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LUCÍA GARCÍA CRIADO

PRÁCTICA Nº5

Introducción a las relaciones internacionales: Práctica 5


Nerea Ezcurra López
RECONOCIMIENTO DE KOSOVO

Contexto:
Kosovo es un territorio europeo ubicado en el centro de la península de los Balcanes. Su estatus
político es disputado: actualmente es gobernado en su mayoría por la República de Kosovo,
cuya independencia ha sido reconocida por más de 100 países del mundo, pero que es rechazada
por Serbia, quien la considera parte indivisible de su territorio.
El territorio del actual Kosovo estaba habitado hace más de dos mil años por los Dárdanos que
eran una tribu indoeuropea de la zona de los Balcanes. Más tarde debido a la cercanía de los
pueblos eslavos y de los pueblos bizantinos la población se tornó más diversa. En el siglo XIII,
este territorio se convirtió en el corazón del principado de Rascia (el principal estado medieval
serbio), el centro cultural y espiritual de la Iglesia Ortodoxa Serbia.
Kosovo es considerada la patria del nacionalismo serbio, porque allí se encuentran sus
principales monasterios ortodoxos medievales y porque allí tuvo lugar, en 1389, la batalla del
Campo de los Mirlos, en la que Serbia perdió su independencia frente al Imperio Otomano. Esta
no fue la única batalla librada en Kosovo, si no que en 1455 se libró otra más entre los húngaros
y los otomanos que termina de la misma manera que la anterior, con la victoria de los otomanos,
quienes gobernaron durante 500 años esta zona.
Con respecto a la religión no hubo una islamización agresiva al principio, sin embargo es cierto
que los cristianos debían pagar un impuesto especial, posteriormente cambiaron su política y
obligaron a convertir a los habitantes al Islam. Esto provocó que muchos serbios ortodoxos
migraran hacia el norte haciendo que el porcentaje de albaneses creciera.

En el siglo XIX los nacionalismos comenzaron a crecer en Europa, tanto albanos como serbios
comienzan a ver la política bajo una visión nacionalista. Esta época también está marcada por la
decadencia del imperio otomano y entre 1877 y 1878 se produce la guerra ruso-otomana que, al
vencer Rusia, provoca el debilitamiento del poder turco en los Balcanes. Bajo esta situación los
albaneses fundan la liga de Prizren que buscan unir los valiatos albanos en uno solo para así
poder defender mejor los intereses de aquella nación y del imperio de los avances de las
naciones cristianas.

Tras la segunda guerra mundial Kosovo cae en manos de Italia y sus aliados albaneses quienes
llevaron a cabo una persecución étnica, todo con la ayuda del líder italiano Mussolini quien
fomenta el proyecto de la gran Albania. Acabada la guerra, con la derrota del eje, se produce un
gobierno comunista en Yugoslavia y el líder comunista de la resistencia antifascista yugoslava,
Tito, llega al poder en Yugoslavia y Kosovo. Este líder cree necesario separar lo máximo
posible a los serbios y albanos para que se disipen las tensiones ya existentes. Así Kosovo se
convierte a partir de constitución de 1974 en una provincia K dentro de la república socialista
de Serbia y se le da un alto grado de autonomía aunque sin llegar a ser considerada como una
república.

En 1989 el presidente serbio, Slobodan Milosevic, que supone ser un líder comunista, da un giro
nacionalista y suprime la autonomía de Kosovo estipulada en la Constitución de 1974, lo que
provocó contantes protestas y desembocó en unas elecciones generales en 1992 (ilegales para
Belgrado) de las cuales ganó Ibrahim Rugova, el cual pretendía establecer acuerdos pacíficos
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para estabilizar la situación. A pesar de estos intentos de negociación, algunos sectores


albano-kosovares crean el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK), que aboga por la lucha
armada para conseguir la independencia.

Entra la OTAN en el conflicto:

Durante esa época, se produjeron diversos enfrentamientos entre el Ejército yugoslavo y las
guerrillas del recién creado Ejército de Liberación de Kosovo (UCK). Pero no fue hasta 1998
que se desencadenó una guerra entre los serbios y los independentistas albanokosovares.
Algunos analistas vieron esta guerra como una maniobra de la OTAN para debilitar a los aliados
de los rusos en el área mientras que otros señalan que la única razón son los deseos
independentistas de los albanokosovares. De todas formas el resultado de la intervención de la
OTAN fue el bombardeo a Serbia entre el 24 de marzo y el 10 de junio de 1999.

La OTAN vio necesario tomar medidas para “contribuir al proceso de consolidación de la paz y
la estabilidad en Kosovo, así como asegurar la libertad de movimientos de las etnias,
proporcionar seguridad a las minorías y mantener un ambiente de seguridad dentro de su zona
de responsabilidad. Querían también proteger los bienes patrimoniales, reconstruir
infraestructuras y mantener contactos con las autoridades civiles, religiosas, ONG y población
civil”. Pero más tarde, varias figuras reconocerían que las cifras de víctimas fueron manipuladas
con el objetivo de justificar y acelerar la intervención.
Diferentes trabajos de investigación sostienen que la Guerra de Kosovo formó parte de una
campaña orquestada por EEUU (quien reconocía junto a la OTAN la independencia de Kosovo)
con el objetivo de aproximar la desintegración de Yugoslavia y establecer su control sobre la
región.

Misiones pacificadoras

Con el fin de dar paso a una solución pacífica al conflicto internacional, el 10 de junio de 1999
el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la Resolución 1244, adoptada más tarde tanto por
Yugoslavia como por la OTAN. En el marco de lo establecido en el documento, el territorio de
Kosovo se mantuvo dentro de las fronteras de Serbia, aunque administrado de forma provisional
por la una misión especial de la ONU (MINUK).
La seguridad de la región y la supervisión del alto el fuego recayeron en la fuerza internacional
KFOR (del inglés 'Kosovo Force'). Pese a esto, en el territorio bajo su control han tenido lugar
múltiples actos de venganza.

El más relevante sucedió en marzo de 2004, cuando grupos albaneses realizaron en Kosovo
redadas contra la población serbia, quemando 800 hogares y 36 iglesias. Dieciséis civiles fueron
asesinados por la multitud y cerca de 4.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus
viviendas. La revista alemana Der Spiegel publicó entonces un artículo titulado ​“Los conejos
del Campo de Kosovo​”, en el que quedaba acreditado que las fuerzas pacificadoras del país
germano no hicieron nada para prevenir el saqueo del monasterio de los Santos Arcángeles,
construido en 1352, por parte de los albaneses.
En diciembre de 2007, la Unión Europea decidió enviar una misión estabilizadora (EULEX) a la
región de Kosovo, para ayudar a las autoridades kosovares en la estabilización de la región,
mediante la llegada de 2.000 policías, jueces y funcionarios de aduana, además de dotaciones de
seguridad y defensa, con el fin de que colaborasen en la protección de las minorías,
especialmente la serbia. Tal desembarco de la UE en Kosovo fue visto por los líderes serbios de
la región en disputa y las autoridades rusas como "una ocupación ilegal", y que además entrab
en contradicción con el programa encomendado por la Resolución 1244. Finalmente, esta
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misión se puso en marcha el 16 de febrero de 2008, un día antes de la declaración de


independencia.

Declaración unilateral de independencia de Kosovo

El Parlamento de Kosovo, fuera de todo proceso legal establecido por Naciones Unidas,
proclamó su independencia el 17 de febrero de 2008. El proceso dividió a la comunidad
internacional ya que fue rápidamente aceptado por países como EEUU, Reino Unido, Canadá,
Francia, Japón o Alemania, mientras que Rusia, China, India, Brasil, España, México y
Argentina, entre otros, no han reconocido la iniciativa. Serbia, por su parte, sigue considerando
a Kosovo como una provincia autónoma de su territorio. Entre otros problemas, los países que
no han reconocido su independencia se debe a que sufren también movimientos nacionalistas
dentro del propio país, u otros conflictos paralelos.

Pese a no ser reconocido como un país de pleno derecho por la ONU, hoy en día Kosovo actúa
como un Estado independiente. Mantiene relaciones con varios países el mundo, se rige por su
propio sistema de leyes e incluso utiliza el euro de facto como moneda de uso. La república
autoproclamada integra hoy diversas organizaciones internacionales, como el Fondo Monetario
Internacional (FMI), el Banco Mundial o la FIFA. No obstante, otras organizaciones, como la
UNESCO, han rechazado su solicitud de ingreso.

En febrero de 2017, el Parlamento de Kosovo aprobó la creación de su propio Ejército. La


iniciativa creó mucha polémica en las naciones involucradas en la solución del conflicto.

La resolución 1244 de la ONU


Esta resolución aprobada el 10 de junio de 1999 si analizamos el documento original nos damos
cuenta de que este consta de 8 páginas.
En la primera página recuerda los principios de la Organización de las Naciones Unidas, y
explica las resoluciones publicadas posteriormente las cuales no han sido cumplidas en este
territorio debido a los conflictos previamente mencionados; por ello se escribe esta resolución
dispuesta a solucionar “la grave situación humanitaria de Kosovo (República Federativa de
Yugoslavia) y a lograr el regreso libre y en condiciones de seguridad de todos los refugiados y
las personas desplazadas a sus hogares”, condenando a su vez todos los actos de violencia
contra la población de Kosovo, así como los actos terroristas de todas las partes.
Entre los 21 puntos generales destacamos el punto 9, orientado al desarrollo de actividades
como por ejemplo imponer un alto el fuego, desmilitarizar al ejército de liberación de Kosovo y
otros grupos armados, garantizar un entorno seguro para que los refugiados pudiesen volver a
sus países, establecer una vigilancia fronteriza hasta que se estabilice la situación, etc…
Otro punto a destacar es el 11, el cual trata sobre las responsabilidades de las cuales se
encargará la ONU hasta que se estabilice la situación, consistirá en la involucración en sus
funciones administrativas, organizar y supervisar el desarrollo de las instituciones provisionales,
facilitar un proceso político encaminado a determinar el estatuto futuro de Kosovo, apoyar la
reconstrucción de la infraestructura básica y otras tareas de reconstrucción económica entre
muchas otras responsabilidades.
Sin embargo el punto que personalmente me parece fundamental es el 21. Decide seguir
ocupándose activamente de esta cuestión. Dando a entender que la ONU no se desentenderá de
esta cuestión una vez creada dicha resolución, dando así seguridad a los involucrados.
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Finalmente esta resolución y sus principios bases se encuentran concentrados en el anexo 1 y 2


y sin olvidar unas notas donde deja claro unos requisitos fundamentales y las fechas en donde se
llevarán a cabo todas las medidas acordadas.
Estados que reconocen a Kosovo
La declaración unilateral de independencia de 2008 se trata de la segunda declaración de
independencia en la historia reciente del territorio kosovar, ya que el 7 de septiembre de 1990
las instituciones políticas kosovares de mayoría albanesa declararon igualmente su
independencia respecto a Yugoslavia, aunque esta declaración no llegó a tener efecto práctico.

Este suceso dividió a los estados entre aquellos que la apoyaron, como Estados Unidos, sus
principales aliados y parte de la Unión Europea; y aquellos que se opusieron como la propia
Serbia, Rusia y sus aliados, y estados como España y gran parte de Latinoamérica, que se
mostraron contrarios al reconocimiento de la provincia serbia como Estado independiente.

Si analizamos de manera objetiva los sucesos, ya que muchos organismos internacionales ya


nombrados anteriormente han reafirmado la independencia de este estado no habría motivo para
no reconocerlo, además el 8 de octubre de 2008 la Asamblea General de Naciones Unidas
aprobó una resolución a propuesta serbia para preguntar a la Corte Internacional de Justicia si la
Declaración de independencia de Kosovo fue compatible con el derecho internacional, en julio
de 2010 el tribunal comunicó su conclusión: la declaración de independencia no violó el
derecho internacional ni la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Hasta febrero de 2018, 112 estados miembros de las Naciones Unidas han reconocido a la
República de Kosovo como un estado independiente. También lo han hecho otros cuatro estados
o entidades soberanas que no son miembros de la ONU. Sin embargo, a partir del 22 de
novembre de 2019, 14 estados miembros de la ONU habían retirado el reconocimiento de la
República de Kosovo. Algunos países que han retirado el reconocimiento son Surinam, Burundi,
Madagascar, Ghana, República Centroafricana...Serbia se niega a reconocer a Kosovo como
país independiente porque el proceso se realizó de manera unilateral

Algunos de los estados soberanos que se citan a continuación han declarado oficialmente su
rechazo y su intención de no reconocer la independencia y la soberanía de la República de
Kosovo sobre el territorio kosovar: Angola, Argentina, Armenia, Argelia, Bolivia, Bosnia y
Herzwgocina, Brasil, China, Chipre, Cuba, Eslovaquia, Grecia, Israel, India, Irán, Rumania,
Rusia, Uruguay, Venezuela, Vietnam, España y muchos otros países.

España es uno de los países que más reacios se presentan al reconocimiento de Kosovo esto es
debido a su propia política interna; el conflicto Catalán, entre esta comunidad autónoma y el
Estado español, es la razón principal por la que el Gobierno considera a Kosovo como parte de
Serbia, ya que su reconocimiento podría sentar precedente en el contexto catalán.
En mayo de 2018, el expresidente Mariano Rajoy no acudió a la Cumbre de la UE-Balcanes
celebrada en Bulgaria, por la presencia de representantes políticos de Kosovo. Fue el único
estado de la Unión Europea que se ausentó de la cumbre por este motivo.
Los independentistas catalanes, por su parte, han mostrado su afinidad a la República de Kosovo
desde el momento que realizó la declaración unilateral de independencia en febrero de 2008.
Los principales partidos representantes del movimiento independentista, Esquerra Republicana
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de Catalunya y Convergència i Unió, felicitaron al entonces primer ministro kosovar, Hashim


Thaçi, y presentaron mociones instando al Gobierno español para que reconociese a Kosovo.
Sin embargo, el propio Thaçi declaró en 2018 que “España no es Serbia y Cataluña no es
Kosovo". El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, afirmó que en caso de acuerdo entre
Kosovo y Serbia sí que reconocerían la independencia del estado de balcánico.

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