Está en la página 1de 11

Instituciones políticas y estructuras de decisión

Trabajo II: El Presidencialismo Mexicano

Nerea Ezcurra López


Sociología y Relaciones Internacionales
SISTEMA PRESIDENCIALISTA DE MÉXICO

1. Historia constitucional de México.


La Constitución actual de México se publicó el 5 de febrero de 1917 y distingue entre los tres
órdenes del gobierno: el federal, estatal y municipal.
La historia constitucional de México se puede remontar hasta la Constitución de 1812, de
las Cortes de Cádiz, en la que participaron 21 representantes de Nueva España. Esta constitución
consideraba la Nación española como la unión de todos los españoles, tanto de Europa como de
América. Sin embargo, tras la abdicación de Carlos IV y la pérdida de control de La Corona
Española sobre las colonias americanas, un sector de criollos promovieron la idea de la autonomía
del gobierno imperial. Basada también en las ideas de la Ilustración, en la libertad y la
independencia, se promulgó la Constitución de Apatzingán, en 1814. Determinaba a México
como una república representativa democrática, entregaba la soberanía a los ciudadanos de México
y defendía la igualdad en los derechos, la seguridad, la propiedad privada y la libertad. Además se
produjo una división de poderes al estilo ilustrado, distinguiendo así el Ejecutivo (que pertenecía al
presidente y vicepresidente) del Legislativo (reservado para el Congreso) y el poder judicial.
Tras finalizar la guerra por la Independencia del Imperio Español, en 1821, se firmó el Plan
de Iguala: un acuerdo entre una facción de insurgentes y otra de militares españoles, que proponía
un gobierno monárquico moderado con autonomía de España. Ese mismo año el plan de Iguala fue
sustituido por los Tratados de Córdoba, en la que se integró una Junta Provisional encargada de
redactar el Acta de Independencia del Imperio Mexicano. En esta Constitución finalmente se
declaraba a México como una nación soberana e independiente.
En noviembre de 1823 se reunió el Segundo Congreso Constituyente, que emitió el Acta
Constitutiva de la Federación Mexicana. En ella se establecía como forma de gobierno la
República Federal, y su fin era el de elaborar una nueva Constitución. Se publicó entonces en 1824
la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos, siendo así una república federal,
representativa y popular. Se mantuvieron los principios de intolerancia religiosa, aceptando
únicamente la religión cristiana; así como la División de poderes, con la distinción en este caso de
un Congreso general bicameral encargado del poder legislativo.
Fue una época de crisis política debido a una sucesión irregular de la presidencia.

La discrepancia entre federalistas y centralistas desembocó en una revisión del Estatuto


constitucional por parte del Congreso. El resultado fue la suspensión de la Constitución de 1824 y la
elaboración de una nueva Carta Magna que estableciera un sistema de gobierno centralizado. La
República Central, entonces, estuvo regulada por dos documentos: Las siete leyes de 1836, y
posteriormente las Bases orgánicas de 1843.
La centralización del gobierno fue rechazada por diversos grupos, al grado que en algunas
entidades se planteó la defensa de la autonomía mediante la disgregación del pacto federal. El caso
más extremo fue el de Texas, en 1836, estado que entabló la guerra hasta lograr su independencia.
Observamos que los estatutos centralistas estuvieron en vigor hasta que triunfó la facción
republicana y restableció en 1847 la Constitución de 1824 con algunas modificaciones. Sin
embargo, esta aplicación del nuevo estatuto sufrió muchas dificultades debido a las guerras civiles
que persistían en todo el país, y sobre todo debido a la intervención norteamericana (1846-1848).
Estos conflictos culminaron con la pérdida de la mitad septentrional de México y una grave crisis
interna.
Tras esta crisis el país sufrió una revuelta militar, y se impuso un breve gobierno centralista,
encabezado por Antonio López de Santa Anna. Durante su corta dictadura reprimió toda
oposición política, aunque el resultado fue justamente lo contrario: un movimiento en contra de la
dictadura convocó un congreso extraordinario para redactar una nueva Constitución que defendiera
los derechos de los ciudadanos y restableciera una República Federal.
Se publicó entonces la Constitución de 1857, que es la predecesora de la Constitución actual de
1917. Incluyeron avanzados derechos y libertades personales como la libertad de enseñanza, de
expresión y publicación. También prohibieron la esclavitud, los fueros y la legislación retroactiva.
Esta nueva Constitución reavivó los conflictos entre los grupos liberales y conservadores,
dando lugar a una guerra civil (1858-1861). Finalmente triunfó el ejército liberal, aunque el
proceso de pacificar México y regularizar la administración pública fue lento y costoso.
Se realizaron algunos cambios para facilitar el orden, como restablecer el Senado y así mejorar el
equilibrio de los poderes ejecutivo y legislativo. Sin embargo, la reelección de Sebastián Lerdo de
Tejada como presidente desató nuevamente en 1876 una guerra civil encabezada por Porfirio
Díaz, con la consigna de “no reelección”.
Durante la dictadura de Porfirio Díaz que duró 30 años se reformó varias veces la Constitución de
1857 con el fin de actualizar el país. Algunas de estas reformas fueron la reelección de presidente y
gobernadores, y la ampliación del período presidencial a 6 años. Esta prolongación en el mandato y
la excesiva centralización del gobierno fue muy criticada, dando lugar a “clubes políticos” que
encabezarían la lucha contra el gobierno de Díaz. Esta crisis social y el resultado de las elecciones
de 1910 desataron la Revolución Mexicana ese mismo año. México entró en una serie de años
violentas, con asesinatos a altos cargos políticos y gran inestabilidad social.
Al apaciguarse los numerosos conflictos, finalmente se convocó a un Congreso Constituyente
formado por diputados de todos los estados y territorios federales del país (con excepción de
Quintana Roo). Además estuvieron representadas diversas fuerzas políticas desde los carrancustas, a
los radicales, o los independientes.
Se promulgó el 5 de febrero la Nueva Constitución bajo el nombre de Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, que reforma la Constitución de 1857. Tomó como base
sobre todo lo referente a los derechos humanos, aunque la actual Constitución de ahora alude a las
garantías individuales (es decir, asegurar la efectividad de estos derechos gracias a la regulación del
Estado.)
La forma de gobierno siguió siendo republicana, representativa, democrática y federal; y el poder
legislativo continuó dividido en dos cámaras: el Senado y la Cámara de Diputados.
Por otro lado, se ratificó el sistema de elecciones directas dando así lugar al sufragio indirecto
(mayoritario en los sistemas presidencialistas). Se decretó también la no reelección presidencial
debido a la guerra civil desembocada en parte por la reelección de presidencia de Lerdo de Tejada.
Se suprimió también de forma definitiva la vicepresidencia, la cual había generado numerosos
conflictos. En cuanto a la división de los poderes, se otorgó de más autonomía al Poder Judicial.
Frente a la constante disputa entre centralismo y federalismo, esta Constitución dio mayor soberanía
a las entidades federativas. Se crearon además los municipios libres, los cuales permitían a cada
municipio regular algunas competencias como por ejemplo: tomar decisiones acerca de la
educación, o la sanidad. En cuanto a derechos, la Constitución vigente determina la libertad de
culto, la enseñanza laica y gratuita, la jornada de trabajo máxima de 8 horas diarias y reconoce la
libertad de expresión y la libertad de asociación de los trabajadores.

En cuanto al poder legislativo, la Constitución en México lo deposita deposita en un Congreso


General que se divide en dos cámaras: Diputados y Senadores. La cámara de los diputados está
compuesta por 500 miembros los cuales se eligen cada 3 años. 300 diputados son electos según el
principio de mayoría relativa, mediante el sistema de distritos electorales uninominales, y los otros
200 son elegidos según el principio de proporcionalidad. Además cabe mencionar que ningún
partido político podrá contra con más de 300 diputados por ambos principios. Al contrario de cómo
veremos a continuación en la cámara de los senadores, los diputados pueden reelegirse hasta por
tres periodos adicionales, durando un total de 12 años en el cargo. Esto se debe a la reforma
electoral de 2014.
La cámara de Senadores, por otro lado, está compuesta por 128 miembros quienes son elegidos
para un período de seis años, correspondientes a dos legislaturas y no pueden ser reelegidos para el
período inmediato aunque si de manera alternada. De los 128, un total de 64 senadores se eligen por
mayoría relativa, siendo así 2 senadores por Estado. Otros 32 senadores se asignan según el
principio de la minoría, es decir, se asigna un senador por estado al partido que haya obtenido el
segundo lugar en las elecciones de dicha entidad federativa. Por último, 32 senadores se asignan
según el principio de representación proporcional.

2. Análisis del sistema presidencial


A. Poder ejecutivo.
El poder ejecutivo, según las Constitución de los Estados Unidos mexicanos, reside en el
Presidente de la nación. Este es a la vez jefe de Estado y jefe del Gobierno, además es comandante
supremo de las Fuerzas Armadas.
Es elegido de forma directa, basado en el sufragio universal, pero sin posibilidad de reelección.
Durante su gobierno de seis años, su sede (simbólica) se situará en el Palacio Nacional. En caso de
muerte, destitución o renuncia, su cargo será asumido de manera provisional por el Secretario del
Gobierno, y posteriormente nombrará un sustituto el Congreso bicameral.

El presidente de México es el encargado de manejar las políticas exteriores del país, de


regular la economía, fomentar el desarrollo social y asegurar la seguridad pública. Además
promulga y ejecuta las leyes emitidas por el poder legislativo, aunque como veremos más adelante,
también pueden ejercer ciertas funciones legislativas. También es su deber nombrar a diversos
funcionarios de la administración pública federal, aunque debe de contar con la aprobación del
Senado.
Para la ejecución de sus labores, el Presidente tiene la facultad para nombrar libremente a los
miembros de su gabinete, con la aprobación del Senado. Cada uno de ellos es titular de una
secretaria del Estado que tiene a su cargo una rama de la administración pública federal. Existen
numerosas secretarías que se encargan de distintos ámbitos: secretarías de economía, turismo, de
defensa Nacional, etc.
Hay que tener en cuenta que en un Estado federal como el mexicano, el Poder Ejecutivo se da en
tres ámbitos de competencia: el Federal, el Estatal-Local y el Municipal-Ayuntamientos, cuyos
espacios los determina en orden jerárquico la Constitución General y las constituciones de las
entidades federativas.

B. Facultades legislativas del Presidente


El presidente de la República se encarga del poder Ejecutivo, sin embargo, en algunos casos
regulados por la Constitución, puede ejercer la función legislativa. Estas facultades legislativas son
por tanto de carácter extraordinario, ya que, siguiendo el modelo de la división de poderes, el poder
legislativo debería ser exclusivo del Congreso de la Unión.
Existen únicamente dos casos en los que el Congreso puede delegar algunas funciones legislativas
al poder Ejecutivo. Estas son las siguientes:
-Por un lado, según el artículo 29 de la Constitución, esta delegación se puede realizar cuando
se presente una situación de emergencia en la vida institucional normal del país. En dicho caso, el
Presidente de la Republica tiene autorización para tomar todas las medidas que considere necesarias
para hacer frente a dicha situación. Una situación donde se podrían utilizar estas medidas es por
ejemplo en una grave crisis económico- financiera. Este conjunto de normas jurídicas, abstractas y
generales se denomina “legislación de emergencia”, con vigencia limitada a la duración de la
situación anómala.
-Por otro lado, según el artículo 131, el Congreso puede conceder al Presidente facultades
extraordinarias para redactar leyes que aumenten, disminuyan o supriman las cuotas de las tarifas de
exportación e importación, que restrinjan o prohiban las importaciones, las exportaciones y el
tránsito de artículos. Es decir, tiene la capacidad de regular el comercio exterior, la economía del
país,y la estabilidad de la producción nacional con el fin de beneficiar al país.

Además, el presidente interviene también en el proceso de elaboración legislativa, mediante la


iniciativa, el veto y la promulgación.
La iniciativa consiste en presentar proyectos de ley ante cualquiera de las cámaras que
componen el Congreso, para que, discutidas y aprobadas sucesivamente en una y en otra, se expidan
por este como ordenamientos jurídicos incorporados al derecho. También puede así mismo proponer
modificaciones a las leyes vigentes sobre cualquier materia de la competencia federal del Congreso,
o de la que tiene como legislatura local para el Distrito Federal. La facultad de iniciar leyes la
otorga el artículo 71 de la Constitución al Presidente de la República
El veto consiste en la capacidad del Presidente de hacer observaciones a los proyectos de ley
o decreto que ya hubiesen sido aprobados por el Congreso. Este veto no es absoluto, sino
suspensivo; es decir: no puede prohibir que entre en vigor una ley, sino la formulación de objeción
con el fin de que se discuta dicha propuesta de nuevo en las Cortes. Este veto puede referirse a
cualquier ley o decreto aprobados por el Congreso de la Unión, salvo que se trate de resoluciones de
este organismo o de alguna de las dos Cámaras que lo forman.
La promulgación es el acto por el cual el Presidente de la República ordena la publicación de
una ley o un decreto previamente aprobados por el Congreso de la Unión o por alguna de las
Cámaras que lo integran. No es una facultad, sino una obligación del presidente y su
incumplimiento origina que una ley o un decreto no entren en vigor por no satisfacerse el requisito
formal que supone. Ahora bien, ¿cómo puede constreñirse constitucionalmente al Ejecutivo a
cumplir dicha obligación? El quebrantamiento de este deber no tiene sanción alguna, ya que según
el artículo 108, el Presidente de la República sólo puede ser acusado por traición a la patria y delitos
graves del orden común. Tampoco el Congreso tiene medios jurídicos para obligarlo al
cumplimiento de tal deber.

C. Facultades no legislativas del Presidente.


Como mencionado anteriormente, el Presidente es comandante supremo de las Fuerzas Armadas, y
además el encargado de manejar las políticas exteriores del país. El presidente celebra los tratados
internacionales con la ratificación del Senado y, de acuerdo con el artículo 133, los tratados son
parte del orden jurídico mexicano y de aplicación interna.
También debe regular la economía, pudiendo promulgar leyes para ello. Debe así mismo fomentar
el desarrollo social y asegurar la seguridad pública. Esto lo hace mediante el Consejo de Salubridad
General, regulado por el artículo 73 de la Constitución . Por ejemplo las medidas que el Consejo
ponga en vigor en lo respectivo a la campaña contra el alcoholismo y la venta de sustancias que
envenenan al individuo. Otro ejemplo serían las medidas para prevenir y combatir la contaminación
ambiental? promulga y ejecuta las leyes emitidas por el poder legislativo, aunque como veremos
más adelante, también pueden ejercer ciertas funciones legislativas.
El presidente tiene también la función de nombrar a los funcionarios de la administración pública
federal, aunque para ellos debe contar con la aprobación del Senado.
Así mismo, el Presidente tiene la facultad de nombrar libremente a los miembros de su gabinete,
con la aprobación del Senado. De esta forma, también se hace responsable de la administración
pública que realizan las secretarías del Estado. Como por ejemplo, la Secretaría del Gobierno, de la
Defensa Nacional, la Secretaría Marina, de la Hacienda y Crédito público, etc.
C. Control del Legislativo sobre el Ejecutivo
El control que realiza el congreso mexicano a través de sus dos cámaras sobre el gobierno, es una
consecuencia directa de la separación de poderes y además una herramienta muy necesaria y
característica de los Estados democráticos. La finalidad del control es de inspección, fiscalización o
revisión sobre la actividad de Ejecutivo, para verificar que ajuste sus actos a los establecidos en la
Constitución.
Destaca la participación que el Senado tiene en la aprobación de tratados o convenciones
diplomáticas que suscriba el Ejecutivo, pudiendo así examinar el contenido de dichos tratados y
verificar que se realicen acorde a los principios constitucionales. Estos tratados internacionales, una
vez ratificados, cumplirán la misma función que las leyes, por ello es importante que los apruebe el
Senado.
Podemos observar otra medida de control y participación del Senado al tener que aprobar los
nombramientos de ciertos funcionarios que, como vimos anteriormente, es una de las funciones del
Presidente de la República. A su vez debe aprobar la designación de personas que integrarán la
Junta de Gobierno del Banco Central de México.
También el Senado tiene la capacidad de integrar comisiones y así investigar él funcionamiento de
los organismos descentralizados federales o de las empresas de participación estatal mayoritaria.
Vemos que ejerce control sobre el Gobierno y sobre los estados federales.
Otras figuras muy vinculadas a la facultad de control sobre el gobierno, pero que sin embargo
no obstaculizarán sus actividades, son las preguntas y las interpelaciones. Las preguntas
parlamentarias son instrumentos de los que disponen los legisladores para obtener información del
gobierno sobre cuestiones concretas. Es una especie de inspección de carácter individual, ya que
cualquier diputado puede formularlas por su cuenta. Las preguntas pueden ser orales o escritas, y se
contestarán de la misma forma.
Las interpelaciones son interrogación es dirigidas al gobierno sobre materias de carácter general que
suelen provocar un debate. Estos debates normalmente terminan con la votación de una moción en
la que la Cámara fija y determina su posición respecto al asunto. La diferencia entre las preguntas,
es que las interpelaciones suelen ser de carácter general, o de relevancia, en las que se suele dedicar
más tiempo.
Finalmente en México no vemos uno de los más fuertes controles sobre el ejecutivo: la moción
censura. En los Estados Unidos de México no existe la posibilidad a moción de censura ya que esta
tiene más sentido en los sistemas parlamentarios, como España. En estos sistemas, es el parlamento
quien elige al presidente de Gobierno o primer ministro, y por ello puede a través de la moción de
censura forzar su sustitución. De esta forma, el presidente debe en cierta manera “rendir cuentas” al
Parlamento, ya que al igual que le elige puede disolverlo. Sin embargo, que Mexico sea un sistema
presidencial no explica que no exista la moción de censura, ya que está se da en algunos sistemas
presidencialistas para destituir a ministros del Gabinete Ejecutivo, pero nunca para destituir al
presidente de la República.

Podemos observar que en los países latinoamericanos ha habido una tendencia al


hiperpresidencialismo, es decir, una inclinación a dar más poder al presidente. Esto lo vemos
reflejado en el poco control que realiza el poder legislativo sobre el ejecutivo, y la imposibilidad de
sustituir al presidente si fuera necesario (la imposibilidad de moción de censura). Por otro lado,
también hemos observado que el presidente tiene poder de veto respecto a las leyes, y además tiene
un gran dominio el partido mayoritario en ambas cámaras, ósea así, el partido gobernante. Este
fenómeno no es nuevo en México, ya que se presenció anteriormente en el gobierno de Benito
Juárez , y su consolidación fue definitiva durante la dictadura de Porfirio Díaz. El papel del
presidente de la Republica es fuerte e incluso controla a sus opositores al dominar el Congreso, así
como tiene dominio sobre los jueves y los poderes locales.
Aunque a partir de 1977 se iniciaron una serie de reformas electorales con el fin de eliminar el
centralismo del sistema, como introduciendo el principio de proporcionalidad, todavía existe un
cierto desequilibrio entre el poder legislativo y el ejecutivo.
Bibliografía:
https://redaccion.nexos.com.mx/?p=9730
https://www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/porfiriato-sp.html
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/gobiernos.htm
http://www.ordenjuridico.gob.mx/Constitucion/cn16.pdf
https://e-archivo.uc3m.es/bitstream/handle/10016/18213/tendencias_aguilar_UNIV_2014_19.pdf?
sequence=1&isAllowed=y
http://www.sct.gob.mx/JURE/doc/cpeum.pdf
https://mexico.leyderecho.org/poder-ejecutivo/
https://mexico.leyderecho.org/poder-legislativo/
https://elpais.com/internacional/2018/06/20/mexico/1529493769_777639.html
https://portalanterior.ine.mx/archivos3/portal/historico/contenido
Sistema_Politico_Electoral_Mexicano/

También podría gustarte