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Beneficios de los hornos carboníferos me-

tálicos

En el presente estudio se resumen los beneficios derivados del uso y fomento de los hornos
carboníferos metálicos para fabricar carbón vegetal a partir de la leña, subproductos de las indus-
trias forestales, alimenticias y del reciclaje de basura.
Las ventajas se pueden resumir en varios aspectos, los que se han agrupado y detallado a continua-
ción.

1. Situación actual de los productores de carbón vegetal en Chile


En Chile el carbón vegetal se está produciendo actualmente mediante un proceso artesanal en los
así llamados “monos” u hoyos en la tierra, los que se llenan de leña, de tapan, se encienden y, des-
pués de unos 13 a 21 días, dependiendo del tamaño y del proceso, se apagan y se dejan enfriar para
terminar de vaciar y envasar el carbón obtenido.

Este proceso es:

Lento (2 a 3 semanas);
Estacional (en invierno no se puede producir);
Riesgoso (peligro de incendio);
De menor rendimiento (unos 4 sacos/m³ de leña contra 6 sacos/m³ de leña en
horno carbonífero);
No se puede trasladar;
Requiere mucha mano de obra (se debe supervisar continuamente);
Es un trabajo sucio, que conlleva un estatus social bajo y
Poco rentable (los ingresos son inferiores al sueldo mínimo vigente),
por lo que cada vez se produce menos carbón vegetal con este método en Chile.

2. Fabricación en hornos carboníferos


El horno carbonífero Jemi consiste en 2 cilindros metálicos provistos de una tapa, los caño-
nes y accesorios necesarios. Tiene un costo de solo $ 1.350.000 mas 19% de IVA, es portátil, no
conlleva riesgos de incendios forestales, de fácil manejo, con resultados predecibles y medibles. En
el horno carbonífero Jemi se puede trasladar a cualquier lugar y un ciclo típico de trabajo con 1 per-
sona dura 2 días, procesando 6 m³ de leña y obteniendo 36 sacos de carbón. Después de unas 4 a
6 horas de trabajo necesarias para cargarlo y encenderlo, no requiere supervisión hasta 20 a 24
horas después, en que se debe apagar y dejar enfriar, proceso durante el que tampoco requiere
supervisión.
La descarga del carbón se realiza en forma bastante cómoda con una horqueta o pala, pu-
diendo envasarse directamente en sacos para la venta.
3. Aspecto de la seguridad
Durante la fabricación tradicional en los “monos” en muchas ocasiones sucede que se “arran-
ca” el fuego, por lo que se corre el riesgo de producir incendios forestales y deben ser
supervisados continuamente.

En los hornos carboníferos Jemi no se han reportado ninguna clase de incendios forestales en más
de 100 unidades operando actualmente en el país, algunos de ellos por más de 2 años.
Por lo anterior, la Conaf (ficha 14) ha estado promoviendo el cambio del método tradicional
de fabricación de carbón vegetal por la fabricación en hornos carboníferos.

En cuanto a la seguridad laboral, los trabajadores dedicados a la fabricación de carbón con el


método tradicional están expuestos a polvo de carbón, gases de hulla y además corren riesgo caer
dentro de un mono mientras deben tapar con tierra los lugares en que se desmorona el “mono”. A
veces incluso deben subirse al “mono” para realizar esta tarea, con lo que se exponen a
serias quemaduras e incluso pueden perder su vida.

Con la fabricación de carbón vegetal en hornos carboníferos Jemi no hemos tenido noticia de ningún
accidente de este tipo o comparable. Además la exposición a gases se puede reducir a un mínimo.
Muchas veces, cuando se desmorona un mono, sucede que la leña que está en proceso
de carbonización se enciende, perdiéndose gran parte o hasta el total del producto de ese ciclo de
trabajo.

Esto conlleva como resultado de que nunca se sabe exactamente cual va a ser el rendimiento de un
mono, hasta el momento en que se ha terminado la producción.
En el caso de la fabricación con hornos carboníferos Jemi el riesgo de perder una carga
total o parcialmente está dado solo por la posibilidad de no apagar el horno en el tiempo adecuado
o de abrirlo antes de que se enfríe totalmente, con lo que se reduce considerablemente el riesgo de
mermas de producción y el proceso se hace predecible en cuanto al rendimiento y las ganan-
cia que se puede obtener en un ciclo de trabajo.

4. Aspecto económico

El análisis económico somero del sistema de producción de carbón vegetal con el método tradicional
se puede resumir como sigue:

2 personas pueden trabajar en el ciclo completo de producción


Cargando unos 20 m³ de leña en un mono y
Con un ciclo de trabajo de 15 días, en el que debe supervisarse continuamente el proceso;
Se obtienen unos 80 sacos de carbón vegetal.
Este carbón se puede vender, puesto en el predio, a unos $ 3.000 a $ 3.500 por saco.
Considerando 2 ciclos de producción al mes, con este procedimiento se obtienen ingresos
de $ 520.000 al mes.
Si se considera que en época de lluvia (mayo a agosto) no se puede trabajar, esto significa
que cada una de las personas que trabaja en esta actividad obtiene en un año un promedio
mensual de $ 173.333.
Se debe considerar además que las personas que se dedican a esta actividad no trabajan
en jornadas laborales sujetas a la ley laboral vigente, no cuentan con ningún tipo de previ
sión ni seguros contra accidentes del trabajo.
En un horno carbonífero Jemi con 1 persona y con 6 m³ de leña en un ciclo de trabajo de 2 días se
obtienen 30 sacos de carbón. Si se hacen 10 ciclos de trabajo, considerando días libres y jornadas
de trabajo de 40 a 42 horas por semana, se pueden producir 300 sacos de carbón, los que vendidos
en el predio a un valor promedio de $ 3.250 por saco permiten obtener un ingreso de $ 1.170.000
en un mes. El horno carbonífero Jemi se puede usar independientemente del clima imperante. Esto
significa que, comparado con el método tradicional, ¡la productividad aumenta en un 575%!

5. Cuidado del medio ambiente

El cuidado del medio ambiente se puede dividir en varios aspectos:

Cuidado del entorno, reduciendo los riesgos de incendios forestales (descrito anteriormen
te).
Cuidado de los bosques por aumento de los productos utilizables para fabricar carbón,
Reducción de los costos de traslados y
Cuidado del aire, considerando las emisiones producidas al usar el carbón vegetal
para calefaccionar comparado con la leña.

El cuidado de los bosques al usar los hornos carboníferos Jemi se produce por el hecho de que se
puede producir carbón usando subproductos de las faenas forestales. Así por ejemplo se
pueden usar los residuos de las podas, raíces, restos que quedan después de la explotación
forestal, etc. Estos productos tradicionalmente se pierden, ya que no vale la pena trasladarlos o
extraerlos del predio para procesarlos. Como el horno carbonífero Jemi se puede trasladar en
cualquier camioneta, carro de arrastre o camión, éste puede ser instalado fácilmente cerca del
lugar en que se producen los residuos forestales, aumentando el aprovechamiento de la biomasa
forestal o incluso aprovecha los subproductos de la industria forestal.
Comparando la producción de leña con la de carbón, se estima que para vender 1 m³ de leña, se
talan más o menos 3 m³ de biomasa, de los cuales se desechan ramas torcidas y muy delgadas,
raíces, nudos, etc...
Todos esos subproductos son perfectamente utilizables para la fabricación de carbón vegetal.

6. El carbón como combustible para calefaccionar los hogares

Se han hecho ensayos usando carbón vegetal como combustible para calefaccionar hogares en
Temuco. Para ello se usaron las muy difundidas y actualmente polémicas estufas de combustión
lenta. Usando el carbón durante 2 años en este tipo de calefactores no se detectaron daños en las
estufas o cañones, por lo que se puede afirmar que la mayoría de las estufas actualmente en uso
con leña en el sur de Chile son aptas para usarse con carbón vegetal. Es mas, usando carbón vegetal
en vez de leña, se ha reducido ostensiblemente la formación de hollín dentro de los cañones
y no se ha detectado condensación de alquitrán o resinas dentro de éstos, lo que mejora las condi-
ciones de seguridad, los riesgos de incendio y avalan el hecho de que emite menos material particu-
lado que la leña.
Si se considera el carbón vegetal como fuente de energía para calefacción, se puede hacer la
siguiente comparación. Un kilo de carbón vegetal entrega unos 8,5 kWh de energía térmica, en
cambio 1 kg de leña seca (máx. 25% de humedad) entrega en buenas condiciones de com-
bustión unos 4 kWh de energía. Esto se debe a que la leña contiene agua y elementos volátiles
que no aportan energía pero si emiten humos al momento de ser quemados.
Del poder energético del carbón se deducen varias ventajas relacionadas:

El carbón tiene un menor costo de traslado que la leña;


El carbón requiere un menor espacio de almacenamiento que la leña;
El carbón emite menos humos visibles, y por lo tanto material particulado, que la leña
debido a su factor de oxidación (carbón 98%, leña 90%).
El carbón ensucia menos los cañones, con lo que reduce el riesgo de incendios provocados
por combustión del hollín depositado en éstos.
El costo de un saco de carbón es similar o más barato al costo de 2 sacos de
leña, los que aportarían la misma energía térmica aproximadamente.

Los menores pesos y costos de traslado y almacenamiento asociados al carbón permitirían


a los productores de carbón aprovechar biomasa en sectores geográficamente más alejados y aisla-
dos. Se estima que producir leña para trasladarla a más de 60 km de distancia ya no es rentable
para el productor, en cambio el carbón vegetal es trasladado ¡hasta 1000 km! En el mercado nacional
e incluso se está importando el 90% del carbón vegetal usado actualmente en Chile.

7. Mercado del carbón en Chile


Actualmente el 90% del carbón que se usa a nivel nacional está siendo importado desde Colombia,
Paraguay, Argentina y otros países.
Se estima que esto se debe en gran parte a que la producción de carbón vegetal en Chile no se ha
modernizado. Si se considera que una persona que se dedica a producir carbón mediante el método
tradicional percibe un ingreso menor que el salario mínimo, se puede afirmar con certeza
que la producción de carbón vegetal por métodos tradicionales ha dejado de ser rentable y como
tal, será una actividad que desaparecerá en los próximos años o solo será continuada por sec-
tores marginales dedicados a la silvicultura y agricultura de supervivencia.
Aumentando la productividad en más de un 500% con el uso de hornos carboníferos Jemi, se revier-
te esta situación, pasando a ser una buena fuente de ingresos para las personas que se dedican a
producir carbón vegetal. Más adelante en la sección dedicada a los aspectos sociales profundizaré
mas en ello.
Actualmente en Chile existe una gran demanda insatisfecha de carbón vegetal, lo que significa que
cualquier productor, sin esfuerzo alguno dedicado a la comercialización, puede vender lo que sea
capaz de producir a un precio de unos $ 3.000 a $ 3.500 o más. Me he enterado de casos en que
compradores le han pagado anticipos a productores de carbón con el objeto de asegurar el abasteci-
miento. Para los vendedores de carbón para parrilladas en bolsas de papel de entre 1,5 y 2,5 kilos
el margen de comercialización (100 x costo de venta x kg/costo de compra x kg – 100%) oscila
entre un 60 y 150%, con lo que en este aspecto todavía es mucho lo que se puede mejorar el ingre-
so de un productor de carbón si se dedica a envasarlo en bolsas de papel o a comercializarlo al deta-
lle.

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