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¿Qué es el carbón?
El carbón es una roca formada por carbono principalmente y otras sustancias, es usado
como fuente de energía y puede ser de origen vegetal o mineral. Su origen se da en el
periodo Carbonífero de la era Paleozoica a consecuencia de la muerte de los inmensos
bosques de helechos y equisetos que morían y quedaban enterrados en los pantanos que
habitaban, la falta de oxígeno, la presión, el agua y el barro impedían que se produjera
una degradación de las plantas y cada vez había más acumulación de estas dando lugar
al carbón. En el próximo apartado se explica cómo se produce el carbón de forma natural
con más detalle.
Formación del carbón
Ahora que hemos visto qué es, pasamos a comentar cómo se forma el carbón por su
proceso natural. Estos son los puntos más importantes del proceso de formación del
carbón:
1. El carbón procede de restos vegetales muertos los cuales se van depositando y
acumulando en zonas húmedas no muy profundas quedando cubiertos por agua.
2. Al estar sumergidos no están en contacto con el aire, que provocaría su
descomposición, y al existir esta ausencia de aire las bacterias
anaeróbicas comienzan un proceso lento de descomposición.
3. Tras un periodo largo de tiempo, millones de años, se van perdiendo ciertos
elementos, como el hidrógeno, y haciéndose cada vez más rico en carbono.
4. Al ser un proceso que dura tanto tiempo encima de los retos vegetales se van
depositando una serie de sedimentos que ayudaran a mantener las condiciones
anaeróbicas y a que las bacterias sigan haciendo su trabajo hasta formarse el
carbón natural.
El carbón mineral
El carbón mineral se obtiene a través de la minería, ya sea a minería a cielo abierto o
subterránea. La minería a cielo abierto se da cuando el carbón no está a demasiada
profundidad, por lo que se podría realizar este tipo de extracción hasta un máximo de 60
metros de profundidad, y consiste en remover toda la tierra que tiene el yacimiento de
carbón encima hasta que este queda al descubierto y puede ser extraído.
La otra forma de obtener el carbón es a través de la minería subterránea, esta práctica se
usa cuando el carbón está muy enterrado. Para sacar el carbón de zonas tan profundas
se construyen túneles y galerías donde los mineros extraen el carbón y por donde lo
transportan hasta el exterior.
El carbón vegetal
Es un tipo de carbón que se obtiene de la carbonización de la madera, los árboles de los
que se obtiene este carbón vegetal son:
Roble.
Haya.
Sauce.
Eucalipto.
Álamo negro.
Pino.
Su proceso de obtención consiste en quemar esta madera en hornos a elevadas
temperaturas superiores a los 500ºC y en ausencia de oxígeno, el resultado es un carbón
rico en carbono, aproximadamente con un 80%. Las características del carbón vegetal
son que es sólido, pero también tiene fragilidad y es poroso.
Tipos de carbón
Como ya hemos mencionado, el carbón puede ser de origen mineral o de origen vegetal.
El carbón de origen vegetal puede ser de varios tipos en función del vegetal del que
procedan y las condiciones de presión y temperatura a las que haya estado sometido.
Podemos encontrar:
Antracita: es el carbón de mejor calidad y por lo tanto el más buscado. Este
carbón tiene entre un 90–97% de carbono por lo que es el que mayor tiempo de
formación requiere.
Hulla: está formado por un 70 – 90% de carbono, también posee una buena
calidad, es duro y brillante.
Lignito: tiene entre 25 – 30% de carbono, tiene un color negro mate y mancha la
piel al tocarlo, produce mucha ceniza al quemarlo.
Turba: es el que tiene un menor tiempo de formación, por lo tanto un menor
porcentaje de carbono, este tipo de carbón es poroso, esponjoso y ligero. Tiene un
elevado porcentaje de humedad y su combustión genera muchas cenizas
Producción de carbón vegetal en Monte Quemado
Las provincias de Chaco y Santiago del Estero son las principales productoras de carbón
vegetal de la República Argentina. En la provincia de Santiago del Estero, el carbón es el
principal producto forestal, con una producción de alrededor de 100.000 Toneladas
anuales.
En Monte Quemado la mayor parte de la producción de carbón se destina al consumo
interno.
La madera que se utiliza proviene de montes nativos, siendo las especies más empleadas
para carbón de uso doméstico el Quebracho blanco (Aspidosperma quebracho blanco) y
el Mistol (Ziziphus mistol) mientras que el Quebracho colorado (Schinopsis lorentzii) es
preferido para hacer carbón para usos industriales. Dependiendo de la disponibilidad de
materia prima y de la zona de procedencia, también se pueden encontrar carbones que
provenientes de otras especies, como el Vinal (Prosopis ruscifolia) o el Guayacán
(Caesalpinia paraguariensis)
En Monte Quemado, al igual que en toda la provincia, más del 60% de la producción de
carbón vegetal se hace a escala familiar o de pequeña producción, con grupos de 1 a 3
hornos tipo media naranja. El corte de la leña se realiza usualmente con motosierra, y
para la recolección y transporte de la madera se utilizan zorras, pequeños carros de
madera de tracción a sangre, o tractores con acoplados. La duración de la quema
depende del tamaño del horno, del tipo y calidad de la leña, en un proceso que dura,
como mínimo, entre once y quince días. Se estima que para producir una tonelada de
carbón se necesitan dos jornales: uno para la corta y transporte de madera, y otro para el
quemado, envasado y carga del carbón. A partir de estos valores, se puede estimar que la
producción registrada de carbón en la provincia, de alrededor de 100.000 toneladas
anuales, genera empleo directo y permanente para 900 personas.
Si los bosques de donde se extrae la leña se utilizan a un ritmo que no supere su
capacidad de crecimiento, el carbón es una fuente de energía renovable. Datos de
investigaciones del INTA indican que con bosques en buen estado, se necesitan entre 50
y 60 hectáreas bajo manejo para producir una tonelada de carbón al mes, a perpetuidad.
Dicho de otra manera, una hectárea de bosque nativo santiagueño tiene la capacidad de
producir para siempre el carbón necesario para el uso de una familia de 8 personas.
Existen distintas formas de comercialización del carbón vegetal. Entre las más frecuentes,
se encuentra la venta a granel en boca de horno: tras el enfriado del carbón el producto
se deja a disposición del comprador, que empaca y transporta el producto. Algunos
productores reciben las bolsas o empaques y colocan el producto en la visita del
comprador, esta modalidad se denomina puesta en camión, y tiene un precio diferencial.
Los costos unitarios o unidades operativas en el transporte del carbón vegetal son los
siguientes:
- Carga del carbón vegetal sobre el vehículo de transporte
- Transporte primario
- Transporte secundario, si empleados con costos de descarga/carga
- Operaciones de descarga y almacenamiento a puntos principales de mercadeo.
La experiencia muestra que los problemas del transporte son menores donde hay una
sola etapa de carga y descarga, lo que puede obtenerse fácilmente empleando camiones.
Los costos por ton/km son generalmente los más bajos, cuando se llevan grandes
unidades de carga. Resulta práctico el uso de un camión con acoplado, ambos equipados
con jaulas altas, para cargas de veinte toneladas. En este caso, el carbón vegetal se
manipula suelto. La mayor parte de la carbonilla se genera en las operaciones de carga y
descarga, y para reducir este problema, se recomienda el transporte del carbón vegetal
en una sola operación, desde la carbonera hasta el punto principal de distribución y
almacenamiento.
El carbón vegetal absorbe fácilmente el agua y, por lo tanto, encerados u otras cubiertas,
deberán emplearse durante el transporte para evitar que se moje. Existe siempre el riesgo
que el carbón se moje con la lluvia, durante los pocos días de su curado al costado del
horno. El carbón curado debe ser trasladado, lo más pronto que fuese posible y práctico,
para evitar este peligro. En los lugares donde deben acumularse grandes cantidades de
carbón, antes del transporte, pueden usarse coberturas de hojas plásticas, o un depósito
de hierro galvanizado de costados abiertos. Debe hacerse lo posible para evitar un doble
manipuleo cerca del horno, lo que llevaría a una desperdiciosa producción de carbonilla
fina y a costos innecesarios de mano de obra.
Se transporta por camión aproximadamente el 70% del carbón vegetal producido. Se trata
de un medio de transporte flexible y rápido, pero caro. El carbón vegetal puede
trasladarse desde las carboneras hasta las plantas siderúrgica cae inmediatamente
después del curado. Con los camiones se produce poca carbonilla fina puesto que los
manipuleos son limitados. La mayoría de las pequeñas plantas que producen hierro
fundido no tienen conexiones con el ferrocarril y dependen exclusivamente del transporte
por camiones. Los camiones pueden llegar a hornos aislados, cercanos a malos caminos.
Un camión típico responde a las siguientes características: motor desea de 145 HP, dos
marchas para caminos normales y una tercera para la conducción rápida y segura sobre
carretera, para conformar los reglamentos del Estado sobre cargas máximas; capacidad
de 48 m3 algunas compañías usan acoplados de 60 m3 que, sin embargo, no pueden
operar sobre camino malos y tienen la tendencia de volcarse. Las distancias de transporte
varían desde pocos kilómetros hasta 1.000 km.
Los camiones cargados con bolsas de arpillera tienen también una mayor tendencia a
volcarse que cuando se carga con carbón suelto. La descarga de las bolsas de arpillera
debe hacerse a mano, lo que es una desventaja.
Los camiones que llevan carbón a granel o suelto deben tener sus costados más altos, de
hasta 4 metros, con planchas laterales de tipo reticulado para darle un volumen
razonable, en correspondencia con la capacidad de carga del camión.
Todas las plantas siderúrgicas medianas y grandes en Brasil tienen desvíos ferroviarios y
emplean al máximo el transporte por este medio, puesto que es mucho más barato.
Algunas grandes firmas transportan alrededor del 40% de su carbón vegetal por
ferrocarril, y una usa también un sistema de cablecarril. La mayoría de los vagones de
ferro- tienen una capacidad de 54 m3, algunos 80 m3, y recientemente se han hecho
hacer algunos para 100 m3.
Existen aún algunos viejos vagones con una capacidad de 20 a 30 m3; estos tienen el
piso plano y grandes puertas de descarga, pero deben ser descargados a mano. Sin
embargo, pueden también ser usados para otros productos en el flete de vuelta. Los
vagones más nuevos y más grandes, tienen pisos inclinados y puertas para la
autodescarga a ambos costados de la trocha, lo que permite descarga rápida y
directamente en los recipientes para el carbón vegetal o en el depósito. A veces se cargan
los vagones de ferrocarril al costado de la línea, directamente desde los camiones, pero
más frecuentemente de una estación de recarga y depósito, a través de puertas operadas
a mano o por transportadores.
Una firma ha iniciado el transporte de carbón por ferrocarril a distancias mayores de 700
km en grandes contenedores plásticos en forma de bolsas para 3 m3. Son significativos
los ahorros en el costo de transporte comparado con el flete por camión.
No hay que dejar de considerar el transporte con mulas o caballos, para distancias cortas,
de hasta 20 km, y para pequeñas cantidades. Cada mula lleva dos canastos de 60 kg
cada uno, con una velocidad de transporte de seis km/hora. La carga y descarga es a
mano. Las mulas se usan ahora solamente para el transporte intermedio del carbón
vegetal a los camiones, cuando las carboneras están ubicadas en lugares remotos de
difícil acceso.
a) Los métodos de minado no deben exponer a persona alguna a riesgos causados por
anchos excesivos de los tajeos, cortes transversales y entradas o métodos de
recuperación de pilares inadecuados. Las dimensiones de los pilares deben ser
compatibles con el control efectivo del techo y los taludes.
b) En las minas con alto contenido de materiales volátiles se debe contar con un
trabajador experto dedicado a detectar y eliminar los riesgos en las labores. Para controlar
la adherencia del polvo de carbón al piso, paredes, techo y enmaderado de las labores
debe aplicarse polvo inerte y/o, en caso llegara a adherirse, extraer el polvo de carbón
acumulado con toda precaución, en recipientes incombustibles.
g) Cualquier trabajador de la mina cuya lámpara de seguridad para alumbrado sufra algún
desperfecto está obligado a apagarla inmediatamente y dar cuenta de tal situación al
supervisor respectivo. Lo dispuesto en el párrafo anterior también rige para las lámparas
grisú métricas.
k) Está prohibido el uso de motores de explosión en las labores subterráneas, salvo los
motores con características adecuadas para esta clase de labores.
Estas no son las únicas exigencias. En los artículos 258 y 259 se precisan lineamientos
vinculados a la ventilación en minas de carbón. El artículo 258 señala:
a) La cantidad mínima de aire por hombre deberá ser de cuatro punto cinco metros
cúbicos por minuto (4.5 m3 / min) hasta mil quinientos (1,500) metros sobre el
nivel del mar. Esta proporción será aumentada de acuerdo con la escala
establecida en el artículo 247 del reglamento.
b) Los ventiladores de presión negativa o ventiladores aspirantes para la
extracción del aire de mina, así como sus tableros, controles y su sistema
eléctrico, deberán ser a prueba de presencia de gases y de atmósfera explosiva.
c) Los ventiladores principales deberán operar continuamente. En caso de falla,
todos los trabajadores deberán ser retirados de la mina y sólo podrán volver
después de verificar que la calidad y cantidad del aire haya vuelto a sus
condiciones normales.
d) Queda prohibido el empleo de ventiladores secundarios así como ventilación
auxiliar aspirante.
e) Los ventiladores auxiliares impelentes para una mina de carbón deberán tener
un motor eléctrico o un motor de aire comprimido apropiado. En el caso que el
motor sea eléctrico, éste deberá ser colocado en corriente de aire fresco.
f) Todas las puertas de ventilación deben ser de cierre automático y a prueba de
fuga de aire, prohibiéndose terminantemente el empleo del espacio entre un par
de puertas como depósito de madera u otros materiales, aunque sea en forma
transitoria.
El artículo 259 señala que toda zona de trabajo en una mina de carbón será clasificada
como “gaseada” si la concentración del gas metano supera el 0.5%, por lo que se deberá
tener en cuenta:
Componente biótico:
Componente atmosférico:
Componente geofísico:
Componente económico:
Componente paisaje:
Impactos en la calidad sensorial/perceptual, por alteración de condiciones escénica y
contaminación visual.
Componente infraestructura:
Impacto por deterioro de las vías de comunicación por tráfico pesado en un ámbito local.
¿Qué es la licuefacción?
La licuefacción o licuación es el proceso de cambio físico en el que
una sustancia en estado sólido o gaseoso pasa directamente a estado líquido, gracias a
un cambio radical en sus condiciones físicas.
El término generalmente se emplea para referirse a los gases (o sea, licuefacción de
gases), pero también es común su uso a la hora de referirse a procesos radicales de
conversión a líquido de sólidos que comúnmente no son capaces de hacerlo.
En el caso de los gases, se trata de un proceso muy común y de gran importancia
industrial, en el cual un cuerpo gaseoso se comprime a muy bajas temperaturas, forzando
a sus partículas a vincularse de un modo tal que adquieren un estado de liquidez
temporario.
Este es el método empleado en el transporte de la mayoría de los gases (dado que en
estado líquido son mucho más estables) y es la razón por la cual el gas acumulado en los
encendedores es un líquido: al activar el mecanismo de encendido, disminuye la presión y
parte del líquido vuelve a su forma gaseosa, permitiendo que la chispa del mechero lo
encienda y alimentando una llama.
Tipos de licuefacción
Podemos emplear el término de licuefacción en tres contextos usuales:
Licuefacción de gases. Es el proceso de compresión de gases a baja
temperatura para llevarlos a un estado líquido, del que saldrán espontáneamente
si disminuimos la presión, o explosivamente si aumentamos su temperatura.
Licuefacción de suelos. Es la consecuencia de movimientos sísmicos (temblores
intensos, incluso tsunamis), cuya energía es tal, que pueden variar la consistencia
de ciertos suelos y hacerla semejante a la de un líquido pesado o la de arena
movediza. Esto suele desencadenar aludes o derrumbes.
Licuefacción directa del carbón. Es un uso muy específico del término, que
alude a un cambio químico –no físico, como los anteriores– conocido como
proceso Pott-Broche, que convierte al carbón en una mezcla
de hidrocarburos llamada “crudo sintético”, muy semejante al petróleo. El proceso
suele consistir, a groso modo, en la mezcla del carbón con disolventes a grandes
presiones y temperaturas, para luego añadir hidrógeno a la mezcla (proceso
conocido como “hidrocraqueo”).