Está en la página 1de 5

¿Cómo el demonio puede

engañarnos con la falsa


humildad?
 Tiempo de lectura: 5 minutos

El demonio puede engañarnos con la


falsa humildad. Él se abalanza sobre
nuestra falta de conocimiento y degenera
la definición de humildad.
El demonio puede engañarnos con la falsa humildad. utilizarla
contra nosotros mismos. Recordemos que Él tiene sabiduría
angelical y a veces maneja situaciones de tal modo que quedemos
confundidos con el bien que queremos hacer. San Pablo lo dijo una
vez: "A veces, tratando de hacer elbien que quiero, termino
haciendo el mal que no debo" (Romanos 7,18) ¿Cómo comprender
la diferencia entre la falsa humildad y la verdadera?

La humildad es una de las virtudes más difíciles de adquirir. Aunque


todos sabemos cómo es el orgullo, muy pocos aprendimos a
practicar la verdadera humildad.

El demonio se abalanza sobre nuestra falta de conocimiento y


degenera la definición que tenemos en nuestras mentes acerca de
la humildad, convenciéndonos de que estamos practicando esta
virtud aun cuando no estamos ni cerca de hacerlo verdaderamente.
Él puede engañarnos con la falsa humildad.

Puede que pensemos que somos humildes, pero en realidad


podemos estar alimentando las mentiras del demonio.

Cartas del diablo a su sobrino.


Así es como lo explica el escritor C.S. Lewis, en su libro: "Cartas del
diablo a su sobrino", el persona "Screwtape", (el demonio) le da una
serie de enseñanzas a su sobrino para que peuda engañar a la
humanidad. El demonio (Screwtape) escribe:

"Debes por lo tanto intentar ocultar de la paciencia el


verdadero fin de la Humildad. Deja que sea visto como un
olvido propio pero también como una especie de opinión
(más específicamente, una opinión baja) de los muchos
talentos y habilidades que poseemos… Por medio de este
método, miles de humanos han sido traídos a pensar que la
humildad es como una mujer bonita intentando pensar que
es fea o un hombre listo intentando creer que es un tonto…
[Dios, por el contrario,] prefiere que el hombre piense en sí
mismo como un gran arquitecto o un gran poeta que luego se
olvida de ello, en lugar de que éste pase mucho tiempo y
padezca muchos sufrimientos tratando de verse a sí mismo
como el malo" (71-72, énfasis añadido).
A menudo pensamos que estamos siendo humildes cuando en
realidad nos estamos poniendo justo al frente de otras personas y le
estamos diciendo a todos cuán terribles somos. Eso no es humildad.
Es la falsa humildad.

Dios sabe cuán hermosos y talentosos somos y desea que usemos


estos dones para Su inmensa gloria. Somos preciados a Sus ojos y
Él no desea nunca negar el trabajo que Él ha hecho con nosotros.

¿Cómo definimos la humildad?


He aquí algunos ejemplos de la verdadera humildad tal a como fue
expresada por Jesucristo, el Ejemplo de Humildad:

"Jesús les contestó: «Mi doctrina no viene de mí, sino del que
me ha enviado. El que haga la voluntad de Dios conocerá si
mi doctrina viene de él o si hablo por mi propia cuenta. El
que habla en nombre propio busca su propia gloria. Pero el
que busca la gloria del que lo ha enviado, ése es un hombre
sin maldad y que dice la verdad»". (Juan 7,16-18)

"Y añadió: «Cuando levanten en alto al Hijo del hombre,


entonces conocerán que Yo soy y que no hago nada por mi
cuenta, sino que sólo digo lo que el Padre me ha enseñado. El
que me ha enviado está conmigo y no me deja nunca solo,
porque yo hago siempre lo que le agrada a él»". (Juan 8,28-
29)

"El que me rechaza y no recibe mi palabra ya tiene quien lo


juzgue: la misma palabra que yo he hablado lo condenará el
último día. Porque yo no he hablado por mi propia cuenta,
sino que el Padre, al enviarme, me ha mandado lo que debo
decir y cómo lo debo decir. Yo sé que su mandato es vida
eterna, y yo entrego mi mensaje tal como me lo mandó el
Padre»". (Juan 12,48-50)
Como podemos ver de las palabras de Jesús, la humildad consiste
en no negar las bondades que cada uno posee o los talentos que ha
recibido sino en reconocerlos como fuente verdadera de todo lo
bueno.

Como el demonio puede engañarnos con


la falsa humildad.
Screwtape, (el demonio al que se refiere el libro Cartas del diablo a
su sobrino) confirma esto cuando escribe:

"El Enemigo [Dios] quiere que el hombre sea atraído a un


estado mental en el que él podría diseñar la mejor catedral
del mundo, y saber que es la mejor, y regocijarse en ese
hecho… el Enemigo quiere que ese hombre, al final, sea libre
de cualquier prejuicio en su contra para que se regocije tanto
en sus propios talentos como en los talentos de su vecino
franca y graciosamente, o en un amanecer, un elefante o en
una cascada. Él quiere que cada hombre, en el largo plazo,
sea capaz de reconocer a todas las criaturas (incluso a él
mismo) como cosas gloriosas y excelentes".
Humildad no es "buuu soy yo". Es conocer la belleza y la gloria de
Dios y verlas reveladas en nosotros mismos y en nuestro vecino.
Cuando alguien nos alaga, nuestra disposición debería de ser hacia
la alegría, redireccionando el honor a Dios quien nos ha dado todo.

Humildad no es una virtud deprimente sino que debe llevar a la


alegría y elevarnos fuera de nosotros mismos para que podamos
enfocarnos en Dios.

Oración para derrotar la falsa humildad.


Padre amado, Tu verdad revelada y tus promesas de amor
va en contra de este mundo en el que quiere predominar la
soberbia, el orgullo, la vanidad y la mentira. Tener una
verdadera humildad es el camino a tu reino.
Aléjame de la falsa humildad, es con la que el demonio quiere
engañarnos a todos y hacernos perder por caminos de
arrogancia, creyendo que estamos haciendo el bien.

Tú exaltas a los humildes, a los que practican tu Verdad, y al


mismo tiempo derribas a los orgullosos. Tú has derrotado al
demonio, a la muerte misma, por eso, te pido que me des la
fuerza para poder alejarlo de mi vida.

Que todo vestigio de falsa humildad sea desterrado de mi


corazón con tu amor. Que no me vea atraído a buscar el
reconocimiento del mundo y perderme entre vanaglorias que
en nada me conducen a Ti.

Padre misericordioso, ayúdame a no pensar más alto de lo


que debería, sino a deleitarme en considerar a los demás
como más importantes. Libérame del deseo de sobresalir, del
orgullo que me lleva al egoísmo y me envuelve en una falsa
humildad.

Confío Padre en tu bendición sobre mí ahora. Amén.


El demonio puede intentar engañarnos con la falsa humildad y
hacernos creer que estamos haciendo el bien cuando en realidad
puede ser otra cosas. Así que, practica la verdadera humildad en
todo momento y se agradecido por los dones que Dios te ha dado.

También podría gustarte