Está en la página 1de 3

22 Rev Iberoam Micol 2002; 19: 22-24 Forum micológico

Vulvovaginitis candidiásica
Gorka Barrenetxea Ziarrusta
Clínica Quirón Bilbao y Departamento de Especialidades Médico-Quirúrgicas, Facultad de Medicina y
Odontología, Universidad del País Vasco, Vizcaya, España

Aunque, evidentemente, las micosis sistémicas De hecho, tal como ha sido recientemente descrito
diagnosticadas en pacientes inmunodeprimidos por dife- [2], la candidiasis puede asemejarse a un iceberg: todos
rentes motivos representan una entidad de indudable gra- los datos sugieren que una colonización vaginal es de
vedad, lo cierto es que la existencia de vulvovaginitis extrema importancia y que la infección clínica no es sino
candidiásicas supone, por su frecuencia y difícil trata- la parte visible del iceberg. Teniendo en cuenta esta alta
miento en ocasiones, un problema sanitario de indudable frecuencia de presencia de Candida en vagina, parece
importancia. La mayoría de mujeres presentarán una importante conocer el mecanismo patogenésico por el que
infección candidiásica vulvovaginal en al menos una oca- una colonización asintomática puede transformarse en una
sión a lo largo de su vida. Además, la mitad de ellas pre- infección clínica.
sentarán al menos dos o tres episodios infecciosos en un
año. Aunque sólo en un 5% de casos la enfermedad se Microbiología
vuelve crónica (hablamos de candidiasis vulvovaginal
recurrente cuando se diagnostican cuatro episodios a lo Se conocen casi 200 especies de Candida de las
largo de un año), lo cierto es que las recurrencias suponen cuales son relativamente escasas las que afectan al ser
un reto para los ginecólogos y una alteración cierta para la humano con carácter patógeno. Candida albicans es, con
calidad de vida de las mujeres [1]. En este sentido, se han mucho, la especie más frecuentemente detectada en gine-
descrito implicaciones de carácter fóbico y trastornos de cología (80-90% de casos) [5]. Candida glabrata es con
ansiedad (con necesidad de tratamientos psiquiátricos) en un 5-15% de casos la segunda especie en frecuencia en las
pacientes con episodios recurrentes de vaginitis candidiá- vulvovaginitis candidiásica. Otras especies detectadas en
sica [2]. infecciones ginecológicas con menos frecuencia son
La micosis vulvovaginal fue descrita por primera Candida tropicalis, Candida pseudotropicalis y Candida
vez por JS Wilkinson en 1949 al establecer una relación krusei. En este sentido y durante los últimos años se han
entre la existencia de hongos en la vagina y la aparición producido dos hechos posiblemente interrelacionados
de una vaginitis. A partir de ese momento los conocimien- entre sí: un significativo aumento de frecuencia de detec-
tos fueron evolucionando progresivamente. Actualmente ción de especies no C. albicans y una mayor tasa de recu-
hablamos de vaginitis (vulvovaginitis) micótica o por hon- rrencias de los episodios de vulvovaginitis.
gos levaduriformes ya que no todas las vaginitis son cau- De hecho, el incremento de especies no C. albicans
sadas por especies pertenecientes al género Candida. ha sido observado fundamentalmente en los episodios
Fue en 1931 cuando Plass et al. publicaron en recurrentes. Ello ha sido relacionado con una generaliza-
American Journal of Obstetrics and Gynecology un estu- ción de terapias inadecuadas (automedicación). La erradi-
dio sobre la candidiasis vulvovaginal, demostrando la cación de C. albicans puede causar una selección de
patogenicidad de este agente levaduriforme [3]. especies como C. glabrata, resistente a diferentes agentes
Se considera que la micosis vulvovaginal es un de uso común.
problema universal, afectando a millones de mujeres en Candida es un hongo dimorfo que puede encon-
todo el mundo. Constituye la primera causa de vulvovagi- trarse en dos diferentes estados. Las esporas (blastospo-
nitis en Europa [4]. Tal como se ha referido anteriormen- ras) constituyen el fenotipo para la extensión,
te, prácticamente todas las mujeres presentarán al menos diseminación y transmisión. Constituyen una forma resis-
un episodio de vulvovaginitis candidiásica a lo largo de su tente del hongo y estarían asociados con las colonizacio-
vida. Además, el aislamiento de Candida a partir de exu- nes asintomáticas. Por otro lado, los micelios son las
dados vaginales en mujeres asintomáticas no es un hallaz- formas germinativas: este fenotipo tiene capacidad inva-
go infrecuente: se estima que entre un 20 y un 25% de sora tisular y ocasiona la sintomatología propia de la
mujeres premenopáusicas asintomáticas presentan un cul- infección [2].
tivo positivo para Candida en vagina. En cuanto a la patogénesis se refiere, Candida
sigue un proceso de tres pasos, el primero de los cuales es
la adhesión. La adhesión es crucial en la supervivencia de
las esporas. En este sentido, la capacidad de adhesión de
C. albicans es superior a la de otras especies y ello podría
explicar la mayor frecuencia de esta especie en este tipo
de infecciones. La adhesión tiene lugar por la unión a un
Dirección para correspondencia:
Dr. Gorka Barrenetxea Ziarrusta receptor de membrana (iCb3 y fibronectina) por parte de
Departamento de Especialidades Médico-Quirúrgicas una proteína transmembrana de la membrana micótica
Facultad de Medicina y Odontología (análoga a la integrina). Esta proteína micótica es capaz
Universidad del País Vasco
Apdo. 699, 48080 Bilbao, España de anclarse en el receptor epitelial.
Tel.: +34 94 439 6062 Existen factores que pueden actuar como promoto-
Fax: +34 94 439 5424
E-mail: gorkabz@euskalnet.net res o facilitadores del proceso de adhesión. En este senti-
©2002 Revista Iberoamericana de Micología
do, un ambiente hiperestrogénico incrementa la
Apdo. 699, E-48080 Bilbao (Spain) exposición de los complejos epiteliales glicoproteicos que
1130-1406/01/10.00 Euros
Vulvovaginitis candidiásica
Barrenetxea G 23

actúan como receptores facilitando así la adherencia de tivo, tracto urinario, etc.) o por contaminación por trans-
los hongos a la superficie epitelial. De hecho la vulvova- misión sexual por ejemplo [6,7]. Por otro, la verdadera
ginitis candidiásica es menos frecuente en situaciones de recurrencia/recidiva, hipótesis basada en la similitud de
hipoestronismo (premenarquia, postmenopausia). Por otro biotipos de las cepas detectadas en sucesivos episodios.
lado, la gestación y la ingesta de anticonceptivos orales de Diferentes factores han sido implicados en ambas hipóte-
alta dosis incrementan la proclividad a este tipo de infec- sis (Tabla 1) incluyendo aquellos que hacen referencia al
ciones. agente infeccioso y al huésped. La ausencia de una com-
Otro factor que puede afectar la capacidad de adhe- pleta erradicación por un tratamiento inadecuado o por la
sión de los hongos es la competencia con la flora vaginal, existencia de cepas resistentes puede ocasionar un fallo
concretamente con los lactobacilos vaginales. Los lactoba- terapéutico y, por tanto, una recidiva. C. albicans es habi-
cilos inhiben la adhesión de esporas micóticas a la superfi- tualmente sensible a los imidazoles pero otras especies
cie epitelial mediante un proceso de co-agregación y (C. glabrata por ejemplo) son menos sensibles aumentan-
competencia por los receptores. De esta forma, una reduc- do la frecuencia de recidivas [8,9]. También, variaciones
ción de la flora vaginal de lactobacilos condiciona un antigénicas y mutaciones podrían estar implicados en un
incremento del riesgo de infección micótica. aumento de la virulencia micótica y consiguiente recidiva.
Una vez adheridas, las esporas son incapaces de
penetrar en el epitelio vaginal y causar una vulvovaginitis. Tabla 1. Patogénesis de la candidiasis vulvovaginal recidivante.
Para ello es necesaria la germinación de las esporas y el
desarrollo de hifas y micelios. Una vez formados los Hipótesis Fuente Causa Comentarios
micelios, Candida es capaz de penetrar e invadir el epite-
lio vaginal. Este proceso de penetración esta directamente Reinfección Digestiva Anal La reinfección
relacionado con la producción de una serie de proteasas ETS Pareja puede o no estar
capaces de destruir proteínas con función defensiva a causada por la
misma cepa.
nivel de la mucosa vaginal por parte de las hifas.
La invasión epitelial ocasiona la liberación de una Recidiva Virulencia Resistencia a Especies de
de Candida antimicóticos Candida no-C. albicans
serie de sustancias (prostaglandinas, bradikinina) con Dimorfismo Modulación
capacidad de inducir cambios inflamatorios a nivel local: antigénica
ello ocasiona edema, eritema e incremento del flujo vagi- Factores del Inmunológicos Inmunidad humoral
nal. De hecho, la leucorrea candidiásica consiste en una huésped y celular
mezcla de células vaginales exfoliadas y polimorfonuclea- No inmunológicos Flora bacteriana local
res. Nivel de estrógenos
En este sentido, los estrógenos promueven también
el desarrollo de micelio facilitando la penetración y consi-
guiente aparición de una infección clínica.
En cualquier caso, el posible origen de la vulvova-
Mecanismos defensivos ginitis recidivante a partir de un reservorio intestinal es
controvertido. El tipaje de los organismos obtenidos de
La flora vaginal constituida por lactobacilos consti- vagina y recto debería revelar la presencia de una cepa
tuye la barrera defensiva más importante frente a la infec- idéntica, pero un número importante de autores han
ción candidiásica. Los lactobacilos actúan a tres diferentes encontrado una escasa correlación entre los cultivos vagi-
niveles. En primer lugar compiten con los hongos por los nales y rectales [8].
nutrientes. En segundo lugar, mediante un proceso de co-
agregación, son capaces de bloquear los receptores epite- Factores predisponentes
liales para los hongos, inhibiendo de esta forma la
adhesión de los mismos al epitelio vaginal. Este mecanis- El embarazo predispone tanto a la infección candi-
mo de defensa es el más importante. Finalmente, los lacto- diásica primaria como, de forma más importante, a las
bacilos son capaces de generar sustancias (las llamadas recurrencias. Ello es especialmente más frecuente a partir
bacteriocinas) capaces de inhibir la germinación de mice- de las 28 semanas de gestación. La infección en esta situa-
lios. ción supone un reto terapéutico importante probablemente
El papel defensivo de los lactobacilos puede expli- debido al alto nivel de glucógeno producido por el epitelio
car el hecho de que un tratamiento antibiótico pueda vaginal estimulado por los altos niveles estrogénicos ges-
desencadenar una micosis vaginal por depleción de la tacionales. Ello supone un elemento nutritivo facilitador
flora vaginal. tanto de la multiplicación como de la germinación micóti-
Por otra parte, los pacientes inmunodeprimidos ca. Además, unos niveles elevados de progesterona tienen
presentan vaginitis candidiásicas recurrentes con una alta unos efectos supresores de la inmunidad celular por una
frecuencia. Es evidente que los anticuerpos locales, IgA, parte y, por otra, un efecto promotor de una mayor expre-
juegan un papel fundamental en la defensa frente a mico- sión del gen responsable de la síntesis celular del receptor
sis vaginales. Asimismo, tanto la vaginitis candidiásica epitelial capaz de unirse a Candida.
oral como la vaginal se asocian a estados de inmunodepre- Del mismo modo, la utilización de anticonceptivos
sión celular. Hasta un 70% de pacientes infectados por el orales de alta dosis (ciertamente de escasa utilización en la
virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) presentan actualidad) predispone a la aparición de micosis vagina-
algún episodio de candidiasis oral o vaginal. les. Los dispositivos intrauterinos también han sido aso-
ciados a episodios de vaginitis micótica probablemente
Vulvovaginitis candidiásica recurrente porque los hilos actúan como reservorio.
Cualquier alteración en los niveles de glucosa
Se han formulado dos grupos de hipótesis para (especialmente en situaciones de hiperglucemia y en cual-
explicar los episodios de vulvovaginitis candidiásica recu- quier estado en el que se produce una elevación del glucó-
rrente. Por un lado, se postula la reinfección bien a partir geno vaginal) puede promover una candidiasis vaginal.
de reservorios en otros sistemas orgánicos (sistema diges- El exceso de glucógeno, además de aumentar el sustrato
24 Rev Iberoam Micol 2002; 19: 22-24

nutritivo de los hongos, promueve un incremento en la (no recidivantes) son similares con ambos regímenes. Ello
capacidad de adhesión de los hongos. parece apoyar la utilización de productos de aplicación
La utilización de antibióticos puede incrementar local por los previsibles menores efectos secundarios. No
tanto la colonización como la infección por Candida. obstante, el tratamiento oral presenta sus indicaciones que
Aunque diferentes estudios caso-control no han sido defi- incluyen aquellas pacientes con inmunodeficiencias gra-
nitivos en este sentido, los antibióticos eliminarían la flora ves, efectividad sobre un eventual reservorio intestinal y
vaginal, principal baluarte defensivo del ecosistema vagi- antecedentes de reacciones irritativas locales.
nal frente a los hongos.

Tratamiento Tabla 2. Recomendaciones para el tratamiento de la vulvovaginitis micótica


recidivante.

Un abordaje global del problema debe, en primer


1. Confirmación diagnóstica
lugar, dirigirse a la prevención del mismo mediante la 2. Tratamiento de los factores predisponentes
actuación sobre los factores predisponentes o coadyuvan- 3. Utilización de antimicóticos vaginales en fase premenstrual de forma
tes. No obstante, no siempre estos factores de riesgo son profiláctica
fáciles de controlar. Por otra parte, el tratamiento de la 4. Utilización de antimicóticos vaginales antes y después de pautas
vulvovaginitis candidiásica plantea un reto terapéutico de antibióticas
primer orden en cuanto a metodología y análisis de resul- 5. Normas de higiene íntima
tados.
En cuanto al tratamiento médico se refiere, existe
un amplio número de agentes antifúngicos. Actualmente
son los imidazoles los agentes antifúngicos principalmen- El tratamiento de la vulvovaginitis recidivante
te utilizados. Sobre la base de los efectos antimicóticos de constituye un reto terapéutico de primer orden y plantea
los benzoimidazoles descubiertos en 1949 por Kimming y una incertidumbre en cuanto a análisis de resultados de los
Rieth se llevó a cabo una amplia investigación para obte- diferentes trabajos de investigación. A pesar de que el
ner fármacos clínicamente adecuados. Fue en 1969 cuan- manejo futuro de esta entidad conllevará la utilización de
do Plempel et al. quienes describieron el cotrimazol, sustancias inmunomoduladoras, lo cierto es que en la
primer imidazol con validez clínica y utilizado aún en la actualidad hemos de aplicar las medidas profilácticas y
actualidad [5,6]. Su mecanismo de acción sería la inhibi- métodos terapéuticos de los que disponemos en base a los
ción de la síntesis de la pared celular mediante la inhibi- factores etiopatogénicos que nos son conocidos. El objeti-
ción de la citocromo P450 14α-demetilasa, dando lugar a vo inicial es mantener a la paciente libre de síntomas para,
una depleción de ergosterol [10]. El espectro de acción de finalmente, curarla. Los pasos a seguir se refieren en la
los imidazoles no incluye los lactobacilos propios de la tabla 2. En general, la primera línea de actuación es la vía
flora fisiológica vaginal. De esta forma, a principios de la local, reservando la vía oral para casos de intolerancia o
década de 1970 se introdujeron en el mercado el cotrima- inmunosupresión. Sin embargo, aunque la respuesta inme-
zol, el nitrato de miconazol y el nitrato de econazol. diata puede ser similar en tratamientos tópicos o sistémi-
La primera aparición de una pauta monodosis fue cos, recientes trabajos parecen sugerir una menor tasa de
al inicio de la década de 1980 con la comercialización de recidivas cuando se utilizan preparados por vía oral
un preparado comercial que contenía 500 mg de clotrima- [11,12]. En este sentido, la actuación sobre eventuales
zol. Posteriormente, otras pautas monodosis con reservorios o la efectividad mostrada frente a cepas resis-
Fenticonazol y Sertaconazol han alcanzado una gran difu- tentes a otros azoles por parte de itraconazol, pueden
sión. hacer de este producto una alternativa válida para el trata-
La primera cuestión a plantearse a la hora de dise- miento de las vulvovaginitis recidivantes, con lo que ello
ñar un tratamiento de una vulvovaginitis micótica es la de supone de resolución de un problema que afecta a un
la elección de un tratamiento local o sistémico. En gene- inmenso número de mujeres.
ral, en la mayor parte de referencias bibliográficas los
porcentajes de éxito en los casos de episodios aislados

Bibliografía

1. Hurley R. Recurrent Candida infection. 6. Sobel JD. Epidemiology and pathogene- 10. Meis J, Verweij PE. Current treatment of
Clin Obstet Gynecol, 1981; 8: 209-13. sis of recurrent vulvovaginal candidiasis. micotic infections. Drugs, 2001; 61
2. Ferrer J. Vaginal candidosis: epidemiolo- Am J Obstet Gynecol, 1985; 152: 924- (suppl): 15-26.
gical and etiological factors. Int J 935. 11. Mikamo H, Kawazoe K, Sato Y, Hayasaki
Gynecol Obstet, 2000; 71 (S1): 21-27. 7. Lanchares JL, Hernández ML. Recurrent Y, Tamaya T. Comparative study of the
3. Plass EB, Hesseltine HC, Borts IH. vaginal candidiasis: changes in etiopat- effectiveness of antifungal agents in diffe-
Case-report vulvovaginal infection due to hogenical patterns. Int J Gynecol Obstet, rent regimens against vulvar candidiasis.
Candida albicans. Am J Obstet Gynecol, 2000; 71 (S1): 29-35. Chemotherapy, 1998; 44: 364-368.
1931; 21: 320-322. 8. Sobel JD, Chaim W. Treatment of 12. De Beule K, Van Gestel J. Pharmacology
4. García JF, Schneider J, Burgos A, Torulopsis glabrata vaginitis: retrospecti- of itraconazole. Drugs, 2001; 61 (Suppl):
Quindós G, Rodríguez-Escudero FJ, ve review of boric acid therapy. Clin 27-37.
Pontón J. Estudio microbiológico pros- Infect Dis, 1997: 24: 649-652.
pectivo de pacientes con leucorrea vagi- 9. Spinillo A, Capuzzo E, Egbe TO, Baltaro
nal sintomática. Clin Invest Gin F, Nicola S, Piazzi G. Torulopsis glabra-
Obst,1992; 19: 334-336. ta vaginitis. Obstet Gynecol, 1995; 85:
5. Sobel JD. Candida vulvovaginitis. Sem 993-998.
Dermatol, 1996; 15: 17-28.

También podría gustarte