La Imprenta Patriótica

La Imprenta Patriótica es una de aquellas imprentas fugaces, que apenas lograron dejar
débiles trazos de su actividad en la ciudad puerto. En efecto, de este taller, que es mencionado por
Roberto Hernández, solo sabemos que realizó dos publicaciones menores: Question internationale:
France & Chile (1845) y Esposición de Marcial Bidau (1845), un texto relacionado con un proceso
judicial. Esto, por cierto, según los registros de la Biblioteca Nacional: nada asegura que no se
hayan realizado otras publicaciones similares pero, si ello ocurrió, no hemos encontrado rastros de
ellas.
También en el taller de esta imprenta se publicaba El Mensajero, un periódico cuya
existencia se extendió desde 1846 a 1853. No podemos determinar si las personas que se
encontraban tras este esfuerzo periodístico tenían algún tipo de relación directa con la imprenta
pero aún así, dejamos consignados acá sus nombres: Rafael Sotomayor Valdés, Floridor Rojas, José
Eugenio Vergara y Raimundo Silva. Si consideramos al primero de los mencionados, es factible
deducir que El Mensajero fue una publicación de filiación conservadora. En efecto, el 27 de
septiembre de 1853, Sotomayor Valdés sostenía en una editorial de El Mensajero que era absurdo el
principio de la soberanía popular, ya que sería «una verdadera aberración pretender que el instinto
de las turbas ignorantes» fuera el regulador de las instituciones y destinos de un pueblo, según lo
indica Enrique Brahm García. Además, El Mensajero fue uno de los periódicos porteños que, en su
momento, apoyó la candidatura presidencial del conservador Manuel Bulnes.
En la Guia jeneral de la republica de Chile correspondiente al año de 1847 la Imprenta
Patriótica aparece mencionada en el listado de suscriptores numerarios de la Bolsa Comercial de
Valparaíso lo que, al menos, da cuenta de cierta relevancia en dicho ámbito.
Ahora bien, no podemos dejar de mencionar acá que, uno de los autores publicado por esta
imprenta, Marcial Bidau, dio a conocer posteriormente un folleto que no nos deja indiferentes:
Extracto de los ciento y un misterios de Valparaíso (Lima, Imprenta del Comercio, 1848, 43
páginas).