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La Medusa de los últimos tiempos

ANTONIO RICARDO GÓMEZ


Copyright © 2017 - Antonio Ricardo Gómez
antonio.gomez.07@hotmail.com.ar

M. Laffitte Ediciones
marcelolaffitte@gmail.com

Todos los derechos reservados conforme a la ley. Prohibida la reproducción de esta


obra, salvo en segmentos pequeños, sin la debida autorización del autor.

ISBN 978-987-1874-96-5

Diseño & Diagramación


Estudio Qaio. DG. Pablo Gallo

Impreso en Argentina. Printed in Argentina.


La Medusa de los últimos tiempos

Índice

Prólogo
Agradecimientos
Historia de la pornografía
¿Qué es la pornografía?
¿Qué dice la ciencia sobre la pornografía?
¿Qué dice la psicología sobre la pornografía?
¿Qué dice la cultura sobre la pornografía?
¿Qué dice la Biblia sobre la pornografía?
Los peligros de la pornografía
La adicción a la pornografía
Realidades espirituales
¿Se puede ser libre de la pornografía?
Epílogo

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La Medusa de los últimos tiempos

Agradecimientos

Q uiero agradecer, como no podía ser de otra manera,


primero a mi Dios y Padre, a mi Señor Jesucristo, y al
inigualable Espíritu Santo, por darme este privilegio de
compartir mi experiencia en este libro con todo aquel que pu-
diera leerlo, y saber que las experiencias vividas, aunque no fue-
ron agradables, tampoco fueron infructuosas. Hoy puedo hablar
desde el corazón a través de tinta y papel, desde el otro lado de
mi historia, y decir: hay esperanzas, Dios no se olvidó de ti, sino
que ha preparado la forma de llegar hasta la intimidad de tu vida
para darte la respuesta que tanto tiempo esperaste.

Agradezco a mi esposa por su apoyo absoluto y ayuda invalua-

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Pornografía
ble; a mis hijos Arístides y Maximiliano; a mi apóstol Miguel
Sánchez y mi Pastora Liliana Gutiérrez de Sánchez por su apoyo
incondicional, sus oraciones y cobertura espiritual, sin las cuales
esto no sería posible; a la iglesia Asamblea de Dios (Central) por
haberme cuidado, ayudado y por haberme puesto en el buen ca-
mino; a todos los que de una u otra manera han colaborado para
que esto sea una realidad, que no han sido pocos.

Que el Señor mi Dios les recompense conforme a Su soberana


voluntad y les haga participe de todo buen fruto de Su Reino, sa-
biendo que la mayor recompensa la recibiremos al final de nues-
tras carreras, al estar frente a Aquel que nos permitió ser parte
de Su gran obra en bien de toda la humanidad, a Él sea la gloria
por todas las edades.

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La Medusa de los últimos tiempos

Prólogo

O bservando y considerando durante años este mal que


azota a nuestras generaciones sin importar edad, sexo,
posición social, cultural o financiera, sin piedad y sin
aparente solución; escuchando predicadores, enseñadores, con-
ferencistas, etc., que han pasado por nuestras congregaciones
advirtiendo de los terribles peligros de este mal, pero muy pocas
veces dando alguna clase de salida o soluciones, sólo mostrán-
dolo pero sin proveer el necesario antídoto; preguntando a Dios
en oración, y viendo la necesidad y el deseo de personas sinceras
de salir de este mal… nació y creció en mi corazón la urgencia
de compartir a través de tinta y papel lo que Dios, en Su gran
misericordia y piedad, ha depositado en mí.

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Pornografía
Soy consciente de que no poseo toda la verdad, pero la parte que
me fue conferida la compartiré con todo aquel que quiera usar
estas líneas para ayuda propia, y también de aquellos que ama.
Para que de alguna manera pueda ser de ayuda a alguien, sin
importar edad, sexo, posición social, cultural o financiera. Para
que yo pueda decir como el Apóstol Pablo, “porque yo recibí del
Señor lo que también os he enseñado,” es mi oración y deseo que
estos escritos te guíen por el camino hacia tu victoria y libera-
ción total, recordando las palabras del Señor que dice, “El que
comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día
de Jesucristo.” Filipenses 1:6

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La Medusa de los últimos tiempos

Historia de la Pornografía

E l término «pornografía» procede de las palabras griegas


πόρνη (pórnē, ‘prostituta’) y γράφειν (gráphein, ‘grabar, es-
cribir, ilustrar’) y el sufijo -ία (-ía, ‘estado de, propiedad de,
lugar de’), teniendo por lo tanto el significado de “descripción o
ilustración de las prostitutas o de la prostitución”. Sin embargo,
hay que decir que el término es de aparición reciente, pues en
la Antigua Grecia nunca se usó la palabra pornografía, y el uso
más antiguo constatado data de la década de 1800 en francés.

La pornografía y las representaciones eróticas se remontan a la


antigüedad de la civilización, a tiempos tan antiguos y primiti-

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Pornografía
vos de la historia humana como la era del Paleolítico. El concep-
to moderno de la pornografía, que prevalece en nuestros días, se
define a partir de la comercialización masiva de material erótico
en el siglo XIX, durante el período de la época victoriana, aban-
donando su carácter erótico-artístico y aumentando su distribu-
ción a partir de la producción en masa que definió la segunda
revolución Industrial.

La pornografía moderna consigue su mayor presencia a partir


de la revolución sexual (edad de oro del porno) durante los años
1970, hasta la actualidad.

Existen seis formas en que se difunde la pornografía. El primer


tipo de pornografía son las revistas para adultos, el segundo tipo
son los videos, el tercer tipo son las películas, un cuarto tipo de
pornografía es la televisión, especialmente por cable, y un quin-
to tipo es la “ciberpornografía”. Imágenes y películas de porno-
grafía, chats en línea, y aun actos sexuales en vivo, pueden ser
bajados y vistos por prácticamente cualquier persona a través de
internet. Se pueden encontrar imágenes sexualmente explícitas
en páginas web y en grupos de noticias, que son demasiado fá-
ciles de ver, para personas de cualquier edad. Lo que sólo estaba
disponible para una pequeña cantidad de personas, ahora puede
ser visto en cualquier momento en la intimidad del propio ho-
gar. Un tipo final de pornografía es la “audiopornografía”. Esto
incluye las porno llamadas, que son el segundo mercado de ma-
yor crecimiento, después del internet.

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La Medusa de los últimos tiempos
Está claro que la pornografía es una epidemia silenciosa, que
daña a nuestra sociedad, y en especial a sus principales víctimas,
mujeres, niños y jóvenes.

Es un negocio millonario practicado por personas ambiciosas,


que motiva delitos sexuales y deja en una ridícula posición a los
aún insuficientes esfuerzos que se hacen por entregar educación
sexual, a niños y jóvenes en los hogares y colegios, otorgando a
la sexualidad humana la valoración que se merece en el desarro-
llo y la calidad de vida de las personas.

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La Medusa de los últimos tiempos

Datos sobre la Pornografía

CADA SEGUNDO casi 30.000 personas visitan sitios de inter-


net pornográficos.
CADA MINUTO se envían por internet más de 1.700.000 co-
rreos pornográficos.
CADA HORA se producen como promedio 2 videos pornográ-
ficos.
CADA DIA se alquilan en Estados Unidos unos 2.000.000 de
películas pornográficas.
CADA MES ven pornografía 9 de cada 10 hombres jóvenes y 3
de cada 10 mujeres jóvenes.
CADA AÑO la industria porno mundial genera unos 100.000
MILLONES DE DÓLARES.

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Pornografía

Si el lector quiere interiorizarse más sobre la historia, el internet


le dará una información más detallada.

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La Medusa de los últimos tiempos

¿Qué es la Pornografía?

A demás de los términos y especificaciones de los libros


en cuanto al significado y actividad, la experiencia y la
realidad nos dice a gritos que esta práctica tiene en sí
misma el poder de atraer, seducir y esclavizar a aquellos que po-
nen sus ojos en ella, al mejor estilo de Medusa.

En la mitología griega, Medusa era originalmente una hermosa


doncella y sacerdotisa del templo de Atenea, pero cuando fue
violada por el “Señor del Mar”, Poseidón, en el mismo templo,
la enfurecida diosa Atenea transformó el hermoso cabello de la
joven en serpientes, y convertía en piedra a aquellos que osaban
mirarla fijamente a los ojos.

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Pornografía
Entonces, los incautos ceden, quedando ligados a la pornografía
en forma espiritual, emocional y física, demandando un consu-
mo cada vez más abundante. De allí que haya adquirido el título
de adicción.

Podría decirse que la pornografía es la exhibición de contenidos


sexuales, en forma obscena, con la intención de excitar o pro-
mover a la lujuria. Sus principales consumidores son hombres,
quienes, a diferencia de las mujeres, tienen la particularidad
de excitarse visualmente. La pornografía no es arte, ni tampo-
co mero erotismo o sensualidad, sino generalmente una cruda
exhibición de genitales y actos sexuales de toda índole, donde
abundan las imágenes sadomasoquistas, la pedofilia, la zoofilia
y otras aberraciones, individuales o en grupo.

Es una industria millonaria que vende sexo, envileciendo al


hombre y a la mujer. Es el producto del deseo descontrolado del
ser humano que busca gratificación personal, desesperado por
llenar vacíos en su interior, que fueron producidos por pérdi-
das a lo largo de su vida. Y en las hábiles manos del más gran-
de enemigo de la humanidad, esta industria se ha convertido
en una poderosa y esclavizante arma mortal, que con el pasar
de los tiempos y los avances tecnológicos ha tomado dimensio-
nes gigantescas, derribando barreras en la sociedad, la familia y
las personas mismas, y hasta ha arremetido contra las puertas
mismas de las congregaciones cristianas, trayendo desconcierto
entre miles de ellos que, careciendo de estrategias para repeler
este ataque, ya sea por ignorancia o comodidad, se rindieron a

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La Medusa de los últimos tiempos
su influencia, aceptando su derrota como algo definitivo e irre-
versible.

Pero Dios, que es grande en misericordia y en bondad, en los


últimos tiempos ha comenzado a traer luz sobre este problema,
mostrándonos a través de Su Palabra y de Su Espíritu, la manera
de hacerle frente y vencer.

Los consejos aquí compartidos son fruto de la experiencia y la


revelación del Espíritu Santo. Una revelación que ha sido com-
pletada después de un tiempo (he comprendido que toda reve-
lación es paulatina y progresiva). Todo lo aquí vertido es el fru-
to no sólo de la revelación, sino de la experiencia también. Así
como un alto porcentaje de hombres y mujeres han “mirado a
Medusa a los ojos”, yo también lo hice, y por años llevé esas imá-
genes en mi memoria, experiencia que ampliaré más adelante.

La pornografía es unos de los temas más debatidos por todas las


clases sociales, ya sea en público o en secreto, en los medios o
en voz baja, en cualquier lugar, por grandes y pequeños, adultos,
ancianos, jóvenes, adolescentes y aun niños.

Algunos la apoyan y fomentan, otros la condenan y la atacan,


pero… ¿cuál de estos grupos está en la verdad? ¿Podrá alguien
demostrar lo que realmente representa la pornografía para nues-
tra sociedad y el bienestar de las personas?

Por eso deberíamos ver y escuchar qué es lo que dicen las dife-

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Pornografía
rentes voces que se hacer oír en torno a este tema, comenzando
por la voz de la ciencia.

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La Medusa de los últimos tiempos

¿Qué dice la ciencia sobre


la pornografía?

L a ciencia, aunque avanza a pasos agigantados en todas


las áreas del mundo, no logra ponerse de acuerdo, ya que
cada uno tiene su propio punto de vista.

Veamos algunos artículos publicados por científicos de diferen-


tes lugares.

Una investigación realizada por la Universidad de Com-


monwealth en Virginia, Estados Unidos, analizó los datos de
487 hombres entre las edades de 18 a 29 años. Esto reveló que
aquellos que miraban frecuentemente pornografía tenían peo-
res experiencias durante el sexo, ya que trataban de involucrar

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Pornografía
este tipo de conducta con su pareja. También demostraron que
las películas de adultos están principalmente relacionadas con la
violencia sexual y la desigualdad de género.

Un estudio realizado por el doctor David Ley de Albuquerque,


Nuevo México, determinó que las personas no se pueden con-
vertir en adictos de las películas porno, debido a que no se pue-
de describir esta adicción como una patología. De acuerdo al
Manual de diagnóstico y estadísticas de trastornos mentales, la
“adicción a la pornografía” no es algo real, ya que no se puede
determinar que es una adicción en sí.

La Universidad de Vilanova, en Estados Unidos, realizó un es-


tudio para determinar si las personas tienden a ver más por-
nografía en ciertas temporadas que en otras. Esto reveló que sí,
es cierto, siendo verano e invierno el tiempo cuando se ve más
contenido porno.

La psicoterapeuta de la British Association of Counselling and


Psychotherapy, Phillip Hodson, explicó que el contenido del
porno tiene un efecto inmediato en la mente y el cuerpo de las
personas. Según la experta, las mujeres tienden a ver pelícu-
las pornográficas por siete motivos: curiosidad, masturbación,
aprendizaje, comparación, placer, conocimiento del cuerpo y
saciar las descargar hormonales durante el embarazo.

Además de los diversos problemas morales y psicológicos, en


algunos casos psiquiátricos, como cuando se cae en la adicción,

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La Medusa de los últimos tiempos
un nuevo estudio ha demostrado que la pornografía afecta seria-
mente el cerebro de los hombres que la consumen. Washington
D.C., 30/05/14 (ACI/EWTN Noticias).

Los hombres que pasan mucho tiempo mirando pornografía en


internet parecen tener menos materia gris en ciertas partes del
cerebro; registran una reducción de su actividad cerebral y afec-
tan su respuesta a la actividad sexual, de acuerdo a una investi-
gación publicada en Estados Unidos.

El estudio muestra también que es probable que las personas


que ven mucha pornografía pudieran necesitar imágenes cada
vez más explícitas y gráficas para poder conseguir el estímulo
sexual que esperan tener.

“Hemos encontrado un importante vínculo negativo entre el


acto de ver pornografía por varias horas a la semana y el volu-
men de materia gris en el lóbulo derecho del cerebro, así como
la actividad de la corteza prefrontal”, señalan los investigadores
del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano en Berlín,
Alemania.

“Estos efectos podrían incluir cambios en la plasticidad neuro-


nal, resultante de la intensa estimulación del centro del placer”,
añade el estudio publicado online en la revista de la Asociación
Médica Americana de Psiquiatría.

Los autores, sin embargo, no pudieron probar que estos fenóme-

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Pornografía
nos sean causados directamente por el consumo de pornografía
y, por lo tanto, afirman que es necesario proseguir las investiga-
ciones.

Pero, según ellos, la investigación sí proporciona un primer in-


dicio de que hay una relación entre el acto de ver pornografía y
la reducción del tamaño y la actividad del cerebro como reac-
ción a la estimulación sexual.

Para realizar el estudio, los autores reclutaron a 64 hombres sa-


ludables de entre 21 y 45 años, a quienes pidieron responder un
cuestionario sobre el tiempo dedicado a ver videos pornográficos,
que dio como resultado promedio unas cuatro horas semanales.

También les hicieron tomografías computarizadas del cerebro


para medir su volumen y observar cómo reaccionaba éste a las
imágenes pornográficas.

En la mayoría de los casos, mientras más pornografía miraban


los sujetos, más disminuía el cuerpo estriado del cerebro, una
pequeña estructura nerviosa justo debajo de la corteza cerebral.
Los científicos también observaron que, cuanto mayor era el
consumo de imágenes pornográficas, más se deterioraban las
conexiones entre el cuerpo estriado y la corteza prefrontal, que
es la capa externa del cerebro a cargo del comportamiento y la
toma de decisiones.

La pornografía sigue siendo un tema controvertido. Diversos

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La Medusa de los últimos tiempos
experimentos han confirmado el impacto de la estimulación
continua del centro del placer en el cerebro mediante el exceso
de contenidos sexuales explícitos.

Pero, ¿qué es lo que hace en nuestro cerebro exactamente?

El alto consumo de pornografía puede alterar la estructura y el


funcionamiento del cerebro provocando que surja la adicción o
algún tipo de comportamiento adictivo. Tanto mantener rela-
ciones sexuales como visionarlas, conduce a la liberación en el
cerebro de una sustancia llamada dopamina (responsable de las
emociones y los sentimientos de placer).

La diferencia con respecto a practicar sexo, es que el porno pro-


duce una especie de “inundación” de dopamina. La descarga ex-
cesiva de esta hormona puede producir desórdenes cardiovascu-
lares, renales, estomacales o endócrinos, entre otros males.

“Pero, además, al producirse esta descarga, el organismo nece-


sita volver a producirlas nuevamente, por lo que promueve la
repetición de esta conducta, lo que puede convertirse en un cír-
culo vicioso que lleve al individuo a perder la capacidad de go-
bernar su propio cuerpo”, asegura una investigación publicada
por la revista Archives of General Psychiatry.

El cerebro, mientras tanto, reduce su actividad en los centros de


recompensa. Cuanta más cantidad de pornografía se ve, menos
actividad, según concluyó este estudio. Esto hace que el cerebro

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Pornografía
necesite de más dopamina para sentir el mismo efecto: es decir,
estimula a la persona a repetir la acción.

“Los cerebros responden al cambio químico. Cuando se libera


la dopamina y hay una sensación de placer, el cerebro primitivo
envía el mensaje a repetir el comportamiento de la sensación de-
seada”, explica Joe Schrank, científico especialista en adicciones.
Así, la mente de un adicto a la pornografía se presenta con una
constante necesidad de sentir una fuerte estimulación. Es por
ello que el cerebro de un aficionado al contenido sexual explícito
sea comparado con el de un alcohólico o un drogadicto.

Ello es corroborado por un reciente estudio publicado en la


revista PloS One y llevado a cabo por la Universidad de Cam-
bridge (Inglaterra), que reveló que el cuerpo estriado o núcleo
estriado -que juega un papel importante en el centro de recom-
pensa del cerebro- se iluminaba igualmente cuando se trataba de
alcohólicos como de adictos al porno, al mostrarles imágenes de
su objeto de deseo.

Los científicos descubrieron que tres regiones concretas del ce-


rebro eran mucho más activas en las personas adictas a estos
contenidos sexuales: el cuerpo estriado, la corteza cingulada an-
terior (control ejecutivo, control emocional) y la amígdala (cen-
tinela de las emociones).

“Hemos encontrado un importante vínculo negativo entre el


acto de ver pornografía varias horas a la semana y el volumen de

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La Medusa de los últimos tiempos
materia gris en el lóbulo derecho del cerebro, así como la activi-
dad de la corteza prefrontal”, explicaban los autores del estudio.
Esto es lo que la ciencia, a grandes rasgos, dice que la porno-
grafía produce en la persona que la consume. Seguramente ha-
brá más libros, más videos, más comentarios y estudios sobre el
tema.

Pero no es la ciencia la única que debate sobre el tema, veamos


qué dice la psicología sobre la pornografía.

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La Medusa de los últimos tiempos

¿Qué dice la psicología


sobre la pornografía?

L a psicología es la ciencia que estudia los procesos menta-


les, las sensaciones, las percepciones y el comportamiento
del ser humano, en relación con el medio ambiente físico
y social que lo rodea. Ya que la psicología es la ciencia que estu-
dia esta área, debemos escuchar lo que ella tiene que decirnos en
cuanto a los peligros y daños que podría causar la pornografía
en una persona que tiene contacto con ella.

Siguiendo la definición que nos ofrece Wikipedia: “Se acepta


como adicción cualquier actividad que el individuo sea incapaz
de controlar, que lo lleve a conductas compulsivas y perjudique su
calidad de vida.”

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Pornografía
Cualquier cosa que nos provoque placer en uno u otro sentido,
es susceptible a convertirse en una adicción. En general, el ser
humano está diseñado para buscar su propio placer, ya sea en
las cosas del día a día, o en cosas excepcionales, pero el placer
es la fuente primigenia de motivación: hacemos deporte por el
placer de sentirnos bien a nivel físico y mental; somos amables
con nuestros amigos y familiares por el placer que provoca su
retorno emocional hacia nosotros; comemos por supervivencia,
pero eminentemente por placer; y así podríamos citar una larga
lista de ejemplos.

Pero la fuente más básica de placer, tanto para el hombre como


para la mujer, es el sexo. La máxima expresión del placer y del
bienestar suele ser el orgasmo, pero todo lo que rodea a la rela-
ción sexual, desde el flirteo inicial hasta el orgasmo, es una gran
fuente de placer y satisfacción para quien la disfruta.

Así pues, no es de extrañar, que todo aquello que nos impulse a


conseguir una satisfacción sexual, tenga muchos números para
convertirse en una adicción. Por supuesto, eso no quiere decir
que toda persona sea susceptible a caer en la adicción al sexo
o a la pornografía, igual que no todas las personas que toman
alcohol se convierten en alcohólicas.

Pero, ¿quién determina qué es una cantidad “normal” de porno-


grafía y qué no lo es?

Con frecuencia se hacen llamados para combatir la pornografía.

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La Medusa de los últimos tiempos
Pero, ¿cuál es la evidencia que sustenta que la pornografía hace
daño a las personas que la consumen? Veamos estas declara-
ciones.

En 1961, un psicólogo llamado Albert Bandura realizó un expe-


rimento innovador. Hizo que unos niños observaran cómo un
adulto golpeaba una muñeca inflable. Después dejó a cada niño
con una muñeca para ver lo que ellos hacían con ella. Los niños
también le dieron puñetazos. Bandura concluyó que “nos incli-
namos a copiar comportamientos violentos, en vez de considerarlo
catártico.”

Años más tarde, Neil Malamuth, un estudiante de psicología de


la Universidad de California en Los Ángeles, decidió estudiar las
reacciones de personas frente a la pornografía de una forma si-
milar, y desde entonces ha dedicado su carrera a estudiar el tema.

En un experimento realizado en 1986, el científico reclutó a 42


hombres y los evaluó bajo una escala de “probabilidad de viola-
ción”. Después los dividió en tres grupos de forma aleatoria. Al
primero se le dio una selección de material sexualmente explí-
cito con escenas de violación y sadomasoquismo. Al segundo,
pornografía no violenta. Mientras que el tercero fue de control,
y no vio nada.

Una semana más tarde, en lo que ellos pensaron era un expe-


rimento no relacionado, se emparejó a cada hombre con una
mujer y le dijeron que ella no se sentía atraída por él. Entonces

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Pornografía
tenían que participar en un juego de adivinanzas, y el hombre
tenía la opción de castigar a la mujer cada vez que contestara de
forma incorrecta.

A partir de este y muchos otros experimentos, Malamuth con-


cluyó que “si un hombre ya es sexualmente agresivo y consume
mucha pornografía violenta, existe una posibilidad mucho mayor
de que cometa un acto de agresión sexual.”

Hasta un contacto momentáneo o accidental con la pornografía


puede tener resultados lamentables. En su testimonio ante un
comité del Senado de Estados Unidos, la doctora Judith Reis-
man, destacada investigadora en el campo de la pornografía,
dijo: “Las imágenes visuales pornográficas imprimen y alteran el
cerebro, provocando una huella instantánea, involuntaria, pero
duradera, en la memoria bioquímica, y estas huellas son difíciles
o imposibles de suprimir”.

Una joven de 19 años que vio por accidente pornografía en in-


ternet y que luego se hizo adicta, cuenta: “Las imágenes se me
han quedado grabadas. Me vienen a la mente cuando menos me
lo espero. Parece que nunca podré borrarlas por completo”.

Un artículo escrito por Naomi Wolf en el diario Público.es, tiene


observaciones interesantes acerca de la adicción a la pornogra-
fía, especialmente en internet, y la aparición de comportamien-
tos sexuales cada vez más agresivos. La autora indica una rela-
ción directa de tipo neurobiológico y psicológico en el consumo

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La Medusa de los últimos tiempos
de pornografía. La segregación de dopamina que tiene lugar en
nuestro cerebro mientras éste procesa el contenido pornográfi-
co, podría causar efectos similares a las drogas: depresión, ansie-
dad y adicción.

El psicólogo Edward Donnerstein (Universidad de Wisconsin)


encontró que la exposición a formas violentas de pornografía,
puede llevar a actitudes y comportamientos antisociales. Los
espectadores varones tienden a ser más agresivos hacia las mu-
jeres, menos sensibles al dolor y al sufrimiento de las víctimas
de violaciones, y mucho más dispuestos a aceptar varios mitos
acerca de la violación.

Los investigadores han encontrado que la pornografía (especial-


mente la violenta), puede llevar a un mayor uso de la coerción
o la violación, un aumento de las fantasías acerca de ésta, una
desensibilización ante la violencia sexual y una trivialización de
la violación.

Las estadísticas muestran que la pornografía se encuentra en el


80 por ciento de los escenarios de crímenes sexuales violentos, o
en los hogares de los perpetradores.

CONSECUENCIAS EMOCIONALES:

•Sentimiento de vacío. No hay nada más aparte de


la pornografía que la persona sea capaz de disfrutar.

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Pornografía
•Sentimientos de culpabilidad. La persona sabe que
no debería estar priorizando la pornografía, pero se
siente incapaz de dejar de hacerlo. Esto puede llevar
a estados depresivos.

•Ansiedad. Mayormente se produce cuando la per-


sona sabe que deberá estar unas horas o unos días
sin poder consumir pornografía, y esto provoca
algo análogo al síndrome de abstinencia.

• Irritabilidad. La persona se vuelve malhumorada,


irritable.

CONSECUENCIAS SOCIALES:

•Aislamiento social. Se produce una distancia entre


todas las actividades sociales que la persona solía
llevar a cabo.

•Problemas de pareja. La pérdida de deseo sexual


hacia la pareja, sumada al hecho de pasar cada vez
menos horas juntos, suele provocar un deterioro
importante de la relación.

•Problemas laborales. Debido al cansancio acumu-


lado, por una parte, la persona rinde menos en el
trabajo. Por otra parte, hay personas que aprove-

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La Medusa de los últimos tiempos
chan horas de trabajo para visualizar pornografía
con el riesgo que ello implica.

•Problemas económicos. A pesar de que hay mucho


material pornográfico gratuito en la red, no son po-
cas las personas con adicción a la pornografía que
desembolsan grandes cantidades de dinero al mes
para acceder a contenidos exclusivos.

En un análisis que comprendió a 1.600 abogados, pudo apreciar-


se que el 56% de los casos de divorcios que se les presentaron,
reconocían tener un interés obsesivo por los sitios web de conte-
nido pornográfico y ésta era una de las causas de la separación.
Y podría haber muchísimas opiniones más acerca de la porno-
grafía por parte de la psicología, pero ahora veremos y escucha-
remos a la cultura, qué tiene ella que decirnos.

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La Medusa de los últimos tiempos

¿Qué dice la cultura


sobre la pornografía?

L a cultura se ve gravemente afectada por grandes cambios


causados por acontecimientos generados por la revolu-
ción tecnológica imperante en el mundo, la moda, las ten-
dencias, cualquiera sea su nombre, porque son conocidos casi
al instante en cualquier parte del mundo donde llega la red del
internet.

Una de las batallas que la sociedad está perdiendo en la cultura


actual, es contra la pornografía. Muchos de nosotros, a pesar de
los filtros instalados, solemos recibir a diario en nuestro buzón
de correo electrónico, muchos y variados anuncios de porno-
grafía. Datos circunstanciales hacen pensar que la pornografía

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Pornografía
está mucho más difundida de lo que la torre de marfil académica
tiende pudorosamente a admitir.

Quizá por ello muchas personas piensan que el erotismo es un


valor cultural que puede llegar a ser un arte exquisito y sofistica-
do, mientras que la pornografía no sería otra cosa que el erotis-
mo degradado para consumo de los incultos, pobres, o viciosos.
Dicho al revés, esas personas piensan que si la pornografía está
hecha de una manera artística puede ser aceptada bajo el nom-
bre de erotismo: esto se ha convertido en la cultura de las masas.
La cultura de masas es un conjunto de objetos, bienes o servicios
culturales, producidos por las industrias, y va dirigido a un pú-
blico heterogéneo. La masa sigue a la misma cosa. El concepto
de masa empieza a surgir ya que personas al parecer distintas y
de diferentes partes del mundo empiezan a consumir un mismo
producto. Así, la cultura de masas consigue fabricar a gran es-
cala, con técnicas y procedimientos industriales, ideas, sueños
e ilusiones, estilos personales, y hasta una vida privada, en gran
parte producto de una técnica subordinada a una rentabilidad, y
a la tensión permanente entre la creatividad y la estandarización,
apta para poder ser asimilada por el ciudadano de clase media.

Río de Janeiro, 8 de diciembre de 2009:


La discusión sobre si la pornografía es cultura, estuvo en curso
en Brasil, nada menos que entre los senadores de la república.
Ha levantado el problema el senador Augusto Botelho, del Parti-
do de los Trabajadores (PT), que es el partido del presidente Luiz
Inácio Lula da Silva.

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La Medusa de los últimos tiempos
No se trata de una discusión bizantina, sino enormemente prác-
tica y actual. Se refiere a la decisión de Lula de ofrecer a todos los
trabajadores que ganen menos de 1.500 reales (unos 800 euros)
un vale por el valor de 50 reales (18 euros) para que se lo gasten
en algo de carácter cultural. Puede ser para ir al cine, al teatro, a
un concierto, comprar un libro, etcétera. ¿Y si se lo quiere gastar
en una revista porno?

Ésa es la discusión que han levantado los señores senadores y


que ha interesado mucho a las empresas que publican porno-
grafía. “Revistas y periódicos son también material cultural. Y
si ustedes lo piensan despacio, también la pornografía es cultu-
ra”, afirmó el senador Botelho, que introdujo en la ley que ahora
debe ser ratificada por Lula, una enmienda para que los pobres,
con la tarjeta cultura que van a recibir, puedan deleitarse con
publicaciones de mujeres desnudas.

Bajo el disfraz de la tolerancia y la libertad de expresión, la socie-


dad es bombardeada constantemente con mensajes efímeros que
incitan al más puro hedonismo. Pero nadie habla nunca de las te-
rribles consecuencias que dejan estos mensajes en lo más íntimo de
las personas. ¿Sabe la sociedad las consecuencias de la exposición a
la pornografía? ¿Se habla sobre las adicciones, matrimonios rotos,
el daño de las imágenes inadecuadas en niños y adolescentes?

Según la revista económica Capital, Norteamérica es la “primera


potencia mundial del sexo”, con unos ingresos en este aspecto de
unos 10.000 millones de euros al año. Su cine pornográfico, que

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Pornografía
se lleva a cabo en unos 200 estudios, facturó más dinero en el
año 2005, que toda la industria del cine de Hollywood.

España tampoco se queda atrás. Según el gobierno, en este país


se mueven 18.000 millones de euros al año en este campo, y to-
dos los periódicos nacionales, a excepción de La Gaceta, cuen-
tan con páginas de contactos por las que se embolsan decenas de
miles de euros al día. El negocio de la pornografía también llega
a los móviles, más fácil y más accesible que nunca. Se trata de un
sistema que acaba de comenzar, pero el sector de los contenidos
eróticos y pornográficos para el móvil generará, según los exper-
tos, 1.5 millones de euros en los años siguientes.

Las cifras dejan claro que la pornografía no es una simple ex-


presión frívola del sexo en nuestros días. Se trata de un negocio
a nivel mundial, donde los intereses económicos, y otro tipo de
intereses más oscuros todavía, ocultan a toda costa las terribles
consecuencias psiquiátricas y emocionales que tienen en la vida
privada de las personas. Es una reflexión muy políticamente in-
correcta, pero que muchos psiquiatras sostienen, alertando in-
cluso del crecimiento constante de esta dependencia.

“Me parece que son pocos los que se dan cuenta de la gravedad
que tiene la producción y consumo masivos de pornografía en
nuestra sociedad”, afirma el profesor Jaime Nubiola, de la Uni-
versidad de Navarra.

Uno de éstos es el Premio Nobel de Literatura 2002, el húnga-

∙ 38 ∙
La Medusa de los últimos tiempos
ro Imre Kertész, superviviente de Auschwitz y Buchenwald, que
anotaba en su Diario de la Galera: “Las dos grandes metáforas
del siglo XX: el campo de concentración y la pornografía -ambas
bajo el punto de vista de la servidumbre total, de la esclavitud-,
como si la naturaleza mostrara ahora su lado funesto al hombre,
a su nacimiento, desvelando radicalmente la naturaleza humana.

Quizá a alguno pueda sorprenderle esta equiparación de la por-


nografía con los campos nazis, pero la tortura y la pornografía
son dos aspectos complementarios de la degradación de la natu-
raleza humana, que caracterizaron lamentablemente al pasado
siglo. Quienes hacen negocio explotando la curiosidad morbo-
sa de los hombres son contaminantes morales de la sociedad.
Quienes producen pornografía, no sólo explotan a las mujeres
y hombres que aparecen en sus productos, sino que destrozan
a sus consumidores, dañándoles a veces irremisiblemente. Son
vendedores de droga adulterada: parecen vender gratificación
sexual en pequeñas dosis, pero, en muchos casos, están conta-
minando en forma permanente los cerebros de sus usuarios. Se
trata de una droga tan peligrosa y destructiva como las drogas
perseguidas penalmente.”

Parece que el ser humano es mucho más frágil de lo que en un


principio podemos creernos. Oímos por todas partes el mismo
reclamo: “Separa tu cuerpo de tu alma, desinhíbete. Olvídate de
todo lo que has vivido y aprendido hasta ahora. Deja el pudor
escondido en lo más profundo de tu memoria.” Pero nadie dice
lo que sucede después.

∙ 39 ∙
Pornografía
La censura está siendo demolida en muchos lugares del mundo
y en otros se encuentra en crisis. En el marco de este “cambio de
paradigma”, estas páginas se proponen identificar los cambios
en los modos de producción, circulación y consumo de porno-
grafía audiovisual en Argentina, que son consecuencia de un
nuevo contexto que se abrió en los últimos años. Éste está re-
lacionado con la revolución tecnológica de las comunicaciones,
por un lado, y con los cambios culturales en la sexualidad, por el
otro, ambos procesos enmarcados en un nuevo individualismo
que interviene y preforma prácticas sociales específicas. Estas
dimensiones intervienen fuertemente en el derrotero de la por-
nografía local, en todos sus momentos de producción.

Las razones pueden deberse a las cuestiones morales que inter-


vienen y profundizan la invisibilidad de este segmento de pro-
ducción cultural que consideramos relevante, para dar cuenta de
un universo de prácticas, creencias y consumos culturales que
intervienen de distintos modos en la construcción de las prácti-
cas sociales cotidianas.

Por ello, estudiar las producciones culturales pornográficas, im-


plica correrse de la discusión moral acerca de la legalización o la
censura de la pornografía desde una perspectiva radical, incluso
desde los límites que determinan lo obsceno. En contrapartida,
se considerarán estas producciones como manifestaciones de
procesos sociales contemporáneos complejos, donde la subjeti-
vidad social manifiesta transformaciones que se dan a partir de

∙ 40 ∙
La Medusa de los últimos tiempos
cambios culturales, en el terreno de la sexualidad y en el ámbito
de las comunicaciones.

Entendemos al porno como práctica cultural, inseparable de los


procesos de mediatización y espectacularización de la intimidad
(Sibilia 2009). Las prácticas pornográficas que puntualizamos
aquí, especialmente las relacionadas a los usuarios devenidos
en productores y distribuidores reflejan, en principio, transfor-
maciones contemporáneas en la sexualidad. Pero, además, dan
cuenta de procesos más amplios relacionados con las transfor-
maciones del individualismo a partir de la irrupción de las nue-
vas tecnologías.

Esto es lo que la cultura dice sobre el tema. Muchos podrán estar


o no de acuerdo con esto, pero es una de las voces que se escu-
chan en el mundo entero. Ahora veamos y escuchemos qué dice
la Biblia sobre este tema.

∙ 41 ∙
La Medusa de los últimos tiempos

¿Qué dice la Biblia


sobre la pornografía?

Y a hemos visto algunas cosas que dicen la ciencia, la psi-


cología y la cultura respecto a la pornografía, y ahora,
veremos qué dice la Biblia sobre este tema.

Aunque la Biblia no habla específicamente de la pornografía, sí


contiene muchos principios que están en contra de su práctica
y uso.

La Biblia no menciona la palabra pornografía, como tampoco


menciona la palabra internet, trinidad y otras tantas. Como he-
mos visto, la palabra pornografía comenzó a ser conocida alre-
dedor del año 1970 aproximadamente, con la aparición de los

∙ 43 ∙
Pornografía
primeros videos pornográficos, pero la Biblia sí habla y advierte
sobre sus prácticas, sus frutos y sus consecuencias, para las per-
sonas que tienen contacto con ella.

La Biblia dice que el “bromear obsceno” es una práctica inadmi-


sible e inmoral. Efesios 5:3,4: “Pero fornicación y toda inmundi-
cia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a
santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que
no convienen, sino antes bien acciones de gracias.” ¿Cómo va a ser
menos censurable la pornografía?

La pornografía está rampante en el mundo de hoy. Quizá más


que cualquier otra cosa, Satanás ha tenido éxito torciendo y per-
virtiendo el sexo. Él ha tomado lo que es bueno y justo (la rela-
ción sexual entre esposo y esposa), y lo ha reemplazado con lu-
juria, pornografía, adulterio, violación y con prácticas amorales.
La pornografía es simplemente el primer paso en una resbaladi-
za pendiente de creciente vileza e inmoralidad.

Al igual que con la drogadicción, en donde el usuario es llevado


a consumir mayores y más poderosas cantidades de drogas, así
también la pornografía arrastra a la persona dentro de arraiga-
das adicciones sexuales y deseos impuros.

Las tres principales categorías del pecado son: “los deseos de la car-
ne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida.” (1 Juan 2:16).

La pornografía causa el codiciar las cosas de la carne, e induda-

∙ 44 ∙
La Medusa de los últimos tiempos
blemente es lascivia para nuestros ojos. Definitivamente no cali-
fica como una de las cosas en las que debamos pensar. La Biblia
aconseja: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo
lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que
es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alaban-
za, en esto pensad.” (Filipenses 4:8).

LA PORNOGRAFÍA ES ADICTIVA

• 1 Corintios 6:12 Aquí el consejo del Apóstol Pablo


es, no dejarse dominar de ninguna cosa (ninguna).
• 2 Pedro 2:19 El apóstol Pedro dice que, si algo o
alguien te vence, te conviertes en su esclavo (su pro-
piedad).

ES DESTRUCTIVA

• Proverbios 6:25-28 El escritor de Proverbios dice:


No codicies su hermosura porque serás reducido a
un bocado de pan. Y hace la pregunta con una res-
puesta obvia: ¿Tomarás fuego sin que tus vestidos
ardan? Ningún contacto con la pornografía dejará
ilesa a la persona.
• Efesios 4:19 El Apóstol Pablo dice que el continuo
contacto con esto, hace que pierdas toda sensibili-
dad y te entregues de lleno a cometer toda clase de

∙ 45 ∙
Pornografía
impurezas. Y conduce a una siempre creciente per-
versidad.

El codiciar a otra persona en nuestras mentes (la esencia de la


pornografía) es ofensivo a Dios (Mateo 5:28). Cuando la devo-
ción habitual a la pornografía caracteriza la conducta de una
persona, eso demuestra que tal persona no es salva (1 Corintios
6:9). Dios no prohíbe cosas que son buenas para nosotros, pero
Él sí prohíbe cosas que son dañinas.

Como Él ha diseñado la mente humana, Dios sabe del hecho de


que la unión matrimonial involucra fidelidad mental, además
de la fidelidad física. Esto se debe a que la fidelidad o la infi-
delidad comienzan en la mente. Cada acción, justa o pecami-
nosa, comienza con el proceso del pensamiento. Es imposible
para una persona que se permite ser infiel en la mente, conti-
nuar totalmente comprometida a su relación matrimonial y a su
familia. Por eso, aunque la Biblia no hable específicamente de
la pornografía en sí, habla de los mecanismos que pone en fun-
cionamiento, y de los frutos que produce. Si hay algo que Dios
aconseja en Su Palabra, es a cuidar nuestra mente y nuestros
pensamientos, porque allí comienza todo lo que luego hacemos.
La vista es uno de los sentidos del cuerpo que lleva al cerebro la
información que se graba en la mente, de ahí que el consejo de
la Biblia es cuidar lo que miramos.

Veremos en diferentes traducciones los mismos consejos con di-


ferentes palabras.

∙ 46 ∙
La Medusa de los últimos tiempos
Salmo 101:3
Reina Valera 1960 “No pondré delante de mis ojos cosa injusta.
Aborrezco la obra de los que se desvían; ninguno de ellos se acer-
cará a mí.”
Kadosh israelita mesiánica “No permitiré delante de mis ojos
cosa vergonzosa. He odiado los transgresores.”
Nueva traducción viviente “Me negaré a mirar cualquier cosa
vil o vulgar. Detesto a los que actúan de manera deshonesta; no
tendré nada que ver con ellos.”

Lo que miran nuestros ojos son nuestra completa responsabili-


dad, y si así no fuera, Dios te dará una ayuda adicional para que
puedas estar protegido.

Colosenses 3:5
Reina Valera 1960 “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros:
fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y
avaricia, que es idolatría.”
Biblia al día 1989 “Por tanto, haced morir todo lo que es propio
de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas
pasiones, malos deseos.”
Lenguaje sencillo “Por eso, den muerte a todos sus malos deseos;
no tengan relaciones sexuales prohibidas, no sean indecentes, do-
minen sus malos deseos.”

Somos responsables de los deseos que viven en nosotros, porque


si todavía viven, es porque nosotros mismos lo alimentamos.

∙ 47 ∙
Pornografía
Nadie puede alimentar un deseo ajeno sin el completo consenti-
miento de la persona.

Mateo 5:28
Reina Valera 1960 “Pero yo os digo que cualquiera que mira a
una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.”
Traducción en lenguaje actual “Pero ahora yo les aseguro que
si un hombre mira a otra mujer con el deseo de tener relaciones
sexuales con ella, ya fue infiel en su corazón.”
Dios habla hoy “Pero yo les digo que cualquiera que mira con
deseo a una mujer, ya cometió adulterio con ella en su corazón.”
Kadosh israelita mesiánica “Yo les digo que el hombre que tan si-
quiera mire a una mujer con propósito lujurioso de codiciarla, ya
adulteró con ella en su corazón.”

Aquí la Escritura habla de una persona que miró, y ya tomó la


decisión de adulterar sin importarle las consecuencias: su cora-
zón ya decidió cometer el pecado. Aunque deberíamos, quizá,
notar que la codicia a la que Jesús se refiere puede incluir más
que deseo sexual, no puede ser menos que eso, y mirar a una
mujer (u hombre) para codiciarla es precisamente lo que uno
hace con la pornografía.

Los materiales y los métodos de distribución serán nuevos, pero


lo que ocurre dentro de la mente del ser humano es lo mismo
que ha ocurrido por siglos: meditación visual sobre deseo sexual
ilícito.

∙ 48 ∙
La Medusa de los últimos tiempos
Jesús está señalando aquí que el adulterio es algo que ocurre en
el corazón, no solo en el acto físico sexual. Y el acto en la imagi-
nación es el mismo tipo de cosa que el acto en vivo. Es el mismo
tipo de pecado. Por eso la pornografía es una extensión de la
imaginación, pues nos ayuda a hacer mucho más concretamente
lo que estamos haciendo en nuestras mentes cuando deseamos
poseer físicamente a otro ser humano. Este mensaje de Jesús es
un mensaje para los hipócritas que creen que, como ellos no han
tocado a una mujer, no han hecho nada malo. No, dice Jesús. Si
la deseaste ya has cometido una especie de adulterio.

Santiago 1:14,15
Reina Valera 1960 “Sino que cada uno es tentado cuando es lle-
vado y seducido por su propia pasión. Después, cuando la pasión
ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consuma-
do, engendra la muerte.”
Traducción en lenguaje actual “Al contrario, cuando somos ten-
tados, son nuestros propios deseos los que nos arrastran y domi-
nan. Los malos deseos nos llevan a pecar; y cuando vivimos sólo
para hacer lo malo, lo único que nos espera es la muerte eterna.”
Nueva traducción viviente “La tentación viene de nuestros pro-
pios deseos, los cuales nos seducen y nos arrastran. De esos deseos
nacen los actos pecaminosos, y el pecado, cuando se le deja crecer,
da a luz la muerte.”
Reina Valera 1977 “Sino que cada uno es tentado, cuando es
atraído y seducido por su propia concupiscencia. Entonces la con-
cupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y cuan-

∙ 49 ∙
Pornografía
do el pecado es consumado, produce la muerte.”

Este texto nos hace ver que cuando la persona reacciona a la


tentación, es porque la pasión está dentro de ella, y el pecado
que está afuera tuvo una conexión interna con ella. Cómo esto
es posible, lo veremos en los próximos capítulos.

1 Juan 2:16
Reina Valera 1960 “Porque todo lo que hay en el mundo, los de-
seos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida,
no proviene del Padre, sino del mundo.”
Traducción en lenguaje actual “Las cosas que ofrece la gente del
mundo no vienen de Dios, sino de los pecadores de este mundo. Y
estas son las cosas que el mundo nos ofrece: los malos deseos, la
ambición de tener todo lo que vemos.”
Biblia de las Américas “Porque todo lo que hay en el mundo, la
pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida,
no proviene del Padre, sino del mundo.”

En tiempos bíblicos no existía la tecnología para reproducir


imágenes, lo cual es necesario para crear los materiales de la
pornografía, ya sean impresos, video o digitales. Este es un vicio
moderno. Pero, por otro lado, la atracción entre los sexos y el de-
seo particularmente masculino de querer ver cosas ocultas, no
son algo nuevo. Sólo menciono a David y Betsabé. Todo comen-
zó con un hombre mirando a una mujer desnuda (Ver 2 Samuel
11). Si consideramos a la pornografía como una extensión de la

∙ 50 ∙
La Medusa de los últimos tiempos
lujuria, entonces la Biblia sí tiene algo que decir acerca del asun-
to, y es que es absolutamente inapropiado.

Estas son algunas cosas que la Biblia dice sobre este tema tan
importante, actual y peligroso. Las reglas bíblicas siempre nos
llevarán a alejarnos todo lo posible de todo mal, y acercarnos lo
más posible a Dios.

1 Tesalonicenses 5:22 “Absteneos de toda especie de mal.”

Este consejo bíblico viene porque dentro nuestro habita una


persona que nos anhela celosamente, y cuando permitimos en-
trar a nuestro ser cosas extrañas a Dios, esta persona que es el
Espíritu Santo, se entristece.

Efesios 4:30 “Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, por el


cual fuisteis sellados para el día de la redención.”

Toda la Biblia está en contra de la pornografía y todo lo que ella


representa. La pornografía es mala por naturaleza, aunque algu-
nos han querido cristianizarla haciendo “pornografía cristiana”.
Siempre producirá el fruto de quien la promueve y la fomenta,
el enemigo de Dios y la humanidad (Satanás). Nunca habrá ar-
monía entre esta práctica y la Biblia, no es posible ni siquiera
asociarla a nada parecido: la Biblia es y será siempre la palabra
de Dios, y la que muestra Su perfecta voluntad.

∙ 51 ∙
La Medusa de los últimos tiempos

Los peligros
de la pornografía

C omo ya hemos visto, la pornografía representa varios


peligros, algunos casi irreversibles, si la persona no bus-
ca la ayuda de Dios.

Para el ámbito secular, la pornografía es normal, y para algunos


algo necesario. Lo que nos preocupa a los cristianos es que la
pornografía se ha abierto paso en las congregaciones, ministe-
rios y oficios cristianos, siendo casi tolerada por muchos que ya
han bajado la guardia frente a ella, no teniendo las fuerzas ni el
antídoto para erradicarla de sus propias vidas, sus casas, o con-
gregaciones.

∙ 53 ∙
Pornografía
Vemos cada vez más seguido el esfuerzo infructuoso de perso-
nas cristianas que se ven en prisiones de maldad a causa de la
pornografía, quienes reconocen lo dañino y pecaminoso que es
esto, pero carecen de las herramientas y recursos espirituales ne-
cesarios para contrarrestar, vencer y ser libres de los poderes de
esta MEDUSA espiritual.

Varias encuestas dicen que entre 50-70 por ciento de hombres


cristianos usan pornografía en el internet. Christianity Maga-
zine Today (Revista Cristianismo Hoy) hizo una encuesta a dos
mil pastores, y el 60% de estos pastores declaró visitar dos veces
por mes, y hasta dos veces por semana, páginas pornográficas.

El Pastor Chuck Swindoll advierte que la pornografía es el “pro-


blema número uno” que contribuye a los divorcios entre las pa-
rejas cristianas. El diez por ciento de los hombres admite que
sufren de una adicción a la misma. Según una reciente encuesta
en iglesias, el 68 % de los hombres cristianos confesaron que
visitan semanalmente páginas de pornografía en internet. 70%
de hombres usan pornografía cada mes. En una encuesta el 57%
de pastores dicen que adicción a pornografía en el internet es el
principal problema sexual en sus congregaciones.

Ahora, estas estadísticas aplican primordialmente a los EE.UU.


y tampoco se ha verificado en fuentes académicas. Además, vale
notar que algunas seguramente no incluyen personas que no
usan el internet. Pero, aunque no sean quizá exactas, todavía nos
dicen algo, y ese algo es que estamos experimentando una ola

∙ 54 ∙
La Medusa de los últimos tiempos
titánica de pornografía en el mundo hoy, y que es mayormente
debido a la existencia del internet.

El impacto de este fenómeno sobre las congregaciones es algo


que espanta. La pornografía es algo tan presente que está cam-
biando formas de pensar y actuar a un nivel masivo, sin que nos
demos cuenta.

La interacción entre hombres y mujeres, las expectativas sexua-


les que el hombre trae al matrimonio y los problemas relacio-
nales que esto causa, la objetivación del cuerpo femenino en las
mentes de hombres y muchachos cristianos, el tiempo gastado
en búsquedas de pornografía en el internet, y el peso psicológico
y espiritual de vivir con pecado oculto, son solo algunos de los
aspectos de este fenómeno tan debilitador.

La ola de pornografía es también una ola de pecado en nuestras


congregaciones. Lo peor es que casi nunca se discute. ¿Por qué?
Para el que usa la pornografía es por vergüenza y temor a que
le miren como si fuera un monstruo; para el pastor o el líder
que usa pornografía es por temor a ser descubierto y perder su
posición o destruir a su iglesia. Y claro, ese pastor no quiere pre-
dicar en contra de lo que él mismo está practicando. Sería muy
incómodo. Sería hipocresía. Luego, para los que están libres del
vicio, es más fácil ignorarlo, pues nadie lo menciona. O peor,
como ellos mismos no experimentan el problema, se da por sen-
tado que es algo fácil de combatir. “No lo hagas, y listo. ¿Cuál es
el problema?”. El peor de todos es el que usa la pornografía en
privado, pero condena en público a otros que lo hacen.

∙ 55 ∙
Pornografía
Pero el peligro no va a desaparecer hasta que se halle el antído-
to para este mal, y depende de nosotros hallarlo, así nuestras
generaciones podrán caminar seguros teniendo las armas para
derrotar a la pornografía, viviendo libres, en un mundo cautivo
por esta medusa espiritual de estos últimos tiempos.

Gracias damos a Dios Padre que Su Palabra cuenta con todas


las armas necesarias a disposición nuestra, solo resta conocer el
arsenal de Dios.

¿QUÉ PARTES DE LA PERSONA


AFECTA LA PORNOGRAFÍA?

• Espíritu: El espíritu queda afectado, ya que el peca-


do perjudica directamente la relación con Dios. El
espíritu se aflige, se entristece, y mientras la persona
no reconoce su pecado, su angustia permanecerá.
Sólo el reconocimiento ante Dios y la intervención
de la sangre de Jesús traerá la paz al espíritu.

• Alma: El alma se ve afectada también por el peca-


do: ella sufrirá, caerá en depresión y graves tormen-
tos como culpa, vergüenza, rechazo, soledad, auto
condenación y frustraciones diversas.

• Cuerpo: El cuerpo recibirá los impactos de los su-


frimientos del espíritu y el alma, y podría hasta lle-

∙ 56 ∙
La Medusa de los últimos tiempos
gar a enfermarse. Las enfermedades psicosomáticas
son comunes en estos casos.

Los peligros de la pornografía van mucho más allá del cuerpo


de la persona: afecta su entorno, su desempeño, su pareja, su fa-
milia, su trabajo, etc. Se publicó un hecho curioso en un estudio,
tras observar que algunas personas que consumen pornografía
en internet no disfrutan tanto como se esperaría, sino que se
quejan de problemas como olvidar citas importantes, abando-
nar tareas laborales o descuidar a sus parejas, todo lo cual afecta
significativamente a sus vidas.

Estas quejas tienen que ver con una función cognitiva que se co-
noce como la ‘memoria de trabajo’. Esta es una capacidad impor-
tante en actividades cotidianas como mantener conversaciones
con amigos, cocinar o recordar los compromisos y citas pendien-
tes. El buen funcionamiento de la memoria de trabajo se altera fá-
cilmente por la interferencia de diversos factores, como el estrés o
la depresión, pero no se había investigado antes el efecto concreto
que pudiera tener sobre ella el contenido pornográfico. Dice un
terapista sexual que hasta el 80% de gente que usa pornografía lo
hace de una manera adictiva que afecta a sus relaciones personales
y a su trabajo y que antes de descubrir el cibersexo esta gente no
tenía ningún problema con adicción sexual.

DAÑA A LAS PERSONAS

Los efectos negativos causados por la pornografía, alcanza a ni-

∙ 57 ∙
Pornografía
ños, adolescentes, adultos y ancianos sin distinción de raza, o
estatus social. La edad en la que un varón se ve expuesto a la
pornografía por primera vez es generalmente en los años de la
niñez. El 53% de los chicos y el 28% de las chicas (entre 12 a 15
años) admiten el consumo de contenido sexual explícito.

En otras palabras, el consumo de pornografía no es una “deci-


sión madura”, hecha por adultos, sino una práctica que atrapa a
personas de corta edad, infiltrándose en la comprensión de los
hombres y las mujeres sobre la intimidad sexual y casi siempre
conduce a una masturbación regular, a veces diaria.

Nuestros cerebros no están preparados para recibir imágenes


como esas (incluso durante varias horas a la semana) y no verse
afectados.

Se realizó un estudio hace varios años que demostraba que el


consumo continuo de pornografía hace que los adolescentes
tengan un sentido exagerado de la sexualidad en la sociedad,
que acepten la idea de que la promiscuidad es normal, y que
devalúen la abstinencia. Les crea escepticismo sobre el papel del
amor en la intimidad sexual y les hace creer que el matrimonio
es limitante. Dicho estudio destacó que en los consumidores de
pornografía en edades comprendidas entre los 18 y los 26 años,
existía un destacado aumento de las parejas sexuales, el sexo ca-
sual y las infidelidades matrimoniales.

La adicción a la pornografía es tan seria como la adicción a las

∙ 58 ∙
La Medusa de los últimos tiempos
drogas o el alcohol y puede conducir a la visualización obsesiva,
insaciable, llevando al consumidor a adentrarse en un material
cada vez más explícito y perverso.

La adicción a la pornografía puede producir falta de sueño y


productividad, disminución de la satisfacción en la relación y
una pérdida en la productividad laboral, incluso llevar a la acti-
vidad criminal (como la pornografía infantil, abusos, etc.).

SOCAVA LOS MATRIMONIOS

Cuando uno de los esposos consume pornografía, él/ella elige la


satisfacción sexual propia sobre el amor conyugal. Mientras que
algunos creen que la pornografía “puede darle vida” al matrimo-
nio, está claro que ésta degrada la misma unión, que no es solo
de la carne, sino de dos personas, cuerpo y alma. Los hombres
que consumen pornografía están mucho menos satisfechos de
sus relaciones sexuales con sus mujeres, y ellas se dan cuenta de
esta diferencia en el comportamiento. La mayoría de los cónyu-
ges consumen pornografía como un tipo de infidelidad.

Se descubrió que el consumo de pornografía es una puerta hacia


la infidelidad y el divorcio. Este dato ha sido confirmado por la
American Academy of Matrimonial Lawyers, que destaca que
en el 56% de los casos de divorcios uno de los cónyuges tiene un
interés obsesivo por las webs pornográficas.

∙ 59 ∙
Pornografía
EXPLOTA A LAS VÍCTIMAS

Es imposible hablar sobre los efectos de la pornografía sin hablar


de las miles y miles de víctimas sexuales explotadas por esta in-
dustria. Incluso cuando mujeres adultas son “actrices” dispues-
tas, los consumidores están apoyando la cosificación y la degra-
dación de la mujer para un beneficio.

¿Las mujeres jóvenes eligen esta carrera libremente, o las explo-


tan sexualmente a cambio de drogas, protección o dinero?

Los hombres que consumen pornografía se van aburriendo cada


vez más y van buscando formas más perversas, y también se ha-
cen más tolerantes con las agresiones sexuales e incluso con la
violación.

Demasiado a menudo, esto conduce a la pornografía infantil y,


por tanto, a la explotación de menores. En 2011, el fiscal general
Eric Holder Jr. destacó que ha existido “un crecimiento histórico
en la distribución de la pornografía infantil, en el número de imá-
genes compartidas online, y el nivel de violencia asociado con la
explotación sexual infantil y los crímenes de abusos sexuales.”

La pornografía no se opone sólo a la doctrina cristiana, es un


gran mal que afecta a los que se ven implicados en ella y a los que
los rodean. Es fácil pensar que unas imágenes en una pantalla no
hacen daño a nadie, ése es el argumento de gran parte de nuestra
sociedad.

∙ 60 ∙
La Medusa de los últimos tiempos
Pero la verdad es que las víctimas son incontables: los adoles-
centes que se ven expuestos y se convierten en adictos desde una
edad muy temprana; la joven madre que pierde a su marido por
la fascinación infinita de la pornografía; los hijos de padres di-
vorciados; las jovencitas explotadas por dinero y para satisfacer
las perversiones sexuales de otros.

La pornografía es la distorsión malvada de algo que debería ser


la unión unitiva y fructífera, la intimidad sexual diseñada por
Dios como la expresión del amor entre los esposos.

ES PERJUDICIAL PARA LA SOCIEDAD

Desde el inicio de la revista Playboy en 1953, el ciudadano me-


dio lentamente se ha vuelto más tolerante a las imágenes para
adultos, pero no sin severas consecuencias. Los investigadores
han notado que una exposición periódica a la pornografía pue-
de llevar a cometer actos de violación y abuso sexual infantil. En
un estudio, el 86% de los violadores convictos confesaron hacer
uso periódico de la pornografía, y el 57% reconoció que trató de
recrear una escena pornográfica durante la violación. El mismo
estudio reveló que el 87% de los que abusaron de niñas y el 77%
de los que abusaron de niños hacían uso periódico de pornogra-
fía pesada. Otro estudio encontró que el 51% de los estudiantes
masculinos expuestos a pornografía violenta indicaron que pro-
bablemente violarían a una mujer si pudieran salirse con la suya.
En un sentido más general, la pornografía tiene un efecto per-

∙ 61 ∙
Pornografía
judicial sobre las actitudes públicas en cuanto al sexo. Rebaja
la relación sexual llevándola fuera del contexto del matrimonio.
También promueve una visión superficial e irreal del sexo que
ignora por completo la amenaza de embarazos no deseados o
de contraer enfermedades de transmisión sexual. Mirar porno-
grafía te expone a la mentira de que el sexo es impersonal y que
puedes tener relaciones sexuales con cualquiera, en cualquier
momento y sin consecuencia alguna.

∙ 62 ∙
La Medusa de los últimos tiempos

La adicción
a la pornografía

¿QUÉ ES LA ADICCIÓN A LA PORNOGRAFÍA?

La adicción a la pornografía es una subcategoría particular de


la adicción sexual. En la adicción a la pornografía, el enfoque
básico es la adicción a la literatura o imágenes pornográficas.

La adicción a la pornografía es conocida como un “proceso”


de adicción, donde el sentimiento eufórico —o estimulante—
proviene de químicos liberados en el cerebro, en lugar de fuen-
tes externas como drogas o alcohol. La mente gradualmente se
acostumbra a la liberación de estos químicos y busca continua-
mente los recursos para lograr esa estimulación. Para el adicto
a la pornografía, esta estimulación proviene de factores visua-

∙ 63 ∙
Pornografía
les al ver revistas, películas, libros o páginas web pornográficas.
Este estímulo está usualmente, pero no siempre, acompañado de
masturbación.

¿QUÉ CAUSA LA ADICCIÓN A LA PORNOGRAFÍA?

Así como la adicción sexual, la adicción a la pornografía es ra-


ramente causada por un solo factor, sino más bien por la cons-
trucción en el tiempo de ciertas condiciones. Las causas pueden
incluir la exposición a imágenes pornográficas en edad joven,
profunda inseguridad o temor al rechazo en las relaciones, o un
trauma pasado como el abuso físico o sexual.

Además de estas causas, la adicción a la pornografía se alimenta


a sí misma y es progresiva por naturaleza. Una persona se vuel-
ve insensible a las imágenes que está viendo y constantemente
necesita más y nuevas imágenes. Además, una vez expuesto a
los gráficos caracterizando la actividad sexual, el simple desnu-
dismo ya no resulta excitante. En algunos casos, esta progresión
hacia pornografía más dura, puede derivar en actividades ilega-
les como la pornografía violenta o pornografía infantil.

¿POR QUÉ ES UN PROBLEMA?

El problema con la adicción a la pornografía, es básicamente el


relacionado con una percepción alterada. La exposición conti-

∙ 64 ∙
La Medusa de los últimos tiempos
nua a la pornografía, cambia la forma en que el usuario ve a la
gente que le rodea. Los hombres que usan la pornografía, tien-
den a ver a las mujeres como objetos sexuales, en lugar de seres
valiosos para ser honrados y respetados. En una relación de ma-
trimonio, la pornografía puede crear una brecha entre el hom-
bre y la mujer. La naturaleza progresiva de la pornografía puede
conducir a la relación por senderos decadentes que uno de los
dos compañeros puede no estar dispuesto a seguir.

¿CÓMO PUEDE SABER UNA PERSONA


SI HA QUEDADO ATRAPADA EN UNA ADICCIÓN
A LA PORNOGRAFÍA?

Una de las señales más seguras es que sigues regresando a algo


que sabes que está mal. Si te has prometido a ti mismo una y otra
vez que esa sería la última –y nunca lo es– entonces es probable
que te hayas entregado a una actividad creyendo que no puedes
vivir sin ella.

Una persona que se ha vuelto adicta a la pornografía también se


identifica con una serie de las siguientes declaraciones:

• Busco pornografía con regularidad.


• Tengo una necesidad cada vez mayor de ver más
pornografía.
• Paso regularmente grandes cantidades de tiempo
esperando ver pornografía.

∙ 65 ∙
Pornografía
• Mis sentimientos respecto a mi problema oscilan
entre los extremos de que, o está fuera de control, o
está bajo control.
• He notado un patrón de conducta en el que des-
cuido mis responsabilidades de trabajo, sociales y
familiares para ver pornografía.
• Suelo mentir para ocultar mi necesidad.
• Suelo romper mis promesas de dejar de ver porno-
grafía.
• Suelo reducir al mínimo el grado de mi lucha.
• He sufrido graves consecuencias como resultado de
ver pornografía, tales como deudas financieras, el
fracaso de mi matrimonio o la pérdida de mi tra-
bajo.

La adicción a la pornografía es un asunto grave. Cuanto más


lo minimices, tanto más te dominará el problema. Si sospechas
que eres adicto, deja de engañarte. No puedes lidiar con esto
solo. Tienes que buscar ayuda. Revela tu secreto. Cuanto me-
nos, cuéntale a un amigo “de confianza” o a algún pastor sabio,
que tienes un problema con la pornografía, y que crees que está
fuera de control. Es cierto que confiar en alguien da miedo, pero
ten la seguridad que “El que encubre sus pecados no prosperará;
pero el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.” (Pro-
verbios 28:13).

Si no te consideras adicto a la pornografía, entonces no debes


asumir que ocasionalmente puedes jugar con imágenes explíci-

∙ 66 ∙
La Medusa de los últimos tiempos
tamente sexuales. En primer lugar, cualquier momento en que
se vea pornografía, sea que esto se dé una sola vez o mil veces,
está mal y es dañino. En segundo lugar, cualquiera que ve por-
nografía de manera lujuriosa está en peligro de quedar atrapado.

En los últimos años la adicción a la pornografía se ha estudiado


más que nunca. Cada vez más personas hablan de este problema
y más profesionales declaran que de sano no tiene nada. Aun así,
con toda esta información, existen aspectos de la adicción que
sólo conocen aquellos que la sufren en carne propia. Lo peor
es que todo esto se queda en el silencio, puesto que pocos están
dispuestos a compartir aspectos tan privados y vulnerables de su
ser. Es por eso que estas palabras escritas, son la voz de los que
permanecen en el silencio.

ES EXTREMADAMENTE DOLOROSO

Cualquier adicción es dolorosa, pero por alguna razón a veces


se nos olvida que esta adicción no es diferente a las demás: el
dolor que se experimenta al no poder sentirse libre es muy real y
profundo. Muchos piensan que estos adictos no sienten nada de
dolor, puesto que es una adicción solitaria, por así decirlo.

Pero la realidad es que después de recaer viene un mar de senti-


mientos en donde la persona sucumbe a la depresión, al enojo,
la frustración y el odio a sí mismo, entre muchas otras cosas que
no le desearíamos ni a nuestro peor enemigo.

∙ 67 ∙
Pornografía
AFECTA TODOS LOS ASPECTOS DE TU VIDA

Muchos piensan que esta adicción afecta solo el aspecto de inti-


midad, pero no es así. Esta adicción, como cualquier otra, afecta
todos los aspectos de tu vida. Déjame repetirlo: afecta todos los
aspectos de tu vida.

Recordemos que esta adicción cambia la forma en que el cerebro


registra el placer, y cuando este cerebro ya ha sido dañado por
la adicción, necesita grandes dosis de adrenalina para sentir algo
positivo.

Es por eso que estos adictos no pueden disfrutar de las cosas


más sencillas y hermosas de este mundo: una buena comida, la
satisfacción de un día de trabajo, el amor de su pareja o hijos,
entre muchas otras cosas. De la misma forma, afecta su estado
emocional haciéndolos más propensos a la depresión, al enojo y
a la impulsividad.

EMPEZAR NO FUE TU CULPA

Tras muchas historias de adictos, la pregunta del cómo empe-


zaron siempre es algo difícil de hablar. Casi todos se toparon
con la pornografía por accidente, o fueron introducidos a ella
por un familiar o amigo cuando apenas tenían entre los ocho y
once años de edad. Si te pones a pensar, esto los hace víctimas
de este negocio en donde se lucra con explotar a las personas y

∙ 68 ∙
La Medusa de los últimos tiempos
hacer que no puedan vivir sin pornografía. Si tienes un adicto en
tu vida, escucha su historia y verás cómo los principios de esta
adicción casi siempre ocurren cuando ellos eran apenas unos
niños, haciendo de sus historias algo realmente triste.

No es mi intención justificar a aquellos que ahora ven pornogra-


fía por decisión propia, porque aun en la adicción existe el poder
de decidir. Lo que deseo es crear un cierto nivel de empatía por
aquellos que aún no han logrado salir de ella. Mientras no pode-
mos forzarlos a cambiar, sí podemos ofrecer un espacio donde
ellos puedan contar su experiencia y su historia. Quién sabe, tal
vez ese sea el principio de un largo camino a la recuperación.
Todos somos responsables de hacer lo que esté a nuestro alcance
por ayudar a alguien en esta situación. Aunque esto nunca haya
sido nuestro problema, déjame decirte, nadie está a gusto siendo
cautivo, aunque los grillos sean de oro.

MI EXPERIENCIA PERSONAL

Como hemos visto a lo largo de estas páginas, el mayor número


de personas que hoy lucha con la pornografía tuvo su primer
contacto o experiencia con ella a una temprana edad. La mía
forma parte de esa larguísima lista, y comenzó un caluroso día
de verano en el norte de Argentina en la provincia del Chaco, en
la ciudad de Villa Ángela.

Siendo el hijo menor de una familia numerosa, la mayoría de


mis hermanos mayores había emigrado a la gran ciudad de Bue-

∙ 69 ∙
Pornografía
nos Aires, así que cada año, en el verano, ellos venían a visitar
parte de la familia que había quedado a vivir en el Chaco.

En una ocasión, mis hermanos y amigos de la familia salieron


de paseo por la ciudad y los pequeños -mi hermano, un primo
y yo- quedamos en casa, oportunidad que aprovechamos para
registrar las valijas de nuestros visitantes. Lo que encontramos
allí, además de otras cosas fueron dos revistas pornográficas, las
cuales comenzamos a mirar entre asombrados y temerosos.

Nunca había visto imágenes semejantes en mis siete años de


vida, y ellas produjeron en mí un gran impacto y curiosidad por
lo sexual. Desde ese día, mi imaginación se disparó como nunca
antes y recuerdo que hasta mis juegos se volvieron mas sexuali-
zados: simulaba con mis muñequitos el acto sexual.

Mi deseo por volver a ver esas imágenes me acompañaba siem-


pre, así que procuraba encontrar más de aquello, pero sin lo-
grarlo. En los años que siguieron todo tenía un tinte sexual para
mí. Las fantasías sexuales eran mi canción de cuna cada noche.
Muchos años pasaron y no volví a ver ninguna imagen porno-
gráfica en casa, solo veía algunas fotos cuando íbamos al cine, y
las carteleras coloridas alimentaban aquel apetito casi perdido.

A mis dieciséis años conocí el Evangelio y acepté a Jesucristo


como mi único y suficiente Salvador personal. Todo había cam-
biado, y toda aquella experiencia parecía haber quedado en el
pasado. Comencé a involucrarme en todas las actividades de la

∙ 70 ∙
La Medusa de los últimos tiempos
iglesia a la que asistía todos los días de reunión. Se podría decir
que yo era un cristiano comprometido, había tomado en serio
mi conversión a Dios.

Pasaron algunos años más (5 años más o menos) y mi vida dio


algunos giros inesperados, mi compromiso con Dios ya no era
tan completo como antes y entre algunas cosas que reaparecie-
ron de mi corta vida pasada, estaba la pornografía.El pasado casi
olvidado apareció más fuerte que nunca. Ahora no tenía siete
años, tenía más de veinte y mis deseos por volver a ver aquellas
imágenes había aumentado. Lo que comenzó como un recuer-
do se volvió una encarnizada lucha en mi interior. Las primeras
películas pornográficas que miré solo aumentaron mi apetito.

Luego me sentí sucio, condenado, avergonzado. Reconocí mi


pecado ante Dios, pedí perdón y recibí perdón, pero fue el co-
mienzo de una larga experiencia de caer y levantarme por va-
rios años. Me preguntaba por qué un cristiano debe caer una y
otra vez frente a lo mismo. No podía entender esto: la Escritura
me decía que yo era nueva criatura, pero tenía los deseos de la
vieja naturaleza y eso me confundía. Cada vez que miraba por-
nografía era lo mismo, el mismo sentimiento, el mismo arrepen-
timiento y así hasta el cansancio.

Sabía en mi espíritu que tendría que haber una salida a todo


eso, pero no podía encontrarla por más que pedía, buscaba y
llamaba. Solo aquel que vivió o vive en esa batalla diaria podrá
entender. Parecía encontrarme en un callejón sin salidas, en un

∙ 71 ∙
Pornografía
valle de sombras y de muerte. Allí comencé a pedirle al Señor:
“muéstrame el camino a seguir.”

En una de esas batallas perdidas que solía tener frente a la por-


nografía, en medio de mi arrepentimiento y vergüenza al pedir
perdón, Dios trajo una palabra a mi espíritu: “Tu preocupación
no debe ser que miras pornografía; debes preocuparte por qué
tienes la necesidad de hacerlo”. Esas palabras fueron una revela-
ción, me di cuenta que estaba haciendo la pregunta equivocada
a Dios, y comencé a orar en otra dirección: “muéstrame la raíz
del problema.”

Siempre escuché que basta con no hacer lo malo, pero Dios co-
menzó a mostrarme cuántos deseos reprimidos tenía en mi in-
terior. Por más que no los llevaba a la práctica siempre los acari-
ciaba interiormente. Siempre cortaba el fruto: dejaba de hacerlo
por un tiempo, pero nunca cortaba la raíz.

Comencé a buscar la raíz del problema, y por varios años Dios


fue enseñándome, mostrándome paso por paso el mecanismo
que el enemigo, el diablo, puso en funcionamiento para que al
final necesitara acudir a la pornografía.

Para la persona que busca mirar pornografía, ésta es una nece-


sidad que ni ella misma sabe que tiene. El diablo es muy astuto,
siempre trabaja con cosas escondidas y ésta no es la excepción.
La pornografía sólo es el fruto de una planta que el enemigo se
encargó de plantar y regar por muchos años en cada persona.

∙ 72 ∙
La Medusa de los últimos tiempos

Realidades espirituales

E l ser humano es el más perfecto de toda la creación de


Dios. En él no hay deficiencia. Dios lo creó perfecto y
completo para que el hombre naciera y viviera en pleni-
tud sobre la tierra, en su espíritu, en su alma y en su cuerpo.

Para que esto sea una realidad, la persona cuenta con cuatro co-
lumnas fundamentales que son: amor, aceptación, respeto y se-
guridad. Una persona que tenga todo esto es una persona com-
pleta, totalmente gratificada, satisfecha.

Una persona que se siente amada, no buscará amor en ningún


otro lado.

∙ 73 ∙
Pornografía
Una persona que se siente aceptada, no buscará que la acepten a
cualquier costo.

Una persona que se siente respetada, no buscará respeto.

Una persona que se siente segura, estará en paz.

Estas cosas son necesidades básicas de una persona, cosas que la


gratifican, y satisfacen completamente.

El enemigo (el diablo) sabe que, quitando esas columnas, la per-


sona quedará a la deriva en el mundo, y para lograr quitarlas, él
ha usado un arma muy antigua, especial y dañina llamada re-
chazo.

El rechazo derriba por completo estas columnas, dejando a la


persona desprovista de estas cosas necesarias. Como son nece-
sidades básicas, la persona echará mano a cualquier cosa para
tratar de satisfacerlas, aunque sólo sea por un momento gratifi-
cante: drogas, alcohol, pornografía, etc.

Él/ella sabe que está haciendo algo que no conviene, pero al igual
que un sediento en medio del desierto, no importa si el agua que
encuentra está sucia o contaminada, la necesidad del momento
es saciar la sed sin pensar en las consecuencias.

La necesidad de gratificarse a sí mismo es más fuerte que cual-


quier regla que le imponga la moral o la razón.

∙ 74 ∙
La Medusa de los últimos tiempos
¿DÓNDE COMIENZA EL RECHAZO?

Puede ser en:


1º el vientre de mamá
2º la niñez
3º la adolescencia
4º la juventud
5º la adultez
6º el matrimonio

Muchas veces, cuando no sabemos cuál es la causa por la que


sentimos que nadie nos quiere, es porque hemos sufrido recha-
zo en el vientre materno, por eso siempre es conveniente saber
nuestro origen.

• ¿Fuiste no deseado en el momento de tu concep-


ción?
• ¿Fuiste concebido fuera del matrimonio?
• ¿Tu madre intentó abortarte?
• ¿Fuiste concebido demasiado cerca del nacimiento
del hijo anterior?
• ¿Fuiste un hijo no deseado ni planeado?
• ¿Tus padres eran demasiado jóvenes e inexpertos,
o tu llegada cambió sus planes y sus expectativas?
• ¿Fuiste el resultado de una relación de adulterio o
de una violación?
• ¿Existían problemas de salud, financieros o de mala
relación entre tus padres cuando fuiste concebido?

∙ 75 ∙
Pornografía
El rechazo no tiene fecha de vencimiento, no pasa de moda, no
hace acepción de personas, no tiene estatus social.

El rechazo produce y transmite rechazo. Padres rechazados en-


gendran hijos rechazados.

Tres características de este mal son: -Rechazo -rechazo a uno


mismo -temor al rechazo.

Una vez plantado el rechazo en la persona, en cualquier etapa de


su vida, el diablo sabe que el fruto que dará será insatisfacción
y descontento, y aparecerá tarde o temprano en la persona. Por
supuesto, él se encargará de regar esa planta lo más que se pueda,
y presentará a la persona la pornografía, que es el tema que tra-
tamos aquí, aunque es el mismo principio para todos los vicios.

Todo lo que el hombre encuentre fuera de Dios no saciará su


sed, porque el hombre tiene un vacío “en forma de Dios” y sólo
Dios lo puede llenar, pero el diablo tratará de imitar esa forma
para que la persona se aferre a eso como su única fuente de gra-
tificación.

Las publicidades están confeccionadas para despertar la nece-


sidad de satisfacer nuestros ansiosos deseos, todas apuntan a
nuestro bienestar, porque el ser humano tiene justamente esa
necesidad de gratificarse así mismo.

Ahora que el terreno en el interior del hombre es propicio, es el

∙ 76 ∙
La Medusa de los últimos tiempos
momento de hacer contacto y para eso el diablo tiene sus medios
y formas por las cuales podrá acceder al corazón de la persona.
El diablo no tiene poder sobre ella, sólo el derecho que la misma
persona le da.

Lo que le da derecho al diablo a trabajar en alguien, es el pecado


contra Dios, por eso el trabajo más arduo del diablo es tentar a
la persona para que peque contra Dios, y al hacerlo le está dando
el derecho legal de que él se haga cargo del área donde cometió
el pecado.

Todo pecado tiene un demonio que lo identifica, por lo tanto, al


cometer el pecado, lo que la persona está haciendo es otorgarle
el derecho legal al espíritu inmundo para que se haga cargo de
esa área de su vida.

Como dijimos al comienzo, Dios hizo al hombre completo y


perfecto, capaz de vivir en comunión con Dios y plenamente li-
bre. En su espíritu hay una configuración que lo lleva a hacer so-
lamente lo que a Dios le agrada. Cuando el hombre desobedece
en el Edén, esa plenitud se pierde, la configuración de su espíritu
cambia: ahora tiene la configuración del diablo, y su inclinación
es hacia el mal.

Dios, en su infinito amor, prepara el plan de salvación para el


hombre caído, al morir Jesús en la cruz. La oportunidad de vol-
ver a la configuración original queda disponible para todos los
hombres que deciden creer en Jesús, pero el diablo no se da por

∙ 77 ∙
Pornografía
vencido. Usando toda clase de estratagemas, tratará de engañar
a la persona que creyó y acepto a Jesús para hacerle pecar contra
Dios, como al principio.

Cuando la persona peca por el engaño del diablo, éste coloca


dentro de su ser su configuración y la persona ve otra vez su
corazón inclinado al mal, y se vuelve su esclavo.

Juan 8:34 “… todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.”

Debo decir que el diablo es un gran imitador de las obras de


Dios. Todo lo que Dios hace es para el bien de la persona, y el
diablo usa el mismo principio, pero para hacer el mal. Jesús dijo:
“…viene el príncipe de este mundo, y el nada tiene en mí.” (Juan
14:30). El diablo usó la misma estrategia con Jesús: lo tentó para
que pecara y así tener derecho en él, pero Jesús venció en todas
las áreas de Su vida y no le dio al diablo ningún derecho.

Dios les da Su Espíritu a los suyos, y les pone sello para el día
de la redención. Efesios 1:13 “…y habiendo creído en él, fuisteis
sellados con el espíritu Santo de la promesa.”

Cuando la persona comete pecado, el espíritu que representa ese


pecado (pornografía) coloca su sello, para que conste que esa
área de la persona le pertenece, y a la vez hace de receptor para
que cada vez que un espíritu similar esté cerca, haga contacto
con él de inmediato, a la manera del wifi: cuando tienes la clave
agendada en tu celular, basta entrar en el radio de cobertura para

∙ 78 ∙
La Medusa de los últimos tiempos
conectarte a la red. De la misma manera, cuando alguien con el
mimo sello esté cerca, se sentirá atraído sin razón aparente. Al
tener el derecho legal, este espíritu puede llamar a otros espíritus
y abrirle la puerta cuando quiera y cuantas veces quiera y pro-
ducir deseos en la persona. Santiago 1:13,14 “…sino que cada
uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y
seducido.”

Por eso la tentación es casi irresistible, porque no viene sola-


mente de afuera sino directamente de adentro. De ahí la impor-
tancia de las palabras de Jesús “él no tiene nada en mí”. Cuando
el diablo no tiene ningún derecho, lo tiene que convencer desde
afuera, y es ahí cuando la decisión es completamente a cargo de
la persona.

Por eso a la gran mayoría le es casi imposible decir que no a la


pornografía, porque el enemigo logró colocarte un sello, quizá
en tu más temprana edad, sin que supieras qué es lo que real-
mente pasó ese día, a esa hora, cuando viste por primera vez esa
imagen pornográfica. Quedó allí sin que te enteraras, y desde ese
día comenzaste a buscar, sin saber, más de esas imágenes.

En algún momento de tu vida Jesús llamó a tu corazón y tú le


recibiste con gozo y alegría. Comenzaste una nueva vida, y pare-
cería que todo aquello quedó atrás, pero por diferentes circuns-
tancias tu amor se fue enfriando, y allí esas tendencias e imáge-
nes reaparecieron con más fuerzas que nunca, y la tentación de
mirar pornografía.

∙ 79 ∙
Pornografía
Accediste y ya no pudiste parar: Medusa te atrapó con una sim-
ple mirada que le diste, y tu vida se fue secando por esta razón.
Le pides perdón a Dios y Él te perdona, y te parece que todo
vuelve a la normalidad hasta que te encuentras a solas y otra vez
la misma situación.

Y la historia se repite, el mismo círculo vicioso. Es que sólo cortas


el fruto, pero la raíz está intacta. Definitivamente el diablo tiene en
ti, algo que le pertenece. Tienes un sello: el espíritu de pornografía
te selló desde el primer día que tuviste contacto con él. Es lo que le
pasa a la mayoría de las personas con esta adicción.

Pero quizás tú dices “a mí no me pasó nada de eso, nunca vi eso


en mi niñez”. Hay una realidad espiritual que da derecho legal a
un espíritu inmundo, cuando alguien comete un pecado contra
Dios, y no pide perdón, sino que sigue practicando el pecado.
Este espíritu se convierte en un espíritu familiar, que se traslada
de padres a hijos, y ejerce su influencia en toda la familia. De ahí
que la persona puede tener inclinaciones a la pornografía sin ha-
ber visto nunca una imagen pornográfica: la persona recibió el
sello por herencia. Así como se recibe las buenas cosas, también
las malas.

2 Timoteo. 1:5 “trayendo a la memoria la fe no fingida que hay


en ti, la cual habito primero en tu abuela Loida, y en tu madre
Eunice y estoy seguro que en ti también.”

¿Por qué ese espíritu permanece allí? La Escritura dice que “El

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La Medusa de los últimos tiempos
que encubre su pecado no prosperará, más el que los confiesa y se
aparta alcanzará misericordia.” Proverbios 28:13.

Dios perdona pecados confesados específicamente. ¿A quién


debo confesar? Este es otro tema de gran debate en las congrega-
ciones cristianas, mayormente por la sola razón de que algunas
religiones le dieron mal uso. Pero nosotros no nos guiamos por
las tradiciones de los hombres, sino por la Palabra de Dios.

¿Cuál es el principio bíblico? Hechos 19:18

Reina Valera “Y muchos de los que habían creído venían, confe-


sando y dando cuenta de sus hechos.”
Traducción en lenguaje actual “Muchos de los que habían creí-
do en Jesús le contaban a la gente todo lo malo que antes habían
hecho.”
Biblias de las Américas “También muchos de los que habían
creído continuaban viniendo, confesando y declarando las cosas
que practicaban.”

Jesús estableció Su iglesia bajo la autoridad de Dios el Padre, y


esa autoridad la depositó en los apóstoles en los comienzos. Pero
esa autoridad no se perdió, sino que permanece sobre la Iglesia
de Cristo, sobre todo, en sus ministros. Los cinco ministerios
siguen teniendo esa autoridad delegada por Jesús mismo.

Efesios 1:22 “y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por
cabeza sobre todas las cosas a la Iglesia.”

∙ 81 ∙
Pornografía
Cuando alguien confiesa su pecado a Dios a través del Señor
Jesucristo, Dios, por la sangre derramada por Jesús en la cruz,
perdona el pecado, pero la liberación y restauración de la perso-
na queda en manos de los ministros, que son el poder ejecutivo
de Dios en la tierra.

Juan 11:44b “Jesús les dijo: Desatadle y dejadle ir.” Para eso Jesús
les delegó autoridad. La persona que quiera salir de sus proble-
mas tendrá que someterse a esta autoridad espiritual y acudir a
su pastor, apóstol, o líder y confesar específicamente su error, y
dar cuenta de sus hechos. Entonces su liberación y restauración
será completa. Los cinco ministerios están constituidos por Dios
para perfeccionar, y esto es posible solo si la persona se somete a
la autoridad que ellos representan.

Por negarse a esto, argumentando a veces que él/ella arreglará


con Dios solamente, el espíritu de pornografía permanece en la
persona, porque el proceso no se terminó. Se confesó a Dios, y
Él, fiel a su Palabra, perdona el pecado. Pero al no haber limpieza
por la confesión ante un ministro, no habrá liberación, y por lo
tanto ese espíritu seguirá operando libremente, arrastrándole al
mismo pecado una y otra vez sin que pueda hacer nada. Porque
al no echarlo de sí, el espíritu tiene el derecho legal de seguir
actuando.

Pero al confesar a su autoridad, ésta, luego de haber escucha-


do atentamente, deberá hacer a la persona una confesión de fe.
La persona declarará y reconocerá que hizo mal; declarará su

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La Medusa de los últimos tiempos
arrepentimiento; pedirá a Dios perdón, delante de su autoridad
(pastor, apóstol, líder etc.) y renunciará al espíritu de pornogra-
fía si este fuera el caso, pidiendo que el Señor quite ese sello pe-
caminoso y coloque Su sello en su lugar. Luego el ministro hará
una oración de liberación y de restauración, y solo así la persona
podrá quedar libre y volver a ser dueña de su voluntad.

Una vez hecho esto, será la exclusiva responsabilidad de la per-


sona mantenerse libre, aunque su autoridad deberá hacer un se-
guimiento para afianzar la liberación y restauración, adoptando
nuevos hábitos para no dar lugar a la tentación. Hay tentaciones
que sólo se vencen huyendo, aunque el diablo no se dará por
vencido. Él volverá a tratar de tomar ese lugar con engaños y
mentiras. Santiago. 4:7 “Someteos, pues a Dios; resistid al diablo,
y huirá de vosotros.”

Ésta es la salida para tu problema, aunque el diablo te haya enga-


ñado tanto tiempo. Y quizá como yo me pregunté, tú te pregun-
tas: “¿Por qué Dios no hace nada al respecto?”.

Ahora Dios ha respondido a esa pregunta, es necesario que co-


miences en tu vida un proceso de limpieza, porque el enemigo
no habrá puesto sólo este sello. Desde hoy comienza a pedir al
Espíritu Santo de Dios, que Él te muestre algún otro sello en tu
vida que le da derecho legal al enemigo para actuar en contra de
tu bienestar.

Jesús lo dijo: “Él os enseñará todas las cosas.” Juan 14:26. Que tú

∙ 83 ∙
Pornografía
hagas todo esto no te librará del acoso del diablo, pero sí te dará
la total libertad de elegir.

Hace muchos años, cuando mi pastor me habló de sanidad in-


terior, después de pedir a Dios confirmación accedí por fin a
hacerlo. Recuerdo que esa tarde no tuve ninguna experiencia so-
brenatural ni después, pero al otro día por primera vez en mu-
chos años de cristiano me sentí dueño absoluto de mi voluntad.
Me sentí tan libre que pensé que podía seguir cometiendo los
mismos pecados y que esto no me afectaría. Error: volví al mis-
mo estado de esclavitud, y tuve que hacer el mismo proceso.

Este mismo proceso fue presentado a la totalidad de nuestro mi-


nisterio, iglesia y cuerpo ministerial. Muchos miembros de la
iglesia y muchos pastores, evangelistas y ministros lo han hecho.
Otros, sin embargo, han dejado que el tiempo pase, sin recurrir
a este invaluable recurso espiritual. Pero la puerta de parte del
Señor siempre seguirá abierta, hasta llegar a los umbrales de la
eternidad.

La limpieza es una responsabilidad continua del cristiano. Una


vez que comienzas, sólo Dios sabe cuándo termina, por eso Él
dice: “el que es santo, santifíquese todavía.” Apocalipsis. 22:11b

∙ 84 ∙
La Medusa de los últimos tiempos

¿Se puede ser libre


de la pornografía?

P uedo decir sin temor a equivocarme, confiando en la gran


misericordia del Señor, que esto es totalmente posible.
Dios nos creó con la capacidad de ser felices, y de hacer
felices a los que están a nuestro alrededor. Cuando el hombre
se alejó de Dios por la desobediencia en el huerto del Edén, Él
mismo ideó un plan de salvación que incluía dar la vida de Su
propio Hijo en beneficio de la humanidad.

Dios está tanto o más interesado que tú en hacerte libre. Ha


provisto todo lo necesario para que tú logres volver al estado
original en el que te formó. Que Dios no te haya contestado al
momento que le pediste ayuda, no quiere decir que no te escu-
chó la primera vez.

∙ 85 ∙
Pornografía
Si este libro ha llegado a tus manos, es por la total providen-
cia de Dios en respuesta a tus sinceras oraciones y ruegos, y es
la muestra de que Él está interesado en tu libertad y bienestar.
Cuando tú llorabas tus fracasos, Él estaba preparando esta res-
puesta para ti.

Los mecanismos de Dios no siempre van de acuerdo a nuestras


urgencias, pero ésta es tu oportunidad de ser verdaderamente li-
bre y hacer que otros lean este libro y también alcancen libertad.
Jesús lo dijo: “y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.”
Juan 8:32

Ahora que tú conoces esta verdad que está a tu favor, tienes la


oportunidad de escapar de este tirano príncipe de este mundo, y
luego ve por tus hijos, hermanos, cónyuge, amigos, etc., y cuén-
tales cuan grandes cosas el Señor ha hecho contigo y cómo ha
tenido misericordia de ti.

Marcos 5:19 “La gracia de nuestro señor Jesucristo te acompañe


y te de paz.”

∙ 86 ∙
La Medusa de los últimos tiempos

Epílogo

L o que he escrito aquí es, en gran parte, fruto de mis expe-


riencias personales, mis victorias y fracasos, y cómo Dios
me ha enseñado paso a paso a salir de este lodo cenagoso.

Cómo escapar del poder de Medusa (la pornografía), ha sido


toda una revelación de Dios, sin la cual esto no sería posible.
No sólo me ha hecho libre, sino que me ha enseñado a mante-
nerme libre.

Gracias sean dadas al poder del Espíritu Santo, disponible para


hacer lo que debe en nuestro ser, y cambiar, sanar y restaurar lo
que sea necesario. Toda la gloria, honra y adoración es al único y
sabio Dios que nos hace vencedores en Cristo. Comprendemos

∙ 87 ∙
Pornografía
que, si nos humillamos bajo la poderosa mano de Dios, Él nos
exalta cuando es el tiempo.

Es mi más profundo deseo que estas líneas hayan traído a tu


vida las respuestas que estabas buscando. Sé que no todas tus
preguntas tendrán repuestas, pero sí tendrás herramientas para
comenzar tu viaje de búsquedas con Dios.

Si de alguna manera pudiera brindarte más ayuda, me compla-


cería contestar tus mensajes, emails, etc., y compartirte lo que
Dios ha puesto en mi corazón.

En mí siempre tendrás a alguien que sabe lo que es ser preso


de Medusa a su total control. Tus preguntas quedarán en total
confidencia, tal como quedaron las innumerables preguntas de
personas que buscaron ayuda en mí.

Dios te bendiga siempre y te dé lo mejor de lo mejor.

∙ 88 ∙
La Medusa de los últimos tiempos
PARA CONSULTAS E INQUIETUDES:

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Teléfonos: 54 03735 629223 / 54 3735 422588

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