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TRIBUTACION

TALLER
- Derecho tributario: El derecho tributario o fiscal es la disciplina parte
del derecho financiero que tiene por objeto de estudio el ordenamiento
jurídico que regula el establecimiento y aplicación de los tributos. Estudia las
normas jurídicas a través de las cuales el Estado ejerce su poder tributario con
el propósito de obtener de los particulares ingresos que sirvan para sufragar el
gasto público en áreas de la consecución del bien común. Dentro del
ordenamiento jurídico de los ingresos públicos se puede acotar un sector
correspondiente a los ingresos tributarios, que por su importancia dentro de la
actividad financiera del Estado y por la homogeneidad de su regulación, ha
adquirido un tratamiento sustantivo.

-Fuentes :

1.1 Impuestos Reales: Los tributos no toman en cuenta la capacidad


económica del contribuyente, como: nacionalidad, sexo, estado civil.

1.2: Personales: Se determina cuando se efectúa la participación de


contribuyente en declaración jurada, sucesiones, impuesto sobre la renta, entre
otros.

2. Indirectos: Se grava el gasto o consumo o transferencia de riqueza ,


capacidad contributiva indirectamente con los servicios públicos.

3. Proporcionales: Es aquel que mantiene una relación constante entre su


cuantía y valor de la riqueza agravada.

4. Progresivos: Es que en la relación constante entre su cuantía y valor de la


riqueza agravada aumenta cuando aumenta el valor de la cuantía.

Es la facultad de sancionar las leyes corresponde exclusivamente al poder


legislativo, es decir la Asamblea Nacional. En el artículo 8 de la Constitución
Bolivariana de Venezuela dispone: ´´Son atribuciones y obligaciones del
Presidente o Presidenta: Dictar, previa autorización por una ley habilitante,
decretos con fuerza de ley´´.
Para concluir podemos decir que las fuentes del derecho tributario son todas
aquellas reglas que integran el marco normativo, es de donde surge o nace el
derecho, están compuestas por valores, principios morales y la doctrina. Las
fuentes del derecho son la realidad del orden jurídico, compuestas por la ley,
los decretos leyes, los reglamentos, los tratados internacionales y la
constitución, el uso y la costumbre, la doctrina y la jurisprudencia, cada una de
estas fuentes constituyen normas, principios, entre otros que determinan la
voluntad del legislador y el tributo son prestaciones pecuniarias impuestas por
el Estado en cumplimiento de sus funciones, le corresponde a aquellas
personas que tienen el deber de contribuir según la ley con el fin de obtener
ingresos para el gasto público, y se clasifican en tasas, tributos y
contribuyentes especiales.

Son prestaciones exigidas en dinero por el Estado en el ejercicio de su función


para el cumplimiento de sus fines.

-Autonomía: Se ha discutido si el derecho tributario es autónomo en relación a


otras ramas del derecho.

Villegas (2002) considera necesario advertir, sin embargo, que el concepto de


autonomía dentro del campo de las ciencias jurídicas es equívoco y adolece de
una vaguedad que dificulta la valoración de las diferentes posiciones.

Considera Villegas que la posibilidad de independencias absolutas o de


fronteras cerradas en el sector jurídico tributario es inviable, por cuanto las
distintas ramas en que se divide el derecho no dejan de conformar el carácter
de partes de una única unidad real: el orden jurídico de un país, que es
emanación del orden social vigente.

Por eso nunca la autonomía de un sector jurídico puede significar total libertad
para regularse íntegramente por sí solo. La autonomía no puede concebirse de
manera absoluta, sino que cada rama del derecho forma parte de un conjunto
del cual es porción solidaria. Así, por ejemplo, la “relación jurídica tributaría”
(el más fundamental concepto de derecho tributario) es sólo una especie de
“relación jurídica” existente en todos los ámbitos del derecho y a cuyos
principios generales debe recurrir. De igual manera, conceptos como
“sujetos”, “deuda”, “crédito”, “pago”, “proceso”, “sanción”, etc., tienen un
contenido jurídico universal y demuestran la imposibilidad de “parcelar” el
derecho.

Posiciones sobre la Autonomía del Derecho Tributario

Existen posiciones divergentes sobre este punto. A continuación se presenta


una visión sucinta de las principales posiciones sostenidas.

a) Subordinación al Derecho Financiero. Se Comprende aquí la tesis que


niega todo tipo de autonomía al derecho tributario (aun la didáctica) porque lo
subordina al derecho financiero. Tal es la posición de Giuliani Fonrouge, que
según Villegas no es convincente su posición, por cuanto no encuentra
inconveniente en que el derecho tributario, atento el volumen de su contenido,
se estudie separadamente del derecho financiero, aun cuando también es
posible su estudio conjunto. Jarach acepta la posibilidad de la conjunción, la
que adoptan generalmente los cursos o manuales españoles.

b) Subordinación al Derecho Administrativo. Esta corriente doctrinal


comprende a quienes piensan que el derecho tributario es una rama del
derecho administrativo, ante lo cual sucede lo siguiente: se acepta que el
derecho tributario sea estudiado independientemente del derecho
administrativo (atento a su volumen), pero la subordinación exige que
supletoriamente, y ante la falta de normas expresas tributarias sobre algún
punto, se recurra obligatoriamente a los conceptos, ideas e instituciones del
derecho administrativo. Estas teorías manejaron similares conceptos en re-
lación al derecho financiero, y fueron sustentadas por viejos y notables
tratadistas de derecho administrativo (Zanobini, Mayer, Fleiner, Orlando, Del
Vecchio).

c) Autonomía Científica del Derecho Tributario. Dentro de esta corriente


doctrinal, se incluye a quienes consideran el derecho tributario material o
sustantivo, tanto didáctica como científicamente autónomo. Autores
extranjeros como Trotabas y Dela Garza, y destacados publicistas argentinos
como Jarach y García Belsunce, adoptan esta postura.

En una de sus obras más recientes, García Belsunce ha sintetizado las razones
esgrimidas y ha explicado el porqué de la terminología utilizada. Según su
tesitura la autonomía científica supone:
1) la autonomía teleológica o de fines, cuando un derecho tiene fines propios y
distintos de los demás;

2) la autonomía estructural u orgánica, cuando el contenido o las instituciones


que integran determinada rama del derecho tiene naturaleza jurídica propia, en
el sentido de que es distinta de las otras ramas del derecho, o sea, que no
encuentra su fuente en ellas y, además, esas instituciones distintas son unifor-
mes entre sí en cuanto responden a una misma naturaleza jurídica, y

3) la autonomía dogmática y conceptual, cuando esa rama del derecho tiene


conceptos y métodos propios para su expresión, aplicación o interpretación.

d) Subordinación al Derecho Privado. Por último, se encuentran quienes


afirman que el derecho tributario no ha logrado desprenderse del derecho
privado, lo cual sucede principalmente porque el concepto más importante del
derecho tributario, que es la obligación tributaria, se asemeja a la obligación
de derecho privado, diferenciándose por el objeto de una y de otra (tributo por
un lado y obligación de una persona por el otro). Quienes afirman esta
dependencia con respecto al derecho privado (civil y comercial) conceden al
derecho tributario solamente un “particularismo exclusivamente legal”
(posición del francés Gény).

e) Tesis de Villegas sobre la Autonomía del Derecho Tributario. Las


regulaciones jurídicas, cada vez más numerosas, se han agrupado en ramas
especializadas. Pero esta fragmentación no violenta la afirmación inicial. El
derecho es uno y no hay un legislador por cada especialidad; cuando dicta
reglas lo hace para todo el sistema jurídico. Sus objetivos están explicitados en
la Constitución nacional, cuyo Preámbulo anuncia los fines perseguidos. Para
desarrollar estas pautas el legislador dicta normas que rigen los atributos, de-
rechos, garantías y obligaciones de las personas.

Luego de hacer varias consideraciones, Villegas concluye sosteniendo que se


puede hablar de una autonomía didáctica y funcional del derecho tributario,
pues constituye un conjunto de normas jurídicas dotadas de homogeneidad
que funciona concatenado a un grupo orgánico y singularizado que a su vez
está unido a todo el sistema jurídico. Su singularísimo normativo le permite
tener sus propios conceptos e instituciones o utilizar los de otras ramas del
derecho, asignándoles un significado diferente.

-La obligación tributaria: Las obligaciones tributarias son aquellas que surgen
como consecuencia de la necesidad de pagar tributos para el sostenimiento de
los gastos del estado. El incumplimiento de las obligaciones tributarias
conlleva la correspondiente sanción tributaria. Como consecuencia de la
obligatoriedad del pago de los tributos surgen obligaciones entre los
contribuyentes y la Administración. Esto quiere decir que hay una relación
entre el obligado tributario y la Administración, y por lo tanto, el estado es
competente para reclamar el pago de tributos. El objetivo del pago de los
tributos, es que el contribuyente, de acuerdo con su capacidad económica,
sufrague los gastos necesarios para el mantenimiento de las estructuras e
instituciones del estado.

Elementos de las obligaciones tributarias:

 Sujeto activo: Es quien reclama el pago de los tributos (la


Administración).

 Sujeto pasivo: Son aquellos que están obligados al pago del tributo.

 Contribuyente: Todos aquellos que cumplen con el pago de la


obligación tributaria.

 Hecho imponible: Circunstancias que generan la obligación de pagar


un tributo.

 Base imponible: Cuantía sobre la que se calcula el impuesto.

 Tipo de gravamen: Porcentaje que se le aplica a la base imponible para


calcular la cuota tributaria.

 Cuota tributaria: Cantidad que debe abonar el sujeto pasivo para el


pago de un tributo.

-Medios de extinción: La normativa tributaria regula cinco formas


diferentes de extinción de una deuda u obligación tributaria, como dispone
al efecto el artículo 59 de la Ley General Tributaria (LGT): el pago, la
prescripción, la compensación, la condonación y la baja provisional por
insolvencia.

1. EL PAGO

El pago constituye el medio natural de extinción de la deuda tributaria, tal


y como establece el artículo 60 de la LGT. Se puede materializar en
efectivo, ya sea en dinero o en especie. En este caso, el pago se materializa
a través de la entrega de bienes que formen parte del Patrimonio Histórico
venezolano. Se admite también el pago a través de efectos timbrados,
siempre que la normativa tributaria así lo establezca, como sucede, por
ejemplo, con la tributación de los arrendamientos de fincas urbanas en el
Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales.

Respecto a los plazos de pago, las deudas tributarias resultantes de una


autoliquidación deberán pagarse en los plazos que establezca la normativa
de cada tributo.

En período voluntario, deberá hacerse en los siguientes plazos:

Si la notificación de la liquidación se realiza entre los días uno y 15 de


cada mes, desde la fecha de recepción de la notificación hasta el día 20 del
mes posterior o, si éste no fuera hábil, hasta el inmediato hábil siguiente.

Si la notificación de la liquidación se realiza entre los días 16 y último de


cada mes, desde la fecha de recepción de la notificación hasta el día cinco
del segundo mes posterior o, si éste no fuera hábil, hasta el inmediato hábil
siguiente.
Una vez iniciado el período ejecutivo y notificada la providencia de
apremio, el pago de la deuda tributaria deberá efectuarse en los siguientes
plazos:

Si la notificación de la providencia se realiza entre los días uno y 15 de


cada mes, desde la fecha de recepción de la notificación hasta el día 20 de
dicho mes o, si éste no fuera hábil, hasta el inmediato hábil siguiente.

Si la notificación de la providencia se realiza entre los días 16 y último de


cada mes, desde la fecha de recepción de la notificación hasta el día cinco
del mes siguiente o, si éste no fuera hábil, hasta el inmediato hábil
siguiente.

El pago dinerario de la deuda tributaria puede realizarse de una sola vez, o


bien, previa solicitud del obligado tributario, aplazarse o fraccionarse
cuando su situación financiera le impida realizar los pagos
correspondientes en los plazos establecidos. Aunque el artículo 65 de la
LGT aluda a estas figuras de forma conjunta, en realidad son diferentes
entre sí.

El fraccionamiento supone un aplazamiento del pago, que se realiza en


varios plazos, lo que exige del obligado atender varios pagos parciales.

El aplazamiento supone un diferimiento temporal del pago, aunque llegado


el momento predeterminado se realiza de una sola vez.

Dependiendo del supuesto, para la concesión de los aplazamientos o


fraccionamientos de la deuda tributaria, la Administración tributaria podrá
exigir que se constituya una garantía (aval solidario, hipoteca, prenda,
fianza personal, etc.) Además, la presentación de una solicitud de
aplazamiento o fraccionamiento en período voluntario impedirá el inicio
del período ejecutivo, pero no el devengo del interés de demora.
2. LA PRESCRIPCIÓN

La prescripción es la extinción del crédito tributario, motivada por la


inactividad de su titular durante un plazo legal predeterminado, que se
sitúa, actualmente, en cuatro años (artículo 66 LGT).

Conforme a esta institución, el ente público acreedor no podrá determinar


la deuda tributaria mediante la oportuna liquidación, ni exigir el pago de
las deudas liquidadas. Por su parte, los obligados tributarios no podrán
solicitar las devoluciones que se puedan derivar de la normativa propia de
cada tributo, ni las que puedan corresponder por los ingresos indebidos
realizados, ni siquiera el reembolso del coste de las garantías.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que el plazo de prescripción se


interrumpe, comenzando de nuevo, entre otros supuestos en aquellos en los
que existe cualquier acción de la Administración tributaria conducente a la
liquidación de la deuda o por la interposición de reclamaciones o recursos
de cualquier clase por parte del interesado.

3. LA COMPENSACIÓN

La compensación surge cuando dos personas son la una de la otra,


recíprocamente y por derecho propio, acreedora y deudora (artículo 1195
Código Civil). Esta situación provoca la comparación simultánea de las dos
obligaciones, para extinguirlas en la cuantía coincidente.

La compensación puede solicitarse a instancia del obligado tributario (tanto


en período voluntario de pago como en período ejecutivo) o aplicarse de
oficio por la Hacienda acreedora (las deudas tributarias que se encuentren
en período ejecutivo).
4. LA CONDONACIÓN

La condonación de la deuda tributaria es, en realidad, un acto de liberalidad


en virtud del cual el acreedor renuncia total o parcialmente a la prestación,
lo que implica, por ende, que la deuda se extingue en su totalidad o en la
parte que corresponda (artículo 75 LGT). Dado que el acreedor de la
relación tributaria no puede renunciar al crédito tributario, la condonación,
como medio de extinción de obligaciones tributarias violenta el principio
general de indisponibilidad, de ahí que se exija que la misma se establezca
por Ley, en la cuantía y con los requisitos que en la misma se determinen.

5. LA INSOLVENCIA

Las deudas tributarias que no hayan podido hacerse efectivas en los


respectivos procedimientos de recaudación, como dispone el artículo 76 de
la LGT, por la insolvencia probada total o parcial de los obligados al pago,
se darán de baja en la cuantía pertinente, mediante la declaración del
crédito como incobrable.

-La administración tributaria: Es el ente encargado por el ejecutivo


nacional para realizar la recaudación ejecutar procedimientos de
verificación y fiscalización de los tributos controlando y ejerciendo una
inspección sobre las actuaciones de los entes pasivos, está facultado para
asegurar el cumplimiento de las obligaciones tributarias según normas y
leyes establecidas luego de determinado el hecho imponible

Deberes de la administración tributaria

Artículo 137.-

La Administración Tributaria proporcionará asistencia a los contribuyentes


o responsables y para ello procurará:

1. Explicar las normas tributarias utilizando en lo posible un lenguaje claro


y accesible, y en los casos en que sean de naturaleza compleja, elaborar y
distribuir folletos explicativos.
2.  Mantener oficinas en diversos lugares del territorio nacional que se
ocuparán de orientar y auxiliar a los contribuyentes o responsables en el
cumplimiento de sus obligaciones.

3.  Elaborar los formularios y medios de declaración, y distribuirlos


oportunamente, informando las fechas y lugares de presentación.

4.  Señalar con precisión, en los requerimientos dirigidos a los


contribuyentes, responsables y terceros, los documentos y datos e
informaciones solicitados por la Administración Tributaria.

5.  Difundir los recursos y medios de defensa que puedan hacerse valer


contra los actos dictados por la Administración Tributaria.

6.  Efectuar en distintas partes del territorio nacional reuniones


de información, especialmente cuando se modifiquen las normas
tributarias, y durante los períodos de presentación de declaraciones.

7.  Difundir periódicamente los actos dictados por


la Administración Tributaria que establezcan normas de carácter general,
así como la doctrina que hubieren emitidos sus órganos consultivos,
agrupándolas de manera que faciliten su conocimiento. rtículo 138.-

Cuando la Administración Tributaria reciba por medios


electrónicos declaraciones, comprobantes de pago, consultas, recursos u
otros trámites habilitados para esa tecnología, deberá entregar por la misma
vía un certificado electrónico que especifique la documentación enviada y
la fecha de recepción, la cual será considerada como fecha de inicio
del procedimiento de que se trate. En todo caso, se prescindirá de la firma
autógrafa del contribuyente o responsable. La Administración Tributaria
establecerá los medios y procedimientos de autenticación electrónica de los
contribuyentes o responsables.

Artículo 139.-

Los funcionarios de la Administración Tributaria y las entidades a las que


se refieren los numerales 10 y 11 del artículo 121 de este Código estarán
obligados a guardar reserva en lo concerniente a las informaciones y datos
suministrados por los contribuyentes, responsables y terceros, así como los
obtenidos en uso de sus facultades legales, sin perjuicio de lo establecido
en el artículo 126 de este Código. 

-Atribuciones: Para que la Administración pueda desarrollar eficazmente


cada una de sus funciones es necesario que posea las atribuciones legales
pertinentes, es decir, que el marco jurídico en que debe encuadrar su
actuación le conceda facultades suficientes, establecidas en 10 forma
precisa y que al mismo tiempo no se afecten los derechos y garantías de los
contribuyentes, manteniéndose una posición de equilibrio en las relaciones
fisco contribuyente. En lo que respecta a la función de fiscalización, la
existencia de aquellas atribuciones reviste especial importancia por la
naturaleza de las actividades que en ella se encuadran. Tal como fuera
caracterizada anteriormente, esa función comprende un conjunto de
acciones para el control del cumplimiento, tanto en lo referente a la
comprobación de omisión de obligaciones y/o veracidad de las
informaciones proporcionadas por los contribuyentes y responsables, como
a la recolección de las informaciones y datos necesarios para la
determinación por la administración de los tributos omitidos y sus
accesorios y la para la aplicación de sanciones cuando ello corresponda.
Las atribuciones reconocidas en el Modelo de Código Tributario del CIAT
a la administración para ejercer sus funciones de fiscalización son amplias,
especialmente si se correlacionan con los deberes establecidos para los
contribuyentes, responsables y terceros, relativos a la facilitación de la
fiscalización y a la prestación de informaciones. Esas atribuciones se
refieren a las acciones de la administración tributaria para comprobar que
los contribuyentes o terceros responsables han cumplido con las normas
tributarias y, en su caso determinar los tributos omitidos, investigar
administrativamente delitos tributarios e imponer las sanciones que
correspondan, así como para proporcionar información a la Administración
Tributaria de otros países, y se encuentran establecidas principalmente en
los Títulos II y III del Modelo de Código Tributario del CIAT, que tratan,
respectivamente, de los deberes y derechos de los sujetos pasivos y
terceros, y de las facultades y obligaciones de la administración tributaria,
como también en otras disposiciones del Modelo de Código. Entre las
normas que integran los mencionados Títulos del Modelo, existe una
interrelación muy íntima, pudiéndose entender en muchos casos que las
primeras son el corolario de las segundas y viceversa. No obstante, se
resolvió contemplar explícitamente la consideración de los deberes y
derechos del contribuyente, como una forma de otorgar la mayor certeza y
seguridad posible a las normas de este tipo que rigen la relación fisco
contribuyente, tanto para la administración como para los administrados,
estableciendo una situación de real equilibrio, sin perjuicio de que ello en
alguna oportunidad pueda conducir a incurrir, conscientemente, en
reiteraciones.

Atribuciones para fiscalizar (Art. 67) Se dispone que la Administración


tributaria a fin de comprobar si los contribuyentes o terceros responsables
han cumplido con las normas tributarias y, en su caso determinar los
tributos omitidos, investigar administrativamente delitos tributarios e
imponer las sanciones que correspondan, así como para proporcionar
información a la Administración tributaria de otros países, estará facultada
para:

1) Requerir a los contribuyentes, terceros responsables o terceros, que


comparezcan ante sus oficinas a dar contestación a las preguntas que se les
formulen o a reconocer firmas, documentos o bienes.

2) Requerir a los contribuyentes, terceros responsables o terceros, que


exhiban en su domicilio, establecimientos o en las oficinas de la propia
Administración, la contabilidad, así como que proporcionen los datos,
documentos o informes que se les requieran, con alcance individual o
general.

3) Practicar fiscalizaciones en el domicilio de los contribuyentes, los


terceros responsables o terceros relacionados con ellos y revisar su
contabilidad y bienes.

4) Practicar u ordenar se practique avalúo o verificación física de toda clase


de bienes, incluso durante su transporte.
5) Recabar de los funcionarios y empleados públicos de todos los niveles
de la organización política del Estado, los informes y datos que posean con
motivo de sus funciones.

6) Intervenir los documentos inspeccionados y tomar medidas de seguridad


para su conservación. La Administración tributaria podrá requerir el auxilio
de la fuerza pública para ejercer estas facultades, pudiendo practicar
allanamientos y secuestrar bienes y documentos si fuere necesario.

-SENIAT: El  SENIAT  es una institución creada con un objetivo muy


importante para el  país como lo es la recaudación y control de tributos.
Esto se debe principalmente a que antes de que existiera este servicio, es
decir, antes del año 1994, el estado venezolano sólo subsistía con
los ingresos provenientes del petróleo, sin embargo, a pesar de que esta
fuente de ingresos era la de mayor fuerza, PDVSA y sus empresas filiales,
en su momento se vieron en la necesidad de utilizar parte de
esos recursos que producían para repotenciar, actualizar y adquirir
nuevos activos, todo esto afín de mejorar u optimizar sus operaciones. En
contraste el estado venezolano dejó de recibir esta parte de los ingresos,
haciendo imposible costear al mismo tiempo todos los gastos públicos
nacionales que se le presentaban en ese momento. El Servicio Nacional
Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT). Nace de
la fusión de Aduanas de Venezuela, Servicio Autónomo (AVSA) y el
Servicio Nacional de Administración Tributaria (SENAT) el 10 de agosto
de 1994; Es el órgano de ejecución de la Administración Tributaria
Nacional de Finanzas, para mejorar la recaudación nacional. Su principal
función es la recaudación y control de los impuestos o tributos; disminuir
la evasión fiscal, reducir la morosidad tributaria.

 2. MISIÓN

Recaudar con niveles óptimos los tributos nacionales, a través de un


sistema integral de administración tributaria moderno, eficiente, equitativo
y confiable, bajo los principios de legalidad y respeto al contribuyente.

 3. VISIÓN
Ser una institución modelo para el proceso de transformación del Estado
Venezolano, de sólido prestigio, confianza y credibilidad nacional e
internacional, en virtud de su gestión transparente, sus elevados niveles
de productividad, la excelencia de sus sistemas y de su información, el
profesionalismo y sentido de compromiso de sus recursos humanos, la
alta calidad en la atención y respeto a los contribuyentes, y también por su
contribución a que Venezuela alcance un desarrollo sustentable con
una economía competitiva y solidaria.

 4. OBJETIVOS ESTRATÉGICOS:

 Incremento de la recaudación tributaria de origen no petrolero.

 Modernización del sistema jurídico tributario.

 Desarrollo de la cultura tributaria y, mejora de


la eficiencia y eficacia institucional.

-Exenciones y exoneraciones: Definición

 Exención es la dispensa total o parcial del pago de la obligación tributaria,


otorgada por la ley.

Exoneración es la dispensa total o parcial del pago la obligación tributaria,


concedida por el Poder Ejecutivo en los casos autorizados por la ley. (Art.
73 COT).

Autorización

La ley que autorice al Poder Ejecutivo para conceder exoneraciones,


especificará los tributos que comprenda, los presupuestos necesarios para
que proceda y las condiciones a las cuales está sometido el beneficio. La
ley podrá facultar al Poder Ejecutivo para someter la exoneración a
determinadas condiciones y requisitos. (Art. 74 COT).

La ley que autorice al Poder Ejecutivo para conceder exoneraciones,


establecerá el plazo máximo de duración del beneficio. Si no lo fija, el
término máximo de la exoneración será de cinco (5) años. Vencido el
término de la exoneración, el Poder Ejecutivo podrá renovarla hasta por el
plazo máximo fijado en la ley, o en su defecto, el de este artículo.

Parágrafo Único: Las exoneraciones concedidas a instituciones sin fines de


lucro, podrán ser por tiempo indefinido. (Art. 75 COT).

Carácter

Las exoneraciones serán concedidas con carácter general, en favor de todos


los que se encuentren en los presupuestos y condiciones establecidos en la
ley o fijados por el Poder Ejecutivo. (Art. 76 COT).

Derogatoria

Las exenciones y exoneraciones pueden ser derogadas o modificadas por


ley posterior, aunque estuvieren fundadas en determinadas condiciones de
hecho. Sin embargo, cuando tuvieren plazo cierto de duración, los
beneficios en curso se mantendrán por el resto de dicho término, pero en
ningún caso por más de cinco (5) años a partir de la derogatoria o
modificación.

Rebajas

Las rebajas de tributos se regirán por las normas de este Capítulo en cuanto
les sean aplicables. (Art. 78 COT).

EXENCIONES

En la Ley de Impuesto sobre la Renta que regla las actividades o hechos


llevados por Personas Jurídicas; mientras que la Ley del Impuesto al Valor
Agregado, estipula lo relacionado a las Actividades de Importación y
Comercialización de Bienes y Servicios. 

De las Exenciones – Ley Impuesto Sobre la Renta:

Artículo 14: Están exentos de impuesto:

1. Las entidades venezolanas de carácter público, el Banco Central de


Venezuela y Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela, así
como los demás institutos autónomos que determinela Ley.
2. Los agentes y demás funcionarios diplomáticos extranjeros acreditados
enla República Bolivarianade Venezuela, por las remuneraciones que
reciban de sus gobiernos. También los agentes consulares y otros agentes o
funcionarios de gobiernos extranjeros que, con autorización del gobierno
nacional, residan enla República Bolivarianade Venezuela, por las
remuneraciones que reciban de sus gobiernos, siempre que exista
reciprocidad de exención con el respectivo país a favor de los agentes o
funcionarios venezolanos; y las rentas que obtengan los organismos
internacionales y sus funcionarios, de acuerdo con lo previsto en los
Convenios Internacionales suscritos porla República Bolivarianade
Venezuela.

3. Las instituciones benéficas y de asistencia social, siempre que sus


enriquecimientos se hayan obtenido como medio para lograr los fines antes
señalados; que en ningún caso, distribuyan ganancias, beneficios de
cualquier naturaleza o parte alguna de su patrimonio a sus fundadores,
asociados o miembros y que no realicen pagos a título de reparto de
utilidades o de su patrimonio…

EXONERACIONES

Artículo 64. Ley del Impuesto al Valor Agregado

El lapso de duración de la exención del impuesto, a las actividades


señaladas en el numeral 10 del artículo 17 de esta Ley en los ámbitos de
tratamiento fiscal especial determinados en esa misma norma, es el
establecido en los respectivos instrumentos normativos de creación para
este o para otros beneficios fiscales. El referido lapso de duración de la
exención podrá ser prorrogado, en cada caso, mediante exoneraciones.

Artículo 65:

El Ejecutivo Nacional, dentro de las medidas de política fiscal aplicables


de conformidad con la situación coyuntural, sectorial y regional de la
economía del país, podrá exonerar del impuesto previsto en esta Ley a las
importaciones y ventas de bienes y a las prestaciones de servicios que
determine el respectivo Decreto. En todo caso, las exoneraciones otorgadas
de conformidad con este artículo, estarán sujetas a la evaluación periódica
que el Ejecutivo Nacional haga del cumplimiento de los resultados
esperados con la medida de política fiscal en que se fundamenten los
beneficios. La periodicidad y los términos en que se efectuará la
evaluación, así como los parámetros para medir el cumplimiento de los
resultados esperados, deberán establecerse en el Decreto respectivo.

Parágrafo Único: Excepcionalmente, cuando la naturaleza de las


operaciones así lo requiera, el Ejecutivo Nacional podrá establecer en el
respectivo Decreto de exoneración, un régimen de recuperación del
impuesto soportado por las personas que realicen las actividades
exoneradas, a través de la emisión de certificados físicos o electrónicos
para el pago de este impuesto, o mediante mecanismos que permitan la
deducción, rebaja, cesión o compensación del impuesto soportado.
LA NO SUJECIÓN

La No Sujeción, es el hecho de aclarar o completar la definición del hecho


imponible a través de una determinación negativa, que explica o aclara
supuestos que caen fuera de su ámbito. Con la no sujeción no llega a nacer
la obligación tributaria, hechos que no están sujetos.

Ley del Impuesto al Valor Agregado,  De La No Sujeción

Artículo 16. No estarán sujetos al impuesto previsto en esta Ley:

1. Las importaciones no definitivas de bienes muebles, de conformidad con


la normativa aduanera.

2. Las ventas de bienes muebles intangibles o incorporales, tales como


especies fiscales, acciones, bonos, cédulas hipotecarias, efectos
mercantiles, facturas aceptadas, obligaciones emitidas por compañías
anónimas y otros títulos y valores mobiliarios en general, públicos o
privados, representativos de dinero, de créditos o derechos distintos del
derecho de propiedad sobre bienes muebles corporales y cualquier otro
título representativo de actos que no sean considerados como hechos
imponibles por esta Ley. Lo anterior se entenderá sin perjuicio de lo
dispuesto en el numeral 4 del artículo 4 de esta Ley.

3. Los préstamos en dinero…


-PRINCIPIOS DEL DERECHO TRIBUTARIO

Los principios son ideas sintéticas, síntesis geniales que sirven a manera de
matrices generales de todo cosmos o dimensión del conocimiento. En
Derecho  son conceptos fuerza, conceptos o proposiciones que explican,
dan cuenta, y delimitan un determinado saber o conocimiento. Son
“conceptos o proposiciones que inspiran e informan la creación,
modificación y extinción de las normas jurídicas”. En el Derecho tributario
estos existen por ser límites a la potestad tributaria, es decir existen como
control del poder del Estado para crear, modificar y extinguir tributos. Así,
la determinación del contenido de los principios tributarios tiene un ámbito
específico: la potestad tributaria del Estado. Por consecuencia mediante
estos principios se subordina al propio Estado a la voluntad general de la
sociedad, protegiendo a la sociedad de cualquier arbitrariedad del uso del
poder estatal en el ejercicio de su potestad tributaria.

Por eso los principios tributarios “son el límite del Poder Tributario del
Estado, a fin de que no se vulnere los derechos fundamentales de la
persona, ni se colisione con otros sectores y potestades con las cuales se
debe coexistir.” Y estos derechos fundamentales están preferentemente en,
por ejemplo, el derecho a la propiedad privada y a la riqueza, porque como
se sabe, los tributos son una afectación a la riqueza de las personas.

Según la doctrina existen los siguientes principios tributarios: Legalidad,


Justicia, Uniformidad, Respeto de los Derechos Fundamentales,
Publicidad, Obligatoriedad, Certeza, Economía en la recaudación,
Igualdad, No confiscatoriedad, Capacidad contributiva, Redistribución o
Proporcionalidad, Estabilidad económica, Eficacia en la asignación de
recursos. De los cuales desarrollaremos sólo algunos.

1.- Principio de Legalidad:

 
En latín este principio es expresado bajo la siguiente frase: “Nullum
tributum sine lege”; que significa “no hay tributo sin ley”. Este principio se
explica como un sistema de subordinación a un poder superior o
extraordinario, que en el derecho moderno no puede ser la voluntad del
gobernante, sino la voluntad de aquello que representa el gobernante, es
decir de la misma sociedad representada. Recordemos que es esta
representación lo que le da legitimidad al ejercicio del poder del Estado, y
por lo mismo a la potestad tributaria del Estado. Así el principio de
Legalidad, o de Reserva de la Ley, delimita el campo y legitimidad del
obrar del Estado para imponer tributos. No cualquier órgano puede
imponer tributos, sino sólo aquellos que pueden o tienen la potestad para
ello, y sólo la tienen si están autorizados por ley, que resulta decir, “están
autorizados por la sociedad”, puesto que la ley es la voluntad y/o
autorización de la sociedad. Eso es lo que cautela este principio. En un
Estado moderno la ley no es la boca del soberano, sino la boca de la
sociedad. Este principio es, pues, un medio de garantizar cierta estabilidad
y respeto por los derechos de toda la sociedad, fundados en el pacto social,
y esta se expresa a través de la ley.

2.- Principio de Justicia:

Este principio parece basarse en un razonamiento de orden social,


colectivo. Si la Sociedad es el Estado, entonces, esta sociedad tiene que
realizar ciertos hechos que lleven a la realización de la protección y
preservación del Estado y por lo tanto de la misma colectividad. Por eso se
dice que “Todas las personas e integrantes de la colectividad de todo
Estado, tienen el deber y la obligación de contribuir al sostenimiento del
Estado, mediante la tributación, asumiendo la obligación de contribuir por
medio del tributo, en virtud a sus capacidades respectivas, y en proporción
a los ingresos que obtienen, esta carga tributaria debe ser en forma
equitativa.”

3.- Principio de Uniformidad:

 
El principio de uniformidad pretende darle un mismo tipo de solución a
tipos semejantes de problemas. Por lo mismo puede poner en evidencia
otro fenómeno, el de la igualdad. La igualdad jurídica implica desigualdad
contributiva, en materia tributaria, por eso se escribe que “la Ley establece
que en materia tributaria en lo atinente al pago de los impuestos, todos
somos y tenemos las mismas obligaciones. La igualdad jurídica implica la
desigualdad contributiva, a mayor capacidad contributiva la aportación
tributaria es mayor.”. Este planteamiento es sumamente trascendente,
porque explica y distingue lo que es realmente la igualdad. Y lo explica
como concepto, y no como dogma. Es decir, que deja sustentado que no
puede haber uniformidad si se olvidan los principios primeros de toda
relación jurídica, que es establecer cierto método de organización social, de
resolución y administración de los fenómenos sociales con carácter de
exigibles.

4.- Principio de Publicidad

            En Derecho la publicidad nos recuerda a Pomponio, en la Roma de


antaño, cuando se grababa en piedra las leyes de la comunidad. Las leyes
eran puestas en el centro de la plaza para que puedan ser leídas y
cumplidas. El efecto deseado no era el de responder a un principio de
concordancia con la voluntad de la sociedad y de respetar el derecho de
esta sociedad -como en el Derecho Moderno-, sino el de obediencia al
soberano. La publicidad de las leyes era un medio de subordinación y no
un medio de control del poder de los soberanos, como hoy.

5.- Principio de Obligatoriedad

            En Derecho tributario no se trata de un acto voluntario. Sino de una


imposición. En la norma tributaria existe la determinación de una
obligación (el deber es general, para con la sociedad),  que consiste en el
acto del individuo de hacer entrega de parte de su patrimonio al Estado. La
obligación comporta el establecimiento y sujeción a realizar un acto
también determinado, la tributación. Obligación es nexo, vínculo, lazo que
fuerza la voluntad individual.

            Las disposiciones del Derecho tributario son obligatorias no porque


exista una relación entre dos sujetos que responden a la coincidencia de
voluntades, sino por imposición y preeminencia de una de las voluntades:
la voluntad del Estado. Es decir, la voluntad colectiva que se impone sobre
la voluntad individual.

 6.- Principio de Certeza

Tiene su base en la posibilidad de proyectarse en el futuro. Pedro Flores


Polo, sin embargo, afirma que este principio viene de Adam Smith, “la
certeza en la norma tributaria es un principio muy antiguo preconizado por
Adam Smith en 1767, al exponer las clásicas máximas sobre la
tributación.”. Como sabemos  Smith es conocido por su libro “La riqueza
de las naciones”.

7.- Principio de Economía en la recaudación

            Rubio y Bernales dicen que los constituyentes se referían a “reducir


la tributación a su finalidad de financiamiento” El Derecho tributario
regula pues los actos tributarios en referencia directa a la finalidad de
financiamiento. Sin embargo, parece más bien que el principio presente se
amplía por ser un control al exceso de determinación de tributos por parte
del Estado. El Estado no puede imponer a diestra y siniestra cualquier
tributo, basado en su potestad tributaria, sino que tiene que limitar este
poder tributario a sus funciones específicas, es decir a la finalidad de la
propia tributación fiscal: la de financiamiento. Este debería ser el límite, el
financiamiento del Estado para los gastos propios de su función y
existencia. Ir más allá de estos gastos sería incurrir en lo arbitrario,  puesto
que el Estado no puede afectar a la riqueza del patrimonio más que en la
proporción de su necesidad de financiamiento para su existencia y
cumplimiento de sus fines específicos.
 

8.- Principio de Igualdad

            La igualdad es un valor jurídico, que Regis Debray resume en la


siguiente frase: “sin discriminación a priori”. Este concepto no alude a la
igualdad de los sujetos, no dice que los seres humanos son iguales, sino
que deben ser tratados “sin discriminación a priori” por su desigualdad
racial, sexual, social, etc. El concepto de igualdad se afianzó en la
modernidad, con la Revolución Francesa y alocución a la Libertad,
Igualdad y Fraternidad.  Consistía, pues, en una estrategia contra la
discriminación del régimen anterior, de la Monarquía; y contra los
privilegios, que según Friedrich Hayek, tenían los conservadores del
régimen anterior a la independencia. La igualdad, para Hayek habría
significado, entonces, sin privilegios a priori por la condición racial, social,
sexual, etc.

 9.- Principio de no confiscatoriedad

            Este límite a la potestad tributaria del Estado consiste en garantizar


que éste último no tenga la posibilidad de atentar contra el derecho de
propiedad. “Se refiere este principio a que, por la vía tributaria, el Estado
no puede violar la garantía de inviolabilidad de la propiedad establecida en
la norma pertinente.”Porque si se viola esta propiedad se estaría
confiscando. Por eso Marcial Rubio escribe: “No confiscatoriedad, que
significa que el Impuesto pagado sobre un bien no puede equivaler a todo
el precio del bien,  a una parte apreciable de su valor. Técnicamente
hablando, confiscar es quitar la propiedad de un bien sin pagar un precio a
cambio. Aquí, obviamente, se utiliza el término en sentido analógico, no
estricto.”

10.- Principio de Capacidad Contributiva

 
Este principio redefine al ser humano como un sujeto económico, lo define
por sus condiciones económicas y no sociales o culturales. No importa así
la calidad intelectual, etc., sino la capacidad de generar rentas. El ser
humano es medido por su potencia económica, por ser generador de
riqueza, y esta es medida por su actividad, por sus rentas, etc. Esta medida
sirve, pues, para lograr cierta conexión con la imposición tributaria. Por
medio de la misma capacidad contributiva el sujeto de derecho, o persona –
natural o jurídica- es afectado en relación directa con su condición
económica, y con las características y elementos adheridos a este sujeto
como generador de riqueza. Principio que se asocia con la desigualdad
contributiva de la que habíamos tratado al referirnos al principio tributario
de igualdad. Así, “La capacidad tributaria o contributiva, (...) puede
definirse, siguiendo a Jarach, como ‘la potencialidad de contribuir a los
gastos públicos que el legislador atribuye al sujeto particular’. Para
nosotros es: la ‘aptitud para pagar tributos, que reposa en el patrimonio o
riqueza propia del contribuyente” [11].

11.- Principio de defensa de los derechos fundamentales de la persona

Los derechos fundamentales de la persona tienen un reconocimiento


internacional, y se disponen como dogmas, o derechos universales que
deben ser tutelados siempre por el Derecho. Hablar, pues, de Derechos
Fundamentales es hablar de fundamentos, es decir de “fuerzas irresistibles
y últimas” –según Bobbio-, que actúan como dogmas. Por eso, los
derechos fundamentales son dogmas. Así, la igualdad, la libertad, son
derechos fundamentales porque su validez no está en debate. Lo que puede
estar en duda es el margen de estos derechos, pero no los derechos. Este
principio alude, pues, a la protección o tutela de los Derechos
Fundamentales, frente a los tributos, o a la potestad tributaria del Estado,
que por tal motivo, no puede agredir estos derechos fundamentales de la
persona. 

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