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Las formas de Legitimidad

Weber inicia su trabajo recordando su definición de "dominación": "La probabilidad


de encontrar obediencia dentro de un grupo determinado para mandatos
específicos( o para toda clase de mandatos)"No es, por tanto, toda especie de
probabilidad de ejercer poder o influjo sobre otros hombres.
Luego se refiere al caso concreto de dominación "autoridad" la cual puede
descansar en los más diversos motivos de sumisión: desde la habituación
inconsciente hasta lo que son consideraciones puramente racionales con arreglo a
fines. Un determinado mínimo de voluntad de obediencia, o sea de interés
(externo e interno) en obedecer, es esencial en toda relación auténtica de
autoridad. La base de la teoría weberiana lo constituye la doctrina de las
interacciones comprensibles entre los hombres.
Por ello, dice que toda dominación sobre una pluralidad de hombres requiere de
un modo normal (no absolutamente siempre) un cuadro administrativo; es decir, la
probabilidad en la que se puede confiar, de que se dará una actividad, dirigida a la
ejecución de sus ordenamientos generales y mandatos concretos, por parte de un
grupo de hombres cuya obediencia se espera.
Este cuadro administrativo puede estar ligado a la obediencia de su señor ( o
señores) por la costumbre, de un modo puramente efectivo, por intereses
materiales o por motivos ideales. La naturaleza de estos motivos determina en
gran medida el tipo de dominación. Señala que en lo cotidiano domina la
costumbre y con ella intereses materiales, utilitarios, tanto en ésta como en
cualquiera otra relación. Pero la costumbre y la situación de intereses, no menos
que los motivos puramente afectivos y de valor (racionales con arreglo a valores),
no puede representar los fundamentos en que la dominación confía. Normalmente
se le añade otro factor: la creencia en la legitimidad.
El objetivo del método propuesto por Weber, consiste en comprender el
comportamientos social y político de los individuos y grupos en situaciones
históricas concretas. Así nos dice: de acuerdo en la experiencia, ninguna
dominación se concreta voluntariamente en tener como probabilidades de su
persistencia motivos puramente materiales, afectivos o racionales con arreglo a
valores. Antes bien, todas procuran despertar y fomentar la creencia en su
legitimidad. Según sea la clase de legitimidad pretendida es fundamentalmente
diferente tanto el tipo de la obediencia, como el del cuadro administrativo
destinado a garantizarla, como el carácter que toma el ejercicio de la dominación.
Y también sus efectos.
El mismo Weber es racional al insistir en la comprensión de lo antes señalado: "La
legitimidad de una dominación debe considerarse sólo como una probabilidad, la
de ser tratada prácticamente como tal y mantenida en una proporción importante.
Ni con mucho ocurre que la obediencia a una dominación esté orientada
primariamente ( ni siquiera siempre) por la creencia en su legitimidad."

Existen tres tipos de dominación legítima:


 a).- De carácter racional: que descansa en la creencia en la legitimidad de
ordenaciones estatuidas y de los derechos de mando de los llamados por
esas ordenaciones a ejercer la autoridad (autoridad legal).
 b).- De carácter tradicional: que descansa en la creencia cotidiana en la
santidad de las tradiciones que rigieron desde lejanos tiempos y en la
legitimidad de los señalados por esa tradición para ejercer la autoridad
(autoridad tradicional).
 c).- De carácter carismático: que descansa en la entrega extra cotidiana a la
santidad, heroísmo o ejemplo de una persona y a las ordenaciones por ella
creadas o relevadas (autoridad carismática).

1. En el caso de la autoridad legal se obedecen las ordenaciones


impersonales y objetivas legalmente estatuidas y las personas por ellas
designadas, dentro del círculo de su competencia.
2. En el caso de la autoridad tradicional se obedece a la persona del señor
llamado por la tradición y vinculado por ella ( en su ámbito) por motivos de
piedad, en el círculo de lo que es consuetudinario.
3. En el caso de la autoridad carismática se obedece al caudillo
carismáticamente calificado por razones de confianza personal en la
revelación, heroicidad o ejemplaridad, dentro del círculo en que la fe en su
carisma tiene validez.

La dominación legal con administración burocrática.


La dominación legal descansa en la validez de lo siguiente:
a).- Que todo derecho pactado u otorgado puede ser estatuido de modo racional,
con la pretensión de ser respetado, por lo menos, por los miembros de la
asociación.
b).- Que todo derecho según su esencia es un cosmo de reglas abstractas, por lo
general estatuidas internacionalmente; que la judicatura implica la ampliación de
esas reglas al caso concreto; y que la administración supone el cuidado racional
de los intereses previstos por las ordenaciones de la asociación.
c).- Que el soberano legal típico, "la persona puesta a la cabeza", en tanto que
ordena y manda, obedece por su parte al orden impersonal por el que orienta sus
disposiciones.
Esta el soberano que ordena obedece al orden estatuido. Weber destaca que esa
obediencia es hacia un orden impersonal, las leyes la legitiman el deber de
funciones, la atribución de poderes se maneja en
una jerarquía administrativa que es ordenada por las autoridades, este cuadro
serviría para mantener una diferencia que conserve la dominación, por tanto, el
cuadro administrativo será burocrático

Dominación Tradicional
Debe entenderse que una dominación es tradicional cuando su legitimidad
descansa en la santidad de ordenaciones y poderes de mando heredados de
tiempos lejanos, "desde tiempo inmemorial". El señor o los señores están
determinados en virtud de reglas tradicionalmente recibidas. No se obedece a
disposiciones estatutarias, sino a la persona llamada por la tradición o por el
soberano tradicionalmente determinado. Las relaciones del cuadro administrativo
para con el soberano no se determinan por el poder objetivo del cargo sino por la
fidelidad personal del servidor. Los tipos originarios de la dominación tradicional
están constituidos por los casos en que no existía un cuadro administrativo
personal del imperante:
 gerontocracia
 patriarcalismo originario.
En el primer caso, cuando la autoridad se ejerce por los más viejos; en el segundo
caso, le es a fin por que la dominación sólo obliga dentro de la casa; en lo demás,
su acción es sólo ejemplar.

Dominación estamental.
Es aquella forma de dominación patrimonial en la que determinados poderes de
mando y sus correspondientes probabilidades económicas están apropiados por el
cuadro administrativo.
La dominación patrimonial y especialmente la patrimonial-estamental trata a todos
los poderes de mando y derechos señoriales económicos a manera de
probabilidades económicas apropiadas de un modo privado.
La denominación tradicional opera sobre la naturaleza de la economía, por regla
general, ante todo mediante un cierto fortalecimiento del sentir tradicional; con el
máximo rigor en las dominaciones gerontocráticas y patriarcales puras, las cuales
no se apoyan en ningún cuadro administrativo propio de los señores que puedan
encontrarse en oposición con los demás miembros de la asociación, y que, por
tanto dependen en su propia legitimidad.

Dominación carismática.
Se entiende por carisma la cualidad, que pasa por extraordinaria, de una
personalidad, por cuya virtud se la considera en posesión de fuerzas
sobrenaturales o sobrehumanas, o como enviados de dios, o como ejemplar y, en
consecuencia, como jefe, caudillo, guía o líder. La dominación carismática supone
un proceso de comunicación de carácter emotivo. El cuadro administrativo de los
imperantes carismáticos no es ninguna burocracia, y menos que nada una
burocracia profesional. Su selección no tiene lugar ni desde puntos de vista
estamentales ni desde los de la dependencia personal o patrimonial.
La dominación carismática se opone, igualmente, en cuanto fuera de lo común,
tanto a la dominación racional, especialmente la burocrática, como a la tradicional,
especialmente la patriarcal y patrimonial o estamental. Ambas son formas de
dominación cotidiana, rutinaria, la carismática (genuina) es específicamente lo
contrario. La dominación burocrática es específicamente racional en el sentido de
su vinculación a reglas discursivamente analizables; la carismática es
específicamente irracional en el sentido de se extrañeza a toda regla. La
dominación tradicional está ligada a los precedentes del pasado y en cuanto tal
igualmente orientada por normas; la carismática subvierte el pasado y es en este
sentido específicamente revolucionaria. No conoce ninguna apropiación del poder
del mando, al modo de la propiedad de otros bienes, ni por los señores ni por
poderes estamentales, sino que es legítima en tanto que la carisma personal rige
por su corroboración.

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