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Traducciones

El giro social: (la)


colaboración y
sus descontentos
Claire Bishop * el suroeste, sobre el Río Nieuwe Mass y
(Traducción de Fabricio Forastelli) cerca de Rotterdam. Es una ciudad indus-
trial, un puerto importante y un centro pes-
quero especializado en la pesca de arenque
La estación de Internet y TV de Superflex y bacalao (De Strip, 2001-2004); los talleres
para ancianos residentes en un albergue de para desempleados de Lucy Orta en Johan-
Liverpool (Tenatspin, 1999); la invitación de nesburg (entre otros lugares) para enseñar-
Annika Ericsson a grupos y personas para les nuevas habilidades en moda y discutir
comunicar sus ideas y habilidades en la solidaridad colectiva (Nexus Architecture,
Frieze Art Fair (Do you want an audience?, 1995); los Temporary Services que improvi-
2003); el Social Parade organizado por Je- saron medidas medioambientales vecinales
remy Deller con más de veinte organizacio- en un baldío en Echo Park, Los Ángeles (
nes sociales en San Sebastián (2004); el en- Construction Site, 2005); Pawel Althamer
trenamiento provisto por Lincoln Tobier a enviando un grupo de adolescentes “difíci-
residentes locales del pueblo de Aubervi- les” (incluidos sus dos hijos) desde el su-
lliers para producir programas de radio de burbio de clase trabajadora de Brodno, en
media hora ( Radio Ld´A, 2002). Auverbillers Varsovia, a pasear por su muestra retros-
(con una población de 67.836 habitantes en pectiva en Maastricht (2004); el calendario
1990) está en el Departamento de Seine- producido por Jens Haaning que contiene
Saint Denis, al centro norte de Francia y al retratos fotográficos en blanco y negro de
noreste de París; es un centro industrial im- refugiados en Finlandia esperando la reso-
portante donde se producen químicos, far- lución de su solicitud de asilo ( The Refugee
macéuticos, metales y cueros y un sitio de Calendar, 2002).
peregrinaje desde el siglo XIV; la Clínica Este catálogo de proyectos es sólo una
Flotante para realizar abortos de Atelier Van muestra de un surgimiento reciente del inte-
Lieshout (2001); el proyecto de Jeanne van rés artístico sobre la colectividad, la cola-
Heeswijk de transformar un shopping en un boración y el compromiso directo con sec-
centro cultural para los residentes de Vlaar- tores específicos de la sociedad. A pesar
dingen (una ciudad de 73.820 habitantes en de que la mayoría de estas prácticas ha te-
1994) en la provincia de Holanda de Sur, en nido un perfil relativamente bajo en el mun-
*> Claire Bishop vive en Londres y se Departamento de Curaduría de Arte Standard (2000-2002) de Londres y cola-
desempeña como Assistant Professor en Contemporáneo en el Royal College of bora regularmente con distintas publica-
el Departamento de Historia del arte en Art de Londres. También ejerce la do- ciones incluyendo Artforum, October, y
Warwick University. Entre el 2001 y el cencia en University of Essex and Tate Tate Etc.
2006 fue Tutor in Critical Theory en el Modern. Fue crítica de arte para Evening

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do del arte comercial –los proyectos colec- o que se establezca una red interdisciplina- socialmente comprometido, la energía crea- giro social en el arte contemporáneo ha im-
tivos son más difíciles de comerciar que las ria propia. Es tentador fechar el aumento en tiva de las prácticas participativas rehuma- pulsado un giro ético en la crítica del arte.
obras de artistas individuales, y tienden a la visibilidad de estas prácticas a comien- niza –o al menos desaliena– una sociedad Este giro se caracteriza por un interés cre-
ser menos “obras” que acontecimientos so- zos de los 1990s, cuando la caída del co- entumecida y fragmentada por la instru- ciente en cómo se realiza una colaboración
ciales, publicaciones, talleres o performan- munismo privó a la izquierda de los últimos mentalidad represiva del capitalismo. Pero determinada. En otras palabras, los artistas
ces– sin embargo ocupan un presencia ca- vestigios de la revolución que una vez había la urgencia de esta tarea política ha llevado son juzgados por su proceso de trabajo –el
da vez más conspicua en el sector público. vinculado radicalismo político y estético. a una situación en la cual tales prácticas grado de modelos buenos o malos de cola-
Un factor que ha contribuido a estos cam- Muchos artistas ahora no realizan una dis- colaborativas son percibidas automática- boración que provean – y criticados por
bios es la expansión sin precedentes de las tinción entre su trabajo dentro y fuera de las mente como gestos artísticos importantes cualquier sugerencia de explotación poten-
bienales (se han establecido treinta y tres galerías de arte, y figuras establecidas y co- de resistencia: no puede haber obras de ar- cial que falle en representar “totalmente”
nuevas bienales sólo en los últimos diez mercialmente exitosas como Francis Alÿs, te en colaboración fallidas, fracasadas, irre- sus sujetos, como si tal cosa fuera posible.
años, la mayoría en países considerados Pierre Huyghe, Matthew Barney y Thomas sueltas o aburridas ya que se considera que Este énfasis en los procesos por sobre los
hasta hace poco periféricos en el mundo in- Hirschhorn se han vuelto hacia la colabora- todas son igualmente esenciales para forta- productos (por ejemplo, de los medios por
ternacional del arte), así como el nuevo mo- ción social como una extensión de su prác- lecer los vínculos sociales. A pesar de que sobre los fines) se justifica como opuesto a
delo de agencias dedicadas a la producción tica conceptual o escultural. Aunque los ob- simpatizo en términos generales con esta la predilección del capitalismo por lo contra-
de arte experimental comprometido en el jetivos y resultados de estos artistas y gru- ambición, me gustaría argumentar que tam- rio. El ultraje indignante dirigido a Santiago
dominio público (Artangel en Londres, pos varían enormemente, todos ellos están bién es crucial discutir, analizar, y comparar Sierra es un ejemplo prominente de esta
SKOR –Shin Kimagure Orange Road (anime vinculados por la creencia de que la creati- críticamente esas obras en tanto que arte. tendencia, aunque también ha sido desco-
movie) en Holanda; Nouveau Commanditai- vidad impulsa a la acción colectiva y las Esta tarea crítica es particularmente impor- razonador leer las críticas de otros artistas
res en Francia son sólo algunas de las que ideas compartidas. tante en Gran Bretaña, donde el Nuevo La- en nombre de la siguiente ecuación: se acu-
recuerdo). En su historia crítica One Place Este panorama mezclado del trabajo social- borismo usa una retórica casi idéntica a la sa de egocentrismo a artistas que trabajan
After Another: Site Specific Art and Locatio- mente colaborativo conforma probablemen- del arte socialmente comprometido para di- con participantes para realizar un proyecto
nal Identity (2002), Miwon Kwon plantea te la vanguardia que tenemos hoy: se trata rigir la cultura hacia políticas de inclusión en vez de permitir al proyecto emerger a tra-
que la especificidad del trabajo comunitario de artistas que utilizan situaciones socia- social. Al reducir el arte a una información vés de la colaboración consensual.
parte de las críticas de que es un arte públi- les para producir proyectos desmaterializa- estadística sobre audiencias y a “indicado-
co “heavy metal” para interrogar la situa- dos, anti-mercado y políticamente compro- res de performance” el gobierno prioriza el Los escritos sobre el colectivo de artistas
ción como marco social más que formal o metidos que continúan la demanda moder- efecto social sobre las consideraciones de turco Oda Projesi provee de un ejemplo cla-
fenomenológico. El espacio intersubjetivo nista de borronear la línea entre arte y vida. calidad artística. ro sobre la manera en que los juicios estéti-
creado a través de estos proyectos se Para Nicolás Bourriaud en Relational Aest- La emergencia de criterios para juzgar prác- cos han sido alcanzados por criterios éti-
transforma en el foco –y en el medio– de la hetics (1998), el texto definitivo de la prácti- ticas sociales no se ve favorecida por las cos. Oda Projesi es un grupo de tres artis-
investigación artística. ca relacional, “el arte es el lugar que produ- tensiones entre los escépticos (estetas que tas que, desde 1997, ha basado sus activi-
Actualmente, este campo expandido de ce una sociabilidad específica” precisamen- rechazan este trabajo como marginal, extra- dades alrededor de un departamento de
prácticas relacionales tiene una variedad de te porque “a diferencia de la televisión, ten- viado y carente de cualquier interés artístico) tres ambientes en el Galata, un distrito de
nombres: arte socialmente comprometido, siona el espacio de relaciones”. Para Grant y los creyentes (activistas que rechazan los Estambul (Oda Projesi en turco significa
arte comunitario, comunidades experimen- H Kester, en otro texto clave, Conversation problemas estéticos como sinónimos de je- “proyecto habitación”). El departamento
tales, arte dialógico, art littoral1, arte partici- Pieces: Community and Communication in rarquía cultural y mercado). Los primeros, en provee de una plataforma para proyectos
pativo, intervencionista, basado en investi- Modern Art (2004), el arte es un lugar único sus extremos, nos condenarían a un mundo generados por el colectivo en cooperación
gación y/o colaborativo2. Estas prácticas para contrarrestar un mundo en el que “es- de pintura y escultura irrelevante, mientras con sus vecinos, tales como talleres para
están menos interesadas en una estética tamos reducidos a una pseudo-comunidad los últimos tienen una tendencia a auto-mar- niños con el pintor turco Komet, un picnic
relacional que en las recompensas creativas de consumidores, nuestras sensibilidades ginarse hasta el punto de reforzar inadverti- comunitario con el escultor Eric Gongrich, y
de la actividad colaboradora – ya sea que embotadas por el espectáculo y la repeti- damente la autonomía del arte, previniendo un desfile de niños organizado por el grupo
se trabaje con comunidades preexistentes ción”. Para estos y otros partidarios del arte de este modo cualquier vínculo productivo de teatro Tem Yapin. El Oda Projesi dice
entre arte y vida. ¿Hay algún terreno en el que quieren abrir un contexto para posibili-
que los dos lados se encuentren? tar el intercambio y el diálogo, motivado por
Las serias críticas que han aparecido en re- un deseo de integrarse a su vecindario. In-
lación al arte socialmente colaborativo han sisten en que no se trata de mejorar o sanar
sido enmarcadas de un modo particular: el una situación –uno de los volantes del pro-
1> Nota del Editor: art littoral es una agru- pación se utiliza como una metáfora que alude a los
artística sin fines de lucro surgida en Gran Bretaña. artistas que trabajan en los límites entre las
Promueve sociedades creativas, producciones instituciones, la escena de la galería y el
artísticas críticas y estrategias culturales en museo, y la esfera pública.
respuesta a problemas sociales ambientales y de 2> Nota del Editor: hemos utilizado el
cambio económico. El término “littoral” neologismo “colaborativo” en lugar de
“colaborador” para acentuar su dimensión de
práctica.

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yecto tiene el eslogan “intercambio no cam- Projesi considera lo estético un “mundo pe- “co-creador”. Lind también argumenta que para artistas que trabajan con comunida-
bio” –aunque claramente ven su trabajo co- ligroso” que no debería traerse a discusión. el trabajo de Hirschhorn, al utilizar partici- des. Conversation Pieces de Kester, mien-
mo opositor. Al trabajar directamente con Esto me parece una respuesta curiosa: ¿si pantes que critican el género artístico del tras articula lúcidamente muchos de los
sus vecinos para organizar talleres y acon- lo estético es peligroso, no es esta la mejor monumento, fue correctamente criticado por problemas asociados con estas prácticas,
tecimientos, evidentemente quieren produ- razón por la que deberían interrogarlo? “exhibir” y producir grupos exóticos margi- aboga, sin embargo, por un arte de inter-
cir un tejido social más creativo y participa- nales, y por lo tanto, contribuir a una forma venciones concretas en las cuales el artista
tivo. Hablan de crear “espacios vacíos” y El abordaje ético del Oda Projesi es adopta- de pornografía social”. Por contraste, el Oda no ocupa una posición de amo pedagógico
“agujeros” en el rostro de una sociedad bu- do por la curadora sueca Maria Lind en un Projesi “trabaja con grupos de gente en su o creativo. En Good Intentions: Judging the
rocrática y sobre– organizada, y de ser ensayo reciente sobre su trabajo. Lind es ambiente inmediato y les otorga una mayor Art of Encounter (20005) el crítico holandés
“mediadoras” entre grupos de gente que una de las adeptas más articuladas de las influencia sobre el proyecto”. Eric Hagoort, sostiene que no debemos
normalmente no tienen contactos. prácticas políticas y relacionales, y desarro- Vale la pena considerar los criterios de apartarnos de la producción de juicios mo-
lla su trabajo de curadora con un mordaz Lind. Su evaluación está basada en una éti- rales sobre este tipo de arte, sino que debe
Debido a que mucho del trabajo del Oda compromiso por lo social. En este ensayo, ca de la renunciación del autor: el trabajo pesar la presentación y representación de
Projesi existe a nivel de educación artística publicado por Claire Doherty en From Studio del Oda Projesi es mejor que el de Hisrch- las buenas intenciones del artista. En cada
y acontecimientos comunitarios, podemos to Situations: Contemporary Art and the horn porque ejemplifica un modelo superior uno de estos ejemplos, la intencionalidad
verlas como participantes dinámicas de la Question of Context (2004), observa que el de las prácticas de colaboración. La densi- del autor (o su modesta ausencia) es privi-
comunidad que traen arte a una audiencia grupo no está interesado en mostrar o exhi- dad conceptual y la significación artística legiada por sobre la discusión sobre la sig-
más amplia. Es importante que abran este bir arte sino en “utilizar el arte como un me- de los proyectos respectivos se dejan de nificación conceptual del trabajo como una
espacio de práctica no objetual en Turquía, dio para crear y recrear nuevas relaciones lado para privilegiar una evaluación de las forma social y estética. Paradójicamente,
donde las academias y el mercado del arte entre la gente”. Discute el proyecto colectivo relaciones entre el artista y sus colaborado- esto lleva a una situación en la que no sólo
están todavía orientados principalmente ha- en Riem, cerca de Munich, en el que colabo- res. Las supuestas relaciones explotadoras los artistas colectivos sino también los indi-
cia la pintura y la escultura. Uno puede bien raron con la comunidad turca local para or- de Hirschhorn son comparadas negativa- viduales son alabados por su renuncia a la
estar complacido, como yo lo estoy, en que ganizar una merienda, paseos guiados por mente con la inclusividad generosa del Oda noción de autoría. Y esto puede explicar,
hay tres mujeres realizando este trabajo. los residentes, peluquería, arreglos del cabe- Projesi. En otras palabras, Lind deja de lado hasta cierto punto, por qué el arte social-
Pero su gesto conceptual de reducir el es- llo por motivos decorativos, ceremoniales o lo que podría ser más interesante del traba- mente comprometido ha estado libre de la
tatus de la autoría a un mínimo es insepara- simbólicos. Los hombres primitivos emba- jo como arte del Oda Projesi –el logro posi- crítica del arte. El énfasis se ha desplazado
ble, en última instancia, de la tradición ar- rraban su cabello con arcilla y le ataban tro- ble de convertir el diálogo en un medio o la desde la especificidad disruptiva de una
tística de la comunidad. Aún cuando se feos e insignias para representar sus haza- significación de desmaterializar un proyecto obra de arte dada al conjunto generalizado
transfiera a Suecia, Alemania y los otros pa- ñas y cualidades. Entre las mujeres, una en sus procesos sociales. En vez su crítica de preceptos morales.
íses donde el Oda Projesi ha hecho exhibi- banda para apartar el cabello de sus ojos está dominada por juicios éticos sobre pro- En Conversation Pieces, Kester argumenta
ciones, no hay muchos elementos para dis- fue precursor de la vincha. Lind compara es- cedimientos de trabajo e intencionalidad. que el arte consultivo y “dialógico” requie-
tinguir sus proyectos de las otras prácticas te esfuerzo al Bataille Monument de Hirsch- re de un cambio en nuestra comprensión de
socialmente comprometidas que giran alre- horn (2002), la bien conocida colaboración Otros ejemplos similares pueden encontrar- lo que es el arte –alejándonos de lo visual y
dedor de fórmulas predecibles como talle- de Hirschhorn con una comunidad predomi- se en los escritos sobre Superflex, Eriks- lo sensorial (que son experiencias individua-
res, discusiones, comidas, proyecciones y nantemente turca de Kassel. (Este elaborado son, van Heeswijk, Orta y otros muchos ar- les) hacia el “intercambio discursivo y la ne-
caminatas. Quizás esto sea así porque la proyecto incluía un estudio de televisión, tistas que trabajan en una tradición de me- gociación”. Kester nos desafía a considerar
cuestión del valor artístico no es válida para una instalación sobre Bataille, y una bibliote- joramiento social. Este imperativo ético en- la comunicación como una forma estética,
el Oda Projesi. Cuando entrevisté al colecti- ca basada en los intereses de los surrealis- cuentra apoyo en los teóricos del arte que pero falla al defender esta idea, y encuentra
vo para la revista Untitled (Primavera del tas disidentes). Lind observa que las artistas colaboran con la gente “real” (por ejemplo, satisfacción en reconocer que un proyecto
2005) y les pregunté por los criterios en los del Oda Projesi, al contrario de Hirshhorn, aquellos que no son amigos del artista u de arte socialmente comprometido es exito-
que basan su trabajo, respondieron que lo son mejores debido al estatus igualitario que otros artistas). La curadora y crítica Lucy R so si trabaja a nivel de la intervención social
juzgan por las decisiones que toman en re- dan a sus colaboradores: “El objetivo de Lippard concluye su libro, The Lure of the aunque sus fundaciones estén a nivel del ar-
lación con dónde y con quién colaboran: Hirshhorn es crear arte. Para el Bataille Mo- Local: Senses of Place in a Multicentered te. En ausencia de un compromiso hacia lo
los marcadores de éxito son las relaciones nument había preparado, y ejecutado en Society (1997), con una discusión del arte estético, la posición de Kester adhiere a un
dinámicas y sostenidas y no las considera- parte, un plan para cuya implementación ne- realizado en lugares específicos desde una resumen conocido de las corrientes intelec-
ciones estéticas. Aun más, como su prácti- cesitaba ayuda. Se pagó a los participantes perspectiva ecológica y postcolonial, y pre- tuales inauguradas por las políticas de la
ca está basada en la colaboración, el Oda por su trabajo y su rol fue el de “ejecutor” y senta un “espacio ético” de ocho puntos identidad: respeto por el otro, reconoci-

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miento de la diferencia, protección de las li- shoot horses (2004). Collins le pagó a nueve convenciones visuales y conceptuales de nocimiento obstruye cualquier análisis fun-
bertades fundamentales y una corrección adolescentes para que bailaran continua- los reality shows. La presentación del traba- dado en tales asunciones. En su lugar, esta-
política inflexible. Como tal, constituye tam- mente 8 horas durante dos días consecuti- jo como una instalación en dos pantallas mos invitados a leer lo que se nos presenta
bién un rechazo de cualquier arte que pueda vos, en frente de una pared rosada y al rit- que dura las 8 horas de trabajo diario sub- –una reunión perversa de director, músicos,
ofender o perturbar a su audiencia –muy mo de una compilación de pop hits de las vierte ambos géneros, por un lado, en su un coro sordo, que produce algo más com-
notablemente a las vanguardias históricas, últimas cuatro décadas. Los adolescentes uso enfático de la seducción y, por otro, en plejo, problemático y múltiple que la libera-
entre las cuales Kester, sin embargo, quiere resultan magnéticos e irresistibles cuando su duración agotadora. ción de la creatividad individual.
situar el compromiso social como una prác- pasan de la diversión exuberante al aburri- Como el de Collins, el trabajo del artista po- Podría objetarse, como si otros espacios
tica radical. Critica a Dadá y al Surrealismo, miento y luego al agotamiento. Las letras laco Artur Zmijewski se mueve a menudo fueran más auténticos, que tanto Collins co-
que querían escandalizar a los espectadores banales de amor y rechazo de las cancio- alrededor del diseño y registro de situacio- mo Zmijewski producen videos para consu-
para que fueran más sensibles y receptivos nes adquieren connotaciones mordaces a la nes difíciles o penosas. En su video The mo en galerías de arte –una lógica que fue
al mundo, por presumir que el artista es un luz de la resistencia de los chicos a la mara- Singing Lesson I (2001) filma un grupo de desenredada por Kwon en One Place After
soporte privilegiado de la percepción. Yo tón y la interminable crisis política en la que estudiantes sordos cantando, en una iglesia Another. Su defensa de un arte “desobra” a
sostendré que tal incomodidad y frustración están atrapados. No es necesario agregar de Varsovia, el Kyrie de la Misa Polaca de comunidad puede ser aplicada de modo útil
–al mismo tiempo que lo absurdo, la excen- que they shot horses es una representación Jan Maklakiewicz de 1944. La primera ima- a la práctica del artista británico Jeremy De-
tricidad, la duda o el puro placer– pueden perversa del “lugar” al que el artista fue in- gen es vertiginosamente dura: una imagen ller. En el 2001 Deller organizó una repre-
ser, por el contrario, elementos cruciales del vitado a intervenir: los territorios ocupados del interior de la iglesia, de elegantes sime- sentación que reconstruye un evento clave
impacto estético de una obra y son esencia- nunca son mostrados explícitamente pero tría neoclásica, es balanceada con la voz de la huelga de los mineros ingleses de
les para producir nuevas perspectivas sobre están siempre presentes como un marco. cacofónica y distorsionada de una niña. La 1984 –el choque violento entre los mineros
nuestra condición. Los mejores ejemplos de Este uso del hors cadre tiene un propósito niña está rodeada por compañeros que, im- y la policía en la villa de Orgreave, en el
arte socialmente colaborativo dan lugar a político: la decisión de Collins de presentar posibilitados de oírla, charlan entre ellos en condado de Cork. The Battle of Orgreave
este y a muchos otros efectos, que deben a los participantes como adolescentes ge- lenguaje de signos. La edición de Zmijewski trató la escenificación a lo largo de un día
ser considerados junto a intenciones más néricos globalizados se vuelve clara si con- orienta la atención constantemente hacia el de esta confrontación, actuada por ex mine-
evidentes, tales como la recuperación de un sideramos las preguntas enigmáticas que contraste entre el coro y su medio, sugirien- ros y ex policías, junto con una serie de so-
vínculo social fantasmático o el sacrificio de se escuchan regularmente cuando uno mira do que los paradigmas religiosos de perfec- ciedades de representación de eventos his-
la noción de autoría en nombre de una cola- el video en público: ¿Cómo pueden cono- ción todavía dan forma a nuestras ideas de tóricos. Aunque el trabajo parecía contener
boración “real” y respetuosa. Algunos de cer a Beyonce los palestinos? ¿Cómo es belleza. Una segunda versión de The Sin- un elemento terapéutico perverso (ya que
estos proyectos son bien conocidos: el Mu- posible que usen Nike? Al evitar una narra- ging Lesson fue filmada en Leipzig en 2002. participaron tanto mineros como policías
see Precaire Albinet y 24h Foucault (ambos tiva política directa, Collins demuestra cuán En esta oportunidad los estudiantes sordos, que habían participado en el conflicto, a ve-
de 2004) de Hirschhorn; el Cinema for the rápidamente este espacio es completado junto con un corista profesional, cantan ces cambiando papeles), The Battle of Or-
Unemployed (1998) de Alexandra Mir; When por fantasías generadas por la producción y Bach acompañados por una orquesta de greave no parece haber curado las heridas
Faith Moves Mountains (2002) de Alÿs. Más diseminación selectiva de imágenes del cámara barroca en la Iglesia de Santo To- tanto como haberlas reabierto. El evento
que posicionarse en relación a un linaje acti- Medio Oriente en los medios masivos (ya más, donde Bach fue cantor y está sepulta- propuesto por Deller fue, al mismo tiempo,
vista, en el cual el arte es ordenado para que el espectador occidental medio parece do. La versión alemana está editada para legible políticamente y sin ningún sentido:
ejecutar cambios sociales, estos artistas tie- condenado a ver a los jóvenes árabes ya revelar un lado más divertido del experi- convocó la experiencia potencial de las de-
nen una relación más cercana con el teatro como víctimas, ya como fundamentalistas mento. Los gestos del lenguaje de signos mostraciones políticas sólo para exponerlas
de vanguardia, la performance o la teoría de medievales). Al utilizar música pop como al- en el ensayo son repetidos por los del di- diecisiete años demasiado tarde. Aunó a la
la arquitectura. Como consecuencia, tal vez go familiar tanto a los adolescentes palesti- rector: dos lenguajes visuales que sirven gente para recordar y representar un acon-
intentan pensar lo estético y lo social y polí- nos como a los occidentales, Collins provee para igualar los dos tipos de música produ- tecimiento desastroso, pero este recuerdo
tico juntos más que subsumirlos en lo ético. asimismo con un comentario sobre la glo- cidos por el experimento de Zmijewski –las tuvo lugar en circunstancias cercanas a una
El artista británico Phil Collins, por ejemplo, balización que es mucho más ruidoso que armonías de la orquesta y el gemido melo- feria de pueblo, con su banda, lugares de
integra completamente estas dos preocu- la mayoría del arte político activista. they dioso del coro. La edición del artista, mez- comida y niños corriendo por todas partes.
paciones en su trabajo. Invitado a realizar shoot horses juega con las convenciones clada con mi incapacidad de entender el Este contraste es particularmente evidente
una residencia en Jerusalem, decidió reali- presentes en las practicas colaborativas so- lenguaje de los signos, parece integral a la en la única documentación, el video de The
zar una maratón de disco para adolescen- cialmente benevolentes (crea una nueva na- película: solo podemos tener un acceso li- Battle of Orgreave, que forma parte de una
tes en Ramallah, que grabó para producir la rrativa para sus participantes y refuerza mitado a las experiencias emocionales y película de una hora de Mike Figgis, un rea-
instalación de videos en dos pantallas they vínculos sociales) pero las combina con las sociales ajenas, y la opacidad de este co- lizador de izquierdas que usa explícitamente

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esta obra para atacar al gobierno de That- fecha. Si no se documenta un proyecto anó- ma bondadosa” cristiana. En este esquema servir a la comunidad local es inseparable
cher. Algunos clips del evento realizado por nimo de este tipo ¿quién creería que la obra triunfa el auto-sacrificio: el artista debe re- de su culposa posición de privilegio, y sus
Deller son mostrados con entrevistas emoti- ha existido realmente? En retrospectiva, la nunciar a su presencia de autor para permi- gestos ejemplares provocan perturbadora-
vas a antiguos mineros, y el tono del enfren- elusividad del acontecimiento de Holler está tir a los participantes hablar a través de él o mente un mal que es erradicable sólo a tra-
tamiento es desconcertante. The Battle of emparentada con la perplejidad que pode- ella. Este auto-sacrificio está acompañado vés de más mal. El film de Von Trier no pre-
Orgreave representa una injusticia política mos sentir cuando vemos la documentación por la idea de que el arte debería extraerse a senta una lección moral directa, sino que ar-
pero como si fuera en una clave diferente, del arte socialmente comprometido que nos sí mismo de los dominios “inútiles” de la es- ticula –a través de una reductio ad absur-
en la medida en que la acción de Deller es y pide que consideremos sus reclamos de tética y fusionarse con la praxis social. Pero dum– la implicación terrorífica de la posición
no es un encuentro violento. La participa- diálogo significativo y empoderamiento polí- como ha observado Jacques Rancière, esta auto-sacrificial. Algunas personas conside-
ción de sociedades de representación de tico alrededor de la noción de confianza. En denigración de la estética ignora que el sis- rarán Dogville un encuadramiento demasia-
eventos históricos es integral a esta ambi- este contexto The Baudouin Experiment fue tema del arte como lo conocimos en occi- do duro para expresar mis reservas sobre la
güedad, ya que eleva simbólicamente los un evento de profunda inacción, o “activis- dente –el “régimen estético del arte” inaugu- práctica orientada por el activismo, pero las
acontecimientos relativamente recientes de mo pasivo” –una negativa a la productividad rado por Friedrich Schiller y los Románticos buenas intenciones no deberían volver el ar-
Orgreave al estatus de historia inglesa, cotidiana, pero también una negativa a con- y todavía operativo hoy– está predicado so- te inmune al análisis crítico. El mejor arte
mientras llama la atención hacia este hobby vertir el arte en un instrumento compensa- bre una confusión entre la autonomía del ar- puede (como Dogville) satisfacer la promesa
excéntrico en el que batallas sangrientas dor de alguna falta social. te (su posición alejada de la racionalidad presente en la antinomia que Schiller vio co-
son representadas de modo entusiasta co- Deller, Collins, Zmijewski y Holler no reali- instrumental) y la heteronomía (su borra- mo la raíz misma de la experiencia estética y
mo una diversión social y estética. Todo el zan la opción ética “correcta”, no abrazan miento de las fronteras entre arte y la vida). no rendirse a gestos ejemplares, aunque se-
evento podría ser entendido como pintura el ideal cristiano de auto-sacrificio, sino que Desatar este nudo –o ignorarlo buscando fi- an ineficaces. Las mejores prácticas colabo-
contemporánea de la historia en la que co- actúan sobre su deseo sin las restricciones nes más concretos para el arte– es incorrec- rativas de los pasados 10 años interrogan
lapsan representación y realidad. de la culpa. De este modo su trabajo se in- to, ya que lo estético es, de acuerdo con esta tensión contradictoria entre autonomía
Por su parte, el proyecto de Carsten Holler tegra a una tradición de situaciones con Rancière, la habilidad de pensar una contra- e intervención social, y reflexionan sobre es-
The Baudouin opera sobre un nivel simbóli- una fuerte impronta de autoría que reúne la dicción: la contradicción productiva de la re- ta antinomia en la estructura de su trabajo y
co menos cargado (Balduino (1930-1993), el realidad social con artificios cuidadosamen- lación del arte con el cambio social, carac- en las condiciones de su recepción. Es ha-
rey de los belgas (1951-1993) e hijo de Leo- te calculados. Esta tradición necesita ser terizada precisamente por una tensión entre cia este arte –por inconfortable, explotador
poldo III que se unió a su padre en el exilio escrita comenzando, quizás, con la “ tem- la fe en la autonomía del arte y la creencia o confuso que pueda parecer– al que debe-
suizo entre 1945 y 1950). Experiment: A De- porada Dadaísta” en la primavera de 1921, de que el arte está inextricablemente vincu- mos orientarnos en la búsqueda de una al-
liberate, Non-Fatalistic, Large-Scale Group una serie de manifestaciones que buscaron lado a la promesa de un mundo mejor por ternativa a las homilías bien intencionadas
Experiment in Deviation (2001) es por com- incluir al público parisino. El más importan- venir. Para Rancière, lo estético no necesita que hoy pasan por discurso crítico sobre
paración bastante más neutral. El evento to- te de estos eventos fue una “excursión” ser sacrificado al altar del cambio social, en colaboración social. Estas homilías nos em-
mó como punto de partida un incidente en (cuyos anfitriones fueron André Breton, Tris- la medida en que contiene en sí mismo la pujan inconscientemente hacia un régimen
1991, en el que el rey Balduino de Bélgica tan Tzara y Louis Aragón, entre otros) a la promesa del cambio perfeccionador. platónico en el cual el arte es valorado por
abdicó por un día para permitir que fuera iglesia de Saint Julián le Pauvre que incluyó Las implicaciones del auto-borramiento de su veracidad y eficacia educativa más que
sancionada la ley de aborto que desaproba- más de cien personas a pesar de la lluvia, la posición artista/activista nos recuerda el por invitarnos –como hizo Dogville– a en-
ba. Holler trajo un grupo de cien personas aunque el tiempo inclemente acortó el pa- personaje de Grace en Dogville, la provoca- frentar los aspectos más oscuros y penosos
para que se sentaran en las bolas de plata seo e impidió una “subasta de abstraccio- ción de Lars von Trier (2003): su deseo de de nuestras propias condiciones.
del Atomiun de Bruselas y abandonaran nes”. En esta excursión Dadaísta, como en
sus vidas normales por un día. Se les prove- los ejemplos mostrados más arriba, las re-
yó con raciones básicas (muebles, comida, laciones intersubjetivas no eran un fin en sí
baños) pero no con medios para contactar mismas, sino que servían para desarrollar
el mundo exterior. Aunque esto tuvo un pa- preocupaciones más complejas sobre el
recido con un reality show como Gran Her- placer, la visibilidad, el compromiso y las
mano, la acción social no fue grabada. Esta convenciones en la interacción social.
negativa a documentar el proyecto fue una
extensión del interés de Holler en la catego- Los criterios discursivos del arte socialmen-
ría de “duda”, y The Baudouin Experiment te comprometido provienen hoy día de una
es su aporte condensado sobre ella hasta la analogía tácita entre anticapitalismo y el “al-

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