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Andrea Carolina Valero de la Cruz QAl

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Análisis: “My sister’s keeper”

Desde el inicio de la trama vemos a una familia Fitzgerald que a pesar de tenerlo
todo, sienten que no tienen nada. Todos cargan con ideas y problemas que se han
acumulado con el tiempo pero que cada uno colabora para que Ana tenga toda la
atención.

Antes de hablar sobre los personajes principales, es importante reconocer la


presencia de la hermana de Sara en la vida de los Fitzgerald. Su relación entre ella
y Sara es lo que comúnmente asociamos al escuchar el término “hermana/os”: estar
en los buenos y malos momentos cuando nadie más lo está, como sucedía con el
resto de los familiares; así como aconsejar cuando se toman decisiones, tal como
lo hizo con Sara después de que Ana presentará su demanda. Sin embargo, el
mayor impacto, es su papel como una segunda madre para Ana y Jesse, ella es
capaz de darles al menos un poco de la atención y el amor tanto materno como
paterno que buscaban.

¿Era realmente una hermandad la relación entre Ana y Kate? Es cierto que entre
ellas había confidencialidad y cariño, pero Kate no mostraba inconformidad al saber
que Ana sería la responsable de otorgarle lo que necesitaba por decisión de su
madre. Esto cambio en el momento en el que Kate ya deseaba morir; fue cuando le
planteó a su hermana todo lo que podría y debería hacer.

Sara siempre insistía en esta relación de hermandad cuando trataba de convencer


a Ana cambiar de decisión, mas la vida de Ana nunca fue planeada para ser la
hermana de Kate sino, un “hijo donador”. Por otro lado, desde el inicio de la trama
Ana se describe a si misma como un bebé fabricado, que sabe la razón por la que
está viva y para qué la han criado toda su vida; aun siendo restringida de las
actividades que una niña de 11 años haría y si su hermana no hubiera decidido
morir, Ana le hubiera dado todo a Kate.

El padre nunca se ve involucrado en las decisiones, escucha lo que pasa y sabe,


desde el momento en el que el médico plantea la opción de crear un bebé, que no
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es la mejor opción. A pesar de esto deja todo pasar, pero la última palabra siempre
queda en Sara.

En términos de la corriente metodológica del principlismo todos los principios se ven


vulnerados; primeramente, el de la autonomía, ya que al ser Ana menor de edad no
es considerada ni capaz de tomar decisiones ni dueña de su propio cuerpo aún
cuando ella está segura de que no quiere hacerlo más. Repetitivamente la madre
hace énfasis en el cambio de opinión de Ana por su falta de madurez, sin embargo,
ni siquiera los adultos médicos que se presentan como testigos en la audiencia
saben la edad en la que puedes tomar decisiones en concreto.

El segundo y muy importante es el de no maleficiencia, pues se violan los derechos


básicos de Ana, se busca el beneficio de un individuo comprometiendo la salud de
otro. Este principio puede entrar en conflicto ya que Sara busca que su hija no sufra
y Kate vivir más allá de los hospitales, esperando algo más que solo regresar.

En el caso de la justicia, el abogado comprende que es necesario que Ana tenga el


control sobre su cuerpo. Una escena que personalmente me impactó fue la
declaración de Sara durante la audiencia; ella nunca consideró la vida de Ana
significante, ni antes, ni después de un procedimiento. Este principio sería diferente
sí Ana hubiera podido ejercer su voluntad desde un principio.

Observamos un médico que no actúa objetivamente; que en lugar de ser concreto


con las adversidades de la leucemia de Kate y preparar a los padres para el
tratamiento, propone soluciones “probables” y sin límites. ¿Qué está dispuesto a dar
un padre por su hijo? Todo. El médico pudo no haberlo hecho con mala intención,
ya que Kate pudo vivir más años y poder tener experiencias de amor, tranquilidad y
felicidad.

Viéndolo por el lado de la casuística, la enfermedad de Kate es rara y desde un


principio se tenían pronosticadas muchas complicaciones. La experiencia por parte
de consejeros, opiniones de otros médicos y casos anteriores pudieron haber
auxiliado a la familia a evaluar mejor sus opciones, ya que al final de todo se quería
cambiar la mentalidad de Sara a resignarse a la muerte de su hija después de un
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camino muy largo, después de que todos se habían desconectado y estancado en
vacíos emocionales. En cuanto a la reproducción asistida, se plantean dilemas
también relacionados con la maternidad subrogada, pues se puede considerar
como explotación la situación de Ana, las luchas emocionales de todos los
integrantes siguen presentes aún después de los procedimientos ya que se
esperaban mejores resultados o el desapego psicológico madre-hija como sucedió
con Sara y Ana (European Centre for Law and Justice, 2012). De una forma muy
sutil se abarca la eutanasia, en este caso de tipo directa, pasiva y voluntaria ya que
Kate se siente preparada para eso, y no queda más que respetar su autonomía
(Vega, 2000).

European Centre for Law and Justice. (2012). SURROGATE MOTHERHOOD: A


VIOLATION OF HUMAN RIGHTS. REPORT PRESENTED AT THE COUNCIL OF
EUROPE, STRASBOURG, ON 26 APRIL 2012.

Furst, S. (productor) y Cassavetes, N. (director). (2009). My Sister’s Keeper [Cinta


cinematográfica]. Estados Unidos: New Life Cinema.

Vega, J. (2000). EUTANASIA: CONCEPTO, TIPOS, ASPECTOS ÉTICOS Y


JURÍDICOS. ACTITUDES DEL PERSONAL SANITARIO ANTE EL ENFERMO EN
SITUACION TERMINAL. Recuperado el 27/02/2020 de
https://www.bioeticacs.org/iceb/seleccion_temas/eutanasia/EUTANASIA_2000.pdf

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