Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Abstract
En este trabajo se analiza una situación comunicativa ocurrida entre los Tobas orientales de
la provincia de Formosa desde la perspectiva teórica de la Etnografía del Habla. A partir de
las convenciones de contextualización de la interacción y del contenido semántico de la
conversación se estudian algunas de las capacidades que Duranti atribuye al lenguaje, a la
vez que el dominio de la competencia comunicativa tal como es definida por Gumperz.
INTRODUCCIÓN
En este trabajo se analiza una conversación que tuvo lugar en Namqom, comunidad toba de
la provincia de Formosa[ii], entre un padre toba (Tito, de 25 años, habla castellano y toba),
una madre toba (Roberta, de 21 años, habla castellano y toba), y la hija de ambos, también
toba (Andrea Palotawae, de 1 año y medio, habla castellano y toba), en la casa de esta
familia.
· 2a. señales no verbales: expresión de los ojos, rostros, movimientos del torso, de los
miembros, movimientos faciales, distancias, gestos, etc.
TEMA
Del párrafo anterior cabe señalar que, para los fines de este trabajo, se
consideraron dos capacidades del lenguaje: aquella de actuar como un medio de reflexión
(que crea y transmite patrones culturales de conocimiento), y la de ser al mismo tiempo un
medio de acción (al crear y transmitir patrones culturales de acción social).
Por otro lado, me interesa retomar las consideraciones de Gumperz acerca de la
competencia comunicativa. Según Gumperz, el conocimiento de la gramática, la
multifocalidad de los signos y la dependencia del contexto, son esenciales para lograr los
objetivos de la comunicación. Redefiniendo el concepto de competencia comunicativa,
Gumperz menciona que ésta implicaría: "El conocimiento de las convenciones lingüísticas y
comunicativas relacionadas que los hablantes deben tener para iniciar y sostener un
compromiso conversacional..." (1982 :30). Para lograr este fin es necesario no sólo entender
la(s) lengua(s) usada sino también compartir convenciones gestuales, señales lingüísticas
(pautas de contextualización), fórmulas discursivas, presuposiciones, etc.
Uno de los objetivos de este trabajo es considerar la relación existente entre lo
que se dice por medio del lenguaje y lo que los participantes hacen con el mismo, ya sea
consciente o inconscientemente. Para esto se analiza una conversación en el sentido de la
etnografía del habla señalada por Duranti.
Otro de los objetivos es, siguiendo la postura de Gumperz (1982), ver cómo la
correcta o errada dimensión interpretativa de las convenciones de contextualización y del
contenido semántico de una conversación, refleja un fenómeno sociolinguístico, en la
medida en que supera la pura dimensión linguística de la misma. Para esto es necesario
considerar el contexto más amplio de la interacción, que estaría dado por características
propias del grupo en cuestión, y también las competencias comunicativas de los hablantes.
LA INTERACCIÓN
Predomina el silencio, sólo nos miramos mientras esperamos que pase la
tormenta. Andrea está inquieta, no deja de moverse sobre la falda de la madre, entre otras
cosas desea ir afuera. Esta situación dura unos minutos hasta que Andrea le pone fin y da
inicio a la conversación que sigue a continuación.
2. La conversación
1. A: paapi, paapi, paapi !!! Upa.....upa (lamentándose, estira los brazos hacia su padre)
3. A: paapi, paapi, paapi !!! Upa, upa (sollozando vuelve a estirar los brazos)
6. A: ..aando, 'ta lloaaando. Paapi, upa, upa (gritando. Ésta vez ya empieza a llorar)
9. T: Andi, ¿Vo cho malita? (A.está en sus brazos. La lleva a mirar la lluvia desde la puerta)
10 .A: noooo...
12. A: chiii...
En 1. la hija pide al padre que la alce en sus brazos. Éste, en 2., intenta llamar la atención
de la misma, y distraerla de su pedido, ya que en ese momento él está ocupado cebando
mate y tiene con él la pava caliente. El motivo de la frase que usa en este momento es
utilizado también en contextos diferentes pero con características y finalidades similares: es
la manera usual de calmar o distraer la atención de la hija cuando el padre desea hacerla
dormir por las noches y cuando ella está llorando por algún motivo. Sin embargo,
recurriendo a esta manera de tranquilizarla y distraerla, a veces el padre no logra sus
objetivos. Tal es el caso de 3., en donde se evidencia que Andrea no se inmuta ante lo que
el padre le ha dicho. Ella sigue pidiendo lo mismo de manera insistente y cada vez con
mayor intensidad. Es en este momento (4.) que la madre, al percibir que Andrea no cambia
de actitud, interviene en la conversación intentando disuadir a su hija si bien, al mismo
tiempo, por la manera en que pronuncia su nombre y cómo lo acentúa, la está retando.
Súbitamente después de que Roberta ha hablado, en 5. Tito, sin alterarse y con calma,
viendo que Andrea no responde como ellos desean, intenta nuevamente distraer su atención
y hacer menguar la tensión de la hija. Otra frase calmadora es pronunciada en este
momento. En este caso recurre al nombre nawoGa de Andrea. NawoGaen castellano podría
traducirse como 'contagio'. Este concepto está aludiendo (entre otras cosas) a una
interdicción que la pareja debe respetar mientras la mujer está embarazada: no se puede
comer, matar, mirar o estar en presencia de ciertos animales durante los 4 primeros meses
del embarazo ya que, de lo contrario, el hijo al nacer tendrá o bien el aspecto morfológico
del animal o bien características de su comportamientos. El alma-imagen (nkií) del animal ha
entrado, por medio de un 'contagio', en el bebé mientras se estaba formando[iii]. Para curar
esto, el pi'oGonak (shamán) extrae el alma-imagen por medio de la palabra (oración, cantos,
etc.) e impone un nombre al bebé (lanagat nawoGa), nombre que alude indirectamente al
animal en cuestión.
Por otro lado, es interesante detenerse en las dos frases utilizadas por el padre
para calmar y distraer a su hija. Con estas frases no se la está asustando ni retando.
Simplemente se hace mención a dos animales muy habituales y presentes en su vida
cotidiana (el sapo y la vaca), y de dos actividades humanas (cantar y llorar). Estas
actividades son atribuidas a los animales, como dos comportamientos posibles de ser
llevados a cabo por los mismos. La vaca y el sapo aparecen aquí como dos personajes casi
humanos, que al igual que los hombres, lloran y cantan. Esto es lo que enternece a la hija y
distrae su atención.
En 6. se ve que la última de las frases calmadoras del padre ha tenido algún
efecto: la hija repite parte de lo que Tito ha dicho, como habitualmente suele hacerlo cuando
el padre pronuncia este tipo de frases. Sin embargo, después de unos instantes en los que
ella ve que él no la ha alzado aún, comienza a gritar y llorar repitiendo su pedido inicial. Esto
genera una reacción por parte del padre, quien en 7. actua como su hija espera: se levanta y
la alza en sus brazos. Al llevar a cabo esta acción el padre pronuncia dos palabras que en
un contexto y con una pronunciación diferente, podrían ser insultantes: "hincha pelota". Pero
en este caso cabe mencionar que, además de la manera en la que es pronunciada (esto se
analizará en el punto siguiente), esta expresión es utilizada en forma burlona solamente en
contextos específicos: cuando la hija logra su cometido por encima de la voluntad de los
padres. En 8. se ve cómo Andrea repite nuevamente partes de lo que Tito ha dicho, jugando
verbalmente con su padre. A partir de 9. y hasta el final de la interacción, se genera un tipo
de diálogo entre el padre y la hija que consiste en un ida y vuelta entre preguntas retóricas y
las respuestas esperadas. Este diálogo adquiere también las características de un juego que
la hija comprende inmediatamente, y juega desde su inicio.
1.
- A nivel prosódico puede señalarse que la manera en la que "paapi" es dicho marca una
entonación diferente: un quiebre en la a. El fin de esta impostura de la voz es llamar al
padre por medio de un lamento. También se evidencian ciertas señales paralingüísticas
como las pausas entre el llamado al padre y el pedido de ser alzada. El tono en que
dice paapi es cada vez más fuerte.
- A nivel gestual, Andrea estira los brazos hacia el padre enfatizando con este gesto lo que
verbalmente está pidiendo.
2.
- Tito cambia de código. La impostura de su voz es diferente de la usual: es más suave y; en
contraposición con la de Andrea, el tono es más bajo.
- El padre recurre a una frase cuyo contenido espera que genere curiosidad, calma y
distracción en su hija. También en esta frase se evidencia un alargamiento de la a de miraay
de cantaando. El tono de la frase y la manera de pronunciar las palabras por medio del
alargamiento acompañan el fin de su mensaje: calmar y distraer.
- A nivel corporal, Tito enfatiza con el cuerpo lo que está pronunciando verbalmente. Alza las
cejas y abre bien grande los ojos. Sus labios en un gesto de trompa señalan hacia afuera de
la casa. Con estas expresiones faciales el padre intenta llamar también la atención de la
hija.
3.
- Esta vez el tono de voz de Andrea expresa un sollozo, la intensidad del pedido es cada vez
mayor. Acá no se evidencian las pausas señaladas en 1., ya que la impaciencia y el deseo
de ser alzada es más grande.
- El cuerpo de ella está ubicado más hacia adelante, y en dirección del padre, requiriéndolo.
La madre la sostiene para que no se vaya. Andrea en ningún momento hace gestos bruscos
para salir de donde su madre la mantiene. Espera que el padre le haga caso.
4.
- La madre la llama por su apodo en castellano para terminar con la situación que se ha
generado (suele llamarla casi siempre de esta manera). El tono de su voz es enérgico y
firme. No le grita pero hay cierto enojo en el tono de su voz. La a inicial de Andi está más
acentuada de lo normal. La madre marca una pausa entre la primera pronunciación del
nombre y la segunda. Reitera de esta forma su pedido de tranquilidad.
- En el rostro de Roberta hay seriedad también. Su ceño está fruncido mientras la mira. - Sin
embargo, Andrea no se inmuta ante el pedido de la madre.
5.
- Otra frase calmadora es pronunciada con las mismas características que la anterior:
suavidad en el tono, bajo volumen de la voz, expresiones de sorpresa en su rostro.
- La v de vaca es pronunciada como una w por cuestiones fonéticas de las dos lenguas en
contacto (toba y castellano). La a de vaca y de llorando se alargan otra vez.
Semejanzas con 2.
6.
- La frase e intención del padre producen un efecto momentáneo: A. deja de insistir, mira
hacia la puerta que da hacia afuera, hacia donde estaría la vaca, y repite las últimas sílabas
de la frase del padre alargando ella también la a. Hay suavidad en su tono de voz.
- En su boca está la expresión de "trompa" como la del padre. Sus ojos se abren y sus cejas
se alzan.
- Pero súbitamente se olvida de la vaca, y esta vez con más fuerza explota en llantos y
gritos en voz bien alta frunciendo el ceño. Después de una pausa en la que evidencia que el
padre no la alza, hace el mismo pedido que las otras veces, casi retando a su padre.
7.
- El padre deja la pava de inmediato, deja el mate y se levanta en dirección de su hija para
alzarla. Ésta estira sus brazos y el padre la levanta.
- Cambio de código: en tono chistoso y amigable dice "hincha pelota", expresión usada
siempre en contextos similares, cuando Andrea siempre se sale con la suya. La manera de
decir estas palabras es particular, separa las sílabas marcadamente y la l de pelota es
alargada.
- Cuando la tiene en brazos se va hacia la puerta a mirar hacia afuera. La madre los mira
sentada en su lugar con expresión calma.
8.
- La hija repite nuevamente el final de la expresión pronunciada por el padre, con calma en
el tono de su voz y tranquilidad, alargando esta vez la a de pelota.
9.
- Vuelve a cambiar de código: en un tono infantil y divertido, como si él fuera un niño, le hace
a su hija una pregunta retórica.
10.
- Ella también cambia de código ya que la impostura de su voz es también forzada y habla
como si fuese un bebé. Responde lo esperado por el padre, con calma en el tono de su voz
y suavemente.
11.
12.
- Ella nuevamente responde haciéndose la bebé, continua ella también con el cambio de
código iniciado en 9.
13.
CONCLUSIONES
Tal como se ha señalado en la introducción, siguiendo a Duranti (1988), uno de los intereses
de este trabajo era considerar las dos capacidades que el autor atribuye al lenguaje: la de
actuar como un medio de reflexión, y la de ser al mismo tiempo un medio de acción.
Para concluir, a partir de lo analizado en este trabajo (el contenido semántico de la
conversación y las pistas de contextualización), como se ha señalado en la introducción,
conocer el background etnográfico y la competencia comunicativa de los hablantes (o de
alguno de ellos), resultan fundamentales para entender cómo la correcta o errada dimensión
interpretativa de las convenciones de contextualización y de la semántica refleja un
fenómeno sociolinguístico, ya que supera la pura dimensión linguística.
BIBLIOGRAFÍA
Duranti, A.:
Gumperz, J.