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EN EL EMBARAZO

EL ELECTROCARDIOGRAM A

par el

Dr. CLEMENTE ALVAREZ ** y Sr. EDGAR BARRAGAN ***

El estudio del electrocardiograma en 1'1 embarazo normal tiene


un doble interés. Por una parte permitI' 1'1 mejor conocimiento de
Ias alteraciones que se presentan en los casos patológicos. y por otra
parte nos ilustra respecto alas variaciones que la simple desviación
del eje anatómico del corazón puede introducir en el electrocardio-
grama normal. Es sabido que 1'1 embarazo rechaza 1'1 corazón hacia
arriba y a la izquierda y desvía por 10 tanto su eje hacia la izquierda.
Para esto último, para conocer las alteraciones del trazado eléc-
trico en las desviaciones del corazón, pareciera lógico estudiarlas en
Ios casos de desviación cardíaca acentuada como ocurre cuando una
colección líquida ocupa una pleura 0 en los neumotórax espontáneos
o
pravocados. Sin embargo, los resultados obtenidos en estos casos
son muy poco significativos.
I
Mazzoli y Tavecchi h~n examinado 14 enfermos de pleuresía
con derrame. durante éste y después de reabsorbido, comprobando
una disminución de amplitud de todas las ondas, y sólo en tres casos
modificaciones parciales del eje eléctrico. En 4 casos de pleuresía con
intenso derrame nosotros no hemos podido observar modificación
alguna del eje eléctrico, ni su alteración con la toracentesis. Parece
ser que 1,1 presencia de un líquido en 1,1 cavidad pleural desvía la
corriente eléctrica y dificulta la observación de las alteraciones pro-
ducidas par la simple desviación cardíaca.
En 1'1
neumotórax, 1'1 asunto ha sido más estudiado. Existen
entre otras los trabajos de Anderson~, Lucacer y Zacco :1,
Natin 4,

que han buscado 1,1


influencia del ncumotórax sobre el
determinar
E.C.C. sin Ilegar a resultados acordes ni demostrativos. En Rosario.
Delle Vedove ha estudiado 1'1 electrocardiogram a en 28 casos de
c,

tuberculosIs sometidos ,11 tratamiento coL1p::oterápico. En 17 neumo-


tórax izquierdos. sólo una vez pudo comprobar desviación del cJe
eléctrico a 1.1 izq uierda: en los 16 restan tes. no hu bo desviación .11

----- * ...--- de Medicina de Rosario.


I-'acultad
** Prof. de Clinica Médica:
*** Alumna del cursa.
18
--
E.C.C. EN EL Hv1BARAZO

guna. En 11 neumotórax derechos. dos veces hubo desviación a 1a


derecha, una a la izquierda y en los 8 restantes nada. No son por 10
tanto estos casos adecuados para 1'1 estudio de 10s efectos electrocar-
diográficos de 1a desviación cardíaca. Lo mísmo puede decirse de las
frenicectomías.
En cambio, término constituye un proceso espe-
el embarazo a

cialmente adecuado para este ob jeto, por 10 menos en 10 que se refiere


a la desviación del
corazón hacia la izquierda. Descartada 1a existen-
cia de una hipcrtrofia cardiaca durante el cmbarazo, ausente toda in-
fección que pudiera lesionar 1'1 miocardio y siendo fáci1es de obtener,
por la juventud de las pacientes, los antecedentes de cualquier en fer-
medad cardiaca anterior, las alteraciones del E.C.G. revel an exclusi-
vamente los efectos de la desviación cardíaca.

MATERIAL Y RESULTADOS OBTENIDOS


Hemos examinado 50 mujeres sanas. en el último mes de su embarazo, ex-
cluyendo todo caso sospechoso de afección cardiaca. y cuyas edades variaban entre
los 15 y 30 años *. En estas condiciones hemos comprobado las modificaciones
siguientes:
I'! Desviación del eie cléctríco a la izquierda.
2'! Onda T3 negativa
3'" Onda Q3 profunda.
10
Los casos de embarazo a término clasificados según la di-
rección de su cie rléctrico, se dividen así:
RI > R2 En III onda mayor negativa ] 7 casos
RI > R2 En III positiva 12
R I > R2 En III complejos en MoW 2

RI -

R2 3
R I < R2 Eje eléctrico normal 12
R3 -
0 > R2 Deéviación a la derecha 4
50 casos

Considerando los casos R I R2 como fórmula de transición =

(Bacq) y no teniendo en cuenta sino los tres primeros grupos, tene-


mos que por 10 menos en '3 I casos, es decír en el 62 I!" existe una
desviaciÓn del eje eléctrico hacia la izquierda.
Estas cifras coinciden con las h,11ladas por olros autores. Así,
n
Feldman I' Hill
que examinaron '36 mujeres embarazadas, de co-
razón normal, en el 8" ó 9" mes de su embarazo, hallaron 21, es
decir el 58. '3 II<. con desviación del eje eléctrico a la izquierda. Landt

*
Internadas en la Matcrnidad del HOépital Rosario, a cuyo Director, el ma-
logrado Prof. Ferrazzini, debemos la atención de pcrmitirnos esta investigación.
- 19
c:. ALVAREZ), E. BARRAGAN

y Benjamin '. en un estudio muy completo del corazón durante cl


embarazo. aunque desgraciadamente sólo se refiere a 19 casas. hallan
I 2. es decir 63 7r can desviación del eje eléctrico a la izquierda.

Podria uno preguntarse por qué motivo no todas las embara-


zadas sino sólo dos tercios de ellas. presentan la desviación del eje
eléctrico a la izquierda. La explicación que habitual mente se da y que
parece satisfactoria. es la siguiente. Norpulmente. personas comple-
tamente sanas presentan una cíerta desviación del eje eléctrico car-
díaco hacia la derecha. Son aqueI1as de tipo esbelto. de diafragma
bajo y "corazón en gota". Otras. en cambio. de tipo pícnico. obesas.
de diafragma elevado y corazón transversal. muestran normalmente
al electrocardiograma signos ligeros de desviación a la izquierda.
Coincida un embarazo con la situación de las primeras y la desvia-
ción que el embarazo produce hacia la izquierda compensará su ha-
bitual desviacíón a la derecha. EI electrocardiograma será normal si
la compensación es completa. desviado hacia la derecha si incompleta.
Si coincide el embarazo con una desviacíón habitual hacia la
izquier-
da. se acentuará la desviación a ese lado.
2''>
La segunda alteracíón comprobada en el electrocardiograma
de las embarazadas es la inversión de la onda
l' en III derivación.
Una 1'3 negativa es de observación frecuente entre personas sanas.
Se estima en un 20 7r el número de perso'nas
que presentan esta
modificacíón. Pero en las em barazadas a término. est a proporción
es mucho mayor. Examinados nuestros electrocardiogram as desde
este punto de vista. comprobamos:
T3 ncgativa 29. casas
T3 difásica 6
T 3 isaeléctrica 10
T3 pasitiva 5

50 casas

Hay que agregar que los casos de 1'3 difásica 10


fueronprefe-
rentemente de l'
inicialmente negativa. y que los casos de 1'3 posi-
tiva ésta fué sólo ligeramente positiva. siendo fuertemente ~egativa los
más de 105 casos que presentaron esta modificación. La negatividad
de 1'3 es el signa más constante y acentuado de los casos que estamos
estudiando.
Esta modificación tiene especial importancia desde que Korth y
8
Proger hicieron la observación de que las variaciones de la and a
l'
en III derivación podrían servir como signa diferencial entre las des-
20 -
E.c:.C. l'N 1'L E~1BARAZO

viaciones del eje eléctrico en un corazón normal y las producidas por


la hipertrofia del vcntriculo izquierdo. La 1'3 negativa del embarazo
confirma esta opinión.
La negatividad de T en III derivación es más frecuente y acen-
tuada en los cases que presentan desviación del eje eléctrico hacia la
izquierda pero se observó también en algunos con eje eléctrico nor-
mal y aún con desviación a la derecha.
)" Finalmente, otra modificación que hemos podido compro-
bar es la aparición de Q profunda en III derivación. Esta onda ha
sido objeto de numerosas investigaciones. Desde que Pardee (1930)
llamó la atención respecto la coincidencia de est a onda con las le-
a

siones coronarias, el hecho ha sido confirmado por numerosos autores,


llegando algunos, como Chavez y Méndez !) a encontrar la angina de
esfuerzo 0 el infarto del miocardio en el 51 fir de los casos.
En el embarazo a término, la Q3 profunda ha sido ya indi-
cada. Carr, Hamilton y Palmer 1" en 244 embarazadas sin afección
cardiaca apreciable, hallaron la Q3 profunda 14 veces, es decir en el
5.7 '/r
de los casos. Battro y Lavalle Cobo 11 en 32 embarazadas
(20 a término y el resto de más de 5 meses) hallaron esta modifi-
cación del trazado dos veces, 6 '/r. Ambos la consideran como un
efecto de la desviación del eje anatómico del corazón hacia la iz-
quierda.
Siguiendo Pardee como 10 haccn los autores citados, hemos
a

considerado Q3 profunda sólo cuando:


1" EI eje eléctrico es
normal 0 desviado a la izquierda.
2" Q3 es mayor del 25 '/r de la excursión máxima en cual-
quier derivación.
3" No
existen trazados "vibratorios" 0 irregulares en
4ê'
MoW.
Una R está presente y una S ausente.
En cst as condiciones, una Q3 profunda sólo la hemos cncon-
trado en 4 casos. 10 que representa un 8 fir cifra análoga alas cÍ-
'

tadas an tes.
No hay que vcr sin embargo en la Q3 profunda del embarazo
una modificación aislada del elcctrocardiograma que pueda obscrvarse
sólo en algunos casos. Revisando 10s trazados con desviación a ]a
iz-
quierda, únicos en los cuales fué observada esta alteración, es fácil
comprobar otras modificaciones intimamente relacionadas con ella y
debidas evidentemente al mismo hecho: la desviación del eje eléctrico
a la izqùierda. 'Pueden verse por ejemplo, una onda negativa (S)
-
21
C. ALVAREZ Y 1:. BARRAGAN

precedida de otra positiva (R) faltando par 10 tanto Q; una oncia


negativa precedida y seguida de otras positivas (complejos trifásicos)
donde es difícil de acuerdo a la denominación clásica establecer la
letra que corresponde cada onda; y finalmente, pueden observar~e
a

complejos irregulares de bajo voltaje en La Q") profunda MoW.


senos present a como el grado mayor de alteración del complejo QRS
en el proceso de desviación del eje eléctrico a la izquierda. En la fi-
gura I pueden verse estos distintos aspectos.
La interpretación de estos trazados no siempre es fácil. En el

trazado N" I de la serie que presentamos, la onda negativa profunda

N'! 1

1\\

--1"'--- -i ~~ V f'

....,~
- j

N" 2
i ï

1\\
\ \.. N"
~".ll.....,
I
"""'\ -
"'"~ 3

,.i' .

III
~
~ i ~ -

N"4

N" 5

FIG.!. -
Distintos aspectos del electrocardiograma en 111 derivación. tados can
desviación del eje eléctrico a la izquierda (R] > R2). en embarazadas a términa.
Puede verse en esta serie de trazadas de distintas pacientes. cóma la I'! anda pasi-
tiva va disminuyendo de altura hasta desaparccer par completo en las últimas tra-
zados. dando origen a una Q profunda. La segunda anda pasitiva sufre un pro
ceso opuesto. aumentando de altura a medida que la dcsviación progresa.

es S y la positiva que la precede es R; en 108 trazados 4 y 5 la onda


negativa es Q y la que sigue es R; pero en los trazados 2 y ") donde
la onda negativa profunda es precedida de un pequeño accidente po-
sitivo est a conformación es la más frecuente en estos
-y
queda Ia duda de si Ie corresponde Ia designación de Q
trazados-
0 de S. La
22 -
EJ,(;, E0J EL L~!BARAZO

distinta interpretación que dan los autores a esta onda negativa ð


4uizás la principal causa de la discordancia que existe respecto a la
frecuencia de la Q1 profunda, tanto en sanos como en enfermos en
las estadisticas publicadas.
Freundlich 1~, ha avocado ]a solución de
que entre otros se a

este problema, considera que un pequeño accidentI.' positivo no basta


para quitar 1.'1 carácter de Q a la onda profunda negativa que Ie sigue.
Indica guiarse por la comparación de las otras derivaciones. Si existe
Q en II derivación, es muy probable que la onda negativa dudosa
~ea Q. Si falta Q en
II, y en cambio hay una S2 profunda, es pro-
bable que la onda negativa profunda de una S. III sea
1:1
Padilla y Cossio encuentran que la denominación clásica es
"inapropiada I.' insuficiente" y que las letras Q, R y S deben ser em-
plead as sin tener en cuenta su dirección y si sólo eI momenta de su
aparición. Cuando 1.'1 grupo está formado por tres desviaciones, la
primera debe Ilamarse Q, aunque ~ea positiva: la segunda R y la
tercera S. Cuando existen sólo dos ondas, la primera debe Ilamarse
R, la segunda S. Y final mente, cuando eI complejo se reduce a una
wla desviación sea hacia arriba 0 hacia abajo, la denominación que
Ie correspond I.' es
R. En apoyo de esta proposición traen los autores
citados argumentos muy dig nos de tenerse en cuenta y trazados cuya
inteq retación aclara con !a modificación propuesta. De aplicar su
51.'

/'
crite '~:<'a nuestros casos dudosos, la gran onda negativa no sería ya
,<:,

una ,i una S, sino una R.


De todos modos, 10 indudable es que la primera onda positiva
a medida que 1.'1 eje eléctrico se desvia a la izquierda, se hace men os
amplia hasta desaparecer del todo, dejando en su lugar la onda ne-
gativa l. '0' Ilamamos Q profunda. Este fenómeno se confirma como
veremos luego por 10s efectos que !os movimientos respiratorios pro
vocan en estos trazados.

Fuera de est as tres modificaciones principales que 1.'1


embarazo
a término produce ,'n l'I elcctrocardlOgrama, eXlsten aùn otras dignas
de menciòn.

~a onda P normal mente mas amplta en 1 [ denvaClon. sutre en


general poca modificaciÓn en estns corazones desviados a la izquierda,
Se explica, porque siendo 1.1s aurÍculas la parte más fija del
corazòn,
la desviación tiene poca influencia sobre ellas. Sin embargo, en cier-
tos casos cuyo número es difícil de estimar, la onda P no sólo se

23
--
C. ALVAREZ Y
E. BARRAl;AN

aplana sino que francamente negativa (véase trazados I, 2


se hace

y ') de la figura Budelmann 11,


trabajo de conjunto sobre
I). en su
eIectrocardiografia, que ha sido difundido entre los médicos por la
casa Merck, dice que una onda P negativa es considerada por algunos
autores siempre como patológica. En 10 que se refiere a la III deri-
vación en las embarazadas a término, esta inversión se presenta en
corazones completamente normales.
En primera derivación, al mismo tiempo que R aumenta de
altura puede verse una S profunda que para Padilla y Cossio 1,; y
Balbi Robecco 1(1 responderia al mismo fenómeno eléctrico que pro-
duce la Q profunda en tercera. Seria la fase final del proceso cuya

~~(^--Jr
-

II
i"
:,..,J
~.i
I
l----- -
}~ J~ ,
1'1(;. 2.A. de C.. 24
-

años. Oct. 13/38. Emba-


razo a término. Desviación
del eje eléctrico a]a iz-
H\ \ I quierda. Sly Q3 profun-
T 3 neg

-L-
das.
~ ~

ì'-- ~
II.
I. R
R
R
=

=
9
8
7
mm.
..
S
S =
S =
- 0

2
0
mm.
..
III. =
.. ..
Q3 = 3 mm.

fase inicial es Ia Q) profunda. La figura 2 es un ejemplo de est a mo-


dificación.
Thomson, Cohen y Hamilton 1 ï. en derivación precordial, co-
locando e! electrodo en el 4" espacio intercostal cinco centimetros a
la izquicrda de la linea media. han obscrvado qUI.' en riertos casos,
Ja
onda T se hacc positiva (antigua técnica I, desviaçión :Jue des-
aparcce despu,;s del partu. Lsta a!tcraclOn lue hallada ~ \'ecc; entre
104 mujcres cmbarazadas normalcs en que fué invcstigada. Nos-
otros no hemos examinado dcrivaciones precordia II's en nucstros
casos ni podido por 10 tanto comprobar la exactitud del dato.
Finalmente, es digno de notarse que las alteraciones electrocar-
diográficas del embarazo, se modifican notablemente con los movi-

24 -
1:.( .(" I.N 1'1. Hdl\i\Ri\/O

mientos respiratorios: ].1


espiración ]as acentúa, ].1 inspiración las hace
desaparecer. Creemos que ello es una demostración más de que son
producidas por 1.1 simple elevación del diafragma y situación tranG-
versa I del corazón,
1,'
Condorelli pretende que las modificaciones del E.c.G, pro-
ducidas en general por la respiración, son decto de variaciones en la
wnicidad del vago que nada tienen que ver con la desviación del co-
razón, Pero, fuera de que los estudios experimentales 1!) han demos-
trado 1.1 poca influencia que ejerce el vago sobre "1.1 forma" del
E,C.G" hay que observar que ellos no coinciden frecuentemente con

2!f~h~ ~1V~~I.(;'ý
\. 'Y\~J::.
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17 aña;, Die. 4/
FIG, j, n- Z, 1,1de C.. j9, Embaraza a términa, Desviaeión del
ejeeléctriea a izquierda (R 1 > R2), En 1,1 respiración narmal hay una anda
~ negativa prafunda (C) 0 S) que V.Hi.) de amplitud en cada contraeción, preeedida
y seguida de un pcqueño ,)ccidente positivo, Con 1,1 inspiración est a and,) desapa-
reee para dar lugar a una onda positiva (R) me1lada. I'n l.1 (spiraeión se aeentúa
1,1 negatividad de 1,1
onda citada, La T negativa en l.1 respiración narmal. can la
i nspi f.1ci(1n des,)
rJ rcel'

la arntmi.1 I'C.\jJIL1t"1'1.1 <,'111<' c"


1111\I1H' ( "l1d'',,111 I" Il'lOtlO(<', \' Ii
nalmente que aparecen subre' todo en III dcrivaciÓn, 10 que no ten
drÍa explicación si fueran debidas a la influencia del vago, Schlomca
y Dressen "", refiriéndose a 1.1 Q1 profunda, no ,1ceptan tampo(() que

sus variaciones respiratürias puedan tener un ürigen vagal.


Aún durante 1.1 respÍración tranquila se observa en las embara-
..,'
25
--
C, ALVAREZ Y
l'. BARRM;AN

zadas con frecuencia. diferencía en ]a amp]itud de Ias ondas. de ca-


rácter periódíco, que son debídas indudab]emente a Ia respíración.
Si se in vita a ]as pacientes a hacer una inspiración
profunda (un
suspiro). eI trazado sufre marcadas modificaciones (Figs. 1 y 4).
La Q profunda si existe
desaparece. Ia R aumenta de disminuye 0

altura. ]a Pyla T si son negativas. se hacen isoeléctricas 0 positivas.


Estos trazados carecen genera]mente de ]a nitidez habitual porque
]os movimientos respiratorios influyen en eHos. La espiración modi-
fica menos e] trazado que 1a inspiración. posiblemente porque es más

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1

FIG, 4, A, de I., Mujer de


-
41 afios, sin signa alguno de afección cardiaca (sin
cmbarazo), Desviacién del eje eléctrico a la izqu;erda, RI > R2, R1 pequcña
con S profunda mcl!ada en ~u rama desccndcnte, La inspiración provoca la apari-
ción dc una R :t1ta y mdlada, P aumcnta cn altura, T sc modific.1, Dicicmbrc
2 I dc I 9')
In
9,

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[:rG, 5, Notablc desarrollo de it èn " insriraciÓn profur,J 1

dIlICïl .1cenlu.1r 1.1


deSVI.1,ïOn del ,or,l/Oll qu,' Ih'rlllltirk \'O!\'", ,1 ',II
situacÎón habitual.
En algunos casos Ia onda R que la inspiración produce. .1dquíere
una altura notable como puede verse en la Figura ') que correspond"
a
una enferma que durante su embarazo presentaba una desviación
del eje eléctrico a la izquierda. desviación que desapareció
con eI
26 -
1'.("'\;. 1';\1 1'L 1'''-1BARAZO

parto. Este trazado fué sacado cinco mest's después con un estado de
sal ud perfecto.

Las modificaciones del trazado eléctrico con la respiración exis-


ten. como se sabe, en múltiplcs condiciones: en los obesos. en la aero-
gastria y aerocoIia, en sujetos sanos de hábito pícníco y corazón
transversal. EI embarazo no es sino vna condíción entre otras. que
favorece su aparicíón.
En el excelente trabajo que acaba de pubIícar González Videla ~1,

~ü ~ r ~yo.c. \.ð V1-

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~-~=
J, -""
~
-

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-~*"1 1 ,

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!'I(;. 6. A. Ch" 20 años. Die. ]0/19. Embarazo a término. Desviaciòn del


ejc eléctrico a 1.1 izquierda. (1. R q S =
= 1 11. R = 7
mm. ---- mm.: mm.
-

S 1 R 2 S 2
mm.: III.
=
=
mm.
=
mm.).
-

La inspiración produce un au-


-

mcnlü de 1.1 onda R qUe dc 2 miIimetros sc cleva a 5: 1.1 anua S dcsaparece. Estc
cambio se cfcctÚ.l haciéndosc prcviamente 1.1 R bifida y clcv,indose después ]a se-
gunda onda para formar 1.1 R. Resto de c:ta bifidez es una melladura que se ob-
serva en su rama ,,,ccndente. En 1.1 espiraciòn sc ve de nuevo 1.1 bifidez cuya scgunda
onda sc haec S.

utiliza este fenómeno para difcrenciat las cardiopatías orgánicas que


muestran Q profunda. de Ius casos en que este accidente es debido
simplemente a la oeSVlaClon cardlaca. Bten que una modificactón de
la c;n con 1.1 reSpn,1\1()Jl pued,1 \',TS,' ,1mh,l.s est.l "Il ,'olldl\!ones, IllO
dificación muchu mas m,Hcada
es y el aut or lu estahlcce en tér
minos numéricos- cuando es debida simplemente al desplazamiento
cardíaco. N uest ras obscrvacjunes en 1as em barazadas no pueden sino
confirmar esa opínión.
Es ínteresante observar como aparece esta R alta bajo la in-

-
27
c. ALVAREZ E. BARRAGAN
Y

fluencÍa de la inspiración. realiza por 10 menos en muchosNo se

casas. aumentando]a altura de ].1 R preexistente. sino como una


nueva onda que hace primero bifída 1.1 R y se eleva después. dejando
si esta elevacÍón es insuficÍente. una melladura en 1.1 rama ascendente

de R (véase Fig. 6). Si existe de antemano esta segunda onda posi-


tiva (S difásica). es ella la que aumentando de altura forma 1.1 R
(Figs,. 5 y 7). Este proceso explica la existencia de melladuras que
desaparecen bajo !a influencÍa de la respiración como puede verse en
la figura 8.

In .
\\~pirr..~ ~"""M Ol"-~
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1"" .: I:"~ ".
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~-~~~4l:~-~~' . . .

. -~':Si
FIG. ï. ~- E. A.. 16 años. Corazón normal. Sin dcsviación del eje eléctrico. No
hay embarazo. Puede verse como la segunda onda positiva (S difasica) aumenla
de altura con la inspiración. dejando una profunda melladura en la rama asc:n-
dente de R.

~.:c-i1i'n==-..:=:=:.~-======-=-..:=..~

~~.'~~'-:.,..,~~
-~~^".~ ._--~_._.~------~~_.~-~~_...~---~---...-

I'll;. 8. 18 años. Embarazo a [érmino.


de
M. V.. Nov. 10/19. Sin de..viación
~

del eje eléclrico. Melladura en III que desaparece con la


inspir.lCión.

Se ad mite genera!mente que las manchas y melladuras del


com-
plejo QRS son debidas a
una interrupción de la corriente eléctr.ica par
Jesiones de] miocardio. y se Jes da pOl' ]0 tanto un alto \'a]or para SlI

diagnóstico, Es cierto que ésto bace con m ucbas restricciones: que se


~'ean constantes. que no aparezcan cerea del pie de 1.1 ond.1 Y l'S!)l'll,ll

mente que no sean exclusivas de 1.1 II' derÍv,lclòn. dondc 'ion tre
euentes en condiciones normales. Los efeetos de la respiraeión ljue
hemos eitado dan explieacíón de su existencia en eorazones sanos.

28-~-
E.C.G. EN EL EMBARAZa

Después del parta se atenúan a desaparecen las modificaciones


del trazado que hemos descripto. No pudo ser realizado este examen
en todos 10s casos pero se 10 hizo (generalmente ocho días después
del parto) en un número suficiente para poder afirmarlo.
De 12 casos con desviación a la izquierda del eje eléctrico du-
rante el embarazo. después del parto se observó: 5 de eje eléctrico
normal; 1 con desviación a la derecha; '3 con desviación a la izquier-
da menos marcada: 3 sin modificación notable. De '3 casos con eje
eléctrico normal. I presentó desviación a la derecha después del par to :
los dos restantes sin modificación.
Once casos con T3 negativa se modificaron así: T3 positiva.
3 casos; T'3 isoeléctríca. 6 casos;
T'3 difásíca, 1 caso; negativa T3
pero menos negativa que durante el embarazo, 1 caso. Tres casos con
T3 isoeléctrica durante el embarazo, se hicieron 10s tres T3 posítíva.

RESUMEN
En 50 casos de embarazadas
término con corazones normales. a

se ha comprobado: 1 \' La desviación del eje eléctrico a la izquierda

(RI > R2) en proporción no inferior al 60 %J de los casos; 20 La


negatividad de la onda T en III derivacíón. en una proporción aún
3"
mayor; La aparición de una onda negativa en III derivación con
los que se asignan a la Q3 profunda, en el 8 7r de los
caracteres
casos; 4" La presencia frecuente de P3 negativa y de S 1 profunda;
5"
La influencia notable que la respiración ejerce modificando las
alteraciones citadas y "ando explicación de las manchas y melladu-
ras que pueden observarvarse en estos trazados.

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RËSUMË
L'étude des E K G obtenus chez 50 femmes normales au cours du demier
mo;s de ),1 gro~scsse montra:
('-'
Déviation de I'axe éIcctrique vers 1,1 g,lUche (DI>DII) dans un 60';').
II" Onde T r:égative ,n DIll dans plu~ d'un 60';1,..
II 1" Onde Q1 profonde dans un 8 'Ir .

IV" Fréquente apparition de I'onde 1'3 nég,1tive et de SI profonde.


VO La grande infIllCnce qu'eHrce )"
respir"tion en modifiant Jes altérations
m(ntionées, ce qui expllque la presence des crochets du QRS que I'on
peut observer dans ces E K G

CONCLUSIONS

Analysis of electrocardiogram obtained in 50 normal women in the last


\

month of p,egnancy showed:


J'-') 60 prr cent.
Left axis deviation (Rl>R2) in
2") N(gative T IVave in lead III in more (l1.1n 60 per cent.
3'.') Deep Q1 wave in 8 per cent.
4'.') Frequent occurrence of negative P1 and deep S] waves.
5'.') The alterations mentioncd were greatly modified by deep inspiration.

ZUSAMMENF ASSUNG
Bei 50 fäI1igen graviden Frauen mil normalcm Herzen. stellte man fest: 1.
Oer Linkstyp (R ] grösser als R 2) in einem Verhältnis. das nicht unter 60';'
der FälIe liegt: 2. Die negative Nachschwankung in der Abl. III in einem noch
hÒberen Verhältnis: 1. Scbwankung in Abl. III
Oas Auftreten einer negativen
mit den Eigenschaften die man der tiefen Q 1 zuschrcibt: das häufigc Auftreten
ciner negativen P 1 und tiefen S 1: 5. Ocr grosse Einfluss welche die Atmung
auf die beschriebenen Abweichungen hat und welche die i\ufsplitterungen und
bndickungen. die man ,1uf den Kur\'l'n beob,lcbtct crkl.irt

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