólo hasta la muerte. En otra parte ta el durmiente, cómo y en qué ámbito se mueve?
-(el tomo 2 de mi obra "Caminos nuevos en la Con razón postuló Freud la ausencia de tiempo pa-
medicina psicosomática")- me referí al significado, ra los procesos del así llamado inconsciente, hipó-
sobre todo clínico y patofisiológico, del concep- tesis de extrema importancia para el problema del
to de la función de Bergmann, que también es tiempo, que, sin embargo, de cierto modo perma-
de importancia considerable para la comprensión neció nada más al margen de la investigación
de las llamadas enfermedades psicosomáticas. psicoanalítica. C.G. Jung suministró una formu-
La función no sólo conecta uno con otro a los lación análoga para el llamado inconsciente colec-
más diversos sistemas de órganos -piensen us- tivo. No es posible suprimir el complejo problema
tedes por ejemplo en las funciones completamente del tiempo en nuestra exposición, tenemos que
heterogéneas de los riñones y del corazón en la es- apuntarle para responder a nuestras dos preguntas.
tabilización de la regulación de los líquidos intra La experiencia temporal, específicamente humana,
y extra celulares, sino que la función, y en esto es- que no se puede suponer en igual forma ni siquiera
tá lo decisivo, está ordenada sobre y antes que del vertebrado superior, la experiencia temporal
el órgano, sobre la estructura morfológica. La fun- del presente, del pasado y el futuro, aún más, el
ción precede al desarrollo de los órganos en la gé- tiempo métrico y medido, es, como sabemos ya
nesis embrional; hablamos de células omni o pluri- desde Kant, luego específicamente desde Husserl,
potentes, de las que, por ejemplo, surge poco a pero también ya desde Heidegger, consecuencia
poco el tubo neurológico, que, como unidad fun- de una estructura apriorística de nuestro yo con-
cional, implica ya la formación conjunta, más tar- ciente, que se desarrolla en todo caso paso a paso
día, del sistema nervioso central, ya preconcebido en el transcurso de la niñez y la juventud. Nosotros
en la función. Las funciones también pueden asu- "temporalizamos" el tiempo, esto es, articulamos
mir y sustituir estructuras originalmente no subor- nuestras experiencias del mundo cotidiano en
dinadas a ellas o que, inclusive, hagan falta-, no presente, pasado y futuro. Esta facultad de articu-
sólo en el caso de lesiones corticales, sino también lar una simple corriente de impresiones sensuales
en traumas totalmente sencillos del aparato motor. cambiantes sin tregua o de temporalizar fragmen-
Las funciones de la vista, del oído, no menos que tos de recuerdos es, en suma, determinante para
las de todos los órganos sensoriales, deben asimis- nuestra experiencia de la realidad de la vigilia. La
mo continuar durante el sueño: gustamos, olemos facultad de temporalizar se extingue al dormir, en
y tocamos en el sueño como en la vigilia, aún cuan- el sueño nos movemos -sin tomar en cuenta,
do a las funciones se les haya quitado la relación desde luego, las excepciones como, por ejemplo,
con el mundo exterior. El durmiente está absoluta- la sensación de "haber llegado" demasiado tarde
mente solo consigo mismo o, como ya dijera Herá- o demasiado temprano, de ver la hora, de acor-
clito (4): darse en el sueño de otros sueños, y así sucesi-
vamente- en el sueño nos movemos en una cons-
"Para los que están despiertos hay un mundo único y ciencia, cabalmente la conciencia onírica, a dife-
común: pero, en el sueño, cada uno se vuelve a su mundo rencia de la vigilia, que se destaca por los siguien-
particular" . tes tres factores: 1) Es la consecuencia de la actua-
Pero, ¿qué percibe el durmiente cuando, en el lidad y presencia pura, en la que, por ejemplo,
sueño ya no permanece en el mundo que nos es co- nos parecen tan actuales los difuntos como en el
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presente de la realidad, 2) Es una vivencia de de tramas del sueño. A la trama del sueño el mo-
transformación constante de imagen onírica a vimiento como diseño primordial de la acción le
otra imagen onírica, 3) Se distingue por último sirve de base como "tema primario" o motivo ba-
por un ámbito de duración, de la vivencia de la se.
actualidad y del cambio sin demarcación especí- Cada movimiento, lo vemos en las ruinas ate-
fica de pasado o futuro. Esto quiere decir que la tósicas de movimiento de las psicosis graves,
conciencia onírica -a diferencia de la concien- implica un diseño de acción. Pero mientras que en
cia de la vigilia- se caracteriza especíticamente la conciencia de la vigilia, la acción, el tema o el
por la pérdida extensa del "temporalizar". De es- motivo de la misma, a menudo al menos frente
to resulta la vivencia de una actualidad y dura- al medio, permanecen escondidos a menudo tam-
ción del presente permanente pero cambiante, bién para nosotros mismos-, se manifiestan en el
sin que se asocie específicamente este cambio sueño, el tema y el motivo, justamente, no escon-
con el pasado o el futuro del que sueña, sin el didos, sino como transcurso de imágenes, como
sentido del tiempo de la vigilia. La característica mutación de imágenes, metamorfosis continua de
esencial de la vida onírica es la permanencia y imagen a imagen. Para esta concepción se suprime,
duración de la continuidad actual, en la que todo en todo caso, la construcción de contenido latente
cambio, toda transformación, se vive como pre- y manifiesto del sueño, pero ya hablaré de estas
sente. hipótesis en relación con la interpretación del sue-
Pero, ¿ qué percibimos en ese ámbito destem- ño.
poralizado de la continuidad y qué nos permite Retengamos entonces: A la pregunta de qué
movernos en él? Bueno, ya que en el sueño esta- percibe el durmiente en el sueño, contestamos: a
mos totalmente solos con nosotros mismos, es- sí mismo. Este self, sin embargo -y esto es lo real-
tamos pues ensimismados en nosotros. ¿Qué otra mente increíble de todo el acontecer del sueño,
cosa podríamos percibir sino a nosotros mismos? que casi ha sepultado la interpretación racio-
Nos percibimos, por ejemplo, como un self .que nal - este self es el mundo. Es el mundo por-
desea, instintivo, tal y como lo señalara Freud, que se refiere al mundo, pero también porque
no sin parcialidades. Pero el deseo es nada más que P.! mundo se orienta hacia este self. Remite
una parte mínima de todos los diseños que se re- a esquimales y elefantes, pachás o mendigos, al
presentan en el suefio. Ahí se encuentra la esperan- diablo en persona o a los ángeles bienaventurados,
za junto a la desesperación, el miedo junto al valor, los padres, los difuntos, los hermanos, en pocas
el dominio junto al fracaso, la desconfianza junto palabras, a todas las personas conocidas o desco-
a la confianza, la ternura junto a la pasión, el co- nocidas de nuestra existencia. A este mundo lo
mer no menos que el beber, ir en auto. nadar, las podemos crear, hacer surgir y desvanecerse. El
ejecuciones y las balaceras son acontecimientos tat tvan asi hindú -el mundo eres tú- corresponde
de todos los sueños. En el sueño nos encontra- al solipsismo completo del suefio, productor del
mos con toda la riqueza de las relaciones del mun- mundo y que le permite volver a disiparse, del so-
do de nuestra existencia -entre otras, también ñador. Un solipsismo -y éste es el fenómeno más
con el deseo y con la sexualidad. Estos diseños asombroso del sueño-, en el que producimos,
determinan nuestro self como referido contínua- constituimos al otro, la otra persona, en todos los
mente al mundo y a los otros, y a este self lo detalles, y sobre todo, en sus rasgos característi-
percibimos en el sueño, en el ámbito de la dura- cos, llamativos, de manera que podemos decir: el
ción como duradero y presente. Se nos presenta otro soy yo, él es yo mismo, yo mismo soy el
siempre como imagen, pues la percepción y la otro, la destemporalización de la conciencia
imagen se presentan indisolublemente entrelaza- onírica ha anulado la diferencia de la realidad de la
das entre sí. vigilia. Pero, ¿qué es este self, que percibimos en
Además, nosotros nos movemos en ese ámbito el sueño como constantemente cambiante, sino
de la duración. Como la función de percibir sigue la precipitación, la sedimentación del camino de
en el sueño, así la función del movimiento, base nuestra vida, temporalizándose? Cuyos miles
de toda acción tematizada. No vemos únicamente de millones de impresiones y vivencias no se des-
nuestra esperanza o desesperanza en forma de ima- hacen en nada, en humo y vaho, sino que se con-
gen, sino que las representamos por medio del mo- vierten en duración destemporalizada en la con-
vimiento de la acción, que se transforma en na- ciencia onírica, como si el self mismo, pasándolos
rración y suefio, o de la multiplicidad entretejida por un colador, los asimilara y conservara, los
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modelara y penetrara? Nuestras vivencias más es posible, el número primo verde no menos que
personales nos encuentran otra vez en el sueño la cuadratura del círculo, un edificio cuadrangular
como. nuestro propio self, vivencias personalísi- que a la vez parezca redóndo. El sueño es el do-
mas, como también han sido caracterizadas por minio de 10 posible.
von Weizsacker en su concepto de la "vida no vi- Por último, la pérdida del temporalizar condi-
vida". A las posibilidades no vividas -como tal ciona la falta de perspectiva o la aperspectividad
vez podemos decir mejor- de nuestro self, corres- del acontecer del sueño, que muestra un constante
ponden no sólo las posibilidades no vividas de los cambio de sitio y situación. La conversión de dis-
deseos sexuales y agresivos o, como se les llama, tancia en cercanía, de bosque en ciudad, de perso-
reprimidos, sino que es al fin y al cabo la "vida nas concretas en intangibles, del aparecer y desapa-
no vivida" de los posibles diseños de nuestra exis- recer de las mismas. La conciencia onírica como
tencia que vivimos en la conciencia onírica, percepción de nuestro self, diseñándose, mostrán-
El self, así lo podemos resumir, que divisa- dose en imágenes ininterrumpidas se resume en:
mos en el sueño, presentaría la estructura siguien-
te: 1) Actualidad, esto es, duración y presencia des-
temporalizada, 2) representante de 10 posible,
1) Un self llamado primordial u original, tanto 3) aperspectividad permanentemente cambiante,
hipótesis como condición para las síntesis absolutamente irracional. Esta alogicidad o irra-
espaciales, temporales y lógicas de nuestra cionalidad coincide con los numerosos mitos y
persona, nuestro espíritu, nuestra conciencia. leyendas, haberlo notado es, sin duda, mérito de
2) El self, como boceto permanente de nuestras C. G. Jung. Pero en principio plantea la pregunta
necesidades, nuestros deseos, nuestras aspira- de hasta dónde está determinado el hombre en rea-
ciones, estados de ánimo, emociones; el self, lidad irracional y no racionalmente, una pregunta
en este contexto, como el de, también, las a la que, por ejemplo, dio Freud una respuesta di-
posibilidades no vividas. ferente en épocas diferentes, aunque, con todo,
3) El self, al. fin, como seleccionado-seleccionan- habló con sentido de los instintos como de los po-
te, surgido en la vida como configuración de deres míticos.
la vida, en la que se precipita la corriente de Pero, desde esta perspectiva: ¿hay acaso un ,in-
la vida, por la que transcurrimos, ternporali- conciente o un ser-inconciente que determine el
zándola. Es la sedimentación de nuestra expe- sueño, 10 domine, 10 constituya, del modo que la
riencia del tiempo, de nuestra propia vivencia interpretación de los sueños representaba para
del tiempo. Freud el "camino real a 10 inconsciente"? El ser
-permítanme ustedes una pequeña disgreción a
Podemos precisar aún más nuestros argumentos. una temática un tanto más filosófica- en la fi-
La percepción presupone siempre un yo perceptor losofía occidental, desde Parménides y Herá-
y un opuesto percibido. En la conciencia de la elito hasta Hegel o Husserl, se ha considerado
vigilia se entrelaza, para el acto de la percepción, como idéntico con el pensamiento, la con-
nuestro yo con lo percibido, en una unidad insepa- ciencia y, la lógica, inseparable de los otros dos.
rable. A causa del estado perceptivo modificado La idea de un "ser" inconsciente es de proceden-
del sueño, pero guardando la función del perci- cia romántica. freudiana o jungiana, es un segundo
bir como fue escrito, nuestro yo cambia la direc- ser, una conciencia. que si bien no tiene que ser
ción de su mirada, mira hacia adentro y se percibe consciente como el pensar, no por eso deja de tra-
a sí mismo o a su self, destemporalizado, en el bajar como el pensar, simplemente anteponiéndole
ámbito de la duración. En este sentido había que a este "ser" de la conciencia el prefijo "in" -in-
entender también las palabras de Novalis: "El consciente. Todas las funciones tan ingeniosamen-
camino lleva hacia adentro". La pérdida del tiem- te abordadas por Freud, de la labor del sueño, de
po articulante, que también es de importancia la censura. de la condenación, del preconsciente.
decisiva para el pensamiento lógico -piensen us- y así sucesivamente, están diseñadas por la expe-
tedes, por ejemplo, en la secuencia temporal de riencia de su pensar consciente, antes de que se
premisas y conelusión- es también además una tornaran "inconscientes". Antes de que torna-
condición esencial para que nosotros, en la percep- ran inconscientes fueron sumamente conscientes
ción del sueño, experimentemos ya no lo real, si- para el inventor de la concepción de esta hipótesis.
no 10 posible. Como sabemos, en el sueño todo Entonces, a estas suposiciones se les antepuso el
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prefijo "in" y ahora aparece ahí la gran cámara os- variadas escuelas del psicoanálisis? Freud creía
cura, en la que se revelan todas las fotografías reencontrar en los sueños de sus pacientes -y tam-
lealmente, a imagen del pensamiento lógico. Los bién en los propios- todos los miedos de la niñez,
relativamente escasos retículos de interpretación que motivaron su formulación de la teoría psicoa-
del sueño se confirman -hasta donde es posible- nalítica del desarrollo, en especial, de la sexuali-
en cada sueño, ya que se han determinado desde dad. En los conceptos de Freud, la niñez apenas
un principio como parte de la teoría diseñada si es un paraíso, sino más bien una pesadilla que
conscientemente y que han sido correspondiente- se desarrolla de fracaso en fracaso, y que termina
mente conscientes. Para Freud, el sueño es además en, los niños con el complejo de castración y, en
un fenómeno psicopatológico. No de otra forma las niñas, con la envidia del pene. El paciente que
que el síntoma neurótico, se han encontrado para no se acordaba de esta temática, o a quien aún ÍlO
el compromiso en el sueño, la represión y la satis- le era consciente', era confrontado con ella por me-
facción de los deseos. dio de la interpretación del sueño, para su asombro
Para la concepción presentada aquí, no hay o, también, para su espanto. El sueño decía en
necesidad de esos mecanismos complicados a los imágenes cifradas algo acerca de las intenciones
que se les llama inconscientes. Pues no es la repre- "reales" del soñante, que, precisamente, no le eran
sión la que proporciona la llave para el sueño -que "conscientes". Con todo y las unilateralidades de
sin lugar a duda no es un fenómeno psicopatológi- la concepción de Freud expuestas por mí, sin duda
co sino antropológico general-, la llave para el le sirve de base el momento de encontrar la verdad.
acontecer onírico la proporciona más bien la dis- Se le dio a la persona la posibilidad de enterarse a
posición alterada de la conciencia debida a la con- través de lo decisivo del sueño de más sobre sí mis-
dición de dormir, en especial a la pérdida de la ma, sobre su existencia, de lo que le era posible
conciencia del tiempo. Los contenidos de la con- por medio de las demás formas de conocerse a sí
ciencia del sueño no son residuos de deseos o ins- mismo. De repente se vio como asesino latente del
tintos fragmentados, de nuevo reunidos, vueltos padre o de su superior, como amante de la madre,
a separar, sino, entre otros, la llamada "vida no como tendiente a la homosexualidad y así sucesi-
vivida", el self percibido, como se expuso anterior- vamente. También vemos nosotros en la concien-
mente. Las posibilidades no vividas no se limitan, cia y en la vivencia del sueño una ampliación deci-
sin embargo, a deseos de incesto de la niñez tem- siva, que sobrepasa a la conciencia de la vigilia,
prana -aunque puede aceptarse la ocurrencia de de enterarse introspectivamente de algo más sobre
ese tipo de tendencias de "lo no vivido". Sin duda nosotros mismos y, con ello, también sobre nues-
alguna hay sueños incestuosos, a menudo "contra tra relación con el mundo y los otros. Explorar,
las reglas", total y completamente sin censurar. descubrir al sueño en su significado para la propia
Que además el self percibido en el sueño, experi- existencia, enfrentarse a él como representante
mentado como presente y duración, en su riqueza de la parte irracional de nuestra existencia, es una
de imágenes remite a relaciones míticas - ¿quién de las preocupaciones fundamentales de la concep-
lo va a discutir? Pero a partir de esto, construir ción que sustentamos. En todo caso, no se limita
una teoría del inconsciente colectivo, de los ar- de modo alguno a los llamados neuróticos o enfer-
quetipos, está subordinado tan tautológica e in- mos. Se trata más bien de un deseo general huma-
geniosamente a un in-self o un in-consciente, co- no de conocimiento de sí mismo. Al enfrentarse
mo el censor instalado entre el preconciente y al sueño se trata de la dimensión de lo alógico, lo
el inconsciente. Promover la conciencia onírica irracional, de un conocimiento de sí mismo pro-
como autopercepción destemporalizada y fuera fundizado en esta dimensión determinante. Esto
de la realidad -consecuencia del estar dormido- no excluye el que sin duda una gran cantidad de
sí, pero promover un ser-inconsciente como espe- sueños, soñados por nosotros mismos o que le oí-
jo de los procesos de la conciencia de aquel que mos a otros, no nos sean, en su "sentido", accesi-
lo postula, adherirse a esta hipótesis, me parece bles o capaces de brindar información.
más que dudoso. "Sentido": una palabra clave. Comprender el
Pero, ¿qué nos dice el sueño? ¿Cómo es la re- sentido del sueño quiere decir percibir aproxima-
lación de la conciencia onírica con la verdad de damente su temática, sus temas principales y se-
la razón, del pensamiento, con la verdad de nues- cundarios. Aquí, en la comprensión del sentido
tra existencia? ¿Cómo tratar al sueño sin recurrir o del tema, se encuentran la verdad lógicamente
a los retículos interpretativos habituales de las comprensible y lo figurativo de 10 alógico-irracio-
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nal. En el concepto del sentido se encuentra el lla causa primitiva, tan sólo para reencontrar lo
ser uno y único, síntesis de lo irracional de la con- que ya sabíamos, pero que no abre sino que cierra
ciencia onírica y de la conciencia racional de la el acceso a la fuente de nuestra existencia. O como
vigilia. Se termina la ruptura entre un inconscien- lo formula el poeta Byron (6):
te tautológico y una conciencia r~cional como
Doble es aquí nuestra vida: el sueño
dos seres. Este sentido se transmite por medio del
tiene su propio mundo - una región fronteriza entre
diálogo, del habla, de la conversación con aquél las cosas, mal llamadas muerte y ser.
al que le contamos el sueño. A la vez nos dejamos El sueño tiene su propio mundo - un reino
atrapar y rodear, tanto en el intorme de; sueño vasto, de realidad salvaje - y sueños
llenos de vida en su manifestación
como en la pregunta "clásica" " ¿qué se le ocurre
tormentosa, de lágrimas y aliento de alegría,
a usted al respecto?", de todo aquello de lo que descargan energía en los pensamientos de
informa el que sueña en relación con la vivencia nuestra vigilia, restan energía
onírica. Pero esto no implica la ilusión de que con a las tribulaciones de nuestra vigilia, y separan
las llamadas ocurrencias del que sueña o con la al ser, se convierten en parte de nosotros mismos,
como de nuestro tiempo, y se muestran como emisarios
igualmente importante exposición emocional de
de la eternidad; pasan como fantasmas
sus fantasías, continuación del sueño en un sueño de nuestro pasado y hablan como
diurno, por ejemplo -relacionado con la vivencia sibilas de nuestro futuro - tienen poder,
catatímica de imágenes- se agote el "decir pro- poder de tirano, sobre nuestra alegría y nuestro dolor.
pio" del sueño. De esta manera, dándose a las Nos convierten en aquello que no somos,
nos estremecen con los rostros de aquello
ocurrencias, informando, fantaseando, se da sin que fue, del terror de sombras desaparecidas hace tiempo.
lugar a dudas una ampliación en la conciencia ¿Son sólo sombras? ¿No es el pasado
del que sueña. Aproxima su conciencia racional, sólo sombras? ¿Son creaciones del espíritu?
de la vigilia, a lo irracional del sueño, experimen- El espíritu puede crear realidades y
poblar su propia creación de múltiples estrellas,
ta sus posibilidades, -como ya definiera yo, ya
de seres, más luminosos de lo que nunca han sido,
hace muchos años, la psicoterapia como la marcha y darles vida a figuras que sobreviven en mucho
del hombre por sus propias posibilidades. En el nuestra existencia con el sueño,
dominio de la existencia, sin más, premisa para la espejo de la eternidad, oscurecido
asimilación de conflictos, sufrimiento' y enferme- por los fantasmas de nuestra vida real.

dad, el enfrentamiento con el sueño se presenta


sin duda como momento indudablemente decisi-
vo del tratamiento psicoterapéutico. Sin embargo, NOTAS
es peligrosa la ilusión de que creamos agotar, con
(1) Esta conferencia fue dictada en 1987 en la Fa-
el método que sea, el sentido del sueño; el sentido
cultad de Letras de la Universidad de Costa Rica y en la
del sueño que se da en el diálogo en forma tan Clínica de Psicoterapia de Düsseldorf.
fluctuante como puede también volver a ocultar- Compárese también con el libro de D. Wyss, en prepara-
se. El sentido del sueño remite una y otra vez a ción: "El sueño - ¿una vida?
lo que nos es, sin más, oculto, que no hace paten- (2) Boss, M.: Es traurnte mir vergangene Nacht ...
(Anoche soñé ... ).
te ninguna explicación racional.
(3) Condrau, G.: Daseinanalytische Psychoterapie
Perm ítanme terminar mis comentarios con una (Psicoterapia Analítica del Existir). Bern, Huber-Ver-
imagen: Noche a noche el hombre saca agua de un lag 1963.
pozo profundo para regar y fecundizar en el día (4) Heráclito, en Capelle, W.: Die Vorsokratiker
su jardín, el campo de su trabajo y su actividad. (Los Presocráticos). Stuttgart, 1963.
(5) Novalis, en Kluckhorn, P. (Editor): Gesarnmelte
Sacar el agua es el estado onírico, la conciencia Werke (Obras completas). Leipzig, sin año, Bibliogra-
onírica o h. vivencia onírica. Regar corresponde a phisches Institut.
la conciencia racional diurna. No nos está dado (6) Byron, Lord: Gesarnmelte Werke, Bd. II (Obras
saber algo acerca del agua, las fuentes, su origen. completas, 2 Tomo). München, 1977.
Todo~ lOS intentos de encontrar una aseveración Trad Silvia Kruse
sobre este origen, este motivo de nuestra existen- Prof. Dr. Dieter Wyss
cia y nuestra creatividad, renovándose noche a no- Klinikstr. 3
che, se apoyan en el traslado de la experiencia de O 8700 Würzburg
nuestro mundo diurno, de nuestra razón. en aque- Alemania Federal

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