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IntervencionOMconCBRevPsiSalud2012 PDF
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Aspectos psicológicos de los pacientes con obesidad mórbida sometidos a cirugía bariátrica View project
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RESUMEN
ABSTRACT
INTRODUCCIÓN
Calidad de vida
La obesidad es una enfermedad que se está desarrollando cada vez más como una
gran epidemia, la cual encabeza una gran variedad de serios problemas físicos y
funcionales. Las personas obesas también sufren discriminación en numerosas
facetas de sus vidas, incluyendo su propio ambiente laboral, social y personal. La
discriminación social afecta adversamente a su salud mental (Mamplekou y cols.,
2005) y por tanto a su calidad de vida, física y psicológica. Son numerosos los
estudios sobre calidad de vida antes y después de la operación de CB en el paciente
OM.
En general, siguiendo a varios autores, encontramos que la calidad de vida mejora
sustancialmente tras la cirugía bariátrica (Boan y cols., 2004), especialmente a los
2 años de la operación (Freys y cols., 2001), pero también después de una largo
seguimiento (Shai y cols., 2003), e incluso a los 6 meses (Sabbioni y cols., 2002) o
tan pronto como se han operado a las 2-3 semanas de la operación (Dymek y cols.,
2002). Sin embargo, el mismo estudio de Dymek y cols., (2002) o el de Zwaan y
cols., (2002) sugieren que la mejoría se deteriora después de algunos años debido a
la estabilización o recuperación del peso, o a la aparición de trastornos en los
patrones alimentarios.
En el artículo de Mamplekou y cols. (2005), dónde evalúan la calidad de vida de
un grupo de obesos mórbidos mediante el cuestionario BAROS, se concluye que el
IMC al cabo de los 2 primeros años de la operación desciende de forma
significativa, a la vez que la puntuación del BAROS mejora considerablemente por
lo que refiere a la calidad de vida del paciente obeso.
El equipo suizo de Karlsson y cols. (1998) concluyeron, en su estudio de pacientes
operados con CB vs. pacientes con tratamiento convencional de pérdida de peso,
que los pacientes que mejoran drásticamente su calidad de vida son aquellos que
tienen una perdida sustancial de peso. Los cambios positivos en la calidad de vida,
después de 2 años de la intervención bariátrica, fueron debidos a la gran cantidad
de peso perdida y a la mejora del comportamiento alimentario. En el grupo
intervenido quirúrgicamente se señala una pobre calidad de vida antes de la
intervención, que mejora significativamente con la pérdida de peso tras la cirugía,
mientras que el grupo con tratamiento convencional, tiene fluctuaciones en las
puntuaciones con respecto a su calidad de vida.
Personalidad
Los trastornos psiquiátricos son, a menudo, considerados como contraindicaciones
para la CB, mayoritariamente trastornos afectivos y trastornos de la personalidad.
Los pacientes con trastornos psiquiátricos son más proclives a tener un gran riesgo
de complicaciones psicológicas y somáticas tras la cirugía. Sin embargo, varios
estudios muestran resultados conflictivos y predictores no claros. Algunos estudios
sugirieron que la prevalencia de trastornos psiquiátricos en los OM, no es
sustancialmente diferente a la población normal (Stunkard y cols., 1986). Otros,
señalan que los pacientes OM que buscan la operación de CB, muestran más
psicopatología, tales como trastornos del ánimo y trastornos de ansiedad, bulimia,
abuso de sustancias y trastornos de personalidad (Black y cols., 2003).
La mayoría de estudios han encontrado peor pérdida de peso tras la operación en
pacientes con trastornos de personalidad, y sugieren que estos pacientes tienen
dificultades en adaptarse a las fuertes demandas de control con respecto al
comportamiento alimentario que lleva consigo la operación (Guisado y cols., 2003)
Uno de los cuestionarios más utilizados para valorar la sintomatología psicológica
en el paciente obeso ha sido el MMPI-2. En el estudio de Maddi y cols., (2001), los
resultados que aparecieron mediante la valoración de este cuestionario, evidencian
que la psicopatología decrece en los pacientes OM tras la CB.
En el estudio de Tsushima y cols., (2004), lo resultados que aparecieron tras
evaluar a los pacientes mediante el MMPI-2 sugerían que los pacientes que
perdieron menos del 50% del exceso de peso presentaban puntuaciones
significativamente más altas en histeria, paranoia, y escalas concernientes a la
salud, y puntuaciones más bajas en la escala de masculinidad-feminidad, que los
que perdieron más el 50% del exceso de peso. Concluyeron que una medida de
personalidad estándar, el MMPI-2, parece estar asociada con la pérdida de peso al
año de la operación. Los rasgos de personalidad tales como ansiedad y escala que
concierne a la salud, influyeron claramente en los resultados de la intervención.
La mayoría de los estudios más recientes, apuntan a una tendencia general en el
descenso de psicopatología y la normalización de los individuos que se someten a
by-pass gástrico. Según Mamplekou y cols. (2005), esta mejoría, no significativa,
está directamente relacionada con la pérdida de peso. Sin embargo, según Dymek y
cols. (2001), la mejoría psicológica en muchos pacientes, aparece mientras ellos
siguen estando obesos, o unas semanas después de la operación, donde la pérdida
de peso todavía no es significativa. Esto sugiere, según Guisado y cols. (2003), que
los pacientes empiezan a adoptar un rol activo en el cambio de sus vidas, con
esperanza y optimismo, causando la mejoría psicológica, incluso cuando ellos
todavía tienen sobrepeso.
MÉTODO
Sujetos
Participaron un total de 15 pacientes intervenidas de CB, concretamente con la
técnica gastrectomía tubular laparoscópica en el Hospital General Universitario de
Elche, todas ellas mujeres.
Procedimiento
El proceso de evaluación que se ha llevado en la Unidad de Salud Mental del
Hospital General Universitario de Elche, está basado en un protocolo adaptado
(Pérez Hornero, Gastañadu y Tilve, 2005) en el que intervienen tanto el psicólogo
como el psiquiatra. El psiquiatra realiza una entrevista con el objetivo primordial
de descartar trastornos psiquiátricos activos y evaluar la capacidad del paciente
para dar el consentimiento informado y hacerse cargo del tratamiento a largo plazo.
También evalúa capacidades para entender la información, asumir la
responsabilidad de la decisión de operarse, hacerse cargo de la situación a largo
plazo y realizar el tratamiento médico.
Un vez que los pacientes no muestran ningún trastornos o psicopatología, se
procede a la explicación de en qué va a consistir nuestro trabajo tras la
intervención. Se les realizará a los 6 meses y 18 meses de la intervención algunas
de las pruebas iniciales previas a la intervención. Recibirán hasta el año tras la
intervención sesiones individuales cada aproximadamente dos meses, como apoyo
y seguimiento. Al año y 18 meses de la intervención se les administra la escala
BAROS (HEO, 1991). Y tras ese primer año de la intervención es cuando se les
realizará sesiones grupales, donde es aquí cuando se trabajan elementos
terapéuticos para un mejor afrontamiento a la nueva situación, nuevo estilo de vida,
etc.
Variables e instrumentos
El psicólogo realiza una serie de pruebas psicométricas: BITE (Henderson y
cols. 1987), EAT-40 (Garner y Garfinkel, 1979), Escala de imagen corporal
(Gardner y cols), Escala de inadaptación (Echeburúa y Corral y Fernández-
Montalvo, 2000), Escala de locus de control (Rotter, 1966), Escala de autoestima
(Rosenberg, 1965), STAI E-R (Spielberger y cols. 1970), MMPI-2 (Hathaway y
McKinley, 1930), para comprobar que no existen ningún tipo de trastornos que
excluyan a los pacientes para la realización de la intervención.
Análisis estadístico
El análisis estadístico realizado en nuestro trabajo fue mediante el programa
SPSS 17.0, realizando dos tipos de análisis. Por una parte, se realizó un análisis
correlacional, coeficiente de correlación de Spearman (Rho) donde se pretende
comprobar la relación entre variables, en este caso, calidad de vida e IMC. Con la
ayuda del coeficiente de correlación de Spearman (Rho), podemos determinar la
fuerza y la dirección de la relación entre dos variables.
Además, se realizó un análisis de pruebas no paramétricas, que son aquellas
que no presuponen una distribución de probabilidad para los datos, por ello se
conocen también como de distribución libre (distribution free). En la mayor parte
de ellas los resultados estadísticos se derivan únicamente a partir de
procedimientos de ordenación y recuento, por lo que su base lógica es de fácil
comprensión. Cuando trabajamos con muestras pequeñas (n < 10), (en nuestro caso
N=15), en las que se desconoce si es válido suponer la normalidad de los datos,
conviene utilizar pruebas no paramétricas, al menos para corroborar los resultados
obtenidos a partir de la utilización de la teoría basada en la normal. Realizamos la
Prueba de Wilcoxon para contrastar datos pareados, ya que lo podemos aplicar
cuando tenemos una muestra de parejas de valores, por ejemplo antes y después del
tratamiento.
RESULTADOS
La muestra con que hemos contado para la realización del estudio está
compuesta por un total de 15 pacientes, todas ellas mujeres. A continuación se
comentan algunos dados relevantes de la muestra: la edad media de las pacientes es
de 43,07 (N = 15), teniendo en cuenta que la edad más baja que hubo fue de 28
años y la más alta de 52 años. La desviación típica de la media se ha situado en
5.97. Es importante saber que hay menor riesgo de mortalidad en pacientes obesos
jóvenes que en mayores, debido a complicaciones de la operación y a las
enfermedades asociadas que suelen aumentar con la edad. Todas casadas, excepto
una paciente separada. La media del IMC de todas las pacientes (N=15), es de
43,87. Siendo el IMC más bajo de 37,2, y el valor más alto de IMC de 49,6. En
referencia al nivel de estudios de las pacientes, 7 pacientes tienen estudios
primarios (46,67%), 3 (20%) tienen estudios secundarios (entendiéndose BUP o
COU), 4 (26,67%) han realizado formación profesional y sólo una de las pacientes
(6.66%) ha realizado estudios universitarios. Refiriéndonos a la situación laboral
de las pacientes, el 67% (10) actualmente están trabajando, sin embargo el 33% (5)
no trabaja actualmente. De las pacientes que no trabajan, es debido a que son amas
de casa, o actualmente no encuentran trabajo.
En la tabla 1, se presentan las medias y desviación típica de los resultados de
las escalas que se le han administrado a las pacientes (N = 15). En ella anotamos la
media previa a la intervención de CB, y los resultados medios a los seis meses de
la intervención, al igual que la desviación típica correspondiente a cada media.
Escala de Inadaptación
En ella cuantificamos numéricamente el impacto del exceso de peso en la vida
habitual de las pacientes.
La media de la escala de Inadaptación antes de que las pacientes se sometieran
a la intervención de CB es de 23,6. Mientras que a los 6 meses posteriores a la
intervención la media es de 19,13.
Frente a la escala de Inadaptación previa a la intervención y a los 6 meses de
ella, obtenemos el estadístico de contraste (tabla 2) con el valor p = 0,018, con lo
que al ser menor que el valor p ≤ 0,05, rechazamos la hipótesis de igualdad de
promedio y concluimos que las variables comparadas difieren estadísticamente.
CONCLUSIONES
correlación alta en dichas variables. Frente a esto, podemos decir habría que
estudiar más a largo plazo estas variables y con mayor número de sujetos.
Frente a comprobar la reducción significativa de ansiedad estado-rasgo a los 6
meses de la intervención quirúrgica, señalamos que tras los resultados obtenidos en
el apartado anterior, se muestra una reducción de la ansiedad tanto estado como
rasgo, aunque las pacientes en ningún momento mostraban un patrón anormal de
ansiedad antes de la intervención de CB y a los seis meses de ella.
En la reducción significativa de la distorsión de la imagen corporal y la
insatisfacción de la imagen corporal a los 6 meses de la intervención quirúrgica,
podemos señalar que hay mayor reducción en la insatisfacción corporal previo y a
los seis meses que en el índice de distorsión corporal, aunque en ambos índices hay
una reducción significativa, esto lo podemos confirmar tras haber realizado la
prueba de Wilcoxon, comparando las medias previas y a los seis meses de ambos
índices que miden la escala de imagen corporal.
La pérdida de peso es muy rápida, con lo que la imagen corporal de los
pacientes que son intervenidos de CB disminuye como hemos visto anteriormente.
La cuestión que se plantean ahora son “las pieles”, las pacientes se plantean
entonces realizar intervenciones de estética, para poder así solucionar ese problema
para ellas.
Frente a la reducción significativa de sobre la actitud alimentaria a los 6 meses
de la intervención quirúrgica, podemos decir que tras haber realizado el análisis de
los resultados podemos ver que la actitud ante la alimentación previa a la
intervención tiene una media cerca del rango de población de riesgo, y a los seis
meses de la intervención está en el rango de población de riesgo.
Tenemos que tener en cuenta que, pacientes diagnosticados de OM tiene
problemas con la alimentación, es por ello que llegan a ese extremo de obesidad y
se someten a la intervención de CB. Posteriormente, cuando se han sometido a la
intervención su nivel de vida cambia, la alimentación, su capacidad del estómago
disminuye, son cambios en la alimentación que influyen en la actitud.
Haciendo referencia a comprobar el cambio significativo de inadaptación del
paciente a los 6 meses de la intervención quirúrgica. En la escala de Inadaptación a
mayor puntuación mayor afectación del problema de obesidad, con lo que las
diferentes áreas, trabajo, vida social, tiempo libre, relaciones de pareja, y vida
familiar, al haberse realizado la intervención a mejorado, disminuyendo así esas
dificultades en la áreas e inadaptación debido al problema del sobrepeso.
Y finalmente frente a comprobar la reducción significativa de la sintomatología
bulímica a los 6 meses de la intervención quirúrgica, diremos que a la hora de
valorar la sintomatología bulímica, nos centramos en el comportamiento
compulsivo de las pacientes ante la alimentación. Y como podemos ver tras los
resultados obtenidos, el comportamiento ha disminuido significativamente. El
hecho de que los pacientes se sometan a la intervención, hace que los
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Correspondencia
Dr. Carlos J. van-der Hofstadt Román
Unidad de Psicología Clínica de la Salud
Hospital General Universitario de Alicante
Centro de Diagnóstico. Planta Baja (Edificio Gris).
C/ Pintor Baeza, 12
03010 Alicante
965 913905.
email: cjvander@umh.es